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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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[Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019]
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Ahri'ahn DC Universe
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Tema: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 9th Diciembre 2015, 14:44
La Sala del Trono del palacio de Aquaman era impresionante, con una vidriera enorme en forma de cúpula que permitía admirar la inmensidad del océano y grandes estatuas con cántaros que derramaban el agua en cascadas que después se distribuían en pequeñas fuentes situadas en diversos lugares de la sala. Dada la relación que tenía el soberano con sus compañeros terrestres de la Liga de la Justicia, la atmósfera en aquella sala había sido mágicamente alterada para que tanto atlantes como terráqueos pudieran respirarla, lo cual le había venido de maravilla para poder dispersar las nieblas de su hechizo de sueño a través del aire y que afectara a los guardias que ahora yacían dormidos a los pies de las estatuas. Como Sumo Mago de la corte, Arión tenía permiso para deambular por cualquier lugar del palacio, pero no deseaba tener que inventar explicaciones que pudieran justificar lo que se disponía a hacer.
Con paso decidido, se encaminó hacia el trono de piedra que se erigía en el centro de la sala. La pieza que le faltaba para completar la llave se encontraba en la base, lo sabía porque las piezas se llamaban entre sí, y el amuleto parcialmente completado que tenía en su poder le atraía claramente hacia ese lugar. Al llegar frente al trono se arrodilló y, apoyando la mano sobre el frontal de la base, se concentró en modificar la composición molecular de la materia hasta convertirla en una sustancia fácilmente maleable. La superficie cedió fácilmente, permitiendo que su mano la atravesara, y sus dedos se cerraron en torno a una pieza triangular de piedra, extrayéndola fuera de su escondite. La contempló con arrobo, admirando el modo en el que parecía latir suavemente en su mano, y extrajo las restantes piezas de su cinturón. Parecían brillar más intensamente a medida que las aproximaba, casi como si se esforzaran por entrar en contacto. Se produjo entonces un deslumbrante estallido de luz y un reconfortante calor le invadió por entero. Ya no había trozos separados, sino una sólida pieza circular que integraba a la perfección los cuatro fragmentos que tanto le había costado reunir. Las piezas se habían fundido de tal forma que las grietas eran imposibles de distinguir, como si desde el principio se hubiese tratado de un único objeto.
- ¡Arión! -exclamó una voz conocida a sus espaldas-. ¿Qué estás haciendo? ¿Qué le ha pasado a mis guardias? ¿De dónde has sacado esa cosa?
Se volvió lentamente para mirar a su rey. Estaba tan absorbido en su tarea que no le había oído entrar, y ahora contemplaba con expresión de asombro el agujero abierto en su trono y el resplandeciente disco circular cubierto de runas que sostenía entre sus manos.
¿De verdad vas a confiar en él? -inquirió, insidiosa, la voz del demonio-. ¿Acaso no te ha dado ya suficientes pruebas de su incompetencia? Ah, Atlantis estaría de seguro mucho mejor si tuviera otro rey. Piénsalo, Ahri'ahn... La guerra contra Namor, su completa indiferencia a la hora de sacrificar a otros atlantes... hermanos, amigos... La manera en la que lo arruinó todo cuando tratasteis de infiltraros en territorio enemigo, su absoluta torpeza y necedad. No es de fiar y lo sabes...
- ¡Respóndeme, mago! -exigió saber el rey mientras avanzaba hacia él-. ¿Qué le ha ocurrido a mis guardias? ¿Has utilizado tu brujería contra ellos? ¿Qué es esa cosa y por qué estaba oculta en mi trono?
Si respondes intentará evitar que consigas la Gema -insistió el demonio-. Querrá quedársela para él. Es tu rey, se cree con derecho a exigírtelo. Eres infinitamente más poderoso que él, y sin embargo hasta ahora te has doblegado, acatando todas sus órdenes, respetando su autoridad... Pero la Gema otorga a su poseedor todo el poder que puedas imaginar, un poder que sólo tú podrías usar responsablemente. ¿No te gusta la forma en la que funciona el mundo? Una vez tengas la gema, podrás rehacerlo como desees, a tu gusto... Todo lo que siempre has deseado podrá ser tuyo... Deja de someterte a los demás, Ahri'ahn, deja de sufrir a manos de un mundo que no te ha dado más que ingratitud a cambio de tus desvelos. Rydia te arrebató la mayor parte de tu poder, dejándote débil, obligándote a depender de otros, a ti, que una vez tuviste el poder de los dioses, pero con la Gema estarás completo de nuevo y podrás hacer lo que desees... Lo que desees...
Arión se había informado acerca de la Gema y sabía que las palabras de aquél que se hacía pasar por su mentor eran ciertas, pero aún así le asaltó la duda...
Nadie debería tener tal clase de poder, por eso te tomaste tantas molestias para poner la Gema a buen recaudo -arguyó-. No puede ser destruida por ningún medio físico o místico, así que te preocupaste por volverla inaccesible para todo el mundo.
Pero no para ti, para nosotros... -insistió el demonio-. Está escondida en la Ciudadela... Nuestra Ciudadela... Hasta ahora no me había hecho falta recurrir a ella, pero sabía que éste momento llegaría... ¿Recuerdas la profecía? Aquella de la que traté de protegerte, pero no pude... El daño que te han hecho... El modo en el que has sido utilizado... Y ahora estás indefenso sin tu poder, necesitas la Gema y lo sabes, pero Arthur tratará de quitártela. ¡No se lo permitas, Ahri'ahn! ¡Él sí que no sería capaz de lidiar con ella! No es más que un simple mortal estúpido y arrogante como todos... Los humanos no son de fiar, bien lo sabes...
Arthur, ajeno a toda ésta conversación mental, parecía cada vez más molesto con su hechicero.
- ¿Me puedes decir qué diablos está pasando, Arión? Si no me das una respuesta que me satisfaga no tendré más remedio que recurrir a la fuerza -aseveró empuñando su tridente mágico.
Después de todo, ¿cómo podía estar seguro siquiera de que se trataba realmente de su fiel consejero? Su hermano, Ocean Master, era mago también, y había visto las proezas de las que era capaz, y no se podía negar que la actitud del hechicero estaba siendo altamente sospechosa.
¡Va a atacarte! ¡Ahora!
Rápido como el rayo, Arión extendió la mano y un rayo de hielo se precipitó hacia los pies del soberano, empezando a congelarlo desde la base.
- ¿Sabes, Arthur? Estoy harto de tus patéticos gimoteos y lamentaciones -musitó el mago, cuyos ojos se habían tornado del color rojo de la sangre en respuesta a su poder-. Que si tu hijo... que si tu mujer... que si la guerra... -avanzó lentamente hacia él mientras el hielo proseguía su avance implacable, entumeciendo los miembros del monarca sin darle opción a defenderse-. ¿Quieres saber lo que es el dolor? Cuando no era más que un niño tuve que sacrificarme para evitar la destrucción del mundo. Mi cuerpo fue desintegrado, Arthur. Explotó, literalmente, en mil pedazos, y mi alma tuvo que pasar cien mil años encerrada en el corazón de una estrella hasta que mi padre pudo traerme de vuelta. El mismo padre que murió en mis brazos a manos de mi hermano Garn, el semidemonio. El mismo que violó a mi mujer utilizando un hechizo de control mental. El mismo al que destruí con mis propias manos desterrándolo al Mundo Oscuro. Tuve que presenciar cómo mi mujer envejecía día tras día sin poder hacer nada por evitarlo, y lo mismo con mi hijo y los hijos de mi hijo... Todos murieron mientras yo permanecía eternamente joven. Presencié el hundimiento de Atlantis, la caída de Camelot, la destrucción del imperio romano y de todas y cada una de las civilizaciones posteriores. Una... y otra... y otra... vez, Arthur... -llegados a éste punto, el hielo había alcanzado ya el cuello del monarca, que lo único que podía hacer era contemplar aterrado los ojos de Arión, que ya estaba muy cerca de él-. ¿Te lamentas por las vidas que perdiste durante la guerra con Namor? ¡Prueba a repetir la misma experiencia decenas, centenares de veces en el transcurso de 45.000 años y quizá puedas aproximarte a lo que yo siento! -exclamó.
De un gesto brusco arrebató el tridente de los dedos congelados del soberano, provocando que el brazo entero se partiera en mil pedazos, y, cuando el cuerpo completo de Aquaman había sido convertido en hielo, lo golpeó con fuerza, haciéndolo estallar y que los fragmentos se esparcieran por toda la sala del trono.
- No sirve de nada... -musitó para sí-. Haga lo que haga, la humanidad continuará devorándose a sí misma una y otra vez, porque ésa es su naturaleza... El Salvador... -contempló con tristeza su reflejo en los fragmentos de cristal roto y arrojó el tridente al suelo-. Yo no soy Salvador de nada... Hubo un tiempo en que sí, pero ya no... Ya no...
Contempló de nuevo el amuleto que resplandecía en sus manos.
- Pero eso... puede cambiar...
-------------------------------------------
La Ciudadela, el legado de su padre y su Sancta Sanctórum. Arión recorrió sus interminables escaleras y pasadizos de piedra hasta llegar a la sala donde se guardaba la Gema, el último tesoro que le quedaba.
Aclaración:
Tengo permiso de la administración para matar a Arthur Curry
Última edición por Ahri'ahn el 9th Febrero 2016, 16:57, editado 5 veces
OmegaDust Omega Universe
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 24th Diciembre 2015, 19:51
De un universo cinabrio torrefacto, producido su espejismo enturbiado a causa de las múltiples vivencias evocadas de la criatura única que moraba inconsciente inmersa en la eternidad de mineral carmín envolvente donde su experiencia subconsciente revivida amenazaba con alcanzarla arrastrándola hacia un estado de conciencia esencial cuasi absoluto, su conocimiento de la existencia sobre sí misma comenzaba a producir sutiles cambios en el entorno que conformaba a su vez en conjunto un ser completo...
Como una gota albugínea de denso mercurio tóxico empañaba la pureza de la Narina, impresa en su naturaleza material el más intenso color rojo que el desarrollo de la vida había sido capaz de apreciar jamás...
La triste certeza de su esencia tañía lamentos...
De la dureza de la realidad, sus consecuencias...
Asfixiada en la carencia de un estado en el que resultara permisible escapar, lugar vetado donde experimentar el ausente delirio reconfortante que era la antítesis del intenso impulso inacabable del dolor que con más nitidez se tornaban sus sentidos capaces de percibir, trataba en vano de resguardarse al frío amparo de la nada rojiza apenas apta para paliar el miedo que la convertía en marioneta sin voluntad manejada al antojo de la eventualidad de su subsistencia, objetivo opaco a su escaso entendimiento que no estaba cualificada para comprender, y aún menos alcanzar...
Perdida fútil esperanza de hallar un método voluntarioso mediante el cual enfrentar la siguiente raíz de luz blanca sobre el cristal rojo que anunciara su próximo desalojo al mundo, procuró reducir su mortificada presencia hasta el mínimo que le era posible alcanzar. Su atribulada mente privó de descanso a su ser consciente, y confrontando con valentía de caballero a la bestia mordiente albergada en el interior de su ser acometió con aquiescencia sus pesquisas inhibidas, para encontrar las respuestas evadidas...
" No hay modo alguno en que puedas permanecer aquí para siempre..."
Azuzada como una criatura acorralada contra la voz emergida de su cráneo, trató de alejarse derivando la marea cristalina hacia otro lugar, pero el insistente murmullo se hizo aún mas poderoso reverberando en cada punto limítrofe con los extremos de la criatura albar que sostenía el Polynach hibernante contra su pecho...
" El miedo no lo convertirá en irreal... No servirá para afrontarlo..."
Con las escasas fuerzas de sus dedos descarnados, la Dama Nívea se asió a la marea de cristal reticente a percibir las pulsaciones que reptaron en el fondo de sus oídos, anunciando la certeza de un final aciago reconocido a causa de su inmutable reiteración, próximo, inevitable...
" Aprende... continúa... acepta...o el dolor... te devorará..."
Con un grito de mil voces su cuerpo enjuto salió despedido de una de las paredes de la sala, muro de cristal tallado desprendido en secciones que rodaron sobre el suelo dejando atrás polvo enjoyado de mil estrellas diminutas... Sus orbes de rubí salpicados de esquirlas violáceas espejo de la incomprensión contemplaron su apariencia externa, e impelidos por un pavor ancestral compartido por la totalidad de las criaturas, corrió de nuevo a su origen procurando refugiarse en el tranquilizador tacto de las paredes sesgadas, mas no hubo por su parte maternal respuesta...
Arrojando su cuerpo contra el suelo, intentó cubrir la perfección de su piel albar con los corpúsculos restantes que resbalaron por su nívea superficie hasta desvanecerse...
La clara exposición de su debilidad acosó su iracunda realidad...
El silencio de la sala deshabitada conminó las dudas para alcanzar la consistencia del enigma irresolible, desconocedora de que el tiempo era importante matiz exacerbado por los seres que disponían de él con limitación, anduvo inexorable sobre la extensión de la sala mientras resbalaba entre el tímido caminar sembrado de blancos pies que había iniciado la Mujer Sin Sombra, meciendo en el camino la delicada cascada de flores blancas regadas sobre hebras sangrantes... Enfrentando su expresión a la esquina rogó por la injerencia de su cristalina aparición, arrancándola del lugar en el que avecinaba acuciante advenimiento de un terror sucumbido al poso de un añejo penar perenne...
Sentado sobre los cuartos traseros, el Olfateador permanecía enhiesto en contemplación de la turbada actitud que denotaba la Dama Nívea...
La figura se adentró en el interior de la sala obviando en su airada obcecación su presencia, la introspectiva meditación a favor del ruego en abrupto interrumpir amenazó con privarla de conciencia a causa de la cantidad de dolor que percibió en reflejo del ser... Giró sobre sus menudos pies encarando pues al Sabio Damnificado...
- Ahri´ahn... - interpretado por una voz de pureza infante, su nombre de pronunciación perfecta adquirió el peso del tiempo que amenazaba con consumirlo a su paso...
Su obcecación se tradujo en cercanía, el manto de su pelo como única prenda pues las condicionales vendas que cubrían las secciones de su cuerpo habían desaparecido, sólo su extrema delgadez argenta afrontó la decisión enmarcada en el interior de sus ojos ancestrales...
- ¿Que... has hecho?...- reverberando con el eco de un tono extinto que habría oído pronunciar por quien yacía inerte en el salón del trono...- ...De donde procede... tal tormento...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 19th Enero 2016, 01:53
Arión se detuvo ante las puertas mágicamente selladas de la gran sala. Un encantamiento, mezcla de carne y espíritu, alcanzó el cierre hermético y lo abrió para ofrecer el presente de su yo futuro a la encarnación superviviente.
La sala era grande y antigua, y en su centro brillaba con resplandeciente claridad el símbolo del amuleto, un círculo dividido en cuatro partes. Lo único que le quedaba por hacer, era colocar la Llave sobre el círculo y obtendría su venganza.
Cegado en su determinación, no reparó de inmediato en la otra presencia que atesoraba la sala, al menos no hasta que un nombre largo tiempo olvidado resonó en el prístino silencio de la habitación:
- Ahri'ahn...
Se quedó petrificado en el sitio. Ahri'ahn... su verdadero nombre, demasiado complicado de pronunciar para los humanos, que lo habían transformado en otro mucho más sencillo y simple para sus primitivos fonemas.
Ahri'ahn, el nombre que le habían puesto sus padres, que había escuchado por última vez en la boca de su hermano antes de destruirlo, miles de años atrás. Un nombre que nadie debería conocer...
Se volvió, despacio, para afrontar la pálida presencia que se alzaba ante sí, en su cámara mágicamente sellada en el corazón mismo de su Ciudadela y Sancta Sanctórum en donde nadie debería haber sido capaz de penetrar, y los orbes esmeralda de sus ojos se perdieron en el cosmos carmesí de sabiduría infinita que conformaba la mirada de ella.
- ¿Que... has hecho?... -pronunció, y un agudo dolor punzante se estableció en su pecho ante aquella simple frase que a su vez resultaba tan reveladora-... ¿De dónde procede... tal tormento...?
145.000 años atrás, el cuerpo de un joven Arión se había hecho pedazos al interferir en la culminación de un conjuro llevado a cabo por su madre biológica con el objetivo de destruir el mundo. Con sus últimas fuerzas, su padre, Caculha, había condensado su energía vital en una esfera y la había arrojado a los cielos, enterrándola en el corazón de una estrella hasta que fuera capaz de reunir el poder suficiente como para hacerlo volver y moldearle un nuevo cuerpo hecho de magia pura...
Hubieron de pasar cien mil años hasta que tal proeza pudo tener lugar, momento en el que Caculha pudo arrancar su esencia vital de su amarradura en los cielos y entregarle un nuevo cuerpo en la tierra. Podría decirse, pues, que, al igual que OmegaDust, Arión había sido engendrado por el cosmos y que su sino, por tanto, estaba inexorablemente entrelazado con aquél y con la criatura que se había autoproclamado madre suya, la ardiente entidad astral que lo había acunado en su seno durante milenios y que con tanto ahínco había tratado de recuperarlo después de que Caculha se lo arrebatara.
- ¿M... madre? -musitó, llevado por la turbación del momento, confundido por lo que era capaz de percibir de la naturaleza de la mujer que se alzaba ante él y por el involuntario cáriz maternal que habían adquirido sus palabras-. ¿Has venido a llevarme de vuelta? Ya te advertí, mujer, que la Tierra era ahora mi hogar y mi lealtad estaba con la Atlántida... Hagas lo que hagas, no regresaré contigo.
Pero... ¿qué estaba diciendo? Los cabellos de la mujer eran rojos, pero no ardían como los del furioso sol que había sido su madre, y, si realmente era ella, el cosmos que se dejaba entrever a lo largo de todo su cuerpo había quedado reducido a una simple aureola dorada en torno a su cabeza en la que danzaban unas pocas estrellas. No... su origen era cósmico, sin duda... una entidad... pero no era su madre.
¿Qué era entonces? ¿Una deidad? Tenía flores en el pelo, pero no se parecía a Deedra, la diosa de la Naturaleza del panteón Atlante que él había conocido. Sin embargo, tras la Colisión Arión había tenido la oportunidad de conocer a diferentes encarnaciones de los conceptos elementales que habían existido en la antigua Atlántida. Por ejemplo, Chaon, el dios del Caos, parecía haber sido reemplazado por Cloe, una entidad distinta aunque similar en esencia. ¿No podría aquella mujer ser una encarnación distinta de la diosa de la Naturaleza?
Poco importaba lo que fuera: mujer, entidad, substancia estelar o diosa, pues, en cualquiera de los casos, tenía un problema. Arión había sido capaz de enfrentarse al sol que le había visto nacer por segunda vez en el pasado, y también había podido derrotar a varios de los dioses del panteón Atlante, pero aquello había sido cuando se encontraba en el cúlmen de su poder, y no sin utilizar la práctica totalidad de sus energías hasta quedar exhausto...
Desde que había sacrificado su magia al moribundo sol de la Tierra 45.000 años atrás no había sido más que una sombra de lo que antaño fue, pero desde que Dalae le había robado sus objetos mágicos, fuente de su poder, hacía unos pocos días, prácticamente no era más que un ilusionista con algunos trucos baratos. Si la mujer era lo que creía que era, y todos sus sentidos le decían que así era, no podría hacer nada para derrotarla, ni tan siquiera en aquél lugar que era su Sancta Sanctórum y núcleo de su poder. Sin embargo, no percibía peligro inmediato ni amenaza alguna en ella... ¿Qué estaba buscando y por qué se encontraba en la cámara de la piedra? Si pretendía robarla, no podría hacer nada para impedírselo...
- ¿Quién eres? -inquirió, reemplazando su tono de incredulidad inicial por uno de mayor exigencia-. ¿Qué eres y qué has venido a buscar? Estás muy lejos de tu hogar, descendiente de las estrellas...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 21st Enero 2016, 01:06
La vibración incorrecta reverberó en el interior de la habitación anciana convirtiendo en penitencia la ausencia de relación que la Dama Nívea era capaz de reconocer como propia en la percepción de su aprendizaje interno desvaneciéndose en la concepción que la experiencia había empezado a construir de su propio ser, evidenciando un nuevo ideal que se deleitaba en notas deliciosas del que su objetivo vital había sido privado de participar...
Con la profunda lamentación del constante deseo fatuo escapando entre la voluntad de que la palabra que había usado en inicio para referirse a ella pudiese llegar a participar del tañido de su esencia, sin resultado, pues la certeza que le martilleaba el pecho había desmentido la mas nimia posibilidad de satisfacer su inútil anhelo, elevó su rostro forzando el encuentro cargado de un penar impensable en alguien que en carencia del sentimiento debería considerarse un mero observador...
- Desearía... de verdad...- el aleteo de una mariposa cerró sus párpados durante un breve periodo...- responder... a ese...nombre...- la curvatura plañidera de sus labios transmitiría al ser que la contemplaba la profunda turbación que producía en su sentir no poder corresponder para él a la bella asignación por la que pretendía reconocerla...
Las semillas de sus pasos blancos aproximaron su ascética presencia frente al hechicero. De los vestigiales resquicios de sus emociones proyectadas difundía sobre todas las demás una con la que la Mujer Sin Sombra había sido reticente a lidiar desde que la percibiera en las oscuras oquedades donde se arrastraba el genuino amalgama de informes conceptos que a base de retorcerse unos contra otros cumplían su cenit al transmutar en diversas vertientes salpicadas de matices del único, definitivo imperecedero, dueño de un poder tan trascendental que resultaba capaz de supeditar condicionando a su suerte a cualquier criatura...
El dolor...
Pero aún inconcluso en su arraigada definición primordial era capaz de diseccionar cada vertiente que alimentaba el torrente destructivo que emergía del Sabio Damnificado tornándolo materia prima a la que modelar a su retorcida analogía...
- Hay... tristeza... y... traición... temor..- esgrimir esas vibraciones entre los labios le produjo una turbación tal que el aliento volvió a henchir su descarnado tórax convirtiendo en esencial el acto que en su ausencia resultaba inocuo para la Dama Nívea - y también... cólera...- el hermanamiento irrefrenable de su propio sentir obligó el enfrentamiento entre las cejas rojizas en el fruncimiento de su ceño...
La reticencia plagó la voz del brujo como herramienta para encubrir el pretexto de temor que se amarraba a las profundidades de un carácter embravecido por una creciente sensación de desamparo que enturbiaba el prodigio de una mente otrora diligente, trastornada en disposición de tomar medidas drásticas para arrancar de su interior la lacerante presencia candente que la prolongada constancia del daño infligido ejercía sin tregua, agrietando la firmeza de un carácter equilibrado con tribulaciones atormentadas que no hallaba modo de afrontar...
Detuvo su marcha alcanzando el requisito esencial, distados lo suficiente como para poder alcanzar la silueta de quien exigía respuestas en tono imperativo hizo levitar con ingravidez digna de pluma sobre agua sus delicadas palmas blancas hasta envolver las ajenas con la corriente sutil de su tacto liviano, que más parecía un cosquilleo...
- Quienes... me conocen...- las palabras tremolaron en el borde de sus labios temblorosos. No deseaba decirlo. No era fuerte como para manifestar cuanto había asociado a su ser en voz alta, pero en la circunstancia en la que se había visto inmersa no disponía de alternativa...- A mi se dirigen...como... - el silencio prolongado se nombró revelador de la verdad dolorosa indicutible... - Mártir...- del gemido escapado de sus pulmones se derramaron angustiosos resoplidos del pánico producido por cuanto esa vibración significaba...- Ahri´ahn...- las intenciones ahora reveladas recorrieron su menudo cuerpo hasta hacerla sucumbir al vértigo a causa de su desproporcionada visión. Elevando su rostro de dulce expresión desfigurada por un desconsuelo que no se destilaría con lágrimas, sus ojos de estrella salpicaron de ribetes rosados el interior de sus iris...- te lo ruego... - su súplica quebrada por un sollozo desolado - Perdónanos...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 29th Enero 2016, 01:22
Una sonrisa triste afloró a los labios del mago al tiempo que observaba a la mujer que tenía ante él con la dulzura de quien es capaz de identificar algo preciado largo tiempo perdido. En un gesto cargado de delicadeza se despojó de la larga casaca carmesí y la dejó caer sobre sus hombros, más por instinto que porque la desnudez de la Dama Nívea supusiera realmente una molestia para ninguno de los dos.
- Una mártir... -musitó en tono cálido, olvidada ya la natural suspicacia que le había invadido al verla en el interior de su lugar más preciado. Su mirada tornóse reflexiva por un momento, como asimilando la información y los recuerdos que le traía, hasta que, finalmente, pareció tomar una decisión-. Ven... quiero mostrarte algo.
El mago la guió a través de la antiquísima ciudadela, por largos pasillos bordeados de vigilantes estatuas con aspecto de aves o de antiguos guerreros olvidados, descendiendo interminables escaleras hasta llegar a un santuario. Frente a ellos, sobre un altar bordeado por dos incensarios extinguidos, se alzaba una especie de cápsula dorada con intrincados dibujos y runas de origen maya, la cultura natal de su padre, Caculha. Arión avanzó hacia el receptáculo dorado y apoyó la mano en la pequeña abertura situada a la izquierda. Su mano comenzó a resplandecer irradiando una energía de color rosado que se filtró por la abertura y provocó la apertura de la cápsula, revelando lo que albergaba en su interior: un llamativo traje de color azul que irradiaba magia por cada una de sus hebras. El mago se lo quedó mirando durante un largo instante, tratando de recordar cuándo había sido la última vez que había sentido la necesidad de vestirlo. ¿No había sido la última vez cuando...? Sí... después de aquella aciaga aventura en China... Desde entonces, la mera visión del traje le causaba repulsa, como si de algún modo, éste le rechazara... o él lo rechazara a él...
- Éste tenía que ser mi destino... o eso se suponía -comenzó su relato el mago-. Has de saber que, antaño, la magia era un sistema de hilos de colores suspendidos en el aire. Un extremo era visible sólo para la segunda vista de los brujos, y el otro era invisible para todos y se prolongaba hasta el Mundo Oscuro, el Reino Inferior donde habita el Tejedor, la entidad semidivina que se ocupa de hilar los hilos de la magia... Cada uno de los innumerables encantamientos estaba controlado por un hilo de un color. Los poseedores de la aguda Segunda Vista podían ver la mayoría de los hilos, y captaban por tanto del aire el máximo número de sortilegios. Cualquier cosa era posible para ellos... Mi padre, Caculha, fue el primero en ver todos los hilos y, al trenzarlos, pudo penetrar el Velo y ver el interior del Mundo Oscuro, que permite a los magos vislumbrar atisbos de desgracias y catástrofes futuras, a menudo a través de sueños y visiones... Otros le siguieron, y todos compartieron la misma visión en el Mundo Oscuro: la Atlántida siendo destruida por un gran cataclismo.
>> Mi padre, Guardián del Equilibrio y servidor de Gemimn, Diosa del Orden, hizo un pacto con los dioses; Utilizó los hilos para tejer ésta indumentaria, que un día usaría aquél destinado a evitar la catástrofe... el Salvador de la Atlántida... Y los dioses le concedieron un hijo... yo.
Se giró para contemplar a OmegaDust.
- Era mi destino ser el portador del Manto de Muchos Hilos, el Salvador de la Atlántida... Para eso, únicamente, fui concebido. Una simple marioneta de los dioses, destinado a supeditar siempre su propio destino al de los demás para conseguir la salvación del mundo a costa de su propia condena. Una especie de mártir, al igual que tú...
Agachó la mirada, entristecido.
- Mi padre me inició con tiempo y esfuerzo en las artes de la brujería, y cuando me reveló todo ésto, cuál era mi destino, me sentí agradecido y honrado, como si me estuvieran otorgando un gran privilegio. Así de estúpido e inocente era -manifestó con amargura-. Lo que mi padre no sabía era que mi primer sacrificio se presentaría mucho antes de que pudiera alcanzar siquiera la edad necesaria para poder vestir éste traje... No era más que un niño, y mi madre, que se había dejado tentar por un demonio, llevó a cabo un ritual que la encumbraría a la categoría de diosa pero a cambio de provocar la destrucción del mundo. Mi padre trató de interferir, pero mi madre había absorbido ya demasiado poder del ritual, y Caculha no podía hacer nada contra ella... Yo me encontraba allí, subido en la cima de una pirámide, viendo morir a mi padre, e hice... lo único que podía hacer... Me arrojé desde lo alto, invadiendo el plano del ritual de mi madre, rompiendo la transmisión de energía y poder. Aquello fue excesivo para el cuerpo de mi madre, que no pudo soportar la sobrecarga y estalló... Y lo mismo me ocurrió a mí. Mi padre sabía que mi carne no podría contener aquella cantidad ingente de energía mágica, así que ligó su mente con la mía, y cuando mi cuerpo se hizo pedazos, condensó mi energía vital en una esfera y la arrojó por encima de la pirámide, y por encima del mundo, transportándola al espacio y uniéndola al corazón de una estrella, donde estaría segura hasta que reuniera el poder necesario para crearme un cuerpo nuevo y traerme de vuelta...
>> Caculha tardó milenios en conseguir aquello que mi madre había tratado de lograr al instante: obtener el poder de un Dios. Cuando lo hizo, alcanzó la estrella de sus plegarias y la arrancó de su amarradura en los cielos. Guiándola, la aproximó a la tierra, y de su corazón extrajo la bola de energía vital carmesí. Así fue como descendí de nuevo a éste mundo, regresando a mi lugar de nacimiento cien mil años después de mi primera muerte. Cuando finalmente me precipité en la fría superficie del mundo, aquejado por la glaciación, no era sino una pequeña y bruñida gema roja. Mi padre me proporcionó un cuerpo nuevo, éste que ves ahora, pero insertó la gema entre las correas que cruzaban el corazón en el traje, como un recordatorio de lo que había sido y como señal de que el Manto del Salvador me pertenecía. Entonces, tuve que rescatar de nuevo la Atlántida, pues se encontraba a punto de perecer bajo el cataclismo del hielo. Tuve que sacrificar mi magia, mi inmenso poder, legado de los dioses, para devolver la vida a un sol moribundo y acabar así con los hielos que amenazaban con destruir la vida en el planeta... ¿y a cambio de qué? Lo único que he hecho ha sido proporcionarle a los humanos algo más de tiempo para que ellos mismos sean los artífices de su propia destrucción.
Razor se había ocupado de explicarle los efectos que estaba teniendo la intervención humana sobre el medioambiente: la deforestación, el efecto invernadero, las emisiones contaminantes, los combustibles fósiles y el calentamiento global. ¿De qué servía haber sacrificado todo para salvar un mundo que sus propios habitantes parecían desear destruir?
- Me pides piedad para los humanos, me pides que les perdone, pero... ¿lo merecen realmente?
Acercándose de nuevo a la Dama Blanca, tomó sus delicadas manos entre las suyas y se concentró en crear en torno a ellos una esfera de energía mística que les proveería del oxígeno que el mago atlante necesitaría para respirar en el exterior de la ciudadela. La esfera se elevó, levitando sobre las altas columnas hasta encontrar la salida, y el mago inició su viaje sobre los restos de una ciudad asolada por la guerra.
- Observa, mira a tu alrededor. Cuanto ves es el producto de una guerra fratricida; Cuando se produjo la Colisión, las Atlantis de los dos universos se fusionaron entre sí, y una ciudad luchó contra la otra, hermanos contra hermanos, porque así es el ser humano, incapaz de dialogar o razonar, siempre tendente a la búsqueda de poder y la destrucción. Dime, Dama Blanca: ¿dónde está el honor en ésto? ¿Dónde la virtud? Podrían haber sido amigos, hermanos, pero prefirieron luchar y morir en un absurdo deseo de reclamar para sí algo que realmente pertenecía a ambos bandos. Tantos hombres y mujeres tuvieron que morir por los desatinos de sus líderes...
Él había intentado convencer a Arthur para solucionar todo aquello de manera pacífica, pero estaba tan cegado por la muerte de su hijo que había sido imposible hablar con él, y por lo que había oído, Namor se había mostrado igual de orgulloso y poco dialogante. Ambos habían recurrido a los tridentes a la primera señal de hostilidad, sin pararse a pensar si no estarían siendo manipulados por alguien más. ¡Había sido tan fácil para Ocean Master! Y eso decía muy poco de la naturaleza humana.
- Y no es el único caso -continuó mientras proseguían con su viaje acuático en la esfera-. Ésto que ves refleja una constante en la naturaleza humana -como si de una pantalla de cine se tratara, las paredes de la esfera, que hasta ahora habían sido transparentes, comenzaron a reflejar escenas de cruentas y salvajes guerras acontecidas a lo largo de la historia de la humanidad, batallas que él mismo había presenciado, en una u otra forma-. Así es como funciona el mundo: Las civilizaciones nacen y mueren, ya sea por motivos económicos, religiosos o políticos, o por la simple ambición o los intereses personales de sus gobernantes, pero siempre, invariablemente, por la propia obra del ser humano. Está en su naturaleza.
No había más que pensar en ejemplos concretos, como Constantine, o Rydia... Rydia... incluso ahora, pensar en ella le hacía daño, y eso aumentaba su furia.
- Como ves, los humanos son como un virus, destrozan y arrasan con todo cuanto tocan, asesinándose entre sí en aras del dinero o del poder e incluso aniquilando su propio planeta con tal de obtener beneficio. Así que dime, Dama Blanca, te lo preguntaré otra vez... ¿por qué debería perdonarlos?
Ficha de Personaje Alias: Mártir Nombre real: OmegaDust Universo:
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 28th Febrero 2016, 15:22
Embravecida por la indulgente conciencia que percibió serpenteando en el amalgama de cruentas sensaciones transmitidas por a quien se había visto impelida a rogar clemencia, siguió a su interlocutor sin réplica hacia la recogida estancia silenciosa, de presencias gloriosas inundada en el tributo propio de la fe. Superstición obligada a someter a imágenes conocidas la manifestación del concepto abstracto encarnado en una suerte de interpretación que responda al instinto esencial de otorgar aspecto e identidad a cuanto escapa al natural raciocinio lógico de las criaturas que poblaban el mundo. Aprendidos los misteriosos conceptos de los templos, no sin un extremo esfuerzo de meditación por parte de la Dama Nívea, los límites de su comprensión dilatados hacia la aceptación consiguieron sobrepasar su franca confusión...
De la emergente energía rosácea que danzó sobre la abertura en la que descansaba el orbe dorado permitiendo así el paso de su legítimo dueño hacia la preciada posesión que le había sido entregada, sacó el Sabio Damnificado el inanimado pero poderoso objeto cuyo destino hilado sobre los nudos de hebras cargadas con la esencia misma de la existencia había sido compuesto a la prestancia de la necesidad de su futuro poseedor...
El mero contemplar de la magnificente prenda estremeció en estertor tembloroso a la Mujer Sin Sombra, empequeñeciendo aún mas su escasa figura embebida en su nativa fragilidad...
Percutieron las notas del tiempo las vibraciones retumbantes que Ahri´ahn interpretaba, imbuyendo de vívida experiencia los matices de la narración sobre su propio ser que con resignada paciencia detallaba para la Dama Nívea... Su rostro argento sosegado en insólita sorpresa, labios de pétalo entreabierto, sutil fascinación postergada por la naturaleza de la intimidad recién descubierta que Ahri´ahn desnudaba con cada construcción de palabras destinada a vestir el conocimiento adquirido de La Mujer Sin Sombra...
Sintió entonces en cada ínfima parte de su atribulada conciencia la inocente inexperiencia, sintiéndose por vez primera avergonzada en la suprema carencia de madurez que aún velaba sobre sí, enfrentada en triste duelo a la dócil humildad con que ofrecía la longevidad de su sapiente veteranía el Sabio Damnificado...
Qué escasa resultaba su erudición...
Cuán virginal su concepción del mundo...
Tan exiguo el entendimiento del profundo padecimiento que eran capaces de sufrir las criaturas que componían cada hebra, cada nota de Púlsar...
De lo único que en verdad era...
En cuanto importaba...
Las penurias vaticinadas por el futurible paso de la historia plagaron de turbia inquietud el deseo primordial con que se había enfrentado a los dañinos sentimientos que ahora bebía de su mente escarmentada.... Incapaz de responder a la pregunta se encontró con los conceptos confrontados de cuanto quería y lo que la experiencia compartida dictaminaba como consecución lógica. No se encontraba en facultades de denegar lo que para un longevo como el poseedor del manto había enfrentado con el desgaste añejo de los años...
Que brutal hipocresía había demostrado penando por una situación que escapaba a su control cuya injusta determinación la había convertido en fruto de un pesar tan profundo que turbaba incluso sus periodos de descanso, cuando en el preludio de su existencia muchos otros estaban sufriendo padecimiento sin alivio al desconsuelo...
Envolvió con sus nobles manos la menuda estructura frágil de sus falanges argentas despuntadas sobre lágrimas de cristal. Sus párpados desprendidos cubriendo las joyas grana de iris inmersos en catastróficas premisas que la varonil voz construía... Su voz destilada de pesar vetusto que con cada nuevo resurgir se afianzaba con mas inquina sobre la ponzoña del desconsuelo postergado sin posibilidad alguna de sereno aliento...
Un alivio menguante constreñido al adentrarse en la mágica esfera construida en torno a sus cuerpos permitió el bálsamo del consuelo a la Dama Nívea, de costumbre tranquilizada por la presencia de un contenedor a pesar de que no gozara de la natural capacidad con que la Narina desviaba los múltiples padecimientos de su quebradiza fisonomía cubierta en argenta perfección...
El impacto de cuanto contempló amenazó con hacer acudir en muda súplica la protección que tan perseverante ansiaba y que había denegado sus favores en pos de un aprendizaje que había tomado la determinación de imponer a la Mártir. De su piel albugínea brotaron diminutas cúspides, translúcidas escamas rojas salpicaron sin concierto su cuerpo convirtiéndolo en mosaico de blanco lienzo salpicado de estrellas, mientras sus orbes acuosos contemplaban la desolación infausta destructora en la que el Sabio Damnificado pretendía instruirla. Aterrada ante la mera perspectiva sembró pasos hacia atrás, hasta llegar a la linde de la burbuja salvadora, deslizó su menudo cuerpo por ella hasta plegar sobre el suelo su delicado ser pretendiendo convertirse en la mínima expresión conteniendo un aliento del que carecía...
Boqueó, por vez primera...
Sus ascéticos dedos cubrieron sus labios, mientras se asfixiaba en la agonizante verdad que Ahri´ahn exponía con sensata claridad digna de quien vive cuanto conoce...
La aureola giraba sobre su cabeza en el ondeante frenesí de su turbación...
La cuestión primordial retornó a sus labios, la inquisidora mirada del Sabio Damnificado increpando una razón plausible para ejercer un aguante que no se veía con fuerzas de alentar desde su escasa perspectiva, conocedora ahora de las terribles miserias que las circunstancias le habían forzado a confrontar a causa de su persistente perennidad. Sumergida en el apogeo de una aturdida confusión, trató de encontrar las vibraciones esenciales que le permitieran manifestar réplica que no pecara de incoherente demencia, mas cuando su voluntad aferraba en el interior de su costillar blanco alguna vibración plausible esta huía hasta horadar un fondo en el que se entremezclaba hasta volverse invisible a su percepcion. Múltiples voces silenciadas por su incapacidad infantil, doblegada a causa de lo fatuo de sus propias cavilaciones...
Sus manos se ubicaron en torno a su cabeza, hendiendo sus dedos en las mil hebras de cabello rojizo esparcido por el suelo, mientras las escamas de cristal amenazaban con arrebatarla de escena, creciendo, cristalizando brechas de viva joya rojiza...
Tenía que haber...
Quería...
"Púlsar, ayúdame...."
Cerró los ojos con fuerza, pestañas fundidas sobre el desasosiego de la incertidumbre...
...
......
.........
Sobre la bruma corinto que se extendía mas allá de lo que era posible, levitaba... Afianzado en el misterioso borde de una parte de su conciencia encriptada mas allá de donde por norma habitual estaba incapacitada para acceder...
La voluntariosa necesidad abrió sus ojos, haciendo que la Dama Nívea se levantara, impulsada por un antinatural esfuerzo que parecía imposible para la fragilidad con que su cuerpo estaba construido, emergió de un mar de hebras rojas coronadas por la flor de Mathaêr, y sus dedos pasearon con la cadencia de su tacto etéreo surcando la morena piel de su rostro. Sus orbes rubí imbuidos por una certeza primaria escapada a su comprensión, por la empática inmersión en la truculencia de sus emociones compartidas...
- Porque si sucumbes... si cedes a todo lo que en ellos recriminas... - la voz infante se tornó anciana, como si el tiempo paseara apremiante entre la entonación de sus palabras...- Te convertirás en aquello que censuras... te condenarás... como ellos a ti... y a su vez... sentenciarás el destino de otros... - en el maternal deje de ancianidad pudo percibir sabiduría velada, escondida bajo el tañido de su aparente juventud...- Harás penar a quien te ama... como te hacen padecer por ellos, Ahri´ahn...- su silencio se hizo eco, tan sólo durante escasos segundos, antes de continuar...- Tu dolor... está justificado... tu fatiga es grande... la experiencia otorga sabiduría, pero también aflicciones que no habrán de sanar... sin pagar un alto precio...- el aleteo de mariposa cerró la suave pluma de sus pestañas, comprendiendo el contenido de su propio mensaje...- Debes... hacer cuanto sea menester... hacer lo que creas que debes hacer... para perdonarles... - su voz pareció extinguirse en un último aliento...
La amenaza suprema se cernió sobre la Dama Nívea, un instinto extinto hasta ese instante...
El miedo al vacío...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 4th Marzo 2016, 15:01
Observó, con curiosa fascinación, cómo las imágenes que mostraba parecían atormentar a la Mujer sin Sombra, mas dicha fascinación se tornó en recelo cuando ella se alzó de entre aquél mar de hebras carmesí para acariciar su rostro con sus blancas manos. Una variada gama de emociones cruzaron entonces por su semblante, de la sorpresa a la ira, para luego pasar por la tristeza y, finalmente, por una serena aceptación.
- Ah, pero nadie me ama, Vástago de Anuleous*... Por tanto, a nadie puedo hacer sufrir. Estoy solo.
Con una sonrisa triste, tomó la mano de la mujer y, con dulzura, la apartó de su rostro.
- Una vez tuve amigos, y gente que me quería. Una familia... Pero aquellos que una vez fueron lo más importante para mí perecieron hace mucho tiempo... Incluso mi padre, que tendría que haber sido inmortal, feneció a manos de mi medio hermano. Llegué a éste nuevo mundo alentado por el deseo de ayudar, de hacerlo mejor... Pero aquellos en quienes confié me han dado la espalda, dejándome solo cuando más los necesitaba, traicionándome...
"Te quiero". Todavía podía oír en su mente aquél susurro a través del vacío que había dejado en su alma la certeza del engaño. Palabras envenenadas y falsas que habían sembrado en su corazón el dulce anhelo para después arrebatárselo con despiadada crudeza a través de un beso que, sin embargo, había sentido como sincero...
...Y una lágrima se deslizó por su mejilla sin saber por qué.
¿Por qué le importaba tanto? ¿Por qué aún le afectaba la descarnada certidumbre de aquél engaño? Promethea también le había hecho creer que sentía algo por él y justo después había terminado retozando con Constantine, y lo único que había conseguido de él había sido la comprensión de una naturaleza volátil y caprichosa en la que no se podía confiar...
Resultaba irónico por tanto que no pudiera quitarse de la cabeza a una mujer de la que ni siquiera conocía su verdadero nombre... o su verdadero aspecto, una mujer que había utilizado la mentira y el engaño para acercarse a él desde el principio... Y todo por un fin tan despreciable como el deleznable y vacuo deseo de poder, un poder que dichoso habría compartido con ella si tan sólo se lo hubiera pedido...
- No obstante, tienes razón -su tono se volvió ahora más suave conforme volvía a dirigir su mirada esmeralda a la Mujer sin Sombra-. No haría sino rebajarme a su mismo nivel si me limitara a borrar su rastro de la existencia, como el experimento fallido que han demostrado ser. No... tienes razón. Una vez se me enseñó a tener esperanza y fe en la raza humana. Yo tendría que haber sido su protector... y lo seré de nuevo, pero ésta vez desde el mismo principio... Los observaré y los guiaré mientras dan sus primeros pasos vacilantes por un mundo aún floreciente y me aseguraré de que no vuelven a cometer los mismos errores. Los guiaré, ya que han demostrado no ser capaces de recorrer el camino sin ayuda. Seré su benefactor, su protector... y ellos me entregarán la consideración y el respeto que merezco por mis desvelos, tal y como era antaño... Sí... seré el padre bondadoso que necesitan... gracias a ti... -llevándose la blanca mano a los labios, depositó sobre su tersa superficie un gentil beso... justo antes de que la prístina claridad de su mirada glauca se viera enturbiada por una repentina e inquietante oscuridad...- Aunque... algo me dice que tú no estarás conforme con lo que pretendo... Así que... no tengo más remedio que hacer... ésto...
Y, súbitamente, las imágenes que la esfera mostraba arreciaron en dramatismo e intensidad, golpeando a la Dama Nívea con las mayores desgracias y catástrofes que habían afligido a la especie humana, desde el hundimiento del continente de la Atlántida a la explosión del volcán en Pompeya, para terminar por las atroces revelaciones de los campos de concentración y las cámaras de gas en Auschwitz hasta que la Dama, incapaz de soportar tanto dolor, vio doblegado su frágil ser cayendo de rodillas contra el suelo de la burbuja.
- Pobre y delicada criatura... -musitó el mago, cuyos ojos, antaño bondadosos, semejaban ahora oscuros pozos de aterradora vacuidad-. Tan joven... tan inocente aún... Resulta irónico que sea el mismo sufrimiento que puede destruirte el que a la vez te atraiga, como las polillas a una vela...
>>En el fondo te estoy haciendo un favor, revelándote la realidad acerca de esos por los que te compadeces antes de que puedan ocasionarte un dolor mayor que éste al que yo te someto -confesó, arrodillándose ante ella-. Porque la crueldad y depravación del ser humano no conoce límites. Son seres despiadados que no dudarían en aprovecharse de ti si con ello pudieran medrar... o por simple placer. Créeme, yo no disfruto con ésto... Me has ayudado mucho, y si las circunstancias fueran otras me habría encantado llegar a conocerte mejor, pero... no tengo tiempo... Tengo demasiadas cosas que hacer y preparar para la nueva era que se aproxima. Gracias... -y, tras depositar un nuevo beso sobre su frente se incorporó-. Espero que sepas perdonarme. Ya es tarde... es muy tarde. Para mí, para ella... para todos...
Y desapareció, en un estallido de luz, dejando tras de sí al Alma Doliente penando por los pecados cometidos por toda la humanidad...
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*Anuleous es el nombre del planeta sin vida al que pertenecía el sol que acogió la esencia de Arión cuando su padre lo envió al cosmos. La llama así porque inicialmente confunde a OmegaDust con dicha estrella y porque es capaz de presentir su vinculación con el cosmos.
Ficha de Personaje Alias: Mártir Nombre real: OmegaDust Universo:
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019] 15th Marzo 2016, 18:35
Articuló de su conversación la vibración hendida...
A modo de insólita ironía en la potencia de su reverberación dejaba ver inmensas oquedades como perforación sin fin dispuesta a devorar el resto de sonidos. Padecían de un apetito atroz cuya voracidad sería tan sólo aplacada por la implantación del vacío sigiloso que se vertía una vez acontecida su momentánea presencia, hasta tornarla silencio absoluto...
Inverosímil...
De la vacuidad total pronunciaron sus ojos terrores al compartir mediante el tacto de manera aún mas flagrante la indignidad de experimentarse única en el mundo... Así cobró su padecimiento forma y materia traducida a la simbiosis mutua que despeñaba ahora su silueta sobre el moreno monte del pómulo del Sabio Doliente, transmutada comprensión en la respuesta de gota salina destilada en agonía reclusa sobre la certeza de la pérdida constante que, hermana de la fugada por orbes esmeralda de Ahri´ahn, encontraba el consuelo de su gemela en procesión por el frágil argento rostro de la Dama Nívea...
Pese a la tranquilidad que confería con pretensión conciliadora su discurso enaltecido por la distorsionada concepción piadosa que transmitía, La Mujer Sin Sombra detectó un sentido truculento alejado del en apariencia inocente contenido...
Sus vibraciones aparecían en modo de ilusorio engaño, encubriendo las deformadas imperfecciones hasta construir una grafía distinta a la que pretendían emular, delatándose al entendimiento como burdo artificio escudado en la justificación de un futuro logro, contenido secreto que el hombre pretendía con premeditación ocultar al raciocinio de Mártir...
Degradando la hermosa esencia de su ser, portador de sapiente sabiduría, las notas que componían su esencia se distorsionaron, comenzaron a cambiar como si las voces que tañían la dulzura de su melodía se volviesen rasposas, timbrando las campanillas de cristal con que se pronunciaba su antiguo nombre bordado en leyendas con el desgarro consumido del alambre de espino deslizándose sobre ardiente arena desierta en la que nada podía emerger...
Que concluía en la vacua oquedad del vacío sin nombre...
Constreñida la suave piel de su rostro en el fruncido disgusto de un ceño apuntalado, sus labios entreabiertos suspendían en su linde silente dudas que no se pronunciaron a causa de su abrupta acumulación...
Porqué, Ahri´ahn...
Porqué... tu deseo es hacerme marchar...
Experimentado con tal ensañamiento la brutalidad de tan profundo rechazo por vez primera la Dama Nívea comenzó a temblar trémula, hoja de otoño a punto de desprenderse de la única rama que no había condenado a su follaje a yacer muerto sobre sus raíces... Horrores reflectados en la memoria de la raza humana desollaron con la tortura de sus atrocidades el interior de sus iris en una procesión interminable de barbarie, hendiendo en su frágil espíritu la virulencia de cada acto cometido piel contra piel, hermanos contra hermanos, manos en ristre que invertían todo esfuerzo en usar su sabiduría, su fulgor y su voluntad en doblegar a quienes eran reflejo de sí mismos...
Agarrando la delicadeza de su cuello con una de sus estilizadas manos argentas, reprimió la arcada que sobrevino al sabor ferruginoso como el cobre de una moneda quemada...
Sus piernas dejaron de sostenerla golpeando sus huesos en el suelo como si este se hubiese mantenido impertérrito ante su presencia sin sombra. La cubierta de perfecta porcelana de su piel se resquebrajó como si no hubiera sido mas que una película translúcida haciendo brotar pétalos de la materia carmesí que la mantenía en el continuo estado de inconsciencia suprimiendo los sentidos mediante los que aprendía y a causa de los que tanto padecía...
Bocanadas de sangre se vertieron sobre el suelo dibujando un espejo de rosa roja, fresco al aire como si jamás fuese capaz de coagular, descendiendo los hilos por las comisuras de la Dama Nívea atrapada en una agonía que no había experimentado hasta entonces...
Emergida en el mundo con el deseo de marchar...
Obligada a marchar ahora que habría dado todo de lo que se sabía dueña con tal de quedarse...
Sobre el fondo de su conciencia cárdena enturbiando sus orbes suplicantes, cristal apelmazado en marcha incesante espina contra espina atrapando su cuerpo blanco en las limitadoras capas de gema maternal, su mano trémula se alzó empapada en sangre hacia la figura morena dueña de cruenta determinación. El sonido reverberó en su mente, intentando traducirse a través de sus labios bañados de sangre, pero no fue capaz...
(El sonido que escucha):
La silueta distorsionada a causa de su pronta marcha fue cobrando abstracción hasta quedar reducida a manchas y colores, mas la Mujer Sin sombra, herida pero armada de la poca voluntad con la que se enfrentaba a su destino aciago interna en Narina, sujetó la estructura mas próxima en la que Ahri´Ahn sustentaba sus pies. Con un agarre tan débil que apenas si podía considerarse como tal, su rostro se alzó tratando de buscar el esmeralda de sus vivos ojos, ahora plagados de desdeñoso resentimiento...
- Cuando...estés solo....- una nueva bocanada desperdigó su contenido sobre el suelo, las gotas esparcidas tornándose en contexturas ni líquidas ni sólidas, propias en la tierra de materias como el mercurio... - ven... yo...- sus blancas articulaciones perdieron la fuerza, cayendo rendida en su dolor sobre el suelo...- te perdono...- estallido de luz blanca....
Después... Inmensa marea roja...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019]
[Minievento] El tiempo en sus manos - Prólogo (Omegadust) [12/03/2019]