[La Colisión de los Mundos] Nacido del Cataclismo (Ente, John Constantine, Spiderman)

Dicen que la galaxia nació del Big Bang, una explosión, un choque de fuerzas. Igual que las novas, al final todo nace como respuesta a algo. Y ahí estaba, los mundos estaban colisionando, abrazándose, uniéndose en uno y durante el proceso causando tal caos, tantos estragos, liberando fuerzas y energías in doblegables. Y de ahí, de ese choque de fuerzas,de ese fluir de energías, surgió la conciencia.

Primero empezó a formarse una espesa nube violácea. Desde allí empezó a ser consciente de su entorno, de las energías que corrían libres por su alrededor. Ella también lo era ahora, y tenía vida. Era un ser vivo, ahora lo comprendía. Pero no tenía cuerpo y era extraño. Conocí así el sentimiento de desorientación, de no saber que era o donde estaba o que era lo que le rodeaba. La nube , lejos de esparcirse, se recogió hacia su interior en una pequeña implosión y quedó una luz, brillante, chispeante, del mismo color que su antecesora esponjosa, flotando  a escasos dos metros del suelo.

No era capaz de ver, no aún, pero si de sentir y percibir el entorno y de discernirlo bastante bien pese a todo el caos montado, tanto como para ver venir al bicho volador que amenazaba con echarse encima. La cosa es que al no tener cuerpo podrían pasar dos cosas:

1º Que le traspasara y se diera la hostia de su vida.
2º Que se fusionaran al chocar y su consciencia viviera en el cuerpo de el lo cual llevaría a una guerra interna por el dominio del cuerpo probablemente.

Pese a que fuera una opción de obtener un cuerpo o ser “físico” le dio...um...como decirlo, pudor. Si pudor y recelo. No conocía ese ser (si, porque tenía vida también, no como aquellas edificaciones extrañas) y pese a su curiosidad, también sentía miedo. ¡Oh! Si, miedo. Si, era cierto, el desconcierto y la desorientación suelen ir acompañadas muchas veces del miedo y preguntas muchas preguntas. Una de ellas era si podía moverse.

Y podía, se apartó de la trayectoria del impacto inminente y flotó dejando un velo violáceo de chispitas tras de si y fue atraído por un aroma. ¡¡OLORES!! Que novedad. ¿Que era? ¿Que podía ser? Todavía no había decidido si le agradaba o le desagradaba, pero quería saber su procedencia. Oh, espera, que otra forma de vida sostenía lo que desprendía aquel aroma.

Y así, Constantine tenía una lucecita chispeante violeta delante de sus narices. Y hacia soniditos raros.

-Hyyyyzzzzz !!chzzzzzz!!!

Aquella noche que tenía pinta de ser una noche más de todas aquellas aburridas que abundan por la ciudad de N.Y se convirtió de repente en un lugar caótico, del suelo emergían edificios, el cielo se tiñó de violeta, todo era locura y confusión para todo el mundo, para John Constantine incluido, que incrédulo, dejó caer el cigarro que tenía entre sus labios al suelo junto con su mechero ‘’Vale John, no puedes salir a la calle sin que pase algo raro, hoy has provocado el fin del mundo, o algo así’’, pensó el inglés mientras aquella nube lila se arremolinaba y el día y la noche luchaban, para al final, imponerse un Sol deslumbrante que cegó por unos segundos al joven mago.

Todo se acabó de repente, bueno, no había ‘’acabado’’, había cambiado más bien, la calma estaba presente, pero era una calma distinta a la de antes, en un parpadeo todo había cambiado y una emoción embriagaba el cuerpo de Constantine, pocas veces la había sentido así, sólo cuándo estaba cerca de seres cuyo poder mágico escapaban a la comprensión de la mente humana, y precisamente, eso es lo que ocurría, sin que nadie, ni el mismo John se hubiese dado cuenta, acaba de formarse un ser absoluto, poderoso, y lleno de magia:

‘’Necesitas calmarte, tranquilo...’’ pensó para sí mismo mientras se llevaba un cigarro a los labios, lo encendía y observaba, recuperando la sangre fría, como esa luz violeta que se había formado en el cielo se aproximaba a él, silenciosa, al menos de forma aparente, pues cuándo la tuvo cerca pareció desprender una especie de ruidos, incomprensibles, posiblemente hasta para la misma entidad:

-Vaya, parece que te he gustado....- Susurró John mientras exhalaba un poco de humo hacia el aire, miró detenidamente la esfera de luz y continuó: - Parece que tienes voluntad, me pregunto si entiendes lo que estoy diciendo amigo...-

Hizo ademán de tocar la esfera, pero se detuvo ‘’Ten cuidado, cabronazo, no sabes qué es eso, podría matarte, fulminarte o mandarte a otro lugar’’ dialogó consigo mismo, así que su mano quedó suspendida, a dos centímetros de la luz, un par de minutos, mientras John pensaba en los pros y los contras, ya se la había jugado en el pasado con cosas así, artefactos cuyo funcionamiento desconocía, unas veces salió bien, otras, no tanto, sin embargo, lo que tenía ahí delante, era poder, puro y duro poder, y si surgían problemas, siempre podía...Podía recurrir a sus ‘’amigos’’, soltó otra bocanada de humo y acercó su mano hacia la luz decidido a jugársela.

¿Soy yo, o acaba de aparecerme el Chrysler en toda la cara? ¡Ahora no hay tiempo para pensar, muévte!

Siguiendo sus reflejos, Spiderman lanza todos el contenido de sus cartuchos para poder crear un colchón con el que evitar aplastarse contra el edificio. Por desgracia, la distancia es demasiado corta, y el golpe resultante le hace perder la concentración y caer.

¡Unngh! El golpe...me ha hecho soltarme...debo agarrarme a algo o si no...voy a lamentar no haber hecho un testamento.

Afortunadamente para nuestro héroe, el nuevo edificio parece contar con un buen número de mástiles de banderas. Así que, como haya hecho tantas otras veces, lanza una telaraña bien colocada, de tal manera que pueda describir un ángulo y frenar la caída. Es en ese momento cuando Peter se permite mirar hacia abajo y ver lo que acaba de pasar.

¿Pero qué...? Esperaba ver caos, disturbios e incluso edificios nuevos donde antes no había ninguno, pero...¿Una nube morada? ¿A qué altura está de la calle?


Tras comprobar que no corre más peligro, Spiderman se agarra a la pared del nuevo edificio y empieza a arrastrarse poco a poco al nivel de la calle.


Bueno, sea lo que sea, más me vale mantenerme a distancia. Además, tengo que concentrarme en la gente. Si alguno se acerca a lo que quiera que sea eso, puede correr peligro. De hecho, me pregunto si...

Como su intuición le había sugerido, Peter empieza a comprobar que el nuevo edificio está lejos de encontrarse vacío. De hecho, miles de caras parecen estar observándole al mismo tiempo con una mezcla de horror y sorpresa.


Mmmm...¿Qué hay, nuevos vecinos? ¿Por casualidad no habrán perdido un edificio de oficinas?

Ninguna persona responde a Spiderman, aunque el hecho de que hayan reaccionado a su tonto chiste le dice a Peter que deben haberle entendido. Sin embargo, en cuanto vuelve a mirar a la nube para comprobar si no ha cambiado de forma, Spiderman se da cuenta de que un tipo se encuentra demasiado cerca de lo que quiera que sea eso. De hecho, casi parece estar acercándose más y más, en vez de salir corriendo.


¿Qué está haciendo ese tipo? ¿Es que no ve lo que tiene ante sus narices?

Sin darse tiempo a pensar, nuestro intrépido arácnido se lanza hacia abajo con ágiles acrobacias y, con un par de balanceos, consigue ponerse a tiro del individuo. Y en ese mismo momento consigue darse cuenta de la luz violeta que brilla ante el desconocido. Así que, ni corto ni perezoso, se lanza hacia Constantine dispuesto a apartarlo del camino.


¡Oiga, amigo! ¡Quítese de ahí!

Aquella criatura se mantenía erguida frente al ente, quieta pero con claros sentimientos enfrentados entre la curiosidad y el recelo sobre lo que tenía delante. Al igual que el mismo que, atraído por aquel extraño aroma que desprendía lo que sostenía con una de sus extremidades superiores. La criatura (pues no sabía como lo podía definir) emitía unos sonidos inteligibles para el que probablemente fueran componente de su lenguaje para comunicarse, algo de lo cual el carecía. No podía comunicarse pues desconocía como. Pero estaba claro que sentía interés de hacerlos, al menos de curiosear el hacerlo, de ahí que extendiera su extremidad poco a poco hacia el. Ente chisporroteó un poco, indeciso por retirarse o exponerse ante el contacto el cual desconocía que resultado pudiera dar.

Entonces pasó, escuchó el grito de alerta de la otra criatura que localizó inicialmente por los aires. Aquello causó que este girara en su dirección asustado y fue cuando la mano de Constantine entro en contacto con el.

Realmente fueron escasos segundos pero para ente fue mucho más. El contacto abrió para el una extensa base de datos. John Constantine (porque así se llamaba, ahora lo sabía, igual que muchas otras cosas), humano conocedor de artes oscuras, habitante de la tierra. Era solo una d e las muchas cosas que aprendió con ese momentáneo contacto. Pero a diferencia de lo que pudiera esperarse, Ente no aprendió sobre la vida y el pasado de John, no, lo que pasó allí es que le leyó como si fuera un libro, exactamente un diccionario que le definía, que era, donde vivía, su lengua, incluso ahora conocía algo más sobre el mundo místico. Ahora sabía donde se encontraba, que era una ciudad, que era el aire, algo de lo cual aquellas criaturas, los humanos, necesitaban para vivir entre otras cosas. Incluso conocía la composición del cuerpo humano y su funcionamiento.

Pero en cuanto percibió como empezaban ambos cuerpos a fusionarse se separó de golpe de forma repetía. Desconocía que pudiera pasar si se exponían a un contacto más prolongado y prefería no hacerlo. De hecho, aunque el ganaba conocimiento con aquello, no sabía que pasaba con John, ¿el ganaba algo con aquello? Al apartarse chocó contra el pecho de forma irremediable con la criatura conocida como Spiderman o Peter Parker. Volvía a pasar, volvía a tomar más datos a través de el, como la existencia de mutaciones, datos científicos, incluso los componentes de su telaraña. Al igual que con el rubio, se separó tras escasos segundos de contacto de forma abrupta y se elevo sobre sus cabezas lo suficiente para no volver a ser alcanzado.

Hizo lo que podría considerarse como un descanso, una pausa, para asimilar todos los conocimientos absorbidos, incluso para comprender el sistema de lenguaje que usaban allí. Emitían sonidos que realizaban usando sus cuerdas bocales y los dejaban escapar por los que se conocía como boca, todo controlado por el cerebro, lo que veía a ser como la pieza encargada de mandar las ordenes al resto del cuerpo y creadora de sus pensamientos. Ahora podía entender, pero el carecía de aquellos medios para imitar su lenguaje, o al menos no de forma aparente. Hizo vibrar su cuerpo, como lo haría una cuerda de guitarra, emitiendo unas ondas sonoras que acababan por crear el habla, en concreto el inglés americano.

-Saludos humanos. Agradezco el aporte de conocimiento otorgado pero aconsejo evitar el contacto en exceso con mi cuerpo inestable.

PD:

Cuando Constantine estaba acercando su mano a aquella masa chispeante y morada irrumpió en escena un tipo de lo más extraño, parecía recién sacado de un videoclip de Madona, aunque el inglés ya había tratado con muchos mamarrachos justicieros que andaban por la vida exhibiéndose con mallas, con aquel claro déficit de atención que tanto les caracterizaba...El enmascarado chilló algo del palo ‘’Eh tío, no toques eso!’’, John soltó una calada de su cigarro al aire mientras pensaba ‘’Tarde capullo, ya me he decidido’’, extendió su mano con firmeza y tocó a aquel ser.

En el mismo momento en el que la yema del dedo índice de John entró en contacto con aquella cosa algo en la mente del mago reaccionó, de la impresión, se le cayó el cigarrillo de la boca, esa sensación que ahora notaba no era del todo desconocida para él, era similar a cuándo usaban un hechizo contra ti, solo que en este caso, no había dolor, solo energía fluyendo, allí, se estaba produciendo algo similar a un intercambio, era extraño, ni el propio John sabía exactamente qué ocurría en aquellos momentos, de pronto, el ser se apartó al notar que ambas entidades se fundían en una, intentando huir, sin querer, chocó con el tipo que había intentando interrumpir que Constantine le tocara.

Mientras esto último ocurría, John se sentó en el suelo de golpe, mirando al cielo, se notaba, distinto, no, no era distinto ‘’John, sabes qué es esto, ya lo has experimentado otras veces, no con la misma intensidad, claro está, pero...Sabes lo que ha ocurrido, sabes qué es eso, esa cosa es energía, pura energía, venga de donde venga es muy peligrosa...’’ Pensó para sí mismo mientras, se sacaba un cigarrillo del bolsillo y se lo llevaba a los labios, lo encendió tras varios intentos, pues le temblaban las manos, tras un par de caladas logró tranquilizarse y se puso en pie, el ser estaba suspendido en el aire, lejos de ellos, para que ninguno pudiera tocarle, y entonces, sin más habló.

Dijo de forma concisa que lo mejor era que ninguno de ellos le volviera a tocar, pues su cuerpo era inestable ‘’Dime algo que no sepa...’’ pensó el inglés mientras dejaba salir un poco de humo de su boca, observó ligeramente al encapuchado, no sabía si era de fiar, pero tampoco iba a comprobarlo, susurró unas palabras mientras extendía el brazo izquierdo hacia este, del puño surgieron 5 látigos morados que, con fuerza, se dirigieron hacia el enmascarado para intentar apresarle de brazos, piernas y cuello, dando por supuesto que las cuerdas de magia atraparían al tipo, dirigió su mirada al ser y dijo:

- Buenas, cosa, ser...Lo que seas, verás, le ato para que no me moleste, mi nombre es John Constantine, tengo un par de preguntas ¿De dónde vienes? Y la más importante ¿Qué carajos ha ocurrido? -

Off: Siento la tardanza, examenes.

Claramente tras el contacto de ambos con la esfera luminosa, se encontraban algo alterados. Normal, cierta cantidad de energía cósmica acaba de cruzar por sus cuerpos. Pero gracias a que el mismo sabía poco de sí aún supo cuando apartarse. La cuestión es que ahora ambos se sentían amenazados, no por el, si no por el otro individuo. Constantine uso su don para intentar inmovilizar al enmascarado y este usando sus dotes los eludió lanzando un ataque preventivo para atar las manos del rubio con su tela de araña creada por el mismo. ¿Porque estas criaturas eran tan hostiles entre sí? Bueno, quizás los hechos que estaban sucediendo allí y ahora. Lo que fuera, sus disputas le eran indiferente ahora mismo, solo podía prestar atención a su alrededor.

Fisuras entre mundos se abrían uniéndolos en uno solo y creando el caos y el desconcierto. Toda la energía que escapaba...era como la que lo formaba a el.

- Buenas, cosa, ser...Lo que seas, verás, le ato para que no me moleste, mi nombre es John Constantine, tengo un par de preguntas ¿De dónde vienes? Y la más importante ¿Qué carajos ha ocurrido? - 

-Si si, ya se quien eres humano. ¿Que de donde vengo? De aquí mismo, de este momento de ahora aunque no puedes considerarme terrestre. Soy lo que está sucediendo, o una pequeña parte de ello. Um...como lo llamaríais vosotros...¿Soy uno de los resultados aleatorios de esta situación? Puede decirse así, y la cuestión es...señor Spiderman- aunque el contacto le dio a saber su nombre real, también averiguó en ello para que servía la identidad secreta de un superheroe y por ende consideró adecuado llamarlo así mientras portara la máscara.-que su “barrio” ya no es su barrio incluso me aventuraría confirmar que ya no volverá a serlo.

Se alzó un poco más en el aire y vibró, captando las energías fluir. No tenía conocimiento suficiente, pero si sabía algo y es que si el había aparecido allí, podrían surgir más “hermanos” . La pregunta era, ¿que era el exactamente?¿Que hacía allí y que es lo que quisiera hacer? Preguntas y más preguntas y el quería respuestas. Observó de nuevo a las criaturas. ¿Observarlas le daría las respuestas? Podía empezar al meno por ahí, luego vería.

John cogió el cigarro con el dedo índice y el pulgar, lo retiró suavemente de su boca con la mano que tenía libre mientras observaba aquella extraña substancia pegajosa que cubría toda su mano, era una especie de digamos, adhesivo, solo que muchísimo más repugnante y repulsivo, soltó una calada de humo y susurró unas palabras en un idioma ininteligible mientras extendía dicha mano hacia el frente, de dicha mano surgió una enorme columna de fuego verde que quemó aquella substancia, dicha columna se extendió hasta los pisos más altos de los rascacielos, hasta el mismo Constantine se sorprendió, al parecer, el contacto con aquel ser, realmente le había proporcionado un incremento de sus poderes, aunque no acababa de controlarlo del todo...

Volvió a llevarse el cigarro a los labios y empezó a dialogar consigo mismo, como solía hacer ‘’una pequeña parte de ello...Su barrio ya no será el mismo...Vamos John, blanco y en botella, leche, capullo, manifestaciones de energía de este tipo solo se producen cuando se producen fisuras en el espacio-tiempo, aquí parece que ha ocurrido a lo bestia...En ese caso, hasta que sepas lo que es, deberías encargarte de que ningún pirado con mallas se encuentre con esa cosa...O podría haber una gran catástrofe, imagínate que pasaría si alguien como Superman tocara esa cosa...’’ exhaló el humo del tabaco con suavidad y miró al tipo de las mallas:

-Eh tú! Amigo, ah...Esto...Hombre sin gusto para vestir man...- Dio un par de pasos hacia el enmascarado mientras retiraba el cigarro de sus labios: - Verás, tengo una propuesta que hacerte...- Dijo en voz baja, esbozó aquella sonrisa suya de chico bueno y prosiguió:

-...Verás...Es muy peligroso tener a esta cosa rondando por aquí, supongo que no te vistes así por moda y que debes tener poderes o algo, si es así, ya habrás notado que son inestables debido al contacto con esa cosa, yo puedo retenerla y controlarla hasta que sepamos mejor lo que hay que hacer con ello, por eso te propongo que me dejes que me lo lleve, yo por mi camino, tú por el tuyo y aquí no habrá pasado nada ¿Si? Sé que no me conoces, pero puedes confiar en mí, créeme, si no nos lo llevamos rápido es probable que sea tarde...Hay gente capaz de utilizar a ese ser para hacer el mal, y no podemos permitirlo ¿No?- Intentó sonar lo más convincente posible, una vez se llevase a aquella cosa, la llevaría a su sótano y allí usaría un hechizo de sellado hasta que encontrase la forma de destruirlo, un ser tan poderoso no debía de estar en este mundo, pues ponía en peligro el equilibrio del mismo y si cayese en malas manos, podía desembocar en un desastre.

Retiró el cigarro de sus labios y exhaló humo de nuevo, esperando una respuesta, fuese como fuese, iba a llevarse aquella cosa con él, tanto si aquel mamarracho se lo permitía o no, con el nivel de su magia tal y como estaba, ahora mismo, John no tenía demasiados rivales que le pudiesen plantar cara.

Ante la exhibición de poderes que estaba demostrando ese hombre, Spiderman comprende que las tiene canutas si va a querer plantarse ante ese tipo. Para colmo de males, su sonrisa de lobo no hace sino empeorar las cosas, y ese olor a tabaco...

"Dios mío ¿Se puede saber qué marca consume este hombre? Estoy a casi un metro de él y me siento como uno de esos fumadores del bingo con los que se junta la tía May. Puaj." 

Sin embargo, si hay algo que le ha quedado en claro, es que la criatura parecía bastante confundida...bueno, tan confundida como pueda estar una bola de gas mágico brillante.

"Además, aunque mi sentido arácnido no está zumbando, algo me dice que no es bueno que se quede sola. Este tipo no parece peligroso, pero no me fío en absoluto de lo que pueda hacer. Más me vale que eche mano a mi arma secreta y deje que mi lengua trabaje por mí un rato si quiero convencerle de que trabajemos juntos en esto."

-De acuerdo, podemos hacer lo que tu dices y dejarte ir, o podemos hacer algo inteligente y plantear una solución. Estoy de acuerdo en que nuestro amigo brillante no puede quedarse solo. Pero (sin ofender) no creo que sea buena idea dejarte a ti con ella tampoco. Si la marca que gastas me dice algo es que no debes frecuentar buenas compañías. Pero sin duda sabes un poco de magia, así que se me ocurre una idea ¿Y si vamos a buscar a mi amigo el Doctor Extraño y le preguntamos por el tema? Seguro que podréis hablar entre vosotros lo que queráis sobre energías geotérmicas y no se qué, pero si esto es algo que está pasando en mi ciudad, es mi problema y no estoy dispuesto a irme de rositas solo porque un tío con gabardina me lo ha dicho.

Si tuviera cejas como las criaturas bajo su sombra, ahora mismo las estaría arqueando. Ambos comenzaron a conversar y dicha conversación iba tomando un tinte que no le estaba gustando a la criatura de energía pura. ¿Que por qué no le podía agradar la conversación que se estaba teniendo más abajo? Sencillo, ambos “superheroes” estaban debatiendo que hacer con su existencia. Al parecer el mago lo consideraba altamente peligroso (lo cual probablemente sea cierto, ni el conocía sus propias capacidades aún, solo sabía que era inestable por el momento) y que debía custodiarlo. El enmascarado compartía la opinión de que le debían “cuidar” pero que no iba a dejarle con el sin más. La cosa era que le estaban tratando como un animal u objeto sin capacidad de decisión. ¿Porque iban a  decidir ellos por el que debía hacer? Es más, algo que había aprendido de ellos al contacto era la desconfianza, aquel sentimiento que no te dejaba creer en las palabras de ellos sin algo que demostrara su veracidad. ¿Podrían tener intenciones mas allá de lo que decían?

-Sigo...aquí.

Musitó con una leve vibración de su cuerpo. Ahora la esfera se había tornado roja. Aquello era signo de su desconfianza y su enfado, es más, se dejó llevar por aquellos sentimientos. No dispuesto a ser tratado como una pieza de casa, se alejó del lugar flotando merodeando por las calles que eran un cuadro  de incongruencias espacio temporales. Edificios que se fusionaban con otros dando extrañas estructuras, gente asustada, desorientada, algunos huyendo de fisuras en el suelo y de edificios cayendo.

Entonces notó como algo se le venía encima, trozos desplomándose de un edifico cercano empujado por otro como una muela del juicio. Al entrar en contacto con su “cuerpo” hubo una sobrecarga del mismo y una pequeña implosión: Los escombros habían sido absorbidos por el dejando solo algunos restos alrededor. Desde luego estaba claro que el exceso de contacto con el era malo.

John suspiró exhalando una pequeña cantidad de humo de tabaco, que formó espirales suavemente y ascendió al cielo ‘’Doctor Extraño, memoriza ese nombre, algo me dice que te será útil en un futuro’’...Pensó el inglés para sí mismo mientras gesticulaba con la cabeza, como mostrando su desacuerdo ante la tentativa del enmascarado de trabajar juntos, cuánta menos gente supiese aquello mejor, había muchos idiotas que intentarían usar a aquel ser, que lo usarían de arma, y no podía permitirse lidiar con más lunáticos frenéticos de ansias de poder.

Se quedó pensativo en silencio, fumando y divagando en sus pensamientos, estaba claro que aquel tipo no iba a dejar que Constantine se marchara con aquella sola, su instinto le decía que no confiara en él, y no le engañaba, finalmente, el rubio suspiró y dijo:

- Mira te diré que har...- No pudo terminar la frase, pues el Ente, susurró unas palabras y se elevó en el cielo, pero previamente tuvo un cambio de color, no solo eso, las vibraciones de energía que emitía parecían haberse alterado, dato que no pasó por alto en John, parecía que el estado de ánimo de aquel ser iba directamente vinculado a su energía, John se dio la vuelta observando al ser y chasqueó la lengua, después miró al enmascarado y dijo: - Es como un niño con una ametralladora, no sabe utilizarla, pero como se cabree ya puedes empezar a correr, oye, mira, amigo, ahora hagamos esto, vamos a seguirle y me dejarás hablar a mi ¿Vale? No nos conviene que esa cosa se cabree, y menos que la vea mucha gente, supongo que eso lo entiendes ¿No? – Sin más, se ajustó su gabardina y emprendió la marcha, aunque ya no estaba a su vista, para John no era difícil encontrar una fuente de energía tan grande, y más después de haber entrado en contacto con ella.

Mientras caminaba, volvió a sus pensamientos, su mente era un caos ahora mismo, como si no tuviese suficientes preocupaciones, ahora se montaba aquel follón, estaba claro que esto era presagio de algo muy gordo que iba a venir, y John prefería estar lo más lejos posible de los problemas pero como siempre, los problemas querían estar a la vera de John:

- Hablando de problemas...- Susurró John mientras se retiraba el cigarro de los labios, llegó hasta el ser justo cuando este volatilizó los escombros, no quedó prácticamente nada, no sabía si los había unido a él, si los había destruido...La cuestión es que cuánto más inestable fuese, más peligroso se volvería, John dio un par de pasos hacia el ser mientras pensaba ‘’Venga, usa ese pico de oro tuyo’’, carraspeó la garganta y dijo dirigiéndose al ser: - Esto, verás, se que hemos empezado con mal pie, pero deberías calmarte, si queremos llevarte con nosotros es porque eres inestable, y hasta que aprendas más sobre ti mismo, podrías ser peligroso, a mi me gusta tan poco hacer de canguro como a ti que te tengamos que vigilar, pero lo hacemos tu bien, por esta ciudad llena de chiflados con capa hay tipos que podrían intentar utilizar y hacerte daño, y ah, bueno, no quieres que te hagan daño ¿No? Eres lo suficientemente poderoso para matarnos a mí, al memo disfrazado y a toda esta ciudad, si quisieras, es decir, ni se me ocurriría intentar engañar a algo que puede dejarme frito en una milésima de segundo, así que puedes confiar en mi amigo, ven conmigo, eres libre de largarte cuando quieras, solo quiero asegurarme de que nadie hace nada indebido. – Tras aquel breve discurso, John se llevó el cigarrillo de nuevo a los labios y lo dejó reposar entre estos, miró con cara de niño bueno al ser mientras sonreía de forma engatusadora, como cuando quería meterse en la cama de una mujer y finalizó: - Si te vas, probablemente todos los chiflados de esta ciudad de locos, irán a buscarte, conmigo estarás seguro y tranquilo. -

(PD: Lo único que puedo decir es que siento mucho haber tardado tanto en contestar. Espero que la próxima vez pueda contestar aunque sea una vez por semana, pero si no pudiera, avisaré para asegurarme de que no os quedéis esperando. De nuevo, lo siento mucho).

"Esto se está descontrolando un poco. Si este...Ente se pone de mal humor, puede causar destrozos peores de los que ya hay. Y además, seguramente tenga que ver con todo lo que quiera que esté pasando. Tal vez podamos arreglar esto de alguna forma."

Tratando de mostrar calma y resolución, Peter se sitúa al mismo nivel que el tipo engabardinado y trata de gesticular unos gestos conciliatorios:

-Okey, vamos a calmarnos. Siento haberte cubierto con mis redes, pero mira, tu me has cubierto con rayos morados, así que estamos en paz. Deduzco por tu tono que no te caen bien los tipos con mallas, pero mientras estéis por aquí, no puedo dejaros solos y ya está, así que voy donde vayáis vosotros.

Además, aunque estaba de acuerdo en que necesitaban calmar al Ente, no le hacía mucha gracia que este tipo llevara la voz cantante. Ahora que lo pensaba, estaría mejor preguntarle un par de cosas que no se le habían ocurrido, como por ejemplo ¿De dónde eran estos dos? Algo le decía que este tío debería estar igual de vigilado que el Ente...bueno, ahora no, pero no le quitaría el ojo de encima.

Peter escuchó el discurso tranquilizante del tipo sin interferir, tratando de aparentar tranquilidad y resolución. Sin embargo, al notar como el monólogo empezaba a dejarle de lado, decide aportar su parte:

-No es por meterme con tu capacidad de orientación, engabardinado, pero no creo que seas de por aquí. Créeme, un tipo como tú no pasa desapercibido en Nueva York. Bueno, al menos no mucho, teniendo en cuenta los otros supertipos...vale, es un mal ejemplo, pero a lo que voy es que yo conozco bien esta ciudad. Cuanto menos, podríamos sentarnos y así podríais contarme de donde venís y todo eso. Al menos, sin que estemos disparándonos entre nosotros.

"Guau, Peter, como te pongas más diplomático vas a hacer que Picard se sonroje."

-A lo que voy es que podríamos ir a un sitio seguro y así podríais contarme vuestras historias. Por ejemplo ¿Qué querias decir con eso de que mi barrio no va a volver a ser el mismo? Y cuando te refieres a esta "situación" ¿Quieres decir que esto no está pasando solo aquí, que es algo más grande? Y ya que estamos ¿Cómo deberíamos llamarte?

Ante el contacto con aquellos restos de edificio que ahora solo eran ceniza, la entidad pudo aprender muchas más cosas por asociación, como materiales, funciones de los mismos, objetivos de para que fueron construidos,etc. Pero también aprendió algo: el era destructivo. No por decisión propia, claro está, pero aquello hacía que pudiera comprender el porque aquellas criaturas humanas temían que anduviera suelto.

Su color rojo se tornó pronto azul muy tenue, signo de tristeza. Poco a poco su levitación fue menguando, casi quedando a ras de suelo, pero sin llegar a entrar en contacto. Mientras Jhon y Spiderman lo alcanzaban y empezaban a dar ambos su discurso de “mantengamos todos la calma”, el solo buscaba respuestas. Quizás necesitaba parecerse más a ello. Sus pensamientos y deseos provocaron que poco a poco, la esfera (ahora azul) fuera desarrollando un par de patitas y de brazos. Su cuerpo redondo se torneó algo alargado ahora, pero seguía sin tener una forma real humana pues aún era pequeño.

Quizás los otros no habían prestado la debida atención a su alrededor debido a la entidad, pero no solo habían edificios donde antes no los había, si no que había cuerpos casi carbonizados de personas que parecían siamesas, otras gritaban y corrían buscando a su hijo o amigo o compañero quien se esfumó en la nada, o incluso persona exactamente iguales que se encontraban. Aunque las energías empezaban a calmarse e ir encontrando poco a poco su lugar, aún quedaba para que el nuevo mundo quedara como debía ser.

-En lo que vosotros llamáis Tierra. Está ocurriendo en toda su extensión.- vibró para emitir su habla, con cierto tono decaído.- No penséis en que tiene solución, es como...¿como lo llamáis vosotros?¿Desastre natural? Si, eso. Solo podéis dejarlo pasar y recomponeros.- Se giró levemente a Jhon, como si ahora lo mirase a el.- Soy un arma entonces, pero yo no quiero serlo. No creo que pueda sufrir...solo causar daño. Yo no corro peligro, vosotros si, ¿Entonces porque insistís?¿No teméis por vosotros?¿No me tenéis miedo?¿Acaso creéis que sabéis como ayudarme?¿O seguís planteando como posibilidad mi destrucción?

Paró un instante, como si tratara de recobrar el aliento, aunque no le hiciera falta.

-¿Mi nombre? Yo no tengo nombre...

John observó como la dichosa esfera de energía cambiaba su estado, parecía que, efectivamente, su aspecto iba vinculado a su ánimo, antes, era como ver a un gordo sudoroso cabreado y rojo de ira porque su pedido de Big Mac no llegaba, ahora, era como ver un cachorro abandonado en la calle, al menos, ahora se había calmado. El joven mago dio una calada del cigarro que ya casi se había consumido, lo tiró al suelo, lo pisó y observó a su alrededor, todos los planos místicos empezaban a estabilizarse, pero cualquier imbécil con dos ojos en la cara se daría cuenta pronto de lo que estaba ocurriendo y vendrían a buscar el origen de todo, un choque de planos dimensionales, parece que, definitivamente, algo así  había ocurrido...El inglés se ajustó su corbata y flexionó una pierna para agacharse ante el ser, le miró frente a frente, o al menos, suponía que le miraba a ‘’la cara’’, sonrió de aquella forma tan convincente de nuevo y dijo:

- Las armas no hacen daño amigo, lo hacen quienes las usan, eres libre de marcharte, nadie puede impedírtelo, literalmente, nos reducirías a cenizas antes, pero, en una situación así, necesitarás algún cabrón que te respalde, si me dejas, puedo ayudarte...-  Fue a acercar la mano en signo de amistad, pero recordó lo que pasó la última vez y rectificó mientras pensaba ‘’venga Johnny, ya lo tienes, remata la faena’’...Suspiró, cerró sus ojos con calma y al abrirlos dijo: - En cuánto a nombre, yo, por mi parte, voy a llamarte Chispas ¿Te parece colega? Llamarte cosa de energía no me parece apropiado...Bien Chispas, tú decides si quieres venir conmigo o no...- Tras eso se puso en pie y miró al tipo con mallas y mal gusto para vestirse:

- Bueno, tipo en mallas salido de la nada, debes tener super pesadez, porque parece que no voy a librarme contigo ni con agua hirviendo, insistes mucho en acompañarnos y tal vez un super tipo como tú pueda cubrirme las espaldas si es necesario, por desgracia un lunático como tú con super fuerza y esas tontería, podría acabar conmigo, verás, os ofrezco ir a mi casa, allí estaremos seguros, es decir, nadie en el mundo puede entrar allí si yo no le dejo. – Tras esas palabras hizo una breve pausa y buscó algo en su chaqueta, el paquete de tabaco se le había acabado, refunfuñó algo por lo bajo, lo arrugó y lo tiró al suelo, miró a la bola de energía, al tipo enmascarado y prosiguió con el su charla para finalizar diciendo:

- Sea lo que sea, decidíos rápido, no estamos muy lejos, pero me he quedado sin tabaco y eso me pone de mal humor, además, capto interferencias mágicas, probablemente mis amigos de la Llama Fría ya han captado la presencia de Chispas y están de camino...- Luego chasqueó los dedos mientras susurraba unas palabras, una tenue luz azul les rodeó: - Es un escudo, toda magia para rastrearnos que usen pasará a través, como si no existiésemos, pero no sé cuánto aguantará porque mi magia está muy tocada, así que ¿Qué decidís? – Tras eso se enfundó las manos en los bolsillos de la chaqueta, moviendo las manos impaciente, eso de no tener nicotina le afectaba de sobremanera, estudiaría empezar a usar parches para cuando se quedase sin tabaco.

Off: Siento la tardanza.

Peter Parker no entiende nada de nada:

-¿Llama Fría? ¿Qué es eso, alguna secta nueva de la que no he oído hablar?

"Muy chistoso, Parker, pero más te vale escucharle. A lo mejor se refiere a una de esas órdenes de las que me comentó el doctor Extraño."

-Bueno, no sé vosotros, pero si este asunto toca el asunto mágico, es probable que lo mejor sea que nos movamos a un lugar donde podamos estar seguros. Si tu casa no está muy lejos, podemos ir moviéndonos hacia allá ahora mismo, pero si no, entonces deberíamos buscar protección donde el buen Doctor o algún lugar parecido. Además, antes que nada debemos asegurarnos de que nadie sale herido.

Acto seguido, Spidey se acerca a Chispas con cautela y le dice con tono tranquilizador:

-Escúchame, amigo. No sabemos quien te creó, o si tu propósito fue realmente el de ser un arma. Pero lo que no nos cabe duda es que eres un ser con el que se puede razonar y tratar, y para mí, eso quiere decir que no eres un mala persona. Mi deber es ayudar a todo el mundo, no importa su aspecto. Además...

Parker mira a su alrededor con un gesto de preocupación en el rostro. Con tantas emociones, no había tenido tiempo de fijarse en el estado de pánico en el que parecía haber entrado la ciudad. Gritos de miedo y sorpresa parecían inundar la avenida, y tanto a lo lejos como de cerca, veía edificios por los que nunca había pasado o trepado. No había duda que el "desastre" que Chispas (qué demonios, era un nombre que le describía bastante bien) mencionara estaba ocurriendo en toda la ciudad al mismo tiempo. Si lo que dijo el tipo gruñón de que corrían peligro era cierta, les convendría moverse lo más rápido posible, pero también era su deber arreglar la situación.

-De hecho, me gustaría predirte algo. Todo este caos, toda esta catástrofe está afectando a la ciudad, y aunque al final nos escondamos en el piso de nuestro amigo, debemos empezar por salvar a los que podamos. No podemos simplemente dejarlos aquí. Y algo me dice que podrías ayudarnos.

En cierto modo, se la está jugando, pero Peter siempre ha aprendido a confiar en su instinto: aunque instantes antes su instinto arácnido le había zumbado como una batidora, ahora se había calmado hasta quedarse prácticamente inerte: eso le decía que lo que quiera que podía hacer el Ente estaba bajo su control, y quizás, de alguna forma, podría emplearlo para echarle un cable en la tarea que se iba a imponer ahora. Dirigiéndose a ambos, empieza a argumentar:

-Escuchad, sé que sois nuevos y que esto no os afecta, y además, tampoco es seguro que pueda confiar en vosotros del todo. Pero, por encima de todo, mi deber es ayudar a la gente siempre que lo necesite, y eso incluye salvar a los que pueda mientras aún no sea tarde. Ambos tenéis poderes, los he visto, y si pudiérais hacer algo para aliviar esto, podríamos ponernos en marcha enseguida. Si no podéis hacer nada, siempre podéis usar vuestras manos para sacar a las personas de los escombros. Pero lo que tengo claro es que no voy a dejar que nos vayamos de rositas y no hagamos nada en absoluto. Como bien dices, engabardinado, soy bastante cabezón cuando hace falta, así que no discutamos y pongámonos en movimiento.

Los esfuerzos de ambos terrestres por hacerle sentir mejor se fueron pronto eclipsados por el entusiasmo de la criatura al recibir un nombre, por poco impersonal que fuera. ¡¡¡Chispas!!! Se llamaba Chispas, o al menos de momento. Le entidad volvió a elevarse cambiando de color a uno más vibrante y de el surgieron aparentemente dos ojos y una boca que se tornó en una gran o para decir : ¡¡¡¡CHISSSSSPAAAAAAAAAAAASSSSSSS!!!!.


-Entonces ¿me voy con vosotros? ¿No hay problema? ¿Tenemos que salvar a la gente? ¿Eso me hará un super héroe como vosotros? ¿Tendré mallas?¿Tendré sobrenombre? ¿Es Chispas ya un sobrenombre? ¿Como ayudo?

Estaba claro que su personalidad era muy cambiante aún, pasaba de un estado a otro tan fácilmente. Quizás si fuera capaz de estabilizarse, lo harían también sus cualidades “especiales”.

-Yo quiero ayudar, si. ¿Así dejaría de ser un arma en teoría?  Bueno...entonces..¿que hacemos? ¿Qué hago yo?

Le acababan de dar un dulce a un niño al cual el azúcar lo volvía altamente hiperactivo.

John chasqueó la lengua, lo que en un principio era un paseo se había convertido en una misión por salvar a decenas de personas de aquel desastre causado por su nuevo amigo, la esfera de energía con luz cegadora que elimina todo lo que toca, a la que John había llamado ‘’chispas’’, el tipo de mallas decía que tenían que jugar a ser héroes, que tenían que dedicarse a salvar a personas que, tarde o temprano, morirían aplastadas por un edificio, asesinadas por sus congéneres por comida y otras muchas barbaridades, aquello era el infierno y hacer actos humanitarios en el infierno, era sin duda una estupidez...El inglés agitó sus manos nervioso dentro de los bolsillos de su gabardina mientras analizaba la situación, esa bola con ojos y boca que parloteaba como un maldito crío de 5 años no ayudaba a John a concentrarse...Cerró los ojos y meditó en silencio un par de minutos, finalmente sacó las manos de los bolsillos mientras abría sus ojos y se dirigió al enmascarado:

-Bien, hagámoslo, saquemos a esa gente de los escombros y nos largamos, no tenemos tiempo para más, así que seamos rápidos...- Suspiró y caminando con calma se dirigió a unos escombros de los que provenían gritos, extendió su mano diestra apuntando con la palma de esta hacia la montaña de escombros y gritó con fuerza: - ¡Sorbmocse soátnaveL – Magia inversa, algo se le había pegado de Zatanna después de tantos años, aunque era difícil utilizarla por la complejidad léxica, esta era de la magia más efectiva, así, con naturalidad, los escombros levitaron un par de metros por encima del suelo dejando al descubierto a toda la gente que había bajo ellos, algunos con rasguños, otros heridos de gravedad, aunque parecía que habían tenido suerte, no había ningún muerto bajo los escombros.

El mago pasó su mano libre por la frente, se secó el sudor con calma y volvió a suspirar mientras la gente que podía, salía por su propia cuenta de los escombros, empezaba a agotarse, había usado mucha magia en muy poco tiempo, eso iba a pagarlo caro, desde luego que si, y todo por una panda de personas estúpidas que ni siquiera le importaban una mierda, ahora extendió su mano zurda mientras la diestra continuaba sujetando las piedras que levitaban sobre las cabezas de los que no podían moverse, el inglés susurró unas palabras en un extraño idioma y unas cadenas de color verde salieron de su mano zurda, sujetando a la gente por la cintura y arrastrándolos fuera de la zona, para cuando todos estuvieron fuera de allí, Constantine apartó sus manos y los escombros volvieron a caer, provocando una gran humareda, salió de la zona tosiendo y se acercó al enmascarado y chispas:

-Espabilad, haced lo que tengáis que hacer y nos largamos, pero daos prisa de una vez, maldita sea, necesito un cigarro...-

-Guau. No se si está bien que te lo diga, pero eso ha sido impresionante, incluso teniendo en cuenta los rayos de antes.

Por lo pronto, las personas que estaban más cercanas al desastre se habían salvado. Spiderman podía concentrarse ahora en los detalles menores: sacar a gente los edificios, tratar de controlar la situación...

afortunadamente, la situación no estaba tan mal...en lo que concernía al lío montado por Chispas. La calle parecía haberse dado la vuelta, pero por un golpe de fortuna extraño, parecía que casi todo el mundo había logrado salir con vida. Balanceándose entre las ventanas de los edificios, Spidey trataba de sacar a todos los que podía y llevarlos a la calle. La mayoría estaban bien: otros padecían extrañas quemaduras o cortes no muy severos; y unos pocos no lo habían conseguido. El héroe se mordió la lengua en señal de impotencia: aunque la ayuda de John había sido enorme, pero a este ritmo, dudaba que pudieran hacer mucho más. Además, empezó a darse cuenta de que los problemas no terminaban en la calle: el ruido de la ciudad era evidente.

"Prioridades, Parker, primero salva a los de la calle, luego preocúpate del resto. Si es que puedes salvar a todos los de la calle, claro"

Se había encontrado con otro montón de escombros tremendo en uno de los edificios, una especie de derrumbe que dejaba el acceso a las oficinas imposible. Quizá, con el toque del simpático, podría quitárse el montón del medio y salvar a la gente que estuviera dentro antes de que fuera tarde.

-Ey, gabardina ¿Creés que puedes repetir eso que hiciste con este montón de escombros?

Pero un vistazo rápido le demostró que el tío no estaba con fuerzas para hacer nada. El sudor le corría por toda la cara, jadeaba intensamente, y saboreaba el cigarro con mucha menos parsimonia que antes.

"Debía haber sabido que unos poderes como esos tenían que pasar factura de alguna manera. Bueno, estuvo bien mientras duró."

-Okey, olvídalo tío, recoge aire. - al cabo de una pequeña meditación, Spidey se dirige a la joven llamarada - ¿Y tú que, euh, Chispas? ¿Crees que podrías hacer algo con todo eso? Porque nos ayudaría bastante a terminar con esto.

La entidad chispeante se quedó flotando alrededor de Constantine mientras observaba maravillado como usaba sus poderes y retiraba los escombros con maestría. La criatura estaba literalmente “flipando” con aquello, ¡mover objetos sin tocarlos! El si lo tocaba hacían “pum” y desaparecían, aquello podría ser una solución. Así que mientras el mago rubio tomaba un descanso recuperando fuerzas, la luz chispeante alzaba sus manitas en el aire e intentaba imitarle con otros escombros.

-¡¡¡SORBNOSEQUE TOTAMEN!!!-dijo intentando en un inicio imitarle para finalmente inventarse todo. Se miró las manitas y las zarandeo molesto porque la magia no surtía efecto y volvió a intentarlo.- ¡¡¡SOBTOTAC ORTEMANI!!!

Y nada pasaba, obviamente lo único que estaba haciendo era el estúpido aunque a el le parecía divertido al principio (ahora frustrante porque no entendía porque no pasaba lo mismo si lo intentaba el). Encima luego sacó unas cadenas para terminar de ayudar a los civiles y Chispas acabó por emitir un chasquido algo molesto sintiendo por primera vez los celos.

Cuando se giró flotando para ver que hacía el enmascarado, lo vio volando de aquí para allá sujeto a una de sus telarañas (que curiosamente conocía los elementos con los que las fabricaba desde que tuvo contacto con el desconocía realmente para que servían). Estaba claro que ahí todos sabían hacer muchas cosas que el no...es solo...destruía. Emitió un nuevo chasquido molesto y se cruzó de brazos.

“Chispas”

Reaccionó al escuchar su nombre girando lentamente y mirando a Spiderman quien le pedía ayuda con unos escombros. Como si fuera un niño enfurruñado asintió dando un tercer chasquido y se dirigió a los escombros flotando a baja altura y sin descruzar los bracitos. Simplemente colisionaba con los objetos y los “asimilaba” haciéndolos desaparecer poco a poco.

Regresó con ellos mientras hablaban lo que parecía ser al fin un acuerdo de que hacer y le explicaron que iban a ir a la casa de un tal Misterio. Pero vamos, Chispas seguía molesto cual niño chico así que no dijo nada pero tampoco se negó tras lo cual el trío maravilla se marcharon del lugar una vez asegurado que nada más pasaría.

Spoiler: