[Prologo] El Presidente de los Estados Unidos de América necesita un hombre de confianza (Ross) [21-02-2019]

Todo el asunto que envolvía el exilio de Banner había sido tratado con tanto secretismo y misterio que le había costado varias semanas enterarse, y cuando lo había hecho había sido con una avasalladora e implacable sensación de impotencia y déja vù. ¡No, por Dios bendito! Recordó con un escalofrío cuando el gigante verde le había hecho prisionero durante la guerra que había sucedido a la tragedia, obligándole a luchar por su vida en un coliseo, como en los salvajes tiempos de la antigua Roma. ¡Tantas vidas inocentes que se habían perdido durante el enfebrecido e irracional delirio del monstruo! No podía volver a suceder algo así, de ninguna manera.

Todavía no había pasado ni siquiera un mes; quizá aún estuvieran a tiempo.

Desde que supo la noticia había tenido la intención de ponerse en contacto con el nuevo presidente, un tipo del otro universo al que no conocía de nada; Es por eso que le había sorprendido tanto encontrarse con una llamada del propio Luthor en persona.

Se trataba de un hombre que, nada más verle, irradiaba un aura de seguridad, convicción y firmeza muy poco comunes para un civil, detalle que le agradó, así como la fuerza que demostró cuando fue a estrecharle la mano. Era increíble la cantidad de cosas que revelaba un simple apretón de manos acerca del carácter de la otra persona.

Tomó asiento tal y como se le indicaba y asintió cuando le pidió permiso para tutearle. Directo al grano, otro punto a su favor; el General aborrecía las charlas insustanciales y banales de los políticos, más preocupados por la siguiente campaña de marketing de cara a las elecciones que por la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.

Le sorprendió gratamente que se hubiera tomado la molestia de consultar su hoja de servicios. Un buen líder se preocupaba por conocer a la perfección a cada uno de sus soldados. El hecho de que se hubiera tomado el tiempo para hacerlo decía mucho en su favor.

Pero quizás lo que más le sorprendió fue que compartiera su indignación ante la injusta manera en la que había sido apartado del campo de batalla cuando había sido ascendido a General. Había tratado de combatir contra ello, pero la administración estaba llena de burócratas y pusilánimes que con tal de seguir los pasos que dictaba el papeleo eran incapaces de ver que estaban tirando por tierra a un buen soldado.

Aquella era la principal razón por la que había fundado los Thunderbolts, para poder sentirse activo otra vez, pero desde luego no podría decir que no a una oferta como aquella.

- Por supuesto que sí, señor presidente -dijo, con pronunciado énfasis-. Haré cuanto haga falta para servir a mi país, pero antes, hay un asunto del que me gustaría hablarle.

>>Todo este asunto de la Colisión ha sido cuanto menos... perturbador. Por lo que tengo entendido, se fusionaron dimensiones y realidades alternativas, y las personas que nos rodeaban podían proceder de diferentes tiempos y contextos...

Un verdadero caos, pero le había devuelto a su Betty tal y como era antes de que Banner la destruyera, y daba gracias a Dios por eso.

- El caso es... que de algún modo están empezando a repetirse acontecimientos que ya había vivido antes y que no terminaron demasiado bien... Verá, señor Luthor, en mi dimensión, Banner fue desterrado, aunque las circunstancias que llevaron a su exilio fueron diferentes, aunque iguales en lo básico, y un grupo secreto conocido como los Illuminati decidió colocar una bomba en la nave, imagino que para que explotara mientras Banner estaba dentro. Pero algo salió mal, y la bomba no explotó cuando debería, sino mucho más tarde, destruyendo a la mayor parte del planeta en el que había aterrizado, incluyendo la esposa de Banner, que estaba embarazada. No he tenido ocasión de verificar si ese grupo existe también en ésta dimensión, ya que todo es tan distinto, pero a la vez tan similar... Como si estuviéramos predestinados a cometer una y otra vez los mismos errores. Pero señor... si ese grupo existe, debemos enviar a alguien para que desactive esa bomba antes de que suceda la catástrofe. He visto a Hulk fuera de control... y las consecuencias de esa debacle se harán ver en la Tierra. Hulk vendrá en busca de venganza, y será terrible... Ya he pasado por eso, y no deseo volver a vivirlo de nuevo.

Además de un hecho importante; Ross podía odiar a Banner con todas sus fuerzas. Podía considerarlo una amenaza para la sociedad y un peligro público. Podía incluso estar dispuesto a realizar alianzas moralmente cuestionables con el fin de quitarlo de en medio. Pero lo que nunca, nunca estaría dispuesto a hacer era sacrificar vidas inocentes para satisfacer su vendetta. El pueblo del planeta Sakaar no tenía culpa alguna de los pecados de Banner. Sólo de pensar en las incontables vidas de hombres, mujeres y niños que habían sido sacrificados en el altar del "mal necesario" se le revolvía el estómago. No volvería a pasar si podía impedirlo.

Además, mientras Banner estuviera feliz y casado con otra mujer en un planeta distante significaba que no intentaría perseguir a su hija. Betty podría por fin tener la clase de vida que siempre había deseado para ella.

Al menos Luthor tuvo la sensatez de hacer caso a sus palabras de advertencia. No era la primera vez que le pasaba que alguien le tildaba de loco por hacer alusión a cosas que aún no habían pasado en el transcurso de los últimos meses. ¡Como si la Colisión no fuese lo suficientemente extraña en sí misma!

- Por supuesto, señor, me encargaré de ello encantado. ¿Podré volver a resucitar el "Proyecto Hulkbuster"*?

Entonces, Luthor le reveló los verdaderos motivos que le habían llevado a ponerse en contacto con él haciéndole entrega de una carpeta en cuya cara superior podían leerse las palabras "Acta de Registro Superhumano". La abrió y comenzó a leerla mientras escuchaba de fondo lo que le decía el Presidente.

Lo que leía tenía desde luego mucho sentido, y él mejor que nadie estaba capacitado para entenderlo, ya que había dedicado los últimos años de su vida a perseguir a un dudoso héroe que, con su mera presencia, ocasionaba más peligro y destrozos que los que provocaban aquellos a los que supuestamente se enfrentaba. Banner había sido siempre una amenaza para la sociedad, y los recientes acontecimientos del mes pasado no habían hecho más que confirmarlo. Ross era un firme defensor de que los seres con poderes debían estar controlados para evitar que pudieran acabar resultando un peligro para nadie. Sin embargo...

- Hum.... Imagino que estamos hablando de aquellos héroes que se muestren en contra del gobierno y supongan una amenaza para la sociedad, ¿no es cierto? ¿En qué posición dejaría ésto a los mutantes?

Al fin y al cabo, tres de los cuatro miembros de su equipo eran mutantes, y después de algún tiempo de convivencia había desarrollado hacia ellos cierto instinto paternal. Haría lo que fuese por su país, pero preferiría no tener que hacer nada que les perjudicase directamente.

*Aclaración:

- Entonces, soy su hombre, señor presidente -afirmó tajante el anciano levantándose para apretar con fuerza la mano del taimado político-. Aguardaré también su llamada para todo lo relacionado con el tema de Hulk. Si no desea nada más de mí, me marcharé ahora.

Y, tras decir éstas palabras, se marchó del despacho. El presidente acababa de ganar un nuevo soldado para su causa, uno que demostraría ser probadamente valioso...