Don't even care if anyone sees me dancing (Karen Starr) [29/05/2018]

Mucha gente pensaba en Steph como una chica fuerte, capaz de superar sus problemas y con capacidad para seguir de buen humor pese a todos los problemas que se le ponían por delante, que no eran pocos, y en cierto modo era verdad.
Pero pese a lo que pudiera parecer Steph necesitaba mucho tiempo para demostrar esa fuerza, esa capacidad para superar sus problemas y seguir con buen humor. Omega a había dejado destrozada y el último encuentro con Cass y esa especie de robaidentidades había sido la gota que había colmado el vaso.
Después de la "aventura" se había pasado varios días encerrada en casa sin salir, con las persianas bajadas, comiendo gofres y oreos y reviendo sus capítulos favoritos de Friends.
Cada vez que cerraba los ojos veía la cara de aquella cosa, escuchaba a Cass repitiendo una y otra vez "Pero...Stephanie Brown es testaruda...Y nunca se rinde...Y ve el lado positivo de la vida...Y por eso es mi amiga...". Se sentía como si no pudiera saberlo que era realidad o ficción, como en una de esas películas futuristas con muchas realidades.

Durante un par de días creía que no saldría de esa.
Esta es querida Stephanie, se dijo, la última mierda que puedes superar, se te han acabado los cartuchos y nunca podrás con esto.
Y durante dos días se lo creyó y se ahogó en esa pena y en una sensación que ni siquiera era de derrota, era de cansancio absoluto, era como una especie de Sísifo (siempre le había horrorizado esa leyenda, desde que se la contaron en el colegio por primera vez) que cada vez que creía que podía ser feliz veía la piedra venírsele encima, era intentar salir a la superficie con un peso de miles de kilos tirando de ti hasta abajo.

Pero en el fondo Stephanie estaba hecha de esperanza y al tercer día esa vocecita que solo era capaz de ver lo bueno empezó a abrirse paso en la negrura densa que estaba llenándole la cabeza.
Tenía que haber una explicación para Omega, y ella iba a encontrarla, iba a salir, volvería a ver a Cass (SU Cass) y a lo mejor podría llevarse a la de este mundo también con ella, si quería claro, le quitaría ese velo de tristeza que llenaba sus ojos y le presentaría a Damian y todo volvería a ser como antes, volverían a ser felices.

La luz se fue abriendo paso, poco a poco, pero cuando por fin Steph se animó a ponerse el traje de Spoiler todo volvió a caer, la piedra volvía a caerle encima.
Solo de verse en el espejo con su traje la nostagia y el miedo por aquella criatura volvieron a invadirla. La culpa por las muertes, la sensación de derrota absoluta...
Por suerte la voz era inteligente y se acordó, no solo de que sabía coser, si no que era lo que más la relajaba en situaciones de mucho estrés. La había ayudado en muchas etapas de su vida y ahora iba a hacerlo otra vez.

Se lanzó hacia el altillo de casa donde guardaba su máquina y todo lo que Batman le había dado en esos años y empezó a coser.
Tenía el diseño en la cabeza, lo había soñado una vez, y se había sentido tan cómoda con esa ropa en ese sueño que no tuvo que dudar. Mantuvo la capa (porque no iba a poder conseguir otra capa ignífuga y antibalas en aquel mundo sin ayuda de Batman) y cambió el resto. Destapó gran parte de la cara para ganar expresividad y cuando por fin acabó, dos días después en los que apenas paró a comer o dormir, la vieja Steph había vuelto.
Y como si fuera una señal la radio de la policia emitió un B76, es decir, se estaba liando una buena en la ciudad, se había encendido la Batseñal pero Batman no había aparecido.

Hacía falta un héroe.
Necesitaban a la nueva Spoiler.

Maldijo su propia mala previsión por no haber cogido el vehículo. Desde que había llegado a Omega no lo usaba más que cuando no quedaba más remedio (sin el mecenazgo de Batman no podía permitirse el llenar el depósito todos los días) pero ese habría sido un buen momento, se sentía lenta y quizás cuando llegara el conflicto ya se habría resuelto, y no de un buen modo, precisamente.

Pero cuando llegó la situación estaba lejos de estar resuelta, desde la posición privilegiada del tejado en el que estaba veía la situación: una superheroina (cosa poco común en Gotham) observaba como un hombre apuntaba a una rehén (cosa bastante común en Gotham), mientras la policía se arremolinaba sin saber cómo reaccionar (el pan de cada día en Gotham). Se le escapó un suspiro de exasperación. El día que la policía hiciera un examen de ingreso que no consistiera en correr detrás de un donut atado a una cuerda todo iría un poco mejor en la ciudad... pero no es cosa de pedir imposibles.

Evaluó la situación unos segundos, no podía permitirse perder ni uno más, y bajó directamente al centro de la acción. Era una estupidez intentar noquearlo por la espalda y lanzar cualquier juguetito de los que me quedaban de antes de Omega era demasiado arriesgado (en parte por el nerviosismo evidente del atracador, en parte porque nunca se sabía cómo iba a reaccionar la policía). Se quitó la capucha en cuanto llegó al suelo, en parte porque con el nuevo tipo de máscara ahora era más fácil parecer menos amenazante y en parte porque llevaba el eyeliner de diez y no era cuestión de tapar esa obra de arte.
En cuanto estuve lo bastante cerca tuve que reprimir una sonrisa.

-Dios, Laurens ¿eres tú otra vez? Cariño, tenemos que dejar de vernos así- dijo con tono amenazante y cariñoso a la vez, lo había perfeccionado con los años y era una de sus mejores tácticas de intimidación. -Mira, ya hablamos de esto la semana pasada ¿te acuerdas? Cuando me dijiste que ibas a dejar este mundillo- levantó la mano para callarle cuando el maleante iba a abrir la boca para hablar -y ahora te encuentro con estas ¿Cuántos años quieres que te caigan? Por secuestro no son muchos, pero por asesinato... olvidate de volver a ver el sol y, como verás no es que esté yo y la mitad de la GCPD apuntándote ahora mismo -en realidad solo habían llegado un par de patrullas, pero no podía girarse a comprobarlo- si no que con aquí mi amiga Power Girl- MI AMIGA POWER GIRL HABÍA DICHO ESO EN VOZ ALTA - no vas a llegar ni a la vuelta de la esquina ¿verdad?- Sonrió cruzándose de brazos -Así que ¿por qué no hacemos una cosa? Bajas el arma, y cuando te arresten, diremos que solo ha sido un intento de robo que ha ido un poquito mal, pero nada serio ¿Te parece?-

Si no funcionaba acababa de cargarse a una chica delante de la policía, una de sus ídolos y todo por hacerse la lista. Así que nada, a rezarle a todo lo rezable pero pareciendo tranquila.

Tuvo que utilizar una gran cantidad de fuerza de voluntad para ser capaz de no ponerse a saltar y a gritar de la emoción cuando Power Girl le siguió el rollo, incluso dijo que era su amiga DIOSES se iba a MORIR pero muy muy muy fuerte.
Cuando se lo contara a todos iban a flipar.
O no, porque ellos solían codearse con este tipo de gente todos los días y para ellos no era nada especial el colaborar con alguien como POWER GIRL.
Pero para Steph lo era y que le estuviera dejando manejar la situación.
Wow.
Le temblaban las piernas como no le habían temblado desde... ni siquiera recordaba cuando, probablemente la primera vez que habló con Batman en persona y su sonrisa era tan grande que hasta le dolía.
-Bueno, es cosa de acostumbrarte- dice después de carraspear para intentar recuperar la voz que ha perdido por la emoción -Aquí en Gotham es casi siempre más maña que fuerza- Al menos en su caso.
La chica a la que habían ayudado se acercó a abrazarla. Después de darle un par de frases de ánimo y ofrecerle una tarjeta del centro de ayuda para víctimas (una iniciativa a la que iba menos gente de la que debería, teniendo en cuenta cuánta gente es atracada cada día en las calles gothamitas) dejó que se fuera y centró toda su atención en Power Girl.
W-O-W
Se quedó en blanco con la pregunta y tardó varios segundos en moverse cuando se dirigió a ella, siguiéndola con paso rápido. -¡Claro! ¡Hay sitios! ¡Yo te llevo!- Batdiosito, se sentía tan mal en ese momento ¿en qué momento le había parecido buena idea lo de decir que era su amiga? se tendría que haber cosido esa boca suya tan... tan... TAN TERRIBLE.
-Yo. Ehm. Soy... soy Spoiler, pero la chica violeta está bien- carraspeó otra vez, a ese paso se iba a dejar la garganta -Y lo de ser mi amigas no se, salió solo, no era que quisiera hacerle creer nada, solo que bueno, así a lo mejor creía que me ibas a ayudar, quiero decir... me has ayudado pero eso él no lo sabía, a ver, no se. Pero no te preocupes que no lo volveré a hacer nunca, tranquila- Respiró hondo -Aprendí aquí y allí, me ayudaron un poco Batman, Robin, Black Canary, Batgirl... bueno, pero los de mi universo, estos son distintos- Probablemente lo sabía pero se veía obligada a explicarle las cosas.
La guió por las callejuelas de Gotham, casi nadie se paraba a mirarlas dos veces (excepto al escote de Power Girl alguna vez, lo cual hizo que Steph acabara con más ganas de matar que de morirse (y tenía muchas ganas de morirse por lo del comentario de la amiga) y acabaron en el local en el que casi todos los superhéroes de Gotham acababan las rondas.
Quería preguntarle un montón de cosas, cosas como qué hace una chica como tú en una ciudad como esta o cuántas veces le había pegado a Batman o incluso si Batman era igual en su universo pero no se atrevía, la había cagado muy fuerte.

El comentario sobre la sonrisa de Power Girl agrandó la de Steph que se encogió de hombros -Si no sonrío yo, nadie va a sonreírme así que me lo tomo como un reto- dijo sin darle importancia, para ella era natural, incluso en esos días en los que todo era una mierda se esforzaba por arrancarse alguna sonrisa, hicieran falta los capítulos de Friends que hicieran falta.

Soltó una carcajada. -Gracias, casi nadie se acuerda de mi nombre en realidad... y últimamente como el término se ha puesto de moda se dedican a hacer chistes en plan "jaja ¿qué vas a hacer contarme el último capítulo de Juego de Tronos?"- Puso un tono de voz raro para la última parte, intentando ridiculizar al matón de turno que acababa por tragarse sus propios dientes por subestimarla. En el fondo era una ventaja que la subestimaran tanto. -Debería hacer como tú, colgarlos de alguna farola para que aprendieran, aunque en mi caso no sean cerdos machistas-

Imitó su respiración, vale. Estaba bien. Todo estaba bien.

-Genial, sí, hablar, se me da bien hablar por si no ha sido obvio ya, hablar es mi especialidad número uno- Bueno, en realidad era la dos, después de balbucear estupideces cuando estaba nerviosa. Pero eso no tenía por qué contárselo a nadie ¿no? Ya se daban cuenta ellos solos.

Se encogió de hombros ante la pregunta -Sí, bueno, he hablado con la mayoría, ninguno de ellos trabajaba con Batman en sus universos, algunos han empezado con lo de las mallas desde la colisión de mundos, muchos dejarán el trabajo cuando se den cuenta los sacrificios reales que hay que hacer para esto- sonaba un poco amarga, ella misma se había planteado dejarlo varias veces, pero no todo el mundo, por suerte o por desgracia, tenía su fuerza de voluntad y conocía los patrones de muchos, en cuanto el universo se estabilizara un poco más dejarían la capa, reharían su vida, tendrían un trabajo estable... esas cosas. Steph no les culpaba, a veces hasta les admiraba.
Se dio cuenta de las miradas al escote de su "nueva amiga" y a todos ellos les dedicó su mejor expresión de "Mantén los ojos en el plato, o a lo mejor te corto la virilidad, guapo", ahora podía hacerla sin quitarse la máscara y era todo ventajas. -Bueno, pero los nombres son solo nombres- No quería decir que era porque se habían compadecido de ella, pero la mayoría de ellos le habían entrenado por eso... o para enseñarle una lección como había hecho Bruce.

Cuando el camarero preguntó pidió lo de siempre. No tenía que especificar porque independientemente de la hora del día a la que fuere, lo de siempre era siempre, valga la redundancia, lo mismo: un plato grande de gofres y un café con toffe, nata y chocolate. Le hizo gracia que Power Girl pidiera también gofres, era como demasiado coincidencia pero no hizo ningún comentario, esperando a que llegaran los platos para echarse unas risas.

Asintió -A la mayoría no... tuve suerte, aún así... Red Robin y Red Hood... sí son los de mi mundo- se encogió un poco en la silla -Tuvo que ser duro- comentó. Porque para ella lo había sido, muchísimo.

Soltó una carcajada demasiado fuerte. No se lo esperaba, no se esperaba eso para nada y no había podido reprimirse -Lo siento, lo siento, lo siento, no es por nada que hayas dicho es solo que... pfff, es un chiste interno, perdona- soltó otra risilla más -Estoy segura de que Batsy te conseguirá un préstamo enseguida, si le explicas lo que ha pasado, al fin y al cabo a ese tipo le sobra el dinero y sabe invertir- encogió un hombro.

Sacudió la cabeza -Puedes contarme las historias que quieras, se me da bien hablar, pero también soy buena escuchando y no es bueno guardárselo dentro, se acaba enquistando y luego es peor de sacar- tenía paciencia para escuchar, luego siempre soltaba tres o cuatro consejos que no estaba segura de que fueran factibles de cumplir, o al menos ella casi seguro no cumpliría, y todos se sentían mejor.

Cuando vio que traían el café sacó unas gafas de sol de uno de los bolsillos del cinturón y se las puso, quitándose el pasamontañas -Perdona las gafas, el jefe me ha metido mucho la paranoia y siempre me tapo- se disculpó y se quitó los guantes para rodear la taza de café con ese tipo de sonrisa que te sale cuando estás a gusto.

Escuchó con atención la historia, le encantaban ese tipo de anécdotas. -Soy fan de Superman, pero eso no quiere decir que no sepa que en los "Super" hombres se manifiesta un gen que los vuelve un poco imbéciles- comentó, había tenido sus encontronazos con Superboy y Kara le había contado cosas... muchas cosas. -¿Conoces a Supergirl?- Sonó igual demasiado ilusionada. -Ah, la única..- y ahora igual sonaba demasiado decepcionada. -No, bueno... no me han tratado mal, pero ¿eso es parte del problema? Quiero decir, la mayoría se parecen a gente que conozco y que ha sido mi amiga y cercana a mi pero... ahora no son ellos ¿entiendes? Y verles es como un recordatorio constante de todo lo que ha pasado y no me siento bien
En ese momento trajeron los platos de gofres idénticos y Steph sonrió con ganas, con los ojos brillantes.

-Parece que tenemos gustos parecidos- comentó como si fuera algún tipo de broma.

La conversación siguió, animada, compartieron ideas, recuerdos y anhelos, casi como si fueran amigas de toda la vida y hasta cierto punto Steph sentía que lo era. Por eso, cuando un par de horas después ambas se separaron para seguir con sus vidas, Steph tuvo un instinto de que no iba a volver a verla y eso le dejó una sensación un poco extraña.
Omega era un universo curioso.