Con O de Okupas [Coral]

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Raven miró por enésima vez el techo de la cueva. Por primera vez en años, se sentía oprimida por las cuatro paredes de lo que era su hogar, y no era para menos. No te dabas cuenta de lo dependiente que eras de tus poderes hasta que de pronto Richard Grayson te lo prohibía tajantemente, te ponía esa cara de enfado que te hacía sentir culpable y poco más que te ponía un dispositivo de vigilancia las veinticuatro horas no fuera que el golpe fuera a peor y todo eso.

Era un engorro, podía curarse a sí misma si le dejaban, pero después del discursito de Nightwing, no deseaba un segundo, o un tercero. Así que no le quedaba más remedio que aguantarse y vagar por la cueva con la cabeza vendada. No podía esperar a que le quitasen las vendas y dijesen que estaba bien, que no había ningún peligro de derrame cerebral ni ninguna sandez.

¡No era humana, maldita sea! ¡De algo tenía que servir su ascendencia demoniaca! Pero nada, Richard estaba empeñado en tratarla como si fuera una niña pequeña y desvalida, como si fuera Bárbara o algo peor.

La hechicera se incorporó con un bufido mientras cerraba el pesado tomo de arte griego que había estado leyendo, apartando un mechón de pelo rebelde en el proceso. Lo mejor era irse a la cocina, prepararse unas palomitas, algo de beber y matar algunas neuronas viendo la televisión. Era algo más típico de Víctor, o Garfield, pero a veces una buena película de terror le levantaba el ánimo.

Especialmente cuando el resto de chicos gritaban como nenazas a su alrededor. Echaba de menos esos tiempos, tiempos más inocentes, más tranquilos. Antes de tantas muertes y antes de llegar a adultos.

Justo cuando volvía al salón con un enorme cuenco de palomitas y un pack de latas de cocacola zero, oyó cómo se activaba el cacharro ese que usaba ondas zeta para teletransportar a gente dentro del monte, y se giró para ver a la recién llegada

Coral no entendía por qué insistían en que utilizara aquella cosa. ¿No era más fácil abrir un portar para llegar hasta la base? Si total, no le costaba tanto. Pero no, querían que aprendiese a viajar de aquella forma también, "por si acaso". Pero si de algo estaba segura es que acabaría por usar su método, y no sería en mucho.

Bostezó un poco, estirándose. Era increíble como en tan poco tiempo ya se había adaptado a vivir en la torre como un miembro más de la Young Justice, algo que hasta hacía un mes y poco más habría considerado imposible, o...irreal. Aunque no iba a dejar la universidad por ello, y compaginar eso con el trabajo de "heroína" no era fácil. Menos mal que contaba con sus habilidades telepáticas en caso de que se viese en un apuro...

Pero bueno, la cosa es que era de noche y no había mucho que hacer, así que lo mejor sería ir directamente hacia su habitación, aunque no sin antes pasarse a cenar algo. Encerrarse con el estómago vacío no iba a ser la mejor opción, así que...pero cuando iba a ir hacia la cocina  se paró a los dos pasos: cerca de ella había alguien que le resultaba familiar, una chica con la que había tenido algún que otro contacto, y una supuesta veterana de los Teen Titans, según le explicó Dick hacía poco, cuando le preguntó por quienes formaban el grupo y qué hacían. Pero no fue solo la chica la que captó por unos momentos su atención, sino lo que llevaba en las manos; un cubo de palomitas....dulces. DULCES. Sus favoritas. Las únicas que existían para ellas. El olor le entró por las fosas nasales, llegándole hasta el estómago, que casi rugió de placer. Y unas cuantas latas de cocacola.

Contando con que eso era el salón...(en el mes que llevaba viviendo ya se conocía toda la instalación) seguramente iría a ver la televisión, como ya había visto a más de uno.

-¿Te importa que me una al sofá?-preguntó directamente, sin darle muchos rodeos. Necesitaba relajar la mente y ponerse cómoda después de las clases. -A lo que sea que vayas a hacer. -y sonrió ligeramente- Pero solo te pediré que me dejes robarte unas cuantas de esas. -y señaló el cuenco. Necesitaba ese azúcar de colorines en el cuerpo ya.

Y apareció la última adición al equipo de los Jóvenes Titanes, Coral, también conocida como Nightwind. Se miraron mutuamente durante unos segundos, y después Raven siguió la mirada de Coral hacia las palomitas dulces, y después la devolvió a su rostro. La hija de Trigon vestía con un pijama de pantalón y camisa de color azul suave con ositos de peluche estampados en él de distintos colores, lo que hacía que pareciese totalmente fuera de lo normal respecto a su aspecto normal.

Por supuesto, había una clarísima culpable: Starfire. Raven no había tenido la suficiente presencia como para decirle que no a que le comprase ropa cuando había sido resucitada por Brother Blood, y parte de su armario aún tenía el toque de la tamariana, sobre todo en las prendas que rara vez se cambiaban

-¿Te importa que me una al sofá? preguntó la nueva, a lo que Raven simplemente negó con la cabeza -A lo que sea que vayas a hacer. Pero solo te pediré que me dejes robarte unas cuantas de esas.

Iba a ver una película de miedo algo antigua comentó la semidemonio mientras se acercaba al sofá, indicándole con un cabeceo a Coral que la siguiese es una vieja tradición de cuando éramos más adolescentes, así que sigues siendo bienvenida. Aunque te aviso que no es lo mismo sin Víctor soltando gritos de colegiala asustada. comentó con cierta tranquilidad. La verdad es que echaba de menos a Cyborg chillando, o a Nightwing (por aquél entonces Robin) y Aqualad intentando mantener la compostura. O incluso a Stafire gritando mientras abrazaba el cojín.

Eran buenos tiempos, sin duda. Dejó el bol con palomitas en la mesa y el pack de latas en ella y recogió la película. Era un VHS algo antiguo, uno diría que de los primeros después del Betamax, enseñando su carátula

Es un clásico comentó mientras se agachaba al lado de un antiquísimo reproductor de VHS que se encontraba debajo de la tele de plasma. Desentonaba en gran medida con el resto de las instalaciones. Sopló con cuidado la fina capa de polvo y metió con mimo la cinta en el reproductor Aún estás a tiempo si tu paladar es demasiado refinado. Te advierto que esta película ha hecho esconderse detrás de un cojín a una princesa tamariana y hacer poner cara de póker a Nightwing

Ante el gesto de la cabeza de Raven para que se apuntase, Coral le siguió enseguida hasta el sofá, escuchándole en silencio mientras decía todo aquello sobre la película.  La carátula ya llegó a captarle la atención, pareciéndole original y con un pitching que enganchaba.

-Puede ser todo lo antigua que quiera, si es buena, merecerá la pena. -dijo lo que plenamente pensaba. Coral se había tragado muchas películas a lo largo de sus dos años como universitaria independiente, pero de terror tampoco había visto tantas, quizás porque nunca había tenido nadie para verlas. Pero si esa vez iba a estar ella...

Una sonrisilla de emoción salió de los labios de Coral, sintiendo un repentino cosquilleo en el cuerpo, culpa de la alegría que le entró en el cuerpo. Y ese sentimiento se incrementó cuando comentó el efecto que tuvo sobre la conocida Starfire y su mismísimo mentor. Lo admitía, imaginarse a Nightwing con aquella cara era lo suficiente gracioso como para sonsacarle una repentina risa.

-Si consiguió eso entonces me parece más que correcto el verla. -afirmó con aquel leve entusiasmo que se pudo ver en su cara.

-Solo dame un momento! Me cambio en un plis y....-fue diciendo aquello mientras que se giró hacia la izquierda, haciendo aparecer una de sus brechas, abriéndola de una forma rápida eficaz y metiéndose dentro. Unos pantalones salieron disparados hacia la silla de la mesa que había en lo que claramente se veía que era una habitación, y en tres minutos (o menos), Coral apareció con su pijama: unos leginns que simulaban el estampado del espacio y una camiseta blanca simple, con escote en forma de triángulo.

-Listo! -dijo saliendo saliendo de su portal, cerrándolo tras de si y tirándose casi instantáneamente al sofá, para ver cómo la contraria preparaba el vídeo. Así que en el momento en que Raven encendió la televisión y puso el VHS, Coral dio dos palmadas, haciendo que la luz se apagase, y sacando una lata para cada una.

-Toma. -dijo tendiéndole la lata en el momento en que la otra se sentó, dirigiendo la mirada hacia la pantalla de la televisión.

Raven observó en silencio cómo la recién llegada hacía uso de sus poderes. No eran muy diferentes de los de Nexus, si descontábamos que el muchacho los creaba gracias a los artilugios de sus guantes mientras que Nightwind los usaba de manera innata. Es posible que ambos se terminasen llevando bien, aunque dudaba mucho que no intentasen competir, ya fuera porque compartían al mismo mentor o porque compartían poderes.

Lo que estaba claro es que no se iban a aburrir en el Monte Justicia.

Tras unos segundos de espera, Coral volvió a reaparecer por la misma brecha, vestida más acorde a una fiesta de pijamas. Lo cual no era algo demasiado alejado de la realidad, teniendo en cuenta que prácticamente eran los únicos titanes que hacían vida en el monte. Si se descontaba a Connors, y ese rara vez estaba de cuerpo presente, con eso de pasarse todo el día fuera con la esfera, adoptando cosas más extravagantes con cada salida.

Recogió la lata con un suave cabeceo y le dio al play en completo silencio. Si había algo que caracterizaba a Raven es que era especialmente silenciosa, tanto verbal como mentalmente. Intentar sondearla era como intentar ver a través de una puerta cerrada herméticamente: Sólo podías percibir algo si lo que había al otro lado decidía salir por su propio pie.

Tras un sonido algo ominoso que indicaba que tanto el VHS como el reproductor no andaban en sus momentos de juventud, la película comenzó, y Raven se acomodó y recostó en el sofá, colocando el cuenco entre ambas para facilitar el alcance a los dulces a ambas.

La película en sí era un claro exponente del cine de terror de los ochenta: Era inocente, tenía mucho humor negro y unos efectos especiales que se habían quedado muy anticuados pero que el daban un cierto saborcillo muy particular. Aún así, la historia no estaba ni tan mal: El protagonista era un escritor de novelas de terror que había perdido a su hijo cuando se encontraba con su tía en misteriosas circunstancias. El hombre se había mudado a la casa de la susodicha cuando esta falleció, y al cabo de poco tiempo, empezaron a aparecer cosas sobrenaturales (entre ellos, el cadáver especialmente mal hecho de la antigua dueña) y todo apuntaba a que su hijo estaba mantenido dentro de la casa.

En general, el ritmo narrativo era muy bueno, con unas cuantas escenas de sobresalto bastante bien colocadas y con un final en teoría feliz... con sobresalto final tal y como exigían las películas de esos tiempos.

A lo primero que atacó la mística fue a aquel gran bol de palomitas dulces. ¿En serio alguien podía llegar a dudar de que no iba a ser así? Por suerte, no era de esas personas que hacía un ruido excesivo cuando las comía, sino que era bastante silenciosa.  No, en serio. ¿Cómo una persona podía llegar a masticar y conseguir que lo escuchase medio cine?  Más de una vez le había salido decirle mentalmente un "Para ya o te meto el cubo de palomitas entero.", en los cuales las reacciones habían sido desde dejar de masticar a salir corriendo de la sala.

Eso sí, todos los demás que estaban en el cine lo agradecían.

El sabor dulce de los diferentes colores invadió todo su boca, complaciendo sus sentidos gustativos. Aprovechó para abrir su cocacola y cruzó sus piernas en el sofá, para sentirse más cómoda, escuchando como por fin la película empezaba, mirando fijamente la pantalla.

Teóricamente tenía que ser de terror, sí, pero es que durante el transcurso de la película lo único que pudo hacer fue reírse como una posesa en muchas de las escenas. No estaba mal, eso desde luego, pero viendo todo lo que había visto y en eras más modernas, era imposible pensar que eso podía dar miedo. ¿Cómo había conseguido asustar ESO a Nightwing y otras personas? Porque matar a sustos no, pero a risas, seguro.

El bol de palomitas había quedado básicamente vacío, con tan solo aquellos trozos de maíz que no se habían llegado a hacer y que estaban duros como una piedra, y a la lata solo le quedaba el culo.


-No ha estado mal! -comentó, mientras aprovechaba para estirarse e intentar desentumecer sus hombros y la parte alta de su espalda. Volvió entonces su mirada hacia la sombría chica, con una leve sonrisilla en sus labios, amigable y a la vez con cierto tono de picardía que a veces aparecía de forma involuntaria.

-La próxima vez que hagas otra cosa de estas, avísame, please.

Y esa petición no era mentira.

Cualquier persona decente hubiese dicho de irse a dormir después de eso, o a hacer cualquier otra cosa, pero Coral ni tenía sueño...ni tenía nada que hacer.

-No ha estado mal! Raven centró su mirada en Coral y asintió suavemente. Sí, era cierto, era una buena película, muy divertida, y completa. Por supuesto, que le trajese recuerdos de mejores épocas ayudaba a que la viese como una gran película.

La morena comenzó a rebobinar la cinta con aire distraído, apagando inmediatamente después el reproductor de vídeo. Al menos, hasta que Coral volvió a hablar

-La próxima vez que hagas otra cosa de estas, avísame, please.

Bienvenida oficialmente a los Teen Titans. Prepárate para que no te haga nadie un seguro de vida. replicó con cierta suavidad, volviendo a centrar la mirada en el televisor, perdiéndose en sus recuerdos por unos instantes Hace muchos años ya que no lo hacemos, pero antes todos los Titanes nos reuníamos a menudo para ver películas de terror o de aventuras en realidad el resto se reunía y a ella la arrastraban. Y a Kaldur Incluso a veces nos íbamos a tomar pizzas, pero por desgracia la pizzería cerró

Se volvió a quedar en silencio unos segundos, antes de cruzar las piernas, quedándose sentada en la posición del loto, pensativa. Entonces, volvió a centrar su mirada en Coral.

La noche es aún joven. ¿Quieres hacer algo más?

-Bienvenida oficialmente a los Teen Titans. Prepárate para que no te haga nadie un seguro de vida.


Coral soltó una ligera risilla por eso.

-Creo que ya estoy más que acostumbrada...-murmuró, o más bien pensó en voz alta, y es que con aquellas palabras los recuerdos acudieron a su memoria, recordando que en realidad tenía a toda una sociedad subterránea con asesinos bien entrenados que posiblemente quisiesen darle caza...aunque siempre intentaba pensar que no era así, que desde su huida la habían dejado tranquila.

-Dudo que fuese la única pizzeria...de hecho, en Gotham hay varias. Podría pasarme a buscar alguna una de estas noches y traerla para cenar. Te apetecería?

-Hace muchos años ya que no lo hacemos, pero antes todos los Titanes nos reuníamos a menudo para ver películas de terror o de aventuras.

Y su natural y alegre sonrisa bajó un poco de tono. Era una lástima. Aunque ella solo podía hacerse una idea idealizada de cómo podían haber llegado a ser aquellos tiempos. A fin y a cuentas, siempre había estado sola.

-Incluso a veces nos íbamos a tomar pizzas, pero por desgracia la pizzería cerró.

-Dudo que fuese la única pizzeria...de hecho, en Gotham hay varias. Podría pasarme a buscar alguna una de estas noches y traerla para cenar. Te apetecería? -fue una respuesta que le salió desde la lógica, pero también desde el corazón. Pero mejor fue  cuando Raven preguntó si le apetecía hacer algo más. ¡Planes nocturnos! No podía resistirse a ellos.

La noche se había convertido en su vida.

-¿Por qué no? No tengo nada mejor que hacer, y creo que ya estoy lo suficientemente dada a la vida nocturna como para ni siquiera tener sueño.  ¿Alguna cosa que te apetezca en concreto? ¿Una partida a algo? ¿Hacer zapping? ¿Contar historias raras?

-Dudo que fuese la única pizzeria...de hecho, en Gotham hay varias. Podría pasarme a buscar alguna una de estas noches y traerla para cenar. Te apetecería?

Oh, hay más pizzerías, pero era la única en la que no hacían preguntas cuando una Tamariana pedía mostaza para beber, o cuando se presentaba un grupo de adolescentres en mallitas por la puerta trasera. Pero me estoy desviando del tema... No, no rechazaría una pizza de cuando en cuando, pero no necesitas congraciarte conmigo para caer bien al equipo De hecho, algunos miembros (especialmente los más nuevos) no la consideraban una compañía adecuada, y dudaba que vieran con buenos ojos que alguien se relacionase con ella

Especialmente Conner, que al igual que su "padre genético", podía llegar a ser especialmente duro de mollera y especialmente rápido en juzgar

-¿Por qué no? No tengo nada mejor que hacer, y creo que ya estoy lo suficientemente dada a la vida nocturna como para ni siquiera tener sueño.  ¿Alguna cosa que te apetezca en concreto? ¿Una partida a algo? ¿Hacer zapping? ¿Contar historias raras?

¿Cosas más raras que hablar con una mujer que ha muerto dos veces ya? Como no quieras conocer a la alcaldesa, te diría que hay poco más raro en Happy Harbor replicó con cierta ironía la muchacha de piel cetrina. Sin embargo, no parecía molesta, ni incómoda ante las atenciones recibidas (después de todo, era raro que se le acercase alguien a hablarle excepto los miembros más antiguos del grupo, y cada vez era más difícil mantener el contacto con ellos). De hecho, parecía agradecida de la inesperada atención

No sé, suelo ser una persona muy aburrida, con la nariz siempre metida en libros. O eso dicen. Y reconozco que la tecnología no se me da muy bien la chica desvió la mirada hacia un lateral. Era lo que tenía ser criada por monjes monásticos, y entre eso y la gran diferencia tecnológica entre Azarath y la Tierra... bueno, era normal que ya tuviese problemas en comprender un VHS (y no hablemos ya de programarlo) Así que tú dirás

Vale, de buenas a primeras lo de la mostaza y las mallas era un argumento lo suficientemente convincente para que aquella pizzeria fuese especial...pero lo siguiente hizo que casi instantáneamente arquease una de sus cejas con suavidad, incrédula.

-¿Quien ha dicho que quiera congraciarme contigo...para caer bien al equipo? -el tono de Coral ahora sonó más serio, cosa de lo que se dio cuenta, y en ese momento no le apetecía mucho ser aquella chica fría y calculadora de las misiones o los momentos críticos. O de cuando estaba mal.

-Para eso ya tengo a Nightwing, haciéndole de hermana pequeña. O algo así. -bromeó para quitar dicha seriedad, pero sin dejar de mirarla fijamente a los ojos. -De hecho, ni siquiera soy el tipo de personas que busca gustar a los otros. He estado sola todos estos años y aun estando aquí, sigo con eso. Pero Nightwing también me supo explicar sobre el trabajo en equipo...así que, ¿que tiene de malo querer socializar con una compañera?.

Le costó decir esa última palabra. Las primeras veces que la enviaron de misión siempre iba más a su bola, o intentaba controlarlo todo,  pero acabó dándose cuenta de que, al menos cuando trabajabas con otra persona, esa era, claramente, la peor opción.

-¿Cosas más raras que hablar con una mujer que ha muerto dos veces ya?

Se habría asombrado un mínimo de no ser porque le pidió a Dick que le dejase leer todas las fichas de la base de datos, para al menos ir bien informada y equipada en las misiones, encuentros casuales o...riesgos. Bueno, por eso y por si no hubiese vivido ya una vida rara, llena de aún más rarezas.

-No creo que sea sea la primera ni la última cosa rara con la que me haya encontrado, créeme. Podríamos dar una vuelta. O...-vale, estaba corta de ideas, no se le ocurría mucho. - También podríamos entrar en el cuarto de Dick y probarnos sus trajes. Vamos, que ahora no se me ocurre mucho más...

¿Quien ha dicho que quiera congraciarme contigo...para caer bien al equipo? Raven le devolvió la mirada en silencio, con una aparente fría indiferencia -Para eso ya tengo a Nightwing, haciéndole de hermana pequeña. O algo así. De hecho, ni siquiera soy el tipo de personas que busca gustar a los otros. He estado sola todos estos años y aun estando aquí, sigo con eso. Pero Nightwing también me supo explicar sobre el trabajo en equipo...así que, ¿que tiene de malo querer socializar con una compañera?.

Raven desvió la mirada entonces, fijando sus ojos en un punto indeterminado de la pared. Compañera. Bueno, podría aceptar eso, ver a dónde les llevaba y cómo terminaba todo. No iba a negar que echaba de menos esos tiempos, y bien podría ser una nueva oportunidad para volver a retomar ese compañerismo con algunos miembros del monte. Las nuevas generaciones no eran lo mismo, y el antiguo grupo se había disgregado. Por supuesto, seguían estando en contacto, pero no tanto como a la mística le gustaría

-Podríamos dar una vuelta. O... También podríamos entrar en el cuarto de Dick y probarnos sus trajes. Vamos, que ahora no se me ocurre mucho más...

En ese momento, Coral podría ver uno de esos acontecimientos que ocurren una vez cada mil años, equivalente a la explosión de una supernova o quizás algún acontecimiento cósmico sin igual. Raven había sonreído, muy levemente, ante la mención de probarse los trajes de Dick

No es la primera vez que asaltamos el armario de Richard... comentó la mujer, con un curioso brillo en los ojos. Sacó una cinta de dentro de su sombra y la metió en el vídeo mira, es una grabación de las cámaras de seguridad, pero... fue divertido

Con un gesto digno de un prestidigitador de salón, Raven pulsó el botón de play... lo que puso en marcha el vídeo

-Podríamos dar una vuelta. O... También podríamos entrar en el cuarto de Dick y probarnos sus trajes. Vamos, que ahora no se me ocurre mucho más...

Vale, lo de la muerte no la había conseguido sorprender, pero aquello....aquello hizo que directamente abriese los ojos como platos, en una mezcla entre sorpresa y un brillo que claramente decía "por dios, sí." Y en respuesta a la sonrisa de la mujer (cuya historia de que su aparición era lo más raro del mundo no conocía) le devolvió otra de vuelta. También se fijó en la cinta que sacó, aunque le dio más curiosidad ver su poder en directo, cosa que no había visto nunca.

¿Manejar sombras? Igual ella, como mística, también podía hacerlo. ¿Quien sabía? Las capacidades de la magia a veces no tenían límites...aunque otras veces sí. Pero esa repentina curiosidad se eliminó en el momento en el que Raven puso el vídeo, del cual se quedó ensimismada mirándolo.

Ver a Dick en sus años de Robin ya le fue curioso, y divertido. Pero ver la situación al completo ya fue...en fin, creo que las risas de Coral fueron suficiente como para saber cómo se tomó el vídeo. De hecho, tuvo que llevarse las manos a la barriga, porque casi le entraban agujetas. Hacia bastante tiempo que no se reía así, en especial desde que empezó a volverse más seria en muchos aspectos. Incluso se tuvo que pasar el dedo índice por debajo del ojo, porque casi se le caía una lágrima.

-Bueno, traje nuevo, momento nuevo, ¿no crees? -respondió aún entre pequeñas bocanadas de aire, intentando recuperar el aliento. -Te pusiste el de Robin, ahora será el de Nightwing.

Y se levantó de un salto del sofá, mirándole.

-¿Lo hacemos a la antigua usanza o abro un portal? Para meterle emoción a la cosa. Creo que ahora mismo Nightwing estaba en la Atalaya, así que hasta que venga...

La chica tenía agallas, debía reconocerlo. La de piel cetrina retiró la cinta del reproductor y la hizo desaparecer del mismo modo que la había traído, apagando el dispositivo después

A la antigua usanza. No hay necesidad de usar poderes... la chica sacó, de nuevo de la nada, una libreta. Era negra, anodina y en general no destacaba demasiado ... cuando tienes la combinación de la puerta añadió, abriéndola y empezando a pasar páginas

Aquí está. La clave de esta semana es 20101201 Se quedó unos segundos en silencio y finalmente chasqueó la lengua, negando con la cabeza Demasiado previsible, incluso para Richard. Bueno, previsible, si estuviste presente le dedicó una mirada cómplice a Coral, antes de comenzar a andar en dirección a la habitación del susodicho vigilante

Fue su primer beso con Bárbara siendo ambos miembros de los Jóvenes Titanes. Ya sabes, Batgirl, la pelirroja comentó con tranquilidad, poniendo los brazos en jarras Una hubiera pensado que se habría olvidado de la fecha si no fuera porque su memoria es tan buena como la mía... y siempre estoy vigilando añadió, parándose finalmente ante la puerta del chico. Con un gesto seguro, pulsó la combinación y la puerta se abrió

Las damas primero

Coral le escuchó con curiosidad, la misma con la que miró la libreta, demostrando que el código del que había hablado estaba apuntado ahí, lo cual le hizo volver a sacar aquella sutil sonrisilla pícara que la castaña tenía de forma tan natural. Aun así, el significado de aquella fecha le hizo algo más de gracia.

-¿De verdad? Sabía que Dick era romántico, pero esto ya roza la ñoñería...no me lo imaginaba tan así. He llegado a conocer a Babs y me parece mucho más seria para esas cosas. -habló desde la sinceridad, porque realmente era difícil ver a alguien como ella con alguien como...Nightwing. Al menos en el año y poco que llevaba siendo su aprendiz. Claro que no por eso se iba a interesar en qué hacía y qué no con Batgirl...esos eran asuntos privados. Aun así, aquel pensamiento se le fue de la cabeza en el momento en el que ella abrió la puerta, y la exaltación del momento (que nunca había desaparecido) le hizo coger una bocanada de aire, soltándolo de forma rápida y entrando.

-Y tal y como dijimos, no está! -no pudo evitar intentar fijarse bien en cada parte de la habitación de Dick, nunca se sabía que cosas interesantes se podían encontrar o descubrir. Aun así, se dirigió a lo que iban: el armario. Una vez estuvo en frente cogió la puerta corrediza de este y lo empezó a abrir, descubriéndose todos sus trajes (la mayoría idénticos entre si, solo que con algunas excepciones). Cogió el primero que pilló, mirándolo de arriba a abajo.

-Considerando que es más alto que nosotras, nos irá un poco grande, pero aun así...-cogió otro, tendiéndoselo a Raven para que lo cogiese, y cuando lo hizo, ella se fue a la parte de la cama, para así empezar a quitarse el pijama. -Con esto encima quedaría raro...

No llevaba nada más que la ropa interior inferior bajo este, y era normal. Ninguna mujer en su sano juicio dormiría en sostén. Luego empezó a ponerse el traje de goma de Nightwing, hecho así precisamente porque él trabajaba con la "electricidad", ajustándoselo más o menos, quedándole algo largo de extremidades pero más ceñido por el torso, como su pecho. Finalmente, se puso su máscara, y se miró en el espejo.

-Ahora puedo decir que soy la nueva NIGHTWING! -comentó entre pequeñas risas, echándose las manos a la cintura.

-¿De verdad? Sabía que Dick era romántico, pero esto ya roza la ñoñería...no me lo imaginaba tan así. He llegado a conocer a Babs y me parece mucho más seria para esas cosas. Raven se encogió de hombros, abriendo la puerta

A veces el inconsciente saca lo peor de nosotros mismos... comentó con cierto sarcasmo. Vale, era San Valentín. Y también había estado con su novio hacía pocas horas, pero eso no significaba que no pudiera burlarse un poco de los demás. Especialmente de su ñoñería

Ambas entraron en la habitación, y Raven flotó sobre el suelo en dirección al armario, evitando así hacer algún ruido. O quizás simplemente por pura vagancia y manía.

-Considerando que es más alto que nosotras, nos irá un poco grande, pero aun así... Coral le tendió el traje, y Raven lo cogió con cuidado, viendo cómo la otra mujer empezaba a desvestirse Con esto encima quedaría raro...

A lo mejor Richard lleva uno debajo de la ropa... ¿Quién sabe? comentó la hechicera mientras también hacía lo propio. Quedaba clara la diferencia entre ambos cuerpos, siendo la hija de Trigon más pequeña en todos los aspectos, aunque no parecía acomplejada por ello. De hecho, no parecía que le afectase nada mientras se terminaba de poner el traje. Le sobraba por todos los lados, y si no se ajustaba bien el cuello, uno de sus hombros amenazaba con salirse del traje.

¿Pero desde cuándo tenía Richard semejante cuello? Si es que podía pasar por ahí casi sin esfuerzo...

-Ahora si que puedo cambiar mi d por una g!

Pues yo creo que voy a tener que comprarlo dos tallas más pequeñas comentó con cierta sorna la muchacha mientras levantaba las manos y dejaba que las mangas cayesen por delante de sus manos fláccidas. Se colocó una máscara que le quedaba enorme también y se giró hacia Coral, extendiendo las manos a su alrededor

¿Cómo me queda? ¿Sigo pareciendo la hermana pequeña saqueando el armario de su hermano mayor?

Intentó estirar lo máximo que pudo el traje hacia arriba para que le volviese a quedar bien, aunque el cuello le iba igual de grande que a Raven, así que había preferido dejárselo algo abierto, en forma de escote, para que al menos se pudiese mantener y no caerse, replegado. Cuando se giró para ver a Raven, no pudo evitar dejar escapar una risa de diversión, llevándose la mano a la boca.

-Sí, lo pareces! -respondió entre las risas, mirándose luego ella también -O lo parecemos. Pero eso no quita que sea divertido! -respondió mientras se ponía la máscara también, haciendo que su flequillo se dejase  ir hacia un lado, para que no le molestase tanto, empezando a mirarse en el espejo desde diferentes ángulos. -Tampoco queda tan mal. Es decir, si me lo imagino como si fuese de mi talla...hasta parecería la nueva Nightwing. -volvió a reír, podía sonar absurdo, pero todo era pura diversión. Entonces se giró hacia la morena.

-Aunque tu tienes el pelo como el carbón, así que lo pareces aún más. -comentó mientras se cogía uno de sus mechones de pelo castaño. Tras eso, un momento de silencio. Ahí estaba ella: con el traje de su hasta hacía relativamente poco mentor, Dick Grayson, con una chica de aspecto sombrío que había propuesto toda aquella broma y en un lugar llamado monte justicia, su nuevo hogar. No estaba...mal, se sentía feliz. Y hacía mucho, muchísimo tiempo que no se sentía así en un lugar y con cierta gente. Sabía que aún le faltaba, pero deseaba con todas su fuerzas que no solo el principio fuese así de maravilloso, y que perdurase con los años. En realidad, ni siquiera se había planteado cuanto tiempo iba a poder estar allí, lo cual le preocupaba.

¿La dejarían estar hasta que ella quisiese? ¿Podría ser realmente parte de ellos? Estaba dentro de la Young Justice, y había hecho ya un par de misiones, pero no sabía si era suficiente, porque en toda su vida...nada de lo que había hecho nunca era suficiente. Por un momento no pudo evitar agachar la cabeza, soltando un suspiro, pero enseguida se dio cuenta y volvió a recuperar su alegría, intentando disfrutar del momento.

-Bueno! Qué te parece si hacemos cosas que haría....-la puerta se fue abriendo a medida que iba diciendo eso, y de repente...-....Nightwing.

-B01, Nightwing.- habló la alarma de los tubos zeta cuando llegué al monte Justicia.

Me llevé la mano a mi hombro agarrotado y lo estreché, intentando liberar el dolor. Menuda mañanita agitada había tenido. Batman me necesitaba a primera hora en Gotham, y nadie le iba a decir que no a Batman. 

El salón estaba vacío, no parecía haber ningún alma por la base. Caminé tranquilo hasta la cocina y saqué un cartón de leche y unos cereales de la nevera. Bebí directamente del cartón y luego saqué un puñado de cereales de la caja para llevármelo todo a la boca. Directamente, sin vaso y sin plato, parecía Wally West comiendo. No tenía ganas de ponerme a cocinar, estaba cansado de la patrulla nocturna.

Caminé en dirección a las habitaciones cuando tuve el estómago lleno, los pasillos estaban tranquilos, con una calma y un silencio relajador. Echaba de menos la alegría, el entusiasmo y el desorden que una vez reinaron en el monte justicia. Éramos críos por aquel entonces, y pasamos muchos momentos divertidos en la base, pero también momentos muy tristes. Ahora habíamos crecido y las cosas se habían vuelto más serias por aquí. 

Bueno, o eso creía. 

Fui directo a mi habitación, tenía unas ganas horrorosas de ducharme y dormir al menos cuatro horas. Mientras caminaba adormilado, me detuve delante de mi puerta, dispuesto a teclear mi contraseña cuando me di cuenta de que la luz estaba en verde y la puerta entreabierta.

-¿Pero qué...?- ¿Cuántas veces había dicho eso a lo largo de esta semana? Empujé suavemente con los dedos la puerta hasta quedar ligeramente contorneada y eché un rápido vistazo al interior.

No podía creerme lo que estaban viendo mis ojos. 

-Bueno! Qué te parece si hacemos cosas que haría....-le dijo Coral a Raven-....Nightwing.

Abrí la puerta de par en par, con los ojos abiertos como platos y con ganas de decir algo, pero la voz no quería salir de la impresión. Había recordado un divertido momento de mi vida, cuando solo había cinco miembros en los titanes. Pero sin saber porqué, ahora no me resultaba tan gracioso.

-¿Se puede saber que estáis haciendo? ¿Cómo se os ocurre entrar en mi habitación sin mi permiso y probaros mis trajes? - espeté, algo enfadado. La puerta tenía contraseña y este acto violaba claramente mi intimidad -¡Ya os lo estáis quitando ahora mismo!

Entonces, me fijé mejor en cómo se veían Raven y Coral con el uniforme de Nightwing y sin poder evitarlo, a pesar de estar enfadado, rompí en carcajadas. La situación era tremendamente absurda.

-Bueno! Qué te parece si hacemos cosas que haría.... Justo en ese momento, el hombre al que acababan de robar un par de trajes empezó a entrar por la puerta Nightwing.

No se me da bien poner esa cara de estupefacción fue el único comentario que se escapó de los labios de Raven

-¿Se puede saber que estáis haciendo? ¿Cómo se os ocurre entrar en mi habitación sin mi permiso y probaros mis trajes? ¡Ya os lo estáis quitando ahora mismo!

Raven arqueó una ceja. ¿En serio estaba pidiéndole eso? Lo único que sirvió como advertencia a Dick de que su exabrupto y sus carcajadas acababan de abrir una caja de Pandora era la leve sonrisa que acababa de aparecer en los labios de la semidemonio, un gesto tan poco común en ella que seguramente le llamaría la atención

Oh, Richard... por supuesto comentó con un tono de voz... ¿Seductor? ¿Era posible que Raven fuera capaz de mostrar algún tipo de emoción? Estás furioso, y como amiga tuya, sólo puedo complacerte comentó, manteniendo esa sonrisa, esa voz. Su mano se movió con suavidad justo al cuello del traje, desabrochándolo.

Su hombro, desnudo, comenzó a asomar, y pronto quedaba claro que no había nada más debajo del traje. Los ojos de Raven brillaron ligeramente divertidos, aún manteniendo esa imagen seductora que uno no se imaginaría que podría pertenecer a esa muchacha. Raven se lo estaba pasando en grande con las emociones que recorrían al joven justiciero

Dime, Richard... ¿Te gusta lo que ves?

Coral se encogió ligeramente ante la reprimenda que Dick les dio. Llevaba menos de un mes de monte justicia y lo que menos quería era decepcionarlo, aunque la propuesta de Raven fue tan difícil de negar...y la verdad es que no se arrepentía. Las había pillado, había sido un fallo en el plan, pero las risas de Grayson hicieron que ella también empezase a reírse. Se había enfadado, sí, pero hasta a él le había hecho gracia...y estaba segura de que sabía que no lo habían hecho a mal. Aun así, ella no pretendió alargar la broma. Empezó a quitarse el traje casi sin recordar que estaba básicamente desnuda debajo. Tampoco es que que Dick la viese así le importase: no sería la primera vez que un mentor veía alguna parte de su cuerpo al descubierto, porque ninguno de sus entrenamientos le daba tiempo para la vergüenza.

Pensaba quitarse el traje y ponerse su pijama, de verdad, pero se paró cuando tenía el torso desnudo mientras giraba la cabeza en dirección a Raven. Sus palabras la sacaron de contexto y aunque Coral tuviese 17 años, no era tonta. No se había imaginado que ella sería de ese tipo de mujer, pero también la acababa de conocer, así que no podía decir mucho, pero...¿no era mejor hacer eso en la intimidad? Aunque si el cuerpo de la morena se veía apetitoso, el de Coral, para bien o para mal, lo era un poco más: su pecho era más grande, una 95, y por efecto ocular sus curvas parecían marcarse algo más.

Luego miró a Nightwing. Su cara fue un poema. La mirada de la castaña intentaba explicarle que ella no había planeado eso y que ni ella se lo esperaba. De verdad, si querían podía cambiarse rápidamente y marcharse por un portal, no fuese a ser que pasase algo más...raro aún (y por raro se refería a que su mentor accediese y eso acabase convirtiendo en una habitación llena de hormonas dispuestas a hacer el amor entre esos dos, claro.). Aunque...Dick no tenía ya un amor? ¿Le sería infiel? La cabeza de la chica ahora se llenó en un mar de preguntas, mientras que su cuerpo no se movía ni un ápice por su propia intrusión mental.

Cuando dejé de reírme me fijé entonces en lo que estaba a punto de hacer Raven y de su leve sonrisa en los labios. ¿Estaba sonriendo de verdad? No entendí su manera de hablarme hasta que me di cuenta de mi error.

Dios, Grayson, mira que eres estúpido. Cuando te enfadas no piensas en lo que dices.

Dime, Richard... ¿Te gusta lo que ves?- susurro Raven con una sensualidad que no había visto jamás salir de su boca, mientas me mostraba su piel desnuda.

Miré a Coral casi como pidiéndole auxilio cuando la muchacha también empezó a desvestirse y se giró hacia nosotros con el torso desnudo. Como un acto reflejo les di la espalda para no tener que ver como terminaba aquello.

-V-voy a ducharme, ¡cuando termine os quiero a las dos fuera de mi habitación! - repliqué, intentando sonar firme, aunque estaba claro que la situación no me ayudaba en absoluto.

Salí de la habitación casi a trompicones y la cerré detrás de mí. Dejé escapar un leve suspiro y entonces me dirigí al baño sin perder el tiempo. 

Había dos preciosas chicas medio desnudas en mi habitación y tengo 18 años. Tenía que enfriarme las ideas.

Tenía suerte de que Koriand'r no estaba hoy en la base, sino, estaba seguro de que me hacía explotar la habitación con Raven y Coral dentro.

Raven sonrió para sí, viendo cómo Nightwing salía de la habitación totalmente azorado. Se quitó rápidamente la ropa y de nuevo, envolviéndose en oscuridad, volvió a emerger vestida. Le dedicó una mirada indescifrable a Coral y rápidamente salió de la habitación, persiguiendo al azorado muchacho.

No le costó demasiado, gracias a la velocidad de su vuelo, alcanzarle, dándole un abrazo por la espalda. Era un gesto muy poco común por parte de la hechicera, pero eso no quitaba que no fuese sentido. El olor peculiar de Raven, consistente en el olor de la Ruda quemada, invadió las fosas nasales del justiciero

Richard... Lo siento comentó, separándose, con un ¿¡gesto!? de disculpa en su rostro Me resultó imposible evitar gastarte una broma. Créeme que cuando nos pusimos los trajes no pretendíamos ofenderte. carraspeó, recuperando su inexpresividad habitual, y voló alrededor del muchacho, rondándole

Simplemente buscábamos algo que hacer, y por casualidades de la vida, salió el tema de esa vez que nos pusimos tus trajes de Robin. ¿Te acuerdas? Éramos Kory, Víctor, Garfield y yo... Supongo que la nostalgia me pudo finalmente, paró, flotando ante él Lo siento de veras, no era mi intención incomodarte tanto. ¿Qué puedo hacer para disculparme en nombre de ambas?

Coral no pudo descifrar exactamente lo que había pasado. Es decir...sí, era normal que Dick se hubiese puesto nervioso, y más de la forma en que había actuado. Quizás había supuesto mal en pensar que Raven era una chica callada y fría, aunque esa era la primera impresión que le había dado por su forma de actuar y su poca expresividad, mientras que la mirada que Dick le devolvió fue de una clara ayuda que buscaba en ella, aunque algo le hizo cambiar de opinión casi instantánea mente, girándose. Fue entonces cuando la castaña bajó su mirada a su torso desnudo, para ver si tenía algo ra...oh, claro. Quizás simplemente había sido eso. Qué estúpida, era lógico que Dick no era como sus antiguos maestros. De vez en cuando, le obligaban a hacer sesiones de entrenamiento en ropa interior y, más adelante, desnuda, con tal de que perdiese cualquier vergüenza.

Y para ella, Dick era precisamente eso: un mentor. Por eso no se enrojeció al ver que la pilló de esa forma, ni se negó a empezar a desvestirse cuando le ordenó que se quitara su traje, pensando únicamente en ponerse su pijama de nuevo. Las viejas (no, en realidad aún eran muy recientes, prácticamente de hacía dos meses y poco) costumbres no cambiaban, y menos cuando te las inculcan de forma firme. Recordaba que a veces se quedaba pensando en si algún día volvería a sentir timidez o algo parecido. Quizás, si se enamoraba...pero no, nunca había tenido tiempo para eso, y ahora que había empezado su trabajo como heroína...

Para cuando se dio cuenta, Raven ya se había vestido, y salió levitando tras mirarla, prediciendo que fue tras Nightwing. Coral rápidamente se espabiló, quitándose la ropa lo más rápido que pudo y poniéndose la suya, hasta que también salió corriendo de la habitación. No tardó en encontrarse a Raven y Dick, escuchando a la morena disculparse en nombre de ambas. Se acercó a paso más lento y miró a Richard casi con ojitos de cordero.

-Lo...lo siento de verdad. Raven me enseñó lo que hicieron años antes, y cuando lo sugirió yo...no pude resistirme. Me pareció divertidísimo, y nunca había hecho algo así...

Estaba todavía algo confuso, no podía creer lo que acababa de suceder en mi habitación, lo cierto es que había sido bastante surrealista. Me llevé la mano a la cabeza para rascarme la nuca cuando de repente sentí los brazos de Raven rodearme por detrás y estrecharme en un extraño abrazo. La hija de Trigon solía tener la piel fría, pero de alguna manera sentí como aquel abrazo era muy cálido.

La muchacha se disculpó, y no pude evitar mostrarle una sonrisa sincera, recordando con nostalgia aquellos divertidos momentos que habíamos pasado juntos cuando tan solo eramos cinco en la joven liga. Echaba de menos aquellos tiempos, antes de que las cosas se pusieran tristes y oscuras para todos. Ahora que los Young Titans estaban creciendo cada vez más con los nuevos miembros, iba siendo hora de que las cosas se animaran un poco.

Vi como Coral también se acercaba a hablarnos, parecía bastante arrepentida de lo que acababa de ocurrir, y la verdad es que lo agradecía. Por un momento me había planteado quienes eran aquellas chicas de mi habitación y quién había secuestrado a mis compañeras.

- No estoy enfadado porqué os hayáis puesto mis trajes sino que... - suspiré algo frustrado y volví a llevarme la mano a la nuca - quiero decir que... no estoy enfadado, no pasa nada.

Sonreí entonces cuando Raven propuso una compensación por el mal rato que había pasado.

- Ahora mismo lo que tengo más ganas es de darme una buena ducha y dormir un poco, así que espero un buen plato de comida cuando despierte... - sugerí con un tono divertido y entonces me despedí de las chicas para entrar en el baño.

- No estoy enfadado porqué os hayáis puesto mis trajes sino que... - Raven se separó con suavidad aprovechando el gesto de Dick, sin apartar sus ojos del moreno justiciero - quiero decir que... no estoy enfadado, no pasa nada.

- Ahora mismo lo que tengo más ganas es de darme una buena ducha y dormir un poco, así que espero un buen plato de comida cuando despierte... -

No sé por qué no me sorprende que pienses con el estómago Raven le dedicó una mirada algo divertida al que era su líder dentro de los titanes, aunque su rostro acababa de recuperar su imperturbabilidad natural. Una vez te acostumbrabas a la inexpresiva hija de Trigon, descubrías que sus miradas decían mucho más que mil gestos y aspavientos

Pero no te preocupes, cuando despiertes me aseguraré de que Kory te haya hecho un plato con todo su amor y todos los ingredientes indescriptibles de los que dispongamos en la nevera añadió, echándose hacia atrás. Sus ojos estaban riendo aunque su rostro no lo acompañase, y Nightwing podría estar seguro de que no cumpliría semejante amenaza.

Principalmente porque si lo hacía, era posible que muriese de una indigestión

Que te cunda esa ducha bien fría, Richard, estoy segura de que te ayudará en gran medida comentó, girando hacia la otra titán. Se acercó a ella y le posó una mano en el hombro, aún inexpresiva.

No te preocupes, Richard no es de los que se enfadan demasiado por este tipo de cosas. Pero quizás sea una buena idea ir pensando qué ingredientes vamos a colocar en la nevera para el "plato sorpresa de Nightwing"

Se sintió aliviada por las palabras de Greyson, suspirando con suavidad. No hubiese sabido qué hacer en caso de que el enfado hubiese sido real, y es que en ese momento todo aquel lugar, con su gente, era lo único que tenía. Aun así, se quedó de píe, mirando a ambos. No pudo evitar el sentir una sensación lejana, como si ella no encajase allí. Era normal, ya que se conocían desde hacía muchísimo, mientras que ella era casi una intrusa en aquel lugar. No debía mostrar sentimientos, no debía sentirse sola, pero de repente anheló su hogar, donde nadie le mostraba afecto a su alrededor, excepto cuando salía a hablar con la gente como símbolo idílico. Quería a su pueblo, a pesar de lo viciados que desgraciadamente estaban.

También echaba de menos el quedarse mirando el mar desde su ventana, donde todo pasaba a un segundo plano y solo estaba ella. En cuanto se dio cuenta, Raven se había separado de Dick, y este, a modo de recompensa, quería una buena cena. Vio como se alejó, quedándose de nuevo junto a la morena. Pudo notar el peso de su mano cuando la puso en su hombro, y desvió la mirada por sus palabras.

Soy una extraña, y Dick...

No se atrevió a seguir su propio pensamiento. Sintió una punzada de celos. Dick era la única persona que le había tendido la mano, así que era normal.

-Sí, claro. Podríamos hacerle un par de hamburguesas o algo. No soy muy buena cocinando...-lo dijo con un mínimo de desgana que consiguió disimular, ya que su moral en ese momento había decaído internamente. Se giró y empezó a caminar junto a Raven para ir en dirección a la cocina, y una vez llegaron, empezó a mirar qué había en la nevera. -Tenemos la carne y ensalada. Hay pan de hamburguesa por ahí?

-Miedo me dais... - dije después de despedirme de las dos chicas con una sonrisa divertida y dirigiéndome de nuevo hacia el lavabo, sin perder más el tiempo. 

Estaba claro que si pedían a Koriand'r que me cocinara algo no pensaba probarlo ni aunque toda Gotham estuviera en peligro. Starfire no era una especialista en comida terrícola y recuerdo que las primeras galletas que me hizo me provocaron dolores de estómago durante toda la semana siguiente.

Dejé escapar cualquier pensamiento cuando me puse bajo el frío chorro de agua, estaba agotado de trabajar y sentí como poco a poco me vencía el cansancio. temí por un instante quedarme dormido ahí en medio. Por suerte, terminé lo más pronto posible y volví a la habitación.

Tecleé la contraseña y... Espera... ¿cómo supieron lo de la contraseña? 

-Raven...

Seguro que en algún momento debió de leerme el pensamiento, o a saber qué hizo para conocer algo tan privado. Esperaba que la hija de Triggon no soltará ni mu acerca de aquel día que aún hoy para mi era muy importante. Y menos deseaba que Starfire supiera lo que significaba. Quería a Barbara tanto como la quería a ella, y aunque ahora estaba saliendo con la Tamariana estaba seguro de que si se enteraba se pondría celosa y tendríamos alguna tonta discusión.

La habitación estaba ordenada y todo en su sitio. Al menos me habían hecho caso en algo y esperé que no volvieran a hacer algo así sin mi permiso.

-¿Debería declarar hoy el día de "vestirse todos de Nightwing"?

Sonreí para mis adentros y me tumbé en mi cama para luego dejarme llevar por el cansancio y el sueño.

FDI: No tengo mucho más que decir en este tema, así que podéis continuar vosotras