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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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Mensajes : 14 Fecha de inscripción : 10/12/2017 Localización : Castillo del Mal Empleo /Ocio : Villano a tiempo completo
Ficha de Personaje Alias: Rey Calabaza Nombre real: Morgan Universo: DC Universe
Tema: Pagaré en efectivo [Loki] (06-04-2019) 18th Junio 2019, 17:03
... Loki ...
La Tierra estaba peor de lo que uno podía esperar. La llegada de los demonios y la venida del Fin de los Tiempos consiguió que media humanidad se pusiera a gritar y la otra a reírse incrédulos por las tonterías que salían en las noticias. "Seguro que es todo un engaño al estilo Orson Welles" se decían. "Dentro de una semana saldrán por las noticias pidiendo disculpas por los altercados y la gente se sentirá idiota, menos yo" se repetían. Quizá porque se sentían seguros de su propio intelecto que se aferraba a la lógica. Quizás porque dicha lógica hacía tiempo que había desaparecido y abogaban por lo más cercano a ésta para sentirse seguros: el engaño a uno mismo. Fuera por lo que fuera, la venta de armas se disparó en las 12 horas que siguieron a la llegada de los demonios.
... Loki ...
Y mientras la humanidad se preparaba como podía para el inminente final, otros levantaban la cabeza y señalaban al horizonte afirmando que no habría tal final. Esos, como no, fueron los héroes, los superhéroes y a menor escala, los optimistas. Los que podían combatir afilaban sus armas y preparaban sus colmillos porque la batalla sería larga, intensa y definitiva. Los que no se aseguraban que los más débiles estuvieran a salvo para proteger un mañana al cual volver tras la batalla. Y los que no hacían ni una cosa ni la otra simplemente hablaban. Puede sonar ingenuo, pero hay ocasiones en que unas palabras hieren más que la mejor de las armas y protege con la rigidez del mejor de los escudos, ya fuera para otros o para uno mismo.
Y en las sombras, los recientes acontecimientos llamaron al timbre de las puertas de seres que hasta el momento se habían quedado en un segundo o tercer plano, y éstos, educados, asomaban sus cabezas para enterarse de las últimas noticias y cómo podrían sacar provecho. Uno de dichos seres era el que estaba pronunciando, con una voz cargada de maldad, aquel nombre, oculto en algún lugar de la realidad donde el ciego puede ver y el sordo escuchar su voz.
Tres veces, como se le había dicho.
... Loki ...
El dios de las mentiras, cuando escuchara su nombre podría ver con total claridad el camino que le llevaría ante aquel que se le había prometido: El "amigo" de una "amiga", y dicho camino le llevaría a una puerta, no muy lejos de la Vigilia aunque relativamente apartada de los neoyorquinos, pues estaba escondida en un callejón bajando unos escalones entre las sombras proyectadas por dos farolillos. La puerta en si era roja, y no tenía nada que llamara la atención, salvo la pintura quebrada en algunos puntos de su superficie y que el pomo parecía, o daba la impresión de tener forma de calavera. Al abrirse dicha puerta la cosa cambiaba. Primero la oscuridad daba la bienvenida al recién llegado, y unas luces salidas de ninguna parte pero cerca, como colgadas de las inmediatas paredes iluminaban unas escaleras que no hacían otra cosa que bajar, bajar y bajar, hasta otra puerta que ésta se abría con tan sólo mirarla con los goznes chirriantes.
La imagen global daba pena, o quizás una futura gloria. El cliente se encontraba ante un bar en reformas, un bar que alguien había decidido levantar de la nada, porque en algún rincón entre los tablones de madera, el papel a medio poner y la pintura secándose, uno podía asomarse por unos momentos hacia el vacío más absoluto, donde la nada habita y nada vive. A pesar del desorden, el techo a medio construir y las motas de serrín que se acumulaban en el hombro había dos elementos claramente destacables que serían tres si uno se fijaba en la vieja tocadiscos que se escondía al fondo: había una barra con sus respectivos taburetes con sus respectivos ceniceros. Era una barra que todavía no había decidido qué estilo adquirir pero sí la forma, y sería una barra recta, sólida y agradable al poner los brazos encima, siempre limpia y siempre lisa. Incluso tenía su pared de cristal con estantes donde reposaban las botellas de alcohol y un cartel que todavía no decía nada. El otro elemento destacable era el que aparentaba ser el barman. Era un hombre delgaducho de estatura promedia, vestido con una camisa blanca, unos tirantes negros, pajarita a juego con topos rojos y un bombín. Limpiaba con saña un vaso de cristal con una toalla limpia, recién comprada se podría decir. El barman no vería al recién llegado, porque no tenía ojos. No escucharía el tintineo de la puerta al entrar, porque no tenía orejas... y tampoco campana. El barman no podría saludarlo porque carecía de lengua, porque así eran los esqueletos y así era el barman. Y a pesar de todas sus carencias daba la sensación de que sería capaz de servirle una copa al recién llegado si éste se la pidiese.
Pero dijimos que habían dos elementos llamativos en aquel bar, ¿cierto? Tres si uno se fijaba en el viejo tocadiscos y así era... al menos durante los instantes en que aquel bar estaba sin clientes porque al poco apareció una tercera figura, sentada en uno de los taburetes de la barra, bien vestida con pantalones, camisa y chaleco, y un sombrero sobre su cabeza que era una calabaza en cuyo interior parecía que ardía el fuego de un dragón y la cubría con un halo amenazante. La figura, alta como ella misma esperaba con la paciencia de las eras mientras sujetaba entre sus dedos enguantados una fina copa de cocktail rellena de un líquido verde brillante con burbujas y una sombrillita. Eso si, negra.
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Ficha de Personaje Alias: Loki Nombre real: Loki Laufeyson Universo: Marvel
Tema: Re: Pagaré en efectivo [Loki] (06-04-2019) 15th Agosto 2019, 22:51
El mundo estaba siendo invadido repentinamente por los demonios en siete lugares diferentes y Loki no estaba preparado. Y menos ahora que la amenaza se había extendido a su hogar, el planeta de Asgard.
Pero en aquellos momentos, era incapaz de hacer nada. Todavía se estaba recuperando de la batalla a muerte que había tenido recientemente con el hermano de Arión, un hechicero poderoso de nombre Garn. Había engañado a Dalae y había estado a punto de violarla y quitarle la vida. Pero gracias a su rápida intervención, sólo había sufrido la pérdida de la base de los Vanquisers y… bueno, quizás las cosas no habían ido demasiado bien con su aprendiz.
Había herido los sentimientos y desgarrado el corazón de su pupila, a lo que ella le había respondido con una estaca de hielo en el pecho. Quizás había confiado demasiado en su labia y muy poco en los sentimientos de Dalae hacia Arión. Sin dudarlo, las cosas podrían haber salido mejor, pero al menos no estaba muerto. Al fin y al cabo, Loki era difícil de matar. Pero hubiese sido un engorro tener que volver a reencarnarse y esperar varios años para crecer y poder continuar con sus planes de hacerse con el trono de Asgard. Una conquista que cada vez se le hacía más difícil de alcanzar.
De pronto, en mitad del silencio sepulcral de Niflheim, escuchó la llamada.
—Loki, Loki, Loki...
“Di tres veces Loki y allí estaré”
¿Cuántas veces había entregado aquella pista para los que deseaban contactar con él? ¿Quién de sus posibles contactos podía ser? Deseó por un instante que no fuera Karnilla de nuevo, insistiendo con que se uniera a sus filas para destronar al Padre de Todos. No, las cosas no iban así. No pensaba conquistar la ciudad asesinando a su propio pueblo, y menos aún compartiendo el poder con aquella ramera. Karnilla no era de fiar, y además había tenido la desfachatez de aliarse con alguno de esos dioses demonios. No había criaturas en el mundo que Loki odiara más que los servidores del infierno. Mephisto podría corroborarlo, puesto que había llevado a Kid Loki directo hacia la muerte. Una jugada que todavía tenía que devolverle.
Fue entonces cuando lo vio claramente. Una visión en el estanque de adivinación mostraba un lugar, en Nueva York. Vívido, Real. Aquello sonaba a reunión, pero era un método bastante inusual… pero a pesar del primer sentimiento de desconfianza, sintió curiosidad. Nadie que no supiera el código podría haberle contactado, así que tendría que ser un conocido. Un amigo, dispuesto a hacer un trato.
Entonces recordó a la mujer a quién le prometió el Caos de los nueve reinos. O al menos por un tiempo limitado.
Hubo un matiz que no discutió con aquella bruja en su última sesión. No le dijo por cuánto tiempo mantendría el Caos en Midgard. Si pensaba gobernar los nueve reinos, podría dejar unos portales abiertos durante un tiempo, para ver cómo se peleaban a muerte las diferentes razas del Yggdrasil. Pero no pensaba tenerlos abiertos para siempre. Si las cosas se llegaban a poner demasiado feas, buscaría otra estrategia que no le obligara a romper su contrato con Cloe. Pero en ningún momento, tenía intención de gobernar sobre cadáveres y escombros. Eso no tenía ninguna gracia.
Tras meditarlo por unos segundos más, se llevó la mano al pecho para palpárse las vendas, y decidió arriesgarse y dar el paso. Ocultó sus heridas bajo la gabardina verde y negra, se ató a Gram al cinto y cogió su bastón para ponerse en marcha.
El dios de las mentiras observó con atención la puerta roja que quedaba frente a él. Finalmente, decidió girar el pomo de la calavera y pasar por el umbral con determninación. El eco de sus pasos resonaban por la infinita escalera que descendía por un abismo de oscuridad, hasta llevarlo a lo que parecía un desastroso bar en construcción, en mitad de la nada.
—¿Qué es este lugar? ¿Eres tú el dios exterior del que hablaba la mujer?—dejó que la pregunta vagara por el aire, tras haber analizado detalladamente toda la estancia. Sus ojos esmeralda se posaron curiosos en las espaldas del hombre que había sentado frente al barman calavera. El aspecto de aquel personaje le llamaba mucho la atención. No lo había visto jamás, ni siquiera en sus otras vidas. Pero lo que más le sorprendió fue la ardiente calabaza que había entre su cuello y el sombrero de copa. ¿Sería aquel el contacto del que Cloe le había hablado?
Esa mujer... Todavía seguía enfadado con aquella maldita timadora que le había entregado una dirección en un sobre que no le había servido para absolutamente nada. El Teseracto ya había cambiado de lugar en un abrir y cerrar de ojos cuando Loki logró descifrar el enigma de su ubicación. Y él había perdido su valioso tiempo. Como odiaba perder el tiempo… así que esperaba que al menos, aquel encuentro no fuera igual de decepcionante...
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Tema: Re: Pagaré en efectivo [Loki] (06-04-2019) 2nd Diciembre 2019, 13:42
Cuando el dios de las mentiras entró en la idea de bar que se trataba de montar, se creó el silencio. No era aquel tipo de silencio que uno espera encontrar en el interior de las iglesias durante las horas de rezo, o el silencio que se pide al juntar el dedo índice con los labios, en un gesto imperativo. El silencio del que se habla era aquel que se encuentra allá donde no existe la vida, donde el espacio se llena con el vacío y el aliento ni nace ni muere. Es aquel tipo de silencio donde nada se mueve y el tiempo pierde por completo su carrera contra las manecillas.
Silencio y quietud, tan sólo rotos por el ligero crepitar de las llamas dentro de la calabaza por cabeza.
- No sé de qué dios exterior te habló, pero si yo fuera un dios... bueno... quizás lo sea, dependiendo de quién me ofrezca sus... recos
Lentamente, la figura sentada frente a la barra del bar se levantó con toda su envergadura. Parecía alto, muy alto, o al menos lo suficiente para sacarle una cabeza al dios asgardiano. Apartó el taburete con una pierna, girando su cuerpo con gracia mientras con la zurda mostraba al recién llegado una dirección, un camino, que conducía a dos sillas y una mesa en medio, preparadas con un mantel carmesí adornado con acabados que recordaban las alas de murciélagos al vuelo, mientras que en las sillas esculpidas reposaban tanto en el respaldo como en las patas el contorno de huesos y calaveras.
- Pero sí soy a quien acudió la mujer con un mensaje: Loki, el Embaucador, dios de las mentiras necesita de mis servicios. ¿Y quién sería yo, si no aceptara ésta petición tan... interesante?
Morgan se dirigió hacia la mesa y las sillas, esperando que el susodicho dios siguiera sus pasos. El esqueleto que hacía su rol de barman empezó a moverse momentos después, sacando dos copas vacías y esperando una orden, o una petición, para ofrecer tanto a su amo como al cliente una ofrenda para sus gaznates. El rey se sentó en la silla más alejada, la que estaba de espaldas a la sombra de un escenario y de cara a la puerta por la que había entrado Loki. Señaló la otra silla con su mano enguantada, esperando al dios.
- Tengo que decir que me he sorprendido al verte: esperaba un Loki más... pelirrojo, con ropas más austeras y sobretodo, más bajito. Al menos ese es el Loki que yo conozco, o conocí, viendo que ahora estás tú aquí. Así que voy a tomarme éste encuentro como si acabáramos de conocernos. Por ende... encantado de conocerte Embaucador. Mi nombre es Morgan, y soy el soberano de la maldad. El rey del mal - culminó su presentación con una sonrisa cerrada y la sensación de un frío antinatural procedente del anfitrión.
El barman, por su parte, seguía esperando...
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Tema: Re: Pagaré en efectivo [Loki] (06-04-2019) 4th Diciembre 2019, 20:27
Desde que puso un pie en aquel bar a medias sintió que había una ligera perturbación en el ambiente. Al principio creyó que se trataba del inusual aspecto físico de los individuos que descansaban en la habitación, pero no, era algo diferente. Era la sensación de estar suspendido en un lugar que pertenecía a la nada. La percepción de un vacío y una oscuridad infinitas… ahora lo entendía. Reconoció la misma emoción, de cuando estuvo cayendo durante días por el espacio infinito tras la pelea en el puente de Bifrost, creyendo que jamás podría salir de aquel bucle infinito de desesperación.
Loki agradeció mentalmente que el hombre de cabeza de calabaza rompiera ese silencio siniestro. Su voz y su actitud fueron más agradables de lo que esperaba en un primer momento, teniendo en cuenta que su aspecto no ayudaba a verse como una persona amable y cariñosa. Aunque sí tenía buen gusto a la hora de vestir.
La figura sentada en la lejanía no resultaba tan imponente. Fue cuando se levantó de su asiento, que Loki se dio cuenta de lo realmente alto que era aquel hombre, o señor-hortaliza, o lo que fuera. Lo cierto era que aquella diferencia de altura le hacía aún más aterrador, y aunque Loki había intercambiado favores con otras criaturas terribles, no podía quitarse esa sensación desagradable y malrollera de encima cuando trataba de mirar directamente a las cuencas llameantes de su interlocutor.
El dios de las mentiras no se iba a dejar intimidar tan fácilmente, aunque como experto hechicero, era inevitable notar el aura de poder y maldad que emanaba el hombre calabaza. Sería muy estúpido por su parte si trataba de hacer algo que le hiciera enfadar, y tampoco estaba en condiciones de luchar con una entidad tan poderosa conservando todavía las heridas de su dura batalla con Garn y la traición de Dalae...
El príncipe destronado se mostró educado e hizo caso del ofrecimiento de quién lo había llamado aquella noche. Se sentó frente a él en la mesa indicada y no pudo evitar notar en la decoración un cierto interés obsesivo hacia la misma temática. Calabazas, huesos, murciélagos, calaveras… todos ellos eran elementos indicativos del día de los muertos. Simplemente le pareció un detalle curioso.
— Es un placer conocerte, Morgan… — parpadeó el embaucador frente a tal presentación. Le observó entre curioso y sorprendido. ¿La maldad tenía un rey? No parecía estar bromeando, así que eso atrajo todavía más su atención. — Siento no ser la persona que esperabas, es cierto que muchas cosas han cambiado en este nuevo universo y no somos los mismos que solíamos ser. Tampoco conocía la existencia de un soberano de la maldad. Así pues, me pregunto… ¿A qué se dedica usted, señor Morgan? ¿Qué implica eso de ser el rey del mal?
Loki se cruzó de piernas bajo la mesa, observando detenidamente la reacción de su posible futuro aliado.