[Minievento WWD] Cuervo de Sangre - The Final Change (Dick, Damian, Dolphin) [12/04/2019]

Haciendo caso a su intuición, Kid Flash recopiló todas las combas que encontró en el gimnasio, les quitó las agarraderas y comenzó a trenzarlas una con otra para obtener una única cuerda gigante con la que inmovilizar a Gar, girando en torno suyo a supervelocidad aprovechando que la atlante acababa de escaparse de su presa y que lo tenía medio desorientado por su último disparo.

La peliblanca fue a donde se encontraban Damian y Dick y trató de indicarles mediante señas que la siguieran al túnel subacuático de la piscina, pero Shawn, que acababa de irrumpir en el gimnasio junto con Bart tenía otros planes. Sacando del carcaj que le había brindado el velocista una flecha eléctrica, la arrojó directamente al agua sin intentar siquiera arriesgarse a probar fortuna con el arco.

Un chisporroteo azulado recorrió las plácidas aguas, frustrando cualquier tentativa inmediata de huir por allí pero ofreciendo, al mismo tiempo, la mejor manera de librarse de su enemigo:

-¡Rápido, que alguien le empuje! -gritó Shawn, sacando una flecha explosiva que no llegó a utilizar.

- Necesitamos quitar la  fricción  entre el suelo y el enemigo.  La espuma de un extintor, un lubricante o jabón nos serviría. Podemos rociar el suelo y empujar a Garfield. El velocista puede coger la suficiente aceleración como para mover tanta masa, podemos ayudar tirando del cable -abundó Damian mientras esquivaba con agilidad los tentáculos de la frustrada y furiosa criatura.

Y dicho y hecho, Nightwing lanzó varios de sus wingdings a Garfield, haciendo blanco en los tentáculos y aturdiéndole con el dolor y el humo para conseguir el tiempo suficiente para saltar en dirección al monstruo, haciendo gala de sus prodigiosos reflejos para esquivar sus desaforados ataques al tiempo que se sacaba una bomba congelante de uno de los compartimentos de su guante.

- ¿Por qué estáis haciendo ésto? ¿Por qué os resistís? -aulló el mutante, dolorido, confundido y desorientado mientras lanzaba ataques sin ton ni son intentando acertar a alguno de los jóvenes que le asediaban-. ¿Es que no lo comprendéis? ¡Vosotros podéis llegar a ser como yo! ¡Represento todo aquello en lo que os podríais llegar a convertir si tenéis la suerte de ser considerados dignos por mi señora!

Indiferente a sus demandas, Nightwing arrojó la bomba hacia la porción de suelo que se extendía entre su antiguo compañero y la piscina, convirtiéndola en una superficie de hielo resbaladiza.

— ¡Ahora! —gritó haciendo uso de sus dotes de liderazgo al tiempo que él mismo recogía uno de los cabos sueltos que había preparado Bart para tirar con todas sus fuerzas.

Todos a uno, actuando en equipo como los viejos tiempos, se adelantaron a tomar uno de los extremos de la cuerda para tirar todos a la vez. Uno sólo no lo habría conseguido, ni dos ni tres, pero la fuerza combinada de los cinco unida a la repentina y súbita tensión de las cuerdas que hizo que el ya de por sí aturdido cambiaformas perdiera pie y cayera sobre la resbaladiza superficie supuso la diferencia. La increíble masa de la forma demoníaca adoptada por el mutante hizo el resto, impulsada por la inercia de la caída a resbalar rápidamente y sin control hacia la superficie electrificada.

El estallido que se escuchó entonces, seguido por un chisporroteo intermitente y olor a carne quemada fue devastador, pero no tuvieron tiempo de comprobar el estado en el que había quedado su enemigo porque la montaña entera comenzó a desplomarse sobre sus cabezas en la forma de inmensos pedazos de lava hirviente y roca. Las luces se apagaron, quedando sumidos en la más absoluta oscuridad tan sólo interrumpida por súbitos fogonazos de energía dorada que rasgaron las tinieblas surgidos de no se sabía dónde para impactar en las paredes laterales de la montaña, creando una abertura por donde se podía vislumbrar a lo lejos el pueblo de Happy Harbor asolado por las llamas.

Rápidamente Dick gritó las instrucciones necesarias para que su gente saliera de manera ordenada de aquél infierno en el que se había convertido el que fuera su hogar, sin hacer preguntas, sin tratar de cuestionar de dónde o cómo había aparecido aquella salvación milagrosa, y no le hacía falta, pues, mezclado entre los disparos había reconocido un sonido muy familiar, el sonido característico que hacían los rayos estelares de los tamaranos al ser expulsados, una especie de chirrido que resonó muy profundamente en su interior despertando viejos recuerdos.

¿Realmente era...? ¿Podía ser...?



Continuará.