Nombre: Juan Hernández Hernández.
Alias: Hush.
Nombre Artístico: Sassy Caramel.
Edad: 24 años.
Universo de Origen: Marvel.
Nacionalidad: Americana (Descendiente de mexicanos)
Raza: Mutante.
Mentor: Sólo considera así a una persona, y es "Pray Divine”.
Bando: Villano.
Ocupación: Asesino Mercenario.
Descripción Física: 1.72 de alto, 73 kg. de peso. Su cuerpo es fibroso, con una musculatura compensada, propia de alguien que se ejercita. Su rostro es bastante andrógino. Por lo demás, es un joven bastante estándar. Tiene el pelo negro, la tez morena, los ojos marrones, y en su cuerpo hay varias cicatrices de peleas pasadas, aunque curan bastante bien. Cuando no está trabajando, mantiene un perfil bastante bajo en lo que a estética se refiere, con toques roqueros o punks. No tiene nada reseñable, más allá de un piercing en la lengua, que no se ve a simple vista.
- Apariencia:
Cuando trabaja se limita a llevar vaqueros, botas, chupas de cuero o sudaderas, bajo las cuales lleva chaleco antibalas ligero o refuerzos. Algo que le permita moverse con cierta facilidad, que sea un poco resistente y que no despierte sospechas. Aunque sabe usar armas de fuego siente predilección por las armas blancas, y tiene una mochila con equipamiento, y cinturones preparados para llevar munición. Su arma favorita es la navaja.
- Ropa de Trabajo:
Por último, su alter ego, Sassy Caramel, es una mujer de armas tomar. Su vestuario comprende sobre todo ropa de temática superheróica, pues su “persona” está muy basada en una sátira a los primeros videos propagandísticos del capitán América. Pray Divine fue su mentora en todo lo que a Drag se refiere. Si bien su maquillaje no tiende a ser tan histriónico como el de alguna de sus compañeras, si potencia mucho una estructura de cara mucho mas afeminada, y da el pego totalmente. Cuando sale, lleva uñas, pestañas, pelucas, etc. Todo de una calidad decente, ya que tampoco puede permitirse cosas de primeras marcas. Su personaje tiene relativo renombre dentro de la comunidad LGTB.
- Sassy Caramel:
Descripción Psicológica: Es un chico... complicado. Se ha criado en un barrio pobre, lo cual ha hecho que su conciencia de clase esté muy interiorizada. Es bastante introspectivo, y aunque es capaz y muy hábil para socializar si se lo propone o lo necesita, no suele hacerlo por sí mismo. No es alguien que se acercaría a ti en un café, o en un bar. Ve a las personas como herramientas que le ayudan a conseguir sus objetivos, y procura no encariñarse con nadie, porque eso trae problemas. Por el contrario, ha encontrado otras maneras de relacionarse con la gente. Se trata de un depredador, con muchos problemas emocionales entre los cuales se encuentra la aceptación de su sexualidad, con estallidos de ira, carácter violento y manipulador a más no poder. Su inteligencia no consiste en atesorar conocimientos, si no en entender a las personas, lo que hacen, lo que piensan, porqué, y qué es lo que las hace reaccionar de la manera que él desea. Tiene un fuerte instinto que le ayuda a saber lo que las personas buscan, y darles la impresión de que él puede facilitarlo, lo cual ha ayudado en su trabajo. Encuentra diversión en la violencia, en ejercer poder sobre otras personas, y disfruta sabiéndose por encima de los demás. No necesita que otros le inflen el ego, es muy capaz de hacerlo con sus actos. No es un carnicero, encuentra mucho mas placer en la tortura psicológica que en la física. Al fin y al cabo cualquier imbécil con un cuchillo podría cortar un dedo, romper un alma humana hasta que está hecha pedazos... eso es otra cosa.
Sassy Caramel, sin embargo... No tiene ni sus miedos, ni sus prejuicios, ni su ira. Cuando se adentra en esa personalidad creada, se asoma un poco a lo que sería tener una vida normal (por extraño que suene). Puede llamar la atención sin sentirse juzgado, sentir que su modo de ser encaja, saber que van a aceptarle tal como es sin importar nada más. Si quiere ser el centro de atención, tiene recursos. Sassy es extrovertida, amigable, locuaz, vivaz, enérgica, hilarante, sexy. Toda una bomba. Ella le libera de la presión constante que sufre, y le permite pretender que es alguien con una vida apasionante, y rodeada de admiración, amor y cariño, en lugar del cruel pusilánime y desconectado de sus sentimientos hecho polvo que en realidad es.
Historia: Proviene de una problemática familia numerosa. Sus padres José Fernando y Guadalupe emigraron a América, pero tras tenerles a él y a su hermano pequeño Jesús su padre les abandonó. Años después su madre se arrejuntó con un hombre nigeriano llamado Anuar, su padrastro. No sabe nada del biológico, apenas si se acuerda de él. Anuar tenía un hijo y una hija de su anterior matrimonio, Deon y Makena. Su mujer fue asesinada de manera accidental durante un tiroteo entre bandas en el Bronx, que la pilló sacando la basura. Los dos tuvieron una hija en común, la pequeña Afeni.
No hubo una transición que supieran. Un día estaban los tres solos, y al siguiente el hombre se mudó a su casa con sus hijas. Pasó de tener su propio cuarto a tener que compartirlo con sus dos hermanos, ya que había que dejar el otro para sus hermanas. Su nueva familia puso su mundo patas arriba, ya que su madre, bastante comprensiva, acabó dejándose llevar por la doctrina de Anuar, un hombre que se mostraba muy protector con las mujeres, y extremadamente rígido con los hombres. Aquello convirtió la vida adolescente en un infierno sin intimidad, así que acabó juntándose con malas compañías procurando pasar el menor tiempo posible en casa. Dejó el instituto, tonteó con la droga y se metió en una banda, donde fue detenido con sólo 14 años, y llevado a la cárcel en un programa de televisión de rehabilitación llamado “Beyond Scared Straight”, donde llevaban a adolescentes problemáticos a visitar a verdaderos delincuentes en la cárcel. Después de aquello pensaron que se enderezaría un poco, pero como el efecto no fue inmediato, el padre decidió dejarse de tonterías. “El va a ser el ejemplo” solía decir, mientras que por cada cosa que hiciera sobrevenían castigos cada vez más duros, llegando a las manos en más de una ocasión, arrojándole objetos, tirando cosas que él apreciaba a la basura, o dejándole dormir a la intemperie si llegaba a casa demasiado tarde.
Ese trato se alargó durante los siguientes años, mientras su madre sólo sufría por él, pero hacía lo que podía para sacar la familia adelante. Ahora eran muchos, y bastante tenía con preocuparse por cómo llegarían al día siguiente. El padrastro se negó a que pasara más tiempo sin hacer nada. Si no pensaba estudiar trabajaría, así que empezó como chico de los recados, jardinero, mano de obra, etc. La cosa se suavizó un poco cuando comenzó a llevar dinero a casa, y su relación con su padrastro pasó a ser algo soportable. Hasta el incidente.
Había salido con unas cuantas chicas durante el instituto, pero no fue hasta su trabajo en la construcción que empezó a rodearse de hombres buenos, trabajadores y cuyo objetivo era mejorar. Allí conoció a Ben, un chico amigable y divertido, un poco mayor que él. Trabajaba de vez en cuando para conseguir algo de dinero. Fue quien le enseñó mecánica, y también a montar en moto. Bebían cerveza, veían la SuperBowl juntos, y de vez en cuando se hacían de compinche para ligar. Ben tenía novia, siempre decía que era la mujer con que se casaría, pero que habían acordado abrir su relación hasta que acabaran la universidad. Una noche estaban viendo una película y comiendo pizza, y la situación comenzó a ponerse extraña. Comenzaron a hablar sobre cosas picantes, y él se ofreció a poner una película que, según él, era la bomba. Con la banda sonora de la pornografía barata de fondo, la cosa comenzó a ponerse seria. Fue Ben quien empezó, y Juan le siguió. Todo iba bien mientras cada uno se ocupaba de sus asuntos, pero Ben cruzó la línea. Juan quedó paralizado, al notar que era el otro quien...
Se levantó de un salto, tirando todo lo que había en la mesa, mientras le gritaba toda clase de improperios en español. Ben trató de hablar con él, pero Juan le empujó con fuerza, se la guardó en los pantalones y salió de la casa diciéndole que le mataría si volvía a hacer algo así.
Sudores fríos le recorrieron durante el camino a casa, mientras en su mente se repetía la escena una y otra vez. Fue derecho al baño, se desvistió y se dio una ducha. Al terminar, se sentó en el water mientras las lágrimas le caían por las mejillas, y en silencio, terminó lo empezado. No recordaba haber estado tan excitado jamás...
Los siguientes días en la obra fueron como cargar una losa constante. Trataba de evadir contacto con Ben, pero al final resultó imposible. Los dos se quedaron solos en un turno de noche y eso le dio a Ben la oportunidad de hablarle. Juan le amenazó con que lo dejara, que si volvía a mentarlo le daría una paliza, mientras trataba de esconder su atracción por él, una sensación que no comprendía. Ben le aclaró que no era nada de eso, que era tan sólo algo entre amigos. Que muchos hombres lo hacían, y que los dos habían tenido novias, lo cual hacía que eso solo fuera... liberar tensiones. Acabaron follando en el almacén de materiales.
Sus encuentros continuaron, y poco a poco el ambiente en el trabajo empezó a cargarse de guiños, tensión sexual, y bromas internas. Hasta el punto en el que comenzaron a arriesgar demasiado. Una noche, al volver a casa, encontró a su madre llorando a lágrima viva, y a su padrastro dando voces en Bitú. Cuando preguntó qué pasaba, su padre le tendió el móvil, y su mundo se resquebrajó con cada pixel de esa imagen. Alguien les había visto tomando cerveza, y les había sacado una foto en la esquina de un local. Estaba colocado delante de Ben, mientras este le pasaba una mano por el cuello... pero la otra mano de él descansaba en el interior de su bolsillo.
La trifulca se escuchó hasta en México. Los vecinos llegaron a llamar a la policía. Su padrastro le echó a la voz de “No quiero maricas de mierda en esta casa” mientras su madre sólo se cubría la cara e intentaba retomar la respiración. Su padre le echó a la calle sin darle la oportunidad de llevarse absolutamente nada más que lo que llevaba encima. De pronto, se vio con 17 en la puta calle, sin nadie que le diera ayuda. Vagabundeó por las calles y el subconsciente le llevó a casa de Ben, y cuando éste le abrió la puerta, su novia estaba allí de visita. Le dejó algo de pasta para pagarse un motel, pero no le permitió quedarse allí con ellos. Aquello le dejó dolido, cabreado y jodido. Esa noche, en un ataque de rabia le pegó una paliza a una prostituta trans que encontró en los suburbios. Intentó hacerla callar, apretándole la boca y al susurrar... lo notó. Notó que algo se encendía por su cuerpo, como un suave corriente que le recorría cada centímetro de su cerebro. La puta jamás denunció. Tuvo que quedarse durante un tiempo en un refugio, como si no fuera más que escoria, pero ese tiempo le sirvió para comprender mejor lo que era capaz de hacer. Empezó haciendo cosas fáciles. Robar comida, llevarse las cosas de otros. Nadie a quien mandaba callar era capaz nunca de contar nada. Así que centró sus esfuerzos en salir de allí como fuera, conseguir pasta, y un sitio donde ir. Alquiló una habitación piojosa en una casa de estudiantes y continuó trabajando, pero también haciendo unas cuantas cosas que estaban fuera de lo legal. Perfeccionó el dominio de sus habilidades con cada oportunidad, y casi dos años después se encontraba lo bastante seguro como para confrontar al hombre que le había jodido la vida. Todo estaba planeado.
Primero volvió a contactar con Ben. Aquello era fácil, aún más teniendo en cuenta que se había cuidado de decirle a su chica el tipo de cosas que hacía con él. Ahora su relación estaba cerrada... al menos eso se suponía. Cuando la entró por primera vez, ella ni recordaba su cara. Le llevó más tiempo del que querría admitir seducirla, y aún más conseguir follársela en su casa. Precisamente en el mismo sitio en el que comenzó toda esa mierda. Utilizó el siseo con ella.... mereció tanto la pena ver la cara de ambos, cuando Ben se presentó y allí estaban los dos, sentados en su salón. Él, entre los dos, como en los viejos tiempos. Como había sido siempre.
Los dos se miraban, aterrados. Los dos sin saber la dulce mentira que les sostenía juntos, mientras él se alzaba entre ambos dueño y señor de sus silencios...
Se mantuvo en sus vidas durante un año y medio, deleitándose de su creación. Sabiendo lo que sabía. Aguantando que Juan tratara a Ben como su mejor amigo, haciéndola sentir como una rata miserable y traidora. Haciendo que Ben se sintiera inseguro de sí mismo, frágil, dudoso, como le había hecho sentir a él cuando le había mostrado que...
Un día desapareció sin más. Se marchó y no volvió, pero aún a día de hoy, los dos se miran en silencio. Una, enmudecida. El otro, cobarde. Juan pasó al siguiente punto de su vida con esa satisfacción.
En cuanto a su siguiente etapa, comenzó con una paliza a dos maricas. No es que el la impulsara, pero si sus compañeros de la banda para la que había empezado a trabajar. Al oír las sirenas de la policía, se dispersaron, pero él fue incapaz de marcharse. Se quedó... y entonces un grupo de mujeres se aproximó a ellos. Solo que no eran mujeres. Aquellos ángeles esperaron a que llegara la ambulancia, y se llevara a los dos jóvenes inconscientes. Estaba dispuesto a marcharse, pero uno de ellos le invitó a tomar algo en un local próximo. Miró a su alrededor, para asegurarse de que no quedaba nadie y aceptó. Se tomó unas cuantas copas, mientras recibía elogios de todos ellos, por haber ayudado a esos dos chicos. Él solo podía pensar en cómo les había pateado, igual que los demás, en cuanto se había sentido atrapado por la situación. Estuvo a punto de vomitar, pero en lugar de eso, siguió echándose alcohol al gaznate. El grupo le presentó a la dueña del local. La llamaban "Pray Divine”. Empezó a pasar en su compañía todo el tiempo que pudo, inspirado por su fuerza. Llegó a conocerle bien, a tener un verdadero contacto humano. Él le hizo adentrarse en todo lo que le aterrorizaba, le ayudó a comprenderse un poco mejor. Le dio una salida a toda esa ira y toda esa rabia, y le dio un nuevo nombre con el que le hizo sentirse seguro por primera vez desde hacía años. Sassy Caramel.
En la actualidad vive en Hell´s Kitchen, y actúa en el local de Pray Divine de manera profesional. Su madre y él han retomado el contacto, y manda dinero a casa sin que su padrastro sepa nada. Sin embargo, aún necesita arriesgarse, jugárselo todo. Continua con los negocios, y encontrando placer en ejercer su poder sobre los demás. Su vida entera la desgracia de un Dr.Jekill y Mr.Hide en el que no hay salida. Sólo silencio.
Poderes:Siseo: Cuando Hush sisea, es capaz de detonar una respuesta psíquica en las personas que le oyen. Deben estar lo bastante cerca para oírlo, entre unos 5 y 10m en razón del ruido de ambiente que haya. Funciona con extrema sencillez. La víctima NO olvidará lo sucedido, sin embargo, no será capaz físicamente de contárselo a nadie. El siseo se queda ligado al recuerdo que se tiene del acontecimiento, de manera que cuando se intenta usar el área del lenguaje para transmitirlo, la persona sólo será capaz de efectuar un siseo. Lo mismo si trata de escribirlo. En el caso de una lectura de mente, lo único que la persona verá es la imagen de Hush (En caso de que la persona le haya visto al efectuar el siseo), o una silueta negra (Si lo llevara a cabo sin que la persona hubiera podido verlo, o aclarar quien es) y escuchará el siseo, pero todo lo demás estará distorsionado, como si el cerebro no hubiese almacenado bien la información. Cuando la persona trate de recordarlo, sin embargo, será perfectamente capaz. Mediante el uso de la magia el recuerdo podría verse siempre y cuando la persona lo reviviera en ese momento (pensara en ello durante el proceso) pero seguiría siendo incapaz de dar datos o hablar de ello. Este poder se puede activar a voluntad.
Silbido: Al utilizar esta habilidad, Hush puede afectar al líquido interno del oído de aquellos que están en un radio de 15 metros, produciéndoles vértigos. No importa si tienen cascos, música o son sordos ya que silbido produce unas vibraciones que se pueden transmitir incluso a través de la piel alterando la endolinfa. Son audibles tanto para personas como para animales, estos últimos pueden verse más afectados si su sentido de la audición es mejor que el de un ser humano. La gravedad de sus efectos dependerá de la nota, y del tiempo que estén expuestos al sonido. Un Silbido de un par de segundos puede producir un instante de mareo o vértigo, mientras que uno de 4 segundos o más puede producir una sensación completa de nauseas, movimiento o movimiento del entorno, temblores, vómitos, etc. Con la melodía adecuada, este poder es capaz de anular el susurro. La melodía como tal la escoge él a voluntad, ya que lo que hace es incluir en algunas notas las vibraciones concretas que "desbloquean" el recuerdo. (Sería como una combinación de un candado con números. Necesita hacerlo con sus silbidos por las vibraciones que produce) Silbido no se activa con cada silbido, si no que puede controlar a voluntad. Es capaz de silbar muy alto sin necesidad de usar las manos.
- Video explicativo:
Habilidades:-3 idiomas: Español,inglés y bitú que es un dialecto originario de nigeria.
-Manitas: Es capaz de desenvolverse casi con cualquier cosa. No es que pueda hacer nada de un nivel que requiera una especialización elevada, pero lo mismo te cambia un enchufe que te arregla el motor del coche.
-Conocimientos de vándalo: Suele desenvolverse bien por los lugares a los que va. Se informa de quién es el que manda, dónde puede conseguir cosas, con quién es mejor o no meterse, dónde está la droga, etc. Sabe puentear coches, dónde deshacerse de un cuerpo, o un arma si hace falta, etc.
-Parkour: Es lo que le mantiene en buena forma física, y le facilita las huidas en caso de ser necesario.
-Valetudo Real: Ha aprendido a pelear en la puta calle. Aunque haya ido mejorando su técnica con los años gracias a entrenar con sus compañeros, sigue teniendo muy presente que no hay acción demasiado rastrera si estás arriesgando el pellejo. Lo que incluye utilizar cualquier objeto de su entorno.
-Armas: Conoce tanto las de fuego como las blancas, siendo estas últimas sus preferidas.
-Diva: Todo lo necesario para ser un auténtico Drag. Desde maquillarse hasta hacerse la manicura, desde arreglar las pelucas, hasta hacer un buen taking. Sabe hacer lipsinc, animar, bailar, actuar, algo de pole dance, y de hecho su voz al cantar es bastante buena. Aunque muy pocos lo saben, hizo un curso de corte y confección, de manera que puede hacerse sus propios disfraces.
Debilidades:-Adicto al riesgo: las emociones fuertes le pueden, y a veces se arriesga más de lo necesario para conseguir el subidón que necesita. Siempre opina que merece la pena si la recompensa va a ser mayor.
-Homófobo: tiene varios problemas con su propia sexualidad, incompatible con su entorno. De esa manera está en constante lucha interna dependiendo de con quién esté. Eso hace que apenas tenga relaciones más allá de lo superficial. Dicho rápido y mal, gay de noche, “no me toques maricón” por el día.
-Todo tiene un precio: No tiene impedimento moral a la hora de aceptar un trabajo. Piensa que en el mundo todo es injusto, así que lo que sea que le pidan, él lo hará si le pagan, lo cual ha hecho que se gane muchísimos enemigos.
-Daddy Issues: A pesar de que quiere a su familia, su padrastro a día de hoy le aterroriza. Es verle y es incapaz de hacer nada, más allá de quedarse paralizado por completo. Cuando come o cena con la familia adquiere una actitud sumisa que no se parece en nada a cómo suele comportarse.
-Ansiedad: Sufre ataques de ansiedad, lo cual le deriva en picos de tensión, temblores, incapacidad para respirar, sensaciones de debilidad, nervios descontrolados, y problemas para conciliar el sueño. Esto puede afectar tanto a su trabajo como a su salud física.
-Ataques de ira: En ocasiones algunos de sus compañeros han presenciado sus ataques de ira. Eso les pone en alerta sobre él haciendo que desconfíen de manera natural, considerándole peligroso.
Equipo:Tiene acceso a varias armas de todo tipo sin identificar. Sus contratantes las pagan y él las consigue, tiene contactos en el mercado negro que son capaces de darle cualquier cosa que pueda necesitar, incluidos pisos francos.
Antes vivía con su familia en el Bronx, pero después se mudó a una pequeña buhardilla en una de esas casas antiguas en la zona de Hell´s Kitchen. Su trabajo le da bastante dinero que tiene guardado en una caja fuerte del banco, pero vive de un modo modesto para no levantar sospechas.
Su medio de transporte es una moto de segunda mano que unos amigos de un taller le ayudaron a restaurar.
- Moto:
Tiene una glamurosa colección de ropa de mujer, zapatos de tacón, pelucas, maquillaje, accesorios, etc. Todo lo necesario para que su alter ego salga a la luz.
Hoy a las 07:46 por Daichi Matsukaze
Tema: Juan Hernández (Hush) 
