Regalo sorpresa pt. II (Sasha, Planaria, James Logan, Dianne Albidane) [28/02/2019- por la tarde]

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OOC: Jean, ¿Has notificado este post para que aparezca en la cronología de Charles?
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Hacía un mes las calles estaban infestadas de robots que arrancaban vidas sin parar. Y Plana…
Suspiré.
Plana… ¿Por qué tenía que estar en absolutamente todos los conflictos? Había asumido que en mi vida, si encontraba pareja, sería él quien tuviese que vivir con la idea de perderme en cualquier momento. Yo no estaba preparada para esto… Él decía que estaba bien pero… Mierda, ¿Quién supera estas cosas tan rápido?. Era tan buena persona y tan preocupado por los demás, que

La campanita de la puerta de la tienda sonó, sacándome de mi ensimismamiento. Plana apareció con su sonrisa más amplia para mí. Sólo porque sabía que mi vida últimamente estaba siendo demasiado intensa… Le devolví la sonrisa, con total sinceridad.
-Hola cielo… perdona. Estaba a mis cosas- me quité el delantal. No me había dado cuenta y ya era hora de cerrar. Lo colgué de una de las perchas cercanas a la puerta del obrador y la trastienda y le miré pidiendo un segundo para cambiarme, ponerme las mallas negras con mi chupa de camuflaje. Una camiseta negra cualquiera y mis botas habituales. Me cargué la mochila al hombro y después de hacerme una coleta alta y dejarle un buen beso en los labios, cerré detrás de mí comprobando todos los cierres de seguridad.

Arrancamos el coche y nos disponíamos a cenar en un restaurante que nos gustaba, relativamente cerca de la tienda, donde podíamos comer de sobra por un concurso de hamburguesas que se hacía donde ya éramos conocidos. Estábamos ya por el postre con un helado inmenso de plátano cuando nos llegó una llamada simultánea. Saqué el teléfono móvil del bolso y nos dedicamos una mirada fugaz. -Contesta, yo conduzco- Corrimos dejando dinero sobre la mesa del restaurante y arranqué de nuevo “el matalobos” rumbo a la mansión. De camino Plana conectó el manos libres y me fui enterando de lo que pude, concentrada en la carretera corriendo cuanto podía sin ser detenida.  

Llegué a la mansión y lo primero que hice fue comprobar que tanto Drago como Jean estaban bien. Les acaricié suave la espalda a ambos mientras me confirmaban que no era nada grave. Después fui a una de las reservas de la mansión, sacando mi segundo traje que se quedaba siempre ahí precisamente por si este tipo de emergencias. - A ver si lo tengo claro.- dije plantandome allí de nuevo, con el traje ya puesto. - Os habéis despertado con los dardos tranquilizantes en el cuello y Superdepredador ya no estaba. ¿Cuál es el plan? Porque con esas pistas, poco podemos hacer… ¿Estábais en un sitio transitado? ¿Hay cámaras de seguridad que pudiesen haber grabado lo ocurrido?- pregunté tratando de establecer un plan antes de dejarnos llevar- Supongo que Henry no tendrá problema en analizarlo, como bien dices y ponerse en contacto con nosotros por los comunicadores si encuentra algo. El olfato de Logan es muy buen método para encontrarles, pero quizá sería mejor saber a qué nos enfrentamos antes de meternos en la boca del lobo- dije cruzándome de brazos y cargando el peso sobre una sola pierna, como postura acostumbrada.

-Sería lo más lógico- añadió el profesor, terminando la situación pero dejándonos actuar, como siempre, a ver hasta qué punto llegábamos nosotros solos. - Utilizando a cerebro podría avergiuar si los atacantes han sido también mutantes.- dijo impasible colocando las manos en la espalda. - Dragoslav descansará por hoy. Os encargaréis vosotros del trabajo de campo. Iré cuanto antes, así tendremos más pistas con las que trabajar - Dijo dándonos la espalda y marchándose hacia la sala que él denominaba “Cerebro”.

Estábamos listos.

- No tan deprisa, Profesor -dijo la voz de Drago en la puerta.

Cuando todos se giraron pudieron verle allí de pie, sosteniendo una bolsa de hielo contra la sien.

Desde que había recuperado la visión y habían sanado sus cicatrices no tenía necesidad de adoptar la forma mutante, y sin embargo, la furia que sentía era tal que había pasado a aquél modo sin darse cuenta, y el cúmulo de sombras que se arremolinaban de manera siniestra a su alrededor bullendo y burbujeando eran una fiel representación de su estado de ánimo. Todo en él parecía oscuro y sombrío, y cualquiera que no le conociera se habría sentido intimidado ante su presencia.

- No he podido detenerle, Profesor -se excusó Henry entrando tras él en la sala.

- Drago...

- No, Profesor. Ésta tarea me había sido encomendada a mí y he fracasado. Le he fallado a Stark. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras los demás lo solucionáis por mí.

Xavier elevó los ojos al cielo. Sabía que Drago no llevaba bien las hospitalizaciones, y no era la primera vez que se negaba a mantener reposo después de haber sido herido.

- ¿Henry? -inquirió.

- Sólo tiene una contusión leve -respondió el hombre bestia-. Le dolerá bastante, pero con un par de analgésicos podría funcionar de manera normal.

- Gracias, Henry -dijo Drago dejando a un lado la bolsa de hielo-. La situación es la siguiente: Stark me llamó esta mañana diciéndome que había caído en sus manos uno de los responsables del ataque sufrió el presidente hace algún tiempo. Le llaman Superpredador y es una especie de hombre bestia. El caso es que, después de hacerle una serie de pruebas llegó a la conclusión de que se trataba de un mutante, y decidió que estaría mejor con nosotros en la mansión. Al parecer, se comporta como un animal salvaje y sus actos carecen de maldad o intencionalidad, de hecho aparentemente ni siquiera sabía que era humano. Por lo visto ha sido objeto de pruebas y experimentos bastante crueles, a causa de lo cual le tiene bastante pavor a los humanos y reacciona de manera agresiva ante ellos, pero Jean y yo habíamos logrado tranquilizarlo. Se alimenta de carne, cualquier tipo de carne, incluida la humana, pero, una vez más, es tan sólo la actitud que tendría un animal salvaje. No es más responsable por ello de lo que sería un león en la sabana. Sólo necesita alguien que le enseñe lo que está bien y lo que está mal. Alguien que se muestre amable con él para variar. Alguien que le enseñe a controlar su ira y su miedo para que no sea más un peligro para nadie. Así que Jean y yo fuimos a recogerlo en el Hummer, y cuando nos encontrábamos llegando a la mansión por Graymalkin Lane fuimos emboscados. Nos dispararon alguna clase de dardo tranquilizante provocando que nos estrelláramos contra un árbol y, cuando recuperamos el conocimiento, Superpredador no estaba, y las puertas traseras del vehículo mostraban indicios de haber sido abiertas a la fuerza desde fuera. Como sabéis, se trata de una carretera poco transitada y rodeada de bosque, sin ninguna clase de cámara, pero había signos de pelea en el suelo junto con manchas de sangre, lo que demuestra que Superpredador no se rindió fácilmente. Con la ayuda de Logan y Dianne quizá podríamos ser capaces de reconstruir lo que pasó y encontrar alguna pista que nos lleve hacia los secuestradores. Y ante todo, ¿cómo diablos supieron que Jean y yo pasaríamos por allí llevando con nosotros a Superpredador? Dado que imagino que pinchar las líneas de teléfono de la Torre Stark debe de ser prácticamente imposible, lo único que se me ocurre es que tuvieran un topo que haya informado desde dentro, y tiene que ser alguien que estaba al tanto de la presencia de Superpredador y de la llamada que Tony me hizo. Es otra posible línea de investigación. Quizá tendríamos que dividirnos; que Logan y Dianne fueran al bosque y Sasha y Plana a la Torre Stark, con Jean y conmigo en cada uno de los grupos. ¿Tenéis alguna otra pregunta o sugerencia?

Les miró con suma seriedad.

- Chicos, que no os quepa duda: ese mutante es responsabilidad nuestra. Ahora mismo es como un animal salvaje al que cualquiera podría amaestrar para sus fines, o hacerle sólo Dios sabe qué. La mayoría de nosotros teníamos existencias de mierda antes de llegar aquí. Aquí pudimos encontrar todo lo que la vida nos había negado: perdón, aceptación y el calor de una familia. Ahora está en nuestra mano brindarle la oportunidad a otro antes de que sea demasiado tarde...

El apoyo de Plana a mi sugerencia me relajó un poco los nervios. Últimamente sentía que todas las decisiones que tomaba estaban equivocadas y que mis ideas eran totalmente estúpidas. Apreté el puño, tratando de concentrarme y relajarme. Solo es una misión más, un rescate normal. Sus puntos tenían sentido y era lógico que nos planteásemos estas cuestiones con la poca información que nos habían dado. Luego escuché a Logan, también lógico. Sentí que había expresado con palabras lo que yo no pude.

- Eso es, exacto… Qué capacidades tiene, debilidades, si es amigo o enemigo, lo peligroso que puede resultar, qué relación tiene con nosotros…- Principalmente por qué me puedo estar jugando la vida por un tipo al que no conozco.

Me giré súbitamente al escuchar la voz de mi amigo - Drago…- musité como si se me escapase de los labios. Le vi ahí de pie con su forma ensombrecida por completo, preocupada… Había hablado con él un par de veces sobre cómo se encontraba últimamente y me estaba empezando a preocupar. Era raro que un hombre como él se mostrase testarudo. Había resultado herido y no quería que se presentase, debía descansar…
Ahora que centraba mi mirada en la suya, algo tenía en sus ojos... Era como si.. Todo estuviese bien. Drago ¿Qué ha pasado...?
Mierda.. ¿Tanto me estaba distanciando de mis amigos? Parecía haber cambiado el color de los ojos por voluntad propia.. ¿Quizá una ilusión?

Pero cuando escuché lo de la contusión me golpearon dos sensaciones completamente distintas. Felicidad y calma pura al pensar que estaba bien, pero a la vez miedo e inquietud, le habían dado la excusa perfecta para venir a la misión. No es que no le creyese capaz, pero después de una situación tan fuerte, después de ver cómo esto parecía afectarle a un nivel personal… Arg mierda. No quería que le pasase nada, eso es todo.
Mientras le escuchaba me acerqué a él y extendí mi mano a su sien, donde antes reposaba la bolsa de hielos, manteniendo el frío de una forma menos agresiva que los hielos.

Cuando vi a Dianne no pude evitar tensarme. Después del incidente de su cumpleaños no consideré que estuviera preparada para nada. Entró completamente en silencio, como buscando pasar desapercibida. Susurré - No creo que sea buena idea Di… ¿Estás bien?- para no interrumpir el diálogo sobre nosotras y con la esperanza de que le llegase el mensaje. No esperaba ninguna respuesta contestada, no era necesario. Un gesto, algo visual que a mí me diese a entender que estaba lo suficientemente bien para no entorpecer la misión y que ella pudiese tener un tiempo de enfriamiento desde su cumpleaños.

Fruncí el ceño levemente escuchando la explicación de Drago para abrir muchísimo los ojos cuando escuché lo del ataque al presidente. Esto… wow. Esta mierda era importantemente grande. Lo primero que me saltó a la mente fue la pregunta. “¿Pero él venía aquí por placer?” porque no quería jugar con un rasete de doble moral. Si le estábamos trayendo a la fuerza para tenerle controlado no éramos peores que los que le habían secuestrado esa misma noche, pero tras la explicación parecía más un gato enfermo al que habían convencido de entrar en un transportín con chucherías de paté. Todo lo demás estaba bastante claro y agradecí la explicación asintiendo con la cabeza, mirándole con la misma firmeza - Todo en orden por mi parte. démosle la bienvenida a la gran familia- volví a asentir con la cabeza. Drago había dado en el clavo. Para  la mayoría la mansión había sido nuestra panacea, lo imposible, una utopía con la que soñar, pero al alcance de la mano. Cualquiera tendría que tener la oportunidad.
Empecé a pensar en la misión. La Torre Stark,... Siempre había querido conocer al millonario y ahora que liba a conocer dentro de pocos días  parecía que todo se apresuraba para verle. Estaba algo tensa, pensando en el motivo por el que le vería días después, tratando de enfocarme en la misión. -Cuando queráis. Cuanto antes nos pongamos en marcha menos tiempo perdemos- dije dirigiéndome a la puerta del despacho, abriendo la puerta y subiéndome la capucha del traje.

Drago asintió mirando a Jean.

- Tony es mi amigo, pero tus habilidades serán mucho más útiles en la Torre Stark, Jean. Llamaré antes de salir para informarle de vuestra llegada.

Él quizá habría podido, eventualmente, descubrir al culpable utilizando sus ilusiones para inspirar el terror en su corazón e inducirle a confesar, pero no había duda de que si Jean iba sería todo mucho más eficiente y rápido, y no podía decirse que tuvieran mucho tiempo, pues no sabían lo que estarían haciéndole a Superpredador en aquellos momentos.

La repentina (y agradable) sensación de frescor sobre la zona dolorida le hizo mirar hacia Sasha con ligero sobresalto; había estado tan focalizado en el problema que no la había escuchado acercarse.

Y había más cosas que, en su estado de agitación, no había tenido en cuenta, y que tanto Sasha como Jean pudieron notar con sorpresa cuando las miró, y era que de repente sus ojos, por lo general de color oscuro, se habían vuelto de una llamativa tonalidad azul claro.

Hacía tres días que Dragoslav se había sometido al experimento con el Extremis, y había pasado las últimas 72 horas de baja en su casa mientras el suero realizaba los cambios en su cuerpo, restituyéndolo tal y como marcaba su ADN, eliminando las marcas y cicatrices adquiridas a posteriori, incluyendo los ojos que le habían sido arrebatados. Aquél era el primer día que se había levantado de la cama con la vista restituida, y entre la falta de costumbre y el accidente se había olvidado de un pequeño detalle...

Los ojos de Drago, como los de la mayoría de los eslavos, habían sido de una preciosa tonalidad azul claro, pero, a raíz de la tortura y su pérdida, cuando habían despertado sus poderes mutantes, incapaz de asimilar lo que le había ocurrido, había generado una segunda personalidad más fuerte, una personalidad carente de fallos porque estaba más allá de las debilidades humanas: el Ángel de la Venganza.

De la misma manera, la exteriorización de sus poderes se había visto influida por su mundo interior simbólico, y dicho mundo estaba totalmente imbuido por su fobia a la oscuridad, de manera que, un poder que en principio debería de haber sido de control de la luz, se había convertido en manejo de las sombras, y su aspecto mutante real, brillante y repleto de luz, había sido cubierto de manera inconsciente por la aterradora ilusión de un monstruo de oscuridad. Todo su aspecto se había visto influido por dicha ilusión, incluyendo el color de unos ojos ficticios que en realidad no se encontraban allí. El color había sido negro, como el aura que rezumaba su figura, y, luego de descubrir la verdadera naturaleza de su poder, los había seguido manteniendo igual porque, al fin y al cabo, una parte importante de su poder se basaba en infundir el temor en los corazones de los impíos, y ya se sabe que la oscuridad inspiraba desde siempre una mayor desazón que los colores claros y luminosos. Además, no le apetecía tener que dar explicaciones acerca de la razón del cambio, ya que nadie, con la excepción de Xavier, Moira MacTaggert, Bestia, Bobby, Tormenta, su prometida y su terapeuta, estaban informados de su discapacidad, y de todos ellos únicamente Cassandra y Elissa lo sabían de su propia voz. Los demás lo habían averiguado el día en que le capturaron y tuvieron la ocasión de verlo inconsciente.

Aquél día había utilizado una ilusión para enmascarar el color cuando había ido con Jean a la torre Stark, pero ahora, con la agitación del accidente había olvidado hacerlo, pues ya no necesitaba estar en forma mutante para poder ver.

De manera que estaba mostrando ante sus compañeros sus verdaderos ojos en el mismo día en que los había recuperado por fin, y ni siquiera estaba siendo consciente de ello. Considerando que ninguno de los mutantes estaba al tanto de su historia (Sasha sabía que estaba ciego, pero ni siquiera ella conocía los detalles exactos de lo que había ocurrido en Colombia), el hecho de encontrarse de repente con que el color de los ojos de su compañero había cambiado debía resultar cuanto menos sorprendente, pero él no reparó en sus expresiones, preocupado sólo por el asunto que se traían entre manos.

- Dianne, Logan; No tenemos nada que perteneciera a Superpredador, pero os llevaré hasta el lugar donde se encuentra el Hummer y podréis oler de primera mano la parte de atrás de la furgoneta en la que viajaba. Quizá haya quedado parte de su esencia impregnada en el vehículo, y, si no, la hierba de alrededor está manchada de sangre, y es posible que parte de dicha sangre sea de él.

- Un momento -dijo Jean con dulzura y, avanzando hacia Drago, apoyó suavemente la mano en su antebrazo. Intrigada, le miró a los ojos. ¿Tendría aquél cambio algo que ver con el estado de ánimo agitado que le había notado aquella mañana? Le había parecido que le ocultaba algo, pero no pensaba preguntarle. Respetaba su intimidad, ya le contaría lo que fuera cuando se sintiera preparado-. Realmente creo que deberías venir a la Torre Stark, ya que Tony te conoce y confía en tí. Si realmente tiene un topo estará más dispuesto a confiar en tus palabras. Y creo que Dianne no debería acompañarnos -dijo girándose para contemplar a la rubia-. Es demasiado joven aún. Sé que ha demostrado su valía en numerosas ocasiones, pero no sabemos a lo que nos estamos enfrentando y tengo la impresión de que ésta gente no se anda con chiquitas. El olfato de Logan será más que suficiente para ésta tarea. Y tampoco creo que debamos separarnos. ¿Cuánto podemos tardar en inspeccionar el lugar del accidente? Está aquí al lado y nos pilla de camino para ir a la Torre Stark. Iremos primero allí y después vamos todos juntos a la Torre, ¿estáis de acuerdo?

La llamada a Tony Stark resultó infructuosa. Al parecer el millonario se encontraba enfrascado en alguna clase de experimento o proyecto personal y le iba a resultar imposible recibirles. La secretaria que atendió la llamada les indicó que había dado instrucciones de no ser molestado, y Drago no pudo evitar preguntarse si tendría algo que ver con el estado de agitación en el que había encontrado al empresario tres días atrás. Por fortuna, aquél día le había proporcionado un número personal que le permitiría contactar directamente con él, mas lo único que consiguió fue que lo dispusiera todo para que les recibieran en Stark Industries para dentro de dos horas. Considerando que la mansión se encontraba a 93 kilómetros de distancia del noreste de Nueva York, significaba que iban a disponer de media hora escasa para investigar el lugar del accidente, y cuando llegaran al edificio sería ya prácticamente de noche, pero siempre podían cambiar la cita en caso de que llegaran a encontrar algo verdaderamente sólido.

Después de un corto trayecto en coche, llegaron hasta el lugar del accidente. El hummer todavía seguía allí, con la parte frontal empotrada en el tronco del árbol contra el que se había estrellado. Las puertas traseras de la furgoneta estaban abiertas de par en par, con la cerradura reventada a balazos, y la hierba que las rodeaba estaba aplastada y con evidentes señales de lucha. El agudo olfato de Lobezno le permitió detectar fácilmente un par de dardos tranquilizantes con contenido suficiente como para dormir a un caballo caídos a escasa distancia, como si hubieran errado el blanco. En la luna delantera eran claramente visibles los agujeros que habían dejado los dos dardos tranquilizantes que les habían disparado a Drago y a Jean para dejarlos inconscientes.

- No tenemos ningún objeto personal que haya pertenecido a Superpredador -explicó Drago a Logan una vez estuvieron allí-. Cuando lo encontramos en la Torre Stark iba prácticamente desnudo, pero quizá aún puedas detectar su olor dentro de la furgoneta.

Le señaló al interior de la parte trasera en donde había viajado el mutante. El atentado se había producido hacía relativamente poco y era posible que el rastro aún estuviera caliente.

Orden de posteo:

La preocupación tanto por mi amigo Europeo como por Dianne no cesó aunque nos pusiésemos en marcha, cosa que normalmente me distraía y hacía que me concentrase más en el objetivo principal. Me quedé pensando en el multimillonario. En la cita que tenían al día siguiente. Y es que el famoso Tony Stark iba a ayudarme a mí a encontrarme con el Vengador asgardiano… Y mentiría si dijese que eso no fue mayor distracción que mi objetivo principal. No sabría cómo reaccionaría el nórdico. Si me trataría de bastarda como todos los recuerdos que me acompañaban del mundo mágico o si se abriría más como mi hermana… -Yo mañana me reuniré con él en la Mansión Avengers… Agradecería también colaborar con el grupo de Stark- dije sólo como mero apunte y corroborar mi aceptación de la medida del plan.

Me quedé pensando eso en un segundo plano y en el canal principal reflexioné sobre lo que dijo Plana. Devolverle el favor… Realmente yo nunca me senti abrazada por la mansión. No llegué siendo una extraña y me acogieron… Nací prácticamente ahí. Era mi casa. La única, la verdadera. Y súbitamente me sentí completamente fuera de ese grupo que había sido acogido por la mansión. Me sentí fugazmente como el hermano mayor que siempre ha estado ahí y súbitamente aparecía un bebé que se llevaba toda la atención y… Y me di cuenta de que estaba emocionalmente inestable por la reunión del día siguiente.

Eché un último vistazo a los ojos de Drago. Querría hablarlo con él, le sentaban bien… pero dudé enormemente que se tratase de algo meramente físico y de aspecto. Así podríamos tener una charla. Yo le contaría lo del día siguiente...y él me contaría su repentina claridad si quería.

Y volví a la realidad.

Todo el trayecto en el coche me lo pasé mirando por la ventana, completamente ausente y en silencio. Llegamos al lugar y eché un vistazo en derredor. El suelo, el cielo… Cuando te acostumbras a convivir con gente que puede camuflarse, volar, desaparecer… Intentas mirar en todas partes. Lo primero y más destacable era el Hammer. La hierba aplastada, el olor al motor y al propio accidente… Era turno de dejar trabajar a Logan. Mis habilidades de rastreo e investigación no sobrepasaban las de nadie de la mansión. Me fijé en lo básico. Si había huellas en el asfalto por detrás del hammer, que no fuesen del hammer. Huellas particulares, de moto, de otros coches… Más tarde caminé hacia la carretera de frente, hacia donde iba el hammer. Si tenía marcas la luna del coche se supone que tenían gente delante y detrás no…? Quizá intentar describir la trazada de la emboscada nos ayudaría en algo. Y si no, esperaría paciente. Eso no era “lo mío”.

Se trataba de una carretera poco transitada que discurría prácticamente entre bosque, razón por la cual uno podía permitirse ir a una velocidad mayor de la que normalmente utilizarías para ir por la ciudad. Un rápido cálculo de la velocidad relativa utilizando de referencia las huellas de los neumáticos en el punto en el que se desviaban de la carretera le permitieron a Sasha hacerse una idea bastante clara del punto exacto del que había surgido el disparo, y calculando el ángulo por la rotura del cristal, le resultó claro que había sido realizado desde una posición elevada. Caminó hasta el lugar del que debía haber procedido el disparo y miró hacia lo alto... hacia el inmenso abeto que se encontraba a la derecha de la calzada. Desde abajo no le era posible ver nada, pero si compartía sus suposiciones con el resto del grupo y alguno se aventuraba a trepar, no le costaría encontrar una serie de perforaciones cilíndricas a dos alturas en la madera, ocasionadas posiblemente por los tornillos de sujección para la plataforma de tiro que los responsables del ataque habían preparado para el francotirador que había iniciado la emboscada. En aquél punto el olor del somnífero de los dardos tranquilizantes que habían sido disparados resultaría poderoso para Logan, y algo se haría evidente para todos... Quien fuera que hubiese estado apostado allí arriba había sido capaz de disparar dos veces al vehículo en el que viajaban Jean y Drago, a la velocidad a la que iba el hummer, y con la precisión suficiente como para acertarles a los dos en el cuello. Si alguno tenía una mínima noción de lo que era disparar con un arma de fuego tendría bastante claro que quien había hecho aquello no era ningún novato, sino un jodido profesional. No debería de haber muchos francotiradores capaces de semejante proeza, y desde luego les decía que los responsables de aquello no eran una simple panda de aficionados.

No había más huellas que las del hummer en la calzada, pero no era raro, pues la grava estaba limpia, y lo único que quería decir era que, a diferencia de los mutantes, los atacantes no habían realizado ningún frenazo brusco. Esto, unido a la plataforma del árbol que alguien se había asegurado de retirar para no dejar rastros, simplemente señalaba que los agresores ya habían estado allí desde antes de que apareciera el hummer, esperando. Lo que significaba que habían sabido que venían, lo cual no hacía sino dar más fuerza a la teoría del topo en Industrias Stark.

Logan no tardó en localizar la posición de la que había partido el coche de los atacantes, oculto una decena de metros más allá del lugar del accidente. El cuerpo de Superpredador había sido arrastrado hasta allí, y Logan dedujo que se trataba de una furgoneta, el vehículo más adecuado sin duda para realizar un secuestro. No parecía haber rastro de otros medios de transporte. Había sido un trabajo coordinado rápido y efectivo.

-Yo no sé mucho de estas cosas, pero sabiendo el coche, la hora aproximada, las carreteras que rodean a este sitio, y que ya todas las carreteras a centenares de millas alrededor de Nueva York deben estar monitorizadas con cámaras, ¿nadie tiene un contacto para poder localizar ese coche, enterarnos de la matrícula y de su propietario?

Drago se quedó pensativo un instante antes de responder:

- Tengo contacto con Batman, y éste a su vez tiene relación con la policía de Gotham, pero dudo que desde allí puedan tener acceso al sistema de cámaras de Nueva York... Me temo que por mi parte no puedo ser de más ayuda, aunque quizás la fortuna de Stark nos pueda brindar lo que necesitamos. Tenemos que ir hasta allá de todos modos, así que podremos preguntar, a menos que queráis que nos dividamos para rastrear los posibles itinerarios que ha calculado Plana, aunque creo que puede ser como buscar una aguja en un pajar...

La pregunta de Plana fue lo primero que oí al bajarnos del vehículo. Si tenía una pregunta era porque ya había barajado sus hipótesis. Solía pensar rápido y si había duda, había acción o suposición. -Supongo, aunque no es nuestra prioridad… Supongo que podremos llamar a alguien que venga a recogerlo- Dije pensando en el coche aplastado -Pero antes de alterar nada vamos a buscar la mayor cantidad de rastros posibles.- dije mientras buscaba sin parar. Entonces retumbó la pregunta de Logan en mi cabeza como una iluminación mientras repasaba mis contactos mentalmente -Oid, ¿Y Blair? Ella es tecnópata, ¿no? ¿No sería capaz de recibir las imágenes de las cámaras de las carreteras? No sé si estará ocupada o lo que esté haciendo pero… puede ser de utilidad- A nivel personal cuanto más lejos pudiera tenerla, mejor. Pero su poder era práctico, cuando se quitaba los tacones y se ponía las botas. -Stark también es una opción… Supongo que se conocerá la ciudad mejor y tendrá más recursos, Up to you, guys- dije volviendo a lo mío.

Entonces me concentré un poco más en la marca que había dejado el proyectil en el cristal. Al ser tan grueso se veía perfectamente la dirección cilíndrica del agujero y desvié la mirada hacia arriba, buscando un posible punto de origen. -Eh, venid aquí- dije junto al árbol esperando que se acercasen. -El tiro vino de aquí, lo veis?- Simulé sostener un arma lo mejor que pude, con lo que había visto en las películas y en las misiones, haciendo el gesto de un disparo con retroceso.-Mirad bien en el árbol- Dije esperando que las viesen. Las señalé con el dedo, iluminando mi mano con fuego para que quedasen más claras. -Deben ser de algunas botas de escalada o algo así.. ¿Un arnés quizá?- No. No tenía ningún conocimiento sobre las armas de fuego que no sepa cualquier otro norteamericano. Matan. Y algunos no parecían conocer esto. -Os estaban esperando, sabían algo sobre el traslado de superpredador. Deberíamos investigar algo más sobre ello, quizá cuando su vida no corra peligro- Terminé mientras me acercaba de nuevo a nuestro transporte, esperando a los demás. Habíamos averiguado lo siguiente y sabíamos que hacer, ahora había que moverse. Mandé un mensaje a la mansión para que se encargasen de recoger los restos del accidente y esperé.

Oh, no... Blair.

Drago no era un hombre conocido por su paciencia, pero lo había intentado. De verdad que lo había intentado. Le estaba tan agradecido a Sasha, Logan, Planaria, Lobo y todos los que habían sabido ver más allá de su fachada de sombras y le habían tendido la mano para sacarle del pozo en el que llevaba hundido tantos años que había hecho lo que había podido para incluir a la mutante en el grupo. Sin embargo había sido un rotundo fracaso porque Blair parecía no desear dicha inclusión y de hecho parecía hacer todo lo posible por sabotear cualquier intento de acercamiento.

Cíclope había tenido prácticamente que rogarle que se uniera a los X-Men, cosa que Drago no entendía. Sencillamente no iba con el carácter de Scott, aunque claro, siempre había sido particularmente débil con las chicas que le gustaban, por más que el bosnio no pudiera entender lo que había visto en ella.

El día de su llegada, Eclipse había ido a recibirla y ella le había soltado un sermón acerca de lo mal que lo hacían en la Patrulla, y que todo lo malo que les ocurría era por su culpa, por andar por ahí jugando a los superhéroes y dando mala fama a los mutantes honrados (¿?), y que eran unos irresponsables porque actuando así ponían en peligro la vida de los niños de la escuela, y que ella estaba allí porque se lo había pedido Scott, pero que no tenía la menor intención de luchar junto a ellos ni de vivir ni dar clases en la escuela.

Ni qué decir tiene que aquello le había chocado muchísimo, y no entendía qué estaba haciendo allí, con su traje de ejecutiva, su actitud despectiva y altanera y sus tacones louboutin. Podría decirse que era exactamente la imagen opuesta de lo que cualquiera habría podido esperar encontrarse en la Patrulla X. Aún así, y porque respetaba el criterio de Scott, se había esforzado por explicarle las cosas; cómo el odio y el desprecio de la gente hacia los mutantes no era consecuencia de la actividad de la Patrulla sino que ésta había nacido como una reacción a dicho rechazo; cómo el trabajo que hacían era necesario para la inclusión de los mutantes en la sociedad, etc. Creía que le había quedado claro, pero cuál no fue su sorpresa cuando apenas unas semanas más tarde Logan le había contado que le había venido soltando las mismas mierdas a él, como si no hubiera escuchado nada de lo que le había contado.

Durante todo el tiempo que había permanecido con la Patrulla había mostrado una actitud errática (como cuando le había pedido a él que la entrenara y después había ido a pedírselo a Logan sin cumplir con ninguno de los dos), desafiante, y le había faltado al respeto en varias ocasiones a Planaria y a Sasha, por no hablar de la de veces que se había empeñado en participar con ellos en alguna misión pero no había resultado ser más que un estorbo.

Sin embargo, en enero había sufrido un atentado contra su vida durante uno de sus mítines políticos, por el mero hecho de ser mutante, y esto la había afectado profundamente. Como superviviente de guerra, Drago no había podido más que empatizar con ella, había tratado de olvidar sus roces y de darle una nueva oportunidad incluyéndola en su grupo de amigos la noche que les había presentado a Cassandra. Y, una vez más, la elección de la mutante había sido la de mostrarse impertinente y reprocharle que no se lo hubiera contado antes, cuando no llevaban más que dos semanas saliendo. Sasha y él mantenían una relación de amistad mucho más profunda que la que hubiera podido llegar a establecer con Blair, y sin embargo a ella no se le había ocurrido reprocharle nada, porque sus demandas eran absurdas. Aquello había sido la gota que había colmado el vaso para el  bosnio, tan celoso de su intimidad y su vida privada. No podía evitarlo, había hecho cuanto había podido, pero todo cuanto ella hacía y decía le resultaba demasiado irritante.  

Sin embargo, para bien o para mal, Blair había terminado abandonando la Patrulla para centrarse en su carrera como política, por lo que hacía casi un mes que no la veían. Consultó su reloj.

- Genial, para cuando lleguemos va a ser prácticamente de noche. Planaria, ¿puedes llamarla y decirle que vamos para su apartamento?


La mutante les recibió en su casa vestida con pijama, bata, y un curioso complemento con forma de bate de béisbol. En cuanto hubo comprobado por la mirilla que se trataba de ellos les permitió entrar.

- Precauciones, ya sabéis -explicó-. Desde el atentado no me siento segura.

Cuando Eclipse y los demás le explicaron lo que venían buscando no pudo evitar levantar una ceja con incredulidad.

- O sea... que me dais el sermoncito de que debería replantearme mi lugar entre los X-Men porque, según vosotros, no estaba haciendo nada por encajar, ¿y ahora me venís pidiendo ayuda?

- Blair... por favor -pidió Drago poniéndose serio-. Ésto es importante. Hay un mutante con el que podrían estar haciendo experimentos en éste preciso momento.

- Está bien...

Tras un suspiro, Blair cerró los ojos, se concentró y comenzó a bucear a través de las cámaras de tráfico en el rango de localización y hora que le habían dado, buscando una furgoneta que cuadrara con las especificaciones que había dado Logan.

- Chicos... -les dijo al cabo de un rato-. En todo el trayecto que hay desde Graymalkin Lane hasta Nueva York no he encontrado ningún vehículo que coincida con la descripción que me habéis dado en ninguna de las horas estimadas...

Alcé las cejas sorprendida cuando miré a Logan entrar al coche y le escuché. No pude evitar sonreír de medio lado y bufar una risa irónica -Je, ella y yo también somos incompatibles en muchos aspectos, pero no hace falta que esté aquí para ayudarnos, ¿no? Supongo- me hacía gracia pensar que a Logan también le caía como una patada en el hígado y por una parte también me aliviaba pensar que no era la única. -Seh, se va a poner en plan capullo, como siempre. No nos va a sorprender.- Apoyé la mejilla sobre el puño que reposaba cerca de la ventanilla del vehículo -Pero quiero creer que si le especificamos la prisa, que se trata de un puto secuestro, que deje de meter el dedo en el culo y se centre en lo que le pedimos, lo haga.- dije ya sin paciencia.

Poco a poco vi cómo el tiempo pasaba y cómo todo el mundo se ponía a compartir su opinión sobre Blair. Venga, todos de acuerdo, super amigos? -¿Podemos dejar el debate de las naciones unidas para otro momento y que alguien haga algo?- dije abriendo la puerta para que me oyesen también los de fuera. -No es fácil pinchar nada de Stark, pero cuando escapa a la física se tiene que joder, por eso he propuesto a Blair. Nuestros poderes no se rigen por lo que la gente común conoce como física, termodinámica y esas cosas que “rigen” el mundo- dije haciendo las comillas con los dedos de ambas manos.

Cuando AL FIN estaba todo el mundo ya dentro del coche y pusimos rumbo al piso de Blair respiré hondo y me hundí en el asiento, resbalando para acomodarme mientras cruzaba los brazos. -Por lo que veo no nos hace ni puta gracia a nadie, pero tiene un poder útil, ¿qué mierda vamos a hacer si no es pedirle ayuda a alguien por quien hemos hecho tanto? Nos lo debe. Si se niega me sujetáis porque juro que la mato por desagradecida.- dije ya por zanjar el tema.

Cuando llegamos vi su atuendo, creo que era la primera vez que la veía tan informal. Pensé en el bate. ¿Teme por un atentado y tiene un bate para defenderse? Sigue igual de lógica que siempre. -Y sigues sin hacer nada por encajar. Que no sepas trabajar en grupo no quiere decir que seas inútil. Quiere decir que sabes trabajar, pero no en equipo- dije seca y mirándola ya impaciente. Cuanto más tiempo pasaba, más se alejaban los culpables, no teníamos tiempo para ruegos ni para besarle el culo a nadie. Casi noté una espina clavándose en mi espalda cuando vi a Drago pedirle por favor. ¿¡Por favor!? Dios…

Tras la mala noticia miré a mi alrededor. - ¿Y si no han ido a Nueva York? ¿Y si han tomado un desvío anteriormente? ¿No podemos rastrear los radares de las desviaciones para seguirle la pista desde donde sabemos que estuvieron en un inicio?- es decir, donde durmieron con los dardos a Jean y Drago. -Sólo para asegurar que no se han ido por otro sitio. Si han no encontramos ningún rastreo habrá que asimilar que lleven algún tipo de camuflaje… quizá tengan también alguien con poderes tecnópatas que haya previsto nuestra maniobra o alguien camaleónico…- Fue lo primero que se me ocurrió, las ideas instintivas para luego enmudecer y pensar con más calma.