Ficha de Roxanne Illios

Esta historia empieza hace mucho tiempo, cuando aun había reyes y reinas en las tierras de los humanos y con un rey empieza esta historia. Eran tiempos difíciles para todos en lo que ahora se conoce como Europa, eran tiempos de guerra y si no luchabas por tu trono darías paso a que fuesen invadido y asesinado, es por eso que al rey Ysmir los habitantes de su ciudad lo tomaban como un loco. Este hombre no quería luchar contra sus vecinos, era un hombre pacifico que no buscaba la guerra si no el entendimiento mutuo; el dialogo antes que la espada, era una lastima que sus vecinos no pensaran lo mismo. Su vecino mas cercano era una ciudad cuya reina ansiaba controlar la zona del rey Ysmir debido a la posición estratégica que esta ciudad le daría, si no porque esa ciudad era la mejor protegida de toda Europa en su tiempo, las altas murallas llenas siempre de arqueros dispuestos a tirar un mar de flechas a los atacantes era una buena defensa y no solo solo, también tenia un gran foso cuyas paredes estaban recubiertas por unas verjas de hierro que harían imposible el paso a la ciudad a través de un túnel. La única forma de entrar y salir de la ciudad sin el puente levadizo es a través de un pasadizo secreto que usan los exploradores del rey, ellos le avisan de si han avistado algún enemigo cerca y son las únicas personas que pueden salir de los muros, o por lo menos lo eran. Un día salieron diez de sus mejores exploradores montados en sus caballos pero solo volvieron cuatro y solo tres caballos. El rey, exaltado, pregunto que había pasado con los otros exploradores ya que de todas las misiones en las que habían sido enviados, ninguna vez habían resultado heridos; normalmente eran mas rápidos y sigilosos que sus enemigos, pero esta vez no y eso era un acontecimiento especial y mucho mas de lo que al principio pensó el pacifico rey.

-Un... un dragón mi señor, nos ataco cuando subíamos por la montaña del este, no pudimos hacer nada para detenerle

Un dragón, eso si que era algo que no se veía todos los días ¿Acaso esas bestias que se pensaban que no eran mas que seres de leyendas estaban vivas? El rey no podía parar de pensar en algo así, una bestia así seria digna de ver, no de matar pues el rey no tenia interés alguno en matar a un ser tan noble, incluso después de que ese dragón matase a muchos de sus mejores exploradores, así que el día después de su avistamiento el rey, tras dejar su reino en buenas manos partió junto a los pocos exploradores que le quedaban en busca de ese dragón. Cabalgaron hacia el este hasta llegar a un bosque del que solo se podría ver de lejos el pico de una montaña. Todo parecía tranquilo hasta que un rugido anuncio lo contrario, era el mismísimo dragón que salio de entre los arboles y se abalanzo hacia ellos, los exploradores se echaron para atrás con miedo, pero no el rey, el se bajo de su caballo y en vez de correr hacia atrás como lo hacían, el dio un paso adelante y sin miedo se coloco enfrente del dragón que lo miraba con sus dorados ojos pero no le atacaba, el mismo dragón se quedo mirando al rey fijamente, los dos quietos en un intercambio de miradas

Dragón:

-Váyanse, este dragón no me atacara

Los exploradores no se podrían creer lo que su rey les había ordenado ¿Se quería quedar a solas con una bestia que podría fácilmente devorarlo de un mordisco, pero el rey parecía decidido así que muy a su pesar, los exploradores se marcharon, dejándolo solo a su rey que con valentía se acerco mas al dragón y este bajo la cabeza, quedándose frente a frente

-¿Hablas mi idioma, dragón?

-Nosotros los dragones os enseñamos a hablar humanos, así que si, puedo hablar vuestro idioma

El dragón, o mas bien dragona por su tono de voz, clavo sus garras al lado del rey, haciendo que la tierra temblase y acerco su cara a el, mirandole fijamente


-He matado a muchos de los tuyos, rey Ysmir

-Conoces mi nombre, dragona, pero yo no conozco el tuyo

-Me llaman Fommesse

-Ahora que nos conocemos mutuamente, le pido con amabilidad que me acompañe a mi castillo, tendremos un banquete en su honor

Fommesse al principio rehusó de la invitación pero después de que el rey siguiera insistiendo al final cedió y usando la magia se convirtió en una mujer humana de pelo rubio de puntas rojizas y piel blanca como la nieve, una mujer hermosa entre las que había. Cuando el rey volvió al castillo los exploradores estaban muy preocupados y todos ellos le preguntaron quien era la mujer que le acompañaba, casi les da un infarto cuando descubrieron que ese mujer era el mismo dragón que el otro día había matado a tantos de sus compañeros, ellos querían matarla, que pagara castigo por todas las vidas que se había llevado pero el rey no permitió tal cosa, ella era una invitada y quería que se le tratase con respeto así que a regañadientes, los exploradores supervivientes aceptaron.

Los meses pasaron y surgió el amor entre Ysmir y Fommesse, un amor puro que crecía cuanto mas tiempo pasaban juntos, incluso se casaron en el castillo y dieron una fiesta para tosa la ciudad, eran tiempos felices... no para todos. Los exploradores seguían resentidos ya que Fommesse, ademas de matar a sus compañeros, había recibido el perdón del rey y se había convertido en su esposa, era algo que simplemente no podían aceptar, así que cuando fueron enviados a su misión de exploración, fueron directos a la ciudad vecina y le entregaron a la reina un plan de ataque que le permitiría entrar en la ciudad y derrocar al rey.

Fommesse estaba surcando los cielos, le gustaba estar junto a su marido pero a veces tenia que estirar las alas y volar un poco para sentirse mejor, ese día el cielo no tenia ni una nube y la dragona se sentía tranquila, incluso cuando bajo por fin al suelo no sintió la necesidad de quedarse en su forma de dragón, volvió a su forma humana y felizmente corrió hacia los muros de la ciudad, felizmente asta que vio que uno de los muros había sido derribado y que los enemigos habían entrado en la ciudad, con pánico se dirigió al pasadizo secreto que le llevo directamente a donde estaba el trono y allí se encontró una horrible escena, el cuerpo de Ysmir estaba en el suelo y la reina enemiga sostenía su cabeza por la cabellera y cuando vio a Fommesse ni siquiera pensó mucho en ella, ordeno a sus soldados que acabasen con ella, se preparo para el combate pero entonces recordó lo mucho que su marido odiaba el combate, el la había perdonado después de que ella matase a sus exploradores y vio la espada de Ysmir... ni siquiera la habia desenvainado, no había intentando defenderse aun sabiendo que iba a ser asesinado... el no querría que se vengara su muerte con mas muerte, asi que hizo lo único que podía que era coger su espada todo lo rapido que pudo y se transformo en dragón destrozando el castillo y salio volando, voló y voló hasta que por fin encontró una cueva en la que poder descansar, en esa cueva volvió a transformarse en humana y cuando encontró el final de esta, escribió un mensaje en el lenguaje primigenio

“En esta piedra se encuentra la humana y el dragón, los dos seres unidos que traerán la paz a las tierras necesitadas y amor a los corazones vacíos”


Y usando la magia, imbuyo esas letras y la pared en la que estaban escritas con una parte de ella y con la espada de su amado, para que cuando fuese necesario de ellas nacieran su descendencia para ser un rayo de esperanza, de paz y de tranquilidad en el mundo futuro. Tras hacer esto, siguió viajando sabiendo que fuese donde fuese seria perseguida, solo Ysmir había sido el único mortal que había tenido el valor... de hablar con un dragón.

Los siglos pasaron y esas letras se quedaron sin ser leídas hasta que un joven ricachon llamado James Illios Myllan encontró la cueva y empezó a investigarla, había viajado con su pareja que, como el, venia de una familia muy rica. Cuando encontró las letras en la pared, no le fue difícil traducirlas ya que están se tradujeron solas y el pudo leerlas sin problema, fue entonces cuando las paredes de la piedra empezaron a brillar y de ellas salieron una niña de unos tres años, que cayo al suelo y James la recogió al instante, no sabia muy bien que estaba pasando pero se la llevo a su pareja y como no sabían que hacer decidieron quedarse con la niña, por lo menos de momento. La niña creció sana criada por la rica familia, cuando volvieron a su casa-mansion en San Francisco la metieron en un colegio privado para que tuviese la mejor educación posible en todas las clases posibles, querían que fuese una niña perfecta, pero un día los llamo el director del instituto, al parecer tenia malas noticias: Roxanne sacaba dieses en unas asignaturas y en otras no ponía ni su nombre a los exámenes por lo que el director les pidió a los padres que hablasen con ella y tras una larga charla, decidieron sacarla del instituto y que tuviese clases particulares de ciertas asignaturas. Después de esta conversación, surgió la de “¿Como me tuvisteis mama y tu?” pregunta que llevo a, lamentablemente, tener que contarle su verdadero nacimiento. Al principio no supo que pensar, pensó que era una broma luego que sus padres habían tomado sustancias raras y después dejo de darle importancia. Esa misma noche en sus sueños vio a una mujer hermosa que la miraba con una sonrisa de oreja a oreja y que le hablaba desde lejos

-Tu eres la paz... tu eres el amor... tu eres, el dragón.

¿Que significaba todo eso?

Roxanne seguía estudiando y viviendo la vida de una chica de su edad, un día decidió dar una vuelta cuando estaba oscureciendo, su barrio era bastante seguro así que no habría ningún problema, o no lo habría si no fuera por que andando y andando se metió en un barrio que no era tan seguro como el suyo, no es que tuviera miedo de no saber donde estaba, tenia miedo de ver como estaba oscureciendo y eso le daba mucho miedo, así que se dio la vuelta y siguió sus pasos pero escucho algo, personas hablar que venían de un callejón, a su edad la curiosidad estaba a flor de piel así que decidió seguir el ruido encontrándose con una panda de rateros intentando robar a un hombre su dinero, amenazándole con rajarle y demás palabras burdas que Roxanne intento no escuchar, sus padres le habían enseñado a no usar palabrotas. Entro en escena dando un salto para presentarse haciendo que se giraran hacia ella los “tipos malos”. Intento razonar con ellos pero o no hablaban muy bien su idioma o no querían escucharla así que pasaron a la ofensiva, el primero le lanzo un puñetazo que fue inefectivo y el segundo cuando se le acerco con una navaja Roxanne la paro y la doblo como si de mantequilla se tratase, haciendo que el y los demás saliesen corriendo. Ahora pudo centrarse en el pobre hombre que estaba siendo atacado, bueno pobre... tenia una pinta que daba mas miedo que los rateros, era un hombre negro calvo de dos metros de altura que tenia una mirada amenazadora pero que al hablar mostraba ser totalmente diferente

-Gra... gracias por salvarme, no se que me habría pasado sin su ayuda

No es que pareciera necesitar mucha ayuda, pero bueno. Le contó que se llamaba Jeremiah y le acompaño asta su casa y le ofreció comer algo, pero tenia que volver a casa antes de que se hiciera mas tarde a si que se despidió e intento marcharse pero algo hizo que no pudiera marcharse... el hombre tenia una madre, una señora mayor en silla de ruedas, una bondadosa señora que no merecía estar en un barrio de mala muerte... no podía dejarlos aquí. Les convenció para llevarlos a su casa y así hizo, recogieron las cosas  y fueron asta la casa de Roxanne, bueno casa, para ellos era casi un castillo; nunca habían visto una casa de gente rica. Al principio los padres se escandalizaron, había traído a dos extraños a su casa y uno de ellos un hombre que tenia una pinta que daba miedo, pero ella les explico la situación de ambos y que a lo mejor se podrían quedar a vivir con ellos y Jeremiah trabajar para ellos. Y así, una noche, la familia consiguió dos nuevos miembros a la familia gracias a la generosidad de Roxanne, Jeremiah le regalo como recuerdo de lo mucho que le había ayudado una pulsera amarilla que el había llevado desde pequeño, claro que a ella no le cabía así que la dejo en su cuarto como recuerdo de haberles ayudado.

Esa misma noche, cuando se fue a la cama tuvo el mismo sueño que tuvo hace poco, la mujer rubia que la miraba desde lejos, pero esta vez no le grito si no que se acerco al punto de casi poder tocarla

-¿Quien eres?

-Soy... tu madre

¿Que? Ella ya tenia una madre... espera, sus papas decían que la habían encontrado en una cueva, bueno, que ella había salido de la pared o algo así... ¿Era esa mujer la que la había metido en la piedra?

-Si eres mi madre... ¿Que haces en mi sueño?... Esa es una buena pregunta, si

-Yo estoy muerta, soy solo su espíritu... Roxanne tu eres como yo, una dragona, pero tu eres especial, no eres ni dragón ni humano, eres ambos y estaba esperando todo este tiempo a poder verte, has crecido bien hija mía

Esto era demasiada información para una niña de 15 años, pero parecía poder asimilarlo

-Entonces... ¿Soy un dragón y una humana? ¿Entonces por que no me he transformado en un dragón nunca? Yo no le encuentro el sentido a esto

-Porque no sabias que lo eres... prueba a hacerlo ahora en sueños y sera igual en el mundo real

Decidió intentarlo, pensó en transformarse y antes de que se diese cuenta era un gigantesco dragón que hacia parecer un muñeco a la mujer que estaba a su lado

-También tienes otros poderes, como conocimiento del idioma primigenio, pero eso es mejor que lo descubras por tu misma, yo ya no podre verte mas, crece y se una buena chica, te quiero, hija.

Y con una sonrisa, la mujer desapareció para siempre, pero Roxanne no la olvidaría nunca; ahora sabia que con sus poderes podría ayudar a los demás... no había nada que la pusiera mas feliz... aparte de una buena comilona.