El juego de la botella (Dick, Babs, Artemis, Wally, Conner y Roy) [PRE-OMEGA - DC]

 
“Reconocido, Robin B 01”
 
Dijo la máquina de teletransporte. Aparecí en la sala principal de la base junto con el resto de mis compañeros, uno a uno empezaron a salir todos de los tubos Z. Volvíamos de una misión y estábamos bastante hechos polvo. El día estaba a punto de terminar, y lo más probable es que todos volvieran a sus respectivas casas o a los cuartos de la base a descansar. Pero era muy injusto que justamente HOY tuviéramos una misión importante que atender. ¿Es que nadie se había dado cuenta? Bueno, claro, para ellos yo era Robin. La única persona que conocía mi identidad como Dick Grayson eran Barbara y Wally, y dudaba que ellos fueran a decirme nada mientras estuvieran los demás presentes. Pues no me parecía nada bien.
 
- Bueno chicos… esto… - interrumpí el paso de Aqualad y Conner cuando intentaron llegar a la cocina. - ¿Sabéis qué día es hoy?
 
- ¿El día de las empanadillas gratis en el Take and Eat? – preguntó Wally con una sonrisa fugaz y apareció de repente delante de la nevera, abriéndola de par en par y llenándose la boca con algún tentempié.
 
- No… no me refería a eso… - suspiré resignado y me rasqué entonces la nuca. Barbara me lanzó una mirada de desaprobación, imaginé que ella si sabía lo que estaba a punto de decir.
 
- Pues hoy es un día especial para mi… veréis… - empecé.
 
-¡Ey! ¿Me puedo comer la tarta que hay en el congelador? – exclamó Wally desde la nevera.
 
-¡Es mi cumpleaños! – sonreí divertido, y entonces todos mis compañeros se giraron a mirarme, atónitos ante la noticia. Cierto, era el cumpleaños de Dick Grayson. Pero nadie de ellos conocía a Dick Grayson… así que supongo que a Batman y al resto de los que conocen mi identidad secreta no les importaría que lo dijera...
 
- Y como sois los mejores compañeros del mundo había pensado que podríamos cenar todos juntos y pasar un buen rato jugando a algo… ¿Qué os parece?

No todos los días se cumplían 15 años.

El chico de acero entro en la base sin camiseta, empezaba a ser normal verle entrar con la ropa algo rasgada y era porque es un kamikaze que se lanza a todo sin pensar dos veces. Pero iba mejorando, muy lentamente, pero mejoraba, ahora contaba hasta dos antes de arrancarse la camiseta y atacar a todo lo que se movía, le tendría que informar a Canario Negro de sus avances. La voz del chico maravilla le paro para voltearse y mirarle, mientras se rascaba un pecho, le picaba un poco. Mientras Robin y Kid flash hablaban de sus cosas Lobo había ido a por la camiseta de su amo. Conner sonrió ante el gesto y se agacho para acariciar la cabeza del animal mutado, cogiendo la camiseta.

El cumpleaños es el aniversario del nacimiento de una persona. Se trata de un acontecimiento que, por lo tanto, tiene lugar una vez al año y que suele celebrarse con una fiesta. En la mayoría de las culturas, los cumpleaños son acontecimientos festivos que incluyen una reunión con los seres queridos como familiares y amigos y la entrega de regalos a la persona que cumple años… regalos…

Conner volvía hacer gala de su conocimiento implantado por los Genomorfos, aunque supiera todo eso era el primer aniversario que celebraría. Se quedo mirando la camiseta y se levanto para acercarse al cumpleañero y darle su camiseta.

Como no avisaste con tiempo no pude regalarte algo mejor, espero que sea de tu agrado: Feliz cumpleaños Robin.

Una vez le había dado la camiseta se aparto de él, no iba a opinar sobre que iban hacer ya que el no tenía ni idea de cómo se montaba una fiesta, sabia la definición, pero como siempre le pasaba, no había vivido para experimentarlo. Aqualad sonrió ante el gesto de Superboy, acercándose al cumpleañeros

Robin, nos tendrías que haber avisado, habríamos comprado algo… y lo de celebrar si que no tengo ni idea, no sé cómo os divertís los de la superficie

Kaldur sonrió y volvió a la cocina, ya le avisarían de que modo celebrarían el cumpleaños.

Nota:

Claro que sabía qué día era. De hecho, aunque se me hubiera olvidado, Dick se habría encargado de recordármelo de todos modos.

Había llegado al Monte Justicia con una sonrisa de oreja a oreja, sólo para encontrarse con que la mitad del grupo desconocía su verdadera identidad. Me había dado pena la expresión de decepción que había seguido a aquello. Batman era muy estricto con el tema de mantener oculto el secreto; a cambio, iba a tener una de esas fiestas en la Mansión Wayne con gente trajeada, música, champán y caviar... El sueño de cualquier adolescente, claro.

Tendría que haber imaginado que Robin no podía quedarse de brazos cruzados ante aquello.

- Bueno chicos… esto… ¿Sabéis qué día es hoy?

- ¿El día de las empanadillas gratis en el Take and Eat?

- ¿Por qué no me sorprende que sólo pienses en comida? - resopló Artemis, mientras se descolgaba el carcaj de la espalda.

- No… no me refería a eso… - Dick me lanzó una mirada furtiva, y yo fruncí levemente el ceño - Pues hoy es un día especial para mi… veréis…

- Dispara, Robincito.- dijo Roy.

-¡Ey! ¿Me puedo comer la tarta que hay en el congelador?

¿Hay una tarta en el congelador?

- Oh tarta. Espera no te la comas toda, yo también quiero...

-¡Es mi cumpleaños! – exclamó Dick, antes de que Wally siguiera diciendo nada. - Y como sois los mejores compañeros del mundo había pensado que podríamos cenar todos juntos y pasar un buen rato jugando a algo… ¿Qué os parece?

- Viejo, estas cosas se avisan. Hubiésemos podido prepararte una gran fiesta con comida, música, globos, regalos, chicas y esas cosas que hay en una fiesta de cumpleaños. Y mi regalo hubiese sido el mejor de todos, puedo imaginarte abriendo mi regalo y con tu cara de estupefacta fascinación.

Artemis se cruzó de brazos mientras miraba a Roy.

- Claro, porque Speedy tiene algún problema con las chicas presentes...

- ¡Hola, Megan! - exclamó Miss Martian, dándose un leve golpe en la frente - ¡Podría haberte hecho galletas! Bueno... - la chica enrojeció un poco, algo nerviosa - Podría haber intentado hacer unas galletas. Aún no se me da bien del todo. - ofreció a Robin una sonrisa de disculpa y entonces salió volando hacia él, dándole un efusivo abrazo - ¡Felicidades!

Durante este tiempo, Superboy se actualizó sobre lo que significaba un cumpleaños. Lobo le había traído una camiseta, pero el Chico de Acero decidió entregársela a Dick.

- Como no avisaste con tiempo no pude regalarte algo mejor, espero que sea de tu agrado: Feliz cumpleaños Robin. - dijo, con su seriedad habitual.

Robin, nos tendrías que haber avisado, habríamos comprado algo… y lo de celebrar si que no tengo ni idea, no sé cómo os divertís los de la superficie - dijo Aqualad, con una sonrisa tranquila.

Megan, que había soltado al Chico Maravilla, desvió la mirada y enrojeció de nuevo, viendo que Conner tenía pensado seguir con el torso desnudo durante un tiempo indefinido. Artemis, por su parte, pareció llegar a la misma conclusión, porque arqueó de forma apreciativa las cejas antes de dirigirse a Dick.

- Feliz cumpleaños, Robin - sonrió la arquera - Lo de la fiesta me parece buena idea. ¿Podemos jugar a disparar a Wally?

Suspiré. Yo sí que tenía un regalo para Dick, aunque pensaba llevárselo a la fiesta que Bruce hacía para él. En fin, tendría que adelantarlo por esta vez.

- Felicidades, Chico Maravilla - me acerqué a él y le revolví el pelo - Toma. Ábrelo y deja que Kid Flash ataque la tarta de una vez. - le tendí un sobre envuelto cuidadosamente.

Cuando lo abrió, pudo ver dos entradas para el concierto de uno de sus grupos favoritos, que tocaban en Gotham el próximo mes.

Sonreí. Roy se cruzó de brazos impaciente y levantó una ceja. Me encantaba crear expectativa, claro que Wally siempre acababa rompiendo el momento con algún comentario de comida. Los dos pelirrojos se fueron directamente a la nevera cuando yo exclamé:

- ¡Esta tarta es para todos!- dije acercándome a la cocina y arrebatándosela a Wally de las manos. Aunque tarde, el pecoso ya se había llevado un trozo a la boca.

-¿A fi? ¿Eshta esh tu tarta de cumpleañof? - dijo comiendo con la boca abierta y chupándose los dedos de merengue.
Asentí, y dejé la tarta de dos pisos encima de la mesa de mármol. No la había hecho yo, por supuesto, la tarta era de Alfred, se la había pedido el día anterior como un favor a escondidas de Bruce y la había guardado en la nevera justo antes de salir a por la misión, para que nadie se diera cuenta (guardar algo en la nevera estando Wally en el edificio es peligroso). Así que esperaba que nadie se diera cuenta antes, pelo velocista tenía que ser rápido en todo.

- No dudo de eso Roy... -me reí y correspondí al pelirrojo con una palmadita en el hombro. El arquero era mucho más alto y corpulento que yo, así que supuse que no notaría nada el golpecito.- Pero no importa. ¡Un rato de diversión con mis compañeros de equipo ya es más que suficiente! Podemos poner globos y...¡ya tenemos chicas! - dije señalando a Artemis, Barbara y Megan. Las dos primeras pusieron los ojos en blanco y la Marciana sonrió de forma amable y después fue directa a abrazarme.

Conner me sorprendió con aquella definición de diccionario sacada de su mentalidad de clon y me quedé bastante sorprendido al ver que me regalaba una de sus miles de camisetas negras con el símbolo del hombre de acero.

-¡Suuuuper! ¡Gracias Con! - dije abrazando al chico de forma entusiasmada. Superman era mi héroe favorito, le admiraba muchísimo a pesar de que a Conner no le fascinara tanto. Clark Kent no era muy buen padre, la verdad, ¡pero cuando sacaba rayos por los ojos molaba que te cagas!

- ¡Gracias, chicos! No os preocupéis por los regalos, de verdad - de todos modos iba a recibir muchos en la mansión Wayne. Era un niño mimado y la verdad, es que después de tantos años de fiestas pijas uno le resta importancia. No era lo que más me importaba ahora mismo. Quería hacer algo diferente, estar por una vez con mis amigos de verdad, los que no sabían quién era Dick Grayson pero que eran mucho más cercanos a mí que cualquier compañero de clase. - ¡Claro, Arty! Ya puedes empezar a dispararle...

- ¿Eso es por el trozo de tarta que me he comido, no? ¡Ya os vale!- dijo el pelirrojo frunciendo el ceño y lanzó una mirada furtiva a Artemis que no pasó desapercibida para nadie. Aunque se llevaban un poco mejor que antes, los dos chicos todavía tenían sus roces. Como perro y gato. Perro Wally, claro.

Entonces Barbara se acercó a mí con aquella sonrisa tan bonita y se me pusieron los pelos de punta. Mi corazón se aceleró, las mejillas se sonrojaron y... ella me revolvió el pelo. ¿En serio? ¿No podía darme un abrazo como todos los demás? ¿Tenía que seguir tratándome como a un crío? ¡Qué rabia!

Pero a pesar del momento friendzone me sentí muy ilusionado de que me hubiera comprado unas entradas para el concierto de mi grupo de rock favorito. - Woaaaaah!! ¡Esto es genial!! - abrí los ojos superemocionado con el regalo y sonreí de oreja a oreja.- ¡Gracias Batgirl, eres la mejor!

Claro que eran dos entradas... y lo más normal sería que me llevara a alguno de mis amigos o la chica que me gustaba... ¿Qué diría Babs si le decía de venir conmigo? ¿Se reiría en mi cara? Sí, seguramente.

Guardé todos los regalos encima de la mesa y empecé a cortar el pastel en varios trozos para que todos tuvieran uno y pudieran repetir si querían (menos Wally, que si fuera por él se comía el pastel entero). Le di los globos y el confeti a Megan y ella usó su levitación para ir decorando la sala de estar. Aqualad puso un poco de música ambiente y colocó un CD de música pop en el tocadiscos. La base del Monte Justicia ya no parecía tan seria y aburrida, solo esperaba que ninguno de los mayores nos interrumpiera la fiesta.

-¡También he comprado Pinky!- el famoso cava para niños. Bruce me prohibía beber alcohol en las fiestas, y la verdad es que el líquido rosa con burbujitas era bastante adictivo. Me hacía sentir más mayor bebiendo eso.

Repartí copas de Pinky a mis compañeros junto con los trozos de pastel de queso ´con merengue y después caí en la cuenta. ¡No había soplado las velas! Corrí a por uno de los cajones de la cocina y saqué un uno y un cinco de cera roja con una mecha blanca en la punta y los coloqué en mi trozo de pastel para luego encenderlos con un mechero.

- ¡Espera, tío! - Wally usó su velocidad para acercarse al interruptor de la luz y dejarnos todos a oscuras. Las velas era lo único que iluminaba la habitación.- ¡Ahora sí! ¡CUMPELAAAAÑOS FEEEEELIIIIIIZ! - empezó a cantar, aunque más bien parecía un berrido.

Miré el pasten con la luz parpadeante de las velas y sonreí divertido al ver a mis compañeros junto a mi en un día tan especial. ¡Que feliz que estaba!

¡Vamos Dick, pide un deseo!

El chico de acero se sorprendió ante el abrazo, no estaba acostumbrado a estas cosas aun, ni a su nombre humano. Miro a todos para luego corresponderle le abrazo como pudo, casi sin rozarlo, aun no controlaba suficiente su superfuerza.

Me alegro que te guste.
Claro Roy, estaría encantado de ver la superficie contigo.

El tritón se rio por el comentario de Roy, al ser los mas mayores del grupo tenían una especia de complicidad, haciendo que ya estuviera acostumbrado a sus bromas, correspondiéndole el choque de puño, un saludo que lo encontraba muy curioso y divertido. Luego de separarse del abrazo se dio cuenta que le iría grande el regalo, pero poco le importo, Robin era un chico listo, seguro que le sacaría alguna utilidad. Al sentir la mirada de la marciana le sonrió levemente para luego irse donde estaba la tarta. Miro mal a Wally, el también quería probar esa cosa de dos plantas. Luego se suavizo su rostro al ver que partía trozos para todos pero su cara se volvió un cuadro al ver ese cava de color rosa, pero lo peor fue olerlo porque las burbujas se le subieron a la nariz, terminando mirando la copa con cara de “ ¿Qué mierda es esta?” fue valiente y le dio un fino trago, estaba dulce, pero nada mas. Cuando fue a darle un mordisco a la tarta todo se apago y lo dejo en la mesa para comprobar que todos se pusieron a cantar, el no podía ser menos, estaban en un cumpleaños, una fiesta muy importante para Robin.

Te deseamos todos… Cumpleaños feliz

Conner no estaba acostumbrado a cantar, por suerte todo estaba a oscuras, al menos eso le daba mas intimidad. Cuando soplo las velas aplaudió como los demás para luego poder probar la tarta de queso, que rica estaba.

OOC:

- Tienes crucificado al chico. Te pareces tanto a Oliver en eso. Él también tiene crucificada a Dinah. No es de extrañar que seáis tío y sobrina.

- ¡Oliver y yo no nos parecemos en nada!- protestó Artemis, aunque lo que realmente la molestaba era la implicación de que Wally y ella se parecían a Oliver y Dinah... ¡cuando todos sabían que esos dos necesitaban desesperadamente un motel!

La rubia fue la única en no unirse a la canción de cumpleaños en voz alta; su sentido del ridículo estaba siempre más a punto que su arco. Decidió disfrazar su turbación con una expresión de completa indiferencia, aunque aplaudió con los demás cuando Robin apagó las velas. Entonces, empezó el "tonto el último" con la tarta, y se unió al grupo de adolescentes hambrientos que luchaban por hacerse con un pedazo antes de que Wally arrasara con todo.

- Está buenísima- señaló Babs, entre bocado y bocado.

La pelirroja aceptó un poco del champán para niños, aunque era de las más talluditas, junto con Roy. Supuso que tenía que ser madura y dar ejemplo a Zapatitos y los demás. Qué duro es ser un semiadulto responsable.

- Bueno, ¿y qué hacemos ahora, cumpleañero?- preguntó, alegremente, en cuanto la mitad de la tarta hubo desaparecido como por arte de magia en los estómagos de los Titans.

La luz del Monte Justicia era tenue, ofreciendo un ambiente íntimo a la Joven Liga de la Justicia. Los ojos de Robin bailaban al son de la sinuosa silueta de las velas, mientras hinchaba los carrillos y pensaba un buen deseo que pedir para su cumpleaños. Estar rodeado de sus compañeros justicieros era lo que más le divertía, y ya les consideraba parte de su familia. En aquel instante, Robin se sintió el niño más feliz del mundo.

Dick sopló las velas con fuerza y las apagó al instante. Escuchó los aplausos de los demás con una gran sonrisa, y agradeció la improvisada canción de cumpleaños. De pronto, todo el mundo atacó al pastel y no quedó ni un solo trozo para repetir. Sus compañeros estaban realmente hambrientos, y el pastel que Alfred había preparado era delicioso. ¿Cómo conseguía el inglés preparar algo tan adictivo?

Hubo varios momentos incómodos durante la devoración masiva de azúcar. El primero, la absurda discusión entre Roy y Artemis. Los dos arqueros tenían sus roces de vez en cuando, pero por suerte nunca llegaban a las manos. Esta vez incluso consiguieron que Wally ralentizara el camino de su tenedor a la boca para poder protestar.


-¡Eh! ¡Dinah y yo no nos parecemos en nada! Para empezar, no soy rubio.

- Para seguir, no eres una mujer.- añadió Robin con rapidez, y acto seguido todos los demás le rieron el chiste. - Vamos, chicos, no os peleéis, es mi cumpleaños…

El segundo momento incómodo fue cuando Conner le regaló su camiseta al chico maravilla. Megan no le quitaba el ojo de encima, y Artemis… le había echado alguna que otra miradita de refilón. Nadie sabía cómo lo hacía Conner para resultar siempre tan atractivo para las chicas del grupo, además de su facilidad para quedarse sin camiseta. Dick decidió entonces que se la pondría encima de sus ropas de Robin.

-¿Qué tal me queda?- sonrió divertido al ver que le iba bastante grande. Al no tener pecho suficiente para llenar la camiseta, la S quedaba plegada en una arruga muy rara.- Bueno… algún día me quedará bien…

- Bueno, ¿y qué hacemos ahora, cumpleañero?

- Buena pregunta Batgirl… umh…- el moreno se sirvió otra copa de cava para niños, y reparó en que la botella ya estaba casi vacía. De pronto, una lucecita se encendió en su cabeza y el ayudante de Batman sonrió con un toque de malicia. Había encontrado una manera de liberar la tensión de todos los presentes…

- ¿Por qué no… jugamos al juego de la botella? - sonrió Robin.

- ¿En qué consiste ese juego? - preguntó Kaldur con interés.

- Tenemos que sentados todos en el suelo haciendo un círculo, y colocamos la botella en medio. La hacemos girar hasta que se detenga y señale a uno de nosotros. Luego la volveremos a girar hasta que señale a otro de nosotros.  Entonces, una tercera persona les dirá lo que tienen que hacer, por ejemplo: “hacer una pregunta”. Entonces, la primera persona tendrá que hacer una pregunta a la segunda. Luego se volverá a girar la botella...¡Y así sucesivamente!

-¡Parece divertido! - exclamó Megan.

- ¡Genial! Pues empezaré yo…

Cuando todos estuvieron sentados, el chico maravilla hizo girar la botella hasta que señaló a…

El Juego de la Botella:

FDI: LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! estoy flipando de que haya salido justamente la misma tirada que he puesto por ejemplo xDDDDD me estoy partiendo de risaaaa JAJAJAJAJA

-¡Artemis!- sonrió el chico maravilla.- Vamos a ver con quién te toca...

La botella giró, y giró, señalando a cada uno de los presentes hasta detenerse en...

-¡Kid Flash! - la sonrisa del moreno se ensanchó. - Vamos a ver... Artemis... ¡tendrá que darle un beso en la mejilla a Wally! Y si no lo hace... ¡tendrá que quitarse una prenda! ... ¿Os he explicado lo de la prenda?

El miembro 'Dick Grayson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 10' : 5

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#2 'Dado de 10' : 3

El hecho de que las botellas son el receptáculo del mal más primigenio y elemental nunca había sido tan evidente como entonces para la rubia.

-¡Artemis! Vamos a ver con quién te toca...

O tal vez Robin era el receptáculo del mal más primigenio y elemental, lo cual no era tan descabellado en realidad.

-¡Kid Flash!

La mayoría de los adolescentes vitoreó o rió, mientras Artemis sentía que se ponía terriblemente roja bajo la máscara. Podía imaginarse qué venía ahora. Según Robin, ella hacía muy buena pareja con el descerebrado del traje mostaza. Crecer en Gotham debe de tener un claro impacto en el desarrollo de la cordura en general.

- Vamos a ver... Artemis... ¡tendrá que darle un beso en la mejilla a Wally! Y si no lo hace... ¡tendrá que quitarse una prenda! ... ¿Os he explicado lo de la prenda?

Más carcajadas, y algún silbidito. Ja, ja.

- No, no lo has explicado- resopló la arquera, valorando seriamente la posibilidad de quitarse algo antes que pasar por la mortificación de darle un beso a Wally. Aunque fuera en la mejilla. La cuestión era que tampoco tenía tanta ropa de la que pudiera desprenderse, y menos aún de la que quisiera desprenderse.

- Diría que Conner juega con desventaja.- señaló Batgirl, a nadie en particular. - Y Robin, con una camiseta extra.

Artemis dio la bienvenida a la interrupción, pero no duró demasiado. Pronto, sus compañeros volvieron a la carga con energías renovadas.

- ¡Vamos, Arty!- la animó Megan, quien aprovechaba cualquier ocasión para decir que Wally y Artemis hacían una pareja estupenda... Sobre todo si eso la alejaba de su amado Conner.

- Mírale el lado bueno- dijo Barbara - Podría haber sido en... - la arquera le lanzó una mirada fulminante, y Batgirl sonrió - ... uhm, peor.

Oh, sí, podría haber sido peor. Podría haber sido un beso de tornillo. O dos.

La rubia se levantó, intentando reunir la poca dignidad que le quedaba ante la evidente presión social.

- Muy bien- dijo, sin olvidar dirigir una última mirada envenenada a Dick. Algo así como un "pagarás por esto", al más puro Crock Style.

Entonces, se colocó delante de Wally, tomó aliento y deseó que hiciera algo parecido a esfumarse en el aire antes de poderlo besar.

Pero no. El muy idiota ni siquiera aprovechaba las ventajas de ser uno de los tipos más rápidos del universo. Los labios de Artemis encontraron la mejilla del velocista, plantaron sobre ella un beso rápido y se retiraron con una presteza digna del mismo Flash.

Entonces, Artemis regresó a su sitio tan roja como el traje del arriba mencionado y se dejó caer en el suelo, con los brazos y las piernas cruzados con firmeza.

Wallace miró girar la botella con los ojos muy abiertos, impaciente por saber a quién le tocaría pringar primero en este juego de la botella. ¿Porqué giraba de forma tan lenta? A esa velocidad, Kid Flash era capaz de saber en qué momento se detendría la botella y a quien señalaría, calculando la fricción del suelo y la velocidad del giro. De pronto, el pelirrojo miró en dirección a Artemis segundos antes de que el recipiente de cristal la señalara.

-Oh por favor. Que no le toque con Superboy… - pensó el pelirrojo, que pronto palideció cuando la botella estuvo a punto de detenerse en su dirección. Entonces miró a Robin. Después a la botella. Después a Robin. Después a la botella. ¿Es que había hecho alguno de sus trucos?

El velocista enrojeció bajo la máscara en el momento que escuchó la palabra “beso”. No podía creer lo que estaba pidiendo el compañero de Batman. ¡Debía estar de broma! ¿Besar a Artemis? ¡Qué tontería! ¡Ni que le gustara! Porque no le gustaba. No, no le gustaba nada de nada.

El velocista se quedó más quieto que nunca cuando vio acercarse a una Artemis cabreada, con ese ceño fruncido que tanto la caracterizaba y los labios en forma de u inversa. Se quedó enfrente de él durante unos segundos en los que escuchó latir su corazón más rápido que nunca. Y entonces... ocurrió. En un pequeño instante que para Wally, que veía el tiempo más despacio, fue una eternidad. Sintió los labios de la vietnamita posarse suavemente sobre su mejilla y despegarse tras unos instantes. Eran tan cálidos… y suaves... y…

- ¡Te toca Roy! - exclamó Wally pasándole la botella a su compañero, intentando disimular ante todo el mundo que estaba más rojo que la nariz del reno Rudolph.

[FDI: Como después de Roy va Kaldur, puedes usarlo de NPC en tu siguiente post!]

- No soy un experto en genética pero gen rojo proviniente de uno de los progenitores  se puede combinar con un gen  rubio proviniente del otro progenitor para formar un pelirrojo claro. Por lo tanto sí que eres rubio Wally. Pensé que replicaste el experimento que accidentalmente dio sus poderes a Flash, no que fue una mera casualidad. ¿No dais biología en el instituto, panda de catetos?- Realmente le enfermaba la incultura que solía mostrarse en esa nueva generación. Como se notaba que los padres melindrosos y llorones habían influido para que se rebajasen los contenidos esenciales de la educación básica. La sobreprotección infantil estaba haciendo más mal que bien a los adolescentes. Él a la edad de esos teenagers ya se había leído a Marx y Hegel, las leyes de propiedad privada en Estados Unidos de America,  la teoría Ecológica de Bronfenbrenner y diversos y varias manuscritos sobre ecología y naturalismo. Como se estaban relajando Flash y Batman con esos niños. Miró a su sustituta, Oliver también se estaba ablandando.


- Menos mal que no está  Diana por aquí ni ninguna de las Wonderchicas porque sino te iban a dar una buena charla sobre que una persona no se define por su sexo biológico.- dijo mirando a Robin con gesto desdeñoso.

No se estaba comportando mal, esa era su personalidad y actitud normal. Que para ellos el mundo fuera un lugar de abracines donde todo el mundo se lame el culo y se tiene que decir lo maravillosos que son los demás obviando sus defectos, no quería decir que ese fuera el mundo de Roy Harper. Si eras una persona inculta o machacona, como Artemis, se lo decías a la puta cara y ya. No le gustaba ser un puto falso. Estaba claro que los malos hábitos familiares se pegaban. Oliver y Artemis eran igual de pesados y cargantes.

Hizo un ruido que denotaba su molestia. ¿Qué parte de estas chicas no me van no había entendido en minidetective? ¿Es que no había entendido ninguna de las palabras que había soltado por su boca? Se quedó en su sitio cruzado de brazos. No, él no iba a jugar a la infantilidad esa y menos no habiendo ni una mujer decente de un beso suyo en ese grupo de raritas  e insoportables. Así que decidió decir una mentira piadosa.

-Tengo novia y no creo que estas cosas de besar a gente le hagan mucha gracia. Es posesiva, celosa y está medio loca. Así que es mejor que no tiente mi suerte.- Juego de miradas entre Kaldur y Roy de ¿En serio? Y ya te cuento luego. Cara de no me creo nada de Kaldur. Sonrisa  de Roy.

Se puso en una esquina mirando sus redes sociales con su teléfono móvil de última generación, con una actitud de soy un antisocial y molo mucho más que nadie en la viña del señor. Levantó la vista al oir la prueba que  había mandado Robin a la Reemplazo. Sonrió con algo de prepotencia ante la situación peliaguda en la que se encontraba Artemis. ¿Se atrevería  la soberbia y digna “sobrina” de Ollie a hacer algo que le resultaba avergonzante? Se acercó al grupo para ver mejor aquel acontecimiento y con la vergüenza de la rubia se río.

Cuando el  otro pelirrojo le invitó a jugar a aquel infantil juego y le pasó aquella botella, puso cara de total desagrado. Kaldur se acercó al arquero para intentar suavizar su actitud. El pelirrojo estaba un tanto cortante y el submarino pensaba que los niños


- Vamos Roy no seas así. - Le dijo el atlante y le dio un toquecito en el hombro a su amigo. Roy le miró con una ceja levantada. Kaldur era el mejor amigo Roy y sabía que tras esa brusquedad en el fondo era un gran chico, sólo que había que traspasar esas murallas que ponía a los demás. Suspiró dejándose convencer por el habitante de los mares.

dados:

(Los dados me dejan hacer maldades sin fin XD)

Giró la botella con cierta desgana. La botella giró hasta detenerse en el clon de superman y Roy le miró sardonicamente.

- Dame las gracias chico. Quiero que te encierres en el armario de la habitación de Megan con Megan durante diez minutos.-

El miembro 'Roy Harper' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado de 10' : 2

Yo no soy ningún cobarde, asi que no necesitare quitarme prenda.

Dijo seco y con los brazos cruzados Conner, sentándose delante de esa botella mientras explicaban en qué consistía ese juego. Normas fáciles, bien, pero mas que pasaban turnos más se daba cuenta que ese juego iba de putear al otro, o al menos, esa es la impresión que se estaba llevando Conner. Se enteró que Roy tenia novia, pero era un dato irrelevante y que poco le importaba. Cuando vio que la botella le tocaba a el afilo la mirada al pelirrojo, el nunca daba las gracias. El chico de acero se iba a quejar que directamente le hiciera pasar la misión con Megan sin que le tocara la botella, pero la alienígena estaba tan contenta que solto un pequeño grito y se abrazo al fuerte brazo de Conner para hacerle levantar.

Vamos Conner, no les hagamos esperar. Mi turno os lo podéis saltar sin ningún problema.

Dijo sonriente la marciana para luego mirar con algo de superioridad a Artemis por haber conseguido estar a solas con el guaperas.

El mío no quiero que se lo salten, así que tiro.

Hizo girar la botella la cual paro frente a Barbara. La miro fijamente, como si la analizara para saber qué tipo de prueba hacer. A continuación la volvió hacer girar dejando que se parara lentamente frente a Dick, no supo porque pero eso le hizo gracia. Se quedó un rato callado pensando que tipo de prueba podría hacerle pasar, haciendo desesperar algunos por su lentitud, sobretodo la marciana que quería quedarse a solas con él. De golpe le llego la inspiración.

Babs, mi prueba consiste en que vayas a ese concierto el cual le has regalado dichas entradas a Robin ¿aceptas mi desafío o sueltas prenda? Dicho eso nos vamos, ya nos informareis de lo ocurrido.

Dicho eso los dos aliens se fueron al cuarto de la chica. Pasados diez minutos volvieron y se sentaron en sus sitios.

¿Qué ha pasado chicos? ¿alguien a besado a alguien?

Dijo súper contenta y animada Megan, esperando que sus desafíos fueran iguales de placenteros como este.

Turno:

Tirada:

¿En qué momento se había convertido aquello en una cita doble? Wally y Artemis, Conner y M'gann. La botella estaba dispuesta a hacer de celestina, o algo parecido. Arqueé una ceja ante la propuesta de Roy. Dos adolescentes que evidentemente se gustaban, a solas en un armario. El arquero apuntaba alto (el juego de palabras no es intencionado).

Por cierto, ¿la novia psicópata de la que hablaba no sería...?

Artemis resopló, y supe que ella también había pillado la referencia. Después, vi como la arquera se cruzaba de brazos mirando a M'gann cuando ésta renunció a su turno y se marchó alegremente del brazo de Conner. Wow, el drama se avecinaba.

Conner se levantó para cumplir el desafío propuesto por Roy, pero decidió girar la botella antes de irse. Y yo fui la víctima esta vez.

Babs, mi prueba consiste en que vayas a ese concierto el cual le has regalado dichas entradas a Robin ¿aceptas mi desafío o sueltas prenda? Dicho eso nos vamos, ya nos informareis de lo ocurrido.

Parpadeé. Lo cierto era que el grupo me gustaba, y siempre me lo pasaba bien con Dick. La cuestión es que las entradas eran un regalo, y no tenía ni idea de si Zapatitos prefería ir con otra persona. ¿No era algo atrevido por parte de Conner planificarle el concierto? El chico de acero acababa de ponerme en un compromiso, sin comerlo ni beberlo. Y lo cierto es que yo no pensaba quitarme ropa, así que me ofrecería a ir, y que mi compañero decidiera por mí.

- Acepto el reto, pero sólo si a Robin le va bien. Siempre podemos ir a una hamburguesería en lugar de a un concierto - dije, sonriendo divertida al petirrojo.

Cuando Dick hubo decidido, fue mi turno de hacer girar la botella. Apuntó primero a Wally, y después a Roy. Miré a los dos pelirrojos alternativamente, intentando decidir qué haría con ellos. El arquero no estaba muy por la labor, y el velocista seguía traumatizado después de que le hubieran dado un beso en la mejilla.

- Esto promete... - murmuré, para mí misma - Veamos... Ya sé - acababa de tener una idea. Esbocé una sonrisa algo maliciosa y miré a los dos chicos a los que estaba a punto de poner a prueba - Quiero que cantéis un dueto romántico. La Bella y la Bestia, Un Mundo Ideal, You are the one that I want... Os dejo elegir.

El miembro 'Barbara Gordon' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

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'Dado de 10' : 10, 8

Wallace todavía tenía trazos de color rojo en sus mejillas cuando le tocó girar la botella al siguiente. Roy no parecía muy entusiasmado con el juego, ya dejó claro a todo el mundo que no quería nada de besos con chicas ni situaciones comprometedoras que tuvieran relación con el ámbito sentimental.

Sus palabras sobre Jade fueron muy duras, y Robin parpadeó varias veces cuando la llamó posesiva, celosa y medio loca. Artemis no respondió a la descripción de su hermana, y se limitó a quedarse callada. El resto de compañeros se miraron los unos a los otros tratando de cambiar de tema, dejando atrás el momento incómodo. Al final, Kaldur convenció al arquero con sus palabras amables, y el pelirrojo decidió integrarse en el juego a regañadientes.

Roy hizo girar la botella, primero deteniéndose en Superboy, y con la segunda tirada, el morro de la botella señaló a Megan. Robin se llevó la mano a los labios conteniendo la sonrisa pícara, sabía de primera mano lo mucho que se gustaban los dos alienígenas. Roy también esbozó una sonrisa, pero la de él fue mucho más descarada. Debía de tener preparada una travesura para sus compañeros.

El arquero ordenó a Conner y a Megan a encerrarse en el armario de ella durante diez minutos. Wallace volvió a enrojecer al instante y su ceño se frunció al pensar en la de cosas que se podían hacer a oscuras dentro de un armario y con una chica guapa. No le pareció muy justo que Superboy fuera el único que se divirtiera en aquella fiesta. Al velocista le hubiera encantado poder estar a solas un rato con Megan. Lo mismo podría decirse de Artemis, que parecía que tampoco estaba muy contenta con el resultado de la jugada.

Antes de marcharse a su cita de diez minutos, Conner aprovechó para hacer girar de nuevo la botella, que rápidamente se detuvo en Batgirl. Robin se puso tenso automáticamente, y expectante, esperó hasta que la botella se detuviera por segunda vez. Al ver que le había tocado, enrojeció levemente bajo su máscara, esperando a que el Superchico hiciera la petición.

Cualquier cosa que le hubiera pedido hacer con ella le hubiera parecido bien. El corazón de Dick latía con fuerza, deseando que en algún momento alguien le pidiera besar a Barbara. Llevaba tiempo sintiéndose atraído por la pelirroja, y nada le haría más feliz que sentirse correspondido por ella. Pero sabía que el camino estaba plagado de espinas, y que la diferencia de edad de los pupilos de Batman marcaba mucho su relación, sobretodo para Barbara, que se sentía como una hermana mayor con Robin.

— Podríamos ir juntos al concierto, estaría divertido — contestó Dick a la proposición. Le hubiera gustado hacer algo más atrevido con ella, pero gracias a Conner había conseguido una cita con la pelirroja, y no había supuesto ningún esfuerzo extra por parte del petirrojo. Así se ahorraba los nervios que le suponían pedirle a Barbara que saliera un día con él a tomar algo.

Después le tocó jugar a Batgirl, y la botella se detuvo en Wallace y Roy. La pelirroja esbozó una sonrisa divertida y propuso a los dos mejores amigos cantar una canción a dúo. Robin ya se estaba preparando para las posibles carcajadas, y es que ya conocía la manera de desafinar de Wally cuando trataba de cantar algo para llegar al mismo tono de voz del cantante.

Wally ajustó su voz para parecerse a la de Bella y empezó a cantar, a pesar de que Roy no parecía muy dispuesto a seguirle el juego.

—Hay algo en él, que no es igual, ¡Pues era un bruto, desgarbado y un patán! —cantó con un tono agudo, y en el momento en el que dijo “bruto” le dio un codazo a su amigo el arquero— y ahora es un sol, no sé porqué, no descubrí todo lo bueno que hay en él…— el pelirrojo juntó sus manos y miró con adoración a Roy, mientras pestañeaba varias veces seguidas.

Wallace y el resto de compañeros rompieron a carcajadas, y cuando terminó la actuación, el velocista le pasó la botella a Kaldur.

—Veamos…— susurró el Atlante mientras hacía girar la botella no muy convencido. Se detuvo primero en Roy, y después en Conner, que ya había vuelto de su cita a oscuras con Megan. — Quiero que los dos bailéis un tango durante dos minutos.

FDI: no he hecho tirada esta vez porque me parecía gracioso hacer lo del tango xDD Ahora tienen que contestar Roy y Conner, y después le tocará a Artemis girar la botella.

Megan iba dando saltitos de felicidad delante de Conner mientras le guiaba a su habitación para completar la prueba, por otra parte Conner no estaba muy entusiasmado con la idea, solo deseaba que oliera mejor que el del pelirrojo. Una vez dentro de la habitación abrió las puertas de su armario permitiendo que el kryptoniano entrara primero y se pusiera cómodo. Megan aprovecho y acomodo sus finas manos en los fuertes pectorales de Conner para pegarse todo lo posible, levantando uno de sus pies sin evitarlo.

Perdona Conner, es que es tan estrecho mi armario, espero que no te moleste.

El súper chico se quedó mirando el armario que en verdad era un vestidor, por lo cual tenían espacio de sobras. El moreno se preguntaba si Tornado rojo le haría uno igual, él no lo utilizaría para ropa sino para que Lobo y Esfera tuvieran su espacio. Al no tener respuesta la pelirrojo alzo la mirada para sonreírle con dulzura al moreno el cual le correspondió el gesto. Sonrojada, cerró los ojos y se inclinó hacia él, el cual volvió a mirar el vestidor esperando que alguien saliera de uno de los armarios para que le digiera “si chaval, quiere que la beses”. Con un movimiento despreocupado de hombros y las mejillas algo sonrojadas Conner se fue agachando para complacer a Megan, pero justo cuando sus labios iban a unirse el súper chico escucho un grito de horror. Alarmado para saber que ocurría salió rápido para llegar al foco del problema. Tras la puerta con sumo cuidado de no ser visto por los demás observaba como Wally era el que producía tal cacofonía para los delicados oídos de Conner. Al rato Megan llego a su encuentro y pudo ver un poco de la actuación, entendiendo el porqué de la repentina fuga. Interiormente la marciana maldijo al velocista por haberle estropeado su oportunidad de beso con el guaperas del grupo. Como ya era la hora entraron como si no hubieran visto ni escuchado nada, algo que Conner deseaba olvidad de su mente para siempre. Conner soltó un gran suspiro y se levantó al saber cuál sería su prueba, colocándose delante del arquero dispuesto a bailar.

Tú tampoco eres mi tipo, acabemos con esto lo antes posible o tira tú la prenda.

El kryptoniano no tenía intención de huir, eso era de cobardes. Megan se moría de envidia por dentro ya que ella quería bailar con Conner, en verdad quería hacer muchas cosas con el chaval. Cogió su móvil y puso una famosa canción de tango para que pudieran bailar. Gracias que los de Canmus también le implantaron unas naciones básicas de tango pudo llevar el control del baile desde el principio. Cuando acabo la música se separó de él y se sentó en su sitio como si no hubiera pasado nada.

Artemis se quedó tan fascinada por el tango que tenía lugar ante sus ojos que olvidó que era su turno de girar la botella. Al menos, hasta que Dick le dio un codazo discreto y lanzó una mirada significativa al Puntero del Mal. La rubia se encogió de hombros y, con un giro de muñeca, hizo que el objeto empezara de nuevo a dar vueltas. Se detuvo dos veces, la primera en Megan y la segunda en Roy.

- Ehm... está obsesionada contigo, Harper. - al darse cuenta de cómo sonaba su frase, Artemis miró a Megan con aire de disculpa - Me refiero a la botella. No para de elegir a Roy.

Si Zatanna hubiera estado allí, Artemis se hubiera planteado la posibilidad de que la botella estuviera encantada, sólo para fastidiar al pelirrojo. Aunque en los últimos desafíos se había soltado un poco, el arquero no era precisamente el fan número uno de aquel juego. La rubia se preguntó con qué prueba podría motivarlo un poco. Estaba muy bien que se hubiera quitado la camiseta pero, sinceramente, no estaba preparada para un desnudo integral.

Miró a Megan, pensativa. Después de nuevo a Roy. Después de nuevo a Megan. Una idea empezaba a tomar forma en su mente. Era malvada, y Roy la mataría por ello.

- Vale, ya lo tengo - sonrió -Megan tiene que darle un beso a Roy... transformada en Green Arrow. Y si Harper no quiere el beso... tendrá que huir por toooda la habitación.

La sonrisa de Artemis se acentuó. Se notaban los genes: hubiera sido una supervillana estupenda.

- Canario siempre dice que la perilla hace cosquillas... - añadió, antes de acomodarse para contemplar el espectáculo.

El miembro 'Artemis Crock' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

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'Dado de 10' : 9, 3

Off: me he confundido al tirar los dados y no se como remediarlo; tenía que haber lanzado dos dados y sólo he lanzado uno.  Así que Conner (que es quien me ha salido) y otra persona aleatoria.

El miembro 'Roy Harper' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

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'Dado de 10' : 6

A pesar de que Roy no quiso hacer el dueto y perder la dignidad en el proceso, Wallace West se destornillaba de la risa ante los comentarios de desaprobación de su mejor amigo el arquero. Le rogamos que parara cuando tuvimos suficiente de su talento musical. El canto del velocista era como escuchar los graznidos de una gaviota mientras estaba siendo torturada.

El pupilo de Oliver Queen se quitó la camiseta sin pensarlo dos veces, revelando su torso bien desarrollado y musculado. Se notaba que el pelirrojo era de los mayores del grupo y ya había pegado el estirón. Aquello sin duda atrajo la mirada de todas las chicas de la habitación, y yo dejé escapar un largo suspiro de resignación. Quizás algún día llegara a ser como él, y tuviera a todas las chicas pendientes de mi. Que envidia.

— ¿Te van más los rubios?— Kaldur sostuvo una delicada sonrisa mientras repasaba el torso del pelirrojo sin inmutarse. Parecía que el Atlante tenía algo en mente, pero no quiso compartirlo con el resto de sus compañeros. Quizás era demasiado pronto para decírnoslo.

Disfrutamos del tango improvisado entre Roy y Conner, algo que hizo saltar innumerables carcajadas, puesto que el Superchico se veía muy metido en el papel, y en cambio, el arquero iba perdiendo cada vez más la paciencia. Temía que se estuviera cansando del juego y nos mandara pronto a la mierda con las bromas. El clon de Harper nunca había tenido sentido del humor.

Y la cosa se puso aún más caliente cuando Roy les mostró a todos su cuerpo, tal y como había llegado al mundo. El primero en reaccionar fue Wally, que usando la fuerza de la velocidad tapó el miembro masculino de su amigo con una toalla que había recogido por el camino.

— ¡¿Pero qué haceeeeeeeeees?! — gritó el velocista con nerviosismo en la voz y el rostro completamente rojo como un tomate.

Y yo me llevé las manos a la cabeza en cuanto sentí el resplandor de los tubos zeta a nuestras espaldas. Tornado Rojo acababa de llegar a la base y todo el salón era un desastre.

—¡Hay una emergencia en Central City! — exclamó el robot escarlata con su voz neutra y artificial. De pronto se detuvo unos segundos a analizar la situación, y aquel fue el momento más embarazoso de toda mi vida.

El salón estaba completamente hecho un desastre, con el confeti, los globos y los restos de plásticos y bolsas de comida desperdigados por el suelo. Pero nuestras pintas eran aún mucho peor. Wally había aterrizado encima de un Roy completamente desnudo, mientras Kaldur y Conner (sin camiseta) estaba recitando con mucha seriedad los versos de Hamlet. De fondo, las dos chicas reían escandalosamente mientras Megan, aún disfrazada de Oliver Queen, aplaudía sin cesar.

Sin lugar a dudas, aquel hubiese sido el momento perfecto para tomarnos una foto y después usarla como chantaje para ocasiones futuras.

Mis compañeros y yo nos pusimos rápidamente en pie, y los que tenían poca ropa empezaron a colocarse sus uniformes de batalla sin perder ni un segundo. No estábamos preparados para dar muchas explicaciones de lo que acababa de pasar, así que la mejor forma de distraer la atención de Tornado Rojo era usar la excusa de la misión.

—¡No hay tiempo que perder! ¡Young Justice! ¡ADELANTE!

Sabía perfectamente que una vez termináramos la misión, nos caería una buena bronca. Pero no importaba. Ya habíamos hecho la travesura. Y nadie me iba a quitar el hecho de que había sido uno de los cumpleaños más divertidos de mi vida.