Problemas en un bar de ruta [Diana de Themyscira]

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Dos días ya habían pasado desde que había decidido a irse de Nueva York, sin rumbo alguno aparente comenzó a viajar, encontró una gran ruta, autos pasaban a toda velocidad por esta, y simplemente la siguió por el costado del camino, las ultimas dieciséis horas las había pasado caminando, constantemente, el cansancio se hacía notorio, la falta de agua, la falta de descanso, el frio de otoño a medida que caía la noche empeoraba, en fin, era hora de buscar un lugar de descanso, y para su suerte, o para su desgracia, había uno cerca.

Aquellos típicos bares abandonados en la nada, donde solían parar camioneros o motoqueros a descansar tomar y comer algo, siempre había alguno de esos en esa clase de rutas cada varios kilómetros, curiosamente más llenos de los que uno creería capaz en un lugar tan alejado, no eran los lugares más seguros del mundo, pero proporcionaban lo que debían, y en este caso, era un lugar donde descansar, y con suerte algo de agua relativamente limpia para tomar después de tantas horas de caminar.

Mientras se acercaba al bar se podían ver varias motocicletas estacionadas ,y un par de camiones de carga por un lado, el ruido clásico de bar se escuchaba de fondo incluso antes de llegar o entrar a este, Cane respiraba profundo, detestaba esa clase de lugares, pero no tenía otra opción, necesitaba mantenerse en calma entrar, pedir agua, y luego intentar irse cuanto antes y seguir caminando, esa era la solución, siempre la había sido para él.

Se adentraba en aquel ruido lugar, se chocaba con una silla accidentalmente llamando bastante la atención, varios se giraban y observaban al vagabundo, algunos reían, otros más borrachos simplemente lo ignoraban, reacomodaba la silla para volver a dirigirse hacia la barra, había algún que otro grupo de personas más normales, pero la mayoría se mantenían en sus mesas alejadas mientras descansaban del viaje en la ruta.

-ne- Se le cortaba la palabra a la mitad por la garganta seca, se intentaba aclarar y levantar algo la voz para sobrepasar el constante ruido. -Necesito... agua. ¿Podría servirme algo de agua?. Preguntaba finalmente pudiendo decirlo bien, intentaba sentarse en el primer banco libre que vio de la barra.

-Claro, enseguida compañero. Contestaba el dueño del lugar con tranquilidad mientras le hacia una seña a una de las camareras que se metía adentro a la parte tras la barra a servir el agua y luego la traía, dejándola frente al vagabundo. -Gracias.

Comenzaba a tomar el agua, casi con desesperación, tomándola del todo sin parar, finalmente dejaba el vaso sobre la barra de vuelta, respirando con más tranquilidad, entrecerrando los ojos con cansancio en el medio de aquel constante ruido, sentado en uno de los bancos de la barra, pero por alguna razón, la mala suerte parecía perseguirle a todos los lugares donde iba.

Un hombre grande, de casi dos metros de alto, y de ancho no le pasaba muy lejos, se acercaba a donde se encontraba el, a donde estaba sentado, se notaba que estaba borracho, medio tambaleando, venia del baño, observaba al vagabundo sin terminar de comprender, y finalmente se dio cuenta, se había sentado en su lugar, giro el banquito con brusquedad con uno de sus pies, para tener al vagabundo de frente, y lo miro hacia abajo, la diferencia de altura era impresionante.

-Hey tú, enano feo, estas en mi asiento. Contesto con un claro tono agresivo, mientras a la vez soltaba un gran eructo frente a él, Cane había sido forzado a girarse y a tener a aquel mastodonte frente a si, estaba cansado, muy cansado, tanto que apenas era consciente de la situación en la que se encontraba, se levantó mientras intentaba no mirarlo de frente. -Lo siento, no sabía. Mientras se alejaba, uno de los otros tipos en la barra sonreía y se tomaba la jarra que había dejado con un poco de cerveza aquel mastodonte, y volviéndola a dejar vacía rápido en donde estaba sentado.

El tipo se sentaba de vuelta en lo que el había reclamado como su lugar, manoteaba la jarra, fallando un par de veces, hasta finalmente darle, se la llevaba a la boca intentando dar un largo trago, pero para su sorpresa estaba vacía, mira a todos lados, todos se encogen de hombros en silencio sin decir nada, y el tipo se gira observando al vagabundo con odio.

-Maldito enano ¡¿Te tomaste mi cerveza?!.

Oh mierda, lo que me faltaba...de en serio dios, ¿Porque no me tiras un rayo encima? debería serte más fácil eso ¿O no? me facilitaría bastante las cosas a mí. Se giraba respirando algo agitado, tenía miedo indudablemente, observaba a aquel mastodonte y levantaba apenas la voz para hablar. -¿M-me hablas a mí?

-Por supuesto que te hablo a ti cara de idiota, ¡Te voy a romper todos los dientes si no me pagas una cerveza!

-Le puedo asegurar que yo no tome nada vuestro, y no tengo dinero para eso. El mastodonte se levantaba igual comenzando a dirigirse hacia Cane, este se alejaba para atrás. Mierda mierda mierda mierda...

En aquel entonces no tenía muchas opciones, no veía muchas oportunidades, usar sus poderes podría solo enfurecerlo más, o enfurecer a todo el bar, solo podía confiar en dos opciones, una que el tipo se canse tras uno o dos golpes al ver que no pretendía defenderse, o dos, que no se canse, le siga golpeando, y que su brazalete lo noquee antes de que se termine enojando y deje patas arriba el bar entero y termine acuchillado y de cabeza en un tacho de basura...

8:15 pm

Seguirle la pista a bestias malvadas solo hacia que me aburriese. Habia pistas en medio de las granjas de los bordes del estado de Nueva York que una cosa grande, peluda y fortachona habia atacado a los habitantes, robandole sus cosas, destruyendo su ganado y volteando sus camionetas sobre sus cercas de madera. La liga de la justicia habia visto las fotos tomadas con camaras fotograficas que la policia de Nueva York habia visto y me habia dirigido a investigar. Parecia que estabamos frente a la presencia de Shaggy Man, la cosa de pelos fortachona que se encontraba enemistada con la Liga.

Creo que si puedo hablar con el, podria convencerlo de que lo que estaba haciendo estaba mal. Si se ponia violento, claramente podia recurrir a la fuerza para defenderme, pero el problema era encontrarlo. Si Lex Luthor lo habia soltado para darle algun tipo de prueba, definitivamente me enojaria con el calvo y lo golpearia en el rostro un par de veces. ¿Por que haria tantas bestialidades para luchar contra nosotros?

Supongo que no deberia de concentrarme en porque nuestros villanos peleaban contra nosotros. Llevaba ya varias horas en su busqueda, y estaba anocheciendo, asi que lo mejor seria buscar un lugar donde cenar algo rico y seguir con mis investigaciones. Habia dejado el Jet para revisiones y estudios dentro de los hangares militares en Washington, asi que solamente podia moverme en vuelo, a pie o en un vehiculo. Lastima que no sabia conducir ningun vehiculo terrestre, asi que supongo que volare cuando nadie vea que puedo hacerlo.

Me detuve en el aire, y en el mismo lugar donde estaba empece a girar, estatica. Mis ropajes de superheroina desaparecieron por un momento para que apareciese una chaqueta de cuero negro con unas espinas de metal sobre los hombros, dandole un aspecto mucho mas rudo, como los motoristas norte-americanos. Debajo de la chaqueta no tenia nada, y unos pantalones negros acompañados de botas altas del mismo color daban mi conjunto usado.. Lo unico que faltaba era "des"acomodarme el peinado, moviendo mis manos rapidamente sobre mi cabellera para darme un aspecto desordenado y caotico, como de rebeldia.

Disfrazada, simplemente cubri con un fleco una seccion de mi rostro y empece a volar mas lentamente, buscando uno de esos restaurantes o bares al lado de la carretera donde se pudiera comer bien. Al final, termino viendo uno abajo y empiezo a descender. Veo las luces prendidas, algunos hombres afuera y bastantes motocicletas estacionadas. Simplemente, aterrizo un poco mas lejos donde nadie me vea, y me voy caminando el resto del camino hacia el lugar.

Al llegar, los hombres apestaban a orines, tabaco y cerveza. Pude notar que varios miraron mis piernas de una manera incomoda, por lo que solo los mire feo, como si les diese a entender que no se metieran conmigo. Simplemente, se distrajeron y volvieron a sus charlas sin sentido bajo los efectos del alcohol. Al entrar, el lugar estaba relativamente tranquilo. Pase con cuidado entre las mesas, sin acercarme a ninguno de los hombres presentes, hasta que llegue a una mesa, donde podia ver el menu de comida encima de la barra. "Hamburguesa camionera" Tenia buen nombre... pero era un tanto caro, 14 dolares... Supongo que la pagare, ese nombre parece interesante.

-Eh, ¿pueden traerme una Hamburguesa Camionera? -Grite a la barra. De pronto se hizo un leve silencio, al ver que los hombres me miraban con incredulidad. Pase mi mirada rapidamente por encima de ellos y con un tono de voz alejado de lo pacifico mencione - ¿Qué? ¿Acaso una mujer no puede comer bien? -Los hombres fueron alejando sus miradas lentamente, pero sabia que me estaban observando. ¿Que tenia esa hamburguesa que era tan llamativa y tan cara?

Un hombre gordo, con los brazos llenos de pelo y la cabeza con calvicie aguda con un delantal blanco lleno de grasa se acerco a mi con un cuenco lleno de semillas con sal y una botella de cerveza de cristal. Agradecida, las tome y le di un trago -Jerry "Puño de tren" te la envia... Dice que quiere ver como comes esa hamburguesa... -Y con una risa gangosa, se empezo a reir.

-¿Que tiene esa hamburguesa de especial?
-Es enorme. Tiene dos medallones de carne de cerdo, dos de res, uno de pollo, una costilla a la BBQ y varios huevos fritos. Con triple queso. Nadie se la ha comido en el Bar de Damian sin dejar un pedazo para el resto de su viaje... Dudo que puedas ser la diferencia, bonita. Es decir... -Parece que quisiera decir algo, pero rapidamente lo interrumpi
-¿Esta insinuando que no puedo comerme eso? Claro que puedo, y lo hare. -Me cruce de brazos, retadora. El tipo solo alzo los hombros y se fue a la cocina a preparar mi comida.

Pasaron los minutos, y mientras me tomaba mi cerveza y esperaba la comida, pensaba en la localizacion de Shaggy Man. Quizas estuviese escondido en un granero, o en medio de las plantaciones se escondia. No tenia ninguna pista de su ubicacion, asi que estaba buscando a ciegas. Sali de mis pensamientos cuando el mismo tipo gordo coloco frente a mi la hamburguesa.

Hamburguesa:

-Disfrutelo, damita...

Vaya que era grande. Muy grande. Pero podria comermela, con mi hambre y esas ganas de demostrar que si podia hacer eso. Tome la hamburguesa con mis manos y empece a darle mordiditas. Me percate entonces de que habia entrado un tipo con harapos, algo torpe pues chocaba con cuanto se pasaba. Me fije en el, mientras disfrutaba de lo que tenia frente a mi (o concretamente, en mis manos). No habia ningun problema, salvo por el hecho de que un empezo un problema cuando un giganton queria meterse con el sujeto que acababa de entrar, reclamandole acerca de una bebida que el no se habia tomado, si no un bribon que estaba a su lado. El sujeto decia que no tenia dinero para pagarle, y el otro estaba un poco agresivo en relacion a eso. Suspire y tome la costilla de mi hamburguesa, empezando a comerla mientras a la par, me levantaba de la silla. Tenia que imponer la paz.

-Eh tu, grandote, deja al hombre ese en paz, por favor.  -El sujeto se giro, riendose tontamente, hasta que pudimos hacer contacto visual. Estaba ebrio como Dionisio, eso era claro, pero tambien se veia arrogante.
-¿O si no que, "piernitas"? ¿Es tu novio?
-No... -Hice una pausa, mordisqueando la costilla- Pero no tomo tu cerveza. Y no me gustaria tener que detener los golpes que le quieres dar al pobre para darte una leccion yo misma. -Segui comiendo mi costilla, aun de pie. Que rica estaba, lastima que no puedo disfrutar la comida sin que algun pilluelo cause un lio.

Cane se giró a observar a la mujer que acababa de alzar su voz en contra de aquel mastodonte, aprovechando para retroceder un poco más rápido, no sabía si comenzar a correr o a agradecerle,  o pensar que estaba loca e iba a ser molida a palos por aquel tipejo.

-¡¿Escucharon eso muchachos?! Esta mujercita se cree que puede darme una lección. ¿Porque no te sientas mujer? Antes de que salgas lastimada. El hombre soltaba un fuerte eructo mientras aun miraba de reojo al vagabundo con intenciones de no dejar ir su ira, finalmente escupía a un lado e ignorando a la mujer volvía a dirigirse hacia Cane.

Retrocedía buscando salir del lugar rápido, su cansancio no le permitía pensar en correr, estaba muy cansado de tanto caminar, por lo que lo único que le quedaba era rezar tener algo de suerte y que esto no termine tan mal como él se imaginaba que podía terminar, observaba a aquel mastodonte mientras se alejaba de espaldas, finalmente chocando con otro de los hombres del bar que lo empujaba hacia el borracho, quedando de frente junto a este.

Estiraba su brusco brazo intentando agarrar al vagabundo de la ropa y levantarlo en el aire. -Te voy a sacar todos tus dientes enano mugroso, hasta que vomites mi cerveza. Respiraba profundo cerrando los ojos intentando no pensar en lo que le iba a pasar, el sabía bien que no tenía el estado físico para evitarlo, y que defenderse solo empeoraría las cosas, había más posibilidades de que se canse de golpearlo al ver que este no se defienda, que si lo veía intentar defenderse.

Los nervios aumentaban, el corazón latía mas rápido, el hombre lo tenía agarrado en el aire preparado para descargar un puñetazo sobre él, el pequeño brazal de su brazo comenzó a hacer casi inaudibles pitidos en aquel caos ruidoso del bar, anunciando la posible desestabilización de sus poderes, eso no era bueno.

No por favor no ahora, no dejes que esto empeore más, mantén la calma mantén la calma mantén la calma...

El puño de aquel hombre ya a centímetros de la cara del vagabundo se acercaba lentamente a lo que para él fueron una eternidad de tiempo debido a la adrenalina, casi como si todo pasase en cámara lenta a un instante de poder ceder ante el caos y terminar en una situación mucho peor...

Necio, machista y borracho. Este hombre estaba ganandose puntos para ser victima de mi furia si seguia con esa actitud. Le di una mordida a la costilla que tenia y la deje sobre mi plato, inhalando y exhalando. Incline mi cabeza hacia un lado, y con toda la calma del mundo, camine hacia el vagabundo. Los hombres no me prestaron atencion, es decir, creyeron que me habia asustado ante el comentario de ese ogro. Pero no me intimida.

El tipo estaba mas borracho que nada, asi que seria facil reducirlo. Simplemente, cuando el levanto al mendigo por la camisa de su ropa y lo amenazo con sacarle los dientes, unicamente tuve que sortear a dos motoristas que veian el espectaculo con animo burlon. ¿Abusar de los inocentes les parecia gracioso? Estas cosas solo harian enojar a mi madre, y me hacian enojar muchisimo a mi.

El tipo levanto su brazo, y cuando parecia descargarlo sobre el puño del vagabundo, con mi mano izquierda detuve su brazo. Rapidamente, mi mano derecha fue a su muñeca y se la doble con fuerza. Obviamente, no iba a usar mi superfuerza con un gigante borracho, solamente queria darle una leccion. El tipo gruñio como un cerdo, por lo que, soltandolo, le di un puñetazo a la barbilla con mi mano derecha. Intento golpearme, pero me agache rapidamente, dandole un puñetazo con mi mano izquierda a su codo. Cuando se empezo a quejar, le di un golpe en el pecho y otro derechazo a la barbilla. Rapidamente cayo.

-¿Alguien mas quiere ver estrellas? -Grite a sus compinches, los cuales se pusieron bastante molestos al ver a su amigo en el suelo. Uno de ellos saco una navaja y me quiso atacar, pero antes de que pudiera siquiera bajar el brazo para hacerme un corte, yo ya habia alzado mi pierna para darle una patada directa a la boca, moviendola despues con un poco de fuerza hacia la derecha, de forma que mi fuerza lo arrojara contra una mesa, haciendo que las botellas y los ceniceros se rompieran al momento de su impacto. Los demas entendieron el mensaje y rapidamente fueron por sus camaradas caidos. -Si alguien mas quiere abusar de los inocentes, ya sabe donde estoy sentada... -Y luego, camine hacia el vagabundo que habia entrado.

Observe sus harapos, sus pintas de cansancio. Tenia aspecto de no haber comido ni bebido nada en bastantes dias, sumado a un aspecto descuidado. Quizas sea uno de los tantos hombres en la calle que no encuentran una forma de ganarse la vida, sin embargo, el no tenia la culpa de eso, ni mucho menos seria victima de abusos mientras yo estuviese presente. Estaba algo enojada por la situacion, asi que, bruscamente lo tome del brazo y me lo lleve hacia mi mesa, donde estaba comiendo. No opuso mucha resistencia, sumado a que mi fuerza era increiblemente mayor que la que sus pobres huesos podian ofrecer. Cuando llegamos a esta, lo sente al lado y despues me coloque yo.

-¿Que haces por aqui chico rudo? No te ves como alguien de por estos rumbos... -Siendo honesta, yo tampoco soy mucho de estos rumbos, pero bueno, eso era lo de menos.- ¿Necesitas ayuda? No veo ninguna maleta, ni llaves, ni siquiera un telefono movil. ¿Tienes todo tu equipaje en otro lado, verdad?

Arranque un pequeño pedazo de la gran hamburguesa, y segui comiendo. Le hice un gesto con las manos al hombre de la barra y le pedi otra bebida para el sujeto a mi lado. Realmente, tenia cierto interes en saber que demonios hacia por aqui y porque tenia afinidad con meterse en lios.

A sus ojos todo pasaba casi como en cámara lenta, veía las acciones de aquella mujer mientras apalizaba al mastodonte y luego a otro que se creyó suficientemente rudo para defender a su amigo, mientras estaba tirado en el suelo tras haber sido bruscamente soltado del brazo del borracho, parpadeaba sin terminar de comprender del todo la situación, mientras apenas tenía el reflejo para arrastrarse un poco hacia atrás, y no quedar en medio de la pelea.

Comenzaba a levantarse del suelo, sacudiendo su cabeza, su pulso comenzaba a disminuir volviendo al normal, los casi inaudibles pitidos en aquel ambiente ruidoso se dejaron de escuchar, revisaba aquel extraño brazalete dando gracias al cielo de que alguien intervino antes de que todo termine patas arriba, mientras el mastodonte y el tipo que intento defenderlo volaron por los aires y se estrellaron en distintos lugares del bar.

Antes de que se dé cuenta la pelea ya había terminado, aun distraído y algo mareado por el cansancio y una posible insolación, es tironeado por la mujer que le salvo, directo hacia la mesa donde esta se encontraba antes, y sentado a su lado, al principio se mantuvo en silencio aun algo shockeado mentalmente, pero cuando una de las camareras trajo la bebida, instantáneamente comenzó a beber, realmente tenía mucha sed, finalmente comenzando a reaccionar de a poco, comenzó a observar a la mujer que le había salvado, sin comprender si estaba drogado, soñando, o si esta era una artista marcial ciega, eran las explicaciones más razonables para su mente.

Respiraba profundo tras haberse bebido casi toda la bebida de una, y se aclaraba la garganta para comenzar a hablar. -Supongo que... gracias. Dijo con honestidad, sin saber si era eso lo que esperaba la mujer, y aun teorizando que esto era una alucinación y el en realidad estaba tirado inconsciente y el bar entero destruido, bueno no te cruzas muy seguido con mujeres del calibre de la mujer maravilla en mitad de la nada.

-Estaba... viajando, podría decirse al menos... creo. ¿Ayuda? pues... no realmente, no en lo general aunque la verdad me salvaste de un gran problema recién, supongo que eso cuenta como ayuda. Respiraba profundamente de vuelta, intentando calmarse y razonar bien la situación, volvía a dar un trago a su bebida terminando lo poco que había dejado, y finalmente hace una leve seña a su mochila, colgada a su espalda, de mismo color que la capa y a veces poco perceptible por solo tener una muda de ropa dentro, algo aplastada.

-Eso es todo lo que tengo y llevo de momento, supongo que luego de decir que soy algo así como un vagabundo se entiende a lo que me refiero... me causa curiosidad igual... ¿Por qué decidiste ayudarme?

Me fije totalmente en la persona que habia salvado. Demacrado, cansado, desaliñado, con un acento extraño para ser un ingles pleno, o al menos, del que se habla en Estados Unidos. Quizas fuese un inmigrante que habia llegado sin conocer a nadie. Ese tipo de personas me dolian en el fondo del corazon, tan solo buscando una mejor oportunidad tenian que sufrir tantas penurias para llegar a la tierra de las oportunidades, donde en el mejor de los casos podian evitar a la patrulla fronteriza para ser victimas de maltratos por parte de las personas racistas en el sur del pais.

Hice un gesto de nuevo a la camarera para que trajera otro vaso con agua, mientras escuchaba su pregunta. Sonrei, y simplemente, me puse a hablar con naturalidad.

-Detesto que las personas sean culpadas por una mentira y tengan que sufrir por eso. Te vi en problemas y creo que lo correcto es defender a las personas que estan en problemas, mucho mas si abusaban de su fuerza fisica para dar falsos castigos. -Mordi un trozo de mi hamburguesa, masticando y posteriormente, tragando. - ¿Te puedo hacer unas preguntas?

El sujeto se quedo un momento en silencio, hasta que acepto, por lo que pude empezar a hablar con un tono suave, algo mas como una charla informal.

-¿Quieres comer algo? Parece que no has comido en dias... ¿Una cerveza o algo asi? Bueno, aparte de eso... Me he fijado que tu ingles tiene un acento extraño, ¿Hablas español? Si te es mas comodo hablar con este, puedes decirme, yo tambien hablo español. -Hice una pausa, dandole un trago a mi cerveza- ¿Eres algo asi como un inmigrante? ¿Quieres ayuda para tu viaje? Es muy noche, y las carreteras no siempre son seguras... Aparte, debes de descansar. -Mire al sujeto con interes. Quizas le resultaria muy extraño que una mujer se interesase en su bienestar, y probablemente pueda desconfiar, y era cierto. No siempre te encontrabas a personas interesadas en medio de un bar violento en la carretera- Si no quieres responderme, lo entendere.

Y volvi a morder mi hamburguesa, acercandole mi plato al hombre por si queria compartir conmigo el alimento. No tenia problemas, y probablemente, me habria llevado algo de esa hamburguesa envuelta para comer despues. O quizas no. El caso es que no importaba ya, simplemente, tenia que saber mas del sujeto. Mire hacia el bar discretamente, pues algunos de esos motoristas todavia me miraban con recelo, probablemente enojados porque le patee el trasero a uno de sus amigos.

Como siempre intentaba perder su vista en otras cosas, en distracciones, su nerviosismo común y siempre intentando evitar de ver directamente a la cara a otras personas, incluso en su estado de cansancio y agotamiento extremo aun tenía esa sensación de nerviosismo de estar hablando con otra persona directamente, el detestaba eso, esa sensación horrible a la que nunca pudo acostumbrarse, era una de las mayores razones por las cuales el deseaba alejarse de todos y vivir su vida de vagabundo, más ahora que tenía control, que tenía algo que podía evitarle lastimar a los demás.

Pese a parecer distraído de todos modos era bastante atento, escuchaba las palabras de aquella mujer, con precisión, las analizaba en su mente, meditaba y pensaba todas las posibilidades, le encantaba hacer eso, le distraía por encima de todas las cosas, primero era analizar las preguntas, las razones de porque preguntarlas, luego que respuesta daría, y finalmente tras un, la mayoría de las veces, incomodo silencio, responderle.

Mientras asentía esperando a escuchar sus preguntas, la camarera se acercaba de vuelta con más agua, que el vagabundo no tarda mucho en comenzar a beber, ahora con algo menos de desesperación que antes, más aun así terminándosela casi toda sin parar, finalmente dejando el vaso casi vacío sobre la mesa, y volviendo su atención mental hacia las preguntas de Diana.

-No me molesta responderte, por ello asentí a tus preguntas. Preferiría mantener las cosas en el idioma local, suficientes miradas de odio tengo sobre mi como para que además se agreguen más. Llevo varios meses ya en estados unidos, pero supongo que en parte si soy como un inmigrante.

Se frenaba por un instante pensativo. ¿Necesitaba ayuda? Debía descansar indudablemente, y ya no consideraba demasiado inteligente descansar en ese bar tras lo que había pasado, pero ayuda no sabía precisamente si era lo que quería, necesitar la necesitaba, pero siempre había preferido arreglárselas solo en esos sentidos, es su vida, es la vida que el eligió, ser un vagabundo, alejarse del resto, evitar cualquier posibilidad de dañarlos, de dejarse llevar por  aquellos instintos que el tanto aborrecía dentro de su interior, dentro de su mente.

-Lo único que necesito es… una noche de descanso y algo de comer, con eso me bastara para seguir mi viaje a… donde sea que llegue…

Indudablemente hablaba con ese toque de nerviosismo que el siempre parecía poseer, ya común en él, pero en esta situación también parecía confuso, buscando algo sin saber que, viajando a un lugar sin saber a dónde, su mente le pedía respuestas, pero el intentaba ignorarla y simplemente volver a acostumbrarse a su vida de vagabundo viajero sin mucho sentido, por su bien, por el bien de los demás, o así al menos siempre se intentaba convencer para seguir con ello…

Me fije en los gestos de la persona que estaba frente a mi. Estaba distraido, pero extramañente, mostraba una concentracion en lo que le decia, como quien pensase en todas las respuestas posibles que tuviesen cabida dentro de su respuesta. Sonrei ligeramente, con ganas de decirle "Ey, tranquilo, esto no es un interrogatorio", pero simplemente me calle, haciendo un gesto con las manos para que la camarera trajera mas agua. Estaba un poco sorprendida por la cantidad de sed que tenia... Era como un naufrago dentro del pais. Y era comprensible, habia llegado al bar pidiendo agua, y aun asi, seguia con sed.

Pasaron unos momentos en silencio, hasta que el sujeto empezo a hablar. Efectivamente, era un migrante, no tenia nada contra el por eso, pero quizas habia que protegerlo de los racistas. Detestaba que en este pais que decia ser tan avanzado (lo mismo que en Europa) hubiesen tantas personas racistas que discriminan a las personas por su pais de procedencia, su acento o su color de piel. Pero era uno de los tantos defectos que la humanidad recibio cuando Pandora abrio la caja de sus pecados.

Cuando termino de hablar, rapidamente asenti, mirandolo con duda. Se veia nervioso, como si estuviera siendo perseguido por algo o por alguien. ¿Quizas fuese una persona que tuviese el aspecto de un vagabundo para esconderse de alguna mala situacion? Era posible, ya sabia yo de refugiados que cambiaban totalmente su identidad para huir de aquello que los pone en riesgo. Tenia bastantes preguntas, pero si las soltaba todas tan rapido, probablemente se asustaria y escaparia o se bloquearia y no me responderia nada.

-¿Estas bien? No te voy a hacer nada... Te veo muy nervioso. -Me encogi un poco de hombros y tras pensarlo unos momentos, dije-No se especificamente que necesitas para descansar, pero no creo etico dejarte ir asi como asi... No creo que tengas un medio de transporte, y estos motoristas te van a seguir cuando yo me vaya para golpearte y vengarse por su amigo. Supongo que yo te puedo ayudar en ese aspecto. Tengo un vehiculo donde tengo una heladera con algo de comida y quizas puedas descansar ahi... -De pronto me fije en algo. Bajo las mangas de su camisa, tenia un brazalete que pitaba de manera casi imperceptible. Pense que era otra cosa dentro del bar, me habia dado cuenta, pero ahora ya sabia que era. Quizas seria demasiado agresivo preguntarle que era esa cosa, asi que simplemente, esperaria un mejor momento. - Si no aceptas, puedo llevarte a un lugar mejor, quizas a una ciudad o a un hotel de paso.

Ahora que lo pienso, yo tenia un pequeño problema en cuanto a lo que me estaba planteando. Si ayudaba al sujeto, seguramente se enteraria de que tengo superpoderes. Es decir, no tengo ninguna motocicleta ni se manejar vehiculos terrestres. Si quisiera sacar al tipo del lugar, lo tendria que sacar volando unicamente y de ahi llevarlo a cualquier ubicacion. No era la primera vez que cargaba en mi vida a una persona necesitada, ni la ultima. Cualquiera de los casos, si se asustaba por ser llevado por una superheroina, empezaria a gritar cantidad de cosas o me acusaria de que lo estuviese secuestrando. Cualquier cosa que quisiera hacer con el, tendria que pedirselo antes y explicarle las situaciones para evitar malentendidos.

Observaba de reojo a la mujer de tanto en tanto mientras le escuchaba, cuando llego el otro vaso con agua también comenzó a beberlo, esta vez con más tranquilidad y sin terminarlo todo de una, dejo el vaso medio lleno de vuelta sobre la mesa, mientras entrecerraba los ojos, se le notaba cansado, y el cansancio ya le estaba ganando a su nerviosismo, respiro profundo y comenzó a hablar.

-Estoy bien, descuida… es… normal en mí. No tienes por qué hacerte cargo de mí, quizá sería más fácil para ti si te vas, suficiente me ayudaste…

Volvía a respirar profundo, estaba intentando mantenerse lo más lúcido y despierto posible, pero tantas horas de caminata y repentinamente parar, eso dormía a cualquier persona normal.

-Me las arreglo bastante bien caminando… pero supongo que aun así no me dejaras salir solo de acá... Negaba lentamente, mientras entrecerraba los ojos de vuelta del cansancio, respiraba profundamente y volvía a hablar. –Gracias… cualquier lugar donde pueda descansar en paz en estos momentos es más que suficiente.

Por su aspecto de cansado, de no ser por el hambre, seguramente en menos de media hora se caería al suelo del sueño, y el sabia eso, sin importar que tanto orgullo le pudiese quedar, o que tanto le incomodase estar con otras personas, o ser ayudado por otros sin nada a cambio, sabía que necesitaba un lugar donde descansar, y por la insistencia de la mujer, sabia también que era improbable que esta le vaya a dejar así como así solo, ella misma lo dijo, su ética no se lo permitiría.

Finalmente cediendo, tomando lo que quedaba del ultimo vaso de agua que le pidió la mujer y comiendo algo de la hamburguesa que le había ofrecido, se levanta tras terminar, dándole pie a la mujer de que lo guíe a donde sea que esta planee llevarle, por suerte comer algo le había dado algo de energía como para durar al menos un rato más sin caerse del sueño, y podía mantenerse en pie, de momento…

El sujeto lentamente empezo a tomar agua de nuevo, mientras yo seguia observandolo directamente. Parecia mas calmado, pero probablemente, nervioso al estar en un lugar tan hostil como este. Probablemente, si no fuera porque estaba ahi y habia acabado con uno de los tipos mas grandes, ya se habrian levantado a atacar al sujeto. Aunque, parecia un poco mejor al sentarse y tomar agua, estaba agotado. ¿Cuanto podria caminar sin desmayarse? Coloque mi codo derecho sobre la mesa y puse mi mano bajo mi barbilla, observando como comia. A veces yo tambien me estiraba para comer un poco de la hamburguesa y acompañarle, pero practicamente, se la habia cedido toda a el.

Mientras comiamos, me puse a pensar donde seria un lugar correcto para llevarlo. Subirlo al Jet seria complicado, quizas no aceptase que una mujer que encontro en un bar lo eleve por los aires a un avion que no es visible. Aparte de que claro, no queria que una persona hurgara en mis cosas si esta simplemente podia ser llevada a otro lugar. Tras pensar otros momentos, llegue a una conclusion: Tendria que llevarlo a un hotel, saber mas acerca de el y acercarme en terminos de confianza. Quizas pudiese saber que era ese brazalete que tenia bajo la ropa o averiguar un poco mas de el. Suavemente, separe los labios y tras limpiarme con una servilleta, mencione.

-Creo que no te he dicho mi nombre... Me llamo Diana, ¿Cual es el tuyo? -Lo mire a la cara unos momentos, sacudiendo mis manos con la misma servilleta con la que limpie mis labios, y pase mi mano, echando el cabello hacia atras

Cuando el sujeto se levanto, yo tambien lo hice, acercandome a la barra para pagar mi comida y el agua que habia bebido mi acompañante. Mientras esperaba que me diesen mi cambio, mire por ultima vez a los motoristas. Parecian un poco mas calmados, pero no me daban buena espina. Suspire, y una vez que me dieron el cambio, tome al caminante por el brazo y salimos por la puerta del bar, de vuelta al estacionamiento y a la carretera. Afuera estaban algunos sujetos mareados por tanto alcohol,  o simplemente, descansando del frio dentro de sus vehiculos. Aun apestaba a orina, y la carretera parecia un poco vacia, paseando algunos coches de vez en cuando.

-Te voy a llevar a un hotel de paso para que descanses, y lo mejor seria apurarnos, estos tipos puede querer seguirnos. -Lo jale del brazo y camine junto a el por la carretera, dando largas zancadas, casi arrastrando al tipo que no podia caminar tan rapido por el cansancio. Tras unos cuantos pasos, supongo que tendria que decirselo- ¿Aceptarias que te llevase volando a algun lugar? No es broma... Realmente, puedo volar y hacer otras cosas mas. Entre ellas esta la de patear gente agresiva... Pero tendria que ser menos indiscreta si nos siguen en sus motocicletas.

-Cane. Decía de manera instintiva contestando a la par que le preguntaba por su nombre, asintiendo levemente cuando esta dijo el suyo, finalmente cuando se levantó, tras terminar de comer aquella hamburguesa y tomar lo último de agua que había quedado, se dejó guiar por aquella mujer.

Tras pagar, ambos se dirigieron hacia fuera, la mujer comenzó a jalar con algo de fuerza al vagabundo que poca resistencia podía llegar a poner, finalmente alejándose un poco de aquel lugar, era difícil creer para su mente el estar siendo jalado por una mujer de tal aspecto y siendo salvado de semejante situación sin ninguna razón aparente, bueno pronto podría comenzar a tener algo de sentido esto, al menos eso sería cuando Diana comenzó a hablar de vuelta.

-Te contestare lo mismo que le conteste a la última persona que me quiso llevar volando, antes muerto, a menos que el vehículo que comentaste anteriormente este volando en el aire en estos momentos… creo que podemos ir caminando hacia él o bueno… eso espero… si no… supongo que me las arreglare de algún modo. Bostezaba levemente luego de terminar de hablar, comenzaba a cansarse y a ceder un poco al sueño, y de cierta manera aquel leve estado de inconsciencia que le producía el sueño, le permitía hablar con menos nervios y menos tartamudeos de lo habitual.

Volar… parece que tengo una suerte increíble para encontrar toda clase de bichos raros en las situaciones menos esperadas, primero un robot manejado por un millonario excéntrico y ahora una supuesta mujer que “sabe volar”, tendrán que dejarme inconsciente si quieren que despegue mis pies de la tierra, suficientes nervios e incomodidad me causa estar cerca de otras personas como para que me quiten lo único que me mantiene en calma, mi contacto con la tierra…

¿Cane? ¿Que clase de nombre era ese? Si decia que era un inmigrante, bueno, esperaba un nombre mas... de inmigrante. Si era de Sudamerica, esperaba un nombre de origen hispano, pero no, tenia ese nombre. Lo mas probable es que fuese un alias y su verdadero nombre me lo estuviese ocultando. No me molestaba, no tenia porque decirme su nombre si no queria, ya despues podria averiguarlo si se lo insistia. Suficiente hacia con seguirme, otorgandome su confianza para ser llevado a un lugar seguro y pudiese descansar. A juzgar por los nervios con los que llego al lugar, podria haberme dicho que no y gritarme que me alejara despues de la golpiza que le di al motorista.

Seguimos avanzando por la carretera, mientras miraba preocupada al tipo. No queria volar, y a pie hariamos mucho. No podia obligarlo a volar, en esos momentos no estaba en una crisis, y solo provocaria que se alterara mas. Me quede pensativa un momento, asi que, opte por llamar al Jet. Solte con cuidado al barbudo y toque la parte frontal de mi brazalete de manera que el Jet automatizaba su rumbo hacia mi posicion.

-Mi vehiculo pasa mas tiempo arriba que abajo... Aterrizar en la carretera seria complicado, porque los coches no lo podrian ver -Si, sonaba raro, ¿Como es que un conductor no podria ver un avion en medio de la carretera?-, dado que el vehiculo es invisible. Es un jet, ¿sabes? A lo mejor y eso ya te suena a quien soy. -Me quite el mechon de mi cabello, desacomodandolo y posteriormente, acomodandolo rapidamente a como suele ser mi peinado habitual- La mujer maravilla. -Sacudi mis manos, saludandolo. Quizas no conociera de mi identidad, pero si tenia esa suerte, creo que podria confiar un poco mas en mi. El Jet llegaria en cuestion de segundos, por lo que, lo segui observando.

-¿Quien te quiso llevar volando eh? Cuentame acerca de ti. -Me acerque ligeramente a el y tome su brazo, donde estaba el brazalete que parpadeaba- ¿Puedes contarme como obtuviste este aparato? -Pregunte con calma, no queria que se alterase, y si por alguna extraña razon ese aparato fuese para hacerle daño o para mantenerlo vigilado, queria saber porque esta persona lo tenia. -Si tu me respondes, te puedo contar acerca de mi y el mundo de los superheroes. No somos tan malos ni tan rudos como nos pintan los medios, de verdad. Todos tenemos una vida privada y sencilla, a veces vamos por ahi y nos detenemos a comer una hamburguesa y beber una cerveza. Algunos no tanto, pero por lo general, la mayoria somos personas con gustos comunes. La mayoria, claro.

En un momento, mire mi brazalete y asenti. El Jet estaba sobre nosotros, asi que, era momento de subir. Me acerque a el, rodee su espalda con mis brazos en un abrazo fuerte y suavemente, nos despegamos del suelo hasta que, a una altura prudencial, incremente la velocidad, hasta que se podia escuchar el ruido de los motores del Jet... pero no habia ningun avion ahi a simple vista. Palmee con las manos el cuerpo del avion hasta que encontre la puerta, abriendola y echando al vago adentro, para despues entrar yo y cerrar la puerta.

-Bienvenido al Jet Invisible. -Le señale un asiento, poniendole la mano izquierda en el hombro. El pobre estaba asustado, pero ya estaba seguro. Corri rapidamente a la cabina del piloto para manipular el piloto automatico e indicar que tomasemos altura. Teniamos varias ciudades cerca, sin embargo, no sabia a cual llevarlo, por lo que, simplemente deje que el Jet tomase un rumbo circular. Corri de nuevo hacia afuera y le señale a Cane el fondo trasero del Jet- Ahi atras esta el baño, por si quieres ir.

Respiraba profundo intentando mantenerse despierto, consciente, observaba a la mujer mientras está prácticamente lo arrastraba del brazo, con algo de fuerza, preocupada de que los hombres del bar quisieran vengarse, pero repentinamente frenaba, y se giraba hacia el vagabundo comenzando a hablar.

-La mujer maravilla... pues no… no me suena de nada la verdad. Decía con sinceridad el vagabundo, bueno, cuando se vive en las calles era difícil de enterarse de las cosas, más de la manera que él vivía, evitando a casi todos, y por sobre todo nunca leyendo ninguna noticia, ni radio, ni diarios, ni televisión, era imposible enterarse de esas cosas.

-Un millonario raro es la respuesta a ambas preguntas, Stark, el hizo el brazalete, lo conocí hace unos días, y también intento llevarme volando, no entiendo la manía con resolver todo volando de los héroes. ¿Acaso no existe el vértigo o la posibilidad de que algo falle y te partas todos los huesos contra el suelo? La última vez que me entere, mis huesos seguían siendo fáciles de romper como los de cualquier humano. Hablaba con cierto tono de nerviosismo, y denotaba en sus palabras y por como lo decía, que claramente le tenía miedo a las alturas, o quizá más que a las alturas, al hecho de que sucede si algo falla cuando estas a cien metros sobre el aire.

-El brazal está hecho para noquearme si pierdo el control, supongo que a este punto no vale mucho la pena ocultarlo… tengo algo así como un poder… no sé cómo explicarlo, en fin, algo que si pierdo el control hace daño a los demás.

El estar quieto casi le estaba por hacerle caerse sentado en el suelo, le costaba mantenerse parado ya que estaba notablemente cansado, más físicamente que cualquier otra cosa, pero antes de terminar por caer al suelo, Diana se acercó al vagabundo, rodeándolo con sus brazos desde su espalda, abrazándolo con fuerza, y un instante luego de eso, comenzó a elevarse en el aire.

-Hey ¿Qué haces? No… ni se te ocurra, no no no no. ¡No hija de-! Y aquello fue lo último que se permitió a si mismo decir, por miedo a que la supuesta heroína decida soltarlo desde la mitad del cielo por insultarle, claramente tenía miedo a estar suspendido en el aire solo agarrado por una persona, como dicho anteriormente, su miedo era más bien al resultado de lo que pasaba si por casualidad de dioses se llegaba a caer desde esa altura, después de todo, su cuerpo seguía siendo el mismo de un humano normal, aunque él no se considerase uno ya.

Ok Cane, ok, no estás en el aire, no no, no lo estas, estas eh… en un lugar bueno, en la tierra eso sí, pisando tierra estas pisando tierra estas pisando el aire y solo te sostiene una mujer que si me dejase caer explotarías contra el suelo. ¡Mierda me cago en todos los malditos superhéroes y su manía enfermiza de resolver todo volando y la puta madre que los pario!

Mientras temblaba de miedo sostenido en los brazos de la mujer maravilla, en su mente desataba un arsenal completo de insultos en su idioma natal en todo su esplendor, volviendo todo el miedo en ira, una respuesta bastante común, por suerte para él, o bueno, depende del punto de vista, su temor se terminaría con un último susto en el que Diana decide sostenerlo con un solo brazo mientras tantea su Jet invisible con el otro, hasta que finalmente lo lanza al interior tras encontrar la entrada.

Por al menos el primer minuto se quedó pegado contra el suelo, dando gracias a todo dios que se le cruzo por la mente de seguir vivo, y aun maldiciendo por estar a quien sabrá cuantos metros del aire en un jet que por fuera era invisible, por alguna razón esa idea le parecía perturbadora, como si el jet fuese más fino que los demás, o como si fuese a tener agujeros por donde podría caerse, bueno, tenía una excelente imaginación en cuanto trataba con cosas que no entendía, en especial cuando tenia miedo.

Cuando comenzó a notar que por dentro no temblaba todo y no se movía como si estuviese flotando en el aire, se medió arrastro hasta uno de los asientos, sentándose en el con algo más de tranquilidad, quedándose lo más quieto que podría llegar a estar, al menos por algún rato, hasta que se acostumbre a la idea de estar volando, y claro, contestando a la última pregunta de Diana, con su sinceridad directa.

-Si hubiese necesitado ir al baño, tras ese viaje en el aire, seguramente ya no lo necesitaría…

Interesante. Conocia a Tony Stark y tenia un brazalete como seguro de proteccion para detener unos poderes... Vaya. ¿Poderes? Tenia que saber mas acerca de eso, y saber porque un vagabundo deambulaba por ahi en ves de usar sus poderes para el bien... ¿O para el mal? Tenia que saber muchisimo de el, y espero que no se incomode, por lo que suavizaria bastante el tono de mis preguntas. No tenia ningun problema en esperar unos momentos mientas el se tranquilizaba y reflexionaba sobre sus palabras que me grito en medio del vuelo. Quizas si me molestase, pero era comprensible, lo habia levantado en vuelo sin ningun tipo de miramento, y claramente, podia haberse asustado como quien es empujado para tirarse de un paracaidas cuando no esta lista

-Cane, -mencione, unos momentos despues de que se habia calmado- ¿Ese es tu alias o es tu nombre real? -Me movi con cuidado hacia mi heladera, de donde saque un bote de helado de fresa a medio comer y un sandwich frio envuelto en un paquete de plastico. Se lo di y me sente frente a el- Es un helado que me gusta mucho... Ahora te traigo una cuchara. -Camine rapido a una especie de estante dentro del jet, donde tome una cuchara de plastico que le di al vagabundo. -Continua, cuentame mas de ti. ¿Que son tus poderes? ¿Cuando los descubriste? No estas obligado a responder, pero me gustaria mucho saber de ti.

Me sente, cruzando mi pierna derecha sobre mi pierna izquierda, en una pose tranquila, como quien entrevista a otra persona para darle un trabajo o saber mas de su vida, como si fuese una entrevista. Inclusive, podia responderle yo algunas preguntas.

Respiraba profundo, nervioso, intentaba mantener la calma, adaptarse a la idea de estar volando, ignorar aquel hecho lo suficiente como para que no le sea una molestia, la situación para lo que era el cada momento se le hacía un poco más difícil, aunque quizá hablar de algo podría llegar a distraerlo lo suficiente, era complicado.

Se recostó sobre el asiento en el que se encontraba, cerrando los ojos y suspirando, al menos hasta que Diana se le acerco con comida, al menos si debía estar con los abiertos, tendría algo en lo que concentrarse, su comida, después de todo, mirar directamente a las personas siempre le había incomodado, y era algo que evitaba de manera natural ya.

-Cane es… mi nombre, aunque sé que no es el real, que supongo que al notar que no soy de este país no fue difícil de deducir, pero es el único que recuerdo, o que quiero recordar. Tomo el sándwich y empezó a desenvolverlo para comenzar por el al menos hasta que Diana le trajo la cuchara, dejándola dentro del pote del helado para después.

-Antes de llegar más lejos, quiero saber por qué te interesa, en un principio no puedo negarme a contestarte, me salvaste, y me das de comer gratis, pero de todos modos quiero saber.
Mis poderes por otro lado, no creo que importen, mientras tenga esta cosa en mi brazo, no causara problemas a nadie y no los uso nunca, lo cual es más que suficiente para mí al menos… pero si aun así quieres saberlo, puedo controlar los elementos naturales.

Mientras hablaba iba dando mordiscos al sándwich, dejando de hablar hasta terminar de tragar, y así de a poco hasta terminarlo, se notaba el cansancio en como hablaba, aunque aún mantenía esa manera nerviosa de hablar, algunas palabras, pocas dentro de todo, las tartamudeaba un poco, o se trababa en algunas partes buscando las palabras correctas para decirlo, el cansancio lo tenía algo mareado y le costaba un poco más hablar, en especial en otro idioma que no era el suyo natal.

Cuando termino de comer el sándwich, le devolvió el helado, sin ánimo de seguir comiendo al menos de momento, y volvió a cerrar los ojos, respiraba profundo intentando mantener la calma, casi parecía comenzar a dormirse, pero aún seguía atento con su oído, y bastante despierto.

Lo observe comerse el sandwich, mientras parecia acomodarse para dormirse en cuestion de unos minutos. Deberia apresurar un poco las preguntas si queria saber mas detalles acerca de el, conocer acerca de esos poderes elementales y como es que llego aqui. ¿Quizas haya seguido sus sueños o algun llamado?

-Bueno, de no haber sido por tu brazalete, no me habrias llamado la atencion. Eso parece tecnologia bastante avanzada, y si el gobierno te tuviese en alguna mision, o fueses de una organizacion secreta, me hubiese gustado saberlo. Pero si lo conseguiste con Stark o antes de eso, creo que no hay mucho problema. Yo tambien soy superheroina, y mi deber es ayudar a los inocentes. Quizas no seas uno, o no lo recuerdes... Pero en ese momento, no tenias nada de culpa en cuestion al borracho ese que te queria sacar los dientes a golpes. -Me acomode, mirando a Cane a los ojos. No sostenia la mirada, y me daba a pensar que probablemente tenia miedo o estaba ocultando algo.

Se veia cansado, sin ningun tipo de animo. Como si se fuera a desfallecer o a quedarse dormido en cualquier momento, asi que, preferi seguir haciendole conversacion.

-Bueno, si Cane es el nombre que te gusta recordar, te llamare asi por ahora. Cuentame de tus poderes. ¿Manejas los elementos? ¿Como un mago acaso? ¿O sabes porque medio lo haces? Algunos parecen manifestarlo por sus mutaciones, otros por experimentos fallidos en laboratorios o por condiciones extrañas donde obtuvieron sus poderes, y algunos los tenemos por nacimiento, como yo. ¿Que sabes hacer? ¿Puedes manipular los elementos existentes o crear unos nuevos? Es decir... ¿Necesitas una fuente directa de fuego para manipular las llamas o puedes crearlas? -Me tome una pausa, continuando despues con mi dialogo tras levantarme al frigobar donde tome una botella de agua natural, a la cual le di un trago.-


[i}¿Alguien te ha enseñado a usar tus poderes? En caso de que no... Quizas puedas encontrar uno, pero necesito que me cuentes mas acerca de su origen para poder recomendarte algun especialista. [/i]

Mire al tipo y luego, pase la mirada por mi jet, pensando en algo para taparlo del frio por si se quedaba dormido. No tenia muchas mantas, y lo mas parecido a uno seria una capa roja que tenia guardada en el lugar por si un dia queria usarla. Si se quedaba dormido, lo taparia y me dirigiria a alguna ciudad donde poder aterrizar sin problemas. Simplemente, me quede esperando.

offrol:

Organizaciones secretas, misiones, superhéroes, realmente esta gente tiene que dejar de asumir que cualquier cosa con poder quiere salvar al mundo arriesgando su vida, estoy agradecido que me de comida, que me tenga en este lugar, hasta me disculparía por casi insultarla si lo sintiese necesario, pero no termino de entender que pretende esta mujer.

Debo decir que es curioso ¿Por qué tanto interés en mí, en mi poder, en lo que soy? Desde mi perspectiva le tengo más miedo yo a ella del que ella podría siquiera considerar de mi persona, soy como una serpiente, todo el mundo ve una y huye, pero la verdad es que lo más probable es que no tenga ni veneno, y te tenga más miedo a vos, aunque se vea horrible y todo el mundo las asocie con demonios y el diablo, no tiene sentido, lo sé, pero bueno.

-¿Por qué? Tengo poderes, si, bien, ¿Y? en lo que a mí respecta son un estorbo, realmente agradezco que me ayudes y todo esto pero… no entiendo porque tienes tanto interés en saber todo sobre mi poder, es solo una carga, una ya solucionada gracias a este brazal, que tenga o no un poder no debería marcar una diferencia o interesar, no busco maestros ni nada, aunque supongo que agradezco el ofrecimiento…

Mi voz… si lo sé, ya empecé a hablar con poco sentido, el sueño me está afectando ,no durare mucho despierto más que esto, bueno al menos estoy tranquilo, admito que si no estuviese tan dormido estaría temblando el triple de lo que lo hago ya en este momento, este nerviosismo insoportable, el temblor en mi corazón cada vez que estoy cerca de otras personas, la mente agitada imposible de parar la cantidad inútil de pensamientos indeseables, lo detesto, lo aborrezco, pero sin importar que tanto lo comprenda incluso en esta situación, el sueño lo hace ver todo como… bueno ,como un sueño, como la posibilidad de que no esté pasando.

Sigo sin entender de todos modos, ¿pensara que me interesa conseguirme una capa y salir por la vida a lanzarles rocas a algunos criminales solo por tener un poder? Hacer el bien… no le veo el fin, mi mente es más capaz de hacer mal que de hacer bien, no marcara una sola diferencia que decida ayudar gente, cuanto más cerca estoy de las personas, más alta es la posibilidad de lastimarlos ,de hacerles daño, cuanto menos intente controlar este poder… creo que puede ser lo mejor, estoy cansado…

-Aún estoy despierto… y por el tono de tu voz diría que tienes más preguntas que hacer, así que… adelante.

El barbon parecia temblar un poco menos que cuando lo vi alla abajo, y posiblemente, se estuviese durmiendo. Asi que, cuando empezo a hablar, segui escuchandolo, prestando atencion a sus palabras. ¿Por que negar sus poderes? Es decir... No entendia eso de nadie. Si tienes tus poderes, y puedes usarlos para hacer el bien, hazlo. Desde que era niña yo sabia que tenia estas bendiciones para ser la mejor de todas y ser la defensora de las amazonas. Cuando llegue al mundo de los hombres, esos poderes se volvieron la unica solucion a todas las amenazas que podian dañar a una de las mas hermosas creaciones de los Dioses. Y aun entre los humanos, existen muchos sujetos que piensan como yo, que sacrifican su integridad y su seguridad porque muchos mas puedan ser felices y tengan una vida tranquila.

-Bueno... -Hice una pausa que duro un par de segundos, como si buscara la forma de decirle algo- Entiendo que puedas rechazar tus poderes. Conozco varios casos donde, esos poderes han traido dificultades muy grandes a sus portadores, terminando que estos reniegen de ellos, o en el peor de los casos, los empleen en causar el mal. Es hasta cierto punto comprensible... Pero, ¿No crees que es logico pensar que todos tenemos una funcion dentro del ecosistema? Quizas no te parezca asi, puede que hasta pienses que usar tus poderes puede causar mas mal que bien... Muchas veces se nos cuestiona a los superheroes el porque siempre que luchamos contra alguien hay daños colaterales, destruccion de propiedades, gente herida. Bueno, siempre les voy a responder con lo mismo: Si no lo hicieramos, no habria nadie que pudiese quejarse. Cuando nos han atacado seres muy poderosos, villanos que solo buscan la destruccion, guerras o desastres naturales los heroes hacemos todo cuanto tengamos en nuestras manos y hasta mas porque la gente tenga seguridad. Y por salvar a la humanidad, tenemos que ser como ellos, sentir sus mismos miedos, preocupaciones, defectos y virtudes. No todos los hombres son respetuosos, pero no por eso les vamos a negar una mano amiga, ni vamos a usar nuestros poderes de manera egoista para perjudicarlo. ¿Por que no hacerlo mismo a tu modo? Si supieses que, cualquier poder, empleado de manera precisa puede impedir la destruccion de una ciudad, la muerte de niños, ancianos, hombres, mujeres. -Me recargue un poco hacia atras en mi silla- Por eso usamos disfraces. Porque la gente necesita simbolos en los que creer, una imagen en la cual depositar su esperanza, algo que imitar y algo que los llame a ser mejores y superar las adversidades. Ningun poder es malo si se ocupa sabiamente.

Suspire un poco, quizas a el le pareceria un discurso de pura teoria y retorica, hasta podria decir que lo que yo estaba mencionando era una mentira. Lo entenderia, no todas las personas tienen fe en gente con uniformes brillantes que vuelan por los aires, pero si de alguna manera, mis palabras le podrian llevarlo en un dia, un mes o una decada a pensar que sus habilidades pueden ser usadas para ayudar a los demas, me daria por satisfecha. Muchas veces, lo mejor era inspirar a un niño a ser un bombero, a ser policia, a querer ser el mejor camillero, un doctor o un profesor. No todos nacen con poderes, pero todos tienen la capacidad de hacer felices a los demas y protegerlos en los momentos mas criticos... Por eso eran la creacion mas bonita e ironica que los dioses podian crear.

Lo mire a los ojos, buscando su mirada aunque el parecia no querer entablar contacto directo conmigo.

Bien, todos tienen una función en este mundo, creo en eso sí, o quiero creerlo, porque si no, no tendría sentido existir, creo que existen cosas que están por encima de mi comprensión, cosas que escapan de la mente de la mayoría de la humanidad, y que si tengo un poder debería usarlo para algo ¿No?

-¿Por qué? Abrí mis ojos, me enderece en aquel asiento, desvié mi vista hacia ella, me estaba dejando llevar por la conversación, aun siento miedo por haber volado, por estar volando, el miedo está a solo un paso, una ligera y delgada línea de la ira, del odio, y estos a un paso de provocarme a causar caos, a destruir todo lo que tengo a mi alrededor, no quiero eso, no lo quiero, esa extraña calma que produce es… enviciante, pero el dolor… el dolor interno que deja… puedo sentirlo, sé que está ahí, y me atormenta.

-Entiendo que los héroes sean un icono, pero yo no tengo intenciones de ser uno, tu puedes tener excelentes razones para ser lo que eres, no dudo de ellas, pero a mi este mundo no me las ha dado.

Este maldito mundo de mierda nunca me dio razones para nada más que para el mal, no importa que haga, no importa que tanto corra de la verdad, me escape, me esconda, intente negar su existencia, existe dentro de mí, la recuerdo, y aun más clara desde aquel entrenamiento en el que me forcé a entrar en aquel estado, para bien o para mal, puedo negar mi memoria, pero yo sé bien que existe dentro de mí, y puedo verla, pude verla.

Trague saliva, observe a aquella mujer, mis ojos ya dejaron de mostrar nerviosismo, mi voz… mi voz solo mostraba dolor, me quebré, no pude aguantarlo, todos tiene sentido, existe un fin para cada ser que existe en este mundo… ¿No?

-Si existe una maldita función, explícame por qué la mía debe ser proteger a la humanidad, que desde mi maldito día de nacimiento no ha hecho otra cosa que cagarse en toda mi puta existencia.

Debo hablar, debo sacarlo de mí, lo necesito… o explotare, no quiero, no de vuelta, lo odio, lo aborrezco. –Lo odio. Mi hermano me violo cuando tenía seis años, mi madre tuvo múltiples intentos de suicidio demostrándome que mi vida y mi futuro le importaban poco y nada, mi padre me abandono, y fui tirado en este maldito y miserable mundo, donde se me juzga solo por ser diferente.

No sé si puedas entenderlo, porque tú eres una heroína, eres conocida, eres increíble, y por sobre todo, eres mujer, y eres hermosa bajo estándares humanos, es muy fácil todo cuando tienes todo eso, demasiado sencillo, pero yo a ojos de todos no soy más que un gusano, la vida, la gente, todo ser vivo que he conocido me ha traicionado, me ha demostrado que todas mis palabras son ciertas, así que… ¿Por qué no me explicas con qué fin debería ayudar a este mundo? ¿Cual era la función de aquellos que me arruinaron la mente en este "ecosistema"?

En lo que a mí respecta, deberían estar agradecidos de que aún no perdí lo poco de cordura que tengo, de que aún no cedi, de que aún no deje que todo mi poder me controle y empecé a matar gente, porque el día que lo haga te puedo asegurar que me importara un carajo, tanto sus vidas como la mía cuando seas tú la que deba matarme para evitarlo.

Cada palabra, cada momento, cada instante, ira, odio, podía sentir las lágrimas cayendo de mis ojos, pero eso no importaba nada, tristeza no era algo más que ocultaba, que enterraba, el odio, la ira, eso era lo que mostraba, lo que quería mostrar, lo que quería liberarse, lo que yo quería dejar libre, dejar que salga y  empiece a causar caos allá donde mi enfermizo cuerpo vaya, podía sentirlo, juro que puedo sentirlo, el viento, el aire creciendo en fuerza a mi alrededor, golpeando esta nave, los pitidos molestos de aviso de este maldito brazal que se supone que es lo único que me mantiene de comenzar a matar gente como un simple enfermo mental, control, calma, paz… ¡BASTA! Silencio…

Parecia que habia tocado una cancion que a Cane no le habia gustado. Parecia que, de estar en un estado casi insomne, habia reaccionado para tocar el lado sensible de una persona nerviosa. Su voz cambio de ese tono nervioso a un tono lleno de ira, despecho, dolor, desesperanza. Y podia sentirlo, sentir todas sus emociones fluir, pude concentrarme en llegar a ver lo que su corazon trataba de decir. Y solo estaba pidiendo ayuda, pidiendo algo que lo escuchara, alguien que le diera una razon del porque seguir haciendo algo cuando todo salia mal. Me quede viendolo, con una mirada que denotaba unicamente pena y compasion. Si, tenia un origen triste, pero no me gustaba el hecho de que advirtiese de que mataria a todos cuando perdiera la locura.

Cuando termino, me estire un poco para pasarle un pañuelo de papel para que se limpiara, y empece a hablar.

-Bueno... Creo que tengo que mencionarte algunas cosas. En primera, puedo entender que por tus vivencias has considerado que todo en el mundo te esta fallando, y que en realidad, no hay una razon para seguir por un camino. Pero dejame decirte que estas cayendo en un error... Entre los heroes, varios han tenido un pasado muy tragico, con desgracias, penas y experiencias horribles. A lo mejor y no lo conoces, pero Superman, el hombre del mañana, es la persona mas solitaria que podrias conocer. Y es un heroe en toda la extension de la palabra. -Definitivamente, pensar en Clark me alegraba, era una persona que podia sonreir en los peores momentos, y sabias que con el las cosas no podian fallar, y si lo hacian, se podian corregir- En Gotham, una ciudad cercana aqui... Bueno, muchos de sus heroes tienen historias aun peores. Han sufrido intentos de asesinato, violaciones, robos, secuestros, torturas... Y eso, unicamente en su epoca como heroes. Detras de ellos hay una historia que siempre esta cargada de sufrimiento, pero que nunca permitio que eso afectara a los demas, y mucho menos, los hiciera sufrir. Los que han permitido que las tragedias los vuelvan monstruos terminan con un destino horrible... -Sabia que ese era el caso de Batman. Habia tenido una pasado horrible, y lo unico que fue peor fue su vida como heroe. Al menos, el Batman de mi dimension, sufria mucho, pero sufria en silencio. Era incomodo siempre pensar que por las noches el salia a luchar contra asesinos y no permitia que ninguno de nosotros, sus superamigos, lo apoyaramos en su cruzada-

>>Con esto quiero decirte que, no, no debes de dejar el camino. ¿Tu crees que yo por ser mujer he tenido algun privilegio en mi vida? Si, naci para ser la mejor de todas, pero me he ganado lo que tengo gracias a mi inteligencia, a mis dones. Y todos los que han sido algo, se los ganaron gracias a sus dones, buenos o malos. ¿Y tu quieres negar tus poderes? -Aunque quizas mi dialogo fuese un poco agresivo, en realidad estaba hablando con suma calma, entendiendo las complicaciones que podria tener una persona inexperta con sus poderes- Aprovechalos, se mejor que el mundo. ¿Has pensado que, cuando todo fracasa, tu tienes que hacerlo? No. No existe nada predestinado, todo se puede cambiar. Y yo conoci a los Oraculos, conozco como se mueven los hilos del destino. -Me permiti una sonrisa con un deje amigable- Reinventa tu futuro. La historia es muy importante, pero no sirve para nada cuando nosotros nos esforzamos en ser un poco mejores. Porque eres una persona, y una persona muy importante para el mundo. -¿Como podria creerse eso? No le estaba mintiendo, yo realmente pensaba que era importante. Todos los humanos son importantes, sin importar su condicion.- Si fueses un gusano, las aves te habrian devorado. Pero no es asi... ¡Por el amor de Hera! Has conocido a Tony Stark, te fabrico algo para ti. ¡La mujer maravilla te salvo! ¿Que mas quieres? ¿Que otra señal buscas para empezar a cambiar? -Hablaba tan animada como la situacion lo permitia. No me burlaba de el, comprendia su dolor, lo sentia. Pero no podia permitir que alguien fuese con unas ideas tan caoticas, y mucho menos, si esa persona tiene poderes que podrian ser usados para el bien

Calma… en estos momentos no sé si importe otra cosa, necesito encontrar mi paz en esta situación antes de que se salga de control, el viento vuelve a su curso normal, ya no siento su ira, mi odio, supongo que estar en este estado ayuda a que no pierda el control, difícilmente tengo la energía suficiente para eso.

Lo había dicho, todo lo que debía decir, muchas cosas que tenía atrapadas en mi desde hacía mucho tiempo, tanto odio, tanta furia, debía sacármelo de encima, y había sido presionado en uno de los pocos temas que podía provocarme de tal manera, y ella, la mujer que me había salvado, Diana, lo había tenido que escuchar todo, no sé si para bien o para mal, o que impresión pude haber dejado tras aquello más que la de alguien roto esperando a que el mundo se decida a arreglarlo, pero había pasado.

Me limpie las lágrimas con mis manos, hacia demasiado tiempo que no me quebraba de tal manera, supongo que de cierto modo era necesario, debía pasar para poder pensar con más claridad sobre mí, necesitaba ser escuchado por alguien con la capacidad de responderme, de decirme que quizá mi manera de verlo estaba equivocada, que debía plantearme otras opciones.

Pero al final… todo sigue igual, nada realmente cambia, escuche lo que me dijo, cada palabra, me detuve a pensar su significado, una y otra vez dentro de mi mente razonaba todo lo que ella me había dicho, pero para ser honesto, en ese mismo instante no sé si me importaba, había agotado lo último de energía que me quedaba en aquella furia espontanea que por un instante me consumió, me sentía mas cansado que antes, mucho más, y ese cansancio se empezaba a notar, comencé a dormirme lentamente, no alcance a contestarle nada, solo sé que en aquel instante… para mí no hubo una sola diferencia.

No había dicho nada que yo no hubiese pensado antes, sabía que había gente con peores problemas que yo, que aun así Vivian y eran buenas personas, pero ese no era el punto, supongo que en este estado, cegado por la ira, todo se ve inútil, todo pierde sentido, pero de todos modos, aunque mi mente estuviese aun ocupada, pensando en todo lo que me había dicho, sentí tranquilidad cuando logre dormir, una tranquilidad que hacía varios días era incapaz de alcanzar.

Sea lo que fuere, lo necesitaba, necesitaba decir todo lo que había dicho, y necesitaba que alguien que lo entienda me responda, jamás le había contado todo aquello a nadie, y estoy seguro de que si se lo hubiese dicho a la persona equivocada, en estos momentos, en estos sueños, habría otras líneas de pensamientos, quizá más turbias, quizá más problemáticas, pero de momento lo único que importa…es descansar…


No se cuánto paso, quizá un par de horas, pero lo suficiente como para sentirme bastante mejor, física y sentimentalmente por igual, entreabrí los ojos, observando un poco a mi alrededor, aún estaba en el avión de Diana.

-¿Diana? Levante un poco la voz, esperando respuesta mientras fregaba mis ojos, supongo que en parte debería de darle las gracias, al menos por dejarme descansar en su avión.

Me sentía bastante más tranquilo que antes, pero aun distaba mucho de haber encontrado lo que necesitaba, ahora lo que realmente necesitaba era salir, necesitaba pensar bien todo lo que había pasado, y la mejor y única manera en la que puedo pensar con tranquilidad es alejado de las personas, y caminando por las calles, antiguamente eso solo funcionaba dentro de mi propia casa, pero debido a mi agorafobia, me había convencido mentalmente de que las calles eran “mi casa” fue la única manera razonable de poder soportar vivir fuera, por lo que necesitaba volver a esa tranquilidad para poder volver a pensar con claridad…

Tras verlo desfogarse de todo su enojo, calmando toda esa avalancha de sentimientos dolorosos que cayo de un momento a otro, desgastando todo ese odio que queria buscar un objetivo humano, una persona a la cual dañar sin razon alguna. Asi nacian los errores que te carcomian la conciencia, cuando estabas tan cegado por una emocion que no te importaba lo que hacias o dejabas de hacer.

Llego un momento en que se quedo dormido, asi que me levante y busque un abrigo con el cual lo tape por si tenia frio. Fui a la cabina del conductor y prendi un poco de musica para dirigir mi vuelo a una velocidad moderada hacia New York. Dejaria descansar al vagabundo, y cuando despertase, estaria de vuelta en la ciudad que nunca duerme. ¿Lo recordaria? Esperaba que si, esperaba que no se asustase cuando llegase la mañana y se viese dentro de un Jet de una superheroina.

Tras dejar el piloto automatico trabajar para aterrizaje llegado el momento en el Aeropuerto de la Ciudad de Nueva York, deje la musica fluir, y me recoste en la silla del piloto para quedarme dormida en una siesta ligera, recostando mi cabeza hacia atras. Dormiria como los policias que les toca guardia, alerta ante cualquier ruido extraño o necesidad de mi invitado. Cerre mis ojos, y espere.

Musica:

Pasaron unos cincuenta o sesenta minutos y ya tenia una alerta de la torre de control del aeropuerto, a la cual respondi afirmativa y pude hacer un aterrizaje sin muchos problemas. Cuando estaba abajo, detuve el jet, apague los motores y me quede recostada, esperando a que pasaran unas cuantas horas, mientras yo tambien aprovechaba para descansar.

Fue hasta un momento que escuche que Cane desperto que yo me levante, limpie mi rostro un poco con mis manos y sali de la cabina del jet para acercarme a donde estaba el. Ya estaba despierto, y parecia menos cansado de lo que estaba la noche anterior.

-Aqui, aqui estoy. Buenos dias, ¿Como dormiste? -Pregunte amable, cruzandome de brazos-

Necesito… quiero… deseo… ¿Qué quieres mente? ¿Qué deseas? ¿Qué ambicionas? De alguna manera todo siempre resulta en las mismas preguntas, aunque simbólicamente la respuesta seria casi lo mismo para las tres, o más bien las tres son casi la misma pregunta, todo conflicto, todo problema, siempre lleva a mi mente al mismo punto.

Es como si estuviese estancado en este estado, como si no existiese tal cosa como un progreso para mí, atrapado en un bucle infinito del que no puedo salir, del que soy incapaz de salir por mi propia cuenta, pero necesito, debo, deseo, lo ambiciono… el poder finalmente salir.

Este poder, mi poder, cuando no estaba, cuando no lo conocía, las cosas eran más sencillas, el bucle existía, el caos y todo lo que no deseo mencionar o siquiera pensar, todo eso siempre existió, pero no tenía poder, no tenía fuerza, siempre fui débil en muchos sentidos, lo físico no era la excepción, y eso me mantuvo tranquilo en parte.

Estoy loco, demente, mentalmente insano, enfermo, mires como lo mires, alguien sano no debería tener la capacidad de pensar las cosas que yo pienso, o de desear tantas cosas que yo deseo, que yo ambiciono y aborrezco a tal nivel, pero mi locura no tiene fuerza, no tenía fuerza, porque mientras mi cuerpo no tuviese poder alguno sobre otros seres, no podía causar daño a nadie, no podía hacer nada, sin importar que tan loco este, era inofensivo.

Pero eso cambio cuando descubrí lo que soy, cuando esto apareció, el mismo día que cometí un crimen imperdonable que de no ser porque fue contra quien fue, jamás podría haberlo superado, o siquiera pensar en superarlo, y posiblemente hubiese resultado en suicidio, pero había sido él, y él se lo merecía, pero ahora existía un riesgo, existe, uno que no quiero correr, uno que podría condenarme a una de las cosas que más temo, si es que no estoy condenado a ello ya.

Siempre había dicho que lo único que quería era alguien que quiera ayudarme, pero nunca nadie realmente me ofreció ayuda, nunca supe realmente como reaccionaria ante tal cosa, como pensaría, qué pensaría, y luego de estas semanas pasadas, llegue a la conclusión de que… quizá estoy más loco de lo que yo creo, porque me ofrecieron la ayuda que busco, la que deseo, la que siempre ambicione, una con la capacidad de sacarme de este bucle infinito y ahora peligroso para el resto, pero lo había rechazado.

No pude entenderlo, bueno para ser honesto aun no puedo entenderlo, pero de cierta manera puedo razonarlo, miedo, desconfianza, no era la primera vez que intentaba confiar en alguien y ese alguien me traicionaba, desconfío de todo, en especial de mí mismo, y una vez llegas a ese punto, es difícil aceptar la ayuda, o considerarla real, honesta.

Anoche hice algo de lo que me avergüenzo, algo que he llegado a odiar muchas veces, llorar, mostrar mis sentimientos, victimizarme, mi vida fue un asco, mi vida es una mierda, pero eso no me da derecho a creer que por eso puedo hacer cosas que otros no, siempre pensé así, siempre me dije a mi mismo que existe algo peor, y eso me ayudo a sobrellevarlo, a mantener mi lado cuerdo por encima de mi demencia.

Supongo que es en parte la típica creencia social inculcada por la sociedad, que llorar es signo de debilidad y un hombre debería avergonzarse de hacerlo, pero como digo siempre, entenderlo no quiere decir que no te afecte, en este momento, en este instante en el que recién me despierto, con todas las memorias frescas de lo que había pasado antes, sentí vergüenza, la siento, y deseo escapar, alejarme, porque lo que necesito, es entender a mi mente para saber qué es lo que estuve haciendo mal este último tiempo.

Diana me ayudo, sin pedir nada a cambio, como ya otros hicieron anteriormente, y yo use mis problemas como excusa para querer alejarme, para buscar volver a mi demencia habitual, a mi encierro, a mi bucle, me acostumbre tanto a él, que temo a la idea de salir, temo a lo que más deseo, ambiciono lo que más temo… quiero… deseo…

-Supongo que he tenido sueños peores… gracias por dejarme descansar acá y… lo siento por lo de antes… no pude controlarme. Estaba hablando con más tranquilidad, aunque aun intentando no mirarla directamente a la cara, era algo que siempre me causaba molestias.

-Me gustaría… volver a la calle, realmente agradezco tu ayuda, y todo lo que dijiste, pero, necesito salir, necesito pensar, ¿Podrías dejarme en algún lugar de Nueva York? Quizá era raro pedirlo, y parte de mi piensa que quizá no acceda a hacerlo, simplemente dejarme ir, sin más preguntas, sin más respuestas, sin más discusiones.  -Sé que en parte es mucho pedir luego de todo lo que hable y dije, luego de saber que tengo un poder, que se puede salir de control, pero en este momento lo que más necesito, es salir, alejarme… pensar…

¿Qué deseas mente? ¿Qué quieres? ¿Qué ambicionas?

nota:

Parecia que Cane ya estaba mas tranquilo, probablemente, fruto de un sueño reparador. El dormir en un lugar comodo, o lo mas comodo posible que era el asiento de un jet, era muchisimo mejor que dormir en la calle, bajo el viento frio y la lluvia con la unica proteccion de un carton. No sabia porque una persona preferia hacer eso que tener un refugio, vivir una vida sedentaria o semi-sedentaria.

No tenia nada que ofrecerle para desayunar, pero le podia dar diez dolares para que comparara algo. Mientras el hablaba, busque en mi ropa y saque un billete de 5 dolares y uno de dos. Era lo unico que tenia para darle, asi que se los acerque a la mano.

-Tomalos, al menos con eso podras comprarte algo para desayunar. ¿No necesitas nada mas? -Le pregunte, antes de abrir la puerta. Con cuidado, le ayude a bajar, y dejando mi Jet ahi, yo le acompañe hasta la salida del aeropuerto para que pudiese caminar a cualquier lugar que deseara ir en Nueva York.

Antes de irme, me le quede viendo, poniendo mis manos dentro de mis bolsillos. Hacia un poco de aire frio, lo cual esperaba que no afectase mucho a Cane. Me daba pena pensar en todos los sin techo que estaban en Nueva York, con una vida carente de dignidad y de respeto.

-Si alguna vez llegas a ir a Washington y necesitas algo, buscame en el Salon de la Justicia. Es un edificio grande y dorado, cerca de la Casa Blanca y del Congreso. De no estar ahi, puedes buscarme en mi embajada. Tan solo tienes que preguntar la direccion y llegar ahi. No tengo un telefono, pero de tenerlo, te lo daria para que me llames. -Le di una suave palmada en el hombro- Recuerda que aun ante todos los problemas, siempre hay gente dispuesta a mejorar este mundo. -Le señale hacia arriba, al cielo, ese lugar donde los hombres con disfraces desfilaban esos simbolos que atemorizaban a los malos y hacian felices a los niños y a las personas que se sentian asoladas.- Aun queda gente buena que se preocupa por los que se sienten insignificantes...