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Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18]
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Harleen Quinzel DC Universe
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Ficha de Personaje Alias: Harley Quinn Nombre real: Harleen Frances Quinzel Universo: DC Universe
Tema: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 17th Mayo 2017, 19:09
- Así es mi canción, canto al corazón… lalalalalaaaaaa.... ¡LAALAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - el grito agudo de la rubia se escuchó de forma prolongada por toda la base, y la frecuencia de resonancia de su voz rompió los cristales del baño.
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!
Alguien golpeó la puerta tres veces, y después gritó:
- ¡CÁLLATE DE UNA VEZ, HARLEY!
Y Harley enmudeció al instante, sintiendo una gran tristeza florecer en su pecho. Ya ni siquiera le dejaban cantar en la ducha.
- ¿Pastelito, eres tú? - despegó los labios con cierto temblor, y empujada por la esperanza de que su amorcito le oyera, siguió hablando.- ¿Por qué no entras y nos frotamos las espaldas con agua y jabón? - propuso la sensual rubia, cogiendo la esponja enjabonada y estrujándola varias veces mientras movía las cejas arriba y a bajo al mismo ritmo. Claro que ese gesto nadie más lo vio. Y tampoco es que el destinatario del coqueteo estuviera muy interesado en llevarlo a cabo. El Joker llevaba días ignorando a su Arlequina, encerrado en su oscuro despacho y obsesionado con las cartas que había preparado especialmente para dar un gran golpe, algo que haría temblar a las nuevas generaciones de héroes. Un perfecto y malévolo plan… del que ni siquiera sabía nada...
La rubia salió de la ducha con una pequeña toalla rodeando su esbelto cuerpo, tapando lo justo y necesario mientras se paseaba por la base a sus anchas. Los matones hicieron un gran esfuerzo y evitaron mirarla más de lo necesario, puesto que todavía recordaban lo le había sucedido al último que intentó coquetear con la novia del Joker.
Harley resopló frustrada al ver que no provocaba ninguna reacción por parte de nadie. Se encerró en su habitación y se lanzó a su acolchada cama para sollozar dramáticamente. El reloj de su mesita de noche, el que tenía forma de huevo con ropa, dio las once en punto de la mañana. A la Arlequina le esperaba un largo y aburrido día por delante, muy parecido al que había tenido ayer, y antes de ayer, y antes de ayer, y antes antes de ayer, y...
-¡No puedo soportarlo más! ¡Me largo de este sitio apestoso! - la pálida joven pegó un gran salto desde su cama al armario, y lanzó por los aires toda la ropa que había dentro. Escogió el primer modelito que le pareció bien, y se maquilló un poco. Cogió un bolso, la chaqueta, las llaves del coche, y las gafas de sol, y salió de la fundición sin avisar a nadie de que se iba.
Volvió a sentirse bien consigo misma cuando salió a tomar el aire y estiró un poco las piernas. Los hombres que se cruzaban con ella le silbaban y le dedicaban algún que otro piropo bonito, y alos que eran groseros con ella les hacía un corte de mangas y listo. A pesar de la estupidez masculina, a Harley le encantaba llamar la atención, sentía la básica necesidad de gustarle a todos… ¿Pero por qué a pesar de recibir tantos halagos se sentía igualmente vacía? ¿Por qué el Joker era incapaz de mirarla como lo hacían los demás hombres?
En dos segundos, volvió a sentir la pesadez de su corazón y sus ánimos se desinflaron. Sin saber cómo ponerle remedio, cogió el teléfono para llamar a su mejor amiga Pamela Isley, la mejor consejera de este y todos los universos. Necesitaba hablar con ella. Necesitaba sentir que teníaa alguien a su lado.
- ¡Hola, Pelirroja-P! - intentó saludar de la forma más animada posible, pero alguien que conociera bien a Harleen Frances Quinzel sabría distinguir que no era su tono de voz habitual.- ¡Me he pillado el día libre! ¿Quieres que comamos juntas y hagamos tarde chupi-chachi de chicas?
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Última edición por Harley Quinn el 30th Diciembre 2018, 23:56, editado 1 vez
Poison Ivy DC Universe
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 10th Julio 2017, 20:53
Después de todo lo ocurrido… De la noche con el murciélago, de mi fracaso… No tenía fuerzas para hacer nada. Sólo me levantaba de la cama para cambiar de postura y volver a dormir. Por suerte, aquella mañana no sé qué luz cálida invadió mi pecho… Pero se me ocurrió que podría trabajar duramente en algo distinto a lo que estaba habituada. Mis investigaciones siempre se habían centrado mucho más en venenos más corrosivos, más potentes, más incurables. Garras más afiladas, más dentadas… Esporas más tóxicas y de mayor alcance… Pero después de todo. Después de aquel día, sólo quería curar. Empecé a investigar las propiedades curativas de la Cannabis sativa y combinarlas con las capacidades regenerativas del Aloe. Estaba consiguiéndolo. Había conseguido fusionar ambos valores al punto de que serían capaces de curar todo tipo de enfermedades degenerativas, incluso las de mayor velocidad de deterioro. Sólo faltaba el último paso de la reacción. Echar la medida exacta del gotero en la mezcla que descansaba sobre el matraz. Una… simple…. gota…..
Me sobresalté, llevándome una mano al pecho y dando un bote en el sitio, haciendo que en vez de la gota, cayese el contenido completo del cuentagotas, estropeando así la mezcla sobre la que estaba trabajando. -¡MALDICIÓN!- golpeé la mesa, haciendo que todo mi instrumental de cristal chocara entre sí y retumbase la mesa.
-¡SI! ¡LO SÉ, LO SÉ!... Cacharro infernal…- Lo agarré con rabia, con ganas de aplastarlo entre mis dedos y respondí -¿¡QUÉ!?- y entonces escuché la voz del otro lado. Estuve a punto de dejar salir mi realidad con ella. La rabia por haberme llamado en ese momento tan crucial, hasta que noté un deje en su voz. Algo no estaba bien. Comúnmente la voz de mi querida Harl era más chillona, tenía… genuidad… Ella me estaba intentando infiltrar una sonrisa donde yo sabía que no la había. -En el Molten Gold… diez minutos- dije antes de colgar y ponerme a ello. Dejé de lado lo de la mesa, cubriéndola con una capa de raíces protectoras para que a nadie se le pudiese ocurrir tocarlo. Ya sabía que estaba en mitad de un bosque, pero nunca era tarde para que alguien se pusiese a incordiar… Agarré mi capa para cubrirme del frío y empecé a caminar con mis botas rígidas.
El Molten Gold era un local de las afueras, siempre dispuesto a servir comida alos “desviados del buen camino” de alta gama. Su cocina no era la mejor de la ciudad, pero tampoco llamaban a la policía si te veían por ahí. Llegué pronto, como siempre. Y esperé.
Para cuando empecé a verla llegar, ya supe por sus ojos que algo no estaba yendo bien con ella. Odiaba estas situaciones. Harley sabía que era mi pequeña debilidad… Y sin embargo cada vez que la veía apagada por culpa de aquel payaso me ardían las entrañas en un debate interno sobre si consolar su tristeza o mirar por mí primero y dejar de ser su paño de lágrimas. Pero todo se derrotaba en cuanto la tenía cara a cara, para mi desgracia. Aunque nunca lo reconocería. - Hola Harley…- sonreí. No con mi típica sonrisa maternal y cariñosa… Harley no era para mi una de mis hijas. Era una hermana de lucha, una compañera. Una igual. -¿Cómo has estado?- Típica pregunta de cortesía, en la que yo sabía que me mentiría, pero que daba tiempo a que mi cuerpo se cubriera por completo de hojas para poder abrazarla como es debido, con ambos brazos sobre sus hombros. Sentí la necesidad en su abrazo, así que la acuné en mi pecho y dirigí una mano hacia su nuca, buscando tranquilizarla. Harley era una charlatana, y cuando no decía nada, lo decía todo. -Lo sé.- Dije cubriéndola con mi capa y mi brazo sobre sus hombros, entrando al local. -Vamos al reservado del final, al más grande- informé. Caminamos entre las mesas hasta llegar a unos espacios apartados con mamparas. No eran otras salas, pero se notaba el caché de la privacidad visual, las luces distintas, el ventanal dando a las montañas…
Me senté, dejándole total libertad de elección sobre si tomar asiento frente, o junto a mí. Lo que sí hice fue abrir la gran carta frente a ella, enseñandosela.-¿Qué quieres comer?- y mientras ella ojeaba, miré al camarero, haciendo una señal con la cabeza para que nos viniera a tomar nota. -Para mí agua mineral y la pasta con salsa de nata, trufas y pimienta- Y me quedé expectante de mi amiga. Toda persona con ansiedad se relaja al tener la sensación del estómago lleno. Ella empezaríaa hablar de un momento a otro, la conocía de sobra.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 7th Septiembre 2017, 12:47
—¿¡QUÉ!?— gritó Ivy desde el otro lado del teléfono. Harley empezó a sentir un leve pitido en su oído derecho. La conversación podía haber empezado con un “Hola, cielo, ¿Qué tal estás?”, pero Pamela no parecía muy contenta en ese momento. A pesar de su brusca contestación, la pelirroja le dio una dirección y colgó el teléfono sin más.
Harley se quedó bastante perpleja al escuchar los tonos del final de llamada. Apartó el móvil de su oreja y miró la pantalla. Definitivamente, Pamela le había colgado sin dejar que terminara de hablar. De todos modos no tenía mucho más que decirle, tan solo un “Me parece genial el sitio, allí nos veremos. Adiós”. A la rubia le encantaba charlar a diferencia de Pam, que siempre era muy directa y escueta. ¿Por qué ni siquiera le había dicho un adiosín?
Hinchó los carrillos, y siguió caminando tranquilamente hasta el aparcamiento donde tenía el descapotable. Cogió la carretera y disfrutó del camino hasta el Molten Gold, que quedaba a las afueras de Gotham City. El viento azotaba sus coletas rubias, que ahora estaban refugiadas por un pañuelo de cuadros rojo y blanco que la protegían de despeinarse. El toque final fueron las gafas de sol, que le hacían parecer una completa giri conduciendo por las calles de Gotham. Lástima no haber sacado a pasear a sus pichoncitos.
Conocía el local, ya había quedado más de una vez allí con alguna de las Gotham Sirens, o las tres a la vez, y no tardó en reconocer a la sexy pelirroja apoyada en la pared.
—Hola Harley… ¿Cómo has estado? — sonrió Pamela. Estaba divina como siempre. Harley necesitaba ver esa preciosa sonrisa suya, para ella era un alivio poder ver a una cara conocida en estos difíciles días. Encontrar a alguien que la trataba bien y la cuidaba. Cuánto la había extrañado…
La rubia corrió en su dirección nada más verla, y a menos de un metro saltó en sus brazos con una inmensa alegría, abrazando a la pelirroja con fuerza. Apoyó su cabecita loca en el hombro de Pamela y le acarició el cuello con un rápido movimiento de nariz. Le sorprendió que la metahumana respondiera a sus pensamientos antes de tan siquiera abrir la boca.
— Te había echado de menos… — confesó, tras un largo silencio, y cerró losojos para sentir las agradables caricias de la pelirroja. ¡Cuánto necesitaba esto!
Después de estrujar a su compañera hasta casi convertirla en zumo de savia, la siguió hasta la mesa reservada mientras observaba con entusiasmo el local y sus curiosos clientes. Se sentó frente a su amiga para poder verla mejor y se cubrió la cara con la carta de la comida. No se decidíaa pedir, todo le parecía realmente apetitoso… así que cuando vino el camarero a tomar nota dijo lo primero que se le ocurrió.
— Yo quiero para beber una limonada, y el menú de la hamburguesa XL con rúcula, cebolla confitada, miel de naranja, patatas fritas con ketchup y... ¡Extra de Bacon!
Cerró la gran carta de golpe y de poco no se pilla la nariz en el proceso. Se la entregó al camarero y después apoyó los codos sobre la mesa y se inclinó para mirar a la pelirroja con una gran sonrisa. Estaba muy contenta de verla.
—¿Y tú cómo has estado? ¡Estaba muy preocupada! Menos mal que me respondiste alos mensajes, con todo lo que ha pasado con Crane y el gas del miedo… — dijo mordiéndose el labio inferior— Me enteré por las noticias. Estábamos en Nueva York cuando todo eso ocurrió…
El Joker había llevado a cabo un malvado plan antes de que Jonathan Crane se hiciera con el control total de la ciudad. Para terminar con la cordura del comisario Gordon, le secuestró y le torturó de formas horribles. Incluso dejó paralítica a su hija, Barbara Gordon, que acababa de empezar su carrera política. Harley no participó en aquel siniestro golpe, pero tuvo que coger las maletas y huir junto al Joker a Nueva York, dónde el murciélago y sus pajaritos no pudieran encontrarles...
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 21st Febrero 2018, 13:23
-Y yo a ti, pequeña...- susurré dejando escapar toda mi ternura y cariño por ella. El abrazo que nos unió por primera vez desde hacía meses resultó más reconfortante de lo que me imaginaba que sería. Siempre pienso que no la echo tanto de menos, que en algún momento acabará siendo consciente de su situación y que en algún momento todo se solucionará… O que yo me cansaré de la situación y la dejaré a su suerte… Pero entonces acude a mí con esa voz de necesidad y esa mirada de ruego que suplica un poco de cariño… y soy incapaz de rechazarle esa mano que la sacará del vacío en el que se encuentra.
Así que la estreché entre mis brazos, disfrutando de su aroma único y femenino. Del tacto directo piel con piel con la única persona que conocía capaz de aguantar el antídoto durante tanto tiempo. Su cuerpo estaba fibrado y a pesar de todas las bestialidades a las que su piel quedaba expuesta (explosiones, humedad, el Joker…) al tacto resultaba sorprendentemente suave y cálido. Sonreí encogiendo levemente los hombros y al separarme sostuve su rostro entre mis manos, acariciando las mejillas con los pulgares para dejarle un beso en la frente y a su vez comprobar si hacía algún gesto de dolor con las caricias en el rostro.
Disfruté de verla pedir tanta comida. Lo último que necesita su fino cuerpo es dejar de comer por ansiedad o por un deplorable estado de ánimo. El camarero cerró las cartas, no sin clavar la mirada sobre Harley durante más segundos de los que estoy segura que esperaba. Yo tenía un contacto y estaban más que acostumbrados a verme la cara y saber que no era una persona de la que preocuparse. Pero la “novia” del Joker era otro asunto diferente para cualquier ciudadano… aunque si la conociesen como lo hago yo, nunca tendrían miedo de ella.
-Yo…- contuve un suspiro cuando preguntó por Crane y todo lo de Halloween. La relación que teníamos la rubia y yo muchas veces era unidireccional, porque me necesitaba más de lo que la necesitaba yo a ella y siempre prefería hacer de mi escucha su alivio que en viceversa. Así que sonreí con naturalidad -Bien, casi mato a Crane cuando todo acabó… y ese instante fue mi alivio- Mi realidad era muy distinta, pero no podía permitir que Harley viese mi debilidad cuando me estaba buscando para ser su mástil. -Sólo necesito un poco de descanso, estaré en marcha antes de que me echéis de menos- dije guiñándole un ojo al tiempo que nos traían las bebidas y le daba un sorbo al agua mineral.
Apoyé la copa en un lateral de la mesa para acomodar el rostro sobre mi puño mientras jugueteaba con la mano derecha dibujando por encima de las vetas de la mesa, pensando en el gasto de vida innecesario que la fabricación de ese objeto había supuesto. -Ahora cuéntame de ti… Tu vida es mucho más trepidante que la mía, sabes que soy una mujer retirada a la vida tranquila del campo- Cuando Harley está bien, le faltan excusas y oportunidades de contar cosas sobre ella que quizá sean incluso impertinentes. Así que si me daba largas o no hablaba sin tener que tirar del hilo, tendría que trabajar sobre cómo hacerle sentir cómoda. Dónde poder ir donde estemos a solas y que ella no se sienta invadida, cómo abordar el tema… Iba a ser un día largo.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 8th Marzo 2018, 18:23
Harley adoraba a Pamela, y sobretodo adoraba sus cálidos y reconfortantes besos. La necesitaba como las plantas necesitan al sol para sobrevivir, y en momentos en los que era incapaz de encontrar la luz en el camino, la arlequina buscaba a su amiga ansiosamente hasta que lo encontraba. las cosas parecían siempre más fáciles estando en los brazos de Pamela.
Aquella caricia dulce que le dedicó la pelirroja a su rostro la reconfortó y llenó de cariño su angustiado pecho. Deseó en silencio que aquel abrazo no se terminara jamás, y se desinfló un poco cuando ambas chicas se separaron. Y es que Harley podría pasarse horas estrechando a su amiga verde sin aburrirse, así que ya buscaría otra excusa más tarde para poder abrazarla. Pero primero había que recargar las pilas comiendo una buena hamburguesa.
Después de entrar en el local y sacarle la lengua al camarero de forma juguetona por mirarla demasiado, Harley escuchó atentamente a su mejor amiga sin perder ni un detalle de lo que le explicaba.
Pero la novia del Joker se esperaba un discurso más largo. Pamela apenas había contado nada más que lo que ya sabía por las noticias o por los previos mensajes de texto. Su amiga se encontraba bien, y aunque tuviera intentos homicidas hacia Jonathan Crane (¿Y quién nolos tenía con ese perturbado?), parecía que la cosa no había sido nada grave.
La admiraba... Era una mujer fuerte que se mostraba dura e inquebrantable en las situaciones más difíciles… Estaba segura de que Pamela estaba hecha de la madera más dura del mundo: el Quebracho, o eso dice el maestro Google. No pudo evitar sentir como su corazón se encogía compasivo ante las palabras de la pelirroja, y sin pensárselo dos veces se inclinó hacia delante y tomó sus manos con las suyas mientras la miraba fijamente alosojos, y le dijo:
—Si necesitas cualquier cosa dímelo... ya sabes que haría lo que fuera por ayudarte… —Esta vez se mostró seria mientras hablaba, y su voz perdió ese tono estridente que tanto la caracterizaba. Pero su momento de lucidez duró bien poco.— ¡Podemos descansar juntas! ¡Tomarnos unas vacaciones! ¿Qué te parece? Así seguro que el tiempo se te pasa más rápido y es más divertido. ¿Cuánto hace que no vas de acampada? ¿O te apetece más ir a la playa? Oh, córcholis, qué estamos en Noviembre… Umh… ¿Te gustaría ir a esquiar?—expresó esto último con una mueca.
Su sonrisa volvió a ensancharse hasta ocupar todo su rostro cuando de pronto trajeron la comida. Fue la excusa perfecta para no responder a la pregunta de Ivy y mantener ocupada la boca con el cacho mordisco que le había dado a su hamburguesa, manchándose ya de paso toda la comisura de los labios y parte de la mejilla izquerda de ketchup.
—Umh… exto exta delichiocho...— tras varios segundo empleados activamente en masticar y tragar la carne roja y tierna de vaca… losojos de la arlequina se tornaron de un azul triste y decidió contestar a su amiga después de dejar un largo silencio entre ellas.
— Yo… me gustaría contarte algo. Pero tendrá que ser en otro lugar… nunca se sabe si hay orejas de murciélago escuchando…
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 9th Marzo 2018, 12:11
Harley era una de las personas con más capacidad de autoengaño que había conocido en mi vida. Siempre sacaba una sonrisa extraordinaria para todo el mundo que parecía que incluso ella se creía y verla tan feliz me hacía feliz… Pero pocas personas la conocían tanto como yo y a estas alturas, había conseguido distinguir a la perfección cuándo estaba siendo la arlequina y cuándo Harley. No pretendía dividir ambas personalidades. Ella es todo lo que es en todo momento y era fantástica, pero no se me puede juzgar por preferir la ternura y la sinceridad a la locura sumisa en la que vivía.
Cuando extendió las manos la miré sorprendida pero sonreí con un gesto relajado y le tendí las mías, acariciando con el pulgar sus nudillos sin despegar mi mirada de ella. El cambio de tono en su voz fue más que evidente y provocó una corriente cálida desde mi pecho hasta mi bajo vientre. Me hacía sentir tan fuerte y tan cómoda conmigo misma…
Sonreí, clavando mi mirada en lo más profundo de la suya. Por un instante nos sentí desnudas y abrazadas en medio del caos que nos rodeaba sin que nada más importase. -Lo sé cariño…- y estiré el brazo para colocarle un mechón de pelo rubio que se había rebelado contra el coletero. Y al parecer, eso fue demasiado para la presión por la sonrisa y volvió a su personalidad básica que a pesar de todo consiguió sacarme una carcajada despreocupada- No tengo cuerpo para esquiar.. aún estoy - reconocer que un gusano como Crane había conseguido destrozarme a tantos niveles era algo que me abrasaba… con cualquier otro que no fuese ella. -...recobrándome, en cierto modo- Dije para dar el tema zanjado, terminado y archivado. No valía la pena seguir invirtiendo esfuerzo emocional ni gastar saliva en el suceso de hace unos días. Él no lo merecía.
Precisamente en cuanto formulé la pregunta se interrumpió el ambiente con el ruido de la cerámica de los platos contra la mesa. Salvada por la comida… Sostuve el tenedor entre los dedos hincándolo en los tallarines humeantes y llevándomelo a la boca tras soplar un par de veces, al tiempo que ella mordía su hamburguesa. Hacía mucho que no comía… y este plato sabía delicioso. Inspiré mientras masticaba sin separar la mirada. Sabía que estaba aprovechando el silencio.
Tragué y di un sorbo del agua mineral que descansaba en mi copa, esperando que ella tragase, viendo la pequeña mancha que descansaba junto a sus labios. - Pero tendrá que ser en otro lugar… nunca se sabe si hay orejas de murciélago escuchando…- Su mirada triste me mataba. Me destrozaba por dentro no poder hacer nada en ese instante de su más íntima vulnerabilidad. Así que respiré hondo, inclinándome hacia delante sin levantar el trasero de mi asiento y estiré la mano, retirando con el dedo índice la mancha de salsa de su comisura y llevándola a mis labios para relamer con gusto. Luego le guiñé un ojo mientras deslizaba el dedo fuera de mis boca. El ketchup era repugnante pero el contacto era delicioso. Hice un esfuerzo de autocontrol para no levantarme y alzarla en mis brazos para besarla como quería desde que la vi aparecer con su belleza cubierta por ese vestido rojo.
-Esperaré entonces- dije sin saber si se lo decíaa ella o a mí. -Mientras tanto… ¿Qué tal te encuentras? ¿Has tenido algún problema físico últimamente aparte de las heridas? ¿Te funciona bien el calmante muscular que te di? -Sabía que sí, pero poder tener conversaciones triviales con un ser querido formaba parte de la felicidad de la vida. -¿Sigues entrenando tus ejercicios de flexibilidad? - y mientras mi mente divagaba en la figura de la rubia estirándose en su máxima capacidad, disfruté de unos instantes de calma precedentes a la tormenta.
-Si te parece bien, podemos ir al bosque. No conozco lugar más seguro. Aunque si no quieres alejarte tanto de la ciudad, el antiguo jardín botánico me pertenece ahora y tengo mis métodos de seguridad- dejé caer el comentario para que supiese que no se me olvidaba y lo más importante. Que siempre teníaa su disposición mi hogar para lo que necesitase.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 22nd Marzo 2018, 12:34
—¡Pues que le den a la nieve! ¡Nos vamos al Caribe en el mes de Noviembre! ¡Seguro que nos lo pasaríamos en grande!— propuso la arlequina con mucho entusiasmo— Allí haría calor, y podríamos descansar tranquilamente en unas hamacas tomando el sol, disfrutando de un riquísimo mojito con hielo… —cogió entonces su limonada y le dio un sorbito, imaginándose por un momento el sabor de la menta con el ron— Mientras cuatro tíos guapos y cachas, vestidos sólo con un tanga nos abanican grácilmente con hojas de palmera…— de pronto la rubia abandonó el aire de ensoñación y rompió a reír— ¿Te lo imaginas?
Pero las dos sabían perfectamente que aquello no iba a suceder nunca. Harley podía prometer, soñar, imaginar, anhelar... pero ninguno de esos deseos podrían romper las cadenas que la ataban al Joker. A pesar de todo, ella seguía siendo feliz imaginando sus mundos, creando historias en su cabeza, situaciones que jamás ocurrirían, pero que la mantenían distraída. La cegaban y la aprisionaba en su propia realidad, donde nadie podía hacerle daño y donde todo estaba bien.
Muchas veces había fantaseado con casarse con su querido pudding y tener una boda a lo grande. Que el payaso la besara, la alzara con sus fuertes brazos y la amara durante toda la noche. Que dejara su carrera del crimen por ella y que se olvidara de su obsesión con Batman porque para él, Harley Quinn era lo más importante del mundo. Se imaginaba a ella misma en un futuro siendo la esposa perfecta, observando de lejos a sus dos preciosos hijos jugando con Bud y Lou por el salón. El Joker se habría quitado la máscara de payaso, y sería simplemente Jack Napier. Un marido bueno y trabajador que leía el periódico con una gran sonrisa todas las mañanas, mientras su mujer le servía el café y le daba un dulce y cariñoso beso en los labios. Una imagen como aquella era lo que la arlequina más deseaba en el mundo.
Pero aquella realidad de fantasía romántica y barata, que podría estar perfectamente sacada de una película de David Ayler, distaba mucho de la realidad y de cómo verdaderamente era la relación entre Harley y el Joker. Esa imagen rígida e inamovible, era el futuro que Harley ansiaba y que distaba totalmente de lo que iba a suceder en realidad.
Harley se distrajo por un momento y olvidó lo que estaba diciendo cuando los suaves dedos de Pamela acariciaron la comisura de sus labios buscando el ketchup. Cuando la pelirroja le guiño el ojo, se fijó en cómo disfrutaba del sabor con esos morros tan rojos. Se quedó algo parada, observando con más detalle el rostro de su compañera. Pamela siempre le había parecido una mujer muy guapa y con un cuerpazo digno de envidiar. Si quisiera, podría haber sido perfectamente modelo, aunque la gente fuera algo prejuiciosa con su piel verdosa.
La rubia sintió de pronto un agradable cosquilleo que bajaba por su pecho al darse cuenta de que por alguna razón, estaba tarareando en su cabeza una canción de Katy Perry que hablaba de besar los jugosos labios de una chica.
—¿Eh? ¡Oh! Sí, sí — contestó la rubia, algo distraída.— Funcionan de maravilla. La verdad es que me encantaría que en la fundición construyeran un Jacuzzi en mi habitación o algo parecido, porque la jornada me deja agotadísima...— y dicho esto, hizo un gesto con el hombro, como si algún músculo contracturado le molestara.
—Mr J nome deja poner la barra de acrobacias en el salón porque dice que ocupa mucho espacio y que es un trasto inútil... además de que según él, distraigo alos demás miembros de la banda con mis bailes… —comentó con cierto tono de decepción y haciendo rodar losojos.— Así que estoy entrenando en los tejados, donde tengo más espacio para moverme y balancearme.
Mientras Pamela hablaba, la rubia volvió a darle dos mordiscos a la hamburguesa y sorbió otro poco de limonada.
—Alaaaaa… ¿Tienes un jardín botánico para ti sola? ¡Qué pasada! ¡Me encantaría verlo! — exclamó, con una sonrisa llena de entusiasmo.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 27th Marzo 2018, 11:32
Verla hablar con ese entusiasmo, cómo le brillaban losojos y le temblaba levemente la voz de alegría y ganas merecía la pena el viaje a la ciudad y estar respirando el aire pestilente. Pero sobre todas esas cosas había un simple gesto en su rostro que merecía la peor de las torturas y verla sonreír por un instante. No hablo de su sonrisa, la arlequina pasaba más tiempo enseñando los dientes que guardándolos bajo sus rosados labios. No. Hablo de cuando te miraba y sonreía porque era feliz, porque estaba contenta de verdad y no porque su… “proxeneta” la amenazase cuando faltaba su risita. Por un instante me perdí mirando sus labios curvos hacia las comisuras y dejé volar la imaginación. -¿Te lo imaginas?-
Y lo cierto es que sonreí con la mirada perdida en esa visión. Una playa desierta, una calita pequeña y desconocida enmarcada por unas rocas cubiertas de musgo, algas y hiedra colgante. Ella y yo bajo la sombra de unas palmeras con el sonido del mar de fondo y nada ni nadie más. Harley podría llorar, reír, dormir… ser ella libremente y hacer todo cuanto quisiese sin la menor de las complicaciones. Disfrutaría de su espontaneidad, su calma, su voz, su enmarañada melena recién despierta en la cama y de su desnudez a plena luz del sol.
Miré un instante su cuerpo para luego volver a sus enormes ojos azules.
Joker no la merecía. No la merecía en absoluto. Y no iba a permitir que abusase de ella más tiempo. Fue entonces cuando la rocé con los dedos y robé la gota de salsa de su comisura. -Pídele que te ponga uno...Tenéis el dinero, os lo podéis permitir- Dije en referencia al Jacuzzi mientras veía cómo movía el hombro, y con él, el tirante del vestido subía y bajaba muy leve haciendo así un movimiento en su pecho mientras las sombras de sus músculos se desplazaban bajo su piel. Tomé aire, respiré hondo y di un largo trago de mi vaso.
Mientras me contaba más sobre su tóxica relación, yo estaba dispuesta a ofrecerle la miel que le faltaba a su panal donde ella era la reina que sólo trabajaba sin parar. Me levanté limpiándome los labios con una servilleta que dejé sobre el mantel y rodeé la mesa para ponerme detrás de ella y abrazarla rodeándole los hombros con mis brazos. -Siento mucho que Joker sea tan estricto contigo…- dije mientras me retiraba del abrazo, dejándole un beso en la mejilla, pero mis manos se detuvieron en sus hombros -Yo creo que te mereces una barra en el salón... - dije mientras masajeaba sus hombros con mis dedos, primero con suavidad y describiendo círculos. - ¿Sabes? En el jardín botánico podría hacerte una barra… del suelo al techo, lubricada con aceite de coco para que no te hagas rozaduras…- dije susurrando en su oído y empecé a masajear cada vez más intenso mientras segregaba de los dedos extracto de cafeína y menta para relajar sus tensos músculos.
Eché un vistazo alos platos y vi que estaban casi vacíos por parte de ambas así que soltando una mano del masaje le robé las llaves del coche y se las puse por delante de losojos, haciéndolas sonar -¿Qué me dices, preciosa…?-
Sabía que con Joker apenas tenía capacidad de decisión, ni voz ni voto. Dejarle ese ambiente libre donde podía ser ella, sin ataduras y sin lazos que la sostuviesen unida a la locura podía suponer la activación de su conciencia sobre lo ponzoñosa que era su relación “romántica” con el payaso. Ahora la decisión era sólo suya y podríamos ir tranquilas hacia el botánico viejo de Gotham. El camino sería rápido y sencillo ya que la zona solía estar despejada de coches debido al rumor de que yo vivía allí aún. Podría aparcar en la propia puerta si quisiera y al entrar se encontraría un edén primaveral donde los hubiera y en los bordes del camino, una alteración de Amapolas. Las rojas con los estambres negros y las negras con los estambres rojos. Todo el suelo estaba impregnado de césped, no se percibía suelo urbano en ninguna esquina. Las ventanas del techo transparente estaban empañadas cumpliendo su función de efecto invernadero y cubiertas de una capa translúcida verde de las esporas y los insectos que impregnaban el aire. Separado por secciones se podían ver cactus desérticos, selváticos y de llanura. Las flores nocturnas y bioluminiscentes estaban en una esquina tras una vitrina de cristal de un par de metros, cubiertas por un techado que hacía que estuviesen en penumbra y siempre brillasen. El resto del botánico era una madeja verde de maderas y hojas donde era necesario enfocar la vista a propósito para distinguir cada planta por separado, a excepción de las lianas que colgaban del techo por delante y por detrás del cuerpo frondoso. -Bienvenida, mi reina- Dije haciendo una reverencia y abriéndole la puerta desde fuera que con un ruido estruendoso, dio paso al paraíso.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 29th Marzo 2018, 19:20
—Ya… el dinero va que vuela en la fundición. Últimamente se lo está gastando todo en eso de las car...— y cuando se dio cuenta de lo que había dicho, ni siquiera trató de disimular. Se llevó las dos manos a la boca y finalmente exclamó— ¡Ups! Nada, no he dicho nada. — le guiñó el ojo a su amiga y decidió mentalmente que ya se lo explicaría todo más tarde, cuando estuvieran en un lugar más privado que el restaurante.
Pamela le dio un largo sorbo a su bebida y entonces se aproximó a donde estaba la rubia para abrazarla y plantarle un beso en la mejilla. Harley correspondió a su amiga acariciando sus brazos para estrecharla aún más contra ella, y cerró losojos al sentir el agradable cosquilleo de su piel y el aroma que desprendía de sus cabellos. ¿Qué perfume se habría puesto?
—Naaaah, estoy acostumbrada. No tienes por qué preocu...—y entonces, las manos de Hiedra se movieron hasta sus hombros y empezaron a masajearlos suavemente —aaAAahhhhhrteeeEEee… —no pudo evitar expresar con un gemidito de placer lo mucho que le gustaba lo que le estaba haciendo, y se olvidó completamente de lo que iba a decir.— Definitivamente, necesito unas vacaciones. Y un buen masajista.—río de pronto, soltando una buena carcajada.
La propuesta de Pamela era demasiado buena para decirle que no, y era todavía más terriblemente tentadora si seguía masajeando así sus castigados y contracturados hombros. Hacía tanto tiempo que no le hacían un masaje en la espalda que aquello le pareció la gloria. Su cuerpo se sentía más ligero, como si pudiera empezar a caminar por las nubes. Después se imaginó a sí misma bailando en la barra que le pensaba construir Pamela en su jardín botánico. Allí podría expresarse con total libertad, sería ella misma. Bailaría rodeada de las más bellas flores, y su suave y dulce aroma llenaría sus pulmones. Nadie la juzgaría por nada, y los únicos ojos que la mirarían serían los de la pelirroja.
—¿Dónde hay que firmar?
En un abrir y cerrar de ojos, las dos chicas se encontraban conduciendo el descapotable rojo de Harley mientras disfrutaban de la brisa invernal golpeándoles el rostro.
Cuando llegaron al jardín botánico, Harley se sintió como una princesa al pasear entre sus exóticas y hermosas flores. No había ni un solo rincón que no tuviera color, y la estructura metálica había quedado escondida entre el césped y las enredaderas. Aquello no parecía algo construido por el hombre, sino por la mismísima naturaleza.
—¡Esto es una maldita pasada!— exclamó la arlequina, con un entusiasmo digno de envidiar.—Me siento como si estuviera en la selva y no en medio de Gotham.
La rubia se distrajo paseando por todos los rincones del recinto. Observó a lo lejos todas y cada una de las plantaciones, olisqueó todas las flores hermosas que veía, e incluso intentó tocar los pinchos de todos los cactus como si ella fuera inmune a su toque. Era demasiado fácil tener distraída a Harley Quinn, y podría pasarse las siguientes horas haciendo lo mismo una y otra vez. Pero finalmente la chica se dio cuenta que ya había dado demasiados rodeos y miró sonriente a su gran amiga.
—Gracias por traerme aquí, Pamela…
Iba siendo hora de dejar de ser feliz por un instante, y recuperar la cordura. Estaba decidida a explicarle a Hiedra algo que el mismo Joker le había prohibido. Pero es que yano podía esconderlo más. Yano podía soportar la presión...
—Hay algo que tengo que contarte...— dijo esta vez, con losojos fijos en el suelo. Aquella era la verdadera razón por la que habían quedado.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 31st Marzo 2018, 03:24
La arlequina dejó volar entre sus dientes el objetivo del dinero del Joker. Car… ¿qué? Aunque en inicio me picó la curiosidad, finalmente opté por encogerme de hombros con indiferencia. Nome extrañaba que Joker tuviese gastos peculiares, incluso fetiches de coleccionismo. Y si era su próximo plan y suponía un problema para mí, estaba convencida de que Harley me lo diría. Así que lo dejé correr sin más importancia. Tenía un objetivo presente y más importante que cualquier plan suyo a futuro.
Ante la reacción de la rubia, exhaló una sonrisa por la nariz mientras fruncía una comisura de medio lado. No pudo evitar imaginar ese gemido en otro contexto, con ella entregándose alos placeres que sólo yo podía otorgarla. Saber dónde rozar su piel, dónde besar su dolor y dónde tocar para provocar más de esos gemiditos dulces para luego relajar los jadeos ajetreados posteriores.
Aproveché el camino en su coche para despejarme. Mientras ella conducía yo disfrutaba del viaje del viento sobre mi piel a gran velocidad y de cómo se movía mi melena rizada al viento. Hasta que llegamos y toda mi concentración volvió a mi amiga y en hacerla sentir más cómoda cuanto más tiempo pasase a mi lado. Debía reconocerlo, la idea de poder devolverle la cordura a Harleen durante un instante y saber que conmigo podía ser de un modo que con Joker no… tenía un punto de maldad que se me hacía inevitable disfrutar. Además era lo apropiado, su relación siempre había sido de lo más tóxica.
Su reacción valió todo el esfuerzo que había invertido en cada una de las hijas que aquí descansaban y crecían. Verla tan entusiasmada era maravilloso, y más si era por mí. Allí donde la rubia caminaba, las plantas se mecían con su presencia como si estuviesen felices por su presencia. Y realmente lo estaban. Pero entonces ella cambió el tono de la voz, su lenguaje corporal. Todo. Se estaba abriendo frente a mí. Estaba dispuesta a dejar la sonrisa de lado para ser ella, conmigo.
Para cuando se quiso dar la vuelta para hablarme, yo ya había preparado la situación. La esperaba sentada en una hamaca que colgaba de varias enredaderas hacia arriba que nos hacía nuestro propio refugio dentro de mi hogar. Eran varios pétalos gigantes de un tono anaranjado que se solapaban entre sí para hacer una superficie sorprendentemente resistente y cómoda. Tumbadas cabían fácilmente tres personas así que estaríamos cómodas. Primero palmeé a mi lado para que se sentase junto a mí y alargué el brazo para coger un vaso de precipitados lleno de agua mineral fresca que las hojas habían traído hasta mí. -Cuéntame lo que quieras cuando quieras. Toma…- Dije dejándoselo en sus manos una vez ya estaba sentada a mi lado.
-Mientras me cuentas, ¿voy a ponerte algo más cómoda, de acuerdo?- Susurré girándome hacia ella y soltando con mucha delicadeza las coletas que sostenían el peinado en su cabeza, cuidando no tirarla. Coloqué los coleteros en mi muñeca, para distraerla lo menos posible ahora que había decidido empezar a hablar y dejé que los mechones brillantes cayesen sobre sus castigados hombros. El pelo se le había quedado con la marca y la forma de las coletas, aun con todo lo que muchos llamarían defectos, estaba preciosa. Empecé a acariciarle el pelo primero con las yemas de los dedos, desenredando los pocos nudos que tenía y luego de raíz a punta buscando calmarla y dejarla con su pelo al natural, sin ataduras. -Cuéntame pequeña… Estoy aquí para escucharte- susurré mientras empezaba a trazar líneas detrás de su oreja, clavando la mirada en la suya luchando por ocultar la preocupación de mi mirada.
Fuera lo que fuera, si la hacía abandonar el macabro lado circense que había adquirido por influencia del payaso, era muy importante. Y esperaba, por el bien de Joker, que no le hubiese puesto una mano encima.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 15th Mayo 2018, 13:11
Alzó sus zafiros azules, y antes de continuar hablando, vio como Pamela había preparado con sumo cuidado un rincón donde poder hablar tranquilamente. Siempre sabía lo que Harley necesitaba en cada momento, era todo un detalle, así que le devolvió una débil sonrisa de agradecimiento. Ivy era la única que la trataba con amor y cariño, a diferencia del Joker, y se sentía protegida y amparada al lado de su amiga.
Calmó sus nervios después de beber un poco de agua mineral y tumbarse junto a la pelirroja en una hamaca improvisada de flores. Aquellos pétalos eran incluso más cómodos que su cama de la fundición. El dulce aroma del jardín y la calidez del cuerpo de Ivy junto a ella la relajaron hasta tal punto de que casi olvida por completo lo que tenía que decirle. Pamela le quitó los coleteros con suavidad y después acarició sus cabellos hasta desenredarlos mientras ambas se miraban fijamente alosojos. A Harleen le hubiera gustado seguir sumida en aquel sueño de completa felicidad… pero debía despertar.
—Cuéntame pequeña… Estoy aquí para escucharte
—Yo… yano puedo más. No se si podré soportarlo por más tiempo…— gimió de tristeza, y buscó las manos de Pamela hasta agarrarlas con fuerza.
—El Joker esta raro. Su obsesión por Batman le ha cegado, y desde que fue a ver a aquella psiquiatra de pelo rosa, parece tener algo en la cabeza que soy incapaz de descifrar. Esa… zorra… —pronunció con rabia contenida—no sé qué le dijo. Pero volvió de su consulta con nuevos planes… planes que no se ceñían a Gotham, sino al mundo entero. La colisión ha debido de alterarle… al igual que a todos los demás.
Desde que fue rescatada de Arkham por su pastelito, Harley también se había sentido algo diferente, pero decidió achacarlo a su locura. A veces no lograba distinguir con claridad sus verdaderos recuerdos, y se veíaa sí misma como una psicópata asesina que había tenido una infancia llena de abusos. Pero a ella no le gustaba matar, no se recreaba en el dolor ni el sufrimiento ajeno. Únicamente se defendía de quienes la atacaban. Era su instinto de supervivencia lo que la impulsaba a hacer según qué cosas.
—Está preparando algo gordo… —susurró con cautela— Ha repartido unas cartas de póker a varias personas escogidas al azar, y no sé qué es lo que realmente pretende con ellas… pero tengo el presentimiento de que va a iniciar una gran masacre. De qué va a suceder algo realmente terrible… y yo no sé si voy a poder seguir viendo lo que hace sin inmutarme. Tengo que sonreír… tengo que sonreir siempre o él…
De pronto la rubia esbozó una gran y desencajada sonrisa. Y rió, rió como si se hubiera vuelto loca. Pero la risa pronto se convirtió en llanto, y rápidamente se llevó las manos al rostro para retirar las lágrimas que brotaban de sus ojos.
—Antes no era así. Antes las cosas eran diferentes. Robábamos un banco, secuestrábamos al presidente, esparcíamos el gas de la risa por Gotham … y todo sucedía entre bromas y risas. Y ahora cada vez está más violento… se dedica a apalizar niños con palancas, a crear trampas mortales… y llevamos por lo menos diez bajas de matones este mes, y son casi siempre por tonterías. Por abrir la boca cuando no toca, por estar en el momento y el lugar menos oportuno...
Y entonces se acordó. Se acordó del motivo por el que tenía tanto miedo del Joker.
— Pero lo peor… lo peor es lo que le hizo a la hija del comisario Gordon… —dijo abrazándose más a sí misma y llevándose las manos a la cabeza, con la mirada perdida en el horror— yo no estaba aquel día… pero vi las fotografías que había hecho. La había disparado en el vientre, dejándola paralizada. Estaba desnuda y sangrando… y él… la torturó, la quebró… con el fin de destruir al fiel amigo de Batman. Fue horrible… ¡Fue horrible! Y ahora está en el hospital y no va a volver a caminar nunca más. Y yo no dejo de pensar en esa pobre chica. Podría haber sido cualquier otra. Podría haber sido yo...
Y la angustia escapó de sus labios en un sollozo, tan agudo y ruidoso como el de un bebé recién nacido. Se llevó las manos al corazón mientras lloraba con todas sus fuerzas, sintiendo un enorme nudo de su pecho que le impedía respirar. Estuvo así varios minutos, hasta que finalmente se relajó tras liberar todo el dolor que llevaba dentro. Y sólo quedó el vacío en su interior.
— El Joker es una bomba de relojería que podría estallar en cualquier momento. Y soy incapaz de hacer nada. Solo puedo sonreír… sonreír… y callar. Para que nome mate. Y de verdad que intento no pensar en ello, en que podría ser la siguiente... —se mordió el labio, y una pequeña lágrima volvió a brotar de sus ojos— Pero es que le sigo queriendo… y él… él también me quería. Pero ahora yano sé en qué creer...
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 17th Mayo 2018, 11:30
Mi amiga empezó a hablar y con sus palabras me brindó la dolorosa verdad. Estaba destrozada, mucho más de lo que yo podía ver. Cuando Harley era feliz se le iluminaban losojos, le aparecía un gesto minúsculo de hoyuelos y se le relajaba la expresión. Sin embargo, cuando sonreía con Joker era como si le hubiese clavado dos grapas en la comisura de los labios, pero su sangre era invisible. Estaba completamente rota y quebrada y por cómo hablaba, la máscara de maquillaje blanco era lo único que la mantenía con vida para sostener un rostro que deseaba partirse en el llanto.
Me mantuve en silencio, siendo la firmeza que su tristeza necesitaba y besaba su cabeza de vez en cuando y aprovechaba el contacto para rozar su piel sin toxicidad, rodeándola piel con piel y acariciando con los pulgares.
Y entonces, con la historia de la hija del comisario se quebró del todo. Estreché el abrazo y traté de componer un tono conciliador -Ssshhh… Hey, tranquila Har… Estoy aquí, llora tranquila…- le acariciaba la espalda y no paraba de besar lo que alcanzaba de ella. Cabeza, hombros, cuello… Sólo quería recomponer los fragmentos de ese arlequín triste que nunca debió ser payaso. Cuando empezó a calmarse, rodeé su abdomen con mis brazos, buscando controlar su respiración y hacerla abdominal para que la ansiedad desapareciese. -Respira hondo, conmigo- Dije tomando aire y haciendo las tres fases de la respiración, superficial, intercostal y abdominal -Tienes que llenar tu torso entero. Aquí- dije poniendo una mano sobre sus clavículas- Aquí- Moví ambas manos, apoyándolas en sus costillas y finalmente desplacé sólo una sobre su ombligo en una caricia que abarcaba casi todo su abdomen-Y aquí…- Volví a inspirar con fuerza esperando su imitación y lo repetí un par de veces hasta que nos acompasamos al fin.
Cuando terminó de hablar, me puse en pie, rodeándola y me senté frente a ella tomando sus manos entre las mías -Vamos a hacer un ejercicio, Harley... - dije con toda la dulzura que me era posible en la voz. Busqué su mirada respetando su espacio y besé sus nudillos con mimo. Era una mujer fuerte y capaz de soportar las peores torturas y precisamente por eso verla así delante de mí me hizo tratarla como si fuese de papel. -Vas a repetir conmigo….- Tomé aire y la miré con losojos humedecidos-Joker me maltrata y quiero sobrevivir- Nome esperaba una buena respuesta así que acerqué mi mano a su mejilla, levantándola con mucha suavidad. -Sólo es una frase…. Joker me maltrata y quiero sobrevivir-
No sabía si surtiría efecto y para que no provocase el suficiente rechazo como para que se alejase de mí, me tumbé en la hamaca, dejándole el hueco a mi lado para que se tumbase también, dejándole mi brazo como almohada y el resto de mi cuerpo como peluche, a pesar de que mi cuerpo era más grande que el suyo. -¿Quieres tumbarte conmigo?- Pregunté calmada. Esperaba que darle al opción a escoger hiciera que se diese cuenta de que conmigo sí era libre. Yo no le imponía absolutamente nada en su dinámica vital. Ella era ella conmigo porque quería y podía serlo.
Respiré hondo, acariciando su pelo y mirándola a la cara -Eres una mujer fuerte, valiente, única… Tienes un valor incalculable Harleen... - No podía despegarme de sus ojos -Joker te hace sentir como un cero a la izquierda y sólo tú puedes romper con eso. Pero es importante que quieras hacerlo…- Acerqué mis labios a ella con mucha calma, besando primero su frente, rozando la punta de la nariz con la suya después-No vas a estar sola nunca más, Harley… Es imposible no quererte- Sonreí mirándola. No existía ungüento ni remedio para su dolor… Pero a veces el shock sirve de suficiente incomodidad como para cambiar algo que no te gusta. -Si quieres sobrevivir, tienes que alejarte de él… Es un asesino, está loco, viola, mata, tortura… Hace que la pena de muerte no parezca tan mala idea… Y lo que es peor, nos corrompe a todos…- un atisbo de rabia se intuyó en mi voz, pero carraspeé para aclararla y sonar cariñosa otra vez -Lo que importa eres tú. Ni sus planes, ni él, ni el dinero ni los matones… Tú- Con dos dedos bajo su barbilla, moví su rostro para que me mirase, afianzando de nuevo la caricia nariz con nariz -Tienes que salir de ese mundo… Los besos reales no duelen- y con un nudo en el estómago, posé mis labios sobre los suyos apenas un par de segundos. Lo justo para quitarle importancia en caso de que ella se la diera, suficiente para sentir un hormigueo en el estómago.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 14th Junio 2018, 18:50
Nunca pensó que la susurrante y dulce voz de Pamela tuviera un efecto tan tranquilizador en ella. También ayudaron sus suaves gestos, sus cariñosos besos, sus agradables caricias… y no nos olvidemos del lugar donde se encontraba; tumbada en aquella cómoda hamaca, respirando el embriagador aroma de las flores enjauladas del invernadero de Ivy. Todas aquellas sensaciones placenteras sumaban a la ecuación de la serenidad.
La arlequina fue obediente, y trató de recomponer su postura siguiendo las instrucciones de respiración que le indicaba su mejor amiga. Pero a pesar de que ya se encontraba algo mejor… fue incapaz de continuar sus peticiones, y su fuerza de voluntad volvió a quebrarse.
— El Joker me… me… mal… —las lágrimas volvieron a brotar de sus cristalinos ojos azules, y soltó las manos de la pelirroja para esconder su rostro descompuesto. Cerró losojos y la imagen de un alegre y risueño Joker apareció en su mente. Llevaba un ramo de flores en la mano derecha mientras se quitaba el sombrero con la otra. Aquel era uno de los pocos recuerdos cariñosos que todavía conservaba de su pastelito.
Durante su largo período de sidekick, el payaso había sido amable y cariñoso con ella, aunque en contadas ocasiones. Pero para Harley, aquellos pequeños detalles ya lo significaban todo. Adoraba la forma retorcida de sus labios al sonreír con sinceridad, le gustaba cuando se ponía celoso cuando otro hombre la piropeaba, y se sentía la mujer más afortunada y querida de todo Gotham cuando la besaba, la acariciaba o la alzaba entre sus brazos... El Joker sabía lo que hacer y lo que decir para tener a Harley contenta, pero ahora yano era suficiente para ella. Harleen sentía que su relación se había estancado por culpa de Batman, por culpa de la Colisión de los Mundos… y quizás sólo esa historia de amor verdadero con la que soñaba no era más que eso, un sueño, una ilusión que existía únicamente dentro de su cabeza. Quizás nunca fue real…
Trató de detener la angustia que volvíaa subir por su estómago hasta anidarse en su pecho, y se tumbó donde Pamela, abrazándola con fuerza sin dejar de gimotear de tristeza. Sus palabras, su calor, su eterna amabilidad y paciencia volvieron a hacer efecto en ella, y empezó a encontrarse mejor, aunque todavía era incapaz de aceptar la cruda realidad que le estaba mostrando su compañera.
— No es verdad… soy una cobarde, soy incapaz de hacer nada… no valgo para nada...— confesó la rubia con una mueca de tristeza, pero sin soltarse del abrazo de la pelirroja. Sentía que Pamela estaba hablando de otra persona que no era ella, al menos, en aquellos momentos no se parecía en nada a la Harley Quinn que estaba describiendo. Pero losojos verdosos de la mujer que tenía enfrente la miraban con cariño, y sabía que estaba siendo sincera. Era cierto, se sentía completamente sola, enclaustrada en una jaula adornada con flores y bonitas palabras, como aquel jardín, pero rodeada de enemigos que querían matarla y sólo el Joker tenía la llave para hacerla salir.
—No vas a estar sola nunca más, Harley… Es imposible no quererte
Y por primera vez en mucho tiempo, sintió un pequeño cosquilleo de verdadera felicidad trepando por su vientre. Al menos, Pamela la quería. Pamela estaba a su lado… estaba allí para ella, animándola y consolándola sin querer nada a cambio. Y a su vez, se sintió culpable de estar preocupándola tanto… ¿Cómo debía de sentirse al verla tan destrozada? Si alguien le hiciera lo mismo a ella, cogería su martillo y se lo estamparía en la cara al primero que le hiciera daño. Pero las cosas no funcionaban así con el Joker.
—No se que hacer… — balbuceó. La pelirroja le leyó la cartilla a su pastelito, y no escatimó en ser dura y tajante con sus palabras. Le costaba aceptar aquella imagen del Joker, y sintió que cada palabra la estrujaba hasta asfixiarla, como si una fuerte enredadera llena de espinas se hubiera enrollado por todo su cuerpo. ¿Aquella era la verdad? ¿La visión que todos tenían de su novio? ¿La realidad que había tras la ilusión que vivía dentro de su mente patológica?
—Tienes que salir de ese mundo… Los besos reales no duelen
Y Pamela tenía razón. Mucha razón.
Sus labios rojos como el carmín se posaron lentamente sobre los suyos, y sintió contra su piel la aterciopelada caricia. Era una sensación extraña, pero a la vez dulce y placentera. Estaba saboreando unos labios después de todo, y aunque no fueran los de un hombre no sintió rechazo alguno. Ni el de Pamela ni el de ella misma. Al contrario, le hacían sentir querida y aceptada tal y como era.
Un pequeño hormigueo de emoción subió por su estómago y provocó que esbozara una sonrisa divertida y juguetona. El beso fue demasiado corto, y sintió la necesidad de alargarlo un poco más, así que se abalanzó sobre esos jugosos y carnosos labios que le hacían sentir tan bien, y estrechó aún más el abrazo con Pamela, acortando así la distancia entre sus cuerpos.
Nunca se había considerado a sí misma como una mujer bisexual, pero tenía la sensación de que ya había besado a una chica antes. Quizás en un sueño. O quizás en otra vida...
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 27th Junio 2018, 11:30
No pudo acabar. Abrió la boca y lo intentó, usó todo su dolor… pero no pudo acabar. El primer paso es ser consciente de que hay un problema. Y ella se lo seguía negando a sí misma. Se encogió como si el mismo aire pudiese hacerla daño y yo la protegí. Rodeé su cuerpo con mis brazos y besé su cabeza, sus hombros, su cuello… todo lo que la vista dejaba al alcance de mis labios. -Tranquila… No pasa nada- traté de sonar conciliadora, reservándome los consejos útiles para cuando estuviese más calmada y tuviese la capacidad de procesar lo que yo le decía.
Se me cruzaron imágenes de Harley en todas las épocas de su vida. Cómo las gafas resaltaban sus ojos, cómo una prenda tan básica como una bata de doctor le remarcaría la cintura. Su primer traje… tan ceñido a sus curvas, la sonrisa genuina de su comienzo, cómo se le mecía el pelo cada vez que se desprendía del capuchón…
Y salí de mi trance para entrar en otro cuando se tumbó a mi lado. La cubrí con mi cuerpo, la diferencia de altura ayudó en esa tarea. Mis brazos se ciñeron a su dolor y mis piernas se enredaron en las suyas buscando cubrirla todo lo posible.
Expresó su negación e incredulidad invalidando mis palabras. Yo sabía que insistir no era la clave de la cuestión. Nunca lo es. Escuché cada una de sus palabras sin quitarle veracidad. Sólo dejando que dijese cada cosa que sentía. Pero no podía aguantar mucho más. Habíamos entrado en un bucle dialéctico donde ella expresaba, yo le negaba y le ofrecía la verdad y ella la negaba. Había que salir de algún modo, quería protegerla y cuidarla.. y quizá no fue el mejor momento. Pero lo hice.
La rubia no pareció apartarse y eso me removió la ilusión, pero terminó de matarme y me hizo sentir libre cuando sonrió después del primer roce. -Oye, Harl-- pero otro beso interrumpió mis palabras y disparó mis hormonas. Recibí sus labios con hambre, nome había besado, me había arrollado y no quería separarme. Todo mi cuerpo reaccionó, calentándose y acelerando el pulso y la respiración. Para mí… tener ese contacto era un evento único en mucho tiempo y casi tenía por olvidado lo que se sentía. Sus labios eran suaves y su sabor una adicción. Mi correspondencia no fue tanto por el beso sino por la ferocidad.
Apoyé una mano en su baja espalda, pegándola a mí sin romper el beso húmedo que ahora se hacía cada vez más y más largo. Mi otra mano, colocada bajo su cuello para que le sirviese a modo de almohada, rodeaba su cuerpo para estrechar toda distancia entre ella y yo y no fue hasta pasado un tiempo del que no soy consciente, que me separé luchando por respirar y sin dejar de sonreír.
Pegué mi frente a la suya y en un susurro me atreví a preguntar -¿Estás bien con esto…?- Mi sonrisa era imborrable y si me paré a preguntar fue porque me daba miedo hacerla más daño que cura. Joker nome importaba. Ni él, ni la cornamenta invisible que ahora reposaba sobre su cabeza. Pero sí me importaba el daño que la infidelidad pudiese causarle a Harley.
A partir de ese momento le dejaría llevar el ritmo. La ayudaría, por supuesto, ya que por lo que sabía era su primera experiencia en estas relaciones, pero tenía que cederle el control. En menos de 24 horas yo convertiríaa Harley en mi reina libre y procuraría tenerla feliz conmigo… pero mis ganas no valían para controlar la situación.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 30th Diciembre 2018, 23:56
Aquel beso le hacía sentir tan bien que Harley decidió prolongarlo por mucho más tiempo. Hacía tanto que no sentía algo parecido, que decidió cerrar losojos para expandir esa hermosa sensación por todos sus sentidos. Un torbellino de emociones empezó a envolverla y se acentuó con la calidez del cuerpo de Pamela contra el suyo.
La pelirroja la estrechó con fuerza, cubriéndola con su grande y voluptuoso cuerpo. Su mano acomodó la cabeza de la arlequina hasta quedar en una posición más cómoda, favoreciendo el intercambio de besos y caricias que se profesaban las dos mujeres. Harley no era consciente de hasta qué punto aquel beso lo cambiaba todo, simplemente se estaba dejando llevar por aquella sensación tan agradable y adictiva. Se sentía querida, amada y cuidada por Pamela, algo que agradecía infinitamente, puesto que nadie más aparte del Joker (si es que alguna vez eso fue real) había mostrado tanto interés por ella. Quizás estaba siendo egoísta por utilizar a Pamela para sentirse mejor consigo misma, pero realmente quería tanto a su amiga que no lo veía como algo malo. Si las dos sentían placer… ¿Cuál era el problema?
Sintió un suave cosquilleo por la espalda cuando Pamela bajó su mano hasta la cintura de la rubia, y no pudo evitar volver a sonreír, agradecida por la caricia. Su cuerpo se estremeció y un hormigueo agradable empezó a recorrer su vientre hasta alcanzar la punta de los dedos de los pies.
Cuando volvió a abrir losojos, se encontró con el rostro entusiasmado de la pelirroja, que se mostró igual de nerviosa que ella. Harley la miró con mucha intensidad, sus ojos azules se habían vuelto más oscuros por culpa de la excitación, y se mordió el labio, impaciente por seguir aquello que le estaba resultando tan divertido.
-¿Estás bien con esto…?- susurró, excitada. La emoción de Pamela era contagiosa, y Harley asintió sin pensárselo dos veces. Aunque claro, tendría que sentirse un poco extrañada por todo el cúmulo de emociones que sentía en aquellos momentos. Pero es que se lo estaba pasando como nunca.
Era una experiencia nueva para ella, pero no le desagradaba en absoluto, Harley siempre había sido una mujer que se tiraba de cabeza a las situaciones que le suponían un desbordamiento de adrenalina. De hecho, quería tanto a su amiga que el hecho de que ella fuera quien provocara esas sensaciones en la pelirroja le hacían emocionarse aún más con el tema. No importaba si era una mujer, su cuerpo le parecía precioso, y apenas notaba la diferencia con el hecho de acostarse con un hombre. Los dos sexos tenían cabello, ojos, nariz, labios, pechos, cintura, genitales, piernas y brazos… no eran tan diferentes como los demás creían. La gente normal tendíaa separar de forma muy marcada alos dos géneros; mujer, hombre, luna, sol, rosa, azul… pero a Harley le interesaba mucho más la persona que veía tras la cáscara del cuerpo. Y Pamela era la mujer que mejor la conocía del mundo… así que, ¿Por qué no seguir con aquello?
—Sí...— susurró con voz excitada. —¿Tu quieres seguir?
Y cuando recibió la respuesta, jugó con los carnosos labios de Pamela y los mordisqueó. Enredó sus dedos en los largos y rizados cabellos de la pelirroja, hasta bajar una de sus manos por su cuello, y finalmente acariciar sus grandes pechos con las dos manos. La estrechó de nuevo contra su propio cuerpo, y a partir de ahí se dejó llevar por sus propias sensaciones, tratando de que Ivy también se lo pasara bien.
En aquellos momentos, el Joker era lo último en lo que pensaría Harleen Quinzel.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 22nd Julio 2019, 03:21
Cuando dijo que sí el mundo se me llenó de colores. Sólo pude suspirar mis ganas y lanzarme de nuevo hacia sus labios, cuyo maquillaje estaba marcando en nuestros rostros una huella culpable. El sabor a carmín y el de su saliva despertaba desde el fondo de mi vientre un deseo de tenerla conmigo y terminar de explorar los rincones de su cuerpo que aún eran tierra desconocida para mí. Ese cabello rubio suelto y libre jugaba con mis ganas de tenerlo encima. acariciándome el rostro. Contesté a su mordisco con uno que delataba más hambre aún que ella, jugando con querer atraerla y estar piel con piel… Por primera vez para mí en mucho, mucho tiempo.
Sus manos bajaron y mientras ella descendía las hojas se iban desprendiendo una a una, permitiéndole el contacto directo con mi cuerpo. Respondí con un jadeo grave mientras me mordía el labio, conteniendo mis ganas, luchando por ir despacio. Cuesta mucho más de lo que parece mantenerse entera cuando te has acostumbrado a que te den lo que quieres con un chasquido. En ese instante la líbido me pasaba mala pasada y el juego de químicos por mi cuerpo estaba volviéndose loco por ella.
Deslicé una mano cuya caricia empezó en su rodilla, repasando cicatrices y hematomas, rozando la suave piel de la mujer a la que tanto había admirado. Mis dedos trepaban en un gesto ascendente en torno a su muslo. El vestido rojo cedía ante mi brazo, quedando arrugado sobre él, permitiéndome agarrar su trasero con las mismas ganas con las que un sediento recibe una cantimplora. No dejé de acariciarle y agarrarla cada apenas dos segundos.
Usando la fuerza y con una mano en la espalda, la coloqué tumbada mirando al techo para recostarme encima de ella, prácticamente ya desnuda. No podía dejar de sonreír, esa visión era maravillosa. Estaba completamente rendida ante mí, confiando a ciegas en lo que yo hiciese con ella. Su sonrojo acompañaba a mi sonverde y sus jadeos a mis ganas. Me detuve unos instantes a obtener una visión favorecida de su cuerpo. Era sorprendentemente fácil cómo una prenda de ropa podía hacer que su anatomía quedase perfectamente marcada en color negro sobre su piel pálida. Sonreí mordiéndome el labio.
Me incliné sobre ella acoplando mi cadera sobre ella, hundiendo las rodillas a su lado. La hamaca pareció hacerse algo más rígida para facilitar la maniobra. Era tan maravilloso verla tan liberada, sin que su mente estuviese ocupada de pensamientos inútiles sobre gente que podía ser irrelevante… Suspiré y sosteniendo su rostro con mis manos, volví a unirme a ella en otro beso nuevo, cada cual más refrescante y satisfactorio que el anterior. Mi cadera presionaba la suya en movimientos lineales y circulares según mi instinto me iba guiando. Su inocente torpeza chocaba directamente contra mi extrema experiencia, lo que me permitía adquirir un papel de responsable sobre su placer. Para nuestra suerte, a pesar de mis ganas, teníamos todo el tiempo del mundo…
Me incliné sobre ella y acariciando sus labios con mi pulgar, desvié los míos hacia su cuello, donde se me escaparían entre besos los jadeos más sinceros de todos mis encuentros compartidos. Su piel se mostraba agradecida, erizándose y estremeciéndose. Era como si el cuerpo de Harley se moviese en contra de su control, acercando su cadera a mi en suaves movimientos oleantes.
Para poder seguir en descenso, tuve que retirarme parcialmente de ella, lo que me permitió bajar un brazo, acariciando todo su cuerpo en el proceso. Mientras una de mis manos acariciaba su ropa interior, la otra sostenía su postura dándole apoyo en las lumbares. Procuré no olvidarme de ningún rincón de su cuerpo y empecé a besar por fuera de la ropa ambas copas de su pecho. De vez en cuando comprobaba su excitación observándola por escasos segundos con cada gesto nuevo. Analizando qué le gustaba y por qué roces perdíalos papeles. -Eres maravillosa…- brotó de mis labios justo antes de morder el vestido luchando por retirarlo de uno de sus pechos, pero entonces solté la mordia y alcé la vista hacia la puerta.
Me aparté tratando de no ser brusca pero siendo todo lo rápida posible. Hojas nuevas volvieron a acumularse en torno a mi cuerpo, en el body tradicional mientras extendía una mano a Harley -Hay que levantarse- la seriedad de mi rostro no daba pie a pensar demasiado. Tampoco cabía duda de que había algo fuera, esperándonos, ya que no podía dejar de mirar hacia la puerta.
-Límpiate la boca… toma- le di una hoja con aceite de coco a modo de desmaquillante. Mientras, yo le recogía de nuevo las coletas. -Está a punto de llegar. -. No consideré necesaria ninguna otra aclaración o explicación. Cuando ella terminó, froté la misma hoja contra mi rostro para eliminar el carmín de él y luego la dejé caer, haciendo que empezase a hundirse en la tierra. Me coloqué el cabello y nos perfumé a ambas con una flor que soltaba una fragancia potente en forma de gas cuando acariciabas su sépalo.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 28th Julio 2019, 00:40
El cuerpo de Pamela era cálido y aterciopelado. Le atraía como una polilla que vuela directa hacia una muerte segura bajo el calor de una vela. Pero a Harley no le importaba arder, ya había perdido sus alas cuando el Joker se las arrancó, y ahora sólo era capaz de vivir al límite si quería saborear lo que era la libertad.
La mujer conocida como hiedra venenosa, no tardó en mostrar todos sus secretos, desprendiéndose de toda hoja, planta o raíz, que cubría su cuerpo. Mostrándose frágil y desnuda por primera vez delante de su amiga. Harley se quedó sin aliento durante unos segundos, disfrutando de las hermosas vistas. Jamás antes había tenido la oportunidad de admirar en silencio un cuerpo tan hermoso y perfecto como el de Pamela. Conocíaa su amiga mejor que nadie, y sabía que aquello era una muestra de total confianza, como cuando un tímido animalillo se desprendía de su enorme caparazón. Estaba entregándole su cuerpo, y aquello también la dejaba vulnerable. Pero Harley pensaba cuidarlo muy bien.
Los grandes pechos de Pamela atrajeron su atención, y los agarró como pudo con sus delgadas manos, hasta llevárselos alos labios. Mordiendo y lamiendo cariñosamente, mientras se mostraba atenta alos quejidos de placer de su compañera.
La Arlequina se dejó llevar por la oleada de sensaciones. Se estremeció cada vez que Ivy la rozaba con su cuerpo desnudo. Allí donde plantaba sus besos, la piel de debajo ardía con pasión, como si estuviera prendiéndose de fuego. Se entregó por completo al amor que Pamela le brindaba, y su cuerpo reaccionó automáticamente a las muestras de cariño. Pronto se encontró debajo de ella, abriéndose al placer y dejándola posicionarse cómodamente sobre su pálido y delgado cuerpo. Sonrió ante el cosquilleo que le hacía el cabello rojo sobre su rostro libre del maquillaje y después juntó su nariz con la suya, mirándola alosojos con entusiasmo.
Se besaron, una y otra vez, hasta que Harley dejó de notar la diferencia entre respirar y jadear de placer. La rubia notó cómo sus partes más íntimas chocaban bajo los movimientos suaves de cadera de la pelirroja, consiguiendo elevar así su excitación hasta límites insospechados, humedeciendo por el camino la fina prenda de ropa interior que aún las separaba de estar piel contra piel. Si seguían así, no podría contener más las ganas que tenía de abalanzarse sobre ella. Harley se mordió el labio, y luchó por contener los gemidos de placer que seguían a otras palabras y juramentos que revelarían a cualquiera que las oyera, el pecado que estaban a punto de cometer.
Pero Ivy iba recorriéndola de arriba abajo sin detenerse, con intención de volverla aún más loca. La arlequina cerró losojos entre gemidos, y consiguió agarrar en algún momento la mano de su compañera. Se llevó los dedos de la mujer a la boca, acariciándolos dulcemente con los labios, y saboreando el dulce néctar contenido en su piel.
Y cuando por fin llegaba lo interesante… pum. Todo se fue al traste.
— ¿Qué?— ahogó un quejido, y rápidamente se incorporó, asustada. Con todo el tiempo que habían tenido que invertir para crear el ambiente sensual y romántico... qué fácil había resultado hacerlo desaparecer en un segundo. El placer que había sentido fue sustituido rápidamente por el miedo. El cuerpo de Harley se sacudía, tembloroso, y se frotó el rostro con la hoja de aceite de coco con fuerza, deseando no haber dejado ni un sólo rastro de su infidelidad. ¿Qué pasaría si el Joker se daba cuenta? O peor aún… ¿Y sí ya lo sabía?
— Me va a matar... nos va a... — Los dientes de Harley empezaron a castañear, descontrolados. A este paso, su novio se daría cuenta de que algo estaba mal en cuanto la viera, así que intentó mantener la calma y sujetó la mano de su amiga buscando consuelo. Si la teníaa su lado, quizás las cosas fueran diferentes. Quizás podría enfrentarse a él...
No tenía porqué pasar nada. Aquel jardín era su refugio secreto y las flores habían sido los únicos testigos de su amor prohibido.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 29th Agosto 2019, 23:00
- ¡Harley! - la demanda quedó desoída, obligando al payaso a levantar la vista de la lista que había creado en un complejo esquema donde todo empezaba a cobrar forma. - ¡HARLEY, TRAE LA LISTA!- aún trabajó cinco minutos mas gracias a su interés antes de darse cuenta de que el tiempo de espera se estaba haciendo inaceptable. Dejó la lista en la mesa golpeando con las palmas de ambas manos al levantarse, y tirando la silla en el proceso. Si hubiera tenido delante a la arlequina la mesa no habría sufrido el menor daño.
- ¡HARLEY!
Como cucarachas a las que les enciendes la luz en un sótano abandonado podrido de vejez y mugre, sus hombres se levantaron y se hicieron los ocupados, a medida que el taconeo de los caros zapatos italianos resonaban a través de la base, acompañados de sus gritos.
- ¡ROCCO! ¡¿DONDE DIABLOS ESTA HARLEY?! - exclamó al entrar en la sala de descanso, haciendo que uno de sus matones mas antiguos se tensara como uno de esos bichos que viven en hoyos y que no hacen más que estar de pie hasta que llega el momento de pasar miedo.
- ¡Jefe! Se... se marchó esta mañana. Parecía otra de sus rabietas.
Un instante de incredulidad siguió a una mueca de agotamiento. Frunció el ceño y la mandíbula se desencajó hacia afuera, para después girar sobre sus talones.
- ¡Prepara el coche! ¡Nos vamos!
Rocco se vió a si mismo abriendo los labios, pero de inmediato volvió a cerrarlos y buscó las llaves mientras miraba a su otro compañero, que se abrochaba los zapatos con prisa. El no cuestionar al Joker en absoluto quizá era el secreto que había mantenido a ese hombre vivo bajo sus sombra durante tantísimo tiempo.
Tomaron asiento y recorrieron Gotham, dirigiéndose al bosque que Pamela tenía en un terreno a las afueras, y donde una especie de mascota temática de un local de recreación histórica del viejo oeste salió a recibirles escopeta en mano. Pamela no estaba.
Después de preguntar con amabilidad en el local, y sacar el cañón de la boca del camarero, pusieron rumbo al jardín botánico. ¡Pues claro! ¿Cómo no se le había ocurrido? Tal vez porque no dedicaba ni un instante de su tiempo en pensar en ello. Harley era como un perro, acabaría encontrando el camino a casa por lejos que se perdiera. Pero ahora la necesitaba y no podía permitirse que su ayudante/ secretaria /chica de los recados estuviera por ahí perdiendo el tiempo. No ahora que por fin había encarrilado todo después de meses.
Al llegar a la puerta contempló la inmensa estructura de cristal. Una sonrisa floreciente en su rostro, paso animado y armado con un vaporizador que fue accionando a medida que se adentraban en el terreno. No llevaba ningún químico peligroso... a menos que rotara el difusor en vertical, claro. De momento se trataba de un simple juego escenográfico.
- ¡¿HARLEY?! -exclamó mientras abría las dos hojas de la puerta con ambas manos y agarraba de nuevo el difusor como si se tratara de una ametralladora. - Nome hagas jugar al escondite. ¡Sabes que siempre te encuentro! HAHAHAHA - exclamó con un tono amable, casi cómico.
La arlequina sabría de sobra la amenaza velada que había implícita en esa llamada.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 25th Septiembre 2019, 21:40
Sólo ver la reacción de Harley cuando cayó en la cuenta hizo que brotase en mí una ira impropia de cualquier ser humano. Podría matarle, clavarle una estaca en su flaco cuello hasta que su propia sangre le ahogara y apagase esa risa estentórea para el fin de nuestros tiempos.
Pero entonces volví a mirar a Harley. Si había acudido a mí, había sido por despecho, esa idea estaba grabada en mi mente cristalina como el agua. No estaba preparada para ver al Joker morir, y menos aún frente a ella y de forma tan repentina. No cuando además había ido a buscarla… tal vez nome lo perdonase nunca. Volverá con él, eso es algo innegable. Admirará la molestia que se ha tomado en venir hasta aquí. Una carantoña, algo bonito, un poquito de emocionalidad fingida y será suya. De nuevo.
Hice uso de mi mejor introspección para contener la amalgama de para nada luminosas emociones que empezaban a brotar en mi interior, enraizándose cada vez más y más en lo más profundo de mi ser hasta tocar el nervio de mi alma. Deseé su muerte. Deseé que nunca hubiese existido. Que él, y todos los que son como él, si es que había más, desapareciesen de un plumazo. Un disparo, un corte en el cráneo, el más potente de los butolínicos deslizándose por su garganta… Pero nada de eso sería suficiente para compensar todo el mal que le estaba haciendo. Que nos estaba haciendo.
Las puertas se abrieron. Eché un último vistazo a mi… amiga, y esperamos paciente a que el Joker nos localizase con la mirada. -Estamos aquí.- mi cambio de actitud en cuestión de segundos fue reseñable. Se podría asemejar al proceso vivo de una crisálida en lo que dura un parpadeo. La estoicidad se apoderó de mí, ofreciéndome un capullo protector a que las emociones no se escapasen y no acabase por hacer algo de lo que acabaría arrepintiéndome muy pronto. No había nada, en mi rostro o en mi voz, que denotase emoción alguna.
Mis hijas, hábiles observadoras, me advirtieron de las armas, en especial del gasificante que supuse que debía ser algún tipo de ácido de efecto rápido. Conociendo a Joker, un lanzallamas miniatura con una carcasa diseñada especialmente para fastidiarme a título personal -Ya nos estábamos despidiendo... - Podría matarle, mis plantas son más rápidas que sus secuaces y que él mismo. Aunque siempre había un pero. Joker nunca caminaba sin su as bajo la manga. Sin su rueda de repuesto. -Claro, que de aquí no sale nadie hasta que no guardes eso. Sin movimientos extraños- Señalé con las pupilas el gasificante que agarraba como si se tratase del más potente arma creada sobre la faz de la tierra. Y quién sabe, quizá lo fuese. Lo agotador de Joker, aparte de lo cargante que resulta su mera presencia, era encontrarte degustando una infinidad de cuestiones en bucle sobre si lo que hace es lo que parece o no. Tratar de predecirle era un suicidio mental que poca gente era capaz de superar o siquiera sobrevivir. Al final, acababas tomando en cuenta tantas ramificaciones de posibilidades, que te es imposible cumplir todas las valoraciones viables. ¿Merece la pena desconfiar de lo que hace, o por el contrario está siendo sincero y no hay nada más? Y lo más importante, ¿Anticiparse a ello te salvaba la vida?
Pero una no lo podía evitar. Desconfiar en el Joker acompaña la reacción natural de quienes le conocemos. Y tarde o temprano, acabas metido en la espiral pensando que te servirá si decide accionar uno de los infinitos planes que se te han ocurrido en lo que él simplemente ha preguntado “¿qué hora es?”
Le miraba sin soltar la tensión, como si pudiera agarrarle con mi mirada, buscando en su traje, su voz y su rostro cualquier botón suelto, algo que no encajase o me pudiese dar una leve pista de qué quería, aparte de a Harley. Que la situación me era favorable era algo más que obvio, y no dudaba en que el Joker se había preparado para ello… aunque quizá de ese difusor saliese una pedorreta.
Apoyé una mano en la espalda de Harley dándole todo el apoyo que le podía ofrecer. No necesitaba mirarla para saber que estaría muerta de miedo, paralizada y quizá con una taquicardia constante. Apreté levemente para reforzar el gesto. -No te preocupes. Nos veremos pronto- Me incliné sobre ella, dándole un suave abrazo, procurando no rozarla piel con piel.
No había riesgo de hacerle daño. Pero si él descubría que podía tocarla… tal vez hiciese que no pudiese nunca más.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 9th Diciembre 2019, 14:56
Cuando Harley escuchó su nombre en gritos de la boca del Joker, volvió a estremecerse de miedo. Su pastelito no estaría muy contento si se había tomado tantas molestias para venir a buscarla. Algo había pasado, la necesitaba, sino habría tardado más en darse cuenta de que había desaparecido…
Sus ojos buscaron los de su amiga, aterrorizados, y sus labios empezaron a moverse formando una palabra muda que sólo Pamela fue capaz de leer a aquella distancia. “Lo siento”, articuló Harley. Pues en parte se sentía culpable de que el Joker hubiera irrumpido en el preciado refugio de Poison Ivy. Conociendo a su novio, había una alta probabilidad de que la cosas se torcieran de un momento a otro, y no quería que las plantas y las flores de aquel jardín paradisíaco pagaran el precio.
Harleen Quinzel se llevó la mano al rostro y cerró fuertemente losojos, tratando de imaginarse un escenario en el que pronto tendría que salir a actuar. Su cuerpo se relajó, y una siniestra sonrisa empezó a asomar por debajo de la mano. Cuando la retiró, la arlequina dejó escapar una divertida carcajada y se irguió de su asiento para después señalar al lugar donde se encontraba el Joker.
— ¡Me has pillado, pastelito!— rió, con una alegría inusual —¿Me has echado de menos? Cómo últimamente nome hacías ni caso, pensé que te habrías olvidado de mí… — comenzó, haciendo un pequeño pucherito, como si realmente estuviera molesta de la poca atención que recibía del Joker.
—Claro...— susurró a Pamela respondiendo a su promesa con inseguridad, y la estrechó en sus brazos con cautela. A pesar de que le hubiera gustado quedarse a su lado y mandar al Joker a freír espárragos, sabía que no era una buena idea. Lo mejor era marcharse con su novio y continuar con aquella locura de las cartas que tantos dolores de cabeza le habían traído hasta ahora.
De un salto, volvió junto a su pastelito como si nada hubiese ocurrido. Enterró sus miedos y sus más profundos sentimientos en algún lugar inalcanzable de su mente, y no dejó de sonreír ni un segundo. Harley era muy buena actriz, y sabía reconocer el momento de volver a colocarse la máscara y salir a la función.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 5th Febrero 2020, 00:50
Encontró a las dos mujeres de pie entre las plantas. Una la miraba con una graaaan sonrisa mientras que la otra solo le ofrecía una de esas miradas como la que le solía poner cuando se peleaban por el mando a distancia en la sala de ocio en Arkham. A veces se divertía pensando que el verde de la piel de Ivy era 10% clorofila, y 90% bilis. Que mal café tenía... y eso que era experta en plantas, granos y semillas. Aquello le hizo soltar una carcajada sin venir a cuento de nada que le humedeció losojos, cargándolos de lágrimas, aunque no lo bastante como para dejarlas salir.
A sus espaldas, los dos hombres que les acompañaban parecían incapaces de retirar la mirada de Ivy. Les había mandado que no la quitaran el ojo, pero no parecía que fueran sus órdenes el imperativo que llevaba a sus dos matones a recrearse en la silueta de la mujer. Ella siempre había tenido ese don con el sexo masculino. Qué mundo tan sexista era ese. Él aparecía con su recio porte en cualquiera que fuera el lugar y le cerraban las puertas, y ese montón de sabia venenosa se asomaba en cualquier sitio y le crecía el servicio allá por donde pisara. Había llegado a ver en una ocasión como uno de los guardias de la celda le abría la puerta sólo con hablar con él a través de la rendija por la que le traían la comida en el psiquiátrico. En alguna de las escasas veces que aparecía la mujer verde por su mente, se había preguntado cómo lo hacía.
- ¡Pues claro! ¿Qué iba a hacer yo sin mi Harley? - sugirió con una mirada que era muy fácil de interpretar como paternal. - Oh, Hiedra. Con todo lo que hemos pasado... ¿Es que siempre tienes que ser tan seca conmigo? - exclamó dejando caer el artefacto apuntando hacia el suelo con un aire teatral, sujetándolo sólo por la manija y haciendo que saliera todo el émbolo. - ¡Verás, yo lo arreglo!- tan repentino como lo había bajado, volvió a elevarlo, apuntó con él a Ivy y la roció con el contenido...
Pura agua mineralizada fresca.
- ¡Mucho mejor ahora! HAHAHAHA - Hiedra podría notar al instante que no había nada venenoso en absoluto... al menos en lo que la había arrojado.
No era más que otra de sus bromas estúpidas...
y la reacción que pudiera tener Hiedra, que estaba en clara ventaja no parecía importunar en absoluto al payaso, que seguía allí plantado con una inmensa sonrisa...
Salvo porque Joker no tenía ningún interés en la reacción de Ivy a ese suceso. La que le interesaba era la de Harley. No le pasaba desapercibido que cuando desaparecía, siempre acababa acompañada de Poison Ivy. Si, había tenido escapadas de manera ocasional con Catwoman, e incluso en un par de ocasiones había aparecido ante él acompañada por el mismísimo Batman. Pero ninguno de ellos era tan recurrente para la arlequina como lo era Ivy.
Y si eso podía ser un problema, necesitaba saberlo cuanto antes.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 10th Febrero 2020, 19:41
La visita de Joker lejos era una enredadera de temor, inseguridad, agresividad y confusión. Iba donde quería hacía lo que le tosía el viento y todo porque aquel ser humano que tuviera cerca tenía tal amalgama de emociones negativas que merecía la pena darle todo cuanto tuvieses antes que enfrentarlo. En este caso, mi todo fue Harley. Vi cómo se recolocaba esa máscara invisible de tortura y dolor que la ubicaba en su posición de mujer florero junto a un psicópata violento y seguramente futuro femicida de mi amiga.
Vi como entre la palma de su mano y su rostro el propio dolor reconstruía una sonrisa que en pocas ocasiones había visto real sobre sus labios. Lo que más me dolía pensar era que si la quería, debía dejarla ir. Ella aún le necesitaba para mantener en su mente la fantasía que le mantenía respirando. Joker era su motivo para estar viva en tanto en cuanto no descubriese nada más. Y yo era algo más. Clavé losojos en las pupilas del joker vertiendo cuanto odio puede expresar una mirada metahumana. Quería matarlo allí mismo. Rescatar a Harley y hacer que sus matones se llevasen el cadáver para dárselo de comer a las hienas.
Él no era idiota. Se le pueden colocar muchas etiquetas pero la de estúpido no es una de ellas. Tenía bien claro que Harley no le amaba y que su relación se basaba en una dependencia emocional con carencias afectivas muy exagerada, junto con otra inmensa lista de síntomas que sostenían ese vínculo. Lo sabía y yo no podía hacer nada. Sabía que Joker había venido a buscarla como un perro a la pelota de la que se olvidará quince segundos después.
Fruncí el ceño y ante su giro de brazo para rociarme con lo que fuese que llevase dentro de la bombona, alcé una estaca hacia sus manos. No era relevante si le atravesaba una mano, las dos, si le rompía tres dedos so si simplemente salía disparada la lata. Para mi disgusto consiguió darme tres hondonadas de líquido, no sin antes disparar mis pulsaciones en una miocardiopatía momentánea al pensar que podía ser un tóxico ácido o cualquier componente corrosivo que pudiera hacer daño a mi o a mis crías. Alcé los brazos para cubrirme y me tapé la boca y la nariz para evitar respirarlo pero cuando el rocío se quedó sobre mi piel pude reencontrarme con agua mineral.
De haber sido algo más grave hubiese sido como intentar esquivar una bala poniendo las manos en medio… Y la idea de que me hubiese hecho daño delante de Harley encendió aún más la rabia que empezaba a notar en el vientre. -LARGO…- mis entrañas hablaron por mi, rasgando la voz y haciendo que todas las plantas del entorno empezasen a estremecerse y retorcerse como si estuvieran a punto de devolver un gran golpe. Las puertas, tras de ellos fueron empujadas por raíces, para mantenerlas abiertas de par en par y que desapareciesen sin tardar más de dos segundos en perderles de vista. No tendría más paciencia.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 12th Marzo 2020, 19:45
Se podía cortar la tensión con un cuchillo, pero lo único que llevaba encima el Joker era un vaporizador, con el que rocío a su amiga de lo que parecía agua mineral. Harley se inclinó por un momento en dirección a la pelirroja, con los nervios a flor de piel. Por un instante, pensó que el payaso iba a hacerle daño con algún químico o ácido… pero en cuanto vio que no pasaba absolutamente nada, frenó su impulso de socorrer a su amiga y se mantuvo estática, observando con incomodidad el último intercambio de palabras de las dos personas que más quería en el mundo.
— LARGO…
La voz de Ivy sonó grave con la advertencia, y la arlequina no pudo evitar dar un respingo. Sabía que las cosas se pondrían difíciles si se le hacía perder la paciencia. Pamela era mujer de armas tomar, y no se andaba con chiquilladas a la hora de enfrentarse a sus enemigos. No había sido una buena idea por parte de su pareja el provocarla en su propio territorio. Aunque quizás… no estaría tan mal dejar que una sus plantas estrujara el pescuezo de su querido Mr J.
— Vamos, Pastelito… no está bien que asustes así a mis amigas...— susurró la rubia sin apartar la sonrisa de sus boca. De un salto, se posicionó al lado del Joker y le acarició la espalda, para indicarle que dieran media vuelta y se marcharan de su jardín hedonista.
— ¡Adiós Pam! ¡Gracias por la tarde y el paseo! — se despidió la arlequina con entusiasmo. Y en cuanto el Joker le dio la espalda a las dos mujeres, la rubia aprovechó para guiñarle un ojo a su amiga, y acompañarlo con una sonrisa sincera. Después dejó de mirar atrás, y siguió los pasos del hombre que le mantenía esclava a una vida de teatro y payasos.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 14th Mayo 2020, 01:44
Una respuesta física o verbal de Hiedra siempre era de esperar. Esa mujer era demasiado temperamental. Quizá eso explicaba porque se pasaba la vida entre plantas ella sola. Ya sabéis lo que dicen: Cuando no hay un hombre al que agarrarse las mujeres se dedican a sus hobbys como único consuelo, y acababan por llevarlos tal vez un poquito demasiado lejos. Ivy no era más que una señora de los gatos a la que no le apetecía limpiar sus areneros. Las plantas parecían mas capaces de soportar su carácter, al fin y al cabo, se mantenían ancladas al suelo. No era como si les pudieran crecer piernas para salir corriendo de allí, aunque la mera idea se le antojaba desternillante.
Cuando la estaca golpeó el difusor este salió volando de sus manos, haciendo que la mano que lo sostenía hiciera un movimiento brusco que le causó un fuerte tirón en la muñeca, que se sujetó con la otra mano, acariciando la zona dolorida, todo ello sin perder la sonrisa. Había estropeado un aparato perfecto de su atrezzo, con la suerte de que no se le reventó en las manos. De haberlo hecho todos estarían ocupados sujetando la piel que se derretía en sus rostros. Suerte para todos... o para ninguno. Según se viera.
Lo que si había podido ver, era lo único que le interesaba. Fue un pequeño gesto, simple, apenas perceptible. Pero el modo en que la miraba... cómo su primer impulso había sido ir hacia ella. Por mucho que luego jugase a las estatuas, la declaración ya estaba hecha.
La mirada de Ivy destilaba odio puro, por el contrario la del payaso se fijó en la de la mujer verdosa con una suerte de divertido desafío, tan sólo porque el rostro entero estaba pintado con aquella sonrisa roja de blancos dientes perlados. Si alguien hubiera sido capaz de obviar ese distintivo rasgo, la expresión se le habría antojado muy diferente. Como una vehemente provocación que ambos sabían en qué consistía...
- Oh, mi calabacita. Sabes que yo nunca le haría daño a tus amigas. - dijo con un tonito sincero e inocente, mientras pasaba un brazo sobre los hombros de la arlequina para hacerle cosquillas en la nariz con la mejilla con un gesto encantador cuyo único objetivo era el de provocar a Hiedra. - ¡Despídete de Hiedra! - le sugirió para darse la vuelta y caminar hacia la salida. Como si no supiera que Ivy tenía prácticamente un ejército apostado en cada centímetro del suelo de esa pocilga. Su sonrisa no desapareció al salir del bosque, ni tampoco cuando le abrió la puerta a Harley para que subiera. Sus dos matones se dirigieron a la parte de delante del amplio coche, donde se sentaron uno junto al otro sin siquiera mirar hacia la parte de atrás. El Joker cerró la puerta con energía, y chasqueó los dedos. El motor arrancó con un breve traqueteo preciso, mientras las ruedas levantaban el polvo.
Durante un par de minutos el silencio fue pleno, denso como el maquillaje con el que ambos se cubrían los rostros. Harley estaba quizá demasiado inquieta para hablar, o tal vez siquiera mirar a su pastelito. Pero de reojo era capaz de ver como de vez en cuando sufría un pequeño espasmo, casi como si su propio cuerpo le estuviera haciendo cosquillas por dentro... hasta que al final, rompió a reír. Al principio contuvo el sonido como un ronquido en su garganta, una risa que podría haberse escuchado de la manera mas inapropiada y deliciosa en medio de un funeral. Su tono no tardó en animarse, llenando el coche con una carcajada que puso alos presentes el vello de punta. No era una risa limpia, como la que el Joker soliera efectuar tras una actuación, o cuando estaba de buen humor. Sonaba como si no pudiera controlar esa extraña risotada, y tomaba aire con una necesidad que parecía asfixiarle. Tomaba aire y reía, sus pulmones se peleaban por llenarse lo máximo posible para poder volver a reír...
Harley lo contempló sentado en ese asiento. Los codos sobre las rodillas y sus manos enguantadas sujetando la cabeza con una furia como si estuviera a punto de arrancársela. Su rostro se ladeó un momento y se encontró con el de la arlequina. Sus ojos verdes estaban anegados en lágrimas que le resbalaban por el rostro blanco, llevándose parte del maquillaje con ellos. Ojos aterrorizados.
Tal vez... ¿losojos de un hombre CUERDO?
La mandíbula se tensó, en una expresión de miseria y confusión.
Su mueca... estaba rota.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 27th Agosto 2020, 14:55
Con los nervios a flor de piel, Harley se sentó en el asiento trasero del coche. Una ligera sensación de agobio empezó a exigirle a sus pulmones que atraparan más aire de lo que necesitaban realmente. Y es que el hecho de sentirse atrapada en aquel vehículo pequeño y cerrado era lo que realmente le inquietaba.
Harley había vuelto a su jaula, y era incapaz de escapar de su captor. Quizá porque le amaba, quizá porque la maltrataba. Quizá por ambas cosas. El miedo la paralizaba, y esa fue la razón por la que no fue capaz de mirar al Joker durante el trayecto de vuelta a casa. Buscó en el cristal de la ventanilla su propio reflejo, unos ojos de un intenso azul le devolvían la mirada. Esa mujer feliz, que sonreíaa través del cristal sabía perfectamente el pecado que había cometido. Y por un momento se arrepintió, y el sentimiento de culpa le caló en los huesos.
Pero incapaz de resistirse a hacer comparaciones. En aquel instante, se percató de la notable diferencia que había entre el oscuro y pequeño coche del Joker y el amplio jardín de flores de Pamela, donde por primera vez en su vida, había disfrutado de una plena sensación de libertad. Ese pensamiento no hizo más que hundirla en su propia miseria. Era como enseñarle el caramelo a un niño y después arrancárselo de las manos. Volver al abismo recordando que hay un columpio en el centro de un jardín luminoso en alguna parte del mundo y que quizá sea para ella.
Se mordió el labio, recordando cuando todo era más fácil entre chistes y bromas. Cuando las únicas formas de divertirse eran atracar bancos y secuestrar alcaldes. Un poco de gas de la risa por allí y otro poco por allá. Tralalalá. Y todos contentos y felices.
Pero yano. No después del plan macabro de las cartas. No después de apalizar a niños con palancas. No después de paralizar a la hija del comisario con un disparo.
Sus temblores se hicieron eco cuando una siniestra risa empezó a sonar dentro del coche. Empezó despacio, casi inaudible, haciéndose cada vez más notoria hasta el punto de resultar incómoda e inestable. Ella no había pillado el chiste, pero acompañó sus risas con una sonrisa nerviosa, fruto de su identidad automática de arlequín.
— Ja...jajajaja… ¿Qué… hace tanta gracia, pastelito…? — y fue entonces cuando Harley contempló un horror que jamás había visto reflejado en el rostro del Joker. Aquellas lágrimas salvajes resbalando por sus aterrorizados ojos hicieron que algo que creía muerto dentro de su corazón se removiera.
La máscara de la arlequina se rompió, como un reflejo de lo que estaba proyectando el Joker. Sus ojos se abrieron de par en par y se mostró muy apenada y culpable de la situación. Como si alguien dentro de ella le estuviera estrujando el corazón y no la dejara respirar tranquila.
Su primer impulso fue acercar sus manos temblorosas en dirección a la persona que creía haber amado toda la vida. Después se abalanzó sobre su pastelito y le abrazó con todas sus fuerzas. No soportaba verle tan raro, con el rostro desencajado, como si alguien le hubiera contado al Joker el chiste más triste de la historia.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 14th Septiembre 2020, 02:42
El terror que podía causar el Joker a cualquiera que se cruzara con él procedía de su fama: los anuncios de busca y captura, los encabezados de los periódicos, las últimas horas de las noticias y la ristra de crímenes, que atesoraba uno tras otro como un scout coleccionaba las medallas de sus logros. Era un pavor compartido no solo por los ciudadanos de Gotham, o los de otras ciudades, sino también por la mayoría de delincuentes y villanos. Le temían por su volubilidad, su carácter imprevisible y lo desproporcionado de sus acciones.
Su miedo nada tenía que ver con el que padecían todos los que estaban lo bastante locos o necesitados como para convivir con él. Tenían oportunidad de verle en ocasiones cotidianas, y lo más aterrador podía llegar a ser comprender que alguien como Joker se levantaba, se duchaba, desayunaba y dormía como todo el mundo. Si en lugar de haber sucumbido a la locura total y dedicarse a causar el caos se levantara para ir a la oficina nadie habría podido diferenciarle de un hombre cualquiera, con su vida, su trabajo y sus obligaciones.
En cierta manera, esa sensación de extraña normalidad era parte de lo que mantenía en pie las fantasías de la arlequina a la que había contagiado de su locura.
La mujer tardó unos segundos en abalanzarse sobre el payaso, que parecíaa punto de convulsionar. Se agarraba el rostro con tal violencia que parecíaa punto de arrancarse la cara, como si de pronto todo el maquillaje que llevaba le ardiera al contacto con la piel. En los pocos segundos en los que ella no le contuvo entre sus brazos temió que fuera capaz de comenzar a desgarrar su famosa mueca hasta convertirla en una masa informe de piel y carne sobre el suelo de los asientos traseros del coche. Cuando los fibrosos brazos de Harley le rodearon, pudo notar que su pudin tenía el cuerpo tenso, como si cada músculo se le fuera a desprender de los huesos a causa de la fuerza que estaba ejerciendo.
-Que… ¿Qué estoy haciendo? ¿¡Qué es esto?! – gimió entonces temblando y mirándose las manos manchadas de maquillaje blanco y pintalabios rojo, observó a su alrededor con losojos desorbitados, encontrando los inmensos ojos asustados de Harley. Él yano veíaa la arlquina, si noa…- ¿Do…doc-tora Quinzell?
El silencio que se instauró entre ambos pareció eterno, a pesar de que duró un solo instante, antes de que él apoyara su cabeza contra su hombro, mientras temblaba. Losojos verdes inyectados en sangre del “Joker” continuaban lagrimeando sin parar y parecían a punto de salirse de sus órbitas. Sus manos se desprendieron de su rostro, cruzó sus brazos y los apretó contra su abdomen con tal fuerza que podría cortarse a sí mismo la respiración. La psiquiatra sabía que ese tipo de comportamiento solían hacerlo los pacientes que tenían problemas para controlar sus gestos o los que tenían carencia de propiocepción. Intentaban, a base de presionar partes de su cuerpo contra otras, ocupar un espacio pequeño en el que sentirse seguros. En el que poder tener el control.
-Este mundo… Este mundo no es mío. – gimió, con una expresión ausente. – Nada es como debería ser… Nada es como debería ser…
Entonces Harley recordaría, tan vívido como si hubiese sido ayer, todo lo que le había traído alos brazos de ese hombre. Un alma hecha pedazos tan pequeños que parecía imposible volver a formar de ellos el ser humano que había detrás de aquella sonrisa. Ni siquiera lo habían intentado. El mundo entero le daba la espalda, o le torturaba con sus alas de murciélago y todos sin excepción habrían sido capaces de dejar que se pudriera sin haber hecho nada por ayudarle en lo más mínimo. Ellos, que catalogaban al Joker como monstruo.
El hombre que reía para que nadie le viera llorar.
Sus manos temblorosas dejaron la seguridad de su propio cuerpo para aventurarse hacia el rostro de Harley. Mancharon su mejilla inmaculada con los restos del rojo de su pintalabios dibujando estelas difusas a medida que la acariciaba con una ternura que cualquiera habría declarado ante un jurado que era imposible en alguien como él. Con su mente retorcida y su corazón muerto.
-Después de tanto… eres la única que sigue aquí conmigo…- la miró con losojos lleno de adoración, como un ciego miraría la última luz blanca de un mundo a punto de sumirse en las tinieblas. –La única que alguna vez me ha mirado como si fuera un ser humano… Ya… ¿Ya estoy perdido?...- le preguntó haciendo de su voz un susurro sólo para los dos. – Harleen Quinzel… ¿Aún hay esperanza para mí?...- le preguntó antes de atraerla contra él en un abrazo íntimo y profundo.
Yano resonaba la carcajada con la que todo se había iniciado.
La comedia e finnita.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 26th Octubre 2020, 13:02
La culpabilidad era cada vez un peso más grande y difícil de soportar. Algo andaba mal. Tan mal que estaba desequilibrando lo que conocía del Joker, si es que había algo estable en esa mente enferma y demente. Las convulsiones le recordaron a las de un ataque epiléptico pero sin sacar espuma por la boca, ¿O quizás un ataque de pánico? ¿Ansiedad?. No lo sabía con exactitud, pero la mujer se aferró a su querido pastelito con fuerza para impedirle que se hiciera aún más daño a sí mismo.
— ¿Do…doc-tora Quinzell?
La novia del Joker aflojó el abrazo y palideció al instante, con un blanco todavía más pálido que su propio maquillaje de arlequín. Buscó la mirada de Mr.J y se encontró con losojos verdes de un hombre que no conocía. Losojos de un hombre cuerdo que la miraba en busca de ayuda. Una ayuda que solo podía brindarle ella, su doctora. Su querida psiquiatra Harleen Quinzel.
¿Era aquella su broma final? ¿Una manera retorcida de hacerle sentir todavía más miserable? No podía ser cierto, aquello era incluso demasiado rebuscado para ser del Joker. No podía estar fingiendo, ¿O si? Parecía tan real… que necesitó unos minutos de silencio para poder procesar lo que estaba sucediendo.
—Para el coche… — dijo la mujer, con un hilo de voz. El matón que conducía el vehículo estaba tan confuso y nervioso, que apenas estaba prestando atención a la carretera, desviando su mirada continuamente al retrovisor donde se reflejaba la figura rota de su jefe— ¡Para el coche ahora mismo! ¡Y déjanos a solas! — espetó de pronto la arlequina, contagiada también por lo extraña de la situación.
— Tranquilízate… todo está bien… no pasa nada...— susurró también para sí misma la ex-doctora, mientras acariciaba el cabello de su paciente, y observaba aterrada los gestos patológicos de un hombre enfermo.
Las lágrimas empezaron a escapar como torrentes por sus mejillas, calentándolas a su paso. Su mente en blanco, casi disociada, sin saber qué hacer o qué decirle a aquel hombre quebrado que ahora buscaba su cariño. Cuando tan solo minutos atrás, la irrupción del Joker en el jardín de Ivy había significado para ella un terror mucho peor que la muerte.
—Después de tanto… eres la única que sigue aquí conmigo…— sus ojos se encontraron, y por primera vez en su vida, vio amor en aquel verde prado. —La única que alguna vez me ha mirado como si fuera un ser humano… Ya… ¿Ya estoy perdido?...
Los cariñosos e inusuales gestos de Mr. J confundieron aún más la desequilibrada mente de Harley. Una parte de ella luchaba por echarse atrás, salir corriendo de esa promesa tan dulce que la dejaría encadenada por siempre en una relación tóxica. Pero a su vez... había deseado incontables veces volver a ver aquellos ojos que tanto la habían enamorado, las palabras amables, las caricias llenas de dulzura y amor…
— Harleen Quinzel… ¿Aún hay esperanza para mí?...-
La rubia gimió, llevándose las manos al rostro y secándose las lágrimas con el vestido rojo. No podía soportar ver sufrir al hombre que amaba, atrapado en el cuerpo y la mente de un payaso psicópata. Era imposible que estuviera fingiendo esa mirada abatida, perdida en un mar de tristeza y desesperación. Dentro del Joker, había quedado atrapado un miserable y pobre hombre que tan solo deseaba curarse y salir adelante en una sociedad de injusticia. La misma sociedad que le había condenado a convertirse en el príncipe del crimen.
— Claro que hay esperanza. Siempre hay esperanza...— Harleen se rindió al íntimo abrazo de su amante y le rodeó con todo su cuerpo. Como si tan sólo su mero contacto fuera curativo, capaz de recoger los pequeños pedacitos de aquel hombre roto.
—Te sacaré de ahí … —prometió, sin ser realmente consciente de la profundidad del pozo en el que acababa de sumergirse. ¿Sería capaz de continuar soñando con su propia libertad sabiendo que aquel hombre necesitaba desesperadamente su ayuda?
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 21st Diciembre 2020, 18:37
Los dedos sobre su melena tuvieron un efecto calmante en el cuerpo que parecíaa punto de sumirse en un temblor todavía mas violento. Como dos pesos danzando sobre una balanza en equilibrio perfecto, cuanta más cordura ganaba el hombre sentado a su lado más vertiginosa era la caída de su contraparte. La confusión y la angustia la hicieron presa hasta que sus ojos se llenaron de lágrimas, secándose con el vestido haciendo que se corriera el suave maquillaje que se había decidido a llevar antes de perderse en las fantasías forestales de Poison Ivy. El coche se había detenido a una orden suya, y el matón había salido alejándose del vehículo. Su presencia sólo se distinguía por el suave brillo de un cigarrillo al que daba calada tras calada. Cada uno tiene derecho a encontrar el modo de tranquilizarse como pueda...
Se hizo el silencio entre los dos, sin aflojar el abrazo ni por un momento. El hombre la aferraba con delicadeza, pero no tenía intención alguna de dejarla marchar. Como si supiera que alejarse de ese cuerpo cálido que ahora lo envolvía sería la diferencia entre vivir o morir. La escuchó gemir en su oído y eso fue lo único que le hizo reaccionar. Lo único que hizo que se moviera. Se separó levemente de ella. Parte del maquillaje de él había desaparecido al contacto con su mejilla. Ella tenía restos de una media sonrisa deformada por la tristeza en un intenso carmín rojo, en él podían verse las señales y cicatrices que años de investigación con químicos y palizas por parte del hombre murciélago le habían dejado en una cara que, bajo el maquillaje, contaba una historia en la que sólo Harley había sido capaz de aventurarse... y no sin pagar un alto precio.
- Harleen... no, no. Por favor...- su rostro se llenó de angustia, al tiempo que una de sus manos se posaba en su mejilla, y retiraba con el pulgar las lágrimas incesantes que salían de losojos claros como el cielo despejado de su pareja. Besó cada paso de sus lágrimas, como si con eso pudiera sanar las cicatrices negras de su rastro delator que el rímel había dejado en su rostro. - No llores. Por mi no. - se dejó caer con levedad, para hacer contacto, frente a frente. Una expresión de furia apareció durante un momento. Un instante de angustia. Sabía que las emociones fuertes podían desequilibrar ese instante de felicidad. Si era demasiado fuerte para soportarlo el monstruo devoraría al hombre que estaba ahí mismo, envolviéndola en su abrazo, tan al alcance de la mano que podría agarrarlo y retenerlo a la fuerza.
Ojalá hubiera sido algo tan sencillo como para conseguirlo con perseverancia y fuerza bruta. De eso tanto la doctora como la arlequina tenían de sobra.
- No puedo soportarlo. No puedo. - le dijo relajando de nuevo el rostro, haciendo que ella dejara de contener el aire y volviera a respirar de nuevo. - No quiero que sufras por mi, Harleen. No soporto la idea de hacerte llorar. Me destroza pensar en cada una de tus lágrimas... en lo poco que un hombre como yo se las merece. - se lamentó separándose y arrastrándose la mano por la cara, haciendo que el maquillaje fuese cada vez más y más difuso en su rostro. - Quiero que todo sea como antes... Cuando nos divertíamos. Cuando lo único que me preocupaba era poder hacerte reír.- Volvió a abrazarla con aún más profundidad. Que nada pudiera distinguirlos por separado.
Siempre procurando no hacerla daño, pero sintiendo cada movimiento. El calor de su aliento, cada centímetro de piel bajo ese vestido manchado de maquillaje. Quería sentir su respiración contra el torso, con cada una que diera.
- Quiero hacerte reír... porque es el sonido más maravilloso que he oído jamás...- le susurró en el oído con una sinceridad que estaba reservada sólo para ella.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 26th Enero 2021, 21:15
Harley lloró y lloró bajo el abrazo tierno y delicado de su pareja. Los dedos enguantados del Joker se cerraron sobre sus rizos rubios...
Entonces recordé los tirones de cabello.
...Sus escuálidos y alargados brazos la rodearon con calidez...
Entonces recordé cómo me hice los moretones del vientre.
...Y finalmente, sus llanos de auxilio hicieron eco en la mente destrozada de su acompañante.
— Harleen... no, no. Por favor...
Su paciente se separó levemente de ella para después mirarla con el rostro compungido. Harley no consiguió apartar la mirada de aquellos ojos cuerdos. La dejaron atrapada en una fina y peligrosa telaraña, como el ingenuo insecto a la espera de ser devorado lentamente por su hábil depredador.
— No llores. Por mi no.
Las lágrimas no cesaron. Entonces cerró losojos...
...Y recordé la risa. De cómo el Joker se reía mientras me empujaba al vacío, hasta que mis huesos se quebraban sobre el asfalto. Fue por mi culpa. Él me dijo que no había entendido el chiste.
Sus suaves labios bebieron de las lágrimas de la arlequina, pero no pudieron retirar el dolor. Harleen amaba a ese hombre, pero también le odiaba. Y si alguien pudiera asegurarle de que él no la volveríaa maltratar jamás, se entregaría allí mismo a sus más profundos y ocultos deseos.
De pronto, una muestra de que el monstruo no había desaparecido.
Harley contuvo la respiración ante la repentina expresión de ira que desapareció del rostro del Joker tan pronto como había aparecido. El cuerpo de la mujer tembló bajo la atenta mirada de aquel hombre que la ceñía cada vez más contra él. El miedo en su rostro tampoco desapareció. La simple idea de ver de nuevo la sonrisa inquietante de su amante la desestabilizó.
— No quiero que sufras por mi, Harleen. No soporto la idea de hacerte llorar.
El maquillaje de lo que había sido el Joker se había echado a perder entre el suave contacto de sus mejillas, revelando así las sinuosas cicatrices y múltiples heridas de aquel rostro imperfecto que tanto amaba. Las facciones del hombre pálido se le hacían cada vez más familiares, evocando recuerdos del pasado que le brindaban una infinita felicidad.
— Quiero que todo sea como antes... Cuando nos divertíamos. Cuando lo único que me preocupaba era poder hacerte reír.
— Yo también… quiero que vuelva a ser todo como antes...— susurró con un hilo de voz. Aún seguía atemorizada, abrumada por lo extraño de la situación, incapaz de discernir entre la realidad de la ficción. ¿Era cierto lo que estaba viendo con sus propios ojos? Si tan sólo pudieran retroceder en el tiempo... viajar hasta el día antes de la colisión, dónde todo eran risas y bromas inocentes… o incluso aún más atrás. Cuando sólo eran doctora y paciente. Todo sería más fácil...
— Quiero hacerte reír... porque es el sonido más maravilloso que he oído jamás...
Él la abrazó, con todo el amor y la necesidad que le permitía su frágil cuerpo y su mente destrozada. Y ella volvió a cometer el mismo error que la vez que se conocieron. El que la llevó a arrojarse a un tanque de químicos.
Le devolvió la sonrisa.
—Quédate conmigo...— suplicó contra el pecho de él, agarrándole fuertemente de las solapas de su traje. Toda ella parecía haberse entregado por completo al abrazo del hombre con el que siempre había soñado.
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Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 13th Mayo 2022, 16:14
El hombre la recibió entre sus brazos como un salvavidas. La doctora bajo la arlequina era el bastión que impedía aletargarse las últimas ascuas de su cordura. Sus manos se enroscaron sobre su pequeño cuerpo, la derecha reposando sobre el hombro de Harley, la izquierda rodeando su cintura. La ciñó con delicadeza contra su torso delgado, mientras ella se asía con desesperación a las solapas de su traje. Hizo lo posible por acompasar su respiración a la de ella, hasta que el tempo se convirtió en uno sólo. Mismo aire. Mismo ritmo. Dejó caer el rostro buscando contacto con el de su amante, como si mantenerse lejos fuese en sí una tortura.
Había un anhelo tan fuerte por su cercanía que llegaríaa pensar que cada centímetro de distancia que les separara era equivalente a perder la vida.
Puede que para el Joker así fuera.
-Eres lo único por lo que me quedaría… - aquellas palabras escondían el doloroso fondo de una certeza a la que Harleen se había asomado años atrás. Algo que sólo la doctora sabía, porque sólo ella había sido capaz de decapar las múltiples cubiertas de aquel hombre. Ella era la única en el mundo que se había atrevido con la titánica tarea de recomponer a un hombre tan hecho polvo que apenas parecía posible recuperar sus pedazos. Podría decirse incluso que conocía más de él que él mismo, pues durante sus sesiones, había cosas que el Joker ni siquiera recordaba haberle dicho. Las miserias de su vida. Los horrores que había vivido. El dolor, la pérdida.
Los deseos de acabar con todo.
La idea de que eso pudiera cruzar por su cabeza, ahora que por fin había algo de cordura en su pareja, resultaba desgarradora. Como si un halo de luz encendiera los rincones recónditos de la mente de la doctora, los recuerdos se agolparon mientras el payaso paseaba a través de su espalda con lentitud. La mano del hombro ascendió en una caricia cargada de ternura hacia su cuello, su nuca, la raíz de su hermoso cabello dorado. Sólo las yemas de sus dedos, dejando un rastro de cálida dulzura. La que reposaba en su cintura se deslizó hacia la zona central de su espalda extendiéndose todo lo posible, tratando de abarcar toda la superficie que pudiera. Esa mano deseaba cubrirla, abarcarla por completo. La necesidad de protegerla se vertió en ese gesto.
Y un sollozo quebrado llenó el coche, haciendo que la arlequina reaccionara.
Recordó con claridad el motivo por el cual la risa formaba parte imprescindible de la vida de aquel hombre al que ahora abrazaba. Porque de entre todos los que existían, era ese su desesperado mecanismo de defensa. Era lo último que le quedaba. Forzarse a experimentar esa ilusión de alegría, hasta que se volviera real. Encontrar donde no la hubiera algún tipo de felicidad, con cualquier excusa. La idea de que aún quedaba en aquel mundo torcido, enfermo y lleno de sombras con forma de murciélago algo por lo que pudiera llegar a sonreír.
Harleen Quinzel experimentó aquella certeza el día que comprendió que había perdido el juicio, pues sólo alguien sin él podría amar, como ella amaba, a un hombre completamente loco.
Cuando Joker perdiera su sonrisa, lo perdería para siempre.
Y lo único que podía impedirlo era ELLA.
Por eso se había convertido en Harley Quinn.
Por eso, contra toda lógica, razón y orden, había renunciado a una vida que parecíaya resuelta, como doctora en Arkham Asylum. Ella, y sólamente ella mantenía el soporte vital del hombre moribundo en el interior del Payaso.
Porque algo muy dentro, en un lugar subconsciente donde sólo había sitio para un pánico profundo, le aseguraba que sólo aquellas carcajadas conseguían hacer de la existencia algo mínimamente soportable para su amado. Si le privaba de ellas, aquel cruento mundo le asfixiaría hasta extinguirlo. Lo apagaría hasta que no quedara más que ceniza. Sus pequeñas ascuas, que ella trataba de mantener encendidas contra viento y marea…
Sintió el vértigo de su posible pérdida.
Cuanto más se alargaba aquel gemido que reverberaba como un eco en sus oídos.
Cuanto más profunda se volvía su caricia, más le enloquecía aquella perspectiva.
A más segundos pasaban, dilatando su cercanía… Más se le antojaba que todo aquello tenía una amarga, triste y dolorosa sensación de despedida.
Harleen Quinzel de nuevo sobre la cuerda floja, se convirtió en la equilibrista que con cada paso renunciaba a su seguridad por la promesa de la magia llena de ilusión que sólo la fantasía podía crear. Cada avance que la alejaba de la plataforma desde la que había empezado la aproximaba un poco más a la salvación del hombre que dependía por completo de Harley Quinn.
Porque cuando nada era capaz de animar al Joker…
Encontraba la manera. Siempre encontraba la manera.
Así renació aquella urgente necesidad. Comprendería, presa de la repentina lucidez, que para salvarlo debía hacer que recuperara su sonrisa.
Y deseó con todas sus fuerzas que cualquiera de sus múltiples artimañas fuese suficiente para conseguirlo…
En aquel instante, desearía como jamás lo había hecho antes ser capaz de hacerle reír.
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"¿No entiendes que la vida no es más que un gran gag? ¿¡Entonces porqué no te ríes?!"
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Harleen Quinzel DC Universe
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Mensajes : 125 Fecha de inscripción : 23/11/2013 Localización : Arkham Asylum Empleo /Ocio : Psiquiatra Humor : I love you puddin <3
Ficha de Personaje Alias: Harley Quinn Nombre real: Harleen Frances Quinzel Universo: DC Universe
Tema: Re: Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18] 21st Marzo 2023, 20:16
—Eres lo único por lo que me quedaría…
Harley sintió esa misma necesidad desesperada de tenerle cerca cuando sus cuerpos se estrecharon tan fuerte que casi parecían inseparables. Aquel era el hombre que la sedujo a través de un cristal, el paciente por el que se había enamorado perdidamente. El hombre que tanto había ansiado volver a ver… ¿Pero era él lo que realmente necesitaba?
¿Cuánto tiempo más duraría aquel frágil sueño? ¿Qué pasaría cuando tuviera que despertar? ¿Volveríaa estar encadenada al payaso del crimen? ¿Por qué no podían amarse de una forma normal? Ser simplemente un hombre y una mujer enamorados…
Pero todo junto al Joker era extremo y excéntrico. Un espectáculo bizarro de luces de colores y un amor loco…
— Yo… — pero las palabras murieron antes de ser pronunciadas y la congoja volvió a salir por su garganta. Sintió como el placer inundó su espalda ante las suaves caricias y rogó por que jamás se detuvieran. Pero en otras ocasiones, había temido esas mismas manos huesudas y de largos dedos que habían llenado su piel de moretones y habían hecho sangrar su nariz en más de una ocasión. El placer y el dolor bailaban pegados el uno del otro sobre el filo de un cuchillo mientras Harley se debatía sobre sus sentimientos extrañamente contradictorios.
Cerró losojos, y el rostro de la pelirroja invadió sus sentidos. Con ella jamás se había sentido amenazada, y sus dedos solo la habían tocado para acariciarla. Sin presión, sin obligaciones, sin dolor… ¿Qué podía hacer? Estaba empezando a crecer en su interior un sentimiento poderoso que amenazaba por desbordarla…
Pero de nuevo, ese llanto terrible y lastimero la trajo de vuelta a la realidad..
Su pareja lloraba desconsoladamente, como si un agujero negro anidara en su pecho y devorara cualquier signo de felicidad y bienestar que pudiera sentir. Harley estaba disociada y no sabía cómo arreglar la situación, cómo salvarle de sí mismo… era incapaz de distinguir la realidad con claridad. Ante ella tenía un hombre frágil que la necesitaba… su dependencia emocional y el sentimiento de poder ayudarle era más fuerte que cualquier cosa. Que su integridad, que su futuro, que su vida entera…
— Nome dejes… — susurró cerca de su mejilla ante la dolorosa sensación de sentirse abandonada.
La rubia se inclinó ligeramente sobre su novio y le plantó un dulce beso en una de las cicatrices de su castigada mejilla. Después le retiró los cabellos hierba de la frente y le acarició la cabeza en un vago intento de calmar a su pastelito. Ni las palabras de amor, ni las caricias… ni siquiera los besos parecían hacerle efecto.
Tenía que romper ese círculo vicioso de llanto y autodestrucción antes de que fuera a peor… y cuando creyó que yano podía hacer nada más para calmarlo, se acordó de una divertida y entrañable escena, cuando todavía eran doctor y paciente. Ella tenía un mal día en el trabajo, y él, al verla enfadada, la intentó animar con una absurda broma. En aquella época, parecía una tarea casi imposible hacer sonreír a la Doctora Quinzel, pero él le arrancó fácilmente una sonrisa y le despejó la mente de aquel día nublado.
Eso era parte del encanto del Joker y ella se había enamorado irremediablemente de su sonrisa… hasta el punto de devolvérsela sin pensar en las consecuencias.
— ¿Quieres... quieres que te cuente un chiste…? —titubeó, temiendo por un instante lo que aquella frase podría desencadenar en cuanto saliera de sus labios. —¿Por qué las focas miran siempre hacia arriba? —preguntó, con una sonrisa fingida y distorsionada por la situación.—Porque ahí… ¡Están los focos!
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Ya no me miras a los ojos cuando hacemos el humor (Pamela, Joker) [15 nov 2018][+18]