Viejos muros, nuevas amistades (Warlock-Sasha, 17/3/2018)

(17 Marzo 2018)

Hacía dos días que el alienígena descansaba en las instalaciones de la mansión X. Por fin había logrado habituarse a la familiaridad que en él despertaba el lugar sin sentirse asustado o confuso por ello, simplemente deambulaba por las salas y pasillos observando todo, tratando de hallar ese detalle que le hiciese conectar con su pasado, que despertase sus recuerdos dormidos, al menos los verdaderos. había logrado vislumbrar algunas escenas vividas allí, pero... ¿Acaso era posible tener dos recuerdos totalmente distintos de una misma situación? Quizá su mente funcionaba d eun modo que no podía comprender ahora mismo...

Pero no todo avanzaba tan mal; Al menos ahora los alumnos no le acosaban cuando tomaba su otra forma, y escuchaba atento las historias que contaban sobre quién fue. Pero aún así en ocasiones se sentía muy solo, y en esos momentos era cuando podía recurrir a la muchacha que les atendió a su llegada, Sasha. Al parecer, el profesor X no se la había asignado de forma intencionada como guía, pero a base de acercarse a ella para consultarle cosas, finalmente asumió dicho rol, con el que por otra parte, no parecía molesta. Warlock pasaba así mucho tiempo contándole sus dudas y preocupaciones tras las sesiones con Xavier, o cuando sentía cosas dispares en una sala de la mansión o al ver ciertas fotografías.

Ese día estaba tranquilo, pero decidió compartir nuevamente su tiempo con ella. Sabía que si estaba allí, también debía tener sus problemas, y ya que le dedicaba tanta atención, quería devolverle ese favor. Hoy sería él quien escuchara su historia. La encontró en la biblioteca mirando un viejo libro, y se deslizó hasta allí estirándose como un chicle, hasta retomar su forma sentado en la silla de enfrente. Apoyó el rostro sobre los brazos y la observó con expresión risueña un rato, evaluando el momento de intervenir. No quería asustarla si estaba concentrada en su lectura, pero tal vez fuese algo inevitable. En un momento dado, pareció detenerse a tomar aire, y probó suerte:

- Hola Sasha-amiga ¿Qué lee tú?

- Si... -Respondió el alien, no muy convencido. Es cierto que ya no se sentía tan desconcertado como antes, pero aún así, no tener su pasado en orden le resultaba incómodo- Hoy profesor X ha explicado a Yo cómo fue su llegada. Dijo que Yo causó el pánico en una fiesta entre alumnos y humanos corrientes, y que tuvieron que gestionar mi captura en secreto. Al parecer, yo les dio bastante... miedo. Profesor Xavier dijo que yo estuve a punto de morir, pero que yo se salvó gracias a un alumno políglota que logró descifrar idioma de Yo, ¡Y ahora Yo ni siquiera recuerda ese idioma!- Suspiró apoyando la cabeza sobre la mesa. Luego miró a Sasha y le hizo la pregunta que rondaba su cabeza desde la pasada noche.

- ¿Y cual es historia de tú, Sasha-amiga?

El alienígena se desperezó, preparándose para oír una historia emocionante. Las brillantes espinas de su melena se erizaron ligeramente ante la expectativa, y algunos alumnos se agolparon en la entrada a aquél rincón de la biblioteca atraídos por el inusual ser biomecánico, pero sin atreverse a acercarse. Eran muy jóvenes, y muchos ni siquiera sabían de qué o quién se trataba, pero tarde o temprano lo sabrían, pues nadie veía al technarch sin preguntar sobre él al profesor más próximo.

Warlock escuchó atentamente el breve relato de Sasha. No le extrañó que fuese tan poco extenso, pero sí la extraña construcciónm de los acontecimientos. Sintió arrepentimiento por tratar de saber de ella, y por otro lado, sintió un gran miedo crecer en su interior, ¿Y si jamás recuperaba sus recuerdos, tal como a ella le había sucedido?

Se removió inquieto en el asiento, y alzó la vista hasta encontrar los ojos de ella. Dos extraños perdidos en un mundo aún más extraño, y sin una estela de pasado tras de sí de la que poder tomar referencia para construir el camino futuro... Sintió una gran compasión por ella, pese a que parecía muy feliz, y prometió que él también iba a serlo, pero el technarch necesitaba desesperadamente recuperarse. Algo en su interior le castigaba con una gran angustia, sabía que tenía una grandísima responsabilidad y que tan sólo dependía de él, pero la bruma que cubría su memoria no le dejaba recordar dicha misión, y eso le quitaba el sueño. Eso, y el hecho de que cada vez que entraba en modo reposo, su mente en reconstrucción mezclaba imágenes, sonidos y sensaciones a una velocidad endiablada, probando miles de combinaciones que tuviesen un sentido para él, y terminaba por despertar por puro agobio.

¿Por qué su cabeza no podía actuar de un modo normal?

Sonrió tranquilizador, y mirándose las manos, acabó por extender los brazos hacia ella, algo tímido. Xavier le había hecho pequeñas pruebas para controlar su habilidad para absorber energía, y ya la dominaba, pero de todos modos, no quería obligar a la muchacha a correr ese riesgo, sería cosa de ella decidir si queria ser partícipe del abrazo.

Recordaba los abrazos. Recordaba haberlos dado, y muchas veces. Sabía que eran reconfortantes, cálidos, y que unían a la gente más que cualquier otro gesto. Le hacía muy feliz conservar ese recuerdo.

- Tú tiene mucha suerte. Tú sólo ha perdido 12 años. ¡Yo ni siquiera sabe cuántos! - Su rostro se mostró afable, pese a su inquietante sonrisa de largos dientes. Realmente creía que la joven mutante era afortunada.

El alienígena liberó a la muchacha de su abrazo y la miró contento. Parecía sana. Y tenía mucha razón en sus afirmaciones, si no abandonaban el lugar destinado a estudio, acabarían molestando a alguien.

- Yo lo siente, ha sido fallo de Yo. Yo querría ir a la pista exterior, ahora hay alumnos realizando entrenamientos de artes marciales básicas, y profesor X dijo a Yo que eso le sería de gran utilidad a yo. Dijo que yo hice esos ejercicios también con ese amigo que Yo solía tener aquí. ¡Se llamaba Douglas igual que Yo, ¿Puedes tú creerlo?

Esa era otra parte que le atormentaba de su ahora confusa historia. Estaba convencido de que, mutante o alienígena, él era Doug Ramsey, pero todos le insistían en que ese muchacho rubio que aparecía junto a él era en verdad el joven Doug. Warlock pensó que quizá, por una casualidad tremenda, ambos compartían nombre y apellido, y eso estaba generando confusión entre sus viejos maestros. Sin duda esa debía ser la explicación.

Cuando llegaron al exterior, una docena de muchachos se encontraba en la pista vestidos en ropa de deporte, y realizando unas series de movimientos concretos sincronizados los unos con los otros. Era muy entretenido de ver, le sirviera o no para recordar algo, sin embargo, la bella mutante que le acompañaba contemplaba algo abatida a los chiquillos, y finalmente acabó acaparando toda la atención del technarch, que se acercó hasta sentarse pegado a ella, y con sumo cuidado, posó su larga mano sobre uno de sus hombros.

- ¿Tú está bien? Yo siente que hay algún problema con tú... ¿Es que Sasha-amiga también entrenaba aquí con un amigo?

Warlock miró divertido el teléfono de su compañera humana antes de que lo guardase, y luego una sonrisa se dibujó en su oscuro rostro. Escuchó cómo ella hablaba de esas dos personas especiales que echaba en falta, y se preguntó si alguna de ellas sería la que recibió la fotografía del entreno. La verdad era que, según su recuerdo de lo que sabía sobre mujeres, Sasha era muy hermosa, y sería lo más normal del mundo que tuviese una pareja. Tal vez se vieran poco, y por eso le mandaba recuerdos por teléfono. Eso le hizo sentirse algo triste por ella, así que decidió preguntar para confirmarlo.

- Sasha-amiga, ¿Tú mandaba una foto a novio de tú? ¡Quizá sería mejor si tú le manda una foto propia, le hará más feliz!- El alien sonrió motivado. Era el consejo más obvio del universo, pero en su base, era totalmente cierto, y eso le placía. Entonces pensó en algo... algo que le paralizó por unos momentos, ¿Habría alguien en su vida? ¿Tendría él una compañera esperándole en algún lado? Se abrazó las piernas y quedó reflexivo, totalmente en silencio, como si se hubiera apagado.

- Rahne...

Ese nombre apareció en su mente casi de inmediato al darle vueltas al concepto. Sí, sin duda alguna ese nombre pertenecía a una persona especial para él, alguien a quien también mandaría fotografías si la tuviera lejos, pero... ¿Quién era? ¿Habría sobrevivido a la colisión? ¿Le estaría buscando?

Tendría que hablar con Xavier sobre ello...

El technarch siguió sumido en sus confusas reflexiones, hasta que la voz de Sasha le sacó de ellos. Como si sacase la cabeza del agua tras zambullirse en una piscina, regresó a su plena consciencia y contempló a la preocupada joven. Entonces la agarró emocionado por los hombros, exultante de felicidad.

- ¡Yo ha recordado a alguien! Rahne... Yo... Yo cree que Rahne era novia de yo, pero no está seguro. La recuerdo... Era pequeña, y tenía el pelo rojo, ¡Y pequeño también! Era muy corto. Yo recuerda que le gustaba su sonrisa... ¿Estará bien? ¿Recordará a Yo? Ojalá pudiera verla... - Entonces lo recordó- ¡Yo la vio hace poco, en las fotografías! ¡Ella era mutante como yo!

Soltó a Sasha y se tumbó en la hierba feliz. No sabía si Rahne llegó a ser su pareja, pero todo lo que despertaba su recuerdo en él era fantástico; Sentía una extraña calidez, euforia, y sus sistemas se activaron, de manera que todo parecía fluir del modo apropiado, pese a todos sus problemas... Entonces se sentó de nuevo, y cogió la mano de su compañera humana, levantándose.

- Yo quiere mostrártela, ¡está en los retratos! Luego... Yo irá a hablar con Xavier, ¿Eso molestará a tú?

Hacía poco que la conocía, pero se sentía muy cómodo con ella. No quería parecer desagradecido por todo el tiempo que le estaba dedicando, pero sentía que debía compartir aquél descubrimiento sobre sí mismo con Xavier. Cualquier cosa, por pequeña que fuera, podía acercarle más a su propia verdad.

Sentí la presión sobre mis hombros, por instinto asustada y tensa al principio, calculando los movimientos para liberarme, la ruta de escape y cómo volcarle. Todo para que en cuestión de un segundo se me disipase toda la reacción primaria y sonriese por él, al principio algo tensa, pero luego relajada, sentida y por qué no, un poco envidiosa. Llevaba tanto tiempo tras la búsqueda de mis recuerdos que era inevitable.

Escuché todas sus palabras nerviosas con la calma y paciencia que él no tenía en ese momento - War, eh.. tranquilo. Cálmate.- Apoyé una mano en su hombro - Tienes que... relajarte. Si lo has recordado ahora tienes que.. ubicar ese recuerdo, cuidarlo mucho y tratar de que no se te vuelva a olvidar- dije cautelosa pero con una sonrisa en los labios, realmente feliz por él. Aunque... No recordaba a ninguna mutante con ese nombre o con esas características. Simplemente le seguí. Parecía emocionado y no quería cortarle esas ganas de vivir que últimamente parecían tan difíciles de conseguir. Caminé con él, escuchando todo lo que tenía que decir, viendo lo que quería que viera. ¿Molestarme...? En absoluto. Recuerda todo lo que puedas...

Hazlo por mí.

Warlock asintió en silencio. Tenía razón. Debía serenarse, antes de la alegría por este brote de información le alborotase hasta perder el enfoque de dicho recuerdo. No recibió respuesta a su pregunta, pero sus escáneres detectaron cierta información contradictoria de alegría y tristeza en ella. Algo apesadumbrado, pues creyó haber dicho algo malo, no tardó en arrastrar a la joven hasta quedar frente a un marco colgado en uno de los salones, ubicado en una esquina, un lugar discreto sólo perceptible para quiénes se dedicasen a explorar a fondo las instalaciones. Obviamente, era algo que solían hacer los novatos, pero alguien en las circunstancias del alienígena ya se había aprendido de memoria cada recoveco del edificio en busca de pruebas sobre su pasado.

En la fotografía se podía ver a algunos miembros del joven supergrupo al que perteneció Warlock; Mancha solar, Magik y Rahne, más conocida como Loba venenosa, que aparecía en la imagen sonriendo radiante junto a sus compañeros en una pose relajada, en una de las gradas frente a las pistas de entreno.

- Esta es mi Rahne... -El technarch perdió la mirada en aquella imagen, viéndola con ojos muy distintos ahora, sin reparar siquiera en que había conjugado bien el posesivo al hablar sobre ella. Alargó una mano para acariciar con ternura la fotografía; Aquél rostro amigable y esos ojos verdes tan juveniles y vivaces le hacian sentir mucha paz... podía recordar haber pasado largos ratos con ella hablando en los jardines, su asombrosa transformación en mujer lobo, horas de entrenamiento y misiones, insluso la suavidad de sus labios... En un gesto que resultaría extraño a toda su especie, Warlock se estremeció y un ligero temblor sacudió su cuerpo mientras sus mejillas brillaban ligeramente. Agachó la cabeza con una sonrisa serena, satisfecho, dsfrutando como le dijo Sasha de aquéllas emociones recuperadas. Finalmente echó un último vistazo a la imagen antes de retirar su mano y volverse hacia su compañera. Había algo distinto en él, no parecía el alocado y despistado alienígena que llegó a la mansión hacía unos días, si no alguien más consciente y centrado.

- Gracias por acompañar a Yo, Sasha-amiga. Yo promete hacer mañana todo lo que tú quiera; Alcanzar a tú libros de estantes altos en la biblioteca, cargar la batería de móvil de tú ¡Yo puede hacerlo!, robar cosas ricas y dulces de la cafetería para habitación de tú... - Miró risueño a la muchacha- Tú ha ayudado mucho a Yo hoy, Yo te compensará. Ahora Yo va a hablar con Xavier. ¿Se ven Tú y Yo a la misma hora mañana?

El technarch escuchó con interés lo que su compañera dijo sobre la feria gastronómica, ¡parecía divertido! Esperaba recuperarse pronto y poder acudir a alguna. Sonaba similar a las celebraciones que vio en algunos lugares por los que vagó antes de llegar aquí, en las que festejaban haber sobrevivido al cataclismo global. Aún podía sentir el olor de los gofres y la carne a la parrilla que se servían en algunos puestos. Tal recuerdo le dio un hambre repentina, así que estiró el brazo y alargó sus oscuros dedos hasta un enchufe. Las luces de la sala titilaron brevemente cuando el alien comenzó a absorber energía, y éste sonrió a Sasha con la expresión del niño que sabe que ha hecho una trastada y espera ser perdonado.

- Yo espera que tú lo pase bien, Sasha-amiga. Yo esperará con entusiasmo regreso de tú.

Tras una breve despedida, Warlock dejó el enchufe y se plantó ante la puerta del director Xavier, llamando tímidamente con unos golpecitos.

- Pasa Warlock, ahora mismo no ando ocupado.

Una masa líquida se escurrió bajo la puerta, desplazándose sobre la alfombra como mercurio, moldeando la figura del technarch frente a la mesa de Xavier, quien observó curioso al muchacho. Siempre le resultaba interesante ver las extrañas formas de entrar que éste inventaba con tal de no abrir el portón.

- ¡Profesor Xavier-tú es un telépata extraordinario! ¡Yo se siente sorprendido de que adivinase que Yo era Yo tras la puerta!

- Jeje gracias, aunque de hecho supe que eras tú precisamente porque no puedo leer tu mente, Lock. Confieso que tu llamada me sobresaltó ligeramente mientras andaba revisando viejas fichas.

- Yo lo siente...

- Para nada, seguro que lo que te trae aquí es mucho más importante en estos momentos- El hombre entrelazó los dedos sobre la mesa- Y dime, ¿de qué se trata?

El technarch se sentó en la silla frente al escritorio totalmente emocionado ante la revelación que había tenido y que estaba a punto de compartir con el director. Una vez acomodado, sus brillantes ojos amarillos se clavaron en el hombre, que parecía realmente ansioso por conocer las buenas nuevas, aunque no era algo que expresase de un modo visible, pero los escáneres del joven alienígena percibieron una ligera alteración en el sistema nervioso de su interlocutor.

- ¡Yo ha recordado muchas cosas! Yo estaba hablando con Sasha-amiga en el jardín cuando de pronto yo recordó a alguien... -Sus mejillas brillaron y desvió la mirada tímido- Yo ha recordado a... Rahne. Yo sintió que era alguien especial, y de pronto Yo rememoró muchas otras cosas, todas relativas a Rahne-amiga. Yo descubrió entonces que ella era... quizás... pareja de Yo. Yo recuerda momentos íntimos a su lado, muy felices y agradables... Pregunta: ¿Dónde está Rahne? Yo quisiera verla...

El director, que se mostró en un principio entusiasta con la visita de su alumno, pronto empezó a descomponerse conforme un risueño Warlock avanzaba en su relato. Sí, había recordado a Rahne Sinclair, su compañera de equipo, y eso era una gran noticia, el problema era el modo en que la estaba recordando...

"No Lock, no te hagas esto... Esos no son tus recuerdos..."

El profesor había empleado esos dos días a fondo analizando todos los detalles de que disponía para poder ayudar al technarch, pero la conclusión a la que había llegado era inquietante. Por alguna razón, su mente confundía recuerdos propios con los de Cypher, por eso creyó que su apariencia era la de él, y ahora veía a Loba venenosa como una parte muy amada e importante de su vida. Iba a resultarle muy difícil tener que arrebatarle toda esa felicidad que creía haber reencontrado, pero si seguía así, nunca sería capaz de recobrar su identidad, y lo que más le preocupaba; Nadie sabe cómo podría reaccionar al encontrarse con Cypher. Puede que Warlock fuera el único miembro pacífico de su especie, pero si un fuerte trauma rompía aún más su mente, quizás perdiera el control, y las consecuencias serían devastadoras…

- No lo sé, hace ya tiempo que ella se marchó, Warlock. Y sí, fue compañera tuya, pero no de ese modo... ¿Recuerdas que te dije que tú y Doug sois personas diferentes y pudiste verlo en las fotos? - El muchacho asintió, muy atento a las palabras de Xavier-Rahne y Doug... Ellos sí tuvieron una relación sentimental, pero para ella tú solo fuiste un gran amigo. Sé que esto es doloroso, porque estás viviendo aquélla historia como algo propio, pero la verdad es que nunca lo fue. El problema es que tu mente toma prestados recuerdos de Doug constantemente, y no sé por qué... -Xavier quedó en silencio, mirando a un deprimido y confuso Warlock, que se sentía como si acabaran de robarle algo realmente vital. Su erizada melena cayó gacha a la vez que su rostro clavaba la mirada en el suelo, asumiendo aquélla revelación como una gran pérdida. Sus procesos mentales ya funcionaban a mejor ritmo, pero había golpes demasiado duros incluso para la más despierta y funcional de las mentes. Suspirando, Xavier se decidió a preguntar- Dime algo... ¿Cuándo es la última vez que recuerdas haber visto a Rahne?

Si sus sospechas eran acertadas, ya sabía qué estaba pasando, y probablemente, cómo arreglarlo sin causar males mayores. Warlock reflexionó, y entre diversos momentos, encontró uno realmente extraño... pero cronológicamente ordenado en su pensamiento como el último pasado junto a Rahne.

- Yo... Estaba herido. Atacaron a nosotros... los Nuevos mutantes. Yo sangraba mucho... -Su gesto se volvió extraño. Algo no encajaba... Se hirió algunas veces en su viaje, pero no sangró nunca, como mucho vio un líquido dorado asomar apenas antes de cerrarse la herida, pero en aquélla visión su sangre era roja. Podría ser algo anterior a su mutación, pero no tenía sentido, ya que ya formaba parte del supergrupo- Rahne estaba llorando... Yo... se moría... y junto a ella estaba... E-ESTABA...

Abrió mucho los ojos. Su capacidad multiforme hizo que duplicasen su tamaño mientras se quedó paulatinamente sin aliento. Por un momento pareció quedarse totalmente en blanco, incapaz de comprender su propio recuerdo.

-... Yo. Estaba... en el suelo… y junto a ella… a la vez- El muchacho empezó a temblar como una hoja, y sujetándose los brazos como si estuviese helándose, susurró- Yo... puede... ¿Marcharse?

Xavier contempló al consternado joven, y con un movimiento de cabeza le indicó la puerta. El alien abandonó la estancia aprisa, perdiéndose en los pasillos de la mansión y casi de inmediato, el director se puso manos a la obra para trazar un plan de acción que solventara la ausencia de Sasha aquéllos días. Warlock necesitaba a alguien en quien confiar ahora que su crisis de identidad se encontraba en un punto crítico, y era arriesgado presentarle a alguien. Ahora todo proceso social nuevo podría interferir en su necesaria ordenación de conceptos e ideas. En la realidad que este Warlock conocía, Cypher murió, pero en Omega esto jamás había sucedido, y era una diferencia demasiado grande para comprenderla, y aún resultaba más complicado cuando creías ser la víctima. Él no podía ocuparse todo el tiempo que quisiera del joven technarch, y en aquél momento, aunque no le conociera demasiado, sólo había otra persona con la que Warlock se sentiría tranquilo. Iba a necesitar a aquél chico, Superboy...

- Liga de la justicia, aquí Charles Xavier, director de la Mansión X. Quisiera hablar con Conner Kent...