Nuevos aliados, nuevos enemigos. [Hal Jordan] (Pre-Omega)

Coast City.
14:00 horas.
(Pasado, hace unos años antes del fenomeno Omega)

Estados Unidos, el pais que me habia acogido, y el lugar mas lleno de cosas curiosas que habia en el mundo. Bueno, realmente no sabia mucho de lo que habia en el mundo, pero pronto me enterare. Creo que voy a viajar mucho con mis nuevos amigos. Aun recuerdo que,h acia no mucho, habiamos formado la Liga de la Justicia de America. Todos esos heroes tan valientes... Batman, Superman, Aquaman, Flash, yo, Linterna verde y el Detective Marciano. Eramos el grupo de heroes encargados de unir nuestros valores para defender a la Tierra de lo que la humanidad no podria vencer nunca... Lastima que no sabia mucho de mis nuevos compañeros. De hecho, no sabia mucho de casi nadie en el mundo del hombre. Algunos me habian dado su nombre, pero, el mas reservado de todos: Batman, no dijo nada.

Hoy habia visitado Ciudad Costera, justo con intenciones de conocer a sus alcaldes, ver su puerto e ir a sus centros comerciales a comprarme cosas para mi estancia temporal. Tambien queria probar la comida local, quizas fuese mejor que esa comida rapida que vendian en Washington... Si tenia suerte, hasta me encontraria con ese Linterna Verde. ¿Como habia dicho que se llamaba? Harry... Handy... Harold. Creo que se llamaba Harold.

Y ahi estaba yo, con un improvisado disfraz que constaba de una blusa amarilla muy ajustada, unos pantalones de mezclilla oscuros y unas zapatillas cafe. Tenia unos lentes oscuros y el cabello en una larga coleta, asegurandome de que todo fuese un poco discreto. Solamente tenia que girar para volver a mi uniforme de superheroina si era necesario. Empece a caminar por la calle, buscando algun establecimiento. Realmente, no tenia mucho dinero. Steve me presto cien dolares, de los cuales use veinte para darle a un mendigo que estaba en la calle, y dos para comprarme una botella de agua. Tenia setenta y ocho dolares, estaba seguro que con eso podria comprarme algo bonito y comer bastante bien...

Pedi indicaciones para llegar al centro de intercambios mas cercano, pero los humanos me miraban raro, como si no entendieran. Uno hasta se empezo a reir en mi cara, lo cual me hizo enojar. ¿Que demonios? Si no fuera por mi disfraz, no se reiria ante la princesa de las amazonas. Nadie me entendia, y lo peor era que hasta un hombre en un vehiculo amarillo con letras negras que decia Taxi me grito un piropo. Que cosa mas desagradable. Mire el vehiculo, y me aprendi las placas para golpear al tipo por hablarme asi. No queria mostrar mi supervelocidad para alcanzarlo y sacarlo a patadas de su asiento.

En ese andar por las calles pidiendo explicaciones, llegue hasta el mar. La acera parecia segura, y las olas del mar no alcanzaban mucha altura, por lo que estaban secas. Que bonito mar tenian, pero era un tanto chocante ver a lo lejos el puerto maritimo de ciudad costera arruinando el paisaje con esos barcos enormes de acero. Segui caminando, hasta que note algo raro en el cielo.

Un haz de luz amarillo cruzo el cielo hacia el norte, y luego paso de regreso hacia el sur. No entendia que demonios pasaba, pero parecia que esa luz tenia una persona volando ahi arriba. Que yo recuerde, un haz de luz similar se veia cuando Linterna Verde volaba, pero este era amarillo. Empece a caminar mas rapido hacia donde habia ido la luz, hasta que, ese ser vino de regreso, aterrizando cerca mio.

-¿DONDE ESTA HAL JORDAN? -El tipo parecia muy molesto. Era alto como yo, con el pelo negro y corto, con un extraño traje... y la piel purpura. Me habria dado risa ese detalle, sumandole al hecho de que tenia un extraño bigote que le daba un aire muy... inusual. Me acerque a el corriendo.

-¡Eh tu! ¡El de piel rosa que vuela! ¿Para que quieres a Hal Jordan? -Le grite, curiosa. No sabia realmente si era bueno o era malo, pero si buscaba a mi amigo entonces yo podria saber.

-¿Como osas hablarme de usted, mortal? -Pero el sujeto reacciono rapido, como si el supiera que yo conozco a Hal Jordan. Me apunto con su mano derecha, donde habia una cosa amarilla que brillaba, y de pronto me vi en una jaula pequeña. Me senti extraña, con una extraña sensacion de temor. Y me enoje.

Le di una patada a la jaula, y luego un puñetazo y la cosa amarilla cedio. No sabia especificamente que era, pero se sentia como el metal. Empece a flotar, suspirando al ver que perdi mi disfraz de persona normal.

-Te has metido con la mujer equivocada, rosita.

Hoy era uno de esos días en los que Hal Jordan deseaba ser una de esas personas de modales, que nunca fallan ante lo que prometen y que siempre eran puntuales, por el momento, sin embargo, seguía siendo un sinvergüenza y como era de esperar, el despertador sonaba por décimo cuarta vez en lo que llevaban de mañana, Hal lo buscó, palpando con la mano y finalmente lo apagó, había quedado para comer con Carol, pero hoy no estaba de humor, le habían pateado el culo hacía poco, y la verdad, eso no le sentaba demasiado bien a su ego, si por el fuese, no se iba a mover de esa cama nunca más…

Desde que se unió a la Liga de la Justicia, todo parecía haber cambiado, aquello había sido para Hal como una bofetada, ahora debía ir demostrando que él era el mejor héroe de todos, y eso no era nada fácil si debía competir con Superman, Batman y Aquaman, vale, con Aquaman no hacía falta competir, pero su pelo era fantástico. Harold se levantó de la cama con calma y bostezó, sin siquiera pensar en arreglar el destartalado piso se dirigió directamente a la cocina para desayunar algo, pero no tuvo casi tiempo de masticar el croissant industrial cuándo una nueva alarma, esta vez, más similar a un zumbido, empezó a sonar de un cajón, Hal lo abrió rápidamente y sacó el anillo:

-Bzzz! Bzzz! Atención, intrusión de un siniestro Corp en el sector espacial 2814, atención, intrusión de un Siniestro Corp en el sector 2814, localización: Coast City – Estados Unidos. – El castaño suspiró y se colocó el anillo, su cuerpo se cubrió por el traje de los Green Lanterns y su rostro se tapó con un antifaz: - Bien, otro día más en la vida de Linterna Verde!- Se acercó a la batería de poder verde que reposaba en la mesa de la cocina, con unos calzoncillos encima de esta y acercó el anillo: - Niveles de poder al 100% - Entonces, rápidamente, Hal se acercó a la ventana y emprendió el vuelo, terminando de despertar cuándo el viento le golpeó la cara.

Voló rápidamente hacía el punto que le señalaba el anillo, parecía que el Siniestro Corp se había detenido en el puerto, el Linterna aceleró la marcha y llegó justo a tiempo para impedir que unas sierras amarillas intentasen cortar a su aliada de la Liga, Wonder woman, interponiendo un muro Verde entre ella y los objetos cortantes:

- Vaya, que tenemos aquí, si son mis dos admiradoras – Dijo mientras descendía al tiempo que el muro y las sierras se rompían en pedazos, sonriendo a la amazona y luego dirigiendo una mirada desafiante a su enemigo.

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La mujer había destrozado la jaula de Siniestro, así que debía ser una aliada de Jordan, uno de los miembros de la autodenominada, Liga de la Justicia, el alienígena sonrió con frialdad, aquella mujer podría serle útil para acabar con la voluntad del Linterna Verde, sin embargo, antes debía saber dónde se hayaba:

- Tú, mujer, dime donde está Hal Jordan, no volveré a preguntarlo. – Dijo apuntándole con su anillo del miedo, en su último encuentro, el Linterna había humillado al líder de los Siniestro corps, algo que nunca le perdonaría.

Al ver que la mujer seguía sin contestar Siniestro creó unas sierras que arrojó hacía con rapidez, parecía que fuesen a impactar cuándo un muro verde las interceptó, el alienígena sonrió satisfecho:

- Vaya, que tenemos aquí, si son mis dos admiradoras. – No sonrió en ese momento, se tomaba la actitud del Linterna como una ofensa, una muy grande que no iba a tolerar: - Vengo a saldar nuestra deuda, Harold Jordan, hoy sufrirás tu derrota antes Siniestro! – Y rápidamente creó una enorme esfera de unos dos metros de diámetro rodeada de pinchos que lanzo hacía sus dos enemigos.

Este alienigena era bastante grosero. Es decir, no solo me trato de enjaular, si no que ahora me habla grosero. Odiaba que las personas me hablasen mal sin que yo les hubiera hecho nada, por lo que, se estaba ganando unos buenos puñetazos en la cara. Me acerque flotando lentamente hacia el, pero vi que unas sierras se crearon frente a mi. Me cubri rapidamente con los brazaletes para ahi recibir el impacto, pero de pronto, un muro verde bloqueo el ataque. Probablemente yo habria podido pararlo, pero agradecia que el Linterna hubiese intervenido en buen momento y sin una presentacion asombrosa.

- Vaya, que tenemos aquí, si son mis dos admiradoras - Mire fulminantemente a Hal. Detestaba ese ego alzado que tenia, y no tardaria en hacerselo saber. Pero antes de que pudiera reclamarle, nuestro enemigo creo una bola con pinchos enorme. Me acoste de manera horizontal inclinandome hacia mi izquierda y sali disparada a un lado evitando el ataque con cierta facilidad. Demonios, que agresividad.

-No soy... ¡Tu admiradora! -Y sali volando hacia el alienigena de traje amarillo para golpearle su pecho. El golpe fue efectivo, pues el tipo salio disparado hacia abajo con un gesto de dolor, pero se detuvo antes de estrellarse contra el suelo. Maldicion, este era de los duros. Mire a Hal Jordan y despues, gire sobre mi misma, cambiando magicamente mi ropa a mi armadura de princesa.

Ropa:

Sentir la comodidad recorrer mi cuerpo, junto con la certeza de la proteccion que Hefestos me dio me dio valor. Desenrolle mi lazo y lo sostuve con las dos manos, poniendo sobre el alienigena una mirada llena de desafio y orgullo. Linterna Verde y yo podriamos facilmente romperle la cara si seguia molestando, asi que, opte por ser mas mediadora, o al menos, intimidarlo para que dejara de atacarnos.

-¡Tu! Alejate de este planeta y procuraremos no lastimarte. Si no lo haces, sufriras las consecuencias. Nadie se mete con la Liga de la Justicia.