Piedra por piedra (Matthew Murdock) 19/5/18

10:15 A.M.
Centro de convenciones Javits, Hell's Kitchen, Manhattan.

Los eventos publicos eran lo mejor de lo mejor cuando se trataban de eventos de caridad, y este era uno de los primeros que se tenian planeado para la reconstruccion de los Estados Unidos de parte de varias compañias. Por lo general no me gustaba empeñar mi imagen en una marca, pero esta ocasion venia de los fondos de Wayne Enterprises para la caridad en America, y Bruce siempre preferia que otros hiciesen la publicidad a tener que viajar a otras ciudades y perder tiempo vigilando Gotham entregando un dinero que de igual forma llegara a la gente...

En fin, Bruce es raro, pero hace donativos cuantiosos a buenas causas, y ha apoyado tambien a mi embajada en algunos eventos, por lo que era una forma de pagarle el favor. Que la gente de Nueva York viese que en el otro universo los heroes tambien se preocupaban por la gran ciudad y sus habitantes, y sobretodo, que no dejarian ningun rincon de Estados Unidos sin apoyo economico para su recuperación.

Yo habia llegado desde temprano a Manhattan para empezar con los muchachos a desplegar las sillas, el podium, los tanques con agua y los paquetes que habian llegado para entregar a la gente. Desde cobijas, radios, baterias, medicamentos, botellas con agua, zapatos... Todo tipo de ayudas para la comunidad, junto con algunos reclutadores para que la gente encontrase empleos que ayudasen a la reconstrucción, como albañiles, empleadores de la construcción, de la industria alimentaria, ayudantes para campamentos. La gente tenia que sentirse optimista en estas crisis, y los heroes deberiamos poner nuestro empeño en eso.

El evento seria bastante agradable, y si nos esforzabamos, para la noche ya tendriamos a los habitantes de Hell's Kitchen mas o menos atendidos. No queria que hubiese problemas con los criminales que se reportaban en esta zona, ni mucho menos, con los supervillanos que solian hacer sus fechorias en eventos publicos. Pero si alguno echaba la cara por aqui, recibiria su merecido... Aunque venga de princesa, todavia puedo patear cuantos traseros se pusiesen por delante.


Mas tarde, a las 5:00 p.m

La gente ya se habia congregado cuando empezaron las carpas. Habia globos en algunas partes, sillas y mesas de plastico colocadas para los reclutadores, gente con camisas llenas de emblemas de distintas compañias interesadas en patrocinar la reconstrucción de los Estados Unidos. Yo habia tomado un descanso para cambiarme de ropa y ayudar en algunos stand al momento de repartir o guiar a la gente.

-¡Vamos, animese! -Les decia a la gente por la calle, moviendo a veces los brazos con los brazaletes. Afuera habia algunos indigentes, o al menos que lo parecian, considerando la calidad de sus ropas y sus caras de no haber comido. - Todos pueden encontrar trabajo en esta situación, y en alguna compañía encontraran un trabajo que se adecue a sus capacidades. ¡Pero sean valientes! ¡Vamos, a trabajar por el pais! -Aunque yo no era oriunda de America, el sufrimiento de esta gente me causaba empatia, y queria ayudarlo en cuanto me era posible. La gente era muy trabajadora, y confiaba en que si ellos mismos tenian fe en lo que estaban haciendo, podriamos reconstruir el mundo tan devastado que la colisión nos habia dejado.

Tome de la mano a una mujer de aspecto latino que parecia no muy confiada, y aunque me decia en un ingles un poco torpe que le daba pena entrar, la jale hasta que entro al centro de convenciones para que buscase un empleo.

-Compañera, ¡No tengas pena! Un trabajo honrado es lo mejor. Vamos, confia en mi. -Le explique en ingles, y aunque parecio no muy confiada, cuando se lo repeti en español, asentio lentamente con la cabeza- Espero que tengas exito. ¡Quiero ver que al final del dia hayas conseguido una buena solicitud para laborar!

Segui caminando por el centro de convenciones, animando a la gente que se veia con dudas. Despues, tendria que pasar a hablar al microfono, pero eso ya seria despues cuando viniese el CEO de una de las empresas automotrices de nuestro universo. El tipo me caia terrible, pero si el ponia el dinero para esta gente, pasaria a hablar junto a el y tomarme una foto. ¡Como odiaba a esos empresarios Millennials que les gustaban las "selfies" con los superheroes!

5:11 p.m
Centro de convenciones Javits, Hell's Kitchen.

A un ritmo tranquilo y relajado me encaminaba a lo que era el centro de convenciones Javits, el frió comenzaba a hacerse presente, pero el cálido tacto solar me daba un indicador de lo que sería a aproximadamente la hora, aunque claro, no deje pasar la oportunidad de poder sentir en mi reloj para darme cuenta que pasaba de las cinco Tarde Murdock, vas relativamente tarde y no te preocupa que Foggy se entere para después arrancarte la cabeza de regreso al despacho me auto recriminé; no negaré que una gran parte de mi no deseaba ir, solo la fibra sensiblemente caritativa me hacia mover las piernas y la mano izquierda (con la cuál movía el bastón)dirigiéndome a aquel lugar donde probablemente tendría que soportar charlas aburridas sobre política o algunos comentarios estúpidos de "¿Y como le haces para ser Daredevil si eres ciego?" o ¿Que se siente ponerse un pijama ajustado y saltar por los tejados?, lo típico que he estado soportando por meses, pero bueno, tampoco era del todo culpa suya, por una torpeza mía King Pig soltó la sopa contando a los medios todo sobre Daredevil... como odio a ese gordo de...

No me doy cuenta que he llegado hasta que capto la voz enérgica de una mujer, mi radar la capta como delgada y posiblemente joven o al menos asi escucho su corazón, incluso me doy el lujo de concentrarme en este por un momento, su ritmo era fuerte, enérgico pero a la vez apacible, como una canción de Frank Sinatra, de esas que inician algo tranquilas pero con algo que te atrae. Después me dedico a aspirar su aroma, no negaré que me encantaba incluso suelto una suave y muy baja maldición, no se que clase de energía extraña estará sobre mi, pero... las mujeres si que sabían como oler muy rico; Para ser sincero no tenía ni idea de que hacer, Foggy solo me explicó que entrase y nuestra secretaria estaría en la entrada para explicarme de que iba el asunto, pero claro Alyssa aún no llegaba y ciertamente no me sorprendía, el día anterior tenía la garganta ligeramente cerrada con un escurrimiento nasal algo molesto, síntomas clásicos de algún catarro común, por lo que, ¿porque no aprovechar la noche?, acomodo mi corbata del traje y camino hacia la dama que minutos antes analizaba sin problema alguno.

-Disculpe señorita- le comento fingiendo buscarle con el oído, aunque con facilidad logro ubicarme a su lado para sonreirle con amabilidad -Estoy buscando el centro de convenciones Javits, ¿me podría de indicarme cuanto me hace falta?- término para quedar recto y tomar del bastón con ambas manos -Aunque espero no estarle interrumpiendo en su tarea- agrega para hacer algo mas pacifica la charla y no un simple encontronazo seco y torpe, si hay algo que he aprendido como Matt Murdock es una cosa: Nadie le dice que No a un ciego, bueno o al menos alguien con principios morales.

Paseaba por fuera del centro de convenciones, esperando que llegase mas gente para tomar las oportunidades, cuando una persona se me acerca. Tiene un traje elegante, y un baston, junto con lentes. ¿Es ciego? Vaya... Bueno, me gustaba que la gente se esforzase y aun apesar de la mala suerte con la que el mundo a veces nos trataba, saliese adelante y luchase por lo mejor para ellos y los suyos. No tenia nada que criticar, y de hecho, le tenia mucho respeto a las personas que aun con una discapacidad o una tara se esforzaban cada dia en mostrarle al mundo que ellos podian hacerlo inclusive mejor que los que estaban completitos.

-¡Hola! -Le sonrio amistosa- Esta aqui, en frente. ¿Viene a la feria de trabajo? Por aqui, sigame. -Tome con suavidad su brazo y camine con el hacia adentro del recinto. -¿Sabe a donde tiene que ir? ¿Por donde necesita que lo guie? Le puedo ayudar en cualquier cosa que usted necesite, ¿esta bien? -Mi tono era muchisimo mas amable que energico, pues aunque tenia aspecto de ser dura, tenia debilidad por la gente que se esforzaba para lograr sus metas aun con muchos impedimentos, y no me negaria a ayudar a una persona con una tara- ¡Me llamo Diana! -Le dije, sonriendo mientras pasabamos por el stand de una de las compañias encargadas de banca y asesoramiento monetario-

Esperaba que el evento no le molestase mucho los oidos, considerando la cantidad de stands, los ruidos, la musica, las charlas que daban en algunas partes... Cuando me tocase a mi subir al podio a hablar, supongo que mucha gente iria a ver. Pero ahora estaba charlando con este joven, y supongo que si necesitaba ayuda, me la pediria a mi. La gente siente confianza al pedir ayuda con los superheroes famosos como yo, o como Superman. Pero por ejemplo... Batman, o el Detective Marciano no gozaban de tanta buena fama. Cuestiones de Marketing, diria mi secretaria muy acertadamente.

La amabilidad de la mujer me hizo sonrojarme muy levemente, algo que pude controlar en el momento, acomodé mis lentes algo avergonzado -Muy amable señorita, y si, vengo a la feria del trabajo- le respondo cortesía sintiendo en mi piel el cambio drástico de temperatura de uno frió soportable a uno mas cálido que incluso me tentaba a quitarme el saco, los diferentes olores y sonidos me abrumaban levemente, nada que no podía soportar por una noche, ademas que el perfume de mi reciente guía me ayudaba a concentrarme mejor en lo que haría y lo que diría; -Oh vamos- respondo sonriente -No soy un niño a quien deba explicarle las reglas, no debe usar ese tono tan amable, me agrada mas el enérgico, era como si de un momento a otro fuese a hacer algo espectacular- bromeo, por alguna razón, algunos hombres cuchicheaban y señalaban a la mujer que tomaba de mi brazo delicadamente, (sería un mentiroso si dijese que no me agradaba cuando el genero femenino hacia esto en los eventos, era lo único por lo que me gustaba venir y lo único por lo que a Foggy no le gustaba acompañarme) es como si fuera una super modelo o algo asi, pero ella no tenia pinta alguna de esto ultimo -¡Un placer Diana!- respondo enérgico ante su presentación -Matthew, pero puedes llamarme Matt- me presento enérgico como si ella lograra pasarme su energía y me incitara a quitarme este traje tan mono para salir y patear traseros.

-Si que está lleno, ¿no?- suelto como si no tratara de iniciar alguna charla -Si no es de mucha molestia, me gustaría que me llevase a un Stand del despacho legal "Nelson & Murdock"- estas vez me acerco solo un pelín mas para que me escuchase, ya que las bocinas ante la música y las voces me hacian creer que no le hablaba lo suficientemente fuerte, para mi sería una noche tranquila... hasta que el papanatas llegó; un hombre de complexión robusta, y voz ronca debido a su mórbida obesidad se acercaba carcajeándose a mi, lo reconocía porque el muy maldito recientemente me había hecho perder un caso soltando argumentos de que yo era Daredevil, soló rezaba porque no dijese nada... -¡Hey, Daredevil!- soltó a lo lejos -Por el amor de dios- susurro con el ceño fruncido -Espero que no haya rencores, pero ya sabes como es esto de ser abogado y vigilante, no se oculta por mucho tiempo- suelta otra carcajada y me tienta a meterle mi zapato por la boca de una patada, notó como su corazón se acelera y repasa a Diana con fingida educación -Señorita Diana, espero es tenga cuidado, este hombre es, todo un diablo- vuelve a reir y se aleja -¡Que paséis buena noche!- es lo único que escucho antes de planear una visita a su casa y darle un buen escarmiento.

Como puedo trato de reponerme, acomodo la corbata, pero el ceño fruncido sigue ahí -Perdona... hay veces que unos se pone pesados...- me paso la mano por mi anaranjada cabellera tratando de calmarme, eso si, teniendo presente que la dama en cuestión tendría un cabreo debido a que le oculte la pequeña información de que, yo ya tenia un empleo y esa abogado.

Esto era bastante curioso. Tomando en cuenta que el tiene problemas en la vision, seguramente sea mas sensible a cambios dentro del tono de voz, pero nunca me habian pedido que le hablase a una persona con un tono mas energico. Es decir, no estaba animando ni preparandome para una pelea en estos momentos, no seria muy logico tener que hablarle de esa manera... Pero supongo que es un favor, asi que le hablare con el mismo tono. Por mas raro que eso suene.

-Mucho gusto, Matt. -Sigo caminando tomandolo del brazo buscando un lugar, hasta que me dice "Nelson & Murdock" como lugar destino. - Vamos para alla, entonces. -Y segui caminando, hasta que se nos acercaba un hombre grandote, gordo y feo. Como mafioso de pelicula antigua, solo le faltaba prender un puro dentro del lugar para que me molestase de verdad. Me le quede viendo, cuando empezo a hablar. -¿Daredevil? - Habia leido ese nombre dentro de los archivos sobre Nueva York, un justiciero que salia de noche a patear criminales en la noche sobre Hell's Kitchen. No me habia interesado tanto, pero no creia que el podria ser.

No queria ser indiscreta, pero no creia posible que una persona con problemas de vision podia dedicarse a luchar contra el crimen. Necesitabas todos tus sentidos al maximo, como Batman hacia, para poder enfrentarte cara a cara contra el hampa y las mafias, sobre todo en una ciudad como New York. Me le quedo viendo, algo sorprendida, pero le clavo la mirada agresivamente cuando me intenta repasar. ¿Qué estas viendo eh? El tipo se va, asi que sigo caminando con Matthew buscando el lugar.

-¿Eres abogado? - Si el ya tenia empleo, entonces seguramente viniese a buscar a otra persona en ese stand, o algo raro estaba pasando ahi. Lo que tambien me inquietaba era que lo acusaba de ser un vigilante: Es decir, suele haber dos tipos de vigilantes: Los que tienen una identidad publica como yo, y los que tienen una mascara y son discretos, como Flash. Segun lo que sabia, el vigilante de Hell's Kitchen Daredevil usaba mascara, entonces, ¿Como es que sabian su identidad? Me quede quieta un momento, y repentinamente, lo tome del brazo para llevarlo un poco más lejos de la multitud, hacia una de las puertas del servicio para los trabajadores de mantenimiento.

Caminamos hasta llegar a la puerta, pero no la abri, simplemente, nos quedamos ahi, un poco lejos de la gente. Me cruce de brazos y lo puse frente a mi, aunque si el no me veia no importaba mucho si hacia gestos o no...

-¿Eres un vigilante nocturno? ¿Por que dijo ese tipo eso? Yo tambien soy superheroína... ¡Wonder Woman al servicio! -Sonrei un poco, inclinandome a un lado como si hiciera un saludo militar. Luego recorde que no me estaba viendo asi que deje de hacerlo y me limite a escuchar. Siempre era bueno conocer a otros heroes, y mas si estos eran del caótico universo que habia chocado contra nosotros.

Esa simple pregunta "¿eres abogado?" Por extraño que parezca me causaba una sensacion extraña, como cuando mi padre solia descubrir que hacia una travesura... claro una travesura "santa" no esas travesuras que solian despertar su ira causando que me gritase hasta hacerme llorar, o coml aquella vez que descubrio que por primera vez me habia defendido de los bravucones y en vez de felicitarme me abrió el labio de una fuerte bofetada... eso aun quedaba marcado en mi mente y por dentro sentia tristeza, pues la ultima vez que vi su rostro fue esa...

-Matthew Michael Murdock a la defensa señorita- respondí con una sonrisa ladina y confiada ante aquella pregunta inicial -espero y no te moleste el no haber mencionado aquella informacion anterior mente, "Nelson & Murdock es un bufet que abrí con mi mejor amigo, y debido a que este se encuentra en Hell's Kitchen se nos invito a este evento para asesorar legalmente a las personas, ya que a diferencia de otros bufetes, nuestros precios sin muy factibles- mucha informacion... demasiada, ¿porque no le dices que tambien eres Daredevil?, no, mejor ¿porque mejor no le das una breve introduccion de tu vida?. Tal vez es exagerado pero desde que se hizo publica mi identidad he tenido muchos problemas mas que nada con viejos enemigos, tanto enemigos de Daredevil como enemigos de Matt Murdock, por ello no debia soltar tanto la sopa y mejor con una desconocida.

No me sentia amenazado por Dian hasta que ella tomó de mi brazo arrastrandome a un extremo del lugar, mejor dicho frente a unas puertas "alejados" de las personas, tal vez ella no lo notaba, pero personas pasaban de un lado a otro tras esa entrada, no muy seguido pero fuese lo que fuese a preguntarme, no habria privacidad, entonces me preparé, tal vez me preguntaria sobre que fue eso del gordo hace unos dos minutos -¿que pasó?, ¿acaso pasa algo?- volteo la cabeza fingiendo confusion, pero su respuesta me dejó con la boca abierta, muchas preguntas con poco tiempl para responder y una fuerte declaración -¿¡Eres Wonder woman?!- abro mis ojos a pesar de no vizsualizar nada -No logro recordar haber oido de ti...- y realmente no mentia, habia tanta confusion con eso de la union de universos, que no tenia tiempo para conocer los "nuevos" heroes -Diana, a pesar de no conocerte puedo intuir que tienes experiencia con esto de los heroes, ¿no?, y creo que para esto un heroe necesita tener todos sus sentidos entrenados y demas, ¿como podria ser Daredevil? Un vigilante nocturno de gran porte y presencia sobre saliente (segun me ha contado mi secretaria), despues de todo, soy ciego- recalco mi punto levantando mis lentes y asi permitiendole ver mis ojos azules, seguramente opacados por la falta de vida en ellos, tal vez asi ella desista o me haga mas preguntas...

Matthew me empezo a explicar lo que pasaba con su despacho, lo que hacia en Hell's Kitchen y luego me conto acerca de que el no era Daredevil. Me le quede viendo con sospecha, mientras cruzaba mis brazos. Notaba algo raro dentro de el, y sabia que habia un asunto extraño con todo esto, pero no queria inquirirlo mas. Si no era Daredevil, le creeria, y si lo era, pues ya le reclamaria en algun momento por no decirmelo desde un principio, como si fuese una persona en la que no se pudiese confiar. Pero tambien tenia cierto sentido, es decir, me acababa de conocer y parecia que apenas se enteraba de que existia alguien como Wonder Woman en un evento como este.

-Aha.-

Fue mi unica reaccion cuando termino de hablar, quedandome en silencio unos momentos a la par que reflexionaba. Supongo que tenia que seguir con las cosas normales que estaban pasando... Salvo que nos encontraramos de nuevo con el tipo gordo de antes, eso si que seria incomodo y ahi tendria que hacer mas preguntas.

-Si, supongo que tienes razon. Bueno, si no eres Daredevil, entonces no hay problema. Vamos a buscar tu despacho, Matt. --Y lo tome de la mano para llevarlo de nuevo hacia la convencion, donde busque los despachos legales hasta que llegamos frente al stand. Ahi habia una persona que no reconoci, pero aun estaba bastante sorprendida... ¿Y si se podia ser heroe sin los sentidos al maximo? ¿Y un heroe del tipo que Daredevil era mencionado en las noticias de Nueva York? Eran muchas cosas que tenia que pensar, pero creo que este no seria el momento mas adecuado. Aparte, supongo que el tiene cosas que hacer, y yo tambien.

-Bueno. Aqui estamos. -Lo solte y le sonrei un poco- Gracias por contarme. Tengo que ir a charlar al auditorio... Nos vemos luego --Amplie mi sonrisa y me despedi de el con la mano, para darme la vuelta y caminar hacia la charla que tenia que dar sobre los beneficios del programa, el porque habia que afiliarse a alguna empresa... Era un acto de publicidad, pero supongo que tambien era un favor. Y no me podia negar a ese tipo de favores.

Ese simple "aha" podia traducirse muy facilmente h mas, si el que osa emplearlo es una mujer a la que le acabas de decir una... pequeña mentira, pero si algo era mejor que el lenguaje oral, el el pulso, pues el corazón, estaba ligado al sistema nervioso sorprendentemente, pues cada emocion o sentir, podia captarlo y ahora sabia que no se tragaba por completo ese burdo intento de excusa, pues realmente no le dije realmente que no era Daredevil, solo lo insinue, asi si llegaba a pillarme con el traje y si la mascara pues... no seria enteramente mi culpa.

-¡Claro!- respondi ante sus palabras de llevarme al stand donde seguramente se encontraria mi secretaria, me tomó de la mano y me llevó hasta ahi, cabe destacar que aquello era incomodo, no porque rechace o me ponga nervioso aquel contacto, si no que, para un ciego lo mejor seria llevarle del ante brazo, pues el baston estorbaba, mas no me queje en ningun momento, pues para mi solo bastaba con levantarlo y caminar por un momento como si viese a donde me dirigia, un pulso familiar capto mi atencion y supe que ahi estaba Alyssa, la cual se le notaba sorprendida y se levantó para tomarme del otro brazo -Señor Murdock, ¿porque no me ha llamado?, Su socio me dijo que me avisaria cuando llegase- su voz estaba algo raspada y ronca, seguramente estaria peor que antes por su gripe, ella volteo con mi guia y le agradeció el haberme traido -No hay de que Diana- respondi amablemente - Un gusto conocerte, espero y nos volvamos a ver- sonrei divertido ante lo raro que era que un ciego diga eso, y sin mas preambulos se fue, dejando un leve camino de rastro por su perfume, Alyssa me sentó y me explico entre tos y tos que se haria, el notarla tan mal me hizo preocuparme, y no tuve de otra que enviarla a su casa, obviamente ella se negó pero yo insistí quedandome solo en el stand, realmente estaba algo aburrido, pues las noches no eran de Matt, eran de Daredevil pero agradecia en el fondo que muchas personas se acercasen, pues el despacho era muy conocido por ser 100% justo y tomar casos que nadie tomaria.

La primera en llegar, fue una jovencita, dios, desee encontrar al tipo y golpearle, la chica estaba embarazada sin padres ni nadie que vea por ella y el padre huyó, algo tipico, le explique que el dinero no seria el problema y despues de intercambiar datos y acordar un precio demasiado bajo ella me dio un fuerte abrazo con lagrimas en los ojos y se fue, realmente, agradezco haber elegido esta profesion...

Mientras caminaba, mi mente se enfocaba en el actual estado de mucha parte de la población mundial tras la crisis de la colision. Es decir, en el mundo ya existia la miseria, la injusticia y la desigualdad, pero ahora, teniendo una poblacion multiplicada ante la suma de muchas realidades, todos estos valores quedarian desactualizados y seria una labor titanica saber cuantas personas tienen que trabajar, tener un techo digno, o simplemente, algo que llevarse a la boca. Realmente, me sentia muy mal por ello, y sabia que la ONU y todas esas organizaciones de la caridad podrian trabajar incansablemente, pero esto tardaria años y los heroes no cambiariamos en lo absoluto esto mas que en temas de seguridad y defensa a la vida de los inocentes.

Llegue al auditorio y tras una presentación a mi persona, me permitieron el microfono para que empezara a hablar. Mi platica era animada, mencionando las ventajas de un trabajo estable y garantizado por todos estos amables empleadores. Tambien mencione la problematica de seguridad, y la relacion directa que tenia el desempleo con el crimen y el uso de drogas. Era un discurso similar, que habia dado con un aspecto similar en Bolivia, Ghana, Etiopia, Malasia, China, varias ciudades Norteamericanas. En todos lados, el patron siempre era el mismo, siempre se repetian los mismos errores en cuanto a gestion y administracion para que las personas consiguieran un trabajo digno, y todas estas injusticias sociales no parecian mas que tener una tendencia a ser infinitas.

La platica no duro mucho, realmente, no me gustaba promocionar marcas, y salvo Wayne Industries, los dueños y CEO's de todas las compañias parecian tener una indudable capacidad de hacerme enojar por sus facetas de niños ricos que creen poder comerse al mundo solo por tener fajos de billetes en sus tarjetas. Bruce Wayne aun recordaba el factor humano, y que la ciudad en la que el crecio estaba marcada por la injusticia y el sufrimiento humano ante los valores de la codicia y la arrogancia de los que mucho tienen pero poco permiten.

Sali del auditorio tras estrechar la mano y recibir abrazos de algunas personas, y segui caminando por la feria del empleo, ayudando y promocionando a las personas para que se acercaran a los stands. Parecia una porrista, pero muchisimo mas guapa y con mejor ropa.

Unas horas despues, aproximadamente las 10 de la noche.

Nueva York, la ciudad que nunca duerme, parecia que no se cansaba tras una feria del empleo. Hell's Kitchen tenia fama de ser un "barrio pesado" en lo referente a su crimen y su inseguridad por las noches. Y supuestamente, habia conocido al enmascarado que protegia este lugar, pero no tenia realmente ninguna prueba. ¿Qué estaba buscando? NO lo sabia, pero tenia una noche libre, y queria ver que tan feo era este lugar en comparacion a cualquier zona criminal de otra urbe. Por eso estaba ahi con mi ropa de superheroina, parada encima de un edificio mientras escuchaba atenta y miraba hacia todos lados en busca de un grito de auxilio o alguna llamada de emergencia para atender a una persona que necesitase ayuda. -Vamos, Nueva York, sorprendeme.

La feria no había sido tan agotadora como creía, salvo unas cuantas personas que se detenían frente a mi para cuchichear, todo lo demás fue relajante, incluso me tentaría a decir que foggy se perdió de una buena noche de charlas, y a pesar de todo aquello era para un bien común en mi fuero interno agradecía que terminase, después de todo, la noche era jóven (para mi) y nunca era tarde para ponerse el traje e ir saltando de techo en techo; no fue difícil escabullirme del guardia de seguridad de aquel lugar, alegando que iría al café Grind solo para esconderme tras este y cambiarme de ropas, sin duda alguna, lo único que no me gusta de esto... es tener que dejar mis trajes tirados por ahí, dios, cuando me encantaba ese traje, pero para bien o para mal, puede arreglármelas para estar aquí.

Todos los sonidos de la ciudad, mi ciudad, el lugar donde nací, crecí, perdí la vista y fuese el principal motivo para dedicarme a lo que soy de día y noche, aunque no negaré que de vez en cuando me moleste que a diario afiance aquel adjetivo de "La ciudad que nunca duerme" porque realmente, a mi no me deja dormir, si no es por los autos, lo será por las peleas de pareja o los ruidos de... otras parejas que realmente, no me gusta escuchar, pero lo que si me gusta escuchar es cuando todo esta en paz, esos pocos segundos cuando no hay ni un solo ruido, no hay alteraciones, no hay gritos, no hay sufrimiento.

En mi camino al centro de Hell´s kitchen un pulso se me hizo conocido, por inercia opte por esconderme entre lo que deducía eran las sombras producida por unos contenedores de agua, para asi, evitar un encuentro con la mujer que se hacia llamar "Wonder woman", no tenía nada en su contra (si claro) pero no  me daba buena espina, y si llegaba enterarse que yo era Dardevil.... no se, tal vez no sea algo de lo que te puedas safar tan fácilmente como es mi costumbre, podría haberla dejado ahí, pero eso significaba arriesgarme... ¿a que?, no lo se, tal vez no era realmente una heroína, o tal vez no quería que me quitase mi lugar en la ciudad; hasta que, antes de guardar mi bastón en el compartimiento de mi pierna izquierda escuchó unas sirenas de policia, en la radio logró escuchar el típico guión de las series policíacas "Tenemos un **** a todas las unidades, por el Clinton Park, un grupo de sujetos con armas de fuego abriendo fuego entre ellos, parece ser una pelea de bandas" -Pelea de bandas, creo que será divertido visitarles- susurró cauteloso y sonrió, lo mas divertido que puedo hacer es: Uno, detener robos y Dos, detener esas "peleas por territorio" porque, realmente es incoherente pelear por algo que no te pertenece, lo mas sensato es que el dueño de todo aquello salga a defender lo que es suyo...  enviar a su servidor para que haga el trabajo sucio junto con la policia.

Miro por encima de las calles, los coches pasar y sin embargo, no hay nada esta noche. Me ha pasado cuando vuelo por Washington que no hay nada que hacer o un plan maligno que detener, simplemente hay que estar ahi para impedir que las cosas pasaran. Suspire y mire hacia los otros edificios, sintiendome observada durante un momento. Frunci el ceño y me quede pensando quien podria estar espiandome, pero a lo mejor solo era imaginación de mi parte.

El sonido de una sirena policial me saco de mi alerta. Gire la cabeza hacia la izquierda, hacia donde sentia que venia el sonido y me eleve en el aire, pensativa. ¿Qué habra pasado? ¿Un robo a una tienda, una discusion marital que se salio de control, un choque? Necesitaba ir a investigar. Me eleve unos centimetros de la superficie y sobrevole los edificios siguiendo al auto-patrulla, que pude encontrar facilmente una vez estaba arriba. Mientras volaba siguiendole, pude distinguir el sonido inconfundible de un arma que se dispara. ¡Un tiroteo!

-Tontos... -Empece a volar mas rapido y pude ver el lugar. En una calle, cerradas por varios coches que servian como proteccion para los bandidos, unos maleantes se disparaban entre ellos. Por encima, veia a 8 del lado norte y al opuesto 6, con uno tirado en el suelo. Tres camionetas en la parte norte y dos autos medianos al sur, todos llenos de disparos... Si actuaba por un lado, los otros tomarian huida, asi que debia de pensar bien mi estrategia.

Tome mi lazo de mi cintura, cuando escuche un extraño sonido. Voltee y vi en uno de los edificios aledaños a la calle donde estaba el tiroteo a una silueta musculosa y tonificada. Parecia un vigilante, y desde los metros a los que nos encontrabamos, yo flotando y el no, no podia distinguir quien era... ¿Podria ser Daredevil o acaso Spiderman? No importaba. Si el se encargaba de unos, yo me encargaria de los otros. Tan solo esperaba que no lo hiciera mal, o me estuviese equivocando sobre el vigilante.

-Alla vamos. -Mire hacia el lado norte y baje en picada con la pierna derecha por delante. Al igual que una flecha, cai sobre una de las camionetas aplastandola. Los ladrones reaccionaron asustados y me apuntaron con sus pistolas, pero a gran velocidad, me tire a un lado de la calle, saltando para cubrirme con una de las camionetas y empujarla hacia adelante para derribar a los tipos. Sus gritos de dolor al sentir el golpe de la camioneta me hizo alertarme para que parara y no los destrozara. Los que no fueron dañados asi, 4, se intentaron subir a la otra camioneta, asi que di un salto y corri tras de ella para agarrarla por detras y hacerla frenar. Tratando de vencer la resistencia, intentaron avanzar mas, pero solamente lograron que yo levantara la parte trasera del auto y lo soltara, dejando que este se cayese bocabajo.

Una vez que el auto cayo, fue facil girar y levantarlo, abriendo la puerta de un tiron para sacarlos y tirarlos al suelo todos golpeados.

-Espero que asi aprendan... -Sonrei y tome mi lazo para atarlos y arrastrarlos con sus otros compañeros heridos. Cuando estaban todos juntos, la policia no tardaria en llegar, asi que me fije del otro lado que estaba ahi el heroe que se hacia llamar Daredevil acabando con los suyos. No parecia haberle costado mucho trabajo, asi que, dando un gran salto y moviendome rapido, llegue a la parte de los otros maleantes y me sente sobre el capo de uno de los vehiculos, mirandolo con un gesto gracioso-. -Vaya, ¿Asi que tu eres Daredevil? No pensaba encontrarte por aqui...

Vamos a ver que tenia este tipo y saber si no era otro chico con mallas sin ningun tipo de cuestion interesante.

Igual que mi trabajo como abogado, el ser vigilante de Hell’s Kitchen me robaba tiempo, a veces un par de horas en las que me dedicaba a romper huesos y dejar unos buenos moretes y ¿Por qué negarlo?, unas cuantas hematomas, pero otras noches un par de horas no eran suficientes para el objetivo que planteaba, había veces que el dormir no era una opción y debía salir y mantener protegido todo aquello que siempre me esforzaba por cuidar.
Ahora, parecía ser un poco de ambas noches por el hecho que dos pandillas de quinta peleasen por poseer la cocina del infierno implicaba un alerta, el trayecto fue rápido y podría decir que emocionante evitando que Wonder woman me viese, era como un gato acechando a una posible presa, las sirenas, la ambulancia, gritos, bufidos, gemidos todo tipo de sonidos y uno solo el cual me enfocaba, uno fuerte, como si fuesen los truenos en alguna opera, no negaría que era genial ese sonido, incluso me hizo gracia que fuese algo similar a “La cabalgata de las valkirias”; una vez llegado al lugar, me posicione sobre un edificio para analizar la situación, eran pocos, dos camionetas y municiones limitadas, pero eso no significa que estuviesen pronto a terminarse, pues el olor a pólvora me indicaba que no tenían mucho desde que inició, el sabor cobrizo de la sangre y algunos alaridos de dolor de igual manera informaban que ya había heridos por parte de ambas partes.
Con unos cuantos saltos caí sobre la camioneta, sin tomarme un respiro di una patada a unas cuantas armas, con el fin de que las soltasen y así no tener que lidiar con mejor armas, un golpe por parte de mi bastón inmovilizó la mano de un hombre delgado y con olor a humedad de mi lado izquierdo, mientras en el extremo derecho  uno mas corpulento pero con una mandíbula frágil no tuvo la suerte de que le golpease la mano… lo siento por el… esa quijada si que necesitara una buena atención medica; gire sobre el “quema-cocos” de este para hacerles frente cuerpo a cuerpo, dos puños clavados perfectamente en la boca del estomago de quien parecía ser una especie de inmigrante latinoamericano cuyo aliento apestaba a alcohol y metanfetaminas sin contar el pollo rancio que desprendía su ropa, otro golpe fue en dirección a la mejilla de un hombre gordo, rayos… incluso sentí como el puño se hundía en el, casi sentía que estaba golpeando el estomago de KingPig: una patada debajo del estomago hizo al tercer hombre caer e ir rodando por una pequeña bajada, me divirtió aquello, tanto a si que di un salto dejando dos hombres atrás de las camionetas solo para caer sobre el estomago del poco afortunado hombre.
-¡Esto es tan divertido!, oh chicos, no debieron tratar de conquistar algo que no es suyo, el dueño puede cabrearse- gire sonriente a los dos hombres restantes, si algo sabia de ellos es que a pesar de ver su perdida inminente jamás se echaban atrás… eso lo respetaba, lastima que esto debía acabar antes de que los polis llegasen y arruinaran el momento, tomé de mi bastón  separándolo cuidadosamente en dos piezas, ambas las lancé al mismo tiempo solo para que golpearan la frente de los restantes y así dejarles tirados al instante -Duerman pequeñas escorias, yo me asegurare de que duerman cómodamente en el suelo de la cárcel- enchine los ojos tomando al hombre que se encontraba debajo de mis pies. Lo cargue en mi hombro derecho mientras en el camino recogía a dos mas con la mano izquierda y les arrastraba hasta donde se encontraban los demás tirados -¿No creías encontrarme aqui?, vaya si que tengo poca fama pero no creí que tanta- le sonreí jovialmente dejando a los diablejos tirados sobre los otros -Daredevil, el diablo de Hell’s Kitchen a su servicio- hice una reverencia burlona - Tu debes ser la que llaman Wonder woman, ¿no?, he oído que una heroína reconocida llegaria a esta humilde zona de New york, ¿Cómo le han tratado las buenas personas de mi ciudad?, espero que bien, pues me he esforzado en enseñarles unas buenas lecciones de….- calle mi largo discurso por un momento al escuchar las sirenas de policía, no borre la sonrisa en ningún momento a pesar que sabia tendría problemas, pues para los nuevos un tipo que viste de rojo y deja palizas no siempre es bien visto.

-Era broma, sabia que este lugar era donde operabas y queria saber si vendrias... -Me le quede viendo, con una sonrisa un tanto cinica pero amable. ¿Si sera ese abogado que me encontre en la feria por la tarde, o solamente sera otra persona ajena? No creo correcto llegar y quitarle su mascara porque si, eso haria que se enojase y se confrontase conmigo, lo cual es extremadamente logico y razonable. Tenia que saber de otra manera si no me estaba engañando, algo mas... Sus sentimientos no me daban una muestra unica similar a las de otras personas...

Estire mis piernas en el capo del vehiculo y baje de un salto, poniendome frente a Daredevil. Alto, lo suficiente como todos los superheroes que conocia para enfrentarse a criminales, lo suficientemente fuerte como para noquear a matones de Colombia y de Brasil, y parece que con los suficientes reflejos como para no tener problemas con las balas. Su baston le servia como arma, al igual que Nightwing llevaba un baston electrificado para luchar contra los criminales... ¿El tendra el codigo de no matar?

-Mucho gusto, diablo. -Me estire un poco, como si me quitase la pereza del combate mientras escuchaba a las sirenas de las patrullas de la policia acercarse. - Diria que me han tratado bien, digo, los tiroteos y las peleas a medio de la calle son muy normales... Aunque ya llevo unas horas en el lugar viendo como la gente trabaja y estoy bastante comoda con los resultados.-Sonrei amistosa, y mire cuando dos autos patrullas se estacionaron detras de Daredevil, a unos 10 metros de distancia. Bajaron cuatro policias de los dos vehiculos y nos apuntaron con sus pistolas y escopetas.

-¡LAS MANOS EN ALTO, POLICIA DE NUEVA YORK!
-¡Eh, oficiales, todo esta bien! El viene conmigo...

Los policias se quedaron viendo a Daredevil y a mi alternativamente, y aunque un oido normal no pudiese escuchar sus conversaciones, mi superoido me permitio escuchar como un oficial hablaba con el otro.

-Jefe, es la Mujer Maravilla... Ya sabe, la buenorra de Washington. Tiene fotos con el presidente y todo... ¿Los dejamos ir?
-No creo... Saben que el tipo de mallas rojas lo quieren detener...
-Pero jefe...

-¡Eh, chicos, vamos, todos tenemos cosas mejores que hacer! ¡Encarguense de estos tarados y ya veremos que hacer nosotros! -Los policias se miraron entre ellos y bajaron las armas para acercarse hacia los criminales... Mire a Daredevil, le sonrei y asenti. - ¿Quieres ir arriba? Se un chico cortes y dame un paseo por el barrio, ¿vale? -Le guiñe el ojo y solte una sonrisa para despues elevarme unos metros en el aire y dirigirme hacia el tejado de uno de los edificios de la calle donde estabamos.

La policia hizo acto de presencia, en pocos minutos dos hombres me apuntaban y yo solo sonreía, mi costumbre era alzar las manos y esperar a que se acercasen para darles un buen golpe,pero lo que me sorprendió es que ella metiese las manos por mi, bueno, tal vez un poco de piedad entre héroes, pero el hecho que lo hiciese tan.... naturalmente era lo increíble; alcé ambas cejas divertido -¿Meterás las narices en el fuego?, que noble- le susurré dividiendo mi atención en ella y lo que los polis decían.

-¿"Buenorra"?,por favor chicos, ¿que clase de vulgaridades son esas?- hablé fuerte y ronco dándoles un buen susto al sentirse pillados -¿hace cuanto saliste de la escucha chico?, un par de semanas? y tu, John... me decepcionas, tan buen poli que te parecías- bromeó con malicia pura -¡C-Callate!, tu no debes hablar que estas detenido!-  se agitó el chico joven, aunque nuevamente Diana se interpuso y habló con ellos de manera calmada y civilizada, era increíble, incluso comenzaba a caerme bien...

Bajé mis manos al percibir que los polis bajaban sus armas y caminaban a los muy heridos vándalos para así meterlos en la patrulla -¿arriba?- alzó su pulgar señalando el cielo -oh no, no creo que sigas mi ritmo- comenté tomando mi bastón y lanzando una parte al edificio para que se trabase con algo y asi pudiera subir con rapidez, sin embargo admitía que si pretendía hacer una carrera, ella me patearía el trasero volando, pues mi único transporte eran las piernas y bastón, aunque claro, ella no conocía la ciudad como yo y eso era una enorme ventaja. Una vez arriba estiré los brazos con simpleza -¿acaso mi rostro dice "Guia de turistas"?, chica lista- bromeó señalando un edificio mucho mas alto a lo lejos -Vayamos allá, la vista será mejor, y si mis fans no mienten es un buen lugar para conocer la ciudad con este simpático diablejo- muestro una sonrisa ladina y confiada, no espero más y me lanzó al otro edificio -¡Corre que te dejo!- grito iniciando la carrera

-El fuego no me hace daño, diablo. -Alce los hombros sin ningun tipo de preocupación cuando el menciono el arriesgarme por su integridad. Vamos, si tenia la valia para salir con un traje tan gracioso como ese pero sin los recursos de alguien como Batman, seguramente era una buena elección apostar por el y su autoestima. No queria ser grosera, pero ese rojo no me gustaba para nada... Aunque bueno, cada quien es libre de decidir su traje. Muchas veces habian dicho que mi uniforme era ridiculo, pero a mi me gustaba. Y en realidad era cierto. El fuego, dentro de las bendiciones de los dioses, no me hacia daño al ser una de las facultades que Hestia me dio.

Los policias se acercaron y el tipo tomo su baston para elevarse tambien, usando una especie de gancho que lo trababa. No entendia bien como funcionaba ese artilugio, pero se veia bastante interesante, como la pistola de garras que tenian algunos de mis compañeros sin la capacidad de vuelo en la Liga cuando tenian que balancearse o lograr grandes alturas en terrenos urbanos como este.

Llegue al tejado y las plantas de mis pies tocaron el suelo, mientras sacudia un poco la cabeza para alejar el viento. -No, no dice eso. Pero quiero que me des una visita, ¿o que? ¿No tienes cortesia de superheroes? -Ojala que no sea otro chico especial que le molestase la denominación de superheroe, que para mi, era tan valiosa como el cargo de heroe o jinete dentro de las carreras de Themyscira.

Voltee a ver el edificio que me señalo, un punto bastante alto. Estaba facilmente a unas veinte calles de distancia, quizas mas. Volteo con el y tras una sonrisa tonta, me grita que me ganaria, empezando a saltar hacia un edificio... ¿Qué? ¿En serio?.

En un parpadeo, me elevo en el aire y solo se llega a percibir como una especie de tronido en el cielo, pues llego a la punta del edificio moviendome tan rapido como lo hago cuando vuelo largas distancias. Me siento tranquilamente en el borde del edificio y espero a que llegue el tipo de los leotardos. Cuando llega por fin, sonrio.

-Al paso que ibas, podria haber hecho lo que paso en la Odisea y aun asi llegaria a tiempo... -Me hago a un lado para que el tambien se pueda sentar- Vamos, ¿me vas a decir que hay en esta ciudad de interesante? ¿Qué haces por aqui para trabajar?

El hecho que una super heroína me considerase como uno de su categoría me causaba gracia, jamás creí ser uno, pues a diferencia de Tony Stark, Spider-man entre otros, mis capacidades no eran tan... sorprendentes, incluso mi fama no era mundial, solo se me conocía en New York y unas pocas personas me recordaban en San Francisco, por ello jamás usé el término "Super Heroe" para definirme, en cambio me encantaba que se me conociera como "El vigilante" o "El defensor". Ante esto sonreí, pues los años se pasaban con suma rapidez y ya no era un joven abogado que no superaba la treintena, pues ahora cargaba con treinta y tres años, la vida me había enseñado de múltiples manera, y he conocido a mucha gente, otras que desearía no haberme topado y otras que dejarían una huella en mi alma y mente.

Mientras continuaba corriendo por los edificios, aquel pulso fuerte volvía a mi antes de que un fuerte sonido me desequilibrara y casi rompiese mis tímpanos, dios, el dolor, no escuchaba nada, solo aquel zumbido y un fuerte dolor en la sien; apreté la mandíbula en un vano intento por apaciguar el dolor, como pude seguí caminando entre los edificios teniendo extremo cuidado de no pisar o tropezar algo, pues con el ruido de los autos y las personas era suficiente como para seguir lastimándome el oido.


Al llegar al punto acordado, ella estaba sentada a la orilla, no estaba agitada, como si aquel vuelo tan rápido hubiese sido pan comido -Perdona, estaba ocupado viendo el hermoso paisaje al subir aqui- mentí descaradamente con una sonrisa ladina, con un paso lento me coloqué a su lado y moví las piernas simultáneamente adelante y atrás como niño pequeño -Bueno, depende que tipos de intereses tengas,´por ejemplo por allá- alzó su mano izquierda señalando un punto -Entre la conocida octava avenida y la novena, hay varios lugares, bares, restaurantes y centros donde los artistas exponen sus obras, yo no soy muy fan del arte visual- rio ante la broma para mi mismo, aunque por un momento me siento torpe, pues podría sospechar de mi ceguera, aunque lo descarto por completo, pues sería ilogico que mantuviese esa idea, debido a que ha visto mi estilo de pelea y mis movimientos, los cuales distan bastante de un ciego -Y para trabajar.... bueno, es como una ciudad cualquiera, Hell´s kitchen es un barrio que por mucho tiempo fue considerado el mas violento, las drogas, trata de blancas entre otras cosas ilegales eran o común... ahora las personas están felices... los hombres y mujeres trabajan de manera honrada y no temen por el futuro de sus hijos- hablo con orgullo, pues mi trabajo fue un detonante para que las buenas personas salieran a flote y poco a poco, limpiar la escoria del lugar.

Me le quede viendo cuando subia a saltos por la pared del edificio, observando sus pasos con cierta curiosidad, como si algo le pasase... ¿Estara bien? ¿Le habra caido mal algo que comio? Era muy extraño ver a los superheroes saltar por los edificios y los tejados de las grandes urbes, pero supongo que te acostumbras cuando muchos de tus amigos lo hacen... Lo que nunca te podias acostumbrar es a saber cuando una posicion era adecuada o cuando no, cuando sabias que lo estaban haciendo bien o sencillamente eran unos locos que en cualquier momento se podrian caer y matar al romperse el cuello.

Se sento junto a mi y empezo a mover las piernas, cosa que yo imite, sonriendo con calma. Empezo a contarme lo que habia entre la octava y la novena, pero despues se rio al decir que no le gustaba el arte visual... ¿Qué tenia eso de gracioso? Me le quede viendo y mencione con un tono amable. -No entendi el chiste... -Asenti despues de que me empezara a explicar que era el Hell's Kitchen y luego mire hacia la ciudad, recargando mis manos en el borde del lugar donde estaba sentada.

-Es interesante, parece que la presencia de los vigilantes y los superheroes ayudase a bajar el crimen en zonas tan marginadas a diferencia de algunas otras ciudades donde habia visto cosas similares... -Refiriendome, por supuesto a Gotham y a los barrios pobres de Metropolis, donde el crimen todavia era un problema pese a la lucha constante que la Liga de la Justicia daba ahi.

-Bueno, yo trabajo en Washington D.C, ahi no hay tantos problemas de seguridad ni se tiene una red criminal tan importante. Pero siempre que puedo voy a patrullar y a echar una mano con cualquier cosa que se necesite. -Sonrei mientras acomodaba un mechon de mi cabello hacia atras- Ahora estoy aqui, ayudando... Asi que, mas vale que me dejes hacerlo o me voy a enojar. -Sonrei bromista y me gire a verlo- Si no necesitas ayuda y solo vas a patrullar, ¿Por que no me llevas a un lugar donde podamos tomar una cerveza o comer unas alitas? Seguro conoces algun lugar donde puedas ir aun con tu traje... -Toque con la punta de mi dedo la tela del mismo a la altura del hombro. -Esta simpatico -Mencione, refiriendome a su traje y en general a toda su indumentaria.

Me levante con cuidado del borde y mire hacia la ciudad. Nueva York era un lugar interesante si sabias aprovechar las oportunidades que la ciudad te ofrecia, y si la ciudad te ofrecia la oportunidad de ser un heroe, debias tomarla.

-¿Qué?- alcé una ceja al notar que decía algo, pero no lo escuchaba lo suficiente como para que mi cerebro lo pudiese analizar, con un dedo masaje
como pude la parte trasera de mis oídos con el fin de que este masaje calmase el dolor que poco a poco menguaba, y tal vez mi audición volviese a ser la normal, poco a poco aquella molestia iba desapareciendo el sonido ya no era tan tedioso, incluso no dolía el llanto de un bebe que me volvía loco desde hace unos cuantos segundos, por lo que no sabré si el chiste sobre mi visión fue ignorado o realmente se dio cuenta.

Escuché atento como hablaba de Washington DC, la capital del país, parecía un lugar agradable, sin mucha delincuencia, sin tanto caos, en cierta manera no me sorprendía, pues el mismo presidente de los estados unidos vivía ahí, se acomodó un mechón de cabello y su perfume irremediablemente invadió mi nariz, alcé un poco el mentón para olfatear un poco mas, mi sonrisa la mantuve todo el tiempo, con tal de mantener desapercibida mi acción -¿Dejarte ayudar en mi ciudad?, por favor, me honra tener a tal heroína en mi zona, tal vez así me haga un poco de publicidad- bromeo mientras hacia un ademán con mis manos para que no se lo tomase a mal y entendiera que solo bromeaba -¿un bar?, no creo que te gusten los bares de por aqui... aunque- mi sonrisa amable y bromista se tornó a una maliciosa -Si quieres algo movido y muy muy interesante, podríamos jugar una partida de Billar en el... Jossie´s- el sentir su dedo en mi hombro me extrañó, pues a pesar de que fuese un contacto mínimo me era raro recibirlo de alguien por lo cuál me puse serio por unos segundos y bajé la cabeza como si algo debajo.

Alcé nuevamente la cabeza, como si pudiese mirarle con los ojos y no con un radar que mi mente creaba para hacerme la vida mas fácil -¿simpático?- sonreí amplia mente -Es la mejor palabra que he escuchado para llamar "ridículo" a mi traje- lamí mis labios por un momento y dí un suave Gracias, me levanté quedando de igual manera al borde, levanté mis brazos estirándome, solo preparándome para lo que vendría -Bien venida a New York, próxima parada...- giré dándole la espalda a la ciudad y con lentitud me deje caer -El bar de Jossie´s- entonces, dejé que la gravedad hiciera lo suyo, caí al vació, sintiendo como el aire golpeaba con fuerza contra mi espalda, giré para que mi rostro recibiera tal trato, solo cuando el radar me indicaba que me encontraba a tan solo unos cuantos kilómetros saqué mi bastón para nuevamente prensarlo a un edificio y columpiarme rápidamente antes que mi cuerpo chocara contra el pavimento.

Sonrei con cierto agradecimiento ante su halago. -No soy una heroina taaaaan grande. -La verdad es que si era una de las mejores superheroinas que el universo conocia, pero de vez en cuando tenia que ser modesta para los demas. No estaba de mas decir que la humildad no era lo mio pero entendia su importancia para hacer de la convivencia algo mas sano, y sobretodo, con los hombres que se espantaban cuando una mujer tenia un ego lo suficientemente grande como para echar atras sus ganas de hacerse los gallitos.

Despues empezo a contarme que los bares seguramente no me gustarian, pero que habia uno donde podia jugar billar. Bueno, por ese nombre me imaginaba que no seria el lugar mas comodo del mundo ni el de mejor ambiente, asi que seguramente tendria algun tipo borracho que quisiera hacerse el valiente conmigo... Seria una noche ligeramente movida, pero no sabia si ir con este traje o ponerme algo mas seguro... Decidi que no haria ningun problema, por lo que asenti. -Esta bien, hacia rato que no jugaba billar y derrotar a otro superheroe en ese juego me parece buena idea.


-No te llame ridiculo. ¡Es simpatico y ya! -Sonrei, negando rapidamente con la cabeza para luego levantarme y estirar mis brazos. El se levanto y me miro, dandole la espalda a la ciudad para despues dejarse caer. -¡Oye! -Me asome y lo vi caer con toda la fuerza de la gravedad. Suspire, ¿Acaso estaba tratando de impresionarme o algo por el estilo? -Aqui vamos de nuevo...

Y de un salto, yo me deje caer, pero en vez de ser acelerada por la constante de gravitación de la Tierra, yo me movia mas rapido y alcance a estar a la altura de Daredevil, justo para reaccionar cuando el desplego su baston y se empezo a columpiar. Le segui manteniendome a su altura mientras miraba los edificios y los elementos del paisaje urbano de Nueva York, hasta que por fin, pudimos llegar al lugar tras unos minutos de ser guiada por el. Aterrice a su lado con mucha suavidad y acomode mi cabello echandolo hacia atras para hacerme una coleta.

-Vamos, pues.

Y entre con el al bar, con la misma cara con la que esperaba que me atendiesen en una fila del banco. Normal, sin preocuparme de nada y con amabilidad. Al primer tipo que intentase pasarse de listo conmigo, le podria dar una buena tunda que lo espantaria. A decir verdad, tanto el como yo podiamos darle una buena paliza a cualquier tonto que quisiese molestarnos, y eso me parecia bastante "cool", considerando que con mis amigos varones era imposible salir a un lugar como este. Batman solo entraba si tenia que detener a un criminal, Superman no entraria con su traje jamas y cuando lo hacia, ibamos a lugares "familiares", como las hamburguesas de Metropolis. Flash y Linterna Verde un poco mas de lo mismo, asi que esta seria una experiencia bastante novedosa, y sobretodo, que me permitiria conocer mas a este vigilante. Al parecer, no habia sido tan simple como esperaba que lo fuese cuando lo vi peleando contra los malos en la calle.

El camino fue sinceramente rápido y relajante, no necesitaba "mirar" atrás, pues no solo mi radar me indicaba que ella me seguía, si no que su perfume y latidos del corazón se mantenían cerca; de ella podía notar que era competitiva, asi como también que le gustaba ser la mejor en todo para ser reconocida, por lo que no descartaba que tuviese un ego grande, algo común en los héroes reconocidos mundial mente, eso era algo que me molestaba, pues había veces que el trabajo de personas como el eran opacadas, o no tomadas en cuenta para las personas.

Al llegar me adelanté a ella para asegurarme que no hubiese problemas por mi presencia, sin embargo, mis modales me hicieron esperarla, ella "aterrizó" de manera elegante, tiró de su cabello hacia atrás e hizo una coleta de manera calmada, alzé una ceja con una sonrisa plasmada en mi rostro y señalé la puerta -Primero las damas- conteste ante su comentario, una vez que entró, el olor a cigarro, alcohol y sudor ranció inundó mi nariz, los gritos y risas se detuvieron por un segundo, como esas películas de vaqueros cuando el héroe entra y todos le miran en silencio, pero de inmediato supe que no fui yo el causante de aquello, si no mi voluptuosa compañera, pues, a pesar de ser ciego, podia percibir que su traje era algo... rebelador, por lo que de inmediato comenzaron los cuchicheos, palabras vulgares y soeces como "Que buena....", "mira ese trasero", "yo si..." entre otros. Caminé junto con ella y me senté a su lado, el tabernero, Antonio frunció el ceño y recargo en la barra -¡Hey!, mi tabernero favorito, no seas malo Antonio, te he traído a una nueva cliente, La mujer maravilla- voltee el rostro hacia Diana y señalé a Antonio -Chica, el es Antonio, cuida del bar mientras Jossie se va a broncear en las playas de san francisco- a pesar de que mi tono era amigable, el bar man no parecía muy contento, y bueno, no le culpaba, después de todo en lo que iba del mes ya había causado destrozos en su bar.

-Mira Rojo- me sentenció -No quiero problemas, Jossie te tolera pero yo no, por lo que no quiero que haya heridos como cada que vienes, ¿esta claro?- suspiró como si necesitase sacar todo aquello -Ahora dime, ¿que les doy de tomar?- tomó un vaso para limpiarlo con su trapo, una acción tipica de los bar man, no se porque.

-Gracias. -Asenti firmemente y camine primero hacia el bar. La entrada estaba decorada con un anuncio de neon que decia "Jossie's Bar", pero las letras no marcaban todos, pues fallaba la "e" y la "s" posterior a la apostrofe. Era un lugar bastante cutre, pero bueno, supongo que peor era nada. No me habia librado de visitar lugares como este en otras ciudades, asi que mejor me callaba y disfrutaba de esta experiencia tan "urbana".

Al entrar, el lugar apestaba, olia a cerveza y cigarrillos, junto con nachos y queso añejo. El ruido de los machos gritoneando y pregonando sus aventuras de hombres duros se detuvo cuando entre, pues todo se giraron a verme. Alce una ceja, como si les dijese "¿Qué estan viendo?" con un tono amenazante. Los que sabian quien era, podrian conocer que con la uña de mi meñique podria romperles todas las costillas en menos de lo que digo "Nueva York". Y al que se pasase de listo, le daria una buena tunda, por lo que sus comentarios soeces y machistas me causaban indiferencia. Fui con Daredevil, y aunque no me sentia apenada, si me sentia extraña vistiendo esta ropa de superheroina cuando podia haber venido con mis conjuntos "rockeros".

Gajes del oficio, supongo.

-Hola, Antonio. ¿Te puedo decir "Toño"? -Cuando estaba en Latinoamerica y algunas veces que visite España en mis aventuras, el nombre de Antonio era bastante comun, por lo que no fue dificil escuchar que a mas de uno lo llamaban "Toño" como hipocoristico de su nombre. Me sente en uno de los asientos manteniendo la espalda recta para no inclinarme hacia adelante y los hombres me mirasen (mas de lo que ya lo hacian) el trasero, pues estos bancos siempre te obligaban a tomar una posicion relativamente incomoda para realzar la cadera. Los odiaba.

-Bueno, el compañero rojo me dijo que aqui vendian unas alitas. Asi que... -Mire a Daredevil durante un segundo. ¿Qué tanto dinero tenia? A juzgar por su ropa, quizas no fuese un millonario como Tony Stark ni contase con los recursos economicos de Bruce, asi que, supongo que yo lo invitaria. - Ponme dos ordenes. Y... Una cerveza, clara por favor. -Sonrei amablemente al barman y luego me gire con Daredevil. -¿Vamos a por una mesa de billar?

Cuando acepto, me levante y camine hacia una de las mesas. Aunque todas estaban llenas, unos hombres recogieron sus cosas y se fueron algo espantados cuando se acerco Daredevil y yo, asi que, espere a que se fueran para tomar las bolas de billar. El me propuso jugar, asi que coloque el triangulo con las bolas de billar y tome un taco para empezar a colocarla. Me permito empezar por cortesia y asenti, empezando a jugar.

La gente miro nuestra partida, y Antonio nos trajo nuestro plato con alitas, servilletas y mi cerveza mas lo que pidio Daredevil. No jugaba mal, pero esperaba que yo ganase.

El miembro 'Reina Diana de Themyscira' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado de 10' : 8

El hecho de que ella hablase con tanta naturalidad hacia antonio me causaba gracia, cubrí mi boca con el puño, evitando asi soltar una pequeña risa -¿Toño?, acaso me has visto cara de mexicano?- preguntó con un poco de molestia, ante la palabra "mexicano" algunos corazones se alteraron y unas cuantas cabezas se alzaron  amenazantes -Bah, calmense si no quieren que les saque a patadas de aqui- sentenció con aquel caracter que se le conocia; regresó su atención a Diana calmandose al escucharle decir que yo le había recomendado el lugar -Bueno, el cuernudo no le a mentido, si, se venden alitas, y no es por presumir pero son buenas- sin negarme a reirme un poco, asentí con la cabeza sonriendo levemente -y perdone mi tono, pero generalmente cuando viene su amigo, medio bar termina golpeado- terminó de limpiar un vaso y lo acomodó en la parte baja de la barra, giró un momento para lavar su trapo asintiendo ante el pedido -En un momento se lo traeré señorita- respondió a lo que deduje relajado, volteó con nosotros y tomó otro vaso sucio -A ti te llevo lo de siempre, ¿no?- se dirigió esta vez a mi, yo asentí divertido y me levantaba estirando mis brazos -Claro, un poco de billar nos distraerá-.

Le seguí con calma a la mesa, tomé de mi taco, uno que especialmente elegía no solo porque lo percibía "bueno" si no que estaba bien alineado y cuidado, ademas de haber sobrevivido a todas las disputas que se hacían en aquel lugar, Diana colocó las bolas y tomo de su perspectivo taco, con un ademán le indique que empezara ella, pues como buen caballero (y guerrero) debía ver que tan bueno era mi contrincante, no sería presumido, pero tenia una fama en aquel lugar no solo por las peleas, si no porque cada que se alguien se enfrentaban conmigo, el que terminaba con los bolsillos llenos de dinero era yo.

Al poco tiempo llegó Antonio con la cerveza de ella, dos ordenes de alitas y mi vaso de leche -Gracias Antonio, comenzaba a tener sed- bromee con el apretando un poco de la madera de la mesa -Bastardo- gruñó siguiéndome la broma y escupió al piso -Ojala te gane para que te borre esa estúpida sonrisa del rostro diablo- sentenció alejándose, yo solo seguí riendo y continué con la partida -Hagamos algo chica, el perdedor paga todo, ¿de acuerdo?- alcé mi mano izquierda para que la estrechase y así cerráramos el trato -Aunque, claro si temes perder lo entenderé- le pique malicioso esperando su respuesta.

El miembro 'Matthew Murdock' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado de 10' : 1

Antes de comenzar, el enmascarado me propuso una apuesta: El que ganase, pagaria todo. Yo no tenia ningun problema en invitarle las cosas a el, asi que aunque ganara me daria el permiso de pagar todo... Es decir, no se ve como que tuviese mucho dinero o que le abundaran los recursos, asi que no tenia ningun problema con ello.

-Trato. -Estreche mi mano suavemente con la de el y empezamos. - Preparate para perder, corazón. Espero que no te vayas a casa a llorar y tomar leche tibia para poder dormir... -Le sonrei con cierta picardia y tome mi taco, burlandome tambien de su consumo. ¿Quién va a un bar a pedir un vaso de leche? Era como ir a un McDonalds y pedir una hamburguesa, o al cine a leer.

La partida empezó cuando con la bola blanca golpee el triangulo inicial, desperdigando el resto de las bolas por la superficie de la mesa. Daredevil comenzó, pero dio un golpe no tan bueno sobre la bola 4.

Mi primera bola fue la 6, luego la 12. El superheroe, por mas que intentaba, no lograba anotar, como si no tuviera mucha suerte esta noche con los tacos. ¿Qué estaba pasando? La gente en el bar se nos quedaba viendo con cierta sorpresa, cuando llegaron mis alitas y mi cerveza. Le di un trago, esperando que estuviera todo en orden, y luego me lleve una alita a la boca para saborearla.

- Estan buenas eh. -Le dije, mordiendo el hueso de una para sacarle la carne. Estaban bastante picantes, y dejaban un gusto ligeramente de adobo despues de morderlas, pero realmente me gustaban. Tome una servilleta y me limpie los labios y la yema de los dedos para volver a tomar el taco, siguiendo con el juego.

Conforme avanzaba, yo iba metiendo las bolas, marcando mas puntos para mi, mientras el solo pudo con la bola 13. Quizas esperaba un poco mas de el, pero no podia negar que estaba siendo divertido humillar a un enmascarado en su propia ciudad en un juego que seguramente juega con mas frecuencia. Le sonrei con ironia y me tome un trago de mi cerveza.

-¿Qué pasa? ¿Nunca te habia ganado una superheroina como yo?

La partida continuo unos minutos mas, con una clara ventaja hacia mi. Al final, solo quedo la bola 8 para terminar. Daredevil le dio un golpe con la bola blanca y la empujo... Parecia que iba a llegar directo a uno de los agujeros, pero la fricción le hizo detenerse muy cerca del borde. Sonrei con malicia, levante mi pierna izquierda para subirme a la mesa y golpear con la punta del taco en un toque certero la bola blanca que solo tuvo que empujar la negra y hacerme ganar.

Cuando la bola termino en el agujero, tome mi cerveza, le di el ultimo trago y me comi la ultima alita. Todo sabia mejor con el dulce aderezo de la victoria.

-Jugaste bien. -Sonrei- Pero no te preocupes, yo pago de todas formas.

Trato fue lo que le escuche decir seguido de un firme apretón de manos, a pesar que su agarre fue suave, y me atrevo a decir que casi tan suave como su piel, sonreí confiado, agite un poco la mano antes de separarme y dejarle tirar primero -oh por favor, ¿perder?, eso no existe en mi vocabulario, querida- me moví con cuidado examinándola, pues no parecía ser una heroína "común" aunque no podía compararle con muchas, pues generalmente me dirigía con hombres, salvo Jessica Jones y su pequeña hija, Natalia ó ... bueno, como dije, no convivía con muchas heroínas.

-¿Mas leche?- alzo mi ceja bromista -Oh no, con este me basta, no me vaya a lastimar mi pancita- rio recargándome en el taco que mantenía frente a mi como acostumbraba hacerlo con el bastón, claro, cuando estaba vestido de abogado y no como diablo; el juego pasó relativamente rápido a mi parecer mi concentración no estaba del todo en el, si no en la mujer que se movía con agilidad y elegancia para tirar, voltee levemente mi cabeza en mas de una ocasión al percibir que mas de uno movía la cabeza para, bueno, para ver mas de lo debido, a lo cuál la parte mas gruesa de mi taco se clavaba en sus frentes. Y aunque me "esforzaba" en concentrarme en el juego, no podía evitar dividir mi atención en aquel lugar, pues no era el hecho que ella se sintiese tan "a gusto" en aquel lugar y que saborease las alitas (que aunque ella tal vez no percibía les faltaba mas tiempo en la satén),  demás de que estábamos rodeador por mas y mas hombres, unos cuantos que de como los demás se fijaban como lobos hambrientos ante los movimientos de Diana, el resto mantenían sus manos en los bolsillos, algo se avecinaba, no era bien recibido nunca en aquel lugar, eso lo tenia mas que claro, pero el hecho que de un momento a otro seríamos atacados era.... divertido.

Pronto el juego termino, juegue pésima mente y ella se regocijaba ante su victoria, yo solo sonreía, golpee un par de veces el suelo cabizbajo y lamí mis labios, a pesar de que eso solo era un tonto juego, mi ego se sentía herido al saber que una "chica nueva" me había ganado en mi propio juego -Bien jugado chica, has vencido al diablo- enchiné los ojos con diversión incluso casi me pasó desapercibido aquella extraña manera de tirar subiendo su pierna a la mesa, los gritos de burla y abucheos hacia a mi no se hicieron esperar.

-¡JAJAJAJÁ, una chica te ha ganado rojo, que patético!- soltó uno -¡Que se ha dejado ganar, jamás juega así de pésimo!- respondió una voz mas joven -Yo creo que ha de querer con la tipa esa, pero no lo culpo, ¡miren ese cuerpo!- bramó el gordo que siempre se sentaba al lado de los baños, Antonio solo negaba con la cabeza divertido pero uno latido me alertó ella se ofrecía a pagar la cuenta, pero yo negué con la cabeza -fue una apuesta chica, y se debe cumplir- saqué unos billetes de una "bolsa" que mantenía al frente donde guardaba los bastones, los eché a la mesa justo antes de tomar una mano que empuñaba una navaja, si no hubiese sido rápido, el filo de aquel arma se habría clavado en la carne de mi espalda.

-Hee, no tan rápido,al menos deja pagar- bromee clavando mi codo justo al lado de la espina dorsal, si tan solo le hubiera dado en el centro de esta... giré tomando un puño y regresandolo directo a la quijada del atacante, y asi, Damas y caballeros, se iniciaba una buena pelea en el Jossie´s.

El juego avanzo con una clara ventaja para mi. Tenia mas precision en mis tiros, y en una parte, el se equivoco y hasta metio la bola blanca en el hoyo causandome una ventaja. ¿En serio alardeaba de ser tan bueno y hasta arriegarse a apostar con esa habilidad? No sabia si lo estaba derrotando porque era un mentiroso o porque solamente se estaba dejando ganar para intentar impresionarme y mirarme como descarado (como hacen muchos hombres). Solo pensaba en que si el seguia asi, lo dejaria mas pobre que... bueno, mas pobre que un pobre. Cuando anote al final la bola 8 habia ganado con una ventaja casi aplastante, por lo que sonrei victoriosa mientras sostenia el taco y lo recargaba poco a poco en la mesa.

-No te preocupes, yo invito... Total, tan mal perdedor no deberia pagar tanto. -Sonrei burlona. ¿Quien era el que no conocia la palabra perder? ¡Toma! Los hombres seguramente no se esperaban que una mujer pudiese ganarles en los mismos juegos que ellos tenian, y mucho menos, en los lugares donde ellos los practicaban.

Probablemente ninguno de los presentes en el bar habian visto a una superheroina como yo jugando billar con tanta habilidad, pero era obvio, estaban en un bar de mala muerte en la noche tomando cerveza... ¿Qué se podia esperar de ellos? Volte a verlos enojada como si fuera una maestra regañando a sus alumnos pequeños por no saber competir. Unos se quedaron un tanto espantados, pero los demas continuaron burlandose del justiciero.

-Que desagradables... -El saco sus billetes para pagar y cuando voltee, alguien se acercaba a clavar su cuchillo. ¡Maldita sea! Gruñi y desenvaine mi espada que aparecio magicamente en mis manos en un aura aguamarina. -¡ESCUCHENME BIEN! ¡AL PRIMERO QUE SE PARE TENDRA QUE APRENDER A JUGAR BILLAR SIN LAS MANOS!

La gente normalmente se espantaba porque les amenazara con cortarles los brazos. Claro que no haria eso, pero si se ponian intensos, los arrojaria por los aires y vaya que les doleria. Tenia los sentidos alerta para una buena pelea si no hacian casos a mi indicaciones.

La adrenalina que recorría mi cuerpo de manera veloz era excitante, mis musculos se encontraban tensos y listos para una pelea callejera, sin reglas ni estilos, de esas que simplemente te ayudaban a desahogarte o al menos intentarlo, pero algo había hecho que todos se quedaran paralizados del miedo, el sudor cubria sus vestimentas, algunos ya alcoholizados se orinaban, eso si, todos temblaban y sus corazones latían como si hubiesen corrido todo un maratón de los profesionales, todo eso se juntaba con el olor a un metal, no muy común asi como el zumbido de este como si cortase el aire con un solo movimiento de su habilidosa dueña. Voltee con una ceja alzada y una expresión de sorpresa pues no me esperaba que ella saliese con algo asi, bueno, realmente no me imagine que de la nada le apareciera una jodida espada estilo Valkiria, aunque no negaría que era sumamente atrayente su voz, tan llena de autoridad y confianza que me hizo cambiar mi semblante a uno risueño.

-Hey chica, vamos, no pierdas tu tiempo- alcé ambas manos acercándome a ella y con sumo cuidado puse mi mano izquierda sobre las de ella para que bajase el arma -Tranquila- susurré con una expresión mas seria para con ella -Solos son hombres que la vida les trató mal, no pueden evitar exaltarse al notar que lanzan golpes por todos lados, no es necesaria esa arma tuya...- mientras yo trataba de convencerla de calmarse, Antonio caminaba muy azorado a nosotros, podia notar la tensión en su rostro y brazos como si muy de repente fuera a dejar su lado "amable" y estuviera a punto de lanzarme un fuerte golpe en el rostro -¡Ustedes, los heroes no saben lo que es tratar de ganarse en este maldito bario, dejen de espantar a mi maldita clientela!- gruñó el hombre muy muy azorado por la ira -¡No los quiero ver por aquí, y menos a ti rojo, largo de mi establecimiento!- nos corrió, admitiré que, jamás lo vi a si, pero no el culpaba, tenia miedo, y por ello reaccionaba asi.

-Ven Diana... vamos- con un movimiento de cabeza y de mano le indiqué que saliésemos, no espere a ella saliera, yo lo hice, no tenia sentido quedarnos ahí mas tiempo, por lo que caminé hasta la entrada y le esperé, me sentía realmente mal, por Antonio, pues el lugar no era de el y debía cuidarlo como propio si no quería que tu amiguito terminara en el basurero...

La gente en el lugar se quedo quieta, asustada por que una espada les apuntase. Vaya bola de cobardes, yo con una navaja en las manos podria haber salido a enfrentarme a un ejercito... Pero no tenia nada que juzgarlos, el punto era que se espanatran y no decidiesen hacer tonterias, porque con mi fuerza y la habilidad de Matt, acabarian en urgencias mas de uno. Mi mirada se iba clavando por momentos en los ojos de los presentes en el bar, podia sentir el miedo y el panico a que los asesinaran aqui mismo y eso me hacia sentir que tenia el control... Que aprendan que yo no me ando con juegos cuando de mantener la paz se trata.

Daredevil me bajo suavemente el arma, pero en realidad seria muy facil para mi levantar el brazo e ignorar sus intentos de calmarme. Lo mas gracioso era que no estaba enojada, solamente los queria espantar de una forma demasiado directa, como si les apuntaran con... ¿Un tanque de guerra? No se cual seria el equivalente mas adecuado para una amenaza de mi tamaño.

-Oh vamos, Antonio, no seas asi... Estaba por pedir otra ronda de cerveza... -Suspire y tome una alita. La deguste lentamente, deje los huesos en el plato donde las habian traido y le pague la cuenta al dueño para despues salir con Daredevil del lugar, encontrándome con el diablo afuera. Suspire, estire mis brazos un poco. - Que aburridos lugares conoces, Daredevil. ¿Por que no vamos a un lugar mas interesante donde podamos tomar algo sin que nos intenten atacar o al menos que si nos ataca sea divertido?

Habia de admitir que la noche podia ponerse interesante, pero por alguna razon sentia que el enmascarado me estaba tratando como una niña y eso no me gustaba. ¿Qué acaso se sentia que no era responsable con lo que hacia? Yo podia hacer cuanto me propusiera sin tener ningun problema con nadie, y eso chocaba con aquellos que creian que la mujer debia de guardar cierto respeto hacia algun tipo de parametro.

-¿No tienes otra ropa? Seguro que es mas facil salir si los dos nos cambiamos, asi no tendriamos tanto problema con las personas y se puede disfrutar tranquilamente de la noche...- Me acerque un poco mas y le guiñe el ojo- Vamos, ve a cambiarte y te llevo a un lugar en Brooklyn donde se toman muy buenos tragos.

-¿en serio?- hablé con una ceja alzada levemente molesto -Les has amenazado con una espada, yo no se tú, pero en la ciudad no es normal aquello... tal vez una pistola o una navaja pero una espada estilo ThunderCats pues...- crucé mis brazos dando a entender que no había razones para tener aquella charla, ella tenía sus... extremistas razones para aquello tal vez estaba acostumbrada a ese estilo de vida, realmente no lo sabía.

Habló de un cambió, de.... personalidad, eso era un terreno peligroso, pues ya nos habíamos topado en el centro de convenciones y ahí mismo había negado ser Daredevil, ¿que diría si me viera llegar como abogado?, con su cabello anaranjado y sus ojos azules opacados por la ceguera? -Hem... como civiles?- pregunte algo desconfiado, incluso parecía tener miedo, ¿yo?, ¡¿Miedo?!, con un demonio, no temo a que ella descubra mi identidad... ¿o si?, después de todo, no había salido bien para mi cuando los héroes descubren mi identidad, podrían vender la información o involucrarme en sus tontas guerras sin saberlo Vale... pero, ¿a donde quieres ir?- pregunté evitando mostrar nerviosismo, pero no podía evitarlo, su pequeña e inocente mentiríta podría ser descubierta.

Una vez, que ella aclaró el punto de encuentro asentí cruzandome en brazos -Vale, estaré ahí- respondí confiado, aunque por dentro sentía mis músculos tensarse, me tentaba salir con ella como civil y no como vigilante pues tendríamos mas oportunidad de charlas sin distracción alguna.

Me encogi de hombros, algo molesta por la acusacion de Daredevil. Oh vamos, ¿Qué tan excentrico seria una espada como la mia en una ciudad donde habita un multimillonario que se va de fiesta con una armadura de guerra sacada de un libro de Ciencia Ficcion? ¿O de un gigante verde que sale a aplastar a los enemigos que causan grandes destrozos? Yo era normal en forma y fondo, salvo por mis poderes divinos y mi equipamento, pero no por ello, menos valiosa y menos correcta en mi forma de pensar. -No seas bobo. Era solo una amenaza para que no nos cayesen en monton a tratar de darnos una paliza.

Pero lo extraño no era eso, sino la reaccion que tuvo al comentarle que saliesemos como civiles a algun lado. Tenia sentido que no quisiera, es decir, para eso ocultaba su rostro con una mascara roja con cuernitos bastante simpaticos. Su mascara me recordaba a la de Bruce y sus orejitas de murcielago en todos los trajes que usaba para sus misiones en el combate contra el crimen. ¿Por qué tenian que creerse los papeles que sus trajes les daban? El mio solo tenia un aguila y no por ello me creia una para vigilar desde el cielo lo que hacen las ratas y las serpientes para comermelas. Sencillamente era una indumentaria que en algun momento representaba el valor honorable de mi cargo como superheroina.

Mire hacia el cielo un momento, pensativa. ¿A donde seria un buen lugar dirigirnos? La gran urbe de Nueva York tenia sus lados bellos y agradables, junto con los suburbios y periferias fruto de la explotación y marginación del sistema que al mundo le parecia funcionar. La ciudad, con sus millones de habitantes y sus vehiculos, tenia la peligrosidad de olvidar la cercania de todos los hombres y mujeres y negar los lazos mas humanos que son la fraternidad y la amistad hacia los vecinos. Por ello, me parecia mas dificil elegir un lugar donde ir en una gran urbe que en un pueblo o en mi propia ciudad, Themyscira.

-Podemos ir a Brooklyn. Cerca del Hospital, hay una especie de discoteca... ¿O sabes? Si no te gustaria ir de civil, puedes comprar unas latas de cerveza y sentarnos en un tejado. -Si le parecia tan complicado, realmente no queria presionarlo a hacer algo que no quisiera, y seguramente cuando fuese al lugar, el se desapareceria y quedaria plantada para esa invitación. Siempre sera mejor entonces ir por lo sencillo.

-¿Una paliza?- sonrio con suma diversión, es como si mi ego hubiese sido herido, ¿acaso me veían como todo un debilucho?, bueno, se que estoy delgado pero me veía fuerte, ¿no?, al menos eso es lo que solían decirme las edecanes de los lugares donde pasaba -Me las puedo arreglar solo, claro, no tendré tu super fuerza o super velocidad, y no es por ser presuntuoso, pero soy todo un guerrero por estos lares- respondí inchando mi pecho y tomando del traje con ambas manos como si este tuviese solapas -Pero gracias por preocuparte por mi- ladeo la cabeza levemente y mis manos caen para quedar rectamente.

Comenzaba a creer que ella notaba mi nerviosismo, tal vez era demasiado obvio pero creo que se me podía justificar tal sentimiento, si la prensa se olía un poco que bajaba la guardia, o que algún civil me reconociera... era peligroso y mas con todos los hombres que estaban en silencio tras aquella vitrina y puerta del local -Estoy en servicio pero... que mas da, hace años que no voy a una discoteca- sonreí para relajarme, lamí un poco los labios y mantuve ambas manos en mi cintura  -¿Nos vemos allá, o quieres que pase por tí?- bromee un poco -Digo, para contratar la limusina y comprar un racimo de flores- Algo en mi mente me decía que era una pésima idea aquello, después de todo hace mucho que no salia a uno de esos lugares y no me era muy cómodo, pero me serviría de distracción por todas las molestias del día, aunque parecía algo egoista de mi parte no aceptar aquello, tal vez para ella le era incomodo estar con un tipo vestido en su totalidad de rojo, y no encontraba una manera mas amable de decirme "Hey, cambiate esas pintas".

Aunque, por otro lado, comprar el six me sería mucho mas barato, además que podriamos irnos a alguna zona alta, para charlar un poco como héroes y no como civiles -Aunque la idea del six no es del todo despreciable- admití colocando mi mano izquierda bajo el mentón como si estuviese pensativo sobre que elección elegir, la ruidosa pero probablemente relajada discoteca para Matt o unas cuentas cervezas en un lugar algo como Daredevil, sea como sea, la segunda opción le evitaría un "¿Porque demonios me habías dicho que no eras Daredevil?".