El propósito de las ratas (02 de marzo de 2019 - Autoconclusivo)

La oscuridad era casi absoluta en aquella descuidada planta de servidores de la casa blanca, casi nadie entraba nunca allí a no ser que fuera estrictamente necesario para mantener el buen funcionamiento de las redes de comunicación de la instalación, y menos, a aquellas horas de la madrugada, y, sin embargo, allí había una persona, un hombre que se movía con cautela entre los laberínticos pasadizos de la sala, apenas iluminada por pequeños puntos de luz provenientes de las grandes maquinarias, el ruido de la ventilación de las mismas hacía difícil poder oír los pasos del hombre que se adentraba en el interior de aquel lugar.

Dios sabe que podría haber intentado entrar en el sistema desde fuera, Dios sabe que se estaba jugando mucho para probar su teoría…Pero el tenía claro que, si le descubrían, no quería poner en riesgo a nadie, iba a ser el responsable de lo que hoy sucediera, para bien y para mal…Se detuvo ante una bifurcación y retiró ligeramente la manga derecha de su sudadera negra con capucha del brazo, mostrando una especie de muñequera metálica de color rojo con una pantalla que parecía indicarle que la dirección correcta era a la izquierda:

- Ya estamos cerca…- La voz del hombre se perdió en la oscuridad mientras avanzaba por el pasillo hasta llegar a su objetivo, el servidor que daba red al ordenador presidencial…Se acercó en silencio y lo examinó con cuidado, tocó un botón y se desplegó un teclado y una pantalla:

- JARVIS, estoy dentro…- Del bolsillo de su sudadera sacó un dispositivo USB que conectó al servidor, una voz respondió a los segundos a través del ordenador: - Encantado de saludarle de nuevo señor Stark, accediendo al servidor…- Tony tragó saliva y miró a sus espaldas, todo estaba bien, nadie le había descubierto aún…Volvió sus ojos a la pantalla, dónde toda una serie de documentos quedaron al descubierto: - Veamos…Si yo fuera un megalómano con poco pelo y mucho odio por la humanidad ¿Dónde guardaría mis planes malvados? –

Empezó a moverse a través de las carpetas y archivos del servidor; ‘’Proyecto de educación’’, ‘’Proyecto de medio ambiente’’, ‘’Proyecto de defensa’’….Todo lo que allí había parecía de lo más común, pero estaba seguro de que debía haber algo, una pista, un resquicio o una ventana abierta que le diera una perspectiva del plan de Luthor: - Vamos…Dónde est…¿Qué es esto? – Stark quedó unos segundos pensativos cuando llegó a una carpeta cifrada llamada G.E.C.M.A. ¿Qué era eso? Desde luego olía mal: - ¿JARVIS? Vas a tener que destrozar la seguridad de este archivo…- Al otro lado de la pantalla, la voz robótica de su asistente le respondió: - Señor, fui creado prácticamente para destrozar la seguridad del gobierno de Estados Unidos…- Y prácticamente al instante la carpeta quedó disponible para el hombre, que la abrió rápidamente y empezó a ojear lo que allí ponía…

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Cerró el último documento y suspiró: - Esto es…- Pero...¿Qué era? No sabía decir si Luthor era un genio o un psicópata al nivel de Adolf Hitler: - JARVIS, haz una copia de todo esto. – Tony se puso en pie y volvió a mirar a su alrededor, le había parecido escuchar un ruido: - Enseguida seññññooooorrrrrrrr….- La voz del robot se fue apagando poco a poco: - ¿JARVIS? – No hubo respuesta al otro lado: - Maldición…- Tony sacó el dispositivo rápidamente del servidor y lo guardó en su pantalón, sin embargo, cuando se dio la vuelta para salir de allí se encontró cara a cara con Lex Luthor, que le miraba con una sonrisa en los labios:
-¿Qué haces aquí a estas horas Tony? – Por supuesto que sabía que estaba haciendo, no necesitaba preguntarlo, sin embargo, aquel instante sabía para Lex cómo el maldito primer helado del verano: - ¿No pensarías de veras que soy tan estúpido? En esa tierra tuya de la que vienes sois verdaderamente ingenuos. – El presidente sacó un arma de fuego de dentro de su americana y apuntó a Tony Stark: - Ni te molestes en intentar utilizar tu armadura, hace semanas que preparé la Casa Blanca para que sea inútil aquí. – Su sonrisa se ensanchó mientras mantenía la punta del arma dirigida al pecho del vengador:

-¿Por qué Luthor? ¿Por qué hacer todo esto? – Necesitaba tiempo para pensar…Tiempo para intentar huir…Tiempo para pensar su siguiente jugada ¿Por qué no le dijo a nadie lo que iba a hacer? Miró al presidente de los Estados Unidos a los ojos, insondables y con un brillo de satisfacción en los ojos: - Mi objetivo siempre ha sido el mismo Tony, salvar el mundo…Y G.E.C.M.A. es el primer paso para lograrlo. – Avanzó un poco hacia Stark, aún con el arma en alto:



-No vas a salirte con la tuya…Te detendrán…- Tony cerró los puños con rabia ¿Cómo había podido caer en su trampa? Puede que se hubiera sobreestimado, tal vez hubiera subestimado a Luthor, quien sabe…

Lex miró al hombre y respondió: - Puede que lo hagan…Pero tu no estarás ahí para verlo, Tony Stark. – Accionó el gatillo y el sonido de un disparo amortiguado se perdió en la inmensidad de la sala, Stark cayó al suelo de espaldas hacia atrás con un fuerte ruido: - M…Maldición…- Lex cogió un pañuelo de su chaqueta y envolvió el arma, la miró con algo de desprecio, después la haría desaparecer:

-Tony…Has estado tan cerca, podría decir que has sido un rival digno…- Luthor observó al hombre que yacía inconsciente delante suyo debido al impacto del dardo anestésico que le había disparado en el pecho: -…Pero al final has terminado decepcionándome…Como todos...- Su mirada se convirtió en un destello de desprecio mientras miraba al hombre que yacía inconsciente en el suelo. - Pero no te preocupes, tu también vas a contribuir a la gran causa, incluso las ratas tienen un propósito en la naturaleza. -