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| Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) | |
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Elektra Natchios Marvel Universe
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Mensajes : 698 Fecha de inscripción : 15/05/2015
Ficha de Personaje Alias: Elektra Nombre real: Elektra Natchios Universo: Marvel
| Tema: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 15th Agosto 2018, 13:58 | |
| Después de ocho horas de vuelo, Elektra y Roy se encontraban en el aeropuerto de Londres. Habían conseguido comprar un vuelo directo, sin escalas, que salía a las 13:50 del día siguiente y habían aterrizado a las seis y media de la tarde, hora de Londres. Cuando salieron del aeropuerto ya había oscurecido, así que fueron directamente hacia el hotel y dedicaron la noche a descansar, ya que la conferencia era el día siguiente por la mañana.
Elektra se levantó temprano, se duchó y se vistió con unos discretos pantalones color caqui y una camiseta negra. Esperó a Roy para desayunar y se dispusieron a partir. Llevaba sus armas y su equipo en una mochila colgada del hombro.
La biblioteca era un edificio regio de apariencia discreta en el exterior con espectaculares estanterías de apariencia victoriana donde se acumulaban millares de libros en el interior. La sala destinada a las conferencias era de estilo moderno y no demasiado grande, con una cristalera a modo de techo que permitía entrar la luz del sol y una capacidad aproximada para unas cuarenta o cincuenta personas. La conferencia era gratis, con el único objeto de promocionar el último libro del periodista, y estaba bastante llena, pero Elektra y Roy consiguieron encontrar un hueco al fondo, de pie.
En la tarima principal había un atril de madera al lado de un cartel en el que se podía leer con grandes letras: "Vivir con miedo", por Orestez Natchios.
Cuando llegó el conferenciante, Elektra le observó con atención; tenía los ojos almendrados y un cabello negro que comenzaba a clarear por las sienes, e iba vestido con un traje de chaqueta de lo más sencillo con una camiseta gris. No había nada en él que pudiera hacer pensar que era algo más de lo que aparentaba: un periodista humilde y mediocre. A menos, claro está, que te centraras en lo que se podía entrever tras sus ojos: la mirada peligrosa y afilada que tendría un tiburón. Aquello era, prácticamente, lo único que unía a aquél hombre con el recuerdo que Elektra conservaba de su hermano.
Orestez subió al escenario y bebió un trago de la botella de agua que había sobre el atril, y, al hacerlo, paseó la mirada sobre todos los asistentes a la conferencia. Al llegar donde estaba ella, su mirada se detuvo y una leve sonrisa se perfiló en sus enjutos labios. ¿La había reconocido?
- Bien, empecemos -dijo volviendo a poner el tapón en la botella-. Señoras y señores, mi nombre es Orestez Natchios y soy un terrorista.
Después de dejar transcurrir unos segundos de silencio para crear efecto, prosiguió su discurso:
- Eso es lo que me indujeron a creer, al menos, y lo hago. Después de todo, encaja bien dentro de la definición proporcionada por aquellos elegidos para guiarme. Y, aún así, aquí estoy, caminando y hablando libremente entre vosotros. Incluso en éste mundo de seres súper poderosos y revelaciones extraterrestres es algo remarcable.
>>He dedicado gran parte de mi vida adulta a diseminar miedo, odio y desconfianza. He puesto mi empeño en iluminar la hipocresía y la ambición que florece dentro de los más oscuros recovecos de los gobiernos mundiales. Pero, por todo ésto, he sido perdonado. Porque fui criado por terroristas. No soy una víctima, señoras y señores... soy un testigo.
Volvió a dejar unos minutos de silencio esperando que sus palabras provocaran alguna clase de reacción emocional entre la audiencia, y desde luego en Elektra lo consiguió.
- Qué mentiroso -susurró a Roy, indignada-. Nuestro padre no era un terrorista.
- He plasmado mi testimonio, con sinceridad y tan extensamente como me permiten mis capacidades, y aún así me levanto cada día con temor en mi corazón, seguro de que no me guiará a un convencimiento. No puedo enseñaros qué elegir o qué ignorar. No puedo revelaros aquello que debéis refutar o reconocer. No puedo salvaros. Ni siquiera pude salvar a mi propia hermana.
Elektra se quedó en shock. ¿Aquél libro hablaba de ella?
>>Ella también fue criada por terroristas. Le lavaron el cerebro, la entrenaron y le lavaron el cerebro de nuevo en un ciclo de deshumanización que ellos esperaban que produjese un arma viviente. En eso, al menos, tuvieron éxito, pero fallaron en mantener el control del arma, y ahora es empuñada por otros. No pude salvarte, Elektra -Orestez miró directamente en dirección a la griega y los asistentes a la conferencia se volvieron para mirarla a su vez-. Pero puedo ayudarte a salvarte por ti misma -finalizó tendiéndole la mano.
La ninja fue a hablar, pero justo en ese momento la cristalera del techo se rompió y aparecieron Red Hulk y Deadpool, atravesándola para caer en el suelo a pocos metros de donde se encontraba Orestez. El mercenario apuntó hacia el periodista.
- ¡No! -gritó la griega tratando de apartar a los aterrorizados espectadores para llegar al escenario-. ¡Es una trampa!
Última edición por Elektra Natchios el 26th Enero 2019, 00:24, editado 1 vez | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 20th Agosto 2018, 23:08 | |
| De nuevo tuvo que falsificar su tarjeta de embarque para poder llevar su arco. Se llevaba bien con las nuevas tecnologías por lo que hacer ese tipo de trabajos se le daba bien, era sencillo para él. Otra vez se hizo pasar por deportista. Le hubiera gustado dedicarse al tiro con arco profesionalmente. Pero su pasado como alcohólico y sus terribles decisiones a temprana edad habían minado esa posibilidad.
Tenía que agradecer que la gente se confiara cuando te veía extrovertido y sin miedo en los controles. Los registros solían ser menos estrictos cuando tenías unas buena actitud. Sus flechas trucadas habían pasado desapercibidas y su equipaje no fue sometido a ningún chequeo extra. Simplemente con mostrar su falso permiso de arquero le dejaron en paz el maletín donde llevaba sus instrumentos de héroe y arquería.
Durante el vuelo Roy no había dejado de hablar. había entablado conversación con una pareja de ancianos que se sentaba delante y también con la azafata cuando le pidió un café. No le gustaba el silencio y cualquier tema era bueno para tener conversación desde lo más trivial hasta lo más complejo. El arquero nunca había pisado suelo inglés, la tierra de la que descendían los americanos “blancos”. Le causaba gran curiosidad y llegadas las últimas horas de vuelo, empezó a comentar curiosidades y peculiaridades de la cultura anglosajona.
Al llegar a la prestigiosa ciudad de Londres, como ya había caído la noche, se dirigieron al hotel. Hasta la mañana siguiente, que era cuando se efectuaba la charla del periodista, tuvieron un tiempo de descanso. El de ojos verdes intentó recuperar esas horas de sueño que siempre venía arrastrando. Por la mañana, se duchó, se alistó y bajo a desayunar al encuentro de su compañera de misión. Roy se había vestido con un polo verde, unos pantalones pitillo de color gris claro y unos zapatos marrón medio. Su cabello pelirrojo estaba peinado y recogido en una pequeña coleta baja. No se vistió con aires muy formales pero sí tenía una apariencia cuidada. Llevaba consigo una mochila de un color rojo intenso y un tanto alargada donde llevaba sus flechas y su arco doblado.
Estando Elektra y Roy preparados y siendo la hora, si dirigieron al lugar donde seria el evento de Orestez. La ponencia se realizaba en una maravillosa biblioteca de estilo victoriano donde había libros por doquier. Los dos entraron a la sala destinada a las conferencias. el pelirrojo se quedó un tanto impresionado de que el hermano de Elektra fuera tan prestigioso como para que la sala estuviera tan llena de gente. Él no había oído hablar de ese hombre en su vida y pensaba que simplemente era algo así como un matón intentando abrirse camino en la literatura. No se imaginaba que fuera reconocido siquiera. Pensaba que era algo más estilo amateur se abre camino en la profesión de escritor. Ahora comprendía que sus impresiones previas eran un tanto erróneas. Debido a que la sala estaba un tanto abarrotada, él y su compañera tuvieron que ubicarse de pie al fondo de la sala.
La morena observó atentamente a su familiar y por esto, Roy miró para ver cómo era el hombre al que venían a apresar. Arsenal podía ver similitudes físicas entre los dos hermanos. En Orestez podía entrever un claro signo de peligro. Un fiereza que detectaba en personas como aquel hombre. Personas que hacen cualquier cosa para alcanzar sus fines. El griego comenzó la charla y el arquero pudo darse cuenta de que ese tipo de discurso le sonaba muy familiar. Sabía los pasos a seguir para manipular a los asistentes. Orestez se vendía bien. El hermano de Elektra era carismático y se mostraba cercano, ganándose de esta manera la empatía del público. Creaba una conexión para llegar a sus interlocutores. Era lo típico que hacen los estafadores y los charlatanes. Tergiversan la historia, le dan la vuelta a la situación, se muestran como víctimas de otros o de las circunstancias y construyen una red de mentiras entremezclada con pequeñas verdades para crear una realidad, la realidad que ellos quieren contar. Era un truco muy viejo como usar la tercera persona para escribir sobre uno mismo, como lo hizo el famoso y aclamado Julio César. Reinventar los hechos para convertirse en un superviviente, en el héroe del relato.
El pelirrojo tomó la mano de Elektra y la apretó en señal de apoyo. Luego sonrió amablemente.- Tranquila, nena. Rectificamos sus palabras, guapa.- Su tono era suave y cálido como los primeros rayos del sol al alba. Las palabras eran también un arma. Roy sabía que no debían afectarte en una misión porque podían romper tu equilibrio emocional y tornar la balanza en favor del enemigo. Le dolía reconocer que él había jugado varias veces con los sentimientos de personas queridas para escapar de sus manos o para ganar un combate. Con las últimas palabras del periodista quedaba en claro que sabía perfectamente que su hermana había dio a su encuentro. El pelirrojo esperaba que sus palabras no hubieran afectado a la griega.
- Muñeca, no sabía que habías invitado a tus amigos a esta fiesta.- comentó de forma guasona. El arquero desplegó su arco e intentó avanzar entre la multitud.
Los miembros del equipo en el que trabajaba Elektra regularmente habían entrado arrasando la bella y amplia cristalera. Red Hulk y Deadpool rápidamente habían tomado posiciones. El mercenario apuntaba con su arma al hermano de la ninja. Roy tenía que intentar frenar aquel asesinato. Elektra había dicho que su grupo recorría a todo con tal de conseguir sus objetivos. Que matasen a Orestez parecía algo muy lógico.
Velozmente tomó dos flechas y las disparó casi al tiempo. Una iba dirigida al hueco que había entre el periodista y los Thunderbolts. La otra tenía al trayectoria de la mano de Deadpool. La primera impactó en el suelo y al chocar contra él generó una cortina de humo espesa. Era un medio para que no matasen Orestez. La segunda impactó en la mano que tenía el arma y le dió una descarga eléctrica. De esta forma, el arquero intentó desarmar al mercenario
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 22nd Agosto 2018, 16:56 | |
| A pesar de tener delante a dos de los asesinos más letales de su universo de origen, Orestez no parecía intimidado en absoluto; más bien al contrario: de pie con las manos en los bolsillos parecía la viva imagen de la calma, como si no estuviera a punto de morir... porque en realidad no lo estaba.
Puede que Elektra se hubiera criado sin él, y que la última vez que le había visto no fuera más que una niña, pero le bastó una mirada para comprender que la sonrisa de suficiencia de su hermano indicaba que todo estaba ocurriendo tal como lo había previsto. Lo primero que había hecho al entrar en la sala había sido, por la fuerza de la costumbre, buscar cámaras de seguridad, y las había encontrado. Cuando Ross y Deadpool irrumpieron en la sala de conferencias sólo tuvo que sumar dos y dos para comprender lo que estaba pasando y fue la primera en empezar a moverse, pero la masa de gente confundida y atemorizada le cerraba el paso mientras que Roy contaba con la ventaja del arma a distancia. En un abrir y cerrar de ojos había creado una cortina de humo entre Orestez y sus potenciales asesinos y había desarmado a Deadpool.
- ¡Ouch! -exclamó el mercenario observando la flecha que le atravesaba la mano, para, acto seguido, volverse a mirar al que le había disparado-. Oye, guapo, tú que entiendes de electricidad, dime si ésto es corriente -indicó señalándose al bulto de la entrepierna.
Sin dar opción alguna de respuesta se arrancó la flecha de la mano, desenvainó las katanas que llevaba a la espalda y se abalanzó sobre la multitud para ir al encuentro de Roy con intenciones claramente homicidas mientras la gente chillaba histéricamente y se agolpaba contra la salida, pisoteándose unos a otros con tal de salir de allí.
- ¡No! ¡No! -gritaba Elektra, desesperada-. ¡Parad! ¡Parad todos! ¡Es una trampa!
Pero sus palabras quedaban ahogadas por la marea de pánico creciente, a diferencia de las de Orestez, que resultaban amplificadas por el micrófono que había extraído del atril en algún momento aprovechando la confusión:
- Señoras y señores, si han venido hasta aquí buscando captar un atisbo del verdadero rostro del terror... han venido al lugar indicado -dijo mientras el gigantesco Hulk Rojo rugía embistiendo en su dirección.
A pesar de lo aterrador de la imagen, Orestez no sólo no se apartó sino que alzó la mirada hacia la cristalera partida, no porque la visión de un Hulk enfurecido no fuera suficientemente intimidante, sino porque ocho de las armaduras Dinamo Carmesí estaban irrumpiendo por arriba en aquél preciso instante, terminando de destrozar por completo lo que quedaba del techo de cristal.
- Pero... ¿qué cojones...? -empezó Red Hulk, deteniéndose al notar el aluvión de cristales que se le venían encima.
Elektra, que por fin había conseguido llegar hasta él, le golpeó con los puños hasta atraer su atención.
- ¿Me estás escuchando? ¡Mi hermano nos la ha jugado! ¡Ha orquestado todo ésto para haceros parecer como terroristas! ¡Hay cámaras grabando tanto dentro como fuera! ¡Nuestra única manera de salir de ésto es salvarle!
Durante segundos que se hicieron eternos, la mirada dorada del Hulk se enfrentó contra el aterciopelado gris de los ojos de la griega, hasta que, finalmente, sus labios se fruncieron hasta formar una escueta línea al tiempo que se entrabrían para pronunciar una única palabra:
- No.
De un manotazo la apartó, arrojándola contra una pared como si no fuera más que una mosca, y buscó a Orestez con la mirada. El periodista había salido corriendo en dirección a la salida y trataba de abrirse paso junto con todos los demás, pero Ross no podía ocuparse de él, no cuando había 8 armaduras equivalentes a la de Iron Man a punto de abrir fuego sobre el grupo de espectadores inocentes.
- ¡Deadpool! ¡Deja al chico y mátale a él! -ordenó señalando a Orestez antes de pegar un poderoso salto hacia arriba, en dirección a las armaduras. | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 24th Agosto 2018, 20:07 | |
| Roy se rió ante el comentario de Deadpool. Le agradaba ver que alguien se tomaba las situaciones complicadas con humor, aunque fuera del equipo contrario. El arquero no sabía que los alocados e inadecuados comentarios del mercenario no eran de talante tan jocoso como él creía. Esto hilarantes apuntes eran producto de la psicosis y demencia. No tuvo tiempo de atender a las palabras de la ninja, ya que, el mercenario vestido de rojo y negro se abría camino hacia él con lúgubres intenciones. No le dio tiempo a responder ingeniosamente a las palabras de Wade Wilson porque enseguida el hombre se movió en su dirección, desenfundando sus dos katanas. Por suerte el arquero tenía una vista muy aguda y captó las beligerantes intenciones del otro hombre.
El pelirrojo ni corto ni perezoso le lanzó una flecha de fuego a la cabeza Deadpool. Roy nunca se había visto envuelto en una pelea con alguien que se regenerase. No tenía ni idea cuánto tardaba o cuánto era el alcance de su curación o si se podía dejar inconsciente a alguien con ese tipo de poder. Solo podía ir haciendo suposiciones e ir probando cosas intentando dejar fuera de juego al otro sin matarle. Las katanas eran una arma de corto alcance mientras que el arco era de largo alcance. Eran dos tipos de armas que no compaginaban para enfrentarse. El arquero sabía que su ventaja estaba en la distancia porque en aquel momento no tenía ningún otro tipo de artefacto para contrarrestar una espada.
-Dijiste que se regeneraba ¿verdad?- Le preguntó a Elektra.- Porque si no me voy a poner en plan Mujeres desesperadas.-
En el tiempo que el mercenario se reponiendo, Roy intentó tranquilizar un poco a la masa histérica.
- Señores y señoras no cedan al pánico, salgan de la sala de forma ordenada y sin generar alboroto. Su vida no corre peligro, es un operativo completamente organizado. - dijo con un talante muy sereno. Quizá sus palabras no sirvieran para nada pero una explicación en un estado de crisis ayudaba a las personas a no dejarse llevar por el miedo y el terror. Sus palabras quedaban ahogadas en los comentarios del conferenciante. Esperaba que el equipo de Elektra tuviera un buen equipo de prensa. Porque tanto su entrada y sus imprudencias les estaban haciendo quedar como un peligro público.
Wade Wilson se apagó la cabeza en llamas y continuó avanzando hacia el de ojos verdes. En el ambiente quedó un olor a carne abrasada. La máscara que le cubría el rostro se había calcinado, dejando al descubierto el deforme y quemado rostro del mercenario. El aspecto de Deadpool era repulsivo y desagradable. Su rostro se iba “reconstruyendo” tan bien como su factor curativo le permitía. Poco a poco la carne quemada daba paso a esa cara callosa y llena de cicatrices que caracterizaba al antihéroe.
- Oh quemaduras de decimosexto grado. ¿No vas muy rápido para nuestra primera cita?-
- Siempre he sido un chico muy rápido. Pero no soy muy bueno en las distancias cortas.-
Observando que la regeneración era bastante rápida, lanzó al mutante una flecha criogenizadora. La saeta tenía como trayectoria de impacto la mano izquierda de Deadpool con la intención de congelarlo y frenarlo. Cuando la punta impactó y la piel de Wade empezó a congelarse el mercenario con su mano derecha se cortó la mano y se apartó para impedir que la criogenización avanzase por su cuerpo.
- Doctor, ¿cree que voy a poder volver a caminar?- Wade caminaba con premura en dirección a Roy. Mientras su mano se volvía a regenerar atacó al pelirrojo con la katana que portaba en su mano derecha. El arquero se cubrió del ataque con su arco. El sonido del metal al impactar con otro metal retumbó un poco pero fue sofocado por el griterío de los atemorizados visitantes.
El mercenario le volvió a lanzar otro ataque con la espada y Roy lo esquivó. Para salvar su vida, porque no creía estar pudiendo esquivar los ataques de su enemigo todas las veces, detonó un flecha eléctrica en el vientre del mercenario. Los gritos de la ninja le llevaban pero no podía hacer nada por mediar en el conflicto que tenía con Ross. Aún le quedaba el problema de un loco mercenario que trataba de cortar sus piel en finas lonchas.
- Hacía mucho que no sentía mariposas en el estómago.-
La mano le había vuelto a crecer al alocado miembro de los Thunderbolts y ahora ya podía empuñar sus dos katanas. Roy se agachó, la katanas pasaron a un milímetro de su piel. Con mucha rapidez le propinó una patada baja en el toquillo a su adversario. Wade trastabilló un poco, perdiendo ligeramente el equilibrio. El golpe no lo inmovilizó pero el pelirrojo logró detener un poco su ataque. En un movimiento que el ex-pupilo de Green Arrow no previó, Deadpool se deshizo de una de sus espadas, tomó a Roy del cabello y aplicando fuerza sobre este agarre le hizo arrodillarse. El canadiense preparó su katana para asestarle un estoque. Red Hulk ordenó a Wade que dejase esa pugna absurda con el pelirrojo y que asesinas a Orestez. El mercenario dejó libre a Roy.
-Siempre nos quedará la Chimichanga.-
Cuando Deadpool dejó de centrar su atención, se percató de la apremiante situación en la que se encontraban. Ocho armaduras estaban apuntando a los inocentes espectadores. Seguramente como las Dínamo Carmesí a las que se enfrentaron hacía unos días, estas también tenían un mecanismo de autodestrucción. Si usaba un flecha pegamento para obstruir los orificios de la armaduras e impedir que se asesinar a los congregados en el lugar, activaría la detonación. Por lo que necesitaban o parar la explotación o contenerla.Se le ocurrió una idea arriesgada pero era la única solución factible que se le ocurría. Lanzó una flecha normal el dirección a una de las armaduras. Al impactar, la saeta se cayó al rebotar contra el material de la pechera. No obstante, había logrado su cometido. Su nanobot estaba sobre una de las Dínamo Carmesí. Con las informaciones que Roy poseía del hackeo y de la lectura de datos podría introducir al minirobot dentro de las armaduras y desarmar los artefactos explosivos. En caso de que eso no funcionara, tendría que recurrir a un plan B que podía dejar más daños y destrozos que su Plans A. |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 11th Septiembre 2018, 00:02 | |
| Hulk aplastó y arrancó la cabeza de dos de las armaduras, sin importarle en lo más mínimo que dentro hubiera personas manejándolas. Otras dos se dirigieron volando hacia él sin dejar de dispararle con las ametralladoras que tenían adosadas en los puños, pero el fuego rebotaba sin hacerle el menor daño en su gruesa piel. Al Hulk le bastó con atraparlas entre sus poderosas manos, apretando hasta convertirlas en un amasijo de hierro y sangre. Quedaban cuatro más, aunque no parecía que fuera a tener muchos problemas para acabar con ellos.
Mientras tanto, Deadpool se había internado dentro de la biblioteca siguiendo el rastro del periodista. Los asistentes a la conferencia habían salido huyendo como locos por la salida principal, donde ya se aglomeraban los helicópteros, los coches de policía y los camiones de prensa, pero Orestez se desvió para tomar las escaleras que conducían al sótano del edificio. El mercenario le siguió bajando las escaleras de tres en tres hasta llegar a una reducida sala rectangular con las paredes de color malva decoradas con cuadros de retratos antiguos, grandes mesas repletas de archivadores y escritorios con atriles de tamaño inmenso. Al fondo había un pasillo que se internaba en lo que parecía ser un laberinto de estanterías en cuyas baldas reposaban tomos enormes, a juego con el tamaño de los atriles. Los lomos eran todos iguales, y, salvo por la numeración y el año, que diferían, el nombre que aparecía era el mismo en todos: "Times", como el famoso periódico. Allí estaban los originales de las publicaciones periódicas y de revistas de hacía más de 200 años.
- Vaya, esta gente lleva un poquito lejos lo de estar bien informado -comentó Wade tras observar de reojo los tomos mientras avanzaba por el laberinto de estanterías pistola en ristre-. ¡Sal ratita, quiero verte la colita!
De repente hubo una fuerte explosión y una de las estanterías se le derrumbó encima, sepultándole bajo una montaña de libros y metal que habría bastado para matar a cualquiera, pero en éste caso no hizo falta, porque ya estaba muerto por la onda expansiva de la granada de conmoción que había arrojado Orestez mucho antes de que le alcanzara el derrumbe.
Eventualmente se regeneraría, pero el griego no pensaba quedarse a comprobarlo. Escalando por encima de los fragmentos destrozados de conocimiento e historia, regresó corriendo a las escaleras y las subió a toda prisa. Su hermana continuaba inconsciente y no aacionaría el mecanismo de autodestrucción de las armaduras mientras el Red Hulk estuviera entretenido machacándolas. Con el mercenario temporalmente incapacitado no había nada que se interpusiera entre él y la salida... ¿o tal vez sí? | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 20th Septiembre 2018, 22:52 | |
| Miró hacía donde aquel gigante carmesí había lanzado a la griega. Se sintió tentado de ir a socorrerla pero no dispuso del momento oportuno. Esperaba que la morena se levantase en el tiempo que solucionaba el entuerto en el que estaba metido.
Se quedó impresionado debido a la embravecida ira homicida del gigante Rojo. Roy no había pensado en la posibilidad de que el RedHulk acabase con la vida de los tripulantes de las armaduras en menos de un momento. Hasta aquella misión no había tomado contacto con ninguno de las personas expuestas a la mutación de los rayos gamma. Por lo que no pudo imaginar la brutalidad destructiva de los Hulks. No sólo le tomó desprevenido el asesinato de los conductores de las dínamo carmesí sino que también se quedó un tanto conmocionado con la frialdad del mismo. Una cosa era matar a alguien con las mismas condiciones, dar a tu oponente aunque fuera una mínima oportunidad de supervivencia. algo así como un duelo justo. Lo que había presenciado el arquero era una acto crudo y completamente despiadado, una ejecución donde el teniente Ross había sido en menos de un instante juez, jurado y verdugo. Eso no era nada ético para el pelirrojo. Era algo reprobable. No podría consentir que la masacre continuase.
Así que, sacó presuroso unas gafas rojas protectoras que siempre llevaba consigo y disparó una flecha lumínica al campo de visión RedHulk. Era una distracción para darle tiempo a realizar su siguiente movimiento. También eclipsó a los tripulantes de las armaduras pero el arquero lo incluyó dentro de los costes permisibles. Gracias a las lentes que había diseñado para protegerse y poder entrar en acción cuando el fogonazo de luz cegase a sus oponentes, pudo disparar una segunda saeta contra la piel de la mole roja. Arsenal apuntó a las manos del teniente Ross.
La saeta impactó en la masa roja y de inmediato su cabeza se partió en dos. De la partida cabeza salieron dos líquidos que al mezclarse se convirtieron en un compuesto expansivo y pringoso. Roy le había lanzado al gigante Rojo un flecha pegamento para que el celoso quedase atrapado entre ese pringue, pegándose a sí mismo, limitando en un principio sus acciones físicas para que finalmente embadurnado con todo el compuesto el Hulk se viera impedido para realizar cualquier tipo de movimiento.
Tenía que ir a ver cómo se encontraba Elektra. La masa roja la había apartado hacía ya una cantidad considerable de tiempo y ella no daba muestras de estar consciente. Roy esperaba que la mujer no prescindiera vitalmente de su ayuda en el tiempo en el que enmendaba ese problema que tenía entre manos. Orestez se desvanecía como el humo alejado por el viento de las garras los héroes pero el pelirrojo no podía dejar en peligro al público. El titán no podía dejar a esas personas a merced de las potentes armas bélicas por perseguir a un contrabandista. Ningún acto de la justicia podía verse empañado con la sangre de inocentes. Entretanto los asistentes de la conferencia vivir con miedo iban desalojando de forma tumultuosa y desordena la sala.
Luego el arquero disparó varias flechas criogénicas a los cuerpos sin vida que había dejado en sus acciones el furioso Ross. Había altas posibilidades que entre los amasijos de metal el sistema explosivo hubiera quedado intacto y pudiera accionarse. Congelando el dispositivo se impedía que las bombas explosionasen. Mientras su nanobot desactivada los artefactos explosivos de las armaduras y saltaba de un a otra cual pulga de perro en perro. Disparó otros proyectiles de pegamento a las armaduras. La masa viscosa se metió por las rendijas de los artefactos inutilizando su armamento. Por si acaso el sistema de vuelo, al llenarse de pegamento los mecanismos, fallaba hizo explosionar varias de sus saetas de red en el suelo para frenar el impacto de las copias de la Mark V.
Creyendo que estaba un poco liberado de la situación, corrió al lugar donde estaba Elektra. Cuando llegó a donde se encontraba la morena, lo primero que hizo fue asegurarse de que sus constantes vitales fueran estables. Luego la zarandeó ligeramente y la llamó por su nombre. Peor como no tenía mucho tiempo, la pellizcó haber si daba muestra de reaccionar ante un estímulo doloroso. |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 22nd Octubre 2018, 10:57 | |
| Hay momentos en la vida de todo héroe en el que hay que hacer una elección: atrapar al malo o salvar a las víctimas que han quedado atrapadas en el fuego cruzado. Se trata de una elección que la gran mayoría ha tenido que hacer en algún momento, posiblemente en más de una ocasión, y éste fue uno de ellos.
Con Elektra inconsciente, Deadpool temporalmente muerto y Red Hulk en mitad de uno de sus arranques de ira homicida, la responsabilidad de tomar una decisión cabal recaía sobre Arsenal. Orestez estaba escapando, sin nadie que lo detuviera, pero todavía quedaban 4 armaduras de combate activas disparando sobre la gente y multitud de civiles inocentes que no habían conseguido abandonar el edificio. Y, en mitad de una situación tan delicada, Roy hizo su elección.
Orestez había planeado dejar en evidencia a los Thunderbolts haciéndoles quedar como el verdadero peligro, la amenaza. Si tenía que morir para conseguirlo y quedar como un mártir, estaba dispuesto a ello. Y, había que decir que con tipos como Ross o Wade no habría sido muy difícil conseguir su propósito, pero había allí un elemento que no encajaba en la ecuación, un elemento con el que no había contado inicialmente. ¿Cómo podría? En su universo de origen Roy ni siquiera existía, y, de no haber sido por la Colisión, no se habría encontrado en Abu Dhabi en el momento y lugar indicados, no habría conocido a Elektra y la historia se habría desarrollado de manera diferente. Pero ahora, por la razón que fuera, llamémosle azar, fortuna o capricho de los dioses, Roy estaba allí, un verdadero héroe. No como Wade, o Elektra, ni siquiera como Ross. Un héroe de los de verdad, con todas sus letras.
El repentino estallido de luz pilló desprevenido al Red Hulk, que se llevó una de sus grandes manos a los ojos para tratar de protegerlos, demasiado tarde como para que pudiera tener un efecto real. Los tripulantes de las armaduras desviaron el vuelo por instinto hacia las alturas para no chocarse contra nada, tratando de buscar a ciegas una cobertura mientras eran vulnerables, dejando de disparar contra la gente y otorgándole a Roy los segundos que necesitaba para inmovilizar al gigante escarlata, que entre la sorpresa y la pérdida de visión no pudo hacer nada para impedir quedar totalmente envuelto en aquella sustancia pegajosa, cayendo al suelo convertido en una especie de capullo blanco y rojo.
A continuación, sin perder un sólo segundo y con la sangre fría y el proceder metódico y calculado de quien se ha visto enfrentado a muchas situaciones similares de contención a lo largo de su vida, criogenizó las armaduras de los cadáveres para inutilizar cualquier sistema de autodestrucción que pudiera detonarse al perder la vida los tripulantes, dando tiempo a los nanobots para desactivarlas sin riesgo, y arrojó más saetas con pegamento a las armaduras que estaban en el aire, inutilizándolas y atrapándolas al caer con sus flechas de red.
Una vez la amenaza hubo quedado neutralizada, corrió hasta donde se encontraba Elektra y la reanimó. No le costó demasiado, ya que el golpe sólo la había dejado aturdida. La griega se incorporó y echó un vistazo a la situación.
- ¿Mi hermano? -inquirió al comprobar que no se encontraba entre los cadáveres-. ¿Está...?
Roy le respondió a la pregunta y ella se puso de pie. Los civiles habían abandonado la sala, y Deadpool no estaba, lo que probablemente quería decir que había salido en pos de su hermano, y si era así, había grandes posibilidades de que Orestez estuviera muerto. Sin embargo, no había más que ver la escena para comprender por qué Roy había permanecido allí. Las armaduras criogenizadas y envueltas en aquél fluido pegajoso, las redes... Elektra había visto las suficientes veces a Clint Barton en acción como para intuir lo que había pasado. Orestez podía haber huido, o haber muerto a manos de Wade, pero no lo habían recogido las cámaras de televisión. Roy había contenido la amenaza, había evitado la muerte de civiles e incluso había salvado la vida a los tripulantes de las armaduras que aún se retorcían en el suelo. El plan de Orestez había quedado truncado.
Se volvió hacia él, con una nueva mirada en sus ojos grises. Por supuesto... el pelirrojo había hecho lo mismo que habría hecho Matt. Había antepuesto las vidas de los inocentes a la ira o la venganza. Y, como era inevitable, se sintió irremediablemente atraída hacia él. No podía evitarlo... La oscuridad de su interior gravitaba siempre hacia la luz como un reflejo de su necesidad desesperada de redención.
No le pidió permiso.
Sencillamente le agarró por las solapas de su polo verde, atrayéndole hasta pegar su cuerpo contra el suyo al tiempo que su boca buscaba la del pelirrojo, besándole con una pasión brusca y ardiente que le hizo tropezar y caer, con la griega sobre él. Elektra era toda una experta en aquellas artes y posiblemente sería uno de los mejores besos que el arquero había recibido en su vida, pero tuvo un brusco final cuando un súbito estallido les hizo parar y mirar hacia donde, segundos antes, había yacido Red Hulk. El gigante escarlata emitía radiación gamma de manera constante, y dicha emisión de radiación se incrementaba cuanto más aumentaba su furia, convirtiéndose en un generador andante de calor que podía llegar incluso a cristalizar el suelo que pisaba en sus mayores momentos de rabia. Básicamente, Ross era un reactor nuclear de energía gamma pura, y en aquellos momentos se encontraba totalmente envuelto en llamas, con los restos del mejunje pegajoso de Arsenal derritiéndose hasta consumirse. Elektra se incorporó de inmediato, interponiéndose entre el arquero y la furia del gigante, pero Ross no hizo nada. Simplemente la miró durante un segundo antes de pegar un poderoso salto y marcharse por el agujero que había quedado en la cristalera del techo.
- La policía está a punto de aparecer -dijo Elektra entonces mirando a Roy-. Será mejor que no me encuentren aquí. Reúnete conmigo en el Tower Bridge al anochecer.
Tras decir ésto, y, con una última sonrisa, sacó una cuerda terminada en un gancho de entre sus ropas, lanzó el extremo hacia el mismo agujero por el que había salido su superior y siguió sus pasos trepando ágilmente hasta desaparecer. Roy podía sentirse satisfecho. Había salvado el día. | |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 18th Noviembre 2018, 12:02 | |
| Las altas expectativas que habían tenido con él sus figuras de referencia en sus etapas de desarrollo de la personalidad, tanto su mentor Oliver Queen como sus amigos y allegados, habían dejado en el pelirrojo una insatisfacción hacia cualquier cosa bien hecha. El arquero nunca sentía haber alcanzado la cima porque siempre se sobreexigía más que al resto. Hasta llegar a un umbral insano e irrealista que mimaba su autoestima y su autoconcepto. por eso, aún habiendo realizado una increíble labor salvando a aquellas personas e impidiendo una masacre, tenía un sentimiento de insatisfacción y de fracaso.
Roy tenía presente que era un humano y que sus habilidades y capacidades son limitadas. No podía hacer frente a varios problemas complejos por su cuenta. No podía llevar a buen término una misión tan compleja sin contar con un equipo de respaldo. Porque se estaba enfrentando a criminales de élite. Fue su error pensar que podía encarar la situación por su cuenta. Tuvo que haber sido más previsor y contactar con sus amigos.
Pero en ese momento se le hacía muy difícil hablar sobre su parte mala a quienes nunca habían caído de forma tan estrepitosa. En su universo tenía a su birdie, el segundo robin, que sabía lo que era ser la oveja negra de la familia y con quien podía conversar abiertamente sobre sus actos descuidados y que rozaban y en algunas ocasiones sobrepasaban la raya de la legalidad. No obstante, el Jason con el que se encontró no era su Jaybird. Ni había querido limar asperezas con él para tener esa hermandad que tenían en el mundo de Roy. Tuvo miedo de preguntar a Dick porque era reconocer ante el perfecto petirrojo que había metido la pata, que su vida estaba llena de fallos y que no sabía actuar como un adulto y encauzarlos sólo. Aunque en su universo Richard no le había ayudado tanto por su muerte repentina, quedaba en Roy la noción de que podía contar con su ayuda desinteresada si preguntaba. Un sentimiento que provenía de un versión más clásica de sí mismo en DC, donde Dick le había ayudado siempre en los momentos peliagudos de su existencia como con su trabajo, su hija, su relación con donna y sus traumas debido a la identidad heroica. Ahora un remordimiento se alojaba en su pecho por no haber pedido la ayuda de sus amigos.
Mientras su cabeza reevaluaba su actuación y su falta de previsión así como su irresponsabilidad al no pedir ayuda en una situación de alto riesgo, Elektra reaccionó ante su pellizco. en otra ocasión quizá hubiera sido más suave y hubiera tratado de reanimarla de forma menos brusca pero estaban en una situación donde cada segundo contaba. Su preocupación pasó cuando vió que la morena de ojos grises reaccionaba y se incorporaba. Parecía que no había sufrido ningún daño serio. Suspiró aliviado y sus labios de curaron en una complacida sonrisa. El arquero se alegraba inmensamente de que se encontraba relativamente bien. De inmediato le preguntó por su hermano. Había escapado y era complicado decirle que no había podido seguirle, que había decidido no hacerlo e impedir que los asistentes fueran asesinados.
-Bueno … - Había salvado a los asistentes conteniendo al Hulk Rojo y las armaduras de combate. No obstante, se sentía un tanto decepcionado consigo mismo por no haber podido cumplir con el objetivo de aquella misión. Si tuviera en otra ocasión la misma disyuntiva, volvería a elegir salvar a los asistente en vez de atrapar al villano a coste de vidas. Pero su decisión no le hacía sentirse menos culpable y menos inútil al no haber podido conseguir aquello por lo que estaban en Londres. - Seguramente haya escapado. No he podido seguirle. - Contestó con una ligera risa nerviosa. Se encogió de hombros en un gesto de disculpa.
Elektra se levantó. El de ojos verdes lamentaba haber decepcionado a la griega. La mirada gris se clavó en él y estaba esperando algún tipo de regañina o comentario sobre la fallida misión. Sus ojos se abrieron con sorpresa al sentir los labios de la morena sobre los suyos. Por la impresión tardó un momento en reaccionar y corresponder al fogoso beso. Una vez pasada su estupefacción, correspondió el ósculo con una candorosa pasión. Le volvían loco ese tipo de besos robados. Que surgían de una conexión especial, de un momento que despertaba una pasión ardiente en el interior. Eran fruto de la valentía y el coraje de una situación peculiar. No eran forzados sino que había una química especial entre los implicados. Mientras se besaban, Roy pasó sus brazos alrededor del cuerpo de Elektra, en un cálido y afectuoso abrazo, acercando sus cuerpos. Justo en el instante o al menos así lo creyó el arquero, que la intensidad de la pasión del beso se desparramaba por sus cuerpos propiciando un nivel superior de cercanía y despertando el anhelo de algo más íntimo e intenso, el estallido de Hulk les hizo separarse.
La fuerte concentración y energía que emanaba de la liberación de radiación gamma produjo que la sustancia altamente pegajosa de Roy se fuera desintegrando. El arquero miró analíticamente al gigante Rojo. En su dimensión no existía algo como aquello y era impresionante ver de lo que aquel coloso podía hacer. Cuando más energía era liberada por Red Hulk, más peligroso le parecía al pelirrojo. Desatar grandes cantidades de energía siempre era un riesgo. Demasiada podía producir explosiones de niveles catastróficos.
La griega se pudo en medio de Roy y Ross. Pero el general no realizó ningún ataque. Los miró un instante y luego huyó del lugar con un poderoso salto. A continuación Elektra apremio a marcharse del lugar. Las fuerzas del orden habían sido avisadas y en pocos minutos se encontrarían en la zona. Nunca era bueno para alguien como Arsenal permanecer en el lugar cuando arribase la policía. Más que un héroe, él era algo así como un antihéroe pero no con tan mala fama como otros; con antecedentes penales y no muy bien mirado en la comunidad heroíca socialmente aceptada.
-Nena, allí nos vemos.- Guiñó su ojo coquetamente y se dispuso a salir del lugar. Roy se acercó a la cristalera que había sido despedazado. Saltó al vacío sin ningún tipo de vacilación. El arquero se dejó caer y a una determinada distancia del suelo disparó una flecha contra el suelo. Al impactar la saeta desplegó una especie de red de seguridad que salvó al pelirrojo del impacto contra el suelo. No era una huida muy brillante pero era efectiva. Las sirenas y el murmullo de los servicios de orden público ya empezaban a escucharse por doquier mientras que el arquero corría lejos de ese área. En poco tiempo salió de la zona afectada.
Antes de volver a encontrarse con su hermosa y atractiva compañera, el pelirrojo fue a hacer algunos recados. Roy necesitaba adecentarse, descansar un poco y comer algo.
Al nochecer, como había establecido Elektra el pelirrojo fue al Tower Bridge para reencontrarse con la griega. |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 20th Noviembre 2018, 12:39 | |
| Londres durante la noche era algo mágico. No llegaba a ser tan románticamente cursi como París, pero definitivamente tenía algo que la hacía especial y única, diferente, como el hermoso puente de estilo victoriano neogótico en el que la asesina había quedado con el arquero. La parte superior estaba cerrada al público, que no podía ir más arriba de las pasarelas gemelas que cruzaban por encima de la carretera, pero para la gente como Elektra y Roy, aquella clase de obstáculos no existían. La noche se abría ante ellos en todo su esplendor, con sus luces de mágicos colores (rojo, amarillo, verde, azul) reflejándose en las oscuras aguas del Tamésis sin vidrios o barrotes por en medio. Seguramente alguien que padeciera de miedo a las alturas lo pasaría mal, sin nada que lo separase del cortante viento o la caída distante, pero para Elektra la sensación de libertad que se respiraba en los lugares elevados era reconfortante. Lo adoraba. Y allí estaba ella, sentada sobre una de las pasarelas en la base de una de las torres, con las piernas colgando en el vacío y el viento agitándole el cabello en torno a la cara mientras observaba pasar los coches y los barcos en la lejanía. Ella también había pasado por el hotel para asearse y se había vuelto a vestir con su característico y escueto uniforme rojo, que dejaba al descubierto la mayor parte de las piernas. El tacto frío del viento a aquellas alturas sobre la piel desnuda resultaba vigorizante. Desvió la mirada un instante hacia Roy cuando llegó, y esperó a que se sentara a su lado antes de empezar a hablar: - Quería darte las gracias, no sólo por haber ayudado a impedir que mi equipo asesinara a mi hermano. También por haberte ofrecido a ayudar desde el principio -dijo apartándose el pelo de la cara- . En mi mundo es muy difícil encontrar buenas personas, ¿sabes?Apoyando las manos sobre la piedra a ambos lados de su cuerpo, volvió a mirar hacia abajo, donde se balanceaban sus piernas encima de un tráfico siempre constante, incluso a aquellas horas de la noche. Londres en nada tenía que envidiar a Nueva York en su reputación de ser la ciudad "que nunca duerme". - Y supongo que es difícil entender por qué me importa, si no le conozco, y no me he criado con él -guardó silencio unos instantes, pensativa- . Mi madre era una mala persona -dijo después, volviendo a mirar a Roy -. Le era continuamente infiel a mi padre y ni siquiera se molestaba en ocultarlo. Mi padre era una figura pública, el embajador de Grecia. Mi madre debía saber de sobra que sus escarceos amorosos no iban a producirle ningún bien, pero no le importó. No sé si llegó a quererle alguna vez. Alguien que quiere a una persona no le hace daño de una manera tan continua y deliberada -su tono de voz era reflexivo- . Mi padre se entregó a la bebida. Todo el mundo hablaba sobre él y las aventuras de su esposa. Decían que cómo iba a ser capaz de llevar el control del país si ni siquiera podía controlarla a ella. No soportaba las continuas críticas y chismorreos. Mi hermano se crió presenciando ésto. Él es... una persona extremadamente tradicional, posiblemente un machista. No sé de dónde lo sacó, porque mi padre no era así. Quizás fue una reacción a las actividades de mi madre, no lo sé. La cuestión es que, mientras mi padre caía en la depresión, él se fue dejando embargar por el odio. Un día, durante las vacaciones de verano, contrató a unos sicarios para que asesinaran a mi madre. Yo no había nacido aún y él era tan sólo un adolescente. Mis padres estaban pasando unos días en su yate cuando los asesinos dispararon sobre mi madre desde un helicóptero. Ella estaba embarazada de mí, y las instrucciones de mi hermano fueron claras: debían apuntar a la cabeza, pues no sabía si yo era realmente hija de mi padre o de otro hombre, y si era su hermana de sangre no quería que me mataran a mí también. Mi madre murió, y como estaba en el último mes de embarazo pudieron sacarme de su cuerpo ya muerto. Mi padre me hizo la prueba de paternidad y se demostró que era realmente su hija. Después, expulsó a Orestez de la casa por lo que había hecho. Yo nunca le conocí. Crecí sin saber que tenía un hermano hasta nueve años más tarde, cuando unos hombres me secuestraron, no sé si para pedir un rescate a mi padre o para hacerle daño asesinándome. No tuve ocasión de averiguarlo porque mi hermano apareció entonces, armado con una espada, y los mató a todos, rápida, eficiente y brutalmente, como una fuerza de la naturaleza. Como un tornado de plata. Fue la primera vez que presencié un asesinato, y, de algún modo, me marcó -volvió a mirar a Roy, con la franqueza dibujada en sus ojos grises- . En aquél instante supe que quería aprender a defenderme. Quería ser como él para no volver a pasar miedo.Guardó silencio unos instantes, mirando hacia los coches y meciendo distraídamente las piernas en el aire. - Me llevó de vuelta junto a mi padre. Me llamó "su hermana". Le dijo que tuviera más cuidado conmigo, que me protegiera más. Desde entonces siempre tuve un guardaespaldas conmigo, y mi padre accedió a mi deseo de apuntarme a clases de artes marciales. Nunca más volví a ver a Orestez... hasta ésta semana -negó con la cabeza, disgustada- . Mi padre me dijo que cuando lo echó de casa siendo un adolescente se vio obligado a sobrevivir por sus medios y se metió en círculos criminales. Como nunca más escuché de él, de alguna manera pensaba que habría muerto... Y la verdad, no le daba muchas más vueltas. No sé... no sé muy bien cómo sentirme, ¿sabes? Te lo digo a ti... no sé por qué te lo digo a ti. Quizás porque no puedo decírselo a nadie más. Desde luego no a nadie de mi equipo. No estoy... feliz de que esté por ahí y sea un criminal, pero... me alivia que no haya muerto. No sé cómo definirlo, es una sensación extraña, porque realmente no le aprecio. Sé lo que es, pero cuando intento pensar en todo el daño que ha hecho con esas armaduras, en la gente que ha muerto... sólo soy capaz de recordarle salvándome en aquella playa. La luz del atardecer se reflejaba en su espada y le confería una apariencia casi... divina. Como un enfurecido ángel vengador. No lo sé -sin darse cuenta comenzó a trenzarse un mechón de pelo para impedir que el viento continuara arrojándoselo sobre la cara- . Creo que una parte de mí le admira, porque entonces era muy pequeña y él fue como... mi héroe o algo así, ¿sabes? Recuerdo que me parecía enorme. Como un gigante. Ahora en cambio parecía de todo menos imponente o divino. Los ojos de una niña, supongo. En mi cultura, como en otras culturas mediterráneas, la familia es algo muy importante. Hasta tenemos una diosa del hogar y la familia, Hestia. Supongo que por eso me siento impelida a salvarle a pesar de todo lo que ha hecho. Al fin y al cabo, sigue siendo mi hermano. Y, ¿quién soy yo para juzgar? | |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 25th Noviembre 2018, 15:24 | |
| Las veces que el arquero había viajado a Europa por lo general eran para misiones. Nunca había tiempo para observar detenidamente las ciudades extranjeras. Era la primera vez que se ponía a observar la ciudad detenidamente. Las urbes europeas era diferentes a las ciudades americanas que conocía también. Los edificios y las calles del viejo mundo tenían mucha más antigüedad e historia que las del nuevo mundo. Londres era una elegante ciudad señorial, que contaba con grandes obras del estilo gótico.
El pelirrojo recorría el camino hacia el lugar de reunión fijándose en cada una de los detalles y las decoraciones. No era muy entendido en arte pero disfrutaba de su belleza. La parte superior estaba cerrada por lo que buscó la zona por la que fuera más fácil su acceso. Usó sus habilidades naturales y su entrenamiento para llegar hasta Elektra.
-Hey.- saludó Roy a la morena.
Se acercó sonriente a la griega y se sentó cerca de ella. Miró al horizonte. Las vistas desde su elevada posición eran maravillosos. El negro y azul de la noche se fundían con los colores y los resplandores de las luces. Al ver la magnificencia y la mágica visión de la ciudad parecía como si los problemas se desvanecieran.
El arquero vestía unas ropas muy cómodas y muy de civil. Los pantalones vaqueros y la camisa roja y negra con dibujos de cuadros, unas prendas muy asociadas a la cotidianidad. Como héroe su color de pelo y su ropa eran muy llamativas y características. Si quería pasar desapercibido y no llamar la atención, esas ropas tan comunes le hacían estar oculto a plena vista. Con él llevaba una bolsa de deportes de un gris claro, donde tenía su arco por si ocurría cualquier imprevisto. Se quitó la gorra y su pelo se meció suavemente con la brisa.
Elektra comenzó a hablar y él no sabía muy bien qué decir. Se sentía un poco desconcertado. La gente no solía darle las gracias y estaba acostumbrado a realizar acciones amables sin que fueran ni agradecidas ni reconocidas por los demás.
-No hace falta, hago este tipo de cosas todo el tiempo.- contestó con humildad. - No tenía ni idea que era algo así como un producto de lujo.- contestó con su habitual tono bromista.- A lo mejor tiene que ver que soy navajo. Frente al individualismo de la cultura americana, la cultura navaja se enfoca en el grupo. Verás, en mi cultura se ve al otro es algo importante, algo que te afecta. Los demás son tan importantes como uno mismo. Cuando tu puedes ayudar al otro y no lo haces y por eso le ocurre algo malo es parte tu culpa.- Se rió- Oh por Tesla, ¿Estoy filosofando mucho? No te quiero aburrir. - Hizo un ademán con la mano. Luego, se puso realmente serio.- He recibido muchas veces ayuda a pesar de mis errores, no se la puedo negar a nadie. Además, las mujeres fuertes son mi debilidad.-
La morena estaba hablando sobre un tema personal, complejo y muy emocional. Roy se movió lentamente y puso una de sus manos sobre luna de las manos de la griega. Le acarició suavemente y con ternura. Sostenía sus mano en un gesto de consuelo, apoyo y cercanía.
- Supongo que hay algo en la sangre que nos llama.- El pelirrojo tenía una mirada paciente y comprensiva mientras decía aquellas palabras. No sabía cuán acertado eran, él no quería buscar a su madre, que era según él su único lazo sanguíneo. Pero si tuviera los recuerdos de su yo más clásico sabría lo certera diana que esa afirmación. Como su versión antigua se había esforzado por acercarse a James Jacob Harper(guardián), el clon de su tío abuelo, y mantener con él una sana familiaridad. - O simplemente idealizamos a la persona que no conocemos y la relación que nunca tuvimos con ellos. - Se encogió de hombros.
Cuando la griega empezó a hablar de su madre, Roy pensó en la suya. Tampoco era muy buena persona. No sabía nada de ella pero conoció a su padre. Un hombre honrado, amable y bondadoso. Una persona desprendida que siempre daba el cien por cien de él para ayudar a los demás. No eras mala por dejar a alguien benévolo y honorable. Pero si sumabas que había dejado a su hijo recién nacido sin mirar atrás. Todo eso hacía que el pelirrojo tuviera un consideración peyorativa de ella.
-Es muy difícil no guardar recordar a alguien que ha hecho daño a quien amamos. Mi madre … no sé mucho de ella. Casi nunca hablo de ella.- Suspiró. No era un secreto pero ponerlo en palabras le costaba.
-Abandonó a mi padre cuando yo era un bebé. No la hecho en falta; no ha formado parte de mi vida, no la he necesitado ni la necesito pero me duele. La guardo rencor. Quería mucho a mi padre. Era un hombre valiente, amable, bondadoso, divertido, responsable y querido por amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Era guardabosques y hacía muchos sacrificios por criarme. Estamos marcados por las errores de nuestros padres. Me afecta que le hiera daño. Supongo que a tu hermano pudo pasarle lo mismo. No debió ser fácil criarse en esa situación. Lo más probable es que su machismo surja de culpar a tu madre de dañar y perjudicar a tu padre. Para muchos hombres es más fácil pensar que la mujer es mala por naturaleza y que es el deber del hombre someterla y dominarla, en vez de pensar que en ocasiones tropezamos con alguien malo y debemos afrontarlo y superarlo.- Hablar de su madre le hacía sentir inseguro.
Escuchó atentamente la narración de Elektra. De cómo un desconocido que salvó su vida resultó ser su hermano. Entendía lo que era esa admiración. Hubo una época en que él vivía embelesado por Oliver Queen. Esa época en que el adolescente pelirrojo quería ser exactamente igual que su mentor. Pero luego su ídolo cayó del pedestal. Y se dio cuenta de que todos nuestros héroes cometen errores, que no son perfectos. Aún le hacía estragos tener que asumir y perdonar los defectos de Oliver.
- Se convirtió en tu héroe porque te rescató de una situación peligrosa. Es normal sentirse cautivado por quien calma nuestros miedos y nos protege. Por muchas ideas extremas, prejuicios, pensamientos que tenga alguien o actos viles y crueles que haya cometido, nadie es por completo malo. Tuve una época turbulenta cuando tenía dieciséis años y acabé en la calle. Sobrevivir es duro y más, cuando sólo cuentas contigo mismo. Muchos menores sin hogar no lo consiguen. Tienes un billete directo a la cárcel o peor a la muerte. No hay muchas oportunidades ni trabajos para gente sin recursos. Es como si vieran tu desesperación y les repele. Otra gente se aprovecha de tu necesidad de sobrevivir. Es difícil no caer bajo las influencias del dinero fácil de los asuntos ilegales. La vida es muy larga, creo que todos tenemos tiempo para cambiar y ser mejores.-
Deslizó uno de sus brazos de forma lenta y cautelosa, por si acaso Elektra quería rechazar el contacto, sobre los hombros de Elektra y la atrajo un poco hacia él.
-Muchas veces en la vida quieres a alguien y todas las demás circunstancias no importan. Los navajos también valoran mucho a la familia pero desde un concepto más amplio que el actual. En familia se enmarca tanto las personas relacionadas por sangre como aquellas a quien elijes. Es algo así como que la familia es más que la sangre la hace el amor. Quien te elije, te apoya y te cuida, esa es tu familia. -
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 27th Noviembre 2018, 11:30 | |
| Elektra negó con la cabeza ante las afirmaciones del pelirrojo.
- No, Roy, créeme. Encontrar gente buena y desinteresada que te ayuda sin pedir nada a cambio es mucho más difícil de lo que crees -manifestó, en un tono crudo y amargo que dejaba claro que sabía de lo que hablaba-. En mi vida he encontrado muy pocas personas como tú. La gente suele siempre tener su propia agenda, sus propios intereses. No tienes ni idea de lo especial que eres -afirmó, mirándole con embeleso.
Elektra había tenido muy mala suerte en su vida, como si su nombre de alguna manera hubiera predestinado su futuro. Nacida de la violencia, vio morir a su padre frente a sus propios ojos en una época en la que la mayoría de los jóvenes se enfrentan al futuro con ilusión y esperanza. Todos su mundo explotó en aquél instante, y se marchó a un lugar muy lejano en busca de respuestas que nunca llegaron. El que podría haber sido su mentor, su guía, la expulsó de su refugio porque su corazón era una amalgama de sentimientos convulsos y furiosos, y por culpa de eso, porque no se tomó el tiempo o la paciencia para tratar de calmar su alma joven y torturada, cayó en las garras de La Bestia y La Mano, los cuales la moldearon a su voluntad, abusando de su cuerpo y su mente hasta reducirla a poco más que una muñeca apaleada. Cuando, harta de las continuas vejaciones, trató de huir, su única opción fue convertirse en asesina a sueldo porque era lo único que sabía hacer, lo único que le habían enseñado. Y justo cuando acababa de reencontrarse con su antiguo amor, y empezaba a replantearse su vida y a volver a albergar esperanzas, otro asesino la atravesó con su propio sai simplemente para recuperar su antiguo trabajo que ella había ocupado mientras él estaba en la cárcel, un trabajo al que habría renunciado posiblemente sin pensárselo dos veces si tan sólo Matt la hubiera aceptado de vuelta. Después la habían resucitado, y la Bestia se había quedado con una parte de su alma, dejándola con una sed de sangre compulsiva que no podía refrenar y que la obligaba a mantenerse en el mismo sendero que la alejaba de las personas como Matt o Roy, condenándola a una vida de permanente soledad.
Pero esa soledad tenía breves momentos de consuelo, como el que le estaba brindando el pelirrojo con su cercanía y comprensión. Una comprensión que tampoco solía encontrar entre los héroes. Pero claro, Roy no la conocía. No sabía la clase de monstruo que era. Si lo supiera, la repudiaría, pero mientras no lo supiera... podía permitirse disfrutar del momento, ¿no? ¿Tan malo sería sí...?
Aprovechando que él la había atraído hacia sí, en contacto con su cuerpo, la griega comenzó a desabotonarle lentamente la camisa que traía, mirándole a los ojos para interrumpir lo que estaba haciendo en caso de notar la menor señal de disconformidad por su parte. Normalmente no la rechazaban, y horas antes cuando le había besado le había seguido el juego, pero no quería dar nada por sentado. Alguien como Roy no se merecía que no le trataran de la manera adecuada. De hecho, la pureza y bondad de su corazón le hacían dudar. Roy era exactamente la clase de hombre de la que podía llegar a enamorarse, pero esas mismas virtudes que la atraían la hacían mantenerse alejada de ellos, para no hacerles daño. No era sólo que los hombres como Roy no podrían aceptar jamás lo que ella hacía; Elektra vivía en una constante persecución por parte de La Mano, que ansiaba recuperar lo que consideraban era suyo por derecho desde el momento en que la habían resucitado. Dos hombres buenos que cometieron el error de enamorarse de ella habían pagado por sus pecados siendo asesinados por los monstruos que la perseguían. Esa era también la razón por la que nunca podía pasar más de una noche con nadie, porque así minimizaba las probabilidades de que La Mano averiguara quienes eran sus parejas y fueran a por ellos en su intento por llegar hasta ella.
- Parece que tenemos en común más de lo que pensaba -musitó. La historia del arquero la había entristecido al recordarle sus propias experiencias de infancia. Un padre bueno y cariñoso con una madre cuestionable y ausente. El hecho de que hablara de su padre en pasado indicada que también había muerto, al igual que el de ella-. Lamento mucho lo de tu padre. ¿Cómo murió?
Con la camisa parcialmente abierta deslizó la mano por dentro para acariciar con dulzura el pecho del arquero. Normalmente era más apasionada que tierna, pero lo que le inspiraba aquél momento de confesiones compartidas era algo mucho más íntimo.
El torso masculino era cálido, y se pegó más a él, apoyando la cabeza en su pecho, notando como la cercanía con la piel del pelirrojo y su olor comenzaban a excitarla. El aire allí arriba era fresco por la altura a la que se encontraban y la proximidad con el agua, pero se encontraban en julio, y la temperatura no era tan baja como para suponer un obstáculo a lo que en aquél momento ocupaba su mente. Además, si todo salía como esperaba, no tendrían ningún problema en mantenerse calientes.
Suavemente le fue empujando hasta tumbarlo sobre el techo ligeramente inclinado de la pasarela sobre la que se encontraban y se sentó a horcajadas sobre él. Desde aquél ángulo era absolutamente imposible que nadie viera nada desde abajo, y las torres del puente estaban cerradas al paso a aquellas horas, por lo que nadie podría tampoco verles desde las ventanas, y la pasarela era lo suficientemente ancha como para acoger sus cuerpos. No sería cómodo, y habría un continuo riesgo de caída, pero eso, lejos de ser un inconveniente para Elektra, no hacía más que aumentar su excitación.
Terminó de desabrocharle la camisa y la abrió, dejando al descubierto su bien entrenado torso.
- Eres un sueño... uno en el que me gustaría perderme, pero si hacemos ésto... no será más que algo de una noche -le dijo, con las mejillas arreboladas a causa del calor que se extendía por su cuerpo, combatiendo el frescor de la noche-. Debes saber que no hay otra opción. Necesito saber que estás de acuerdo con eso. Yo... no puedo ofrecer más y no quiero engañarte. | |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 9th Diciembre 2018, 22:59 | |
| Elektra le miró embelesada como si realmente viera algo destacaba en él. En ese momento se sintió inseguro. Él no sentía que fuera alguien tan perfecto para ser mirado así. No hacía nada del otro mundo. Lo que a él le parecía correcto; ayudar cuando podía. - Para compensar tengo bastantes defectos.- Comentó sacando a relucir parte de su baja autoestima.
La vida del arquero estaba llena de personas buenas. Desde su padre hasta Oliver pasando por sus amigos de los titanes y los mentores de estos. Incluso en épocas oscuras encontró bondad en los supuestos monstruos: fue salvado por Killer Croc y Red Hood. Fueron sus malas decisiones lo que hizo que su camino se torcieran y volviera sinuoso. Nadie era culpable de sus males, salvo él mismo.
Siento que hayas tenidos malas experiencias. El mundo es cruel a veces pero siempre he encontrado una mano amiga que me socorrió en la necesidad. - Se encogió de hombros. - Quizá he tenido sólo algo más de suerte. -
La experiencia vital de Roy no había sido un camino de rosas. Cada vez que superaba un obstáculo otra dificultad se ponía en su camino. Aunque siempre estuviera envuelto por el desastre y la dificultad siempre había gente dispuesta a brindarle apoyo, amistad, ayuda y consuelo. Si cuentas con alguien con quien hacerle frente a la adversidad, las penas son un poco más llevaderas. El egoísmo, individualismo, la envidia, la competición, la rivalidad y la avaricia eran cualidades humanas que conocía bien. Pero también había visto la compasión, la caridad, la bondad y el compañerismo en los momentos más duros de la existencia. En la extrema miseria y en la soledad más profunda, cuando el mundo parece más oscuro y tenebroso y todo rincón parece plagado de desesperanza, terrores y decepción había encontrado el corazón en los monstruos. Las calles de gotham eran duras. La gente moría con gran facilidad. Faltaban muchos recursos y las jaulas de acero y cristal ignoraban a la gente de las calles. Pero cuanto más ausencia de lo material parecía haber más presencia de la fuerza invisible, de aquellos valores que son trascendentales e importantes.
Recordaba como un día en el que tenía un ingente y voraz hambre, una anciana y desdentada señora le dio la mitad de su barra de duro pan. Ella, tan pobre y miserable como él, repartió su escasa cena. Aunque en aquel infierno que era la falta de hogar y de recursos, en ese entorno de supervivencia extrema donde cada cual tenía que mirar por sí mismo y hasta hacer actos deplorables por vivir un día más aún quedaban muchos gestos de generosidad.
Si algo le había enseñado Oliver Queen cuando fue su mentor es que los demás están tan jodidos porque no nos preocupamos de ellos y que un simple gesto de calidez puede ser un gran impulsor del cambio. Roy pensaba que no había nadie completamente malo sino que a veces estamos en dinámicas que nos es imposible romper sin la ayuda del otro. Pero una vez que alguien ofrece desinteresadamente su mano, puedes lograr salir de el entramado de egoísmo, individualidad y odio.
Alguien herido únicamente precisaba de consuelo, apoyo y alguien respetase su dolor y le diera fuerzas para poder reconstruirse. Con un poco de ayuda todo el mundo podía ser mejor. Una miaja de amabilidad podría causar un gran cambio en la vida de un persona. El calor del afecto descongelaba el hielo en los corazones. El mundo sería un lugar mejor si cada persona brindara algo de amor a los otros. Al menos era lo que el arquero pensaba. Sí que conocía otras realidades donde todos se aprovecharon de los indefensos de las formas más viles y crueles. No obstante, el arquero creía ciegamente que en el mundo había más bondad y buenas personas que mal y malvados. simplemente es que los actos despreciables y oscuros resonaban con más fuerza que la brillante ayuda y luz de los corazones amables.
- Pienso que siempre hay más cosas que cosas que nos separen, sólo hay que dejarse conocer por el otro.- Comentó con su habitual tono cantarín, bondadoso y alegre. Roy era muy sociable. Siempre hablaba mucho pero también sabía escuchar y escuchar más allá de las palabras se fijaba en los gestos, en las acciones, en lo no dicho … todo lo que nos transmitía el otro con su sola presencia. - Se quedó atrapado en un incendio. Estaba haciendo su trabajo y puso a salvo a todos. Siempre pensaba más en los demás que en sí mismo. - Un suspiro triste salió de sus labios. Un sentimiento de nostalgia le invadía al recordar cómo su padre salió, le prometió que volvería y él se quedó esperando. Pero su padre nunca volvió a casa.
Elektra empezó a desabrocharle los botones de la camisa y Roy recibió con agrado el contacto. El pelirrojo se dejó hacer. Nunca rechazaba el contacto a menos que fuera algo realmente tóxico o provinieron de alguien a quien no apreciara. Roy era un hombre muy táctil .El sentimiento agridulce de la nostalgia fue endulzado con la caricia de la morena sobre su pecho. La mano acariciando de forma tierna su varonil torso le hacía sentir confortado, seguro y relajado. Despertaba su deseo y excitaba sus sentidos.
A ojos del arquero la ninja era una mujer despampanante. No sólo destilaba sensualidad sino que también su personalidad misteriosa y fuerte la llenaba de atractivo. La griega estaba encima de él. Su cuerpo bello y audaz tan cerca del suyo. Sintió como el calor se propagaba de un ser a otro. El pelirrojo sentía como si excitación se fuera poco a poco adueñado de su ser. Una posición un tanto arriesgada sobre el agua del Támesis. La ligera sensación de peligro acrecentaba su apetencia.
No se esperaba las palabras de la griega. Nunca nadie había sido tan claro con él en el primer encuentro. Sabía que dejaba entrever que era un chico sensible y que estaba dispuesto a entregarse a una relación casi a la primera de cambio. Ese era el motivo de que muchas de sus parejas sexuales ocultasen sus intenciones. El temor a que el arquero se volviera para atrás en cuanto se diera cuenta de que era un desfogue. No iba a decir que no sentía un poco decepcionado. Él siempre buscaba ser el para siempre de alguien. Por mínima que fuera la conexión siempre pensaba que había una oportunidad. Le atraía Elektra no sólo físicamente sino también se sentía emocionalmente cercano a la griega. Habían compartido retazos del pasado y se habían sentido en sintonía. Ambos habían tenido un pasado duro. Ella mucho más crudo que el de Roy. Pero la griega no quería tener algo más serio y profundo. Era sólo sexo. Él aunque despedazarse sus ensoñaciones de un futuro juntos, el arquero le daba las gracias a la ninja por ser sincera. No era tan idiota como para pasar la oportunidad de tener aquella vivencia placentera y excitante con aquella peligrosa y sensual fémina.
- Entonces … hagamos de esta noche memorable.- Sus ojos verdes la miraron cargados de deseo. Roy se lamió los labios de forma insinuante y seductora.
Levantó su mano derecha y la posicionó en el cuello de Elektra. Se reincorporó un poco y acercó a la atractiva mujer para poder brindarle un pasional beso mientras su otra mano se deslizó por sus atractivas curvas, tocando de forma ardiente cada lugar del recorrido. Haciendo honor a su apodo de speedy se abrió camino de forma rauda y audaz entre las ropas y la lencería de la griega hasta llegar a su zona más íntima. Roy era ágil y diestro con sus dedos.
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 26th Enero 2019, 00:28 | |
| Elektra le miró, negando con la cabeza mientras sus ojos se perdían en los del pelirrojo, acariciándole el cabello de la nuca.
- Todos tenemos defectos, lo importante es reconocerlos y aprender a apreciar nuestras virtudes.
Eran palabras, quizás, demasiado halagüeñas viniendo de una persona que no se creía merecedora de nada bueno en la vida y que pensaba que la felicidad no había sido hecha para ella, pero a menudo somos capaces de observar a los demás de manera más objetiva que a uno mismo, y veía más cualidades que defectos en Roy.
Ella no podía decir que no había tenido amigos dispuestos a ayudarla de manera desinteresada como en el caso de Roy, pero todos los que lo habían intentado habían terminado muertos (salvo Lobezno, que era bastante difícil de matar), así que al final había sido ella la que rechazara todo tipo de ayuda o consuelo, reacia a cargar con más peso del que ya llevaba (que no era poco) sobre su conciencia.
- Sí... mala suerte -asintió desviando la mirada al río para que el arquero no notara el velo de tristeza que la recubrió durante un instante.
Escuchó pensativa la historia sobre la muerte del padre de Roy, abrazándose las piernas que tenía recogidas contra el pecho.
- Lo siento -musitó-. Sé perfectamente cómo te debiste sentir. La amargura, y la frustración de no tener a nadie a quién culpar, sobre la que volcar tu ira. Quieres... hacerle daño al mundo, hacerte daño a ti mismo... -se estremeció al recordar lo que ella misma había sentido-. Algunos buscan el olvido en la bebida, otros en las drogas, y otros buscan otras vías de escape. Yo me refugié en el odio y acabé consumida por él. Al final, todos somos responsables de nuestras acciones. Por si sirve de algo, lo siento -concluyó al fin mientras le acariciaba y se situaba encima de él-. Tu padre parecía un buen hombre.
De sus apetecibles y carnosos labios se escapó un gemido cuando el hombre le puso una mano en el cuello. Elektra era una persona activa en el sexo, pero le gustaba que sus compañeros también lo fueran y que mostraran iniciativa. Para ella el sexo debía ser algo excitante y salvaje, pero también una experiencia que debía vivirse en igualdad, sin que ninguno de los dos dominara al otro. Por su actitud avasalladora en aquellas lides no era raro que sus parejas se sintieran intimidados, por eso adoraba cuando mostraban el mismo nivel de involucramiento.
Y desde luego que así era; mientras la atraía hacia sí para besarla, su diestra se deslizó por las curvas de su cuerpo, apartando el escueto y suave tejido de seda hasta llegar a su zona más íntima.
- Oh, sí -ronroneó separando más las piernas mientras se inclinaba para mordisquearle sensualmente en el cuello-. Me encanta, eres bueno...
Sus labios ascendieron lentamente por su garganta mientras sus manos continuaban acariciándole el pecho, dejándole un mordisco leve en el mentón y atrapando suavemente su labio inferior entre sus dientes. Jadeó, estremeciéndose mientras el pelirrojo continuaba enviando oleadas de placer por todo su cuerpo, un placer que pronto alcanzaría su punto más álgido.
- Dioses... -se arqueó, echando la cabeza hacia atrás y se bajó la única tiranta que separaba a Roy de sus últimos secretos, dejando que el uniforme resbalara hasta quedar arremolinado en torno a su cintura-. No pares -jadeó, volviendo a inclinarse para besar al pelirrojo una vez más.
Aunque era de noche, tanto las torres del puente como las pasarelas en donde estaban se encontraban profusamente iluminadas, y, si Roy se fijaba, podría notar la cicatriz de arma blanca que la asesina tenía justo encima del corazón. | |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 19th Febrero 2019, 17:56 | |
| La caricia de Elektra en su nuca y sus dulces palabras le trajeron consuelo y tranquilidad. Le recordó que estaba intentando reparar cada uno de sus errores y que no era algo inalcanzable tan sólo un proceso largo. Estaba dando su mejor esfuerzo y eso era algo positivo. Tal vez todos fuéramos una caja de de efectos intentando superarlos y ser nuestra mejor versión.
- Espero haber aprendido algo de mis errores del pasado.- comentó de forma sincera, un poco más animado. Deseaba con todo su corazón que sus esfuerzos diarios por no recaer en sus adicciones y por hacer lo posible por hacer un mundo mejor. No quería pensar en que todo su empeño pudiera ser infructuoso.
El pelirrojo no conocía la totalidad del pasado de la griega. Podía suponer lo dicho hasta ahora; las desgracias familiares y la escasez de buenas personas que mayormente su vida había sido un cúmulo de tragedias. Entre tanto dolor uno podía perderse, él lo sabía perfectamente bien.
- Mala suerte - Repitió como un mantra, como para despojarle de un mágico sentido o del poder de influenciar en nuestro camino vital. Buscó que su ojos esmeralda se fundieran en los grises de su compañera. Pero la ninja estaba agazapada y abrazada sobre sí misma. Así que acarició suavemente su rodilla. - La vida es muy larga para que esos males puedan durar eternamente.- dijo con un tono esperanzado y amable.- me encontraste, estoy seguro que puedes conocer a más personas o como yo o quizá mejores.-
Las palabras de Elektra le tocaron muy de lleno. Ella también había perdido a su padre de niña y sabía perfectamente el sufrimiento que causaba esa muerte. Al igual que sus certeras flechas, la griega había dado en el clavo. Se rió con cierta amargura. Le inundó un sentimiento de desamparo y soledad. - Tienes muchas razón, cuesta superar ese “abandono” involuntario de los padres cuando eres demasiado pequeño para asimilarlo y darle realidad. Ni siquiera sé si hoy he podido superarlo. Muchas veces pienso en lo diferente que sería todo si tras aquel incendio el hubiera vuelto a casa, como me había prometido. Tal vez hoy no sería un hombre tan roto. Quizá no hubiera cometido tantos errores ni me hubiera dejado absorber por mis adicciones. Yo soy un alcohólico.- En su voz había pesar y culpa. Suspiró pesadamente mientras la morena se situaba sobre él. Nunca había podido afrontar las pérdidas ni los abandonos. Había perdido a tres padres, a sus amigos, a sus novias, a sus amores … y antes de poder recomenzar su nueva época recaía en la bebida.
- Lo era. - sonrió con una gran calidez. El mejor hombre que había conocido en su existencia. El recuerdo de su padre le proporcionaba una agradable sensación de amor y bienestar. Roy Señor le había dado una infancia feliz al arquero.
Roy era desprendido tanto en la vida como en los encuentros sexuales. Se producía una enorme sensación de bienestar producir placer a su pareja. Por esa razón, de los sensuales labios de Elektra salió un delicioso sonido el arquero se sobrecogió. El pelirrojo sentía crecer su necesidad ante tan sugerente gemido.
La hermosa ninja también era ágil y precisa como él. Ella repartía besos y mordiscos por su cuello. Acaricia su musculado pecho y se sentía embriagado por el contacto. Besos y mordiscos por su cuerpo proporcionándole un intenso placer. Calentando incrementando su anhelo. El pelirrojo extasiado dejó escapar un jadeo. A cada instante sentía como su intimidad cobraba más fuerza y vida.
- Tampoco te quedas atrás, Afrodita.-
Candentes y apasionados besos eran compartidos por Roy y Elektra. El arquero sintió el deseo que cubrir a la hermosa griega con sus labios. La griega se desistió, desvelando los misterios de su precioso ser. Ante Roy estaba un cuerpo atractivo y hermoso. Con deliciosas imperfecciones y bellas cicatrices que mostraban la crudeza de la vida. Sus pantalones le empezaban a apretar. Usó su mano libre para acariciar la cicatriz en el pecho de la morena.
- Fuerte, valiente y hermosa- comentó para luego acercar sus labios a la cicatriz y besarla con mimo.
Sus dedos juguetones le brindaban placenteras y vigorosas caricias preparando a la mujer para más adelante unirse y fundirse como uno.Mientras repartía besos por el torso de la griega rastro de besos por todo el sensual cuerpo de la ninja, se desabrochó los pantalones e hizo un movimiento un poco brusco para poder bajarselos. Se rió nervioso pensando que quizá ese movimiento poco ágil había molestado a la morena.
-Lo siento. Juro que lo compensar, belleza-
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 16th Marzo 2019, 00:17 | |
| "Estoy seguro que puedes conocer a más personas o como yo o quizá mejores". Las palabras del arquero le hicieron pensar en Noah. ¿Por qué? Se suponía que tenía que quitárselo de la cabeza; lo de Viena había sido un auténtico desastre y el rubio había dejado claro que no quería volver a verla. De todas formas tampoco habría podido durar... No habían sido más que unas cuantas semanas en las que se había permitido vivir la fantasía a sabiendas de que, antes o después, tendría que despertar, por el bien del doctor y de su hija. No, su vida no estaba hecha para tener pareja, pero nada le impedía pasar un buen rato con Roy, ¿verdad?
Acarició su mejilla cuando su expresión se tornó triste, admirando la inocencia de aquellos ojos que tanto habían visto.
Le habría gustado decirle que su adicción era más brutal, que la Bestia se había quedado con una parte de su alma después de resucitarla, y que desde entonces no era capaz de dejar de matar. A causa de eso había perdido, uno tras otro, todos los amores que habían pasado por su vida, incluido Noah. A lo mejor, hacerle ver que ella sabía por lo que estaba pasando, que lo entendía, podría haberle ofrecido el consuelo del sufrimiento compartido, pero no lo hizo. En lugar de eso, le besó intensa, dulce y dolorosamente, queriendo sumergirse en su pena, ahogarse en ella. Sólo conocía al arquero de hacía unas horas, era de otro universo y no sabía quién era la griega. Habían luchado juntos, habían salvado vidas. Quería que se quedara con un buen recuerdo de ella, no con la idea que todos tenían. El beso fue apasionado y ardiente, pero le supo agridulce.
Sostuvo su mano entre las suyas cuando la apoyó sobre su pecho. Gracias a los dioses no hizo preguntas. La oscuridad de la noche debía haberle impedido ver la magnitud de la cicatriz, de otro modo, alguien con la experiencia en armas blancas que tenía Roy sin duda debería haberse percatado de que aquella herida no podía haber sido otra cosa más que una sentencia de muerte.
Acercó sus labios a la cicatriz y ella pasó los dedos por entre el cabello ensortijado, acariciándole la cabeza mientras la llenaba de besos. Un suspiro entrecortado se escapó de su boca antes de elevar con un dedo la barbilla del pelirrojo para volver a unirse en un beso.
- No te disculpes -dijo, apoyándole la mano en el pecho para obligarle nuevamente a recostarse mientras con la otra masajeaba su recién despertada masculinidad-. Me gustan los hombres seguros de sí mismos.
Con cuidado de no resbalar fue descendiendo sobre el cuerpo del arquero, sin dejar de mirarle a los ojos, como una pantera en la noche. El viento les golpeaba inclemente a tanta altura, y, bajo ellos, el zumbido incesante de los coches sesgaba la noche. Era... excitante, en cierto modo, saber que cualquier mínimo gesto en falso les haría precipitarse al vacío, pero Elektra no permitió que eso la descentrase de su tarea. De manera deliberadamente lenta y metódica comenzó a trabajar con sus labios en el epicentro del placer de su compañero, sujetando sus muñecas contra la superficie metálica de las pasarelas, mirándole de vez en cuando para disfrutar de la expresión de su rostro y de la indefensión que le dejaba aquella precaria posición, sabiendo que cualquier movimiento en falso, si se dejaba llevar demasiado, podía ser letal... | |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 24th Marzo 2019, 10:38 | |
| Le alivió que Elektra no le juzgará por ser un adicto. Mucha gente no entendía qué o por qué caías en un hábito dañino y autodestructivo. Pero lo peor no era la incomprensión. Eso era normal. Existían personas con una voluntad más fuerte. Personas que no se quebraban con cada desatino cómo había él. Aguantaban los golpes de forma estoica y perfecta sin tener que depender de las sustancias para seguir adelante. Lo que se hacía daño eran los juicios, las miradas de desaprobación y sus recriminaciones. Esas cosas le minaban y herían.
Descubrir nuestras imperfecciones y mostrárselo a los demás es duro. Más aún cuando en vez de empatía encuentras desprecio. La horrible sensación de que tenías que haber guardado tu dolor y tus caídas porque molestan, porque son incómodas. Cuando desvelar tu secreto y ya no vuelves a ser Roy. A partir de ese momento eres un Yonky y para esa mirada desencantada nunca dejarás de serlo. Te preguntas si fue tu culpa por dejarte vencer o fue la suya por no comprender tus grietas.
Sin embargo, no encontró esa actitud de reproche en la griega. Ella le acarició como entendiendo, como perdonándole, como dejándole ser. Por primera vez en mucho tiempo no sintió esa inmensa carga que era la intolerancia y la reprimenda a su naturaleza débil. El arquero se sintió feliz al no despertar mechones negativas ni repudio en su atractiva y hermosa compañera. Esta vez se sintió henchido de autoestima por ser valorado por encima de su adicción. Por ser mirado con los ojos de la comprensión y el consuelo. No se sintió culpable ni sucio por su pasado. Correspondió al beso con entrega y pasión. Volcando en ese contacto su renovado amor propio y esa cálida sensación que le había tener la ninja.
En ese momento sintió un profundo afecto por la morena porque hacerle sentirse como alguien válido y capaz. Porque en ese momento no se sentía insignificante y triste sino alguien digno de ser amado. Sólo se conocían de unos instantes pero ella le hacía sentir especial. Había dejado en claro que no quería nada más que aquel momento por eso el pelirrojo deseaba que fuera un encuentro memorable, algo que pudieran recordar con intensidad para siempre. Un recuerdo para calentar el corazón en el frío y nevado invierno.
Hacía tiempo que había aprendido la belleza de las cicatrices. Esas marcas en la piel que demostraban cada una de las luchas. Dejando permanente en el cuerpo una medalla en honor a la resistencia, a la fortaleza y a la supervivencia. Era bello como la marca nos hace imperfectos y de la misma imperfección surge un gran atractivo. Por eso mismo acarició y besó con esmero, cariño y ternura la que con orgullo portaba Elektra. Sin duda la constatación de que la vida vence en singulares circunstancias. Esa marca profunda tan cerca del corazón había sido un terrible golpe mortal y sin embargo frente a sí tenía a aquella formidable y candente griega tan viva y brillante.
Después de tratar con mimo la cicatriz de Elektra, esta levanto su barbilla y compartieron un apasionado beso. Luego se desabrochó y quitó los pantalones con un gesto algo oscuro. Pidió un dulce perdón por su descuidado comportamiento y la morena le dijo que no hacía falta.
- Tengo tanta seguridad como imprudencia.- comentó con su habitual tono jovial y gracioso.
La deslumbrante y sensual ninja acarició su cada vez más palpitante miembro. Un Sonido de placer se escapó de los dulces labios de arquero. La álgida excitación de aquel momento aumentaba con el riesgo, al saber que un paso en falso y se caerían al agua, y las acciones de la sensual ninja griega. La refrescante noche, el sonido incesante del tráfico, el profundo agua bajo ellos y la gran altura que les separa del suelo, todos esos factores tan estimulantes. El peligro hacía que su adrenalina se disparase. Elektra con maestría descendió por su cuerpo hasta posar sus carnosos y preciados labios en la intimidad de Roy. El atractivo y atlético arquero emitía suspiros y jadeos ante los candente y delicioso contacto de su intimidad con la hermosa boca de la asesina. |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 8th Abril 2019, 21:04 | |
| Elektra se tomó algún tiempo para profundizar en el disfrute del arquero antes de retirar la última barrera que les separaba y subir sobre su regazo, meciendo su cuerpo contra el suyo a un ritmo inicialmente gentil que fue subiendo poco a poco de intensidad haciendo que su cabello se pegara a la piel humedecida.
Los olores especiados e intensos de la ciudad mezclados con el viento húmedo del río asaltaban sus sentidos a flor de piel incluso a aquella altura, mientras se movían al ritmo en el que el agua lamía los pilares del puente. El ritmo se fue volviendo cada vez más frenético y salvaje, sus siluetas recortadas a la luz de la luna hasta acabar en un glorioso estallido de placer mutuo. Elektra se recostó durante un tiempo a su lado para recuperar el aliento, el cuerpo reluciente por el sudor bajo las estrellas mientras reflexionaba sobre los acontecimientos de las últimas 24 horas. Iba a tener que darle muchas explicaciones a Ross, pero no lamentaba nada. No lamentaba no haber matado a su hermano, no lamentaba haber defendido a Roy ante su equipo, y, por encima de todo, se alegraba de haber confiado en el joven héroe lo suficiente como para entregarse a él aquella noche.
- Toma -le dijo entregándole un papel donde había garabateado un número con un lápiz que había sacado de entre sus cosas-. Es el número de un teléfono irrastreable que uso para mis trabajos. Si en algún momento me necesitas para lo que sea, no dudes en llamarme. Estoy en deuda contigo por haberme ayudado con lo de mi hermano.
La ninja se puso en pie, y, haciendo gala de un equilibrio impresionante considerando lo precario de su posición en la pasarela y que prácticamente no había dónde agarrarse, se vistió con rapidez felina y volvió a sujetarse bien el pelo que se le había soltado con el pañuelo.
- Y Roy... gracias por mostrarme que aún hay buenas personas en el mundo en las que se puede confiar -dijo, regalándole una última sonrisa mientras se anudaba en la nuca los extremos del pañuelo. Cuando hubo termino se agachó hacia él y le dio un beso en la mejilla-. Hasta la vista, pelirrojo -se despidió antes de deslizarse ágilmente por entre las vigas y travesaños del puente hasta llegar a la base, utilizando las sombras de la estructura para pasar inadvertida y desaparecer en la noche.
Porque de las situaciones más insospechadas pueden surgir los aliados más inesperados... | |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) 21st Abril 2019, 14:34 | |
| Roy y Elektra se unieron íntimamente. Juntos se entremezclaban en el sensual y desbordante juego carnal. El pelirrojo se entregó apasionadamente al calor y al delirio del placer del encuentro sexual. Los gemidos, las caricias y las delicias del goce de aquella prácticas cubrían con entusiasmo la bella noche. Dos cuerpos siendo uno, encontrando disfrute, comprensión y apoyo en las dedicadas atenciones del otro.
Para el arquero era mucho más que un momento de placer sexual. Había encontrado en Elektra una comprensión, apoyo y respeto que no muchas veces solía tener. La griega le había otorgado la maravillosa experiencia de creer y quererse a uno mismo. Había reparado su destrozada y resquebrajada autoestima. Hizo que se sintiera renovado y especial. Tenía el intenso deseo de permanecer a su lado. Pero la morena ya había decidido que quería algo muy diferente. Cada uno tomaría un camino diferente sin saber si nuevamente destino volvería a un unirles.
Elektra se movía sobre él con maestría y destreza. Otro gandules al pelirrojo un placer descontrolado. Sintió el éxtasis recorrerlo como si ella fuera una interesante saber droga que le hiciera olvidar sus pesares, disfrutando del efímero y satisfactorio placer del acto sexual. Después de que ambos alcanzaran el punto álgido, la atractiva morena se recortó sobre el pelirrojo de ojos verdes. Roy acarició con mimo el azabache cabello de la ninja. En breve se separarían y quería atesorar cada detalle de aquella noche.
Miró la luz de aquellos ojos grises que le entregaban un papel con su número de teléfono. Roy apretó en su mano el trozo de papel. Una forma de contacto. Sonrió. Era la posibilidad de volver a ver a la deslumbrante fémina. Era un retazo de esperanza.
- Te llamaré - sus ojos la miraron con cariño. - Pero no me debes nada. Teníamos el mismo objetivo. Además, cuando se presta ayuda se hace sin esperar nada a cambio.- comentó con simpleza.
La ninja comenzó a vestirse para irse bajo la atenta mirada del arquero.
- Sólo he seguido las enseñanzas de Dickens -rió- El mundo es más amable de lo que pensamos. -
Ella se inclinó para besarle. Un beso y un adiós. No, tal vez un hasta siempre.
-Hasta siempre, mi Afrodita.- |
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| Tema: Re: Vivir con miedo (Roy Harper) 23-07-2018 (+18) | |
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