[Minievento WWD] Cuervo de Sangre - Locked in here with you (Martha R.)[15-04-2019] (+18)

El mundo se estaba volviendo loco, desde el ataque en Happy Harbor todo había ido a peor. En este tipo de situaciones apocalípticas es cuando se veía lo peor de las personas; robos, asesinatos e incluso cosas peores reinaban por las calles y las personas que podían, asustadas, se esconden en sus casas esperando que los héroes que tantas veces les han salvado vuelvan a hacerlo una vez más. No era el caso de Martha ni el de su tío que con ella se encontraba intentando hacer entrarla en razón, ella no quería abandonar su pequeño piso en Nueva York ya que se sentía más segura ahí que en cualquier otro sitio. Llevaban ya horas en el conflicto y cada vez el entendimiento mutuo parecía mas y mas lejano

-Tienes que escucharme

El hombre se pasó la mano por el pelo echándolo hacia atrás. Estaba visiblemente agitado; sudor corriendo por su frente, la ropa y el pelo desaliñados, más aun así intentaba dar una imagen de seguridad con una pose firme y diciendo las cosas con firmeza y claridad

-Yo se de un sitio en el que podemos estar seguros, confía en mí- Se puso la mano derecha en el corazón queriendo hacer ver que lo que estaba diciendo lo decía desde el corazon -solo quiero protegerte

Martha tenía un vaso vacío en su mano en el cual se disponía a echarse un poco de Whiskey de una botella barata que guardaba en la nevera, sin embargo, lo uso para dar un fuerte golpe en la encimera de la cocina el cual casi rompe el recipiente. Estaba de espaldas a su tío y se giró para mirarle a la cara, no llevaba la bandana puesta y sus dientes se podían escuchar rechinando por el enfado

-Siempre me estás protegiendo...- Su voz se quebró al decir estas palabras, casi como si le costase la vida en ello soltarlas, mas se giro y sosteniendo aún el vaso en la mano alzó la voz en un tono de enfado -¡No soy una niña!

Esta vez si que dejó el vaso en la encimera, evitando así que por su enfado lo lanzase. Sus ojos estaban enrojecidos y unas ojeras adornaban su ya lamentable rostro. Su tío la miraba con la boca abierta la cual hacía algunos movimientos como si intentase hablar, intentaba buscar en su cabeza las palabras para calmar a su sobrina

-Y como puedo confiar en ti, si me espías, si me mientes- apretó los puños y empezó a avanzar a paso firme hacia su tío, el cual retrocedió paso a paso para no chocarse con su sobrina. Avanzó hasta que su tío se dio contra una pared y no pudo retroceder más, entonces levantó su mano izquierda y con su dedo índice le dio tres golpes rápidos en el pecho -y ni siquiera se si Borja es tu verdadero nombre

El hombre estaba siendo confrontado por sus sobrina que en su soledad y miedo empezó a cuestionarse cosas de su tío, cosas que le escamaban desde hace mucho tiempo que había dejado pasar hasta ahora porque, bueno, era la única familia que le quedaba. Ahora no estaba segura ni de que fuese su tío de verdad. Martha se pasó la mano por la cara, parándose en los ojos los cuales se frotó para aliviarlos sin mucho resultado. Su brazo izquierdo estaba empezando a temblar y tuvo que quitarle el dedo de encima a su tío para que él no notara los temblores

-Martha yo.... No, ¡tienes que hacerme caso!- le hombre se cruzó de brazos y miró fijamente a su sobrina con el ceño fruncido -Ahora no podemos hablar de estas cosas

La mujer se echó hacia atrás y dio un suspiro resignado. Es verdad que la situación en las ciudades era más que deplorable y que seguramente estaría mucho más segura si hacía caso a su tío, sin embargo, Martha tenía un conflicto mental que le impedía ver la gravedad de todo lo que estaba pasando, que le bloqueaba el raciocinio. Hace unos días su tío la llevó en un viaje a una ciudad sin ella siquiera saberlo y aunque en ese momento su mente estaba luchando por creer en su tío, pero el trece de enero volvió a resurgir en su mente una y otra vez ¿Porque su tío no quería que dijese su nombre a Victoria? ¿Por que la espiaba en verdad? Con esos pensamientos en su cabeza su mente empezó a llenarse de ideas que le nublaron el pensamiento mas y mas hasta dejarle la mente completamente gris por la duda

-¿Y cuando vamos a poder a hablar?- se apoyó en la encimera mientras que se sujetaba el antebrazo izquierdo con su mano derecha, los temblores se estaban reduciendo como cuando tuvo ese “enfrentamiento” con Cassandra -Dices que sabes de un sitio en el que estaremos seguros pero… ¿Y si no lo estamos? ¿Como sabes que donde me quieres llevar estaremos a salvo?

El hombre se secó el sudor de la frente pasándose la mano por la cabeza y suspiro tal y como su sobrina acababa de hacer. Se metió las manos en el bolsillo del pantalón y fue junto a Martha, apoyándose en la encimera a su lado para poder ponerle una mano en el hombro

-Se que… se que no he sido todo lo sincero que podia haber sido, se que ya no eres una niña, que no te debería estar protegiendo tanto, pero eres la única familia que me queda- su tono era el de un hombre cansado y resignado, Martha pocas veces se paraba a pensarlo pero para él ella también era su única familia -y se que he hecho algunas cosas mal...- de un salto se colocó enfrente de Martha y su voz dejó de sonar cansada, pasando a tener un tono más confiado y seguro -Pero confía en mí, una vez que todo esto haya pasado, te respondere todas las preguntas que me quieras hacer

Le tendió la mano derecha mientras su rostro proyectaba una sonrisa tranquilizadora que chocaba con la situación en la cual se encontraban

-Confia en mi, aqui no estas a salvo.. ven conmigo, por favor.

Martha giro su mirada a su hombro izquierdo, por el cual pasaba su mano derecha de arriba a abajo intentando tranquilizarse. Se despego la mano del brazo en cuanto los temblores cesaron y miró fijamente a su tío a los ojos para segundos después mirar a la mano que le tendía enfrente, ahora tenía que decidir si confiar en su tío e ir con él a ese lugar más seguro o seguir confiando en la seguridad de su piso, una pequeña decisión que podría significar un gran cambio

Estaba a punto de aceptar la oferta de su tío para llevarla a un lugar seguro cuando una voz le impidió tomar la mano de su tío debido a la sorpresa que esto indujo. El humo provocó tos a los allí presentes, mas Martha pronto noto un olor conocido y reconoció a la figura cuando se quitó la capucha, era la mujer que la ayudó meses atrás aunque su rostro era diferente a como ella lo recordaba; ese par de ojos extras, el color de la piel...algo no estaba bien ahí.

Tanto ella como su tío se levantaron de donde estaban apoyados y se colocaron enfrente de Raven, dejando un espacio de unos pocos metros entre ellos y la pared de la cocina. El hombre se echó ambas manos para atrás y empezó a trastear con un reloj que llevaba colgado en la muñeca derecha, como si eso fuese un ritual de relajación para el hombre, mientras que Martha miraba fijamente a Raven… casi como si no pudiera dejar de mirarla.

Cuando la mujer avanzó para colocarse enfrente de Martha, esta se quedó petrificada y no precisamente por el miedo, cada palabra que ella le decía se clavaban en ella como un dulce clavo que le tapaba sus heridas internas y al tenerla tan cerca podía ver sus facciones faciales con total claridad; tenía ganas de acercarse a ella, a sus labios y fundirse en ellos. Su cabeza le daba vueltas y lo que le quedaba de cara se enrojeció con furor, se sentía como si hubiera estado bebiendo durante horas y Raven fuese la mujer mas hermosa que haya visto nunca, cada palabra, cada frase le hacía palpitar el corazón y que le temblasen las piernas de la excitación. Su tío, aun a su lado, la miraba de arriba abajo con una ceja arqueada; algo no iba bien

Fue lo último para convencer a Martha, esas palabras le resultaron tan dulces como la miel y le fue imposible resistir a la tentación de aceptar el ofrecimiento de Raven. Aun con su corazón palpitando, levantó la mano poco a poco para poder unirla a la suya , en este momento era lo único que deseaba y en ese estado de embriaguez acepto a la mujer de piel cobriza

-Sí… iré contigo

Sin embargo, un empujón la llevó lejos de Raven y contra la pared de la cocina alejándose así unos metros de ella. Su tío le había propinado un placaje para alejarlas y se colocó entre su ahora inconsciente sobrina y Raven, a la cual miraba con unos ojos escépticos

-Oh no, ella no se va a ninguna parte contigo, cuatro ojos

Claramente el hombre no sabía con quién se estaba metiendo, era eso o no tenía miedo a la muerte, él sabía que algo estaba pasando en el mundo y no tenía claro de si este ser tenía algo que ver o no, lo que sí sabía era que no permitiría que se llevase a su única familia. Fuera lo que fuese, tras decirle esto se puso derecho, se metió la mano derecha en el bolsillo del pantalón y… sonrió, con un aire despreocupado

-Si quieres llevarte a alguien, llevame a mi- se señaló con el dedo pulgar al pecho -Soy el tío mas inteligente del planeta, puede que del puto universo. Te puedo ser mas útil que ella.

Dio unos pasos hasta quedarse enfrente de Raven, tan cerca como antes estuvo Martha que ahora se encontraba inconsciente con la espalda apoyada en la pared debido al golpe propinado por su tío

-¿Qué me dices, rojita? ¿Tenemos un trato?

Y como hizo antes con Martha y luego repitió Raven, levanto la mano y se la ofreció con esperanzas de que la aceptase. En su bolsillo derecho apretaba con fuerza su mano escondida, el hombre tenía un plan que si fallaba… prefería no pensar cuales serian las consecuencias

Le resultaria mas que imposible apretar mas la mano. Una solitaria gota de sudor cayó por su frente cuando Raven le dio la espalda lo que le hizo suspirar y relajar un poco la extremidad escondida en su bolsillo sin sacarla de allí; si aún tenía alguna oportunidad no dejaría que la extraña mujer se diese cuenta de sus intenciones. Miro cada movimiento que hacía con extrema delicadeza, cada fibra muscular que se movía en el cuerpo de Raven era anotada en la mente del hombre; si movía un solo dedo para atacarle él podría reaccionar y esquivarlo.

Mas el ataque no vino de frente, sino de la pared a su lado algo a lo que no pudo reaccionar. Algunos cascotes llegaron a darle en el pecho y la cabeza, sin embargo, no sintió dolor al recibir estos impactos. Lo que sí noto fue un extraño dolor en el estomago, como si un objeto extraño hubiese sido introducido a la fuerza y su cuerpo estuviera haciendo todo lo posible para expulsarlo; un dolor que él conocía bien. Sus odios le pitaban, su vista estaba borrosa y las piernas le empezaron a fallar, tuvo que dejarse caer al suelo mientras que con sus ojos que intentaban volver a tener algo de visión. Se pasó la mano por el estómago y fue entonces cuando noto el frío de la sangre correr por sus dedos y el olor metálico de la sangre...algo mas, algo estaba clavado en el.

Levantó la cabeza al escuchar la música procedente de la radio, en ese momento el sonido de la trompeta le resultó estridente, un ruido que le retumbó por sus aún aturdidas orejas cuando la criatura responsable de su desangrado lo levantó como si no fuera nada y con un leve movimiento del monstruo, mas uno fuerte para Borja, le lanzó contra la pared dejando tras de sí un bollo en la pared y un rastro de sangre que le siguió mientras se deslizaba por la pared hasta el suelo. Ahi tirado miro hacia el lado para ver a Martha, aun inconsciente en el suelo sin enterarse de nada de lo que pasaba a su alrededor

La sangre le corría por los labios, llegando a su barbilla y manchando la camisa blanca que ya fue destrozada por el monstruo… y volvió a sonreír

-Creo que- tosio, brotes de sangre salieron despedidos de su boca -Ya me he dado cuenta de eso

Refiriéndose a la negativa de Raven por querer tener a “intelectuales” en… lo que ella estuviese haciendo; ahora mismo no lo sabia asi que se limitó a seguir desangrándose y escuchando a la mujer e intentar, con una mano temblorosa, sacar el reloj de su bolsillo. Un rápido movimiento de la zarpa de la criatura le quitó esa posibilidad amputandole la mano de cuajo

-¡Kurvaaa!

Exclamó en su idioma natal, sujetándose el muñón sangrante con la única mano que le quedaba. Ahi tirado en el suelo, con una expresión facial entre una sonrisa y una mueca de dolor, con el rostro ensangrentado, que siguió escuchando a Raven. Ante su discurso solo pudo emitir un ruido por la boca; una sonora carcajada

-Entonces tú y tu- se soltó el muñón y lo dejó apoyar en el suelo con una mueca de dolor -”ejército”... os vais a ir a la mierda

Ignoro lo demás que dijo Raven, apoyó la cabeza en la pared y la levantó, mirando al techo. Suspiro con fuerza y soltó una risita, esta vez sin motivo alguna… simplemente sintió ganas de reírse. Cuando volvió a bajar la cabeza, enfrente de sus ojos vio unas afiladas garras que le tapaban casi toda la visión periférica. En un segundo la criatura le levantó de la chaqueta y se dedicó a arrastrarle la cara por la pared, destrozandosela en el proceso. Sintió un gran dolor, mas no tanto como debería haberlo sentido. El aire empezó a correr por sus piernas, mas el arrastramiento de su cara por la pared le había dejado parcialmente ciego, sus ojos solo veían la sangre correr por sus retinas

En ese momento Martha empezó a recobrar la consciencia y su tío lo pudo notar incluso con la mirada ensangrentada y los oídos llenos de sangre. Con un gran esfuerzo giró la mirada hacia su sobrina y con los pocos músculos que aún le quedaban intactos en la cara esbozó una última sonrisa

-Nebojte se, srdce.

Y fue lanzado al vacío.

Martha se pasó la mano por el pelo, desconcertada al principio por lo que estaba sucediendo, hasta que escuchó las palabras de su tío “Srdce”, corazón, era la manera en la que su madre las llamaba a ella y a su hermana cuando eran pequeñas… eso fue lo último que oyó de su tío antes de... ver como era lanzado al vacío.

-¡¡Nooo!!

Se levantó casi de un salto y alzó su brazo apuntando hacia donde su tío había lanzado, como si quisiera de alguna manera que eso que acababa de suceder fuese una mentira, una imaginación de una mente aturdida por un golpe recibido en la cabeza… no, esto era real y el dolor que sentia tambien era muy real. Sintió calor, un fuerte calor en su rostro y en sus puños que apretaba con fuerza. La gema empezó a brillar con fuerza y la mano en la que estaba alojada empezó a vibrar, los cascotes dejados allí tras la entrada de la criatura empezaron a temblar un poco y algunos incluso fueron levantados del suelo, las puertas de los armaritos de la cocina también temblaron. Levantó su puño derecho con gesto amenazante hacia Raven cuando… todo dejó de moverse.

Fue como si el tiempo se hubiera detenido; el ruido causado por el temblor de los cascotes y el traqueteo de las puertas cesó, dejando paso a una extraña tranquilidad en el ambiente. Martha se sacudió la camisa de polvo como si nada hubiese sucedido… ya no era ella la que se encontraba enfrente de los dos indeseados invitados

-Por favor- se colocó la mano derecha en el pecho e hizo una reverencia -Bienvenidos. Si hubiera sabido que vendrías, habría… limpiado un poco el sitio

Soltó una confiada carcajada y con un aire de superioridad absoluto trotó hacia Raven, pasando por su lado hasta llegar a la radio, la cual levito para cambiar la emisora

-No es por insultar su gusto musical pero… no es mi “estilo”

El Ente siguió cambiando de emisora hasta encontrar una en la cual la canción que tenían puesta le fuese de su agrado. Se pudieron escuchar unos cánticos de esclavos afroamericanos con un tono antiguo, seguidos por una guitarra moderna




Como si solo estuviese él en el piso, empezó a chasquear los dedos siguiendo el ritmo de la canción. Así estuvo hasta que el artista empezó a cantar y volvió a mirar a Raven

-Pido perdón por mi “mala educación”- Se pasó el brazo izquierdo a la espalda y se irguió, como si la extremidad le sirviera como apoyo -Me conocen como “el Ente”, pero tu me puedes llamar… Javis

Dio una vuelta de ciento ochenta grados y miró fijamente a la criatura, mirándola de arriba abajo con una ceja arqueada y la otra fruncida. Volvió su brazo al frente y se frotó las manos con delicadeza

-Me gusta tu… “mascota”, aunque el nombre podría mejorar

Claramente el Ente no tenía el mas mínimo miedo ni a la criatura ni a Raven. Dio unos pasos hasta estar cara a cara con la criatura, a la cual miro con ojos desafiantes y si esta actuaba como los depredadores terrestres sabría que… no había ni rastro de miedo en el cuerpo de Martha en este momento. El Ente miraba a “Pecado original” como quien mira a un chucho cualquiera. Giró la cabeza con un movimiento brusco del cuello antes de girar su cuerpo completo hacia la mujer de piel cobriza

-Al parecer has venido a por nosotros- se pasó la mano por el pelo lacio de Martha, echándose para atrás -Y digo “nosotros” porque muy a mi pesar sigo aquí encerrado

Levantó la mano derecha y dio unos toquecitos con el dedo índice a la gema azul que tenía la mujer incrustada en su mano derecha

-Así que dime- Clavó su mirada en el par de ojos inferiores de Raven -¿A que se debe esta agradable visita?

Tomó la mano de Raven e inclinándose hacia ella hizo el gesto de besarsela, mas su falta de labios hizo que fueran sus dientes los que llevasen a cabo el beso los cuales se frotaron unos segundos en la mano de Raven

-Puedo ser bastante útil, pero sólo a aquellos que me interesan- Cuando levanto la cara le guiño el ojo a Raven y si pudiera sonreír, ahora mismo tendría una sonrisa de oreja a oreja -Estoy seguro de que tu eres una de ellas.

Le dio la espalda, volviéndose a girar en dirección contraria a ella y dio dos pasos hacia delante mientras se crujió los dedos de sendas manos. Miró el agujero que ahora adornaba la pared de Martha delante el cual la criatura lo miraba con unos ojos vacíos, de color rosado que se le clavaban en el alma… si dispusiera de una claro está. Desvió su vista a la pared en la que Borja había sido lanzado, la sangre aún se deslizaba por ella

-Así que- dio otro paso mas poniendose enfrente de la pared en cuestión y pasó uno de sus dedos por la mancha -necesitas un ejército… buena idea venir a verme entonces, después de todo

Aun con el cuerpo mirando a la pared, giró un poco la cabeza hacia la derecha dejando a la vista el perfil siniestro de la cara deformada de Martha

-Yo soy aquello que los dioses temen- soltó una gran carcajada la cual tuvo que detener apoyándose el estómago con su brazo derecho -Así que si quieres que me una a ese ejército tuyo… lo haré ¿Por que no?

Se frotó el dedo con el cual tocó la mancha de sangre con las manos intentando limpiarlo en el proceso, mas lo unico que consiguio fue llenarse las manos del rojo liquido. Volviéndose a girar, dio unos zancadas hacia Raven e inclinó la cabeza para mirarla directamente a la cara, tan cerca que solo unos centimetros les separaban

-Será… divertido.

El Ente no podría decir que no le sorprendió que la bestia pudiese hablar. Alzó una ceja de asombro, sin embargo, los humanos eran capaces de hablar y algunos eran más estúpidos que una roca así que eso no demostraba nada; siguió mirándole como si fuese un ser inferior a el como miraba a casi todos los seres con los que se encontraba.

-Creeme, a mi ya me han dado mis lecciones

Se carcajeo cuando por fin el demonio abandonó el lugar dejándolas solos por fin. Una sonrisa resalto en los ojos de Martha cuando el Ente escucho a Raven y su equivocada afirmación sobre lo que había dicho, claro que puede que el mismo no se hubiese explicado como era debido. Con tanto egocentrismo acababa pasando

-Oh no, perdona- levantó su mano izquierda y la sacudió de lado a lado enfrente suya -Los dioses no me temen por mi poder; me temen por lo que representó.

Sin mucha esfuerzo, levantó el cascote más grande que pudo encontrar y se lo acercó, situandolo entre ella y Raven girandolo lentamente usando su energía

-Que todo tiene un final; los planetas, el universo… incluso ellos- con un apretón de la mano, el cascote se convirtió en polvo en menos de un segundo, polvo que voló por la habitación cuando el Ente dejó de sostenerlo con sus poderes -Aunque eso vosotros ya lo sabéis ¿No?


Siguió escuchando el resto de lo que la mujer le tenía que decir; puede que fuese un ser narcisista, egocéntrico y malvado, pero cuando le daba la gana también podía portar unos muy buenos modales. Todo eso se fue al garete en un segundo cuando, usando la energía, levito el cuerpo de Martha para poder tumbarse en el aire, apoyando la cabeza en sus brazos cruzados

-Eso es cierto; yo no me plegó a la voluntad de nadie- mientras se hacía levitar empezó a girar poco a poco en el aire -Pero eso no significa que no podamos llegar a un acuerdo

Y cuando escucho lo que Raven le dijo a continuación, no pudo evitar reírse a carcajadas

-Si yo no estuviera aquí, ni siquiera sabrías quien es esta chica. Estoy seguro de que ni soportaría esa… “Semilla de Trigón” de la que hablas, sin embargo- dejó de levitar y se posó con los pies en el suelo para volver inclinar su cara hacia la de Raven -Ahora que yo estoy aqui, puede ser una oportunidad para hacer lo que te propones

Dio una vuelta y tomó entre sus manos la radio, en la cual la canción que acababa de poner ya estaba dando sus últimas notas

-Oh y en eso tambien tienes razon- dejó la radio en un pollete de la cocina y se giró hacia Raven -No soy “tan poderoso como me creo”, todavía claro está- levantó el brazo izquierdo y se señaló la gema incrustada en el -Si uso mucho poder en esta forma el cuerpo se “desintegraria” y necesito que esté entera para el… final del juego, y entonces mi poder será… ilimitado.

Y por fin llegó la pregunta del millón ¿Por que? Cual era la razón de que el Ente, un ser tan poderoso según él, quisiera unirse a Raven y Trigón en su ejército. ¿Poder? ¿Ganas de conquistar? No, al ente no le interesaba nada de eso… solo le interesaba una cosa

-Por que sera divertido- se carcajeo, tapándose la parte inferior de la cara con la mano -¿Por que si no? Yo no busco mi beneficio en este “trato”, ya tengo suficiente de eso. Bueno, aunque sí que me gusta ver el sufrimiento de todos lo que me rodea y si tu padre puede traer eso a la tierra... estaría más que dichoso de ser parte de ello

Tras carcajearse unos segundos, recobro la compostura y muy seriamente miro a Raven directamente a la cara

-Yo soy el que dará muerte al universo cuando llegue su hora final- Cruzó los brazos a su espalda y cerró los ojos, con una voz dura y seria prosiguió hablando -cuando llegue el momento, volveré a caminar de nuevo para poner fin a todo lo que una vez existió en el universo

Hubo unos segundos silenciosos después de que el diera su discursito, un silencio que no fue roto ni por los coches que habían dejado de pasar por la calle hace ya unos minutos. El Ente resopló algo de aire

-Pero el momento aún no ha llegado. Yo puedo aceptar la semilla de Trigón y hacer que el cuerpo de esta mujer lo aguante, dejando que el ser que lo posea tenga total libertad de usarlo, incluido mis poderes- alzó ambas cejas, en un gesto de extraña alegría -Yo estaré en la gema, encerrado en mi propia prisión irrompible. Jamas traicionaria a alguien al que le he dado mi palabra y mucho menos a vosotros

Con total confianza en sus actos tomo la barbilla de Raven y le levantó con un ligero movimiento de la muñeca el rostro, acercándose al suyo propio

-Jamas.

Estuvo casi a milímetros del rostro de Raven, sus fosas nasales casi podía notar la respiración de la otra y por una vez, por primera vez en mucho, mucho tiempo, en los ojos de Martha los cuales ahora controlaba el Ente, se pudo ver una total sinceridad. Su interés por unirse a Raven era sincero, puede que su razón fuese un poco estupida siendo la diversión su motivo principal ,pero a veces aquellos que menos buscan son los que más ofrecen. Con un gesto rápido dejó caer la barbilla de la mujer y se alejó de ella de nuevo

-Pero todo eso es palabrería; yo no tengo la ultima palabra aquí- se cruzó de brazos, sus ojos se centraron en mirar cada aspecto de la cara de la mujer, incluso con sus cuatro ojos al ente le parecía bastante atractiva -Si aceptas, con el cuerpo de Martha, mi poder y la semilla de Trigón tendrás al “hermano” más poderoso que jamás hayas tenido, sino… supongo que no siempre se consigue lo que uno quiere ¿No?

Soltó otra rápida risita, claramente para él esto no era más que otra diversión más; un entretenimiento mientras esperaba a su destino final

-Demonios, dioses, mortales, todos os dirigís al mismo sitio, así que divirtámonos mientras aún sigamos aquí ¿Que me dices?... ¿Formare parte de tu ejército o vas a dejarme “en vilo”?

Su “error” fue acercarse tanto a la mujer demonio que en el primer despiste agarró con fuerza su muñeca. Si se sintiera amenazado habría intentado escapar de las garras de Raven, sin embargo, no hizo esfuerzo alguno en intentar salir de la situación en la que se encontraba ¿Era esto lo que quería que pasara? ¿Que Raven le lanzase un hechizo? No, pero lo que el sabia era que ella necesitaba el cuerpo de su anfitrión intacto, al igual que el. Ni siquiera pudo apreciar el hermoso brillo de la gema cuando sintió una especie de succión de un gran poder que le arrastró de vuelta a la gema, encerrandolo en su oscura y solitaria prisión. Y ahí, en sus paredes redondeadas tuvo un momento de paz mientras su cuerpo sin forma se movía por su interior con tranquilidad, viendo desde su posición a Raven terminando su hechizo para sellarlo en el interior de la piedra preciosa

Fuera de la gema era toda una historia diferente; al ser el Ente sellado como ya pasó en pasado Martha volvió a tomar consciencia de su cuerpo, el cual sintió pesado, muy muy pesado y su fuerza se vio disminuida. Sus piernas, que no pudieron sostener el lastre que era ahora su cuerpo, cedieron y la gravedad la llevó al suelo, menos mal que Raven la tomó con sus brazos… aunque esta acción de la semidemonio no traía consigo una buena intención; los labios de Raven se posaron en el suave marfil de los dientes de Martha haciendo lo que, con unos labios normales, sería un beso.

Todo era confuso, cada vez que levantaba la cabeza veía una escena distinta; la figura desconocida aparecer, ver a su tío morir y ahora… oscuridad. Ella tenía en mente que sus ojos estaban bien abiertos, mas lo único que veía a su alrededor era una inmensa y fría oscuridad, ya ni siquiera notaba a Raven que la sujetaba con sus brazos. Era un sensación totalmente nueva para Martha, la sensación de estar muriéndote y que alguien ocupase tu cuerpo a la fuerza ¿Era el Ente? No, el ya ocupaba su cuerpo y cuando tomaba el control no era una experiencia tan desagradable, cuando el lo hacia era como irte a dormir.

Como si fuese un niño que se ahoga en el mar, intento luchar para escapar de la oscuridad, del frío, mas a su débil cuerpo le fue imposible batallar con aquello que fuera lo que estaba invadiendo su interior. Fue liberado del abrazo de la semidemonia y cayó al suelo entre temblores, nunca antes sintió un dolor como este, sentía como si alguien estuviera clavandole una estaca helada en el pecho y de ella saliesen raíces que se clavaban en su interior. En su mente, las imágenes de su familia brillaron ante tanta oscuridad; su madre, su padre, su tío… su hermana, toda las personas a las que había fallado, todas esos seres queridos que vio morir sin ella poder evitarlo. Una lágrima recorrió su tembloroso y cuando sus temblores y gemidos de dolor cesaron, la tristeza se hizo dueña de su cuerpo.

Cuando el dolor acabó y Raven le tendió la mano para ayudar a levantarla, miró a su alrededor, de sus ojos empezaron a caer incesantes lágrimas que mancharon el deformado rostro de Martha, llegando hasta su boca, cuya lengua degusto el sabor salado de estas. Ya no era Martha la que tenía consciencia, ella fue sustituida por un ser oscuro, un ser perverso lleno de… melancolía. Tomó la mano de su hermana y, con sus ojos perpetuamente llorosos, la miró mientras le daba la bienvenida al mundo

-Gracias, hermana- Sus palabras sonaron frágiles, como si fueran una suave brisa que salió de entre los dientes de la deformada cara de la mujer, levantó su mano derecha, fijándose en la gema que ahí yacía -Este cuerpo es débil pero- a su alrededor, los cascotes volvieron a levitar antes de ser destruidos y convertidos en polvo -tiene una gran energia en su interior y la tristeza que este cuerpo a sentido… es inmensurable… es perfecto.

Raven había conseguido lo que vino a buscar; su hermana tenía un cuerpo en el que poder habitar y el Ente estaba encerrado, evitando así que interviniese de cualquier forma posible, la semidemonio se lo recordó telepáticamente

“Llevo mas tiempo encerrado aquí que el universo lleva existiendo, por un poco mas no me pasara nada… además- desde fuera se pudo ver un ligero resplandor en la gema, como si algo se acabara de mover en su interior -ella está encerrada aqui conmigo.

Tristeza miro la gema que llevaba el cuerpo en el que ahora habitaba incrustada en la mano, pasó sus dedos por ella en un gesto melancólico. Entre toda su pesadumbre noto un fuerte poder recorrer todo su cuerpo, una energía poderosa que casi llegaba a sobrecogerla… casi. Su espalda estaba encorvada, sus dedos se entrelazaron entre ellos y con la mirada levemente agachada miró a su hermana Raven, esperando seguir las órdenes de su hermana, Tristeza nunca fue uno de los hermanos mas independientes, puede que por eso fuese olvidada en el tiempo; la tristeza siempre iba acompañada y nunca actuaba en solitario.

Aviso:

Cuando su hermana apoyó su dedo en su mentón, las lágrimas que se derramaban por su cara pasaron a centímetros de su índice. Como se lo ordenó Raven, Tristeza se alzó con la mirada en alto y su discurso hacia ella le produjo una gran melancolía en su interior, su corazón palpitó cuando recordó cuánto tiempo hacía que fue olvidada por el mundo, mas como decía su hermana; ahora estaba aquí y lo que importaba era traer la tristeza a todos aquellos que pensaban ser felices en el mundo. Hizo una reverencia a Raven con la cabeza

-Todos sufrirán un gran pesar, ahora que estoy de vuelta en el mundo

No hacía ni cinco minutos que tenía los poderes de la gema, sin embargo, fue capaz de levantar su cuerpo en el aire y hacerlo levitar, saliendo por el agujero de la pared de Martha; ahora le tocaba a ella llevar el sufrimiento allí por donde pasará.

Las palabras de Raven no fueron recibidas por los oídos de nadie, el tío de Martha se encontraba destrozado en el suelo; su cavidad cerebral fue destrozada y una masa sanguínea manchaba el suelo, su cuerpo también sufrió fuertemente la caída, su torso reventó al tocar el suelo desparramando sus órganos vitales por todo el pavimento, su espalda dorsal se rompio en varios pedazos, algunas costillas sobresalian por lo que antes fue su torso. Curiosamente, el reloj que tanto quería usar aun seguía en el bolsillo de su pantalón… intacto.

Sin embargo, cuando Raven se marchó todo lo que antes formaba parte de su cuerpo empezó a temblar como si de un asqueroso pudding se tratase y como si fuese una película de robots del futuro, su cuerpo empezó a juntarse de nuevo poco a poco hasta estar completamente unido, ni siquiera dejó rastro de sangre en el suelo. Borja se levantó de un brinco mientras tosia, sujetándose la cabeza con una mano mientras con otra se tapaba la boca. Lo que ni Raven, ni Tristeza, ni siquiera Martha sabían era que él era un mutante con el único poder de regenerarse, algo muy útil cuando un demonio te lanzaba desde un edificio.

Una vez se recuperó, mentalmente hablando, se metió la mano en el bolsillo con miedo de que su reloj no estuviese ahí o que estuviese hecho a pedazos, suspiro aliviado cuando lo palpo con sus dedos. Rápidamente se lo colocó en la muñeca y moviendo un poco las manecillas, su cuerpo se desintegró y desapareció, volviendo a aparecer en el piso de Martha en un instante. Una vez allí empezó a mirar a todas partes, a buscar en todas las habitaciones buscando a su sobrina… sin éxito alguno

-¿¡Martha!?

Grito, con esperanzas de que su sobrina contestaste… pero no hubo respuesta. Su brazo derecho empezó a temblar, su cabeza le empezó a dar vueltas y tuvo que apoyarse en la pared para no caerse al suelo, poco a poco deslizándose por ella hasta estar sentado en el suelo. Sus ojos temblaban y miraban nerviosos a la escena del crimen, el agujero en la pared por el que entró la criatura hacía que el viento entrase en el piso, haciendo que su pelo se moviese con el. No se podía creer lo que acababa de pasar, Martha, su sobrina… se la habían llevado y él no pudo hacer nada por evitarlo, intento ser mas listo que un demonio y por su culpa su sobrina desapareció, si hubiera atacado desde un principio sin hacerse el inteligente puede que la situación hubiese acabado de una manera distinta, todo fue por su culpa, pero no era la primera vez, toda su vida estuvo perdiendo a seres queridos por lo que él veía que era su culpa; de pequeño vio como violaban y mataban a su madre, fue muy débil para hacer algo para salvarla, cuando el incendio le arrebató a su hermana, a su segunda sobrina, a su cuñado y dejó marcada para siempre a Martha, él estaba muy ocupado como para ir a cenar con ellos… todo era culpa suya, por ser débil, por ser un egocéntrico… por creerse mas listo que nadie y ahora estaba solo, con un brazo que no dejaba de temblar y un piso símbolo de sus errores.

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No… aun no estaba solo, aún le quedaba esa persona, la persona que su hermana y el alejaron de sus vidas, el monstruo que jamas pensaria mencionar a su sobrina. Se levantó, aspiró aire y lo soltó suavemente, haciendo que su brazo dejara de temblar y volvió a mover las manecillas del reloj señalando unas coordenadas y su cuerpo volvió a desintegrarse hasta desaparecer, hacia años que no se hablaba con él, desde el entierro de su hermana cuando le dijo que no se acercara a Martha, mas de diez años habían pasado y ya era hora de volver a ver a ese hombre que penso que jamas volveria a ver… su hermano.