Más que un Robo [Emma]

Industrias Frost, un buen objetivo para poder realizar algo malo, pero sin embargo esa acción mala tenía algo de bondad pues lo que haría no lo beneficiaría a él, sino a otras personas, y no de esas personas que ya tienen poder y riquezas, bueno tal vez si, pues sería un mediador para poder beneficiar a los que no tenían. Muy al estilo de Robin Hood, dar a los pobres lo que a los ricos les sobra; esa empresa parecía tener objetos muy caros que bastarían para darle buenas cosas a los pobres. El Velocista no acostumbraba a robar muy seguido, solía hacerlo en su adolescencia comúnmente, pero ahora no tanto y menos siendo a su beneficio. A Industrias Frost no les importaría si tomara uno de sus grandes productos, de igual manera podrían hacer otro y reemplazar el que faltara, además nadie se daría cuenta que se les perdió uno de sus productos.

Ahi estaba Pietro enfrente del gran edificio a 50 metros, observando la altura de la construcción. "Me pregunto dónde estarán esos objetos valiosos..." Pensaba con mucha curiosidad, ese nuevo objetivo parecía ser un gran reto para él, sería como una especie de entrenamiento, estirar sus músculos y romper sus records de velocidad y sigilo. -Manos a la obra! Se decía él mismo para comenzar a caminar hacia la puerta de entrada de ese gran edificio. Llevaba un pantalón de mezclilla, una playera cualquiera y una gorra oscura, un estilo casual. Entró y miró a su alrededor, observar las cámaras era su prioridad por el momento, para saber que tan desapercibido podría pasar. "Me pregunto dónde estará la entrada de los juguetes.." Pensaba al mirar a todos lados. Llevaba consigo una cinta para pegar ¿Qué pegaría con ella? Encontró el ascensor con su mirada y aun guardia a punto de entrar, de inmediato usó su habilidad y al momento de entrar el guardia Pietro también lo hizo, haciendo que la gorra del guardia se cayera en el momento en el que entró. No se percató que Pietro estaba detrás de él y cuando lo vio, Pietro sonrió exageradamente y sacó la cinta. En 5 segundos ya tenía el atuendo del guardia y el guardia estaba en calzonsillos pegado en la pared del ascensor con mucha cinta.

Salió del ascensor y comenzó a recorrer varios caminos, pasillos pasando desapercibido por todos. Tenía llaves de todo y hasta un arma, qué más podía pedir, no estaba desamparado en esa gran empresa por si algo se ponía duro. Después de recorrer por varios minutos por fin encontró el almacén que buscaba, entró sin ninguna dificultad y por suerte estaba solo pero en ese momento se accionó una alarma. -Ups... Creo que encontraron al guardia. Mencionaba de manera graciosa Peter, además nadie le creería al Guardia lo que había pasado tomó dos de los objetos que parecían valiosos, no sabía exactamente qué eran pero sin duda los podría vender realmente caros. Puse en su mochila los objetos y comenzó caminar como si nada hasta que lo encontraron. -Es él! Decía uno y 6 Guardias le apuntaban con su arma. -Tranquilos muchachos. Mencionaba Pietro con una sonrisa, pero los guardias no parecían amigables y como Pietro no entendió comenzaron a dispararle.

Todo transcurría lentamente para Pietro, así que caminaba como si nada enfrente de los guardias y haciéndoles algunos movimientos para cuando todo transcurría normal, todos los guardias se golpeaban a sí mismos, pues Pietro lo había provocado rápidamente. Al ver a todos en el suelo solo comenzaba a reirse de ellos. Pero debía seguir y encontrar la salida. -¿Dónde estaba la salida? Preguntaba confundido Pietro sin recordar por dónde le había dado la primera vez. Caminó como si nada por los pasillos hacia la salida, con los guardias buscándolo por todo el edificio sin saber su localización.

Se estaba cometiendo un delito, ¿de qué grado? No lo sabía Peter, pero no le importaba, era lo suficientemente veloz como para desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Aunque en ese momento se estaba divirtiendo con los guardias, todo se movía en cámara lenta para él al momento de pasar sobre ellos y hacer que se golpearan unos a otros y finalmente tras ver su hazaña desde una vista memorable, solamente se reía y continuaba con su escapatoria y los bellos juguetes que llevaba en su mochila. Sin embargo tras haber apartado a unos guardias, en el otro pasillo ya lo esperaban más guardias. "Esto será más divertido de lo que esperaba." Pensaba Pietro preparándose para correr entre ellos y de esa forma con la expansión de su velocidad hacer que todos fuesen arrojados a las paredes del pasillo.

Aun le quedaba por recorrer unos pasillos más para llegar a unas escaleras que lo llevarían hasta la planta baja, pero mejor quiso ponerle más diversión al asunto y regresó por un elevador. No obstante al estar caminando con rumbo al elevador a 20 metros lo estaban esperando más guardias de seguridad. -Pues cuántos guardias tiene esta empresa. Murmuraba el mutante velocista, y antes de dar un paso algo parecía interrumpir sus pensamientos, como si escuchara la voz de alguien más. -Pero qué demonios... Estoy loco!! Decía Pietro tocándose la cabeza con la mano derecha escuchando esa voz que parecía saber lo que hacía. Después miró al frente, ahí donde estaban los guardias, entre ellos una rubia. -Eso lo explica todo ahora.... Ahhhh, ahora entiendo... Industrias Frost, de Emma Frost! Debía imaginarlo, de haberlo sabido lo hubiese pensado dos veces y de todas maneras hubiera entrado! Mencionaba diciendo con una sonrisa exagerada. -No creí que te importara que me llevara unos pocos de tus juguetes, en fin tu tienes muchos. Mencionaba Peter poniéndole un poco de humor al asunto, sabía perfectamente de lo que era capaz Emma.

No soltó su mochila, la mantenía en sus brazos y miraba fijamente a la rubia con los demás guardias, ahora si que estaba en un completo aprieto al ver que Emma estaba ahí. -Ahora comprendo porque mi padre usa ese casco... quizás deba conseguirme uno igual! Mencionaba Peter para en un abrir y cerrar de ojos moverse a escasos 30 centímetros de Emma y tocarle el mechón de pelo. -Ya te había mencionado lo sexy que te ves hoy? Decía Pietro con ese mismo humor de hace un momento para regresar nuevamente a la posición anterior.

Podría ser bastante fácil salir de aquel lugar, sin ninguna preocupación podría estar al otro lado de la ciudad, aunque tenía la desventaja, pues se encontraba frente a una telépata muy poderosa. Era su punto débil, la mente, ella podría entrar en la mente de Pietro y hacer lo que quisiera con él; era de los momentos en los que el velocista hubiera deseado tener el casco de su padre, de esa manera sería inmune a cualquier habilidad de la telépata rubia. Se cruzó de brazos y puso una cara similar a estar indignado. -Para qué quieres estos objetos, ni los utilizas. Yo se dónde puedo venderlos aun buen precio, no te preocupes. Mencionaba mientras sacaba uno de los objetos de la bolsa y se lo ponía rápidamente a uno de los guardias y otro a Emma -Y este para que funciona? Preguntaba para prenderlo, les había puesto el intercambiador de mentes pero no sabía exactamente de qué manera funcionaba eso.

Al activar el aparato esperaba ver algo asombroso pues esos aparatos eran novedosos e innovadores para él, no quiso ponérselo a él mismo pues podría caer en la posibilidad de cambiarse de mentes y perder su cuerpo con su fantástica mutación, por lo que mejor decidió hacerlo en alguien más y ver las consecuencias. Se posicionó a algunos metros con esa sonrisa exagerada esperando ver alguna señal de que los aparatos funcionaran. -Y bien? preguntaba ansioso por ver el resultado.