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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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[Mini-Evento] (Prólogo) Europe's living a invasión (Autoconclusivo). 28 de Marzo de 2019.
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Mensaje
140Star-Lord
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 171 Fecha de inscripción : 29/03/2015 Localización : Siempre puedes llamarme al móvil... ¿Se llama así, no? Empleo /Ocio : Líder de los Guardianes de la Galaxia. Humor : ¿Qué hace la Milano al llegar a un muelle espacial? ¡Rebotar!
Ficha de Personaje Alias: Starlord, el legendario forajido. Nombre real: Peter Quill. Universo: Marvel
Tema: [Mini-Evento] (Prólogo) Europe's living a invasión (Autoconclusivo). 28 de Marzo de 2019. 18th Junio 2016, 13:07
28 de marzo de 2019. Alguna hora en mitad de ninguna parte (literalmente). Cafetería "Last Place" en mitad de la estación Sapiencial. Confluencia interdimensional al final del universo.
- Entonces... ¿Es eso una insinuación, señor Quill?-
- ¿Insinuación? ¿A qué te refieres?-
- Oh, vamos, no soy ninguna muchacha inocente que no sepa ver una invitación a algo más que una copa...- La kree me sonrió, reclinándose contra la silla. Lo de ser un hombre de provecho e intentar encontrar a una chica adecuada me estaba costando. No era tan fácil como había pensado. Además, solo estábamos de tonteo. Nada serio... De momento.
- Vamos, somos los dos adultos. Estamos en mitad de la nada (literalmente), y sé que los kree tenéis vuestra manera de... Hacer las cosas, y quería...- Le seguí el juego apoyándome yo también contra la silla y removiendo ligeramente la copa que tenía entre las manos. Ella alzó las cejas pero sin abandonar su sonrisa pícara.
- ¿Nuestra manera? ¿Y cuál es esa manera que tenemos de hacerlo, señor Quill? Además, ya que hablamos de maneras, he oído que a los terranos les cuesta mantener el ritmo a la hora de... Ya sabes.-
- Soy solo medio terrano, y además tengo la mitad buena. Además, créeme, sé como...- Un escuadrón de soldados armados hasta los dientes con armaduras doradas brillantes entró de manera implacable en el bar, captando todas las miradas y atención que allí había. Apreté los dientes y suspiré. Sabía perfectamente quienes eran esa guardia y a quien acompañaban. Apuré la copa y, sin dejar de mirar hacia la entrada del bar, negué con la cabeza.- Deberías salir de aquí. Ya. Lo siento.-
La chica frunció el ceño, pero uno de los soldados apoyó su mano en el hombro de ella y la levantó, arrastrándola prácticamente fuera de allí, sin importarle que la mujer le dijese que podía perfectamente salir sola. Un hombre emergió de entre la guardia, con su elegante chaqueta roja y esos aires de superioridad que siempre llevaba. Los soldados que le acompañaban se quedaron allí firmes a su espalda, sin permitir que nadie se acercase.
- Hola Peter... ¿Cómo estás? ¿Así que es esto a lo que te dedicas ahora, eh?- Resoplé por la nariz, mirando a aquellos ojos que tanta repulsa y pena me daban al mismo tiempo.
- Hola papá.... No puedo decir que me alegre de verte... Y en respuesta a tu pregunta, sí. ¿Estás celoso? ¿Y cómo me has encontrado?-
- Sí. Y en respuesta a tu segunda pregunta, parece que olvides que soy el rey del sistema planetario Spartax... Tengo mis recursos. Pero no estoy aquí para presumir de eso. Tenemos cosas más importantes de las que hablar... Como la Tierra.- Un escalofrío recorrió mi espalda y me crucé de brazos. Cualquier cosa que pudiese involucrar a la Tierra y mi padre era malo. Yo era lo único bueno que había salido de esa unión, y dudaba que se fuesen a volver a juntar los planetas como aquella vez. Hablo en sentido literal. Al parecer cuando mis padres... Bueno, era un momento estelar único y todo ese rollo. Me enteré años después. Al final será verdad que soy más especial de lo que siempre he creído. Pero mi padre tenía algo más que decir al respecto.- Tienes que mantenerte alejado de ella.-
- ¿Perdona?- Abrí los ojos de repente, flipando un poco con la situación.
- Sé que no es fácil para ti. Es tu planeta natal y demás, pero sólo intento protegerla.- Solté una risa sarcástica mientras negaba con la cabeza, moviendo el vaso vacío de la copa que me había tomado.
- Espera, ahora lo recuerdo. Ya me viene todo a la mente. Tú fuiste a la Tierra y dejaste embarazada a mamá, y luego nos abandonaste a ella y a mí sin que te importase ni lo más mínimo. ¿Y ahora me pides que me mantenga alejado de ella? ¿Qué estás tramando?- Dio un fuerte golpe en la mesa con ambas manos después de sentarse.
- Lo de tu madre no fue mi culpa. Quise volver a por ella y a por ti para salvaros, pero no pude hacerlo. No permitiré que me hables en ese tono. Y ahora préstame atención y compórtate como un adulto. Deja ya tus batallitas de adolescente. Lo que voy a contarte solo lo sabe un puñado de gente en la galaxia. Se llevó a cabo un consejo* de imperios galácticos donde se decidió que a partir de ahora NINGUNA interacción extraterrestre podrá ser llevada a cabo con el planeta. La Tierra necesita que se le de una oportunidad para poder llegar a formar parte de la civilización galáctica, y la única manera de que eso suceda es dejándola en paz. Acudo a ti personalmente porque sé que siempre quieres defenderla y...- Eso fue demasiado para mí. Me pasé la mano por la cabeza mientras abría mucho los ojos y apretaba los dientes.
- ¿Un consejo galáctico? ¿Y os acabáis de dar cuenta de que eso es lo que le pasa a la Tierra? Muy bien, os felicito. No está mal para los líderes del cosmos. No es que me preocupe que la seguridad de toda la galaxia depende de gente como vosotros, pero me alegro de que los Guardianes estemos aquí.- Mi padre cerró los ojos, apretándolos al igual que el puño y suspiró, volviendo a mirarme después.
- La ley dice que nadie tiene permitido pisar suelo terrano. Y TÚ cumplirás esa ley, o no podré hacer nada por ayudarte.- Levanté el dedo, señalando su cara con él, con el ceño fruncido y la voz más alta de lo que me habría gustado debido al cabreo que iba en aumento en mi pecho.
- ¿Una ley? ¿Estás de coña? Al haber instaurado esa ley lo que habéis hecho es ponerle una diana gigante a la Tierra. Ahora todos querrán invadirla: los badoon, los skrull, Thanos... Cualquiera de vuestros enemigos, y así tendréis una excusa para frenarlos... Usas a la Tierra como un cebo, y lo sabes.-
- ¡Lo que sé es que eres Star-Lord de Spartax! ¡Ese es tu derecho de nacimiento! Y sin embargo te dedicas a ir de bar en bar por toda la galaxia, bebiendo y acostándote con cualquier fulana a la que consigues engatusar. Ocupa de una vez tu lugar como el primogénito del imperio. ¡Es tu derecho, y serías un gran líder, como lo soy yo!- Me puse de pie, cansado ya de tanta tontería y tanta historia que no hacía más que venderme y echarme en cara tan solo porque yo no hacía lo que él quería o cómo él quería. ¿Pero qué esperaba? Es un tirano que masacra a los débiles y pretende conquistar la galaxia para su maldito imperio. Por mí puede metérselo en lo más hondo de su flaknard e irse a hacer krutakinadas.
- No me gusta tu imperio ni cómo lo creaste. Eres cruel y sanguinario, además de violento. Yo no pienso ser así. No voy a convertirme en su príncipe, y la respuesta que tengo para ti es que te krutan, papá. Y si me entero de que estás poniendo la Tierra en peligro...- No se tomó nada bien eso último y se levantó empujando la silla hacia atrás, captando la atención de los soldados que adoptaron una posición defensiva hacia su líder. Pche, qué típico.
- ¡Soy tu padre y tu rey! ¡No te atrevas a hablarme...!- Un sonido de cristales rotos captó nuestra atención y miramos al origen de esta. Allí, en mitad de todos los soldados, una mujer dio un salto, derribando a un par de ellos mientras esgrimía una enorme y brillante espada. Sonreí pero alcé los brazos, indicándole que parase.
- Gamora, tranquila. Todo va bien.-
- Peter, ¿va todo bien? Creía que estabas en peligro...- Bajó la espada, mirando con aquellos ojos duros y desafiantes a los soldados y a mi padre. Me acerqué a ella asintiendo y dándole un suave golpe en el hombro confidente.
- Estoy bien, gracias... Vámonos. No hay nada que ver en este sitio.-
- Gamora, la mujer más peligrosa de la galaxia.-
- ¿Celoso?-
- Si. Da igual lo que hagas Peter, siempre me llega información periódicamente sobre ti y tus actividades. Oí que te enfrentaste a Thanos y venciste. Que volviste de la muerte o algo así... Imagina lo que conseguirías como rey. Lo que conseguirías a mi lado... De lo que serías capaz si en vez de ir por la galaxia de juerga con tus "amiguitos" disfuncionales hicieses lo que debías hacer... Imagínatelo...- Pero ya habíamos abandonado el bar mientras yo maldecía por lo bajo. ¿Cómo había encontrado aquel lugar? Creía que la estación era algo casi imposible de localizar. ¡Das't sea! Ahora sería mucho más complicado esquivarle y evitar sus constantes visitas. ¿Por qué tenía que ser así? Yo no había pedido un padre perfecto, pero tampoco eso. Teniendo el imperio que tenía y demás podría perfectamente ser un líder carismático y justo, y hacer mucho bien. Y en vez de eso se dedicaba a chulearse de lo "guay" y perfecto que era y de lo mucho que me había perdonado la vida y bla ble blo. Qué cansado me tenía. Gamora apoyó su mano en mi hombro.
- Peter, no le hagas caso. No merece la pena.-
- Gamora, tú no lo entiendes. ¿Sabes lo que es tener un padre que...?- "¿Te da el coñazo todo el día y sólo quiere lo mejor para él juzgando cada cosa que haces?". Ella me miró con un alzamiento de cejas y una sonrisa. Sabía que no lo había dicho pensando, y me corté en mitad de frase. Dándole yo clases a ella de padres conflictivos, cuando su padre era uno de los seres más peligrosos y temidos del universo.- Lo siento, yo... Es solo que estoy cansado.-
- Tranquilo, sé que no lo decías con malas intenciones. De lo contrario te habría clavado esta espada en el vientre. Pero sé de lo que hablo. No le hagas ni caso a ese desgraciado. Tú eres mucho más hombre que él.- Asentí y le sonreí, agradeciendo el apoyo. El intercomunicador empezó a pitarme como un loco. El de Gamora hizo lo propio y lo cogimos. Era Rocket. Estaba nervioso y nos decía que fuésemos a toda velocidad al hangar, que había pasado algo horrible.
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- ¡Maldita sea! ¡Lo sabía! ¡Es que lo sabía! ¡Mierda, mierda, mierda, mierda!- Cruzábamos la galaxia a toda velocidad, yo con Gamora y Drax en la Milano y Rocket con Groot en una pequeña nave que Cosmo nos había dado. Tal y como me temía, los sensores localizaron a la flota badoon alrededor de la Tierra, preparados para atacarla. Sabía que sucedería. No hay nada como prohibir algo para que la mitad de los imbéciles que pueblan la galaxia lo quieran hacer al instante. Ahora la Tierra estaba en peligro, y por mucho que mi padre dijese que no debía pisar su suelo no pensaba quedarme de brazos cruzados mientras veía cómo la masacraban. Gracias a Cosmo y al sistema de rastreo que Rocket había instalado fuimos avisados de esto en el mismo momento en que sus naves aparecieron en la atmósfera terrana. Debíamos darnos prisa si queríamos alcanzarla y defenderla cuanto antes. Cogí el micrófono y lo activé.- ¡Rocket! ¡Activa el sistema de mensajería a largo alcance! Tenemos que mandar este mensaje a todos los teléfonos o sistemas de comunicación de la Tierra cuanto antes! ¿Está ya? Perfecto. ¡Hola! ¡Aquí Peter Quill, alias Star-Lord! ¡Somos los Guardianes de la Galaxia! ¡Están atacando la Tierra, repito! ¡Los badoon están atacando la Tierra! ¡Que todas las unidades y equipos que puedan se movilicen y se preparen para enfrentarse a ellos! ¡Esto no es una broma ni un simulacro! ¡Por favor, todo el que pueda que lo haga!-
Saltamos al hiper espacio y aparecimos casi al instante en el otro extremo de la galaxia. La imagen era bastante desgarradora, con todas aquellas naves que iban descendiendo sobre mi planeta. Activamos los sistemas de guiado y localización y vimos que estaban atacando tres ciudades en Europa: París, Londres y Berlin. Debíamos darnos prisa si queríamos evitar una masacre total. Por suerte la invasión era bastante más pequeña de lo que creía y no había tantas naves. Un ataque rápido y preciso. De haber movilizado a toda su flota les habríamos localizado mucho antes de que siquiera se acercasen a la Tierra, y tanto nosotros como el cuerpo Nova, los Lanterns y demás los habríamos frenado antes. Pero ahora nos tocaba combatir como pudiésemos con lo que teníamos. Al menos disponíamos de dos naves. Registré la actividad en las ciudades y vimos que en Berlin ya había un grupo de héroes frenando el ataque.
- ¡Rocket! ¿Lo estás viendo? ¡Encargaos vosotros de Londres y nosotros iremos a París! ¡Cualquier cosa que suceda, sea lo que sea, avísanos! ¡Estaremos en contacto! ¡Buena suerte!- Cerré las comunicaciones y apreté los aceleradores al máximo, precipitándonos a toda velocidad en dirección a la ciudad del amor. Las palabras de mi padre resonaban en mi cabeza, obligándome a apretar los dientes. Lo único que esperaba era que no llegásemos demasiado tarde.