[La Colisión de los Mundos] La Gran Evasión (Deadpool, Taskmaster, Harley Quinn, Joker)

Tras bajar todos de la barca, Taskmaster se adelantó para contemplar absorto la ciudad y su arquitectura.

Transcripción de Audio:
-TM: ... No soy alguien que farda de buena memoria... Pero este lugar no me suena de nada...

[...]Mientras Deadpool hacía su comentario Taskmaster sacó de sus bolsillos una moneda y se la lanzó a con el pulgar a Harley Queen sin molestarse en girarse a esta.

Transcripción de Audio:
-TM: Ante todo soy un profesional y un hombre de negocios. Considérala tu pago por guiarnos por el bosque. Y tranquila, ya te he descontado lo que me debes al menos a mí por ayudarte en la fuga... Aunque... Tal vez necesite un par de favores tuyos más, al menos antes de que te dé por apuñalarme o lo que tu cabecita loca te mande.

Tras mirar un poco más a la ciudad que parecía una extraña mezcla entre el Chicago de los años 20. El Nueva York anterior a la crisis del 29 y una catedral gótica se volvió por fin al resto.

Transcripción de Audio:
-TM: ... ¿Qué maldito año es jovencita? Esta ciudad... Dijistes Gotham ¿Verdad? Esta ciudad parece anclada en los años de la Ley Seca. Me da miedo preguntarte si hemos viajado al pasado, pero veo que hay algunos modelos de coches bastantes modernos. Aun así, estos edificios... Es la primera vez que veo una ciudad donde hay gárgolas en practicamente todas las fachadas. Me sé de cierta araña que le pirraría que hiciesen lo mismo en Nueva York...

Gotham estaba ante ellos, como la mole de un gran monstruo dormido cuyas únicas señales de vida eran la luces que se divisaban desde la orilla. Era un monstruo que no les prestaba atención. No eran más que otro puñado de las pulgas que se agitaban en su pellejo manchado de detritus. Taskmaster había sido previsor al no dirigirse justo a la parte más céntrica desde la isla. El problema ahora era que tendrían que andar para llegar a cualquier parte. Mientras contemplaban la ciudad refrescados por la brisa nocturna, Harley fue a hacer una llamada. Curiosamente, no tardó mucho. Fuera quien fuera a quien hubiera llamado, no le cogieron el teléfono. La moneda salió de la máquina tan pronto colgó. Harley se extrañó. En la base siempre solía haber alguien. Dudaba que hubieran hecho una redada sin más. No con ella y el señor J. entre rejas.

Mientras uno de los integrantes del grupo llenaba su cabeza de interrogantes y en la de otro era mejor no entrar, en la de la única integrante femenina había solo una pregunta: ¿cómo se las apañaba para llegar a casa? Era un largo trayecto, y había mucho riesgo de tropezar con la policía, sobre todo después de la que habían montado en el Asilo. Tenían que largarse, y cuanto antes. Bueno... tenía. Los demás no corrían demasiado peligro. Al menos, con lo que les había oído decir, dudaba que tuvieran antecedentes en Gotham. Pero eso no cambiaba nada. Sólo hacía que se pusiera más nerviosa. Se planteó usar de nuevo la moneda para llamar, por si había más suerte.

Taskmaster fue el primero en escucharlo. El ruido de un motor. No sonaba cerca, pero tampoco demasiado lejos, y se distinguía claramente del rumor conjunto del resto de vehículos de la ciudad. De hecho, se escuchaba cada vez mejor. Se estaba aproximando.

Un gato salió de estampida metiéndose en un callejón. La rueda delantera había estado a punto de llevarle por delante. El taxi cruzó a toda velocidad varias calles, entre pitidos y bocinazos, y dejando atrás los insultos de más de un peatón. Aquella carrera temeraria no se veía amenazada por la policía; muchas unidades habían sido destinadas a Arkham, de modo que las calles estaban libres. Sin embargo, pronto las dejó atrás, colándose por una travesía poco transitada y llena de basura y vagabundos, que se pusieron a cubierto tan pronto como los faros enfilaron su "hogar". Al salir de la calleja el taxi empezó a saltar con los baches y a dar trompicones. Ya no estaba sobre la carretera, sino sobre la zona carente de asfalto junto al río.

Para entonces ya los tres lo escuchaban claramente. Vieron cómo seguía la línea del río, en dirección a uno de los accesos a la isla. Fuera quien fuera el pasajero, llevaba prisa.Sin previo aviso, el taxista dio un volantazo y se adentró aún más en el barro y la hierba, dando trompicones. Para cuando quisieron darse cuenta, el vehículo se les echaba encima. El taxista hizo sonar el claxon.

-¡¡PIIIIIIIIIIIIIIIII!!

Dicho claxon sonaba exactamente así. No era un pitido, era más la grabación de una voz chillona, más propia de dibujos animados que otra cosa, aullando un "PI" estridente y prolongado. Pero el aviso llegó tarde. Deadpool fue alcanzado y mandado a volar varios metros. Se le escuchó decir algo mientras sentía cómo la gravedad le soltaba para volver a recogerle y manchar su traje de lodo. El taxi, una vez pasó de largo, giró ciento ochenta grados y se giró hacia Taskmaster y Harley. Durante unos segundos, los faros delanteros parecieron mirarles con ganas. Poco después cargaba de nuevo contra ellos.



En esta ocasión sin embargo se detuvo dando un frenazo largo que más era un resbalón debido a la humedad del suelo. El taxi quedó a la altura de los dos personajes, y una voz en el interior habló.

-¿Alguien ha llamado un taxi?

Deadpool estaba demasiado lejos, recomponiéndose la osamenta, y Taskmaster no reconoció la voz. Harley, sin embargo, no sólo la reconoció sino que le hizo esbozar una gran sonrisa. Sin más abrió la puerta de atrás y entró. En el asiento se encontró una bolsa cerrada con cremallera que apartó para poder sentarse. Apenas cerró la puerta, el coche arrancó y salió a toda velocidad, dejando a Taskmaster confundido y con un patrón a topos marrones de barro de cintura para abajo. El motor rugió al pasar otra vez cerca de Deadpool, aunque en esta ocasión sólo le golpeó de refilón. En el asiento de atrás, Harley se fijó sin dejar de sonreír en la licencia de taxista, cuya foto tenía un reconocible pelo verde y cara blanca y enloquecida.

-¿A dónde quiere que la lleve? Déjeme adivinar: lejos de esa reunión de chicos de azul que se prepara en Arkham, ¿verdad? Yo tampoco estoy muy contento de ellos. Multas, multas, multas, no piensan en otra cosa. Deberían relajarse un poco, cambiar de aires. Les sentaría bien dejarnos en paz un tiempo e irse de vacaciones con una camisa hawaiana. Hablando de lo cual, dentro de esa bolsa hay algo de ropa más cómoda que esa muda de chiflado.

Era cuando menos irónico que eso viniera de alguien vestido con un traje lavanda, gorra hortera de taxista, maquillaje de payaso y conduciendo como un piloto de fórmula 1... pero eso era algo propio del Joker. En la bolsa Harley encontró su añorado disfraz de arlequín y unos cuantos regalitos adicionales en forma de armas varias. Empezó a cambiarse, y reparó en que el Joker miraba de cuando en cuando por el retrovisor. Podría sentirse halagada, pero al reparar en que sólo miraba cuando daba un golpe de volante o tropezaba con un bache profundo, se dio cuenta de que no era precisamente interés por su cuerpo. El Joker se percató de que se había dado cuenta y soltó una risotada.

Cuando el taxi enfiló de nuevo las calles a toda velocidad, un nuevo toque de claxon hizo que a una anciana casi se le saltaran los empastes al terminar de cruzar. Un guardia de tráfico no tuvo tanta suerte, y cuando el parachoques le pasó rozando y se creyó a salvo, un volantazo hizo que el lateral del coche le enviara contra unos cubos de basura. Rodeado siempre de más pitidos, ruidos de frenazo y colisiones, el taxi se alejó como un diablo mientras una risa desquiciada acompañaba su característico y disonante "PI".

FDI: Sentimos la brusquedad pero como tenemos que ir cerrando los eventos, los siguientes dos post serán los últimos.

-¡Gracias!- dijo la rubia con una sonrisa de oreja a oreja mientras cogía al vuelo la moneda que le había lanzado Taskmaster.

- Ya os lo he dicho, estamos en la ciudad de Gotham. Sé que es un lugar un poco siniestro, ¡pero es tremendamente divertido y encantador por la noche! Estoy segura de que os gustará - dijo, recordando sus incontables y felices noches delictivas- Creo que hoy era diez Marzo. Del el año 2018, claro, ¿qué día va a ser sino?

Harley Quinn metió la moneda y el teléfono empezó a sonar, pero nadie descolgó al otro lado. La prófuga estaba poniéndose cada vez más nerviosa al ver que nadie contestaba. Primero enredó sus dedos en el cable rizado del teléfono mientras sus ojos azules bailaban en todas direcciones, esperando escuchar alguna voz al otro lado. Pero cuando el sonido de la llamada se detuvo la chica le dio una patada a la máquina con furia contenida.

-¡Estúpido teléfono! ¡Funciona! - dijo casi lloriqueando.

¿Era posible que nadie estuviera en la base tras la fuga de Arkham? ¿O es que sus subordinados eran tan idiotas que no le cogían el teléfono?

-¡Y no estoy loca! Y menos todavía traiciono a los que me han ayudado. Harley Quinn pagará su deuda si este estúpido e inútil teléfono me hiciera ca... - dijo volviendo a pegarle una patada y después metiendo la moneda de nuevo para ver si así funcionaba. En aquel momento la muchacha no pensó mucho en ocultar las apariencias y todavía menos en decir su nombre de villana...

Fue entonces cuando la muchacha escuchó un ruido de motor no muy lejos de dónde se encontraba.

-¿Qué es eso? ¿La pasma? - dijo asustada al ver que el coche venía a toda velocidad en su dirección.

La chica chilló al sentir que el Taxi pasaba por su lado casi a punto de atropellarles, pero el único que recibió el golpe fue el pobre de Deadpool, que salió disparado hacia el otro lado nada más colisionar con el vehículo.

Harleen se quedó de piedra al ver lo extraña de la situación, y cerró los ojos con fuerza cuando el Taxi volvía a arremeterles. No podía escapar muy lejos, tenía la pierna echa polvo y a su salvador lejos de ella. Sólo le quedaba contar otra vez con la ayuda de Taskmaster para que la sacara de allí.

Pero el Taxi frenó en seco antes de atropellarles y la voz del conductor le pareció extrañamente familiar. Tras reconocerla, Harley Quinn esbozó una sonrisa de oreja a oreja. ¡Era increíble! ¡Su querido pastelito había venido a recogerla!

-¡¿Señor J?!- gritó casi eufórica mientras abría la puerta del taxi y se sentaba en el asiento del copiloto.

Antes de que El Joker pisara el acelerador, la chica se asomó por la ventanilla y dejó escapar una carta de una baraja de póker, que volaba en dirección a Taskmaster con la intención de que lo cogiera al vuelo. Acto seguido posó su mano en los labios y les lanzó un beso, para después despedirse de sus dos salvadores.

-¡Gracias por todo! ¡Nos vemos! - rió la arlequina, justo después de que el coche saliera disparado a toda velocidad y desapareciera en el horizonte.

Si Taskmaster miraba la carta vería que era un 4 de rombos, dos de color rojo y dos de color negro. Y si la giraba se encontraría con una nota que decía: "¡Llamadme si me necesitáis algún día!", junto con un número de teléfono móvil escrito al lado.

Deadpool se recuperó casi al instante del desafortunado atropello del Joker. Si no fuera por el susto, le hubiera parecido que tener las ruedas de un taxi encima le habían ayudado con sus problemas de espalda.

El mercenario no tardó en levantarse cuando vio que el Taxi desaparecía en el horizonte. Se acercó a su compañero Taskmaster y éste le ofreció el número de Harley Quinn. ¿Quien iba a saber, que más adelante necesitarían volver a contactar con ella?

Entonces, una voz de ultratumba penetró en sus cabezas como un fuerte rayo abrasador y empezó a comunicarse con todos los habitantes del planeta. Aquella misteriosa voz hablaba desde el cielo, desde la radio y los televisores, pero también hablaba desde dentro de ellos, violando así su intimidad.

- Ciudadanos del Universo, ha llegado el Día del Juicio.

Los Gothamitas miraron hacia el cielo, intentando buscar la fuente de aquella misteriosa voz.

- Ha llegado el momento del Cambio. El Final de todo, el Principio de todo. El día en que tenéis que decidir.
La Era de los Héroes termina. ¡Mirad a vuestro alrededor! ¿Dónde están ahora los que decían protegeros? ¿Dónde están vuestros justicieros enmascarados? Durante demasiado tiempo habéis dependido de ellos, de la falsa seguridad que os prometían. ¿Qué hacen hoy, mientras el mundo se desmorona?

La calle empezó a murmurar, los habitantes de Gotham parecían descontentos y confusos.

- Llegan tarde para detener lo inevitable. Omega ha despertado. 

En el cielo de Gotham, se dibujó una enorme Omega de color violeta, del mismo tono que la luz que había inundado la ciudad horas atrás, antes de la aparición de los misteriosos portales.  

- Uníos a nosotros, o desapareced con ellos...

El dolor desapareció, y la voz quedó en un silencio aterrador. El cielo volvió a su color oscuro y la gente de las calles empezó a huir despavorida, buscando una explicación a lo ocurrido. Pero no tardarían en comprender que su mundo ya no volvería a ser como antes...



La historia de Deadpool y Taskmaster continúa en: Cuando leáis este tema enviadme un MP con lo que tenéis pensado hacer después de la colisión.