La influencia de un hombre. -14 de Marzo de 2019- (Libre y Auto-Reflexivo)

Inmediatamente como volví de Bludhaven, recibí una llamada. Un viejo amigo. Debía partir a España para antes del 14 de marzo, ese mismo día a la noche me encontraría con el a las afueras de la empresa Neo-Dogatsu, en Madrid. Me pareció extraño, a decir verdad, juraría que no me llamaría... Pero es un tipo inteligente, por lo que se ve, y sabe con quien trabajar.

Dí un pasaje, obviamente no con mi verdadera identidad, y me subí al avión. Tarde varias, varias horas en llegar, pero por fin Madrid estaba delante mio. Lastimosamente, tuve que alojarme en un hotel hasta la noche.



9:30.

Ya eran las 9 y media, la lluvia y la niebla provocaba que poca gente transitara por las calles. Aun así yo era una de ellas. Encapuchado, con un abrigo que cubría hasta mi cintura, y todo de negro. El humo que salia de mi boca al exhalar aire solo yo podía verlo. La niebla no me dejaba ver mas allá de unos metros.
Me detuve en medio de la calle, y sonreí. Cuando alcé la mirada, el edificio de Neo-Dogatsu se erigía ante mi. Había llegado temprano.

Me apoye en la pared de cristal de la entrada, mientras prendía un cigarrillo.


10:30

Todavía esperaba, una hora después. Odio llegar temprano. Negué para mi, mientras apagaba el cigarrillo aplastandolo contra la fría y mojada vereda. Un guardia de seguridad, que acababa de despertar, salio de su casilla con un paraguas, y se acerco a mi con pequeños saltos.

-Señor, ¿requiere de algo? Hace horas que esta aquí.

Mentira, el gordo se acostó a las 9 y media cuando yo llegue, no vio a que hora despertó, y le pareció haber dormido por varias. Empleados ineficientes... Quizá necesitaba una "reducción de sueldo"

-Me resguardo de la lluvia... Señor. ¿Que mal clima no?

Me pare firme, y tome mi cuchillo con mi mano izquierda, debajo de mi manga. Cuando el guardia abrió la boca para hablar, el cuchillo entro por la parte de abajo de su mandíbula, mientras yo me reía.

-Has sido un mal empleado, ¿Eh? Dormilón.

Saque el cuchillo y le di una patada en la barriga, tirándolo al suelo. Al momento que el gordo toco la calle, la alarma empezó a sonar. Aunque, obviamente, no era por mi. Mi querido amigo había terminado. Solté un "JA" y abrí la puerta principal con la tarjeta del guardia. Como esperaba, los guardias de la entrada habían ido a atender la alarma. Corte los cables de la luz, y fui despejando el camino de mi amigo. Para cuando este llego al pasillo donde yo me encontraba apoyado en una de las paredes, el camino estaba con varios cadáveres esparcidos por el.

Reí, y di unas vueltas entre mis dedos a mi cuchillo.

-Llegabas tarde, y decidí entrar a echar una miradita, pero bueno, al menos me divertí un rato. Dime, amigo mio... ¿Como debería llamarte ahora?

Solté una carcajada mientras me tome la frente con mi mano. Estaba claro que su identidad había cambiado. Desde el pelo hasta la ropa, pero... Seguía teniendo tanto potencial como siempre. Un aliado incalculable, y un futuro nuevo de Laughing Tricksters valioso.