Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC

Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
 
ÍndiceOmegaÚltimas imágenesRegistrarseConectarse
Años de Omega


¿Quién está en línea?
En total hay 17 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 17 Invitados :: 2 Motores de búsqueda

Ninguno

El record de usuarios en línea fue de 154 durante el 26th Febrero 2024, 04:20
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
Eclipse
Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_title 
Los posteadores más activos del mes
Eclipse
Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_title 
Burai Ishii
Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_title 
Susy
Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_titleSancta Sanctorum [Edward Jhones] Back_title 
Afiliados Hermanos (1/4)

Afiliados Élite (24/25)
Time Of Heroes

 

 Sancta Sanctorum [Edward Jhones]

Ir abajo 
2 participantes
AutorMensaje
Lorenzo Borgia
Omega Universe
Omega Universe
Lorenzo Borgia


Bando : Héroe

Grupo : MKL

Insignia de Fidelidad : Año 3

Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 09/11/2016

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime7th Abril 2020, 14:34

[Ciudad de los ángeles, Tarde. 18/02/2019]

Los viajes resultan mucho más sencillos cuando se dispone de la capacidad de trasladarse de un sitio a otro. Él tenía numerosos compañeros a los que recurrir para eso, pero no podía evitar recordar que no hacía tanto tiempo había sido capaz de tener todas esas capacidades sin depender de nadie. Su magia había sido poderosa, y siempre había podido enfrentar las dificultades por sí mismo. Pero había tenido que renunciar a eso... Un acto del que si bien no se arrepentía, ahora tenía consecuencias a las que por fuerza se había tenido que adaptar. Llevaba el pequeño objeto de Teleportación en el bolsillo, y en cuanto terminara el rodaje de las dos películas, y encontrara aquello que había ido a buscar, volvería a la MKL. El pequeño artefacto había sido hechizado creando un enlace entre dos puntos determinados, de manera que cuando lo activaba, la magia solo servía para llevarle o bien al aeropuerto internacional de los Ángeles, o al vestíbulo principal de la institución. Siempre priorizaba el objetivo mas lejano, de manera que si hubiera necesitado ir al aeropuerto, tendría que hacerlo en taxi como todo el mundo. La magia podía ser mucho mas precisa, pero tampoco quiso estorbar al viejo Bertram con demasiadas peticiones. La última semana la había pasado gruñendo furibundo por las esquinas, y estaba claro que estaba decepcionado con los alumnos. El final del primer trimestre no les había ido nada bien. Cierto que se trataba de un hombre estricto, pero nunca había sido mal maestro, lo que dejaba a sus estudiantes en mal lugar. El español estaba seguro de que esos resultados no se repetirían. Si algo sabía el homo Maggi era como encarrilarlos de nuevo.

Avanzó a través de las calles atestadas. A pesar de ser invierno, hacía una temperatura bastante llevadera. Vestía un conjunto vaquero con cinturon negro con pequeñas tachuelas, y botas grises. Le abrigaba un abrigo de paño gris amarronado y con una bufanda tintada que discurría del violeta al azul ultramar le daba al conjunto un poco de color. Había sido idea de una de las compañeras de rodaje, que además era estilista, y tenía que reconocer que se trataba de un look cómodo y que le sentaba bien. Habría sido fácil confundirle con un modelo o una estrella de cine, de las que tanto se movían por esa ciudad.

Pero hoy, tras el rodaje, su objetivo era muy diferente. Había una zona de los ángeles que le interesaba mucho visitar, una pequeña zona perdida entre callejuelas. Allí, en una tienda que sólo conocían quienes estudiaban los dogmas de las diferentes religiones podían encontrar todo lo necesario para ejercer sus profesiones, fueran estas las que fueran. Desde estudios de la biblia antiguos, hasta códices restaurados. Pequeños objetos pertenecientes en vida a Santos canonizados, hasta relicarios recuperados de iglesias quemadas por los sacrílegos. En su caso, buscaba aquello que podía servirle para ejercer sus artes mágicas. Cualquier cosa podría bastar. Huesos, restos de tejidos, piel momificada. A veces podía encontrar incluso paños, vendas o pequeños frascos en los que aún perduraban restos de sangre seca. Fuera lo que fuera, podría serle útil. Llevaba un tiempo pensando en experimentar... aunque aún no lo tenía del todo decidido. De momento, sólo quería echar un vistazo a los productos.

Nunca estaba de más controlar que no hubiera nada que no debiera estar al alcance del público vendiéndose en ese tipo de sitios. Si era así, lo reportaría de inmediato a la sede vaticana. Así que se encaminó hacia la pequeña tienda. No le haría mal curiosear un poco.

_________________


Última edición por Lorenzo Borgia el 21st Mayo 2020, 16:17, editado 1 vez
Volver arriba Ir abajo
Edward Johns
DC Universe
DC Universe
Edward Johns


Bando : Neutral / Anti-Héroe

Insignia de Fidelidad : Año 7

Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 30/03/2020
Localización : --
Empleo /Ocio : Exorcista
Humor : Depende del día

Ficha de Personaje
Alias:
Nombre real: Edward Johns
Universo: DC Universe

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime17th Abril 2020, 20:19

El viejo Roodey regentaba un pequeño local en el que se traficaba con objetos mágicos desde hacia muchos años, allí, todo tipo de criaturas, practicantes y estudiosos de la magia venían a abastecerse con todo tipo de objetos para ejecutar sus rituales, aquel lugar, aún sin ser una norma escrita, se trataba de un lugar neutro, cualquier rencilla que tuvieras con alguien quedaba fuera de aquel lugar, todos respetaban a Roodey y el respetaba a todo el mundo.

En el caso de Edward, conocía al hombre de hacía muchos años, el, había sido amigo de sus padres, así que para Johns, aquel tipo era como un familiar, por lo que procuraba ir a verle de vez en cuando y hacer compras, aquel día, el exorcista llevaba un pantalón largo negro, una camiseta lisa de color blanco, unas zapatillas deportivas y una chaqueta tipo anorak de color gris:

- Vamos Roodey, viejo avaro, bajalas a 12, yo no soy como esos capul… - El hombre enarcó la ceja derecha, tenía unas cejas pobladas y canosas, a juego con una melena que llevaba peinada hacia atrás y le hizo una seña para que se callara levantando el dedo indice de la mano derecha, unos dedos huesudos y delgados, a juego con el resto del cuerpo del hombre, que iba vestido con una camisa blanca y un pantalón marrón: - Ya sabes que aquí no me gusta oír esas palabras muchacho, el único que blasfema en esta tienda soy yo, no me hagas darte un par de puñetazos, aún tengo un buen gancho de derecha, te sorprenderías...- Le miró con unos ojos azules cristalinos y le dedicó una sonrisa: - 15 Edward, es lo máximo que voy a bajar, y si crees que alguien tiene mejores precios o mejor mercancía, sal a buscarlo. -

Johns sonrió y hizo un gesto de indiferencia con los hombros: - Si dejara de comprar en tu tienda no te llegaría para los injertos de pelo que te haces en Turquía. - Puso el dinero sobre le mostrador y el hombre le entregó una bolsa de papel: - Un placer hacer negocios con usted señor Johns, como siempre, espero que disfrute de sus tendones de gnomo. - Edward se guardó la bolsa en un bolsillo interior de su abrigo al tiempo que se oía la puerta del local abrirse, el exorcista miró de reojo al tipo que acababa de entrar, no encajaba con el tipo de clientela que solía venir al local, había algo en aquel tipo que no acaba de gustarle:

- Eh...Pssst ¿Quien es el guaperas? - Preguntó en voz baja al dependiente del local, que le respondió con un gesto de indiferencia, levantando los hombros: - Ni lo sé, ni me importa muchacho, ya sabes las normas, mientras tenga dinero, por mi como si es el puto Papa de Roma. - Respondió el hombre mientras guardaba el dinero en la caja registradora, mientras, Edward se apoyó con la espalda en el mostrador, mirando al hombre con curiosidad, viendo como este paseaba por la tienda:

- Buenas tardes, bienvenido ¿Estaba buscando algo en concreto? - Preguntó automáticamente el dependiente de la tienda, saliendo del mostrador y acudiendo a Lorenzo: - Dígame que tiene en mente y Roodey le ayudará. Yo soy Roodey, encantado.-

Mientras observaba la conversación, Edward sacó un cigarro de abrigo, se lo llevó a los labios y luego lo encendió con un mechero que llevaba en el bolsillo, curioso por saber que tipo de cosa estaría buscando alguien así.
Volver arriba Ir abajo
Lorenzo Borgia
Omega Universe
Omega Universe
Lorenzo Borgia


Bando : Héroe

Grupo : MKL

Insignia de Fidelidad : Año 3

Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 09/11/2016

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime21st Mayo 2020, 16:39

Cuando entró en la tienda, encontró a un par de compradores, y al que debía ser el dueño detrás del mostrador. Otro hombre miraba con mucho interés un hatillo de rosarios que se habían hecho un manojo indescifrable, debían haber enredado por lo menos una docena. En algunos sitios llamaban a eso "La bola de cuentas santas" y decían que el meollo de la cuestión era que se ataban unos a otros haciendo que al golpearse, las cuerdas se rompieran. Se utilizaba para santificar a gran velocidad suelos impuros, cuando las bolas se esparcían hacia todas partes generaban grandes espacios purificados. Él nunca había tenido necesidad de utilizar uno, pero la verdad es que en cuanto ese hombre se fuera, quizá si le echaría un buen vistazo.

El muchacho se encendió un cigarrillo, algo que le recordó las ganas de fumar. Le sorprendió bastante que lo hiciera bajo techo, en europa estaba prohibido por ley. Claro que era muy posible que esa tienda en concreto no se caracterizara por seguir todo al pie de la letra. Paseó a través de los restos, desde kits matavampiros del siglo XIX con sus cajas originales y sus frascos llenos de sustancias antiguas, hasta calaveras de diversas criaturas, pasando por cruces, estacas, balas de plata, y frascos llenos de cosas. Hasta creyó ver por ahí un pequeño marco con un trozo de piel escamosa en el interior, que rezaba: "Restos de piel prendida en la lanza de San Jorge". Oh, si, ese sitio era justo lo que buscaba.

La voz del dueño interrumpió sus pensamientos y se giró con una sonrisa cálida, al tiempo que se presentaba.

- ¡Que pasa maestro!- saludó en español, antes de tenderle la mano para darle un apretón, que denotaba bastante lo que los americanos llamaban "Efusividad latina". - Roodey, encantado de conocerle. Soy Lorenzo. Pues verá estoy buscando relicarios y otros objetos en los que puedan quedar restos biológicos. - comentó con la misma naturalidad con que habría pedido un expreso en una cafetería.

El español daba por hecho que nadie maneja una tienda de esa índole si no está acostumbrado a que se le pidan determinadas cosas. Uno debe saber su público, y estaba convencido de que lo que le había pedido no entraba ni entre las diez cosas mas raras que alguien le hubiera encargado alguna vez.

- Me interesan guardapelos, restos momificados, muestras de sangre, muelas o dientes. ¡Y huesos! Oh, si tuviera algún hueso en buenas condiciones sería algo fantástico. No necesito que sean grandes, con la punta de una falange podría arreglármelas. Eso si, las petrificaciones no me servirían, ya que la materia orgánica se sustituye por sílice durante el proceso, aunque conserve la forma. - el español continuó paseando su mirada por la tienda. Se sentía como un niño pequeño en navidad. Había mucho potencial en cada una de las baldas de ese sitio. - ¿Tiene alguna cosa que responda a esa descripción?

Notó el suave aroma del tabaco quemado. Podía olerlo aunque estuviera lejos, y no le hubiera dirigido el humo a él. Miró al joven en la barra. Parecía disfrutar mucho de su cigarrillo.

- Oiga, ¿Se permite fumar aquí? - preguntó, al tiempo que echaba mano de su pitillera. Echó mano de su encendedor, que por mucho que lo intentó, se negó a regalarle la llama. - Disculpe, ¿Me daría fuego, por favor? - le preguntó al joven.

Como suele decirse, Culo veo, culo quiero.

_________________
Volver arriba Ir abajo
Edward Johns
DC Universe
DC Universe
Edward Johns


Bando : Neutral / Anti-Héroe

Insignia de Fidelidad : Año 7

Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 30/03/2020
Localización : --
Empleo /Ocio : Exorcista
Humor : Depende del día

Ficha de Personaje
Alias:
Nombre real: Edward Johns
Universo: DC Universe

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime29th Mayo 2020, 11:29

El dueño de la tienda juntó las manos por las palmas mientras escuchaba lo que el hombre buscaba, frotó un par de veces y miró a ambos lados, ahí estaba, la táctica legendaria del viejo Roodey, Edward sonrió mientras le daba una calada al cigarro, ya conocía aquel gesto, cómo un chacal cuando se preparaba para abalanzarse sobre su presa, el anciano se acerco a Lorenzo y le susurró:

-Bueno, digamos que tengo algo muy especial para usted, si está dispuesto a pagar el precio amigo. – Aquella última palabra la dijo en español, en un gesto de simpatía hacia Lorenzo, luego, se perdió hacia el interior de la trastienda mientras Borgia se acercaba a Edward para pedirle fuego.

Johns sacó su encendedor y prendió el cigarro de Lorenzo mientras respondía a su pregunta: - Aquí no vienen inspectores de sanidad, dudo que puedan venir nunca, por lo que le has pedido al viejo Roodey… - Se guardó el encendedor y apartó el cigarro de sus labios, tiró la colilla en un cenicero que había sobre el mostrador: -…No debes ser un novato, esta tienda funciona por cognición inconsciente, el local solo existe si tienes concepción del mismo, es un secreto a voces en la comunidad mágica. – Le dedicó una sonrisa algo prepotente, cómo cuando el inteligente de la clase te pregunta algo que no entiende y se lo tienes que explicar.

Dio una calada de nuevo mientras miraba hacia la trastienda, luego, volvió a mirar a Lorenzo y extendió su mano: - Me llamo Edward amigo, Edward Johns, soy exorcista ¿Cuál es tu especialidad? Me figuro que no vas a hacer cupcakes con esos huesos. – Se rio de su propio chiste y continuó: - Ahora ese viejo cabrón saldrá con algo que tenga en la trastienda y te dirá que es algo muy especial, que no se lo puede vender a cualquiera…- Dio una calada al cigarro con calma, soltó el humo con calma hacia el techo de la tienda, este se perdió mientras dibujaba espirales cada vez menos densas: -…Y te intentará cobrar 3 veces lo que valga, no te lo tomes a malas, se lo hace a todo el mundo, tu simplemente regatea y acabaréis llegando a un precio justo, te echaré un cable, si quieres.

A pesar de la simpatía que el exorcista destilaba, sus intenciones eran algo más perversas, le gustaba estar informado de los submundos y de quien se movía entre los entresijos de la magia, tenerlos localizados y saber cuando y cómo podían llegar a serle útiles, de pronto, la puerta de la trastienda abriéndose le devolvió al momento, Roodey salió de la misma con una caja de madera que se veía antigua en las manos, tenía una capa de polvo:

-Veo que ya os habéis presentado, espero que le hayas hablado bien a nuestro amigo del viejo Roodey ¿Eh Edward? – Dijo el dependiente mientras dejaba la caja sobre la mesa: - Por supuesto, ya sabes que eres cómo el tío gruñón y viejo que nunca tuve. – Edward sonrió mientras daba una calada de nuevo, luego apagó el cigarro y miró con curiosidad cómo Roodey retiraba el polvo de la tapa de la caja:

- Esto, señor Lorenzo, es algo muy interesante…
- Sopló sobre la tapa revelando que había un grabado en la misma que rezaba PLUS ULTRA, dibujado sobre la madera había además un símbolo, un arco en horizontal, con unas flechas en vertical que lo cruzaban: - …Siendo usted español supongo que reconoce este símbolo, pero, ilustremos al mentecato de mi sobrino…- Levantó la tapa mostrando su interior, en ella había dos cráneos, estaban quebrados parcialmente, pero el estado de conservación era muy bueno, también había algún resto óseo: -…Estos eran soldados que lucharon durante la Guerra Civil española, creo que formaban parte del bando republicano, aunque, sinceramente, no me interesé mucho por conocer ese tipo de detalles…-

Cogió uno de los cráneos y se lo pasó a Lorenzo para que lo observara: - …Cómo puede ver el estado de conservación es ideal. – Recogió el cráneo y le pasó el otro: - Fueron capturados por el enemigo y sometidos a tortura durante días, cuando les extrajeron toda la información…- El anciano cogió el segundo cráneo y lo guardó en la caja: - Los ejecutaron. – Cerró la tapa en un gesto dramático, luego sonrió mostrando su dentadura, en la que faltaban un par de dientes:

- Pero bueno, eso es el pasado y esto es el presente, hablemos de negocios…Cómo comprenderá esto son piezas muy importantes, los acontecimientos que las acompañan hacen que la magia que se pueda practicar con ellas sea más fiable y eficaz, mire, por ser usted… - El anciano cerró los ojos mientras contaba con los dedos, luego, miró a Lorenzo, negó con la cabeza y volvió a cerrar los ojos: - Creo que 15.000 dólares por todo el pack está bastante bien, piense que un cráneo puede utilizarse múltiples veces si se fractura, y, además, usted parece un buen tipo…-

Abrió un cajón que tenía en el mostrador y sacó un colgante de cuerda, en un extremo, atado con un nudo, tenía un mechón de pelo anaranjado que emitía un ligero brillo dorado: - Un mechón de pelo de un Leprechaun ¡Suerte para todo un día! – Lo dejó sobre la caja y esperó paciente, Roodey ya sabía que le iban a regatear, había negociado con unos cuantos españoles y solían ser más espabilados que la mayoría.
Volver arriba Ir abajo
Lorenzo Borgia
Omega Universe
Omega Universe
Lorenzo Borgia


Bando : Héroe

Grupo : MKL

Insignia de Fidelidad : Año 3

Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 09/11/2016

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime14th Septiembre 2020, 03:38

Esa primera bocanada le supo a gloria. Sintió puro placer al inhalar el humo mientras el fuego prendía la punta del cigarrillo dejando flotar en el aire el aroma quemado con sus finas filigranas grises, que se perdían en formas sinuosas hasta casi el techo. Le sentó de maravilla. De hecho podría jurar que el sabor tenía toque aún mas picante porque hacía ya mucho tiempo que el único lugar cerrado en el que se podía fumar era en los hogares, y ese puntillo que le daba el romper las normas a todo le aderezó la sensación agradable que de por sí ya le daba satisfacer uno de sus vicios. Expulsó una gran bocanada de humo entre sus labios, notando el hormigueo de sus pulmones y le agradeció con un guiño cómplice el gesto al hombre que le había proporcionado el fuego.

-Así que cognición inconsciente. - comentó impresionado. Conocía ese tipo de encantamientos. Puertas que sólo se abrían en diferentes direcciones cuando así lo deseaba de corazón la persona, objetos guardados en el interior del cuerpo que sólo acudían ante la llamada del portador, pero nunca se le hubiera ocurrido que aún pudiera ser capaz de utilizar su instinto para dar con un hechizo de esas características. Tal vez creyó que, al estar su magia tan limitada en ese momento, su instinto ya se había desligado de todo aquello.

Suerte que no fuera así.

- ¡Menuda presentación! Tiene gancho, tengo que decírtelo. Edward Jhones, Exorcista. - dijo con voz grave, mientras estrechaba con firmeza y efusividad la mano que le había tendido. - Soy Lorenzo Borgia, un estudioso de la magia y sus misterios. - era mejor que decir tecno-nigromante de primeras. La mayor parte de la comunidad consideraba la nigromancia una aberración propia de la magia oscura y algo solo destinado a criaturas retorcidas e inmundas. Era algo que podía cambiar el modo en que la gente te veía, y que te cerraba muchas, pero que muchas puertas. - Gracias por el aviso. No suelo rechazar la ayuda que se me presta, así que encantado de recibirla.- le sonrió, dando otra calada a su cigarrillo.

Tanto el dependiente como Edward se trataban con una familiaridad que le resultó agradable. Le recordó a los días en que era pequeño, cuando visitaba el pueblo y compraba en las pequeñas tiendas donde todos se conocían y te llamaban por tu nombre. El hombre sacó una caja polvorienta, las favoritas de todo interesado en relicarios, con las palabras “plus ultra” y el símbolo del yugo y las flechas. El rostro del español Se volvió serio, pero en sus ojos podía apreciarse un brillo de curiosidad.
El hombre le contó la historia de los dos cráneos, mientras se los tendía para que los cogiera. Los sujetó entre las manos con extrema delicadeza, y escuchó el resto de las cosas que le podía explicar respecto a los restos que estaba planteando comprar. Por desgracia, la historia llena de crueldad no le era desconocida. Litros de sangre había regado las tierras de España en una de las peores épocas de la historia. En las trincheras se escuchaban los ecos de los nombres de padres e hijos en busca de los enemigos con quien compartían apellido. Familias hechas trizas en bandos enfrentados, y que con cada disparo les apresaba la angustia de que el grito del enemigo fuera el último de un ser querido.

Tenía que llevárselos de allí. De repente el hecho de que los tuviera ese hombre le pareció casi sacrílego, pero la magia era así. Su existencia arrebataba toda sensación sagrada a lo terrenal.

- Claro. Hablemos de negocios. - respondió el hombre con solemnidad. - ¿15.000? Es un precio un poco alto para mí. Claro que es una buena pieza histórica, y por otro lado el estado de conservación es estupendo. No estaría mal si estuviera hablando con alguien que no fuese a pisar España nunca. - sugirió el español. No había acritud en sus palabras, si no con ese tono cálido que había mostrado desde que había entrado. Aunque en su interior, no le agradaba nada la idea de utilizar cierto tipo de conocimientos para conseguir un precio mejor. - Usted mejor que yo sabe de dónde salen estos restos, o la mayoría de ellos. Sobornar a las personas indicadas para hacer la vista gorda me costaría un buen dinero, alquilar una furgoneta que me llevara allí, un par de expertos y un par de palas. ¿Cuánto cree que sería capaz de sacar un hombre como yo de una de esas cunetas? - preguntó al aire, mientras pensaba. Dejó la pregunta flotar en el aire, y después, volvió a mirar los cráneos. - Mmm...¿Me deja echarles otro vistazo? Para asegurarme. - preguntó esperando que el anciano le diera permiso para coger uno de los cráneos de nuevo. Le dirigió una leve sonrisa que se desvaneció por un instante.

Lo sujetó en la mano como habría hecho Hamlet y lo elevó a la altura de los ojos. Respiró con tranquilidad, mientras permitía que el negro del hueco le mostrara el fondo de la calavera. El humo del cigarro comenzó a efectuar pequeñas filigranas, al tiempo que el utilizaba su magia. Ninguno de los dos presentes percibiría sensación o cambio alguno en el plano físico, pero si estaban capacitados para verla, podrían percibir un pequeño halo negro rodeando la calavera. Lorenzo trató de entrar en contacto con los diferentes puntos de anclaje en los que podría estar el alma de la persona en cuestión. Para su sorpresa, no estaba ni en el purgatorio ni en el limbo, si no en el plano más próximo al terrenal. Entre el extraño vacío lleno de personas que era y para su sorpresa, encontró que la calavera pertenecía a una mujer. Llevaba un uniforme de enfermera con la medalla  franquista sobre el cuello de la camisa. Se encontraba confusa y perdida, pero no paraba de repetir una y otra vez el mismo nombre: “Carlos”. El Español abrió los ojos de nuevo, y con rapidez depositó la calavera en la caja. Cogió la otra con avidez y repitió el proceso, esta vez a mayor velocidad. La silueta de un hombre apareció de nuevo entre el amalgama del resto de presencias. Él parecía desesperado y asustado. Cada gesto suyo desprendía angustia, y sus ojos estaban cubiertos de una neblina blanca propia de las cataratas. Temblaba de un modo constante y daba pasos desorientados hacia ningún lugar concreto. Preguntaba al aire a punto del llanto, y también repetía un nombre. Preguntaba al aire como si este fuera a ser en algún momento capaz de responder. El nombre que él pronunciaba era “Octavia”.

Cuando el español volvió a la tienda, un sabor desagradable le llenó la boca. El cigarrillo había ardido y ahora estaba empezando a quemar el borde del filtro. Lo sacó de su boca, lo tiró al suelo, lo aplastó y recogió la colilla, que se guardó en el bolsillo. Miró la calavera, de vuelta en su plano natural, y volvió a dejarla en la caja. Miró al hombre de la tienda y respondió sin preámbulos.

-Le daré 7000 ahora mismo, ni un dólar más. - sabía que era más de lo que Roodey podría haber conseguido, pero dudaba que ese hombre llegara a comprender lo que había rescatado. - A menos que esté interesado en cambiarlo por otras cosas. - sugirió, tratando de llamar su atención.

Había conseguido buenos objetos a cambio de cosas que para otros eran inaccesibles, pero que él podía conseguir con facilidad por el tipo de lugar que era la MKL. Por otro lado, aún no había echado un vistazo al pelo de Leprekaun. Estaba interesado en comprobar si era real, o solo un amuleto. Sus muchos años bajo la tutela de Lesmes le habían dado una buena base de datos y trucos con los que se podía comprobar la veracidad de la mayoría de cosas procedentes de criaturas mágicas o mitológicas. Algunas de ellas poco ortodoxas, pero que cumplían su función. Todo a su tiempo.

Por el momento, lo principal era sacar a esos enamorados de allí.

_________________
Volver arriba Ir abajo
Edward Johns
DC Universe
DC Universe
Edward Johns


Bando : Neutral / Anti-Héroe

Insignia de Fidelidad : Año 7

Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 30/03/2020
Localización : --
Empleo /Ocio : Exorcista
Humor : Depende del día

Ficha de Personaje
Alias:
Nombre real: Edward Johns
Universo: DC Universe

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime14th Septiembre 2020, 16:59

El anciano dejó que Lorenzo examinase los cráneos el tiempo que necesitase, al parecer no tenía prisa alguna, mientras, Johns observaba al hombre, desde luego no era un simple curioso por la magia, era un tipo que sabía lo que había ido a buscar y que además trabajaba con algo que encierra una magia tan poderosa como puedan ser los huesos humanos, desde luego, un cabrón tan retorcido no podía quedarse fuera de su mapa, Edward miró entonces al anciano y murmuró:

- Parece que te ha pillado el truco viejo cabrón, vamos, hazle una rebaj… - Un respingo le interrumpió de golpe, los pelos de su nuca se erizaron y sintió como su cuerpo se ponía en alerta, sentía una sensación que le resultaba familiar y lejana a la vez, una mezcla entre dulzor y amargura en el paladar…Miró como el tipo examinaba los cráneos y una especie de aura negra se dibujaba alrededor del que estaba sujetando…No, desde luego ese tipo no era un simple interesado en la magia…

Edward ya había tenido esa sensación antes, la experimentaba cada vez que viajaba a la tierra de los muertos, aquel lugar en el que podía hablar con ellos…Sin embargo, estaban en el mundo real ¿No? Entonces…Solo había una explicación…Lorenzo dejó el cráneo y la sensación desapareció para, segundos después, volver con algo más de intensidad cuando cogió el segundo, Edward cerró los ojos y se concentró.

Su pecho palpitaba con fuerza, se sentía desesperado, estaba asustado, era de noche pero una luz delante suyo le destellaba y le cegaba unos ojos que apenas podían ya ver, le dolían las manos en las que cargaba una pala, la tiró al suelo, no podía más: - Octavia…Por favor…Solo quiero despedirme…- No llevaba zapatos y el frío le azotaba en el pecho, iba desnudo completamente y a su lado había más personas, podía escucharlas: - Por orden del general José Millán-Astray y en nombre de nuestra patria…- Una potente voz proveniente de la luz habló con fuerza, resonaba por encima de las demás, que poco a poco se fueron apagando, sabiendo el destino que les aguardaba: - Se les acusa del delito de enaltecer y propagar ideas comunistas, de organizar un golpe para derrocar el legítimo gobierno de este, nuestro país…- Se escuchó como pasaba una página, aquel tipo iba a matarles y se dignaba simplemente a leer una hoja, como una nota de prensa…

Detrás suyo había una tumba, la que el mismo había cavado…Pronto estaría allí dentro…Octavia…Ojalá pudiera verla una última vez: - …Y traicionar a la patria, por tanto, se les condena a ser fusilados hasta morir…Soldados…- Se escuchó el ruido de las armas, listas para disparar…

Edward abrió los ojos y volvió a la tienda, Lorenzo había dejado el cráneo y ahora discutía el precio con el anciano dependiente, el exorcista suspiró, aún no se acostumbraba a según que sensaciones, pero volvió rápidamente a la realidad cuando el hombre dijo de intercambiar los huesos:

-Verá…Se que es usted un buen tipo…Pero sinceramente, 7000 dólares me parecen un insulto…- El anciano fingía estar indignado, pero a el también le interesaba lo del intercambio así que puso una mano en el mentón mientras meditaba: -…Creo que podríamos llegar a un acuerdo…- Edward se acercó más al mostrador, tenía mucho interés en aquello ¿Qué clase de artilugios podía conseguir aquel tipo que Roodey no pudiera? El anciano continuó: - Dígame que puede ofrecerme y veremos que hacemos, pero ya le adelanto que no creo que consiga hacerme bajar de 9000. -

Entonces Edward despegó los labios e intervino, no quería perjudicar a Roodey, pero aquel desconocido le parecía sumamente interesante: - Roodey ¿Recuerdas ese viejo favor que te hice? Se bueno con nuestro invitado y quedará saldado.- El anciano murmuró algo entre dientes mientras miraba al chico con una mirada asesina: - Eres un capullo Edward. Haced lo que os de la puta gana. 7000 dólares, pero el pelo de Leprechaun me lo quedo. - Se guardó rápidamente el amuleto y le dedicó entonces una sonrisa a Lorenzo.

Una vez la transacción hubo terminado, el hombre se retiró a la trastienda, fue entonces cuando Johns miró a Lorenzo y dijo: - Por curiosidad ¿Ibas a enseñarle algo interesante de verdad al viejo? -
Volver arriba Ir abajo
Lorenzo Borgia
Omega Universe
Omega Universe
Lorenzo Borgia


Bando : Héroe

Grupo : MKL

Insignia de Fidelidad : Año 3

Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 09/11/2016

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime22nd Noviembre 2020, 21:38

El anciano se ofendió por la oferta. Aunque nunca había que descartar que se tratara de algún tipo de treta que le hiciera sentir mal y subir el precio. La gente que trabajaba con artilugios mágicos solía, en general, hacer gala de una pillería difícil de encontrar en otro tipo de negocios. Puede que porque no todos son capaces de percibir la magia y para ello había que tener un sexto sentido muy desarrollado. Así que los que lo tenían solían tener a su vez una gran astucia para sacar beneficios. La magia atraía a todo tipo de personas, eso es cierto, pero quienes se ganaban la vida con ella y la ponían al servicio de su propio beneficio solían tener pocos escrúpulos. Esperaba no perder la oportunidad de adquirir a los que a partir de ahora llamaría "Los enamorados", pero de nuevo, no podía desperdiciar el dinero de la MKL sin justificarlo bien. Ya había recibido un rapapolvo de Sieglinde al respecto y no quería volver a enfrentarse a una conversación donde pudiera correr el riesgo de ver sus fondos recortados otra vez hasta que aprendiera a "invertir" de manera responsable. A veces le hacía sentir como un niño. A pesar de las reticencias de Roodey tenía muy claro que le quedaba un as bajo la manga. O mas bien, unos cuantos pequeños. Muchos estudiosos de la magia, dependiendo de sus objetivos, habrían querido tener acceso a las fuentes que él tenía. Muchos no llegaban a ver en su vida la gran variedad de criaturas y seres que el veía a diario en la institución.

Aunque la realidad era que esas cosas debían tratarse con cuidado. Muchas de ellas eran destruidas durante rituales y conjuraciones, la mayoría podían ser sensibles a otras muchas influencias externas. Nivel de humedad, luz directa del sol, agua salada, tierra santa. Todo ello podía convertirse en basura si no se tomaban las medidas de conservación necesarias. También había otro detalle, y es que él jamás había tomado algo que hubiera supuesto sufrimiento para la criatura en cuestión. El mercado negro había existido siempre, y la superstición alentaba prácticas que no estaban justificadas de manera real. Se creía que algunas cosas tenían efectos que a la hora de la verdad no tenían, pero para entonces ya era tarde. La criatura había sufrido o muerto. Hasta las propias criaturas se involucraban y permitían, a cambio de dinero, que los humanos poco espabilados llevaran a cabo extraños rituales que comprendían desde dejarse morder, hasta frotar las jorobas con boletos de lotería.

Echó la mano al interior del abrigo, en busca de una cigarrera de cuero que parecía para puros y también de la chequera, en el momento en que Edward abrió la boca para dirigirse al viejo. Tuvo a bien dejar el trato tal cual estaba pero se llevó el mechón de Leprechaun. El español agradeció la intervención, aunque era una lástima perderse la oportunidad de comprobar si el pelo era real. Hacía mucho que no hacía algo así, tan "de campo" por decir de alguna manera. Echaba de menos la época de rebuscar en el bosque mientras el maestro avanzaba por los caminos en el carromato. Le entró una ligera nostalgia antes de sacar las cosas y depositarlas un momento en el mostrador. Rellenó el cheque correspondiente, lo cortó y se lo dio al anciano con una elaborada firma por consejo de su maestro. "Complica la vida a la gente lo bastante como para que no merezca la pena el esfuerzo" solía decir. El hombre cogió entonces el cheque y se dirigió enfurruñado hacia la trastienda. Lorenzo guardó la chequera y dió una última calada a su cigarrillo, levantó la pierna para apagarlo contra el zapato y lo guardó en uno de sus bolsillos. Ya lo tiraría después.

- Vaya. Gran carácter, ¿eh?- compartió en confianza con Edward mientras le dirigía una sonrisa cordial. Cuando el joven le preguntó el español rió con una cálida carcajada y recogió la cigarrera. - Depende de lo que consideres interesante. ¿Qué es lo que te puede interesar a ti? - preguntó con enigmatismo, alzando una ceja con curiosidad.

Se imaginaba qué tipo de cosas podían gustar a un hombre que se dedicara a los exorcismos. Relicarios de cualquier tipo, huesos de santo, sal de la roca, las santas esquirlas de la meca, los clavos de cristo, los restos de la cruz, las espinas, la sábana santa, la vieja biblia, los 21 paños de María Magdalena o las piedras de asmodeo, y otro sinfín de cosas que pudieran servir de ayuda para su trabajo. En cuanto a objetos mágicos se trataba nunca eran demasiados.

- ¿Quieres echar un vistazo?- preguntó al joven, abriendo la gastada funda. No era la misma de la que había sacado el tabaco. Destapó la tapa labrada descubriendo pequeños tubos enganchados. En total había cinco tubos: uno de ellos tenía una pluma blanca de unos 15 cm con una pequeña cantidad de plumón suelto, en otro había una pluma mas ancha de colores azulones y negros tan intensos como la noche, lo siguiente parecían dos pequeñas garras huecas de un brillo espectacular, una hebra luminosa con pequeñas flores prendidas, y por último algo que parecía asemejar un cuerno pero tenía contextura clara de una corteza de árbol de color oscuro. - ¿Qué te parece? ¿Hay alguna cosa que te suene o tienes un rato para un buen juego de adivinanzas? - se rió el español, al tiempo que sacaba uno de los tubos. El que contenía una pluma blanca en su interior. Con un cuidado exquisito se lo mostró al joven. - Para un exorcista, tal vez una cosa como esta podría ser útil.- No había mucha gente que fuese capaz de guardar las mudas de Irisid antes de que estas se convirtieran en luz. Era un momento muy concreto, y siempre debían recogerse de noche en luna nueva. Desenroscó con extremo cuidado y sacó la pluma grande. Después unió sus labios al borde del frasco y sorbió con suavidad, haciendo que uno de los plumones se elevara hasta sus labios donde se quedó prendido por la calidez de la piel. Lo cogió entre dos dedos con cuidado y se lo tendió al exorcista. - Sus efectos son sorprendentes. ¿Te interesaría probar? - preguntó cargado de misterio. - Llévalo a la nariz, tápate el agujero y aspira fuerte. Es mejor si sube de una vez. - le advirtió.

Estaba deseando ver los efectos que producía en el muchacho.
Volver arriba Ir abajo
Edward Johns
DC Universe
DC Universe
Edward Johns


Bando : Neutral / Anti-Héroe

Insignia de Fidelidad : Año 7

Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 30/03/2020
Localización : --
Empleo /Ocio : Exorcista
Humor : Depende del día

Ficha de Personaje
Alias:
Nombre real: Edward Johns
Universo: DC Universe

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime8th Diciembre 2020, 22:17

Edward meditó unos instantes ¿Qué podía interesarle a él? Lo cierto es que llevaba tiempo rastreando algo, algo muy especial...Había estado estudiando a su jefe durante mucho tiempo, había conseguido definir cada uno de los detalles que componían su existencia y consiguió rastrear un objeto muy especial, algo que tal vez podía liquidar al demonio de un plumazo...Pero no era un tema fácil del que hablar.

Se estaba decidiendo si tantear al español sobre el asunto cuando este sacó unos tubos de vidrio, cada uno de ellos contenía objetos diferentes e igual de interesantes para él, a pesar del tiempo que llevaba en la magia lo cierto es que Edward no era un erudito, sus conocimientos se basaban sobre todo en demonología y alguna magia más cercana al engaño que no a la que algunas entidades o hechiceros manejaban, el se movía en otra liga, caminaba entre las sombras y hacía su trabajo sin agitar demasiado las faldas de los verdaderos titanes:

- Vaya...No sé exactamente que puede ser. - Dijo desconcertado mientras observaba el tubo que había sacado, el que contenía la pluma, había algo en ese objeto que le atraía, le llamaba con la vista y le hacía brillar los ojos: - Me pregunto cómo has podido encontrar todas estas cosas… - En parte lo estaba elogiando, sabía lo difícil que era encontrar determinado material, incluso moviéndose en el mercado negro: - …No pareces uno de esos cabrones que venden su alma por poder, aunque, quien sabe..- Le dijo la sartén al cazo.

Observó unos instantes lo que le ofrecía ¿Meterse en el cuerpo un plumón mágico que le ofrecía un desconocido? ¿Qué podía salir mal? Sin mediar palabra Edward se lo llevó a la nariz y aspiró, no era la primera vez que hacía algo así y se notaba, aunque eso era otra historia...Notó un cosquilleo en la nariz mientras el plumón ascendía, su cuerpo tembló ligeramente ante el estimulo y luego….Nada...Miró a su alrededor: - Oye ¿Cuánto tarda esta mierda en hacer efecto? -

Se sentía estafado ¿Acaso ese tipo se estaba burlando de él? Es más...Miró a su alrededor, la gente le miraba (o eso le parecía a él), los ojos estaban fijos en él, todas esas miradas burlonas y llenas de malicia, cómo si fuera el protagonista de una obra de teatro, el actor principal en una tragicomedia ¿Y acaso no lo era? Su vida parecía haber sido escrita por el mismísimo Shakespeare ¿Entonces? Si el mundo se había molestado en escribir un guion tan elaborado para su vida tal vez es que le estaba pidiendo algo, tal vez el mundo quería verle actuar...Sonrió a Lorenzo y entonces se subió encima del mostrador de Roodey, se llevó una mano al pecho y miró al techo con un brillo triunfal en los ojos: - ¿Ser, o no ser? Esa es la cuestión. - Su voz sonó potente, retumbando por la tienda...Ah...Los años de instituto y primaria, le encantaba recitar y interpretar, si se hubiera criado en una familia normal...Quien sabe...Su rostro cambió a una mueca de interrogación y continuó: - ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, tú oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? -

Puso una rodilla en el suelo, la gente de la tienda había empezado a aglomerarse alrededor suyo, algunos con una sonrisa burlona en el rostro, otros, con curiosidad y unos pocos apreciando sus capacidades interpretativas y su valor a la hora de decidirse por hacerlo en aquel lugar con tanta gente: - ¡Morir es dormir! ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza…? - Miró al mostrador fijamente, clavando su mirada en la vieja mirada astillada, de sus ojos se transmitía fuerza y pasión, las palabras le salían naturales, no las estaba recitando, las estaba sintiendo: - Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir... y tal vez soñar. Sí, y ved aquí el grande obstáculo, porque el considerar que sueños podrán ocurrir en el silencio del sepulcro, cuando hayamos abandonado este despojo mortal...- Acarició el mostrador con la yema de los dedos, en un gesto nostálgico: - …Es razón harto poderosa para detenernos. - Sonrió en un gesto de amargura y miró a su público mientras incorporaba su espalda poco a poco, poniéndose en una postura recta: - Esta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga. -

Edward se puso en pie e hizo una reverencia mientras la gente le aplaudía, a mitad de la tercera abrió mucho los ojos ¿Que cojones acababa de hacer? Buscó a Lorenzo con la mirada, y empezó a bajar: - Gracias, gracias….- Oía de fondo al viejo Roodey maldecirle mientras se abría paso hacía el extraño, que tenía un gesto divertido en la cara: - Esa mierda es de la buena, me ha quedado claro, eres un traficante de primera. - Sonrió al tipo mientras la gente se empezaba a aglutinar a su alrededor, pidiendo una fotografía y atosigando al mago a preguntas: - ¿Qué tal si vamos a otro sitio?  -



Ya había empezado a anochecer en las calles y hacía bastante frío, un frío relativo para el lugar en el que se encontraban, una temperatura bastante soportable con el anorak que Johns llevaba cerrado hasta el cuello, entre sus labios un cigarro que humeaba formando espirales que se quedaban atrás a cada paso que daba: - …Así que esa cosa inspira el talento oculto de la persona que la aspira...Es interesante, aunque creo que si me pusiera a recitar un soliloquio en mitad de un exorcismo no me ayudaría demasiado, sin embargo...- Lorenzo caminaba a su lado, también llevaba un cigarro entre los labios, Edward le dedicó una mirada, lo miró de arriba a abajo, analizándolo, el tipo parecía de confianza y lo cierto es que tenía material de primera:

- Llevo años detrás de algo...Es algo muy difícil de encontrar, y muy especial, a lo largo de la historia lo han ubicado en varios lugares del mundo, pero jamás nada concreto...Yo creo que la pista más sólida es lo que lo ubica en un punto entre Jordania e Israel...Verás...- Edward jugueteó con el cigarro entre sus dedos, sin saber aún si decirlo, que demonios, si el tipo luego resultaba ser un mierdas le bastaba con desaparecer, cómo hacía siempre: -...Los textos antiguos hablan de una batalla en el cielo, una más antigua que el mundo mismo, en ella los arcángeles vencieron a Satán y sus secuaces, sin embargo, en manuscritos muy antiguos se detalla de que el arcángel Miguel fue herido en esa pelea, el demonio laceró una de sus alas casi por completo...- Dio una calada al cigarro y miró a Lorenzo a los ojos: - Eres espabilado, supongo que sabes por dónde voy...Si pudiera conseguir esa ala, o, por lo menos, un fragmento de la misma...Podría serme muy útil. -
Volver arriba Ir abajo
Lorenzo Borgia
Omega Universe
Omega Universe
Lorenzo Borgia


Bando : Héroe

Grupo : MKL

Insignia de Fidelidad : Año 3

Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 09/11/2016

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime12th Enero 2021, 18:22

Era interesante el modo en que un plumón de musa angelical podía afectar a cada persona. En la teoría un talento se podía entrenar y perfeccionar, pero en la práctica, una musa sólo con mirarte era capaz de saber qué cualidades eran aquellas que merecía la pena explotar en ti. Algunos se pasaban la vida pintando cuando estaban llamados por el camino de la escritura. Otros se dedicaban a cantar cuando la realidad era que como actores dramáticos habrían tenido mucho mas público. En esos momentos las musas experimentaban una llamativa reacción, pues si bien su cometido natural consistía en inspirar a los seres humanos con su magia, la práctica del libre albedrío era algo que las llenaba de felicidad. Así que una parte de ellas inspiraba los talentos naturales, y el albedrío humano terminaba por evocar y construir la fantasía de las que ellas participaban. Un alto porcentaje de creadores a los que se consideraba genios de su época eran personas que, tal vez sin saberlo, habían convivido de manera estrecha con sus musas. Camille y Rodin, Gala y Dali, Francesco y Da Vinci.

Los efectos de sus influencias podían conseguirse de manera instantánea con el uso de los plumones. Sin embargo, la pluma mas larga tenía diversos usos a los que un exorcista podría sacar partido.

El español no se alteró lo más mínimo. Era cuestión de unos pocos segundos. A veces podía demorarse un minuto en caso de que el talento natural de la persona estuviera demasiado desentrenado. Edward tardó lo bastante poco para saber que en cierto modo hacía uso cotidiano de esa capacidad. Impelido por una energía que no habría tenido sin el plumón, se decidió por un hermoso soliloquio que dijo sin vacilación alguna. El español se sorprendió para bien, dedicándole una sonrisa impresionada, mientras el exorcista hacía gala de una impecable calidad interpretativa en el aspecto más teatral. Curioso. Él habría jurado que su talento se dirigiría a algo como el canto. No todas las corazonadas atinan bien.

Cuando descendió de la tarima, se sintió sobrecogido por la respuesta de las personas que había en la tienda. Aunque no eran muchas aún consiguieron que los dos hombres se demoraran en alcanzar la salida. Lorenzo cargaba en su caja atada con correajes las dos calaveras que había adquirido en la tienda. Estaba deseando trabajar con ellas, aunque se cuidaría mucho de estudiarse su caso primero. Lo que le alegraba era haber sacado los restos de esas dos almas torturadas del almacén de aquella tienda.

Edward parecía bastante interesado en todo el proceso, y hablaron sobre ello un rato. Lorenzo no entró en muchos detalles. El problema de tener acceso a ese tipo de artefactos es que la gente está dispuesta a hacer verdaderas barbaries y carnicerías para poder saltarse al intermediario. Los furtivos habían intentado irrumpir en la escuela muchas veces. Habían renunciado a medida que los castigos y penalizaciones se habían vuelto cada vez más y más creativos. En eso la MKL era experta. El castigo como forma de aprendizaje, no solo de penitencia.

- Claro. Es momentáneo y no significa que no puedas adquirir otros talentos con la práctica. Sólo significa que estás inclinado a lo que el plumón te evoca, en tu caso, la interpretación. - le aclaró el español.

Vio una actitud un tanto esquiva en Edward por un momento, aunque tal vez sólo estaba intentando hacerse el interesante. No podía saberlo, ya que apenas se conocían, pero por el momento no podía negar que el hombre le había caído en gracia. Le había ayudado con el malhumorado dueño de la tienda y ese tipo de gestos desinteresados siempre son de agradecer.

- Vaya...- tomó una calada con calma, mientras dedicaba un momento al pensar. El objeto que pedía no era ninguna pequeñez. Como la lanza de longinus, la sábana santa u otras reliquias que se consideraban sagradas en extremo, comprendía qué podía hacer un exorcista con ese tipo de material. - No es algo que vayas a encontrar en el mercado de la plaza, ¿verdad? - sonrió, dejando escapar los hilos de humo a través de una respiración profunda por la nariz. Guardó silencio un momento, tomándose un tiempo para pensar. - No estamos hablando de un relicario, o un trozo de la cruz de cristo. No estoy seguro de que tipo de conservación se ha llevado a cabo con ella, pero si existe hay varios sitios por donde yo empezaría a buscar. El vaticano tiene registros de todo lo que se ha encontrado y cuál es el último punto en el que se registró su paradero. Por otro lado la biblioteca de Alejandría es legendaria por algo, sólo tienes que saber mirar, lo cual no es fácil, no te lo voy a negar. - dio otra calada. - ¿Qué te parece si pregunto un poco por ahí, y si oigo algo que te pueda interesar, te llamo y te lo cuento? - le ofreció con la cálida proximidad que habían mantenido toda la conversación. - Además siempre está bien tener a quien recurrir si necesitas a alguien que te saque las castañas del fuego. - le dejó caer con una sonrisa. - ¿Puedo hacerte una pregunta personal? - aguardó a que el otro le corroborara de cualquier modo. Aunque estaba seguro de que lo que esperaba es que le preguntara por los motivos por los que quería la reliquia, nada mas lejos de lo que pretendía el español. - ¿Qué porcentaje de éxito tienes como exorcista?

_________________
Volver arriba Ir abajo
Edward Johns
DC Universe
DC Universe
Edward Johns


Bando : Neutral / Anti-Héroe

Insignia de Fidelidad : Año 7

Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 30/03/2020
Localización : --
Empleo /Ocio : Exorcista
Humor : Depende del día

Ficha de Personaje
Alias:
Nombre real: Edward Johns
Universo: DC Universe

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime4th Febrero 2021, 09:02

- No…No lo es…- Respondió Edward a la pregunta del nigromante, encontrar este tipo de objetos no era fácil e incluso cuando se tenían recursos no solían ser cosas sencillas de rastrear. Johns tenía una amplia red de contactos, sin embargo, la mayoría de ellos eran hombres y mujeres que se movían en ambientes turbios, desde luego nada semejante al Vaticano: - Bueno ¿Quién pudiera entrar a dar un vistazo en el interior del Vaticano eh? Aunque me daría algo de miedo encontrar fotos de niños. – Sonreí mientras seguíamos caminando ¿Es posible que aquel tipo tuviera contactos de ese tipo? Al preguntarle sobre sus capacidades cómo exorcista, Edward se detuvo y guardó silencio un rato, le gustaba crear expectación, sonrió mientras miraba la caja de madera que el hombre llevaba en las manos y dije:

-Puedo responderte a esa pregunta si tu me dices que vas a hacer con esos cráneos, si, vas practicar magia nigromante, pero estoy seguro de que lo has percibido…- Miró a ambos lados y se llevó el cigarro a los labios para dar una calada: - …Siguen rezumando vida, si entiendes lo que quiero decir, cuando las has cogido he podido percibir algo que venía de ellas…- Tiró el cigarro al suelo y lo pisó mientras levantaba los hombros en un gesto de indiferencia: - O no me lo digas, a mi me da igual, es tu mercancía colega, en fin…Veamos…-

El exorcista cerró los ojos y se llevó la mano al mentón ¿Porcentaje de éxito? Eso dependía claro, jamás había llevado un recuento de éxitos y fracasos, pero si tenía que medirlo a groso modo…Retiró la mano y dijo: - Diría que un 70, puede que un 75 por ciento de éxito, no soy tan arrogante ni tan bueno, cuando uno juega con la magia siempre se expone al fracaso…Si, sin lugar a dudas te diría esa cifra.

Seguimos caminando un rato más, charlando de trivialidades y anécdotas de trabajo hasta que finalmente nos detuvimos en una esquina en la que nos dirigíamos a direcciones diferentes, saqué una tarjeta de mi pantalón: - Esta es mi tarjeta, si algún día me necesitas de verdad simplemente usa esto. – En ella rezaba; ‘Edward Johns – Demonólogo y exorcista’, se la puse en las manos y le sonreí: - Ha sido un placer Lorenzo, pero ahora tengo asunto que atender, espero que nos volvamos a ver. Hazme saber si encuentras algo sobre lo que hemos comentado por favor. -
Volver arriba Ir abajo
Lorenzo Borgia
Omega Universe
Omega Universe
Lorenzo Borgia


Bando : Héroe

Grupo : MKL

Insignia de Fidelidad : Año 3

Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 09/11/2016

Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime21st Febrero 2021, 02:00

Mucha gente tenía ese concepto de los curas católicos. El español el primero, debido a una vivencia que se dio en uno de los pueblos vecinos. Lo lamentable es que esos casos no eran tan pocos como se creía, pero es cierto que tampoco se podía decir que la iglesia al completo fuese una manzana podrida. Aquel tipo de comentarios habrían recibido un gesto reprobatorio de Sieglinde, que aún era creyente y tenía esperanzas de que la iglesia podía llegar a cambiar. Aunque nunca excusaba ese tipo de comportamientos, si no que era partidaria de exponer ese tipo de sucesos ante tribunales y que los culpables recibiesen un castigo ejemplar. Por su parte, nunca se había denominado creyente como tal. Mucho menos después de saber que el Diablillo Cojuelo era el familiar de sus ancestros y predecesores en lo que al ámbito de la magia se refería. Después de todo, el principio de la fe consiste en ejercer una creencia o convicción sobre algo sin tener prueba empírica de su existencia. El español tenía pruebas desde los doce años.

- Créeme. Encontrarías cosas más perturbadoras que las fotos de unos niños ahí abajo. - parecía querer seguir la broma, pero la realidad es que la mirada enigmática que le dirigió el español invitó al exorcista a imaginar todo tipo de cosas retorcidas que, con suerte, tal vez llegaría a ver algún día.

Cuando Edward preguntó sobre lo que iba a hacer con los cráneos, él se limitó a guardar silencio y compartir con él una mirada cómplice, por las conclusiones que podía sacar. A menudo la gente que quiere indagar en sus intereses lo hace en forma de preguntas de las que luego no desean respuestas. En cierto modo dice bastante de una persona y de su forma de aproximar las cosas. La curiosidad y el morbo siempre serán una faceta natural ante lo desconocido pero no todos son capaces de dormir tranquilos después de escuchar determinadas cosas. Tal vez ese era el motivo que le había hecho rectificar antes de darle tiempo a decir nada. Para curarse en "salud".

- ¿En serio? Es una cifra nada desdeñable. En la institución para la que trabajo apenas rondan los cincuenta en la mayoría de los casos. No está nada mal. - el español entornó los ojos con una media sonrisa aprobatoria. En cierto modo le hubiera gustado verle en la práctica, siempre era interesante para juzgar su aptitud. Tal vez pudiera montar un simulacro simulado en alguna ocasión siempre que al exorcista llegara a interesarle participar en una cosa así. Recogió la tarjeta con un asentimiento de agradecimiento, guardándola en el interior del bolsillo de la chaqueta, mientras apuraba la última calada de su cigarrillo, lo echaba al suelo y lo aplastaba con el zapato. - Claro. Cuenta con ello hombre- le sonrió, metiendo una mano en el bolsillo, guardándose un último golpe de efecto que siempre solía impresionar lo bastante como para que le tomaran como un socio productivo y generar una impresión de confianza. - ¡Nos vemos, Edward! - se despidió al tiempo que accionaba el mechero, y en menos de un parpadeo su figura desaparecía, dejando a su improvisado nuevo compañero sólo con sus pensamientos y los últimos hilos de humo del tabaco elevándose hacia el cielo.

[----]

En la otra punta del mundo, el español depositó la caja sobre su escritorio, ante el que acababa de aparecerse, y volvió a abrirlo para ver los cráneos, al tiempo que la diminuta silueta de un hombre compuesto de luces salía proyectada en forma de holograma desde el dispositivo que había sobre su mesa.

- ¡Bienvenido, Lorenzo! ¿Quieres que calibre de nuevo tu dispositivo!- dijo con su acostumbrada voz cálida y servicial.

- Si me haces el favor. - respondió casi por costumbre, sintiéndose de nuevo en casa.

_________________
Volver arriba Ir abajo
Contenido patrocinado





Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Empty
MensajeTema: Re: Sancta Sanctorum [Edward Jhones]   Sancta Sanctorum [Edward Jhones] Icon_minitime

Volver arriba Ir abajo
 
Sancta Sanctorum [Edward Jhones]
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» [Cuervos de Sangre] Maldito remedio. [Gwen Stacy, Edward Jhones]
» Edward Nigma PNJ
» Casting de Edward Nigma
» Ficha de Edward Johns
» Cronología de Edward Johns

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC :: OMEGA UNIVERSE :: América del Norte-
Cambiar a: