In music we unite (Aidan Doyle | California, Concord) [25/04/2018]

Pocos días del año tenían peor pinta que este, no solo la lluvia lo empapaba todo e impedia la visibilidad, sino que encima unos sonoros truenos acompañaban a los rayos que golpeaban los pararrayos de la ciudad y espantaba incluso a la persona más valerosa de la calle… aunque en esa calle, de un barrio pobre y conflictivo de una ciudad de nombre desconocido, ni un alma paseaba por ellas mucho incluso antes de que la tormenta empezase. Elevada unos metros sobre la tierra, con los jirones del cuerpo de un ser humano, si fue mujer u hombre era imposible saberlo,al solo haber unos cuantos trozos de piel y carne aun en la mano de la “superheroína”.

Sus manos estaban llenas de sangre, seca y fresca, de sus botas caían trozos de carne y fluidos internos, su traje, antes de un color rosado, acabó manchado de un tono carmesí que según pasaban los días se oscurecía más y más, ni siquiera el incesante agua de la tormenta conseguía quitarle aquel color. Frente a sus ojos, bajo sus pies y a sus espaldas un mar de cadáveres inundaba la calle, bandas callejeras, muchas de ellas rivales, que se unieron para poder tener una posibilidad de combatir contra Energy girl… ni siquiera le pudieron hacer el mínimo rasguño; en cuestión de minutos, sus vidas desaparecieron sin dejar de rastro más que unos trozos de carne aplastados y esparcidos por el suelo y las paredes de los edificios.

Más no pensaba en lo que hizo aquella noche, no, la heroína llevaba tiempo sin ver a este tipo de persona como… humanos, como seres con derecho a vivir, para ella no eran más que escoria, indignos de tener el privilegio de vivir y matarlos no significaba nada importante para ello, lo hacía como una persona normal bebe agua, no, ella aun seguía en aquel, ahora mórbido lugar, no pensando en que acababa de matar a gente, no; pensaba en lo que pensaría su “familia” de ella al verla, sus compañeros que la cuidaron como una hija cuando perdió a sus padres ¿Que dirían de ella el verla? De su mano se cayó el trozo de ser humano y… el trueno le devolvió a la realidad.

Perdida en sus recuerdos, Amelia se miró al espejo y Candace Lilliams le devolvió la mirada con una sonrisa. Ya no era aquella persona, ya no era una superheroína, solo una cantante pop y eso a ella le encantaba, por fin podía relajarse, sin tener que preocuparse de cuándo aparecería el próximo villano o cuando un monstruo le apetecerá destruir la ciudad, ese ya no era su trabajo y no pensaba en que volviese a serlo , ahora su único trabajo era darlo todo en el escenario, cantando y pasándolo bien. Suspiro, intentando relajar los nervios de antes del concierto.

Esta noche iba a cantar apoyada por el instrumental de un grupo local algo famoso, que subían canciones en su canal de youtube, que adaptaron las canciones de Candace para tocarlas con su piano eléctrico, su batería, su guitarra y su bajo. Normalmente ella salía sola, con algun bailarin si hacía falta y con música sonando digitalmente por los altavoces, pero si se unía alguien más siempre estaba bien, la música se disfrutaba con cuanta más gente mejor.

Y hablando de gente, esa noche asistieron 10.000 personas al concierto, que a pesar de no haber conseguido llenar la “sala”, ya que no era una sala sino unas gradas al aire libre en el Concord Pavilon, era una increíble multitud de gente que iban esa noche explícitamente a escucharla cantar, no le era posible describir lo mucho que le alegraba que a la gente le gustasen sus canciones, que la vieran desde abajo con excitación y alegría al escuchar su voz, no porque fuese la superheroína que venía a salvarles o que salieran corriendo al ver lo que le hacía a los que ella consideraba criminales.

Esta era su vida ahora y pensaba disfrutarla al máximo.

Cuando salió al escenario, las gradas estallaron bajo los gritos de los adolescentes que asistían al concierto, sus móviles encendidos iluminaban las gradas y sus aplausos adornaban la silenciosa noche. Candace llevaba una vestimenta muy casual para una adolescente; una camisa negra con una frase en blanco que decía “Written and directed by Quentin Tarantino” con otra camiseta con rayas blancas y negras debajo, con sus brazaletes de cobre en sus muñecas, unos pantalones ajustados azules con su cinturón correspondiente y unas zapatillas vans cortas negras. Su estilo siempre era muy casual y eso era algo que le gustaba a sus fans, era algo así como su imagen.

Con un grito saludo a los asistentes al concierto

-¡Buenas noches, Concord! ¿¡Cómo estamos esta noche!?- exclamó, llevando el micro hacia el público que exclamaron en júbilo, a lo que la cantante respondió con una sonrisa -Vaya, si que tiene energía esta ciudad ¿eh? Pues habrá que darlo todo hoy, ¿No chicos? Os presento, esta noche aquí conmigo que vienen a darlo todo, a… ¡Los Monkeys!

Los integrantes del grupo saludaron, algunos con las manos otros levantando las baquetas de la batería con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro, el público aplaude y aulló con alegría y excitación al ver al grupo, al parecer tenían una fama bastante buena en la ciudad, seguramente gran parte de esa gente venía a escucharles tocar más que a escuchar canta a Candace ¿Eso importaba? No, al menos no a ella

-No suelo tocar con instrumentos así- dijo, mirando hacia atrás dedicándole una sonrisa a sus compañeros -Bueno, como sé que muchos venís con vuestros padres, si queréis luego tocamos algo de Bruce Springsteen… aunque no se me da muy bien la armónica

Y con esa broma las luces se centraron en el escenario y el concierto se puso en marcha. Empezó cantando una de sus canciones más conocidas y famosas, nominada a algunos premios indies; “Dancing by Myself”. La guitarra y el bajo empezaron a sonar acompañadas por la batería y el piano eléctrico, Candace comenzó a cantar mientras se pasaba por el escenario bailando y saltando con alegría



Cuando terminó la canción, Candace ya estaba sudando, más su sonrisa seguía en el rostro, escuchando con alegría cómo la gente aplaudía su canción, apareciendo en su rostro una “sonrisa de boba” por la felicidad que sentía en esos momentos. No podia parar, tenia que seguir tirando de la energía que le transmitían las voces de sus fans y los de Los Monkeys, continuando con más canciones suyas como “New Love”, “U get Me”, “Feelin’ Alright” y unas cuantas más, pero cuando quedaba solo una canción para que acabara el concierto, las luces se atenuaron y las pocas que aún iluminaban el escenario se centraron en Candace, que dejó el micro en su apoyo y comenzó a hablar

-Hoy ha sido una noche estupenda, para mi y espero que para vosotros también- a lo que los asistentes respondieron con gritos y aplausos, recibidos por Candace con una sonrisa -Por eso he pensado en daros un regalo, una canción exclusiva de mi próximo álbum; Somebody New… ¡Espero que os guste!

Y dicho esto, las luces volvieron a iluminar por completo el escenario, la música comenzó a sonar y Candace a cantar, paseandose el escenario dando vueltas mientras cantaba la canción, con una letra que, aunque lo representaba con metáforas, representaba lo que fue su vida hasta ese momento, era una letra sacada de lo más profundo de su corazón y su voz así lo dejaba notar;



Cuando la canción terminó, hubo unos segundos de silencio mientras el público intentaba procesar lo que acababan de escuchar, pero no tardaron en estallar en gritos de aprobación y energéticos aplausos. Candace, enrojecida por la emoción y la alegría de que su nueva canción le gustase a tanta gente, empezó a lanzar besos al público, mientras daba alabanzas como despedida

-¡Sois el mejor público que una cantante puede pedir! ¡Que tengáis un buen viaje de vuelta a casa!

Y con esa despedida, el concierto terminó, sin embargo no terminó aún el trabajo de Candace en absoluto. Estuvo un rato con Los Monkeys, ayudándoles a guardar sus instrumentos y hablando de lo bien que estuvo el concierto, antes de despedirles, marchándose el grupo en su pequeña camioneta, mientras que el manager y padre adoptivo de Amelia se la llevó a su gigantesca caravana de dos pisos, llevándola al segundo piso que tenia una enorme sala en la que recibir a las visitas

-Van a venir unos fans que han pagado el pase V.I.P

La joven miró extrañada a su padre, torciendo la cabeza algo confundida al verlo tan agitado y nervioso; no era la primera vez que traía a unos fans V.I.P. a la caravana tras un concierto para hacer un pequeño Fan Meet Up; en una de las paredes de la sala había un montón de fotos de antiguos conciertos con fans de todas las edades y en todas ellas, Candace parecía estar tan a gusto como lo estaba alguien con unos amigos de toda la vida

-¿Estás bien? Te veo nervioso… a ver a quien me vas a traer

Bromeo con una carcajada… aunque sí que era por culpa de las personas que venían esa noche, explicandole que iba a venir un grupo de Metal del que el era fan, ella lo reconoció porque el no dejaba de hablar sobre el, incluso le puso canciones para que la escuchara… la verdad es que su música estaba bien, aunque no se pareciera en nada a lo que ella cantaba y componía, siempre estaba bien escuchar algo diferente. Cuando sonó la puerta, el manager se apoyó en el borde de la mesa e intento aportar una pose relajada, mientras Amelia bajaba con una sonrisa divertida a recibir a los invitados V.I.P.

Amelia abrió bajó y abrió la puerta de la caravana, viendo a los miembros del grupo que fueron guiados por un asistente del servicio técnico del concierto a la caravana, trabajo del que normalmente se ocuparía el manager… pero estaba demasiado nervioso como para hacerlo. Amelia les sonrio amigablemente

-¡Bienvenidos, pasad, pasad, estáis en vuestra casa!- les dejo entrar y vio que todo el grupo vino a la quedada -Vaya ¿Todos sois fans míos? Uy, que me va a dar un vuelco al corazón

Bromeó entre risitas, aunque fue rápidamente indicada que el fan era el guitarrista del grupo, un rubio muy atractivo con el pelo algo largo que seguro que era el ídolo de las nenas cuando tocaba la guitarra en los escenarios, aunque aquella noche estaba ahí como fan

-¡Genial! Pues subamos arriba, tenemos para hacernos fotos, tocar algo de música y bebidas, no alcohólicas que ya sabéis- se señaló con los pulgares; para los adolescentes el alcohol era ilegal -He escuchado un poco vuestro grupo, a mi padre, mi manager, le encantáis… no tocáis nada mal… ¿Subís todos o solo el? ¡Cuantos más mejor!

Amelia no pudo evitar soltar una rápida y suave risita, llevándose el puño cerca de los labios al ver la actitud inicial de su invitado, de hecho le recordó a la actitud de un tipo de personaje de esas nuevas series de animación japonesa que estaba viendo, su antigua vida no le daba mucho tiempo para ser una adolescente normal, por eso tenía arriba, en un cajón, una lista enorme de cosas que quería hacer ahora que, gracias al extraño evento que la trajo a este mundo, tenía una oportunidad

-Es un placer conocerte, Aidan- le dedicó una sonrisa al irlandes, extendiendo la mano en forma de saludo y se giró para seguir con las presentaciones -Un placer Brian, Inis, Rose

La cantante fue repartiendo saludos y sonrisas a cada uno de los miembros del grupo, terminando por Tom que, aunque no fuera parte del grupo, era su fan y se merecía lo mismo que los demás; su devota atención. Amelia entrelazo los dedos, abriendo las piernas y moviendo el torso hacia delante en tono relajado

-Bueno ¿Me vais a explicar porque sois todos y todas guapísimos? ¿Sois un grupo de supermodelos?

Bromeo un poco antes de dejarles entrar en su caravana, así puede que consiguiera relajar un poco el ambiente, sobre todo con Aidan que parecía el más.. ¿Tenso? No, esa no era la palabra que quería usar la adolescente, aunque daba igual ya que su objetivo era conseguir que su homónimo metalero se lo pasase bien. Al entrar, los miembros del grupo pudieron ver la enorme caravana de dos plantas en la que vivía la cantante y su padre; en la parte de abajo había cocina, cuarto de baño y lo que era el salón, un sofá, un sillón, una mesita y la televisión, con algunas estanterías para los libros y discos de música. En el techo se podía ver una escalera plegable que, si tiraba de la cuerda para desplegarla, les llevaría a la segunda planta donde estaba el cuarto de Amelia y el cuarto del padre, era un vehículo impresionante

El padre estaba preparando unas bebidas, eran todo gaseosas ya que las bebidas alcohólicas no entraban por esa puerta. Aparte, también lleno platos con picoteos varios, algo que siempre hacía cuando venían fans a pasar un rato con su hija, luego, como siempre, se subiría arriba y escucharía algo de música… aunque esta vez hizo algo diferente; fue a una de las estanterías, al instante Amelia reconoció sus intenciones y se puso algo roja, tapándose la sonrisa con la mano al ver a su padre sacar un perrito blanco de peluche alargado, con alguna que otra firma grabada en él.

Era su perrito de autógrafos, el cual sacaba siempre que conocía a algún famoso o alguien del que era fan y decir que es fan del grupo de Aidan era decir poco, aunque fuera un grupo pequeño

-Disculpad a mi padre, no puede evitar sacar a Max- el sonrojo de Amelia se disipaba poco a poco, cogiendo el perrito, que al parecer se llamaba Max, y dándoselo a Aidan, acompañado de un rotulador permanente que también le paso su padre, juntando las palmas en modo de oración cuando el irlandés tuvo todo en las manos -No se si es mucho pedir pero… ¿Podrías firmar todos? ¡Tú también puedes firmar si quieres, Tom!

Tras la afirmativa del grupo, se pudo ver la gran sonrisa en el rostro del padre de la cantante, que tras volver a recibir el perrito lo miró con gran alegría, llevándoselo a su cuarto con él, demostrando, sin quererlo, a sus visitantes como se sacaba la escalera para subir a la parte de arriba. El grupo se sentó en el sofá y el sillón, Amelia se sentó en el suelo con las piernas cruzadas, cogiendo una patatilla y llevandosela a la boca, tragándosela antes de volver a hablar

-¿Así que sois pareja?- se dirigió a Tom y Sullivan -que bonito… eso me recuerda a que empecé a componer una canción sobre el amor, bueno en concreto es la sensación cuando encuentras ese primer amor cuando eres joven “New Love”, de mi experiencia cuando me enamore por primera vez

Lo que no les iba a confesar era que ese primer amor del que hablaba resultó ser un espía de uno de sus enemigos que la sedujo para intentar matarla, algo que le traumatizo y que evito que se volviera a enamorar

-Si queréis os canto un poco lo que llevó compuesto- les ofreció con una sonrisa -Aunque bueno, seguro que vosotros ya sabéis cómo es enamorarse por primera vez siendo más… mayores que yo

Intento no sonar de manera ofensiva, claro que era difícil cuando te referías a la edad de alguien. Para evitar que el ambiente se pusiera frío, Amelia arrastró el culo por el suelo de forma cómica, sin dejar de tener las piernas cruzadas, para acercarse a su parte de la mesa que estaba enfrente de Aidan

-Tu eres mi compañero cantante ¿También compones tú las canciones? ¿Como? Yo suelo subirme a mi habitación, poner algo de música que me inspire, como John Lennon, y me tumbo en la cama con los ojos cerrados… no creo que todos hagamos lo mismo

Soltó una risita, aunque eso le recordó otra cosa que necesitaba preguntarle al grupo

-Oh, por cierto, perdón, antes de que contestes a mi pregunta anterior tengo otra que haceros; ¿Es verdad que en este universo, que yo llegue después de esa cosa rara que pasó, John Lennon está muerto? Porque sería una pena, yo le conocí de donde provengo, de hecho él me inspiró para cantar

La joven parecía impaciente por la respuesta, no sabía si esas cosas que leyó en internet no eran más que mentiras o eran verdad, y si se trataba de eso último… necesitaría un momento para calmarse