Looking for... Sirens? 13-4-18

Una Mañana bastante nublada, curiosa, atípica, en esta época del año no solía ser ese el clima sin embargo el Inhumano poco le afectaba, el no podía sentir el frío del ambiente que solía influir para las demás personas. El Inhumano se había trasladado hasta la costa de Jersey, solía estar llenos de personas ya que era muy turístico llenos de restaurantes, comerciantes, la playa atracciones mecánicas. Era de esperar que estuviese así de concurrido ya que a los humanos les gustaba caminar por lugares de ese estilo.

El inhumano no era como los demás pero su aspecto tenía que hacerse pasar por uno de ellos usando ropas un tanto informales, como unos pantalones cortos beige, una playera unicolor azul, en sus pies unos zapatos deportivos, sin embargo en su frente aquella especie de tiara metálica que en el centro de su frente la antenita respectiva que no podía faltar. Ese día había salido aun antes de la hora del desayuno para iniciar una pequeña búsqueda. Los lugares como ese eran concurridos y cercanos al mar, perfectos para esconderse si eras un humanoide con mutaciones de pez. Ya que se podría vivir en la playa durante todo el día sin que se levantaran sospechas.

Pero la razón que había llevado al inhumano a un lugar tan alejado de su hogar actual, la Quiet Room. Su primo conocido como Tritón era la respuesta, era un inhumano con características como ya se había dicho, pero el pequeño detalle era que sus escamas eran de un color verde que llamaban la atención. Las sospecha que llevaba al inhumano a creer que estaba por esas costas al  ser un excelente lugar para esconderse, lo segundo había sido el avistamiento de un ser cono características  inusuales por las playas lo que lo emocionaban a pensar que podrá ser él. Lo último y más importante de todo era que había estado ayudando a las personas y conociendo a su primo, aunque supiese el miedo que su aspecto podría generar, siempre ayudaba al débil.

El Inhumano esperaba encontrarlo, pues sería una gran alegría pero para tener una mejor oportunidad de éxitos se había traído a un par de ojos más para que le ayudaran a cubrir todo territorio. También tenía que ser realista existía la posibilidad de que él no existiera, pero él no se aferraba a eso, la esperanza podía afectar hasta el más poderoso de los inhumanos y el deseaba encontrar a su familia o por lo menos que se conformaba con saber si ellos estaban bien. Caminó por la  costa con un paso tranquilo e intentaba mezclarse entre los demás  con una actitud de turista, comprando par de gafas para el sol, aunque no las necesitara y observando anaqueles esperando que él día avanzara un poco mas y la suerte le diera algún indicio de dónde ir.

Intentando mantener una actitud de turista el Inhumano se dejaría los lentes puestos, aprovechando que eran oscuros, le permitirían observar a su alrededor, buscaba una actitud especifica; alguien que se deseara ocultar, evitando los tumultos grandes de personas; de preferencia que buscara mantenerse cerca del agua. En tal caso un hombre de su alto usando un sobretodo bastante grande, sombrero de ala ancha, algo así era lo que esperaba. Sus ojos notaron que no había muchas personas cerca del agua pero tuvo que desviarlos rápidamente. Una mujer choco contra él, cabello claro, no muy alta, piel blanca, solo eso observó ya que tras eso un flash muy potente y repentino lo cegaría; qué bueno que traía lentes oscuros si no habría quedado segado un buen rato.


El inhumano había estado sumergido en la preocupación que generaba el no saber de sus parientes, que también se había aislado un poco y ante la falta de una conversación que le trajera los pies a la tierra fue fácil que él encontronazo los tomara desprevenido a ambos. Su primera reacción ante aquel fuerte destello sería retroceder, sería lógico a pesar de tener los lentes oscuros, la luz lo había sorprendido. Su reacción siguiente hubiese sido buscar a quien había generado ese destello. ¿Acaso era la distracción de un ataque? ¿Tanto había bajado su guardia? Era de esperar que Black le siguiera, pero las manos frías de su compañera le halaban, con una notoria fuerza. A pesar de que su reacción del cuerpo pedía buscar a la agresora escuchar la voz susurrada que pedía asistencia, voltearía su rostro y seguido su cuerpo para atender a su compañera. “Debonnaire…” Preguntar si e encontraba bien era algo totalmente innecesario ya ella le había dicho que no podía ver, posiblemente consecuencia de aquel destello.


Su vista no estaba del todo bien, pero fue recuperándose bastante rápido de aquel shock y al vez el rostro perdido de la vampiresa su preocupación aumentó, parecía perdida mirando la horizonte, tal  vez aquel destello le había afectado a ella mas de los esperado. Tendría sentido ya que ella estaba junto a él a quemarropa del aquel brillo intenso. Sus manos rodearon a la rubia, más que rodearla le tomó de de cada lado, de su hombro derecho  de su costado izquierdo a un nivel un poco más arriba del ombligo. Le agarro con firmeza para poder estudiarla, si había algo más que pudiera identificar además de lo aturdida que ella estaba. La expresión en su rostro le revelo solo inhumano que no solo aturdida, volteó de un lado al otro hasta que pudo ver la final a una mujer de cabellera blanquecina huyendo hacia el mar.  Ciertamente era la única que se movía las pocas personas aun estaban tan cegadas como Mallory o peor. Seguirla era lo que necesitaban; si estaba escapando era por alguna razón y el necesitaba respuestas de alguien, pero no podía dejar a su compañera en ese estado, por mucho que confiara en que se pudiera defender, como él podía estar seguro de ella no era una distracción para separar a Mallory de Blackagar.


La respuesta no podía esperar el tenía que tomar una decisión ahora, quizá sin dejando la oportunidad de la vampiresa de decidir mientras recuperaba su sentido de la vista le llevaría consigo en la persecución, con un brazo le tomaría las piernas y la otra rodearía su espalda. “Sujetate de mi cuello, vamos tras eso…” Le ordenó y comunicó en lo que agarraba con seguridad a la vampiresa como si estuviera sacando a la princesa en apuros del castillo. De manera inmediata comenzó su vuelo tras la Atlante, pero les sacaba una ventaja interesante y en su elemento sería dificil atraparla, pero volando tendría una oportunidad. Despegando como si fuese un dron que alza vuelo sería suave, así Mallory tendría tiempo de aferrarse a él correctamente, seguido de eso se levaría varios metros sobre el suelo para seguir a la criatura, que luego de ver un poco parecía mucho una humana, una mujer. Tendría que tener sus ojos bien abiertos para poder seguirla, si llegaba a marea muy profunda era muy probable que le perdiera de su campo de visión. “Tienes que irme contando si mejoras.” Susurró de esa manera muy poco audible, que sin embargo ella podía percibir, así solicitarle su estado si no mejoraba tendría que dedicarse totalmente a ella. “Que mala coincidencia, espero que esto me acerque un poco a encontrar a Triton” fue su pensamiento en lo iniciaba la persecuciones, ahora el rey inhumano se encontraba un tanto dividido.

El inhumano no estaba para nada cómodo con lo ocurrido, se sentía confundido. ¿Ocasionar un destello para darse a la fuga hacia el mar abierto? Era un tanto extraña la actitud de esa criatura y no sentía seguridad siguiéndole, aunque volaba tras ella. Pudo notar que algo no andaba del todo bien al verla detenerse a una distancia del mar y darse la vuelta. ¿Ahora se decidía enfrentarlo?. Pero no solo eso, su aspecto había cambiado notablemente, sus brazos, parte visible de sus piernas, ahora tenía un tono azul, pero no era un azul como los Kree o los Centurian.

Ese aspecto le recordaba cada vez más a su hermano debido a la similitud que se encontraba al observarlo, el brillo o tal vez ese aspecto de pez escamoso que parecía tener.  Sus ojos miraban a Dolphin estudiándola aunque su guardia no lucía diferente a la que haría cualquier otra persona. Blackagar parecía estar deseoso de un combate por mucho que le observara recriminándole el que dejara ciega a su pareja de búsqueda, bajó su vuelo hasta aterrizar y ayudar a Mallory a ponerse de pie; el agua a ellos les llegaba a penas por encima de los tobillos y era inconstante por el vaivén usual de la misma en la playa. La vampiresa parecía  indiciarle que no se preocupara, pero eso no sería tan sencillo, tendría que mantener un ojo constante sobre ella.

Sus zapatos se empaparon, era incomodo, pero poco importaba, dio pasos suficientes como hacer una distancia de un metro, quizás un poco más. Alzó sus manos desnudas mostrando que no tenía armas, respiró de forma profunda. No necesitaba mostrarse hostil y hacerla pensar que había alguna amenaza. “No deseo hacerte daño, pero si atacas también lo hare. Solo necesito algunas respuestas.”  Susurró de esa manera que solo oídos realmente buenos podrían escuchar. Esperaba que la vampira fuese la voz de sus palabras aunque la selección de ellas no fuera mejor.

Su postura era firme y su manera de observarla neutra, aunque su ceño estaba algo fruncido, pero no había enojo, era solo su guardia natural, observando no solo al Atlante si no cualquier movimiento que indicara un ataque o cualquier indicativo de agresión. Aun tenía la impresión de que algo no encajaba, si realmente los quisieran atacar lo habrían hecho antes, cuando estaban más expuestos. Sus sentidos tan afilados como una navaja podría estarlo, esperaba algún ademan o incentivo de que se podría confiar o de lo opuesto. 

Sinceramente las criaturas que se podían desde la colisión eran realmente fascinantes. ¿Quién esperaría encontrar una mujer con habilidades luminosas por la playa un día lluvioso? Nadie. Eso habría sido algo para estudiar, muchas dudas podrían nacerle al inhumano, acaso ella sería atlante o mutante o incluso inhumana estaría perfecto de ser lo ultimo ya que le permitiría comunicarse de forma un poco mas agradada. Sería sencillo disculparla por lo ocurrido los malentendidos podrían ocurrir a cualquier nivel, pero lo cierto era que Black Bolt no tenía casi pares en los cuales confiar y estar a la ofensiva hasta en el mínimo de los problemas era algo que hasta al rey de los Inhumanos le podía pasar.  Si podría percatarse de que la actitud de la mujer de cabellos blancos era de entablar comunicación, verla caminar hacía un costado mirando a la mujer tras él solo dejaba en claro que con se comunicaría sería con alguien quien pudiera hablar; cosa que no era su fuerte.

El inhumano voltearía hacia su compañera  un instante luego de leer aquellas palabras las cuales parecían causarles problemas, lo típico cuando intentabas hablar una lengua que no era tu fuerte, la francesa que le acompañaba era lo opuesto sabía hablar variedad de lenguas y entender con cierta facilidad lo que en ocasiones no solo las palabras podrían expresar.  Los músculos de su rostro aflojaron en ese momento que le dedico una mirada a ella, comenzaría a emitir el mensaje bastante claro, estaba haciendo un claro avance en su búsqueda preguntando por Triton. Sería de gran ayuda que si Dolphin podría proveer algo de información en ello y viendo que con los primeros cruces de la palabras todo parecía funcionar mejor que con la persecución. Se tomó un segundo para respirar contener ese aire por un segundo entero y dejarlo salir permitiendo a su mente aclararse.

Ciertamente le hecho de que su compañera al presentarse ella sola, dejando al Inhumano aun como un completo desconocido  le mostraba que ella posiblemente olvidaba cual era la ayuda que debía brindarle. Pasaría por alto ese detalle no veía necesario hacer un llamado de atención, extendería  una descripción de él para que su compañera la transmitiera, indicó una altura alzando su mano a una altura una o dos pulgadas superior a la suya.  “Es un hombre de aproximadamente esta altura, piel escamosa como la de tus piernas,  de un tono verde,  cuerpo musculoso, ojos amarillos, una aleta como una cresta que llega de su frente al inicio de su espalda, en sus manos tiene una membrana inusual.” No podría describir mucho más, ya que las ropas podían ser cambiadas  con facilidad, aunque posiblemente él no soltaría sus espadas, eran un arma que parecían una extensión de su ser ya que cuando las usaba cualquiera creería que era uno con ellas.

Black Bolt se llevó la mano al mentón recordando las orejas en punta y su sistema para mantenerse fuera del agua que eran algo complicado de disimular, pero cuantos hombres de esa descripción Dolphin podría haber visto, de hecho podría que incluso no le hubiese visto y estuviesen ahí perdiendo tiempo que podrían invertir en buscar en otro lugar.  Voltearía a ver a la vampiresa, como esperara que ella transmitiera ese mensaje. La atlante podría haber escuchado de manera leve pero el hecho de que no reaccionara de forma clara ante ello solo implicaría que la intervención de ella para transmitir lo que él necesitaba.  Los ojos del monarca notarían que eran los únicos en la playa y eso podría llamar la atención de los civiles, como si un hombre llevando a una mujer en brazos mientras alza vuelo no fuera suficiente.  Daría unos pasos en dirección a tierra de forma calmada en lo que esperaba una respuesta de Dolphin, los zapatos mojados comenzaban a incomodarle un poco. 

Observó a ala atlante en el momento que comenzó a escribir, ciertamente no había visto habilidades como esa en la tierra, no en su tierra,  le parecía bueno el hecho de que alguien tuviera una habilidad así, pero ciertamente aunque pudiera hacer eso no sería su estilo ir escribiendo en el aire para que otros le entendieran, era directo con sus gestos si así lo deseaba.  Aceptaría al ayuda de la mujer con cabellos blancos ya que estaba dispuesto a aceptar cualquier cosa que pudiera ser de utilidad, si eso le traía de vuelta a sus seres querido; ladeó hacia la vampiresa al escuchar su tono de voz referirse a él.

Dolphin, la chica de quien ahora si conocía como referirse, dejaba en claro que podía oírle, Debonnaire reafirmaba ese hecho con su comentario. Una gran sorpresa de que hubiese más de una personas con la capacidad de comprenderle, no dejaba de sentirse extraño y un poco incomodo acostumbrado a su silencio y a tener como cierto espacio; que pocos podían compartir ahora parecían haber demasiadas personas que podían entenderle y no necesariamente estaba contento por ello. No gesticuló desagrado simplemente asintió para conceder el permiso a su compañera a que soltara la información, Xavier podía estar en lo cierto puede que en la tierra ahora hubieran demasiados seres con cualidades únicas y peculiares; la tierra antes poseía ya muchos personajes que brillaban por su heroísmo imaginarse una tierra donde la cantidad podía ser fácilmente el doble que la anterior implicaba que algunos podrían dejar sus actividades si así lo deseaban. Los villanos podrían ser también una cantidad mayor pero esos enemigos no eran su problema si no atentaban contra inhumanos.

Evitó juzgar a la muchacha que de buena manera parecía prestar un servicio por lo que la descripción previa de Triton ya podría darse por entendida, levitó hasta sacar sus pies del agua y señalo costa abajo, hacia el sur, como si le indicara la dirección en la que quería que ella buscara. Tenía una pequeña esperanza de que funcionaría de que podría obtener una pequeña victoria le traería una alegría que duraría bastante tiempo.  “Es esa dirección podríamos comenzar” La posibilidad de que hubiese un muelle, varios botes, comercios, le facilitará camuflarse o sobrevivir sin exponerse su aspecto tan llamativo. Dolphin tenía que ir en esa dirección. Miró a la rubia sus ojos azules y serenos demostraban aun cierta duda de si confiar en la mujer-pez, la rubia poco a poco había estado escalando y habían invertido tiempo juntos lo que le facilitaba seleccionarla por encima de la media para cualquier labor personal o meter su mano en por ella si era necesario (o si lo pedía).  De ahí  a confiar en cualquier persona estaba fuera de su costumbre y la mirada reflejaba eso claramente por como los músculos de sus cejas se fruncieron ligeramente. Claro si Blackagar no era especifico la mujer podría sentir que esa mirada no tenía sentido o que cualquier cosa había sido la razón de ese pequeño disgusto.

Preferiría hablar sobre eso en privado cuando estuviese seguro que diría, los gestos de su rostro tomarían una forma neutral y ligeramente relajada y extendería su mano ligeramente hacia ella ofreciendo llevarla. Si ella tenía los poderes del vuelo por su habilidad por el cambio de forma no dejaría de ofrecerle el aventón en lo que llegaban a un punto nuevo donde pudiesen buscar.