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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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[WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon]
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Kim HwaJae Marvel Universe
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Tema: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 23rd Abril 2018, 13:11
[9 de Abril de 2019]
El sol arañó sin piedad los cráteres de arena abierta deformando la vista que se adivinaba sobre ellos, a causa del intenso calor acumulado sobre la ciudad de la Meca. Lo que no hacía arder el clima y las intensas corrientes de aire caliente, lo habían fundido los pilares de fuego que de vez en cuando salían despedidos de algunas zonas de la ciudad. En los terrenos colindantes se podían apreciar los boquetes a través de los cuales habían ascendido el sin fin de demonios que habían atravesado el horizonte del infierno para hacer de la tierra su nuevo hogar, y sumiendo a los que allí vivían en un horror sin fin. Bestias siniestras y repulsivas capaces de aterrorizar a las peores y mas retorcidas pesadillas humanas se depredaban en las afueras, a falta de sus verdaderas presas que llevadas por el pánico, habían decidido huir dejando tras ellos todo cuanto habían dado por sentado: Sus posesiones, su trabajo, su casa, el hogar que los vio nacer. Nada de eso tenía valor suficiente cuando era su vida la que estaba en peligro. No dudaron ni un instante en dejarlo todo atrás.
Cuanto más te acercabas al epicentro del pecado, más miseria y terrores se presenciaban. Desde canibalismo entre especies, hasta apareamientos vomitivos, pasando por los restos de los cuerpos calcinados de todos aquellos que no eran capaces de predecir las apariciones aparentemente aleatorias de la vorágine de los pilares de fuego.
Era la monstruosidad desatada, una infamia que la tierra jamás había conocido, y que ahora campaba a sus anchas, delectándose del miedo, de la desesperanza y del triunfo que suponía para esas criaturas saber que el mal alimenta al mal, lo atrae y lo potencia. Muchos pueblos colindantes habían sido masacrados, los que no, se habían visto obligados a depender de un ejercito que no daba a basto, o bien habían montado sus propias guerrillas en un intento de insurrección contra los demonios que por suerte para ellos pasaba desapercibido. Porque de todos los que tienen un mínimo contacto con esas criaturas de naturaleza obscena y terrible es sabido que cuanta más resistencia encuentran en sus víctimas, más regocijo en infringir dolor y castigo. Cuanto mayor era tu fe, mas encarnizada, brutal e inhumana era su tortura.
Una que en pocos días, ya había construido una certeza falaz en los corazones de quien la sufrían... La promesa de que no acabaría nunca.
[---]
En cualquier caso, era un mal sitio para estar. Incluso si la invasión demoníaca no se hubiera dado, toda la zona de los países árabes se convertía en una espina en el culo para quienes no dominaban un mínimo la cultura local, el respeto o la educación. Pero sobretodo si como yo, eras una niña pequeña, extranjera, sin familia, sin posibilidades y con una indefensión total durante el día. Para mi, la situación actual no era el infierno en la tierra. Era infierno sobre infierno. Cuando me desperté, cubierta por la capucha, con la boca seca de tragar arena, y una incapacidad para reconocer un mínimo donde estaba, necesité de varios minutos para entender lo que había podido pasar. Hacía semanas que no me pasaba. A pesar de lo mucho que aún me costaba admitirlo, había empezado a recordar con bastante claridad todo lo que hacía el Ghost Rider. Las lagunas habían desaparecido y los recuerdos permanecían, al menos lo habían hecho hasta esa noche. Porqué estaba en algún tipo de país árabe, tirada en medio de la calla bajo unos escombros, no tenía idea.
Lo que sabía es que tenía que ser malo por fuerza. Me coloqué la capucha y traté de escurrirme para pasar desapercibida el mayor tiempo posible. En la calle sólo se oían gritos, berridos, y de vez en cuando algún que otro tiro. Rebusqué en mi riñonera, deseando tener suerte, encontrando medio sandwich, media patata asada que se me cayó al suelo y tuve que abandonar por imposible, y media tableta de chocolate fundido que tuve que lamer directamente del papel.
Entonces intenté salir de entre los escombros, y un grupo de hombres me ayudó. Me asusté cuando cuatro brazos me arrastraron hacia una zona de tiendas verdes. Veía hombres con ametralladoras, heridos, mujeres llorando mientras tapaban cuerpos desperdigados en el suelo que cubrían con mantas. Había una cantidad inmensa de actividad y ruido, que me saturó, confundiéndome. Cuando entré en la tienda, una mujer me llevó hacia un lateral, me tocó el cuerpo sobre la ropa, y me dijo unas palabras en inglés chapurrero. Al parecer estaba en una especie de campamento de ayuda humanitaria. De todo lo demás no entendí un pijo. Me tendió un sobre de alimento concentrado y una botella de agua caliente, que me bebí como si no hubiera un mañana. Me asomé a través de la tienda al tiempo que veía como un pilar de fuego atravesaba el cielo, a varias millas de distancia. Ese fuego me heló las retinas, y me paralizó de tal modo que pensé que iba a morir en ese instante.
Ese miedo... jamás lo había sentido antes. Nunca.
La noche anterior... Un grito en la noche. La llamada. La voz. Un mandato ineludible. Atravesando el mismísimo mar, a pesar del miedo que me daba. Todo, para responder ante él. Todo, para buscarle a él.
Supe eso antes incluso de entender la situación. Fue como un instinto. Un pálpito.
Mephisto estaba allí.
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Viviendo un infierno en la tierra
Diana de Themyscira DC Universe
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 25th Abril 2018, 11:08
OOC: Disculpad por la parrafada inicial, como Diana ha llegado más tarde que el resto, necesito ir metiéndole “presentaciones”.
Tras los acontecimientos en china me encontraba con una inquietud particular hacia el continente y eso hizo que permaneciera alerta y con una mirada intensa y exhaustiva sobre Asia. No hace mucho que conocía al mago, de hecho sólo había oído hablar de él, pero por lo que conocía y a pesar de su fase oscura, parecía un tipo junto al que merecía la pena luchar, y así me lo demostró en invierno. Bien fuese una mera sospecha o una intuición que podía estar errada, un poder tan inmenso como el que poseía el mago atlante merecía estar vigilado de cerca como para saber qué sucedía a su alrededor. Estaba empezando a crecer una gran sensación de compañerismo hacia él pero… En este nuevo mundo me costaba especialmente confiar en la inmensa mayoría de gente ya que no conocía a nadie… y muchos parecían conocerme a mí. Había muchos cambios, hay quien estaba más joven, hay quien estaba más mayor y símplemente algunos tenían un aura mucho más… distorsionada que cuando yo les conocí. Se oía hablar de cambios y choques dimensionales, de trenzas y fusión en la teoría de cuerdas, Era todo demasiado confuso y estaba muy difuso… Pero a la hora de la verdad, de forma temporal o permanente...seguía siendo mi mundo, o lo sería a partir de ahora. Y tenía que seguir luchando por él.
Por eso en el instante en el que fui consciente de la situación demoníaca que se ceñía sobre el planeta, me dirigí hacia Asia a intentar aliviar la situación a quienes tenían menos recursos para defenderse. Si bien es cierto que los países con mayor comercio y posesión de Armas estaban en manos de los Estados Unidos y Rusia, lo que no se explica es que su principal comprador son los países al oeste de Asia para utilizarlos entre ellos llevando siempre a la parte adinerada a una sangrienta victoria sobre quienes habían nacido con la mala suerte de no tener el oro a su alcance. Era el único continente que había permanecido en guerra casi toda su existencia y aunque eso había sacado guerreros a la luz y gente más preparada para sobrevivir, no dejaba de ser una condena injusta y sin sentido que les había tocado a quien peor suerte tenían.
La última vez que estuve en las Naciones unidas participé en debate, presencia y firma en el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA). En él se especifica que los países no pueden vender armas cuando saben que su cometido es cometer genocidio, crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad… Un rápido vistazo a Asia y África era realidad suficiente para demostrar que se estaba violando el tratado de modo incesante y con total impunidad. A pesar de mis esfuerzos burocráticos en cumplir una consecuencia jurídica y económica contra esos países, había resultado inútil, así que tocaba pasar a la acción. No podía dejar de preguntarme dónde estaban esas armas ahora que los demonios estaban tomando posesión del mundo con sus propias garras, ¿Qué había ocurrido con ese mercado fluído e ilegal que ahora podría salvar miles de vidas?
Arabia Saudí y los países con la mayoría de la población musulmana había recibido el castigo infernal con más fuerza y eran quienes se sometían vulnerables sin tener más opción. Los asaltos, robos, violaciones y asesinatos se convirtieron aún más en la tónica salvaje de esas naciones y necesitaban ayuda humanitaria que parecía que no iba a llegar jamás. Y si nadie más parece poder ni querer hacerlo, estaba yo para llevarlo a cabo. Me había preparado con mi espada larga, una daga al lado izquierdo del cinturón, el lazo, mi armadura completa y una lanza sujeta a mi espalda.
En el campo de socorro no se veía el suelo. Todo estaba plagado de cuerpos mutilados, cadáveres, personas gravemente heridas… Los heridos leves se movían mano a mano con quienes no habían recibido daño alguno, que podían contarse mentalmente. El aroma era una mezcla bruta de tierra, azufre, sangre y quemazón… y aunque familiar, seguía siendo igual de inquietante. -Cyborg, mándame la ubicación del punto crítico de la zona- dije llevándome una mano al oído activando el comunicador de La Atalaya.
Justo al separar los dedos un rugido bestial con reflejo de chillido humano hizo eco entre los cielos y me obligó a alzar la vista. Puntos gruesos se agrupaban en decenas aproximándose al campamento a gran velocidad con un sonido zumbante que penetraba en lo más profundo de los oídos mientras un huracán ígneo se alzaba desde Gea hasta los cielos. Era como si el mismísimo Hades quisiera liberar las peores almas del Tártaro.
Irremediablemente cundió el pánico y volvieron los empujones, los gritos y las miradas de pánico. Los discursos no sirven de nada cuando el instinto de supervivencia se ha avivado, así que sería inútil intentar razonar con una muchedumbre temerosa. Alcé el vuelo quedando por encima de las casetas más altas y observé primero a la nube de criaturas que se iba haciendo cada vez más y más grande, acercándose constante y luego al inmenso rayo de fuego. El frente armado podría encargarse de los demonios alados que se aproximaban, yo debía dirigirme al foco del problema para arrancarlo de raíz.
Volé medio campamento acercándome a la trinchera escuchando el inicio de los disparos sobre esos seres y definiendo mejor su forma. Debían medir dos metros con las alas desplegadas hasta el final de su cuerpo. Tenían alas membranosas de color rojizo, apéndices extendidos hacia el suelo y su mirada era la de una bestia hambrienta que amenazaba con usar sus dientes. Coordinados como por una especie de mente colmena sobrepasaron la línea con unas bajas mínimas, aproximándose a los heridos en un vuelo en picado.Me detuve en seco -No…- Dirigí la vista al suelo a tiempo de ver cómo una niña se había quedado paralizada mirando a la columna de fuego, sin percibir que un insecto se aproximaba hacia ella con la boca abierta.
Volé a toda velocidad en picado interponiéndome entre la criatura y la niña, desenvainando mi espada y hundiéndola en el cráneo de la bestia mientras hundía la punta de la hoja en el suelo, ensartándola para garantizar la inmovilización del demonio. No estaba convencida de que podría matarle, pero cuando dejó de moverse recuperé la espada entre mis manos. No era una visión agradable para una niña… No lo era para nadie. Pero el peor de los traumas es mejor que la muerte. Me giré agachada sobre mis rodillas para mirarla a los ojos -¿Estás bien…?- le levanté el rostro desde su barbilla, dejando la espada contra el suelo sin soltar el mango. -Tienes que reaccionar, métete en ese camión- dije con firmeza señalándole un furgón donde desalojaban embarazadas, niños y mutilados. No podía perder mucho más tiempo o las criaturas ganarían esta batalla.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 26th Abril 2018, 17:10
Cinco días.
Cerré los ojos mientras el agua de la ducha caía por mi rostro, una película de imágenes desfiló por mis párpados: La gente huía despavorida sin saber a dónde ir, el fuego calcinaba todo a su paso a una velocidad vertiginosa y aquellos seres del inframundo se adueñaban de cada rincón. Los satélites mostraban imágenes desoladoras, el humo provocaba que todo aquello pareciese irreal y aquí, el puesto de mando era un hervidero de gente que ya no sabía qué hacer. Abrí los ojos mientras el agua desenfocaba mi vista, el resplandor de la gema iluminaba débilmente mi campo de visión, había conseguido dormir con los fármacos que me habían suministrado, no era capaz de conciliar el sueño, necesita saber que todos a mi alrededor estaban bien y la gema me daba la posibilidad de desplazarme para averiguarlo. Todos están bien, a salvo, me repetía una y otra vez… Me pareció escuchar un ruido, unos golpes difusos, cerré el grifo del agua y oí como Nathan aporreaba la puerta del baño. Estaba en las dependencias de mi abuelo en la base de Wright Patterson, dónde había un baño privado y todo tipo de comodidades para el personal de alto mando.
- ¡Chloé! ¡Abre, necesito hablar contigo ¡Es importante! - ¡Va! – Dije mientras salía y me ponía el albornoz lo más rápido que podía - ¿Qué? – Abrí la puerta de par en par y lejos de parecer cortado Nathan me miró a la cara y empezó a justificarse. - Meacabodeenterar, sesuponequenodeberíadecírteloperoyasabes… - ¡Nathan! Me estás poniendo nerviosa, joder. Habla normal y trata de tranquilizarte, ¿Qué pasa?– Se paso la mano izquierda por el pelo mientras mantenía la derecha en la cintura y me dio la espalda - ¿Y bien? Sigo esperando - Tu abuela está con la división de infantería en Arabia Saudí, y tu madre ha ido con ella. Las han trasladado desde Jartum de madrugada, están desplazando a los efectivos a las zonas más afectadas para traer al mayor número de supervivientes de vuelta – Me quedé paralizada – ¿Lo sabe mi abuelo? – No lo sé, no he logrado encontrarle, he recibido el chivatazo de Owen, van con la división médica blindada – Están en la puta puerta del infierno, hay más demonios que personas allí, avisa a mi abuelo, trataré de contactar con ellas por radio – Ya lo he intentado yo… Es imposible, las señales por radio son muy débiles y la zona… - Nathan. Ve. Mándame las coordenadas del campamento cuando llegues al puesto de mando y avísame si hay novedades.
Vi cómo se marchaba, abrí un poco el albornoz para mirar a la gema que reposaba en mi pecho, era mi salvación y la de mi familia. Tenía que actuar lo más rápido posible, fui a mis dependencias escurriéndome por los corredores y cruzándome con soldados que pasaban apresurados sin mirarme siquiera. Cuando llegué me puse el uniforme de maniobras aéreas, abrí el armario que estaba encima del pequeño lavabo y saqué una inyección de Cetamina, necesitaba un estimulante, mientras me lo inyectaba la vocecita de mi conciencia no paraba de recordarme que mi capacidad de curación eliminaría el fármaco en menos de dos horas pero, necesitaba quitarme este embotamiento o mis facultades se verían alteradas. Miré mi cubículo, había planos, circuitos de sistemas y manuales repartidos por la pequeña estancia, había estado en la base desde mi encuentro con Loki. Mi tropiezo con el dios de las mentiras había destrozado los lazos familiares más firmes, había resquebrajado los pilares en los que se asentaban mis creencias más absolutas y justo un día después el infierno se desataría en diferentes puntos del planeta. Mi estado emocional era insostenible pero mi familia estaba ahí fuera y tenía que hacer todo cuanto fuera posible para traerla de vuelta sana y salva. Tendría que coger mi moto para ir al angar más alejado de todos, donde estaban los prototipos que descansaban a la espera de poder ver algún día la luz, pero la gema pareció brillar para hacerse notar. Tenerla a mi disposición había provocado ciertos cambios en mi apariencia y en mi carácter, me había vuelto más reservada e incluso antisocial, temía que cualquiera se diese cuenta de que la tenía y viniesen a quitármela. Mis ojos y mi pelo habían cambiado de color y mi piel se había vuelto tan delicada como la porcelana, a pesar de estar cansada siempre tenía un buen aspecto y parecía fatigarme menos al utilizar mi mutación.
Cuando me transporte al angar con la gema, la oscuridad y el silencio me recibieron, estaba completamente sola. Fue al cuadro eléctrico y levanté la palanca, el zumbido eléctrico dotó de vida toda la estancia y las Panther parecían estar esperándome. El proyecto había sido abandonado por los recientes acontecimientos y todos los esfuerzos militares estaban centrados en dar respuesta a las hordas de demonios que se extendían por doquier. El prototipo era una apuesta ambiciosa, tres armaduras totalmente blindadas capaces de ser controladas por control remoto a través de un ordenador de batalla y una interfaz cibernética, que a su vez también podían ser usadas como exoesqueletos, albergando a un piloto experimentado en su interior. Estaban alimentadas por un generador de partículas beta y conversores de energía solar, también podían absorber ataques de energía dirigidos y emitir un pulso deflector, un campo de fuerza en forma de chorro hacía fuera desde varios puntos de la armadura. Así mismo, estaban capacitadas para lanzar una explosión utilizando rayos y repulsores, estaban totalmente equipadas y la nanotecnología les permitía reparar los daños que se produjesen en caso de necesidad. Sin embargo, no había sido probadas, sus interfaces eran inestables y los tiempos de respuesta aún no eran los esperados, además no estaban conectadas a los satélites lo que impedía localizarlas y utilizarlas en remoto.
- Panther 1 confirme activación – Los ojos de la armadura brillaron con suavidad y las lámparas del angar emitieron un suave titilar, aún estaban conectadas a la red eléctrica para que sus baterías internas estuviesen cargadas. - Panther 1, activo. Bagheera en posición– La voz metálica resonó alto y claro. - Activa Thanator y Nundu, Bagheera – De manera simultánea las otras armaduras se encendieron - Panther 2, confirma estado de autonomía - Thanator ligado a matriz primaria – Las otras armaduras dependían completamente de la primera, lo que complicaba las cosas, no eran autónomas y necesitaban de la interfaz de Bagheera para funcionar.
Negué con la cabeza, sería una locura llevar las tres armaduras, tendría que hacer tres traslados y no tenía experiencia con ellas, probablemente acabaría siendo un blanco fácil para cualquier demonio. Opté por estudiar primero el terreno, localizar el campamento y evaluar la situación, una vez allí podría tomar una decisión sensata.
Escogí las armas y me cambié el traje militar por uno táctico, con la Tablet pude ver el punto exacto del campamento base gracias a las coordenadas que me había enviado Nathan. Cerré los ojos, tomé aire y sujeté con fuerza mi arma. Con mi mano izquierda cubrí la gema… BAAAM, un calor asfixiante, un olor a putrefacción y una atmósfera de polvo me recibió en cuanto planté los pies en aquel lugar. La gente se movía de aquí para allá, los soldados no paraban de cargar a sus compañeros que gritaban de dolor. Me guardé la gema dentro del traje y empecé con mi búsqueda.
- ¡Aurora! – Enganché a un soldado cubierto de polvo y con una herida sangrante en la barbilla - ¿Dónde está el equipo médico? – Me señaló una tienda de campaña y se zafó de mí. Entré buscando a mi familia y con el corazón a mil por hora - ¡Mamá! – Una melena azúl inconfundible estaba agachada en un camastro. El rostro de mi madre me buscó entre la multitud y sus ojos se abrieron de par en par cuando me reconoció - ¡Chloé! ¡Ven aquí! – Me abrí paso como pude hasta que llegué al lado de mi madre - ¿Qué haces aquí? Tienes que irte, hija. ¿Cómo has llegado? ¿Estás bien? – Me tocó los brazos mientras los apretaba y luego me miró a los ojos – Tus ojos… - Me acarició el rostro con una mano enguantada – Mamá, estoy bien, he venido para llevaros a la base – No podemos salir de aquí están utilizando todos los vehículos para transportar a los heridos a un lugar seguro – Volvió a centrarse en el paciente que estaba en el camastro, con una mano desnuda trataba de curar la herida abierta y sangrante, regenerando los tejidos - ¿Un lugar seguro? Mamá tenemos que irnos, ¿Dónde está la abuela? - ¡No lo entiendes, no podemos irnos! ¡No podemos dejarlos aquí solos, Chloé! Hay civiles, niños, mujeres y nuestros soldados están luchando ahí fuera – ¡Me importa un huevo! Me voy a buscar a la abuela cuando vuelva nos vamos. No la di opción a replica y salí a buscar a mi abuela, no iba a permitir que mi familia sucumbiera rodeada de seres infernales.
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Blackagar Boltagon Marvel Universe
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 28th Abril 2018, 09:25
-En New York.- Él caos, el desorden, el opuesto a todas las formas en las que se presenta el orden. Desde la repentina aparición del de las criaturas infernas, desatando el caos de muchas maneras, corrompiendo mortales, violándolos y convirtiéndolos en ciervos o simplemente usándolos como comida. Los policías, los bomberos, médicos, grupos de ayuda humanitaria que existían en la ciudad intentaban ayudar, proteger, dar refugio. Acciones nobles, dignas de los humanos, luchar por alguien necesitado, ese tipo de personas eran las que le hacían mantener la esperanza de que algún día humanos, inhumanos, mutantes, podrían darse cuenta de que eran muy similares y vivir sin él temor de ser juzgados ante los ojos de una mayoría insensible. Blackagar había decidido abrir las puertas de la Quiet Room con la intención de ayudar indiferente de la raza, si priorizaba a los que eran Inhumanos, a los Mutantes de la mansión de Xavier, a los que podrían ser aprendices de algún conocido, aun entre para Boltagon era difícil ayudar y dejar a un compañero conocido por fuera de hecho le costaba dejar atrás cualquier vida, de quien fuera.
Habían instrucciones claras, todos tenían sus papeles como protectores muy claras, que hacer y que no. Lo habían comprendido bien cuando el rey porto su traje de combate de colores blanco y negro, su capucha que cubría parte de su rostro y tenía su antena para que quedara bien colocada en el centro de su frente. Cuando lo veían portar esas ropas y no un traje elegante era una clara señal de que debían resguardarse, protegerse y cuidarse, porque algo venía con mucha fuerza y no le importaba en absoluto tu color o tu número de extremidades, los demonios estaban ahí para consumir, corromper y destruir.
Flagman quien quedaría supervisando y cuidando de los que estaban ahí dentro se le acerco, su rostro era serio. Era un fiel sirviente, leal hasta de recibir un impacto por él, pero no era un gran guerrero, él mismo estaba consciente de sus limitaciones. Desearía que Alexander Dragun llegase y se hiciese presente ya que el mejor guerrero que quedaba eran Ajaxis y Nurr, quienes tenían poderes para resistir y dañar demonios de gravedad, pero no eran suficientes. Si tan solo Karnak y Triton estuviesen ahí junto a él, podía incluso conformarse con Gorgon que de todos sus primos era su opuesto natural, pero por salvar a la mayor cantidad posible sería capaz de hacer una excepción y encargarle proteger a los suyos aun cuando no brillara por ser los más astutos. —Mi Rey, yo haré lo mejor que pueda, sabemos que ahí afuera lo necesitan, recuerde que aquí también hay muchas personas que lo necesitamos y lo queremos con nosotros. — Dijo el Flagman. Oh, ese inhumano como le gustaba intentar llegarle a todos, realmente agradecía el intento pero no iba a hacerlo permanecer en resguardo menos cuando habían otros. Strange, Xavier, Mccoy, Brunilda, quien sabe que otros estaban por ahí colocando su piel al fuego, literalmente, para salvar su donde vivían.
Agradecido una gesto asintiendo ligeramente, podía sentir las miradas hacía él de ellos, la preocupación de ellos era algo que le hacía sentir que lo que estaba haciendo era lo correcto. No era una despedida pero en cierto modo se sentía como una, él volvería en una pieza, él deseaba así fuera pero lo cierto es que desconocía si así sería. Caminó hacia la puerta pero no llego ni a 4 metros de lo mismo cuando una luz muy brillante cegaría a casi todos pues inesperada podría significar una ataque pero el rey de los inhumanos reconocía esa luz y solo alguien se atrevería hacer algo así en su Quiet Room.
De la luz provino una brisa árida y un ligero olor a azufre, una gran sombra saldría de la misma luz, grande como la podría hacer un solo sin levantarse. Se escucharía un ladrido fuerte se marcaría una sonrisa en el rostro de Blackagar, reconocía ese sonido y significaba una pequeña alegría para él. Lockjaw estaba de visita, apresuró sus pasos hacia el can que jadeaba con la lengua afuera, le abrazó con mucho afecto; pocas veces se podría ver que Blackagar liberar algún sentimiento de manera tan abierta; un cariño como ese no lo liberaba por cualquier otra persona menos en público.
El can correspondió colocando su gran cabeza de bulldog contra el cuerpo del inhumano. Así es, Lockjaw era un bulldog de color marrón del tamaño de un oso, aproximadamente, sin embargo si eso no era suficiente sus características para llamar la atención él poseía en su frente una antena como la del Inhumano.
En cierto modo Lockjaw era una criatura meramente impredecible, quizá lo había heredado de su dueño o podría haber sido a la inversa. Lo que realmente importaba es que las cosas él no las hacía al azar y si estaba ahí tendría alguna razón específica para ello, no perdería tiempo en la y se inclinaría un poco para hacerle algo de cariño antes voltear y mirar a atrás una vez más. Nuevamente una luz como un destello cegaría durante un instante solo que al ya no haber destello ellos ya se encontraban desaparecidos.
-Un segundo después. La ciudad de Meca-
Una luz como un destello blanco se haría acto de presencia donde aquel hombre de traje negro con rayas blancas acompañado de un gran bulldog. Aquel hombre conocido como Black Bolt observó a detalle el panorama desde la calle donde habían estado. Un ambiente apocalíptico estaba seguro que había visto volar a un hombre con alas de murciélago y piernas de águila, piel roja y muchos ojos, que aberración. “¿Por qué aquí y no luchar en la ciudad?” Pensó en lo que intentaba reconocer el terreno. El inhumano estaba ligeramente confundido al haber sido llevarlo a una nación completamente diferente a luchar ahí, no se iba a quejar si podía ser de ayuda.
Todas las criaturas que sus ojos azules alcanzaban a ver lucían realmente peligrosas y hasta ahora el no poseía un plan de gran escala se tendrían que limitar a ir ayudando a quienes consideraba que la necesitaban e ir ayudando a los civiles a retirarse. La zona de la ciudad donde se encontraba el ex-rey iba a un paso cuidadoso. Aun bien acompañado no podía evitar sentir que le estaban siguiendo a ambos. Escucharían una explosión y disparos ahora sabían estaba aquellos que necesitaban ayuda dirigiéndose hacia ellos en su auxilio a un paso rápido, sin dejar al can se quedara atrás.
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Ficha de Personaje Alias: Savage Nombre real: Shawn Universo: Marvel
Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 29th Abril 2018, 17:05
Toda mi vida consideré a mi madre como una figura invencible, siempre protegiéndome de todo lo que me intentase dañar, llegando incluso a vencer al mismo cáncer para salvar a su hijo. Por eso mismo, cuando me enteré de que había sido destinada a brindar apoyo táctico y científico a SHIELD en su desesperado intento de recuperar el control de La Meca de manos de aquellos infernales seres que aparecieron de repente, no pude evitar alarmarme. Mi madre estaba en un infierno literal, y yo iba a hacer todo lo que pudiese para ayudarle a salir viva de aquella masacre.
Posponiendo mi visita a Gotham para los últimos papeleos respecto a mi cambio de universidad, solo me quedaba el como llegar a Arabia Saudita a tiempo para aportar mi granito de arena al conflicto. Era imposible encontrar un vuelo que me llevase allá, puesto que al ser una zona de guerra, el país estaba totalmente incomunicado. Por suerte se me ocurrió una idea, si quería encontrar a mi madre entre tanto caos la mejor opción era viajar directamente con ellos.
No era la primera vez que les ayudaba, ni que viajaba en una de sus naves aéreas como en el caso de aquellas extrañas apariciones en la isla de Italia, por lo que no se me hizo muy difícil convencerlos para que me llevasen con ellos; al fin y al cabo un alien diseñado biológicamente para matar era un elemento que podía inclinar la balanza a su favor.
El trayecto se me hizo eterno, estaba ansioso por entrar en acción y localizar a mamá cuanto antes, y el que cada miembro de la nave me mirase con miedo y tuviesen las armas listas para neutralizarme en cualquier momento no me ayudaba mucho a relajarme.
Finalmente tras horas que parecieron días, por fin sobrevolamos nuestro objetivo. Con miedo, pude presenciar desde la ventana de la lanzadera que las noticias no exageraban: ahí abajo era una masacre. Casi todas las calles estaban destrozadas o salpicadas de sangre, desiertas sin contar con las repugnantes figuras que se movían de forma instintiva en busca de nuevas presas. La poca población que pudo sobrevivir a la brutal oleada de monstruos se hallaba agrupada tras endebles fortificaciones que las tropas militares aliadas habían establecido a las afueras de la ciudad. Mientras me iba acercando hacia el borde de la nave donde las primeras tropas en paracaídas ya estaban saltando, fui capaz de divisar un gran foco de resistencia con varios furgones de SHIELD sirviendo como barricadas; si mi madre se encontraba aún viva, tenía que estar ahí.
Savage se encontraba inquieto, por una vez nos encontrábamos en una situación donde no íbamos a tener que contenernos a la hora de combatir. Dando un pequeño salto me dirigí en picado hacia el suelo, a escasos metros de donde estaría nuestro objetivo. Poco a poco, mi traje simbiótico se manifestó, y sin perder el tiempo lancé un tentáculo en dirección a una de esas asquerosas cosas voladoras que estaban atacando a uno de los soldados en paracaídas. Impulsándome hacia él, me agarré en su torso superior y empecé a intentar arrancar a fuerza bruta las alas del demonio mientras este con violencia se agitaba intentando safarse de mi agarre. Lamentablemente, el paracaídas del otro hombre sufrió daños y su propietario cayó abruptamente hacia el suelo. Lleno de rabia, transformé mi mano derecha en una cuchilla, y empecé a amputar las extremidades de la bestia hasta que le fue imposible volar; comenzando a descender a toda velocidad en dirección a un edificio.
Reaccioné a tiempo y fui capaz de lanzar otro tentáculo que me pegó a la terraza semidestruída de una casa cercana, siendo capaz de balancearme un poco para reducir la fuerza del impacto provocada con mi aterrizaje; el cual destrozó la estructura. El golpe fue potente, pero nada que Savage no pudiese solucionar.
Un poco dolorido, me levanté entre los escombros e intenté ubicarme, pero un repentino dolor de cabeza me hizo tambalearme y caer al suelo mientras que me llevaba las manos a la sien. Tantos gritos y explosiones estaban afectando a los sentidos de Savage, provocando que empezase a ponerse muy nervioso. Para empeorar la situación, una gran columna de fuego apareció de la nada a escasos pasos de donde me encontraba, asustando y dañando aún más al simbionte.
Antes de que me pudiese dar cuenta, mi cuerpo se movía por si solo y corría desesperadamente sin dirección fija. Savage no era capaz de entrar en razón, y poco a poco nos alejábamos más del paradero de la base de SHIELD, pero repentinamente chocamos con algo blando y peludo que hizo que volviese a tomar el control de mi cuerpo al recibir un golpe por caerme.
Extrañado alcé la vista ante el obstáculo con el que había tropezado, para sorprendentemente darme cuenta de que era un enorme perro con un extraño dispositivo en su cabeza. Aún sin poder creerme la situación, me levanté para ver al que suponía que era el propietario del animal, un imponente hombre con un extraño traje y una antena a juego con la de su mascota.
-Disculpe señor, pero creo que no es buen momento para sacar a pasear al perro, literalmente estamos en medio del apocalipsis. Tenemos que reagruparnos con el resto de supervivientes, ¿Sabe en qué dirección esta la base de la resistencia?- por el arrebato de Savage había perdido totalmente la posición de mi objetivo, por lo que esperaba que aquel tío tan extraño me pudiese ayudar
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Última edición por Savage el 11th Mayo 2018, 13:33, editado 1 vez
Kim HwaJae Marvel Universe
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 10th Mayo 2018, 20:40
NOtA ACLARATORIA:
Debido a que es posible que el modo en que he narrado el escenario de lugar a equívocos o haya quedado algo escaso, os voy a escribir un planteamiento aproximado de los escenarios con los que contamos y en qué disposición están para que ayude a vuestras narraciones, y esclarezca la situación un poco.
En el anillo morado se encontraría la meca. El núcleo. Lugar del epicentro demoníaco, desde el cual aparece el gigantesco pilar de fuego que emerge desde la ciudad hasta el cielo.
En el anillo rojo, que llamaremos la zona candente, la arena, los restos de la ciudad y los cadáveres de sus moradores se han convertido en un amasijo de magma enfriado que ha creado una fortaleza escarpada, llena de picos, recovecos, y lenguas de fuego que se cuelan entre los espacios. Dentro residen un montón de criaturas voraces, que están a la caza de cualquier posible superviviente.
En el anillo azul, tierra de nadie, hay manadas y enjambres de demonios que persiguen y localizan a los supervivientes restantes. Cuando no están depredando y comiendo, destruyen, atacan o saquean.
En el anillo amarillo, la primera línea de defensa establecida. La resistencia. Es donde los ejércitos, los campamentos de ayuda humanitaria y las guerrillas han establecido una línea de contención que trata de rescatar a los supervivientes que llegan hasta allí, e impedir que los demonios continúen expandiendo su territorio. En un principio, la idea es que cualquier enviado como apoyo por el ejército, ong, asociación organizada, acabe en ese anillo exterior, pues cualquiera que tenga un mínimo conocimiento del escenario mediante noticias, apoyo logístico, etc. Sabrá que más allá de la tierra de nadie todo el lugar se considera de alerta 5, el mayor nivel de peligrosidad.
El pilar de fuego hacía un ruido atronador mientras penetraba la barrera del cielo. Lo retorcía deformando las nubes, evaporándolas hasta que no quedaba una gota de humedad creando una atmósfera asfixiante que se repartía desde la meca hacia fuera, en ráfagas de aire tan caliente que dolía al respirar, y era capaz de abrir los labios hasta que sangraran, con tan sólo respirarlo una vez. Encima de la ciudad, la cúpula celeste se volvían una cubierta encapotada de humo negro ébano que no dejaba pasar la luz, y que producía una sombra inmensa que sólo resplandecía desde abajo con el titilar de las llamas, creando matices rojos, anaranjados y amarillos. Mis ojos se mantuvieron congelados en esa visión sobrecogedora. Algo se removió en mi interior. No sabía que era, pero fuera lo que fuera, era aterrador. En mi fijación por contemplar las llamas, que me mantenían apresada en una extraña parálisis, no fuí capaz de seguir las siluetas, ni los gritos, ni las multitudes que trataban de escapar del enjambre que se dirigía hacia nosotros. Era como si mis ojos sólo pudieran captar ese infierno flamígero que partía la tierra por la mitad.
Todo sucedió muy rápido. Una silueta, que reconocí sólo cuando todo ya había pasado. Una negra melena espesa y brillante, su cuerpo curtido en batalla envuelto en una armadura que pertenecía al mayor icono conocido de las amazonas, y su arma liberada de su funda al son de los gritos, clamando por la sangre inocente derramada. Destrozó los huesos y la carne con un diestro golpe de espada cuando la criatura se lanzó directa contra mi. Fué un corte limpio, de una destreza tal que atravesó el duro cráneo del demonio como si no fuera más que mantequilla. Su sangre negra y sus vísceras se repartieron por el suelo, antes de que se dirigiera a mi.
- Di… ¿Diana? - mi vista sólo podía centrarse en sus fieros ojos azules, hasta que me instó de manera implacable a que escapara en el camión. - No, no, Diana. Soy yo. - pude detectar la incredulidad en su rostro. - Tortita. Peleamos juntas contra guerra. ¿No me recuerdas? - un grito impidió que continuáramos las presentaciones. En esa ocasión sí reaccioné. Me lancé contra la amazona tirándola al suelo, mientras una de las criaturas caía en el interior del tenderete con las alas desgarradas, quizá por las perforaciones que habían causado las armas de fuego. En cuanto me erguí un poco la miré a los ojos, desesperada. - ¡Hay que sacar a la gente de aquí! Estos son rémoras. ¡Tiene que haber bichos mas grandes por aquí cerca! - le expliqué, con el tiempo justo para ver cómo el demonio herido se sacudía los restos de la tienda, desgarrándolo todo y abría la boca hacia nosotras, clavando las patas en la arena y tratando de embestirnos a una velocidad mayor incluso que la que había llevado por aire. - ¡MIERDA!- Sobre nosotras se movían diversas siluetas. Al menos un enjambre de cuatro trataba de pelear con uno, que intentaba escapar con un hombre que chillaba desesperado entre las fauces.
Cuando la tienda se hundió sobre Chloe y su madre apenas hubo tiempo para reaccionar. Pero ninguna de las dos estaba tan indefensa como el resto de civiles. Muchas manos se dirigieron hacia las telas, procurando liberar a los supervivientes heridos y sacarlos del amasijo que habían formado. Los demonios descendieron sobre ellos, aterrizando en los restos de la tienda caída, sobre los cuerpos que aún no habían sido rescatados. La gente corría en todas direcciones aterrorizada, ensordecían los gritos de auxilio que provenían de los que habían tenido la mala suerte de caerse o permanecer bajo la tela, aplastados por la marabunta de personas cuyo instinto de supervivencia no podían controlar. Por imposible que pareciera, los seres eran más veloces por tierra que por aire. Las pequeñas patas como de insecto levantaban la arena, hasta formar una niebla que escocía los ojos, y quemaba la garganta, donde era difícil ver a más allá de unos pocos metros. Si algo podía ser peor, era que los demonios parecían incapaces de fijarse en los cadáveres que había, de los que podían haberse alimentado si carne era lo que querían, priorizando a los que aún estaban vivos, delatando un afán de caza mayor que el hambre. El pacífico campamento se convirtió de pronto en un hervidero, como si alguien hubiese prendido fuego a un nido de termitas.
Desde donde se encontraba el inhumano, era fácil ver la voracidad con la que atacaban los enjambres de demonios el campamento. A pesar de las armas, y de que las líneas de fuego y los soldados procuraban hacer el mejor de sus trabajos proporcionando cobertura a los civiles, el caos provocado desde el aire hacía imposible que fueran capaces de contener el ataque y mantener zonas seguras. Las criaturas no parecían tener raciocinio, pero era evidente que no lo necesitaban en absoluto. Poseían un instinto depredador superior, y eso bastaba. Localizaban individuos dentro del tumulto, los acosaban y perseguían hasta darles caza. Algunos camiones, jeeps y carros cerraron sus compuertas, tratando de comenzar la evacuación. Un Jeep verde del ejército trató de salir de la zona más problemática. Aceleró tan rápido, que comenzó a descontrolarse y chocó sin remedio contra una de las criaturas. Delatando una dureza mucho mas fuerte a la esperada, el jeep se detuvo en seco con el morro convertido en un amasijo de hierro, si bien la criatura cayó al suelo con un chillido atroz, dando terribles estertores que acabaron con su silueta encogida de una manera monstruosa salpicada de una sangre negra que apestaba a azufre.
En la zona intermedia de la tierra de nadie, Savage estaba a punto de encontrarse con muchos, muchos problemas. En los restos a medio destruir de un poblado en ruinas, con las casas de ágave a medio derruir, sus sentidos se sobreestimularon a causa del simbionte, que sabía con mucha más certeza que él lo complicado que sería sobrevivir si se le ocurría continuar en esa zona. En un alarde de supervivencia, Savage corrió hacia la dirección opuesta a la que percibía la amenaza que, en ese instante, reptaba bajo tierra deformando a cierta distancia la arena del desierto. Tras ayudar al soldado, sus piernas le llevaron hacia el perímetro más seguro, que en ese momento estaba comprometido, encontrando en su linde al enorme bulldog con el que blackbolt había viajado.
Entre los chillidos de las rémoras, el suelo entero tembló, con tal intensidad que las pocas tiendas que hubieran quedado en pie se resquebrajaron, y los vehículos tuvieron que detenerse en seco para evitar un accidente múltiple. Los demonios se detuvieron, con los restos de la sangre y la carne colgando de las mandíbulas, sus cabezas señalando hacia la misma dirección, en movimiento. La tierra se quebró. Emergió de su interior como un geiser de luz azul, amparado por la nube negra del cielo, que se esparcía en todas direcciones, llenando de penumbra densa la zona de la tierra de nadie. Su grito amenazó con perforar los tímpanos, obligando a todos los presentes a taparse los oídos con fuerza. Las rémoras chasquearon sus mandíbulas e hicieron vibrar sus alas con un zumbido penetrante, como si ejercieran algún extraño modo de comunicación con el engendro negro de cuyo cuerpo aún descendían cascadas de arena. Un extraño ronroneo grave salió de sus mandíbulas, mientras su cuerpo adquiría nitidez delatando sus ocho metros de altura, desplegando las cuatro patas delanteras, y las dos traseras, y una enorme cola que parecía poseer en la punta un extraño final bulboso, similar a los cascabeles de las serpientes. La negrura encapotó la zona. Se extendió, convirtiendo su figura en un mero espejismo, marcado sólo por la fantasmagórica luminiscencia repartida por todo su cuerpo. El campamento pareció paralizarse durante varios segundos. Con una lentitud exasperante, la criatura avanzó hacia su encuentro haciendo temblar el suelo en cada paso, transmitiendo con un convencimiento atroz el sentimiento de que no había escapatoria, ni refugio. De que el destino de los presentes había quedado sellado en ese terrorífico resplandor azul.
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Viviendo un infierno en la tierra
Última edición por Kim HwaJae el 4th Octubre 2018, 11:33, editado 2 veces
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 16th Mayo 2018, 13:14
El fuego que profesaba la columna hacía ruido que aunque lejano, aportaba confusión a la situación y perturbaba aún más la calma. Todo parece más en paz cuando hay silencio. Pero lo peor de esa tormenta infernal era el calor. Mi armadura brillaba a pesar de la distancia y si seguía así dentro de unas horas apenas se podría respirar en la zona. Miré a la niña. Tenía que reaccionar cuanto antes o me obligaría a llevarla a -¿Diana?- Parpadeé un instante y fruncí el ceño. Traté de incorporarme poco a poco -Peleamos juntas contra guerra. ¿No me recuerdas?- No, por favor… Otro recuerdo perdido, otro rostro que no se encontraba en mi memoria… Solo que esta vez fue incluso peor. Era sólo una niña…
La desolación acudió a mi rostro como única respuesta y expresión, sin despegar la mirada de sus ojos azulados. -Yo…- Pero se abalanzó sobre mí, tumbándome sobre el suelo caliente y embarrado. Agité la cabeza al tiempo de ver cómo otra criatura caía precipitada contra la tienda más cercana a nosotras, destrozando el soporte y rasgando la tela. Miré a la niña y la frase se repitió en mi cabeza “Peleamos juntas contra guerra” Esta niña, Tortita había dicho. Sabía pelear. O por lo menos había reaccionado a tiempo y de forma correcta. Pelear contra guerra era demasiado… ¿Acaso habíamos batallado contra Ares antaño y había cambiado su forma física?
Donde estuviese la verdad, no era momento de buscarla. En ocasiones las cosas no son lo que parecen y del mismo modo que al mismísimo hades se le ocurría adaptar la forma física de un infante, no era de extrañar que otro ser poderoso como para enfrentarse a Ares lo hubiese hecho. Era una estrategia hábil, según las últimas tesis de etología las crías están pensadas a nivel evolutivo para que los seres que las descubran sientan compasión maternal por encima de su instinto de supervivencia. No era ninguna locura pensar que había sido una decisión sopesada y premeditada teniendo en cuenta las ventajas que tenía un cuerpo pequeño, más rápido y ágil, con una conciencia adulta y sabia que sabía cómo usarlo. Le sonreí mientras me levantaba sacudiendo los grandes trozos de barro de la armadura -Gracias Tortita- Podría fingir que la conocía, pero nada de eso sería útil en la amistad que podría zanjar después de la batalla… Si todavía estábamos después -No, lo siento… Llegué a este mundo hace muy poco tiempo- Traté de disculparme sin olvidar que estaba en la batalla. Ya habría tiempo para disculparme como era debido. Y si no lo había, poco importaba.
Con su orden fruncí el ceño mirando al cielo. Demasiadas criaturas… demasiado fáciles de matar. Asentí -Sí, tienes razón- alcé la vista para percibir ese espectáculo grotesco de quien se intentaba repartir a un humano como la carne en los leones del circo. - ¡Ayuda en la tienda!- Grité mientras alzaba el vuelo apenas un metro, pero los monstruos tiraron en direcciones opuestas repartiendo la caza y ya era tarde. Salpicones de sangre cálida fueron a parar sobre mí. Tomé aire y descendí de nuevo mientras me secaba la sangre de la cara con el brazo -Ya nada..- murmuré escupiendo para apartar por completo la sangre ajena de mis labios.
Con un alarido bestial arrancó contra nosotras la criatura de la campaña a una velocidad que hacía que sus alas pareciesen un mero complemento. Sólo pude ver cómo con sus afiladas patas atravesaba los cuerpos que yacían en el suelo, las mochilas de medicamentos, las provisiones.. No. No era hambre. Sólo era odio… Su prisa y su paso formó una humareda de polvo y arena que irritaban los ojos y ocultaba su figura. Pero ese horrible ser no tuvo en cuenta que tras él había una columna de fuego que iluminaba todo lo que existía en la ciudad y en cuanto pude percibirle a contraluz, con otro rápido movimiento descendente, la espada se impregnó de esa sangre negra y espesa dando por acabada su marcha por tierra. -Esto es inútil… tiene que haber algo más grande en algún sitio y hasta que no acabemos con eso estamos perdiendo el tiempo. Hay que encontrar a la abeja reina- suspiré y entonces el temblor comenzó bajo nuestros pies. Separé los pies en un vuelo leve mirando al entorno, buscando el problema. Las grietas de luz azul en todo ese infierno terrenal no dejaban mucho lugar a dudas.
La bestia emergió de entre las profundidades con un ruido atronador, haciendo que la tierra retumbara a sus pasos, destruyendo edificios en base a seísmos y a los propios golpes que su cuerpo propinaba para incorporarse. -¡Tiene un hueco en la cabeza!- grité en dirección a mi compañera, señalándome en la frente esa pequeña apertura que el demonio tenía en su cuerpo. Todas las rémoras volteaban su rostro chascando entre dientes y comunicándose con ellas. Estaba acostumbrada a escuchar hablar a los animales. Las comunicaciones en interespecies… Pero eso me estremeció por completo, erizándome hasta el bello de la nuca y pintando el horror en mi rostro -Destruír y cazar…- repetí susurrando sin dejar de mirar a la bestia madre. Agaché la vista buscando a Tortita -¡Tortita,Se está comunicando con ellos, no van a parar! Solo quieren provocar un exterminio, son insaciables - Alcé la vista a la criatura de nuevo, clavando la vista en esa especie de apéndice final. -¡Tiene una extensión al final, como las serpientes! Puede que se comuniquen con eso, voy a intentar destruirlo- Algunos animales usaban sensores similares para mantener una comunicación que sólo ellos podían entender, como el chasquido de los delfines o el contacto de los felinos.
Podía ser un mal golpe de suerte, pero si conseguíamos que las rémoras cayesen habríamos solucionado gran parte del problema.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 2nd Junio 2018, 10:13
off: lamento la tardanza estoy en exámenes. Esperaba por la respuesta del usuario de Cloe pero he decidido escribir mi respuesta ahora que tengo disponibilidad.
El inhumano exploró durante unos momentos, algo breve hasta que zumbidos bastante intensos llamaron su atención. Un enjambre de criaturas demoniacas, la sensación de que la muerte estaba realmente cerca al solo verlas le erizó un poco los pelitos del cuello sin embargo el inhumano tenía un deber con el mundo en el que se encontraba que superaba el terror que podría infundir esa escena. Podría escuchar disparos, evidentemente estaban intentando defenderse sin embargo dudaba de que por sí solos tuviesen la capacidad de aguantar un tiempo suficiente para su llegada; así que tendría que apresurarse si es que podía llegar a rescatar a alguien.
Idear un plan de acción para enfrentar a esas criaturas sería algo ideal, ¿Un combate aéreo? Podría ser demasiado peligroso, ya que llamaría la atención de criaturas más peligrosas que esas. Se había adelantado lo suficiente del Lockjaw en su búsqueda separándose varios pasos delante. Tenerlo cerca le daba cierta seguridad para explorar e intentar ayudar ya él podría servir de auxilio para cualquier eventualidad. Esperaba no tener que depender de él si hasta que todo hubiera terminado, ya que una vez su compañero se fuera era poco probable que volviese su amigo canino solía distraerse y con tanto problema en todos lados algo encontraría que llamase su atención. Se lamentaba un poco no estar lo suficiente cerca para la acción sería de gran ayuda para ese combate, giró a ver a su compañero canino el cual lo miraba con seriedad, Lockjaw comprendía la gravedad de la situación y esa comunicación que tenían las personas con sus compañeros animales nacida de un vinculo de los más puros que existen sería el canal para que decidieran ponerse en marcha a ayudar de inmediato. Esto se vío interrumpido, el can captaba algo con su nariz, pues pudo verla pulular y hacer que este comenzara a buscar algo.
—Rroo — fue él sonido que emitió el animal al ver como llegaba hasta él un joven con un Klyntar chocaba con él. El instinto animal del Lockjaw no hizo que este tomara una postura agresiva pues era muy empático con las criaturas y pudo sentir el miedo del simbionte también como él simplemente buscaba de una forma muy agresiva de tomar el control y ponerse en resguardo. Ellos no eran un peligro de otra manera ya habría evitado el contacto con esa criatura.
Por otro lado Blackagar no era tan suave, menos en situaciones tensas como la que tenían frente a ellos. Observó con seriedad a la criatura mientras este hacía un comentario un tanto hilarante sobre sacar a pasar al perro, lo cierto era decir que había sido el perro quien lo había traído hasta ahí y no al revés. Sin contestar su comentario señaló en dirección donde todos los problemas estaban desarrollándose, si estaba buscando alguna resistencia lo más probable es que fueran aquellos que se reusaban a morir a manos de demonios; por aquel sector donde Diana y Tortita parecían estar teniendo muchos percances para salir victoriosas.
Comenzaría a caminar nuevamente en dirección hacía donde se encontraba la amazona y pronto el fiel compañero comenzaría a seguirlo, durante un segundo volteó a ver nuevamente al portador de Savage para hacer un ademan de que le siguiera, podrían ir juntos hasta ese lugar y de ahí Blackagar tendría un punto de vista diferente de la situación y podría actuar conforme a un plan concreto. Existía la posibilidad de ahí hubieran gente con capacidad de ayudarle de alguna manera tal vez algo de equipo que pudiera serle útil, pero tenían que apresurarse. Con un paso veloz intentaría llegar hasta ellas pero no logró llego ya que en eso la tierra temblaría.
Se detuvo en seco y su reflejo fue mirar hacia atrás para ver si Lockjaw y el portador del simbionte aun le seguían y si estaban bien, era un temblor muy fuerte, alunas edificaciones cercanas, por su estado deplorable cederían ante el mismo sin embargo Black Bolt parecía inmutarse ante esto. Luego un chillido llamaría de forma chillido su atención, provendría de una dirección más adentrada de lo que ellos estaban, lo que implicaba más peligro aun. Frunció el sueño y miro con molestia en la dirección en la emergía aquél ser de aspecto con forma de pesadilla. Lastimosamente no podría llevar a Savage hasta la resistencia había que encargarse de ese espantoso ser. Inmediatamente Blackagar alzó vuelo para ver con mayor detalle hasta que el rugido le hizo detenerse. “Tengo que detener a esa criatura antes de que esto se ponga peor.” Fue lo único que cruzó su mente en ese instante.
Lo lamentaba por el joven pero no podría acompañarlo, de forma inmediata el inhumano ordeno al perro acercarse con una mirada e indicándole una dirección relativamente segura para el can, igual este podría retirarse en cualquier segundo para que no corriera peligro. Voló a gran velocidad y intentaría ver que tan fuerte era aquella criatura probando su resistencia disparando rayos de energía de su antena tenía que asegurar de con que estaba tratando. Debía moverse con atención ya que siempre podría haber otra criatura peor escondida esperando un momento de flaqueo para atacar por sorpresa.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 7th Julio 2018, 19:18
OOR:
Sorry, tema demasiado chachi para responder con lo primero que se te pasa por la cabeza.
Me coloqué el casco pero no alcancé la salida. La tienda se hundió sobre nosotros como si fuese de paja, los gritos inundaron el ambiente cargado de terror e incertidumbre. Noté como alguien me agarró con una fuerza desmedida el tobillo, impidiéndome avanzar, me colgué el arma en la espalda y traté de sostener la lona para liberar un poco de angustia, pero fue inútil. Distinguí la silueta de varias manos que trataban de ayudar desde el exterior, pero sus intentos fueron en vano, estábamos atrapados y si no conseguíamos salir de esta, moriríamos asfixiados. Me tendí y repté por el suelo, esquivando gente y pasando por encima de aquellos que no podían moverse, paralizados por el pánico – ¡Mamá! – Grité y entorné inconscientemente los ojos, la niebla de polvo complicaba aún más la búsqueda de mi madre, fuera se desataba literalmente el peor de los infiernos.
Un instante después cayeron sobre nosotros, sus garras arañaban la tela, la atravesaban para conseguir alcanzar a los supervivientes que gritaban aterrados, conscientes de que hallarían su final a manos de aquellas criaturas. Una de ellas aterrizó justo encima de mí, no me podía mover, su peso amenazaba con hundirme el pecho, densifiqué mi esqueleto y permanecí inmóvil para que con suerte no repararan en mí, mientras veía como los heridos a los que mi madre y sus compañeros habían tratado de auxiliar se convertían en presas y eran capturados entre alaridos agónicos. Los disparos fueron mermando por segundos, alguna explosión sofocaba por un instante aquella barbarie que resultaba abrumadora para cualquier persona que estuviese cerca.
Luchaba por no unirme al pánico, por no gritar para dejar salir el miedo que me oprimía el corazón, por no coger mi arma y lanzarme contra aquellas bestias abismales o coger las granadas de mi cinturón y lanzarlas sin más. En un acto de supervivencia hice algo que había aprendido cuando empecé a ser consciente de mis habilidades mutantes: Densifiqué los huesos del oído medio, martillo, yunque y estribo. Privada del sentido del oído, fui consciente de que las lágrimas recorrían mi rostro, el visor del casco estaba salpicado de sangre y mis manos estaban cerradas en un puño de la tensión. Respiré profundamente para tratar de calmar mis latidos, el traje era capaz de filtrar el aire pero el olor a putrefacción, a carne quemada, era insoportable, la boca me sabía a mierda. Cuando la criatura me liberó y pude moverme con soltura, recuperé el sentido del oído y puse todos mis esfuerzos en encontrar una melena azul, repté, apartando cuerpos y miembros desgarrados, deslizándome entre los charcos de sangre e intentando que mis movimientos no llamaran la atención. A mi mente venían millones de imágenes, unas de mi infancia, otras más recientes, solo pensaba en mi madre, en que no hubiese sido una víctima más. Lloraba en silencio con el corazón en un puño y alzando la vista, vi como los pocos que quedaban huían en los Jeeps, como todos los esfuerzos por salvarse resultaban inútiles, era una carnicería. Cerré los ojos y apoyé la cabeza en el suelo, tragué la poca saliva que me quedaba y apreté la mandíbula, no era un soldado y por mi condición jamás formaría parte de un cuerpo militar. Pero me habían criado como tal, había crecido sabiendo que rendirse no era una opción, que había que sacrificarse y que cuando creías que ya habías dado el todo por el todo tenías que hacer un último esfuerzo y demostrar de que estabas hecho. Tenía que encontrarla, estuviese como estuviese, y llevarla a casa, era a lo que había venido, tenía un objetivo y lo iba a cumplir. Apoyándome en los antebrazos acorté la distancia hasta el último punto en el que recordaba haberla dejado y no encontré nada. Estaba el camastro retorcido y varias partes de cuerpos diferentes, ropa hecha jirones, pero ni rastro de mi madre, revolví todo lo que pude y entonces lo vi. Un mechón de pelo azul, enganchado en una pata de un carrito. Lo cogí entre mis dedos y me incorporé justo para ver como la situación era capaz de empeorar aún más.
Un terremoto, probablemente de escala siete sacudió la tierra, destruyendo lo poco que quedaba en pie y sumiendo en un caos absoluto el campamento. No tuve a dónde agarrarme y caí de espaldas, no fui consciente hasta ese instante de que el cielo estaba cubierto de negro, una nube densa de humo que parecía no tener fin y que no dejaba ver el sol, la única luz provenía de una columna de magma infernal que se alzaba hasta el cielo y daba un matiz rojizo allá a donde la vista alcanzaba. Cuando el temblor paró y pude incorporarme pude ver con horror como todas las criaturas permanecían inmóviles mirando en la misma dirección, después de una sacudida menos intensa una luz azul brotó del suelo, no muy lejos de donde yo me encontraba. Un grito ensordecedor me obligó a privarme de nuevo del sentido del oído, tenía que aprovechar ahora que todo parecía haberse congelado, así que empecé a moverme, y retomé la búsqueda de mi madre.
No tardé en encontrarla, estaba sentada con la espalda apoyada en lo que parecía un bidón, estaba en shock, se sostenía el brazo izquierdo y miraba al frente con la vista perdida. Saqué una pistola del muslo y fui a su encuentro, no me iba a detener a evaluar su estado, la sacaría de allí con la gema, me costará lo que me costara y así lo hice. El único lugar en el que pude pensar cuando mi mano tocó la gema fue en el puesto de control, donde sabía que mi abuelo podría encontrarse con total seguridad. Mi aparición sobresaltó a dos soldados, el resto andaba enfrascado en los monitores, dando respuesta a los efectivos desplazados y ejecutando las órdenes de sus superiores.
- Ayudádla, está en shock – No escuché mi voz, ni la del soldado, ni el revuelo que se formó en cuanto mi presencia se hizo notoria. A lo lejos me pareció ver a mi abuelo pero probablemente mis ganas de que esa silueta fuese la de él me estaban jugando una mala pasada. Eché un último vistazo a mi moribunda madre, estaba cubierta de polvo y sangre, tenía un aspecto deplorable. Cuando retrocedí, tenía muy claro mi siguiente paso, ya había tomado una decisión, sensata o no, pero después de haber estado en la boca del infierno no podía desentenderme, no estaba echa para eso.
Olía a nuevo, como un coche. En cualquier otra ocasión me habría quedado embelesada admirando el prototipo, tocando todos y cada uno de los botones pero no era el momento. Me bastaba con saber que las baterías estaban cargadas, que funcionaba a pleno rendimiento, miré a izquierda y derecha, probablemente no volverían a ver a su hermana, pero Bagheera se venía conmigo.
- Tendrás que dar muchas explicaciones si vuelves – La voz de Nathan sonó alta y clara. No, ahora no. - Me tengo que ir. - No voy a detenerte Chloé, no voy a hacer preguntas, pero no pienso dejarte sola. Tu traje tiene geolocalización, ¿Lo sabías? Y el angar sensores de movimiento, cámaras y otras tonterías del ejercito. - Adios Nathan. - Habilita los transmisores del traje, pulsa el 09 de tu pecho y estaré contigo - Me quedé quieta por un momento, ¿De verdad quería hacerle partícipe de todo esto? Es probable que presenciase mi propia muerte.Y dime Chloé, ¿De verdad crees que vas a poder con esto tú sola? Suspiré e hice lo propio. El traje se adhirió a mi cuerpo como una segunda piel, el visor del casco se iluminó mostrando todo tipo de datos. Esperaba que fuese suficiente, respiré profundamente, cerré los ojos y volví al campo de batalla.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 18th Julio 2018, 11:35
OFF:
Lamento la tardanza, las recuperaciones me estaban matando lenta y dolorosamente
-Un hombre de pocas palabras ¿eh? pensé mientras seguía al extraño hombre con la antena en la cabeza, con tan solo verlo ya me daba cuenta que no era un civil común. O era un superhéroe, o su nivel de fanservice era tan grande que incluso había disfrazado a su colosal mascota a juego con su imagen.
Extrañamente Savage comenzó a calmarse un poco desde que nos habíamos encontrado al perro, centrándose más en su figura que en el infierno que nos rodeaba (literalmente). Con el simbionte tan agitado iba a ser muy difícil el controlarlo, pero al menos me consolaba saber que aunque las funciones ofensivas de Savage pudiesen estar KO, el revestimiento pasivo que me rodeaba ya me proporcionaba una resistencia bastante mayor que la del humano promedio.
Mirando en la dirección a la que nos dirigíamos, vi como el extraño apuntaba directo hacia el centro del cotarro, parecía un tipo directo; de los que me gustaban. Quizás no pudiese ser de mucha ayuda a la hora de acabar con esos bichos, pero un par más de manos para evacuar civiles siempre serían de ayuda, y así podría acercarme aún más a la zona de seguridad donde esperaba que se encontrase mi madre.
Pero de repente Savage comenzó a alarmarse, provocando que me parase de forma abrupta, para que en cuestión de segundos un gran temblor comenzase a afectar a toda la zona. Sofocado por toda la confusión que se me estaba generando en la cabeza por culpa de mi unión simbiótica, tuve que quedar de rodillas en el suelo mientras me llevaba las manos a la cabeza. Pero lo peor aún estaba por llegar, y en cuestión de segundos un demoníaco monstruo del tamaño de varios edificios emergió de las profundidades mientras profería un potente grito.
Eso fue como la gota que colmó el vaso de mi estabilidad mental, cayendo inconsciente al suelo debido a al presión craneal que sentía.
Dentro de mi mente solo podía notar como si alguien me estuviese dando una paliza mientras que Savage a duras penas era capaz de sobrevivir a esta, sin duda el hecho de que yo le impusiese mis propias barreras para que no se escapase de control lo debilitaban ampliamente. Sabía que si seguía tumbado, o era un estorbo para el hombre y su perro, o incluso podían haberme abandonado a mi suerte; tenía que actuar de cualquier manera, pero actuar.
No sé como se desarrollarían las cosas después de que lo hiciera, pero mucho peor no podían estar, por lo que decidí dejar a Savage tomar totalmente el control, por instinto iría a atacar al origen de su dolor, por lo que en principio siempre y cuando los civiles se mantuviesen alejados de la pelea no creo que los llegásemos a dañar.
Antes de que me diese cuenta, mi cuerpo reaccionó a los comandos de un Savage que solo quería desgarrar hasta la muerte a aquel bicho, levantándose rápidamente para correr a pleno pulmón en la titánica figura mientras materializaba una cuchilla en cada mano. Al menos yo era capaz de ver lo que Savage estaba haciendo con mi cuerpo y como se desarrollaba el conflicto a nuestro alrededor.
Como supuse, el hombre de negro tenía poderes, volando cerca del monstruo a la vez que le lanzaba rayos de energía para llamar su atención. Cerca de este, una mujer con aspecto de guerrera de la antigüedad estaba ascendiendo hasta atacar uno de los apéndices de la criatura y ¿Iron Man? No, una mujer con una armadura de un aspecto semejante también se introducía en la refriega. Parecía que no era el único apto para el combate, si nos organizásemos de forma concreta e ideásemos alguna estrategia para rodear e intentar poco a poco inmovilizar a la bestia quiz...
-Cállate la puta boca humano y aprende- gritó Savage mientras lanzaba una telaraña en dirección a un demonio volador para así impulsarse en dirección a la cabeza del demonio alfa mientras preparaba las garras.
Veía cierta lógica a la acción de mi temerario compañero, por una parte, casi todos los seres vivos compartimos el rasgo anatómico de que nuestra cabeza es nuestro "punto débil" ya seas un demonio, un alien o un chiguagua. Por otra parte, podríamos llegar a cegar al enemigo si éramos capaces de rajar sus ojos, facilitando el combate al resto de héroes.
No obstante, creo que Savage se había olvidado del pequeño detalle de que éramos meros insectos en comparación a nuestro rival, es decir, nos estábamos adentrando en la boca del jodido lobo demoníaco y este nos iba a aplastar cual moscas. Sin duda el klyntar no era el mejor de los estrategas pero si ganábamos algo de tiempo para el resto, merecería la pena.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 18th Diciembre 2018, 02:23
[FDP: Disculpad el parón, chicos. Siento mucho que hayáis tenido que vivirlo, y más en un evento. Para aliviar un poco las cosas, he narrado una escena de pelea para que entendáis que esta se prolonga y tengáis opción de luciros más con una situación ya desarrollada. Si alguien tiene un problema con el uso que he hecho de los pjs durante la misma que me lo haga saber y editaré sin problemas para satisfacer vuestras peticiones. Tened en cuenta que lo hago con intención de proporcionar un poco de ritmo, pero lo último que quiero es que estéis descontentos en un evento que esta hecho para que lo disfrutéis. Cualquier cosa, ya sabéis que estoy a un mp.]
Por extraño que pareciera, había algo en común entre todas las personas que corrían sobre las dunas deformadas de ese desierto que el infierno había reclamado para sí. Cada uno de los corazones que latía frenético lo hacía con un único objetivo. Continuar viviendo un día mas. Los cuerpos aplastados, la carne muerta exponiéndose al sol, las caídas y los gritos no eran mas que consecuencias del instinto de supervivencia actuando hasta el extremo, del miedo a la muerte en su exposición más dramática llenando el ambiente de pánico y horrores que parecían sólo reservados a la más retorcida ficción. De entre todos ellos sólo unos pocos estaban preparados para aguantar el sometimiento del terror. Armados y entrenados durante años se sobreponían a ello mecanizando hasta el último de sus movimientos en forma de órdenes, y deshumanizaban el mas bajo de sus instintos para no romper la cadena de mando. Todo para no caer en la barbarie que sin ellos, daría lugar a mundo que se sometería sin reservas a una crueldad que ni las pesadillas se merecían.
En la oscuridad de un cielo encapotado por el azufre la columna de fuego partía el mundo en dos con un rugido ensordecedor. En el escenario lúgubre unos cuantos corazones latían al unísono sin que ellos se percataran. Con un objetivo nítido y sin importar lo enrevesado de sus caminos personales, aquellos que les habían llevado a ser quienes eran, toda esperanza residía en el tañido brillante que sus intenciones desprendían.
Ellos se diferenciaban del resto no porque no quisieran sobrevivir, si no porque inmerso en ese deseo refulgía una causa aún mayor y mas noble que el enemigo al que se enfrentaban. No sólo lucharían con todo su ser vivir para ver el mañana. También era lo que querían para los demás. Para todos y cada uno de los supervivientes que pudieran salvar, incluso si para conseguirlo hacía falta arriesgar sus propias vidas. Incluso si la verdad era que se hacía por causas personales y egoístas, el fin, que era bueno, era lo que quedaría grabado en la conciencia de todos aquellos que les vieron precipitarse desde sus diferentes posiciones hacia la inmensa bestia que emergió del suelo, con la salvedad de uno de ellos. Una pequeña niña oriental que quedó congelada en el sitio, mientras la amazona, la guerrera táctica, el simbionte y el inhumano se lanzaban sin atisbo de duda a confrontar a una criatura salida del mismísimo averno.
La mente de la amazona era de pensamiento rápido sobretodo en la batalla, y habituada como estaba a enfrentarse a los dioses, tenía suficientes ideas de cómo aproximarse al enemigo. Corrió cogiendo impulso esquivando a quienes corrían en contra dirección, alzando después el vuelo vertiginoso para aproximarse hasta la criatura gigantesca, golpeando en el proceso a una de las rémoras, haciendo que su cuerpo estallara al chocar contra otra en una explosión de apestosa sangre negra que cubrió la arena que se levantaba a su paso. Se vió obligada a variar su dirección de manera repentina a causa de que l monstruo cambió de manera abrupta su posición.
Uno de los rayos de Blackbolt impactó contra uno de sus flancos, haciendo que la criatura reaccionara con velocidad para dirigir la cabeza hacia su dirección soltando un atronador rugido que provocó un vendaval ardiente que hizo ascender la ya asfixiante temperatura al menos veinte grados mas de golpe. El interior prometía ser un infierno de llamas a pesar de lo azulado de su color, por el calor corporal que desprendía. A pesar de su tamaño, sus movimientos eran ágiles y rápidos, y aunque otros dos rayos impactaron en su cubierta, nada frenó la carrera que le hizo avanzar hacia black, tomando impulso con las patas traseras dispuesto a impulsarse y atraparlo como un gato trata de cazar una mosca.
La amazona efectuó entonces una parábola dispuesta a olvidar por un momento la cola con el objetivo de distraer la persecución interceptando la atención de la criatura, a la que golpeó con brutalidad en pleno vuelo obligándola a ladearse y que trató de morderla en cuanto la detectó. Las mandíbulas se cerraron tras ella. No habían estado cerca de alcanzarla, pero ese terrible crujido atronador prometía un final que no podía permitirse por un mal cálculo. Volvió a salir de su ángulo de visión, a tiempo para observar como el simbionte se abalanzaba gracias al impulso sobre una de sus patas traseras. Su estructura era dura, y llena de bultos que le permitían asirse pero el movimiento no lo hacía tarea fácil ni tratándose del simbionte. Éste le propició unas cuantas cuchilladas antes de darse cuenta de que penetrar en ese tejido era una tarea ardua y extenuante. Tuvo que asestarle varios tajos antes de que la criatura sufriese una incomodidad suficiente como para tratar de desprenderse de él, sacudiendo el apéndice del que se sujetaba con violencia.
Un brillo entró en su campo de visión cuando de entre las filas del ejército apareció una figura seguida de un felino metálico, ambas corriendo hacia su dirección. Tres rémoras fueron exterminadas en el proceso que la llevó hasta allí, gracias a su pericia en campo abierto. La mutante centró la atención de sus armas hacia la pata delantera del inmenso ser. Ese era su punto de apoyo, mientras con la otra trataba del alcanzar a blackbolt, que continuaba incesante su ataque, a veces acertando y desviando el peligro, a veces errando a causa de la velocidad y sinuosidad con que la criatura se movía. Dos aviones les sobrevolaron, expulsando una salva explosiva que llenó el aire de ruido y confusión, lo cual hizo que las rémoras se retorcieran confundidas tal vez por el exceso de ruido.
A pesar de la escasez de los efectivos, que continuaban las labores de rescate, los cuatro entretuvieron a la bestia lo bastante como para que les prestara atención a ellos y no al tumulto que aún trataba de ponerse a salvo. De entre todos los sonidos uno hizo que se les encogiera el estómago, de algún modo vaticinando algún peligro próximo. Algo que sin duda sería una mala noticia. La bestia clavó las cuatro patas en el suelo, e insufló aire. Su instinto les gritó que se retiraran, justo a tiempo para comprobar como un haz de fuego azulado salía disparado de su mandíbula abierta. Siguiendo la trayectoria de Blackbolt, dibujó una estela en el suelo que se alzó en forma de escarpados picos. Unas siluetas que enseguida se les hicieron familiares, pues se veían alrededor de toda la zona donde antes estaba la meca. Sólo los reflejos de Lockjaw salvaron al inhumano al teletransportalo cerca de su posición en un esfuerzo que le hizo aproximarse al peligro. La suerte hizo que las posiciones del resto no fueran propicias para entrar en ese haz de fuego.
La cabeza de la criatura se movió de lado a lado, en una clara e incesante búsqueda de unas presas que habían tratado de refrenar su caza, y tanto le habían molestado. Sacudió la cola con un latigazo que amenazó con golpear a los dos que habían quedado en su retaguardia, mientras por un momento la amazona valoraba desde su posición privilegiada de vuelo las circunstancias.
El ser rascó el suelo plagado de espinas, convirtiéndolas en polvo bajo su peso al aplastarlas, como si pensara que les había alcanzado, y que estaban entre los escombros de esas extrañas formaciones que había construido con su propio aliento ígneo. Pero era cuestión de segundos que se percatara de que no estaban allí. Su búsqueda se volvería mas encarnizada, su caza mas voraz. A modo de preparación volvió a insuflar aire, mientras se giraba sobre si mismo, dispuesto a mirar hacia su retaguardia. Por dañino que fuera su propio aliento, no parecía tener ningún problema para usarlo, pero si para convertir los esfuerzos del grupo en uno aún mas desesperado por conservar el pellejo.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 15th Enero 2019, 21:29
Aquella criatura no conocía el miedo ni el control. Mi intento no sólo había resultado fallido sino que estremeció mis sentidos con aquel gruñido que parecía de mil voces. Alcé el vuelo de nuevo trazando los planes posibles en mi cabeza, en un análisis de éxitos que apostaba por el caballo perdedor.
Era indescriptible. La guerra nunca resultaba agradable, fueran los bandos que fueran. Sabía bien que los humanos no entendían que a las amazonas nos gustase la batalla y no la guerra. No comprenden que no toda la batalla termina en muerte y que lo que realmente amamos es tener un motivo por el que luchar. Sin embargo, lo que ocurrió allí estaba lejos de ser una batalla más. Era una de esas situaciones en las que ese motivo debía resonar en mi mente con más fuerza que nunca hasta recordar inexpugnable por qué lucho por dos mundos tan distintos y por qué amo tanto el planeta que ahora, resquebrajado y roto, se derretía en mil pedazos bajo el influjo del volcán infernal. Tras intentar maniobrar quebrando el apéndice y habiendo tenido que desviar la maniobra, cambiando de planes, me detuve un instante a observar. La imagen deleitaría a Fobos y Deimos como pocas veces les habría visto gozar. Los humanos escapaban como hormigas de un niño cruel que les apunta con un cristal bajo el sol y cuando resolvíamos una circunstancia parecía no ser suficiente y el infierno se nos adelantaba. Entristecida, cerré los ojos con fuerza para abrirlos después, tratando de vislumbrar entre la bruma de ceniza, polvo y humo. No estaba sola. Entre el olor a sangre seca, barro y polvo unos compañeros entre los que pude reconocer al líder inhumano al que saludé con un gesto leve de cabeza, se apresuraban hacia la criatura, cada uno por su propio albedrío. Suerte tendrían si no se mataban entre ellos por no saber que estaban ahí.
Envainé la espada, llevé dos de mis dedos a mis labios y di un silbido con potencia para llamar la atención de todos. Tomé aire para gritar tan alto como pude - ¡¡EH!! SOMOS CINCO. GRITAD VUESTRAS VIRTUDES PRINCIPALES PARA SABER CÓMO TRABAJAR. UNO DE NOSOTROS NO PUEDE HABLAR, PERO SE ADAPTARÁ- y al tiempo que la criatura se hinchaba de aire yo busqué con la mirada a cada uno de esos cinco, encontrando a la pequeña congelada en medio de esa tortura para los sentidos. Sin pensarlo un instante volé hacia ella tan rápido como pude y luego desvié la dirección casi noventa grados para llevarla hacia el último de los camiones que se alejaba, llevándola entre mis brazos. -Oye, tienes que salvarte. ¿Vale? Cuando acabe todo esto, iré a verte. Así que tienes que seguir viva. No puedes bloquearte. Ahora no, pequeña, porque eso significa no volver a comer tortitas nunca más- Aproximándose al camión di un último impulso para dejarla en la carga de atrás, rezando a Thesan para que la protegiera e hiciera con su amanecer que lo oscuro quedase atrás. Ni los gritos ni los pataleos de la niña me hicieron cambiar de rumbo. Ella era nuestro futuro y era lo más valioso a proteger.
♪♫♪♫
Volví dejando atrás el poco aire fresco que había podido disfrutar en ese pequeño recorrido y súbitamente echó una bocanada de aire abrasador en un rugido que hablaba de otra tierra. Me estremecí y luché contra mi voluntad e instinto por no marchar, por no perder la concentración… Había que intentar trabajar juntos. -TIENE UNA BRECHA EN EL CRÁNEO Y CREO QUE SE COMUNICA CON EL RESTO USANDO EL APÉNDICE DE LA COLA. LOS DOS, ID A INTENTAR DESTRUIRLO, BLACKAGAR, CONMIGO- sabiendo que los gritos pueden tensar al hombre más tranquilo, me desvié esperando que Black me siguiera mientras, en el aire, me situaba sobre la cabeza del ser a una distancia prudencial. -Confío en tu puntería, voy a retenerle lo mejor que pueda pero necesito que concentres toda tu energía en el agujero de su cráneo. Yo estaré cerca, pero espera a que le retenga. En el instante en el que esté colocada, dispárale todo lo que tengas para destruirlo-
Sin esperar confirmación, volé directa a su cráneo a toda velocidad mientras desataba el lazo de Hestia de mi cinturón. Lancé el látigo contra la mandíbula del monstruo, luchando por tenerle tenso a modo de bozal, sabía que la resistencia que hacía el lazo por sí mismo, a pesar de ser indestructible, no sería suficiente para que la bestia volviera a abrir las fauces, así que tuve que posicionarme sobre el hocico de aquel ser, sedente para poder cumplir el plan. Sostuve un extremo del lazo en cada uno de mis brazos para asegurar que no volvía a abrir la boca y tensé con mis brazos uniéndolos todo lo posible y que así no volviera a repetir la desagradable escena que acababa de contemplar. -¡YA!- Manteniendo la fuerza avisé a Blackagar para que desprendiese su potencial sobre la brecha de aquella criatura.
Aguanté todo lo posible, contra el fuego, la fuerza resistente y los volantazos de aquella bestia mientras intentaba evitar que rugiera o impregnase de su aliento flamígero el mundo que amaba.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 25th Julio 2019, 21:18
¡¡AVISO IMPORTANTE!!: TODOS LOS PARTICIPANTES TENÉIS HASTA LA SEMANA QUE VIENE PARA RESPONDER O EMPIEZO A SALTAR TURNOS, Y A PARTIR DE AHORA CADA 10 DIAS TIENE QUE HABER UNA RONDA. A LOS QUE NO RESPONDAN, ENCONTRARÉ UNA MANERA DE SACAROS DEL EVENTO CON SUS CONSECUENCIAS. GRACIAS POR VUESTRA ATENCIÓN.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 29th Julio 2019, 13:10
Como esperaba, toda mi participación era bastante inútil, literalmente me encontraba entre dioses peleando con un coloso demoníaco que hacía parecer a Savage un chiguagua con malas pulgas, pero aún así tenía más opciones que cualquier otro miembro de SHIELD que a duras penas era capaz de retener a los soldados rasos del ejército demoníaco.
El demonio tras varios intentos infructuosos de rebanarle una pierna, se deshizo de mi con un fuerte golpe mándandome a volar lejos. Por suerte Savage redujo el impacto de la caída, levántandome a duras penas para posteriormente ser víctima del aumento de calor del ambiente debido a su rugido. Para empeorar las cosas un fuerte silbido hizo que me doliese la cabeza, sin duda esta era la situación en donde Savage y yo estábamos más al límite; era como si nuestras dos debilidades se hubiesen juntado en el campo de batalla.
Desesperado, me giré para ver quien había sido el origen del silbido anterior, quedándome embobado ante la imponente figura de la amazona yendo directamente hacia el monstruo sin miedo alguno. Si mi memoria no me fallaba (algo totalmente posible tras tantos golpes en la cabeza) aquella era Wonder Woman, una de las heroínas más reconocidas del nuevo mundo. Sin duda ahora entendía porqué, tenía la habilidad de comandar y motivar a sus aliados con su simple presencia.
Con ánimos renovados lancé otra telaraña en dirección a la colosal criatura, y me impulsé en dirección a la cola, tal como me había dicho.
-¡Tus deseos son órdenes señora!-grité mientras hacía una leve reverencia en el aire a forma de saludo intentando subir un poco el ánimo del resto de combatientes. Mejor no decirle de que era capaz, o quizás el siguiente monstruo al que iban a cazar sería yo.
Tras estar ya cerca de la cola, volví a lanzar directamente otra telaraña en dirección al apéndice para que se fije directamente en él y me dirigí a toda velocidad hacia el objetivo, transformando mis brazos juntos en una gran guadaña lista para dar un gran corte a la extremidad en cuanto estuviese a la distancia necesaria
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 14th Diciembre 2019, 17:41
Agradecía haber traído consigo a Lockjaw, si bien no le gustaba poner en riesgo a mi familia en ese momento el rey inhumano abrazaba con fuerza a su compañero. Le había salvado la vida pero no había tiempo para ponerse emocional. Volaría para incorporarse a la batalla que no parecía poner fin alguno. Como todo buen estratega se dio un momento para observar a detalle que estaba ocurriendo. Aquella criatura parecía entretenida con otros héroes que eran participes de lo que ocurría, fue bueno sentir que no estaba luchando por si solo contra esa gran criatura. Se había ensimismado en hacer lo que pensaba que era lo mejor que no había detallado a los que su alrededor luchaban sin descanso para poner fin contra estas criaturas demoniacas.
“Muy bien muchacho, ahora debes seguir ayudando civiles, no quiero que te sigas exponiendo a este peligro.” El inhumano no podría tolerar perder a su mejor amigo, eso sería una dolor que simplemente no querría en su vida.
Spoiler:
En su vuelo me vería interrumpido por una voz de mando que me era familiar, demasiado como para creerlo. Al voltear sería la misma Wonder Woman, la que había visitado la Quiet Room en el pasado reciente. En su momento estaría simplemente agradecido de contar con su apoyo para una situación tan apocalíptica. Una voz que daba órdenes sencillas y lacaras, organizarnos para conseguir hacer una mejor ofensiva, inmediatamente volé, extendiendo mis manos hacia adelante apuntando en su dirección. Un gesto serio y asintiendo rápidamente fueron las señales claras de que comprendía el mensaje.
Volábamos sobre la criatura pero distanciados para no recibir algún ataque directo en caso de que lo hiciera podríamos sobrevolar para evitar ser víctimas del fuego enemigo. Inmediatamente comencé a concentrar mucha energía. La antena en mi frente comenzaría a brillar y a liberar rayos que eran señal de que algo se aproximaba. Diana no esperó en ningún momento por alguna señal, por lo que podría que no viera a Black Bolt concentrar toda esa cantidad de energía en su cuerpo. Un aura de energía cósmica a su alrededor. Potenciado volaría a toda velocidad en dirección hacía su encuentro con la bestia, su compañera había hecho un gran trabajo inmovilizando a ese monstruo del inframundo.
La fisura estaba completamente a la vista, pero no quieta del todo, había el claro forcejeo de ambas partes. El descenso fue rápido y se impactó contra el cráneo, el golpe no sería demasiado potente como para atravesar su piel pero me afianzaría y me pondría a una distancia de la que no podía fallar. Mis ojos brillaban con mucha intensidad al igual que mi antena. La cantidad de energía que me rodeaba era tal que la propia criatura aun sin ser atacada sentiría una gran fuerza aproximarse contra ella.
Spoiler:
En ese momento, Blackagar solo podía pensar en una cosa, en todo el bien que estaba haciendo, todo el peligro que estaba corriendo era por buena razón que era preservar la vida. Al abrir la boca y liberar toda esa energía cósmica en un solo ataque, en un solo punto era mortal, no solo para esa aberración si no para diana y también el propio Black Bolt. —VETE— Un claro mensaje tanto para Diana que debía retirarse de allí para que no saliera herida, pero su voz producto de todo ese poder se escucharía más como un arma nuclear que como una voz.
Esperaba eso fuera suficiente como para poner fin con esa criatura, la gran explosión de energía cegaría a todos los presentes. Y a todas las criaturas voladoras que amenazaban contra los civiles. Incluso aquello que estaban escapando de La Meca y estaban a varios kilómetros de la ciudad notaría el potente destello, magnifico y aterrador del poder del Rey inhumano. No estaba seguro de si viviría para contarla otro día al liberar todo ese poder a quema ropa, le habría gustado ver a su familia una vez antes de tomar esa decisión, pero aunque estuvieran allí y le pidieran que no lo hiciera, saltaría al peligro nuevamente, porque era lo correcto, era lo que se tenía que hacer y era lo que los héroes hacían.
Las consecuencias de este movimiento eran inesperadas, pero seguramente habría daños por toda la ciudad a causa de esto. Con suerte nadie inocente saldría herido.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 11th Marzo 2020, 00:12
Por un lado, la mujer albina de ojos violetas tenía muy claro su objetivo. Lo primero para ella había consistido en salvar a su madre, y si bien es cierto que su carácter altruista la impelía a continuar con la labor de proteger a los inocentes que estaban siendo masacrados una vez se había asegurado de que sus seres queridos estaban a salvo, o todo lo a salvo que podían estar teniendo en cuenta que el mundo se estaba transformando en el mismísimo infierno, había vuelto al campo de batalla con intención de afrontar lo que fuera necesario armada con su traje de batalla y aquella extraña gema a la que poco a poco estaba aprendiendo a sacar partido. Pero no contaba con que a causa de la inmensa criatura envuelta en un halo azulado a la que los héroes hacían frente, las rémoras habían continuado con su ansia de destrucción mas allá de los límites de lo que parecía ser la "reina" de su colonia.
Los camiones trataban de marcharse lo más rápido posible. En su interior todo eran madres cogiendo a sus hijos contra su cuerpo con tanta vehemencia que cualquiera podría llegar a pensar que querían volver a meterlos de vuelta en su útero, con tal de que no tuvieran que presenciar el mundo despiadado al que les habían traído. Había gritos, lloros, y la pequeña coreana podría jurar que entre los supervivientes que estaban escapando había también algunos cadáveres. Quizá cuando subieran al camión estuvieran vivos. Ahora ya no lo estaban. La confusión se hizo presa de ella cuando Wonder Woman la cogió por los aires y la arrastró hasta uno de los camiones donde se quedó con los ojos como platos, por mucha dificultad que eso pudiera tener para la oriental. No intercambió mas allá de unas palabras de aliento, que en ese momento, le parecieron sorprendentes. La realidad es que en ese estado ella no podía hacer nada, mas allá de huir. No podía transformarse de día. Aún así, cuando quiso darse cuenta, estaba trepando de la parte de atrás del camión y deslizándose fuera justo antes de que se pusiera en marcha.
Si tenía suerte no moriría y tendría la oportunidad de pensar porqué había cometido semejante estupidez.
Chloe sin embargo, estaba ocupada tratando de alejar, junto con el resto de soldados que intentaban cubrir la retirada las terribles rémoras que solo parecían en matar, matar y matar. Los camiones se perdieron a través de las dunas y recibieron una de las órdenes mas extrañas que podían haber recibido. Que se dispersaran. Consideraban que siendo varios objetivos tendrían mas probabilidades de que alguno de ellos sobrevivieran. Era también una orden que evidenciaba el nivel de desesperación de los altos mandos, a los que su trabajo se les hace mas sencillo cuanto menos tienen que mirar a los ojos a las personas a las que están condenando a muerte por el bien de su país. Chloe tomó una decisión definitiva. Era el monstruo, o los inocentes, y decidió que haría mas falta entre las filas de los que no podían defenderse. Algo que no le sirvió de mucho, teniendo en cuenta que un grupo de rémoras la interceptaron por el aire, como si alguien le hubiera tirado una andanada de balas de cañón. Sintió su cuerpo impactando contra el suelo y cómo el acero de su traje se hundía en su carne con los bocados que esas criaturas le propiciaban. Al calor era asfixiante, sus sistemas fallaban... y por muy entrenada que estuviera, nada le preparaba para la terrible certeza de que la iban a devorar viva que sintió ese día. Así que utilizando la gema se marchó de allí, llevándose consigo alguna de las criaturas, a las que se vieron obligados a hacer frente con las consiguientes bajas en el cuartel general. Algo que pesaría en su conciencia para siempre.
Mientras tanto, en el desierto, los héroes pudieron sentir un soplo de esperanza con la llegada de la amazona. Imbuidos con la fuerza de quien se sabe en mejor posición que segundos antes, los héroes se coordinaron entre ellos para procurar inmovilizar a la criatura, lo cual propició que el inhumano tuviera la oportunidad de aproximarse a aquella inmensa cabeza que era como una plaza pequeña y centrar un potente ataque al agujero de su cabeza, todo ello al tiempo que el simbionte recorría con la agilidad que sólo una criatura de sus características podía mostrar, y se transfiguraba para tratar de cortar el apéndice que en apariencia daba las órdenes al pequeño ejército devorador que habían tenido la desgracia de ver actuar instantes antes. La coreana presenció todo desde la distancia, intentando buscar cobertura en el interior de un barril volcado que le dio el aspecto de un extraño cangrejo hermitaño humano.
Tras los fuertes cortes del simbionte la cola explotó, y la criatura la meneó con fuerza, lanzando al simbionte despedido hacia los restos del campamento, desintegrándose en una nube de una sustancia luminiscente azulada que salpicó parte de la superficie de la arena. El olor era una mezcla hedionda insoportable que habría hecho llorar al mismísimo satanás. Una mezcla de azufre, cadáver putrefacto y carne quemada. El grito de Bolt atravesó entonces el agujero del cráneo de la criatura, y una llamarada salió de sus fosas nasales cuando un último gañido gutural atenazó la garganta sellada del demonio...
El estallido generó una honda expansiva que lanzó a los héroes en diferentes direcciones. Cayeron en los restos azulados de lo que habrían denominado su sangre, aunque era mas como una brea caliente y repugnante. El demonio había explotado, pero sus restos no habían caído, como cabía esperar. Se quedaron suspendidos como una terrible humareda, como una tormenta contenida por el extraño marco de un cielo sangrante y un suelo de arena dorada. Entonces se concentró y convulsionó con un sonido que ninguno de ellos había escuchado jamás. Si el horror sonara de alguna forma, sin duda sería así... y esa extraña nube tormentosa se expandió, convirtiendo su mundo en una niebla negra. Envolvió a los héroes, que no conseguían ver un palmo mas allá de sus narices. El olor parecía asfixiarlos y habrían jurado que el calor que desprendía esa negrura estaba pensado para cocinarlos vivos.
Cuando la oscuridad alcanzó a la niña coreana, una deflagración intensa surcó su cuerpo y por primera vez, el convertirse de día ni hizo que se desmayara. Lo que hizo fue peor. Ahora que había resuelto colaborar con la entidad que vivía en su interior, pudo detectar algo que jamás había sentido...
El espectro de la venganza estaba nervioso...
Escuchó un chillido a su espalda, y algo lo atropelló reventando el barril en el que hasta entonces se había escondido. Miles de patas se clavaron en sus huesos mientras las rémoras, organizadas como un banco de pirañas, se dirigían hacia el charco azulado en el interior de la nube negra. Esa extraña melaza los atraía como un cebo. Sólo necesitaban su rastro. Algo más complicado para los héroes, que no tenían modo de ver ni a los amigos, ni a los enemigos. Era peor que estar cegado. El olor y el calor eran terribles, y aún tardarían unos preciosos segundos en recuperarse del sonido de la explosión.
Quizá no lo bastante para evitar que les devoraran vivos.
Por su parte, el Ghostrider se puso en pie afrontando esa negrura. En otras circunstancias sería capaz de seguir su instinto, buscando sus almas. Pero no con esa neblina de por medio. Kim HwaJae, dentro del fantasma de la venganza, tuvo que soportar los recuerdos que éste vertía en su cabeza.
Recuerdos de su estancia en el infierno, donde él no era mas que un paria. Donde vivía agresiones, era perseguido, humillado y torturado de las peores maneras. Viviendo en sus huéspedes tenía un cometido. Cumplía una misión... y estaba a salvo.
Ahora no había dónde esconderse.
[FDP: Chicos, en este turno os toca pelearos a ciegas como podáis contra las rémoras. Tened en cuenta que os dejo libre cuánto del mejunje azul habéis recibido. Al explotar el bicho ha salpicado, si habéis caído en la arena estaréis rebozados, y Savage tendrá restos mínimo en las manos. Cuanto más intenso sea vuestro rastro mas rápido os llegarán. Son ruidosas, pero tardaréis unos cuantos segundos en recuperaros tras lo de black bolt. La tormenta se ha expandido de una manera brutal, o sea que salir resultará complicado aunque no imposible, y debéis tener en cuenta que en negrura total, ubicarse uno mismo es difícil. ¡Mucho animo y suerte!]
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 18th Marzo 2020, 08:49
Un estadillo intenso, me enviaría lejos de allí sin mucho pudiera hacer. Mi voz era una herramienta muy peligrosa que podría traer mucha más destrucción que beneficios, por ello al ahora de hacer uso de tal poder tenía que asegurarme de que eran realmente era necesario y que no había otra opción para salvar a todos los presentes. Toda esa energía liberada en la falla en la defensa de esa criatura había sido una exageración. Difícil de medir algo como eso, destruir una amenaza a cambio de generar más destrucción, el claro ejemplo del fin justifica los medios.
La explosión causa de aquel ataque de energía había enviado al Rey inhumano aun viaje directo a los escombros próximos generando un fuerte impacto pared tras pared hasta encontrar con algo que detuviera su caída. No fue nada más y nada menos que más escombro en su espalda, necesitó algo de tiempo, ya que de los héroes presentes él uno de lo más próximo a esa explosión. Suspiró tratando de agarrar algo de fuerza pero su cuerpo estaba adolorido aun pero en cierta manera se alegraba de que ya hubiera terminado. Tal vez no había terminado y eso era solo un calentamiento de lo que esperaba, sintió una gran oscuridad sobre él, mayor a la que ya había, sentir esa pérdida de una fuente de luz fue alarmante y lo que me hizo alzarme del muy incómodo colchón que escombro.
No podía llamar a Diana o a Lockjaw, este seguramente se habría ido al el peligro ser demasiado, o habría ido a ayudar a los civiles al llevarlos muy lejos del peligro a muchos varios kilómetros de allí. Que suerte que no estaban ninguno de sus compañeros inhumanos allí, no querría exponerlos a un peligro como este, pero seguramente ellos querrían venir y enfrentar la adversidad como buenos héroes.
Una sustancia pegajosa había manchado mi traje, apestaba a como muy pocas cosas de la que habría podido oler en mi experiencia por este vasto universo. Hasta un Skrull sería fácil de identificar con una esencia como esta, ya ansiaba llegar a casa y darme una buena ducha. Alzó su vista la oscuridad era casi perpetua, no podía reconocer ni lo que estaba a unos metros de distancia.
Enfrentar a un esbirro demoniaco tan poderosos como este sin duda había sido un reto total, tendría que agradecerle a Diana en lo que tuviera la oportunidad, brindarle una noche de consumo libre. Pero no eran momentos para pensar en ese tipo de cosas.
De mi antena una pequeña luz que aclararía ligeramente mi visión, producto de concentras mis poderes de electrones sobre ella. Lejos de ser una linterna iluminaba como una especie de vela de energía cósmica, palpitante y algo débil, solo usaba lo necesario para ver a unos cuantos metros a la redonda. La curiosidad fue demasiada cuando noté los enjambres zumbar. Venían a por mí, así como me venían a emboscarme seguro algo así estarían pasando los demás. No dude e intenté al disparar un rayo desde la misma, distanciarlos de mí, pero no eran golpes determinantes.
La cantidad de ellos era muy elevada, y su resistencia a priori no notaba si tenía efecto mis ataques sobre ellos. Volaría de forma inmediata, tratando de escaparme entre las ruinas. Donde estaban los compañeros desde hace un rato, habrían fallecido en la explosión. Esperaba que tanto el olor y la luz atrajera a sus demás compañeros, así sabría que no habían muerto.
Los ojos del inhumano se iluminaron de ese color blanco y rayos de su antena saldrían tratando de golpear a los primeros del enjambre que atenazaban con comer su talón. Volaba hacia adelante y en momentos determinados giraba para poder ver a sus perseguidores y atacarlos de esa manera. Volando entre las ruinas de las casas detuvo algunas de ellas, debía estar muy atento y por ello la vista al frente en gran parte, teniendo que cruzar casi a ultimo segundo a casua de la poca visión, que dilema.
Que si era perseverante, si, no iba a rendirme ahora luego de haberle ganado a la reina de los monstros infernales. Las maniobras evasivas comenzaron a acabarse cuando comenzaron a acorralarme al ser una especie de fuente del luz era inevitable que atraería a estrás criaturas con parecido a un nido de abejas. Si habíamos matado a la reina entonces me sofocarían hasta el final de mis días. No, no permitiría eso.
Al concentrar una gran cantidad de energía prepararía una fuerte descarga contra esas criaturas de enjambre, esperando que fuera suficiente para hacerlos retroceder. De inmediato haría una parada para poder estudiar lo que ocurriría a mí alrededor. Mi corta rango de visión a causa de la penumbra ya me había jugado en contra lo suficiente sería momento de hacer frente, ya que el entorno a oscuras no me ayudaba para esquivar.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 18th Marzo 2020, 16:01
La bestia se resistía, y ofrecía bandazos violentos a diestro y siniestro mientras mis brazos temblaban sosteniendo el extremo del látigo opuesto para retenerlos unidos con más fuerza. Hice todo cuanto pude para mantener mi cuerpo unido a sus cráneo y permanecer sus fauces cerradas, hasta que vi a Blackagar. El brillo de su antena, la posición y el previo aviso de sus poderes junto con la demostración en las salas especiales de la Quiet Room me habían puesto de sobre aviso. Con su primera bocanada de aire para pronunciar, yo ya había podido soltar el lazo de una de mis manos y volar, impulsándome en la propia carne del monstruo, para salir disparada hacia arriba. Pero por desgracia los poderes del inhumano no eran tangibles, y aunque ya era consciente de ello… no se puede esquivar el sonido.
Las hondas me dispararon varios metros lejos de la criatura, arrastrándome por el barro y los restos de la destrucción que toda esta locura estaba dejando a su paso. Intenté respirar hondo, ya que el diafragma se me había bloqueado por la caída y no podía respirar. Mantuve la calma y concentrándome en mis pulmones, empecé a respirar superficialmente de forma intercostal hasta que el músculo se relajó. Sabía que tenía que ponerme en pie pero en cuanto apoyé la planta de mi zurda, todo mi cuerpo se estremeció, paralizándome un instante y haciendo que se erizase cada vello de mi cuerpo. Alcé la vista al tiempo que la criatura explotaba, obligándome a clavar la espalda contra el suelo de nuevo, impregnándome de arriba a abajo de aquella sustancia viscosa y azulada. Las hondas debían haberme movido hasta una parte más final del cuerpo, quizá las patas traseras, o la cola… pero me había quedado cerca del cuerpo.
La situación era cada vez más límite. El calor, la densidad en el ambiente, la peste que emanaba aquella sustancia… Retiré los restos de mis ojos al tiempo que vi una rémora aparecer entre unas nubes negras que no sabía cuánto tiempo llevaba entre nosotros. Moví las manos lo más rápido que pude hacia sus mandíbulas que ya estaban abiertas en torno a mi cabeza y la retuve ofreciendo resistencia, pero mis músculos temblaban, ya agarrotados. Grité rebuscando entre las fuerzas que me quedaban mientras notaba el aliento y la lengua de ese ser contra mi rostro. Noté cómo clavaba las patas en la tierra para aferrarse aún más a la idea de que yo debía morir ahí. Pero sólo de mí dependía que eso no fuese así. Grité dejando escapar toda mi alma en un gesto que me salvase la vida, abriendo los brazos todo lo posible hasta desgarrar la mandíbula de la bestia en dos, y seguí tirando todo lo que pude hasta que con un gemido doloroso, acompañado del crujido de su cuerpo, la bestia dejó de moverse. Rendí los brazos haciendo que los restos calientes del ser se vertiesen sobre mí y miré, querría decir que al cielo, pero era más niebla negra. Respiré una vez, respiré dos entre jadeos y me puse en pie, apoyándome en la espada y recogiendo el lazo que yacía en el suelo junto a mí.
Se escuchaban las crías como a los helicópteros. Sabías que estaban cerca pero ubicarse en el sonido era imposible y el denso humo negro hacía imposible la labor de reencontrarse. Hacer ruido podía ser contraproducente pero desde luego sería mucho más fácil si luchásemos cubriéndonos las espaldas, como un equipo. Y encargándonos cada uno de un ángulo limitado frente a nosotros en vez de tener que cubrir todos nuestros flancos -SI ME ESCUCHÁIS NO LUCHÉIS, ACERCAOS A MÍ. GANAREMOS POSIBILIDADES SI PELEAMOS CUBRIÉNDONOS LAS ESPALDAS.- di dos vueltas en torno a mi mano con el lazo y comencé a hacer círculos rotando mi muñeca. Esperé que la luz del lazo y el aire que éste movía me diesen algo más de claridad. Los chasquidos del látigo también rompían el silencio. Estaba expectante, convencida de que la cría que casi me devora no sería la única, pero no escuchaba más por el momento.
Sin parar de mover el lazo, al tiempo que esperaba una respuesta noté un pinchazo de dolor intenso en el oído izquierdo, me llevé la palma cubriendo la oreja por completo. Era como si hubiesen introducido un aguijón directamente por el agujero. No me extrañé al notar la humedad, por aquel entonces estaba cubierta de demasiadas cosas que no me hacen sentir orgullosa, pero sí me inquietó despegar la mano y encontrar sangre fresca que se desprendía de mi oído. Quise limpiarla contra la tela de la armadura pero noté cómo nuevas fauces me enganchaban la pierna, ciñéndose a mi gemelo o intentándolo, a través del metal. Me desestabilizó unos segundos pero no caí, por suerte esa rémora era más pequeña y no penetró en el metal sino que lo dobló. Se me clavaba en la carne, pero de todo lo que me había ocurrido recientemente y a lo largo de mi vida, eso era lo de menos. Agarré la espada con la mano libre aún manchada de sangre y hundí el acero de mi hoja a través de su cuerpo, observando cómo se retorcía. Pisé su cuerpo y deslicé la espada de nuevo hacia fuera preparándola para lo que pudiese venir. Describía círculos con el látigo en mi diestra y golpeaba mi propia armadura con la espada para provocar ese ruido que llamase a mis compañeros. Esperando a la aparición de más seres del infierno.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 18th Marzo 2020, 23:42
Una sonrisa salió de mi rostro cuando vi como por fin el apéndice cedía ante los numerosos cortes que le estaba dando gracias a los poderes de Savage,pero la alegría fue efímera puesto que en cuestión de segundos dicha extremidad explotó mandándome volando.
El dolor era indescriptible,tanto que no pude evitar desmayarme por el golpe. Me desperté por los gritos agónicos de Savage,el cual estaba sufriendo por las quemaduras constantes que una extraña sustancia azul,que suponía que era la sangre de aquella cosa que nos habíamos cargado,nos estaba provocando en las manos.Lentamente abrí los ojos y a duras penas fui capaz de levantarme del suelo,aunque Savage parecía haberse encargado de amortiguar gran parte del impacto de la explosión,notaba como tenía un par de costillas rotas,costándome respirar.Pero lo primero era lo primero,intenté ubicarme pero el caos de la batalla y la reciente oscuridad que envolvía el desierto me hacía imposible el ubicarme,por suerte arrastrando las manos por el suelo fui capaz de notar lo que parecía ser la carpa del campamento,usándola a modo de servilleta para quitarme el líquido extraño de mis manos. Al instante noté el alivio de Savage,íbamos a tardar un poco en curarnos pero al menos ese dolor incesante se había detenido.
Ahora que estaba lo mejor que podía estar tras salir volando por la explosión de un demonio del tamaño de un edificio,volví a intentar ubicarme entre tanta oscuridad.Lo primero que noté fue unos chasquidos repetitivos provenientes de cientos de pequeños animales o algo por el estilo,provocando un escalofrío que me recorrió toda la columna vertebral.No sabía que sería,pero si que no iban a ser amistosos,por lo que sin saber de que ángulo podría venir el ataque formé una semiesfera que me envolviese.
Aquellos sonidos por ahora no se estaban dirigiendo hacia mi dirección,yendo a distintas direcciones donde suponía que estarían mis recientes aliados,por lo que decidí ir directo hacia la boca del lobo,deshaciendo la esfera para unir ambas manos formando un escudo con pinchos semejante a un escudo antidisturbios y me dirigí a la dirección del sonido.
Tuve suerte de que un rayo de energía no me impactase,solo pasase a escasos metros de mi, o si no quizás no lo pudiese contar. Ese ataque debía ser de ese hombre extraño dueño del perro que casi se carga de él solito al monstruo,parecía que había acertado al dirigirme hacia allí.
Pero antes de que siguiese avanzando, la voz de Wonder Woman volvió a alzarse entre el caos de la batalla, y tal como antes volvió a intentar organizarnos para defendernos.Parecía que aquel tipo podía apañárselas bien él solito,por lo que varié mi dirección rumbo al constante ruido que la guerrera estaba provocando. No sabía si su plan era un completo suicidio para ella o era una genia,solo que se estaba arriesgando demasiado para reagruparnos.
Notaba como otra de esas criaturas se estaba dirigiendo hacia su dirección,por lo que colocando mi escudo por delante de mi la plaqué por detrás,atravesándola con numerosos pinchos que acabaron con ella. Cansado deshice mi escudo y lancé el cuerpo del demonio lejos,para inclinar levemente la cabeza en señal de respeto hacia la heroína.
-A sus órdenes-dije intentando sonar optimista mientras me ponía a sus espaldas y transformaba mis dos manos en cuchillas listas para despedazar al que se acercase.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 7th Abril 2020, 03:10
El campo de batalla se convirtió poco a poco en un lodazal nauseabundo. Si no era bastante complicado maniobrar de por sí en la arena y bajo el asfixiante calor del sol del desierto, la sangre repugnante y la neblina negra estaban haciendo de la batalla misión imposible. A causa del desesperado entorno en el que se veían envueltos donde la muerte parecía estar próxima y una decisión tomada en una décima de segundo se acataba por no poder permitirse detenerse a pensar en una estrategia ni un sólo momento, cada héroe hizo lo que consideró mas oportuno dadas las circunstancias. Con un comportamiento determinado a detener las posibles amenazas antes de darles ningún tipo de ventaja, BlackBolt se las arregló para generar un pequeño haz de luz suficiente para darle unos pocos metros de visión borrosa, que aprovechó para golpear a algunas de las rémoras. Sin embargo, a causa del ambiente viciado, sus rayos no siempre daban a su objetivo y alcanzaban mas allá. En mas de una ocasión habían estado a punto de dañar a sus compañeros, por no hablar del estrépito anterior, que tal vez era el causante del sangrado en los oídos que ahora padecía Wonder Woman, poniéndole la tarea de percibir a las rémoras aún mas complicada.
Rayo negro consiguió impactar en los cuerpos de algunas de ellas, reduciéndolas a poco menos que polvo, en amasijos de carne y pequeñas patas retorcidas como única prueba de su maligna forma anterior de bestias salvajes. A pesar de lo cual, no pudo impedir que mientras atacaba a una maraña frontal, un grupo que corría por su flanco lo arroyó y acabó en el suelo. Sin saber si era una desgracia el que estas le hubieran entorpecido, o si por el contrario era una suerte que no se hubieran detenido a contemplar que él no era otro accidente de terreno, fué capaz de volver a colocarse sobre sus dos pies, aún cubierto del líquido repugnante ahora mezclado con la arena y los trozos de carne sobrantes. Comenzaba a ser pesado moverse con esa pringue.
Wonder woman pasaba verdaderos apuros con las rémoras. Los daños causados por la explosión habían sido considerables, aunque su espíritu de amazona seguía intacto y su deseo de vivir ferviente. El juego de látigo pareció volver esa negra niebla algo un poco menos denso, aún era imposible ver mas allá de unos pocos metros. Como si la luz de la luna iluminara de manera momentánea la penumbra. La suerte es que tanto sus gritos como las señales sonoras estaban surtiendo efecto en sus compañeros, y pronto Savage acudió a su encuentro.
El simbionte tenía poco espacio para las alegrías, su portador estaba herido y al estar en la zona mas oxigenada del cuerpo se había llevado la corriente de sangre mas caliente, lo cual había provocado una sensación ardiente en la superficie del simbionte de la que la criatura no estaba nada satisfecha. A pesar de lo cual, se abrió paso hasta encontrar a la amazona. Los golpes que las rémoras se dieron contra el escudo las desequilibraban y quitaban de su camino, denotando un juego inteligente por parte de Shawn. Aprovechaba el ímpetu del contrario, y se golpeaba con una superficie tan resistente como un muro, ensartándose en los múltiples pinchos que había dispuesto por la superficie de cobertura. Cuando ambos se percataron de la presencia del otro se cubrieron las espaldas, y consiguieron tener un campo de visión mejor cubierto, si bien las rémoras continuaban tratando de guiarse por el aroma de la sangre a través de esa oscuridad penetrante.
Con las manos convertidas en filos, Shawn lanzaba cuchilladas sesgando a las criaturas en meros trozos de carne, mientras la amazona despejaba el aire a golpe de muñeca alzando el lazo, azotando sin piedad a los enemigos y usando su gran fuerza para descuartizarlos. Un sonido diferente se aproximó hacia ellos, a una velocidad vertiginosa y se prepararon para atacar.
Oyeron un zumbido, como un siseo terrible, y una pequeña figura esquelética horrorosa pasó frente a ambos al tiempo que abrasaba a una de las rémoras con su aliento de fuego, que era como magma. Brotaba de entre su dentadura pelada de hueso como si de un surtidor de bomberos saliera el agua. Cuando esta cayó, una saltó directa a su rostro cadavérico, y de su pecho salieron despedidas dos cadenas que golpearon a la rémora, clavándose en su pecho, y luego abriéndose haciendo saltar sus pedazos por todas partes.
- ¡No os quedéis en la niebla! - ordenamos con voz de ultratumba clavando nuestros huecos ojos en ellos. Parecía imposible entender como en medio de esa negrura la mirada vacía de la calavera parecía capaz de destacar por su oscuridad. - ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Os cubriremos!- Solo entonces nos percatamos...- ¿Dónde está el otro?- aparecieron volando.
Un grupo de cuatro rémoras salidas de la nada arremetieron contra el esqueleto flamígero, como un enjambre de polillas atraídas por la luz. La pequeña silueta cayó al sueño con un gruñido, mientras se escuchaba el crujir de los huesos en el interior de las mandíbulas de las criaturas. Fue capaz de quitarse una de encima con un estallido de fuego, pero las otras, a pesar de tener la piel ardiendo, no parecían ceder en su intención de quebrar hasta el último de sus huesos. Estaban montando demasiado escándalo. Un coro de extraños gorjeos y chasquidos daba a entender que se estaban reagrupando. Aquello pintaba mal. Incluso aunque se tratara de criaturas demoníacas, sólo preocupadas por devorar sin freno fueron capaces de llegar a la mas primaria de las conclusiones.
La unión hace la fuerza.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 23rd Abril 2020, 23:19
Él rey inhumano se encontró superado en número pero no por ello se dio por vencido nunca. No había batalla en la que no lo diera el todo por el todo. Sus esfuerzos dieron frutos hasta que se encontró con una fuerza aun mayor, una manada que lo había arrollado como los búfalos en grupo a los depredadores. Superado por la sorpresa y sus sentidos nublados no se dio cuenta que sus ataques podían dañar a sus amigos también. Aquella manada de bichos del infierno lo golpeó y pasaron por encima de él dejándolo con moretones y rasgaduras en su traje, dejaban ver parte de su torso, cadera, piernas y bíceps.
El rey reflexionó luego de que aquella manada lo superara momentáneamente. Su respiración tosca, el aire impuro le hacía difícil luchar por mucho más tiempo. Su pecho, pesado, sus brazos y piernas cansados, pegajosos, con plena dificultad se movería después de eso para darse cuenta que no estaba cerca de sus compañeros. No alcanzaba ver más allá del ligero resplandor que generaba su antena. Daría pasos lentos avanzando hacia donde creía recordar estaba el resto.
No alcanzó a escuchar o ver nada hasta que un ligero resplandor en lo alto se hizo notar, como bengala de auxilio. Buscó acercarse a pie reservando sus fuerzas si en algún momento debía saltar a la acción nuevamente. Parecía ser ese laso de la verdad e Wonder Woman esa luz que lo llamaba de hace ya decenas de metros a lo lejos. De entre los escombros la figura del inhumano se haría presente ante ella y el portador del Klyntar.
Sus compañeros estaban en problemas y debía acudir, no dejaría que ninguno de ellos tuviera que cargar solo con ese enfrentamiento. Sin palabras solo su presencia se haría notar para todas las rémoras que estuvieran molestándoles al emanar de su antena una luz un poco más intensa de lo hacía el laso o la calavera. Trataría de ganar algo de tiempo para sus compañeros al mismo tiempo que hacía el trabajo de cargarse con los electrones a su alrededor. El inhumano tenían un plan, no era de jugársela al héroe sin tener una táctica de respaldo y esa carta bajo la manga era Wonder Woman, conocía de primera mano las habilidades de la amazona y sabía que la fiera guerrera era también una estratega del campo de batalla.
Él inhumano desde las ruinas altas que veía pudo ver a lo lejos otra luz, sería la pequeña espíritu de la venganza. La señalo, aunque puede que el traje oscuro no permitiera ver bien del todo lo que hacía. Tan pronto como le fue posible disparó un rayo contra una de las rémoras que atacaba a ese espíritu de fuego. No le dejaría luchar en soledad, no dejaría caer a ninguno de los suyos mientras él pudiera mantenerse en pie.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 3rd Septiembre 2020, 17:01
Empecé a repasar mentalmente los individuos que habían colaborado conmigo. Su posición, las habilidades que había logrado percibir de ellos… todo para intentar trazar una hipótesis de dónde podían encontrarse y si era altamente probable que necesitasen mi rescate o no. En ese instante, el joven que había estado luchando a destajo apareció a mi lado con un contraataque firme contra una rémora, deshaciéndose al momento con el impacto. Asentí con la cabeza a modo de respeto. El muchacho merecía la pena… Aún en esta circunstancia lo estaba dando todo.Pegué mi espalda a la suya lo mejor que la situación nos lo permitía. -Recuerda que vuelan y pueden venir desde arriba. No podemos quitarle atención a nuestro punto ciego- dije gritando, más fuerte de lo que quería, fruto de la lesión que el rey inhumano me había provocado. Me mantuve constantemente en guardia, alerta a cualquier cosa que pudiese acercarse a nosotros. Impulsada por la humareda y la insistente pestilencia, mi cuerpo me obligó a toser luchando por despejar mi respiración.
Alcé la espada, y corté en dos a una de esas criaturas que se aproximaba a nuestra caza. Impregnando aún más al chico y a mí en su sangre densa y caliente. Vinieron otras de frente que intenté despachar lo más rápido posible abrazándolas con el látigo y chocándolas con fuerza contra el suelo, tomando impulso. -Deberiamos salir de aqui…- cuando me preparaba para recibir el ataque de otro demonio, un esqueleto de entre los muertos había surgido con potente fuerza ígnea para destruir con relativa facilidad a esas criaturas. Tenía entendido que a los demonios no les afectaba el fuego…así que asumí que debía tratarse de algún tipo de magia. Lo cierto era que esa criatura parecía más propia de estar del bando de los demonios que del nuestro, pero no era momento de detenerse a analizar por qué nos estaba ayudando, sino de aceptarlo sin rechistar y utilizarlo.
Seguí su consejo y me giré hacia el chico que modificaba su cuerpo - Agárrate a mí con fuerza- Sólo por el tono de voz ya se sabía que no aceptaría un no por respuesta. Justo antes de despegar vi cómo las rémoras desestabilizaban a la calavera y parecían hacerse con ella. Me acerqué con unos saltos y cuando estuve a su altura, vislumbré la energía de Blackagar. Aportó luz azul sobre el cuerpo del pequeño esqueleto y le despejó las rémoras que parecían haber empezado a devorarle. Agarré también su cuerpo y con un impulso salimos volando de la densa capa negra.
En cuanto salimos de allí, con el joven a mis espaldas y el esqueleto en mis manos, tomé un instante del poco y valioso tiempo que teníamos para llenarme los pulmones de aire. No estaba mucho más limpio pero en comparación a la polución turbia y sangrienta, era como el agua de manantial. Giré el rostro hacia la inmensa nube negra que zumbaba en un aleteo inagotable. -No… ¡¡No podemos permitir que se junten!! Hay que detenerlas YA. Bolt, sigue utilizando tus rayos, ten cuidado, evita el brillo de mi lazo y su fuego- dije mirando el diminuto cuerpo descarnado. -¡YA!- y rompí a volar hacia el enjambre. -Tienes que seguir echando tu fuego, yo te agarraré- y coloqué a la pequeña con su espalda contra mi pecho. Gracias a su tamaño, con mis brazos era suficiente el agarre y a pesar de notar el intenso calor que desprendía tenerla tan cerca, su utilidad merecían algunas quemaduras si era necesario. -¿Tú puedes agarrarte a mi con tu cuerpo y pelear con los brazos?- grité preguntando al chico, esperando que así fuera. De cualquier modo, estaba mejor en mi espalda que ahí abajo.
-Acabemos con esto…- y acelerando aún más cargué directa contra el centro de las rémoras buscando desestabilizarlas, hacerles un agujero, partirlas… lo que fuese, con la espada por delante, que me permitiese evitar una criatura mayor o lo que se supone que fuesen a hacer. Empezaba a agotarme, los fluidos de las criaturas, el barro y los restos de humo se habían pegado a mí y empezaba a estar más que incómoda. No me quedaba mucha paciencia para seguir pensando con la cabeza fría y tenía otras vidas que dependían de mí… Sólo queda seguir luchando, pero había que ser consciente de que no podía hacerlo eternamente.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 16th Septiembre 2020, 14:32
El simbionte siseó al percibir la fuerte voz de la amazona, pero cabeceé en asentimiento mientras seguía centrándome en despachar a todo demonio que se me cruzaba. A medida que cuerpos y cuerpos caían hacia mí, fui perdiendo el control, dejando que Savage los despedazase de forma frenética, con todo este caos me estaba costando mucho controlarlo, y las heridas que mi cuerpo humano había sufrido empeoraban aún más la situación.
Por suerte la voz de mi aliada consiguió sacarme del trance, girándome hacia ella con la mala suerte de ver en primera fila las llamas del esqueleto avivarse, provocándome otro dolor de cabeza. Este había sido demasiado intenso, teniendo que llevarme las manos a la cabeza mientras escuchaba el plan de Wonder Woman. Sin casi poder hablar del dolor, simplemente me acerqué a su espalda y dejé que mi traje se pegase a su firme cuerpo. Casi sin fuerzas, simplemente me dejé llevar, la cosa no mejoró cuando el pequeño cuerpo llameante se volvió otro pasajero del tren amazona, provocando que me picase la piel de forma constante; pero al menos dicho dolor hizo que recuperase totalmente la consciencia.
A duras penas escuché el nuevo plan de la amazona, pero sabía a ciencia cierta que casi era un suicidio, pero al fin y al cabo éramos héroes ¿no? Volví a cabecear en asentimiento mientras preparaba mis extremidades creando dos látigos, empezando a agitarlos de forma caótica intentando cubrir los puntos expuestos de la embestida de la amazona.
Sabía que entre el cuerpo ardiente cercano, las continuas explosiones del tipo de negro y el látigo dorado, sumado a todo el daño que había sufrido antes, era solo cuestión de tiempo que todo acabase para mi. Pero mirándolo en perspectiva, morir en los brazos de una diosa mientras protegía al inocente no era una muerte tan mala.
Riéndome de mi jodido optimismo, intenté usar la poca energía que me quedaba en agitar de manera aún más violenta mis apéndices mientras notaba que la fuerza iba abandonando mi cuerpo con cada golpe.
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Tema: Re: [WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon] 25th Octubre 2020, 19:20
Las mandíbulas de las criaturas mascaron con fuerza cada uno de nuestros huesos. Si hubiésemos tenido un cuerpo sólido lo habríamos lamentado y mucho. Aquellas cosas sólo sabían morder, desgarrar y tragar. Una ráfaga de energía procedente del hombre del uniforme negro, al que menos se veía entre la penumbra formada dadas las circunstancias, consiguió quitarnos de encima la vorágine de fauces que nos habían deshecho en pedazos. Cuando los desintegró, lo único que quedó de aquellas criaturas abyectas eran las partes que se habían tragado de nuestro cuerpo. Los segmentos de hueso volvieron a prenderse poco a poco, volviendo a la forma esquelética que todo ser humano compartía en su núcleo.
Antes de ser consciente de haber recuperado cada uno de mis pedazos, una fuerza inmensa me levantó en el aire. Apenas nos dio tiempo a seguirla cuando nos encontramos volando a través de la espesura, aún empapados en el asqueroso caldo de la sangre del mastodonte con el que habían acabado antes de que nos uniéramos a la pelea. La negrura se disipó de pronto, y la luz volvió a alcanzarnos. Fue cosa de unos instantes, pero ese abismo negro parecía tan insondable que cualquiera habría jurado que no tendría fin. Estaba tan centrada en escuchar las palabras de la amazona y sus directrices que ni siquiera me percaté de que aún continuaba transformada bajo la luz del sol. Un hecho insólito que cuando ocurría siempre me dejaba fuera de combate. La Mujer Maravilla me sujetó contra su cuerpo y tuve que volcar toda mi concentración en no quemarla al contacto con el fuego que nos envolvía, lo que en sí era para mí un ejercicio titánico. Nadie solía estar tan cerca de nosotros cuando nos transformábamos, y mucho menos se atrevían a mantener contacto de ningún tipo.
Preparé mi aliento para expulsar otra ráfaga de magma en cuanto tuviera la oportunidad, tal como me había indicado la guerrera. Me había resultado curioso que no me reconociera después de la batalla que habíamos tenido contra guerra. De ahí había aprendido que era una mujer confiable, y con una gran capacidad estratégica. Tal vez en otras circunstancias habría sido capaz de expresarlo de manera que pudiera acordarse de todo eso. En las actuales, donde sólo estábamos intentando hacer el mejor de nuestros esfuerzos por sobrevivir y cubrir la caravana de refugiados que a cada segundo se distanciaba de aquel lugar maldito, no había lugar para recuerdos de pasadas batallas ganadas. Lo que necesitábamos era ganar esta y rápido.
El mutante a su espalda se preparó para atacar usando las extrañas extremidades que adquirían formas afiladas o pegajosas a su antojo. Mostraba una gran rapidez de reflejos que había sido esencial para cubrir a sus compañeros. En cuanto a blackbolt, era difícil discutir un poder como el que tenía en cuanto se abrían sus labios.
Un destello rojo vibrante comenzó a brillar en el interior de mi garganta, mientras preparaba la bocanada ígnea, y mis huecos ojos se fijaron en la meca. De pronto, el tornado de fuego que se elevaba de vez en cuando desde todas direcciones se detuvo en seco. Habríamos fruncido el ceño de haber podido. En una situación como esa cualquier cambio era significativo. Todo quedó de pronto sumido en un extraño silencio inquietante. La calma antes de la tempestad.
En el interior de nuestro cráneo escuchamos con total claridad una voz que llevaba atormentándonos desde hacía más de veinte años. Sentí como se me atenazaban los huesos, y el magma se congestionaba en el pecho generando de pronto un peso que no estábamos seguros de que fuese capaz de percibir la persona que estaba cargando con nosotros.
- Así que aquí estáis...
No sabía cómo contestar a ese pensamiento, a ese mensaje intrusivo que me resonaba en el interior del cráneo. Mi mente estaba embotada, aunque mis sentidos estaban agudizados. Me alegraba de no contar con la capa de piel que solía cubrirme porque se me habría erizado como nunca antes con el escalofrío helado que me recorrió en ese momento.
- ¿Porqué no me los traes aquí?...—Una sensación punzante comenzó a extenderse en la parte de atrás de nuestra cabeza. Nunca la habíamos sentido con tal fuerza. Esa fuerza, lo que quiera que fuera, era la que acababa obligándonos a hacer su voluntad. Intentamos con todas nuestras fuerzas resistir esa sensación asfixiante, mientras sin darnos cuenta el fuego que nos envolvía ganaba intensidad. Comenzamos a temblar bajo el abrazo de la amazona. - ¿No?...- lo preguntó de verdad. No era una imposición, ni un regaño, ni siquiera una amenaza. Era una pregunta simple pero esencial, y nos dimos cuenta demasiado tarde de lo que significaba. - Lo haré yo entonces...
La temperatura aumentó de manera considerable, mientras notaba el magma fundente acumulado en mi pecho volver a calentarse con violencia. Dejamos de ser capaces de controlar nuestro cuerpo, como si la conciencia se nos hubiera escapado lejos del plano material en el que estaba nuestro esqueleto en llamas. Como si ya no tuviéramos potestad para controlarnos. Era complicado ver una expresión de horror en una calavera sin rostro, pero si la Amazona y el mutante nos hubieran mirado, se habrían percatado de que nosotros la teníamos.
- Suéltanos...- susurramos antes siquiera de comprenderlo.
- Listos o no...- la voz de Mephisto sonaba cada vez con más fuerza. Lo que no sabíamos es que tanto la amazona como el mutante habían podido oírla, mientras dejábamos una estela de magma caer sobre la arena, a medida que se desprendía de nuestra caja torácica.
- ¡Suéltanos!- gritamos sobre esa risa retorcida que mostraba el deleite del ser que estaba a punto de aparecerse ante nosotros.
- aquí voy.
-¡SUÉLTANOS! ¡SUÉLTANOS YA!- exclamamos al tiempo que el magma estallaba en llamas en nuestro pecho.
El mutante que la Mujer Maravilla portaba a su espalda profirió un ruido terrible, un grito desgarrador. No calculamos, no fuimos capaces. Fue una reacción visceral la que nos hizo estallar en llamas. Comenzamos a caer a una velocidad vertiginosa mientras una fuerza superior nos daba la vuelta obligándonos a mirar hacia la silueta voladora que había sobre nosotros. La que un instante antes nos había salvado. El magma de nuestro pecho se condensó adquiriendo una forma cada vez menos difusa y líquida, conformando una figura que cada vez se hacía más y más inmensa. Su piel roja como la sangre. Su sonrisa afilada y cruel. Sus ojos encendidos de un amarillo cargado de un poder que parecía ilimitado. Una risa sacrílega abandonó sus labios cuando la silueta agigantada de Mephisto extendió sus afiladas garras hacia la amazona dispuesto a alcanzarla propulsándose gracias al fuego infernal a través del cual se había transportado.
Chocamos contra el suelo envueltos en llamas con una explosión que amenazó con quebrar la tierra que sustentaba el desierto mismo. Una onda expansiva flamígera barrió el terreno, haciendo que la arena se condensara en esas extrañas cúspides cristalinas que habían visto rodeando la meca, con esas peligrosas púas afiladas.
Wonder Woman contempló la expresión vehemente que se aproximaba a ella, envuelta en el fuego infernal, mientras confrontaba una de las decisiones más difíciles de su vida. Las que sólo los héroes se ven obligados a tomar. Agarró al descontrolado muchacho que cargaba a su espalda con fuerza y se alejó volando a una velocidad vertiginosa, dispuesta a salvar la vida del joven que luchaba por mantener al aterrorizado y dañado simbionte bajo control. Esquivó la gigantesca mano, que estuvo a punto de cerrarse sobre ellos como una prisión de piel y huesos, con el petardeo que sólo producen los cuerpos que son capaces de acelerar mas allá de la velocidad del sonido. Tomó una distancia brutal en unos pocos segundos, y miró hacia su espalda contemplando la inmensa silueta que aún los observaba y sonreía de un modo perturbador. Los tornados de fuego se habían reactivado no sólo en la meca, sino también en los alrededores. A su espalda, Shawn había dado todo de sí para mantenerse consciente pero el agotamiento y el último fogonazo habían sido demasiado para él. Wonder Woman se había llevado gran parte del impacto directo, pero en nada tenía que ver su resistencia con la del joven guerrero que había compartido con ella el campo de batalla.
El viento silbaba en sus oídos y el calor les aprisionaba la piel como un constante recordatorio del agotador enfrentamiento que acababan de vivir. Un sonido procedente de la parte inferior atrajo su atención. Se trataba de la caravana. Los camiones que habían partido desde el punto que ahora estaba destruido y abrasado por las llamas. Hombres, mujeres, niños, ancianos, ninguno de ellos habría conseguido salvarse si no hubiera sido por su presencia allí. Ninguno de ellos podría ver un día más si las rémoras les hubieran alcanzado y devorado. Pero ahí estaban, vivos. Les habían dado tiempo, libertad y esperanza.
Wonder Woman solo podía confiar en los dos que habían quedado atrás. El inhumano sabría defenderse, había comprobado sus habilidades... Pero esa niña demoniaca... Quería convencerse de que seguía viva. Habiendo visto lo que había visto tenía que aferrarse a la idea de que de haber querido ese demonio la hubiese destruido. Y no sólo a ella, sino a todos ellos... No estaba segura de qué pensar acerca del ser esquelético que parecía haberles ayudado. Parecía más un enemigo que un aliado, y ese último acontecimiento la había confundido. ¿Sería algo premeditado, o por el contrario su aviso era sincero? En lo que si podía confiar era en la aptitud de rayo negro. Había conocido de primera mano al rey de los inhumanos, y no tenía duda de que sería un contrincante duro de roer, incluso para un enemigo como aquel. Era una sensación agridulce.
Si querían vencer, no bastaría con el mejor de sus esfuerzos y poner toda su voluntad en ello. Necesitaban tener esperanza y confiar en sus aliados. Necesitaban creer que podrían llegar a vencer.
[FDP: FIN DE EVENTO. Gracias a todos los que participasteis en el evento. Siento que se demorara tanto y que sucedieran las bajas. Os doy las gracias por la experiencia, el camino compartido, y espero que nos encontremos en otra ocasión. ]
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Viviendo un infierno en la tierra
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[WWD] Los Herederos de Job. [Chloe Arquero, Savage, Diana de Themiscyra, Blackagar Boltagon]