Sloan Jenkins Marvel Universe
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Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
| Tema: Eldritch [Autoconclusivo] (25-01-2019) 19th Abril 2015, 19:40 | |
| Cuenta la leyenda urbana (y no tan leyenda, ni tan urbana) que las grandes empresas, los grandes hitos de la historia surgieron de una conversación en una cafetería, escrita la idea en una servilleta o incluso como una conversación en un retrete para no tener que pensar que el tipo que tienes al lado, tu amigo de toda la vida, la tiene más grande que tú, y que por eso seguramente te dejó tu novia por él (comentario sin venir a cuento). Eso quiere decir que, cuanto mayor es el logro, menor epicidad tiene el primer encuentro, la primera chispa. Lo que fue un cruce de miradas y una sonrisa puede terminar siendo el mayor logro de toda tu vida y seguramente de la existencia de la raza humana. Según dicha teoría, cuanto mayor sea el logro, menor importancia tendrá el encuentro, y menciono todo ésto para que se pueda tener cierta idea de lo que viene a continuación:
En una dimensión oculta a través del cuerpo de lo que aparenta ser un simple hombre, un chico moreno de ojos verdes, cuyo espacio es infinito y su horizonte es un enorme remolino que emana una luz tenue y amarilla que aun así se esparce por cada peldaño de aquellas laberínticas escaleras, por aquellas torres y aquellas paredes sin base alguna donde soportarse, que nadan en un vacío eterno sin moverse de su sitio. En dicha dimensión donde no hay arriba ni abajo, ni leyes físicas, en lo alto de una de dichas torres una mujer de mirada penetrante y cabellos negros, vestida con la elegancia de la muerte en un baile de los años veinte se acercaba al borde de dicha torre, mientras otro hombre, moreno y de ojos verdes la miraba hacer, esperando a que Cloe terminara de echar su primer vistazo a aquella dimensión.
- Vaya vaya... ésto es más espacioso que mi cuarto... claro que para eso, debería tener un cuarto donde hospedarme, y en contrapartida lo único que tengo es una entrada libre a todo hotel que quiera quedarme con cada suite que quiera utilizar. - ¿No tienes un lugar donde caerte muerta? - bromeó Sloan acercándose a la mujer mientras ésta daba un rodeo por el borde de la torre sin apartar la mirada de las vertiginosas vistas. - No pequeño Madelman, significa que "hago lo que quiero, así que, que te den, y que te den bien fuerte", ¿me entiendes? Si, ¿verdad? Pues eso...Aunque si tengo que agradecerte algo sería que hayas aceptado mi propuesta de vernos: no todo el mundo sabe lo que es la caballerosidad en éstos días. Prefieren ser brutos descerebrados que se follen a la primera facilona. Tsch, tsch, tsch... cómo cambia el mundo. ¿No hay sillas? Éstos talones me están matando los tacones.
Sloan se encogió de hombros, y dos sillas surgieron del suelo de piedra lisa que pisaban, acompañados de una mesa las cuales estaban firmemente fusionadas con el suelo. La francesa se las quedó mirando, y tras poner una media sonrisa de suficiencia, se sentó en la que tenía más cercana. Sloan hizo lo mismo.
- Entonces, tú dirás. ¿Por qué querías verme? - No quería verte, Ken: quería hablar contigo. ¿Sabes? He tenido un ojo puesto en ti desde lo de Gotham, y te he estado siguiendo. No como un poli sigue a un caco o una polilla el fuego: no me has visto, no me has sentido, pero yo te estaba observando... E intuyo que no me harás nada porque no me ves como una amenaza aquí, en tu santa sanctorum. - La verdad es que no: no siento que seas una amenaza potencial para mí, ni que quieras hacerme daño o algo por el estilo. Te veo como alguien que quiere hablar conmigo, y lo normal es que alguien invite a alguien, o vernos en casa de alguien para charlar. - Y no teniendo una sola moneda encima optaste por lo segundo. Para mí no tiene importancia el dónde, sino más bien el por qué. - ¿Y me lo vas a decir, o tengo que sacar más sillas? - Tu grupo... esa idea que has tenido en la cabeza durante mucho tiempo. Dime... ¿más o menos qué tienes pensado? ¿Levantar un orfanato para los seres, personas y cosas que sean como tú? - Si quieres llamarlo así... - ¿Y querrás que sean como la familia que nunca han tenido, y que se ayuden los unos a los otros? - Para sobrevivir en un mundo grande se necesita una pequeña familia. - ¿Y vas a cuidar el mundo donde habitáis, de la forma que sea necesaria, aunque ésto implique tener que borrar una ciudad entera porque ha sido infectada con un virus que podría destruir el mundo, o rescatar un gatito porque su ama un día será una reina que conducirá al mundo hacia una nueva era de prosperidad? - Eso... eso es un poco rocambolesco, ¿no te parece? - Juego con el azar, Accion Man, y el azar juega conmigo. Tenemos una bonita relación y siempre pienso en todas las variables posibles, por muy rocambolescas que éstas sean. Pero más o menos es la idea, ¿no es así? - Si vas a vivir en una casa, es mejor que la mantengas siempre con las cuatro paredes y el techo, aunque tengas que exterminar una especie de insecto porque si no te destroza las bases.
Cloe sonrió con esa afirmación. En sus ojos se dibujaron por unos segundos unos vórtices purpúreos hipnóticos que ampliaron la sonrisa de sus labios.
- En ese caso voy a proponerte un trato: afiliémonos, y juntos levantaremos éste pequeño grupito familiar que tanto deseas. - ¿Ah si? ¿Y qué sacamos el uno del otro? - Tengo recursos. Recursos que pueden serte muuuuy útiles. - Acercó la maleta que siempre llevaba consigo, la puso sobre la mesa y la abrió, metiendo la mano para sacar... nada. Cloe se quedó perpleja ante éste giro de los acontecimientos. - Vaya... pensé que tus sellos no me afectarían, pero veo que si. Da igual, tendrás que confiar en mi palabra: te puedo proveer de todo lo que necesites y más. ¿Cómo ibas a alimentar a los tuyos, o darles lo que más necesitan según su origen, eh? Yo seré vuestra hada madrina. - Eso es un concepto un poco gastado ya. - En ese caso ponme una panza, vísteme de rojo y gritaré ho, ho, ho si te gusta más, pero el concepto es el concepto. - ¿Y tú qué sacarías? - Cloe se cruzó de piernas y levantó las manos, agitándolas como diciendo que era evidente. - Diversión. Verás cachorrito, soy una de las pocas encargadas que tiene el señor Sino, el azar en persona si tuviera una personificación y que trabaja las 24h del día los siete días de la semana, excepto festivos porque también necesito un descansito. En cualquier caso tu grupo sale de los cánones, y eso implica que puede pasar cualquier cosa, y eso engloba lo que yo busco: no es que ayude a los villanos con sus fines porque les tenga cariño, sino porque son la cara de la moneda que nadie quiere tener. Algunos lo llaman equilibrio. Yo prefiero considerarlo como el canto de la moneda, ¿sabes? Claro que, para nuestra filial tendrías que firmar un contrato conmigo con ciertas condiciones. ¿Te interesa? - No lo sé. ¿Cuáles son esas condiciones? - La primera, que a la hora de dejar entrar a alguien dentro de tu grupo pueda ser del bando de la moneda que más le guste, ya quiera ser héroe, villano o ama de casa. - La moral humana y la justicia tan solo son puntos de vista. Dentro de mi cabeza esa idea es un campo basto y solitario donde todo tiene cabida. Vamos, que me va a importar cuatro pitos eso mientras mantenga la mente abierta y acepte formar parte de ésta familia. - La segunda, que me dejes tener un tablón de anuncios con posibles digamos... aventurillas para matar el tiempo. - Con eso... no te capto. ¿Quieres que tengamos una sala de juegos? - Ese es el punto tres y el punto cuatro es tener una sala común, pero no, no me refiero a eso: has estado jugando con el chico demonio y con los agentes secretos, ¿no es así? Y te has visto envuelto en esas "aventurillas". Las que yo propongo son otras "aventurillas" que nadie conoce, o que pocos saben, con un riesgo mortal del 99% y con la finalidad de ejercer cierta presión en el canto de la moneda. - ¿Tienes conocimientos de esas... "aventurillas"? - Chico, soy una proveedora: tengo que estar informada de todo, pichurrín. - ¿Pichurrín? - Claro está, los tuyos podrán apuntarse o no, pero si nadie se apunta me tienes que prometer que le pasarás la patata caliente a otro grupo que conozcas y sean de fiar y puedan cumplir con el propósito. - Eso tendrás que redactarlo y ponérmelo punto por punto porque ahora mismo es muy ambiguo... Pero oye, no tengo ningún reparo con tus condiciones. - Entonces, ¿trato hecho? - Trato hecho. - Perfecto, pero vamos a tener que salir de éste lugar para que pueda ejercer mi poder con el contrato. De lo contrario sería un trato normal y corriente... - Cloe se levantó de la silla y se acercó al moreno. - Tengo un lugar, por cierto, diviiiiiiiiino para que puedas establecer la base de nuestro grupo. - En realidad ya tengo un lugar pensado que será perfecto. - En ese caso le voy a devolver el sótano a su respectivo dueño.... ¿Nos acostamos? - Va a ser que no. Estoy ocupado. - Vaya, pues si que nos ha salido Ken.
Y con un paso del moreno, aquella pareja desapareció de la torre, dejando detrás de si dos sillas vacías y un rastro de ceniza. Tal vez acabaran de firmar el inicio de un cambio en el mundo, en el azar o en el propio destino... o tal vez fuera un simple grupo de inadaptados comiendo pastas todos los días mientras juegan a los bolos. Como se suele decir, el tiempo lo dirá, pero una cosa estaba clara: acababan de fundar la familia Eldritch. _________________ ~Color darkgoldenrod~ | |
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