Protegiendo mi ciudad [Roy Harper - Libre]

Nueva York, Chicago, San Francisco, Gotham, Blüdhaven, Metropolis...

Roy estaba camino a una convención de arquería cuando su maravillosa camioneta Chevrolet, de un intenso y llamativo color rojo, le dejó tirado. Aparcó como buenamente pudo en la ciudad más cercana, Central City. De esa ciudad era originaria la familia de los Flash de la cual su amigo Wallace West era un orgulloso miembro. Pensó en contarle a su amigo, una vez que hubiera solucionado el problema mecánico de su automóvil, que estaba pasando por esa urbe que era tan especial para todos los usuarios de la Speedforce.

Como llevaba bastantes horas conduciendo decidió que lo mejor sería relajarse un poco caminando por las calles de la ciudad y luego ponerse con el motor de su preciada camioneta. En una cafetería cercana ordenó un café para llevar y un donut. Mientras bebía y daba pequeños mordisquitos al dulce iba mirando las calles, a la gente y las tiendas de ese enclave urbano.

Estaba un poco distraído pero enseguida reaccionó. Al escuchar el grito de una joven pidiendo ayuda se dirigió a un sitio apartado y de su mochila sacó rápidamente su arco. No había mucho tiempo para ponerse du traje de héroe. esperaba que con su pelo largo y su típica gorra se ocultase lo suficiente para no ser  muy reconocible. cuando llegó al lugar del que provenía el grito no vio a ninguna damisela en peligro, sino que había un damiselo, Flash.
Barry estaba en el suelo literalmente congelado mientras unos tipos raros se reían y decçian alguna de esas frases malvadas que al arquero le resultaban  muy poco ingeniosas y muy poco trabajadas. Roy pensaba que si era un villano al menos debías ser elegante y trabajarte un poco las frases para que fuera épicas. Pero  no abundaban ese tipo de villanos.

Vale. A ver recapitulando. Ese hombre que estaba en el suelo era Flash y llevaba un traje bastante distinto al que conocía en su mundo. Cómo sabía, porque distinguía los rasgos de su amigo con el traje puesto, ese no era Wally. No le quedaba otra opción más que fuera Barry Allen. en su mundo no se conocían y trataban mucho peor mirándole y analizando sus rasgos físicos pod´çia concluir que quizá fuera él. Sus rasgos físicos encajaban.

- Creo que necesitas la ayuda precioso y maravilloso  chico ardiente.- dijo con su habitual tonto humor mientras sacaba de su carcaj una de sus flechas. Detonó la flecha para que se prendiera en llamas. Esperaba que su plan funcionase, pues no era muy experto en biología metahumana ni en el metabolismo acelerado de las speedters. Con cuidado posó la flecha encendida sobre el velocista y la roció de una sustancia que la hizo estallar en una llamarada durante unos instantes. Luego la flecha se apagó. El fuego había derretido el hielo que estaba congelando al corredor.

- Cait preciosa- Dicho al ver llegar corriendo a ese joven tan extraordinaria que hacía un tiempo había conocido en una misión.- Me cubres mientras se recupera. -

El pelirrojo se alegró de tener una cara amiga en esa situación. En su jovial rostro se dibujó un expresión alegre. el arquero era un hombre muy sociable y le gustaba mucho hablar con todo el mundo. No le gustaba nada estar solo. Por eso, siempre se sentía más cómodo trabajando en equipo y más cuando los componentes del equipo tenían una personalidad amena.

-Flash- respondió a la pregunta de la pelirroja y señaló al hombre sobre el que estaba arrodillado. - No soy una gran médico pero improviso bien sobre la marcha.- El pelirrojo tenía nociones bastante básicas de anatomía humana y medicina de campaña. Los conocimientos justos para poder curarse las heridas que le producía ser un justiciero sin tener que acudir a un hospital. No obstante, la anatomía metahumana y alien se le escapaba por mucho. Este hecho era lo que hacía preocuparse por Barry, ya que, aunque sabía que los velocistas se curaban rápidamente no tenía ni la más ligera idea de a qué ritmo iba su sanación ni hasta qué nivel podría aguantar su organismo exposiciones a temperaturas de calor y frío extremas.

Cait se acercó a ellos y  tomó entre sus fuertes brazos al velocista. Roy la miró ciertamente embelesado. Admiraba profundamente a las mujeres con una extraordinaria fortaleza física. En muy poco tiempo el mentor de Wally se recobró.

Barry le trató con mucha familiaridad, lo que le indicaba que en su universo seguramente eran más cercanos que en el de Roy.  En su universo se conocían relativamente poco. Con quien tenía más trato Barry era con su mentor, Oliver Queen. Cuando Roy y Oliver habían discuto y cortado toda relación, el pelirrojo dejó de llevarse con las personas del círculo íntimo del millonario.

- No me ha dado tiempo, no soy tan rápido como otros aunque me apoden Speedy. - Le dio un golpecito amistoso en el hombro a Barry.  

- Ya sabes que siempre me gusta ser protegido por chicas fuertes y guapas.- Sonrió y le guiñó un ojo con coquetería. - Pero si no hay más opción que ayudar desempolvo al arco y me pongo manos a la obra.- Sacó una de sus flechas y apuntó a uno de los asaltantes. Decidió atacar a uno de los que tenían la pistola congelante. - Estamos en un espacio reducido, la honda expansiva de la explosión podría provocar daños a los edificios cercanos.- Miró como los atacantes también portaban katanas.

- Un momento … armamento avanzado y katanas. Tío ¿Qué problemas tienes con la Liga de las Sombras? Que esa gente está muy loca y no loca en plan JaJa JaJa. Sino en plan de que no mola nada su locura.-

La pistola de frío era una arma sumamente peligrosa y lo mejor era neutralizarlos cuanto antes. Analizó la distancia y la posición de su rival antes de disparar. Su análisis fue muy rápido y la flecha salió de su arco casi de inmediato. La flecha voló rauda por el aire y se metió por el cañón de la pistola de hielo. Lo que buscaba el pelirrojo era romper alguno de los componentes internos de arma e impedir su funcionamiento.

Suspiró con alivio cuando Caitlin se adjudicó a los chicos de las katanas. Las espadas no eran su fuerte. No sabía ni cómo usarlas ni cómo contraatacarlas.  Siempre le había parecido que eran un tipo de arma muy poco práctica. Siempre recordaba  la mítica escena en la que un guerrero árabe hace malabares con una cimitarra y es abatido  por Indiana Jones con un simple  disparo de pistola.

Pues me harías un favor pelirroja, no soy bueno en las distancias cortas. - Lo dijo con un matiz de doble sentido. Le gustaba hacer chistes sobre y más cuando estaba en situación de peligro. Usar el humor de esa manera le tranquilizaba bastante y le hacía más fácil ponerse en acción.

Cuando tienes que explicar una broma pierde completamente su componente humorístico. Para Roy era casi  una de  las mayores aberraciones perder el sentido del humor. Suspiró y estuvo tentado de llevarse las manos a la cabeza. A veces se olvidaba de que no todos tenían la misma información, que el universo había colapsado poniendo aleatoriamente versiones de cada persona existente en el cosmos.

-Speedy es mi alias cuando estaba en los Jóvenes Titanes. Porque, aunque no soy un velocista, tengo unos reflejos muy rápidos. - Asintió con la cabeza. - Nunca ha dejado de estarlo. Tiene muchos pretendientes al trono de Nanda Parvat. Sabes de ese monstruo mitológico, la Hidra de Lerma al que le cortas una cabeza y salen dos más. Pues prácticamente igual. La lista de herederos del demonio es larga.Cuando muere uno, otro ocupa su lugar. Te comen la cabeza para que te creas el elegido y la salvación del mundo y accedas a ocupar el puesto de Ra´s.-  Todavía recordaba cómo intentaron comerle la cabeza a Jason para que se convirtiera en el heredero y pero no hay nadie que convenza mejor en este mundo que Batsy.

Un tercer hombre disparó su rayo congelante contra el arquero. El pelirrojo se tiró al suelo para esquivar la trayectoria del disparo. Un movimiento muy poco elegante y muy poco calculado pero al menos le sirvió para no convertirse en una estatua de hielo. Con sus rápidos reflejos se levantó de la calzada y disparó una flecha a su agresor. La flecha impactó contra el arma y emitió un sonido de dibujo animado. Bastante chistoso si le preguntasen a Roy. Pero una gota de sudor frío recorrió la nuca de Arsenal.  

- Vale me he confundido de flecha.- El asesino estaba bastante atónito ante lo que acababa de pasar. No obstante, el de ojos verdes actuó rápidamente y disparó en un corto lapsus de tiempo la fecha correcta. Una flecha que impactó sobre el arma y la congeló de inmediato. La flecha congelante de los arrows tenía la misma fórmula que usaba el villano de Gotham Mister Frezee.

Justo cuando había reducido a hielo la pistola de aquel contrincante, uno de los compañeros de aquel hombre le había logrado infectar algo al velocista.

- ¿Te encuentras bien?- Roy había estado en situaciones más peliagudas e irresolubles que aquella. No se amedrentaba por tan poco. De momento estaban los tres en más o menos perfectas condiciones. El nivel para rendirse sin pelear estaba aún muy lejano.- Sois un poco nuevos en esto, si ni siquiera nos habéis torturado un poquito. ¿ Cómo vamos a rendirnos?- dijo con tono jocoso.

Disparó una flecha de caza a uno de los nuevos arqueros. Ese tipo de flechas tienen una forma específica para que atravesase la carne de la pieza y se quedase incrustada en ella. Impactó en la muñeca del encapuchado y se quedó allí clavada. El hombre soltó su arco, que cayó al suelo.


Off: Involucrar a la Liga conlleva, para mi, una trama compleja que debería abarcar uno o dos temas. Además, para realizar trama de envergadura con la liga de las sombras hay que pedir permiso a administración porque hay varios personajes en el foro relacionados con la Liga.

Al pelirrojo le gustaban ese tipo de personas que como Caitlin se hacían cargo de la crisis exhibiendo una fuerza y capacidad extraordinarias para hacerle frente con valentía a cualquier tipo de situaciones. Admiraba esas cualidades. Él intentaba ser como esa gente.  Pero no creía que tuviera una personalidad muy heroica o valiente como la que mostraban los héroes que lideran equipos o encaraban de frente cualquier circunstancia. No tenía madera de líder. Ni se sentía preparado para afrontar esa posición. Encomendar a cada persona del equipo una tarea y asumir si tu mandato había sido un desastre. Su cabeza siempre era un lío e improvisaba cada una de sus acciones. Muchas veces Roy sentía que tan solo reaccionaba a lo que estaba ocurriendo. El arquero tenía una tendencia a la huida. Estaba muy predispuesto de forma innata para salir corriendo en caso de ingente peligro. A menos que la situación fuera crítica o que personas estuvieran en peligro, no se obligaba a permanecer en desventaja. No tenía miedo de sufrir dolor o de arriesgar su vida pero tenía un instinto de supervivencia muy arraigado. Pero cuando estaba solo, porque sí había gente con él, le importaban más esas personas que su propia vida.

La pelirroja era muy diferente a él. Era una mujer en la que se podía confiar plenamente. Ella sí que parecía tener la capacidad de pensar de forma coherente sus acciones y dar pasos seguros encaminados en una dirección. Estaba muy segura de sí misma y de sus posibilidades. Mostraba mucho carácter e iniciativa. Parecía tomar decisiones sensatas y acertadas. Veía las posibilidades y las aprovechaba sacando un máximo beneficio de ellas. Sin duda era una líder nata. Roy confiaba en que ella podía sacar lo mejor de cada una de las personas a las que comandara. Haciendo uso de su fortaleza física, la joven estaba librándose de las amenazas con mucha soltura y eficiencia.

Sonrió alegremente cuando la pelirroja le dijo que tuviera cuidado. Se sintió apreciado porque ella se preocupó por su seguridad. Aunque exponía constantemente su integridad física hacía mucho tiempo que nadie le dirigía aquellas palabras ni se preocupaba por el daño que pudiera hacerse. Tenía cierta predisposición a agradarle las chicas con fortaleza física. Le hacían sentirse seguro, protegido y confiar más en sus capacidades como arquero.  Además estaba burlándose de los villanos y eso, le encantaba.

-Sweetheart, te prometo que ya lo estaba siendo.- Usó un tono un tanto humorístico y  guiñó un ojo a la pelirroja.Parecía que todo se solucionaría beneficiosamente para Roy, Barry y Cait. La partida estaba a su favor pero de repente todo cambio. Aparecieron más enemigos e incapacitaron al velocista.   El arquero disparó unas flechas más a los enemigos. Sus tiros certeros y precisos desarmaron a unos cuantos rivales.


-La vida de héroe no es miel sobre hojuelas. Pero cuando tienes un habilidad especial supongo que es inevitable intentar ayudar. Yo siento esa necesidad de intervenir y yo sólo soy un chico corriente. Por eso, siempre ando metido en los líos propios de los justicieros. Esa necesidad de intervenir cuando será más intensa teniendo algún súper poder. Pero en mi caso no soy disfruto de esas desventajas de la fama.- Roy sufría otro tipo de consecuencias al actuar como un héroe. El pelirrojo terminaba herido en un tanto por ciento de las misiones en las que se embarcaba. No obstante,  ningún villano le acosaba de forma frecuente ni amenazaba la vida de sus allegados.

El arquero se impresionó al ver la fuerza que demostraba Cait al arrancar una farola. Cuando la pelirroja dio la señal, supo que tenía que apartarse. Captó su mirada y las señales. Era bueno con el lenguaje no verbal. Supo que debía liberar el camino para que la pelirroja pudiera llevar a cabo su propósito. Roy tomó al velocista que estaba temporalmente incapacitado. Daba las gracias de ser un hombre fuerte con reflejos rápidos, no comparables a los de un flash, pero al menos más rápidos que una persona en el parámetro de lo normal en  la campana de Gauss. Él era fuerte y el velocista no estaba tan musculado como otros héroes, eso facilitó que Arsenal apartase a Flash y a sí mismo del camino de Cait. Ambos vieron a distancia como la joven propinaba unos golpes contundentes a los enemigos con la farola.

-Tio, ¿hay algo que sirva para estimular a un velocista? En mi cinturón tengo adrenalina y tengo antitoxinas. ¿Crees que algo de eso puede ser una improvisada medicina? No tengo muy al día la anatomía de Flash, esas clases me las perdí en la universidad. -Lo último lo comentó con un tono chistoso. Sacó un par de botecitos y una aguja hipodérmica de los compartimentos de su cinturón. La aguja estaba completamente nueva. Aún conservaba su embalaje de plástico.- Pinchar sé. Aprendizajes de niño de la calle en Gotham. Este Roy no era drogadicto, la adicción que tenia era al alcohol. Pero mentiría si dijese que no se había inyectado droga en alguna que otra ocasión. Además había visto a mucha gente pincharse en los bajos fondos. Sabia cómo debía atravesar la aguja la vena para no producir ni un desgarro, ni un desangrado ni que se te par tiene y quedase dentro la aguja.