Entablando relaciones (Tony Stark, Steve Rogers, Clint Barton, y Celsit) (25/6/2017 Pre-Omega)

Le había comentado lo que había hablado con Sasha unos días atrás y no tenía ni idea de como lo que en principio iba a ser una excursión habían acabado siendo unas vacaciones planeadas de aquella manera, ni siquiera tuve que hacer nada, un día y sin que me diera cuenta de nada Tony apareció diciéndome que todo estaba listo y que esperaba que mi amiga tuviera pasaporte. Parecía encantado ante la perspectiva de pasar unas vacaciones, quizás para él era una novedad pasar unos días de vacaciones que no incluyeran un yate lleno de modelos y actrices, todas ellas acostumbradas a aparecer en las portadas de la prensa rosa y amarillista.

No quería que Sasha se asustara, así que le expliqué de la manera más sutil que pude que sería recomendable que llevara su pasaporte en regla y que la esperaríamos para salir en uno de los aeródromos de la ciudad, desde el que Tony solía despegar con su avión, obviamente y con el trauma de viajar en un vuelo low-cost desde Nueva York hasta Ginebra tan reciente, no iba a proponer un vuelo comercial, además, si no quería que se enfurruñara y tenerlo protestando los 5 días que íban a estar fuera, lo mejor que podía hacer era dejarle que hiciera lo que quisiera, había amenazado varias veces con una pataleta cuando le sugerí un par de cosas, ante la perspectiva de tenerlo enfadado prefirió dejarlo actuar a su aire... ¿Que es lo peor que podría pasar?

Allí estaba esperando, en el aeropuerto, junto a Tony, esperando que el resto llegaran, me había costado un mundo que fuera puntual, pero finalmente había conseguido llegar a su casa con tiempo suficiente para arrastrarlo puntual al aeropuerto, no le gustaba esperar, ni hacer esperar a nadie.

Clint estaba repasando por segunda vez su "maleta", si es que se podía llamar maleta a la bolsa de deporte donde llevaba su ropa para el viaje. No sabía como se lo hacía pero siempre se dejaba algo importante, así que siempre repasaba el equipaje antes de slair de casa.
Había pedido un taxi para que lo llevara al aeropuerto, y en menos de diez minutos habría el coche esperándole abajo.
Todo estaba listo, había dejado a Lucky en manos de Kate...o más bien Kate se lo había llevado sin pedirle permiso, pero sabía que ella le cuidaría mejor que cualquiera, y como sospechaba que no podría llevárselo, lo mejor era dejar las cosas como estaban. Sólo eran cinco días pero echaría de menos al perro, desde el día en que lo acogió el animal se había hecho un hueco en su corazón, uno más grande de lo que le gustaría admitir.

Clint cerró la puerta de su apartamento y bajó las escaleras hasta la portería, al poco rato el taxi llegó, le dio la dirección del aeropuerto y arrancó. Iba bien de tiempo, en 20 minutos habría llegado.

"¿Se va de vacaciones señor?" le preguntó el taxista, a su respuesta afirmativa, el conductor añadió "¿Y a dónde va? Si no es indiscreción...con mi señora queremos ir a algun sitio y no hemos pensado aún dónde."

"La verdad es que no se a dónde voy...Me refiero a que un amigo me ha invitado, y es sorpresa. Si quiere cuando vuelva se lo explico." dijo el arquero.

Tony le había llamado hacía unos días diciéndole que se irían de vacaciones con Steve, Astrid y una amiga de ella, a la que no conocía. Y tampoco le había dicho a dónde pensaba llevarles, sólo le dijo que tuviera el pasaporte en regla (como si no lo tuviera ya...). Así que con cierto nerviosismo, Clint pagó al taxista y se bajó del coche.

Fue fácil reconocerlos, se dirigió a ellos, dejó caer su bolsa en frente suyo y les saludó.

"¿Soy el primero en llegar?" dijo sorprendido.

En un principio, a Steve todo le pareció una broma. Una de esas que Stark le gustaba gastarle cuando se aburría pero, cuando insistió tanto, el capitán empezó a ceder. “Vamooos, nos lo pasaremos bieeen”, le dijo, “Nos tomamos unas vacaciones lejos de SHIELD y los malos, ¡nos las merecemos!”, y tras saber que no irían los dos solos, aceptó.

Porque no pensaba ir a solas de vacaciones con Stark, prefería pasarse una eternidad solo que un fin de semana en un lugar desconocido con el señor Tony Stark y sus chistes malos sobre el capitán América y el Titánic.

Después de hablar con Clint y confirmar que él también iría, empezó a preparar la maleta, lo que necesitaría para… para… No le había dicho ni dónde iban, era una sorpresa, así que se dedicó a llenar la maleta de ropa básica y lo que creía que podría necesitar. Pensó en envolver el escudo y llevarlo consigo, pero no lo creyó necesario, así que lo guardó en una funda al interior del armario. Recogió las llaves del apartamento, revisó que todo estaba correcto y bajó a buscar un taxi, camino al aeropuerto.

Allí se encontró con la pareja Stark y Astrid y, al parecer, Clint acababa de llegar. Según le habían comentado Natasha se encontraba fuera, por lo que no podía venir, y Banner andaba desaparecido, teniendo en cuenta que Thor nunca se apuntaba a esas salidas… Ya estaban todos y Steve había sido el último en llegar.

Saludo a sus compañeros estrechando la mano a Clint, con un suave abrazo a Astrid y, por último, otro apretón de manos a Tony.

- Bien, ¿nos vas a decir ahora dónde nos llevas? – Miró alrededor suyo. - ¿Ya estamos todos, verdad?

Como odiaba esperar a la gente. Todo por culpa de la rubia malvada que me había liado la cabeza y allí estabamos, esperando, los primeros... ¡Los primeros! Que horror. Refunfuñaba de vez en cuando y le soltaba frases de reproche a Astrid. Y bueno, ahí estabamos esperando a la demás gente para comenzar las deseadas vacaciones, para mi gusto sobraban tres personas, pero se hacía lo que se podía con lo que se tenía.

La idea del fin de semana de Astrid había sido la escusa perfecta para extrapolar la situación y hacer un viaje de una semana a una isla del pacífico. Lo bueno: bebidas tropicales, sol, calor, playa, Astrid en bikini todo el día. Lo malo: El capi, Clint y la amiga de Astrid. Y los mosquitos también.  

El primero en llegar fue Clint.

- Muy observador Robin Hood, ¿Qué tal te trata la vida?

Comenzamos un diálogo de cosas triviales hasta que llegó el capi.

- Por favor Steven, ¿crees qué soy la clase de hombres que destripa el final de la película? Ya verás donde vamos cuando estemos allí,  no seas impaciente. Y no, no estamos todos.

Mire el reloj y luego a Astrid con cara de "te lo dije", pero bueno, poco se podía hacer ya. Me volví a sentar cómodamente a la espera de la invitada especial.

FDI: Uso la negrita como pensamientos que tiene mi PJ en el momento. Y perdón por el tocho ^^u es un post que me hacía mucha ilusión.


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Me desperté bastante pronto para comprobar que lo tenía preparado. No soportaba llegar tarde NUNCA y bajo  ninguna excusa. Macuto listo, equipaje de mano, caja especial, documentación... ¡Perfecto! Aún recuerdo cuando Astrid me lo propuso. Vacaciones... Ansiadas vacaciones. Preparé para la ocasión una caja generosa de dulces variados con bombones, cupcakes y algún donut. En los viajes siempre entraba el hambre y como generalmente hay que estar una hora antes de que salga el vuelo, igual apetecía. Me pedí un taxi al aeropuerto y tras recoger mis maletas dejé que la ilusión me invadiera decorando mi cara con una sonrisa de idiota, mordiéndome el labio con nerviosismo. Entré al aeropuerto y busqué el tan característico cabello rubio de mi amiga, poniéndome de puntillas y estirando el cuello alguna que otra ocasión, aunque no hiciese mucha falta, en un intento iluso de hacerla aparecer. Como un rayo de sol, distinguí el oro de su pelo y una silueta de espaldas a su lado. Me recoloqué la mochila de cuero que llevaba de equipaje de mano y la tira del macuto de equipaje. Aceleré el paso y me acerqué esquivando el tráfico de gente habitual. Supuse que el chico que estaba con ella era Anthony. Aún recuerdo lo nerviosa e insegura que parecía cuando me habló de él y lo bien que le sentó el desayuno. Si le tenía tan absorbida como parecía tenerla supuse que la noche anterior habían dormido juntos y vinieron a la vez. La verdad es que para lo que vi pegaban bastante, y se les veía bien juntos.
Me faltaban 4 metros o así para llegar hasta ellos y fue cuando él giró la cara. Su rostro... eh.. espera. Espeeeera... esperaesperaesperaespera ESPERA.
¿¡QUÉ!?
Vamos a ver... Sasha, tranquila. Respira hondo.
Mientras mi mente se ponía en orden mi cuerpo hizo un mutis involuntario hacia una columna gruesa del aeropuerto, ocultándome.
Ese era Tony Stark... Tony. ¿¡ANTHONY!? QUÉ HIJA DE PUTA
"Se llama Anthony pero todo el mundo le llama Tony"  ¿Soy una ilusa por no creer que todo el mundo era TODO EL MUNDO?
Pero no puede ser, a ver... Y decidí asomarme para volver a verle la cara.  
Vaaale, no cabía lugar a dudas. Astrid estaba con Tony Stark. Volví a asomarme y vi a un chico rubio llegar, soltando su mochila.
Vale, bien, por lo menos han invitado a gente normal, no estaré tan incómoda.
Fue entonces cuando hizo un gesto echando una ojeada general al aeropuerto y vi al maldito Robin Hood moderno. Dios...No me jodas, ¿en serio? QUÉ HE HECHO YO. Si yo soy una mindundi ¿por qué Astrid me invita a estas cosas? Me quedé mirando al rubio, la verdad es que era mucho más guapo en persona.
Me eché un vistazo a mí por encima cuando me di cuenta de que llevaba ahí un buen rato. Tendría que salir en algún momento...¿no? Me miré para comprobar que estaba bien. Bueno... me vestí con ropa cómoda y sencillita, pero no iba mal. Vestido cómodo, botas cómodas, cazadora de por si acaso, las manos y muñecas despejadas como siempre... Mis manos. Cierto, mis poderes. Di por hecho que los vengadores tenían noticia de la mansión, de Xavier, de los mutantes... ¿Y si se lo dijese? Astrid no lo sabía pero... No sé. Ellos tienen justificaciones "normales" a sus habilidades, dinero, preparación militar, experimentación, pero... Yo creo que nací con esto. ¿Y si me tachasen de monstruo como el resto?
Sacudí mi cabeza disipando esas ideas. No era momento de pensar en ello. Volví a asomarme y vi llegar al último del grupo. Mr. Patria... Vale. Tranquilizate Sasha... Tienes que asumir que te vas a ir de vacaciones con tu querida amiga Astrid y sus queridos amigos LOS VENGADORES.
No podía salir con esa actitud. Cerré los ojos, respiré hondo tres veces, haciendo las 3 fases de la respiración para relajarme. Tal y como me enseñaron en el circo. Tranquilidad, calma. Ellos al fin y al cabo no hacían algo tan diferente a lo que hago yo cuando en la mansión me necesitan. Yo también tenía un traje de batalla aunque lo sacase poco del armario. Yo también tenía habilidades y la misma voluntad de protección.  Yo no era menos que ellos y estaba de vacaciones.
Doble o nada.
Me enganché del hombro izquierdo la mochila grande y del derecho la mochilita de mano mientras que con una mano agarraba por los hilos la caja de dulces. Aceleré el paso llegando desde la espalda de Astrid, para saludarla la primera, aunque el primero que me vería sería Steve Rogers. Llegué con una sonrisa de naturalidad que me salió mejor de lo que me esperaba. Dentro de mí un amasijo de nervios eran contenidos por la experiencia del espectáculo. Llegué casi trotando y una mano se posó en el hombro derecho de la mujer que hacía de nexo entre el resto de grupo y yo.

- ¡Hola a todos! Perdón, ¿Lleváis mucho esperando? - Sabía de sobra que acababan de llegar, pero la cortesía se solía agradecer. Aproveché la pausa para darle un beso en la mejilla a mi amiga - Soy Sasha, encantada de conoceros - dije apoyando la mano libre sobre mi pecho. Sonaba mucho más tranquila y natural. Estaba saliendo bien. Le tendí la caja a la chica hasta que la cogió con sus propias manos. - Es un detalle tonto que he hecho para todos, espero que os guste. - Me esmeré especialmente en esos dulces. No es lo mismo prepararlos de serie para venderlos en la tienda que hacerlos en casa, gastando tiempo libre y dedicación a atender que ni una filigrana de chocolate fundido se tuerza. Y me quedé con una sonrisa natural mientras mis ojos se fijaban en detalles de los rostros y vestimenta de lo que iban a ser mis compañeros durante el siguiente fin de semana.

Tony ya estaba gruñéndome y protestando, pero yo hacía mi mejor esfuerzo en ignorarle; sabía de sobra que no era nada puntual con esas cosas y prefería que le esperaran a él a tener que esperar él a nadie, pero aunque el avión fuera suyo, no éramos los únicos que íbamos a viajar y habíamos quedado con más gente a la que no sería apropiado hacer esperar, no sólo por mi amiga, sino también por los demás, que siempre les hiciera esperar no significaba que estuviera bien hacerlo.

Cuando Sasha llegó y se presentó extendió una caja que seguramente llevaba dulces, pero en ese momento no me importaba. ¡Había llegado! ¡Y nos iríamos de vacaciones todos juntos! Todavía no terminaba de acostumbrarme a la presencia constante de los compañeros de Tony cerca de mí, ya que ahora estaba con él pero procuraba verlos con la normalidad que se merecían, suponía que agradecían que alguien los tratara como personas y no como héroes en constante guardia, hambrientos de reconocimiento. Eran bastante normales cuando los conocías y procuraba tratarlos con esa normalidad. Así que me lancé a los brazos de Sasha para abrazarla al tiempo que cogía la caja del cordel y la estiraba hacia atrás esperando que alguien la cogiera. En ese momento estaba más emocionada por la presencia de mi amiga que por sus dulces. Cuando la solté me dispuse hacer de buena intermediaria.

- Sasha, te los presento, él es Tony, y ellos son sus amigos, Clint y Steve. Y creo que deberíamos ir embarcando. Tony, subimos las maletas o se encargan aqui?

No había volado más que un par de veces en su avión y todas ellas habían sido sin equipaje, así que no tenía muy claro que teníamos que hacer ahora con las maletas, normalmente, en un vuelo comercial llevabas tu equipaje de mano y facturabas lo demás si no querías o no podías llevarlo en cabina, pero claro, en la cabina del avión de Tony no había repisas para guardar el equipaje y lo único que podías guardar era poco más que un bolso, y no sabía si teníamos que cargar nosotros las maletas a la bodega o el personal del avión se hacía cargo. Era con cosas de estas que Tony estaba tan habituado que yo me sentía completamente una paleta a su lado, claro que tampoco es que él se encargara de su equipaje, que yo supiera siempre se encargaba Pepper de ello, estaba esclavizada...

Esperé a que Tony me dijera lo que hacer con el equipaje antes de embarcar rumbo a unas estupendas vacaciones paradisíacas. ¡Con un poco de suerte hasta me broncearía! Aunque no descartaba ponerme roja como un tomate, así que llevaba vario tipos de after sun, por si las moscas y un buen protector solar, quería estar al sol, no cocinarme el primer día y quedarme el resto del tiempo a la sombra...

Clint estaba contento con el equipo que formaban...¿Equipo? Mejor decir "grupito", gajes del oficio...
Tony es el alma de la fiesta, vaya dónde vaya, y aunque aún no tenía mucho trato con Astrid, sabía que era un cielo. Siempre era bueno contar con la presencia de Steve, y en parte también recomfortante. Y Sasha, la amiga de Astrid, parecía bastante agradable...Y había traído dulces, eso era buena señal. Con todo, tenía la sensación de que, fueran a dónde fueran, serían unas vacaciones muy entretenidas.

Clint decidió llevar su equipaje él mismo a la cabina, no abultaba demasiado y prefería llevar sus cosas siempre con él. Perder el equipaje cuando vas de vacaciones es de las peores cosas que te pueden pasar, mejor dicho de las peores que te pueden pasar si no llevas una vida como la de la mitad del grupo, dónde es habitual encontrarte gente de HYDRA a la que patear mientras intentas tomar el sol en alguna playa...

De camino al jet privado de Stark, Clint intentaba averiguar su destino sin ningún éxito. Mientras andaban tenía a Tony y a Astrid enfrente, y a Sasha al lado de su amiga, el Capitán y él se habían quedado detrás para no ocupar todo el pasillo mientras andaban. Se sentía muy normal, con un grupo de gente muy normal... y eso le hizo preguntarse si Sasha estaría a gusto. Astrid estaba acostumbrada ya a ir con ellos, estaba con Tony, no se puede estar más acostumbrado que esto. Pero su amiga era una chica normal, y ellos daban la nota claramente (por suerte nadie sabía que llevaba su arco plegable en la bolsa, no podía ir a ningún sitio sin un arco y unas pocas flechas, y esto si que habría dado la nota...).

Mientras le contaba a Steve unos problemas que había tenido con una mafia en su barrio, y de cómo les había pateado el culo, se dió cuenta de que esto no hacía que parecieran normales, al contrario, pero a la que empezó a pensar en algún tema de conversación más corriente vió que ya habían llegado al jet y decidió dejarlo para otro momento...Igualmente estas cosas no se le daban especialmente bien, y aún menos si las forzaba.