Proyecto Blair ( Dalae , Blair , Steve Rogers , Kyle Rayner) 9-9-2018

Después de un aburrido viaje sin intercambiar palabras en avión hacia Alemania , por fin llegamos. Sin perder tiempo al salir del aeropuerto pedí un taxi para que nos llevara a las afueras de la ciudad , donde se encontraba nuestra base en un castillo en ruinas , que una vez estando adentro estaba todo bien cuidado y de alta tecnología.

Bajamos del taxi y esperamos a que este se fuera de nuestra vista , no queríamos que nadie supiera nuestra localización , le hice una seña a Blair para que no pierda tiempo y siga caminando.
Una vez llegados al castillo , nuestra base secreta , la hice pasar y le dije que se ponga cómoda , ya que en algunos momentos estaría demasiado ocupada con otra cosa . Nuestra base estaba repleta de cosas de alta tecnología y armas por doquier , con cada cuarto con un hábitat diferente , era un lugar mágico sin dudas.
Dalae no esta a la vista , así que supongo que estará haciendo algo relacionado con la maquina. Agarre a Blair del brazo para que no se perdiera en las confusas habitaciones y la lleve a donde estaba la enorme maquina.

Llegamos y ahí estaba , la maquina con la que podremos suprimir el poder de los mutantes , gigante , llena de conductos de energía de forma circular.

-Esta es la maquina de la que tanto te estuve hablando Blair , ya sabrás lo que hace falta , necesitemos que coloques con el calibre exacto cada artefacto electrónico faltante  , y hacerle un análisis inalambrico en su uso para que esta no falle al intentar usarla-

Le dije mirando la maquina y después mirándola a ella.

- Con tus dones esto seguramente no es difícil , pero para nosotros si y como ya te dije , te necesitamos para que lo armes , y rápido . Estaré viéndote desde la otra habitación por aquel espejo , y por favor... No cometas errores , solo te perjudicaras-

Le dije dándome la vuelta antes de atravesar la puerta e irme a la habitación , a vigilar desde un espejo para que no trame nada extraño.
Sigo preguntándome donde esta Dalae , era raro no verla cerca , todo este tiempo que estuve con los Vanquishers , estuvo a mi lado , entrenando arduamente , aumentando el potencial de mi poder , cada vez tengo mas sed de llegar al limite , aunque no lo conozca tengo que llegar al limite y mejor aun , sobrepasarlo , el poder era algo que me estaba corrompiendo lentamente. Una vez lista la maquina , decidiré que hacer con Blair , mientras tanto la prioridad es ella y vigilar las 24 horas , y por fin no habrá nadie que se interponga en nuestro camino . Una vez que no haya mutantes a excepción de mi en este mundo , podre comprobar mi verdadero potencial en esta tierra , y hacerlo un planeta digno y justo para la humanidad.

Dalae salió canturreando del campo de tiro con arco. Aquel castillo era una maravilla, pero los campos de entrenamiento eran lo mejor, solo igualados quizá por la biblioteca y los palaciegos dormitorios.

Aquel día, Dalae había aprovechado la ausencia de Sly para ejercitarse.

Llevaba una trenza lateral muy cómoda, y seguía con la ropa de montar a caballo. Sí, aquel sitio también tenía establos. Y piscina, y un invernadero que parecía una selva tropical.

Miró su reloj: Slyferius debería haber vuelto ya con su "invitada". Así que se dirigió a la zona de la máquina con pasos elegantes y silenciosos, deshaciendóse la trenza.

- Vaya, veo que ya habeis empezado.- Dijo sonriendo, poniéndose detrás de Slyferius en la sala tras el espejo.

- ¿Ha dado muchos problemas?- La chica esperaba que no, por que si se había resistido más de la cuenta podría haber llamado la atención de alguien. Y no podían permitirse ningún contratiempo.

La asgardiana observó a su "huésped". No parecía especialmente concentrada en su trabajo, sino más bien ausente. Por lo que sabían, podía manipular los aparatos electrónicos, lo cual les venía de maravilla. Pero necesitaban de su cooperación.

Pensó en lo irónico que era que una mutante fuera la clave para llevar a cabo aquel proyecto.

La eliminación de los mutantes. Como raza eran criaturas muy interesantes, cada una única completamente, tanto en aspecto como en poderes. Y con un potencial prácticamente ilimitado, si se usaba correctamente. Pero había demasiados, y muchos de ellos estaban fuera de control, amenazando la vida de los demás. Debían ser eliminados, humanizados.

Era lo necesario. Por el bien de todos.

Parecía muy distraída. Demasiado como para estar haciendo la tarea de la que dependía su integridad personal. Así que Dalae entró en su mente, forzándola a situarse frente a la máquina, mientras ella entraba en su habitación. Era evidente que se estaba comunicando con alguien del exterior, seguramente en busca de ayuda.

- Creo que no entendiste a mi amigo. Queremos que ajustes la máquina.

La voz de la joven resonó por un momento en la habitación, fría e imhumana, mientras clavaba su mirada azul en los ojos de aquella mujer. Y entonces empezó. La consciencia de Dalae cogió los hilos de la voluntad de Blair, obligandola a arrodillarse. Desde el suelo, la mutante solo vio como Dalae desenvainaba un cuchillo, sonriendo. Nadie sabría decir qué era más afilada: la daga o la sonrisa. Con un movimiento leve, la joven se inclinó sobre su víctima, quien parecía esculpida en piedra, inmóvil.

Haciendo gala de un pulso de cirujana, la asgardiana perfiló el contorno de los labios de Blair con el puñal, haciendo una herida muy fina, pero que empezó a sangrar en seguida, dando la impresión de que la tecnópata tenía unos bonitos labios rojos. Satisfecha con el efecto, Dalae le "dibujó" también los ojos, los pómulos y la línea de la mandíbula. El resultado en general era tan extraño como bello, algo macabro.

-Te conviene colaborar, creéme. Apenas he empezado.

El vuelo fue horrible, como todos los vuelos transoceánicos, el jet lag iba a matarla y encima estaba secuestrada. Al menos podía dar gracias de que no la hubieran pegado, ni torturando hasta el momento; estaba asustada, para que negarlo, pero era fuerte, tenía que serlo, y seguir desviando la señal hacia la mansión, con suerte ya habrían visto la información, con suerte ya habrían deducido que se encontraba en peligro y en Alemania, o al menos de camino, con un poco de suerte no estarían a mucha distancia de ellos.

Cuando llegaron, cogieron un taxi hasta las afueras, donde la hizo caminar hasta llegar a un castillo aparentemente ruinoso, pero bien conservado por dentro, allí fue llevada hasta una sala, donde se encontraba una máquina enorme. No hizo demasiado caso a las explicaciones, estaba concentrada en otras cosas, en seguir desviando la señal hacia los mutantes. Nunca había echado tanto de menos a los héroes, a Scott como en aquel momento... La próxima vez investigaría bien a fondo a sus clientes, futuros, pasados, o lo que fuera. Estaba claro que era menos perjudicial para su salud saber que tenían una amante y que defraudaban a hacienda que encontrarse con este tipo de sorpresas desagradables. Era ilegal, y poco ético, si, pero su integridad física estaba en juego.

Se sentó en una silla, e ignoró la máquina, no sabía que hacía ni le interesaba y como tampoco le había quedado muy claro lo que tenía que hacer lo mejor era seguir con tareas más importantes, como asegurarse de que la rescataban, siguió contactando con todos los grupos de héroes que conocía; los Vengadores, esa nueva JLA, los x-men, todos... Y por si su plan a no surtía efecto, decidió que lo mejor era buscarse un plan b, la CIA y el FBI podrían ser un buen plan b, si la situación se complicaba. Estaba en ello cuando la puerta se abrió, la chica, la niña, parecía haberse dado cuenta de lo que estaba haciendo... ¿Cómo? Enseguida supo como, ese dolor en su cerebro, en su cabeza... era telépata, una jodida telépata que le estaba friendo el cerebro. Chilló de dolor, aunque afortunadamente no duró mucho, parecía que la querían en buenas condiciones para arreglar su trasto, pero parecía que no habían pensado en ciertos detalles. Se rió arrodillada sobre el suelo, donde había quedado postrada por el dolor y se levantó poco a poco, cogió una de las llaves inglesas que debían haber usado para construirla.

- Creo que no me habéis entendido ninguno de los dos, no se que hace, y no puedo hacer ningún ajuste así sin más. Pero aunque pudiera tampoco los haría - Empezó a golpear con fuerza la máquina - Estáis de puta coña si creéis que voy a hacer lo que queréis; la habéis jodido, para estar tan bien informados sobre lo que puedo hacer no tenéis ni idea de quien soy, y eso, es un GRAN error. Todo el puto mundo va a querer vuestra cabeza.

Blair era buena, claro que si, una mujer pacífica, pero era justa, implacable, la piedad no era su fuerte, era economista, había sobrevivido en la jungla de Wall Street, y allí había aprendido a no tolerar según que cosas, y a castigar muchas otras, aquella era una de esas que tendría castigo, estaba segura que lo tendría.

Mientras miraba detalladamente como Dalae lidiaba con Blair, me puse a pensar que ya a estas instancias habría llamado refuerzos, a quien sea pero seguramente había alguien en camino que la sacara de esta. Aunque esto fuera cierto tenemos ventaja de estar en nuestra base y la telepatía de Dalae nos dará tiempo para avisar y estar alertas, pero mientras tanto estábamos en Alemania y usaríamos los medios necesarios para que esta chica mutante coopere, por la buenas o por las malas.

Di un suspiro y entre caminando tranquilamente, pasando al lado de Dalae y clavando mi mirada en Blair. Llegue delante de ella y incline un poco las piernas para estar a la misma altura ya que ella estaba arrodillada, puse una cara amigable, una sonrisa y le agarre la mano con la mia.

-Mira Blair...Necesitamos que cooperes, pude haberte dejado inconsciente y traerte aqui por las malas, pero no se me dio hacerlo. Respecto a la maquina, no me engañas, se que sabes que hacer, solo necesita unos ajustes con tu supuesto don, si no perdieras el tiempo tratando de llamar a los inútiles de tus amigos, estarías mas concentrada y estarías armando rápido la maquina para irte tranquila a tu casa. Si asi es, ya se que estas llamando a alguien para que venga en tu ayuda,no soy tonto, no me interesa saber quien, pero en todo el viaje no creo que solo te hayas quedado callado disfrutando el paisaje...¿Y sabes que? Ojala vengan a buscarte así puedo matar frente a tus ojos a los que vengan para darte una mínima prueba de lo que puedo hacer contigo-

Esto ultimo se lo digo con un tono cambiante en voz, de amigable a siniestro y despiadado. Agarre su mano y empece a retorcerla lentamente mientras veía como sucumbía al dolor, años de arduo entrenamiento en la mayor cantidad de artes marciales existentes elevaron mi potencial en cuanto a fuerza, velocidad, agilidad y conocimiento sobre los puntos débiles. Le estaba doblando la mano en un punto de presión con tal fuerza que mi mano era similar a una tenaza.

-Espero que hayas entendido querida-

Solté su mano y le acaricie la mejilla como si nada hubiera pasado, cambiando mi apariencia tenebrosa de nuevo a una amigable. Paso por al lado de Dalae y le digo que siga con ella, que cueste lo que cueste tiene que hacerla trabajar.
Me fui a la terraza del castillo, con los brazos cruzados a hacer guardia y admirar el paisaje, no quería errores en esta misión.

Patrullar un planeta era muchisimo mas sencillo que patrullar todo un sector espacial, o varios. Sobretodo, un planeta tan pequeño como la Tierra. Y aun era mas facil cuando estaba vigilado por una cantidad inmensa de heroes. La liga de la justicia, los cinco lanterns del sector, los vengadores y los X-men, sin contar a los Titanes y otras organizaciones que estoy dejando. Todo es mas sencillo, sobretodo si puedes cruzar el planeta en cinco horas y llegar a cualquier punto que te indiquen este en peligro. Y ese fue el caso.

Me encontraba flotando en la estratosfera, vigilando con unos binoculares verdes la superficie de la Tierra, cuando una comunicacion llego a mi anillo.

-Atencion, Liga de la Justicia, ha llegado un archivo a nuestra base de datos. Atencion, Liga de la Justicia, ha llegado un archivo a nuestra base de datos. Aten...
¿J'oon? ¿Cyborg?-Dije, interrumpiendo la transmision- ¿Que ocurre?
-Pasaron unos momentos de silencio, mientras bajaba lentamente mis binoculares, creando un telefono movil verde que coloque frente a mi oreja- Al habla el detective Marciano. Lantern Rayner, tengo una mision pendiente.
-Claro, ¿Tengo algo que saber?
-Si, nos llegaron todo tipo de señales electronicas al Hall of Justice. El satelite las rastreo y la computadora analizo su procedencia. Parecen describir una ruta, y son de todo tipo de aparatos. Desde telefonos, radios de policia, computadoras y reproductores musicales. Ha llegado un ultimo mensaje desde un punto desconocido en Alemania, queremos que alguien vaya a investigar.
-Entiendo, ¿Esos mensajes decian algo o simplemente eran señales aleatorias?
-Si, eran datos sobre una persona. Te los enviare a tu anillo para que los analices. Cambio y fuera.

No tardo mucho en desplegarse en mi anillo una pequeña pantalla verde donde salian los datos como en un informe cientifico. Vaya, a quien sea que esten inspeccionando, tenian buenos datos... Segui leyendo, hasta que reconoci el nombre. Blair Van der Woodsen. Me quede quieto, paralizado por la sorpresa. ¿Era una mutante tecnopata? No es que me molestase precisamente, sin embargo, el hecho de que ella fuera mi ex-novia que me engaño... Bueno, no le guardaba rencor, pero supongo que si me dolia ver que estaba siendo espiada, y mas que no me hubiese contado de su don. Cerre el informe, ordenando a mi anillo que lo sintetizara, y empece a ver los origenes de las transmisiones. Desde Nueva York hasta el aeropuerto de Berlin, donde se fue perdiendo el flujo de señales que llegaban al Hall. Una ultima señal llego desde un punto lejano a una ciudad, quizas deberia ir hacia alla a investigar que puede haber ocurrido. ¿Blair una mutante? ¿Y porque enviaria todas esas señales al Hall?

Sali disparado a velocidad hipersonica hacia Alemania, siguiendo las coordenadas del ultimo mensaje enviado, y pude ver a lo lejos un castillo abandonado en la superficie. ¿Que hacia en un lugar como ese? ¿Que habria ahi, si parecia todo abandonado? No baje ni un metro de altura, creando esta vez otros binoculares con los cuales empece a revisar la estructura del castillo, buscando puntos de acceso adecuados. A lo lejos habia un rio, y si mis clases de historia no fallaban, los castillos tenian rutas secretas de escape a cuevas, rios o bosques. Deberia encontrar una ruta alterna con la cual entrar. Si algo extraño habia ahi, era peligroso entrar con toda la fuerza posible, quizas eso pondria en riesgo la seguridad de la mision.

-Anillo, indicame niveles de poder.
-97.4%.

Para mi, eso era mas que suficiente para resolver cualquier situacion. Segui observando, notando algunas entradas, hasta que vi en un balcon un hombre mirando el paisaje de los campos alemanes. ¿Tendra algo que ver? No lo se, ni queria averiguarlo. Sali disparado en el cielo hacia el rio donde aterrice discretamente y con mi anillo empece a buscar una ruta alterna siguiendo la parte donde se podia vadear la corriente. Llegue a un punto lleno de moho, cubierto por rocas, pero la luz verde pudo encontrar una abertura.

-Ahi esta mi boleto de entrada... -Mencione, concentrando mi luz para quitar las rocas discretamente y poder entrar por ese hueco, que tenia un largo pasillo de piedra totalmente oscuro. Gracias a un rayo de luz verde, me fui guiando, mientras avanzaba cuidadosamente para infiltrarme en el castillo.

[FDI: Algo de música para ambientar]

- Hace pocas horas nos ha llegado una información muy interesante. - Comentó Furia nada más reunirme con él. - Y no para de llegarnos una y otra vez.

Eramos varios agentes en la sala, el director Nick Furia nos había reunido para una misión especial, lo único que sabía por el momento es que tendríamos que dirigirnos a Europa.

- Estos son los planos de una máquina que podría destruir el gen X en toda la humanidad. - Continuó explicando. - No podemos permitir que eso ocurra, pueden haber muchas muertes ya que muchos mutantes dependen de ese gen para sobrevivir, aunque a nosotros no nos afecte, una inmensa mayoría son nuestros aliados, así que debemos prestar ayuda.

No entendía mucho sobre ingenierías y mecánica, no tenía ni idea de cómo esa máquina podría destruir todo el gen X, pero si conocía a nuestros aliados y, sin duda alguna, debíamos actuar igual que ellos harían.

- Hay más información: están localizados en Alemania y tienen una rehén. - En una de las pantallas hológrafas apareció una imagen que hizo que se me pusieran los ojos como platos. - Esta es Blair Van der Woodsen, se encuentra en Alemania junto con ellos, la tienen retenida como rehén. Nuestra prioridad es sacarla de ahí sin un rasguño, pararle los pies a ese par y conseguir los planos de la máquina. - Conocía a Blair, un chica encantadora y, encima, amiga mía, no quería convertir la misión en algo personal, pero como le hayan puesto un dedo encima, lo sería...

- Capitán, este escuadrón le acompañará pero solo usted pasará a la acción, no sabemos que se trae entre manos el enemigo, así que no quiero bajas innecesarias, sé que usted podrá hacerlo. - El mejor soldado de SHIELD, miembro de los vengadores... Estaba de acuerdo con el director, no quería que mis soldados arriesgasen sus vidas sin saber a qué nos enfrentamos.

Pocos minutos después ya habíamos salido con la nave más rápida de SHIELD, el viaje fue rápido, preparé mi equipo, mi traje, el escudo, el casco... El material de emergencia estaba preparado y los soldados ya habían recibido sus órdenes: Si les necesitaba me apoyarían con sus armas de fuego, pero en ningún momento entrarían en combate cerrado.

Las montañas estaban nevadas, el aire era frío y a lo lejos se podía divisar un castillo, el lugar dónde nos dirigíamos. Me acerqué a la escotilla de la nave, ordenando que los demás se apartaran, agarré mi escudo en una de las manos y con la otra abría la puerta. La nave estaba parada, frenada encima del castillo manteniendo su posición aérea. Desde la puerta de la nave divisé un hombre, esperando en una de las terrazas, le reconocí fácilmente, un sexto sentido me avisaba que él era uno de los enemigos.

Ordené al piloto que se acercase hacia allí y, estando a pocos metros de altura, salté a la misma terraza donde se encontraba el posible enemigo. Me reincorporé y encaré mi mirada a la suya. Sus ojos emanaban confianza, tranquilidad y, al mismo tiempo, locura.

- La última vez que alguien intentó exterminar una raza se topó conmigo y, créeme, aún sigue arrepintiéndose de ello. - Avisé haciendo referencia a Hydra en su época nazi. - Pon las cosas fáciles y abandona tu plan. - Sabía que esas palabras no serían suficientes para conseguir mi objetivo, todo villano con el que me había encontrado acababa riendo de esas palabras. Siempre necesitaban una dosis de tortas para que recapacitaran...

La asgardiana se apoyó contra la pared, pensativa, observando el pequeño charco de sangre que se empezaba a formar en el suelo. Necesitaba que Blair se pusiera a trabajar, y que lo hiciera rápido. Pero, ¿Cómo?

Salió un momento de la habitación, dejando a Blair sangrando. Necesitaba un plan, y tenía uno en su mano derecha. La elevó, mirando el precioso anillo que relucía a la luz del sol. Quizá debería llamar a Loki... Aunque no era buena idea: Slyferius desconocía su existencia, y no sería ella la que revelara aquel secreto. Pero... Demonios, tenía ganas de verle.

De pronto, oyó un ruido que la puso alerta. Algo se acercaba volando. Dalae se acercó a la ventana sin ser vista, y lo que observó no le gustó nada. Una nave de SHIELD había aterrizado, y el mismísimo Capitán América había entrado en el balcón donde estaba Sly.

No podía dejar que SHIELD la atrapara: Quizás la llevarían con Thor, y él la reconocería seguramente. Además, no podía llamar ahora a Loki: Si el Capitán le veía, se iría al traste toda la mentira sobre su muerte. No, necesitaba otro plan... Meditándolo, entró de nuevo en la sala. Tendría que eliminar directamente al Capitán. Eran dos contra uno, si se daban prisa, no tenía por qué ocurrir nada grave. Pero por otra parte, Loki la había puesto sobre aviso: Steve Rogers era un enemigo a tener en cuenta.

Plof. Un golpe seco en la sien, y Blair se desplomó en el suelo. Con aire de suficiencia, Dalae se inclinó sobre ella, limpiando en la ropa de la mutante el extremo inferior del báculo, que se había manchado de sangre al golpear a la mujer. Luego, la llevó a un rincón protegido en la sala. No le convenía que alguien la matara accidentalmente por estar en medio. Aunque eso no la preocupaba tanto como el peligro de tropezarse con ella en medio de la pelea. Por si acaso, se cubrió con la capucha: El Capitán tenía que saber lo menos posible de ella. Además, siempre podía descubrirse en medio de la pelea: Su apariencia de adolescente seguramente chocaría a su adversario, y quizá su honor lo bloquearía lo suficiente como para herirlo de gravedad. Honor. Que cosa tan bella y útil a la vez.

Cuando acabó, salió al inmenso pasillo. El Capitán era un rival duro, y Slyferius necesitaría toda la ayuda que su compañera pudiera prestarle.

Apenas pude entrar, observe que entre en un lugar extraño. Cada lugar era mas distinto que el anterior, lleno de decoraciones extrañas, armas, objetos antiguos y aparatos de ultima tecnologia. ¿Que demonios era esto? Se supone que es un castillo abandonado. Si esto no es asi, deberia estar alerta. Estire mi mano derecha con el anillo verde y un haz de luz verde fue pasandose varias veces en ciclos por el suelo, buscando trampas o algun tipo de irregularidad como un haz de luz que active una alarma. Por suerte, no los habia, y los pocos que parecian estar por diseño los pude evitar elevandome en el aire o bloqueando con un espejo verde el haz luminico.

-Anillo, busca a Blair Van der Woodsen en un radio de 750 metros.
-Escaneando. Escaneando. -Y una flecha minuscula salio frente a mi anillo que me indicaba el camino a seguir.

Avance, ignorando todo lo que habia en las habitaciones, ignorando lo que podia encontrar si me ponia a investigar. Queria saber que habia pasado, porque Blair estaba en este lugar. No queria que fuese algo personal, pero me estaba preocupando entre mas avanzaba. Y no paraba de subir malditas escaleras. Solo podia esperar que la flecha me llevase con Blair y estuviera bien.

Entre mas subia, cada vez mas rapido, casi impulsado por una caminadora creada sobre mis piernas, llegue a una puerta de acero cerrada, y pude encontrar a Blair. Estaba en el suelo, en un rincon, en una sala junto a una maquina y aparatos extraños. Estaba sangrando. Corri hacia ella, sin creerme lo que habia pasado, pues tenia cortadas en el rostro. Cree unas tijeras y recorte unos trozos de su pantalon para detener el sangrado con la tela, recostandola suavemente con cuidado. Tenia que encontrar rapidamente quien le habia hecho, y que tenia que ver toda esta tecnologia con la habitacion. ¿Tendria que ver con su poder mutante de ser tecnopata?

-Todo estara bien. -Musite, en voz baja, levantandome. Sali por una puerta, con mi anillo preparado, y pude ver a tres personas. Dos que me daban la espalda, y uno con el uniforme mas patriota que puede haber junto con el de Wonder Woman: El Capitan America. Dudo mucho que el Capitan America este involucrado en la tortura de un X-men, asi que, debian ser las dos personas que me daban la espalda.


-¡Green Lantern! - Y cree un enorme gong verde a mi izquierda con el emblema de mi corporacion, que golpee con un mazo creado a escala del mismo gong con mi anillo, de forma que la onda de percusion resonara dentro de toda el pasillo. Un sonido bastante desagradable, pero que me serviria para que todos voltearan por el ruido y pudiese ver sus rostros... O sus caras enmascaradas.

Apunto de irme por la puerta de la terraza, escuche como alguien aterrizaba y rápidamente me hablaba.
Dándole la espalda por unos segundos, me di vuelta lentamente y chocamos miradas desafiantes. Era el famoso Capitán América, como si lo viera por TV vistiendo su llamativo uniforme y escudo.

Mi cara paso de seria a un poco burlona y sarcástica, pero aun con seriedad en mi mirada.

-Quien hubiera dicho que mandarían a Capitan America a rescatar a esta pobre diabla, no es un honor poder conocerlo pero tengo que decir que es una sorpresa agradable... Para usted-

Dije acercándome paso a paso mirándolo a los ojos y hablando con gestos de mano. En un momento me detuve a cierta  distancia, para poder estar alerta de sus movimientos. Si quería enfrentarme a Capitan America tenia que esta 100% alerta y seguro de mi mismo, no era alguien a quien tenga que subestimar. Pero como hago con todos, no demuestro lo que pienso aunque lo este haciendo y me concentro en el objetivo, tomando una actitud confiada y segura.

-La situación es la siguiente Capitan... Yo no soy alguien que se topo contigo, USTED es quien se topo conmigo, y no hay nadie que se tope conmigo Capi.... Nadie vivo...-

Termino mi cara confiada con una cara seria en mis ultimas palabras. Seguido a esto escuche uno de esos tambores chinos que usan en la películas, algo sumamente raro. Sin expresion alguna me di vuelta levantando una ceja.
Era un tipo con un ridículo traje verde y sumamente extraño, un poco mas cerca estaba Dalae que parecía igual de sorprendida que yo.
Debia admitir que estaba sorprendido por la aparición del Capitan America, pero la curiosidad que me genero este otro tipo era tanta que le di la espalda al Capi y me centre en el con una mirada de pregunta.

-Bueno parece que hay una fiesta de disfraces en el edificio y nadie nos dijo nada Dalae-

Mi cara se volvió mas seria y mire a Dalae dándole a entender con una simple mirada que se prepare para pelear.

-Muchachos, quisimos hacer esto en paz pero parece que no nos dejaran hacerlo sin primero molestarnos. Y no me gusta que me molesten cuando estoy trabajando...

Con cada segundo que pasaba hablando mi cuerpo se iba llenando ligeramente de energia, como si fuera un humo bastante denso.

-¡Y tu! Por tener el atrevimiento de enfrentarme, seras el primero en irse, quieras o no-



Señale a Capitan America con una mirada desafiante luego de susurrarle a Dalae``No bajes en ningún momento la guardia y no dejes que entren al castillo, parecen bastante desafiantes´´
Corrí hacia el patriota americano con mis dos armas apuntándole en cada mano y le propine múltiples tiros de mis potentes magnums, para tapar su vista. La acción comenzó.

Su respuesta era lo que esperaba, sabía que ahora la situación se pondría peliaguda y empezaría el combate. Un segundo personaje apareció en la escena, una chica de pelo negro y largo, con vestimentas exóticas, estaba claro que ella sería un segundo rival, las cosas se complicaban para mi.

Me preparé para el combate, flexioné las piernas y agarré fuerte el escudo para bloquear sus primeros ataques. Entonces, una tercera persona apareció, creó un gong con una extraña energía y lo hizo sonar llamando la atención de los dos que les daban la espalda. Sin sorprenderme por la situación, imaginé que aquel tercer individuo sería aliado, llamar la atención de aquella manera...

No me dio tiempo de nada más, el chico del pelo blanco cargó contra mi apuntándome con sus dos armas. Me cubrí con el escudo y las balas golpearon en él, pero no me quedaría quieto esperando su llegada, también cargué contra él para llegar al cuerpo a cuerpo.

[FDI: Disculpad la tardanza.]

Oh, no. Todo iba sobre ruedas, podían reducir al Vengador sin dificultad; pero como siempre solía pasar, algo se había torcido. De un vistazo, confirmó lo que ya se temía: El individuo del gong era el mismo que el que la encontró en la Antártida. ¿No podía venir otro? Pero bueno, ahora lo principal es que no la reconociera. La había visto "morir", así que ahora no convenía que la reconociera, por que entonces pondría sobre su pista a todos los demás. Había estado investigándole desde el ordenador de la base: Había miles como él. Y no podía permitirse que tanta gente fuera a por ella.

Parecía que Slyferius se iba a encargar del Capitán, lo que la dejaba con el Linterna. No le gustaba atacarle con hielo, por que quizás ataría cabos, pero no podía prescindir de su magia. Por eso, llamó a Raden, el espectro del báculo, para que luchara a su lado cuando fuera necesario. Explicó mentalmente el plan al lobo. Sólo usaría el hielo lo mínimo, y cambiaría de estrategias. Tenían que alejar a los héroes del castillo, para evitar daños colaterales a la estructura. Así que mandó al espectro a distraerle. Cuanto más tiempo ganara, mejor. Mientras, la asgardiana se volvió a meter en el edificio a paso rápido, deseando que Kyle la siguiera. Por fin, llegó a donde quería. El balcón del salón principal, situado al borde de un enorme precipicio. Se acercó corriendo, oyendo a sus espaldas cómo el Lantern la perseguía. Sólo un poco más... Y saltó al vacío.

En plena caída libre, desplegó unas alas de hielo desde su espalda, y remontó el vuelo en cuestión de segundos. Viró bruscamente, y se alzó hasta posarse en el tejado de un torreón. El Linterna no tenía por qué reconocer que sus alas eran de hielo si se movía rápido, . La parte alta del palacio era un entramado de muros, arcos y gárgolas, y sortear o destruir todo ese laberinto sería complicado para su perseguidor, que tendría poco tiempo para fijarse bien en ella. El viento silbaba a su alrededor, como música para sus oídos, mientras abandonaba el castillo, en dirección al páramo cercano.

A sus pies, se extendió una enorme llanura. Justo lo que necesitaba. Haciendo una breve pirueta, se situó detrás de Rayner, al tiempo que aterrizaba. Empezaba el espectáculo.

Los disparos corrieron contra el Capitan America. Tenia dos enemigos, ninguno me sonaba, pero tenia que actuar rapido. La otra aliada del chico de blanco se giro hacia mi, y aparecio un lobo blanco. Nos quedamos quietos un momento. Era una maga, o alguna clase de invocadora, si no no entendia de donde habia salido esa bestia. ¿Y si la habian usado contra Blair? Maldita sea... Decidi que tenia que ser mas rapido en este combate. Usaria otro espectro emocional para luchar contra ambos. Si asi me podia ir con Blair lo antes posible, lo haria.

El lobo se acerco hacia mi y la chica salio corriendo. No pude ver su rostro, pero me concentre en el lobo. Apenas salto para morderme, puse una pelota verde en su hocico y luego esa pelota se transformo en una jaula, que arroje violentamente contra una pared. Sali disparado hacia donde habia salido la chica, musitando uno de los mas oscuros juramentos que habia.

Con sangre e ira de rojo carmesí, arrancadas de un cuerpo recien muerto, -impulse mi velocidad, volando casi a la velocidad del espacio dentro del castillo para llegar con ella al balcon- todos juntos con nuestro odio infernal. Haremos que todos ardan-mire cuando ella salto por el balcon. Me asome, mientras mi traje verde se volvia rojo y mi anillo verde cambiaba por el simbolo de la ira, empezando a sentir la perdida de sangre y el plasma recorrer mi cuerpo. El antifaz se perdio por un instante, cambiando este por un casco de legionario romano, y mi emblema de Lantern cambio. Al ver a la mujer volar, me fije en sus alas... ¿Plata? Volaba demasiado rapido, pero no podian ser de ese metal, ni tampoco plumas.- ¡ESTE ES TU DESTINO!-grite furico.Esta mujer debio de haber estado lastimando a Blair, y si eso hubiese sido asi, descargaria mi ira sobre sus pulmones y sus intestinos servirian como collar.

Me eleve volando hacia ella, y cuando se metio en el enramado de gargolas y arcos, gruñi. No tenia tiempo para juegos. Rapidamente construi una locomotora roja, que fue demoliendo las piedras conforme yo volaba tras ella. En mis manos cree una minigun, la cual disparaba unas balas rojas hacia ella. No le daba, pues se movia bastante rapido. Cuando dio una pirueta, me gire rapidamente y cree dos cuchillos rojos que se clavaron sobre sus alas, y me incline hacia adelante, para empotrarla contra la pared del castillo. Los cuchillos rompieron el... ¿Hielo?, empezandolo tambien a derretir, pues ardian con el fuego de la ira.

-¡VAS A MORIR! -Grite en su rostro, mostrando mis deformados dientes por la ira. A veces, cuando usaba el naranja o el rojo, mi cuerpo se volvia mas tetrico, violento. Suerte que volvia a la normalidad al ponerme otro anillo...

Llegamos al cuerpo a cuerpo, perfecto para mi, desenfundó su espada para el combate. Su mirada se apartó de mí un segundo, tiempo suficiente para que pueda coger potencia con mi brazo y golpearle con el escudo pero fue rápido, con altos reflejos bloqueó si ataque con la espada quedando las dos armas cruzadas, apenas conseguí que retrocediera.

A continuación vino la lluvia de golpes, un espadazo suyo de arriba a abajo que bloqueé con el escudo, aproveché esa ocasión para lanzarle una patada al estómago que él esquivó con un salto hacia atrás, me lancé con mi mano desarmada para atizarle con el puño al rostro, él desvió mi golpe con su brazo libre e intentó agarrarlo. Lo consiguió. Dio un salto para colocarse a mi espalda, pasó una pierna por mi cuello y supe cuál sería el siguiente movimiento. Me habían entrenado grandes maestro, había aprendido varias artes marciales, sabía cómo parar ciertas llaves y como realizar otras y él, aunque era muy rápido, fue demasiado previsible. Dejé caer el escudo de mi mano para liberarla, Slyferius era rápido pero no suficiente fuerte para poder lanzarme al suelo y acabar con éxito su llave. Doblé las rodillas para tener mi punto de gravedad más bajo así impedir que le fuera fácil lanzarme al suelo e incliné el cuerpo en dirección contraria a la que él quería lanzarse para hacer contrapeso a su fuerza, mi mano libre le agarré por la cintura. Ya estaba bloqueado y colgando de mi brazo.

Ahora era mi turno. Utilicé todas mis fuerzas para levantarle en el aire y lanzarle contra el suelo haciendo que su rostro impactara contra el suelo y así soltara el brazo que tenía agarrado.

- Ya veo que no me lo pondrás fácil.

Pisé el borde del escudo que se encontraba al suelo para hacerlo levantar y volver a recogerlo mientras él rodaba para volver a incorporarse. Guardé el escudo a mi espalda y levanté los puños en posición de combate, no me lo iba a poner fácil, pero pensaba noquearlo aunque fuese a puñetazos.

Dalae pudo comprobar con algo de sorpresa el alcance de aquel nuevo color. Su espalda golpeó la pared, y la criatura clavó en sus alas un par de cuchillos ardientes. Como quien clava una mariposa en un papel para una colección.

-¡VAS A MORIR!

Le gritó a la cara, exhibiendo sus rasgos deformados. Parecía un animal rabioso, dispuesto a devorarla. "Hoy no es el día en que moriré", pensó. Un plan acabó de surgir en su cabeza: No estaba segura de si funcionaría o no, pero no tenía nada mejor. En vez de deshacer sus alas para soltarse, se quedó tal y como estaba. Dejó caer la cabeza, abatida y cansada en apariencia.

- Está bien... Está bien. Hazlo rápido, por favor.

Con un gesto de los brazos, indicó que se rendía. La mente de la chica funcionaba a toda velocidad. En color verde, había podido controlar brevemente su mente, lo que le había dado cierta ventaja. Y eso que tenía aspecto más racional, como si tubiera pensamientos claros. Así que, por la misma regla de tres, era posible que en esa faceta fuera más vulnerable a una manipulación mental. Había que intentarlo al menos. Pero... Parecía demasiado irracional para eso incluso.

Parecía de hecho que solo hubiera rabia en él. ¿Y si...? ¿La manera de deshacerse de él fuera redirigir su odio hacia otro ser?

- Sólo me gustaría saber una cosa. ¿Por qué? ¿Por qué tengo que morir yo, si no he hecho nada?

Dalae usó una voz triste, en parte acentuada por el dolor real que sentía. Tenía que darle conversación, quizás así pudiera engañarlo. Mientras tanto, tanteó mentalmente la consciencia de su adversario, buscando alterar mínimamente aquella ira, desviándola hacia otra cosa.

- Ni siquiera sé qué ha pasado en realidad... Sólo sé que recibí una llamada de la policía, diciendo que habían visto a alguien entrar en el castillo. Y me encontré esto...

Por fin, encontró lo que buscaba. Haciendo un buen esfuerzo, consiguió resaltar en su mente el recuerdo del Capitán América y Slyferius, deseando que viera en ellos los culpables.

Respiraba agitadamente, rabioso. La furia que inundaba tu cuerpo y tu mente cuando usabas el anillo de la ira es indescriptible, pero debia controlarme tanto como me era posible, manejar con equilibrio el espectro emocional o terminaria dañando a todo mundo. La mujer bajo los brazos, como si se rindiera, mientras mis espadas seguian clavadas sobre las alas de esta, derritiendo a grandes pasos su centro de equilibrio. Si me quedase ahi por un largo rato, la mujer terminaria por caerse desde las alturas del castillo.

¿Se atrevia a cuestionar el porque iba a morir? ¿Despues de dañar a una de las mujeres mas cercanas a mi de este año? ¿Por ser complice de que Blair este sangrando? Gire rapidamente la cabeza, sintiendo algo extraño, como si esta mujer fuese en cierta parte inocente, pero con las manos llenas de lodo por toda la basura que era este castillo. De haber llegado en rojo, habria destruido cada centimetro de este castillo y ahora no quedaria ninguna pared sobre la cual apoyarla. Era pesima mintiendo, mala, horrible.

Coloque mi mano derecha sobre su garganta, asfixiandola. Mis dedos sintieron la rigidez de su cuello, como la sangre y la saliva fluian hacia arriba y hacia abajo, mientras las espadas ardian sobre sus alas. Mis dedos eran duros, acariciando su blanca piel de su cuello.

-La policia te llamo, y apareciste misteriosamente... ¡¿Frente y contra el Capitan America?! ¡NO ME DIGAS! ¿Y el lobo ese? ¿POR QUE HUISTE DE MI? -Y rapidamente la solte, para que respirara. Un segundo suficiente de aire que se desvanecio, porque baje mi puño con fuerza sobre su estomago, la agarre por el pecho y la arroje hacia el suelo. La caida la eliminaria, pero no le daria ese placer, la piedad de la muerte llegaria despues. Estaba rabioso, pero no mataria a una persona, no ahora, las necesitaba vivas para interrogarlas y saber que demonios paso. -Imbecil...

En el aire cree una especie de colchon duro que recibio y amortiguo el golpe de la mujer. Rapidamente se expandio por debajo, haciendo una resbaladilla para que mi enemigo no cayera sobre el suelo, y cuando estaba segura, baje bruscamente el colchon al suelo, casi estrellandolo. Ese golpe le doleria bastante, y si tenia la gracia de huir, la buscaria. Me gustaria que huyese, asi tendria mas diversion tratando de buscarla.

Desapareci las espadas y el colchon, dejando a la mujer en el suelo y cree una maza gigantesca, con la cual rompi la pared donde habia estrellado a la mujer para entrar de nuevo al castillo y comenzar a buscar al Capitan America y al otro sujeto que habia visto peleando.

Sabía que ese golpe no había sido suficiente para dejarle fuera de combate, estaba preparado para seguir peleando y acabar con él, pararle los pies.

- Abandona, Slyferius. - Repetí.

Se había dado cuenta que no podía hacer nada contra mi en un combate cerrado, era más fuerte y tenía más técnica, por lo que decidió desenfundar sus armas, a lo que yo respondí volviendo a equipar mi escudo, lo único con lo que podía bloquear sus disparos. Ignoré sus palabras, no me intimidaban para nada y sus insultos aún menos, durante toda mi vida había recibido malas palabras, estaba acostumbrado a ello.

Me cubrí con mi escudo para recibir los disparos, pero esta vez fue diferente, sus ojos cambiaron, sus armas se cubrieron de un aura desconocida y la primera bala que disparó, pillándome por sorpresa, explotó contra el escudo haciéndome retroceder unos pasos. Los siguientes disparos fueron iguales, tuve que hacer contra fuerza con mi peso para que no consiguiera derribarme y, el polvo de la piedra que quedaba destruida por la explosión, me obligó a apartar la vista de él.

Noté como el suelo cedía a mis pies, sin poder hacer nada caí varios metros intentando reincorporarme para no hacerme daño, pero otro disparo de mi rival que, por mi bien estuve obligado a bloquear, hizo que la fuerza de caída aumentara y quedara estirado en el suelo con un buen golpe.

Me quedé estirado viendo a mi enemigo en el piso de arriba, con una sonrisa en su rostro, padeciendo el dolor de aquel golpe rodeé por el suelo para ponerme a cubierto e intenté reincorporarme, no podía enfrentarme a él a campo abierto, sus proyectiles me impedirían moverme obligando a esconderme. Corrí entre las runas para esconderme de su visión y pensar en algo.

Entrando al castillo, trate de seguir mis pasos, volando por puertas y paredes que rompia con mis puños, gruñendo con furia mientras buscaba al Capitan America y al albino que estaban peleando. Avance por corredores, cuartos, baños y almacenes, cada uno distinto del anterior y perfectamente equipados. Objeto que veia, era objeto que arrojaba o tiraba de donde estaba para romperlo, independientemente de lo que fuese. Decoraciones, maquinas, un par de libreros, camas, puertas, espejos y ventanas. Todo a mi paso era tumbado al suelo, roto, aplastado. Habria demolido este castillo, pero Blair aun estaba aqui, y no sabia si el Capitan America podia huir.

Conforme avanzaba, llegue al pasillo donde estaba en un principio, pero no veia al Capitan America ni al otro sujeto. Solo encontraba pedazos de roca rotos, y el suelo quebrado, justamente donde estaba la terraza. Aterrice en el suelo, andando lentamente hacia el agujero en el suelo, y pude ver al albino parado sobre unos escombros, pero no al Capitan America. Tenia un nuevo objetivo que atacar, y disfrutaria acabar con el como acabe con su anterior compañero. Esperaba que mi ataque le diese al Capitan tiempo para volver al combate, o al menos, buscar a Blair. No sabia las capacides de este sujeto, pero dudo que Steve Rogers tirase una granada y rompiese el suelo de la terraza como si nada.

Salte y me estabilice en el aire, creando dos burbujas rojas que envolvieron las pistolas que tenia el sujeto, arrojandolas contra  el suelo, lejos de donde estaba el. Cuando el tipo volteo a verme, lo envolvi en una esfera roja que estaba bastante caliente y lo avente contra la pared, deshaciendo la esfera antes del impacto. Una sierra electrica aparecio en mis manos, empezando a chillar mientras corria hacia el, empleando el cuerpo hacia adelante como si fuera jugador de Futbol americano

-¡VAS A PAGAR, BASTARDO! -Mi grito gutural era como el de un demonio, mostrando mis deformes dientes y mi casco que parecia brillar ante el fulgor de la sierra rojiza. Corri hacia el, intentando clavar mi sierra electrica roja en su hombro derecho.

Solo tenía que moverme con cuidado, avanzar entre los escombros para alejarme de su visión y poderle sorprender por la espalda. Su situación elevada no era problema para mi, podría lanzarle el escudo cuando estuviese desprevenido para dejarlo fuera de combate. Me moví fugaz escondido entre los escombros poniendo en marcha el plan que tenía en mente, pero algo interrumpió en el escenario. Un silbado cortando el viendo se dirigía hacia allí, me asomé con cuidado para ver aquel chico, que se enfrentó a la hechicera minutos antes, envuelto en un aura rojiza y caía en picado contra Slyferius.

Aproveché el momento para correr hacia allí, salté entre las runas y trepé para encontrarme otra vez en el piso de donde había caída. Conseguí incorporarme a la batalla pero parecía que Slyferius había recibido un buen golpe, aunque no suficiente para quedar fuera de combate. Levantó los brazos apuntando al Green Lantern y lanzándolo metros atrás. Eso no pintaba bien, estaba cambiando, convirtiéndose en un monstruo, mostrando el total de su poder, debíamos detenerle.

- ¡DETENTE! - Grité mientras cargaba contra él, corriendo toda la distancia que nos separaba para coger potencia y darle un buen derechazo en la cara. No pretendía matarle, eso nunca había estado dentro de mis intenciones, pero no podía permitir que continuara.

Corriendo contra mi enemigo, rabioso de ira tratando de hacerle la mayor cantidad de daño letal posible con mi sierra, me enfrente con una onda expansiva que me hizo salir disparado hacia atras. Choque contra una pared, estrellandome. Auch. Sentia como algunas piedras caian sobre mi, aplastando mi pecho y mis piernas, rasgando un poco mi traje. No era algo tan doloroso, quizas me habia dolido mas el estrellarme contra la pared. Pero un Red Lantern jamas se rinde hasta que sus oponentes suplican piedad.

Levante mi brazo derecho, arrojando lejos las piedras, para luego, levantar mi brazo izquierdo, y de esa manera, apoyarme para levantarme casi en una levitacion. Al estar de pie, vi al Capitan America lanzandose contra el sujeto, que empezaba a brillar de manera extraña. ¿Se estaria transformando? ¿O que carajos pasaba? No importaba. Si tenia que actuar de manera violenta, lo haria sin ningun temor.

Cree una bola de demolicion roja que levante al lado derecho del Capitan y lo movi hacia adelante tratando de no golpearlo. No era mi principal importancia el no lastimar al Capitan America, si no golpear a este sujeto, noquearlo o matarlo, y llevarme a Blair antes de que este lugar se volviera un infierno.

-¡QUITATE! -Le grite al Capitan, esperando que pudiese esquivar el impacto de la bola.