1 de Julio, 2018.
Gotham City.
Casi medianoche.
Es de noche. Sopla el viento helado, y estoy muy frustrada. No se pudo concluir la reunion de mafiosos en la que estaba vigilando porque los tipos no se presentaron. Probablemente, hacia una mala noche, o la batiseñal estaba demasiado brillante en el cielo. Era complicado, a veces los criminales sentian el miedo de encontrarse con uno de los justicieros... Y no acudian. Un arma de doble filo, pues aunque eso evitaba que se hicieran mas actos criminales en la ciudad, los que se estaban investigando se cortaban a medio camino, y probablemente, todo tuviese que ser postergado.
Al carajo. No pienso esperar mas para ponerle las manos encima a Francisco Montales y romperle las piernas. Ese colombiano ya llevaba unas semanas metiendo su cocaina a Gotham y sacaba armas y explosivos para Sudamerica. Un negocio de poca importancia, para las verdaderas asquerosidades que en la ciudad se veian... Pero no por eso, menos castigable.
Me levante de la cornisa donde estaba y segui con mis binoculares a uno de los hombres que caminaba de regreso a un viejo
Camaro estacionado cerca de una farola. La vision nocturna me habia permitido distinguir a otra persona mas en el coche, esperando. Probablemente, los socios que quedaron esperando a los hombres de Montales y no llegaron.
Tome mi ballesta, colocando en ella el virote garra que dispare hacia un contenedor de agua cerca mio, al cual sali disparada para colgarme y bajar suavemente hacia el tejado, por el cual, corri hasta las escaleras externas. Cuando estaba en las escaleras, cambie el virote de mi ballesta para poner el de filo, apuntar y disparar contra la llanta delantera izquierda. Suerte de salir del lugar con una llanta pinchada.
Baje las escaleras rapidamente, hasta que al llegar al borde, salte sobre unos contenedores viejos, me resbale por el borde y toque suavemente el piso, preparandome para caminar agasapada. Me asome por la esquina de una pared, y el hombre habia subido a su coche, prendiendo las luces y el motor. No me detuve, y segui acercandome lo mas discretamente posible para acercarme al vehiculo.
El vehiculo de los mafiosos intento avanzar, pero ni siquiera llego a moverse un metro cuando el tipo se detuvo y salio del coche a ver que pasaba. Bien, yo ya estaba a unos cuantos metros de el. Rode por el suelo para llegar junto a una camioneta con la que me cubri, y andando discretamente, me acerque hacia el, mientras maldecia por tener que cambiar la llanta.
-Vamos, idiota, no me da buena espina esto.-Si tanto quieres irte, ayudame a quitar la llanta.-Ese es tu trabajo, no el mio.Su discusion aumentaba, mientras el conductor sacaba la llanta de la cajuela. Yo ya estaba detras de el, asi que aproveche, corri y salte con los pies por delante para golpearle la espalda. La llanta cayo al suelo, y aproveche para empujarlo hacia la cajuela, donde quedo medio-adentro. Baje la tapa con fuerza, lastimandole la espalda y corri con el copiloto, que sacaba asustado su pistola mientras abria la puerta. Mi pierna se fue directamente a su brazo que sostenia el arma, para luego, golpearle en la barbilla con mi codo.
El golpe lo desoriento, momento que aproveche para darle un rodillazo en el estomago, y cuando se doblaba para recuperar el aliento, le di un gancho al menton con mi puño izquierdo. Su cara se fue a estrellar contra el cristal del vidrio, asi que, por ahora, tendria unos momentos para acabar con el. Levante su cabeza y la arrastre contra el inicio de la puerta del coche, cerrandosela sobre su cabeza. Auch, eso le va a doler mañana. Lo repeti un par de veces, hasta que vi como fluia la sangre de su craneo. Estaria ahi un buen rato, si no es que se pudria antes de que la ambulancia llegaba (si es que lo hacia)
Me acerque al otro hombre que forcejeaba por ponerse en pie por el golpe en su espalda, y apenas me vio, solto un grito de miedo. Corriendo hacia el, me lance para taclearlo, derribandolo facilmente. Me puse encima de el y le di un puñetazo en la cara, para luego agarrarlo del cuello de su camisa.
-¡¿Donde estan tus socios?!-¡Yo que se! ¡Sueltame! -Mi rodilla se clavo en su abdomen, sacudiendolo un poco con mis manos.
-¡¿Que demonios iban a acordar?!-¡Agh! Ellos... nos traerian unas cuantas toneladas de droga... -su respiracion era dificil, pues mi rodilla no dejaba de presionar sus entrañas-
y nosotros les dariamos unas armas nuevas de Metropolis... ¡Es todo lo que se! ¡Lo juro!-¿Donde estan tus jefes? -Mencione en un tono mas bajo, pero igual de frio y agresivo que antes.
-Los puertos... Esta en un carguero chino... El Cruz del Señor... ¡Quitate ya!Un puñetazo fue directo a su barbilla, para luego, estrellar su cabeza contra el suelo. Suficiente. Ya me las arreglaria para encontrar a esos idiotas. Me levante, tome las pistolas de los criminales y me las guarde para tirarlas en algun lugar donde ellos no pudieran darle mas uso. Posteriormente, tome mi virote clavado en la llanta que habia pinchado, arrancandolo y posteriormente, guardandolo en mi traje.
Sali de la escena del ataque y fui a buscar mi moto para ir hacia los muelles. Ya encontraria ese barco, solamente era cuestion de tiempo para que a esos criminales les tocara la hora de ver al Señor.
2 de Julio, 2018
Unas horas mas tarde.
Encontrar el barco no fue una tarea facil. Estaba oscuro, y habia mas barcos que o bien no tenian el nombre claro, o simplemente, no tenian nombre. Habia vigilancia, y no queria golpear a nadie que no estuviera directamente involucrado en esta inmundicia, asi que tenia que ser aun mas discreta. Evitar a la vigilancia, camaras y luces que delataran mi posicion.
Fue hasta que encontre el barco que respire tranquila. Estaba vigilado, pero no seria imposible acceder. Subir por la rampa de descarga no es la mejor eleccion, asi que, preferi entrar por afuera, colgandome por medio de mi ballesta. Dispare el virote-garra al borde, lo ajuste bien a mi cinturon y salte hacia adelante para columpiarme hasta tocar la pared y rosar con mi capa el agua.
Subi lentamente, hasta que al llegar al borde, me sostuve con mis manos y me impulse hacia arriba. Bien, no habia nadie en la cubierta, asi que solamente tendria que ir con cuidado cuando este dentro. Guarde la garra y camine hacia las escaleras para bajar al interior de la embarcacion, andando agazapada. Genial, no habia nadie cuidando por ahi... Probablemente, estuviesen jugando a las cartas o alguna otra estupidez.
Llegue a uno de los pasillos y empece a andar con cuidado de no ser descubierta en los camarotes, cuando de pronto, escuche un fuerte ruido, como si un coche se hubiese estrellado contra el barco. ¿Que demonios estaba pasando? Tome mi ballesta, coloque el virote explosivo y me levante, corriendo a uno de los camarotes que estaba vacio para esconderme un momento. Espere ahi unos diez segundos, hasta que por fin, sali a ver que ocurria. Probablemente, todos los miembros de la tripulacion irian a ver, asi tendria la oportunidad de estudiarlos a cada uno.