¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
Años de Omega
¿Quién está en línea?
En total hay 34 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 34 Invitados :: 1 Motor de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 190 durante el 8th Noviembre 2024, 02:38
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
- Es lo más lógico. Es evolución. - ¿Verdad que si? Además, llevo tiempo pensándolo. Sé que yo también. - Las consecuencias pueden ser impredecibles. La mente humana no está preparada para ésto. Pero puede hacerse. - Tan solo necesito la persona adecuada para el trabajo, y creo que ya sé quién será.
En aquella dimensión llena de caos, distorsiones y lógica, sendas figuras restaban de pie en aquella baldosa flotante. Uno llevaba ropas de calle, con su pelo moreno y su sonrisa confiada. El otro un traje tan caro que ni podía existir, con su mano oscura y humeante, y su cabeza negra dispersa en látigos negros, moviéndose al son de un viento inexistente. Ambos, partícipes de una misma mente y un mismo cuerpo, sabían que había llegado la hora de dar un paso más allá. Sabían que era el momento indicado. "Renovarse o morir".
Evolución.
Ya era de noche, y las calles de Nueva York estaban repletas de transeúntes y vehículos circulando a toda velocidad de una punta a otra de la ciudad. No se darían cuenta de uno más que acabara de aparecer de la nada, en un callejón cercano y metiéndose entre la multitud. Miró la hora que marcaba el reloj electrónico de la farmacia: Las ocho de la tarde.
- Uy... me parece que hago un poco tarde...
Aquella misma mañana había cogido unas cuantas monedas de un tarro de una tienda (¿Por qué dejaban un tarro lleno de monedas en el mostrador, y abierto? Era de locos...) y las usó para llamar desde un teléfono público. En las páginas telefónicas que había en la parte de abajo de la misma cabina buscó el número de aquella mujer, la que lo había tratado en la base de SHIELD. Fue fácil recordar su nombre porque conocía a otra mujer con casi el mismo nombre, y si algo recordaba era que en las guías telefónicas de las grandes ciudades encuentras a cualquiera... o eso decían en las películas. Por suerte para él, era cierto. Llamó al número y pidió cita para las ocho de aquella misma noche, a nombre de Duncan McClain. No sabía si era muy seguro darle su verdadero nombre sabiendo cómo había terminado su última sesión, pero la necesitaba. Necesitaba sus capacidades. Llámalo... instinto.
Por eso, diez minutos un poco tarde, llamó a la puerta y esperó que le abrieran.
- Un solo paso más... Tan solo un simple paso más... - ¡HO, HO, HOOOOOO! ¡FELIZ NAVIDAD! - ¡COÑO! ¡QUE SUSTO!
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
Lissa había tenido una semana muy larga, y estaba deseando irse pronto a casa. Sin embargo, un tal Duncan McClain había llamado por la mañana, solicitando la última visita del día. De modo que, a las ocho, tras haberse despedido de su secretaria, la psicóloga se quedó en su despacho, tratando de no pensar en el radiador caliente y el sofá que la estaban esperando en casa.
Cuando pasaban diez minutos de las ocho y las esperanzas de irse a casa empezaban a revivir (tal vez Duncan McClain hubiera tenido un contratiempo, o hubiera decidido curarse de cualquiera que fuera su dolencia psicólogica celebrando la Navidad, o algo parecido...), alguien llamó a la puerta. Lissa suspiró, acudiendo a abrir.
- Bue...
Su expresión cambió de inmediato al ver quién había al otro lado.
Cuando quiso darse cuenta, acababa de cerrarle la puerta en las narices a Sloan, en un acto que (podía jurarlo) había sido puramente reflejo.
Sintiéndose inmediatamente culpable, la psicóloga volvió a abrir, aunque una pequeñísima parte de ella estaba deseando que Project no siguiera al otro lado. Y la otra parte de ella (bastante más grande) estaba deseando no encontrarse con una cabeza llena de tentáculos a la entrada de su consulta.
Por suerte o por desgracia, Sloan Jenkins seguía estando ahí, de pie.
- ¿¡Pro... Sloan!? ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó. Lo último que había sabido de él había sido a través de Lyz, y ella se había mostrado bastante reacia a hablar del tema. Se alegró de saber que había sobrevivido al incidente de SHIELD, pero no tenía ni idea de qué podía querer de ella ahora. Las imágenes de lo que había experimentado al entrar accidentalmente en la mente de aquel hombre eran un buen material para pesadillas.
_________________
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
La puerta se abrió, y tras ella apareció Lissa, con su ya acostumbrado aspecto tan parecido (casi idéntico) al de Lyz.
- Hola Lis- - ¡BLAM! Portazo en la cara. Literalmente. - ¡UGH! Mi nariz... mi hermosa nariz........ bueno, no tanto.... ¡AY! - La voz le sonaba nasal y se sujetaba el puente de la susodicha con un movimiento de pinzas de sus dedos para que no le chorreara la sangre mientras miraba para arriba. ¡Dios, qué daño! Y menos mal que no se la había roto porque entonces estará por el suelo dando vueltas llorando como una niña chica. Pero en el fondo (muy en el fondo, donde no llegaba la luz del sol) entendía la reacción de la psicóloga: la última vez que se vieron (y la primera) no acabó muy bien. De recordarlo no lo recordaba mucho, pero siempre que perdía el conocimiento bien sabía que nada bueno se estaba tramando.
Al volverse a abrir la puerta apareció una Lissa algo más receptiva, preguntando qué estaba haciendo allí. Sloan trató de limpiarse la sangre de la nariz ahora ya curada con el pulgar y la ayuda de un pañuelo de papel, mientras la saludaba con una mano.
- Feliz Navidad para ti también, Lissa. ¿Puedo pasar? Soy tu cita de las... - se miró la muñeca para ver la hora que era, pero como no llevaba reloj... - ... en punto y pico. Duncan McClain. ¿Puedo? - preguntó aun en la entrada, sin saber si le dejaría pasar o tendría que decírselo todo desde ahí, plantado y con la nariz roja. - Verás, he venido a pedirte tu ayuda profesional. O mejor dicho, sobrenatural. Te lo resumo para que te lo pienses bien el dejarme aquí fuera y que me atienda el Noel de abajo o tú misma dentro del despacho, porque me figuro será un despacho. Éste verano tuve un pequeño problema relacionado con mi mente y mi cuerpo. Ya sabes lo que soy, pues lo leíste en el informe que te dio SHIELD. El caso es que necesitaba ayuda, y decidí ir a buscarla en la farmacia de Arkham. El caso es que allí me encontré a Mindy - o Lilith Belmont pero, tal y como le dijo ella, no le gustaba que la gente supiera su nombre. Cosas suyas. - Con su ayuda pude estabilizar esos espasmos, e incluso me recetó una droga, pero me dijo que aun tenía el problema dentro de mi cabeza, pero me temo que no es suficiente. Verás... sin que suene a pokémon, quiero evolucionar, y necesito tu ayuda - La evolución era un paso casi obligatorio en su nueva vida, pero también había otro motivo por el cual quería hacer dicho paso. Uno más personal que no se lo diría a menos que fuera necesario. ¿Por qué? Porque una parte de él seguía negando ese segundo "porqué" (cuantos porqués). - Necesito a alguien que pueda hurgar en mi cabeza. Mindy lo intentó pero su poder no era suficiente: necesito a alguien que traspase la barrera de mis recuerdos, y si no recuerdo mal, tengo la sensación grabada en el cerebro que tú hiciste algo por el estilo en la base de SHIELD. Entonces dime, ¿puedo pasar?
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
Lissa no pudo evitar sentirse terriblemente mal por la nariz de Sloan. La puerta le había dado de lleno, provocando, al parecer, una lesión no mortal, pero sí bastante aparatosa. Por los dioses, acababa de hacerle daño físico a alguien... ¿se estaría pareciendo cada día más a Lyz?
- Feliz Navidad para ti también, Lissa. ¿Puedo pasar? Soy tu cita de las... en punto y pico. Duncan McClain. ¿Puedo?
- ¿Duncan McClain? ¿Desde cuándo te llamas Duncan McClain? - suspiró Lissa, pero se apartó del umbral, con la intención de dejarlo entrar. Sin embargo, Sloan no se movió. Parecía tener aún cosas que decir.
- Verás, he venido a pedirte tu ayuda profesional. O mejor dicho, sobrenatural. Te lo resumo para que te lo pienses bien el dejarme aquí fuera y que me atienda el Noel de abajo o tú misma dentro del despacho, porque me figuro será un despacho. Éste verano tuve un pequeño problema relacionado con mi mente y mi cuerpo. Ya sabes lo que soy, pues lo leíste en el informe que te dio SHIELD. El caso es que necesitaba ayuda, y decidí ir a buscarla en la farmacia de Arkham. El caso es que allí me encontré a Mindy...
El nombre trajo, de inmediato, el recuerdo de la psiquiatra a la mente de Lissa. Eso la hizo interrumpir el tren de pensamiento al que se había lanzado su mente tan pronto como Sloan había mencionado los términos "ayuda sobrenatural". Lissa había retomado su habilidad mística una única vez desde el incidente del Helitransporte, una única y justificada vez. Y lo que había sucedido aquella vez...
Una oleada de angustia recorrió a la psicóloga, pero se obligó a detenerla antes de que la siguiera la inevitable ráfaga de culpabilidad, o la traicionaran los recuerdos. Había logrado reprimir aquella noche, apartarla de su mente con una cantidad considerable de autoengaño, negación y sangre fría que, a día de hoy, no sabía de dónde había sacado.
Bien, en cualquier caso, volver a ser Psique no entraba en sus planes a corto plazo. Aún tenía demasiado miedo de sí misma como para intentar eso.
Y, por supuesto, aún tenía demasiado miedo de lo que había en la mente de Sloan.
- Con su ayuda pude estabilizar esos espasmos, e incluso me recetó una droga, pero me dijo que aun tenía el problema dentro de mi cabeza, pero me temo que no es suficiente. Verás... sin que suene a pokémon, quiero evolucionar, y necesito tu ayuda.
¿Evolución? Si se refería a que lo ayudara, de algún modo, a que empezaran a salirle tentáculos de la cabeza, Lissa no estaba dispuesta a...
- Necesito a alguien que pueda hurgar en mi cabeza. Mindy lo intentó, pero su poder no era suficiente: necesito a alguien que traspase la barrera de mis recuerdos, y si no recuerdo mal, tengo la sensación grabada en el cerebro que tú hiciste algo por el estilo en la base de SHIELD. Entonces dime, ¿puedo pasar?
Hubo un instante de silencio, mientras Lissa se decidía.
- ... Pasa. - repuso, al final.
La psicóloga tomó la delantera, dejando que Sloan la siguiera al interior de su despacho. Era un lugar totalmente distinto a la sala de interrogatorios de SHIELD, donde Lissa había rozado el subconsciente de Project por primera vez. No tenía ni idea de qué beneficio le podría reportar a Sloan que repitieran la experiencia, pero era mejor que lo hablaran allí dentro, y no de lado a lado de la puerta.
- Vas a tener que ser un poco más específico con eso de "evolucionar" - musitó, mientras le ofrecía asiento - ¿Sabes? Hace mucho tiempo que no me dedico a meterme en la cabeza de otros... en sentido literal, no figurado, figuradamente lo hago todos los días. - Lissa suspiró - Lo que quiero decir es que... ese tipo de excursiones afectan la cabeza de la gente. O me ponen en peligro a mí. Incluso hay situaciones en las que se dan ambas circunstancias, y estoy completamente segura de que tú eres la versión andante de una de esas situaciones.
La psicóloga cruzó las piernas, apoyó los codos sobre las rodillas y dejó caer la cabeza, para que la barbilla descansara sobre sus manos entrelazadas. El recuerdo de lo sucedido con Dragoslav estaba encerrado a cal y canto en su propia mente; lo sentía removerse, ansioso por salir, pero no lo permitiría. Lo enterraría tan dentro de ella como había hecho con la cabeza de él.
¿Qué pasaba si aceptaba entrar en el subconsciente de Sloan, y volvía a fallarle a alguien? ¿Qué ocurriría si lo manipulaba a él...? No, no era probable que tuviera esa capacidad; la mente de Eclipse era una cosa... la de Project, otra bien distinta. Lo había sentido en S.H.I.E.L.D., aquélla no era una cabeza que Lissa pudiera dañar, más bien al contrario. Era más probable que fuera él quien la dañara a ella.
Bueno, tal vez se lo mereciera.
La pregunta era, ¿estaba dispuesta a ayudarle?
- Tu subconsciente es un sitio peligroso, y aún no he empezado a entender ni la décima parte de lo que realmente eres. No tengo ni idea de si estoy capacitada para el trabajo. Ni siquiera tengo idea de lo que quieres que busque... o haga... ahí dentro. Así que, antes de poderte decir si acepto... tendrás que dejarme claros todos esos puntos.
_________________
Última edición por Elissa Stavridis el 5th Junio 2015, 19:26, editado 1 vez
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
Sloan pasó. No era de los que se lo pensaban dos veces antes de aceptar una invitación, más cuando dicha invitación era más bien una cita ya prevista por ambas partes pero sin el total consentimiento de una de dichas partes (vivan las complicaciones). Cruzó el umbral de la puerta de Lissa, siguiendo de cerca a la psicóloga después de cerrar la puerta: no sería buena idea dejarla abierta para que se colara a saber quién para interrumpir la sesión... si es que la aceptaba. La sala era relativamente acogedora, y debía serlo si quería que sus pacientes se sintieran a gusto. Nada que comparar con las salas de Arkham o la propia SHIELD (¿tanto les cuesta poner esas cortinas de ahí?). El moreno tomó asiento cuando se le ofreció, esperando a que la psicóloga hiciera lo mismo, pero en su lugar comenzó con sus peticiones antes de la sesión. Escuchó con atención el pequeño discurso de Lissa, con una mano en el mentón y el dedo índice en la mejilla, apoyando el codo sobre el reposabrazos. Cuando Lissa mencionó que era un claro ejemplo de peligro mortal, Sloan sonrió.
- Vaya, me siento alagado....... Ah... que no era un cumplido. Vale, lo cojo. Si, si...
Lissa terminó de exponer sus términos para la sesión. Eran claramente aceptables dado el hecho que Sloan casi no le había dicho nada de qué quería con exactitud y qué se iba a encontrar si aceptaba el encargo. La última vez que penetró en su mente para Sloan era como haber visto una película, saber que la habías visto pero no recordar más que el concepto en sí de la película. Nada más. No sabía lo que había visto Lissa ni su reacción al verlo, ni si se había encontrado consigo mismo en aquella cabeza hueca suya o si la recibió su instinto. Fuera como fuese, si quería que lo volviera a intentar, tendría que poner de su parte y convencerla.
- Bueno, para empezar, y como se suele decir, "ha llovido mucho desde entonces". Quiero decir, que desde la última vez en la base de SHIELD han habido ciertos cambios favorables para que pienses positivamente en mi petición. Lo primero de todo es que me estoy tratando el subconsciente. - Con permiso, se metió la mano en el bolsillo interior de su chaqueta y sacó una pitillera. La abrió y le mostró el contenido a la psicóloga: una hilera de petas. - Mindy me ayudó a crear ésta droga para mi instinto, haciendo que sea más dócil y no ataque al primero que intente ponerme un dedo encima. Pero como he dicho antes, no es suficiente. - Esperó a ver si Lissa quería coger uno de esos pitis para examinarlo, para después cerrarla y ponerla en una mesilla cerca, donde los tuviera a mano. - Verás, antes tenía pleno control de mi cuerpo y mi mente, pero tras lo sucedido en Gotham con las criaturas mi instinto se revolucionó, separándose de mi mente y tomando un camino propio. Antes ya era dos mentes en una y siempre las he mantenido en cierto equilibrio... pero ya me es imposible. Por tanto, con lo de la evolución me refiero a que quiero cambiar: necesito que me ayudes a controlar del todo mi instinto, o a ser posible, encerrarlo dentro de mi mente para obtener un control mayor al que tenía antes. Eso implicaría que tanto mi cuerpo como mi mente pudiesen cambiar... pero tengo que arriesgarme. Necesito arriesgarme. Mindy ha hecho mucho por mí y quiero darle algo a cambio... Bueno, igual eso último no te interese... o si... Seré sincero: en mi vida he pisado un psicólogo así que no sé cómo trabajáis, y mucho menos una psicóloga que pudiera penetrar en tu mente, ¡Lo que me recuerda! Ésta vez será una visita guiada: tampoco sé cómo funciona tu poder, ni si me puedes ayudar, pero de ser posible, me gustaría ayudarte a mantener las puertas de mi mente más peligrosas cerradas a cal y canto, para tu seguridad - señaló la pitillera. - y eso ayudará. Y descuida, no huele a tabaco... Bueno, ¿cómo lo ves?
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
- Bueno, para empezar, y como se suele decir, "ha llovido mucho desde entonces". Quiero decir, que desde la última vez en la base de SHIELD han habido ciertos cambios favorables para que pienses positivamente en mi petición. Lo primero de todo es que me estoy tratando el subconsciente.
Sloan le mostró el contenido de la pitillera, y Lissa arqueó las cejas. Drogarse no era lo que ella entendía por "tratar el subconsciente", y aquello tenía todo el aspecto de una colección de porros.
- Mindy me ayudó a crear ésta droga para mi instinto, haciendo que sea más dócil y no ataque al primero que intente ponerme un dedo encima. Pero como he dicho antes, no es suficiente. - aclaró Sloan. Bueno, aclaró no era el término adecuado, porque Lissa no estaba más cerca de entender qué era aquella cosa. Tomó uno de los cigarros para poder echarle un vistazo.
- ¿Qué es? - preguntó, con curiosidad, aún sin estar segura de qué clase de sustancia contendrían. A decir verdad, no creía que las drogas fueran a solucionar el problema de Project, pero Mindy era la psiquiatra. Se suponía que sabía lo que hacía.
Mientras Lissa examinaba el cigarrillo, Sloan habló del acontecimiento de Gotham, de su instinto, del delicado equilibrio en su mente. Todo iba encaminado a una petición.
- Necesito que me ayudes a controlar del todo mi instinto, o a ser posible, encerrarlo dentro de mi mente para obtener un control mayor al que tenía antes. Eso implicaría que tanto mi cuerpo como mi mente pudiesen cambiar... pero tengo que arriesgarme.
Elissa lo dejó hablar, sin interrumpirlo.
- Necesito arriesgarme. Mindy ha hecho mucho por mí y quiero darle algo a cambio... Bueno, igual eso último no te interese... o si...
¿Darle algo a cambio a Lilith? Lissa miró a Sloan con curiosidad, sin entender muy bien a qué había venido la última observación. ¿Qué tendría que ver el control del instinto con compensar a Mindy? Hubiera esperado que la psiquiatra necesitara algún tipo de pago por aquella sustancia que Project llevaba en la pitillera, que probablemente no fuera barata... Pero querer atar de pies y manos a su yo primario no sonaba a que el hombre estuviera planeando atracar un Banco para conseguir el efectivo. ¿Habría actuado Lilith gratis? ¿Se refería a otro tipo de compensación? Elissa no se había cruzado con ella desde el asunto de SHIELD, así que no tenía ni idea de qué había pasado desde entonces.
- De hecho, me interesa todo. - suspiró la psicóloga; si Sloan tenía una agenda secreta, no quería que le saltara al cuello cuando se metiera en su cabeza, si se metía en su cabeza - Estamos hablando de entrar en tu subconsciente, de modo que es posible que lo vea, pero prefiero saber de antemano todo lo que haya que saber, incluidas todas tus razones para hacer esto.
Project había mencionado que no había ido nunca a un psicólogo, algo que no la sorprendió demasiado, aunque los Dioses sabían que, tal y como había visto su mente, necesitaba uno con cierta urgencia.
- Bueno, no me parece que vayamos a arreglarlo con psicoterapia. Esto será más bien... mágicoterapia - aclaró. Gracias a su antigua mentora, Enchantress, y a la experiencia personal de Lyz, la psicóloga sabía que sus habilidades estaban más próximas a sacar un conejo de una chistera que a la telepatía o a mover objetos con la mente. - Realmente... lo único que voy a hacer va a ser proyectarme en tu psique, como si viajara al interior de tu mundo personal. Y puedo llevarte conmigo. De hecho, creo que sería lo mejor. - reconoció. Aunque Sloan no se hubiera ofrecido, ella se lo hubiera propuesto de todos modos. No sólo porque él pudiera ayudar dentro, también serviría como ancla al mundo de fuera.
Elissa lo miró a los ojos. Sin darse cuenta, su decisión había sido tomada mientras hablaban; su forma de hablar había pasado del "si yo entrara..." al "cuando entremos". Era demasiado blanda, demasiado curiosa y demasiado complaciente para su propio bien. ¿Qué pasaba si Sloan, o incluso ella misma, sufrían algún daño en el proceso? Psique le había dado problemas en el pasado, la había metido en una celda, la había convertido en una maldita manipuladora emocional... la había hecho romper demasiados juramentos. Y, aún así, Elissa Stavridis seguía queriendo jugar a los héroes.
- Yo... Sloan, no puedo garantizarte que esto vaya a salir bien. - le dijo, permitiendo que sus dudas afloraran a la superficie. El último error era demasiado reciente, demasiado doloroso. ¿Estaba dispuesta a correr el riesgo; lo estaba él?
_________________
Última edición por Elissa Stavridis el 5th Junio 2015, 19:29, editado 2 veces
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
Sloan sonrió cuando la doctora terminó con sus razonamientos.
- Es mi vida: nunca hay garantías de nada - contestó firmemente el moreno ante la resolución final de la psicóloga.
Lissa aseguraba que, fuera lo que fuera por lo que había pasado Sloan y las razones que tuviera para hacerlo lo vería en su mente. De alguna forma era más o menos como lo que hacía Lilith, pero por lo que intuyó, ésta no tenía límites a la hora de explorar la mente de alguien, o mejor dicho lo hacía de otra forma. ¿Magicoterápia la había llamado? Curiosa palabra, pero si era así, si su don para entrar en la mente de alguien era "por arte de magia", entonces no se había equivocado a la hora de pedirle ayuda. Si era capaz de dar forma a su petición, entonces no tenía ningún problema en mostrarle las cartas y los porqués: iba a ser su terapeuta y tenía derecho a saberlo... al igual que pasó con Lilith.
- En ese caso te lo diré todo, y así no te sorprenderás cuando lo veas. No te voy a juzgar si lo haces, porque es lo más normal después de saber qué soy. Verá doctora... nah, mejor te llamo Lissa: Mindy y yo estamos juntos. Empezamos como... ¿cuál es la palabra que se usa? ¿Amigos con derecho? Ocurrió durante mi terapia con Mindy, para poder controlar el instinto que afloraba en mi interior e intentaba tomar el control de éste cuerpo. Durante los primeros días Mindy me dijo que necesitaba conocerme para encontrar el problema. Al hacerlo descubrimos que nos atraíamos mutuamente y acabamos en su casa. Creo que no hace falta contar los detalles, es conocimiento básico de la vida humana... ya sabes... - hizo el gesto de frungir, para que quedara más claro... por si acaso... viva el tacto Sloan, viva el tacto. - Con el tiempo encontró una droga para adormecerlo como te he dicho y quedamos como tal... pero nos dimos cuenta que queríamos algo más, y ese algo más quería dárselo, pero ahora mismo tal y como estoy no puedo. Para ello necesito estar completo del todo, evolucionar. Cuando mi parte humana y mi parte exterior se fusionaron en una sola, mi parte exterior hizo modificaciones en mi psique y mi cuerpo que jamás podré reparar, pero al menos puedo evolucionar, y para eso necesito que el instinto no sea una parte fuera de mí, sino dentro de mí, y de ésta forma obtener el control absoluto de mi mente y mi cuerpo. Por decirlo de alguna forma, lo hago por mí y por Mindy, porque así podré acercarme mucho más a lo que es tener una mente humana... aunque no soy idiota: sé que nunca llegaré a serlo del todo, pero algo es algo.
Sloan se tomó unos largos minutos de silencio para que Lissa tuviera su réplica de haberla. Además, durante esos largos minutos los aprovechó para recordarse a sí mismo el porqué de todo ésto, de por qué estaba sentado en esa consulta y qué no quería que se volviera a repetir.
- También te advierto: si voy contigo en éste viaje... mágico, o lo que sea, te seré útil para evitar ciertas puertas de mi mente que es mejor no pasar. Tengo lo que se podría decir un "conocimiento universal" en mi melón, y por lo que sé, una mente humana es incapaz de racionalizar con normalidad ciertas verdades que albergo, ya que eso podría desmantelar tu sensación de realidad y dejarte medio zumbada. Yo mismo no sé lo que sé, y si lo sé lo olvido. Me pasa muchas veces.
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
- Es mi vida: nunca hay garantías de nada - dijo Sloan, con una firmeza que Lissa distaba mucho de compartir.
- Haces que suene fácil. -fue su réplica.
Entonces, el moreno siguió hablando, y la historia empezó a cobrar sentido para la chica sentada frente a él. Habló de su relación... vamos a llamarla "poco profesional" con la Dra. Belmont (pero, ¿quién era ella para juzgarlo, precisamente? No. No, escucha a Sloan, no pienses en eso). A continuación, hizo un gesto que hizo que Lissa pusiera los ojos en blanco, y prosiguió con la justificación para desear ser humano. En algún punto, la expresión de la psicóloga adquirió un aire ligeramente divertido. No había nada más humano que desear ser humano. Especialmente si era para complacer a otra persona.
- Así que es por ti mismo, y por ella. - la sonrisa de Lissa mantenía un toque de secreta diversión, aunque parte de la preocupación que aún sentía permanecía escrita en sus rasgos, junto con un deje de tristeza indescriptible que provenía de un sitio mucho, mucho más profundo. La explicación de Sloan acerca de puertas que no quería cruzar bastó para que la preocupación regresara al primer plano de su mente, ahogando todo lo demás. Algo que Lissa agradeció.
La psicóloga suspiró de nuevo (¿cuántas veces lo habría hecho ya aquella noche?). Al menos, él estaría con ella, y se suponía que no le dejaría asomarse a todo aquel "conocimiento universal" que podía... ¿cómo lo había descrito?, "dejarla medio zumbada".
Claro, como si necesitara otro medio.
- Felicidades, Sloan. Ya tienes más en cuenta a los demás que muchos humanos a los que he conocido.
La frase estaba cargada de ironía, aunque no iba dirigida a él.
- Aunque podrías haber escogido otra fecha. Es Nochebuena... - Lissa hizo una pausa; lo había pensado mejor - O no. Solsticio de Invierno, claro. Puede que me ponga las cosas más fáciles... Αθήνα, empiezo a sonar como June.
La psicóloga se apartó varios mechones que, como siempre, se habían escapado de su trenza para caerle sobre la cara. Era mejor no seguir dándole vueltas a las cosas. Si se ponía a pensar en todas las formas en que aquello podía salir mal, nunca aceptaría la propuesta.
- Vas a ser mi ancla, Sloan - le explicó, mientras tendía la mano para rozarle la frente - Si algo nos sucede ahí dentro... nos sacaré a través de ti. Hice algo parecido en S.H.I.E.L.D, con Mindy. Fue improvisado, y peligroso. Esta vez lo haré mejor.
Tras aquel breve gesto, lo cogió de la mano. Tomó aire, lo retuvo un instante en sus pulmones, y luego lo dejó ir lentamente, mientras sus ojos azules se abrían para clavarse en los de Sloan.
- ¿Listo? - fue la pregunta.
Tan pronto como él dijera que sí, Lissa se dejaría arrastrar al interior de su mente por el camino que ya empezaba a intuir detrás de sus ojos.
OOC:
Lo dejo aquí por si prefieres ser tú el que describa los escenarios, creo que en el caso de la mente de Slo es mejor si lo dejo en tus manos ^^ ¡Cualquier cosa me dices! Y siento mucho el retraso, intentaré responder con más regularidad ahora que al fin ha terminado el mayo infernal. Gracias por la paciencia ^^;
_________________
Última edición por Elissa Stavridis el 5th Junio 2015, 19:32, editado 1 vez
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
Sloan asintió y sonrió cuando la psicóloga le habló, aunque con lo segundo... no sabía si sacarla de su error o dejar que siguiera en él, pro propia seguridad mental. Cierto era que había creado con Lilith un vínculo afectuoso el cual quería expandirlo más y más, pero ese vínculo no ligaba a las demás personas de su entorno. Con esas otras personas, con algunas más bien, también tenía ciertos vínculos, pero menores a los de Lilith. Por ella estaba dispuesto a hacer ese paso evolutivo, para poder llenar el espacio que tenía por su parte del estatus quo, pensado de una forma puramente lógica. Con los demás... no estaba seguro de llegar a ese extremo. Era... complicado... todo... y más si se tenía que explicar desde el punto de vista de Sloan, y por eso creo que es un tema que mejor dejémoslo para otro momento, cuando haya más de cinco birras vacías sobre la mesa.
- ¿Que es...? ¡HOSTIAS! Perdona, se me había olvidado qué día era y que tenéis la costumbre de celebrarlo con la familia o las parejas o solos deprimidos y... Mmmmeh, perdona, no caí en la cuenta.
Acto seguido Lissa aceptó finalmente ser partícipe de aquel experimento, indicándole al moreno que él iba a convertirse en su ancla. Sloan asintió levemente con la cabeza, deteniéndose cuando Lissa le rozó la frente y le comentó lo que haría en caso de extrema necesidad. Lo veía lógico, por lo que no dijo nada más al respecto. Cogió la mano que le tendía la psicóloga y respondió con un sincero "si" a su pregunta.
Negro. Todo se volvió negro. Un pequeño cambio, una sacudida. Un movimiento, inercia. Sensaciones que Lissa recuerda de haberlas sentido más de una vez, en sus anteriores "viajes". El espacio se expande y la habitación se mantiene en su sitio, iluminándose de nuevo. No están sentados, sino de pie, sosteniéndose ambos las manos. Sloan espera a que Lissa esté preparada, se mentalice. Ambos saben que ya no están en el despacho de la psicóloga. Ambos saben que tienen un pequeño y peligroso viaje por delante.
- ¿Lista? - le pregunta Sloan, mímico. Cuando le contestara afirmativamente, el moreno conduciría a Lissa hacia la puerta de salida de su despacho, abriéndola.
Una luz mortecina se propagaría por el despacho, de un verde parduzco. Ante sus ojos y bajo sus pies, una nada inconmensurable en un vacío cubierto de innumerables vórtices que no dejaban de dar vueltas y vueltas. Poco a poco un camino de baldosas de piedra se formaba, creando paredes flotantes que emulaban un pasillo sin tejado. De dichas paredes surgían puertas cerradas, selladas, a cada cual más extraña; la más cercana a su derecha contenía runas ilegibles; la siguiente había desaparecido el pomo y la cerradura; la más cercana de su izquierda era de piedra, con un umbral rodeado de ojos cerrados pero que daban la impresión de estar completamente vivos.
- Yo seré tu guía y tu ancla, como has dicho. Te avisaré qué puertas son seguras de traspasar y cuáles es mejor dejar tranquilas. Te guiaré por ésta mi mente, hasta el mismo núcleo de mis... problemas.
El Sloan que tenía junto a ella había cambiado. Ya no llevaba sus ropas típicas ni su peinado desenfadado. Vestía y lucía a todas luces como alguien sacado de los años veinte, así como sus modales. Le sonreía y se escuchaba de fondo, una música agradable al igual que intranquila, viendo el panorama en el cual se había metido.
¿Cuáles serían sus primeros pasos?
FDI:
Te dejo vía libre para poner lo que quieras ver de su mente. Si necesitas alguna guía de dónde puedes encontrar parte de su historia pasada no dudes en preguntármelo y te pasaré el link del post o simplemente, te haré un resumen XD El tipo de puertas que veas te lo dejo a ti, así como si quieres ir directamente al centro del problema.
Y descuida, que si algo me sobre es paciencia
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
No tendría que hacer esto. Cada vez que lo hago, lo estropeo todo.
La oscuridad acudió al encuentro de Lissa. El terror atenazó su estómago; un miedo visceral que no provenía de Sloan, sino de ella misma.
Debería haber dejado a Psique atrás, en aquella celda de Belle Rêve. Para siempre.
Sintió vacío bajo sus pies durante un instante. Otro miedo distinto: el de precipitarse sin control, el de no poder dejar nunca de caer.
No voy a poder ayudarle. Nunca he salvado a nadie.
La mano de Sloan sostenía la suya. ¿Confiaba en ella? ¿Sabía a qué se exponía, abriéndole su subconsciente?
Ya has escogido. Una última vez. Hazlo.
La luz regresó.
Parecía el despacho de Lissa, pero no lo era. La propia psicóloga no hubiera sabido decir en qué era distinto. Los libros, los muebles, todo era exactamente idéntico a la realidad... pero tenía otro tinte, como si lo contemplara desde los ojos de otra persona.
- ¿Lista? - la pregunta de Sloan flotó en el aire; una réplica exacta de la que había hecho ella, instantes atrás.
"No."
- Sí.
Él la condujo a la puerta del despacho, y Lissa lo siguió. Al otro lado, el vacío. No, no era vacío, reflexionó Lissa, mientras tomaba conciencia de la fría inmensidad del subconsciente de Sloan, de los vórtices que giraban, tragándose la luz y cuanto cayera cerca de ellos (¿para llevarlos adónde?, se preguntó). A sus pies, un camino que se dibujaba paso tras paso, paredes que transmitían la falsa sensación de estar en un pasillo, y no en un destartalado puente de cuerda sobre un barranco infinito.
Y puertas. Distintas. Si Lissa guardaba un recuerdo de la mente de Sloan, ése era el de los umbrales que se abrían, uno tras otro, y aquella cosa que... Sacudió la cabeza. Él se aseguraría de que no abrieran esa puerta, o eso quería creer. De hecho, lo más probable es que quisieran cerrarla: correr los pestillos, pasar las cadenas, echar los cerrojos y amontonar cientos de recuerdos protectores en forma de pesada barricada. Al menos, eso sería lo que ella haría.
- Yo seré tu guía y tu ancla, como has dicho. Te avisaré qué puertas son seguras de traspasar y cuáles es mejor dejar tranquilas. Te guiaré por ésta mi mente, hasta el mismo núcleo de mis... problemas.
- ¿Y no está el núcleo de tus problemas en una de esas puertas que queremos "dejar tranquilas"? - a Lissa le sorprendió lo engañosamente relajada que sonaba su voz. No se sentía relajada en absoluto.
Sloan había cambiado, y no sólo su aspecto era distinto, también su forma de actuar. A los oídos de Lissa llegaba una música que, lejos de tranquilizarla, la sumía aún más en una sensación de irrealidad y peligro continuos. Allí no tenía el control en absoluto. Aquella mente no tenía límites. Si él desaparecía, dudaba que pudiera encontrar el camino de vuelta por sí misma.
Un laberinto.
Ariadna.
- Espera - le pidió a Sloan, deteniéndose.
Se preguntó si su magia la respondería, si podría moldear aquella realidad, como podía hacerlo en el resto de las mentes en las que había estado. No cogió del tejido que la rodeaba; no quería hacer cambios, y mucho menos permanentes. Trazó un círculo con el dedo, alrededor de la muñeca de Sloan; luego, hizo lo mismo con la propia. Un cordel brilló un instante, conectándolos a ambos, y luego se desvaneció. Seguía allí; cumpliría la función de sus manos unidas, en el caso de que se soltaran; le permitiría encontrarlo, en el caso de que se separaran. Un cordel idéntico unía a Sloan con la realidad; no en vano, ella le había rozado la frente antes de entrar, proclamándolo su "ancla".
El hecho de poder manejar su poder, pese a la vastedad de aquel subconsciente, calmó un poco a Psique. Se preguntó si debía sentirse bien por ello. Aquel tipo de modificaciones, por lo que sabía, no debían trascender en absoluto, pero últimamente tenía dudas incluso de eso. Una sola persona, y ahora la dominaba la paranoia.
Habían reanudado la marcha; las baldosas tapizaban ahora unas escaleras que descendían. No pasó mucho tiempo hasta que llegaron a un descansillo, o más bien a un callejón sin salida. Una nueva puerta les cerraba el paso.
Era una puerta giratoria, como la de un hotel, sólo que Lissa no lograba ver nada de lo que había detrás a través de la cristalera. Se volvió hacia Sloan, como preguntándole si la podían cruzar. El moreno pareció decidir que no era peligrosa. Chirrió cuando se introdujeron en ella, llevándolos con cierta dificultad al otro lado.
No había un hotel, como cabría esperar, aunque Psique sabía bien que, en el subconsciente, raras veces uno se encuentra exactamente con lo que espera. La melodía seguía sonando de fondo, aunque algo distorsionada, como si proviniera de un transistor sin acabar de sintonizar. Bajo sus pies y los de Sloan había hierba, algo reseca y mal cuidada. A lo lejos, se alzaba una colina; cerca de ella, en la distancia, varias casas y granjas se agrupaban en lo que parecía un pueblo olvidado.
Elissa miró a Sloan y retomó el camino... el cual, aunque semiborrado e invadido por los hierbajos, aún discurría a sus pies, dirigiéndose a la aldea. Sus pasos no hacían ruido al caminar; no se oían pájaros, ni se veía ganado, ni gente. De hecho, a medida que se acercaban al pueblo, Psique pudo constatar que parecía completamente abandonado. Aquella zona de la mente de Sloan parecía... ¿descuidada?
Toda la aldea transmitía una sensación inquietante que la psicóloga no hubiera sabido (ni querido) describir. Las casas se encontraban en un estado lamentable; algunas de ellas eran prácticamente ruinas, pero todas, absolutamente todas, tenían puerta. Ninguna de las puertas parecía adecuada; una lámina de piedra grabada en un edificio de madera; la puerta corredera de una casa japonesa franqueando la entrada a una granja americana; un ascensor con su botón de llamada acoplado a un viejo granero...
Entonces, Lissa lo comprendió: el pueblo no era sino otro pasillo, sólo que en una forma distinta al camino que colgaba sobre el infinito.
Se detuvo ante el ascensor y, sin pensar, lo llamó. El botón se iluminó bajo sus dedos, y por la pequeña pantalla que había sobre el umbral empezaron a desfilar extraños símbolos, como si fueran... pisos. Decenas de ellos.
- ¿Sabes dónde estamos... o dónde tenemos que ir? ¿O estás tan perdido como yo...? -preguntó la mística. Era un buen momento para iniciar una conversación de ascensor... pese a que el susodicho no llegara todavía.
_________________
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
- El núcleo de mis problemas... Bueno, lo sabremos cuando lo hallemos - comentó Sloan mostrando una sonrisa amigable a Elissa, claramente para que no se sintiera incómoda o perturbada por la idea de tener que traspasar una de las puertas "prohibidas".
El moreno se quedó maravillado con las habilidades que mostró la psicóloga dentro de su mente. Por lo general solo habían entrado dos personas, y ésta era la primera que demostraba un poder tan abstracto como peligroso dentro para una mente común. Levantó la mano para ver el círculo que se había formado en su muñeca pero ya había desaparecido. Muy curioso... Llegaron pues a una puerta giratoria. Elissa no las tenía todas para con esa puerta, pero cuando miró al moreno éste le sonrió y meneó la cabeza, quitándole importancia a la susodicha puerta; no era peligroso traspasar su umbral, por lo que Psique, haciéndole caso la hizo girar y llegaron así a una parte conflictiva de sus memorias. La casa y el pueblo donde se crió, junto a la colina que vio el final y el principio de Sloan. Ver aquel lugar activó cierto interruptor en Sloan que, fascinado por ver aquel lugar como si fuera la primera vez, se quedó con los ojos como platos y la boca entreabierta. Aún así, sabía dónde se encontraba...
Perdido como estaba no se dio cuenta que la psicóloga había reemprendido la marcha, y sus pasos les llevaron a las puertas de un ascensor, el cual la susodicha llamó. Ambos vieron como cambiaban los símbolos de los pisos, acercándose hasta su puerta, cuando Elissa le lanzó una pregunta que lo dejó descolocado. No por el contenido sino por la respuesta.
- Siendo sincero, no lo sé ni yo. No tengo la constancia de haber pasado por éste bosque de recuerdos en mis pensamientos, por lo que no sé con exactitud hacia dónde nos mandará éste ascensor.
Como una llamada, las puertas respondieron a las palabras de Sloan, abriéndose de par en par una vez llegó el ascensor. El moreno miró a la mujer que tenía a su lado y decidió que debían entrar. Ella apretó el botón, y él dio el paso. Las puertas se cerraron una vez entraran en su interior, y el desplazamiento típico de sus pies y su vientre cuando éste descendió. Dentro del mismo no había ningún indicador que les dijera en qué piso se encontraban, ni botones interiores. Era prácticamente como si fuera un sarcófago, un ataúd gigante que les hacía descender hasta las profundidades de su psique. De pronto, el ascensor se agitó, como si acabara de golpear algo, y se paró. Sloan sujetó a la mujer para que no se hiciera daño y ambos notaron como la planta de sus pies estaba empapada. Al mirar abajo pudieron ver una pequeña fuga en la pared por donde entraba el agua. Poco a poco iba subiendo así que Sloan metió los dedos entre las puertas del ascensor y las abrió. El agua entró en tropel, empujándolos contra la pared. En menos de un segundo el ascensor estaba anegado de agua. El moreno agarró a Elissa de la mano y la sacó nadando de aquella tumba acuática, y ambos vieron una vez fuera que estaban en lo que parecía ser un mar inmenso. Arriba una luz les indicaba el camino y abajo, el abismo se tragaba el ascensor. Nadaron y nadaron hasta que pudieron al fin respirar. Sacaron sus cabezas del agua y pudieron ver un faro en medio de la nada que les hacía señales de luz. ¿Dónde se encontraban? Sloan parecía más perdido aun de lo que ya estaba.
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
- Siendo sincero, no lo sé ni yo. No tengo la constancia de haber pasado por éste bosque de recuerdos en mis pensamientos, por lo que no sé con exactitud hacia dónde nos mandará éste ascensor.
"Genial", pensó Elissa, con cierta ironía. Bueno, ya habían llegado hasta allí. No tenía sentido no continuar.
¿Qué era lo peor que podía...?
CLANK.
El ascensor dio una violenta sacudida. Elissa trastabilló, pero Sloan fue lo bastante rápido como para cogerla y evitar que chocara contra las puertas metálicas. La psicóloga musitó un agradecimiento, pero algo atrajo rápidamente su atención. El sonido de chapoteo que habían hecho sus pies al tocar el suelo.
- ¿Qué está...?
Había una fuga de agua en el ascensor. Agua. ¿En qué momento habían llegado a un sitio con...?
- Espera, ¿¡qué estás haciendo...!? - preguntó Elissa, con la voz agudizada por la alarma, al ver cómo Sloan se disponía a separar las puertas del ascensor - ¡Para...!
Pero él no la escuchó, y el agua acudió a su encuentro tan pronto como las puertas se abrieron, empujando a la chica y su acompañante contra la pared. Lissa tuvo el sentido común de no dejar salir el grito de pánico que, por reflejo, acababa de acudir a su garganta; el agua hubiera inundado sus pulmones con la misma facilidad que el ascensor. Sintió la mano de Sloan aferrando la suya, y se dejó guiar hacia el exterior de la cabina, hacia el...
Océano. Un inmenso océano los rodeaba, azul por todas partes... salvo el fondo, tan negro como una noche sin estrellas.
Sloan tiró de ella hacia la superficie. Elissa lo agradeció, porque estaba casi paralizada por el miedo. La había inundado una terrible sensación de insignificancia, de pequeñez, de ser sólo un punto en aquella inmensidad... vasta, terrorífica. Inacabable. Si moría en un lugar así...
Movió las piernas por reflejo, siguiendo a Sloan hasta que sus cabezas rompieron la superficie, y sus pulmones dieron de nuevo la bienvenida al aire. Un cono de luz barría el encrespado mar, iluminando de vez en cuando sus caras. Procedía de un faro, que parecía ser el único punto de referencia en aquel lugar desolado.
- Tampoco has estado aquí. - constató Lissa. La expresión de Sloan hablaba por sí sola.
Debían de estar en una de las capas más profundas de su subconsciente... Y aquellas rara vez se visitaban.
- ¿Por qué no intentamos llegar al faro? - murmuró Elissa. El agua del mar estaba helada; tenían que seguir nadando, antes de quedarse entumecidos.
En la oscuridad costaba calcular las distancias pero, siendo el faro el único foco de luz en aquel lugar, no iban a perder la dirección. La psicóloga perdió la noción del tiempo; tenía la sensación de llevar horas nadando cuando al fin llegaron a la playa.
Las olas rompían con fuerza contra las cercanas rocas. La torre del faro se alzaba sobre ellos, como un inmenso guardián que custodiara la orilla. Un camino que nadie había transitado en años llevaba a la puerta del edificio. Lissa se volvió. Sus pies mojados dejaban nítidas huellas tras ellos. No, tras ella. Por alguna razón, los zapatos de Sloan no dejaron ninguna señal.
La puerta del faro estaba encajada. Al empujarla, se abrió con un sonoro chirrido. El interior estaba oscuro. Buscaron a tientas la escalera que llevaba a la habitación de la luz, subiendo los escalones a trompicones. Otra puerta, esta vez cerrada con llave.
Forcejearon con el candado, sin resultado. Elissa se volvió hacia Sloan, pensativa.
- Deberías tener la llave - dijo.
Y, como si supiera lo que tenía que hacer, los dedos de Psique parecieron atravesar la frente de Sloan, extrayendo una llave que probó en la cerradura. Sin éxito.
Elissa repitió el proceso dos veces más, sacando, en cada ocasión, una llave de forma distinta de su compañero. Finalmente, una de ellas les trajo el ansiado click.
La psicóloga se volvió hacia el hombre que la acompañaba, sosteniendo aún la llave. Tal vez tuviera que volverla a usar... para deshacer su última acción.
- ¿Es una puerta que no debamos cruzar? - preguntó, inquieta.
_________________
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
Sloan se quedó quieto, en silencio, mirando la puerta. Sus ojos demostraban temor y sus labios, apretados, prisa. Ante la pregunta de la psicóloga no respondió: se quedó mirando unos momentos la puerta, pensando en su siguiente paso, en lo que le diría. Las llaves de su mente habían fluido como gotas de agua por una hoja, y en una parte de su ser rezaba por que no sacara la correcta. Obviamente, no pasó. Apretó con fuerza sus puños, cerró los ojos. Inspiró. Expiró. Estaba algo nervioso, y se le notaba. Él, la representación del moreno en aquel mundo que no era otro que su cabeza, uno de sus múltiples egos, estaba nervioso. Tragó saliva, se movió a izquierda y derecha. Se lo estaba pensando.
- No deberíamos - contestó al fin el moreno - pero debemos entrar.
Sloan llevó la mano sobre la de la mujer, la sostuvo con fuerza. Giraron ambas y la puerta empezó a gruñir. Poco a poco se fue abriendo. No había ninguna luz que les recibiera. No había olor, sonido ni sensación alguna que se expandiera según se iba desplazando ésta, y tal vez por aquella ausencia completa de sensaciones fuera por lo que el corazón del ego empezó a golpear con fuerza su pecho, la gota de sudor recorrió su espalda y frunció el entrecejo. La puerta estaba completamente abierta. Pasaron dentro. La puerta no se cerró a sus espaldas. Eso era bueno pensó el moreno que cambió de inmediato cuando se giró para mirar atrás: la puerta ya no estaba. Aquella habitación estaba cubierta por una extraña bruma densa, oscura. Una nube que no acababa de encontrar su sitio, removiéndose alrededor de la pareja. El moreno avanzó unos pasos y dos luces como la del faro se iluminaron como pudieron entre aquella espesa niebla densa y translúcida. Apretó con fuerza la mano de Elissa mientras daba pasos casi seguros hacia dichas luces. Una apertura a aquella asfixiante atmósfera. Una zona despejada de niebla, de oscuridad. El suelo estaba iluminado por una extraña luz roja venida de ningún sitio. Las baldosas eran típicas: negras y blancas, como un tablero de ajedrez. En el mismo centro de la estancia en la que se encontraban donde la oscuridad era el horizonte, una plataforma de cinco peldaños, circular, soportaba dos tronos separados, vueltos el uno del otro dándose así la espalda. En uno de los tronos había un hombre sentado, moreno, de ojos verdes y desnudo. Claramente era otra representación del ego de Sloan, al menos la parte humana. En el otro trono había una figura para nada humana. Costaba encontrar las palabras para describirla en propiedad. Bastaba con verla como algo amorfo que no encontraba una forma concreta donde quedarse, siempre en continuo cambio inmutable. Una sombra envuelta de volutas oscuras cubrían aquel ser, el cual era claramente más grande que el ego humano de Sloan.
- Hemos llegado - advirtió el moreno. - Aquí es donde ambas partes están ligadas, y como puedes ver, una tiene poder sobre la otra. - Si Elissa se fijaba mejor, podría ver unos largos tentáculos transparentes, como sombras proyectadas en una pared inexistente que fluían del ser a la forma humana, envolviéndola. Estrangulándola.
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
Todo en aquel lugar llenaba a Elissa de desasosiego. El mar que no parecía tener fin, el faro como monumento silencioso a la soledad, la expresión de Sloan cuando ella introdujo la llave en la cerradura. El chico cambió de posición, incómodo. La psicóloga aguardó, tensa. Podía contar los latidos de su corazón en aquel silencio.
- No deberíamos. Pero debemos entrar.
La psicóloga tragó saliva. Era y no era la respuesta que esperaba. Dudó, la llave quieta entre sus dedos. Él cerró su mano sobre la de ella, y giraron a la vez.
Cshriiiiiiiii...
Dentro no había... nada. Elissa escrutó la oscuridad, pero era imposible ver más allá de su propia mano extendida. Al dar el primer paso hacia el interior, sus botines no despertaron ningún eco.
Sloan no soltó su mano, algo que la psicóloga agradeció secretamente. Y, aunque él se volvió al menos en una ocasión, Elissa no fue capaz de seguir su ejemplo y mirar atrás. ¿Quería? Seguramente no, si el silencio de su compañero era signo de algo. O tal vez sí le había hablado, pero la habitación se había tragado sus palabras, como todo lo demás.
El ambiente era pesado y espeso. Lissa tenía la sensación de caminar entre la niebla, una sensación que no hizo más que acentuarse cuando la luz de dos faros apareció de pronto ante ellos.
La psicóloga había hecho el ademán de apartarse, como si un coche o algún otro vehículo fuera a surgir de repente de la bruma y embestirlos a ambos. Pero Sloan lo tomó como una indicación del camino que debían seguir, guiando a la psicóloga hacia el lugar de donde provenía aquella iluminación. Elissa lo siguió casi a regañadientes. Se sentía como si sus piernas se negaran a tomar aquella dirección.
Y entonces, llegaron, y una escena se desplegó ante los ojos de Psique.
- Sloan... - susurró. No se atrevía a alzar más la voz. La sorprendió poder oírse.
El hombre que había a su lado y el que descansaba, desnudo, en uno de los tronos, compartían un indudable parecido, acentuado por aquella luz roja que iluminaba sus rasgos. Pero no era el único sitial de la habitación; el otro se apoyaba en el primero, respaldo contra respaldo. Desde su posición, no podía ver quién se sentaba en él, pero aquello no evitó que un escalofrío recorriera a la mística de arriba abajo. Una premonición.
Elissa dio la vuelta lentamente a la plataforma, descubriendo poco a poco la segunda figura. Un manojo de sombras. Un ser de humo. Algo que se retorcía y arremolinaba, algo que le resultaba a la psicóloga familiar y desconocido al mismo tiempo.
- Hemos llegado - la voz de Sloan la sobresaltó, haciendo que diera un respingo - Aquí es donde ambas partes están ligadas, y como puedes ver, una tiene poder sobre la otra.
Oh, sí, podía verlo, si se fijaba bien. Las prolongaciones del ser amorfo abrazaban al hombre, pero no había ninguna dulzura en aquella caricia.
- ¿Quién es...? - su coexistencia con Sloan, a aquel nivel de profundidad del subconsciente, sólo podía indicar que formaba parte de él. No, que era una parte intrínseca de él. Eran la misma persona. - ¿Tiene un nombre? - preguntó. Por alguna razón, no parecía que fuera a responder a "Sloan Jenkins".
Elissa alargó la mano en dirección a la plataforma, pero enseguida la retiró, insegura.
Entonces, sopló con suavidad. Al abandonar sus labios, su aliento se convirtió en una ráfaga de brisa que hizo retirarse, con delicadeza, uno de los tentáculos de humo de la criatura, que hasta entonces había estado posado en el hombro del joven desnudo. Elissa se detuvo, y el zarcillo de humo reptó de nuevo, lentamente, hacia su antigua posición.
La psicóloga no lo intentó de nuevo. Aún no sabía qué quería su paciente.
- ¿Qué es lo que quieres hacer, Sloan? ¿Equilibrar ambas partes...? ¿Contener a una de ellas...? - Psique era terriblemente poderosa en la mente de otro, pero la segunda opción le parecía mucho menos viable que la primera. Podía intentarlo, sí... pero era arriesgado. Y probablemente no funcionaría del todo.
_________________
Última edición por Elissa Stavridis el 5th Septiembre 2015, 11:59, editado 1 vez
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
- Lo tiene, pero no podrías escucharlo ni pronunciarlo. Además, es mejor para ti no saber su nombre si quieres volver sana mentalmente - respondió el moreno a su primera pregunta cuando vio la mitad de su ser intentando devorar a su otra mitad.
La psicóloga observó y evaluó la situación mientras la reminiscencia de Sloan permanecía algo apartada del trono. No quería acercarse si no era estrictamente necesario. Se lo gritaba su instinto el cual le instigaba a tener miedo de si mismo, a pesar de ser un eco de su mente, y cualquiera lo tendría en su misma situación. Cuando Elissa terminó se le acercó a preguntarle lo que quería en realidad. No era él sino su yo real quien había acudido a la doctora para que le "curase". Meditó con fuerza las palabras que saldrían de su boca, pues tenían que ser precisas y exactas para que Lissa entendiese lo que quería que hiciese. Pasaron así lo que pareció una eternidad, pero fueron meros segundos.
- Mi deseo... su deseo... - señaló a ambos con la mano - es una fusión, doctora. Ahora mismo mi mente es una partición como puedes observar, teniendo a un lado la parte exterior y en la otra la parte humana. Bueno, mejor dicho, la parte homúnculo pues no sé si lo sabes, pero el cuerpo al que ves cuando lo llamas Sloan fue creado por medio de la química, magia y la fecundación. Creció de forma acelerada hasta alcanzar la madurez, y allí se quedó. Perdona, estoy divagando. Lo que necesitamos aquí es un equilibrio perpetuo entre ambas partes, haciéndose una sola. Ya he tenido demasiados problemas de autocontrol después de que la parte exterior empezara a tomar más fuerza tras cierto incidente. Además, como bien te dije, está Lilith Belmont. No quiero que por un ataque mío le pasara nada malo, y quiero darle lo que ella me da a mí. En otras palabras, quiero ser más humano, al menos mentalmente. Sé que en cuerpo jamás será posible, pero al menos quiero eso: una coalición entre las dos partes, pudiendo pasar de una a otra cuando quisiera. ¿Crees que es posible lo que te pido? Estoy dispuesto a hacer lo que me pidas de ser así, para poder ayudarte y como compensación por el trabajo.
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
- Lo tiene, pero no podrías escucharlo ni pronunciarlo. Además, es mejor para ti no saber su nombre si quieres volver sana mentalmente
"Maravilloso", pensó Lissa, con cinismo. Pero no lo dijo en voz alta. No era la primera vez que Sloan la hacía pensar así.
- Mi deseo... su deseo... es una fusión, doctora. - su acompañante le habló de él, de los últimos acontecimientos y de lo que quería lograr con aquel viaje a su subconsciente y, por último, le ofreció su ayuda en lo que fuera necesario.
La psicóloga escuchó las palabras de Sloan, pensativa. No le quedaba del todo claro a cuál de las dos partes representaba él (por alguna razón, le parecía escuchar más al lado "humano"), pero decidió que sería el portavoz de ambas.
Primera pregunta: ¿podía hacerlo? Sí, decidió Elissa, recordando las lecciones de June, su época junto al Escuadrón Suicida. No era la Encantadora, pero estaba en su territorio. No sería coser y cantar, pero tampoco le parecía imposible.
Coser y cantar. Qué adecuado, visto en restrospectiva.
Porque ahora venía la parte más complicada: ¿cómo hacerlo? La psicóloga sopló de nuevo, esta vez para apartarse los molestos mechones sueltos del rostro, mientras meditaba en la mejor forma de lograr lo que Sloan le pedía. Y entonces, lentamente, se puso en movimiento.
Primero caminó hacia el joven dormido, se inclinó sobre él, y tiró con suavidad de uno de sus cortos cabellos. Sólo que, cuando empezó a enrollarlo alrededor de su mano, ya no era corto, sino que parecía alargarse y alargarse con cada vuelta, hasta que finalmente Lissa hizo que se desprendiera. Después, repitió el proceso con algunos cabellos más.
Una vez satisfecha, la mística se apartó del Sloan dormido, y se dirigió a aquella... cosa.
Le daba casi reparo tocarla, pero realmente no era aquel ser lo que descansaba allí. Aquello hubiera significado que sólo representaba una minúscula parte del subconsciente del hombre, lo que obviamente no era cierto. Las paredes, el techo invisible de aquella habitación; el mar, el faro, el ascensor... en todas aquellas partes existía el ser exterior, como Sloan lo había llamado. Formaba parte de los ladrillos y la argamasa con los que se había construido aquella mente. Por tanto, Elissa llevaba tocándolo todo el tiempo, y aquella sombra sentada en el trono era solamente una representación de él.
Los dedos de la psicóloga rozaron, con suavidad, una de las prolongaciones de bruma, la acariciaron y le dieron forma, convirtiéndola en un manojo de hilos de sombra, muy similar a los cabellos que había arrancado a su otro yo. Como hacía un instante, Psique tiró de la oscuridad sólida y la fue enrollando alrededor de su mano, hasta que le pareció que tenía bastante cantidad. Y entonces, con un breve soplido, la cortó limpiamente, y esta vez no se volvió a formar.
Elissa contempló sus manos. Tenía algo parecido a un manojo de lana, pero no blanca ni grisácea, sino oscura como la noche. Los cabellos de Sloan y las sombras del ser exterior tenían, curiosamente, un tono similar, y el manojo se movía como los tentáculos de una anémona bajo el agua, latiendo con vida propia.
Psique suspiró.
- να μου δώσει μια ρόκα - murmuró, en griego y, tan pronto como las palabras abandonaron sus labios, una rueca apareció ante ella. Estaba construida con la misma esencia de la habitación, pero sobre ella se deslizaban, como si fueran líquidos, los carácteres griegos que había pronunciado la mística, de color azul brillante.
Elissa colocó el manojo en un extremo de la rueca y se sentó al otro lado. Pronto empezó a extraer el hilo, de un color negro translúcido, formado por las dos mitades de Sloan. El hilo se enrollaba y desenrollaba en el aire, pero regresó al regazo de Psique y permaneció allí cuando ella se lo pidió. Y, al levantarse la mística, la rueca se desvaneció en el aire.
- Aquí es donde puedes ayudarme - dijo, volviéndose hacia su guía, con el hilo en la mano. - Voy a necesitar una aguja - con un gesto, Elissa la extrajo de él, como había hecho con las llaves del faro - y vas a tener que colocarlos bien para poderlos coser - continuó, mientras hacía pasar el hilo por el ojo de la aguja, refiriéndose a las dos mitades de Sloan. - Cuando esté terminado, creo que un solo trono nos bastará. - concluyó.
_________________
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
Sloan no dijo nada, ni hizo nada. Se quedó quieto, observando el trabajo de la psicóloga. No entendía qué estaba haciendo pero no sería tan irrespetuoso como para preguntar cada dos por tres el por qué le estaba cogiendo un mechón de cabello a su parte humana. Tampoco preguntaría cosas tan obvias como por qué el cabello se alargaba. Estaban en un "mundo" donde todo era posible, y por sus dotes demostradas en anterioridad la doctora tenía la mano rota en aquel campo. Luego le tocó el turno a la parte "exterior". Por un momento pensó que ésta se revolvería al sentir una presencia cerca de su territorio, pero ni se inmutó. Eso hizo que Sloan se estremeciera: muchas veces era mejor escuchar una bandada de cuervos que estar en un bosque sin un sólo graznido.
Al llegar a la parte del tejedor el moreno comprendió más o menos las intenciones de Elissa. Jamás se hubiera imaginado que un proceso tan complicado como unir dos partes de un mismo ser tuviera un modus operandi tan sencillo.
Le tocaba poner de su parte, le dijo la doctora. De buena gana dejó que sacara una aguja de su ser, como bien había hecho antes con la llave, pero ésta vez su ayuda tenía que ser algo más activa: debía sujetar a ambas partes sin que se moviesen. Lo primero sería fácil. Lo segundo...
- Está bien... Tan sólo ten cuidado: no sé cómo reaccionará la parte exterior una vez empiece el proceso. Además, si hay que catalogarlo de alguna forma, sería como una bestia salvaje, así que ya puedes intuir que no le hará mucha gracia que lo cosan.
El moreno se acercó a ambas partes. Alargó ambos brazos, cada uno apuntando a la dirección hacia donde miraban ambos y una cuerda hecha de carne se acercó y se enrolló en ambos brazos. Con aquella cuerda Sloan ató ambas partes como si se tratara de un poste que necesitaba un buen amarre, y una vez cerrado el nudo la cuerda se fundió en una masa carnosa y palpitante que sujetaba ambas partes con fuerza. Un susurro se escuchó en lo más profundo de la psique. Sloan levantó la mirada, esperando una reacción... pero no la hubo. El moreno, un poco más nervioso, cogió del suelo un trozo de materia orgánica, tiró de ella y se levantaron varias cadenas que sobresalían del suelo. Puso esas cadenas sujetas a la "cuerda" carnosa, y luego hizo lo mismo pero desde el techo. El susurro se convirtió en un rumor, y el rumor en un mantra. El mantra tenía una voz profunda y escalofriante. Sloan se dio prisa en terminar con las cadenas. El suelo empezó a temblar, así como las paredes que les rodeaban. Aquella voz cada vez era más intensa y poderosa.
- ¡Está intentando expulsarnos! ¡Hay que darse prisa o no tendremos otra oportunidad de acercarnos tanto!
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
- Está bien... Tan sólo ten cuidado: no sé cómo reaccionará la parte exterior una vez empiece el proceso. Además, si hay que catalogarlo de alguna forma, sería como una bestia salvaje, así que ya puedes intuir que no le hará mucha gracia que lo cosan.
- Ya... lo supongo... - musitó Elissa. A ella tampoco le gustaba el silencio que reinaba en la estancia, pero no tenía tiempo de ponerse exigente con las condiciones del hechizo.
Sloan avanzó hacia los cuerpos, utilizando sus propias habilidades sobrenaturales para atarlos y mantenerlos juntos. La psicóloga disimuló una mueca de desagrado al ver cómo la cuerda de carne latía, como si tuviera vida propia... cosa que, posiblemente, fuera cierta.
Lo dicho, no tenía tiempo de ponerse exigente, y mucho menos repipi. Si Sloan lograba mantener ambos seres unidos, le daba igual que los atara con un lazo de seda que con las tripas ensangrentadas de algún ser extradimensional. Bueno, al menos las cadenas eran algo un poco más estándar... claro que, si aquella consciencia se parecía algo a la de un animal salvaje, el concepto "cadena" debía de estar en su Lista de cosas que más odias en el Omniverso, posiblemente entre "dieta vegetariana" y "ositos de peluche".
Y los susurros empezaron, erizando el vello de la nuca de Elissa como si alguien la hubiera rozado con un soplido. Y después vino una palabra ininiteligible detrás de otra, como si alguien recitara un poema... o, más bien, una llamada prohibida.
Psique sintió como su pulso empezaba a acelerarse al ritmo del mantra. Al oír aquella voz, un estremecimiento descendió hasta las palmas de sus manos; al instante, sintió que se cubrían de sudor frío.
Se obligó a aferrar la aguja con fuerza; de repente, tenía la sensación de que se resbalaría entre sus dedos. Calculó mal y se pinchó... pero el dolor tuvo la curiosa virtud de centrarla y espolearla. No entendía lo que el ser estaba recitando, pero decidió ignorarlo por el momento; terminar lo que habían venido a hacer era lo prioritario... aunque cada milímetro de su ser quisiera marcharse de allí de inmediato.
Clavó la aguja en la piel del ser, y entonces toda la habitación empezó a temblar. La voz no se detuvo; al contrario, el conjuro parecía cobrar fuerza; había un enorme poder en cada sílaba pronunciada... Elissa se mordió el labio; nada de distracciones. Pasó velozmente el hilo, hizo descender de nuevo la aguja, y la hundió en la parte humana de Sloan.
- ¡Está intentando expulsarnos! ¡Hay que darse prisa o no tendremos otra oportunidad de acercarnos tanto!
- ¡No hace falta que lo digas! - exclamó ella, pasando el hilo una y otra vez mientras el suelo temblaba. Cuando se pinchó por segunda vez, supo que no funcionaría. Tenía que ser más rápido.
Y entonces, la cadena de Sloan le dio la idea.
-Φωτιά Ήφαιστος - musitó. "Fuego de Hefesto".
El espacio que los rodeaba dio paso al horno de una forja, en cuyo seno ardía un fuego azul intenso, del mismo color que las letras que se habían deslizado sobre la rueca. Pese al aspecto frío de las llamas, un calor sofocante rodeó a Elissa y Sloan. Psique murmuró algo más, y la aguja que sostenía entre sus manos se retorció y cambió hasta adquirir el aspecto de un martillo de herrero.
La hechicera estaba cada vez más fatigada. Haciendo caso omiso del calor, y de la voz que continuaba entonando su salmo, Psique se apartó el flequillo húmedo de sudor de la frente, y tendió el martillo a Sloan.
- Voy a canalizar el calor hacia ellos - explicó, con cierta urgencia en el tono. Las sílabas del mantra discurrían con lentitud, pero los conducirían a la expulsión irrevocable cuando éste se completara. - Tus ataduras también se fundirán... Nos irá bien como amalgama entre ambos. Golpea la sustancia como si fuera metal, hasta que se fusionen... literalmente.
Elissa tendió las manos, ya libres, y posó una sobre el hombro de la parte humana de Sloan. Mordiéndose el labio, apoyó la otra en el ser exterior, y lo sintió sisear bajo su tacto.
- φλόγες , Αδράξτε
El fuego azul abandonó la forja, recorriendo los brazos de Psique como si fueran un hilo conductor. Elissa tuvo que cerrar los ojos; el resplandor era demasiado intenso para ella, y sentía que la visión del fuego mágico le quemaría la retina. Lo que estaba haciendo era una locura; si aquella última maniobra fracasaba, ya no le quedarían energías para intentar nada más... pero, de todos modos, el ente tampoco iba a darles el tiempo de intentar nada más, aunque quisieran.
Ah, cómo hubiera deseado Elissa poder detener el tiempo, o hacerlo retroceder.
El calor se hizo insoportable. El hilo, las cadenas, y la cuerda orgánica que había conjurado Sloan empezaron a fundirse, como si se tratara de hilo de estaño ante un soldador.
"μένουμε εδώ, μένουμε εδώ, μένουμε εδώ...", recitó la mística en su mente, una y otra vez, como si su deseo ("permanecemos aquí") pudiera darles un poco más de margen para completar su labor antes de ser expulsados.
_________________
Sloan Jenkins Marvel Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 835 Fecha de inscripción : 20/04/2014 Localización : En Eldritch o en Gotham Empleo /Ocio : Erosionador escrotal a tiempo completo Humor : ¿Conoces la expresión "seamos amigos"? ¿No? ¿Seguro? Me dejé el horno dentro del pollo D8
Ficha de Personaje Alias: Project Nombre real: Sloan Jenkins Universo: Marvel
Nada bien. Ésto no iba a terminar nada bien. O al menos es lo que pensó el ego de Sloan cuando escuchó los susurros de aquella llamada con una voz que no era de éste mundo, pero aun así le era familiar por haberla escuchado infinidad de veces en su propia garganta. Las paredes se movían como si se tratase de un órgano interno, bombeando la sangre al resto del cuerpo. El suelo era un sinsentido de inestabilidad, consiguiendo que perdieran el equilibrio en más de una ocasión. Entre eso y la voz, Sloan cada vez estaba más nervioso, sobretodo cuando vio que Lissa se pinchaba el dedo con la aguja. Eso no podía augurar nada bueno, y seguramente la misma psicóloga también lo sabía.
El resplandor hizo que se girara, y entonces lo vio: fuego. "Oh, mierda" pensó el ego, y tenía razón. "Podría haber sido cualquier otra cosa, pero tenía que ser fuego".
El silencio y la calma se asomaron por un momento en la estancia donde el moreno y la doctora intentaban obrar lo imposible. Un silencio aterrador, como cuando las bestias se preparan para lanzarse contra sus presas.
Y en aquella tranquilidad, la bestia mostró sus colmillos.
Empezó con un rugido, y después las paredes se agitaron con tanta furia que parecía que iban a desmoronarse en cualquier momento. Tal vez Lissa no lo supiera, pero la visión del fuego hacía que la parte exterior de Sloan se agitara, como una bestia ante la presencia de las llamas, perdiendo el control y dejándose llevar por su parte más primal. Tenía que acabar con la amenaza. Tenía que apagar el fuego. Tenía que eliminar la amenaza. Sloan levantó un muro de carne alrededor de Lissa, el trono y él mismo, justo a tiempo pues grandes látigos acabados en punzones de hueso se lanzaron contra ellos, abriéndose fauces en sus huesudas puntas destinadas a destriparlos. Escucharon los golpes y las gotas de sangre de aquella pequeña cúpula chispeaban al entrar en contacto con el fuego.
El moreno agarró el martillo cuando se lo tendió Psique. Ya no tenían casi tiempo. Ni se arromangó ni se preparó: golpeó con fuerza aquella amalgama que se estaba formando con la premura del superviviente. Golpeó y golpeó. Con cada golpe que daba la forma se perdía más y los golpes contra las paredes eran más intensos. Se rasgó por el techo, entrando un tentáculo que rodeó uno de los brazos del moreno. Otro atravesó su pierna y lo incrustó contra el suelo. Con el único brazo que le quedaba, golpeó una última vez.
La luz se hizo en aquella pequeña estancia, y tanto Elissa como Sloan sintieron un empujón. La cúpula voló, desapareció. Tuvieron tiempo de ver dentro de aquel resplandor una figura sentada en un único trono, de cuerpo humano pero con la cabeza cubierta por una sombra que se movía al son de unas llamas oscuras y volátiles. Lissa sintió como alguien tiraba de su brazo, y una a una vio como atravesaba las puertas que había pasado. Uno a uno los escenarios se alejaban de ella a gran velocidad, pero en realidad era ella la que se alejaba hasta que pasó por la última puerta: la salida. Lo sintió.
El tic tac del reloj se hizo patenta al abrir los ojos, y delante de ella estaba Sloan, con la cabeza gacha. Podía sentir su respiración, profunda, y sus ojos cerrados.
La doctora fue la primera en todo el mundo que vio a Sloan dormir. Era la primera vez que aquel moreno sintió lo que era el descanso nocturno.
_________________
En la cartera llevo...:
My other Me:
~Color darkgoldenrod~
Elissa Stavridis DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 240 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : EEUU Empleo /Ocio : Psicóloga Humor : ¿Le gustaría hablar de ello?
Ficha de Personaje Alias: Psique Nombre real: Elissa Stravridis Universo: DC Universe
Sloan le había dicho que el ser exterior funcionaba como un animal salvaje, y la definición había sido bastante acertada. El fuego no le hacía ninguna gracia... aunque Psique hubiera preferido que lo mantuviera a raya, en lugar de azuzarlo.
De hecho, puestos a preferir, hubiera preferido no estar en aquel sitio espantoso, para empezar.
Oyó el grito de advertencia de Sloan justo después de que la sala empezara a retorcerse, como si estuvieran en el estómago de esa cosa y no quisiera hacer otra cosa que vomitarlos al exterior. La diferencia es que prefería escupirlos a cachitos, a juzgar por los tentáculos que lanzó contra ellos. Elissa gritó por puro reflejo, mientras su guía interponía una pared de carne palpitante entre ellos y el ser exterior. La griega percibió el olor a sangre, el siseo de la bestia, el chisporroteo del fuego mágico al extinguirse, todo a la vez.
Sloan aferró el martillo que ella le tendía y se lanzó ciegamente a la carne al rojo, mientras Elissa mantenía el escudo que había improvisado él. Y de golpe, el ruido de tela al desgarrarse, y más tentáculos que buscaban agarrarlos, destrozarlos. El moreno gritó.
- ¡¡¡SLOAN!!!
No tuvo tiempo de ver si estaba bien; de golpe, algo tiraba de ella. Lo primero en que pensó fue en los tentáculos, y luchó y se debatió, resistiéndose al agarre. No le sirvió de nada; no había nada tangible cogiéndola, nada que cortar para poderse liberar.
En el trono sólo quedaba una figura, o eso le pareció, antes de que todo se alejara y se disolviera y volviera a encontrarse en la consulta. Viva, o eso parecía.
¿Y él?
Elissa miró a su alrededor, asustada. Sloan estaba allí, frente a ella, cabizbajo. Eso la tranquilizó un poco. Respiraba con tranquilidad, como si estuviera profundamente dormido. No había ninguna herida visible, y su psique no podía haber sufrido daños irreparables porque, de otro modo, ella no hubiera podido regresar a través del vínculo entre ambos. Aún así, necesitaba comprobarlo.
- ¿Sloan? - musitó, sacudiéndolo delicadamente por el hombro - ¿Estás bien...?
No sirvió de mucho. Su compañero no hizo mucho más que cambiar ligeramente de posición y murmurar algo inteligible en sueños... Pero Elissa se sintió algo más tranquila. Suspirando, fue en busca de una manta, que colocó sobre los hombros de Sloan. Lo dejaría descansar un rato más.
Al fin y al cabo, tenía toda una vida de sueño atrasado con la que ponerse al día...