Friends will be friends (Roy-Raven-Andy)

Llevaba cerca de dos horas enzarzado en un “diálogo” con uno de sus mejores amigos de la vida. Era  un tema complicado de tratar porque los dos amigos diferían radicalmente en la postura del contrario. Roy protestó con un: si tanto te interesa indagar en la vida de los demás ve tú. La contestación de Richard sonó en la cabeza del arquero como yo soy el que traigo el dinero así que soy tu dueño y te ordeno que vayas tú. Al final el moreno consiguió convencer al pelirrojo de ir a investigar a la nueva vivienda de la amiga de ambos. Uno de los factores que hizo a Roy aceptar la propuesta de su amigo, fue que sabía que su visita iba a ser menos intimidatoria y más agradable que si era Dick quien la hacía. Raven estaba empezando una nueva etapa en su vida y lo que necesitaba era apoyo, afecto y amabilidad no desconfianza y someter a juicio a su novio o lo que fuese Andy para ella. El arquero llegaba a pensar que la desconfianza de los Robins a veces rayalla la paranoia pero sabía que él no era el más indicado para darles lecciones de salud mental a los pajaritos.

Después de esa aforada y acalorada discusión con Dick Grayson acerca del bienestar de sus compañeros, Roy tomó el coche deportivo del moreno y emprendió el  viaje a Gotham. Al pelirrojo no le parecía nada bien ir a supervisar e interrogar a ese tal Andy con el que se había mudado su amiga Raven a la problemática ciudad. Confiaba plenamente en la libertad de decisión de los demás. No había que desconfiar de todos los amigos que hacían nuestros amigos. Esta actitud de desconfiar e investigar a todo el mundo que le había transmitido el murciélago a su primer pupilo le desagradaba muy hondamente. Roy sentía que invadir la intimidad de las personas, cuestionar cada una de sus decisiones e intentar controlar sus vidas era algo que no se debía hacer.

Al arquero no le molestaba ir a ver a Raven. Aunque no  conociera a la muchacha de su universo, enseguida había sentido una conexión con ella. Era una buena persona y justa  que se preocupaba por el bienestar de los demás. Curaba a los otros sin importarle asumir su dolor. Cosa que el pelirrojo calificaba como admirable. Inmediatamente había visto a Raven como una amiga. Hacerle una visita y comprobar cómo le estaba yendo en la inhóspita ciudad de Gotham era algo que hubiera hecho tarde o temprano. Pero le incomodaba un poco que más de una visita de amistad y cortesía, era una visita de supervisar si eres lo suficientemente madura para elegir cómo, dónde y con quién vivir.

Un punto favorable de aquella situación es que podía conducir ese magnífico coche que tenía su compañero de piso. Conducir era una de las cosas que le relajaban y agradaban. Era como una vía de escape para su mente. Por eso, en muchas ocasiones estaba de aquí para allá en improvisados viajes en coche. Tras un largo rato de conducir a una imprudente velocidad, llegó a la ciudad que siempre le provocaba esa inquietante situación. Entrar en Gotham siempre le hacía sentirse como haber metido un pie en un nido de víboras, tienes que sacar el pie rápido pero cualquier movimiento puede despertarlas y hacer que te piquen.

Había sido algo fácil encontrar la dirección de muchacho. Raven les había aportado muchos datos que para un hacker resultaban de gran utilidad para localizar a una persona como el nombre y apellido del muchacho, que vivía con su madre, la edad del joven … informaciones que se podían cotejar y cruzar desde cualquier base de datos estatal. Roy había accedido a las bases del registro de propiedad. El registro de propiedad era una información de carácter pública por lo que no tenía ningún código de encriptado ni ninguna contraseña. Cualquier ciudadano de a pie puede acceder al registro online y mirar a quien corresponde una propiedad.

Aparcó a dos manzanas de donde vivía ese Andrew Drake con su madre y ahora también con Raven. No tenía muy claro que aparcar frente a su casa fuera lo más seguro, por eso dejó el coche en un zona que veía menos problemática. Al llegar al edificio, como buen deportista que era, en vez de tomar el ascensor subió corriendo las escaleras. Nada más llegar al piso indicado tocó el timbre con vigorosidad.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se habían visto, casi 9 meses... eso era cerca de un año. ¿Por qué ahora? ¿Por qué en Gotham? ¿Por qué se había tomado la molestia de buscar en dónde estaba viviendo? ¿Era por lo que había ocurrido hacía tres días? ¿El incidente con Thawne? Raven había vuelto a reunirse con el equipo para ayudar a Wallace después de dos semanas fuera. ¿Les habría hecho acordarse de ella? Pero no tenía sentido... Si era así, ¿por qué mandar a Roy, que ni siquiera estaba en el grupo? ¿Por qué no había venido Richard? ¿O es que no querían que pensara que cuestionaban su capacidad para tomar una decisión tan importante por sí misma y habían preferido mandar a alguien que no estuviera directamente vinculado con el equipo para no hacerle pensar precisamente eso?

Cuando Andy trató de cerrar la puerta, ésta no se movió ni un ápice.

- Tranquilo, Andrew, es un amigo -dijo la voz de la bruja a espaldas del chico. Se suponía que la había dejado en la ducha, pero sin embargo estaba completamente vestida, con su túnica azul y su capucha, ¿cómo era posible? Notando su turbación, la azariana se explicó-: Le he percibido mientras estaba en el baño... Un alma a la que no esperaba volver a ver. No, aquí, en Gotham, y desde luego no en ésta casa. Déjale entrar.

Una vez el arquero estuvo en el interior del edificio, Raven continuó, en su habitual tono neutro y sereno, sin manifestar o expresar emoción alguna:

- ¿A qué has venido? ¿Y cómo sabías que estaba aquí? ¿Te lo ha dicho Richard? ¿Sigues viviendo en su casa? ¿Cómo está? -avanzando hacia él, apoyó una mano cálida sobre su brazo, el único gesto de cariño o aprecio que sería capaz de mostrar-. Te he extrañado, Roy... ¿cómo estás tú? Oh, éste es Andrew... mi discípulo. Andrew, éste es Roy, un antiguo compañero.

El comentario de ese joven que por lo que sabía Roy de Andy, suponía que fuera él, le hacía cierta gracia por el contexto y por su historia personal. Roy había sido un alcohólico y un drogadicto en esas calles turbulentas de Gotham. Pero ahora la cosa era muy diferente. No era aquel yonky delgaducho con ojeras y ropa impregnada de sangre y vómito.  En el momento actual Roy era un hombre bien parecido vestido con un ropa de tendencia moderna: una camisa ajustada de color rojo sin mangas que realzaba su musculoso y perfecto torso(fruto de un entrenamiento físico intensivo), unos vaqueros de color claro un poco gastados y unas zapatillas deportivas rojas.  

Vio como el chico que le había abierto la puerta no le prestaba ni la más mínima atención y le iba a cerrar la puerta en las narices. Suspiró y pensó que no le quedaba de otra que seguir insistiendo hasta que ese irrespetuoso muchacho se dignase a prestarle atención. Pero al contrario de lo que esperaba el atractivo pelirrojo, la puerta no se cerró. Se quedó anclada en su sitio como por arte de magia.

-Estamos en un barrio pobre pero ser educado no cuesta dinero.-  La cortesía y educación no era algo que sólo debían usar los nacidos en la clase pudiente. Era algo esencial en la vida de cada ciudadano  sin tener en cuenta su origen social. Él se había criado con los estándares de la cultura navaja y Dick en un circo y eran dos hombres bien educados que seguían buenamente las normas de cortesía y educación que se esperaban de cualquier persona. Mientras  esperaba a que le dejara entrar en aquel hogar le dio tiempo a escribirle un whasapp a Dick. "Primera impresion: modales cual niño salvaje criado en las profundidades de la jungla. ¡Que fuerte el niño del circo y el mitad navajo más civilizados que un chico de ciudad normal y corriente¡"  - Vengo a ver a Raven. Si no estoy errado vive aquí ¿no?- Cuando el joven se apartó y le dejó entrar en el apartamento. El pelirrojo vio a Raven y la sonrió alegre. Sentía gran satisfacción de volverse a encontrar con ella. Sus interacciones habían sido escasas pero a Roy le agradaba mucho ella. Era alguien que le despertaba una sensación de comprensión y ternura. En cierta manera consideraba que ellos dos eran muy afines.

-A comprar droga, es un buen lugar por lo que dice tu amigo- dijo en tono jocoso- Estoy bromeando.-  La empata no era muy buena captando los dobles sentidos, los juegos de palabras y los chistes. - He venido de visita. Ya sabes, eso hacen los amigos. - Sonrió de forma cálida y amable.- No he podido verte antes porque tuve una crisis y se que esas cosas te afectan guapa.- Todo el Efecto Omega le había pasado factura en un determinado momento y estuvo muy tentado de volver a recaer en viejas adicciones. Le costó no caer en hábitos destructivos pero poco a poco consiguió recobrar el optimismo y la fuerza para continuar. Así como la confianza en sí mismo. Las emociones negativas no eran nada recomendables para alguien que las percibía. Gotham una ciudad oscura y siniestra que producía un desencanto y enfado especial no era un buen lugar para que Raven viviera. Él había sido vagabundo en esas frías calles. Si a él, que solo era un hombre sensible, le había producido malestar ese ambiente no quería pensar en el daño que podía hacerle a la hija de Trigón. Quizá tenía que ser más positivo y se estaba preocupando en exceso. Su amiga necesitaba salir al mundo y sentirse arropada y apoyada por sus seres queridos para poder crecer como persona.

-Supe que estabas aquí  porque Richard me cuenta cosas y yo hago correctas suposiciones. Sigo en su casa. Intento ser independiente pero hoy es día es difícil estando la situación laboral tan mal como está. ¿Cómo estas tú Raven?- Se descolgó la mochila que llevaba y rebuscó en ella.- Te he traído una cosa, espero que te guste. Es un regalo para que empieces bien tu nueva vida. Es como una tradición.- Era una cajita de madera en la que había hierbas y plantas.- Es una mezcla que hace mi tribu, supuestamente para canalizar el espíritu. Sabe un poco amarga pero esta bien.-

Miró a aquel muchacho que le había negado la entrada en un primer momento.- Soy Roy, un placer.- Le tendió la mano de forma amistosa.  El arquero no solía guardar rencor y menor por una cosa tan nimia como impedirle la entrada a un lugar, seguramente porque estaban en un mal barrio y no se podía abrir la puerta a cualquiera.

Los ojos de Raven se agrandaron casi imperceptiblemente al oír las palabras del pelirrojo, único reflejo externo de la sorpresa que la embargaba.

- ¿Has venido a visitarme... a mí? -inquirió, agachando la mirada y sintiendo que se sonrojaba.

Raven nunca había sido como los demás Titanes, y siempre había sabido que aquello nunca podría cambiar. Era la hija de un demonio, ¿cómo podría ser de otro modo? Y particularmente desde la Colisión había tenido muchos problemas para sentirse integrada en el nuevo equipo. No se le olvidaba la reacción que había tenido Richard al verla, cuando no había sido la Raven que él esperaba ver, o el efecto que había producido en Garfield, la desconfianza de Wallace, o el hecho de que prácticamente ninguno de los demás la conocía de su universo. La montaña, que debería haber sido como su hogar, le resultaba ajena. No pertenecía a ellos y había sido una idiota por pretender lo contrario.

Pero con Roy nunca había sido así. Roy era de los pocos que, pese a no haberla conocido en su universo, no la había tratado en ningún momento con desconfianza, extrañeza o rechazo. Y ahora había realizado todo el camino hasta Gotham únicamente para visitarla...

- Oh, Roy, te has acordado de mí -musitó recogiendo entre sus dedos la cajita que le ofrecía el arquero-. Es... de las cosas más bonitas que han hecho nunca por mí.

Había muy poca gente que entendiera o respetara la filosofía o disciplinas con las que la habían educado en Azarath. Tanto Terra como Shawn la habían confundido con una hindú, y por lo general lo máximo que solía conseguir era una aceptación distante y fría. La gente, incluidos sus compañeros, la consideraba por lo general excéntrica y rara, y, salvo Bart y alguna otra excepción, no se molestaban en tratar de entender lo que hacía o por qué lo hacía. Incluso Andrew se había mostrado excéptico inicialmente cuando le había enseñado a meditar, a pesar de que él también era místico. Y, sin embargo, Roy no sólo la entendía sino que la aceptaba por cómo era y la apoyaba en lo que hacía.

- Te lo agradezco mucho, Roy...

Incluso ahora, dos semanas después de haber comenzado los entrenamientos, podía notar la actitud condescendiente de Andrew cuando el arquero le había dado la cajita. Raven no era telépata, no podía saber lo que pensaba, pero su capacidad empática de percibir emociones le daba muchas veces impresiones muy aproximadas. Después de dos semanas, Andrew seguía sin estar convencido de las estrategias que estaban utilizando, y quizás fuera esa la causa de que no estuvieran logrando progresar en el entrenamiento. O quizás fuese ella la responsable.

También notaba que el moreno se mantenía a la defensiva con respecto a Roy, y que sus emociones hacia él no eran positivas. ¿Por qué? A su juicio, Roy no había hecho nada para suscitar en él esa clase de desconfianza y le costaba entenderlo.

La impresión se reforzó cuando, al presentarse Roy con su nombre, su pupilo respondió ofreciendo únicamente su apellido. Raven sabía una o dos cosas acerca de las maneras de crear distancia con los demás, y entregar el apellido cuando el de enfrente te había dado su nombre era una de ellas.

Se produjo un incómodo silencio durante el tiempo que duró la visita del moreno a la cocina y, cuando finalmente regresó trayendo el refresco y los vasos se decidió a hablar al notar su desconfianza.

- Andrew... Roy es un antiguo y querido amigo... Es una de las mejores y más entregadas y desinteresadas personas que conozco, y también una de las pocas que nunca dudó de mí -sus ojos grises se fijaron momentáneamente en los verdes del arquero-. Él siempre estuvo ahí cuando le necesité -dijo en un susurro, recordando todas las veces que había intervenido a su favor cuando Wallace había desconfiado de su naturaleza demoníaca-. Es como un hermano para mí, y me gustaría que le consideraras como tal.

Después de todo, con o sin Omega los Titanes eran y serían siempre su auténtica familia.

Pasó por alto ese gesto de distanciamiento por parte de Andrew. Al diestro arquero no le importaban mucho esas actitudes reticentes y desconfiadas que los demás podían tener hacia su persona. Roy era simpático y alegre. Había muy pocas cosas que le hicieran perder su inquebrantable optimismo. Estaba roto por dentro pero aún así seguía sonriéndole al mundo. Porque su visión optimista era lo que día a día le hacía continuar en aquella vorágine que es Omega.  Pensaba que toda esa desconfianza y alejamiento se podían salvar con sentido del humor, bromas y sonrisas.

- Un placer.- dijo el siempre sonriente y amable pelirrojo. Al final iba a agradarle a ese joven desaborido, borde, arisco y medio antisocial que tenía enfrente.

Se sentó frente a Raven y la miró con cariño. Asintió con la cabeza a la pregunta de Raven sobre si había ido a visitarla a ella. En su corazón sintió un poco de pena por ella. Ese acto le dejaba ver que nunca había integrada en un grupo de amigos como lo había estado él o quizá es que nos e sintiera bien en Omega. Se sintió un poco culpable por no haberla podido dedicar más de su tiempo. Su vida era complicada pero eso no era excusa para no dedicarle tiempo a tus personas queridas.

- Dick te manda recuerdos. Está en el trabajo y no ha podido venir. Estoy seguro que los integrantes de nuestro selecto grupo de amigos también te extrañan mucho.- Selecto grupo de amigos era la expresión que usaban Roy y Wally para referirse a los Jóvenes Titanes cuando había personas a las que era recomendable no contarles sobre su grupo de héroes. - Espero no haberte dejado mucho tiempo desatendida. Vendré a verte más a menudo. Ya sabes que Gotham y Blüdhaven están muy cerca.-

Captó el gesto de sorpresa de Andy ante el regalo que le había hecho a la empata y le pareció bastante curioso. La joven le había presentado como su aprendiz. Al bello pelirrojo le resultaba extraño que viviendo con la mediodemonio no tuviera ni idea que le gustaban las infusiones y que hacía uso de ellas en sus estados de meditación.

- Me alegro mucho de que te guste.- Se sintió dichoso de que a Raven le gustase su regalo. Esa mezcla de hierbas era muy importante para Roy porque le estaba entregando una parte de sí, un conocimiento ancestral de la tribu navaja de la que era descendiente. Sabía que ella podía entender que él se sintiera orgulloso del legado cultural de su tribu nativo americana

-Gracias - dijo con un tono afable y alegre ante el forzado gesto de cortesía que le brindaba el menor de los presentes.  A Roy no le importaba que le ofreciera algo o nada de beber. Conocía muy bien cual era la situación de esos hogares en Gotham, a veces no tenían ni para comer. Pero sabía que  ese gesto había sido de falsa amabilidad porque no guardaba ninguna coherencia con sus mensajes de desconfianza que aquel joven le envíaba con cada uno de sus actos.

-Me halagas guapa, no sé si merezca tales consideraciones. - No se sentía como la mejor persona del mundo. Ni digno de esa alta estima que le tenía la muchacha - Para eso estamos los amigos. Servimos de faro en las tinieblas. estamos ahí en las buenas y en las malas.-

Desde el mismo momento en el que aquel muchacho se sentó al lado de Raven y adquirió esa actitud diferenciada entre ellos dos, el pelirrojo pudo intuir  cual podían ser una de las causas que le supusiera a Andy un peligro su presencia allí. Era obvio Roy también había sido la combinación de chico y adolescente por lo que sabía cuales eran las actitudes que se exhibían en esa etapa de la vida.  Casi podía oler el suave aroma de las hormonas de un joven macho controlador adolescente impregnaba todo el lugar. O al menos ese era el mensaje que a Roy le transmitían los gestos de Andy. Al pelirrojo no le importaba que la gente fue borde, dura o le agrediera. Estaba acostumbrado a tratar con hombres mucho más duros que el niño que tenía enfrente. No por nada uno de sus mejores amigos era el maravillosamente atemorizante Jason Petter Todd AKA Red Hood. Pero otra cosa muy diferente era cuando le hacían algo a sus amigos. En especial, si esa persona era alguien como la hija de Trigón. Una joven que había sufrido mucho y no necesitaba estar rodeado de un macho con la testosterona alta que meaba en cada rincón para demostrar que era suya. Ni Raven ni ninguna otra amiga suya eran posesiones de ningún adolescente con afán de conquistador y Romeo de tres al cuarto. Roy sabía de primera mano lo que significaba involucrarse con un persona posesiva, sabía lo que era estar inmerso en una relación tóxica donde los celos y las inseguridades de la otra persona te causan un deterioro de ti mismo. No quería desconfiar del joven pero debía estar alerta. Quizá no era del todo mala persona y una mala influencia. Era posible que estuviera teniendo una primera impresión no muy buena por la desconfianza del menor hacia su persona. Roy no quería caer presa de esos engaños que generalmente genera un primera impresión errónea. No obstante, aquellos gestos como de sobreprotección que tenía el autodenominado Drake le generaban una sensación de intranquilidad. Tenía amigos que eran sobreprotectores que no eran mala ni hacían esas cosas con mala intención gente pero se extralimitaban y de vez en cuando él tenía que ponerles limites a esas actitudes. tal vez Andy fuera un buen chico, tan sólo necesitaba de alguien que le pusiera freno a esas actitudes perjudiciales.

- Pero cuéntame, ¿cómo te va? Richard dice que has retomado los estudios.¿Te gusta lo que estudias?era filosofía,¿verdad?¿Que tal la facultad? ¿Los compañeros de clase son majos?¿Has hecho nuevos amigos?¿Extrañas la torre? Han pasado muchos meses desde que nos vimos la última vez y seguro que te han pasado un montón de cosas divertidas e interesantes.-

Raven nunca había tenido necesidad de ocultar que pertenecía a los Jóvenes Titanes porque nunca había tenido una vida social propia fuera del grupo. La Torre era el único hogar que conocía, y los Titanes su familia, y ni siquiera usaba una identidad alternativa como civil, aunque la gente por la calle no solía reconocerla cuando iba sin su capucha. Aún así, entendía el concepto de identidad secreta y sabía que Roy no querría hacer pública su faceta heroica, al igual que Richard y los demás, por lo que asintió y le siguió el juego cuando comenzó a hablar en clave.

- ¿De verdad? -agachó la mirada con ligero azoramiento cuando habló de ir a visitarla más a menudo-. Eso... creo que me haría muy feliz -reflexionó, tras dedicar unos segundos a analizar sus propios sentimientos.

A pesar de ser una émpata que se alimentaba de las emociones de los demás, la necesidad que le habían impuesto desde niña de reprimir las suyas propias hacía que le costara a menudo comprender o identificar lo que ocurría en su interior.

Sin embargo, después tuvo ocasión de replanteárselo, cuando pudo percibir las consecuencias que estaba teniendo en Andy la visita de Roy. Raven no supo qué hacer. Era capaz de reconocer el malestar que invadía al muchacho porque se trataba de una emoción que ella había experimentado con demasiada frecuencia: la de sentirse desubicado y fuera de lugar. La sentía tan cercana que de hecho era uno de los motivos de que hubiera abandonado la Montaña. Lo que no conseguía entender era por qué se sentía así. ¿Acaso habían hecho Roy o ella algo para hacerle sentir desplazado? Una vez más, su absoluta inexperiencia en cuestiones emociones la lastraba y la sumía en un estado de absoluta incomprensión e impotencia. Quería ayudar a Andy, quería evitar que se sintiera mal, pero entendía que Roy había realizado un largo camino para estar allí aquél día y tampoco estaría bien dejarle de lado. Además, realmente disfrutaba de la compañía del pelirrojo. Decidió que atendería a Roy mientras durase la visita y después iría a aclarar las cosas con Andrew.

- De acuerdo, Andrew... -musitó, aturdida y algo confusa antes de proceder a responder el aluvión de preguntas de Roy-. Le dije a Richard que quería hacerlo... pero aún no lo hice -aclaró con suavidad, en su habitual tono calmado y tranquilo-. No hace tanto que me trasladé aquí con Andrew y no sabía realmente cuanto tiempo me iba a quedar. En principio era sólo hasta que consiguiera entrenarle, pero... estamos teniendo algunas dificultades -dijo en voz baja-. Recientemente he estado empezando a pensar que, quizás, tenga que quedarme más tiempo del que inicialmente había pensado, y, si ese fuera el caso, me gustaría retomar mis estudios de filosofía. Había pensado llegarme uno de éstos días a la universidad de Gotham a buscar información. También acerca de cómo hacer las convalidaciones... -alzó la mirada, que había permanecido gacha durante toda la conversación, para mirar al arquero a los ojos-. Tengo un año completo cursado en la universidad de Nueva York... pero fue en otra dimensión. No sé si la Raven de éste mundo tenía estudios siquiera, o si los que tenía me servirán en Omega. En cualquier caso, no podría incorporarme hasta que retomen las clases en enero. No sé... quizá vaya como oyente hasta que se resuelva todo o averigue qué hacer -se pasó un mechón de cabello oscuro por detrás de la oreja, ligeramente avergonzada-. Son tantas las cosas que aún me confunden en tu mundo, Roy... Los trámites innecesarios, el papeleo, las colas... En Azarath todo era más simple, y, en mi dimensión, Wallace se ocupaba de todo por mí -agachó la mirada con un atisbo de tristeza-. Richard se ha ofrecido a solucionármelo aquí. A pagarme los estudios, también. En mi dimensión los pagaban entre todos, porque... bueno, yo nunca he tenido un trabajo. Aquí estoy aprendiendo lo que es... tener que vivir la vida real, ¿sabes? Sobrevivir por mis propios medios sin la protección constante del equipo. Ayudo a Andrew con la limpieza, y me está enseñando a cocinar. Me siento útil, y eso está bien. Los Titanes de mi universo me protegían demasiado. Aún así... sí: les echo de menos. Echo de menos la Torre. Andrew y yo hemos estado tan ocupados con la casa y los entrenamientos que no hemos tenido ocasión de hacer nuevos amigos.

Se quedó observando al pelirrojo pensativa, reflexionando sobre lo que iba a decir a continuación:

- Roy... ¿puedo preguntarte algo? ¿Por qué te encuentras incómodo? -inquirió sin darle ocasión a responder-. He notado cómo te tensabas cuando Andrew se ha sentado a mi lado.

El pelirrojo intentaba ignorar aquella sensación de incomodidad cuando te sientes observado por una persona a la que no le caes en gracia. Intentó sonreír alegremente aunque fue una sonrisa un poco forzada. Además, que el muchacho estuviera callado y no intentase interactuar con el grupo hacía que el ambiente se sintiera aún más cargado. El arquero iba a empezar a preguntarle cosas a él también para forzar un poco la entrada de Andrew en el grupo. Sin embargo, su boca se quedó ligeramente abierta y las palabras nunca llegaron a salir de su garganta. El adolescente rápidamente puso lo que a Roy le pareció una excusa para despedirse del grupo y salir de aquel ambiente tenso.

- Que te sea provecho el entrenamiento.- Dijo el pelirrojo con su habitual talante optimista y alegre. - No te preocupes, seguro que Dick me espera en casa para cenar.- No quería que el otro se sintiera forzado a ofrecerse comida y menos estando la situación económica de las familias de gotham tan mal.  Roy observó como Andy abandonaba la escena caminando hasta su habitación. Sabía que la actitud del joven no era su culpa pero eso no quitaba que se sintiera responsable de su partida. Siempre nos deja un mal sabor de boca saber que a alguien le caemos mal por miedos infundados.

Se emocionó e ilusionó en alto grado  cuando Raven comentó que la gustaría que la fuera a visitar más frecuentemente. El de ojos verdes era muy extrovertido y le encantaba pasar el rato con sus amigos. - La próxima vez puedo venir con Dick y con los chicos. Podríamos salir a tomar algo o hacer una quedada para ver series o películas. - Recordaba aquellos tiempos, antes que el equipo se desuniera y las relaciones se enturbiaran, donde quedaban para pasar su tiempo y organizaban veladas divertidas siendo ellos mismos.

-Ya sabes que no soy muy bueno en materia mística pero si hay algo que pueda hacer para ayudaros. Lo haré.- Roy dijo aquello de corazón. Era de esas personas que siempre ayudaban de forma desinteresada porque tenían esa naturaleza bondadosa y entregada. Aunque iba abandonando su temor a Gotham, le seguía pareciendo una mala ciudad en la que habitar pero si era decisión de su amiga vivir con Andy en aquella urbe no era quien para poner pegas o meterse en sus decisiones.- Wallace- Repitió como en un estado de inconsciencia. El nombre del pelirrojo siempre resonaba en su interior como un Déjà vu. Sentía una fuerte sensación de estar olvidando algo realmente importante pero no tenía ni idea de que era. Esa repentina sensación se fue tan rápido como vino. Roy rápidamente dejó de sentir aquella extraña sensación.

-Pues ... - se quedó un poco pensativo.- No tengo ni idea de que registros habrá en el mundo. No he mirada absolutamente ninguno de mis papeles desde la colisión. Habría que consultar los registros y bases de datos.- Se mantuvo un poco en silencio no sabiendo muy bien si ofrecer una ayuda ilegal para solucionar los problemas burocráticos de la morena. Puedo piratear la red y tener acceso inmediato a esa información pero no creo que Titanes considerasen ese proceder correcto, ya sabes, esta un poco fuera de la legalidad. Así que podría hacerte las peticiones de manera correcta y eso no molestaría nadie. Tardaría un poco más pero si tenemos hasta Enero creo que el tiempo nos da de sobra.  Te puedo hacer los papelos de forma telemática. Hice toda mi carrera desde el móvil. - La historia de Roy con el equipo era un tanto diferente a lo que había vivido Raven. Él no había contado con la sobreprotección de ninguno de sus miembros.  Por su forma de ser independiente y decidida los demás siempre pensaban que se las podía arreglar bastante bien por su propia cuenta. -Richard y yo somos un fracaso enorme en la cocina siempre pedido comida. - El pelirrojo se rió alegremente.- Pienso que te va a venir muy bien este cambio. Aprenderás a valerte por ti misma y a encontrar tus fuertes. Salir al mundo puede dar miedo pero es lo mejor para poder crecer como persona y madurar. Trabajar es difícil a mi  me despiden siempre hasta Oliver que es como si fuera mi padre me despidió.- Pasar de un estado pasivo a uno activo siempre suponía un esfuerzo. Para ser una persona autónoma e independiente había que dejar atrás las dependencias personales y asumir nuevas e intrigantes responsabilidades.- Yo también extraño la Torre de mi universo. Era un poco diferente a la que hay ahora. La de este Universo se siente un poco extraña y vacía. Había una estatua de equipo original en el jardín y un gran cuadro en uno de los salones principales. Es una lástima que todo eso se perdiera.- Comentó con pena y nostalgia.- No tengo ninguna foto de mi grupo. Cuando me fui a vivir a la calle me quedé sin mis enseres personales. En el móvil sólo tengo lo más reciente. Mi vida con Jay y mi vida en Omega. - Le enseñó una foto de él junto a Kory y Jason. - Sería bueno que hagas amigos fuera del equipo. Aunque seguramente Richard no sea muy fan de esto. Pero siempre viene bien escapar un poco de los titanes. Además, hay gente maja en Gotham después de todo este es el hogar de mis pequeños y lindos birdies. -

Raven se le quedó mirando y tuvo la impresión de que algo iba a acontecer. -Claro, me puedes preguntar cualquier cosa.- Asintió con la cabeza mientras respondía. No sabía lo que se iba a arrepentir de haber dado esa respuesta.- Pues …- se rascó la cabeza. No sabía muy bien cómo explicarle ese tema. Le parecía que la hija de Trigón no tenía mucha experiencia en ese tipo de temas y que quería abordar el tema de forma inadecuada. Hablarle sobre relaciones tóxicas y formas de control le parecía algo muy enrevesado, improductivo también . Tenía que encontrar una manera sencilla de explicar lo que pasaba. - Hay ciertos comportamientos que demuestran desconfianza, alejamiento y control. Sobre todo me da miedo la parte del control porque me recuerdan a personas de mi pasado que me tenían en relaciones de vasallaje.-

Se preguntó si quizá se estaba yendo un poco por las ramas por no ir al grano y decir que Andrew era un adolescente, que sentía algo por Raven y que le veía como competencia. Pero por otro lado sabía esa horrible sensación de que tus sentimientos fueran revelados sin tu consentimiento y tu crush se burlase fuertemente de ti. Que la morena no se reiría de las emociones de nadie pero era duro tener que hacer frente a algo para lo que no estabas preparado. Si el chico no había tocado ese tema con la empata el no era nadie para sacarlo a relucir.

- Sabes que hay personas que ejercen un dominio insano sobre los demás. Quieren decidir sobre tus amigos, tu pareja, lo que vistes, lo que comes, donde trabajas … y no sé si estas preparada para hacer frente a esas situaciones. A mí me resulta difícil a veces cuando Dick se pone en plan tienes que hacer esto. O Jason me ordena hacer cosas. ¿Conoces a Jaybird? El “hermano de Dick.” Esas actitudes tan hurañas que hace y que son soportables por muy pocas personas.-Suspiró- Pues esas actitudes me hacen suponer que a Andy no le agrado. -Se encogió  de hombros. - y supongo que es por celos.  Ya sabes que los celos son inseguridades personales proyectadas sobre la otra persona. Es decir, tu amigo cree que yo tengo algo que él no. Intuyó por sus actitudes que él piensa que yo le voy a alejar de ti porque tenemos un relación más antigua. -

- Sí. Recuerdo las barbacoas de Víctor en la piscina -contestó la morena, permitiéndose incluso una leve sonrisa mientras alargaba la mano hacia la botella de refresco de limón y se servía un vaso-. Víctor... Según me dijo Richard está con la Liga de la Justicia en éste universo. Es tan extraño todo, Roy... Me consta que tú también te sientes así.

Era algo que tenían en común los dos, haber sido despojados de sus universos y de las personas a las que conocían. Ni siquiera era el Roy al que ella había conocido, y sin embargo de alguna manera se sentía más cercana a él de lo que nunca había llegado a estar con el suyo.

Hizo el amago de llevarse el vaso a los labios, pero se detuvo a medio camino al percibir la vacilación que invadía al pelirrojo al mencionar a Wallace, y aunque se fue tan pronto como vino no dejó de resultarle curioso.  

- Te lo agradezco, Roy, pero preferiría no tener que recurrir a nada ilegal -respondió sonriendo levemente-. En los próximos días voy a ir a informarme, y cuando lo tenga todo claro no me negaré a que me ayudes a rellenar esos papeles de manera telemática. Ya sabes que yo no sé nada de ordenadores ni de tecnología -comentó, recordando cómo el pelirrojo había tenido que ayudarla con la calefacción de la base cuando el equipo se había ido a buscar a Wallace-. Sí, hay muchas cosas que debo aprender. Yo... no sé en qué podría trabajar. Si terminara la carrera podría dar clases de filosofía. Me gusta mucho la universidad; es un templo de conocimiento, un lugar de aprendizaje como lo era Azarath. Creo... que lo disfrutaría.

Ya se había terminado el vaso de refresco y lo dejó sobre la mesa sin volverlo a rellenar.

- En mi Torre no había ninguna estatua, pero en la Sala de Reuniones había pósters a tamaño real de cada uno de los miembros del equipo -el tono de su voz no permitía saber si aquello le gustaba o le disgustaba. Por una parte le había resultado extraño ver una fotografía de ella tan grande todos los días, pero por otra... ver su imagen allí, junto con las de los demás, la había ayudado a sentirse integrada dentro del grupo, como una más. En aquella nueva base no había ninguna imagen suya, como un recordatorio más de que no pertenecía a aquél universo-. Yo... nunca tuve gran cosa. No son las pérdidas materiales las que lamento -musitó con un cierto deje de tristeza que se tornó en melancolía al ver la imagen de Kory que el arquero le enseñaba. Ella ni siquiera conservaba fotografías porque nunca había tenido dispositivos electrónicos de ninguna clase-. Sí... Es lo que todos me dicen siempre. Y bueno... de momento tengo a Andrew.

La mención del chico hizo que pronto la conversación pasara a girar sobre él. Raven escuchó las explicaciones de Roy y después guardó unos momentos de silencio para procesarlas y reflexionar acerca de ellas.

- Pero... no lo entiendo, Roy. Le dije a Andrew que tú y yo sólo somos buenos amigos, ¿por qué iba a sentir celos? Además... él y yo no tenemos una relación. No podría ser, ya sabes por qué -agachó la cabeza, evitando mirar a Roy por primera vez desde que había aparecido-. Yo... no le he contado nada -admitió en un susurro-. He estado evitando el tema... y no sé por qué. Creo que él me gusta... y no quiero que se repita lo que me ocurrió con Wallace.

De repente cayó en la cuenta de que no le había contado nada de aquello a Roy para no crearle una mala impresión de un compañero muy querido, pero si no lo hacía, no podría entender el dilema en el que se encontraba, y había llegado a apreciar al arquero y sus consejos lo suficiente como para sincerarse por completo.

- Roy... el Wallace de mi universo se sentía atraído por mí... y yo por él... aunque no podíamos estar juntos. En un momento dado perdí el control sobre mi mitad demoníaca y mi ser alma estuvo a punto de matarle. Él vio lo que había dentro de mí, presenció la oscuridad de Trigón, y pasó a rechazarme y a tenerme miedo. Tú estabas allí... -miró al arquero a los ojos-. La versión de mi universo de ti. Viste lo que ocurrió y me defendiste cuando Wallace me acusó de ser malvada. Te pusiste de mi parte cuando él recomendó que me expulsaran del grupo. Richard no lo hizo y él terminó marchándose. No te lo había contado antes porque no quería que te forjaras una impresión equivocada de él... No sabes... no puedes saber... la clase de horrores que acechan en mi interior. Y Wallace tuvo que verlos de cerca... Su reacción fue... totalmente comprensible. Pero el rechazo en su mirada... su odio... No... no puedo pasar otra vez por lo mismo. No quiero que Andrew me mire de la misma forma. ¿Te parece que estoy siendo egoísta? A menudo me cuesta entender la moralidad humana, qué cosas están bien y cuáles no. Quizá ésta sea una de esas veces en las que no estoy tomando la decisión correcta. ¿Debería decirle lo que soy y arriesgarme a que tal vez no quiera volver a verme nunca más?

Por lo que había tenido ocasión de comprobar, Roy era muy humano. Si había alguien capaz de comprenderla y de decirle si estaba obrando bien o mal era él. Negó apesadumbrada con la cabeza.

- La única experiencia que tengo en relaciones de pareja es la que tuvo mi padre con mi madre... Él la usó, como si no fuera más que un juguete roto. Hizo con ella cuanto quiso y cuando se aburrió la arrojó de vuelta a la tierra, como el que se desprende de un objeto usado o una prenda de ropa vieja -volvió a alzar sus tranquilos y calmados ojos grises hacia él-. Pero dime, Roy... antes, al principio, has dicho que tuviste una crisis. No querría acaparar la conversación hablando sólo de mis problemas. ¿Qué fue lo que te ocurrió?

Sonrió aunque no sabía quien era ese tal Victor. Intuía que era alguien preciado para Raven pero él nunca le había conocido en su universo. Tampoco conocía muy bien quienes formaban parte de la Liga de la Justicia ni en su universo ni en Omega. Esa  realidad le era muy ajena. En su mundo se pasaba el rato intentando no toparse mucho con aquellos afamados y gloriosos héroes. Porque él era más un antihéroe que un justiciero.

- Sí, no es algo fácil. Me siento muy perdido en muchas cosas.- En ocasiones pensaba que seguramente sus amigos extrañasen a la versión de Roy que ellos conocían. Quizá se lamentasen en silencio de que no fuera su Roy el que estuviera en Omega y que fuera él el que hubiera tomado el relevo. Había vivido el claro rechazo sel Jaybird de este nuevo universo. A pesar de que doliera su tajante rechazo y su negativa a intentar mantener una amistad, agradeció que fuera brutalmente sincero. Era una cualidad del segundo Robin que admiraba. Miró a la mujer y consideró que quizá ella también echaba de menos al Roy de su universo. Lamentaba no poder ser el Roy que cada uno de sus amigos esperaba encontrarse. Pero ay no podía hacer nada. Culpabilizarse por un fenómeno cósmico no iba a hacer que los mundos se separasen y que todo volviera a ser como antes. Tenía que afrontar aquella perdida y seguir viviendo. Entablando nuevas relaciones con al gente que había en Omega.



- También te puedo ayudar de forma legal.- Hizo con los dedos el símbolo de victoria, esa especie de V que se hace al levantar en el dedo índice y el anular y dejar encogidos los tres dedos restantes. Aunque lo ilegal seguramente sería más rápido y eficaz. Sabía muy bien como de mal funcionaban las administraciones públicas. - Yo sé mucho de ordenadores y de mecánica. No dudes en pedirme ayuda en esas materias si lo necesitas. Estudie ingeniería mecánica y no creas que es muy fácil encontrar  trabajo de ello. Estoy sobrecualificado para la mayoría de trabajos y para el gobierno y empresas privadas no me hace mucha gracia trabajar. Me había gustado dedicarme a la arquería pero el antidoping y la edad no perdonan.- Se rió un poco de su último comentario.- Pienso que serían una profesora fantástica, con la que se podría hablar y aprender mucho.-

La Torre de los Titans de Omega ese lugar que en su universo fue un santuario y ahora en aquella colisión que no albergaba esos sentimientos. en un principio había tenido miedo de volver porque faltaban la mayor parte de los que fueron sus queridos Teen Titans. Al ver la nueva Torre y el nuevo nombre del equipo, un nombre con el que él no tenía relación alguna se sintió muy fuera de lugar. Ya no era su hogar. Porque faltaba ese elemento que hacía que un lugar cualquier se considerase un sacrosanto refugio, un lugar donde estar y permanecer para siempre. Faltaba para él el calor del hogar. Estaba tan vacía de recuerdos, tan falta de ese algo que le hiciera a Roy sentirse parte del grupo. En parte se sentía reconfortado de que no fuera el único que sintiera un frío y un desapasionamiento al hablar de la base de Happy Habor. No había ningún tipo de arraigo a ese lugar.

- Son las pérdidas de personas las que más duelen. Sin embargo, me gusta conservar recuerdos  de aquellos que ya no están. Las imágenes de nuestros miembros y la sala del homenaje nos ayudaban a recordar y guardar en nuestro corazón el recuerdo que las personas que permanecieron al equipo y fueron nuestros compañeros y amigos. Es algo así como para no olvidarles nunca, aunque siempre seguirán presentes en nuestros corazones. - Miró fijamente a los ojos a la azariana.- Siempre es mejor contar con un gran número de amigos. Yo tengo muchos. No es bueno apostar sólo por una única persona. Nos hace mejor tener más de un vínculo.-

Como pasaba frecuentemente el vaso con la bebida de Roy estaba casi lleno. El arquero siempre se entretenía demasiado hablando y no se daba cuenta de sus necesidades básicas como comer y beber.

- Porque soy muy sexy y tengo muchas virtudes.- Aunque lo dijera de forma tan despreocupada no lo pensaba realmente.  No se sentía la persona más guapa del mundo ni alguien con que tuviera grandes cualidades que admirar o envidiar.  Era como un tipo de coraza para sentirse un poco mejor consigo mismo. - No es la primera vez que un chico tiene ese tipo de comportamiento hacia mí. - Se encogió de hombros. No entendía que hubiera razones para que nadie pudiera verlo como un peligro. Roy pensaba que después de la primera impresión o quizá en ella ya, sus defectos empezaban a despuntar y brillar con fulgor. - Existen personas que son posesivas y celosas. Hay muchos jóvenes que en la adolescencia ven como rivales a otros hombres. Es por inseguridad y por miedo. -

No le agradaba nada el giro que había tomado la conversación Andy no le gustaba para Raven. Las razones eran muy obvias y claras en su cabeza. Ella era una muchacha que había pasado por mucho. Ella no necesitaba a alguien como aquel muchacho. Alguien introvertido, posesivo y reticente a conocer a los amigos de la azariana. No era lo más indicado. Veía como iba a convertirse en una relación coercitiva. Él porque iba a someterla y cerrarla al mundo. Lo que necesitaba Raven más que nada era abrirle, conocer y experimentar. Necesitaba un hombre que la apoyase y la diera el valor para poder enfrentarse al mundo. Tampoco Raven era la más indicada para el joven. Porque ella era tímida y la daba reparo hacer las cosas. Andrew precisaba también de un tipo de persona muy diferente a la empata. Una muchacha carismatica, alegre y tolerante pero de fuerte carácter, que le ayudase tanto a empatizar como controlase sus salidas de todo y su dominancia.  También le preocupaba la edad del chico y el estado de sus hormonas.   Pero el arquero no quería intervenir demasiado. No era la persona indicada para interponerse ni desanimar a la muchacha ni poner ninguna traba o impedimento a los deseos del corazón de la hija de Trigon. Si aquel adolescente la atraía y ella decidía intentar algo con este, el pelirrojo no se lo impediría. Él también se había embarcado en relaciones inadecuadas y lo que más le dolió no es que la relación fracasase estrepitosamente sino que los demás inmiscuyesen sus narices.

A su cabeza le llegó una escena donde él y otro joven pelirrojo conversaban sobre la desconfianza de le despertaba alguien a este segundo chico. Otro recuerdo acudió a él ipso facto. Wallace le reprendía su comportamiento errático y su afición desmedida a salir y consumir sustancias estupefacientes. Revivió una discursión con el velocista en la que como ambos tenía puntos distintos de vista el aprendiz de Flash dejó la instancia con un fuerte portazo tras no convencer al arquero de hacer lo que él decía.

- Típico de Wally lo de …- la frase se quedó a medias y no la pudo terminar. Su mente hizo click. No sabia que es lo que iba a decir. Así que continuó con la otra parte del tema que estaban tratando.- Raven- tomó de las manos a la muchacha y se las apretó en forma de consuelo.-  No te sientas culpable por eso, un fallo lo podemos cometer todos. Todos cometemos errores. No somos perfectos. A veces hacemos cosas que pueden dañar al resto. Yo puedo hablar mucho de este tema porque me he equivocado mucho en esta vida.-- La acarició suavemente y con cariño el reverso de las manos. - No te preocupes, sé que el miedo nos puede llevar a hacer cosas terribles. No pienso mal de él por ese hecho. Aunque no creo que ese tal Wallace y yo vayamos a ser muy íntimos.- pronunciar aquella frase le había hecho sentir de forma inconsciente nostalgia y tristeza. No sabía muy bien a que se debían esos sentimientos. Tenía como una mezcla de emociones. Una duda y una rara dicotomía se mostraban en él. Su primer encuentro no había ido de perlas y sin embargo algo muy dentro de él no quería dejar escapar a Wallace, quería tenerle en su vida. Cuando Dick intentó que conociera a su amigo el pelirrojo, la situación se había descontrolado y no tenía muchas ganas de volver a cruzarse con el velocista. No porque en sí le cayera mal sino porque no quería revivir aquellos sucesos traumáticos que habían aflorado cuando estuvieron conversando solos. Además era el novio de Artemis y eso le hundía. Le hacía sentir miserable saber que ella le prefería a él.

- Siempre cuesta mucho abrirse y hay ocasiones en que nos hieren.  Mi caso no es como el tuyo. No soy mitad demonio ni tengo horrores en mi interior. Donna y yo salíamos en nuestra juventud ¿sabes?. fue algo intenso para mí, la quise con esa fuerza del primer amor. cuando sientes que tu pecho va a estallar porque quieres a la otra persona con tal frenesí que notas como tu amor casi no te cabe en el pecho. Fue ella fue la que rompió conmigo. Es duro cuando una persona no te quiere más y tu la sigues queriendo con esa misma intensidad. Notas como en sus ojos ya no está ese brillo con el que antes te miraba, ya no eres su mundo ni especial. Mientras que ella sigue siendo tu mundo y tu todo … y ese dolor te va desgarrando y no puedes hacer nada porque no te va a volver a querer igual que antes.  La tienes que dejar marchar para que pueda recorrer con otro el camino que antes recorría contigo. Nada garantiza que la persona que te gusta vaya a quedarse contigo para siempre. Aunque todo terminó y Donna rompió mi corazón, no me arrepiento de haberme arriesgado. Con ella viví momentos preciosos y los atesoro muy dentro de mí. Con Kory me pasó lo mismo. Seguramente no debí elegir a alguien que había querido a Richard primero. Porque es muy difícil competir con él.  No sé si ha habido alguien que has sido amiga de alguna chica que  atraía todas las miradas de los hombres y te hacía sentir invisible para ellos. Pues eso es Dick. Todas las miradas se vuelven hacia él y de repente nadie se fija en tí. Es realmente una asco sentirse invisible y todos esos malditos Robins son así. ¿Que marca de comida les dará Batman a sus pajaritos? Porque se la tengo que pedir. - Dijo lo ultimo en tono cómico y se rió jovialmente.- Pero si veo una oportunidad siempre me lanzo. Tan sólo puedes confiar y tener la esperanza de que sea la persona indicada para tí. Porque si no arriesgas nunca vas a encontrar a esa persona que te va a amar para siempre.

Aunque le contrariaba muchísimo y no estaba ni seguro ni a favor de que Raven estableciera una relación sentimental con Andrew, sabía que debía dejar que ella decidiera libre e independientemente.- Inténtalo Guapa. Estaré para tí si todo sale al revés. Cuando todo se tuerza: te tomaré de la mano, veremos películas malísimas y tomaremos helado de café. Estaré contigo hasta que tu corazón sane. - El corazón del pelirrojo estaba totalmente quebrado en ese momento. Tenía que fijarse siempre en alguien que no podía ser. Era como si el camino del amor para el fuera inalcanzable. Se acercó mucho al rostro de la morena e hizo que sus frentes se tocasen. Como si aquel gesto pudiera hacer que ambos estuvieran más unidos y ella pudiera comprender cómo se sentía Roy en aquel momento cuando le estaba narrando aquello. También era la forma del pelirrojo de darse un poco de consuelo y apoyo. Suavemente rompió aquella cercanía para que la azariana siguiera hablando.

Roy escuchó son atención el relato de la relación que llevaban los padres de la empata. Sintió cierto coraje. No le gustaban esa clase de hombres que utilizaban a las mujeres. Sentía mucha repulsión hacia ese tipo de personas que se beneficiaba de los otros y que les trataban como meros juguetes. Ninguna persona se merecía ser tratada como un objeto. Todos los seres humanos merecían ser tratados con el debido respeto.

- Mis padres tampoco estaban muy bien avenidos. Ni Siquiera sé quien es mi madre, ella abandonó a mi padre pocos meses después de mi nacimiento. Oliver y sus novias tampoco son muy buenos ejemplos de parejas felices. Pero aún sin que hayamos tenido referencias de buenas parejas pienso que podremos entablar una relación positiva con alguien. Podemos ser mejores que nuestros antecesores y aspirar a algo bueno y perfecto.  Una regla muy básica es no dejarse ni manipular ni someter por el otro.-

Le preguntó por aquella crisis que tuvo recientemente. No quería preocuparla. Él ya se encontraba mejor y no creía que volviera a sentirse en aquella necesidad imperiosa por tomarse un trago para aliviar sus pesares. Intentó ordenar ssu palabras para suavizar lo que pasó.

- Un cúmulo de cosas. Soy alcoholico y cuando la situación me sobrepasa tiendo a recaer en la bebida. Casi vuelvo a retomar mi antigua adicción. Estaba con este chico que mencionas que es amigo de Dick, Wallace. No se cómo Dick estaba tarde, y este hombre y yo acabamos hablando de un montón de temas que me afectan. - “Como que estoy locamente enamorado de su novia” pensó. Un fragmento de sus recuerdos llegó de nuevo a su mente. Wallace y él discutían por Donna. Porque ambos se habían fijado en Wondergirl. A cada uno de ellos les parecía mal que su amigo les pisara el terreno con la muchacha que les gustaba.

- Lo que más me impactó es que existe un bebe que es mi hijo con una loca psicópata y acosadora a la que tengo un miedo ingente. - Su voz se tornó un poco más triste. Se notaba que a Roy le costaba decir particularmente esa parte. Se abrazó a sí mismo intentando darse un poco de seguridad y confort. Intentó mantener la compostura y no pensar demasiado en aquella mujer que en su universo lo había vejado y humillado. - Bueno … ya sabes que … me altera esas cosas de los padres … … … pero ahora estoy bien- hizo un gesto intentando parecer casual y que le restara importancia a que estuvo en una situación muy crítica.

La diferencia entre un émpata y un telépata era que el émpata podía percibir tus emociones, pero no podía entrar en tu mente para saber qué pensamientos concretos las estaban motivando. Lo único que podían hacer era aventurarse a lanzar suposiciones, y Raven era bastante buena en eso. Aparte, las emociones que detectó en Roy cuando admitió sentirse perdido le resultaron muy familiares: tristeza, pesar, cierto desprecio hacia sí mismo y sentimiento de culpa. Ella misma había experimentado sensaciones muy similares cuando había sabido que su despertar del coma había provocado la desaparición de la Raven que había existido en aquél universo antes que ella. Por eso pudo hacerse una idea de lo que atormentaba a Roy.

- No... -dijo extendiendo la mano para rozarle suavemente el antebrazo-. No pienses eso -a menudo la seguridad con la que identificaba las causas de los estados de ánimo de sus compañeros les llevaba a pensar que realmente podía leerles la mente, aunque no fuera así-. Tú no tienes la culpa de lo que ha ocurrido, de ésta... Colisión. Y eres perfecto tal y como eres. No puedes responsabilizarte por cosas de las que no eres responsable.

Retiró la mano para devolverla de nuevo a su regazo.

- Yo solía sentirme igual... Cuando desperté del coma la Raven que existía en éste universo desapareció llevándose consigo a un niño pequeño al que estaba teletransportando. Durante mucho tiempo me culpabilicé por ello y me sentía mal porque los Titanes de éste universo no me reconocían. Pero no fue culpa mía, y por más que lo intentara no podría traerles de vuelta a su Raven -agachó la mirada hasta su regazo, pensativa-. Lo único que podemos hacer es... seguir adelante.

Oírle hablar de sus problemas para encontrar empleo le hizo pensar en Nicrom, pero dada la naturaleza poco legal de lo que hacía prefirió no hablarle de ella a Roy. Era una pena, porque habrían podido llevarse bastante bien.

- ¿Has pensado en trabajar como informático en empresas públicas? O incluso asociaciones. Hay muchas ONG que ofrecen servicios de Internet entre sus recursos y necesitan hacer un mantenimiento en sus ordenadores de vez en cuando. También podrías ser profesor de gimnasia, o dedicarte al trabajo social ayudando a otros que se encuentren en problemas como los que tú superaste. ¿Has pensado en trabajar de Sober Companion? No ganarías tanto como ganarías si te dedicaras a lo tuyo pero quizá te resultaría más gratificante.

En el tiempo que llevaba en Gotham se había estado interesando por los trabajos que tenían por objetivo ayudar a los desfavorecidos. Recordaba con agrado el tiempo en el que los Titanes habían colaborado con el Orfanato de Nueva York, y a la joven Lizzie Angelo, a la que había ayudado a salir de una vida de prostitución en la calle. En Gotham había tanta miseria y tanto abandono que le había resultado natural indagar en posibles vías de solución. Su Roy había trabajado de voluntario en aquél orfanato, así que quizás a éste le atrajera la idea.

- Ya... eso me decían siempre Donna, Richard y los demás, pero sabes que me cuesta hacer amigos -contestó a su consejo-. Aún así lo intentaré -añadió, pensando en Nicrom.

Como ya hemos dicho, Raven no era telépata, pero una amalgama de confusas sensaciones la invadió procedentes de Roy cuando el nombre del velocista surgió otra vez. Los recuerdos del arquero fueron tan intensos que a la azariana las percepciones le llegaban teñidas del color rojo de las emociones apasionadas. Aunque no pudiera ver exactamente lo que pasaba por la cabeza del pelirrojo parecían recuerdos ambivalentes, una mezcla agridulce de amistad, preocupación y enojo, una mezcla que por lo general sólo se daba en las amistades más antiguas y profundas.

Un momento Roy estaba analizando comportamientos típicos de Wallace y al segundo siguiente reaccionaba como si no le conociera de nada, y toda la amplia gama de emociones que se habían desprendido de aquél nombre un instante antes se había desvanecido. ¿Cómo podía ser? Era imposible pasar de emociones tan intensas a la nada absoluta en tan poco tiempo.

Quiso decir algo, expresar su desconcierto, pero entonces Roy le apretó y acarició las manos, logrando que el contacto inesperado la sorprendiera y la bloqueara. Y entonces le desnudó su corazón, y la joven émpata no pudo evitar pensar en su relación con Koriand'r cuando habló acerca de sentirse invisible al lado de otra persona, pero no le pareció adecuado mencionarla cuando sabía que Roy había estado en una relación con ella que no había terminado bien, al menos no en el estado de ánimo en el que ahora se encontraba.

Abrió mucho los ojos, alarmada, cuando él acercó su rostro al suyo, y aunque sólo hizo que sus frentes se tocasen la súbita cercanía y su calor le hicieron retirarse por puro reflejo, abochornada.

- Gra... gracias, Roy... Tenemos que hablar... acerca de Wallace.

De nuevo aquella emoción tumultuosa cuando el pelirrojo recordó las discusiones acerca de Donna.

- Liam... -asintió en silencio, volviendo a acercarse a él, de nuevo con una expresión serena en la mirada-. Conozco la historia. Podemos hablar de eso más tarde, si es que te preocupa, pero Roy... ahora necesito comprobar una cosa que me resulta extraña cada vez que hablamos de Wallace... Sólo será un momento.

La azariana extendió la mano derecha y la posó con delicadeza a un lado del rostro de Roy, mirándole a los ojos.

- Siento algo... una especie de... perturbación emocional -musitó, concentrándose-. Hay un bloqueo en tu subconsciente, pero no sé qué puede ser, mis conocimientos de hechicería no están tan avanzados. Roy... creo que te han hecho algo de naturaleza mágica y sé de alguien que te podría ayudar.

No estaba muy acostumbrado a que alguien se preocupase mucho por su bienestar. El siempre era el bromista, el chico divertido, el optimista, el positivo, la persona que te apoya y consuela, el que siempre ve el vaso medio lleno, quien siempre sonríe y dice que va ir todo bien, el que no necesita que nadie le devuelva la sonrisa porque ya la lleva de serie  …

Pero ese tipo de personas también se rompen. También lloran y necesitan alguien que les brinde su cariño, comprensión y consuelo. No le gustaba mostrar esa parte rota de sí mismo. No le gustaba perder ese aura de esperanza que le caracterizaba, porque era algo muy suyo, algo que le hacía especial respecto al resto de personas.  Cuando el se quebraba lo hacía de forma silenciosa porque no le gustaba hacer sufrir a nadie. Porque no quería hacer sentirse mal o culpable a los demás. Quizá también porque tenía miedo de no ser realmente importante para nadie y tener pruebas constatables de que a nadie le preocupase su angustia.  Pero por una vez que para alguien fuera especial y perfecto le hizo sentirse querido. Sonrió de forma alegre y jovial.

Sintió una calidez en su interior al recibir ese halago por parte de Raven. La hija de Trigón le brindaba un sentimiento de comprensión y conford. Ella le despertaba un sentimiento de tranquilidad y serenidad. Como si todo en este mundo fuera muy fácil. Con la empata podría expresar y decir con total seguridad todo lo que le costaba sacar de su interior. Se sentía muy a gusto con ella. La miró fijamente como queriendo grabar cada uno de sus rasgos en su mente. Queriendo grabar aquel instante en su memoria para siempre, congelando ese momento y quedándose con esa mágica sensación de felicidad y consuelo para siempre.   Pensó que quizá si se hubieran conocido antes y que si tuvieran una edad parecida podrían haber sido algo más que amigos. Para él, que se había enrollado e involucrado románticamente con la mayor parte de amigas y compañeras de equipo no era raro pensar en una amiga como una posible y futura pareja. El pelirrojo la habría ayudado a expandir su mundo y ella seguramente no le hubiera partido el corazón. Si su corazón la hubiera elegido a ella todo sería más sencillo. Pero a él le gustaba mucho complicarse la vida, ¿Por qué tenía que fijarse siempre en la chica más complicada? ya era tarde y además, nada propicio. ¿Que se le iba a hacer? Mientras pensaba esto se encogió de hombros involuntariamente. También podía brindarle a Raven muchas cosas buenas, nuevas y esperanzadoras desde su posición como amigo.

Roy siempre recibía las caricias con agrado y más si eran por parte de las féminas. En especial apreció ese efímero toque de Raven en su antebrazo porque, aunque se conocían de hacía relativamente poco, desde el primer momento notó que ella era de ese tipo de personas que evitan tocar. Evitaba mostrarse cercana tanto físicamente como emocionalmente. cercanía.  El pelirrojo era todo lo contrario a la empata. Brindaba mucha cercanía, sobre todo física.  Los contactos positivos le reconfortaban y pensaba que también al resto de personas. Roy era ese tipo de persona al que contacto físico le proporcionaba tanto bienestar como consuelo.

- Sé que hay que seguir adelante porque no podemos cambiar el pasado  pero … es inevitable preguntarme a veces si las otras versiones de Roy eran mejores que yo, que quizá se merecían más una oportunidad que yo … Tiendo a pensar demasiado a veces. -

Asintió con al cabeza mientras la morena hablaba sabía que ella tenía  la razón. No era bueno carcomerse y pensar en aquello que podría haber sido. Sin embargo tenía muy enraizada en una parte de sí siempre esa sensación de que podía haber hecho más. Esa voz en su cabeza que a veces tanto costaba callar  que le gritaba que si hubiera sido más responsable, sino hubiera estado tan emparanoiado con sus crisis personales, quizá las cosas serían diferentes. Culparse y repensar una y otra vez en lo que no hizo y lo que habría podido hacer no iba a cambiar nada. Tenía muy claro que ahora ya sólo quedaba la esperanza de poder ser un mejor Roy en los eventos del día a día, brindando toda su capacidad y potencial de ayuda en cada oportunidad que se le presentase.

Abrió de par en par su ojos verde esmeralda. Nunca había enfocado su carrera profesional de aquella manera.- En realidad es una gran idea, nunca había considerado que las empresas públicas y las ONGs también necesitan alguien que les lleve los sistemas y repare sus ordenadores.- En cuanto a las otras opciones que le dio la morena.- No sé si sería una gran profesor de educación física, sólo estoy entrenado para tirar cosas. Realmente no soy muy acrobático ni flexible, sólo me sé las reglas del baloncesto y tampoco creo que sean las reales porque jugaba en los guetos.    Me gustaría poder trabajar en algo que pudiera ser de ayuda a los demás pero- Podría imitar lo que hacía Lilith  Clay en su consulta porque había ido allí miles de veces a hablar con ella de sus problemas o emular las pautas que habían usado con él sus psicologos. Sin embargo, esos procedimientos no habían dado mucho resultado con él. - no sabría ni por donde empezar.- Se encogió de hombros y se rió ligeramente. Ayudar a los demás en la sobriedad, era algo descabellado desde su perspectiva porque se consideraba  bastante fracasado en evitar las adicciones. Si bien era cierto que llevaba un tiempo limpio, no consideraba que fuera el tiempo suficiente.

-No sé si soy el más indicado para decirle a alguien como mantenerse sobrio. - se le vino a la mente cada una de las veces que había engañado a Lilith y cada una de las veces que recayó estando en un programa de Alcohólicos anónimos. Hacía nada que había estado a punto beber cualquier sustancia alcohólica, inyectarse o inhalar cualquier cosa para evadir sus cada día más crecientes preocupaciones. Ni siquiera tenía la confianza en sí mismo para confiar en que un día de estos no volviera a recaer. - No estoy preparado aún para poder dar consejo a nadie más. No puedo siquiera responder a mis propias preguntas. Así que responder a las de alguien más se me hace imposible. -

Se le encendió una especie de luz en el cerebro. ¿Donde era donde los jóvenes hacían amistad? En ambientes de fiesta los fines de semana. Hacía mucho tiempo que no salía a disfrutar de ambiente nocturno del que disfrutaba la juventud en los días no lectivos.

- Y Donna lleva razón en una casi noventa por ciento de las veces.- Aunque el rechazo de la Wonder hubiera despedazado su alma y le hubiera hecho sentirse el ser más miserable de toda la creación, él superó esa relación y la guardaba como amiga un tremendo afecto. No había sido muy buena novia y sin embargo, como amiga nunca le había fallado. Había creído siempre en él y le había apoyado. - Puedo ayudarte, yo soy bueno haciendo amigos. Un día vamos a un bar o una cafetería mejor y seguro que hacemos por lo menos tres amigos en una tarde.-

Todo estaba sucediendo muy deprisa y no era capaz de captar a lo que la hija de Trigon se estaba refiriendo en las últimas partes de la conversación. El arquero no tenía ni idea de que el bebé que era la hija de su yo de otro universe se llamaba Liam. Para el ese nombre le resultaba un tanto familiar pero no tenía ni idea de quien era la propietaria de este.

- Raven, cielo. - La miró fijamente como si al mirarla pudiera encontrar  el sentido a sus palabras- No entiendo nada de lo que estás contando. - La empata se acercó y puso sus manos en su rostro. Roy se dejó hacer.- Primero, ¿Quien es Liam? Segundo esa perturbación emocional que notas cuando hablamos del amigo de Dick- El rostro del pelirrojo se mostraba interrogante.

… uff - suspiró. Le costaba mucho expresarlo porque era sobre el amigo de un amigo y en cierta manera, se sentía mal por sentir eso. También le resultaba difícil porque no le gustaba hablar de desamores. Pensar en Artemis antes era bonito. Le alegraba mucho. Se sentía tan pleno y dichoso estar en su presencia. Pero desde que había aparecido ese “novio” cada vez que pensaba en la arquera su corazón se llenaba de tristeza. Se sentía herido y se sentía culpable de los sentimientos de amor que ella despertaba en su persona.

- lo más seguro es porque …porque …- le costaba decirlo. Porque ponerlo en palabras era hacerlo demasiado tangible y real. Cuando pones nombre a las cosas se hace todo más veraz y a su vez te pesa más al saber cual es tu mal. Porque si estaba oculto siempre puedes ignorarlo, puedes engañarte y negarlo.- porque a mi me agrada … ya sabes, ... Artemis, la novia de ese tío y claro no es fácil eso. En tercer lugar, ¿Qué quieres decir con que alguien me ha hecho algo mágico? Me da mucho respeto ese campo.- Dijo el pelirrojo por no decir animadversión y miedo.- Intento no meterme en esos asuntos. - No quería resultar descreído. Pero se le hacía muy arduo creer lo que le decía la empata.

Sin embargo, ella había notado algo raro y … ¿Le estaba diciendo que iba más allá de  esas emociones negativas que le producía el otro pelirrojo por salir con la mujer con la que él aspiraba a salir?- Igual es tonto preguntar esto pero ¿Estás segura que es algo más que me sienta mal porque ese tío este con la mujer que yo deseo estar? Porque yo no entiendo nada de magia, no sé si este quiebre es porque yo estoy mal o me pasa algo extraño pero confío en tí y en tu criterio. -Suspiró con resignación- si crees que hay algo mal en mi por un motivo mágico iremos a ver a esa persona que puede solucionarlo.

Como émpata, Raven podía percibir las emociones de los demás, pero no poseía las capacidades telepáticas necesarias para averiguar su origen. Lo único que podía hacer por lo general era arriesgarse y deducir por el contexto. Por tanto, aunque percibió los sentimientos intensos que emanaron de Roy al mirarla no se le ocurrió que ella pudiera ser la fuente. Después de todo, fueron algo pasajero, como una súbita llama que se enciende y después se apaga, y Roy le había estado hablando de sus antiguas novias todo el rato. Su baja autoestima y la dificultad que le causaba el comprender cómo funcionaban las emociones humanas tampoco ayudaba, así que, lo que fuera que podría haber sido murió incluso antes de comenzar.

- Sí... te entiendo -dijo agachando la mirada en un gesto que era a la vez reflexivo y  triste-. Yo también pienso que le he arrebatado a la otra Raven su vida, sus amigos, su pareja y su mundo, y ahora yo soy una extraña que no encaja con ninguno de ellos. Es inevitable pensar que habría sido preferible que se salvara ella, pero no podemos responsabilizarnos por los designios del universo. No somos más que peones en éste juego cósmico; no hay nada que pudiéramos haber hecho para influir en lo que pasó, así que tampoco tiene sentido lamentarse o continuar preguntándose por qué.

A decir verdad el recuerdo de la otra Raven, de los sueños compartidos desaparecidos en el vacío de la inexistencia junto con la vida del pequeño Brian aún la asaltaba de vez en cuando, pero no como al principio. Casi había conseguido estar en paz consigo misma a ese respecto.

Cuando Roy le habló de sus limitaciones físicas se llevó una mano al mentón, reflexiva, tratando de recordar los deportes que había presenciado con Kori.

- Podrías ser entonces entrenador de atletismo. En el atletismo hay muchas categorías, y no todas entrañan capacidades acrobáticas. Tienes el lanzamiento de jabalina y el de tiro con arco. Podría ser más a un nivel de entrenamiento profesional para participar en competiciones. De éste modo te podrías especializar. Si no, podrías trabajar también en la bolera -una suave sonrisa se le escapó al recordar lo mucho que se había divertido en aquél lugar cuando lo había visitado con la Young Justice-. O hacerte jugador de béisbol. Estoy segura de que alguien con tu puntería le sacaría provecho. Siempre hay opciones en la vida, Roy. Sólo es cuestión de saber buscar.

Asintió con seriedad cuando le explicó sus reticencias para trabajar de "sober companion". Raven nunca había tomado drogas ni padecido adicciones, su desconocimiento en la materia era total, así que no se le había ocurrido que pudiera ser una prueba tan difícil para el arquero. Su siguiente propuesta, sin embargo, la hizo vacilar.

- Yo... no sé si es buena idea para mí salir y... hacer amigos, Roy. Con mi problema... debería continuar manteniendo las distancias y aislándome lo máximo posible. Es la mejor manera de garantizar que... que ella no tome el control. Me siento segura en lugares tranquilos y solitarios con una única persona. En esas situaciones me es sencillo mantener la calma, pero... un bar o una cafetería son ambientes ruidosos, con mucha gente... No me siento cómoda ante la idea de conocer a tantas personas de una vez. No conseguiría hacerme amiga de ellos porque por lo general la gente no comprende mi actitud distante. Incluso Wallace me lo dijo el otro día, que yo no era... "normal". No funcionaría -dijo negando con la cabeza-. Aunque te agradezco el ofrecimiento, pero estoy bien, de verdad. Todo lo bien que puedo llegar a estar llevando la carga que llevo.

La azariana rara vez se precipitaba, pero al parecer acababa de hacerlo. Cuando Roy le había dicho que sabía de la existencia de su bebé había dado por sentado que conocía su nombre, pero se había equivocado.

- Liam es el bebé del que acabas de hablar, Roy. La hija que tuviste con Jade. También fue así en mi universo -explicó en su característico tono neutral.  

Ladeó ligeramente la cabeza en una expresión que denotaba interés cuando Roy trató de explicar lo que él creía que eran las causas para lo que ella percibía. No le interrumpió en ningún momento, incluso a pesar de saber que estaba equivocado. Artemis también le gustaba... No pudo evitar experimentar una cierta sensación de pesar. Roy había salido con Donna, había salido con Kori, y, por supuesto, estaba enamorado de Artemis. Parecía que se hubiera sentido atraído por absolutamente todas las mujeres del equipo... excepto por ella. Disimuló un suspiro de resignación. Ya debería estar acostumbrada a ser el patito feo en el que nadie se fijaba, y, después de todo, era lo que ella misma había buscado siempre, porque no podía ser de otra manera. No mientras "ella" estuviese allí, acechando y aguardando la menor oportunidad para controlar sus acciones. Y si ella llegaba a tomar el control, abriría el camino a Trigón para que invadiera la Tierra y el planeta entero estaría condenado. Para evitar que eso pudiera suceder, ella debía mantenerse al margen de todas esas experiencias. Nunca podría saber lo que era el amor... o el placer. Pero aún así, tener el constante recordatorio de lo poco deseable que era en comparación con sus compañeras le causaba un amargo pesar que ni Roy ni nadie podían llegar a sospechar jamás.

Cierto, Roy había flirteado con ella la primera vez que se habían visto en la base, pero Richard le había dicho que únicamente estaba bromeando, y el propio Roy le había confirmado que para él aquella clase de galanteos eran algo propio de su conducta habitual cuando se relacionaba con mujeres. Eso era lo que la posibilidad de tener un romance con ella representaba para los hombres: un chiste. ¡Si tan sólo hubiera podido leer los pensamientos que Roy acababa de tener sobre ella! No habría cambiado nada, pero al menos habría servido para mejorar un poco su autoestima.

- Quiero decir que alguien con poderes mentales ha alterado de alguna manera tus recuerdos -respondió con su acostumbrada paciencia-. No se trata de algo "natural", Roy... Puedo notar claramente que tu mente ha sido manipulada de manera forzada. No sabría explicarte cómo... Es como... ver un jarrón roto que alguien ha vuelto a pegar desordenando las piezas. Lo ves y sabes que no es el orden correcto, que algo está mal. Que no es como debería de ser. Confía en mí -se puso de pie y le tendió sus manos-. Iremos ahora. Creo que Andrew necesita un tiempo para estar solo y lo que he notado en ti me resulta alarmante. Ya hablaré con él más tarde.