[Minievento WWD] Cuervo de Sangre - Prólogo: Sombras en la Oscuridad (Young Justice) [30-03-2019]

Reconocido: Nightwing. B01.

Había pasado un año desde la colisión de los mundos, y el ordenador del Monte Justicia seguía igual que siempre. La mitad de los perfiles de autorización que había instalados en la base de datos no se utilizaban, incluso habíamos tenido que añadir perfiles nuevos. Solo pensar en todos esos números que habían quedado vacíos me entristecía, pero aún mantenía la esperanza de que algún día, el resto de mis compañeros Titanes volverían sanos y salvos.  

Cuando llegué a la sala principal, vi como los miembros de los Young Titans ya ocupaban sus respectivos asientos. Víctor y Garfield se habían sentado juntos, y charlaban animadamente sobre el último ligue del segundo. Conner estaba sentado entre Beastboy y Kaldur. La Marciana y el Superchico no estaban muy habladores últimamente, no se llevaban igual de bien que antes y ninguno de los dos quería hablar de ello. Al lado de Megan se sentaba Artemis, y entre ella y Bart había un asiento vacío.

Vaya, así que no soy el último en llegar…

Reconocido: Flash. B03.

-¡Disculpad el retraso! ¡Había un atasco! - irrumpió Wally en la estancia con su sonrisa despreocupada de siempre. Usó su supervelocidad para sentarse antes que yo y saludó al resto agitando la mano, después de darle un dulce beso en los labios a su recién esposa. - ¡Llegas tarde, Dickie-bird!

- ¿Atasco? ¿Desde cuándo vienes en coche? - Alcé una ceja y ocupé mi respectivo lugar, dónde podía presidir la mesa. Me di cuenta entonces de que Raven no había llegado todavía. ¿Por qué la émpata nos había reunido a todos allí? ¿Qué era eso tan importante que tenía que contarnos?

De pronto, la sala se llenó de un silencio sepulcral en cuanto entró Raven. La mujer caminaba con pesar, su rostro estaba escondido bajo las sombras de su gran capucha, y transmitía con sus gestos corporales una sensación de tristeza y desolación. Al verla aparecer, casi todos nos levantamos del asiento a la vez, pero la hija de Trigon nos pidió que volviéramos a nuestro sitio. Algo le había pasado, y por lo que parecía no iba a contarnos buenas noticias…

- Como digo, sé que ha debido ser muy difícil convivir conmigo, por eso ahora os lo voy a poner fácil: Me voy, y ésta vez para siempre. Dejo la Young Justice. Ya no tendréis que seguir sintiéndoos responsables por mí.

Tenía razón. Eran muy, muy malas noticias. Los rostros de mis compañeros palidecieron conforme Raven continuaba con su discurso, y sus reacciones fueron muy diferentes en cada caso: unas llenas de tristeza, otras de enfado, incluso había alguno que se mostró indiferente ante la inesperada situación. Y yo… yo me quedé en blanco unos instantes, herido por sus tajantes y tristes palabras.

- Raven, espe… - pero cuando la llamé ya era demasiado tarde. La mujer había desaparecido en una humareda negra, y golpeé la mesa con el puño al sentirme impotente. Fue cuando me levanté de mi asiento para ir a buscarla cuando todo el mundo empezó a comentar la jugada.

- Pues si se quiere ir, que se vaya.- dijo Gar cruzándose de brazos con total indiferencia.- Ya ha causado suficientes problemas. No la necesitamos, ni siquiera es la Raven de nuestro universo…

Victor protestó ante la afirmación de su mejor amigo, y Kaldur trató de calmar la situación con su siempre serena personalidad.

- Tiene que haber una razón por la que no quiera seguir con nosotros, pero si está decidida, debemos respetar su decisión. Además, es normal que quiera vivir por su cuenta ahora que ha conocido a una persona con la que compartir su vida... - comentó el Atlante con suma tranquilidad. Megan, de fondo, no dejaba de asentir con la cabeza.

- A Raven le pasa algo, ese comportamiento no es normal. Llevaba la capucha puesta como si quisiera ocultarnos algo. Ella es tímida pero nunca se deja la capucha cuando está con nosotros. Está marcando una distancia y eso es que ella está mal. - el comentario de Bart me sorprendió. El chico acababa de demostrarme su capacidad de análisis y llevaba mucha razón. Por eso mismo no quise precipitarme para juzgar a Raven.

- Lo típico, te echas novio y dejas tirados a tus amigos. ¿Qué os apostáis a que cuando ese tal Andrew la deje tirada, volverá con nosotros con la cola entre las piernas?- Wally West alzó una ceja y se cruzó de brazos, indignado por el comportamiento tan extraño de la émpata.

- Pensé que ese tal Andy era una buena persona pero la está alejando de nosotros. Las personas que te alejan de tus amigos y tu familia no son buenas. - por una vez en meses, los primos velocistas coincidieron en algo. -  Ojalá estuvieran aquí Jay y Max, ellos sabrían qué hacer.

- Pero no están - protestó Wally, arrugando la nariz bajo la máscara de Flash. Últimamente parecía estar ligeramente enfadado con alguien, y lo acababa pagando con Bart. Al pelirrojo le molestaba que su primo siempre le hablara de las cosas que pasaban en su futuro, y de las personas de su mundo. Era innegable que ya no estaban y era posible que hubieran dejado de existir. Era algo muy doloroso para el pequeño, pero aún así sabía que no podía ponerle remedio. El efecto de la Colisión no iba a cambiar de la noche a la mañana, y no servía de nada estar continuamente preocupado por ello.- Ni ellos, ni Barry, ni Donna, ni Kory, ni Batman...

De pronto, algo nos descolocó a todos. Las continuas broncas que se llevaban Bart y Wally últimamente, acabaron por desencadenar en algo peor. El moreno se levantó de su asiento, y se arrancó el anillo de velocista para ponérselo en la mano a su primo.

- A veces las cosas se rompen e intentar hacerlas encajar a la fuerza sólo hace más profunda la grieta. Podemos hablar de esto luego con más calma. Voy a hablar con Raven. Ella es la que importa ahora. No está bien. Su conducta es extraña. Me preocupa.-

El pelirrojo le miró atónito y su rostro se desencajó en menos de un segundo. Antes de que alguien de la mesa pudiera reaccionar a tiempo, Bart desapareció en un borrón blanco usando el poder de la velocidad.

- ¡Bart! Esper. - genial hoy es el día de desobedecer a Nightwing.

- ¡No quiero ningún anillo más!- Wally apretó con fuerza el puño donde tenía cogido el anillo, y lo arrojó con toda la rabia del mundo contra el suelo. Barry le había dejado solo con la carga de tomar el legado de Flash, y ahora Bart también le había abandonado. Estaba harto de que toda su familia le diera la espalda y decidiera las cosas sin ni siquiera preguntarle. Pero en cuanto el anillo de Bart rebotó en el suelo pro primera vez, Wally usó su supervelocidad para alcanzarlo y recogerlo en el aire. Volvió a encerrarlo en su puño y se llevó la mano al corazón en un profundo silencio.  

En aquel momento, la base parecía un gallinero, y todo el mundo daba su opinión al respecto. Megan y Kaldur estaban a favor de que Raven hiciera lo que creyera que era correcto. Que era su decisión y que no debían oponerse a ella. Garfield había dejado bien claro que nunca quiso a esa Raven en el grupo, y Víctor trataba de convencernos de que debíamos hablar antes con ella, que no parecía la mujer de siempre. Yo estaba de acuerdo con él.

- Iré a hablar con Raven y Bart… - concluí, y me dirijí sin más dilación al cuarto de la hija de Trigon. La émpata había dicho que aún le quedaban cosas por empaquetar en su habitación, y cabía la posibilidad de que aún siguiera allí. Piqué tres veces, y entonces alcé la voz para que me oyera.

- Raven, por favor, habre la puerta. Se que has tomado una decisión, pero... ¿Porqué no me das la oportunidad de que lo hablemos con calma? Entiéndeme, nunca has sido una carga para nosotros, eres una Titán… ¿Por qué no nos dejas ayudarte? Somos tu familia, Raven... ábreme...

Cuando Raven los hablo telepáticamente solicitando una reunión Conner se encontraba en uno de los jardines haciéndole una llave a Lobo por castigo al haberse comido el ultimo bocado de hot dog que había logrado preparar. Era muy triste que después de un año ese fuera el único plato que lograba hacer en condiciones, no era su culpa ser un manazas en la cocina.

De esta te salvas Lobo, pero un día de estos me las pagaras.

Se señaló los ojos para luego señalar al lobo mutante con una mirada desafiante, Lobo le contesto enseñándole los colmillos y cada uno se fue por caminos diferentes. Mientras andaba hacia el punto de reunión se quitaba las hojas o restos de tierra por haber estado revolcándose con su mascota, finalizando el juego con la llave de castigo. Al llegar a la sala se sorprendió que fuera el segundo al llegar, normalmente era de los del medio sin llegar nunca tarde. Saludo a los dos presentes y a los que iban llegando para luego tomar asiento cuando la anfitriona de la reunión se lo indico. La conversación del chico bestia con su amigo le hizo mirar por unos segundos a Megan, tenía curiosidad de cómo le iba la vida pero su orgullo nunca se lo permitiría dar el primer paso. El comentario del velocista le saco una fina sonrisa.

¿Uno de los hombres mas rápidos del mundo llegando siempre tarde? Amigo Wally, creo que te confías demasiado en tus poderes y por eso te duermes en los laureles. No le eches las culpas a los coches cuando no tienes.

A partir de aquí se acabaron las risas, Raven les estaba comunicando que se iba. En principio no hay problemas que se quiera independizar pero con la forma que lo hacía no le dejaba muy tranquilo a Conner, sobretodo ir a vivir a Gotham con ese amigo suyo. Según tenía entendido el súper chico la muchacha adquiría los poderes de los estados de ánimos de las personas y esa ciudad era una de las más oscuras del continente ¿entonces que ganaba yendo a vivir ahí? Conner pensó que sería una especie de entrenamiento para dominar una técnica que le permita luchar contra esos malos pensamientos. Como siempre estuvo callado durante toda la explicación, mirando de reojo los comentarios de la gente. Lo que vio a continuación le cogio por sorpresa, nunca espero que su amigo Wally lanzara el anillo que le había regalado su amigo Bart para luego cogerlo de nuevo ¿ese gesto representaba mas de lo que es a simple vista? Ya había visto suficiente y se levantó llamando la atención de todos los presentes con unas palmadas cuando Dirk se había ido en busca de Raven.

La reunión se da por finalizada, agradezco que hayáis venido. Ahora ya os podéis retiraros y volver hacer lo que estuvierais haciendo antes…pero tu te quedas Wally, tengo que hablar asolas contigo…Artemis se puede quedar porque es tu esposa y supongo que no hay secretos entre vosotros.

Al parecer esa orden de Superboy había pillado a la mayoría desprevenidos y tardaron hacerle caso. Una vez a solas suspiro con los brazos cruzados.

Ya sabéis que no me gusta meterme en las vidas de los demás sino es que me piden opinión…pero Wally… ¿Qué te ocurre? Tú no eres así… tienes como una especie de rabia que te come y te hablo por experiencia… Pero lo curioso es que solo lo pagas con Bart ¿es porque te habla de tu familia de su época la cual nunca se realizara porque te casaste con Artemis? … Yo he intentado hablar con él, ver que tu opción es la buena porque os queréis. Pero también entiende que para el no es fácil vivir en un mundo que todo lo que conoces ya no esta, es diferente. Sé que con el tiempo os aceptara… te aceptara Artemis, Bart es un buen chico, solo necesita tiempo.

Mientras explicaba miraba a los dos y movía levemente sus brazos para enfatizar sus palabras, también dejaba unas pausas para asimilar todo lo que decía.  Conner se sentía un poco extraño ya que el nunca era mediador, siempre solucionaba las cosas a puñetazos pero desde hacía una temporada las palabras se había vuelto sus armas mas poderosas.

- Sé lo que te pasa, aunque no me lo cuentes, niña – había dicho él, con aquella sonrisa de superioridad, desde el otro lado del cristal reforzado. – Y te va a seguir pasando, ¿sabes por qué?

- No me interesa lo que vayas a decirme. – había atajado ella. No estaba de humor para escuchar lo de siempre, pero a Lawrence Crock no le importó.

- Míranos a tu madre, a Jade, a mí. Tú eres la única que no encaja en esta familia.

- Porque no soy como tú.  

- Porque intentas ser lo que no eres. Eres tan ridícula, jugando a ser “de los buenos”… Pero en este mundo no hay buenos ni malos, Artemis.

- Voy a marcharme – le había anunciado, tensándose ligeramente.

Él se había aproximado el teléfono a los labios y había hablado más bajo, aunque había sonado más cerca.

- En el fondo, tú lo sabes, sabes que todo eso que te enseñan tus amiguitos sobre el amor y el sacrificio es una mentira.  

- Tú. No. Me. Conoces. – había espetado, colgando el auricular con rabia inmediatamente después. Uno de los guardias de seguridad se había aproximado rápidamente para ver qué ocurría.

La rubia se había apartado del teléfono y había vuelto la cabeza, apartando la mirada de su padre.

Al otro lado del cristal, Lawrence Crock se había limitado a sonreír, triunfal.


Artemis estaba regresando a Gotham desde Belle Rêve cuando le llegó el mensaje. Fue breve, inesperado e intenso. De algún modo, supo que debía acudir de inmediato a la base. Raven los necesitaba allí.

Utilizó los Tubos Z, la forma más rápida de viajar que conocía (salvo, tal vez, las piernas de Wally). Se había cambiado en la misma terminal, temiendo que se tratara de una misión urgente para los Titanes. El recuerdo de la entrevista con su padre aún la perseguía cuando el haz de luz la depositó en la sala de ordenadores, tensa y arco en mano.

Vio a varios de sus compañeros allí. Los saludó con una frase breve y un gesto de la cabeza. No estaba demasiado habladora últimamente, así que a nadie le sorprendió. Como era de esperar, Bart se mantuvo lejos de ella. Fingió no darse cuenta, aunque sabía muy bien lo que le había dicho a Wally semanas atrás. Buscó a Raven con la mirada, pero no encontró rastro de ella, y el nudo que sentía en el estómago se acentuó.

- ¿Ha ocurrido algo? – preguntó, en cuanto Dick hizo su aparición. Él era su líder, y el que siempre sabía lo que pasaba.

Pero Nightwing parecía tan perdido como los demás.

Wally fue el último en llegar. Al verlo entrar, culpando de su retraso a un coche inexistente, Artemis esbozó lo más parecido a una sonrisa que había mostrado en horas. Le devolvió el beso brevemente y suplicó mentalmente que no preguntara nada acerca de su visita a la cárcel. No tenía ganas de hablar de ello.

Por suerte o por desgracia, no hubo tiempo de decir más. Raven acababa de hacer acto de presencia en la habitación.

- Sentáos, por favor. Tengo algo que deciros.

En un gesto mecánico, Artemis se llevó las manos a los hombros desnudos, abrazándose para protegerse del frío antinatural que reinaba en la estancia. ¿Cuándo había bajado tanto la temperatura? ¿Por qué Raven parecía tan distante?

- Sé que no he sido una compañera fácil. Me he mantenido fría y distante, dependía por completo de vosotros porque mi necesidad de meditación y constante control me impedía buscar un trabajo o hacer algo de provecho, cargándoos con la responsabilidad de tener que haceros cargo de mí, a pesar de tener vuestras propias vidas y obligaciones: Wallace y Artemis con su matrimonio, Richard con su trabajo y sus tareas en Blüdhaven, Conner y Bart teniendo que adaptaros a vuestras nuevas circunstancias en Omega... ¿Y cómo os lo he pagado? Como amiga, compañera y líder en ausencia de Richard no sólo he resultado inútil, sino también una amenaza

Artemis sintió que su cuerpo se preparaba intuitivamente para algo; una mala noticia, una despedida. ¿Qué otra cosa podría empezar con un “tengo algo que deciros” y continuar con un “no he sido una compañera fácil”?

Quiso contradecir a la émpata en varios puntos. ¿Quién era “fácil” de entre ellos? ¿Cómo no iba a mantenerse fría y distante, teniendo que controlarse así? Se parecían mucho, Raven y ella. Ambas invertían mucho tiempo luchando ellas mismas. El problema era que Raven no solamente tenía que encargarse de sus emociones, sino de las de todos los demás.

No podía negar que la había echado de menos el último periodo, cuando se había marchado con Andy. Le hubiera gustado verla más a menudo, poder contarle cómo se estaba sintiendo. Cómo la afectaban el sufrimiento de Wally, el rechazo de Bart, aquellas últimas visitas a su padre en la cárcel. O, mejor aún, le hubiera gustado no tener que ponerlo en palabras; que su amiga la leyera como un libro abierto y le dijera qué hacer con todo aquel dolor, aquella inseguridad.

Pero Raven estaba extraña. Seria, tensa, lejana. De golpe, le parecía una persona totalmente distinta a la que creía conocer.

-  Me voy, y ésta vez para siempre. Dejo la Young Justice. Ya no tendréis que seguir sintiéndoos responsables por mí.

Aunque lo esperaba, fue un duro golpe de todos modos. Y la reacción de sus compañeros no se hizo esperar.

La voz de Artemis se ahogó entre todas las demás que protestaban o que se rebelaban ante lo que acababan de oír. Raven añadió algo más, como si hubiera esperado aquella reacción por su parte.

- Quiero que sepáis que ésta decisión es definitiva y que no podréis hacer o decir nada que pueda hacerme cambiar de opinión –dijo -. Ahora me gustaría pasar un rato a solas en mi antigua habitación. Casi todo lo que tenía me lo llevé ya cuando me fui a vivir con Andrew en diciembre, pero me gustaría... decir adiós.

Y dicho esto, se teleportó fuera de allí.

Todo sucedió muy deprisa, y de forma muy confusa. Dick intentó que Raven no se marchara. Bart confirmó que algo extraño sucedía, que su compañera no estaba bien. Y entonces, otra discusión con Wally, y el chico se quitó el anillo y se marchó detrás de la émpata. Todo el mundo empezó a exponer su opinión. Y Nightwing dijo algo más, y después también se marchó, seguramente para ir a buscar a Raven a su habitación.

En medio del caos y la confusión reinantes, Artemis sintió un arrebato de frustración. Se sentía impotente ante la situación que se había desplegado ante sus ojos. ¿Por qué todo el mundo se marchaba?¿Por qué aquel grupo nunca funcionaba? ¿Por qué nunca iban las cosas bien?

Había pasado dos años de su vida tratando de sobreponerse a la ausencia de Wally y, cuando al fin volvía, cuando parecía que la vida dejaba de ser malas noticias, cuando se suponía que podía ser feliz…

… Todo volvía a estar mal. Su Kid Flash no estaba. Raven renunciaba. Bart renunciaba. ¿Por qué se comportaban así? ¿Por qué la hacían sentir como si ella fuera el problema? Tú no eres Linda. Tú no eres Roy. Tú no eres mi hija, eres demasiado blanda.

Flash arrojó el anillo al suelo, sólo para recogerlo un instante después. La arquera sintió una punzada de dolor. Lo conocía muy bien. Estaba destrozado por la repentina renuncia de Bart.

Lo comprendía perfectamente. En otras circunstancias, ella misma hubiera gritado de frustración. Hubiera arrojado el arco al suelo y se hubiera marchado. Pero no podía; aquella historia no iba de ella y de los problemas con su padre y con Bart. Algo le estaba ocurriendo a su amiga, algo mucho más importante que los recurrentes problemas de autoestima de Artemis. Y ella no iba a poder sostener al resto de sus compañeros si se quebraba también.

Ojalá Roy hubiera estado allí. Él siempre sabía qué decir para romper el hielo o animar la situación. Pero no podía contar con el buen humor del pelirrojo ni con su facilidad para calmar los ánimos.

Puso la mano sobre el hombro de Wally, para recordarle que ella seguía allí. Miró el lugar por donde había desaparecido Dick, planteándose si debía seguirlo y ver a Raven, o detenerlo para que respetara la voluntad de la émpata y la dejara despedirse de sus cosas. Si se hubiera tratado de ella misma, Artemis hubiera preferido que la dejaran sola.

Entonces, Conner dio dos palmadas y habló.

La reunión se da por finalizada, agradezco que hayáis venido. Ahora ya os podéis retiraros y volver hacer lo que estuvierais haciendo antes…pero tú te quedas Wally, tengo que hablar asolas contigo…Artemis se puede quedar porque es tu esposa y supongo que no hay secretos entre vosotros.

La arquera miró por última vez al pasillo por el que se había marchado Nightwing, y finalmente se volvió hacia Superboy.

- No sabía que teníamos que estar casados para no guardarnos secretos los unos a los otros. – dijo, pagando con Conner su frustración. Estaba harta de que su relación con Wally saliera continuamente a colación. El grupo era su familia, y no soportaba que aquella familia se deshiciera, siguiendo los pasos de la que había fundado Lawrence Crock.

Conner los miró, conciliador, iniciando el discurso más largo que Artemis le había oído pronunciar jamás.

Ya sabéis que no me gusta meterme en las vidas de los demás sino es que me piden opinión…pero Wally… ¿Qué te ocurre? Tú no eres así… tienes como una especie de rabia que te come y te hablo por experiencia… Pero lo curioso es que solo lo pagas con Bart ¿es porque te habla de tu familia de su época la cual nunca se realizara porque te casaste con Artemis? … Yo he intentado hablar con él, ver que tu opción es la buena porque os queréis. Pero también entiende que para él no es fácil vivir en un mundo que todo lo que conoces ya no está, es diferente. Sé que con el tiempo os aceptará… te aceptará, Artemis, Bart es un buen chico, sólo necesita tiempo.

La arquera se llevó una mano al rostro, tratando de serenarse, mientras su otra mano se cerraba en un puño y después se aflojaba.

- Ya lo sé, Con – musitó – Lo siento. Ha sido un día muy largo.

Superboy tenía razón. Bart era un buen chico, y probablemente su sufrimiento le impedía ver el daño que le estaba haciendo a ella. Lo que no sabía era si con el tiempo, tal y como decía Conner, la aceptaría… o no. Tal vez nunca llegarían a tener una buena relación. La idea le resultaba terrible, pero no podía obligar a nadie a quererla.

- Nene, cuando te pones así es porque algo va mal – le dijo a Wally, y después volvió a mirar a Superboy – Todo esto pasa en el peor momento… Es como si todos nos estuviéramos rompiendo a la vez...

Tenía una más que ligera idea de lo que les ocurría a Wally y a Bart. Pero Raven… ¿qué le ocurría a Raven? ¿Qué había pasado para que tomara aquella decisión? Tenían que preguntárselo… tenían que ayudarla.

- Tenemos que ir con Dick – les dijo a los dos.

A lo mejor aún había algo que pudieran salvar.

Fue sorprendente la actitud de Conner, ¿Quién hubiera dicho que sería un buen líder en ausencia de Dick? Superboy tuvo bien claro lo que debía hacer, y con su potente voz y con la ayuda de una palmadas, dio por finalizada la reunión. Beast Boy le hizo caso a regañadientes y volvió a encerrarse en su habitación. Víctor le siguió para calmar su temperamento, el chico bestia llevaba tiempo con un humor de perros, y coincidía justamente con la llegada de la nueva Raven.

- Wally, tengo que hablar a solas contigo… Artemis se puede quedar porque es tu esposa y supongo que no hay secretos entre vosotros...- la arquera arrugó la nariz y respondió con una protesta. Ella tampoco tenía un buen día.

- Genial… ¿Qué eres ahora? ¿La profesora del colegio? - espetó Wally. El pelirrojo seguía muy dolido con la actitud de Bart, y no le apetecía hablar de ello cuando la situación era tan reciente. Todo el mundo reacciona mal cuando se habla en caliente.

Kaldur y Megan se mostraron preocupados por sus amigos, pero hicieron caso de las órdenes de Conner y se marcharon de la sala, dejando al Superchico a solas con Artemis y el antiguo Kid Flash.

- Ya sabéis que no me gusta meterme en las vidas de los demás sino es que me piden opinión…pero Wally… ¿Qué te ocurre? Tú no eres así… tienes como una especie de rabia que te come y te hablo por experiencia… Pero lo curioso es que solo lo pagas con Bart ¿es porque te habla de tu familia de su época la cual nunca se realizara porque te casaste con Artemis? … Yo he intentado hablar con él, ver que tu opción es la buena porque os queréis. Pero también entiende que para el no es fácil vivir en un mundo que todo lo que conoces ya no esta, es diferente. Sé que con el tiempo os aceptara… te aceptara Artemis, Bart es un buen chico, solo necesita tiempo.

- ¿Que qué me ocurre? Empiezo a estar muy harto de todo esto… hace un año ni siquiera estaba aquí…para todos yo estaba MUERTO.- espetó finalmente, con una rabia que le desgarraba por dentro. Aquellos desagradables recuerdos despertaron el miedo que llevaba en él, latente- Nadie tiene ni idea de lo que sufrí dentro de ese maldito remolino del tiempo y el espacio. Era imposible saber qué día era, ni cuánto tiempo iba a pasar allí dentro, encerrado. Estaba a solas con mis pensamientos, y la tortura cada vez se me hacía más larga y peor hasta el punto de… - querer morir. Pero no quiso decirlo en voz alta, no tenía el valor suficiente para ello. El tacto de Artemis le calmó, y le recordó que estaba bien, que estaba a salvo…- Y cuando por fin salí de esa mierda, y me di cuenta de que había pasado un año y medio… joder, podía haberos perdido a todos…-Se llevó las manos a la cabeza y recogió su cabello pelirrojo que asomaba en el traje de Flash. Las visiones del gas del miedo eran creíbles, palpables… no había tenido nunca una pesadilla peor que esa.- Y cuando me quedé encerrado por segunda vez en la Speed Force, te juro que pensé que ya no volvería a veros, que el tiempo seguiría pasando rápido mientras yo estuviera atrapado en la corriente de velocidad, y que si algún día llegaba a salir de allí a lo mejor habían pasado mil años…- fue difícil para él expresarse de aquella manera frente a Conner. Él era uno de sus íntimos amigos, pero había sido incapaz de explicarle esa dura experiencia hasta ahora. Expresarla en voz alta le hacía todavía más daño, y demostraba a los demás lo vulnerable que era en realidad.

-¿Es que nadie entiende que lo único que quería era recuperar mi vida? - los ojos de Wally buscaban desesperadamente una reacción por parte de Conner.- Y cuando por fin pienso que todo se ha arreglado, que vuelvo a estar al lado de mis amigos, y puedo ser feliz con la persona que más amo en el mundo…- dijo, estrechándole la mano con suavidad a Artemis.- Aparece un nuevo Bart, que ni siquiera era el chico que conocí, para decirme cómo tengo que vivir mi vida y con quién. ¿Le he pedido su opinión? ¿Le he exigido que sea como mi Bart? ¡No! - el pelirrojo volvió a apretar el puño donde tenía guardado el anillo.- Desde el día en que llegó, he intentado hacer un esfuerzo por entenderle y ayudarle en todo lo que he podido; pero es que no deja de hablar de su futuro, de su familia, de Linda Park. ¡No sé quién es esa tal Linda, ni me importa! Yo no le estoy recriminando continuamente su existencia, ni le recuerdo cada dos por tres que es el causante de que nuestro Bart haya desaparecido. Que a mi también me gustaría que las cosas volvieran a ser como lo eran en mi universo, y me gustaría que dejara de hacerle daño a Artemis con toda esta tontería.

Una vez expulsado todo lo que tenía guardado dentro, Wallace Rudolph West, dejó escapar un largo suspiro y por fin se calmó.

-¿Porqué cuesta tanto que las cosas salgan bien por una vez? Yo no he pedido esta situación… - susurró, cansado de sentirse mal con Bart y consigo mismo.

Esperé unos segundos de pie frente a la puerta de su cuarto, y al final escuché la voz de Raven contestarme desde el otro lado. No se había marchado, aún había esperanza de que recapacitara.

- Sí... sois mi familia, pero eso no importa. No quiero verte, Richard. Tú tampoco puedes hacer nada.- arrugué la nariz, disgustado por aquella respuesta. ¿Cómo podía ser tan cabezona? ¿Es que no confiaba en mí? ¿O es porque confiaba demasiado y sabía que se echaría atrás si hablaba conmigo?

- Por favor, Richard... márchate. Te lo ruego. Vuelve con los demás.- su voz sonó débil, quebradiza… y eso no hizo más que empeorar mi preocupación. ¿Por qué estaba tan segura de que no la podíamos ayudar? Parecía más bien que nos estuviera pidiendo ayuda a gritos con cada paso que daba, alejándose de mí.

- No me iré hasta que no abras la puerta…- dije con voz firme, y acaricié el pomo con suavidad, esperando a que la sugestión hiciera su efecto. Y en efecto, la puerta se abrió, pero el que salió de la habitación fue Bart. Lo que vino a continuación pasó muy deprisa. Impulso salió del cuarto. Yo parpadeé dos veces. La émpata se puso su capucha. Wally, Artemis y Conner llegaron al piso de arriba. Raven desapareció en una humareda con olor a azufre.

- Adiós, Richard... mi dulce Bart... No me odiéis, por favor.- fue lo último que dijo antes de desvanecerse por segunda vez en un día.

Otra vez me sentí impotente. Hoy estaba demostrando mi inutilidad como como líder, dejando que el grupo se deshiciera en vez de mantenerlo unido, como la antigua familia que era. Pegué una patada al marco de la puerta de la frustración que sentía, y después miré a mis compañeros, recuperando la serenidad. Detuve a Bart con una mano en el hombro antes de que fuera escaleras a bajo.

- Averiguaré dónde vive ese tal Andrew, y descubriremos lo que le pasa a Raven… - dije, intentando recuperar la confianza en mí mismo.- Vienen tiempos difíciles, y hemos de permanecer unidos… - entonces me agaché al lado del pequeño velocista, le cogí con cariño por los hombros y le sonreí con amabilidad.- Eso también va por ti, Bart. Eres uno de los nuestros y te necesitamos.

Wallace no dijo nada, y la expresión de su rostro era casi indescifrable. No sabía si decir que parecía enfadado, preocupado o resignado. Quizás fueran las tres cosas a la vez. Lo cierto es que el pelirrojo se acercó a su primo y le extendió la mano, mostrándole el anillo de velocista.

- Esto es tuyo. - dijo sin más, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para dirigirse a Bart.

¿Qué podía hacer? Nunca había sido buena con las palabras. No era como Dick. Él hubiera sabido qué decir para que Wally se calmara, para que Bart no se sintiera tan solo, para que Raven se quedara. Pero Nightwing no podía estar en todas partes, y ella no era una buena sustituta. De modo que Wally y Bart discutieron, y Raven se marchó. Desgracias tres, Titanes cero.

Artemis no podía hacer mucho por la situación de ambos velocistas, salvo sentirse absurda e inútilmente culpable. Absurdamente, porque no había hecho nada malo; inútilmente, porque no tenía forma de resolverlo. Tenía que darles su espacio, dejar que lo solucionaran ellos. Ser ella misma, por si Bart quería tomarse la molestia de conocerla. No cerrar puertas al muchacho sólo por miedo a su rechazo. Fácil de decir; complicado de hacer. No tenía ni idea de cómo terminaría aquello.

Cuando se reunieron con Dick, él negó con la cabeza. Raven se había marchado. Artemis apretó los puños y se mordió el labio inferior, pero no dijo nada. No sabía qué pensar.

"Averiguaré dónde vive ese tal Andrew", "averiguaremos qué le pasa a Raven", había dicho Richard. "Haz que vuelva a casa", había dicho Bart. Todos los Titanes coincidían en algo: la marcha de su compañera era extraña y no se explicaba por un repentino interés en su discípulo. Obedecía a algo más, a algo que se les escapaba de las manos y que tendrían que averiguar.

- Cuenta conmigo, Nightwing - dijo Artemis, con seriedad, mientras se colgaba el arco a la espalda - Podremos discutir todo esto cuando Raven esté de vuelta con nosotros.

El moreno miro de forma desafiante al chico bestia ¿quería pelea? Porque Conner estaría encantado de dársela, sentía tanta tensión en el ambiente que de alguna forma tenía que deshacerse. Por suerte su amigo Víctor era un chico listo y se fueron de ahí dejando el ambiente mas calmado. Sonrió de forma tranquila a sus dos amigos que se iban también, al parecer nadie le iba a rechistar por coger prestado el papel de líder mientras Dick solucionaba las cosas con Raven y Bart. Superboy puso los ojos en blanco, inspiro e expiro el aire de forma lenta para controlar las ganas de soltar un comentario hiriente o les lanzara rayos X, que por cierto, hacía mucho que no practicaba la puntería con ellos.  Una vez había logrado relajarse les conto lo que sentía para luego escucharles a ellos atentamente esperando encontrar alguna solución.

Conner arrugo el entrecejo mientras escuchaba a Wally hablar pero no lo hacia por enfado o rabia, sino por dolor e impotencia de no haber podido entender a su amigo ni ayudarlo. Lo que le relataba le hacía recordar aquel ejercicio de hace tantos años que aun le perseguía, pero sus puntos de vista eran completamente diferente: Wally triste por no saber como salir de ahí y como estarían sus amigos mientras que Conner  en un mundo apocalíptico con todos sus seres queridos muertos pero gozando de la mayor felicidad que había experimentado por ser el Superman. Quiso exponer sus pensamientos pero se sentía tan estúpido que se los callo, no era el momento de ir comparando las desgracias de los demás con las tuyas.

Wally… no tenía ni idea que sintieras todo esto, lo siento mucho pero ahora ya se tu punto de vista y creo que podre ser de mas ayuda para que solucionéis lo vuestro.

Dijo algo dolido por el relato pero se fue animando para no enrudecer más el ambiente. En momentos como este siempre pensaba que haría Superman en su lugar, eso le ayudaba a ser más diplomático y visualizar mejor el problema. Pero Conner nunca había estado presente de Clark en situaciones diplomáticas y solo podía suponer los hechos que según él pensaría que haría, por lo cual, Superboy estaba actuando como Superboy y no como el Superman que idealizaba.

Todo esto pasa en el peor momento… Es como si todos nos estuviéramos rompiendo a la vez...

Las palabras de su amiga le abrieron la mente a una posibilidad que hasta ahora nunca se había planteado. ¿Y si había alguien detrás de todo esto? Alguien que quisiera destruir a los Young Justice desde dentro, y parecía estar funcionando. Conner afirmo con la cabeza en silencio y los siguió en busca de Dick mientras le daba vueltas a su descubrimiento, pensando quien podía ser el culpable de todo esto. A lo mejor Raven se iba no por querer ser independiente, sino que por culpa de esta batalla interna prefería estar lejos. El moreno abrió sorprendido los ojos dibujándole en el rostro una sonrisa burlona al ver como Dick pateaba el pobre marco de la puerta, le alegraba saber que no era el único que le gustaba pegarle a las cosas cuando estaba enrabiado. Después de esos segundos de distracción volvió a la realidad igual de serios como los demás. Andrew, el supuesto amigo, novio o lo que sea de Raven podría ser el culpable de todo esto ¿y si se equivocaba? Conner  temía estar precipitándose a culpar a alguien sin tener todas las pistas, pero tenían que empezar por alguien.

Yo … no quiero ser una carga. Ni para mi primo ni para nadie. Aquí realmente no hago falta.

Antes tales palabras Conner se apresuró a dejarle claro que esto no era así. Sentía no ser aquel amigo tan íntimo del que siempre le hablaba, aunque pensándolo detenidamente nunca había sido amigo íntimo de nadie, no sabia que sensación era aquella de tener un amigo al cual explicarle todo. El chico era tan tímido y reservado que apenas sabia como explicar lo que sentía hacia los demás, seguramente ese hermetismo e inexperiencia hacia que nadie le contara como se sentía realmente y eso le producía un cierto vacío de no saber encajar en la sociedad.  Aunque hace unos meses conoció alguien igual que él, que le hacía sentir bien, llenando ese vacío que nadie en todos estos años había logrado llenar.

Eso no es cierto Bart, eres muy importante para nosotros Bart. Eres nuestro Kid Flash y si no estas preparado te estaremos esperando para cuando estés listo ir todos a salvar a Raven, ahora mas que nunca tenemos que estar unidos. Cuando Dick descubra donde vive Andrew iremos todos a pedir explicaciones del comportamiento de Raven, mientras tanto tenemos que tener la moral alta. Somos un gran equipo, hemos superado crisis peores que estas porque siempre hemos estado juntos aun ser tan diferentes.

Tuvo la tentación de poner la mano en el medio para que le siguieran todos y hacer un grito de guerra. El moreno estaba viendo demasiadas películas bélicas y le empezaba a afectarle. Mientras Artemis se colocaba bien el arco el se puso los guantes dispuesto a luchar junto a sus camaradas.