(Es la continuación del apartado de Historia de la Ficha )
Explosiones. Muertos. El olor a gas era notorio en el aire. El calor de las llamas era repugnante pero era mejor eso que no haber muerto incinerada entro de un coche de policías, que un estúpido con solo musculo la lanzo por los aires ¡Qué horror! Esperaba que ese grandullón con cables saliera con vida para vengarse y congelar su pequeño celebro. Entre tanto caos la Dr. Louise se arrastraba para no ser vista, acabando apoyándose en un rincón de muralla destruida de la famosa y prestigiosa cárcel de Arkham. Respiro profundamente y analizo todo lo que veía. Tenia que buscar una manera de salir de ahí con vida, pero por mas que buscara la vía mas segura era ir a pie, por muy alocada que sonara. Todos los trasportes de la policía estaban custodiados y vigilados.
Algo brillante le llamo la atención, eran unas llaves que colgaban de uno de los cadáveres de policía muerto por alguna explosión o por haberse enfrentado a un metahumano como ella. Sonrió y se acerco a él con sigilo, ampliando su sonrisa al ver que era de coche, eso indicaba que los trabajadores tenían un parking... ¿pero dónde? Esa pregunta ya la contestaría más tarde, ahora tenía que sacar todo el dinero posible para fugarse. Rebusco y saco su cartera, se alegro que fuera de los que llevaban tanto en metálico. Tiro las tarjetas de crédito y fotos de su familia para quedarse con la cartera, el dinero y las llaves. Una vez que había profanado su cadáver fue a otro de su compañero y así siguió hasta que tuviera suficiente dinero para vestirse y pasar unas semanas a un módico hotel.
Profano siete cadáveres para quedarse satisfecha, robándoles todo lo de valor que pudieran llevar encima. Se coloco un reloj de pulsera que milagrosamente aun funcionaba. Cuando las cosas se calmaron salió corriendo, mirando por donde podían aparcar los coches los inútiles de la policía. Por suerte no tuvo que correr mucho para encontrarlos, los humanos eran bastante vagos. Saco las llaves comenzando a darle a los botones para abrir el coche y así encontrarlos más rápidamente y no tener que ir abriendo coche uno por uno. De golpe sonó un ruidito mágico, siguió dando a cada aparato hasta que acertó, tirando todas las otras llaves, corriendo al coche para meter y respirar con tranquilidad.
Estuvo un largo rato acomodado en el asiento del piloto con los ojos cerrados, analizando todo lo que había pasado y los nuevos pasos que había realizar. Se froto los ojos cuando recordó a King Shark, era un buen chico, no merecía un destino como ese. Decidida salió de coche para ver que había en el maletero del coche. En vez del armamento que esperaba hallar se encontró con ropa, al parecer era el coche de un policía pulido. Sin perder más tiempo se visto con sus ropas, les quedaba algo anchas pero daba el pego, eran ropas de paisano, pantalones marrones con una camiseta de rayas azuladas y para acabar la vestimenta una gorra de béisbol. Volvió a meterse en el coche y busco un mapa para situarse. Chasqueo los labios cuando vio que tenía que dar una gran vuelta por la montaña para entrar en la ciudad, ya que los caminos más cercanos a la prisión estarían vigilados y pasaba de arriesgar su vida otra vez. Decidido el plan y al ver que tenía suficiente gasolina puso el coche en marcha y se fue a su nuevo destino. Buscar un bonito hotel para descansar para luego preparar un plan para asaltar el banco de la ciudad, para seguir con su rutinaria vida.