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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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[Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018.
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Hellboy Dark Horse Universe
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Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 18th Diciembre 2015, 13:31
24 de diciembre de 2018. 21:30 de la noche. Parque Metrópolis. Metrópolis.
La noche Buena era celebrada en cada casa. Millones de personas habían decidido no abandonar sus hogares a pesar de las advertencias de los héroes. A decir verdad, a veces la gente demostraba que su estupidez no tenía límites. Les advertías de un posible ataque a gran escala que convertiría la ciudad en un campo de exterminio y parecía darles igual. No creían a los héroes. Muchos estaban demasiado cansados para siquiera pretender escucharles, a pesar de los avisos que estos llevaban a cabo. Cierto era que otras personas abandonaron la ciudad en el mismo momento en que llegaron los avisos, pero intentar evacuar una ciudad tan grande... Era totalmente inviable. La única opción que les quedaba a los héroes era usar todo su potencial y rezar por que hubiese las mínimas bajas posibles. Después de todo, no tenían ni idea de a qué se enfrentarían, pero tras Peste y Victoria podían hacerse una idea. Sin embargo, Hellboy les advirtió que lo más probable era que Guerra fuese un hueso mucho más duro de roer, y por ello se habían unido tantos personajes con un poder inmenso. Necesitarían a lo mejor de lo mejor, y ni siquiera eso les aseguraba nada.
La ciudad era gigantesca, y para poder cubrir todo lo que pudiesen se separaron en tres grupos. Hellboy, Rebecca, Sloan y Pamela cubrirían la zona del Hipersector y la presa. Diana, Arión, Tortita y Abe estarían en la parte del parque Metrópolis, al otro extremo de la ciudad. Y en medio, Liz, Johann Krauss, Johny Blaze y seguramente Legba. Atacase donde atacase alguno de los tres grupos descubriría al jinete y advertiría a los otros dos. Sin embargo, llevaban ya un par de horas y no había ningún tipo de información ni variación mística de ninguna clase. Abe no sentía nada en el suelo ni en el aire, lo cual le extrañaba enormemente. Solía ser capaz de percibir fuertes fluctuaciones, y sino el propio B.P.R.D se lo habría dicho. Pero no habían obtenido ninguna llamada. Nada de nada. Ni advertencias, ni magia de ningún tipo... Era cuanto menos extraño. Azul estaba constantemente tocando el pequeño aparato que tenía entre manos, regulándolo, intentando localizar alguna variación o pico de alguna clase. Nada de nada.
- Esto no me gusta... Arión, ¿percibes algo? Me resulta demasiado sospechoso que no encontremos nada... Tortita, intenta localizar tú también cualquier cosa sospechosa... Y mantened todos los ojos bien abiertos.- Varios agentes se movían de un lado a otro, hablando por los intercomunicadores y colocando diversos aparatos en el suelo que parecían de esos medidores de ondas sísmicas. De la boca de todos salían pequeñas nubes de vapor blanquecino, y algunos agentes tiritaban del frío a pesar de la ropa de invierno. Personas paseaban tranquilamente por la calle, pero fruncían el ceño y se alejaban, cogiendo a sus hijos de la mano y tirando de ellos, mirando por encima del hombro aún cuando estaban lejos. Abe negaba con la cabeza mientras se movía en círculos. Apoyó un par de veces las manos en el suelo, para levantarse al instante y seguir mirando su pequeño aparato. La música navideña inundaba las calles proveniente de las tiendas cuyos escaparates estaban llenos de colores y luces de todos los tamaños e intensidades. De las calles colgaban pequeñas estrellas y símbolos de carácter festivo, ajenos a la desoladora situación que se les venía encima. Abe se llevó la mano al intercomunicador.- Agente Sapiens al habla. ¿Sí? ¿Cómo que está...?-
Abe no tuvo tiempo de acabar la frase antes de que una explosión y un ruido metálico tan fuerte que podría haberles dejado sordos provino de en medio de todos ellos. El suelo se desquebrajó por completo, y una luz roja infernal iluminó a todos los presentes. Muchos agentes cayeron de espaldas, entre ellos Azul, que perdió el intercomunicador entre los escombros. Se levantaron tan rápido como pudieron para observar lo que había aparecido. Medía unos siete metros de alto, hecho entero de metal, tan brillante que podría haber cegado a cualquiera. Algunos largos cabellos negros como el carbón y dos ojos que refulgían con una fuerza que intimidaría al más valiente. El gigantesco caballo observó a los presentes y, con un rugido que destrozó todos los cristales a su alrededor e hizo retumbar la tierra lanzó una bocanada de fuego contra todos. Abe tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para evitar ser chamuscado, suerte que no corrieron algunos agentes, que quedaron reducidos a cenizas al instante. En el lomo del caballo se abrieron unas placas y varios cañones de alto calibre apuntaron a las calles, y comenzó a disparar. Destrozaban todo lo que tocaban. Las balas eran perforadoras, como las que los jets llevaban, y un par de cañonazos reventaron dos edificios colindantes. Las llamas, los gritos, la muerte,... Hombres y mujeres corrían en todas las direcciones, intentado escapar de la gigantesca criatura que arrasaba todo a su paso. Abe sacó un par de granadas de su cinturón y se las lanzó a la bestia. Estas explotaron contra sus pierna trasera izquierda, lo que provocó que diese un respingo asustado y volviese sus amarillos ojos al hombre pez.
- ¡Vamos! ¡Ahora tenemos su atención sobre nosotros!- Y como si de sombras se tratasen, del suelo comenzaron a surgir decenas de soldados de metal que llevaban en sus brazos toda clase de armas de fuego y blancas. Medían unos dos metros de alto y sus rostros semejantes a calaveras parecían sonreír con malicia. La batalla había comenzado.
NORMAS DE POSTEO:
No hay orden para postear. Tenéis a vuestra disposición a agentes y armamento militar especializado para enfrentaros a los soldados de metal y al caballo. Este es enorme y escupe fuego mágico, mucho más destructivo que el normal. Como Abe ha podido comprobar se le puede herir. A ver qué se os ocurre. Por otro lado, los soldados. Sus armas son armas de fuego convencionales: metralletas, escopetas, cañones, etc, y las armas blancas son espadas, hachas, mazas... Cualquier tipo de arma que se os ocurra, menos armas de fuego futuristas. Podéis intentar acabar con ellos de varias formas, y en el siguiente post os diré si habéis conseguido algo o no. ¡Buena suerte!
Última edición por Hellboy el 13th Febrero 2016, 09:51, editado 1 vez
Ahri'ahn DC Universe
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 21st Diciembre 2015, 02:01
Navidad. Aquella época del año que Arión no terminaba de comprender y en la que los americanos se afanaban por inundarlo todo de luces de colores y alegres canciones. Hasta los árboles del parque habían sido decorados con iluminación artificial, creando un bonito contraste con la nieve. Arión utilizaba su capa para guarecerse del frío como buenamente podía mientras recorría el perímetro del parque en compañía de Wonder Woman, atento a la menor señal de peligro del que pudieran advertirle sus sentidos místicos.
Seis meses atrás, Diana le había puesto al corriente de la peligrosa aventura que había vivido en Marruecos con el demonio para detener a Victoria, informándole de la existencia de los Jinetes del Apocalipsis. Arión acababa de experimentar una aciaga visión en la que vivía de primera mano las consecuencias de permitir que los Jinetes vagasen libres por el mundo, y eso era algo que, como el portador del Manto del Salvador, no podía consentir, así que se había ofrecido a utilizar todos sus conocimientos arcanos y místicos para ayudar a Hellboy a encontrar un arma capaz de hacer frente a tales entidades y preservar así la vida y el orden frente a la destrucción y el caos.
Su amigo había demostrado, por otro lado, contar con aliados de lo más insólito, entre los que se contaban un dios africano que le había informado de dónde y cuándo se produciría el siguiente ataque, y una niña aquejada de la misma maldición que afectaba a Johnny Blaze, y que ahora se encontraba allí con ellos. Tenía que admitir que la mera existencia de semejante criatura le perturbaba profundamente, pues no resultaba agradable la visión de una niña inocente que había perdido su alma a manos de un demonio. Arión había sido testigo en numerosas ocasiones de lo que la perfidia de tales seres era capaz de lograr. Uno de ellos había conseguido seducir a su madre y hacer que se pasara a las artes oscuras, pero... ¿una niña? Aquello era demasiado cruel, e intuía que tampoco debía de resultar agradable para su compañera.
Justo acababan de regresar de una de las patrullas y de responderle al compañero azul de Hellboy que no habían detectado nada inusual, cuando su Sentido del Peligro pareció enloquecer de repente.
- ¡Por la Cadena de Deedra! ¡A cubierto! -exclamó, abalanzándose sobre la amazona, a la que tenía más cerca, para hacerla caer tras la seguridad de una estatua, esperando que los demás hubieran podido reaccionar también a tiempo para cubrirse. Su Sentido del Peligro era muy inmediato, de manera que, cuando alertaba, no solía tener margen para mucho más, como demostró la sobrecogedora explosión que sobrevino justo después.
Se asomó desde detrás de la estatua para cerciorarse de que los agentes se incorporaban de entre los escombros, pero tuvo que volver a refugiarse cuando el majestuoso caballo lanzó la vaharada de fuego contra ellos. Acto seguido, se abrieron una especie de compartimentos en su cuerpo de los que surgieron armas terribles y desconocidas que comenzaron a causar estragos entre la población. ¡No podía permitirlo!
Arión alzó el vuelo y se concentró en crear un escudo formando una cúpula que los aislara del resto de la ciudad y los ciudadanos, manteniéndolos así protegidos, pues las armas de fuego de los robots no podrían traspasarlo. Tampoco las comunicaciones, razón por la cual no pudo recibir el mensaje de Hellboy. El escudo no era muy grande, ya que sólo necesitaba cubrir el núcleo de la batalla para mantenerlos aislados de la gente inocente que se encontraba fuera, por lo que aún le quedaban fuerzas suficientes para iniciar el contraataque.
Realizó una serie de intrincados gestos murmurando palabras que ya eran antiguas cuando la desaparecida Atlántida era joven, y rayos de energía arcana emergieron de sus manos para interceptar a los emisarios de la Guerra.
Mensajes : 692 Fecha de inscripción : 23/05/2014 Localización : Trono de Themyscira, Atalaya. Humor : Hey, Amigos.
Ficha de Personaje Alias: Wonder Woman Nombre real: Diana Universo: DC Universe
Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 24th Diciembre 2015, 02:52
La Navidad era una epoca que me gustaba mucho. Las luces, los regalos, el estar en familia, la comida, los fuegos artificiales. Todo era maravilloso y me hacia feliz, y aunque este año pensaba pasarme una navidad sencilla, parecia que todo se tenia que postergar por la inminente llamada que hizo el BRPD tras muchas averiguaciones en donde seria el siguiente ataque de los jinetes. Meses de investigación tras la pelea con Victoria y todos los datos auguraban que seria en Metropolis, lo cual me llamaba bastante la atención... Es decir, es la ciudad protegida por Superman, la que mas organizaciones de heroes de mi universo protegiamos, y no corresponde a un patron logico.
Peste aparecio en una carrera en Inglaterra. Victoria en Marruecos, cerca del desierto. Y ahora, en una ciudad protegida por muchos heroes, con mucha atención por la prensa, aparecia el enemigo. Esto resultaba bastante interesante, pero mis teorias las plantearia mejor con los miembros de la Atalaya que con las tropas que nos acompañaban.
Cuando me avisaron que era Metropolis el lugar indicado, empece a preparar mis cosas: La tiara, el lazo, la nueva armadura que Hefesto habia forjado para mi y mis espadas dobles con las que solia combatir normalmente. Lo bueno de mi equipo es que no necesito cargar nada para usarlo, y soy la mejor en cuanto a su uso. ¿Qué mas podia pedir? Estaba segura que con las fuerzas que nos encontrariamos ahi seria mas que suficiente para contener cualquier emergencia, y si no, podiamos ingeniarnosla. Siempre nos las ingeniabamos...
Los aliados con los que contabamos eran de los mas diversos. Poison Ivy, la cual... bueno, la odiaba. Me habia quitado de la posibilidad (entre varias otras personas) de acabar con Crane, y era una criminal peligrosa. El hombre-pez, Arion, Hellboy, la vaquera. Habia llamado a Juri para que me ayudase considerando que se encontraba en Estados Unidos y necesitaba de alguien con mucha fuerza para enfrentarnos ante cualquier bestia peligrosa con la que nos pudiesemos enfrentar, a lo cual ella acepto y trajo toda su parafernalia. Sin embargo, habia... ¿Una niña? No me habian contado nada acerca de esa niña, ni que la hacia especial, lo cual me causaba ciertos conflictos... Pero si al BRPD le parecia lo suficientemente serio, esta bien. Hasta Shazam es un niño y aun asi es un gran heroe.
Una vez que estuvimos todos juntos, nos dividomos en grupos. Nosotros estabamos en la parte norte, en Metropolis. Me conocia muy bien esta ciudad, pues muchas veces habia venido aqui a ver a Clark o a defenderla de los supervillanos. Era como una casa para mi, y no me importaba defenderla junto a nadie... Pero era tan aburrido pensando que estabamos en la vispera de Navidad. Mientras todos patrullaban, yo daba vueltas por las calles aledañas a los parques, saludando peatones, tomandome un jugo que compre en una tienda y a veces, tomandome fotos con los niños y las personas que me pedian que lo hiciera. Era muy agradable tomarme fotografias con la gente, me gustaba...
Regresaba con mi jugo caminando al parque, buscando alguna pista o algo por el estilo cuando escuche un grito y Arion se abalanzo sobre mi. No habia caido al suelo cuando el resquebrajar sacaba a la bestia del suelo, listo para atacarnos. Vaya que tenia un arsenal en ese caballo, porque sus disparos sonaban como muchos aviones de guerra que habia visto antes. Esto se ponia intenso. Arion se levanto rapidamente y salio volando, asi que yo me pare y de un brinco, sali disparada contra el caballo, con las dos espadas de por medio para empezar a cortar. Las armas de Hefesto tenian la cualidad de cortar cualquier cosa, inclusive algunos atomos si tenia tanta precision, pero en esta realidad habia cosas virtualmente indestructibles como lo que yo conocia... ¡Quizas los jinetes tuvieran alguna fuente para hacer sus armaduras!
-¡Vamos! -¡Empezaba a dar vueltas agiles alrededor del jinete, tratando de golpearlo con mis espadas tanto como me era posible. El ejercito que se desplegaba debajo de mi me preocupaba, pero no podia concentrarme en las nimiedades teniendo al enemigo fuerte frente a mi. Tome mis dos espadas y trate de cortar en un tajo firme uno de los cañones para que dejara de disparar y asi pudieramos derribarlo-¡Toma!
Mensajes : 405 Fecha de inscripción : 07/01/2015 Empleo /Ocio : Vengadora Infernal Humor : Reirse de mis sandalias, golpe de remo.
Ficha de Personaje Alias: Tortita Nombre real: Kim HwaJae Universo: Marvel
Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 30th Diciembre 2015, 23:40
Odio la Navidad. La odio como ese viejo que trataba mal a su empleado en el cuento de navidad. La odio como ese tipo verde que intentó robarla, pero no como cuando después se achantó y se dejó contagiar por ese "espíritu de la Navidad" tan jovial que hace recordar repentinamente a todo el mundo que la vida de algunos apesta, y por eso, una vez al año, deberían hacer algo para hacerla menos triste.
Y de pronto todo el mundo es afable, te sujeta las puertas, y pasa dos o tres noches libres metidos en los refugios dando de comer un puré de patatas mas consistente de lo habitual y unas lonchas de pavo bañado en salsa que los que iba ahí a diario esperaban como la venida de cristo, regado todo con un buen ponche de huevo. Los lugares en los que yo me pasaba todo el año viendo como escaseaban los boles de sopa y las mantas. Todos quieren hacerse la fotito con la niña del diente mellado, mientras le ofrecen una muñeca malibú creyendo que su tierno corazón inocente recobrará la alegría de vivir. Las portadas de los periódicos llenas de esos cabrones hipócritas haciéndose la foto que les tranquilizaría las conciencias mientras el resto del año amasaban miles de dólares en sus cuentas a base de vender armas a los terroristas, drogas a los toxicómanos, y donando un porcentaje a obras de caridad que luego eran recompensadas con una bajada brutal de los impuestos. Esos que mañana se gastarían unos cuantos dólares en una putita bien enseñada que se dejara esnifar cocaína en las tetas, mientras les decían a sus maravillosas mujeres que estaban en una reunión que se iba a alargar hasta la noche.
Odio la navidad. ¿Lo había dicho ya?
Cuando Abe me contactó, lo cual le costó lo suyo respecto a tener que patearse las calles, intentó por todos los medios que le escuchara. Al final, consiguió mi atención, lo cual le valió la friolera de doce con noventa y nueve dólares americanos en chocolate con nata, galletas y un trozo de tarta. Mientras hablaba y yo me llenaba los carrillos, estaba segura de que no me costaría rechazarlo. Pero a medida que me explicaba la situación, mi voluntad se fue viniendo abajo, igual que mi apetito. Creí que era algo alarmista, pero me puso al corriente de lo demás. De los agentes caídos, de la destrucción del desierto, de la mujer poseída. Después de hacer la gran pregunta, sólo recibió de mi un asentimiento. Terminé de comer, cogí el pequeño comunicador y me marché, sin mediar palabra.
Y ahí estaba.
Me percaté, al llegar, de que eso iba a ser algo mucho mas gordo de lo que creía. Había muchos equipos, todos comunicados por una línea, cada uno en una posición. Juraría que en cierta manera, aunque había alivio en el gesto de Azul cuando me vio aparecer, se debía más al hecho de que tenía dudas sobre si realmente pensaba ir a ayudar. Había muchos agentes allí, pero además, estaba Wonder Woman. Una mujer como ella era capaz de cualquier cosa, no por nada se la llamaba mujer maravilla. No es como si a esas alturas de la vida no supiese quien era. No eran los primeros héroes con los que me cruzaba. Cuando vives en New York es raro no encontrar a alguno comprando el pan, o pateando la cabeza de algún listillo. Además, había rumorología urbana que decía que tenía un quien sabe qué con el tal superman. Dicen que de los rumores no te puedes fiar, pero a veces te sorprenderías. El que mas me intrigaba de todos era el maromo del pelo castaño. Yo no podía estar segura, claro, pero fue cuestión de verle y notar cómo se me encendían las mejillas. Me sentí incómoda al hacerlo, como si fuera demasiado guapo para que una niñata con la ropa rota y las manos llenas de polvo pudieran mirarlo fijamente. De revista era decir poco. Era sencillamente perfecto. Y por mi experiencia, ese tipo de cosas albergan siempre algo realmente malo. Ya había comprobado desde hace mucho que ese tipo de belleza tan ideal no podía pertenecer a este mundo. Así que cuando ambos se fueron a hacer la ronda, me tranquilicé. Llevaba puestas las gafas al cuello, y una bufanda que me habían regalado. También los tipicos guantes de vagabundo, con la punta de los dedos rota. Me arrebujé como pude, metiendo las manos en los bolsillos de la sudadera. El frío era otro buen motivo para odiar la mierda de la Navidad.
- Si tu no eres capaz de sentirlo, dudo que yo pueda. - dije al tiempo que estornudaba, y me limpiaba la nariz con la manga. - ¿Qué se supone que vamos a...?- la pregunta se me quedó a medias, porque contactaron con él por radio. Me quedé allí con la palabra en la boca y poniendo los ojos en blanco. Al menos hasta que un brillo en el suelo atrajo mi atención. ¿qué era eso? Como fuera lo que yo creía. ¡COÑO QUE LO ERA! ¡Un dolar americano de plata! Me acerqué para recogerlo, asomando de entre la nieve. Me agaché a cogerlo.
Lo siguiente que recuerdo es estar tirada en el suelo, sin oír nada mas que un pitido estridente y viendo como el cielo se volvía rojo. Me incorporé como pude mientras pestañeaba, y a medida que recuperaba el oído, escuché un rugido proveniente de algo negro, metalizado y gigantesco que había aparecido delante de nosotros. Mis reflejos impidieron que me cayera por una de las grietas que habían empezado a aparecer en el suelo, y traté de levantarme, mientras veía como esa cosa echaba una lengua de fuego y calcinaba todo lo que había cerca. Entonces, dos torres de edificios se vinieron abajo. Me aturullé totalmente, mientras el hombre movía las manos de formas extrañas, haciendo que una cúpula se cerrara sobre nuestras cabezas, y la mujer se arrojaba ferozmente contra esa cosa. Azul le tiró dos granadas. Esa cosa se giró hacia él, mientras mas criaturas salían del suelo. Iban armados. Preparados para matar.
Emergimos empapados en rabia, los gritos inocentes resonando en el fondo de nuestro cráneo. La muerte, la devastación, la gente sufriendo. Encendieron nuestra ansia de venganza con la fuerza de un sol enano. Envueltos en una nube de llamas, aceleramos mientras nuestro grito se alzaba en representación de todas las víctimas, y de las que con toda seguridad estarían por llegar. Mientras nuestras cuchillas arrasaban el suelo donde reposaban las cenizas y restos quemados de nuestros primeros caídos, los árboles hicieron reventar sus bombillas y prendieron hasta convertirse en palos carbonizados a medida que nos acercábamos rumbo a la batalla. Poseídos por una rabia infernal, nuestra mano derecha propulsó una cadena que ató por el cuello a una de esas criaturas metálicas. Arrastramos nuestro mangual improvisado, envuelto en llamas, golpeamos una vez a izquierda y otra a derecha, asestando con contundencia suficiente como para abrirnos paso hacia nuestro objetivo. Después de adquirir una velocidad suficiente como para que no se viera de nosotros mas que la estela, arrojamos al ser metálico con brutalidad directo contra el caballo monstruoso.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 31st Diciembre 2015, 10:02
Una explosión mandó a varios agentes por los aires. Las pesadas ametralladoras de los soldados y que el caballo tenía sobre el lomo levantaban el asfalto como si fuese arena, llenando toda la calle de polvo y escombros. Arión consiguió activar un pequeño escudo donde ellos se encontraban. La nueva ráfaga de balas del monstruoso ser se estrelló con este, explotando como pequeños fuegos de artificio y resonando como si fuesen pequeñas bolas de goma al estrellarse con un muro. El mago había conseguido proteger a la ciudad de los proyectiles que todos lanzaban. Sin embargo, el caballo cesó sus disparos contra la cúpula y miró al resto de presentes, no sólo al hombre pez. De sus fosas nasales salían vapores tóxicos infernales. Sus pezuñas estaban cubiertas por una sombra que impedía ver los cascos y llenaba el suelo con ese vapor negro que se disolvía alrededor de él. Los soldados de acero, tras comprobar que no podían avanzar más allá de la cúpula se giraron, apuntando a los agentes y héroes que allí se habían congregado para frenarlos. La visión de sus rostros era verdaderamente escalofriante, como si sonriesen en todo momento tras esas calaveras brillantes y humeantes. Dispararon contra la gente que allí había, contra los agentes, contra los héroes. Abe saltó entre los coches, procurando esquivar los proyectiles mientras lanzaba una granada contra ellos, haciendo que un par volasen y otros perdiesen la mitad de su cuerpo.
La pequeña Kim cambió su aspecto en el mismísimo momento en que vio el enorme ser que escupía fuego infernal y los soldados a su alrededor. Uno de ellos, al verla, movió la mandíbula, apuntándola con una enorme ametralladora y descargó una potente ráfaga contra ella, dispuesto a destrozarla como si fuese un trozo de cartón. Pero cuando la nube de llamas y vapor se disipó allí no había nadie. El soldado pudo escuchar un grito infernal cerca de él, y cuando se giró para ver qué era una cadena ató su cuello y una fuerza descomunal le lanzó al suelo, arrastrándolo por toda la calle con un fuerte sonido metálico y llenándolo todo de chispas doradas que provenían del contacto entre el cuerpo y el suelo. El pequeño esqueleto se abrió paso entre los otros soldados a base de puñetazos y velocidad, destrozando sus cuerpos con cada impacto, equivalente al de una bola de demolición. Los torsos sin piernas se arrastraron en dirección al mago y la amazona. El mago lanzaba toda clase de hechizos que acabasen con los soldados y con el caballo. Debió disparar incluso a los cuerpos seccionados que se acercaban a él arrastrándose, estirando los brazos para coger sus tobillos y pies. Diana sacó sus espadas y salió volando para enfrentarse al enorme caballo de guerra. Con un fuerte y elegante movimiento seccionó los cañones del animal como si fuesen mantequilla. Sin embargo, en cuanto este se percató de que le habían privado de sus armas se deshizo de ellas dando paso a unas nuevas, más poderosas. Donde antes había ametralladoras aparecieron cañones. Donde antes había morteros aparecieron lanza misiles. Donde antes había un gigantesco cañón apareció uno todavía más grande. Los cortes que hizo en su carne hicieron bufar al caballo, pero al cabo de unos segundos las heridas desaparecían, regenerándose con un desagradable sonido carnal. Los ojos sin iris en llamas del animal buscaron a la amazona voladora y descargaron una nueva llamarada contra ella. Por fortuna para Diana era lo suficientemente rápida como para esquivarlo, pero ahora tenía toda la atención del enorme ser.
Dentro de aquella cúpula el humo, el calor y el polvo se estaban empezando a volver insoportable. La visión comenzó a volverse más complicada debido al polvo que se teñía de rojo por las explosiones. Los agentes activaron sus gafas de protección para poder ver mejor. Disparaban a los soldados, derribando algunos, destruyendo a otros. Pero parecía que no cesaban de salir. Pronto en aquel lugar no cabría ni un alfiler. La niña esquivó con una agilidad envidiable los coches y escombros de la calle, derribando a todo enemigo a su paso, arrastrando al soldado que intentaba liberarse de las cadenas, sin éxito. Cuando alcanzó al caballo que luchaba contra la amazona, valiéndose de su fuerza e inercia lanzó a su presa contra el gigantesco animal, estrellándolo en las costillas del caballo. Al entrar en contacto con esa fuerza y velocidad, el soldado explotó al instante, moviendo ligeramente al caballo. Las llamas dejaron de salir de su boca y se volvió lentamente hacia la pequeña. Ambas miradas se unieron, como un duelo del oeste. La niña había visto cosas verdaderamente escalofriantes, y seguramente el ser que tenía delante estaría alto en su lista, tal vez por el tamaño, por la devastación que causaba a su paso, por aquellos pozos de fuego y muerte. Naturalemente ella tenía la mirada más escalofriante y terrible jamás concebida, pero aquel ser era algo ancestral. Lentamente, de su cuello comenzaron a salir unas enormes y largas cadenas que se levantaron sobre su cabeza como dos largas serpientes negras preparándose para atacar. Casi podrían haber jurado que el caballo sonrió, justo antes de lanzar una cadena en dirección a la pequeña niña y otra a por la amazona. Eran tan gruesas como un árbol, de un color tan negro que ni siquiera la luz lo iluminaba.
Los soldados de metal parecían caer tras los fuertes hechizos del mago, las armas santificadas de los agentes y los embites de la amazona y la niña, pero el caballo era, sin lugar a dudas, harina de otro costal.
NORMAS DE POSTEO:
Los soldados caen, pero hasta que no destruis su nucleo pectoral o su cabeza siguen arrastrándose. La atmósfera dentro de la cúpula de Arión comienza a estar muy cargada de gases nocivos de las grietas y las explosiones, así como a aumentar enormenete la temperatura. Abe es el primero que comienza a pasarlo mal, y podréis verle toser. Hay algunos agentes heridos que intentan salir de la cúpula ya que el centro médico está fuera. Como en este turno anterior, no hay orden de posteo. ¡Que la fuerza os acompañe!
Mensajes : 2176 Fecha de inscripción : 14/12/2014 Localización : Atlantis Empleo /Ocio : Sumo Mago Humor : Melancólico
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 2nd Enero 2016, 02:00
Y, una vez más, la magia de Arión se topaba con la implacable realidad del mundo moderno. Sus conjuros protectores habían funcionado magníficamente en la antiguedad, pero en aquella época las armas de fuego no existían como tal, y aunque era cierto que las pistolas láser eran relativamente comunes, la mayoría de la gente solía combatir utilizando espadas, cuchillos y lanzas, razón por la cual no había podido preveer que la atmósfera se volvería irrespirable tan rápido. Pero entre los vapores tóxicos que emanaban de las fosas nasales del caballo, el fuego, el humo, el polvo, las explosiones y los vapores el ambiente estaba enrarecido, y las reducidas proporciones de la cúpula, que le habían permitido ahorrar un considerable esfuerzo mágico, se estaban llenando con alarmante rapidez a causa de los robots que no cesaban de surgir del suelo. Además, había demasiados agentes heridos que requerían de atención médica, así que no tuvo más remedio que deshacer el escudo.
Entre Diana y la pequeña motorista estaban consiguiendo mantener a raya al caballo, y Abe y sus hombres parecían ocuparse bien de los engendros de metal, pero no conseguirían aguantar mucho más si no cesaban de surgir de las entrañas de la tierra. Tenía una opción a su alcance, uno de sus hechizos más poderosos que no había vuelto a utilizar desde la época en la que poseía un poder cuasi divino. En los meses que llevaba en aquella era había conseguido replicar la práctica totalidad de sus antiguos conjuros ligándolos a objetos mágicos y talismanes que le proporcionaran la energía suficiente para poder canalizarlos, pero aún así, recurrir a un hechizo de semejante nivel le dejaría exhausto e incapaz de hacer nada más durante un buen rato, pero tenía que frenar el avance del enemigo a toda costa.
Concentrándose en el amuleto que necesitaba, alzó los brazos y realizó una serie de gestos en dirección a la tierra. Dos resplandecientes haces de energía blanca brotaron de sus manos y recorrieron el suelo del parque, sellando todas las grietas que se habían abierto e impidiendo la formación de las nuevas, atrapando a muchos de los robots que aún estaban emergiendo, apretándolos por el abdomen, el torso o las piernas, dejándolos a merced de los hombres de Abe.
Iba a necesitar un buen rato para reponer sus energías místicas después de éste esfuerzo, pero esperaba que hubiese valido la pena.
PD: no podré volver a usar magia en un par de turnos, o hasta que el narrador determine
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 3rd Enero 2016, 21:20
Al igual que la hidra, cuando matabas una extension de la misma, crecia de nuevo. Pues esta hidra satanica en vez de cabezas de serpiente tenia armas de fuego bastante potentes. Era pesado tener que cortar cada una de ellas y que volviesen a crecer, pero no sabia que tipo de "fuego" tendria que usar para evitar que surgiesen mas armas. Me movia con agilidad para tratar de esquivar los golpes, pero empezaban a arderme los ojos y las fosas nasales ante los gases y el calor de la polvora en un ambiente cerrado.
Todo parecia algo lento, salvo que, cuando llego un demonio bastante feo (peleando de nuestro lado, por suerte), el caballo tuvo que dejar de prestarme atencion a mi para intentar evitar el golpe que lo impacto de lleno. Los enemigos, que no dejaban de intentar atacarme eran una molestia que facilmente podia esquivar, como mosquitos en la selva... Y ahora que eramos dos lo suficientemente fuertes como para enfrentarnos al jinete, los soldados del BRPD podrian luchar a sus anchas... Si es que el aire no los intoxicaba antes.
-¡Quita la cupula! -Grite en medio de la batalla para que Arion lo hiciese. No sabia si me habia escuchado o no, pero al final el hechizo se disipo y pudimos sentir como el aire se repartia hacia otros lados de la ciudad. Los destrozos vendrian, no lo niego, pero necesitábamos respirar aunque sea un poco para poder luchar contra este monstruo.
Me fije en el caballo, que nos miro por un momento antes de lanzar una amplia cadena. Cuando el arma venia volando a mi, alce los brazos y bloquee el impacto con los brazaletes, echandome hacia atras. Mantuve el golpe durante un momento con el izquierdo, antes de bajar la mano derecha con el lazo para enrollar la cadena alrededor de un eslabon y girar el brazo, tratando de hacer rotar al jinete como si fuese una piedra atada a una cuerda en una honda, usando toda la fuerza posible para estrellarlo despues en el suelo.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 17th Enero 2016, 22:45
No paramos ni por un segundo. Cuando el monstruo metálico golpeó al animal, y antes incluso de que a Abe le diera tiempo a girar el rostro hacia nuestra ubicación, nuestra presencia se había desvanecido en una nube de humareda y dos estelas ígneas. Al contrario que al resto de quienes luchaban a nuestro lado, los gases tóxicos, los fuegos fatuos y los humos nocivos no hicieron mella alguna en nosotros, que privados de mortalidad no éramos susceptibles a ninguna de esas cosas. De entre todos los olores se nos acumuló en el interior del hueso nasal uno muy característico que nos recordó el encierro. El azufre impregnaba hasta la superficie de nuestros huesos expuestos.
El místico se vio obligado a eliminar la cúpula a menos que quisiera hacer al resto desfallecer en una nube de tóxicos que en nada parecía afectar al caballo o a las criaturas de metal. Con movimientos determinantes, sujetamos el pequeño cañón que llevábamos a la espalda, dispuesto para la ocasión. El objeto era un cañón de confeti común, se convertía con un arma capaz de disparar cadenas y bolas de fuego, y fue lo que hicimos a través del campo de batalla, accionando la parte trasera, esferas ígneas se propagaron impactando a las criaturas de metal. Lo colgamos a nuestra espalda de nuevo, y entonces hicimos emerger una red de cadenas que obligó a un grupo de tres a caer de lado. Quizá fuera una percepción momentánea, pero el ejército que emergía del fuego pareció mermar en número.
En ese instante, el caballo miró hacia nuestra dirección, y unas cadenas negras emergieron de su espalda. Nuestra calavera, sin cambio perceptible, se encontró con los ojos vacíos del animal. Enfrentándonos al infierno llameante que se arremolinaba en su interior, gritamos con un chillido ensordecedor al tiempo que la cadena se proyectaba hacia nuestro cuerpo. Con una aceleración que hizo levantar el suelo tras nosotros, la cadena debió impactar contra él. Pero nuestro objetivo estaba lejos de eludirla. Intentando utilizarla como un puente, deslizando con rapidez nuestras cuchillas sobre ella, prendiéndola fuego si era posible con nosotros, como lo haría un hilo de pólvora.
Una idea temeraria nos hizo pretender acercarnos al caballo.
A pesar de su continuo rechazo mutuo, si su portadora había aprendido algo sobre él, era el hecho de que cualquier cosa podía funcionar como vehículo. Ese animal tenía silla. Tenía riendas. Si consiguiera acercarse, y agarrarle de las mismas, quizá pudiera poseerlo con su fuego demoníaco, y dar aunque fuera unos segundos a sus compañeros. Sin embargo tenía un alto porcentaje de resultar dañino para alguno de los dos. Las interacciones entre seres sobrenaturales podían tener consecuencias imprevisibles. Su portadora jamás había montado a caballo en su vida. Pero no importaba. Por algo le llamaban el Jinete Fantasma.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 13th Febrero 2016, 10:39
Los agentes del B.P.R.D se arrastraron como pudieron y recobraron el aliento fuera de la nube nociva en cuando el mago la disipó. La humareda de color naranja subió hacia el cielo, perdiéndose en la distancia, abandonando esa concentración que había dificultado la respiración. Ayudaron a civiles a alejarse de la zona y otros abrieron los camiones que habían quedado fuera. Las armas tenían balas santificadas que derretían los lugares donde golpeaban de las criaturas metálicas como si les acercasen una barra de acero al rojo vivo. Abe, quien posiblemente había sufrido más que el resto el insoportable calor que allí dentro se había creado, quedó tendido boca arriba sobre la carretera. Solo necesitó unos pocos segundos antes de volver a ponerse de pie. Un par de agentes le ayudaron, ofreciéndole unas pequeñas pastillas azul verdoso que parecían tener burbujas en su interior. Abe las cogió con un asentimiento y se las tomó. Las quemaduras de su cuerpo sanaron más rápidamente y recargó su arma con nueva munición, llenando además su cinturón de cargadores.
- ¿Sabemos algo de los otros grupos?-
- Nos encontramos todos en la misma situación, agente Sapiens. Al parecer en el puente la cosa pinta algo peor, pero por el momento parece que nos encontramos esta...- El hombre no pudo acabar la frase al sentir como el suelo parecía moverse bajo ellos, y un estruendo que bien podría haber sido el de un edificio derrumbándose les rodeó. Dos enormes haces de luz blanca salían de las manos de Arión, quien con un fuerte y rápido movimiento había cerrado las grietas del suelo, convirtiéndolas en finas líneas humeantes. Muchos de los seres metálicos habían quedado atrapados y habían sido aplastados, pero la mayoría todavía se arrastraba con un solo brazo o ambos, mientras que otros se liberaban de la presa disparando a sus piernas y deshaciéndose de ellas. El hechicero respiró con fuerza, como si le faltase el aliento, seguramente debido al fuerte desgaste mágico que acababa de hacer. El caballo, al ver que la grieta había desaparecido resopló con fuerza, pero tenía cosas más importantes en las que centrarse. Abe aprovechó la distracción de la enorme criatura para señalar en dirección a las inexistentes grietas.
- ¡Disparad a los núcleos! ¡La cabeza! No gastéis balas innecesarias!- Corrió hasta donde estaba el hechicero para ver qué tal se encontraba. Sacó un par de píldoras blancas que parecían tener algo entre viscoso y gaseoso en su interior moviéndose, ofreciéndoselas al hechicero.- Repondrán ligeramente tu energía. No toda, pero no te sentirás tan débil. Si tienes alguna espada o arma de filo, es el momento de usarla.-
Abe se volvió y siguió disparando contra los seres metálicos, algunos enteros y otros destrozados ya, pero aún con ganas de causar problemas.
La amazona cogió las gruesas cadenas del caballo después de bloquear un golpe con fuerza y provocar miles de chispas en el impacto. Intentaba convertir al caballo en una especie de honda y estrellarlo contra algún edificio o el suelo. Diana era fuerte, pero aquella criatura no se quedaba atrás. En cuando sintió el tirón de la mujer, clavó sus pezuñas en el suelo, mirándola con aquellos ojos brillantes de fuego, inquisitivamente, fijándola como su nuevo objetivo. Pero esta fijación duró poco, por no decir nada. El animal sintió una punzada en el interior de su cabeza y su espalda como no había sentido en millones de años. Puede que mas. Era un dolor intenso, familiar y al mismo tiempo distante. Si hubiese recordado cuándo fue la última vez que sintió algo así, recordaría el día en que fue domado por el que ahora era su jinete. Ahora aquel pequeño esqueleto intentaba arrebatar a su dueño el derecho a cabalgar sobre el caballo. En ese momento, sí podría decirse que el animal tenía un ligero problema. Evitar que el pequeño ser lo domase era una tarea que requería de su concentración, pero esa concentración le hizo perder fuerza con la que resistir a los tirones de la amazona, y resistir a la amazona significaba que el bloqueo contra el pequeño esqueleto sería menos efectivo. Y como todo animal que ve el fuego o un peligro, comenzó a ponerse nervioso, encabritándose y pateando el suelo con fuerza, aplastando a muchos de los soldados de metal en ello. De sus fosas nasales salieron llamaradas de fuego, y sus rugidos ahora eran los de un animal nervioso. Diana consiguió moverlo de una manera que hizo trastabillar al caballo, resbalando contra el asfalto, pero sin llegar a caerse. El pequeño esqueleto notaría una fuerte fuerza que intentaba evitar que entrase dentro de él. Sentiría por primera vez en mucho tiempo como le ardían las entrañas y la cabeza, algo que seguramente solo habría sentido al enfrentarse a Mephisto o a alguno de los demonios más fuertes que había visto antes. En el suelo, los agentes del B.P.R.D, encabezados por Abe, destruían los pocos soldados de metal que quedaban, rodeando con sumo cuidado al caballo. Parecía que por fin controlaban algo más la situación...
Parecía...
Una fuerza descomunal como ninguna habían sentido antes expulsó a todos del caballo. Fue como una onda expansiva invisible, que disipó al mismo tiempo cualquier forma de humo o gas que hubiese en los alrededores. Una gigantesca esfera rodeada por el humo apareció entre todos, y en el centro de esta estaba la calma absoluta. El silencio rodeó a todos, únicamente roto por los gritos lejanos o alguna alarma de coche, o los crujidos de rocas al resbalar unas entre otras. Todos pusieron sus ojos en el caballo, quien aún daba coces al aire y pateaba el suelo, pero mucho menos violentamente que antes. Una luz roja como la sangre flotaba en mitad de todo. Una voz, más profunda y grave de la que jamás habrían oído antes resonó a su alrededor. Era metálica y demoníaca al mismo tiempo, como si el mismísimo infierno les estuviese hablando.
- ¿Acaso creéis que podéis vencer? ¿Realmente sois tan estúpidos? Vulgares y patéticas formas de vida... ¿Creéis que podéis enfrentar a la guerra con más guerra? Calmar el fuego con fuego... Qué previsibles sois los humanos... Intentando domar a un ser tan salvaje como el propio fuego... Vuestra arrogancia no tiene límites... Creéis que tenéis la fuerza y los conocimientos para finalizar las guerras mientras estáis sentados en los cómodos sofás de vuestras casas... Cuando las mayores guerras son las que suceden cada día en los congresos, en las reuniones que cada día se llevan a cabo entre los países ricos... La guerra no es más que pura política, demostrar al mundo quién es el más fuerte o el que tiene las mejores armas... Pero, curiosamente, siempre se llevan a cabo lejos de las grandes ciudades. Lejos de los hogares, creando una falsa sensación de seguridad... Y luego, cuando los enemigos contraatacan derribando edificios o mediante lo que de una manera tan hipócrita que me dan ganas de vomitar llamáis atentados... El pánico cunde... Habéis creado un mundo en el cual una guerra no sería posible entre grandes potencias, puesto que destruiría todo. Y tan solo os dedicáis a aplastar a los más débiles como si fuesen insectos... Pues creo que es el momento de que recibáis un poco de esa medicina... Ahora vosotros sois los insectos... Y yo la potencia destructora...- La luz rojiza aumentó de tamaño, abriéndose hacia los lados como un ojo. Un brillo dorado tan fuerte que obligó a todos a cerrar los ojos cubrió los cuatro puntos cardinales de la ciudad. Unas pesadas pisadas sonaron lejanas, hasta ir lentamente aumentando. Cuando abrieron los ojos verían que los soldados de metal habían desaparecido, pero que del interior de aquel portal unos enormes y redondos soldados dorados fueron lentamente avanzando hacia los héroes. Abe resopló y negó con la cabeza.
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El caballo está algo aturdido por el ataque entre Diana y Kim, de manera que no causará más problemas. Podéis volver a intentar hacer lo que estabais haciendo, pero el ejército dorado avanzará sin compasión. Estos soldados son mucho más complicados de matar ya que se regeneran después de ser heridos. Tal vez una magia muy arcana o la destrucción total de estos consiga algo. Buena suerte.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 15th Febrero 2016, 02:18
Aquellas criaturas infernales aún se arrastraban como demonios, aún privados de la mitad de sus cuerpos. Algunos incluso se automutilaban para poder liberarse y avanzar, pero el mago ya no podía hacer más, estaba demasiado cansado... Era irónico cómo podía poseer un poder tan grande que a la vez podía suponer su mayor debilidad.
Abe Sapiens corrió hacia él y le ofreció unas extrañas píldoras que de inmediato le hicieron sentirse menos cansado. No como para volver a realizar un conjuro en un margen razonable de tiempo, pero al menos sí para ser capaz de empuñar una espada. Podía perder su capacidad de combatir como mago, pero siempre podría continuar luchando como hombre... si es que una espada podía ser capaz de hacer algún daño a esos monstruos de metal, cosa de la que no estaba seguro, ni tan siquiera imbuyéndola de fuego.
Se encontraba a punto de probar su teoría cuando una gigantesca esfera brotó de la nada, haciendo caer a todos al suelo, y una voz, como surgida del mismo infierno, les habló desde su interior, repleta de socarronería y suficiencia.
Cuando el mensaje terminó, un brillo intenso les obligó a apartar la mirada mientras la esfera se transformaba en un portal por el que comenzaron a irrumpir unos gigantescos soldados que parecían hechos de algún material dorado y...
Arión abrió mucho los ojos.
En la antiguedad, los atlantes habían conseguido la fusión perfecta entre magia y tecnología. Disponían de aviones, pistolas láser y barcos que se movían gracias a la energía que extraían de enormes piedras mágicas. Nunca había sido capaz de absorber la magia de un ser viviente, pero desde que había perdido su propia magia innata sólo conseguía perpetuar su poder absorbiendo la energía contenida en el interior de estos objetos mágicos. Energía como la que ahora rezumaba de aquellos seres...
Pero, por desgracia, no iba a ser tan sencillo como absorberla sin más. Primero, porque le tomaría demasiado tiempo (cuanto mayor era el objeto, y mayor la concentración de energía mística, más tiempo necesitaba para absorberla en su interior), y, en mitad de un ataque, era un tiempo del que no disponían, y, segundo, porque entremezclada con la poderosa energía mágica podía notar también los perniciosos efluvios de la energía demoníaca.
Lo único que podía intentar era tratar de controlar la parte de la energía mística que no estaba contaminada y combatir la energía demoníaca hasta expulsarla y lograr, así, el control completo de los soldados, uno por uno. No sabía cuánto tiempo le iba a llevar, pero aquellas criaturas se regeneraban del daño que les producían los soldados, y estaba claro que terminarían todos muertos si trataban de combatirlas con acero y balas. Se requería algo más... drástico...
Así pues, colocándose lo más lejos posible del núcleo principal de la batalla, el lord Atlante se sentó sobre sus rodillas y, apoyando relajadamente las manos sobre los muslos, se sumió en una profunda meditación, buscando, guiado por las místicas emanaciones de aquellas asombrosas (aunque letales) criaturas, completamente ajeno a lo que se desarrollaba a su alrededor y por tanto vulnerable durante el tiempo que tardara en llevar a cabo lo que se proponía.
Los minutos transcurrían agónicos mientras los demás luchaban por sus vidas, y pudiera parecer que el hechicero no estaba haciendo nada por ayudarlos, pero la realidad era que lo que él intentaba no podía ser llevado a cabo de otra manera, pues estaba librando su propia batalla. Si saldría o no victorioso, sólo los dioses lo sabían...
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 15th Febrero 2016, 02:18
El miembro 'Ahri'ahn' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 26th Febrero 2016, 12:31
El dolor de la resistencia le cegó por un momento. Le hizo perder el equilibrio mientras sujetaba su calavera, clavando las falanges en los huecos vacíos de hueso a causa del terrible dolor. Estuvo a punto de despeñarse de la enorme cadena, de no ser porque la presencia de la resistencia que ejercía el animal sobre él empezó a hacerse más débil, centrado como estaba en eludir también a la amazona. El caballo trastabilló, y el Ghost Rider se obligó a agarrarse a la cadena, para volver a subir. Esa sensación como de hierro al fuego en la cabeza, como si los huesos fueran a separarse uno por uno de su cuerpo, no sirvió mas que para alimentar su primera determinación. No ha nacido montura capaz de doblegar al jinete fantasma.
Sin embargo, no tuvo tiempo de conseguir su objetivo. Impelido por una fuerza que parecía salida de la nada, fue expulsado de la cercanía del caballo, mientras todo se sumía después en el silencio. Levantándose del suelo, mientras sus huesos rotos y magullados vertían parte de su médula por el suelo, recomponiéndose a base de crujidos grotescos, una extraña luz rojiza flotó frente ellos. Podía percibir en ella un fuerte aura conocida, que sin duda tenía origen demoníaco. Una voz como de mil huestes resonó, llenándose la boca. Si algo tenían los demonios, era que les encantaba escucharse a sí mismos. Quizá tuviera algo que ver con el orgullo, en el fondo tanto daba.
- Hablan demasiado. - gruñó el esqueleto, al tiempo que una luz dorada les cegaba durante unos segundos, haciendo emerger de un portal extrañas figuras doradas. No iba a esperar a ver qué podían hacer.
Con una rapidez brutal, el pequeño esqueleto se convirtió en una bola de fuego, de la que brotaron hasta cuatro cadenas que terminaban en garfios. Atravesaron a cuatro de esos soldados a la altura del cuello, del pecho, y de diferentes partes del torso. Pero no se detuvieron ahí. Imbuidas de una especie de fuerza que las obligaba a seguir de cerca la bola de fuego enana que las dirigía, se extendieron hasta la figura del caballo que aún trataba de reponerse del miedo, sacudiéndose y piafando. El esqueleto lanzó los garfios hacia él dispuesto a hacer que le atravesaran el blindaje. No le interesaba tanto clavarlos en su carne como en su costillar o en sus huesos. De hecho, el mero factor de que se quedaran colgando de su armadura ya le valía. Desconocía si aquellas cosas tampoco morirían, pero dada su experiencia anterior, era posible. Tenía una sola idea en mente. Si no podían contener al caballo, ni tampoco le permitían acceder a él, podían lastrarlo. Con suerte, los soldados tan solo pensarían en cumplir su objetivo, y al hacerlo, pondrían a la criatura en muchas dificultades. Se convertiría en una guerra de fuerzas entre unos y otros.
Sin darse tiempo a comprobar el éxito o fracaso de esa idea enloquecida, el jinete fantasma sacó una nueva cadena larga, que imbuyó de fuego. Levantó el brazo y la hizo girar sobre su cabeza, adquiriendo más y más velocidad. Dependiendo de lo que quisiera, podría haber servido para sujetar o quemar lentamente. Pero no era ese el objetivo actual. En ese momento, un mero roce de la cadena habría servido para convertir a cualquier hombre en cenizas de manera instantánea. Sólo quedaba comprobar si con esas gigantescas armaduras de metal, funcionaría igual de bien.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 6th Marzo 2016, 08:56
En mi intento de tironear al caballo, me enfrente contra la fuerza del mismo que se clavo contra el suelo y se nego a moverse, mirandome fijamente como en esas peliculas de vaqueros que habia visto algunas veces en la television. Si tenia que enfrentarme en un duelo uno contra uno, el enemigo tenia que saber que siempre podria dar mas de mi, y mis aliados darian cuanto es posible para eliminarlo. No tenia miedo, solo tenia la certeza de que estaba luchando una gran batalla, y eso era para mi lo mas importante.
Mientras parecia que mi fuerza iba a sobreponerse contra la bestia, algo, inesperado, provino de la misma fuente de todos nuestros problemas: El caballo emitio una onda de fuerza que nos saco volando. Intente frenarme volando en direccion contrario, pero aun asi choque contra la pared de un muro. Auch, auch. Me levante lentamente, escuchando un extraño silencio que se cimbro en el campo de batalla. Parecia que de pronto, hubiese caido una bomba atomica y todos hubiesen muerto, una extraña calma que no correspondia a lo que estaba pasando antes.
Y empezo una voz. Un discurso de odio, maldito, prometiendo el fuego y el caos en este mundo. Tantos villanos, todos de alguna manera, compartian este mismo impulso, el de la maldad y el del conflicto que te provoca la guerra. Esa era la diferencia entre un heroe y un villano, las ideas, lo que habia detras de los trajes y de los rostros bonitos. -¡Callate, maldito! -Le grite, furiosa desde mi lugar mientras me elevaba unos metros en el aire.
Frente a nosotros se materializaba unos portales, de donde salian soldados pero esta vez, de color dorado. Ante las balas se regeneraban, y seguramente, tambien ante otro tipo de ataques. No sabia si concentrarme en ellos, o en su lider, asi que me deje llevar por mi instinto, y pense "Muerto el perro, se acaba la rabia". Me encargaria del jinete, y confiaria en que nuestros aliados podrian aguantar lo suficiente a un embate de esta magnitud.
-¡No digas mas tonterias! -Me lance por delante, intentando darle un derechazo en el hocico al caballo y despues, empece a moverme rapidamente, clavando una de mis espadas en el suelo. Despues, intente tomar una de las cadenas del mismo jinete y enrollarla alrededor de mi espada para que el mismo no se pudiese mover y se quedase como un caballo atado a un poste... Total, mi espada podria volver a mis manos con tan solo pensarlo, y no temeria por que callera en manos enemigas. Necesitaba que el jinete no se moviera, y quizas, el esqueleto de cabeza ardiente me ayudase mas de lo necesario
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 9th Marzo 2016, 19:27
El ejército dorado comenzó a avanzar lenta pero incesantemente hacia los héroes que allí se habían reunido en un intento de frenar la guerra que se cernía sobre aquella ciudad. A diferencia de los soldados anteriores, estos se regeneraban a los pocos segundos de recibir una herida, como pudieron comprobar los agentes tras disparar contra ellos balas o explosivos. Los brazos y piezas podían salir volando varios metros, que volvían a sus cuerpos arrastrándose, rodando sobre sí mismas o siendo recogidas por los propios soldados. Las relucientes armaduras eran muy gruesas, lo que volvía las balas de bajo calibre totalmente inservibles. Era como lanzar pelotas de goma contra un muro de cemento. No obstante, los agentes estaban preparados para situaciones de riesgo como estas, y cambiaron las pistolas por morteros o lanzagranadas. Las explosiones frenaron algo el paso del ejército, pero este seguía avanzando sin cuartel.
Abe comenzó a zigzaguear entre los soldados con asombrosa agilidad, disparando en las juntas o las articulaciones, provocando que un líquido negro saliese de ellas, impregnando el suelo y haciendo que soldados cercanos al que había sido herido tambaleasen al pisar el denso líquido. El olor a maquinaria y aceite sustituyó al del azufre y el calor se volvió más llevadero, dando paso a un frío metálico poco reconfortante.
Los héroes comenzaron a hacer cualquier cosa que se les ocurría para frenar a aquellos seres. Su número debía ser de unos cien, o puede que más. Arión se concentró, recordando los hechizos que antaño aprendió. Desde que perdió su magia era capaz de absorber energía de objetos para usarla, y eso era lo que intentaba. Uno a uno, fue eliminando los rastros demoníacos (o al menos paliándolos) de los soldados más cercanos a él. Uno de ellos se acercó y levantó ambos brazos, dispuesto a asestar un golpe mortal sobre el hechicero. Pero justo antes de que estos cayesen, la luz roja que emanaba de sus ojos se volvió blanca, y tras observar un instante a su nuevo dueño, cambió su marcha, dirigiéndose a sus hermanos, clavando la gruesa hoja en uno de ellos, arrancándole la cabeza de cuajo. Primero fue uno, luego otro, y otro, y en cuestión de segundos casi una veintena de soldados se habían revelado contra los demás. Estos no dudaron ni un momento y cargaron contra el pequeño grupo rebelde que frenaba más su paso, dándole al grupo un gratificante respiro.
Kim y Diana no se habían dado por vencidas con el caballo, y aún deseaban frenarlo o controlarlo de algún modo. Al fin y al cabo, era el caballo de Guerra. Tal vez si le dañaban lo suficiente atraerían a su amo para que lo protegiese. Sin embargo, esta vez ambas optaron por una nueva estrategia. Por un lado, la pequeña ghost rider encadenó al costado del gigantesco animal a cuatro soldados dorados que intentaban soltarse de ellos golpeando con las hojas en las cadenas, en vano. No eran cadenas cualesquiera, y desde luego no se romperían con un par de golpes que terminaban en chispas. El animal piafó y bramó, encabritándose de nuevo, arrastrando consigo a los soldados, quienes a su vez tiraban para intentar liberarse. El pequeño esqueleto sacó una nueva cadena y la hizo girar a tal velocidad que podía sentirse el aire que levantaba. Un par de soldados se acercaron hacia ella y en cuanto la cadena entró en contacto con ellos seccionó sus estirados brazos como si se hubiesen tratado de mantequilla, dejándolos embobados mirándose lo que antes habían sido dos largos brazos. Las cabezas, torsos enteros, cualquier cosa que tocase aquella cadena era cortado con una limpieza que habría sido imposible imaginar. El caballo lanzó llamas hacia los soldados atados a él, derritiendo sus carcasas pero sin acabar con ellos.
Diana clavó su espada en el suelo con un sonido que resonó por toda la calle. Orgullosa y brillante, sirvió de anclaje a la cadena que colgaba del caballo, inmovilizando aún más. Entre los soldados y aquella atadura le sería complicado liberarse, y mostró su nerviosismo con enormes llamaradas de fuego infernal, bramidos y coces al aire. Abe apareció entre la densa niebla señalando a los soldados mientras disparaba contra ellos. No tenían ni idea de cómo se las estarían apañando los demás, pero desde luego ellos no lo estaban haciendo para nada mal. Y aunque los soldados seguían saliendo, habían sido capaces de frenar en parte su avance. Tal vez si volvían a intentar acabar con el caballo apareciese su jinete para defenderlo.
- ¡No tiene sentido! ¡Nosotros acabamos con el ejército dorado hace diez años! ¡Guerra debe estar usando algo para controlarlos! ¡Si atacamos a su caballo tal vez le atraigamos! ¡Arión, ¿cómo vas con esos soldados?! ¿Cuánto tiempo crees que podrás controlarlos?-
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Tenéis libertad para hacer lo que queráis en este turno, ya que según está la situación parece que habéis conseguido dominarla. Si tenéis alguna duda podéis preguntarme sin miedo y estaré encantado de ayudaros.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 11th Marzo 2016, 00:55
Arión, sumido en un profundo trance, no se daba cuenta de nada, incluyendo las imperiosas demandas de Abe. Ajeno a las vicisitudes y peligros que amenazaban su cuerpo, su mente libraba una incesante pugna contra las fuerzas demoníacas que corrompían el aura mágica de aquellos seres. Cada vez que lo conseguía con uno, la luz roja que anidaba tras sus ojos se volvía blanca, y los robots cambiaban de afiliación. Varios de ellos se dispusieron en torno al desprotegido cuerpo de su nuevo amo, dispuestos a protegerle de los amenazadores gigantes que acometían con malignidad mientras el resto se disponía a cubrir a los humanos y a atacar a sus diabólicos compañeros, pues, aunque él no se percatase, a su alrededor continuaba el feroz combate.
Acciones:
Arión continúa en trance tratando de controlar más soldados o, en su defecto, absorber la magia que los alimenta y dejarlos secos, como cascarones vacíos. Los soldados a los que ya controla se dedicarán a protegerle a él y a los demás humanos combatiendo contra sus hermanos.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 29th Marzo 2016, 22:22
Parecía que estaba dando resultado, y le desconcertó comprobar que algunos de los soldados que se cruzaban a su paso cambiaban el color de sus ojos volviéndolos blancos. Con el fragor de la batalla tuvo que obviar la utilidad de ese detalle y atravesó a uno de ellos para que le cediera paso. Sólo después de anclar a cuatro de ellos al caballo se percató de que aquellos que tenían las luces blancas estaban ayudando a sus aliados, en lugar de atacarlos. Incluso llegaban a enfrentarse a otros de sus congéneres, en una pelea que se volvió crispante a causa del constante sonido de metal contra metal. La mujer maravilla apoyó su táctica atando la cadena del caballo a su espada, que clavó al suelo, inmovilizando a la criatura demoníaca aún más. Resultaba sorprendente que un utensilio tan pequeño pudiese tener tanto poder, pero mientras sirviera, no iba a cuestionarlo.
Con el intento del animal por derretir el lastre fijado, el Ghost Rider tuvo una idea que por retorcida, seguro que acabaría funcionando. Con una risa totalmente aterradora volvió al campo de batalla envuelto en las llamas que le caracterizaban, partiendo cráneos, brazos, y torsos de camino. La cadena que portaba dejó de silbar bajo los giros y se enrolló sobre uno de los soldados que se vio volando sobre el suelo a gran velocidad, mientras el fuego comenzaba a derretir su carcasa, haciendo llover metal caliente sobre el resto del ejército. Su cuerpo al rojo vivo, impactó directamente sobre la carcasa que cubría el hombro y la pata delantera del animal, salpicándolo de metal ardiendo que se coló entre las juntas de la armadura enfriándose ante el brusco cambio de temperatura.
El animal piafó aún más, haciendo salir una llamarada terrible que llenó por un momento el aire, haciendo que se llenara de una bocanada ardiente de aire en el que se volvía casi imposible respirar sin quemarse. Sólo duró unos segundos antes de que volviera a gritar y cocear, procurando librarse del resto de despojos que seguían anclados con los garfios sobre su costado.
El fantasma de la venganza se deslizó por el campo de batalla, agarrando y arrastrando contra el asfalto a otro de esos inmensos soldados de metal, arrancando chispas al terreno y haciendo que varias de sus piezas, entre ellas toda una pierna y una mano quedaran como un rastro tras de sí. A una distancia considerable y cuando el metal volvía a estar candente lo lanzó en parábola procurando esta vez a impactar directamente en el cráneo del animal. Estaba dispuesto a convertir a los soldados y el caballo en un único amasijo retorcido de metal.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 7th Abril 2016, 19:17
Una vez que clave mi espada en el suelo y ate la cadena a su empuñadura, pude ver como el animal se resistia, nervioso aln o poder moverse. Sus llamaradas espesas y las nubes de gases toxicos que soltaban podian resultar atemorizantes para los no preparados, pero sentia que esta situacion estaba bajo control. Todavia podiamos ganar, pero teniamos que provocar algo que realmente causara la atraccion de Guerra hacia su corcel... Piensa, Diana, piensa... ¿Como podrias alertar lo suficiente al dueño de un caballo destructor? Pense un momento en los pegasos, y sabria la forma en que si a los caballos voladores le hicieran algo, sus dueños aparecerian al instante: Cortandole las alas. En cambio, este no tenia alas, pero podia hacer algo mas...
Tome mi lazo de la verdad y me eleve varios metros en el aire, dando vueltas alrededor del caballo que se movia furioso por intentar lograr su libertad, mientras el demonio de cabeza ardiente arrastraba soldados para usarlos como una especie de honda. Lo que me llamaba la atencion es que no veia a Arion por ningun lado, ojala estuviese bien, porque si no...
Empece a volar en circulos, esperando encontrar un momento en que el caballo se distrajese... Cuando cai en picada y use mi lazo para enrollarle la boca a la bestia en el momento en que lo abrio. Cuando el lazo enredo su boca con su cabeza, impidiendo que se cerrase del todo como si le pusieran un bozal. Aterrice poniendo mis pies en su lomo y me incline hacia adelante, poniendo mis manos cerca de su cabeza que estaba bastante caliente y con mis dedos empece a apretar sus ojos rojos.
-¡Ven, maldito o le arrancare los ojos como si fuese Edipo!
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 10th Abril 2016, 14:11
La lucha era encarnizada como pocas recordarían muchos de ellos. Arión y su magia les había dado un respiro, bloqueando el avance de los soldados. No eran muchos los rebeldes, pero sí los suficientes como para permitir a los agentes recargar sus armas y volver a disparar contra ellos. Sabían que tarde o temprano eso dejaría de tener efecto, pero Abe contaba con que, antes del final, Guerra hiciese su aparición y consiguiesen terminar con aquella masacre. Y creía firmemente en ello, o más bien confiaba en aquella opción. Porque de lo contrario... Kim consiguió herir al animal con el metal candente de los soldados, provocando que un grito de dolor lo acompañase, seguido de una fuerte bocanada de fuego. El metal fundido se arrancó de la piel del animal, quien volvió a rugir de dolor e ira, resbalando entre su protección, buscando a su otra parte para volver a ser un soldado dorado. Kim contaba con un poder lo suficientemente grande como para hacer que un ser como aquel caballo sufriese y lo pasase mal. Cuando lanzó un nuevo ataque contra su cabeza, como una gigantesca bola de demolición, el caballo miró la bola y, tras un brillo de ojos rojos, de sus quijadas salieron dos largos cañones que derribaron la bola convirtiéndolo en una lluvia de confeti dorado. Las esquirlas rajaron ligeramente su piel o rebotaron contra ella. Volvió su cabeza hacia el pequeño ser esquelético, fijándolo como su nuevo objetivo.
Diana, desde el cielo, aprovechó ese momento de despiste del animal para saltar sobre su cabeza y cerrarle la boca con el brillante lazo de la verdad. Lo golpeó y dañó, y con un grito al cielo amenazó con arrancarle los ojos. Estos, de un rojo intenso buscaron a la amazona, y los cañones y largas ametralladoras intentaron alcanzarla. Una pequeña luz intermitente apareció junto a Diana, y en ese instante notó un golpe en su estómago tan fuerte que podría haberla partido en dos, que la mandó volando al duro asfalto, dejando un camino bajo ella. Una lanza con forma de tridente se clavó a sus lados, dejándola retenida en el suelo a la altura de la cadera. Si intentaba sacar aquel arma del suelo no sería capaz. En el punto donde la amazona había estado segundos antes una nube gris oscuro fue arremolinándose y creando una figura. Todos los presentes fueron lentamente siguiendo la silueta que se difuminaba contra la oscuridad, la cual fue lentamente apareciendo, siendo rodeada por la nube negra. Los dos pequeños puntos rojos eran unos ojos que brillaban en el interior de un casco negro como el carbón, con unas plumas rojas sobre él. Estaba desgastado, viejo, lleno de muescas, pero brillaba como el sol de verano. La parte de la boca estaba tapada con una especie de reja que recordaba a los yelmos medievales. La parte del pecho era negra, llena también de abolladuras y golpes, alguna rotura y manchas más negras si era posible. A pesar de las marcas parecía tan resistente como el más duro de los metales, capaz de haber sobrevivido a tantas guerras como el mundo había visto. La hombrera derecha tenía un símbolo tan fácilmente reconocible como la izquierda y ambos parecían haber sido pintados con los dedos. Una larga capa totalmente rajada y llena de quemaduras y agujeros colgaba solemne e inquebrantable desde los hombros hasta casi el suelo. Una enorme espada permanecía vertical en la espalda, paralela a esta. En el cinturón había toda clase de armas blancas y de fuego. El brazo izquierdo terminaba en una ametralladora pesada, y la munición colgaba con un riel desde el costado. Las balas brillaban con un tono dorado, como miles de pequeños soles. La mano derecha sostenía un enorme martillo, tan alto como la figura. De cintura para abajo apenas podía verse nada debido a la nube negra y a la capa que le cubría. Apoyó su arma en el suelo y pequeñas bocanadas de vapor rojo salían del casco.
- Qué patéticos sois... ¿Y tú te haces llamar una amazona? Amenazando con matar a un ser tan magnífico como un caballo... No eres sino una broma de lo que tus hermanas fueron en el pasado, princesa guerrera.- Del enorme ser salían pequeños hilos rojos que se dirigían a los soldados dorados que se destruían, recomponiéndose lentamente. Se acercó a la amazona con un par de pasos y levantó su martillo. Diana seguramente intentaría librarse de aquella prisión, en vano. La lanza quemaba como el hielo frío cada vez que la tocaba, y el martillo preparaba su caída contra la cabeza de la mujer.- Adios, Diana de Themyscira.-
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Guerra ha aparecido. Se prepara para aplastar la cabeza a Diana con su enorme martillo. Mide unos cuatro metros de altura y, a pesar de la enorme armadura que le recubre habéis podido notar que se mueve con gracilidad. Su presencia es imponente como pocas hayáis visto. Cualquier duda que tengáis no dudéis en preguntarme. Por mucho que Diana se esfuerce, de momento no puede liberarse de la lanza que la retiene en el suelo.
Última edición por Hellboy el 27th Abril 2016, 16:38, editado 1 vez
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 10th Abril 2016, 23:49
Arión se incorporó por fin, atravesando la devastación que habían provocado las creaciones del coloso hasta detenerse a escasos metros de él y su víctima.
- ¡Detente, demonio! -exclamó, al tiempo que de su dedo extendido emergía un fino rayo de color verde que recubría por completo a la amazona. Una vez protegida, dirigió una furiosa mirada hacia el jinete del apocalipsis y, elevando ambas manos convocó a los robots que había estado convirtiendo para que se colocaran en formación ante él-. ¡Toca un sólo cabello de su cabeza y juro que reservaré para ti la muerte más dolorosa que exista!
A un gesto del mago, la formación avanzó para atacar a Guerra, y uno de los robots arrancó al pasar junto a Diana la lanza que la mantenía atrapada, liberándola para que pudiera ponerse al frente de las doradas tropas del mago.
A Diana:
El conjuro te recubre como una película protectora de color verde. Los golpes rebotarán sobre él pero no te impedirá a ti pelear ni infligir daño.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 12th Abril 2016, 21:04
Mientras estaba encima del caballo intentando sacarle los ojos para atraer a su jinete, note una luz pequeña que aparecio segundos antes de que un golpe me diese en el estomago, sacandome el aire y haciendome doblar del dolor. Sali volando, estrellandome contra el suelo adolorida mientras me tocaba el vientre y trataba de recuperar el oxigeno de mis pulmones. Era de esos golpes que te dolia tanto pero no podias respirar que las sensacion se aplastaba una encima de otra causando un dolor enorme.
Mientras me retorcia, una especie de lanza se clavo a dos lados mios a la altura de mi cadera, impidiendo levantarme. Mientras luchaba por aguantar el dolor, trate de arrancar la lanza del suelo para levantarme y seguir peleando pero no podia, estaba muy fria y el dolor me retenia a actuar. Necesitaba recuperarme un poco para saber que hacer... Mire hacia donde estaba el caballo y aparecio una figura que se me hacia muy conocida, pero a la vez, ajena. -¡Ares, Guerra! -Le grite, entrecortada por el golpe de antes. ¡Sabia que era el, o al menos una representación cercana! Intente levantar mi torso pero mi cadera se vio obstaculizada por el arma que me mantenia retenida, asi que arranque un trozo de la tela de debajo de mi cinturon, lo envolvi en mi mano derecha y toque la lanza, que dolia terriblemente cuando la tocaba... -¡AAARGH! -El jinete se acerco e intento bajar su martillo hacia mi, por lo que reaccione moviendo mis brazos y bloqueando el golpe con el brazalete... Para mi suerte, el impacto no se sintio retumbando en el metal, si no en una especie de capa verde que me rodeaba.
-¡Gracias! -Le grite a Arion y mire con una sonrisa sadica a Guerra. De mis brazos salieron dos filos, uno por cada muñeca. Cuando paso un robot para liberarme, rode rapidamente por el suelo y me levante, plantandome frente al emisario. -Ahora si, idiota... -Me lance por delante con los filos de mis armas (acompañadas del traje que tenia) e intente clavar estas en el cuerpo de mi adversario. El comabte no apuntaba a que tendria una oportunidad cercana, asi que me movia lo mas agilmente posible para cansarlo y permitir que mis dos compañeros me ayudasen en la lucha o al menos, el enemigo y yo nos pudiesemos concentrar unicamente en nosotros.
Di una vuelta en un salto hacia atras y cai con una rodilla al suelo, plantandome firme frente a mi enemigo, para luego impulsarme en vuelo hacia el para estrellarlo violentamente contra un edificio. Mientras yo volaba y lo empujaba en diagonal, atravesando el edificio con su espalda, yo lo sostenia con mis brazos y con mucha fuerza para que no se liberara, para luego, como un avion de combate, girar de vuelta en el mismo edificio y estrellarlo contra el suelo del parque donde nos encontrabamos.
Al estrellarlo, me solte rapidamente y aterrice las suelas de mis botas sobre el camino empedrado que estaba lleno de casquillos de bala, pedazos de metralla y de metal de los robots...
-¡Abe, Arion! ¡¿Ahora que hacemos?! No podemos estarnos pegando todo el dia con Guerra... -Grite, sin perder de vista a mi enemigo.
Última edición por Reina Diana de Themyscira el 12th Abril 2016, 21:09, editado 1 vez
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 12th Abril 2016, 21:04
El miembro 'Reina Diana de Themyscira' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 28th Abril 2016, 03:37
En estos casos, la gente lo ve todo como un fogonazo. Cosas pasan silbando sin parar a cada lado de tu cabeza, te pitan los oídos todo el rato, y al final no sabes distinguir de entre todos los gritos cuáles son de tus propios aliados dándote instrucciones. Pararte un sólo segundo te puede matar, pero sabes que es necesario porque si no, a la larga, no sabrás ni dónde estás ni qué estas haciendo. Te conviertes en una picadora, lo mismo da carne, que hueso, que músculo o entrañas. En estos casos, lo mismo eran tuercas, que pernos, que chapas. La conclusión seguía siendo la misma. Toda una pila de cuerpos desmigajados sobre el suelo, sangre y aceite empapando el asfalto coagulándose a causa del calor, con un hedor asfixiante. A veces podía verse el cuerpo de algún camarada al que otros estaban intentando sacar o recuperar, con graves heridas.
La causa estaba clara. Intercambiar esa mirada con el animal fue todo lo que el jinete fantasma necesitó para saber que a pesar del fuego que emanaba de él, sus intenciones eran convertir metrópolis en un comienzo del infierno en la tierra. Esas criaturas no hacían mas que cumplir con su naturaleza, pero él también era lo que hacía desde el comienzo de su existencia, y las aterradoras ideas que surcaban la cabeza del caballo como si fueran una fantasía deliciosa hicieron crecer aún mas sus ansias por acabar con él. Con su jinete. Con todo lo que habían causado. El tiempo que utilizó en intercambiar con el fantasma vengador toda esa información guardada en sus dos ojos brillantes de fuego infernal fue bien aprovechado por Diana. La amazona se lanzó contra el animal y estuvo a punto de reventarle los ojos, pero al final, algo se lo impidió. Mientras salía proyectada hacia atrás, hubo un fogonazo de luz, y después apareció por fin ante ellos.
Era tan horrible como lo que representaba. Un montón de conceptos con los que habían emborrachado al ser humano hasta convertirlo en la fuente de todos los males. Política, codicia, ideologías, creencias. Todo unido como si lo hubieran pegado en una aberración que ahora se alzaba frente a nosotros con la bandera americana por capa, como si encontrara satírico todo lo que ese país había reflejado en sus barras y estrellas. Un casco gigantesco aterrizó justo a su lado cuando el caballo cargó con toda la intención de pisotearle. Si su rapidez no fuese sobrenatural, ese casco le habría convertido en pulpa. Tuvo que hacer un viraje, procurando de camino esquivar al resto de soldados que aún permanecían en pie. Con el jinete en escena, cualquier tiempo de recuperación, era tiempo que no tenían. El animal pisoteó a su alrededor, como si quisiera librarse de un ratón que le hubiera asustado. Pero el motorista no se quedó junto a él mucho tiempo.
En el momento en que la enorme mole caía al suelo a causa de su trifulca con Diana, el espectro aceleró la marcha sobre sus cuchillas, viró en un giro rápido procurando tomar toda la velocidad posible de camino y en cuanto le tuvo a tiro, se deslizó hacia su posición, más concretamente, la de su cabeza. Estaba bajo un duro yelmo que habría destrozado el pie a cualquiera, por contra, esa patada llevaba tal fuerza que habría partido una columna de piedra en dos. A cualquier criatura le hubiera arrancado la cabeza de cuajo limpiamente.
- Cállate de una vez. Estoy harto de oírte. - gruñó de una manera grave y aterradora, mientras descargaba el golpe, que decía mucho de su nuevo portador. Sin aspavientos. Sin florituras. Un golpe sencillo, directo, cargado de una franqueza suficiente como para que resultara violento y brutal.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 17th Mayo 2016, 11:10
Las llamas y gritos cubrían la ciudad por completo. La destrucción había llegado a varios puntos de esta. Gran parte de ella permanecía a salvo gracias a los héroes que se habían reunido para frenar aquella destrucción y masacre. No podían rendirse, ni siquiera cuando la situación era la más horrible. Sus dos hermanos habían caído, y Guerra sabía que no podía andarse con florituras, de manera que cuando tuvo a la mujer a tiro, no dudó en descargar contra ella el martillo que tantas vidas había cercenado. Pero esta vez era distinta. Con Peste bastó un grupo preparado junto a Abe, Hellboy y Rebecca. Victoria costó algo más, pero nunca llegó a ser destruida, pues eligió un nuevo avatar. Cuando Guerra puso un pie en aquella ciudad, el grupo que se encargaría de frenarlo era mucho mayor, mucho más poderoso, y mucho más consciente de la situación. Por ello, a pesar de que aquella enorme mole de puro metal y sombra caía contra el asustado rostro de la amazona, quien alzó sus brazos para bloquear el impacto, no contó con que no era la única que allí había. Arión, posiblemente uno de los hechiceros más poderosos que jamás habían existido también le hacía frente. Cubrió a la amazona con un poderoso encantamiento que no sólo paró el martillazo, sino que lo hizo rebotar, haciendo que Guerra perdiese ligeramente el equilibrio. Sus rojos ojos se volvieron al hombre quien le observaba con gesto desafiante. Brillaron con fuerza y dio un paso hacia el hechicero.
- ¡Necio! ¿Osas interponerte entre la Guerra y su presa? ¡Morirás junto al resto de...!- Pero fue incapaz de finalizar su frase. Las palabras del mago le habían distraído el tiempo suficiente para que un par de robots dorados arrancasen la lanza del suelo, liberando a Diana, quien no desaprovechó la oportunidad, golpeando con aquellas cuchillas el cuerpo del demonio, quien profirió un desagradable grito gutural ahogado. Se llevó la mano a las heridas y miró a la mujer con una ira incomparable. Y es que Diana no era una guerrera cualquiera. Había sido entrenada por el mismo dios de la guerra griego y otras dos diosas del panteón. No era una mujer normal y corriente, al igual que no lo era Arión. Pero, ¿qué iba a saber Guerra, nublado por la ira y la satisfacción de quien ya se creía vencedor en aquella batalla? El impacto de la amazona en su cuerpo fue tal y tan inesperado que perdió su arma de camino. Atravesó un edificio y luego fue lanzado contra el suelo. El dolor se extendió por su cuerpo, y su ya de por si destrozada armadura chirrió al intentar levantarse.- Pagaréis por esto... ¡TODOS! ¡NO QUEDARÁ NI UNO CON...!-
No eran dos quienes se enfrentaban a ese ser, sino tres criaturas con un poder suficiente para ponerle en problemas. El tercer miembro llegó algo más tarde, pero su impacto fue verdaderamente demoledor, como una bola que choca contra un edificio. Giró su cabeza en un ángulo extraño con un crujido que hizo temblar el suelo. El cuerpo de Guerra se desplomó, cayendo con el rostro de lado. El silencio que se produjo duró un par de segundos, que se les antojarían como una eternidad. Un brillo rojo y las piedras alrededor del cuerpo flotaron ligeramente. La explosión mandó a la amazona y el pequeño esqueleto un par de metros hacia atrás, y obligaría seguramente al hechicero a cubrirse los ojos. Un infernal grito llenó el parque mientas Guerra volvía a levantarse, desenvainando una gigantesca espada de su espalda, empuñándola con la mano derecha. En su mano izquierda, un cañón con una larga ristra de balas emergió, apuntando al cielo.
- Muy bien... Vosotros lo habéis querido... Se acabó el juego.- La espada se cubrió de llamas semejantes a las que emitía el esqueleto y lo mismo sucedió con el enorme arma de fuego. Sus ojos brillaban con más fuerza, y su casco presentaba una pequeña abolladura de la que parecía escaparse un hilo de humo negro parecido a una sombra. Apuntó al mago con el cañón y descargó tantas balas como le fue posible antes de que todos empezasen a moverse. Con esa espada era rápido, mucho más que con el martillo, y ellos comprobarían que a pesar de su enorme tamaño y aparente peso, era grácil y hábil. Habían cabreado a la Guerra, y les costaría lo suyo frenarla ahora. Abe lanzó una granada contra el ser que estalló junto a su pierna. La explosión lo desequilibró, haciendo que algunos de los disparos pasasen por encima del mago, y el demonio concentró el fuego entonces contra el ser azul, quien se ocultó con un rápido y ágil movimiento tras el levantado asfalto.
- ¡AHORA! ¡ATAQUEMOS TODOS A LA VEZ PERO DESDE DISTINTOS ÁNGULOS!- Era un buen plan. Que funcionase era otra historia. Pero si había quedado algo claro del combate anterior... Era que Guerra no era invulnerable.
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Es vuestro momento. Posiblemente sea ahora o nunca. Habéis descubierto que en grupo sois más fuertes que individualmente. Cualquier duda consultarme sin problemas.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 17th Mayo 2016, 17:30
Ah, cómo había añorado el trabajo en equipo.
La magia de Arión no tenía rival, pero físicamente, aunque hábil y diestro con la espada, dejaba mucho que desear. No era muy resistente, y tampoco poseía demasiada fuerza. Además, la mayoría de sus conjuros requerían un tiempo de preparación para lanzarlos, y si eran muy poderosos al final le dejaban exhausto y vulnerable, y todo ello derivaba en oportunidades que el enemigo podía aprovechar para dañarle. Por eso Arión no luchaba sólo. En el pasado había contado con la ayuda de su fiel amigo, Wyynde, y de su amada esposa, Chian. Los dos eran habilidosos espadachines, y la fuerza del piel roja era conocida en toda la Ciudad Dorada. Normalmente ellos combatían en primera línea, manteniendo al enemigo entretenido y lejos del mago mientras él preparaba sus hechizos y les ayudaba desde la retaguardia.
Tras la muerte de sus amigos había pasado solo mucho tiempo, pero ahora, una vez más, volvía a formar parte de un equipo, y volvía a disfrutar de aquella maravillosa sinergia y coordinación con la guerrera amazona. Hacían un estupendo trabajo juntos, como quedó demostrado cuando ella se incorporó presta tras su ayuda y golpeó al demonio cuando se disponía a dirigirse hacia él.
Había algo en ella, en aquella destreza salvaje y en la ferocidad que demostraba en la batalla, que siempre le había recordado a Chian. Arión y ella llevaban meses peleando juntos, pero el atlante no podía dejar de asombrarse ante su increíble fuerza y habilidad que superaban con creces cualquier límite humano. No en vano había sido entrenada por los mismísimos dioses del Olimpo... Y no era su única aliada en aquella batalla de proporciones épicas. Pronto Tortita hizo su aparición, cayendo sobre el demonio con toda la fuerza de su herencia sobrenatural.
Arión aprovechó aquellos momentos que las dos guerreras le daban para cubrirse a sí mismo con un escudo de protección similar al que había invocado sobre Diana, pero aún así no estaba preparado para el cegador destello que se produjo a continuación. Con un brillo capaz de emular al mismo sol, se produjo una llamarada de fuego que no irradiaba calor, aunque él lo sintió; arrollador, apabullante: el inconfundible ardor de la magia.
Cuando pudo volver a mirar, el demonio portaba una espada tan negra como su alma junto con lo que parecía ser alguna clase de arma de fuego moderna. Pero no importaba; estaba dañado, podía sentirlo. Ya era sólo cuestión de tiempo.
El mago avanzó, haciendo caso omiso de las balas que rebotaban contra su escudo, y, cuando Abe gritó su orden, condensó todo el poder mágico que había absorbido de los soldados del ejército dorado en un rayo de energía verde que descargó contra el Jinete. Después de aquello quedaría vacío de poder. Sólo esperaba que, con la ayuda combinada de los demás fuese suficiente.
Última edición por Ahri'ahn el 17th Mayo 2016, 23:35, editado 1 vez
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 17th Mayo 2016, 17:30
El miembro 'Ahri'ahn' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 23rd Mayo 2016, 20:05
El enemigo se quejaba, se retorcia y trataba de bramar por una satisfacción. Era como un jabali, que conducido por una ira cegadora, habia caido en la trampa de un grupo que tenia mas inteligencia y mas capacidad para contener cualquiera de sus amenazas. No era mas distinto a cualquier otro invasor que, arrogante por su supuesta victoria, perdia el control de las posibilidades sobre sus rivales. Por eso Guerra estaba condenado, como lo estuvo Ares y como lo estaran siempre cualquier enemigo de la paz y de la justicia.
Me acerque a el para golpearlo, pero una explosion de fuerza me mando volando unos metros atras, dando giros en el aire hasta que me pude frenar. ¡Maldita sea! Gruñi y me le quede viendo, no tenia que perder el control de mis emociones ni dejarme llevar de nuevo por la violencia sin control, pues no haria ninguna diferencia de los soldados que disparaban su plomo sin causar ningun exito verdadero.
El enemigo mostro una espada gigantesca y empezo a arder en llamas. Normalmente, el fuego no me preocuparia, pues gracias a la bendicion de Hestia el calor del fuego no me hacia ningun tipo de daño, salvo cuando este era fuego demoniaco, ante el cual no tenia ninguna protección. Tenia que tener mucho cuidado, pero no podia perder la fiereza ni el calor que la batalla proporcionaba sobre mis musculos lastimados, dandome ese impulso, ese plus que necesitabas para ganar cuando todo parece perdido.
Abe grito una orden y asenti. Arion empezo a juntar su magia, y como pense que el impacto que lanzaria iria directo a su pecho, yo sali volando mas rapido que el sonido con los filos de mi traje por delante para intentar clavar la punta de estos en el cuello de Guerra y arrancarlos despues, mientras mis piernas aplastarian sus homoplatos para hacerlo caer.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 23rd Mayo 2016, 20:05
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 24th Mayo 2016, 15:05
(Ya os advierto que mis tiradas de dados suelen dar sida. Dicho esto, vamos al tema)
El cuerpo de Diana era mucho más pesado que el del Jinete fantasma, de manera que cuando aquella especie de mole derruida explotó su cuerpo fue lanzado mucho más lejos. Se golpeó contra el escaparate de un edificio reventando los cristales y deformando el metal, que adquirió al instante un tono rojizo, goteando metal ardiendo hacia el suelo. Su cuerpo cayó entre el polvo, hecho pedazos. Con unos pocos crujidos, sus graves contusiones, roturas y heridas sanaron en segundos. Cuanto más se trataba de escapar del fantasma, más deseos de venganza impulsaban su llama interna y más empeoraba el pecador su destino. Después del grito de Guerra, uno igual de alto y escalofriante provino de la tienda que amenazaba con deshacerse en pedazos fundidos, mientras una luz incendiaria salía de allí a toda velocidad.
Pudo contemplar como la armadura enarbolaba una inmensa espada plagada de calaveras ardiendo, y disparaba contra el mago. Incluso a pesar de toda su velocidad, no podría hacer nada por cubrirlo. Las balas rebotaron contra la capa verdosa que recubría a Ahrion, y levantaron esquirlas en el empedrado que los rodeaba. Pasó justo a su lado en el mismo instante en que emitía una potente luz verdosa, viéndose obligado a esquivar tres armaduras que caían a su paso, haciendo un Slalon extremadamente rápido. La última de ellas fue apartada de un brutal puñetazo que pretendía mandar al soldado dorado directo contra el Jinete del Apocalipsis.
Rodeando a la criatura de manera instintiva, mas que por la orden de Abe Sapiens, al que en su ira cegada ya no era capaz de oír, contempló a Diana salir disparada a toda velocidad hacia el Señor de la Guerra. Aceleró su ritmo entonces mientras de su mano emergían sendas cadenas acabadas en garfios, como las que había usado para detener al caballo. Aumentó aún más su velocidad hasta que todo su entorno se volvió oscuro y sólo existía una sola cosa. Guerra.
Con una fuerza brutal, proyectó las cadenas directas a sus brazos, para clavarlas en su armadura. Calentadas al rojo vivo, bastaría con que tocaran algún punto de su cuerpo para que se fundieran con su armadura, salpicando metal caliente a medida que los dos materiales se unían uno contra otro. Cuando las cadenas se afianzaron, utilizando la inercia colosal que había adquirido, levantó los pies del suelo, girando en torno al enorme cuerpo del enemigo sin dejar de expulsar cadena ardiente de sus manos, utilizándole como punto de apoyo sobre el que girar. Tras haber desviado con un tirón salvaje la postura de sus brazos, y haberlo desequilibrado, la cadena se fundiría sobre su armadura y comenzaría a dificultarle el movimiento, a medida que quedaba enrollado en ella. Ghost Rider, giraba en torno a él como si fuese un pequeño astro en miniatura, a una velocidad vertiginosa que a cualquiera le habría costado seguir con la mirada. No iba a considerarlo más. El momento se acercaba. Si conseguían detenerlo lo suficiente para que El Jinete Fantasma se acercara, le leería su condena cara a cara.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 24th Mayo 2016, 15:05
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 6th Junio 2016, 23:12
La ira del jinete era palpable. El embite y los golpes que aquellos simples mortales habían conseguido contra él le habían enfurecido, hasta el punto en que sus ojos brillaban tanto como su espada. Disparó contra el ser que le había lanzado una granada, hiriéndole ligeramente en el pie. Apenas era un rasguño, pero con todo aquel odio y fuerza que emanaba del ser cualquiera lo habría dicho. La amazona se lanzó contra él con una velocidad y fuerzas colosales, pero no pillaría al jinete dos veces con el mismo truco. Con un rapidísimo movimiento hasta para Diana, dibujó con su espada un círculo que no sólo bloqueó su embestida con las cuchillas por delante, sino que la frenó usando su peso y fuerza, levantando parte de la calle pero con una mirada triunfante. Antes de que ella pudiese hacer nada la agarró por el cuello con la mano libre y, tras alzarla sobre él, la estrelló con todas sus fuerzas contra el suelo para después propinarle una dura patada en pleno costado y alejarla de él. Rió con fuerza, deleitándose de su pequeño triunfo sobre la orgullosa mujer.
La distracción no le impidió escuchar un silbido cortante que provino de su lateral, pero no pudo esquivar las cadenas que se unieron a su armadura. El ser gruñó e intentó tirar de ellas, así como cortarlas con su espada con un rápido movimiento. El chasquido llegó hasta los confines de la ciudad, acompañado de un montón de pequeñas chispas que salieron del impacto. La pequeña motorista comenzó a girar con una velocidad tal que se convirtió en una bolita roja que describía un círculo cada vez más pequeño alrededor del jinete, atándolo con aquellas cadenas. Con las primeras vueltas consiguió zafarse ligeramente, pero a medida que la niña giraba más y más se volvió cada vez más complicado, hasta que la presión de estas hundió ligeramente la poderosa armadura. El jinete rugió con fuerza, intentando cortar las cadenas hasta que su brazo derecho quedó también atrapado bajo las cadenas. Usó todo su poder para intentar librarse de ellas, consiguiendo que las cadenas chirriasen y mostrasen lo duras que eran antes de estallar de pura presión. Pero allí estaba, prácticamente inmovilizado, un blanco fácil.
Justo lo que necesitaba el hechicero. Este había caminado hacia el jinete, quien rugía y maldecía en mil lenguas mientras el humo salía de cada uno de los pequeños huecos de su armadura y sus ojos y espada brillaban con más fuerza. Pero no pudo evitar el impacto que el atlante descargó contra él. Un enorme rayo verde salió de sus manos y golpeó de lleno al jinete, quien profirió un desgarrador grito de dolor e impotencia al cielo. La parte de la capa que no estaba atada se extendió hacia atrás paralelamente al suelo, ondeando y deshaciéndose lentamente. Pequeños y superficiales trozos de la armadura del ser fueron separándose, convirtiéndose en miles de pequeñas esquirlas que se desvanecían como polvo en mitad de un huracán. La espada cayó al suelo pesadamente y el cuello del jinete comenzó a crujir de manera horrible mientras su cabeza se inclinaba lentamente hacia atrás debido al impacto de aquel rayo. Cuando este cesó, el jinete cayó de rodillas, exhausto, humeante, con la armadura más negra y destrozada de lo que había estado al principio...
Se podía oír un susurro proveniente del interior del ser, y tras levantar la cabeza profirió un último grito, llamando a su caballo a la batalla. Su jinete estaba en verdadero peligro, y al igual que él había acudido a su llamada de socorro cuando la amazona intentó arrancarle los ojos, el animal saltó a por ellos con fuerza, levantando el suelo y bramando. Si mataban a Guerra, todo se acabaría por fin. Abe disparó al caballo, intentando atraer su atención. Disparó a su gruesa piel por donde había hueco, hiriéndole y haciéndole tropezar ligeramente. Pero seguía avanzando. No podía unirse con su jinete. No debían permitirlo.
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Arión y Diana si queréis podéis encargaros vosotros del caballo mientras Kim lo hace de Guerra ya que le tiene atado. Está herido y actúa de manera totalmente irracional. Puedes usar las últimas fuerzas que te quedan Arión para frenar su galope profiriéndole un corte en la pata. Mandad a ese ser al abismo.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 8th Junio 2016, 01:33
La batalla estaba llegando a su fin. Diana había sufrido un duro revés, mas no era nada que la amazona no pudiera soportar, y la pequeña motorista había conseguido inmovilizarlo con sus cadenas, dejándoselo prácticamente en bandeja para que pudiera descargar sobre él toda la magia que había absorbido del ejército dorado.
Su poder arrasó al jinete, devastándolo con brutalidad hasta no dejar más que un despojo carbonizado que aún se aferraba a la existencia... Mas no por mucho.
Sin embargo, antes de que la amazona, Tortita o él mismo pudieran darle el golpe de gracia, el ser exhaló su llamado de auxilio y el sonido de unos cascos agitaron la tierra y llenaron el aire con el rugido del trueno.
¡Rápido! No había tiempo. Diana aún estaba recuperándose del impacto, Tortita se veía obligada a utilizar toda su fuerza para retener al demonio y las simples balas no podrían impedir que la bestia se reuniera con su dueño. Podría atacarle con su espada, pero eso podría o no obtener resultados y había demasiado en juego; el atlante no se arriesgaría.
El hechicero había descargado sobre Guerra todo el poder mágico que había sido capaz de reunir, pero había algo que siempre permanecía, pues era inherente a su condición de Homo Magi: su capacidad para generar ilusiones. No dañarían al caballo, pero con un poco de suerte podría impedir que se reuniera con su dueño y, quizás, proporcionarle a Diana el tiempo necesario para sesgar su vida.
Así, alzándose entre el caballo y su señor, Arión realizó con premura una serie de intricados patrones en el aire que fueron dejando a su paso una elaborada estela de colores purpúreos al tiempo que dejaba su mente en blanco para crear una imagen nacida de su propia visión interior.
Una llama se encendió en sus ojos y, ante todos, el mago mutó y se transfiguró para convertirse en una aterradora y gigantesca figura ardiente que se interponía entre la montura y su dueño.
Arión desenvainó la espada, imbuida a su vez por un conjuro ardiente, y se arrojó contra el caballo. Tenía la esperanza de que la ilusión le confundiera lo suficiente como para no ver el ataque venir, y así poder acertar su objetivo o, como mínimo, entorpecer su camino y hacer que se desviara o incluso espantarlo...
Tirada:
De 1 a 3 = La ilusión no consigue engañar al caballo, que embiste a Arión y pasa de largo rumbo a Guerra. De 4 a 6 = La ilusión no consigue engañar ni detener al caballo pero Arión consigue herirle de refilón. De 7 a 9 = La ilusión engaña al caballo, que cambia su objetivo para atacar al atlante con resultados a determinar por el máster. 10 = La ilusión sobresalta y confunde al caballo, deteniéndolo en seco y permitiendo a Arión herirle en la pata, frenando así su carrera.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 8th Junio 2016, 01:33
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 12th Junio 2016, 19:58
Pese a mi intento de finiquitar al enemigo con un ataque certero, me bloqueo con su espada, haciendome rebotar como cuando afilas un cuchillo de acero con una piedra. Mientras intentaba reaccionar, en decimas de segundo su mano callo sobre mi cuello, apretandome para luego levantarme y estrellarme contra el suelo. Senti todo el impacto de la fuerza en mi espalda y en mis costillas, sintiendo un dolor horrible en el pecho y en el brazo izquierdo que me cortaba la respiración. Probablemente me habia roto un par de huesos, pero no podia rendirme, no ahora tras tanto esfuerzo y lucha que habiamos emprendido en este año en que la Colisión se habia hecho presente para traer toda la furia de cientos de amenazas.
Mientras Tortita y el sumo hechicero atlante se concentraban en atacar al jinete, me arrastre poco a poco contra un fragmento de concreto que estaba en el suelo, puse mis manos en esta y usandolo como soporte, me fui levantando con mucha agitación, totalmente adolorida. Estire mi mano y mi espada volvio en un aura magica verdiagua que hizo que la empuñadura se amoldara perfectamente al agarre de mi mano... Aun podia hacer algo, un poco mas...
Agarre mi espada, y mientras las llamas contenian al caballo de Guerra, tome todo el impulso necesario para correr hacia un arbol chamuscado que habia en el lugar. Al poner mis pies, salte hacia el enemigo y con todo el dolor de mi cuerpo, me aventure volando hacia el para clavar mi espada en su pecho.
-¡Muere, maldito!
Off:
Por las heridas y el dolor que tiene, Diana va con un -2 a su tirada.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 12th Junio 2016, 19:58
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 14th Junio 2016, 03:41
La treta dio resultado, y a medida que el Ghost Rider se encadenaba a guerra, éste se iba quedando sin opciones para contraatacar, hasta que llegado un punto, llegó a perder incluso la mano que esgrimía la espada con la que tan desesperadamente intentaba cortar las cadenas. La amazona quedó muy mal parada con su último ataque, que resultó pillar al jinete prevenido, y acabó con ella incrustada en el pavimento, antes de salir volando. Por suerte la reacción del mago no se hizo esperar y cargó una cantidad brutal de energía que se tradujo en un rayo que convirtió esa mole de malas intenciones en un amasijo de hierros quejumbrosos y chirriantes. El fantasma de la venganza se detuvo con un derrape que convirtió el pavimento en una masa fundida de asfalto, y vio desvanecerse las cuchillas. Cuando creyó que todo estaba terminado, su grito rompió el aire.
Y su montura levantó la tierra para reunirse con su jinete.
Como experimentado en esas lides, sabía que para un jinete, su montura, fuera cual fuera, podía suponer la diferencia entre sobrevivir o perecer. En las mejores circunstancias, la elección desacertada podía convertir una misión fácil en un auténtico infierno. Y él había vivido allí lo suficiente como para saberlo.
Con una aceleración en sprint volvió a cargar hacia Guerra, mientras el mago trataba de bloquear al caballo, al que disparaban el resto de agentes. Creyó que esos tiros le frenarían algo, pero apenas si lo hizo trastabillar lo justo para parecer aún más enfurecido. Convertido en una bola de llamas el Hechicero Supermo de Atlantis utilizó sus mejores recursos, procurando ser un impedimento y una molestia. Vio como la guerrera se levantaba, dispuesta a continuar dando hasta el último aliento en la batalla, y entonces, un extraño fuego brilló en el interior de los casi extintos ojos de guerra, y él sintió algo que sólo había experimentado contadas veces en su existencia inmortal.
Un escalofrío.
Cuando la princesa hundió el golpe de su espada en el pecho del Jinete, un humo negro la impactó en plena cara con un grito. Olía que apestaba a azufre y fuego, lo suficiente como para sospechar que a Diana se le estaría derritiendo la carne de su hermoso rostro en ese mismo momento, convirtiéndolo en una total aberración. Pero estaba equivocado. Era peor que eso. Mucho peor. El humo se convirtió en un torrente y se adentró en el interior de los ojos, la boca y la nariz de la amazona, que tenía el rostro congelado en una expresión continua del horror.
- No...- gruñó el espectro, antes de contemplar como el jinete intentaba cambiar de cuerpo, utilizando el de la guerrera para conseguir mas tiempo, y librarse así de las destrucción que su arrogancia le había causado.
Una rabia interna hizo prender su pequeño cuerpo con el estallido del mismísimo infierno. Un grito escalofriante, que perseguiría a los presentes en sus pesadillas el resto de sus vidas, salió de la boca del Fantasma de la Venganza cuando cargó hacia ellos, mientras el torrente negruzco continuaba abriéndose paso a través del cuerpo de la amazona.
- ¡NOOOO!- Gritó al llegar a su altura, y descargar un puño de una fuerza desproporcionada directo al torso de la guerrera. Su puño le deformó por completo la cadera, las costillas, y a continuación el resto del cuerpo que salió disparado a velocidad vertiginosa varios metros mas allá, mientras el humo negruzco se deshace por un instante en un confuso vórtice sin rumbo que flota, hasta que comienza a reptar hacia ella, intentando encontrarla de nuevo.
Nuestras manos blancas sujetaron el casco de aquel desgraciado que tanto daño había causado. Nuestro código ahora era distinto. Es cierto que Mephisto mandaba, y nosotros obedecíamos. Es cierto que habíamos sido creados con un propósito. Pero no estábamos de acuerdo en matar indiscriminadamente ninguna de las criaturas a las que nos enfrentábamos, sin un motivo de peso. Como a un escorpión no se le acusa de picar, o a un león de morder, cuanto estaba implícito en la naturaleza de cualquier criatura siempre nos parecía un motivo de demora para lo inevitable. Pero cuando nuestros ojos contemplaron a la criatura intentando forzar el cuerpo de la amazona...
Algo se quebró en nuestro interior, y la brecha entre nosotros se hizo tan grande... que por primera vez, no supimos diferenciar entre uno y otro.
- Quién coño te has creído que eres, basura inmunda...- gruñó una extraña voz infantil, entremezclada con una distorsión de ultratumba que resultaba aún mas perturbadora que la voz que todos los presentes habían escuchado. - No vas a llevártela a ella, como tampoco vamos a dejar que te salgas con la tuya. - la voz le recriminó hasta tal punto que el humo que formaba los restos de la esencia del Jinete Guerra pareció arrastrarse, como si quisiera pasar desapercibido. - No me he roto el culo durante veinte años para que una aberración como tu pase encima de nosotros como le venga en gana. No se lo he tolerado a ÉL, y tampoco te lo toleraré a tí ahora. - su voz se vuelve tan airada que parece capaz de resquebrajar la tierra, y hundir con ella al Jinete, al caballo, y toda la maldita ciudad. - Cuando llegues allí, ya puedes decirle a toda esa escoria que aquí estamos esperando, y que les haré comprender lo que significa la miseria. - El yelmo parece a punto de resquebrajarse entre mis manos, y en el fondo de mis ojos negros, el brillo de una aguja al rojo vivo vaticina el motivo del terror de esas luces que sufren en el rostro cubierto de Guerra. - YO SOY EL GHOST RIDER.- bramo con voz espectral, convertida en una sola cosa, sintiendo por primera vez el sabor de mi rabia incontenible y liberada, a punto de caer contra quien merece ser castigado. - Y TU...ERES CULPABLE.- en el fondo de mi cráneo retumban gritos que se remontan a tiempos perdidos de edades extinguidas, todo por su causa. Es tan grande que la eternidad se queda corta para expiar sus pecados. Sujeto con aún mas fuerza su cabeza hundiendo en el yelmo mis falanges, que atraviesan su coraza como si no fuera mas que carbón calcinado. - AHORA.... SIENTE SU DOLOR.. - Mi rostro queda a escasos centímetros del suyo, y un torrente de gritos inunda la ciudad. Como todo ciclo que se repite, siembra muertes a su paso, dolor, olor a sangre. Un sentimiento de pérdida constante que se traspasa de padres a hijos, de abuelos a nietos, obligados a convivir con el vacío irracional que las causas perdidas dejan a su paso. Es tanta su carga, que mi cráneo se vuelve amarillento, y luego su núcleo se vuelve rojo, como un metal a punto de fundirse a causa del calor abrasador del fuego que nunca acaba. Entonces dos columnas de pura lava espectral se vierten contra sus ojos encendidos, haciéndole pagar cada uno de los pecados que ha cometido, mientras la llama incandescente que alimenta mi alma vengativa se vuelve más y mas grande consumiéndolo todo a mi alrededor. Guerra se retuerce entre mis manos, mientras su alma se consume en el fuego abrasador de todas sus faltas, y pronto, Diana se une a sus gritos, cuando dentro de su cuerpo, se queman los resquicios de el Jinete del Apocalipsis que ha intentado poseerla. Sentir todo ese dolor podría llegar a acabar con la Amazona, pero siempre será mejor morir con dignidad a vivir hecha una esclava.
Yo lo sabía bien.
Pierdo la noción del tiempo, y cada grito de esa criatura horrenda me reporta la satisfacción de saber que he evitado un tormento mayor a todos esos inocentes que han estado sufriendo bajo ese yugo que nunca pidieron. Sólo guiados por la infinita soberbia que los de su raza tienen en común. Abraso hasta el último resquicio de ese cabrón con la certeza de saber que por una vez, soy yo quien decide hacer lo que se debe hacer y porqué. Y aún continúo con la mirada fija en la misma dirección cuando el último rescoldo se consume y los gritos sólo son ecos dentro de mi mente, y ya no queda nada mas que vacío.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 14th Junio 2016, 12:19
La derrota de Guerra era inminente, mas él todavía tenía un último truco en la manga. No había sido nombrado destructor de mundos por nada, y desde luego no tenía intención de rendirse si podía decir algo al respecto. El caballo acudió a su llamada como un perro al silbido de su amo, dispuesto a protegerle y usar todo su poder contra los seres que le habían conseguido acorralar y le ataban, impidiéndole cualquier tipo de movimiento. Su espada estaba fuera de alcance, descansando en el suelo, y aunque intentó estirar la garra para obtenerla no tuvo éxito. Aquellas cadenas eran demasiado fuertes incluso para él. Sabía quién era el Ghost Rider. Todos en el infierno y el cielo lo sabían. Un ser con el poder suficiente como para frenar a demonios y criaturas abismales en la tierra. No podía permitir que ese ser se acercase lo suficiente como para hacerle pagar por sus castigos. Y el caballo era lo suficientemente poderoso y grande como patear al pequeño esqueleto como si fuese una vulgar piedra en el camino. Además, aquella no era más que una niña. Apenas levantaba metro y poco del suelo. No sería ella quien le hiciese caer.
Pero los ojos de Guerra, rojos como la sangre y brillantes como una supernova vieron con horror como su fiel amigo, su compañero de batallas, parecía olvidarle y centrarse en una gigantesca bola de fuego con rostro que se interpuso entre ellos. El caballo relinchó con fuerza, levantando las patas delanteras y lanzando golpes con ellas al aire. Golpeó el suelo con fuerza, levantando humo y polvo y haciendo temblar los cimientos de los edificios cercanos mientras bufaba y resoplaba. Aquella visión le había impedido alcanzar a su amo, asustándole, sin saber qué hacer contra ese ser que flotaba ante él. No era obra de Guerra, de manera que no sabía qué podía ser aquella visión. Lo único que sabía es que de algún modo debía acabar con ella. El jinete emitió un sonido gutural, como si acabase de recuperar el aliento. Negó con la cabeza mientras veía a su caballo ser arrastrado por una visión.
- No... Ruina... Amigo...- Sintió entonces un dolor punzante y fuerte en el pecho, y gritó con fuerza, desquebrajando el suelo. Volvió lentamente la cabeza hacia el origen de este y encontró a Diana con una espada clavada en él. Sonrió, mostrando unos putrefactos dientes brillantes que pudieron verse ligeramente a través del hueco del casco. Sus ojos se iluminaron con un brillo cruel y diabólico, y profirió un grito desgarrador. Un humo denso y negro rodeó el rostro de la amazona, metiéndose a través de sus ojos, boca y nariz. Aquella mujer le había dado suficientes quebraderos de cabeza. Era hora de ponerla de su parte. La poseería, arrancaría su alma de su cuerpo y quién sabe, lo mismo la haría su esposa. Había mostrado ser una valiente y poderosa guerrera, descendiente de los antiguos dioses paganos de Grecia. Sabría cómo luchar codo con codo con él, pues su tío era el famoso Ares, una de sus encarnaciones más antiguas. La amazona no pudo oponer resistencia, pues el poder más oscuro de la Guerra estaba haciendo efecto sobre ella. En cuestión de segundos, la mujer tendría los ojos rojos como la sangre, y un aura oscura emanaría de ella. Y entonces sí que no podrían hacer absolutamente nada.
Pero aquella sensación de triunfo poco duró, pues la pequeña motorisa golpeó a la mujer con la fuerza de un tren a toda velocidad, mandándola lejos del jinete, evitando que fuese totalmente corrompida o controlada por él. Se giró hacia la pequeña, con los ojos brillantes. El casco herrumbroso perdió pequeños trocitos delgados, como una membrana de la parte exterior, que flotaron alrededor de ellos hasta convertirse en polvo en cuanto ella lo agarró con fuerza con ambas manos.
- ¡NECIO! ¡PAGARÁS POR TODOS TUS PECADOS MALDITA ENTROMETIDA!- El pequeño esqueleto le miraba directamente a los ojos, y pudo notar como la voz profunda del espectro se juntaba con la de la niña que había podido ver en su interior, formando una única voz con un extraño eco que la volvía más aterradora de lo que tan solo la del vengador fantasma habría sido. Mandó un pequeño recado a todos los seres del inframundo, para que no olvidasen que en la tierra había gente dispuesta a partirles la cara y recordarles de quien era aquel mundo. El rostro de Guerra tembló, y con un grito descargó toda su furia a través de un calor insoportable que emanaba de sus ojos y boca contra el rostro del pequeño espíritu. Pero nada podría frenar ya su cometido. La sentencia estaba hecha. A los ojos del ser el jinete era culpable, y no había nada en el universo que le haría cambiar de opinión. Su poder apenas dañó ni hizo que el esqueleto se inmutase. Y por primera vez en toda su vida, en los ojos de Guerra se vio el miedo. Con un bramido y los ecos de millones de almas gritando de pura desesperación y dolor la mirada de castigo hizo su efecto, abrasando lo más profundo del alma de Guerra. Millones de muertes y mutilaciones, millones de almas dañadas o perdidas en todas las contiendas que el mundo había visto desde su origen. Todas y cada una de ellas, gritando de desesperación, de rabia, de odio, del más puro dolor por la pérdida de seres queridos o el sufrimiento por verles ser castigados, crucificados, mutilados, torturados, desmembrados... Todo el horror y el dolor que una guerra era capaz de llevar a los corazones de cada persona, animal o ser que de algún modo se hubiese visto involucrada, directa o indirectamente. Todo aquel dolor, todo aquel sufrimiento, proyectado en un instante sobre el jinete.
La armadura entró en combustión. La capa comenzó a deshacerse como polvo en el viento. Los gritos de Guerra se oían por toda la ciudad mientras su cuerpo iba lentamente consumiéndose con las llamas de la purificación y el castigo. Sus manos se deshicieron lentamente, la mitad de su cara se convirtió en magma demoníaco, y antes de explotar en miles de pedazos rojos, lanzó una última mirada a su ejecutor, en la que hubo mezclado dolor, miedo... Y agradecimiento. Agradecimiento por librarle de aquella horrible carga que no eligió, sino que le fue impuesta. Se hizo un silencio de apenas un segundo, y luego, la gran explosión. La honda levantó polvo y piedras, y nada quedó ni del caballo que bramó al mismo tiempo que su amo cuando este fue castigado, y se deshizo de la misma forma. La calma por fin había llegado. Y esta vez, ninguna tempestad le seguiría.
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Los agentes del B.P.R.D recogían poco a poco los restos de toda aquella destrucción. Varios equipos se habían formado. Atendían a los heridos, recogían muestras de los seres sobrenaturales o las magias usadas, hablaban con las autoridades locales, permitiendo que los cuerpos de bomberos y servicios del orden entrasen a ayudar. Aquella noche y las próximas semanas los hospitales estarían a rebosar de heridos y gente con traumas, muchos de los cuales durarían hasta el día de sus muertes. El humo salía del suelo, cada vez en menor medida. Algunas llamas localizadas eran lentamente apagadas, y consiguieron salvar prácticamente todo el parque, exceptuando la zona más cercana a la batalla, donde varios árboles se habían convertido en cenizas humeantes. Los llantos de aquellos que habían perdido sus hogares o a familiares llenaban ahora las calles. Niños buscaban a sus padres, y padres buscaban a sus hijos. Los agentes repartían comida y bebida, así como mantas y ropa seca a todo el que encontraban herido o asustado. Tardarían meses en arreglar todo aquello. Pero Tom hablaría con el gobierno central y la alcaldía de la ciudad para pedir ayuda económica, explicando la razón de todo aquello.
De entre todo el polvo y el humo, un Abe con el brazo derecho en cabestrillo y marcas de quemaduras en el traje se acercó al hechicero y el pequeño esqueleto. Diana permanecía en una camilla, con suero inyectado y marcas negras en la piel de las quemaduras. Suspiró y sonrió a quienes les habían ayudado.
- No hay palabras de agradecimiento suficientes para decir lo que habéis hecho hoy por nosotros y el mundo... De no haber sido por vuestra ayuda, jamás habríamos podido frenar la destrucción de Guerra, y posiblemente el mundo se encontraría en peligro... No se me ocurre qué decir, salvo que estamos en una deuda de por vida con vosotros... Sea donde sea, y cuando sea, siempre estaremos para ayudaros con lo que necesitéis...- Acarició la camilla donde la amazona se encontraba. Había sido la peor parada de ellos, aunque había demostrado su valentía y entrega hasta el último aliento. Sonrió ligeramente y volvió a mirar a los otros.- Se pondrá bien, o eso esperamos... Cuando nos enfrentamos a Victoria, este poseyó a una aliada nuestra, a una humana, del mismo modo en que Guerra lo ha intentado con Diana. Por suerte tú estabas ahí para evitar que eso sucediese...-
Miró a la pequeña motorista, quien había podido frenar la posesión antes de que se hubiese vuelto irreversible. Con Rebecca había sido casi imposible frenar al jinete. Solo de pensar en lo que podría haber sido aquello en una semidiosa... Agradecía que no hubiese pasado. Sin embargo, la amazona no se recuperaría con facilidad. Le quedarían secuelas para toda la vida, y seguramente no volvería a ver a los demonios del mismo modo. El miedo viviría en su alma durante un tiempo indefinido. Arión y el Ghost Rider estaban exhaustos de aquella batalla que parecía haber durado una eternidad, mas aún era mitad de la noche. Abe suspiró y miró al cielo.
- Debería ir a ver qué tal están los otros grupos... Espero que les haya ido bien... Tengo la sensación de que no hemos sido los únicos que han tenido una noche movidita... Si necesitáis cualquier cosa, no dudéis en pedírmela... Gracias de nuevo por todo chicos.- Y se alejó lentamente de ellos, mezclándose con la niebla y el humo que llenaba toda la calle, saludando a algún que otro agente, asintiendo y despidiéndose una última vez de ellos dándose la vuelta y alzando la mano al cielo. Varios agentes con botiquines se acercaron al mago examinando sus heridas y quemaduras. Abrieron sus pequeños maletines y comenzaron a curarle. Le tumbaron en una camilla y le prepararon una vía. La pequeña Ghost Rider estaba cerca, pero seguía con el aspecto de esqueleto llameante. Los médicos tragaron saliva al verla e intentaron acercarse lo menos posible. Tampoco podían hacer mucho más por ella, ya que no presentaba quemaduras... Ni venas en las que inyectar un suero reconstituyente. Mucha gente la miraba de lejos, y más de uno asentía con una pequeña sonrisa. Tal vez tenía razón Hellboy. Tal vez no era lo mismo ser monstruoso... Que ser un monstruo. Fuera como fuese, Guerra había sido vencido. El tercero de los cuatro jinetes había caído tras una ardua batalla. Lo que deparase el futuro, solo el propio tiempo lo diría. Hasta entonces, el mundo era un lugar un poco más seguro gracias a la valentía y entrega de un puñado de héroes y no tan héroes que se habían unido para salvar el mundo que tanto amaban.
OCC:
¡Y con esto se da por terminada la trama de Guerra! Podéis escribir un último post de despedida y donde ponéis las reacciones de vuestros personajes a todo esto. Este será mi último, y en cuanto hayáis escrito vuestras conclusiones lo cerraré. Gracias por participar en esta emocionante trama que espero hayáis disfrutado tanto como yo, y sobre todo gracias por enriquecerla con vuestros emotivos y brillantes posts. No habría sido lo mismo sin vosotros. ¡Gracias y hasta la próxima!
Mensajes : 2176 Fecha de inscripción : 14/12/2014 Localización : Atlantis Empleo /Ocio : Sumo Mago Humor : Melancólico
Ficha de Personaje Alias: Arion Nombre real: Ahri'ahn Universo: DC Universe
Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 16th Junio 2016, 20:24
Había funcionado, había conseguido engañar al caballo, que ahora se mostraba confundido ante la visión de un nuevo enemigo que amenazaba a su amo y que, sin duda, era tan peligroso como su aspecto aparentaba. Sin dudarlo un segundo, varió su rumbo y se dirigió hacia él, dispuesto a embestirlo con los cuernos que tenía en la testa. El animal era una mole impresionante en sus siete metros de envergadura, y él sólo contaba con la espada para defenderse, puesto que había agotado por completo su magia contra Guerra. Sin embargo, no le preocupaba, pues sabía que contaba con el apoyo de la amazona. No era la primera vez que combatían juntos, y hasta la fecha habían realizado siempre un buen trabajo en equipo, con sus ataques a distancia y la guerrera para contener la primera línea de fuego y evitar que sus enemigos llegaran hasta él. Al fin y al cabo, la pequeña Ghost Rider tenía inmovilizado al demonio y no le costaría demasiado dar el golpe de gracia, siempre que evitaran que el caballo se reuniera con... ¿eh? Espera... ¡Diana!
Con gran sorpresa vio que la amazona se arrojaba contra el jinete, dejándole a él sólo para enfrentarse contra la gigantesca bestia demoníaca. Una coz de un caballo normal podía romperte todas las costillas y hundirte el pecho, y si te pisoteaba al galope te podías dar por muerto. ¡Y aquél no sólo no era un caballo normal, sino que medía siete metros de altura!
Por fortuna, el mago tenía unos reflejos admirables y fue capaz de apartarse del camino de la bestia rodando por el suelo segundos antes de que le arrollase, pero pasó tan cerca de él que pudo sentir cómo la gravilla que levantaban los poderosos cascos le pasaba rozando la cabeza. El animal derrapó formando una curva y dio la vuelta para cargar nuevamente contra él, pero ésta vez estaba prevenido, y, dispuesto a tomar ventaja de la descomunal altura del animal, aguardó hasta que se encontraba cerca y se agachó, pasando por entre las robustas y peludas patas para labrar un reguero de sangre en su vientre. El caballo piafó con furia y empezó a dar vueltas en círculo, enloquecido. Arión se apartó como pudo de la trayectoria, pero tropezó y cayó al suelo con la mala fortuna de golpearse la muñeca contra una piedra, lo que hizo que la espada saliera despedida.
Allí, tirado en el suelo, desprovisto de su espada y de su magia, tuvo un segundo para presenciar, con los ojos muy abiertos, cómo el caballo embestía de nuevo en su dirección. Se encogió sobre sí mismo, tratando de calcular la trayectoria del animal para quedar, una vez más, a salvo entre las patas, mas no tuvo ocasión de comprobar si sus cálculos habían sido acertados, ya que la bestia se deshizo en polvo al pasar sobre él. El mago no murió aplastado por los furibundos cascos de la criatura, pero la explosión que lo desintegró le hizo gritar de agonía cuando la ceniza ardiente se abatió sobre él y los fragmentos al rojo golpearon su piel.
Aguantó hasta que la lluvia cesó y el polvo finalmente se asentó de nuevo en el suelo y se incorporó, dolorido y exhausto, con el rostro manchado de tierra y sudor y el cuerpo cubierto de quemaduras. Localizó la espada gracias a su aura mágica, la recuperó y se irguió para observar la devastación provocada por el Señor de la Guerra.
El jinete había desaparecido, dejando tras de sí tan sólo un rastro de tierra calcinada sobre la cual se alzaba Kim, mirando fijamente al vacío con gesto insondable. No muy lejos se encontraba la espada de Diana, con el metal parcialmente fundido y mezclado con el suelo. Diana... ¿dónde estaba? La encontró bastante más lejos, retorciéndose con una expresión de dolor indecible mientras se sujetaba el costado, horriblemente deformado. Rápidamente corrió hacia ella y la sostuvo entre sus brazos mientras gritaba pidiendo ayuda.
Todo lo demás ocurrió como en un sueño. Los agentes del B.P.R.D. corrieron en su auxilio sosteniendo una camilla y le pidieron que se apartara para poder subirla. Arión obedeció como si estuviera en trance, como si su cuerpo se encontrara muy lejos de allí. La gente le hablaba pero apenas les escuchaba, apenas era consciente del ardor de sus propios músculos malheridos, de las quemaduras o la sangre que cubría sus ropas. Lo único que era capaz de percibir eran los gritos de los inocentes y los heridos, el atronador zumbido de las ambulancias, los continuos timbres de los teléfonos móviles y los walkie-talkies... Se sentía fuera de escena, como si todo sucediera a cámara lenta a su alrededor.
En algún momento, cuando los heridos de mayor gravedad se encontraban atendidos, los agentes se acercaron a él para examinar sus heridas. Pronunciaron palabras que el mago no escuchó, y sólo reparó en su presencia cuando le pusieron la mano en el hombro y le obligaron a girarse. Traían una camilla, y entendió que querían que se tumbara para comprobar cuál era su estado. En otras circunstancias se habría negado y habría volado de regreso a la mansión o a la Atlántida, para que Trykhun o los sanadores del rey se ocuparan de sus heridas, pero se encontraba demasiado cansado para volar o hacer nada, de manera que se quitó la parte superior del traje como le indicaron, se tumbó y cerró los ojos mientras le abrían la vía.
Aquella era siempre la peor parte de las batallas, la ruina y la devastación que traían consigo. El dolor de las pérdidas sufridas, las vidas humanas malgastadas... Al menos le quedaba el consuelo de haber derrotado al jinete, y, quizás, privada de su pérfida influencia la humanidad podría mirar hacia el futuro con esperanza, imbuida con deseos de hermandad y paz sin el pernicioso acicate de la avaricia, el odio o la sed de poder.
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018. 1st Agosto 2016, 14:20
Se hartan de decir, donde quiera que lo veas reflejado, que la venganza nunca es como te la esperas. Que se trata de un sentimiento malvado y horrendo, que absorbe cada cosa buena de tu vida y la retuerce hasta convertirla en algo penoso y humillante. Que cuando llevas años preparándote para ello, y por fin la cobras, en realidad, te quedas vacío, porque has invertido tu vida en hacer daño a otro, y eso te hace sentir muerto por dentro. Que no tiene sentido. Que es una pérdida de tiempo. Que perdonar es mucho mas útil, ya que te ayuda a fortalecerte, a evolucionar y a sentirte mejor como persona. Que nos hace mejores.
Ahí, sintiéndome él de verdad por primera vez. Sintiendo sus huesos como los míos, el vacío de sus ojos en mi mirada, el fuego que le alimentaba como si fuese mi propia piel, me di cuenta de algo tan terrible que no creo que pueda seguir viviendo de la misma manera, ahora que lo se.
Es mentira.
Todo eso es mentira.
Coger a ese monstruo de la cara, mirar sus ojos y asomarme a sus miedos mas profundos, mas íntimos... ha sido delicioso. Ver como su rostro se contorsionaba por el dolor que había causado, hacerle comprender porqué todo lo que había hecho estaba mal, de una manera tan clara y genuina, tan medida gota a gota para ser justo lo que él se merecía, ha sido sin lugar a dudas lo mejor que he experimentado en mi vida. Mientras le veía sufrir, un sentimiento cálido me ha invadido como nunca. La certeza de estar haciendo algo bien. Como si todo el universo me diera una palmadita en la espalda. Como si una mano maternal me acariciara la melena haciéndome sentir que cuento, que sirvo para algo, que he hecho lo que tenía que hacer.
No me muevo, no respiro, no cambio. Todo sucede a mi alrededor como una especie de cámara rápida, en la que la gente sigue su curso. Pero yo no. Yo me mantengo en mi sitio, viendo los restos calcinados de algo que era terrible, y ahora, no era nada.
Hacerle pagar, experimentar esa sensación de comunión conmigo misma, con él. Por primera vez, de verdad, en veinte años. Sentirme dentro de su perspectiva, de su modo de hacer las cosas, del objetivo que le dio un lugar y un nombre. Sus gritos eran como música. Su cuerpo quemándose, olía como a té caliente con miel.
Me he enamorado.
Mis falanges me aprietan las manos. Llevo veinte años intentando evitar esto. Veinte años en los que me he guarecido en el odio, en la rabia, en la frustración. En todo lo que para mí, significaba estar viva. En el rechazo a sentirme precisamente como me estoy sintiendo ahora. Rechazando día a día la proposición de la fruta prohibida, porque sé que es mala. Porque ES mala.
En mi cabeza, no deja de repetirse una sola cosa...
"El tenía razón"
No tengo fuerza ni para llorar de lo decepcionada que estoy. Por otra parte, me aferro a ese fuego, porque no quiero que acabe nunca.
"Al final, siempre se rinden"
Lo odio. LO ODIO.LO ODIO
Desaparezco con una deflagración que hace exclamar a todo el mundo. Surco la noche sin límites, sin control. Se convierte en la vorágine que, creo, se experimenta con la fiesta, la borrachera, o el sexo. Una libertad total. Un salto al vacío total, sin pensar en las consecuencias. Un bienestar que no puede alcanzarse de ninguna otra manera. Sintiéndome como si lo hubiese estado esperando toda mi vida, y ahora estuviera al alcance de mis manos.
Lo odio... y me encanta.
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Viviendo un infierno en la tierra
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Tema: Re: [Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018.
[Mini-Evento] Noche de Guerra: Jingle Bell Boom. (Abe Sapiens [NPC], Arión, Diana de Themyscira, Kim Hwajae). 24 de Diciembre de 2018.