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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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[Mini-Evento] Noche de Guerra (Epílogo): Un inesperado regalo de Navidad. (Autoconclusivo). 26 de Diciembre de 2018.
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Hellboy Dark Horse Universe
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Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: [Mini-Evento] Noche de Guerra (Epílogo): Un inesperado regalo de Navidad. (Autoconclusivo). 26 de Diciembre de 2018. 17th Junio 2016, 03:14
26 de diciembre de 2018. 21:25 de la noche. Despacho de Tom Manning, director de la agencia de investigación y defensa de lo paranormal. Base del B.P.R.D. Fairfield, Connecticut.
Dos días habían pasado desde la Noche Buena y el ataque de Guerra en la ciudad de Metrópolis. A pesar de que habían conseguido frenar la amenaza, la ciudad había quedado devastada. Miles de familias habían perdido sus hogares o a seres queridos, teniendo que vivir esas familiares y solemnes fiestas en uno de los múltiples polideportivos que el ayuntamiento había preparado para ellos. Los llantos y la tristeza acompañaban a muchas personas, especialmente aquellas en las cuales había un sitio libre en la mesa que jamás se volvería a llenar. El director Manning había movilizado a tantos servicios como había podido, y gran parte de la organización aún estaba en la ciudad, ayudando a todos los que pudiesen con su apoyo y tiempo. Algunos de los más conocidos agentes, como Kate Corrigan, Liz Sherman o Johann Krauss no habían dormido en un par de noches para ofrecer una mano generosa. Hellboy y Abe, por el contrario, volvieron a la base para recuperarse antes de viajar de nuevo a ayudar. El demonio era quien peor había salido parado, pero gracias a su naturaleza y capacidad regenerativa sus huesos rotos y heridas casi habían sanado por completo. Fuera de la organización Diana todavía permanecía ingresada, recuperándose lentamente de su enfrentamiento directo contra el jinete. La vaquera e Ivy habían regresado a su hogar a las afueras de Gotham. La muchacha ya no tenía a Victoria dentro, volviendo a recuperar su encanto y sonrisa que tanto la definían. Sloan había decidido hablar con la mujer a la que amaba, aunque no sabían bien con qué fin. Arión todavía debía recuperarse pero lo más probable es que también se quedase a ayudar a las familias de la ciudad. La pequeña Tortita también había decidido quedarse a echar un cable. En general todos los que habían ayudado querían echar un cable para reconstruir un poco la ciudad y ayudar a aquellos a los que habían salvado. Les tomaría su tiempo, pero era lo correcto en ese momento. Era lo que mucha gente necesitaba tras todo el horror que habían sufrido.
Tras releer los informes de los agentes, el director dejó los papeles en la mesa y suspiró, quitándose las gafas y frotándose los ojos con cuidado. Llamaron a la puerta y miró hacia ella.
- Adelante. Está abierto.- Un joven agente vestido con un elegante traje entró saludando con la mano, nervioso y sonriendo.
- Es la hora director...-
- Si... Me he dado cuenta... Gracias agente Smith.- El muchacho cerró la puerta tras de sí y el director se levantó. Se ajustó la corbata y abrochó el botón de la chaqueta. Guardó las gafas en su bolsillo del pecho y, tras mirarse al espejo, asintió. Apagó la luz de la mesa, se dirigió a la puerta y, tras apagar la luz del cuarto, lo abandonó. Bajó hasta la entrada principal de la base y se dirigió a la sala de telecomunicaciones. Allí habían preparado un plató con una mesa con el símbolo del B.P.R.D detrás y una bandera de los estados unidos. Le colocaron un micrófono en la solapa de la chaqueta y se sentó en una butaca. Revisaron que estaba visible, dándole un poco de maquillaje para resaltar sus pómulos. Varias cámaras le enfocaban desde el otro lado de la mesa. Se preparó, frotándose las manos y le pasaron unas hojas unidas con un clip. Les echó un vistazo y resopló. Los que sujetaban las cámaras y le enfocaban alzaron los pulgares y unos números en rojo anunciaron una cuenta atrás desde 30. Se pasó la mano por la calva una última vez, recitando para sí todo lo que había memorizado estos últimos días, palabra por palabra. Diez segundos. Miró el reloj. Las nueve y media. Ya era hora de hacer lo correcto. Y una luz verde se encendió con las palabras "En el aire" escritas en ella. Tom Manning sonrió a la cámara.- Buenas noches querido pueblo de Estados Unidos y habitantes del mundo entero. Mi nombre es Thomas Manning y soy el director de una importante organización mundial. Soy el director de la Agencia de Información y Defensa de lo Paranormal, también conocida como B.P.R.D. Desde hace más de sesenta años, hemos dedicado nuestra vida a la protección del mundo de las criaturas y seres sobrenaturales que lo amenazaban. Por motivos de seguridad y para no alertar al mundo, hemos permanecido en el anonimato durante todo este tiempo. Pero tras los sucesos de Marrakesh del pasado junio y los de hace un par de días en Metrópolis, hemos pensado que lo mejor es que nos mostremos por fin al mundo tal y como somos...-
La noticia de Guerra había corrido como la pólvora, y los vídeos y fotos habían llenado internet en cuestión de horas. Era imposible mantenerse ocultos, y tal vez no fuese lo más inteligente. Al fin y al cabo, ellos estaban allí para protegerles, y saber que existía una organización que velaba por la seguridad del mundo tal vez no fuese tan mala idea. Ahora la gente necesitaba algo en lo que apoyarse, algo a lo que acudir... Y ellos eran posiblemente lo que necesitasen.
- Estos ataques fueron reales, tan reales como que yo estoy aquí hablando o que nuestro compromiso es la protección de todas las personas de este mundo. He dedicado media vida a eliminar cualquier evidencia de seres que pertenecen a nuestra organización o que han ayudado a vencer a los peligros que nos amenazan... Pero esos tiempos han acabado... Damas y caballeros, hay una cosa que deben saber. Hellboy... Es real. Existe, y es un miembro activo de nuestra organización. Son muchas las especulaciones que se han hecho acerca de si el demonio rojo existía o no, tantas como que exista el Big Foot o el monstruo del lago Ness. Pero Hellboy no es un mito. Él es uno de los mejores agentes de investigación y defensa de lo paranormal que existen, y no deberían tenerle miedo. Sabemos que a simple vista puede asustar, pero lo único que busca es proteger el mundo, protegerles a todos de los males que pululan por las calles. Él... Es uno de los mejores hombres que he conocido nunca, y a pesar de que su aspecto pueda ser amenazante o peligroso, es todo lo contrario. Él es un buen hombre... Y nunca dejará de protegernos.- El demonio observaba al director desde fuera de la sala donde se grababa todo, mirando las pantallas por las que estaba emitiéndose la noticia. El B.P.R.D por fin iba a salir a la luz después de todos esos años de silencio. Sabía que de algún modo u otro mucha gente se tomaría a mal aquella noticia, y habría toda clase de protestas y manifestaciones en contra de los "bichos raros", pero también tenía la corazonada de que otros muchos les apoyarían y defenderían, como habían hecho cuando les habían conocido en persona. Fuera como fuese, estaba bien que por fin no tuviesen que ocultarse a los ojos de todos y demostrasen que ellos también tenían madera de héroes.
Las declaraciones del director siguieron durante un rato, aunque tampoco mucho. Habló de lo que era la organización, de sus principales agentes y de lo que hacían, y de que si les necesitaban estarían allí donde fuese para ayudar. Pero entonces el demonio escuchó revuelo proveniente del pasillo. Escuchó a gente corriendo y alguien gritando. Frunció el ceño y salió de la sala. Fuera no había nadie, pero pudo escuchar jaleo del final del pasillo. Se acercó a ver qué estaba sucediendo. Oyó el reconocible chasquido de los walky talkies, y entonces vio a un agente. Le paró con la mano y le miró a los ojos.
- ¿Qué está pasando? ¿A qué viene tanto revuelo?- El hombre tenía los ojos muy abiertos, y se notaba el nerviosismo en la voz.
- Hay... En la puerta principal... Un... Será mejor que vayas...- Hellboy apartó la mano del camino del hombre y se dirigió hacia la entrada. El nerviosismo del hombre había hecho saltar las alarmas de la cabeza del demonio, y no tenía ni idea de qué sería lo que se encontraría. Cuando llegó a la parte interior de la entrada principal, varios agentes tenían las pistolas en la mano y miraban a través de una pantalla que mostraba lo que había en la cancela exterior de la base. Vio una figura encapuchada pegada al interfono. Todos le miraron y negaron con la cabeza, pero no parecían preocupados, sino más bien sorprendidos, como si acabasen de ver al demonio por primera vez. Este abrió la puerta y salió a la calle. La nieve le cubría por encima de los tobillos, llegando casi hasta la mitad de sus piernas. Las luces del exterior le indicaron el camino hasta la entrada, así como el camino que usaban los coches para llegar hasta el garaje, con marcas de neumáticos dibujadas y un nivel mucho menor de nieve que el del parque. Al cabo de unos segundos estaba casi en la puerta y pudo ver la figura al otro lado de las enormes rejas.
- ¡Eh! ¿Busca algo?- La figura alzó la vista hacia él, pero no se movió. El demonio llegó hasta la puerta y miró. Era una figura no muy alta, claro que comparado con él muy pocas cosas podían ser consideradas altas. Pudo ver una nube de vapor saliendo de manera intermitente de lo que sería el rostro del ser. Respiraba lentamente.- ¿Acaso está sordo? ¿Qué quiere?-
- Busco... A una persona... Busco... Al que llaman Hellboy...- Rojo frunció el ceño y se quedó en silencio. Alzó la vista hacia la cámara que enfocaba al ser y luego volvió la vista hacia él.
- Bueno, pues aquí lo tiene... ¿Qué quieres de mí?-
- Solo... Verte... Acércate... No te haré daño, lo prometo.- La figura no se movió. El demonio vaciló unos instantes y después, maldiciendo por lo bajo, abrió la puerta, saliendo a la calle. Los agentes en el interior se arremolinaron para ver mejor la pequeña pantalla y lo que sucedía. La sombra del gigante rojo llegó hasta los pies de la figura encorvada.
- Bien, aquí estoy... Y ahora dígame qué quiere antes de que le mande a la mierda.- Una risa salió de la figura, y por fin se movió. Caminó lentamente hasta llegar a la altura del demonio. Tosió ligeramente y sonrió.
- Os habéis equivocado de enemigo... Con los jinetes... Ellos no eran el enemigo... Ellos nunca han sido los enemigos aquí... Ellos... Sólo queda ya Muerte... Ella está... Necesito descansar... Ha sido un largo viaje... Y quería volver a casa por Navidad.- La figura alzó la vista y la capucha calló hacia atrás. El demonio abrió mucho los ojos amarillos al ver aquella sonrisa que tantas veces había visto en el pasado. El amable rostro se iluminó por la luz. Una nueva bocanada de vapor abandonó sus labios y asintió.- Hola... Hijo...-
Sus ojos se entrecerraron y se desplomó. Hellboy se lanzó a por el pequeño cuerpo del anciano antes de que cayese al suelo. Estaba famélico y helado. Corrió al interior de la base para llevarlo a la enfermería y por dentro rezaba para que el que fue su padre durante tantos años estuviese bien.