Nostalgia Comiquera: Momentos épicos.

He echado un pequeño vistazo por la sección y creo (solo creo) que no hay un tema demasiado parecido a este en el foro.

Decido abrir este tema para que compartamos momentos como lectores de comics que nos han marcado especialmente durante nuestra trayectoria en estos mundos de viñetas. Para no lanzar la piedra y esconder la mano, empiezo yo con mi experiencia.

Hubo una época en que Planeta DeAgostini tenía la licencia en España para publicar tanto los cómics de DC como de Marvel. Supongo que las series regulares de cada personaje se irían publicando regularmente con más o menos retraso desde la fecha de publicación original en USA, pero no fue por ahí por donde yo empecé a aficionarme a los cómics de superhéroes.

Por otro lado, los estrenos en cines de películas sobre determinados personajes de cada una de las compañías eran caldo de cultivo perfecto para la publicación de reediciones de antiguos cómics de dichos personajes. Así surgieron coleccionables semanales con motivo de los estrenos de películas como Spiderman, X-Men, 4 Fantásticos, Batman, Superman, etc... Que por lo general introducían al lector a las etapas más emblemáticas de dichos personajes. En el caso de Superman o los 4F nos encontrábamos con las etapas de John Byrne y en el de los X-Men empezábamos (como no podía ser de otra forma) con la "Segunda Génesis".

Mi primera experiencia como lector de comic de superhéroes, sin embargo, fue con Spiderman. El arácnido y el murciélago habían formado parte de mi vida desde que tenía memoria a raíz de las dos series animadas que se emitieron en los 90´s de ambos personajes (ambas de gran calidad pero, si se me permite, teniendo más suerte y acierto en estas lides el vigilante de Gotham)

Con motivo del estreno de la primera peli de Sam Raimi, como ya se ha dicho, se publicó un coleccionable semanas que reeditaba las tres colecciones del personaje desde el año 1983. Donde pudimos ver grandas sagas como la del traje negro. No es esa la que me lleva a escribir este primer post, sino la primera saga con un "Gran Villano" que tuve la suerte de leer y que ha hecho que hoy en día su antagonista se convierta en mi enemigo favorito del lanzarredes. El Duende Verde mola, y es el que más tralla "personal" le ha dado al buen Parker y Venom durante sus primeras historias era un personaje inquietante y peligroso. Sin embargo, mi villano favorito de Spiderman es, y supongo que será siempre, el Dr Octopus.

La saga de la que os hablo se desarrolló entre los números 73 a 79 de "Peter Parker: The Spectacular Spiderman"


La premisa del arco no podía ser más sencilla. El Dr Octopus y el Búho, más conocido como villano de la serie de Daredevil, se encontraban enzarzados en una lucha tremebunda por hacerse con un detonador de una bomba nuclear (hasta aquí todo bastante naive).

La cosa se ponía más interesante cuando la Gata Negra (que parecía haber muerto hace unos números) reaparecía ante Spidey con el verdadero detonador. Sin entrar en muchos detalles, el Búho planeaba emplear el detonador para chantajear a la ciudad mientras Octopus tenía la intención de detonarlo y convertir la ciudad en un páramo. Esto lleva a nuestros dos héroes a meterse en medio de la guerra entre los dos villanos y a una batalla campal entre las huestes de Octopus y el Búho. Tras mucho mamporro, el pulpo consigue hacerse con el detonador y está a punto de accionarlo, pero Spiderman y la gata consiguen evitarlo.

Se da el primer momentazo del arco en el que Spiderman (habiéndonos dejado claro que Octopus siente dolor en sus brazos mecánicos como si fuesen sus brazos de verdad) se harta de su viejo enemigo y arranca de cuajo los tentáculos hidráulicos de Otto.


La cosa parece haberse terminado, sin embargo el buen ock tiene una última venganza. Es capaz de mover sus brazos aún separados de su cuerpo y, en un descuido de los héroes, apresa con ellos a la gata quien recibe un buen número de disparos de fuego cruzado de los hombres de Ock y el Búho.

Escena:

Los siguientes números nos enseñan a Spiderman tratando de salvar la vida de la Gata y como sufre  la espera durante la intervención quirúrgica que deben realizarle. La sombra de la muerte de Gwen es alargada y Peter teme haber llevado a la muerte a otra persona que le importa. Octopus, por otro lado, jura venganza y también se recupera de sus heridas, implantándose unos nuevos y mejorados brazos mecánicos.

La operación de Felicia sale bien, pero es pronto para confiarse. Octopus ha jurado ir al hospital y acabar el trabajo empezado. Se empieza a preparar el combate final entre el lanzarredes y el Doctor Octopus. Previo al combate hay un magnífico número en que Spiderman se despide de sus amigos (Harry, Liz, Flash y Sha-Shan) y de su tía May, dando la auténtica sensación de que nos encontrábamos a las puertas de un combate a muerte en el que cualquier cosa podía ocurrir.

Al final del citado número (nº78 de Spectacular) Spiderman acude al hospital a proteger a la Gata Negra con el convencimiento de que le espera un combate a muerte con su viejo rival.

El Dr Octopus no se hace esperar y asi comienza el que, por el momento, se vendió como el enfrentamiento final entre ambos enemigos jurados.


El número final de este arco nos presenta una épica batalla por el hospital (y medio Nueva York) entre Spiderman y el Doc Ock mientras la Capitana de Policía Jean DeWolf hace esfuerzos por trasladar a la Gata Negra y evitar que el Dr Octopus consume su venganza.

El arco termina con la humillante derrota de Ock ante un Spiderman lleno de furia quien le dice a su mortal enemigo que jamás será capaz de derrotarle. Da igual cuantas veces luchen, Spiderman va a vencer siempre, así que espera que Ock recuerde eso para el futuro.

El hecho es que, tras estos eventos, el Dr Octopus dejó de salir durante mucho tiempo en las colecciones del trepamuros. Octopus quedó traumatizado por su última derrota ante Spiderman y quedó recluído en un centro psiquiátrico presa de un terror irracional y paralizante a su antiguo enemigo, dando la sensación de que DE VERDAD, aquel había sido el último enfrentamiento entre los dos personajes.

No sería hasta un tiempo después que Ock superaría su trauma y volvería a dar problemas al Lanzarredes, si bien con la aparición de villanos como Hobgoblin y Venom dejaría de ocupar el foco central sin tener una historia de importancia hasta el "Retorno de los Seis Siniestros".

Pues ala, ahí está la chapa, el recuerdo de un chiquillo impresionable y de como presenció su primera gran batalla épica entre un héroe y un supervillano.

En el futuro contaré más batallitas y espero que también me contéis las vuestras!!!

Bueno, yo de los cómics que me leí de pequeña, el que más me impactó y marcó con diferencia fue la etapa de Frank Miller en Daredevil con toda la saga de Elektra.


Me parece un cómic sublime a todos los niveles. Primero, la manera en la que mejora los villanos a niveles abismales. Hasta el momento, Kingpin no había sido más que un villano metepiñas más de los que se enzarzaba en peleas con el trepamuros como cualquier otro más, sin prácticamente personalidad propia. Frank Miller le convirtió en el genio criminal que todos conocemos hoy, ese hombre intocable y súper inteligente en su torre de cristal, que medita concienzudamente cada paso antes de darlo y que no suele actuar nunca de manera directa, por más que no tenga el menor problema en ensuciarse personalmente las manos. De la mano de Miller, Kingpin pasó a ser un villano profundo, interesante y memorable. Pero la que sin duda fue la mejor reinvención para mí fue la que se llevó Bullseye, que pasó de ser el típico villano payaso y patético que nadie se tomaba en serio, a convertirse en un tipo inquietante y serio que daba auténtico miedo. ¿Y cómo lo logró Miller? Echándole la culpa de todas sus estupideces e histrionismos del pasado a un tumor que tenía en el cerebro que le hacía comportarse como un imbécil y ver alucinaciones. Fue quitarle el tumor et... voilá! Un villano digno y respetable capaz de acojonar a cualquiera.


Por otro lado, tenemos la maravillosa incorporación de Elektra como co-protagonista, un personaje femenino fuerte, muy inteligente y muy capaz que, en una época donde los protagonistas solían ser los hombres, no se comporta como la dama en apuros a la que hay que rescatar, sino a la inversa, convirtiéndose en el ángel de la guarda del justiciero de rojo cuando pierde su sentido radar, salvándole y ayudándole contra los ninjas de la Mano:


Acostumbrada como estaba a leer los cómics de Spiderman de la época, en donde MJ se pasaba secuestrada el 80% del tiempo, y donde 3 de cada 4 villanos se dedicaban a secuestrarla como objetivo principal, estaba profundamente asqueada de ese tipo de historias, y encontrarme con una en donde la situación era a la inversa, en donde héroe y antiheroína peleaban y colaboraban juntos, codo con codo, sin que en ningún momento se pusiera a prueba o cuestionamiento la capacidad y habilidad de ella, me resultó un soplo de aire fresco. De hecho, demuestra ser mejor, más hábil y más inteligente que Bullseye, razón por la cual Kingpin la contrata cuando a Bullseye le meten en la cárcel y se queda sin asesino.

¿Y qué decir de la historia? También estaba más que harta del rollo de la época de las "Mujeres en Frigoríficos", esas historias en las que el villano de turno decide que, para vengarse del héroe que en realidad es su enemigo, en lugar de hacerle daño a él directamente, va a dañar a la mujer a la que ama. 8 de cada 10 historietas de la época iban de lo mismo: malo tortura salvajemente, viola y/o mata a la novia del protagonista para hacerle daño a él. Nunca era ella valorada como personaje en sí mismo, siempre era "la novia de", un personaje secundario y sin valor que sólo servía como justificación para activar el deseo de venganza del protagonista masculino.

En ésta ocasión, sin embargo, nos encontramos con una mujer fuerte y capaz, que no necesita que la salven sino que ella se dedica a proteger al hombre al que ama, que reemplaza a un hombre en su trabajo demostrando ser mejor que él, y el final no es la clásica mierda del malo buscando joder al bueno a través de su novia, no... Simplemente Bullseye se escapa de la cárcel y quiere recuperar su trabajo como asesino de Kingpin, pero cuando va a buscarle, el señor del crimen le dice que tiene una nueva asesina en nómina y que es mejor que él, así que ya puede marcharse por donde vino. Ésto supone un gran golpe para el ego de Bullseye, que no puede aceptar que haya otro que sea "mejor que él", así que decide acabar con la persona que le ha robado el puesto para recuperar su trabajo y demostrar al mundo que NADIE es mejor que él.

No es nada personal, guapa... Simplemente te metiste en mi camino. Y ya está.

Pero la diferencia aquí es que Elektra no es ninguna doncella indefensa. Elektra pelea, se defiende, y Bullseye sólo consigue derrotarla porque la pilla en un momento vulnerable en el que, después de reencontrarse con Foggy, su amigo de la juventud, empieza a sufrir un ataque de conciencia y a recobrar su humanidad perdida al son de los recuerdos de aquella época, pero ella demuestra ser una amenaza para él, por sí misma. No por ser "la novia de", que de hecho, cuando Bullseye se enfrenta a ella no tenía la más remota idea del vínculo que la unía con su jurado enemigo, Daredevil. Ni la más remota. Ella era una amenaza para él por ser quien era, Elektra Natchios. Ir a por ella no tenía absolutamente nada que ver con Daredevil. Absolutamente nada. Y es precisamente esa desvinculación emocional la que lo vuelve más trágico todo. Porque ella no habría muerto de no estar en el lugar equivocado en el peor momento posible. Porque sientes que su muerte es porque sí. Totalmente gratuita. Que Bullseye no tenía realmente nada personal contra ella y sólo la mata por un puto trabajo y un título. Y nada más. Y justo cuando ella estaba empezando a redimirse. Todo lo trágico que cabía esperar de un personaje inspirado en las tragedias griegas.

La escena de la batalla es magistral, y el momento en que por fin la derrota todavía hoy me deja los pelos de punta cada vez que lo leo. Esa frase... esa puta frase: "Eres buena, chica, eres buena... Pero yo... soy un mago".


Joooooder. Es que son magistrales todos. Elektra, Daredevil, Kingpin y Bullseye, y es por éstos cómics que me empezaron a apasionar éstos personajes. Sin duda creo que todo éste arco es lo suficientemente bueno como para ser considerado novela gráfica más que cómic.

Así que nada... Ésta es la historia que me marcó a mí en mi juventud. Luego ha habido otras que me han gustado más, como Sandman, pero esa no la descubrí hasta diez años más tarde, como mínimo. Pero la primera, la primera historia que me marcó de verdad, fue ésta.

Bullseye escribió:

Por otro lado, tenemos la maravillosa incorporación de Elektra como co-protagonista, un personaje femenino fuerte, muy inteligente y muy capaz que, en una época donde los protagonistas solían ser los hombres, no se comporta como la dama en apuros a la que hay que rescatar, sino a la inversa, convirtiéndose en el ángel de la guarda del justiciero de rojo cuando pierde su sentido radar, salvándole y ayudándole contra los ninjas de la Mano:

Efectivamente y además (o al menos a mí así me lo parece) no se ha hecho justicia aún a esta Elektra en el audiovisual. De la versión de la película de 2003 mejor ni hablar (aunque con 11 años, que era lo que tenía yo en aquella época, y un cubo palomitas entraba sola), que ya se le veían las costuras en el momento y hoy en día mucho más.

En cuanto a la serie de Netflix, que a mí me encanta, me sigue pareciendo que Elektra es de los personajes más flojos. No está del todo mal pero no es para nada la Elektra que vimos en tantísimos cómics, de la etapa Miller y posterior.

Y en cuanto a los personajes femeninos totalmente de acuerdo. Salvo por la honrosísima excepción que siempre han supuesto en ese aspecto los X-Men (Con la segunda génesis habían entrado personajes muy potentes como tormenta que entró en el grupo como una idem y se había empezado a reivindicar a los antiguos como Jean Grey) incluso las señoras enmascaradas estaban en un discretísimo segundo plano.

Si no recuedo mal, el idilio de Daredevil con la Viuda Negra es poco anterior a la etapa de Miller y siendo un personaje tan potente se quedaba bastante aguado. Ni que decir precisamente de Spidey y la Gata Negra. En la historia que menciono en mi anterior post (pese a que le tengo mucho cariño) no dejaba de ser un plot device para que Spiderman tuviese algo que perder en la batalla contra Ock y, además, tooooda su relación posterior hasta que cortaron se basó en que Spiderman no la quería de compañera porque no tenía poderes y no quería ponerla en peligro.

Lo bueno de Elektra en ese momento es que era "su pelea", Bullseye iba a por ella porque tenía razones para ello y, aunque perdió, luchó como una leona en igualdad de condiciones.

Por lo demás, no hay manera de olvidar ese arco, mención a parte la viñeta mitiquísima de Bullseye atravesándole el pechito a la pobre griega con su propio sai.



Excelente elección!!

Seguid su ejemplo y animaos a contar batallitas!!

En general estoy muy decepcionada con las adaptaciones que se han hecho de Elektra a la gran o pequeña pantalla, porque ninguna es completamente fiel al espíritu del pj, y de hecho, paradójicamente siendo la serie de Daredevil, a mi parecer, una obra maestra completamente fiel al canon de pjs como el propio Daredevil, Punisher y Kingpin (y Bullseye me estaba gustando mucho cómo lo estaban haciendo, lástima que la cancelaron antes de poder verle en toda su gloria), con Elektra, ignoro por qué oscura razón, se siguen pasando el pj por el arco del triunfo. Curiosamente es la Elektra menos Elektra que se ha hecho, porque la Elektra de la primera película de Daredevil, dentro de que escogieron a una actriz que físicamente no se parecía en nada y no tenía la menor reminiscencia griega, y dentro de que metieron tijeretazo y le quitaron al pj toda su profundidad y trasfondo (Stick, La Casta, La Mano, etc) reduciéndolo todo a una simple vendetta personal contra Bullseye, al menos, en la esencia, podías reconocer al pj. Aquella Elektra era un pj trágico, dependiente del padre, que manda su vida al garete por vengaza cuando le matan a su padre, que sí que era un embajador griego y tal. Ves la parte bonita, tierna y dulce del romance que tuvo con Matt en sus primeros tiempos, que tan bien reflejó Miller, y cuenta con una escena preciosa, la de la lluvia que permite a Matt "ver" sus rasgos por primera vez. Mantiene la escena del entierro del padre, con una banda sonora que encajaba bien con el pj, respetan la escena de la muerte a manos de Bullseye, etc. Pero claro, la película era malísima, con lo cual de poco vale. De la película propia que sacaron de ella, mejor no hablamos, para mí no existe.

En cambio tienes la serie, y básicamente es un pj random oc al que han llamado Elektra y que lo único que tiene en común con la original es el nombre, su amor por Matt y su adicción a la sangre.

Y ya está.

Para empezar no es ni griega (que puede parecer una gilipollez, pero es algo muy importante en un pj en el que la nacionalidad sí que es algo significativo y relevante para la historia que nos quieren contar, por lo del complejo de Elektra, los mitos y tragedias griegos, etc). Para continuar, su padre, Hugo Natchios, importa un carajo de goma hasta el punto que prácticamente no sale más que de pasada en la historia, cuando Hugo Natchios siempre fue la piedra angular de la historia de Elektra. Es como hacer una película de Bruce Wayne y no mencionar a los padres para nada. Y luego es que ni el carácter ni las motivaciones ni nada, no vi representada a Elektra en esa mujer en lo más mínimo, es algo que me frustra muchísimo. Parece que nunca podré ver una representación fiel de ella

Totalmente.

No solo Elektra, sino en general toda la trama de "La Mano" me parece lo más flojo de la serie de Netflix. Además, que guardaron la resolución del personaje para "Defenders" que a mi entender es una serie fallida. La segunda de Daredevil es una auténtica maravilla hasta que meten a Castle en el talego y luego solo remonta con sus apariciones y las de Kingpin. Lo demás... mucho ninjay poca chicha en general. Menos mal que la tercera remontó (y vaya como remontó joder xD) porque me empezaba a temer que fuese a ir todo así.

Qué divertido conocer vuestras experiencias con los cómics americanos, es muy interesante que hayas abierto este debate Fisk! xD Aunque he de decir que las obsesiones de la user de Elektra ya las conocía bastante bien, después de todos estos años por Omega! jajajajaajajaja ;P

Yo os voy a confesar, que de pequeña no me entusiasmaba el cómic americano, y lo poco que leí era mayoritariamente de Marvel (OMG QUIÉN LO HUBIERA DICHO DE LA ADMIN DE DC) XDDDDD

Recuerdo haber leído cosillas de Los 4 fantásticos y de Spiderman, pero lo que me flipaba de aquella época eran los X-Men y Lobezno. Llegue a comprarme los cómics de grapas que salían cada semana del Origen de Lobezno, que el dibujo era una pasada y la trama me encantó (y traumatizó) a partes iguales xD Creo que era por el 2001 y yo tenía como... ¿12 años? xD 

También recuerdo una trama que me gustó mucho de los X-Men, que era de cuando Jean Grey había muerto, y Scott se enamoró de Madelyne Pryor, que resultó ser un clon de Jean. Esa historia me dio mucha pena porqué Scott abandonó a su nueva mujer y a su hijo cuando se enteró de que la payasa de Jean Grey seguía viva. Sinceramente, no me extraña de que se volviera una villana después del trauma xDDD

Yo leía mucho manga en aquella época, y las cosas de superhéroes las conocía mayoritariamente por las pelis o las series. Me encantaba Spiderman con el Hombre de Hielo y Estrella de Fuego xD y porsupuestísimo, la maravillosa serie animada de Batman. 

Aunque conocía bastante el fandom de DC, no fue hasta 2010-2011 aprox, que me puse en serio a leer cómics de Batman. Fue la época de las pelis de Nolan y los juegos de Arkham Asylum, que me dieron un empujoncito extra para picarme a leer, porqué de verdad, el cómic americano es un formato que no me gusta nada, con sus historias y personajes eternos y sus cambios de guionista/dibujante cada dos por tres. Pero que le vamos a hacer xD 

Y ya en 2013 se estrenó la segunda, y por aquel entonces última temporada de la magnífica serie de Young Justice, que fue la que nos impulsó a Babs y a mi a crear este foro (que al principio iba a ser sólo de Batman xD pero decidimos ampliarlo a DC y Marvel). 

Desde entonces, llevo ya como diez años empapándome de cómics de DC y todo gracias al murciélago y a su preciosa Bat-familia. Algo de Marvel voy leyendo, pero como no me da la vida para leer todo lo que me gustaría, lo he reducido a mi pequeña obsesión con Loki que ya todos conocéis   

Y ya para no enrollarme más, os contaré dos momentos que me tocaron la fibra leyendo cómics (SPOILER ALERT) xD

El primero fue leyendo la saga de Loki: Viaje al Misterio, en la que habían reencarnado al peligroso dios de las mentiras en un niño francés, después de que se muriera en la trama de "Siege". La vuelta de tuerca que le dieron al personaje me pareció una idea sublime y está muy bien llevada. La trama te engancha, es interesante y tiene un rollo muy a lo "Neil Gaiman" (no sabría explicarlo mejor xD). En el momento final, durante la saga "Todo Arde", cuando te enteras de que el Loki antiguo lo ha manipulado todo para poder reencarnarse y "empezar de cero" utilizando al niño Loki, te deja con la boca abierta. El viejo Loki ha puesto al niño entre la espada y la pared: si quiere salvar a sus amigos, Loki debe sacrificarse a sí mismo, y permitir que el antiguo Loki ocupe su cuerpo. Es un momento muy triste y descorazonador:


Y como no, el otro momento comiquero que me encantó/traumatizó fue la muerte de Damian Wayne en Batman Incorporated. Maldito Grant Morrison xDDD y maldita Thalia Al'Ghul ¿Cómo se puede ser tan horrible y tan mala madre? 

Todos conocemos al saquito adorable de odio que es Damian Wayne, y a pesar de que es un niño odioso cuando le conoces, a medida que vas leyendo más sobre él, te das cuenta de que es tan sólo el producto de haber sido criado por una familia de psicópatas asesinos. Es un niño roto, sin infancia y lo único que necesita es una familia que realmente lo quiera. Fue una tragedia cuando se lo carga su "hermano", otro niño probeta que representa lo que tenía que haber sido Damian si no se hubiese "ablandado" con la Batfamilia. El villano de estos cómics no es más que otra vida arruinada creada por Thalia, y es algo que te repugna y te conmueve a partes iguales.




La mejor: la relación entre Dick y Damian. Son preciosos y su saga como Batman y Robin es de lo mejorcito que he leído <3 
Esta es la icónica escena entre ambos, justo antes de que Damian sea asesinado:

Espero que os haya gustado, y que continuéis explicando por aquí las escenas o cómics que más os han gustado de vuestros super-héroes favoritos. A mi, como podéis veis, me encanta el Drama xDDDDDDDD

Grandes momentazos los que mencionas Dick!!

Ya que te gustan las historias de Loki "a lo Sandman" ¿Has leído "Loki: Hermanos de Sangre" de Robert Rodi? A mí me recordó mucho al estilo Gaiman y me parece que, tanto guionista como dibujante están espléndidos.





Y también momentazo el de la pobre bolita de odio. Morrison consiguió que Dick y damian tuviesen una dinámica muy especial y me gusta el giro definitivo hacia el mal que le dió a Thalia, que siempre había estado en un terreno bastante gris... que si sí... que si no...

A partir de que Morrison pasa por la colección todos le podemos decir a Bruce: "Tío, lo de esta mujer fué un error bastante importante"

¡Por supuestísimo! Es uno de los clásicos en mi estantería de Marvel, jajajaja. Me gustó mucho el giro final, cuando Loki decide ir a liberar a Thor después de darse cuenta de que no tienen porqué seguir odiándose... y zasca xD Ya es demasiado tarde! jajajaajaja Si es que este dios de las mentiras nunca aprende... ;P

Lo que me gustó de la etapa de Batman y Robin de Morrison, es que creó a villanos como Flamingo, que a primera vista parecen ridículos pero que en realidad dan mucho miedo y son super retorcidos xD

Y Pig... maldito Pig, que horror de señor, que miedo me daba! D:

Los de Thalia es que no tiene perdón de dios. Ahí se ve lo horrible que puede llegar a ser. Aunque han cambiado ya tantas veces la concepción de Damian, que al final ha pasado de una relación consentida, a una violación y luego a un niño probeta xD ¿En qué quedamos?

Totalmente de acuerdo, por lo general en los comics de Thor prefiero cuando los autores beben de las fuentes nórdicas originales como en ese comic y como, en cierta medida, hace Aaron. Con Loki se han hecho muchas cosas últimamente, no todas (en mi opinión) acertadas, pero me sigue pareciendo uno de los personajes con los que más se puede jugar.
Y Pig... oh Pig, que mal (y que bien, por extensión) lo paso con él y vaya placer más grande partirle la boca en el Arkham Knight.
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Bien, pues ya que comenté un momento épico Marvel, voy a tratar de hablaros de un momento épico marca DC. Para hablaros de mi experiencia con este cómic tengo que hacer bastante narración de historia “personal”, así que espero que os sea leve el rollo.

Se viene otra batallita de abuelo cebolleta.

En el momento en que este cómic llegó a mi vida ya tenía bastante bagaje en lo que a enmascarados se refiere y en cómic en general. Había leído mucho Spiderman, muchos mutantes, mucho Batman, bastante Superman, algunas obras clave de europeo,iIndie y clásicos de Vértigo y… más o menos, lo que me iba interesando. Esto hacía, si cabe, aún más evidente el hueco vacío que la obra de la que vamos a hablar tenía en mi estantería.

Lo bueno de este comic (o del momento en que me llegó) es que cuando lo leí estaba en una especie de "encrucijada personal". Nada grave, afortunadamente, pero me encontraba en uno de esos periodos de la vida de uno en que estás un poquito “buscándose”. Un pilar bastante importante de mi vida, si bien no se había derrumbado, amenazaba con tambalearse. Era uno de esos momentos en que, a raíz de una situación bastante injusta, por lo que sea, no te sientes tan guay, tan invencible y tan vivo como acostumbrabas (o deberías) y empiezas a pensar que tus días no son más que la repetición constante de una misma jornada (y no una especialmente interesante).

Por otro lado, mi grupo de amigos empezaba a verle las orejas a un lobo que, aunque no estaba tan cerca como creíamos, sí que rondaba por los alrededores. Mis amigos/as y yo siempre hemos estado muy unidos, la mayoría nos habíamos conocido en el Instituto (algunos incluso los conservaba desde el colegio) y habíamos formado un grupo sólido al que, paulatinamente, se había ido uniendo más gente. Nuestros fines de semana empezaban con dos o tres personas que salían a la aventura y terminaban con unas quince. No se malinterprete, no éramos ninguna especie de grupito de quarterbacks y animadoras, sino más bien gente muy regular de la cabeza pero, a la vez, sorprendentemente funcionales. Nos dimos cuenta mientras se iba juntando más y más gente a nuestras andanzas nocturnas y diurnas que éramos el tipo de gente con el que molaba estar. Éramos divertidos y abiertos e intentábamos que todo el mundo que se juntase con nosotros se sintiese como en casa. Podíamos pasar horas sentados en una terraza hablando de cine, literatura, cómics, la vida en general... y siempre con un ambiente de buen rollo y camaradería. Todos muy distintos pero con personalidades complementarias… Casi parecía un grupo de superhéroes ¿No?

Esto hizo que, cuando se fueron cerrando ciertas etapas de la vida, empezásemos a sospechar lo evidente. Que llegaría un momento en que nuestros caminos se separarían, que nuestros destinos tomarían distintas sendas y que ya no podríamos estar tan unidos como nos gustaría y que, por desgracia, aunque intentásemos ponerle remedio muchos se quedarían por el camino.
Eso, unido a mis otros problemillas, me daba la sensación de estar en un continuo fin de etapa, como el último capítulo de temporada de una serie que te gusta mucho. Ese episodio en que el “status quo” cambia, has leído que ciertos actores no renuevan, las audiencias son bajas y vas viendo la sombra de la cancelación en el horizonte.

En esas estábamos cuando un amigo mío (un ferviente seguidor de Superman) habló en el transcurso de una tardecita de cervezas del cómic que me dispongo a reseñar. No es que fuese una recomendación nueva, de hecho, igual era la decimoquinta vez en aquel mes que hablaba de esta obra… Pero yo tampoco tenía en ese momento otra cosa que leer y siempre me había llamado la atención, así que decidí que era el momento oportuno para darle un tiento.
Me refiero, por supuesto (todo el mundo en pié) a…


Bufff… Tantas cosas que decir de este cómic… trataré de ser breve y no hacer mucho spoiler para no arruinar la experiencia a la gente que lo ha leído.

Kingdom Come es una obra de los geniales Mark Waid y (aplausos en la sala) Alex Ross. Se publicó en el año 1996 (aunque a mis manos no llegó hasta muuuuchos años después de su publicación… Yo creo que cuando se publicó yo todavía andaba con los libros de “TEO va al zoo”). El contexto de las publicaciones del mainstream americano era bastante particular. El llamado “efecto Image” supuso la fuga de artistas de las grandes editoriales (aunque afectó más a Marvel que a DC) y las dos estaban en un momento bastante complicado. Aunque había honrosísimas excepciones, los noventa fueron una época bastante chunga para el cómic de superhéroes. Los cómics de finales de los años 80 que invitaban a una mayor oscuridad, deconstrucción e inclusión de contenido “adulto” en el género fueron muy mal entendidas. Por ello, en los años 90 lo que se puso de moda era ilustrar con un estilo efectista historias de personajes violentos y perturbados que parecían tener más tirón cuantas más metralletas y cinturones de balas llevasen por el cuerpo. Muchos de los personajes clásicos fueron sustituidos por versiones ultraviolentas de los mismos y las historias… bueno, no sólo se había puesto de moda hacer putadas a los personajes (lo que, en el contexto de una buena historia no tiene que ser necesariamente malo, más bien al contrario) sino cambiar sus personalidades hasta hacerlos prácticamente irreconocibles. Con dolor recordamos muchos todo el tema de la saga del clon, el abuso hasta la náusea de personajes como Veneno y Matanza, la sustitución del buen Bruce Wayne por ese infame Azrael con armadura a lo Predator… Bueno, mucha morralla en general.


En ese contexto Mark Waid decide, de la mano del buen Alex Ross, hacer una reivindicación en toda regla de los héroes de antaño. El mundo ha cambiado, no somos ni seremos tan ingenuos y optimistas como en el pasado, pero sigue siendo necesario que contemos historias sobre aquellos que nos inspiran, esa gente que trata de traer un ideal de esperanza. Los antiguos héroes no han muerto ni están desfasados y, de hecho, jamás deberían hacerlo.
El arte de Alex Ross sienta como un guante a esta historia, no solo por su estilo pictórico e hiperrealista, sino por su enfoque estético claramente clasicista. Los trajes de los superhéroes, por mucho detalle que tengan son, evidentemente, pijamas de adulto y se puede sentir en cada imagen como dota de textura a los mismos. El tratamiento que Alex Ross hace de la luz termina por cerrar el trato. Mientras uno lee Kingdom Come no puede evitar sentir que está dándose un paseo por una galería de arte donde, al estilo de los grandes maestros de antaño, se nos cuenta imagen por imagen una historia de dimensiones épicas. Todo en esta obra es titánico, no sólo por lo que está en juego, sino por la hondura mitológica de la narración.


No seré demasiado exhaustivo en la trama, baste saber que nos encontramos en un futuro en el que los grandes héroes de antaño, la JLA original, se han retirado de sus actividades superheroicas. El mundo vive bajo el miedo a una creciente población de metahumanos que llevan una guerra aparentemente interminable por todos los rincones del mundo. Estos héroes, que parecen pelearse más por diversión que por su sentido de la justicia, no se preocupan de los daños colaterales que sus enfrentamientos puedan provocar. A consecuencia de estos combates Kansas ha sufrido el azote de una nube radiactiva, convirtiendo la antaño despensa de Norteamérica en un erial. A la vista de esta situación, Wonder Woman acude en busca de Superman (que vive bajo su nombre Kriptoniano en una Fortaleza de la Soledad que general ambientes naturales a través de tecnología de realidad virtual) para que vuelva a reunir a la vieja banda.
Superman es reacio al principio por miedo a enfrentarse con un fantasma de su pasado, uno que forzó su retirada como superhéroe, pero finalmente se decide a regresar, reunir de nuevo a la vieja Justice League y solucionar (esta vez de forma más activa e invasiva) los problemas de este nuevo mundo.

No diré más para no hacer Spoiler pero, sin duda, aunque no llega a extremos tan graves como Injustice es imposible no ver aquí el germen de esa lucrativa idea.

Cuando lo leí, no pude evitar sentir esa sensación de nostalgia que transmite el cómic, esa añoranza de una Edad de Oro que ya se había perdido, probablemente por mi propia situación personal. Me era imposible evitar identificarme con esos viejos héroes que miran a un mundo que dice no necesitarlos, de ver el propio fantasma de las navidades futuras de lo que me ocurriría a mí y a mis amigos. Sí, desde luego nosotros no salvamos nunca al mundo (que sepamos) pero estas historias no deben interpretarse en un sentido literal para que apelen a tus sentimientos ¿Seríamos algún días como esos héroes maduros? ¿Viviríamos separados envueltos en un mundo nuevo que no comprendíamos ahogados en los recuerdos de las glorias pasadas? Me tocaron, más que nada, las conversaciones entre la trinidad. Bruce, Clark y Diana están especialmente bien escritos en este cómic y sus dinámicas y relaciones se sienten auténticas y reales. De verdad te parece estar escuchando a tres viejos amigos y camaradas que han tenido que adaptarse a un mundo peor del que les tocó vivir.
En especial me emocionaron las viñetas finales del cómic que pondré en Spoiler para quien quiera verlas.

SPOILER:

Este cómic me terminó de enseñar la dimensión mitológica de los superhéroes, como mitos modernos, como representación de nuestros miedos, sí, pero también de nuestras mejores intenciones. Los viejos rockeros nunca mueren y tampoco están dispuestos a hacerlo nuestros héroes.


Todo en este cómic transmite nostalgia, necesidad y esperanza. Simplemente, Kingdom Come, una obra maestra.