[Omega] Bright side of life (Dick Grayson) [15/7/2018]

En Omega, la mayoría de días eran malos, pero de vez en cuando un día bueno se colaba entre todo el estrés y la soledad y conseguía sacarme una sonrisa de esas que no te puedes quitar en todo el día, de esas que se contagian y acaban haciendo feliz a más gente, incluso aunque no quieran.
Hoy era uno de esos días; en contra de todo pronóstico, lógica o antecedentes históricos, el día estaba yendo bien. Desde que había empezado a ir a algunas clases de enfermería en la universidad (de oyente, que aquí sin tener beca Wayne ni curro me podía ir olvidando de estudiar a corto plazo) me sentía mejor conmigo misma, era como si por fin tuviera un objetivo (más allá de obsesionarme compulsivamente con encontrar algún modo de arreglar toda esa rallada mental que era Omega y volver a casa, pero a /casa/) y me obligaba a salir a algo más que pegarme con rateros de poca monta y atracadores con pretensiones.

Solo tenía dos horas de clase ese día así que después de pasearme todo Gotham dejando currículums en cualquier sitio en el que hubiera la más mínima posibilidad de conseguir un trabajo a tiempo parcial y hacer la compra (de nuevo recorriéndome todo Gotham porque si una quiere ahorrar tiene que usar cupones de como, 20 tiendas distintas) aun me sobró tiempo para echar una cabezada antes de salir de patrulla, así que cuando paré mi primer robo de la noche no podía estar de mejor humor.

Como era viernes el trabajo se sucedía casi sin descanso, lo cual era irónicamente agradable, no me dejaba pensar en tonterías y me daba esa gratificación inmediata que proporcionaban las sonrisas agradecidas de la gente a la que salvabas o los insultos sin sentido de los maleantes a los que acababa de dar la paliza de su vida (o no, si se habían enfrentado a cualquier otro de los vigilantes de Gotham, en realidad), por eso al ver pasar a una figura haciendo acrobacias un par de azoteas más allá no me lo pensé dos veces.
Normalmente le habría evitado, como a todos los demás pero... ¿por qué no? me sentía optimista y trabajar con Nightwing era mejor que trabajar sola.

Estaba de pie, en el interior de la Batcueva. Había una camilla frente a mí, era el lugar dónde Alfred le había salvado la vida a Bruce más de una vez cuando era herido brutalmente por sus enemigos. Pero Bruce no estaba en esa camilla… ahí yacía Tim. Tim Drake estaba incorporado y casi desnudo, con el torso recién vendado. Alfred estaba a su izquierda, secándose las manos tras una intervención. Pero había más gente alrededor de nosotros. Stephanie estaba frente al Robin herido, dedicándole una sonrisa tierna. La reconocí al instante: rubia, ojos grandes, carita mona… Pero no llevaba el traje de Spoiler, casi diría que iba como si fuera disfrazada de Batgirl. Barbara no estaba… y a mi lado había otra persona. Era bajito, con el ceño fruncido. Agitaba un diario en sus manos y luego se lo entrega a Tim. El pequeño llevaba el traje de Robin. ¿Quién era? No era la primera vez que lo veía…

Entonces me moví, y me acerqué a donde estaba Tim y le sonreí. De pronto sentí nostalgia y felicidad.

- Bienvenido a casa.- escuché mi propia voz y mis ojos bajaron hasta el brazo con el que acariciaba a Tim. Las mangas no eran azules sino grises, y en mi pecho llevaba estampado el enorme murciélago negro.

Me desperté bruscamente del sueño. Estaba sudando y el despertador todavía no había sonado. Busqué el reloj que tenía en la mesita de noche; indicaba las once y media de la noche. Había dormido cuatro horas, no estaba mal para ser yo. Era el mejor momento para cenar e irse de patrulla.

Me puse la TV mientras me preparaba la cena, no había nada bueno a esas horas, pero me daba igual, no le estaba prestando atención a la programación nocturna. Mi cabeza estaba en otra parte, en ese sueño… No lograba acordarme muy bien. Pero había visto a Steph en él. ¿Qué estaba tratando de decirme mi destartalada cabeza?  No había dejado de tener sueños raros desde la Colisión, y si ya solía tener pesadillas de base, ahora mis sueños eran toda una fiesta. Necesitaba un respiro. Tenía que ver a Spoiler.

Me puse el traje de Nightwing a la velocidad de la luz (Wally sabe que puedo vestirme muy deprisa), y monté el WingCyle que me llevó directo a Gotham.

La última vez que vi a Stephanie Brown, me ayudó a encontrar a unos matones del Pingüino y a desbaratar sus planes. Pero la acción del momento nos impidió hablar de algo que llevaba carcomiéndome durante varios días. ¿Quién era de verdad Stephanie Brown? Hostia, parece el título de una película.

Cabía la posibilidad de que Spoiler no patrullara aquella noche en Gotham, pero valía la pena intentar buscarla. Y si no lo conseguía… bueno, siempre había atracos que impedir en la ciudad del murciélago.

Dejé la WingCyle escondida en un callejón y escalé los edificios hasta tener una buena vista de la metrópolis. Sintonicé mi ordenador holográfico con una de las radios de la policía. Según el GCPD, alguien había evitado un robo a un par de kilómetros de dónde estaba. Según el atracador había sido asaltando por una loca con capucha. Bueno, la descripción no era muy detallada, pero podía valerme. Me puse en marcha y escalé los edificios hasta la zona afectada, pero no había ni rastro de la chica Spoiler. Me sentí ligeramente decepcionado, así que decidí continuar moviéndome por la ciudad por si veía algo que llamara mi atención. No lo se, quizás había sido una tontería venir hasta Gotham solo para verla… Maldita sea, ¿porqué no se me ocurrió pedirle el móvil?

Me giré tan pronto como sentí una presencia tras de mi. ¿Quién hubiera dicho que la montaña iría a Mahoma?

- A ti te quería yo ver… ¿Cómo estás, rubita? – la frase me salió sola, casi de forma instantánea. Ni siquiera tuve que pensármela dos veces. Era como si ya estuviera programada dentro de mi cabeza y solo tuviera que darle al intro para ejecutar el comando. ¿Por qué me sentía tan bien en su presencia? ¿De dónde salía esa confianza? - ¿Has atrapado a muchos malos esta noche?

Entonces me acordé del sueño. Ella vestida de Batgirl, Tim recostado en la camilla, y aquel niño con el traje de Robin. Desde que había visto a esta nueva Steph, mis sueños eran muy parecidos entre ellos y no dejaban de repetirse. Querían decirme algo… algo sobre la Batfamilia…¿Y si ella podía ayudarme?

Como era de esperar, apenas tardó un par de minutos en darse cuenta de mi presencia y girarse ¿Cómo no iba a ser así? Era Dick Grayson, el Robin original... si él no tenía ese bat-sextosentido que me dijeran quién podía presumir de tenerlo.

Sus palabras me robaron una sonrisa mucho más amplia de la que había esbozado en semanas, de algún modo esa forma de hablar era como volver a casa y tuve que reprimirme para no saltar sobre él y abrazarle mientras sollozaba de alegría... no podía hacer eso, no con Dick y menos con este Dick, así que simplemente cambié el peso de pierna y me encogí de hombros.

-¿A mi?- Estaba soprendida, y no me molesté en ocultarlo ¿Quién quería ver a Stephanie Brown? Podría contarlos con los dedos de la mano. Y me sobrarían dedos. Prácticamente todos los dedos. -Puesss, unos cuantos, esta zona está siendo movidita hoy- contesté con un tono más alegre del que me habría gustado ¿Puede estar uno contento de llevar muchos atracos frustrados y rateros esposados a tuberías?

Cuando le vi la cara se me disparó mi bat-sextosentido. Al contrario del que la mayoría de los miembros de la Batfamily, que tenían bat-sextosentidos útiles en el campo de batalla el mío era entender las emociones de la gente. Bueno, ni siquiera era un sexto sentido, eran años de observación y una gran empatía unidas en una habilidad no demasiado útil cuando te dedicas a ser vigilante porque... por raro que pueda parecer, la gente con la que trabajas siempre tiene el mismo tipo de emociones. Y no te sirve de mucho saberlas para poder darles mejor una paliza.

Pero en ese caso iba a servir para algo. O al menos eso esperaba... solo tenía que saber cómo colar eso en una conversación fluida y normal para que me contara qué pasaba.... -Hey, tienes mala cara ¿va todo bien?- Y una vez más, la boca gana al cerebro y hablamos antes de pensar un buen modo de decir las cosas. Muy bien, Stephanie, que alguien te de ya el premio a la más bocazas de Gotham. Vamos a solucionar esto... -Quiero decir, no mala cara de esa de no he dormido desde los noventa o necesito una cirugía- No lo estás arreglando, Steph -sino que... mira, no se cómo explicarlo pero ¿pareces preocupado? ¿ansioso? ¿algo así? Uffffff... perdona, estoy hablando demasiado y sin pensar, ignórame ¿podemos volver al principio? Voy un poco hacia atrás y tú finges que te sorprendes de verme otra vez y hacemos como que todo esto no ha pasado ¿Vale?-

Stephanie sonrió. Eso era una buena noticia, ¿Se alegraba de verme? La Spoiler que yo conocía también era de sonrisa fácil, pero ésta en concreto tenía un brillo especial. Parecía más sincera.  

- Eso está bien, cuando las patrullas son tranquilas y pacíficas son muy aburridas. Las buenas noches son las que están llenas de acción y acrobacias, ¿no crees?- Hacer un poco de ejercicio y sentir como mi corazón se acelera y mis músculos se tensan, activando la adrenalina al estar en continuo peligro y totalmente concentrado en la batalla. Soy un chico de circo después de todo, me encantaba ser iluminado por el foco principal y atraer toda la atención del público. Un público de maleantes y tramperos a los que patear el trasero. Y casi hago una rima.

-Hey, tienes mala cara ¿va todo bien?- La pregunta me cogió de improvisto. ¿Se habrá dado cuenta de que mis ojeras llegan hasta el suelo? Normalmente se me da bien esconderme tras la máscara, al puro estilo de Batman.

-Quiero decir, no mala cara de esa de no he dormido desde los noventa o necesito una cirugía- Inevitablemente hizo que me llevara una mano a la cara y me palpara la mejilla, preocupado por eso de la cirugía. Tranquilo Grayson, seguro que sigues siendo guapo.

-Sino que... mira, no se cómo explicarlo pero ¿pareces preocupado? ¿ansioso? ¿algo así? Uffffff... perdona, estoy hablando demasiado y sin pensar, ignórame ¿podemos volver al principio? Voy un poco hacia atrás y tú finges que te sorprendes de verme otra vez y hacemos como que todo esto no ha pasado ¿Vale?

- ¿Siempre eres así? – sonreí divertido al ver que Spoiler se mordía el labio, como si quisiera que la tierra se la tragara ahora mismo. Le seguí la broma y le di la espalda para que dejara de sentirse incómoda y se riera un rato. Luego me giré  hacia ella como si no hubiera pasado nada.

- ¡Hombre, Spoiler! ¡Cuánto tiempo sin verte! – dije con una sonrisa divertida, aguantándome la risa por la situación absurda. Estaba bien eso de hacer el tonto de vez en cuando. Me relajaba, y sonreír era bueno para la salud. – A ti te quería yo ver… - bueno, aquí viene la parte incómoda para mi.- Lo cierto es que… llevo un par de días dándole vueltas a algo. Umh… ¿Por casualidad no tendrás un disfraz de Batgirl?

Vale, eso ha sonado raro incluso para ti, Grayson.

Asentí con la cabeza con un suspiro -Por desgracia, sí, la boca me mete en más líos de los que te puedes imaginar- Mierda ¿eso había sonado tan bien como yo lo había oído? -Porque hablo mucho, me refiero ¡No por nada más!- No lo estás arreglando, Steph, cállate.
Por suerte se dio la vuelta y me dio tiempo a recuperarme, soltar un par de risas nerviosas y parecer una persona normal. O algo.

Sonreí abriendo los brazos -¡Ey! ¡Nightwing! Pues sí que hace tiempo- Fingí toda la sorpresa del mundo aguantando la risa mientras hablaba.

-¿De Batgirl?- La pregunta me pilló por sorpresa y fruncí el ceño con sospecha. ¿Sabría Dick que en mi mundo Barbara ya no era Batgirl? ¿Habría averiguado algo? ¿Sabría cómo volver a nuestros universos? Las preguntas me saltaban en la cabeza y al final me hicieron pensar en que quizás... quizás Dick sabía algo de cómo volver a nuestros universos ¿A lo mejor en otro universo había sido Batgirl y Dick había visitado ese?. Había soñado con ser Batgirl tantas veces, algunas con tanta claridad que parecían verdad, que la mera idea me hacía estremecerme de ilusión y a la vez de miedo, era una responsabilidad muy grande el ser Batgirl.
-La verdad es que no, me habría gustado pero después de que la primera... -no podía decirle lo que había ocurrido, dada la relación que tenían podía liarla un poco y bastante la liaba de normal como para hacerlo con algo así -...se retirara, Cass tomó la capa. Siempre decía que cuando ella dejara la capa sería yo quién la cogería, pero no se dio el caso... además no es que el Batjefe se haya fiado mucho de mí, probablemente no aceptaría que tomara la capa... y bueno, yo tampoco acabo de verme, el murciélago en el pecho pesa mucho y aunque tenga ventajas también conlleva una serie de estándares que no estoy segura de poder cumplir, además de pequeña yo era más de Superman ¿sabes? Así que todos los disfraces que tengo son de Supergente... Mi padre lo odiaba...- De nuevo estaba hablando demasiado. Joder, Steph, qué pesadita eres. Sonreí para intentar quitarle peso -¿Por? ¿Quieres hacer alguna fiesta temática? Si hace falta yo me hago un traje- bromeé.

Aquella farsa me resultó más divertida de lo que esperaba. Le devolví una sonrisa de oreja a oreja cuando se acercó a mi de aquella manera tan entusiasta. A veces, Steph, me recordaba a una niña pequeña. Y yo también era como un crío. Vaya dos se acababan de juntar. 

- ¿Otra con incontinencia verbal? Vamos, patrullar sin hacer chistes no es lo mismo... aunque Batman nunca haya tenido sentido del humor... 

Mi pregunta la pilló por sorpresa. Normal, no la había realizado con ningún tipo de detalle o explicación... podría ser cualquier cosa. Ay... lo que haces para no mojarte y meter la pata, ¿eh?

- Si... conocí a Cassandra. Ella es ahora Batwoman... - dejé que mi mirada azul cayera al suelo.- Es... extraño para mi. Ella me conoce, me recuerda de su universo... pero yo no la había visto nunca antes. Aún así... siento como si la conociera de toda la vida... ¿sabes? Es como si un vínculo invisible nos uniera pero... sé tan poco de ella...- quería haber hablado más con Batwoman, pero entre las patrullas y el trabajo no había tenido la ocasión de hacer las cosas bien. Lo de Carrie y Cass era aún reciente, y me quedaba mucho por aprender de ellas...

- Yo creo que serías una buena Batgirl.- otra vez, había dicho las cosas casi sin pensar, como si realmente hubiera un estrecho vínculo entre nosotros. Sentía que Steph era para mi como una hermana pequeña. Es... raro... como si el cuerpo me respondiera solo, como si mi piel estuviera impregnada de unos recuerdos que mi cabeza había borrado.- ¿Tu también? Yo tengo casi toda la ropa interior de Superman...

¿Qué le podía decir después de esto? Por mucho que me sintiera cercano a ella no teníamos en realidad la misma confianza. ¿Cómo se me ha ocurrido preguntarle eso? Antes debería conseguir que confiara en mi. Si le contaba las pesadillas de estos últimos meses pensaría que estoy loco. 

- Umh... si, una fiesta de disfraces. Es para mi cumpleaños... el del año que viene, claro.- que mal mientes, Grayson.

-¿Tú crees que en algún universo alternativo hay un Batman con un buen sentido del humor? En plan, no se, darks y todo el rollo igual, pero que se ría de nuestros chistes, o incluso que CUENTE chistes ¿Te imaginas? Es el tipo de universo en el que me quedaría... bueno, probablemente, visto lo visto no me fío de ningún universo alternativo- A pesar de que al final ha acabado siendo un comentario un tanto deprimente seguí sonriendo, balanceándome sobre mis propios pies, siempre acababa haciéndolo cuando estaba nerviosa.

Di un salto al escucharle -¡Nightwing! ¡No digas nombres! Arggg, da igual en que universo estemos que siempre se os acaba escapando ¿eh? Vale, sí, solo has dicho parte pero... - me quedé callada, mirando al suelo también e incluso se me escapó un suspiro -Pero no son ellos ¿No te duele?- me crucé de brazos en un intento de sentirme más recogida sobre mi misma o como si alguien me abrazara -Contigo... sin ánimo de ofender, pero en mi mundo solo eras una figura distante, como un compañero de trabajo al que admiras mucho pero, bueno, que no teníamos contacto entonces estar así y, a ver, no es que seamos amigos pero por lo menos hablamos y eso... pues es una ventaja, en plan ¡Bien, subida de nivel! pero con Cass... no es mi Cass ¿sabes? no hemos vivido lo mismo y no sabe que el tercer sábado de cada mes es nuestro día ni cómo prefiero el café... ¿No se si suena muy raro?- suspira -La echo de menos, a ella y al resto... y cuando les veo aquí duele más, porque me recuerda que les he perdido- le dí una patadita a una piedrecilla que había en el suelo, ni siquiera se por qué me estoy abriendo tanto con Dick, pero necesitaba hablarlo y ya se la opinión de Jason y Tim y... bueno Dick siempre ha sido más como yo, más dependiente de las relaciones sociales.
Se me escapó una sonrisa con lo siguiente y agradecí el cambio de tema.
-De chica es más dificil encontrar ropa de Superman ¡Como si solo a vosotros os gustara! Pero tengo casi de todo, sobre todo de la etapa rebelde en la que tenía que ir completamente en contra de mi padre... - Sonreí recordando la de veces que había llevado ropa o accesorios con el símbolo de la S solo para ver el rictus de enfado de mi padre al otro lado del cristal blindado.

Alcé las cejas, mirándole. No había colado, no había colado para nada. -Ya, bueno, si al final se hace apúntame como Batgirl, no me vayan a quitar el puesto- Ahora tenía curiosidad ¿Por qué me había hecho esa pregunta y a que venía esa sensación creciente que tenía de que, de verdad, sería una buena Batgirl.

-¿Tú crees que en algún universo alternativo hay un Batman con un buen sentido del humor?

Mientras Stephanie seguía imaginando en voz alta un mundo donde Batman fuera un tío enrollado, yo volví a quedarme pensativo. Desde la colisión que seguía teniendo sueños raros, inconexos, como si fueran fragmentos de una historia contada al revés. Soñaba con gente que no conocía, situaciones que jamás había vivido, pero con un nivel de detalle que me asustaba. Era demasiado real, casi palpable, y cuando me despertaba seguía impregnado con la viva sensación del sueño.

En algunos de esos sueños había varios elementos en común. El primero, aquel niño de ojos claros y ceño fruncido. El segundo, y no menos importante, es que yo era Batman.

- Sí… seguro que hay un Batman enrollado en alguna parte…- esboce una sonrisa divertida, como si me estuviera riendo de un chiste que no había contado en voz alta.

- ¡Oh! ¡Lo siento!- dije llevándome las dos manos a la boca para taparla, como si tratara de impedir que el nombre de Cassandra se lo llevara volando el viento.- A veces se me escapa, y hoy estoy un poco despistado. No he dormido muy bien.

La sonrisa de Stephanie se desvaneció, para dejar paso a un rostro lleno de tristeza. No sabía que Cassandra era su mejor amiga. Tenía que ser muy duro para ella ver que como su compañera se había convertido en una mujer adulta y había dejado atrás muchas cosas importantes. Cosas que las dos compartían.

-Sí… si, claro que duele. ¿Pero qué podemos hacer? Adaptarse o morir, esa es la ley de la naturaleza. Entiendo que por culpa de Omega hemos perdido a muchos seres queridos, no hay un solo día que no me acuerde de ellos y sienta su ausencia… Wally, Donna, Kory, Raven, Jason… - susurré sus nombres en orden, como si tuviera una lista programada en mi cabeza.- y aunque este mundo sea ahora mismo una mierda… también ofrece segundas oportunidades. -dejé escapar un largo suspiro antes de continuar.- Hará unos cuatro meses encontré a un Arsenal venido de otro mundo. Me explicó que por fin estaba superando su adicción al alcohol, y que yo había muerto en su universo. Yo estaba peleado con el Roy de mi universo, así que los dos aprovechamos el encuentro para disculparnos con el otro. Me siento como si hubiera hecho las paces con mi Roy, y aunque sé que no son el mismo, puede que te parezca raro, pero... me hizo sentir muy aliviado.

Volví a quedarme algo pensativo, y me di cuenta de lo transparente que era el dolor de Stephanie, en sus gestos, el balanceo de su cuerpo. Estaba incómoda, y era normal.

- Y si me lo permites… no me gusta eso de ser una figura distante. Así que… ¿qué tal si vamos a por un helado? Así nos animamos un poco después de hablar de cosas que no nos gustan, ¿eh? - dije esbozando una sonrisa y abriendo el compartidor del guante para sacar la Wing-cartera. ¡Lleva mi símbolo y todo! ¿a qué mola?- Yo invito.

La expresión de Dick cuando contestó a lo del Batman enrollado se le hacía indescifrable, no sabía bien qué significaba pero parecía querer decir mucho más de lo que había dicho, pero a la vez eso que quería parecer decir era una tontería, como cuando se te ocurre un chiste muy tonto.

No le dio muchas más vueltas, porque aquella sensación de que Dick sabía más de lo que decía estaba haciéndose suficientemente persistente para que pareciera un rasgo básico de su personalidad. Quizás era así, no es que supiera más, si no que siempre lo parecía... a saber, la gente en el mundillo  del vigilantismo tenía un modo de ser muy particular.

-Tienes que descansar más, Nightwing, es importante dormir bien. No me hagas como Batman e intentes sobrevivir solo con tres horas, todos sabemos que no es factible si no eres él- le amonestó negando con la cabeza. En realidad no estaba segura de que Batman en sí pudiera sobrevivir con tres horas, siempre se lo había imaginado dándose cabezaditas aquí y allá, robando horas de sueño donde pudiera.
Era una imagen divertida.

Suspiró negando con la cabeza, ni siquiera le escuchaba del todo, era un poco como si estuviera muy lejos... siempre le pasaba cuando hablaba de ese tema, era demasiado todavía para que su cabeza lo aceptara. Aun así un nombre superó toda la lista y sonó como si fuera una campana en la distancia, un golpe. Jason. En su universo Dick y Jason nunca se habían llevado bien, es más, si Jason oía el nombre de Dick normalmente ponía esa cara de "Como encuentre una excusa le vuelvo guapo a hostias" tan especial suya... pero ¿y si en otros universos Dick y Jason se llevaban bien? Le gustaba imaginarse a Jason hablando las cosas con Dick, sacándose esa espina que claramente tenía clavada por culpa de su predecesor y que de tanto regarla con odio, se había enquistado y convertido en algo muy nocivo. ¿Debería decirle que Jason estaba aquí? -No lo se, yo quiero cambiarlo, me dan igual las segundas oportunidades o que otra gente viva distinto aquí, que si tú quieres adelante, puedes encontrarte con quien quieras y bueno...- fijó la vista en los zapatos de Nightwing, encogiéndose un poco -se que suena egoísta pero no quiero reencontrarme con un viejo amigo y ver que a cambiado, aunque sea a mejor... puedo entender por qué a ti te hace sentir bien pero yo quiero a MIS amigos, no se es... es... pff... Yo voy a seguir intentando volver a mi mundo- dijo con seguridad, para ella era una verdad universal, le daba igual que fuera darse contra una pared, era cabezota y obstinada y no le importaba invertir meses, años o lo que hiciera falta para poder conseguirlo. Echaba a todo el mundo demasiado de menos.
A veces le daban ganas de olvidarse de todo, de intentar hacer borrón y cuenta nueva en este mundo... pero no, no podía, su lealtad y el deseo de reunirse con sus seres queridos era mucho más fuerte que la tranquilidad que daba el dejarlo todo atrás.

-Un helado es como la mejor propuesta que me han hecho este mes... lo cual, sin querer quitarle  a decir verdad tampoco es tan difícil, porque no me han hecho muchas buenas propuestas por desgracia- Se le iluminó la cara poco a poco, hasta esbozar una sonrisa amplia. Incluso subió la mirada hasta la cara de Dick -Y mira, ese "Yo invito" me acaba de provocar un orgasmo. Real. Cien por cien verídico-

-¿Crees que Batman es capaz de reponerse en tan solo tres horas? Una vez le pillé en la Batcueva roncando. Estaba haciendo siestas de diez minutos y se había puesto una alarma para que le despertara. Hacía cosas muy raras...- dije encogiéndome de hombros mientras esbozaba una sonrisa divertida. Recuerdo como Alfred estaba continuamente soltando indirectas de que lo que hacía no era sano, y que debía dormir como mínimo ocho horas al día .-  Últimamente duermo entre cuatro y seis horas, y ya me ves. Estoy casi como una rosa. -bromeé, aunque por dentro estaba hecho polvo. Y es que Stephanie tenía toda la razón del mundo. Era ya la tercera persona que me abroncaba esta semana por dormir poco. La primera sin duda era Barbara, y el segundo, el fiel mayordomo Alfred, que llamaba a casa al menos una vez por semana para preguntarme cómo me encontraba. ¿Pero cómo voy a descansar teniendo tantas cosas por hacer? Entre los problemas que trajo la colisión, las misiones de los Titanes, las nuevas mafias que daban por culo en Blüdhaven y mi trabajo de jornada completa como agente de la policía… iba a darme un patatús un día de estos.

-Voy a serte sincero, Steph.- mi voz volvió a tomar un ligero matiz de seriedad al empezar la frase.- Si estas aquí es porque tu mundo ha colapsado y ha sido destruido, al igual que mi mundo. Probablemente exista una pequeña esperanza de que te encuentres con algunos tus seres queridos, pero la mayoría no volverán, y no podrás hacer nada. La colisión se detuvo antes de que consiguiera extinguir toda existencia. Los mundos que no se han fusionado seguirán separados del nuestro, y desconozco si hay alguna forma de contactar con ellos. Y aunque lo lográramos, ninguno de ellos sería nuestro mundo. Lo ideal sería que te fueras haciendo a la idea de que vas a estar aquí por mucho tiempo, y tratar de llevarlo lo mejor posible...

Se lo duro que era para ella, para todos nosotros. Ojalá las cosas pudieran ser como antes y lográramos invertir el tiempo para devolver las cosas a su sitio. Pero ni siquiera los magos poderosos de nuestro universo, como Zatara, Arión o el Doctor Fate, eran lo suficientemente poderosos como para hacer algo así… Estábamos atrapados en este mundo lleno de caos y desesperanza. ¿Qué iba a ser de nosotros?

- Lo siento, había prometido animarte.- esbocé una triste sonrisa llena de disculpa.- Vamos a por ese helado, venga. - le guiñe un ojo y traté de animarla. Eso del orgasmo me había hecho gracia, no me lo esperaba viniendo de ella. Menudas salidas tenía esta Spoiler, aunque claro, tampoco puede decirse que conociera mucho a la antigua. Si las dos tenían la misma chispa menudo cachondeo. Batman se había perdido una gran compañera.

- ¿Qué te apetece hacer en nuestra primera cita?- le seguí la broma, para ver si conseguía arrancarle otra sonrisa. No me gustaba ver a la gente triste o deprimida.- Conozco una heladería que está abierta a estas horas. Podemos ir allí.- le dije, indicándole que me siguiera a través de los edificios hasta bajar a una de las avenidas más concurridas de Gotham. Se me hacía raro caminar por las calles con el traje de Nightwing, y comprar aperitivos mientras la gente nos miraba con caras raras.- ¿Cuál es tu sabor de helado favorito?

Se empezó a reír sin poder parar al imaginarse a Batman, sentado en su Batsilla Seria™ dormido, roncando y cayéndole la baba mientras Nightwing y Alfred lo miraban con cara de resignación. -Bueno, a ver, Batman siempre ha hecho cosas muy raras, no es como si fuera algo que no supiéramos- dijo cuando consiguió calmar la risa. Lo miró y negó con la cabeza -Seguro que son más cuatro que seis... pero bueno, no es como si yo pudiera meterme mucho contigo en este tema, no es que a mi me sobren las horas de sueño, ojalá, tú simplemente intenta cuidarte, no le sirves a nadie en el hospital ingresado por sobrecarga o algo peor-

Entendía a Dick, obviamente, Omega era una especie de fuente de problemas que no dejaba de tirar más y más líos y gente como ellos, que además tenían una vida (o al menos eso suponía) solo podían recortar de horas de sueño para llegar a todo.

-Mira, admiro que tengas la paciencia para insistir con esto, pero no puedo dejarlo estar sin más. Con que haya una pequeñísima, enana, mínima décima de posibilidad no me queda más remedio que aferrarme a ella como a un clavo ardiendo. Y aunque no quisiera se que no podría evitarlo así que bueno. En serio que te lo agradezco, pero no lo voy a dejar ir- suspiró y se encogió de hombros, en plan "las cosas son como son" y luego le soltó una colleja flojita, más cariñosa que otra cosa -¡Los nombres en el campo de batalla, Nightwing! Parece que Batman no te haya enseñado nada ¿eh?-

Normalmente se enfadaba, porque le hacía sentir que no la tomaban en serio y por eso no se molestaban en usar su nombre como heroina, pero sabía que en ese caso era Dick quien le estaba dando el consejo, que estaba hablándole no de vigilante a vigilante, si no de amigo preocupado a amiga cabezota. Pero aún así no se lo iba a dejar pasar, a ver si se iba a creer que podía acostumbrarse a llamarla Steph cuando estaban trabajando y tenía que acabar matándolo o algo del palo.
Le dedicó una sonrisa, para demostrarle que las cosas estaban bien, sabía que era Dick quien había prometido animarla pero eso no significaba que ella no pudiera animarle a él. Y la verdad es que no podía no sonreírle a alguien que le ofrecía helado.

-Las primeras citas son para conocerse y comer, lo sabe todo el mundo- dijo ampliando la sonrisa y lo siguió de cerca, a ella no le molestaba bajar a tierra firme, por las zonas residenciales donde solía moverse a menudo era menos peligroso volver a las aceras y alejarse de las azoteas.

Se lo pensó un segundo -¡Oreo! ¡O arándanos! La verdad es que no puedo elegir uno solo... por si no se nota el dulce y yo somos una pareja muy enamorada. Bueno, en realidad yo le amo y él se deja, es una relación extraña, pero es mi tipo de relación- bromeó -¿Cuál te gusta a ti?-

Cuanto más hablaba con esta Steph mejor me caía. No sabría explicar muy bien el porqué, pero me hizo sentir algo mejor cuando me pidió que me cuidara y que tratara de dormir algo más que cuatro horas. Ella lo decía en serio a pesar de que nos conocíamos muy poco, se estaba preocupando por mi de verdad. Y lo que más admiré de ella en aquellos instantes fue la manera ferviente con la que defendía sus principios y mantenía la esperanza.

¿Acaso no era yo el autoproclamado “siempre optimista” Dick Grayson? Porque ahora mismo estaba recibiendo una lección por parte de Stephanie Brown sobre “cómo mantener la esperanza cuando crees haberla perdido”. No sé si es que hay que ser muy estúpido, o muy valiente,  para creer que ese 1% de posibilidades podría hacerse realidad.

La miré con los ojos muy abiertos y esbocé una ligera sonrisa. Sería muy positivo contar con una persona como ella en los momentos más difíciles de la misión. Estoy seguro de que sería incapaz de perder la sonrisa ante cualquier situación. Pero entonces me dio una colleja.

–¿Lo he vuelto a hacer?– me llevé la mano a la nuca y me acaricié en el lugar dónde la rubia me había dado– Perdona… hoy no es mi día, Spoiler.

Stephanie tenía razón, toda precaución era poca aunque estuviéramos a solas en un tejado. Y es que si alguien descubría la identidad civil de cualquier enmascarado cercano a Batman, sería capaz de deducir quienes éramos los demás. En especial los Robins, que hemos sido casi todos adoptados por Bruce Wayne.

La cosa mejoró cuando bajamos a la calle y nos dedicamos a pasear tranquilamente hasta la heladería. Las calles estaban vacías a aquellas horas, a excepción de cuatro comercios abiertos y algunos civiles paseando a sus mascotas. No era el momento ni el lugar más animado para poder pasear, pero no me preocupaba, y es que las cosas siempre mejoran cuando hay comida y dulces de por medio.

–A mi me gusta todo lo que esté relacionado con el chocolate...– confesé, y cuando llegamos al establecimiento tenía muy claro lo que iba a pedir. El dependiente nos miró de arriba abajo, asustado, como si no hubiera visto antes a un par de jóvenes enmascarados. Pero rápidamente su rostro se recompuso al darse cuenta que no teníamos intención de robarle el dinero de la caja. O lo que es más útil: robarle las cajas de helado.

– Dos cucuruchos de dos bolas. Uno de oreo y arándanos y el otro de Chocolate negro y Chocolate Chip con virutas de Chocolate...– indiqué. Después me giré para sonreír a Steph y admirar su cara llena de satisfacción.

Cuando el dependiente terminó de prepararlos, le pagué con un par de monedas que llevaba sueltas en el compartidor del brazo y después le di su cucurucho a la rubia hambrienta.

–¿A dónde te apetece ir ahora? Hoy mandas tú – completé la frase guiñándole un ojo.

-¿Cómo que no es tu día?- Sonrió poniendo los brazos en jarras, mirando a Dick y negando con la cabeza -Así no es como se piensa, señor Nightwing, hoy es tu día porque te has encontrado conmigo, que soy como lo mejorcito que Gotham te puede ofrecer, vamos a comer helado juntos y hace hasta buena noche, más o menos ¿Qué más puedes pedir? Centra un poco esa cabecita, que se note que la tienes para algo más que para exhibir esa cara tan guapa y ya. - soltó como si fuera la mayor verdad del mundo, con un tono incluso algo acusatorio. La verdad es que ella también tenía altibajos de pesimismo y en Omega no era fácil ser siempre un rayo de sol, llevando felicidad allá donde fueras... pero por lo menos había que intentarlo, porque no es que tuvieran mucho más. Sin su buen humor ¿qué les quedaba a Dick y a ella? Bueno, muchas cosas... pero ninguna tan guay.

Le gustaba la calle a esa hora, no había mucha gente en la calle y la tranquilidad que se respiraba en el ambiente era agradable, además había un montón de perritos adorables a los que admirar mientras caminaba ¿qué más se podía pedir? De hecho, había ido acariciándolos a todos si no fuera porque Dick le estaba a llevando a comer helado y, bueno, hay que tener prioridades.

-El chocolate está bien, pero es como muy típico para mí- contestó mientras caminaba a su lado. La verdad es que a Dick le pegaba ser uno de esos que siempre toman helado de chocolate, y si había helado de chocolate con chocolate, recubierto de chocolate, potencialmente también. Se imaginó a un Dick pequeñito, todavía en su etapa de Robin, con toda la cara cubierta de chocolate. Era la cosa más mona que había visto en su vida, aunque solo fuera en su imaginación, y eso que había visto un cachorrito de golden retriever intentando meterse dos pelotas a la vez en la boca esa mañana.
Cuando escuchó lo que pedía lo miró con una mezcla de admiración y respeto profundos. Si alguien le hubiera ofrecido un cheque de 200.000 dólares en ese momento probablemente no le habría hecho tan feliz. Si le hubiera ofrecido 300.000 dólares ya sería otro cantar. -¿Dos bolas, en serio? ¿El karma por fin está dispuesto a premiar todas mis buenas acciones?-

Cogió el cucurucho con reverencia y empezó a comerse el helado, con mucha, mucha menos reverencia.

-¿A dónde quiero ir? Hm... no se ¿al parque? No creo que vestidos así intenten robarnos la cartera, la verdad... ¿O prefieres ir para el centro y subir a alguna azotea a ver las luces y fingir que todo va bien?-

Parpadeé varias veces ante el radiante entusiasmo que mostraba la rubia. Tenía que reconocer que sus discursos eran motivadores a la par que divertidos, pero no tan convincentes como ella quería demostrar. De acuerdo, Grayson, si quieres acercarte más a esta Spoiler tienes que dejarte de tonterías y recuperar tu buenrollismo. No debes dejar que esos sueños raros te acaben de volver loco.

- Me ha quedado claro, señorita Spoiler. Hoy es mi día de suerte, así que te has ganado dos bolas de helado. -asentí a lo del Karma. Que ocurrencias tiene esta chica...- Efectivamente, y además de eso, has ganado un pase Vip para patrullar con el famoso vigilante de Blüdhaven. Patear culos ya no será lo mismo para ti.- reí ante la tontería, mi propio sentido del ridículo empezaba a brillar por su ausencia.

- Lo de la azotea estará bien, así no llamaremos tanto la atención. Pero antes de hacer saltos mortales será mejor que nos terminemos el helado, así que mejor empezar por el parque.- propuse. Podríamos arriesgarnos a usar el gancho y subir al edificio contiguo, pero seguro que alguno de los dos tendría mala pata y se le caía una, o en su defecto, las dos bolas del helado. Y no estaba dispuesto a arriesgarme, con la comida no se juega.

Paseamos tranquilamente por las calles de Gotham hasta toparnos con un solitario parque donde poder sentarnos a comer. En medio de un cuadrado de arena se alzaban cuatro columpios seguidos. Inevitablemente me acordé del circo, y mis instintos de trapecista me instaban a acercarme a uno de ellos. Al final me senté en el segundo empezando por la izquierda. Con un gesto, indiqué a Spoiler a que se sentara en uno de los columpios de al lado. Mientras me balanceaba, le di un mordisco a la última bola de helado de chocolate que me quedaba. Era de madrugada, y pasar la noche en vela siempre abría mi apetito.

- Echaba de menos momentos como estos, rubita… - confesé, mirando a mi compañera con una sonrisa llena de amabilidad.- Oye, propongo un juego. Hay dos columpios más que están vacíos. Si pudieras llamar a alguien para columpiarse con nosotros… ¿A quién llamarías? Se que es una pregunta difícil, dos personas son muy pocas...

Era difícil no ser optimista cuando trabajabas con Richard Grayson.
Por lo general, cuando tratabas con el resto de miembros de la familia o incluso con el resto de vigilantes con los que Steph había tratado, los intentos de optimismo eran respondidos en el mejor de los casos con gruñidos (una vez cierto hijo de murciélago había intentado clavarle una navaja incluso).
Pero Dick no.
Dick te respondía con dos bolas de helado y un comentario positivo que te invitaba a ser amable con él siempre.
-Acepto, sí quiero, compro, cien por cien involucrada en lo que propone, señor Nightwing- dijo inmediatamente. No tenía especial ilusión de pasarse por 'Haven, la verdad es que ese sitio tenía la fama de ser incluso peor que Gotham, pero sí quería trabajar más con Dick, quizás hasta hacerse amigos.
Wow. Amiga de Nightwing.

Asintió cuando comentó lo de los saltos mortales y el helado. -Una vez hice un trabajo sobre mi relación de amor-odio con la gravedad. Sigo sosteniendo todo lo que afirmaba en él- comentó con tono serio, como si estuviera haciendo la afirmación más meditada del mundo. -Y básicamente concluía con que ella me odiaba. Me odia. Me ha odiado siempre- Hizo un gesto de derrota exagerado antes de meterse el helado en la boca.

Estar con Dick era agradable, le daba una tranquilidad y una sensación de que las cosas no podían salir mal. Y era una sensación falsa, porque Dick no era omnipotente y si las cosas iban mal (y era Gotham, probablemente irían mal) era un humano normal, bueno un poco por encima de lo normal, pero no tenía poderes ni podía cambiar las cosas con un chasquido de los dedos. Pero se sentía tranquila, como si por lo menos por un rato pudiera quitarse parte del peso que llevaba siempre sobre los hombros.

-Yo también los echo de menos. No hay mucha tranquilidad en esta Gotham, menos inlcuso que en la mía- Se quedó pensativa, mirando su helado -Si puede ser... cualquier persona pediría a Cass y a Damian ¿conoces a Damian?- preguntó dirigiendo la mirada a él -Es un chiquillo... bueno, por lo menos el de mi mundo, es un chiquillo muy particular. Su modo de decirte que te quiere es decir que estás gorda y que no sabes pelear. Al principio es difícil de tratar pero se le coge cariño rápido, estaba... estoy, estoy enseñándole a ser un niño de verdad, porque se crió... bueno, digamos que fue una familia disfuncional y yo se lo que es eso, salvando las distancias, claro- y una vez más se estaba pasando hablando ¿habría algún modo de callarla o iba a estropear todas las conversaciones que tuviera con gente, sobre todo con sus ídolos? -Te quiere mucho, por eso lo llamaría a él-. Decidió concluir con eso. Y ya. No iba a hablar más a no ser que fuera totalmente necesario.

Stephanie Brown tenía una forma curiosa de ser encantadora. Y es que sus elocuentes frases y su verborrea habitual me dejaban siempre fascinado. No pude evitar soltar una carcajada cuando habló de su supuesto trabajo sobre su intensa relación con la gravedad. ¿Cómo se le ocurrían esas cosas? Estaba claro que Steph tenía una imaginación sin límites.

— Creo que me voy a dedicar a recopilar en un estudio todas las tonterías que salen por esa boquita —confesé, esbozando una sonrisa divertida— Y después haré una encuesta para que la Batfamilia vote cuál es la mejor frase de Spoiler del año.

Al escuchar el nombre de Damian mi corazón se saltó un latido y miré a Stephanie con incredulidad. No tenía ni idea de quién me estaba hablando, pero tenía la sensación de que lo conocía de algo. Era una sensación extraña, llena de felicidad y tristeza por partes iguales. No lograba entenderlo.

— Tiene pinta de ser un niño muy malcarado… — medité, tras escuchar su descripción. Y entonces me vino a la mente la figura borrosa de aquel pequeño Robin, que siempre fruncía el ceño en mis sueños. ¿Tenía algo que ver con él? — Me gustaría conocerle… —concluí tras la última frase de Stephanie. Me había dejado bastante descolocado eso de que “Me quiere mucho”. ¿Quién sería ese misterioso Damian?

— Tengo la sensación de que siempre me estoy perdiendo algo importante… y mi subconsciente suele hacerme malas jugadas, ¿sabes? Lo que te explicaba hace un rato, lo de el disfraz de Batgirl… no tiene nada que ver con lo que te dije, perdona —me disculpé, dejando escapar un largo suspiro— Tengo sueños extraños, recuerdos sobre otras vidas que no son la mía pero qué se parecen demasiado… en uno de esos sueños te vi con un traje negro y morado de Batgirl. Y yo… —esperé un segundo, se me hacía difícil decirlo en voz alta— Yo era Batman.

Era extraño pensar que mi yo de algún lugar había tenido el valor de ser Batman. Fueran las circunstancias que fueran, ese Dick Grayson había asumido el papel del murciélago. Era triste pensar en lo que habría ocurrido para que yo obtuviera el legado del murciélago. ¿Bruce habría muerto? Con tan solo imaginármelo se me encogía el pecho. Era un peso demasiado grande para asumir, nunca me vi capacitado para ser Batman.

— Es raro… ¿Verdad? Quizás en algún universo nos conocimos así… — me di cuenta de que me estaba despistando con mis propios pensamientos y volví a centrarme— Oh, volviendo a lo de los columpios… yo llamaría a Barbara y a Jason… — decidí, mirando de nuevo a la rubia con una sonrisa— tengo la sensación de que te llevarías muy bien con Barbara. Ahora ha dejado de ser Batgirl y ha comenzado su carrera como política en Gotham...— expliqué, y mis ojos albergaron un brillo lleno de cariño hacia la pelirroja. La echaba de menos, y los tiempos de Batgirl y Robin se me hacían cada vez más lejanos.— Y Jason, bueno… no se si llegaste a conocerle. Murió demasiado joven, fue una de las víctimas del Joker...— mis puños apretaron con más fuerza las cadenas que sostenían mi columpio— Era un chico muy bueno, aunque algo cabezota. Le quería como a un hermano...

-¿Tantos años de tu vida estás dispuesto a perder?- Preguntó con tono jocoso -Pero lo de la votación me gusta, podemos hacer que el Señor B pierda alguna apuesta estúpida que le obligue a utilizar la frase como eslógan de la próxima campaña de las industrias que dirige, que no nombraré por si acaso-. Era tan fácil bromear con Dick que casi se sentía como en casa, como si nunca hubiera tenido que sufrir aquella mierda de los universos y todo lo demás. De hecho ni se había dado cuenta de que había incluido a Batman en la broma y no fue consciente hasta que luego se paró a pensar.
Tenía que dejar de pararse a pensar, lo hacían todo mucho más complicado.

Asintió con la cabeza sonriendo -malcarado es quedarse corto, pero se le coge cariño... creo. Es un poco como... ¿te acuerdas esos polos que tenían una gominola al final? Pues como comerte uno de esos esperando llegar a la gominola. Pero tienes sensibilidad dental. Así que es un poco un suplicio pero luego valdrá la pena... o algo así, no se cómo explicarlo, pero no se, al menos el Nightwing de mi mundo es del tipo de persona a la que se le da bien quitar todo el hielo y llegar pronto a la gominola. Y... es una mierda de símil, perdona- se rió de su propia estupidez, dándose cuenta de lo infantil que sonaba, pero por alguna razón pese a la vergüenza que le daba sonar tan estúpida no se sentía mal.


Cuando Dick dijo que sentía que se estaba perdiendo algo lo miró muy seria, cosa rara en ella, todo lo que describía le era familiar.

-Lo se- dijo sin pensar pero enseguida rectificó -En mi mundo has sido Batman, aunque la capa te pesaba demasiado- tenía una sonrisa triste en la cara. -Pero si te ayuda, todo iba bien al final...- Balanceó un poco los pies -Yo también he soñado que era Batgirl... pero eso es imposible, quiero decir ¿te imaginas a Batman aceptando que alguien como yo llevara el murciélago en el pecho? No creo que fuera posible... pero me basé en ese sueño para hacerme este traje, me sentía tan bien en el sueño que no podía dejar escapar esa sensación sobre todo cuando estaba pasando un momento tan oscuro- No sabía por qué estaba contándole todo a Dick, pero si él se había abierto ella también podía hacerlo -No se, estuve a punto de colgar la capa pero ese sueño me dio fuerzas otra vez... todos confiabais en mi, en mis capacidades... y no solo vosotros, yo misma-. Aquello se estaba volviendo muy triste y el helado se le estaba derritiendo en la mano, así que después de salvar las gotas que caían por los lados y llenarse media cara de helado miró a Dick sonriendo -Además estas lineas me hacen parecer mucho más delgada ¿a que sí? Una sílfide que lucha por la justicia y la verdad- se estiró en el columpio, en una pose que intentaba ser algo así como sugerente, pero solo parecía cómica entre el helado, la capa y todo.

De nuevo su boca actuó antes de que lo hiciera su cabeza -Jason está vivo- CALLATE STEPH, CALLATE, NO DIGAS TONTERÍ -Es prácticamente mi mejor amigo y sin él probablemente habría muerto... otra ve... Espera ¿que Babs qué?- Tuvo que cerrar los ojos con fuerza porque había un exceso de información llegándole en ese momento -No me voy a acostumbrar nunca a Omega, Nightwing. Nunca-

No me había dado cuenta de lo mucho que me gustaba escuchar a Spoiler. Tenía una manera curiosa de ver la vida, y aunque no todos sus chistes eran buenos, ella lograba arrancarme una sonrisa con facilidad. Había sido muy tonta la comparación del polo con la gominola, pero también había sido muy sencilla de entender y muy expresiva. Era lo que tenía Stephanie Brown. A primera vista, parecía una chica que sólo sabía decir tonterías, pero en realidad era una persona alegre, sencilla y desbordaba un gran entusiasmo. Me gustaba eso de ella, se me hacía más fácil hablar con alguien así. Me hacía olvidar los momentos difíciles por los que estaba pasando. Me sentía libre y despreocupado en aquel columpio que se balanceaba despacio hacia delante y hacia atrás.

No pude imaginar lo que la rubia me diría después. Me sentí tan aliviado escuchándola, que quise agradecérselo de alguna manera.

—Si yo fuera ese Batman… dejaría que fueses mi Batgirl —le dije con una eterna sonrisa dibujada en mis labios. Se la veía tan feliz con aquel sueño atrapado en sus pensamientos. Ella también se había visto como Batgirl, y le había gustado lo que veía—. No creo que sea un sueño tan inalcanzable…

De hecho, en este mismo instante, en este mismo universo… Barbara había abandonado la capa de Batgirl, y era perfectamente factible que a largo plazo, Stephanie pudiera seguir su legado. La única cuestión a la que le había dado varias vueltas en mi cabeza era… ¿Hasta que punto Barbara y Stephanie se conocían? ¿Habían sido muy amigas en su universo?

—¿Al final?— pregunté, sorprendido.— Dudo que aquello que vivieras fuera el final...— tristemente, el mundo de Steph se había extinguido como la llama de una pequeña vela, y ahora el fuego que iluminaba su vida era el de una larga, pesada e incomprensible vela gigantesca, creada con la cera de diferentes colores, tamaños y formas, que conforman los diferentes universos fusionados con Omega. Pero aún así, mi corazón se alegraba mínimamente de que en uno de esos pedacitos de mundo yo hubiera conseguido ser Batman y hubiera hecho felices a miles de Gothamitas durante mis noches de guardia.

Stephanie alivió cómicamente el momento, devorando su helado que amenazaba con derretirse por los bordes, y marchándose la cara por el camino de una pasta espesa con sabor a oreo y arándanos. En aquel momento de silencio, aguanté la risa que trataba de escaparse de mis labios y me dediqué a terminar también mi helado. No vaya a ser que acabe como ella, y manche el traje de Nightwing ya de paso.

—¿Una sílfide?— acentué la sonrisa al ver la pose tan cómica que intentaba a duras penas ser sexy— Espero que la sílfide no salga volando cuando haya un golpe de aire...

Por suerte ya habia terminado con mi helado cuando Stephanie habló de Jason. Sino, el cucurucho de galleta ya estaría revolcándose en la arena del parquecillo para niños.

— No puede ser...— me levanté del columpio y me acerqué a Spoiler hasta agarrarla suavemente de los hombros. Mi cuerpo se había tensado por completo, y noté un ligero temblor en las rodillas. No podía ser cierto.— Espera… ¿Has dicho que Jason está vivo?

Después me aparté de ella. Sentía que necesitaba recuperarme, coger una fuerte bocanada de aire que llenara mis pulmones hasta los topes, y cerrar los ojos para no sentir el mareo que me acompañaba. Jason estaba vivo. Jason era amigo de Stephanie. Jason le había salvado la vida…

—Por favor, cuéntame más… — le dije casi como si fuera una súplica.— ¿Él está bien? ¿Es el Jason de tu universo? Necesito… necesito verle… —dije al final, con un ligero temblor en los labios. No podía creer en ello hasta que le viera con mis propios ojos...

Dick sonrió, pero no se rió en su cara por aquel símil tan malo. Se le hacía extraño que alguien respetara tanto su forma de ser, sus bromas y sus tonterías, tanto que había momentos que hacía incluso la pausa para la risa despectiva. Pero esta no llegaba. Y era gratificante y daba un poco de miedo, como cuando saltas al vacío y sin saber si vas a caer en ese coche en movimiento y al final atterizas con los dos pies.

Por alguna razón aquella respuesta le dolió.
Porque sabía que Dick no le dejaría que fuera su Batgirl, fuera Batman o no, o si le dejaba sería a regañadientes. No sabía por qué lo sabía, pero lo sabía, y una vocecita dentro de ella estaba llamando a Dick hipócrita, pero no quería escucharla. No. Le gustaba imaginarse que en aquel universo, en aquella situación tan esperpéntica como era Omega, ella se podría poner un murciélago en el pecho con la aprobación de alguien más que la suya propia.
Era un sueño inalcanzable, pero le dedicó la sonrisa más brillante que pudo articular a Dick.

-Claro que no es un sueño inalcanzable ¡Todo es posible en un mundo que ha sido reducido a cenizas y puedes reconstruir!- Aquello tendría que haber sonado esperanzador y feliz, pero había acabado sonando cínico y un poco ácido. Suspiró. Su optimismo no llegaba lo bastante lejos como para creer que realmente había posibilidades de ser feliz en Omega.

Sonrió amplamente al escucharle, negando con la cabeza. -Bueno, era una expresión... era el final del sueño, en plan... bueno, no se puede soñar para siempre, aunque me gustaría... me estoy yendo por las ramas y no tiene nada que ver con este tema, mejor lo dejo- suspiró, mirándose las manos -No se, creo que serías buen Batman en cualquier caso, entonces o ahora o siempre-

Volvió a ponerse bien en el columpio, porque aquella posición era incómoda y no estaba consiguiendo su objetivo, a juzgar por la cara de Dick en ese momento.

-Pues yo también lo espero, no me caben en el cinturón piedras para no volarme, y no quiero marcarme un Son Goku con sus pesos por ahí, acabaría demasiado cansada... con brazacos dignos de la selección olímpica de levantamiento de pesas, pero demasiado cansada. No tengo tiempo para estar tan cansada-

La había liado. Pardísima. Pero muy muy muy parda. Jason iba a colgarla de los pulgares en las mazmorras y a vender sus órganos al mercado negro. Mientras aún estaba viva. Dick reaccionó como se esperaría de alguien que ha perdido a un ser querido y ahora ha descubierto que, en realidad, no está muerto.
Se mordió el labio inferior, porque su cambio de tema no había tenido ningún éxito. Obviamente le interesaba saber más sobre Babs, pero sacarle información en ese momento a Dick iba a ser imposible.
Totalmente imposible.

Aquella noche no se imaginaba que acabaría teniendo a Richard Grayson suplicándole. Ni para sacarle información ni para nada.

-Jason...- dudó -Está... bueno, el cambio de universo no le ha hecho muy bien a sus problemas... desde lo de la Fosa... bueno, en nuestro universo lo revivieron mediante la Fosa de Lázaro, no se si sabes lo que es... pero te toca la cabeza, y él ya tenía algunos... problemillas, y ahora... bueno, además la paranoia rampante que te instala Batman en la cabeza, sabes cómo es eso- suspiró -No creo que nadie lo esté llevando bien, pero Jason está especialmente... digamos alterado- Pero quizas... quizás ver a Dick, saber que Dick era incluso mejor que el de su universo, que todo en Omega no estaba tan mal.... no, no, no, no ¿cómo podía estar olvidándose de lo que habían decidido juntos? Que no confiarían en nadie que no fuera de su universo... pero... la situación... -Siquierestedigodondeviveperotendrásqueirbajotupropiaresponsabilidadprobablementetepongaunapistolaenlacabezaoalgo- soltó del tirón, sin darse tiempo a pararse a pensar en lo que decía. La vocecita de la razón de su cabeza estaba explicándole con detalle cómo le iba a matar Jason, pero le daba un poco igual... o quizás no. Pero el pensar que su amigo podría recuperarse al menos un poco... la terapia de choque era efectiva ¿verdad?