La Era de Scorpio [02-12-2018] (Ancel, Hellboy)

2 de diciembre de 2018.
13:15 del medio día aproximadamente.
Entrada este, base del puente de Brooklyn.
Mercado Troll, bajo Nueva York.


Aún era temprano para visitar un sitio como el Mercado Troll, o eso pensaba el demonio. Siempre que había ido a aquel lugar lo había hecho bien entrada la noche, pero la situación le había obligado a ir cuanto antes. Desde todo lo acontecido en las profundas celdas de Arkham, había estado dándole vueltas a todo. Los demonios mentían muy de vez en cuando, y se había encontrado con seres que le habían dicho que terminaría abriendo el infierno, con lo que estaba acostumbrado a esa clase de amenazas. Sin embargo, en aquel lugar encontró un símbolo que nunca antes había visto, y que sin duda tenía que ver con el ser que les habló desde lo alto del monte, mostrándoles todas aquellas devastadoras imágenes de lo que, según él, estaba por suceder. Hellboy cumpliría con su destino por fin, aunque esto último poco le preocupaba. No lo había hecho hasta ahora, y desde luego no tenía ninguna gana de hacerlo. Pero en el B.P.R.D nadie fue capaz de decir qué era o a quién pertenecía esa extraña "S" que había visto dibujada en varios sitios dentro de la celda de Crane. ¿Y qué haces cuando no encuentras las respuestas en la mejor agencia de investigación y defensa de lo paranormal del mundo? Te cagas en todo y pones rumbo al mercado Troll, con la ilusión de que alguien sepa qué demonios era eso.

Lo que nos lleva a nuestro querido demonio recién entrado en aquel mágico lugar. Todo el mundo (o al menos la mayoría) le conocía allí. Muchos le miraban con el ceño fruncido, otros codeaban a sus compañeros y sonreían al ver al que consideraban un héroe. Algún insensato le tiraba una fruta o cualquier cosa que tuviese a mano acompañado por un grito de "traidor" o cosas peores. Pero a él eso le importaba menos que nada. Tenía cosas más importantes de las que encargarse, y desde luego no le iban a frenar un par de cacerolas oxidadas. Con una mirada de enfado bastaba para que la mayoría de esos valientes se escondiesen tras los puestos o algún compañero más grande que ellos. En el fondo no podía culpar a la mayoría. Él era un traidor al resto de demonios por no cumplir con su deber y dejarlos bien encerraditos en el infierno. Pero que se fuesen olvidando de la idea de campar a sus anchas por la tierra.

Entró en una tienda decorada con miles de pequeñas piedras y símbolos arcanos de todos los colores, y un fuerte olor a incienso. Largos cordeles hacían las veces de puerta, obligando al demonio a apartarlos para poder entrar. La larga sala estaba iluminada por la luz que entraba a través de los resquicios de las ventanas cerradas o algún pequeño hueco en el techo, así como las velas que habían sido colocadas a lo largo y ancho del lugar, apoyadas en taburetes o estanterías. Recorrió la distancia que le separaba del mostrador y se asomó por encima de este. No había nadie. Se aclaró la garganta y buscó algún timbre o algo que le sirviese para avisar de su presencia. No lo necesitó. Una pequeña puerta redonda se abrió tras el mostrador y de ella salió una mujer que apenas mediría medio metro de alta. Comparada con Rojo era una minucia total. Se colocó sobre la prominente  nariz unas gafas de culo de vaso y miró escéptica a su cliente.

- Bienvenido a mi tienda, Anung-Un-Rama... ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Alguna poción de amor? ¿Tal vez un brebaje para olvidar?- El demonio dejó un papel sobre el mostrador donde el símbolo estaba dibujado a mano, copiado de las paredes de aquella celda.

- He visto toda clase de símbolos, runas y letras arcanas, pero nunca había visto esto... ¿Sabes qué es?- La mujer entrecerró un ojo hasta casi dejarlo oculto. Alargó la callosa mano y cogió el papel, sujetándolo tan lejos como su brazo se lo permitía. Bufó y murmuró algo entre dientes, completamente incomprensible. Lo giró un par de veces y revisó la parte trasera del papel. El demonio puso los ojos en amarillo, pensando que toda esa parafernalia no era necesaria y la mujer sólo se estaba haciendo la interesante. Al cabo de un par de minutos moviendo el papel en todas direcciones perdió ligeramente la paciencia.- ¿Y bien? Por mucho que lo haga girar no va a hablar...-

- ¡PCHÉ! ¡No seas arrogante! ¿Crees que es sencillo reconocerlo? He visto tantos símbolos como estrellas en el firmamento... ¡Puede que más! Así que cálmate y no me distraigas...-

- ¿Distraerla? Si no está haciendo nada señora...- La mujer sacó de su bolsillo un pequeño palito, no más grande que uno de sus largos dedos, y golpeó suavemente el papel con él. Este entró en combustión, convirtiéndose en una pequeña nube gris, como el flash de una antigua cámara.- Perfecto... Ahora nos ha quedado todo mucho más claro.-

- Estaba comprobando una cosa, jovencito. Y te aconsejo que seas más respetuoso con los mayores... Por desgracia, desconozco ese símbolo... Sé que es demoníaco de algún modo, pero no a qué ser invoca... ¿De dónde lo has sacado?- Hellboy suspiró. Se imaginaba que no encontraría nada allí, y por suerte había hecho varias copias antes de salir de la base. Ya se conocía a los mediums y demás seres del estilo y la manía de destruir el papel era demasiado grande como para no llevarse un par de copias por si acaso. Iba a contestar a la mujer cuando escuchó un rugido y un fuerte golpe seco proveniente del exterior de la tienda. Se disculpó y le dejó un par de monedas de plata en el mostrador, agradeciéndole la ayuda de todos modos. Salió de la tienda y buscó el origen de aquellos ruidos. Lo que encontró le habría sacado una sonrisa en otra situación, de no haber sido por la peligrosidad de la misma. Su amigo Arión, el hechicero al que ayudó a vencer a un antiguo enemigo, se encontraba amenazado por un enorme escorpión que hablaba con una desagradable y chirriante voz. Era tan grande como la calle y se preparaba para asestar un golpe mortal al pelirrojo. El demonio sacó su revolver y, tras apuntar con cautela un par de segundos, disparó a la cola central del enorme ser, acertando de lleno. La bala rebotó en cuanto entró en contacto con la dura piel. Un bufido y la criatura se volvió a él con aquel rostro carente de ojos pero provisto de una boca llena de afilados dientes. Miró a los presentes que habían formado un gran corro alrededor de la bestia.

- Salgan de aquí... ¡Ya! ¡Eh, pincitas! Yo que tu bajaría los aguijones antes de que pise... Estas botas son nuevas y no me gustaría mancharlas.-

Claras habian sido las indicaciones de Clane para aquella primera prueba, me hallaba atravesando una gran puerta en un sitio que no podria haber imaginado ni en mis mas profundos sueños pero real sin duda. Las imagenes vividas de mi último sueño volvieron a mi mente mientras cruzaba la entrada a ese mundo nuevo, después de haber logrado que el guardián me dejara pasar a cambio de un pequeño amuleto.

En mis recuerdos, un extenso campo de niebla oscura con un firmamento de estrellas sobre mi y una figura brillante pero oscura que surgia de la niebla lentamente, sus manos y piernas tenian cadenas doradas.

- Cachorro, estas cerca de tu primer objetivo, recuerda que mañana deberas estar en el punto correcto en el lugar adecuado... - Levantó las manos y en la neblina se formaron imagenes de una entrada entre callejones, una puerta mágica, un guardian y una especie de mercado enorme pero....con seres que el no habia visto mas que en los libros y entre esos puestos una figura de cristal que brilló con malicia de manera inusitada -....es posible que te encuentres cara a cara con algunos de tus temores alli...pero recuerda que debes confiar en ti mismo y en quien eres....o fracasaras. Busca aliados puros entre esos puestos, se tu mismo siempre y tu objetivo se te revelará sin esperarlo... - dijo antes de formar una silueta de niebla negra con la forma de una especie de escorpion.

- Me has repetido esa frase muchas veces desde que esto empezó, como puedo saber si alguien es puro sin conocerle?

- La luz y la oscuridad estan atadas constantemente y el limbo entre ellas disimula muy bien su esencia, pero bajo la presión adecuada todos revelamos lo que somos en realidad. Guiate por los hechos, no las apariencias y encontraras a los aliados correctos...date prisa...no queda mucho tiempo y si fracasas...ya sabes lo que te espera...a ti y al mundo... pruebame que estab@ en un error....Ancel...pruebame que eres el primero de tu especie en quien YO...pudiera llegar a confiar.... - dijo antes de despertar aquella mañana y lo recordaba con claridad y cansancio.
Desde que Clane se revelara en el Sancta Sanctorum de Extraño, me encontraba que siempre estaba algo mas cansado de lo habitual pero eso no me debilitaba en el empeño y empuje por cumplir mi deber.

Me hallaba pensando en sus palabras y mirando los primeros tenderetes cuando una multitud gritando huyó despavorida en múltiples direcciones y tuve que hacerme a un lado entre las tiendas para no ser aplastado por la estampida de gente, pronto ví cual era el origen de sus temores y me heló la sangre. Debia de ser sin duda un ser demoniaco, tenia dimensiones gigantescas en comparación al resto de gente del mercado, parecia una especie de escorpión enorme con tres grandes colas, torso humanoide y un craneo grande con cuernos, sin ojos y provisto de enormes dientes, su voz chirriante me provocó un escalofrio en toda la espina dorsal y recordé entonces las palabras de Clane en su sueño y la forma que proyectó en su mano...podria ser ese monstruo la clave de su primera prueba?

No tuve mucho tiempo para pensar pues el horrible demonio tenia atrapado a un hombre pelirrojo y se disponia a clavarle los aguijones cuando otra voz resonó con claridad después de un estallido provocado por un revolver de considerable tamaño. No pude creer lo que vieron mis ojos: otro demonio, un ser grande corpulento y humanoide habia sido el causante del disparo, y no solo eso...estaba poniendo a salvo a la gente y defendiendo a aquel hombre atrapado por la criatura...Quedé atónito, siempre creí que los demonios eran seres egoistas, malvados que pensaban unicamente en su único beneficio...que bien le haria salvarle la vida a aquella gente a un ser de esa especie? Mi cabeza se volvió un torbellino repentinamente pero recordé algunas palabras de la entidad en mi interior..."guiate por los hechos...no las apariencias..." seria quiza...?

Pero no pude seguir dandole vueltas, el monstruo se giró a ver al demonio chirriando sus dientes, y alzó dos de sus tres colas: una al mago al que tenia atrapado y la otra al demonio. Iba a atacar no tenia mucho tiempo y, casi sin pensar actué por instinto; la caja de las musas se activó al poner la canción indicada y empecé a tocar una melodia lenta pero segura que hizo aparecer dos grandes escudos de energia en torno a los dos individuos y otro en torno a mi, que rechazaron los golpes de la bestia y la alejaron un poco.

Mi voz resonó en la mente de los tres:

- "Disculpad la intromisión pero no podia permitir que este ser dañara a gente inocente...ni a quienes tratan de defenderla, vuelve a los abismos criatura infernal...aqui nada podrás reclamar.."

- Joder... Eres feo con ganas, ¿eh? ¿Besas a tu madre con esa boca?- Un siseo anunció un nuevo ataque, y aunque el demonio estaba preparado para esquivarlo, el golpe del enorme aguijón rebotó, produciendo un chirrido de frustración por parte de aquella criatura. Hellboy frunció el ceño y se volvió al escuchar una nueva voz. A pocos metros de él había un joven moreno que parecía ser quien les estaba protegiendo con... ¿Magia o algo así? Seguramente. Sin embargo, Rojo sabía que por mucha defensa o cobertura que tengas, JAMÁS debes dejar de mirar a tu enemigo, y mucho menos si este se trata de un escorpión tamaño tranvía con varias colas dispuestas a ensartarte y llenarte de veneno. Miró sobre el ser y vio que su amigo estaba bien. Algo aturdido en el suelo, pero bien. Y entones pasó algo que el demonio adoraba. El ser, viéndose en inferioridad de condiciones chilló, y con un rápido movimiento huyó del combate hacia las profundidades del mercado. Hellboy puso los ojos en amarillo, resoplando, y comenzó a correr tras de él.- ¡Serás cabronazo!-

Cuando una criatura de ese tamaño corre por un mercado lleno de pequeños estantes, cestas, productos que se venden muy bien ordenaditos sobre una mesa o el suelo, todo sale volando. El rastro de caos y destrucción que dejaba aquel ser habría bastado para que hasta un ciego hubiese podido seguirlo. Hellboy saltaba sobre los restos de cajas o comida que llenaban el largo pasillo que el escorpión dejaba, intentando alcanzarlo. Aquel bicho era rápido como pocas cosas había visto en su vida, y si le añadías que usó un par de columnas para impulsarse en su huida la cosa se complicaba por momentos. Él no podía arriesgarse a intentar disparar en plena carrera. En ese momento deseó que la vaquera estuviese allí. Ella habría sido capaz de acertar al ser en una pata justo en el momento en que se apoyaba en ella, haciéndolo caer estrepitosamente y frenándolo en el sitio. Pero no, le tocaba a él intentar alcanzarlo. No tenía muchas opciones y sabía que si seguía con aquella persecución no solo medio mercado troll acabaría convertido en el mercado de las astillas, sino que seguramente el ser conseguiría huir. Sacó de su cinturón una pequeña bala y la golpeó contra su puño de piedra, agitándola después. La metió en el revolver y esprintó. Disparó las otras cinco balas, acertando con un par de ellas al escorpión. Este bufó y se giró para mirar al demonio a la cara, mostrando sus dientes afilados. Hellboy frenó y se quedó mirándole, recuperando el aliento.

- Qué... Manía... Con correr joder... Vale... Ahora sí...- Apuntó con toda la precisión con la que fue capaz y disparó, alcanzando el ancho pecho del monstruo. Un grito de dolor le acompañó y pudo ver como las colas se dirigían hacia él, golpeándole en pleno cuerpo y mandándole contra el puesto más cercano. Lo atravesó con fuerza y todos los objetos le cayeron encima. El monstruo bufó y huyó de nuevo, pero el demonio no podía seguirle... Ni lo necesitaba. Había conseguido darle con la bala que le interesaba. Se levantó, limpiándose la gabardina y disculpándose con la dueña del tenderete que le gritaba e increpaba por haberlo roto.- Si, si, lo sé... ¡Que no he sido yo señora!-

Había conseguido incrustarle un dardo trazador que llenaría lentamente la calle con unas marcas verdes brillantes gracias a las cuales podrían llegar hasta su objetivo. Este seguramente se metería en las alcantarillas o subiría a las azoteas. Ahora solo le quedaba esperar a que llegasen los otros dos y explicarles la situación.

OCC:

Acabé la tonada poco después y los escudos desaparecieron pero la criatura, al parecer, tenia agenda propia y salio huyendo de la reyerta con el demonio rojo tras ella, por un momento pensé en seguirlo antes de que huyera pero antes queria asegurarme que el hombre se encontraba bien.

- Os ha herido, tiene usted algo roto? - le ayudé a ponerse en pie y me lo agradeció tanto en mi intervención como mi ayuda, pidiendomela de nuevo para ayudarle a encerrarle, visto lo visto y pensando en mi prueba parecia que no habia otra opción - claro, os ayudaré en todo lo que pueda, creo que la providencia me ha llevado hasta aqui hoy y hasta usted, mi nombre es Ancel, Ancel Dario Wetzler por cierto - le tendí la mano con cordialidad y luego me giré a ver el rastro de destrucción que iban dejando los dos demonios - debemos seguirlos, si eso escapa...

Sonarón dos disparos y un chillido agudo. Y no esperé a ver si el hombre me seguia sali corriendo entre las callejuelas con puestos hechos añicos, esquivando cestas y saltando obstaculos pero a medio camino vi que el demonio rojo volvia sobre sus pasos lentamente mascullando entre dientes y una señora que gritaba contra el, increpandolo por haberlo roto todo. Me entró un ligero escalofrio al volverlo a ver, los demonios me despertaban un profundo resquemor pero, suponia que a eso se referia Clane cuando decia que deberia enfrentarme a algunos de mis temores.

- Uhm, ha podido usted....atraparlo o encerrarlo de alguna manera?

Pregunté al demonio siguiendolo lentamente a traves de la calle hecha polvo con montones de comerciantes mirando hacia el final de la misma, donde habian visto que el monstruo se habia esfumado o mirandonos a nosotros como causantes de sus males, ademas varios se unieron a la señora para inculparnos, especialmente al demonio rojo. Dirigí una mirada a todos los puestos con algo de incomodidad y ligera frustración, al menos el demonio aunque me sorprendiera habia arriesgado su pellejo para eliminar a esa cosa.

- Oh callense ya!!! Este hombre ha arriesgado su integridad física para eliminar un peligro potencial para todos los presentes!!

Me dirigi entonces al propio demonio y le tendí una mano aunque con un ligero temblor.

- Me llamo Ancel, A-Ancel Dario Wetzler.

Ambos llegaron y el moreno se presentó como Ancel Dario Wetzler. Hellboy asintió.

- Puedes llamarme Hellboy... ¿Qué tal Arión? ¿Qué te ha traído hasta la última alcantarilla del mundo?- El demonio recordaba que el mago vivía en París, al otro lado del Atlántico, y como el mercado troll no era un lugar conocido por todo el mundo le sorprendió verle. Era agradable encontrarse a uno de los pocos amigos que tenía fuera del B.P.R.D. Si necesitaba cualquier cosa le echaría una mano. Pero primero el monstruo que amenazaba.- Le he conseguido alcanzar con un dardo trazador. Nos indicará con una luz luminosa a dónde se dirige... Aunque tal vez no lo necesitemos...-

El ser no hacía ningún esfuerzo en ocultarse, levantando más y más puestos, rugiendo con fuerza y provocando que todo el mundo huyese a su paso. Se dirigía hacia la entrada del mercado. Arión se alejó de ellos volando, para poder tener una vista panorámica de la situación. Hellboy maldijo y comenzó a correr de nuevo. El chaval podía haber salido de cualquier lado, ya que no estaba con su amigo. Había aparecido de repente en mitad de la nada, y se presentó él mismo, no usando a Arión como intermediario, de manera que sabría apañárselas o moverse. Desde luego él tenía una cosa bastante más grande de la que preocuparse. Cuando consiguió alcanzar al ser vio como lanzaba algo hacia el mago. Era un Daoine. La reconoció en cuando esta abrió los brazos para flotar en el aire y no estrellarse contra el suelo. Apretó los dientes y el puño de piedra.

- ¡Eh! ¡Ya me estoy cansando de esta basura!- Sabía que entre ambos podrían con aquel ser sin problemas, o eso esperaba. Miró al atlante y asintió, antes de lanzarse a por el enorme ser con la mano de piedra en alto. El escorpión hizo un rápido movimiento circular, golpeándole en mitad del aire y lanzándolo contra la pared como una bola de demolición. Lo único que debían evitar era que la criatura abandonase aquel lugar. Si lo perdían en Nueva York ya se podían dar por jodidos. Hellboy desenfundó su revolver y, tras levantarse y limpiarse el polvo de la gabardina disparó contra la criatura, errando casi todos los tiros.- ¿Te gusta esto? ¿Eh?-

Nota:

Un ensordecedor chillido de terror no dejó tiempo para conocernos mejor. Me di la vuelta y empecé a correr hacia el lugar donde se hallaba el monstruo detrás del demonio rojo, encontrando su origen a las puertas del lugar, justo cuando el ser arrojaba a una muchacha no humana al aire.

Solté una exclamacion de alarma y frené en seco para intentar detener su caida buscando su trayectoria extendiendo los brazos pero para mi sorpresa ella sola flotó en el aire aun a varios metros del suelo. La muchacha me agradeció el gesto antes de asegurarme que se encontraba bien y tras eso fui corriendo hasta donde estaba el enfrentamiento.
El monstruo tenia su vista fija ahora en el hechicero que afirmaba ser, atlante. Atlante nada menos....de verdad? Podria ser del continente perdido de las leyendas?

El mago levitaba sobre el demonio, cuando sentí un ligero pero conocido estremecimiento de aviso en mi espina dorsal y en mi mente. Reconocí la sensación al instante y rapidamente me cubrí con un puesto volcado en el suelo y algunas columnas de piedra semiderruidas a poca distancia del llamado Hellboy y abrí un canal mental con mi ya conocido ser interior.

- Que quieres?....disculpame pero es que....no es el mejor momento y lo sabes...
- Quiero que sepas que cuando esto acabe, quiero salir un rato. Tengo interés en saber algo de la historia de ese hechicero.
- ....estas de broma?
- Promeeeto no hacer nada....o al menos, no hacer nada irreparable a nadie que no lo merezca...ademas aqui no se ven muchos humanos estare comod@ y me comportare...
- Pero...
- Recuerdas tus miedos??... No creerias que solo me referia a demonios no?
- Como puedo confiar en tu palabra??!!
- No puedes...ahi esta la gracia...debes elegir si confiar en ella.....ahhh que decidirá el joven hechicero?? Que gran dilema verdad?? -dijo con un tono picaro que no me gustó un pelo pues no pude diferenciar si era de malicia o solo de burla.

Mi mente se volvió un torbellino por un momento. Era consciente de que aquello estaba siendo un examen de Clane, una de mis pruebas...pero eso no queria decir que le fuera a permitir usar mi cuerpo a mis anchas sin mas...
Me vi en una encrucijada horrible. Si accedia, me arriesgaba a que ocurriera una desgracia terrible y me manipulara.... Pero si me negaba...demostraria que no confiaba en ell@ y...quiza eso fuera el error mas grave. Tardé un minuto en decidirme.

- Esta bien....pero quisiera decirte algo mas...
- Dispara pequeñin.
- Quiero confiar en ti....pero no dejaré que uses este cuerpo a conveniencia...si noto que algo va mal...debes saber que luchare para salir y lo hare aunque tenga que morir en el intento junto contigo..- dije mentalmente con algo de temor pero firme y decidido.

Clane se tomo su tiempo para responder y temí que hubiera provocado el desastre por un instante, pero pronto me llego una risa alta y cantarina desde lo mas hondo de mi. Me tranquilizó un poco, sonaba alegre y no sarcastica como solia ser.

- Meridiano cachorro....jajaja, vas aprendiendo. Empiezas a creer en ti mismo lo suficiente incluso como para plantarte ante tus peores miedos...incluso para plantarte con firmeza ante mi. Solo por eso voy a darte un pequeño consejo para ayudarte antes de irme: la música puede amansar a las fieras...pero también puede enloquecerlas, solo debes hacer que los vientos...jueguen a tu favor....Ciao bambino, hablaremos luego~~!!

Cuando volvi a ser consciente de donde estaba y en que situación, habian pasado unos minutos. Justo al despertar vi al demonio levantarse de entre un estropicio  y maldiciendo contra la criatura sacudiendose el polvo, mientras el otro trataba de dialogar con el monstruo, el cual cada vez retrocedia mas y mas acercandose a las puertas y amenanazando con escaparse.

Hellboy se levantó justo a tiempo para volver a disparar a bocajarro y alejarlo algo de la puerta. No tenia tiempo para pensar que habia querido decir Clane con aquel consejo asi que hice lo primero que se me ocurrió saliendo de mi cobertura de runas y tenderetes destrozados con un salto hacia un lado para evitar que los disparos del demonio me convirtieran en un colador y tras eso me levanté a su lado.
Directamente llamé con un silbido a mi espada que se materializó fiel como siempre en mi mano y ahora, espada en diestra y batuta en siniestra, di un silbido modulado dirigido a la hoja de mi sable. La batuta brilló canalizando magia y la espada se encendió en un destello de color verde azulado antes de que yo diera varios cortes al aire, respaldando asi los disparos de Hellboy. Mi hechizo producia una extension del filo de mi espada hecha con aire y magia, permitiendome atacarlo a distancia con una hoja de aire y esperaba que fuera eso a lo que se referia Clane con su pista.

Pero desgraciadamente.... esquivó la gran mayoria de golpes que fueron a dar contra las paredes y en los alrededores cerca de la puerta junto con algunas de las balas de Hellboy. El monstruo era muy escurridizo y los pocos cortes que acertaron apenas provocaron algunas muescas en la piel de la criatura: el hechizo era demasiado debil para dañarlo y las balas no parecian hacerle nada. El monstruo rió en alto y chilló triunfante con una risa gutural.

- JAJAJAJAJA!!! Estupidos, es inutil ya no podreis retenerme, Scorpio ya es li.... AAAAAAAAAAGH!!

La frase acabo con un sonoro chillido de dolor por parte del demonio. Al principio, yo no supe porque, pero pronto descubrí que pasaba: el monstruo habia ido de espaldas hacia las puertas sin perdernos de vista, seguro de estar ya a un solo paso del mundo exterior, y estas se cerraron de improvisto aprisionando su cola central antes de que pudiera irse, cercenandola y evitando que esa cosa las atravesara. Un disparo de Hellboy y uno de mis cortes habian dado en los mecanismos de apertura y cierre de las puertas del mercado.

El monstruo furioso se devolvió ahora ya viendo cortada su retirada, a descuartizarnos pero al parecer nuestro ataque le dió tiempo a el presunto atlante a realizar un hechizo de encarcelamiento que fue a dar a la estatua de cristal que iluminandose empezó a arrastrar al escorpión poco a poco hacia ella otra vez. Creí que todo acabaria entonces pero para mi horror el monstruo se revolvia y empezó a ganarle terreno a la energia mágica a pesar de todo, si seguia asi escaparia de nuevo y quien sabe si tendriamos otra oportunidad igual.

Empecé a pensar a toda velocidad como podria ayudarlo, la pista de Clane que podria significar? Viento, viento.....ya habia probado con un hechizo de ese elemento y no habia funcionado, que estaba pasando por alto...que podia ser...

La gente empezó a dispersarse en todas direcciones con mas desesperacion en cuanto las puertas se cerraron, atropellandose por salir de la escena antes de recibir ellos daños por la pelea. Unos guardias de una familia noble corrieron a proteger a su señor enarvolando lanzas y cuernos de guerra que iban tocando para que los demas se apartaran, el griterio era insoportable y los chillidos de la criatura ensordecedores a su vez no ayudaban a pensar....Uno de los guardias entonces tropezó y cayo al suelo mientras el resto corria perdiendo el cuerno que fue a parar a mis pies a un lado....y entonces me llegó una idea que no entendí como siendo lo que soy, un humilde músico, no se me hubiera ocurrido antes.

- Aguante signiore creo.... creo que se como ayudarlo, no lo suelte!!!! - le grité a Ahrion y empecé a buscar en mis bolsillos , mi movil con mis partituras, sabia que tenia al menos una que podria servir aunque fuera simple, tenia que hallarla y por fin tras unos segundos la encontré y puse el cable usb del movil conectado a mi fiel caja que colgaba siempre a mis hombros.

La caja reaccionó al instante con un destello cegador que me cubrió con mi atuendo blanco y dorado habitual de combate y, al momento hizo aparecer una pequeña ocarina luminosa que destelleó eterea delante de mi. La tomé en las manos mientras a su vez una cajita de música tambien eterea empezó a flotar a mi alrededor como esperando que empezara la música. Mi mascara retiró magicamente la protección para respirar dejando libre mis labios para tocar y inspirando hondo empecé la melodia rezando para que funcionara teniendo como objetivos al monstruo y a Ahrion...

https://www.youtube.com/watch?v=DJMlNSVocHo

El griterio que siguió por parte del monstruo fue ensordecedor e hizo callar el resto de ruidos, pero procuré concentrarme en lo que hacia sin dejar que nada mas me distrajera mientras la criatura se retorcia sobre sus patas de insecto rozandolas y arañando el suelo con las pinzas, como si estuvieran torturandolo de la forma mas endemoniada imaginable.

- NOOOOO BASTA, ESE RUIDO NOOOO!!!!!! NO LO SOPORTO, TE MATARE HUMANO, SCORPIO TE BUSCARA Y DESTRIPARA LENTAMENTE MALDITO!!! NO QUIERO VOLVER A ESA PRISION!!! NO PUEDE SEEEEEEEEEEEEER!!!!

Mentalmente mientras tocaba hablé a Ahrion:

- Ahora Ahrion encerradlo!! Usad vuestro poder todo lo que podais, la música os ayudará, es usted el único que puede devolver al averno a ese monstruo - dije mientras la dulce melodia penetraba en los tres espiritus fortaleciendo a mi aliado y desesperando a ese bicho.

Nota:

El monstruo lanzó varios ataques contra el demonio con pinzas y colas. Este los esquivó como pudo, y bloqueó un par con el puño de piedra. Agarró uno de los aguijones con ella, y el ser tiró de él con fuerza, levantándolo del suelo.

- ¡Ah, cagarro!- El escorpión le zarandeó y le golpeó contra la pared con fuerza, pero el demonio no pensaba soltarse de ahí tan fácilmente. De un salto se encaramó a su espalda y le propinó un buen puñetazo en toda la cara. Sabía que Arión necesitaba tiempo para preparar sus hechizos, y le estaba dando todo el que podía. La criatura se tambaleó con el golpe de la mano de piedra en su rostro, chillando desagradablemente. Hellboy se bajó de él con agilidad, cayendo pesadamente en el suelo a escasos pasos de él. Tenía los labios apretados y los ojos entrecerrados observando a su enemigo.- Y ahora quédate ahí quietecito de una vez...-

El ser rugió y lanzó con fuerza un puñado de arena a los ojos de Hellboy. Este se cubrió con la mano de piedra pero la distracción fue suficiente para que el enorme escorpión huyese en dirección a la puerta. Sin embargo, antes de que pudiese atravesarla del todo esta se cerró, pillando una de sus colas con un grito desgarrador que lleno todo el mercado. Estaba atrapado, y cuando se giró vio a Arión y al joven chaval observando al ser y usando sus... ¿Eso era una ocarina? ¿Y a qué esperaba para tocarla? No oía nada a pesar de que brillaba, pero entonces el ser comenzó a gritar y a maldecir ante aquellos infernales ruidos, amenazando con matarlo y destriparlo. Debía ser un instrumento mágico o algo por el estilo que le impedía a él escuchar lo que estaba tocando. Eso le había frenado momentaneamente, lo cual estaba bien, ya que si dependían de los soldados que llenaban la calle iban apañados, tropezándose y sin saber qué hacer ninguno de ellos. El demonio se colocó entre los magos y el monstruo, cubriéndoles de algún posible ataque y dándoles el tiempo que necesitasen para frenar por fin a aquella bestia.

Funcionó, pude ver como el hechizo de mi improvisado compañero devolvia a esa cosa a su prisión de cristal de forma definitiva ayudado por mi música. Un gran destello seguido de un último aullido de Scorpio zanjo por fin la contienda y la obra llegó a su fin con el final de mi melodia.

Observé al mago atlante volver a ponerse a nuestra altura mientras la caja de las musas volvia a unirse y a ser mi confiable maletin y mis ropas volvian de nuevo a su aspecto común y silvestre, quite el movil de la caja y me lo guardé, acercandome a Hellboy y a Ahri'ahn con rapidez y algo de alivio.

- Esta usted bien Hellboy? Espero que no este herido - dije algo preocupado antes de que Ahri'ahn se acercara a agradecernos lo que habiamos hecho por el y por el mundo, me subieron los colores a las mejillas y mi ojo dorado empezó a brillar de vergüenza mientras me rascaba la coronilla.

- N-No debe usted agradecerme nada, al menos a mi, no podia dejar que ese monstruo campara por el lugar alegremente amenazando a gente inocente - escuché también lo que decia el mago sobre poner la reliquia a salvo y me mordí el labio distraido...ese cristal era mi primer objetivo, tendria que hablar con el mientras se relajaban para explicarle toda mi historia y esperaba que al final de la misma Ahri'ahn pudiera confiar en mi lo suficiente como para permitirme guardarlo y ademas estaba el tema de Clane, que ya habia avisado y solicitado salir para conocer mejor al atlante.

Escuche después la invitación del mago para tomarse algo con nosotros y conocernos mejor, lo cual me relajó un poco, en un ambiente cordial seria mas facil explicarles mi historia, el porque estaba allí y quien seria su próximo visitante, también enrojecí un poco mas aumentando el brillo de mi ojo dorado cuando me dijo que mi magia era cuanto menos sorprendente y peculiar, viniendo de un atlante (o al menos presunto atlante) debo decir que me lo tomé como un gran halago.

- Mi maestro se aseguró de enseñarme bien...es todo. De hecho creo que el destino ha querido que me reuniera con ustedes, en todo caso, yo acepto su invitación Ahri'ahn, sera un placer acompañarlo y aprender mas sobre ambos - dije mirandoles, Hellboy me resultaba aun intimidante pero habia luchado a mi lado y también merecia un voto de confianza y respeto.

La magia de ambos terminó por encerrar de nuevo a aquella criatura en la figurita de cristal de la que había salido. Apenas tenía el tamaño de una manzana y brillaba con los reflejos de las luces del lugar. El demonio no podía entender cómo alguien podría comprar esas baratijas. Le parecían una horterada. Entendía que había de todo en el mundo, pero no le pillarían con una cosa de esas en el cuarto. El atlante descendió y recogió el cristal, mirándolo con cierto temor pero tranquilo de haber conseguido volver a encerrar a aquella criatura en su pequeña prisión de cristal. El pequeño ser que había sufrido el ataque de Scorpio se posó también en el suelo, y tras lanzar a los presentes una mirada de agradecimiento y un asentimiento, volvió a sus quehaceres rumbo al interior del mercado. El joven mago preguntó al demonio si se encontraba bien o estaba herido, a lo que respondió con una sonrisa.

- Tranquilo... Hace falta algo más que un par de golpes para hacerme daño... Arión.- Asintió y le estrechó la mano. Recordaba cuando se conocieron durante su aventura en el mundo oscuro para luchar contra aquel ser que amenazaba con destrozar el mundo del mago. Entre los dos consiguieron frenarle y traer algo de paz al atlante. Había demostrado no juzgarle por su apariencia, y parecía un tipo de fiar y alguien a quien te gustaría tener de aliado.- Bueno, ya me conoces. Eso de salvar el mundo y demás es lo que mejor se me da. Y si puedo ayudar a un amigo además...-

El muchacho estaba un poco compungido y colorado ante los halagos del atlante, y el demonio no pudo evitar sonreír ante ello. Era cierto lo que decía Arión acerca de su magia. Él tampoco recordaba una magia de ese estilo. Lo único parecido que había visto a lo largo de su vida eran los cánticos de sirena, cuyo poder era suficiente para engatusar al más preparado de los hombres, magos o criaturas del mundo. La diferencia era que el joven mago no había amansado a la bestia o la había convertido en un ser que obedeciese a sus deseos, sino más bien todo lo contrario. Había hecho que se enfureciese hasta tal punto que no pudo resistirse al conjuro que lo volvió a encerrar en su celda particular.

El atlante sugirió entonces que se sentasen a tomar algo para charlar tranquilamente y así poder conocerse mejor. A pesar de que Hellboy había ido al mercado en busca de información acerca del símbolo de la celda de Crane no había encontrado nada, y tal vez el hechicero pudiese ayudarle.

- Claro, por qué no. Hay un sitio aquí cerca. Os llevaré. ¿Os importa que fume? ¿Queréis?- Sacó una caja de cigarrillos y se llevó uno a la boca, encendiéndolo después con unas cerillas que llevaba en la propia cajeta. Una fina nube de humo gris salió de su boca mientras caminaba en dirección al interior del lugar. Mucha gente les miraba, algunos con una sonrisa y otros con cara de mal café, mientras los dueños de los tenderetes que habían sufrido el arrase de la criatura recogían un poco todo y recolocaban sus productos en los estantes. El barullo volvió a llenar el lugar y los gritos de la gente vendiendo sus especias sobresalieron por encima del gentío. Negó con la cabeza a un par de seres que le ofrecían una cesta llena de pequeñas frutas mientras miraba por encima de la gente el lugar al que se dirigían.- Puedes estar seguro de que a veces el destino quiere esas cosas, chaval. Pues últimamente he estado jodido. ¿Alguno habéis oído hablar del escándalo de la noche de todos los santos? Al parecer un capullo vestido como un espantapájaros creyó que sería divertido rociar con un gas del miedo a todo el país. Lo verdaderamente grave es que ese gas tenía una especie de residuo sobrenatural demoníaco. Vamos, que el muy imbécil había decidido jugar con quien no debía... Investigué un poco y encontré este símbolo que no había visto en mi vida... Lo toqué y me encontré en alguna montaña con un cabronazo que se puso a decir un montón de chorradas acerca del fin del mundo y demás. ¿Lo habíais visto antes?-

El demonio sacó un pequeño papel y les mostró el símbolo que había dibujado con la intención de encontrar a alguien que le pudiese echar un cable, ya que en el B.P.R.D no habían sigo capaces de encontrar nada de valor.

- Había venido con la esperanza de encontrar respuestas, aunque nadie ha sido capaz de decirme nada útil... ¿Y vosotros? ¿Qué hacíais aquí? Oí que se armó una buena en Atlantis. ¿Tuviste algo que ver?- Preguntó a su amigo volviéndose ligeramente hacia él. Lo de Atlantis fue el tema de conversación durante meses, y cualquiera que estuviese atento a lo que se murmuraba entre las criaturas mágicas habría oído algo de ello. Una guerra entre los reyes del reino y no se qué más. Tampoco le había dado demasiada importancia el demonio a todo aquello. Suficiente había tenido de reinos marinos tras todo lo que le sucedió en África varios años atrás. Aunque tal vez no lo mostrase de manera visible, se alegraba de haberse encontrado a Arión allí. Quién sabe. Con un poco de suerte le ayudaría a encontrar las respuesta que andaba buscando desde hacía algo más de un mes.

Me mostré cuanto menos algo sorprendido por las hazañas que relataba Arion sobre el demonio. Un ser proveniente del mundo oscuro alzandose contra su propia especie...su naturaleza para salvar el mundo de los humanos, ayudando a los necesitados y debiles y sobreponiendo su seguridad a su propio bienestar. Siendo sincero, no crei que pudiera encontrarme nunca ningún ser semejante a el. Me dirigi a el vacilante pero ya sin ese miedo tan grande que me inspiraba su clase, parecia una persona en la que realmente se podia confiar.

- Es un honor entonces para mi, haberlo tenido a nuestro lado para luchar. Debe usted perdonarme, en un primer momento no sabia si podia confiar en usted pero...ha arriesgado su integridad por los inocentes y las palabras de Arion parecen solidas y muy creibles, asi que por favor acepte mis disculpas - le tendí la mano en agradecimiento y tras ello el mago preguntó por mi maestro, ambos parecian interesados en el tema asi que supuse que tendria que llegar a ello y mejor hacerlo antes de dejarle rienda suelta a mi alter ego divino.

- Se llamaba Friederich, fue como un tercer padre para mi, si les interesa mi historia en cuanto estemos en un ambiente menos cargado me explicaré con detalle - les sonrei y entonces me sonroje un poco cohartado por mi proxima pregunta y esperando no ofenderle - entonces....es usted realmente un atlante? Un habitante del legendario continente perdido?...

- Eh cachorro!! Antes de alejaros ve a la puerta y recoge el aguijon que ha perdido ese demonio. Es importante. - dijo una voz en mi cabeza.

Negue con la cabeza pues sabia que me habia quedado en blanco unos segundos, mientras el atlante me contestaba asi que al notarlo me disculpe una vez mas.

- Perdone, a veces me ocurre esto, le explicare porque una vez estemos alli...uhm podrian esperar un momento tengo que recoger una cosa...

Sali corriendo a recoger el aguijon que rezumaba sangre verde aun en el suelo y tras cogerlo y guardarlo en un bote di un silbido para enviarlo a mi casa de florencia donde almacenaba todo objeto importante que encontraba, al cabo de un minuto ya estaba de vuelta con mis dos acompañantes.

- Gracias por esperarme - y nos pusimos a caminar mientras el demonio sacaba un puro y nos ofrecia a ambos amablemente, Ahri'ahn se negó por motivos espirituales y de iluminación personal, yo negue con la mano y una sonrisa - lo siento, no tengo motivos tan profundo como aqui el caballero Arion pero no fumo.

Mientras avanzabamos yo también noté las miradas despreciativas del resto de personas hacia Hellboy y me sentí realmente mal...yo habria reaccionado igual sin conocerlo solo por su aspecto y su especie, o quiza incluso peor. Me quede mudo pensando y note que se me avivaba la rabia por dentro y un escalofrio me recorrió la espina cuando escuché una voz dentro de mi cabeza de nuevo como un susurro...

- Ya vas a dejarme salir? - dijo la voz como sonriendose por dentro y entonces volvi a negar con la cabeza y mentalmente a lo que la voz volvio a responder - te gustaria darles su merecido verdad? Te gustaria que abrieran los ojos y pagaran por su hipocresia...lo se...es lo mismo que yo he sentido durante siglos....porque los humanos también sois asi... - dijo la vocecita con un deje de diversion pero también de amargura, casi parecia que esperaba que yo lo negara.
Pero no podia negarlo, reflexione a eso unos segundos, tenia en parte razon...incluso yo habia juzgado mal a Hellboy sin conocerlo al principio. - Si me gustaria que lo conocieran antes de juzgarlo y es cierto que...tendemos a los demas juzgar por las apariencias, pero no quiero que abran los ojos con dolor...sino con comprensión.

Una risa sarcastica resonó en mi cabeza como última respuesta por su parte antes de volver a cortarse la comunicación mental con ell@ y antes de volver a meterme en la conversación con Hellboy y el atlante. Al parecer algún maniaco habia causado estragos la noche de todos los santos esparciendo el miedo con un gas demoniaco, no sabia mucho del tema y tampoco habia visto nunca antes el simbolo que nos mostró el demonio.

- Lo siento yo no habia visto antes ese símbolo, la verdad es que solo habia escuchado algunos rumores sobre lo ocurrido el dia de todos los santos - dije sentandome en la mesa con ellos muy atento a las palabras de ambos y pedí un te especiado de la casa cuando la mujer de orejas picudas se acercó a la mesa. Tras eso Arion comentó que la colisión habia fusionado las dos atlantidas de ambos universos.

- Es increible realmente existe el continente perdido....fascinante, quisiera poder verlo algún dia... - dije justo antes de que un nuevo participante se uniera a la conversación - hola, es un placer, yo soy Ancel no se ha perdido usted mas que una pelea con un demonio y parte de la conversación sobre lo ocurrido en el dia de todos los santos...pero llega a tiempo para escuchar mi historia - saludé con una sonrisa y esperé a que se sentara antes de empezar mi relato.

- Ahora responderé yo a su pregunta Hellboy, yo he venido hoy a este lugar porque estoy en una cruzada muy importante, un viaje que me ha llevado hasta ustedes, mi objetivo era precisamente esa estatua signiore... - señale el cristal de scorpio -....pero supongo que lo mejor es empezar desde el principio aunque es una larga historia...

Durante media hora les hablé de como me inicié en el arte de la magia gracias a mi mentor, mis acciones del pasado tras la muerte de mi maestro, mi gran temor a lo que llevaba dentro, mi reunión con Xavier y posteriormente Extraño y finalmente mi misión encomendada por la entidad que llevaba dentro...

-....es parte de mi, no podemos separarnos porque nuestras almas estan enlazadas pero...el problema es que ell@ no se fia de la raza humana...y si fracasó podria borrarla del mapa completamente cuando vuelva a renacer. No puedo fallar, tengo que demostrarle que hay humanos por los que vale la pena luchar...llevo en esto unos meses y la de hoy era mi primera gran prueba...p-perdon - me disculpé subitamente enrojeciendo y haciendo que me brillara levemente el ojo dorado llevandome la mano al pelo -....hablo demasiado...

Lo de que el demonio había salido sin apenas algún rasguño del mundo oscuro no era del todo cierto. De hecho, había sufrido varias heridas y contusiones, siendo tal vez la espada que le atravesó de parte a parte la más notable de todas. Pero Hellboy tenía una capacidad regenerativa y un aguante por encima del humano. Además, su dureza venía también dada por su naturaleza demoníaca, volviéndolo un tipo bastante duro y resistente a la hora de pelear y aguantar golpes. Tal vez llegase el día donde encontrase la orna de su zapato, pero hasta entonces se alegraba de poder resistir puños, puñaladas, disparos y toda clase de heridas o golpes que sufriese su cuerpo. Negó con la cabeza ante las palabras del joven mago, quitando importancia al asunto.

- Tranquilo, no eres el primero que me mira mal por ser un demonio. Y desde luego no serás el último. Al menos ahora hemos podido frenar al cabronazo ese.- El joven mago ofreció contar su historia a sus dos acompañantes pero prefería hacerlo en un lugar más recogido. Volvió un momento a la entrada del mercado y regresó al cabo de unos segundos. De camino al local ambos se percataron de las miradas que lanzaban contra el demonio y les resultó extraño. Hellboy se encogió de hombros, soltando una densa nube gris de humo por la boca.- Muchos han perdido parte del negocio o el estante se les ha quedado hecho polvo. Viven de ello y aunque les salves la vida siempre tienen algo que recriminar. Además, muchos de ellos me ven como un traidor a las criaturas mágicas sólo porque no les dejo hacer lo que les de la gana a veces. Al final te acostumbras.-

No se acostumbraba. Seguía encontrando molesto que de vez en cuando la gente a la que salvaba le mirase con malos ojos o como si fuese una amenaza más que un defensor. Bien era cierto que el demonio podría llegar a ser una de las mayores amenazas que el mundo hubiese vivido, sino la mayor, pero desde luego no pretendía seguir ese camino.

Cuando por fin estuvieron en el local y se sentaron en una mesa, comenzaron las historias y las explicaciones. Para sorpresa y alegría por llamarlo de algún modo del demonio, Arión reconoció el símbolo que le mostraba. Naturalmente se trataba de el símbolo de un demonio. Hellboy no esperaba otra cosa. Su nombre era Trigón y era un hijo de Lucifer. Perfecto, otro más de la familia, pensó. Así que ahora tendría que buscar a ese tal Trigón y averiguar qué tramaba y qué pretendía hacer. Seguramente fuese el tipo que se habían encontrado en lo alto del monte cuando tocaron el símbolo en la celda de Crane la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre. Entrecerró los ojos, asimilando la información que tenía entre manos. Nueva información bastante útil a decir verdad. También tenía una hija llamada Raven que podría echarle una mano y hasta la cuál el atlante podía llevar. Lo tendría en cuenta. Primero debía informar al B.P.R.D de todos los nuevos hallazgos. Al menos ya tenían un nombre y una raza, aunque esto segundo lo había supuesto ya de ante mano.

- No descartes que te pida que me lleves a ver a esa tal Raven. Ya te avisaré... Trigón...- Se quedó pensativo un par de segundos y escuchó al mago hablar de la Atlántida y todo el rollo del enfrentamiento entre ambas partes con demonio incluído. No era de extrañar que le tuviesen manía a los de su especie. Excepto él y un par de casos más todos eran unos cabrones con ganas de destruir todo a su paso. El joven mago les contó entonces su historia, larga y tendida, desde el principio para que pudiesen entenderla bien. Ambos escucharon atentamente, y finalizó hablando acerca de una especie de entidad que vivía dentro de él con ganas de, sorpresa sorpresa, destruir a los humanos. Había algo en los seres superiores y los demonios que les hacía querer matar o destruir a los humanos siempre. No sabía muy bien por qué. Tal vez porque eran una raza fácil de manejar y corromper. A saber. Fuera como fuese ya tenían a otra entidad con ganas de matar y amenazando con hacerlo si el muchacho no era capaz de cumplir una serie de tareas.- Tranquilo, historias más largas he escuchado.-

El demonio pidió una cerveza al camarero y preguntó al resto si querían algo. Luego miró a ambos, pensativo.

- Menuda noche de sorpresas... Necesito que me hables de ese tal Trigón y tú de la entidad esa que quiere destruir todo. Al final voy a tener más trabajo del que esperaba esta noche...- Desde luego no pretendía dejar que un ser amenazase el mundo si él podía evitarlo. No era la primera vez que lo haría, y desde luego sabía que no sería la última, pero si podía saber cosas de ese ser antes de tener que enfrentarse a él con las manos vacías no lo iba a rechazar.

- Levantate con la excusa de que tienes una llamada a traves del amuleto que te dio Extraño y ve a la barra cachorro, hazlo antes de responder a cualquier pregunta, una vez en la barra dejame el control unos minutos......prometo no hacer nada malo -

Mentalmente respondi algo dubitativo.

- Esta bien...pero manten un canal mental activo mientras estes al control en la barra - la respuesta llego en forma de risa cantarina poco despues. - Esta bien....desconfiado - casi pude ver la sonrisa en su rostro al escuchar esas palabras antes de girarme a mis dos nuevos conocidos a escuchar la historia del demonio Trigon y la tal Raven antes de levantarme poco a poco.

- Podeis disculparme tengo una llamada de un viejo conocido - y con cuidado me dirigi a la barra cuando a medio camino la vista se me nubló y ell@ tomo el control aunque como le pedi dejo el canal mental abierto durante ese brevisimo periodo de tiempo. Se detuvo en la barra ya con su caracteristico pelo blanco y espero unos segundos antes de fijarse en un tipo con aspecto de elfo bajito con pinta de avispado y de pillo. Tras ver donde se colocaba el elfo en la barra, ell@ fue a su lado y se llevo el amuleto a las manos para simular la llamada, aunque al parecer tenia sus propios planes.

- Amigo podria proponerte un lucrativo negocio?....- el elfo no tardo en responder con suavidad un simple "cuenteme mas". Tras esto cuchicheo en voz baja al elfo y luego le dio un buen puñado de monedas que hizo aparecer en su mano con un silbido suave con bastante discrecion, el elfo cogio su bebida y se alejo, luego ell@ volvio a dirigirse a la mesa guardandose el amuleto y volvio a cederme el control a medio camino.

- Ya he vuelto, disculpad esa ausencia, debia informar a Strange de mi viaje. -dije sentandome y aclarando mi voz con un carraspeo - Bien y, ahora intentare responder a sus preguntas...veamos ha preguntado por las pruebas a las que debia someterme y que se sometia a juicio...pues la verdad es que no puedo decir mucho al respecto, las pistas de las pruebas se presentan en mis sueños y a veces me las envia a traves de la mente pero no se como sabe de ellas....supongo que posee alguna intuicion para eso, pero.... lo que si se, es que son 3 en total y se me pone a prueba a mi como individuo para juzgar a los humanos actuales...en cuanto al cristal no se que quiere de el solo me dijo que en cada prueba obtendria una reliquia que me daria el acceso a la siguiente....de atlantis no se demasiado lo siento, pero supongo que el que lleva mucho tiempo pasando de una encarnacion a otra... - me rasque la coronilla no estaba muy seguro de que fueran las respuestas adecuadas a las preguntas pero al menos estaba siendo sincero con ellas.

Había hablado con Abe y con Liz acerca de lo que ocurrió en las profundidades de Arkham, y tras explicarles la situación varias veces los tres habían llegado a la conclusión de que sólo podía significar dos cosas: o que estaban intentando provocar a Hellboy de nuevo como ya lo habían hecho otras veces en el pasado; o algo mucho peor, y era que realmente le hubiese mostrado el futuro, y por tanto de un modo u otro él sería el culpable del fin del mundo. Tanto Azul como la joven insistieron en que no debía preocuparse por ello, que ya había superado las tentaciones y a su propia naturaleza varias veces y que lo volvería a hacer. Pero Hellboy no estaba tan convencido como sus compañeros. Llevaba más de un mes pensando en lo que había visto, en la tierra abriéndose bajo sus pies para cubrir todo con ríos de lava y gases nocivos. Había visto cómo el sol se ocultaba tras nubes negras como el carbón, sumiendo al mundo en una horrible oscuridad que se podía palpar. Incluso la joven vaquera confiaba en él, y sabía que llegado el momento sería capaz de vencerse a sí mismo, pero desde el choque había muchas cosas que habían cambiado, y él las sentía.

La luz que emanó del atlante le trajo de vuelta a la realidad, tras haberse quedado absorto en sus pensamientos durante un par de minutos. Sus ojos brillaron como faros al igual que su cuerpo. Si se hubiese puesto a flotar de repente o hubiese desaparecido en un estallido de luces y colores no le habría sorprendido en absoluto, pero no entendía si le estaba pasando algo malo o simplemente estaba llevando a cabo algún tipo de conjuro o magia extremadamente poderosa. La respuesta llegó al cabo de un rato, cuando el hombre dejó de brillar y en sus manos descansaba una esfera de cristal rellena con lo que parecía un humo rojo.

- Hmm... Buen truco. Podrías forrarte en los teatros de Nueva York.- En el interior de la esfera apareció una cara, un rostro cruel y despiadado, al que reconoció al instante. Era él, sin duda alguna. El ser que estaba en lo alto de la montaña y que le había mostrado la inevitable destrucción del mundo. Tenía la mirada de alguien al que no le importaban los medios con tal de conseguir su objetivo, alguien que habría engañado o matado sin dudarlo si eso le acercaba a lo que buscaba... La mirada de un demonio. Los ojos de Hellboy se entrecerraron una última vez antes de que Arión volviese a hablar y le contase la historia del ser que les observaba desde el otro lado del cristal. Lo que le faltaba, demonios que provenían de otro planeta, hijos de Lucifer con una mujer. Qué ironía. Al parecer ese tal Trigon y él eran hermanos, al menos si su origen era el que decía el mago. Sus universos eran distintos, pero ambos tenían de padre al príncipe de las tinieblas. Del universo del que él provenía no había ironmanes ni supermanes ni nadie así, salvo el legendario Bogavante Johnson, quien se encargaba de patear y castigar a los nazis durante la segunda guerra mundial. Cómics que él mismo había leído desde su infancia y que le habían motivado a convertirse también en un héroe bajo la atenta y cariñosa mirada y guía de su padre. Pero ahora todo había cambiado. No había duda de que el mundo ahora estaba lleno de héroes con capa. Y del mismo modo también de villanos con y sin capa. Raven, la hija oculta al padre para evitar que se convirtiese en alguien como él...

El muchacho se marchó y volvió al cabo de un instante, hablando acerca de la misión que le había encomendado la entidad que vivía en él. Tres pruebas que ella misma le indicaba. El cómo sabía de la existencia de esos artefactos era un misterio, y cuando el atlante dijo que le sorprendía que ella supiese acerca de aquella reliquia el demonio frunció el ceño. Si era capaz de conocer objetos que en teoría eran únicos y ocultos no le gustaba nada. Eso significaría que prácticamente podría encontrar cualquier cosa si se lo proponía o si lo quería. Tendría que echarle un vistazo a ese ser.

- ¿Hablas de Extraño el mago? Un hechicero con capa roja... Le hemos seguido un poco la pista pero parece tener una dimensión o algo para él solo a la que es imposible acceder... Creémos que es bueno pero no sabemos apenas de él. Y con respecto a Raven sí me gustaría hablar con ella a ser posible. ¿Dónde podría encontrarla? Pues me temo que su padre está preparando algo gordo y me gustaría saber qué es capaz de hacer y por qué lo haría...- No le gustaba ir con las manos vacías ni enfrentarse a seres demoníacos sin saber algo de ellos. Cuando le tocaba hacer eso era una puñeta y lo odiaba. Siempre terminaba en victoria pero los sacrificios llevados a cabo por el camino muchas veces eran demasiado dolorosos como para ignorarlos, y no estaba dispuesto a que se sacrificase a la humanidad entera antes de poder vencerle.