Era de noche, la ciudad de Gotham dormía, en sus mismas entrañas en las cloacas trabajaba un pocero mientras retiraba con una pala restos de basura que atascaban la corriente.
Fue entonces cuando de forma repentina el agua estalló a su lado y un musculoso brazo escamoso atrapó su cuello quebrándolo con un crujido desagradable mientras unos ojos de reptil rojos observaban la oscuridad y se deshacian del cadáver lanzandolo a un lado.
-Esas paredes no podian retener a Killer Croc por mucho tiempo-dijo aquel ser escamoso, habia conseguido escapar de la prisión de alta seguridad de Gotham y ahora me vengaría de Batman, y de aquel necio de Bane, si, pensaba destruir a ambos, romperles poco a poco cada hueso de su cuerpo hasta que murieran en una lenta agonía.
Sonrei perversamente dejando al descubierto mis afilados colmillos.
Caminé chapotendo en el agua, mientras mis escamas brillaban con la trémula luz de la luna al salir de la alcantarilla, nadie podría detenerme, pronto me vengaría de mis enemigos y la ciudad de Gotham conocería el miedo de nuevo.
No habia nadie aun por las calles de aquella ciudad, debía ser cuidadoso la policía siempre era una molestia metiendo sus narices en mis asuntos, asi que tendría que encargarme del Comisario Gordon primero.
Con este pensamiento me dirigí hacia la comisaria de Gotham sonriendo siniestramente, pronto daría su merecido a la policía que tanto había interferido en mis planes.