Como gatos...haciendo la rosca en el sofá (Eclipse, Apollo) [15/10/2018, por la tarde]

Los terrenos que englobaba la mansión ocupaban un estrecho de 4 kilómetros entre Graymalkin Lane y el lago Breakstone, sobre 200 acres de bosque.  El terreno alrededor de la casa, que llevaba hasta el lago, estaba podado; pero el resto del territorio, particularmente cerca de los límites de la propiedad, continuaba siendo bosque.

Lobezno y Drago hicieron descender el jet sobre la pista de aterrizaje secreta que se encontraba al este de la mansión, sobre la estribación de una montaña. Un túnel subterráneo conectaba la pista de aterrizaje y los hangares con la mansión.  También había una entrada de emergencia que conectaba los hangares con el lago utilizando una cámara hermética, pero en ésta ocasión no fue necesario utilizarla.

Simplemente utilizaron los conductos subterráneos, introduciendo periódicamente las claves de seguridad con los códigos correspondientes en los respectivos dispositivos que se iban encontrando a intervalos regulares y que reaccionaban con su adn. Era la única manera de que los diferentes accesos y ascensores se abrieran, permitiéndoles el paso a ellos y a su compañero no identificado.Otra cosa no, pero las medidas de seguridad que rodeaban aquél edificio, así que como la tecnología Shi'ar que las respaldaban, eran impresionantes.

Finalmente llegaron al interior de la mansión, y si lo que había visto hasta ahora le había parecido a Apollo digno de la mejor instalación militar, el cambio de escenario no pudo menos que sorprenderle, ya que cuando regresaron a la superficie se encontró de lleno en lo que parecía ser una inocente e inofensiva escuela repleta de adolescentes que corrían por los pasillos con las mochilas al hombro porque llegaban tarde a alguna clase, o que flirteaban unos con otros por las esquinas como habría hecho cualquier muchacho o muchacha normal... Sólo que éstos podían atravesar las paredes, encender cigarrillos utilizando las puntas de sus dedos, flotar en el aire, o lucir aspectos de lo más llamativo, desde diferentes tonalidades de cabello y piel hasta extremidades y apéndices completamente diferentes... Sin embargo, por extraño o extravagante que pudieran resultar sus apariencias, no cabía duda por sus comportamientos y actitudes que se trataba de adolescentes.

- La cafetería está al final del pasillo -asintió Drago al comentario de su compañero-. Si queréis podemos ir a comer algo antes de ir a ver al Profesor, aunque sospecho que ya habrá percibido su mente desde el momento en que entró en la mansión...

La cafetería/comedor era un edificio de forma semicircular completamente acristalado que mostraba unas espléndidas vistas de la cancha de basketball, la piscina, el bosque y el lago, y a aquellas horas estaba abarrotado de chavales que devoraban con ansia el almuerzo, pero Drago pudo encontrar sin dificultad una zona libre en la sección de profesores.

- Iré a ver qué puedo conseguir -dijo a sus acompañantes, y añadió mirando a Apollo:-, pero advierto que ésto no es el Ritz, sino un comedor escolar. Todo lo que hay es de buffet. Y no tenemos bebidas alcohólicas... salvo las cervezas que trae ocasionalmente Logan -especificó con una media sonrisa maliciosa.

Drago entendía perfectamente la urgencia que sentía Apollo por reencontrarse con su familia, pero si el Profesor no les había contactado ya, significaba que estaba ocupado, y si estaba ocupado, más valía pasar el rato echándose algo al estómago que estar perdiendo el tiempo ante la puerta de su despacho.

- Créeme -le dijo al héroe cuando expresó su preocupación-: tu presencia en la mansión, así como tus motivos, no han pasado inadvertidos al Profesor, así que, si no nos ha contactado ya es porque ahora mismo no le es posible atendernos. Acompáñanos a la cafetería; comeremos algo para reponer fuerzas hasta que nos llame.

-Entonces, ¿vosotros nacisteis así? ¿con poderes? -preguntó, ya durante la comida-. En mi mundo es distinto, casi todos los Superhumanos son productos de laboratorios o de hibridación alienígena... lo que también los convierte en producto de laboratorio en realidad.

- En este mundo hay de todo, seres cuyo poder les viene por su naturaleza, otros tienen poderes desde su nacimiento pero que no son naturales en la especie, otros adquieren poderes a lo largo de su vida por accidente o por experimento como  dijiste, y otros no tienen poderes, pero tienen capacidad o dinero como para usar la tecnología para igualarse a los demás -respondió Logan.

- Ésa es la explicación más general -añadió Eclipse-. Nosotros, los mutantes, pertenecemos al primer grupo. Somos una especie aparte, una... "evolución" del Homo Sapiens, y somos portadores de un gen, llamado "X", que es el que nos confiere nuestros poderes y que se activa generalmente en la adolescencia. Éstos poderes son únicos y diferentes para cada uno; es raro encontrar a dos mutantes que tengan exactamente la misma habilidad.

Los poderes de Irene Salcedo, por ejemplo, derivaban de la luz, como los de Júbilo o Dazzler; sin embargo, la manera en la que se manifestaba en cada una de ellas (y en él mismo, aunque en aquél momento no lo supiera) era radicalmente diferente.

- En algunos es únicamente una capacidad interna; ésos son los afortunados que pueden mezclarse con los humanos y llevar una vida más o menos "normal", pero en otros, como puedes apreciar en ésta misma sala, se manifiesta también a través de rasgos externos, como un color de piel diferente, pelo a lo largo del cuerpo, cuernos, cola, mayor o menor número de extremidades, dedos, etc. Ésos son los que lo llevan peor y son, por lo general, más perseguidos. Podría decirse que la sociedad nos teme y nos considera una amenaza, ya que somos una raza diferente pero que además posee el poder suficiente para aniquilarla si quisiera, y eso les hace repudiarnos y despreciarnos. A muchos les damos asco, también. Por eso el Profesor fundó ésta escuela, como un lugar en el que acoger a todos aquellos que no encontraran un lugar en el mundo por el simple hecho de haber nacido diferentes; un hogar para los rechazados y los parias. Aquí, además de proveer a los niños de la necesaria educación básica que se les niega en las escuelas consideradas "normales", les enseñamos a controlar sus poderes para que no supongan un obstáculo en su vida cotidiana y a aprovechar al máximo sus capacidades.

Cuando el Profesor les llamó a su despacho y les saludó, Eclipse se acercó a la mesa para estrecharle la mano y se giró hacia el recién llegado.

- Más o menos bien, aunque se produjo un malentendido cuando éste hombre, Apollo, un superhéroe de una de las otras dimensiones recién descubiertas, nos confundió con el enemigo y nos atacó. Afortunadamente logramos resolver el error antes de que los daños fueran a mayores y salvamos la presa.

- Apollo... -el Profesor repitió el nombre para sí mientras le observaba con interés.

Varios meses atrás, cuando se había producido la Colisión, había procurado contactar con la mayoría de nuevos superhéroes que habían aparecido tras la fusión de universos, con el objetivo de establecer una alianza entre ellos. De ésta manera, habían forjado lazos con la Liga de la Justicia, los Titanes, Villa Fábula... Sin embargo, no había oído hablar antes de aquél héroe, y aquello le intrigaba.

- Por favor, Apollo, toma asiento. Imagino que Drago y Logan ya te habrán puesto al corriente acerca de quiénes somos y qué es lo que hacemos... Háblame de ti y de tu universo, por favor. Y de tu grupo, por supuesto. Cuanta más información me des sobre sus integrantes, más sencillo me resultará tratar de localizarlos.

Eclipse soltó un bufido al escuchar la pregunta inicial del superhéroe.

- Cuándo no se mete con nosotros, querrás decir... La mayoría de la gente nos considera una amenaza, y eso incluye al gobierno. Incluso han creado armas y robots específicos para neutralizarnos.

Tampoco quiso dar más información acerca de los Centinelas o individuos tan indeseables como Peter Gyrich, pues lo cierto era que acababan de conocer al tipo, por mucho que pareciera que estaba de su bando... Las experiencias pasadas del mutante le habían enseñado a ser desconfiado por naturaleza.

Tanto Eclipse como especialmente el Profesor, prestaron gran atención a la extensa explicación del hombretón. Posiblemente no entendieron ni la mitad de lo que decía, pero no dejaba de ser algo extraordinario; ¿La encarnación del siglo XXI? ¿Un Dios de ciudades? ¿Nanomáquinas en lugar de sangre? ¿Un hombre que posee la consciencia colectiva del planeta Tierra? ¿La Sangría? ¿Una nave sintiente? De no ser quienes eran, y si no hubieran visto las cosas que habían visto, casi parecería el argumento de una película de ciencia ficción.

- Increíble -dijo con sinceridad el Profesor-. Caramba, tú y tus amigos sois realmente fascinantes... Te voy a ayudar en la medida de mis posibilidades, y la verdad, me gustaría que tanto si los encuentras como si no, pasaras de vez en cuando algún tiempo con nosotros en la mansión. ¡Hay tanto que podríamos aprender los unos de los otros! La tecnología de tu nave me recuerda en cierta manera a la tecnología Shi'ar que tenemos implantada en la Sala del Peligro. ¿Sabes quiénes son los Shi'ar? ¿Has visitado nuestra Sala? Oh, pero qué digo... Estoy divagando como un viejo cuando lo que tú ansías ahora mismo son respuestas... Ya habrá tiempo de hablar de todo ésto después, cuando hayamos resuelto tu problema... Acompáñame.

El Profesor fue hacia la mesa del despacho y presionó un botón, haciendo que una sección de la biblioteca se desplazara, mostrando un largo pasillo que conducía a una sala circular que se adentraba bajo tierra y en cuyo centro había una plataforma en suspensión. Al final no había nada aparte de un curioso casco. Xavier caminó hasta el extremo de la pasarela y se lo puso.


- Éste aparato me permite amplificar mis ondas cerebrales y detectar rastros de individuos a nivel mundial, aumentando exponencialmente mis habilidades psíquicas -explicó al superhéroe-. Yo lo llamo "Cerebro". Si tus amigos se encuentran en la Tierra, me permitirá localizarlos.

Frente a ellos apareció un mapa del mundo con infinidad de siluetas de luz blanca que fueron pasando velozmente a medida que el Profesor las escaneaba y las descartaba, hasta que, en un momento dado, se detuvo en una imagen en concreto, una que se parecía muchísimo a Midnighter.


El Profesor se centró en ella y todo lo demás desapareció, haciendo que la fantasmal silueta blanquecina cobrara fuerza y entidad. Pronto se mostró ante ellos un paraje de apariencia árida, pero Un análisis más detallado reveló que se trataba de un campo de cultivo de algodón.


Midnighter caminaba por allí con un petate al hombro. El Profesor profundizó en sus pensamientos y sonrió:

- Está pensando en ti -le dijo al gigantón-. Se aburre. Acaba de llegar a Texas después de atravesar México. Lleva buscándote desde que se produjo la Colisión. Ha recorrido las principales capitales de Europa; Inglaterra, España, Francia, Alemania, Italia... Después cruzó el mar hasta Marruecos y de allí a Sudamérica. Ahora pretende llegar a Nueva York. Está deseando llegar a alguna ciudad para tener algo de acción.

El Profesor cerró los ojos y, por un momento, la conocida (y amada) voz de Midnighter se dejó oír en la sala:

"Nada mejor para relajar los nervios que patear culos de capullos, ese es el mejor remedio del mundo. Bueno quizás no del mundo porque está Apollo, y joder, nadie supera a Apollo".

- También está pensando en Jenny, y en cómo contactar con la nave. Está preocupado por no haber podido encontraros aún, y piensa que la nave ha podido quedar atrapada en la Sangría...-movió la cabeza, disgustado-. A los demás no los localizo, lo siento... Estén donde estén, no se encuentran en la Tierra... O eso, o hay algo que me impide detectarlos.

- Por desgracia, no -respondió el Profesor, confirmando los temores del súper humano-. Yo soy el único que puede usar éste aparato. Aquellos que no poseen habilidades psíquicas, o incluso telépatas que no estén suficientemente entrenados, pueden acabar en coma, sufrir daño cerebral permanente o incluso morir. Sin embargo, puedo transmitirle el mensaje que tú desees. Mi voz sí que la oirá...

Cuando Logan propuso acompañarle en el jet, Eclipse le miró con cierta incredulidad. Según lo que habían dicho tanto Apollo como el propio Profesor, la pareja llevaba buscándose prácticamente un año. Eclipse entendía el valor y el significado de la familia, e imaginaba que, de estar él en su misma situación, habría deseado reencontrarse lo más pronto con el ser amado. Considerando que el albino acababa de decirles que era capaz de volar a velocidades que harían quedar al jet como una triste broma, le parecía absurdo proponerlo siquiera. Después de todo, por mucha actitud de lobo solitario que le gustara mantener, incluso el fiero Lobezno sabía lo que era amar a alguien y estar separado de tus seres queridos.

Pero no hizo falta decir nada porque ya Apollo declinó la oferta y partió por su cuenta, prometiendo volver para la hora de cenar, como así hicieron.


Todo estaba en silencio, pues la mayoría de los alumnos se encontraban en la cafetería, y muchos incluso se habían acostado ya. Eclipse les aguardaba a la entrada de la mansión.

- Bienvenidos -dijo, estrechando la mano de ambos y presentándose al recién llegado-. Puedes llamarme Drago.

Total, allí todo el mundo le conocía, y realmente su identidad secreta la reservaba para cuando salía de la mansión, y no tenía nada que ver con la suya real.

- Después de todo por lo que habéis pasado, pensé que preferiríais un ambiente algo más tranquilo, así que Lobezno y yo hemos saqueado un poco la despensa y hemos preparado una cena improvisada en el jardín trasero, junto a la piscina. También tenemos cervezas -añadió.

Lo cierto era que los comentarios de Apollo, así como lo que habían podido vislumbrar a través de lo que el Profesor les había mostrado parecía indicar que el tal Midnighter era otro de esos tipos "particulares", como podían serlo Lobezno o él mismo, y no le había costado deducir que preferiría un entorno tranquilo con sólo dos adultos antes que un escenario ruidoso repleto de chiquillería y gente a la que no conocía. Esperaba no haberse equivocado.

Definitivamente, era de los raritos. Bueno, tampoco era nadie para juzgar, pues él mismo se había comportado durante años de manera similar. Supuso que era la razón por la que había identificado tan rápidamente su perfil.

- El Profesor viaja de vez en cuando al Imperio Shi'ar, cerca de los imperios Skrull y Kree, los tres principales imperios extraterrestres que teníamos antes de la Colisión. Su tecnología es increíblemente avanzada, así que seguro que no les importará ayudar en la búsqueda. Y si no, existen otras personas que te pueden ayudar en éste nuevo universo. Hay una chica, Raven, que posee la facultad de salir de su cuerpo en forma astral y explorar otras dimensiones. También hay magos poderosos versados en éste tipo de asuntos, como la hechicera Zatanna o el doctor Extraño. Podemos facilitaros contacto con cualquiera de ellos -explicó mientras rebuscaba en la nevera para sacar su lata de cerveza, comprada específicamente sin alcohol para él, y sacaba dos más de las normales para ofrecérsela a sus invitados.

La noche estaba apacible y en calma. No era una de éstas noches de verano que invitaban a estar junto a la piscina, pero la temperatura era lo suficientemente agradable como para permitirlo, y no corría apenas aire. Además, el hecho de que no fuera verano ayudaba a que la zona estuviese tranquila y libre de chiquillería celebrando fiestas nocturnas.

- ¿Tony Stark? -Eclipse sacó un sandwich de la cesta y empezó a comérselo-. Lo único que sé de él es lo que se ve en las noticias. Es un héroe también, se hace llamar Iron Man, pero nunca hemos coincidido directamente.

A juzgar por lo que se veía en televisión, el carácter del millonario era tan opuesto al suyo que dudaba siquiera que pudiera llegar a caerle bien.

- A decir verdad no tiene muy buena reputación, así que no me extraña lo que te dijo esa mujer, aunque tampoco sé quién es. No creo que el pago que os exigiera fuera en moneda, ya que según dicen es extremadamente rico, pero a saber con lo que podría saliros alguien así.

>>Mira, pasaos mañana por la mañana por la escuela y preguntad por Planaria Glámez. Es profesor de física y matemáticas en la mansión, pero también es ingeniero, y uno de los mejores según he oído. Trabajó en el CERN de Ginebra como ingeniero eléctrico, y tiene un máster en técnicas energéticas y motores eléctricos. Yo mismo le hice la entrevista antes de admitirlo. Os aseguro que no podréis encontrar a nadie mejor que él.