Años de Omega |
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| Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) | |
| | Autor | Mensaje |
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Superpredador DC Universe
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| Tema: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 20th Marzo 2017, 04:38 | |
| Agujas, electricidad, fuego, metal, dolor....el dolor... Una mesa de operaciones enorme. Metal envolviendo sus manos, torso, cuello y piernas. Estaba acostado, en posición horizontal, sin nada que mirar mas allá del techo en esos cortos intervalos de tiempo en lo que le era posible mantener la conciencia. Su visión periférica de araña había sido anulada previamente, dado que el encargado de su tormento se aseguro de extraerle todos los ojos de mas que recientemente había adquirido, dejando únicamente dos en su cráneo. Volverían a crecer, con el tiempo, siempre lo hacían. El jefe de operaciones se había asegurado de tomar esa medida mientras la criatura se encontraba dormida, para asegurarse de que no vería mas de lo estrictamente necesario. El sistema incomunicarlo de Superpredador, constantemente mutando y evolucionando para adaptarse a los nuevos somníferos, había demostrado ser un duro rival para los científicos, cuyo propósito era mantener al monstruo dormido la mayor parte del tiempo posible, evitando así correr el riesgo de que se despierte y provoque un accidente. Eran conscientes del peligro que representaba tenerla despierta, incluso aunque estuviese inconsciente. Un poco de saliva venenosa, una onda de choque lo suficientemente potente, una chispa eléctrica; tenia muchas maneras de encargarse sin problemas de todos aquellos que estaban profanando el sagrado templo que era su cuerpo. Les llevo un tiempo, pero encontraron una solución: diferentes clases de somnífero, aplicadas en dosis pequeñas al principio, hasta que el ser demostraba empezar a desarrollar inmunidad. Cuando las dosis en pequeña escala comenzaban a fallar, las aumentaban, hasta que la criatura volviese a dormir; después simplemente buscaban un compuesto diferente. Cuando eso fallo, recurrieron a la parálisis muscular, y así continuaron; no les faltaban métodos a los hombres de ciencia para mantenerlo inmóvil en contra de su propia voluntad, al menos lo suficiente como para examinar adecuadamente su cuerpo.
Gracias a los datos que les había proveído Amanda Waller (que a su vez le fueron entregados por el topo de las empresas Stark, quien previamente traiciono a su ex-jefe, proporcionándoles la información necesaria como para capturarlo en el momento justo) ellos eran conscientes del peculiar poder del mutante que le permitía adaptarse para sobrevivir a determinados entornos mediante la adaptación de su organismo a distintos órganos animales forzosamente incorporados en el, así como la particular deficiencia de su gen X que le impedía al cuerpo eliminar los cambios producidos una vez que estos eran generados, convirtiendo su proceso "adaptativo" en un proceso evolutivo, en el mas puro significado de la palabra. Por eso estaban mas que ansiosos por ver hasta que extremos podían probar esa capacidad. Desde luego, también eran conscientes de que su organismo, por pura lógica, debía tener alguna clase de limite, y no estaban deseosos de arriesgarse a probarlo, dado que Waller ya se había encargado de aclarar que cualquier daño innecesario a ese espécimen que bien podría considerarse único implicaría severas consecuencias para los culpables. Sobra decir, que ninguno de ellos tenia ganas de hacer enfadar a una mujer tan temible. Desde luego, el espécimen era muy resistente, de modo que tampoco temían ser especialmente cuidadosos, dado que cualquier daño grave que pudiesen hacerle a sus órganos bien podría ser reparado en cosa de horas gracias a su factor de curación regenerativo. Afortunadamente la criatura no estuvo mucho tiempo en las manos de esos hombres de ciencia de dudosa ética; desafortunadamente el poco tiempo que lo tuvieron resulto mas que suficiente como para que estos llevasen a cabo la etapa inicial de los experimentos, en los cuales la criatura tuvo el infortunio de despertarse varias veces para contemplar lo que le estaban haciendo, antes de que el nuevo somnífero hiciera efecto, previniendo, junto a las cadenas de adamantium que lo fijaban a la meza, que perturbase demasiado la operación con su movimiento. Fue capaz de sentir sus tripas siendo manoseadas, de sentir la respuesta de su cuerpo a la electricidad, el calor del bisturí caliente al rojo vivo que usaron para cortar su piel, y varias cosas mas. Escucho a muchos hablando sobre él. Sobre su futuro, su propósito, su misión, el uso que podrían darle, y su identidad: todos se refirieron a él como un eso, o una cosa. Desde luego poco importaba, pues no contaba con la fuerza necesaria para oponerse a nada; no al menos en ese estado, drogado y patético. De echo, eso fue lo ultimo que llego a ver, la ultima vez que se durmió: a una mujer afroamericana, bastante robusta y vestida con traje azul, hablando con un hombre caucasico, un poco mas bajo, de cabello blanco canoso. Discutían sobre algo, pero Predador no pudo distinguir que, solo sabia que hablaban de él, y que no era algo lindo. Entonces, todo se oscureció....
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Todo aquello parecía no mas que una pesadilla lejana. Algo irreal; un espetaculo dantesco de semejantes proporciones no podía ser otra cosa. Y aun así, la bestia sabia que ese no era el caso; que el clásico consuelo de "es solo un sueño" no aplicaba a él. Por que cuando se despertó, el dolor no desapareció. Las marcas en su piel no habían sanado completamente, todavía le faltaban algunos ojos, le dolían las extremidades producto de las cadenas que habían sido demasiado ajustadas. Los primero segundos que estuvo despierto los empleo intentando recordar lo que había pasado, pero sin éxito; había estado demasiado tiempo inconsciente como para recordar nada que no fuese en su mayoría el techo, y no tenia idea de como había llegado hasta donde estaba ahora. Lo único que le permitía identificar donde estaba eran determinados olores que inundaban sus fosas nasales. Pasto mojado, arboles, pequeños animales, la humedad del ambiente: se encontraba en un bosque. Estaba en un bosque, o una zona boscosa, eso estaba claro. Estaba rodeado de arboles al menos, y el ambiente no parecía para nada malo. Era una mejoría del anterior, eso estaba claro. Movió con lentitud su mano, consciente del dolor que le generaba el levantar el brazo; estaba muy dañado, apenas podía moverlo. Aun así, basto para sentir su cráneo con sus propios dedos. Tenia algo raro colocado a los lados de su cabeza, se lo rasco. Eran vendas, colocadas con cuidado en las cuencas que aun estaban vacías, las cuales aun eran cuatro a esas alturas. Ese mismo material cubría la zona baja de su abdomen. Su primer instinto fue mover su brazo para arrancárselo, pero un dolor agudo le invadió apenas lo toco; al parecer removerlo era una mala idea. Ademas, otra cosa había captado su atención. Una voz.
Se paro de golpe, o mejor dicho lo intento. Su estado no era el mejor así que cayo de nuca al suelo y se dio un golpazo. Por fortuna su cráneo seguía siendo demasiado denso como para que esa caída le hubiese generado un daño importante. Trato de afinar sus sentidos lo mas posible, como siempre, pero su cabeza le dolía demasiado; solo consiguió una jaqueca y volvió a caer al suelo, esta vez con el trasero. Escuchaba una voz en su cabeza. Era aterradora, pero relajante, y serena. No podía oler a la persona que estaba hablándole, ni tampoco olerlo. Era extraño. Entonces capto otro aroma, uno con el que ya estaba familiarizado. No por que fuese algo demasiado común, sino mas bien por todo lo contrario: era un aroma extraño, que solo había olido una vez, pero aun así muy reciente. Era Eclipse, aunque para Superpredador, solo era esa cosa rara que se había mostrado mas o menos amable con él, pero de cuya primera visita no pudo rescatar nada como para asegurarse un mínimo de confianza. Por eso estiro las garras, mostró los dientes, e intento mostrarse lo mas amenazante posible en esa posición sentada, mirando fijo en la dirección en la que, si su sentido del olfato no le mentía, estaba la "persona" misteriosa. | |
| | | Eclipse Marvel Universe
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 20th Marzo 2017, 15:25 | |
| 02/03/2019Después de encontrarse con un punto muerto en casa de Blair, el grupo de mutantes decidió recurrir al plan original, que era visitar Industrias Stark. Para Drago era evidente que quienes les habían atacado habían planificado la emboscada teniendo todos los datos de a qué hora iban a pasar por Graymalkin Lane, ya que habían incluso tenido la previsión de instalar una plataforma de tiro en uno de los árboles que daban a la carretera, exactamente en el ángulo justo. Sólo Stark y los científicos que habían estado ocupándose de Superpredador sabían que Jean y él iban a pasar por allí en ese preciso momento, y puesto que era bastante improbable que alguien hubiera podido superar las protecciones de Jarvis para pinchar las líneas de teléfono de la Torre, la única explicación posible era que Stark tuviera un topo dentro.
Una vez llegaron a la Torre, Stark les dejó a solas en una sala con todos los científicos que se habían ocupado del proyecto y Jean fue mirando en sus mentes uno por uno hasta que encontró lo que estaba buscando: un científico, de nombre William, que había trabajado para Amanda Waller en el pasado, le había revelado toda la información acerca de lo que él consideraba un sujeto de experimentos sin más derechos que los que pudiera tener una rata de laboratorio porque ansiaba realizar sobre él una serie de pruebas que habrían estado penadas por el Tribunal de los Derechos Humanos y Stark se había negado a permitírselo, así que había recurrido a quien él sabía que no tendría tantos escrúpulos morales. Estaba esperando a que cumpliera el plazo obligatorio estipulado en su contrato para pedir la dimisión, pero por fortuna le habían atrapado antes.
Cuando Jean le descubrió, trató de huir, pero Drago le cortó el paso convertido en la representación misma del propio infierno. La manera en que sus poderes de ilusión se manifestaban estaba influida por sus sentimientos y emociones y, en aquél momento, estaba MUY cabreado. Drago sabía lo que era la tortura, sabía lo que era ser tratado como si fueras un desecho de carne, y por encima de todo, sabía lo que era estar a merced de personas que se creían con derecho a decidir sobre la vida o la muerte de alguien, prerrogativa que únicamente correspondía a Dios, no a Amanda Waller ni a los bastardos que decidieron exterminar a todo su pueblo por motivos religiosos 23 años atrás.
William gritó de terror cuando semejante aberración le cortó el paso, con un aspecto demoníaco y con decenas de pequeños monstruos que asomaban por entre los pliegues de su gabardina, riendo y enseñándole los dientes con sonrisas feroces. Hubo una época en la que Drago se había dedicado a hacer morir de terror a sus enemigos, inspirándoles visiones de pavor auténtico hasta que el corazón les fallaba, pero hacía ocho años de aquello. Ahora, gracias a Xavier, había cambiado, así que se limitó a avanzar hacia el sollozante humano y asestarle un derechazo con ira no contenida que lo dejó inconsciente en el acto. Ya Stark sabría qué hacer con él.
Sabiendo quiénes tenían a Superpredador, lo siguiente fue fácil. Sólo tuvieron que realizar un poco de investigación para averiguar que la sede de A.R.G.U.S., el equivalente a S.H.I.E.L.D. del otro universo, se encontraba en Washington DC, lo cual explicaba por qué no habían podido localizar la furgoneta que se había llevado al mutante en las cámaras que controlaban los accesos a Nueva York.
Con la ayuda de Tony Stark, que se había sentido responsable por lo ocurrido con uno de sus trabajadores dentro de sus instalaciones, los poderes de invisibilidad de Drago, las habilidades telepáticas de Jean, los campos de fuerza de Dianne y la combinación de fuego, hielo, electricidad y garras de Sasha, Planaria y Logan había sido relativamente sencillo atacar la base y rescatar a Superpredador, aunque el espectáculo con el que se habían encontrado no había sido agradable.
Drago no había podido evitar sentirse de algún modo afín a la criatura al recordar cómo había quedado él después de las torturas a las que le habían sometido en Colombia, cuando le habían arrancado los ojos y había terminado medio muerto en una calle mugrienta. De no haber sido por Nadine no habría podido contarlo, y estaba en su mano ofrecerle la misma ayuda a Superpredador, así que se había ofrecido para ser el que le recibiera y tratara con él cuando se despertara.
La elección del lugar donde dejarlo no había sido sencilla. Superdepredador había participado en el ataque al presidente y había asesinado y devorado a varias personas en París. Todo ello, junto con su mentalidad primitiva e instintiva le convertían, a todas luces, en alguien peligroso a quien no convenía soltar a su aire en un espacio descubierto en el que pudiera escaparse, pues, si lo hacía, si perdían su control sobre él, más personas inocentes podrían estar en peligro. Pero la Mansión X se encontraba bastante alejada del pueblo más próximo, en una zona aislada que se extendía durante cuatro kilómetros entre Graymalkin Lane y el lago Breakstone, sobre 200 acres de bosque y a 93 kilómetros de distancia de Nueva York, por lo que incluso si se escapaba, contaban con mutantes lo suficientemente veloces como para alcanzarlo y neutralizarlo antes de que pudiera llegar a suponer una amenaza para nadie, y Xavier insistió en que sería la mejor forma de poder ganarse su confianza, que después de todo cuanto había padecido la pobre criatura despertar encerrada entre cuatro paredes no haría más que agravar la situación y activar sus instintos agresivos.
También fue idea de Xavier que no estuviera presente nadie más que Drago, a quien ya conocía y era quien se había ofrecido en primer lugar, antes que un montón de gente extraña que pudieran ponerle nervioso, mientras él seguía todo el proceso a distancia desde la mansión, dispuesto a intervenir mentalmente si la situación se descontrolaba demasiado o su antiguo alumno corría peligro.
Drago sabía bastante de animales, pues desde siempre le habían agradado más que los traicioneros humanos (de hecho decía bastante de él que sus dos mejores amigos fueran Lobezno y Lobo Feroz), y tenía cierta idea de cómo debía comportarse, de una manera parecida a cuando había conseguido ganarse la confianza de su American Pit Bull Terrier cuando la había encontrado malherida en un contenedor de basura después de haber sido utilizada en peleas ilegales de perros, así que se quedó a cierta distancia, sin acercarse demasiado, con una rodilla apoyada en el suelo para parecer menos agresivo y que Superpredador no le percibiera como una amenaza, sonriéndole de manera tranquilizadora. Mentiría si dijera que Superpredador no resultaba intimidante, pero sabía que en el fondo no era más que una víctima asustada que nunca en su vida había recibido cariño o comprensión, como tantos otros mutantes que aún estaban perdidos en el mundo sin saber lo que eran y sin ser aceptados por la sociedad, como él había sido una vez.
- Tranquilo, estás a salvo -le dijo en tono suave y calmado-. Estás en casa, el lugar del que te hablé cuando estabas en la jaula, ¿te acuerdas? El hogar de los mutantes -dijo, y al hacerlo señaló hacia la lejana mansión que se veía a la derecha-. Aquí no pueden hacerte daño. Nadie volverá a hacerte daño nunca más. Somos tus amigos. Soy tu amigo -especificó llevándose una mano al pecho. | |
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 26th Marzo 2017, 22:41 | |
| La criatura reconoció a Eclipse en el segundo que lo vio. Aun con menos ojos y el cuerpo atrofiado, su sentido del olfato seguía siendo lo suficientemente agudo como para distinguir olores. Ese era el...."ser" que se había aparecido en la casa del hombre de metal, para visitarlo mientras estaba encerrado. Fueron él y una mujer pelirroja, que en este momento no se encontraba con ellos ¿Donde estaría ella? Predador decidió que haría esa pregunta luego, primero debía asegurarse de que esa cosa no fuese peligrosa. Ciertamente no estaba asomándose en posición hostil, sino todo lo contrario. Se mostraba dócil, y no llevaba armas a la vista. Sus instintos le indicaban que desconfiase, pero no se sentía en peligro inminente. La criatura había aprendido hace mucho a no confiarse de las expresiones de los humanos, por que estos podían ocultad detrás de ellas las intenciones mas oscuras. Y sin embargo, sus instintos no se habían disparado, y no tenia por que desconfiar de ellos. Eclipse no era peligroso, al menos no a simple vista, o eso creía él. Escucho con atención sus palabras, intentando procesarlas lo mejor posible. Era algo demasiado extraño de decir ¿Quien era él?¿Por que venia a decirle eso? No era la clase de cosas que estaba acostumbrado a escuchar, ni la clase de cosas que se dicen todos los días. La criatura se quedo momentáneamente desconcertada, no supo como reaccionar, y solo se limito a observarlo durante un rato que bien pueden haberle parecido horas pero en realidad solo fueron unos minutos. Finalmente decidido hacer algo: pararse. Aun en un lapso de tiempo tan corto sus heridas habían mejorado. No lo suficiente como para pararse, como tristemente comprobó, pero si como para poder ponerse en cuatro patas, de manera similar a como lo hacen los gorilas, apoyando los nudillos en la tierra para mantener el cuerpo levantado.
Se acerco lentamente al mutante, aunque mas por las heridas que por que su intencion fuese no asustarle con movimientos bruscos. Aunque ciertamente no tenia deseos de dañarlo, al menos no de momento; todavia no habia echo nada para ganarselo, y la criatura no tenia el suficiente hambre como para arriesgarse conta de conseguir un bocado. Se le quedo observando con sus los pocos ojos funcionales que le quedaban, atento a cualquier clase de señal que delatara un proposito oculto. No estaba en posicion de combatir, y lo sabia. Era consicente de que si todo se reducia a un combate acabaria perdiendo por desgaste, y estaba demasiado lastimado como para una lograr una huida eficaz. Aun asi, tenia la terquedad de una mula, simplemente se negaba a morir asi. Como todo animal enjaulado estaba listo para lanzarse directo a la cara de su captor, y a diferencia de muchos otros, sus heridas no habian mermado su espiritu de lucha. La criatura aun recordaba sus tiempos en la torre de Stark; al menos las partes donde estuvo mas avispado, incluyendo la visita de los mutantes. Por encima de todo, recordaba cierta duda que jamas se habai visto respondida, y no tenia deseos de dejarla asi.
-Yo no "a salvo"...- Su voz era ronca, y un poco quebrada, le dolía un poco la garganta.-Yo no...amigos....yo...no casa.- Él era un solitario, temido por muchos, odiado por otros. Nada mas un ser en toda su vida le había mostrado algún atisbo de cariño, y sabia que no se encontraba en ese lugar. No, el único que se encontraba era ese desconocido de apariencia extraña que intentaba parecer amigo pero solo le decía esas mentiras crueles ¿Casa? Un lujo, demasiado grande para él, que se la pasaba huyendo de lugar en lugar ¿A salvo? Otro engaño, siempre habría alguien intentando cazarlo, intentando atacarlo; él siempre viviría en peligro. Y aun así, no podía detectar la intención de mentir en el hombre. Quizás era demasiado bueno en eso, tanto que ni él podía discernirlo; quizás realmente creía las cosas que estaba diciendo, lo cual hubiese resultado mas raro aun. Fuera como fuese, aun tenia una duda en su cabeza, y quería una respuesta.
-Tus no....responder....- Dijo, finalmente.- Tu, no decir...mujer-cabeza-roja no decir....yo querer saber....¿Que ser yo?- | |
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 3rd Abril 2017, 12:44 | |
| Definitivamente la presencia física de Superpredador imponía, imponía bastante, especialmente cuando sabías lo que era capaz de hacer, y, aunque inicialmente no daba muestras de actitud agresiva o amenazante, Eclipse sabía que aquello no quería decir nada. Antes de atacar, los perros enviaban una serie de señales que la mayoría de la gente no sabía interpretar, y si llegaban a morder era porque habían estado avisando de que algo les incomodaba y sus señales de aviso habían sido ignoradas. A Eclipse le apasionaban los perros y sabía identificar dichas señales, esos pequeños indicios que revelaban que había peligro, y algunas eran tan aparentemente inocuas como bostezar, rascarse, lamerse los labios, mirar hacia otro lado o desplazarse lentamente. Eclipse no conocía de nada a Superpredador, pero sabía que tenía comportamientos instintivos parecidos a los que tendría un animal, y sin tener más datos o experiencia de trato no podría saber cuáles eran dichas señales, así que no pudo evitar ponerse tenso cuando vio que se le acercaba, aunque el hecho de que lo hiciera lentamente era un buen indicativo. Normalmente cuando un animal quería atacar lo hacía rápidamente para no dar tiempo al contrario a reaccionar, así que se forzó a permanecer en su sitio, sin moverse ni realizar gestos bruscos que pudieran ser interpretados como una amenaza.
Cuando el mutante por fin habló, Drago dejó escapar un suspiro de alivio, pues hasta entonces le había sido imposible prever cómo iba a reaccionar, especialmente después de todo cuanto había tenido que padecer, aunque suponía que si sus intenciones fuesen agresivas, Xavier le avisaría con suficiente tiempo.
- Todos nosotros, los que somos como tú, nos hemos sentido así alguna vez. A veces con demasiada frecuencia -se puso cómodo, sentándose en el suelo y cruzando las piernas a lo indio, pues la siguiente pregunta iba a requerir una explicación extensa, aunque era muy consciente de que aquella posición le restaría tiempo de reacción si tenía que defenderse de un posible ataque, dejándole en una situación más vulnerable, pero esperaba que así quedara más que patente para Superpredador que sus intenciones hacia él no eran hostiles, ya que se estaba quedando voluntariamente a su merced-. A ti, a mí, a la mujer del pelo rojo y a todos los que viven en esa mansión que ves al fondo, se nos conoce como "mutantes". Nos llaman así porque somos el producto de una mutación natural, una... evolución.
Aquella parte era peliaguda; ¿cómo le explicas a un ser con la capacidad de raciocinio de un animal lo que era el adn?
- La naturaleza nos ha hecho diferentes de los humanos normales -dijo despacio, escogiendo bien sus palabras y sin quitarle la vista de encima ni un solo segundo-. Poseemos características que nos diferencian, otorgándonos capacidades que ellos no tienen. Yo, por ejemplo, puedo controlar la luz y la oscuridad.
Unió sus manos ante sí y las fue separando lentamente, revelando una pequeña esfera de luz que dejó flotando ante Superpredador.
- Puedo desvanecerme y crear imágenes que no están realmente ahí. La mujer del pelo rojo puede meterse en las mentes de los demás. Creemos que tú tienes más fuerza, velocidad y resistencia, entre otras capacidades, pero no hemos querido estudiarte. No lo haremos sin tu permiso. Bastante han abusado ya de ti. Sólo queremos ayudarte y sólo lo haremos si tú nos dejas hacerlo. Aquí somos todos iguales y estamos todos unidos. Los humanos no nos entienden, y a veces nos tienen miedo; por eso nos ayudamos y nos protegemos entre nosotros como si fuésemos una manada. Vivimos en esa casa y tenemos comida y todo cuanto podamos necesitar. Tú eres como nosotros, y por tanto, todo ésto -hizo un gesto con las manos para abarcar los terrenos y la casa-, es tuyo también.
>>Si te preguntas por qué tu aspecto es diferente al mío o al de la mujer del cabello rojo debes saber que la mutación a veces afecta a la forma de tu cuerpo. Jean y yo podríamos pasar por humanos, pero algunos de nuestros compañeros no. Si quieres y confías en mí puedo mostrarte otros mutantes que tampoco parecen humanos. ¿Comprendes lo que te digo? ¿Tienes alguna duda? Si en algún momento no entiendes algo y necesitas que te haga alguna aclaración, sólo tienes que pedirlo.
Sabían que tenía capacidad de raciocinio a un nivel básico, pero Drago desconocía hasta dónde llegaba dicha capacidad o cuáles eran los conocimientos que ya había adquirido. Cualquier criatura consciente que llevara un cierto tiempo viviendo en aquél mundo habría de saber al menos algunas cosas básicas, como qué era un coche, o que una farola era un objeto que daba luz. La cuestión era conocerle mejor para aprender desde dónde tenía que partir y cuáles eran sus carencias o limitaciones. | |
| | | Superpredador DC Universe
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 1st Mayo 2017, 02:58 | |
| Predador aprecio la actitud que tomo el joven mutante, aunque este no se lo demostrase. Era capaz de descifrar sus intenciones mejor que sus propias palabras, de modo que fue capaz de determinar rápidamente que la presencia de este hombre no representaba ningún peligro para si mismo. En muchas maneras, le recordaba a Anna. La criatura pensó mucho en aquella niña pelirroja de delgada complexión y su particular mascota por un momento. Recordó los olores, los sonidos, la sensación del tacto y todo aquello asociado a su única presencia. Hasta la fecha, era el único "humano", o, mejor dicho, ser de apariencia humana pero naturaleza que claramente no lo era, que había sido así de amable con el animal; ademas claro de Eclipse y Jean. Para desconocimiento de la criatura, también era la única memoria que le quedaba intacta mas allá de su vida en solitario, pues la hechicera Dalae bien se había asegurado de eliminar de su débil mente toda clase de interacción que este hubiese tenido con ella, o todo el equipo de los Vanquishers para salvaguardar su propio pellejo. Aun así, solo con eso bastaba para que la criatura comprendiese la situación en la que se encontraba. Solo con la memoria de su placentero rato con la mujer de cabellos carmesí era mas que suficiente para que la criatura comprendiese la existencia de aquellas personas, tan parecidas a los humanos, y tan diferentes. Eso quería decir que no eran humanos, y, por ende, la primitiva mente de la bestia dejo de asociarlo, casi de inmediato, con todas las características negativas con las que siempre asocio a los humanos. Casi de un momento al otro se mostró mucho menos agresiva, menos dispuesta al ataque, aunque aun manteniéndose en guardia, solo por si acaso. A los "ojos" del mutante, aquel cambio seria prácticamente bipolar; para Superpredador era algo completamente natural dada la simplicidad de sus procesos habituales de pensamiento y su capacidad para distraerse fácilmente ante luces bonitas o posible comida.
Y eso fue lo que volvió a conseguir su atención posteriormente: una luz bonita. No había captado la completa extensión de lo que le había dicho Drago hasta el momento en que este demostró sus verdaderas habilidades, momento en el cual, por los pocos segundos que la esfera luminosa duro en la palma de su mano, los ojos de Suprepredador estuvieron completamente enfocados en ella, casi como un mosquito yendo hacia la luz de una lampara. Sobra decir que las habilidades del mutante le tomaron por sorpresa. Si antes había tenido que luchar para conseguir la atención de su huésped, ahora la tenia incondicionalmente. Predador de repente paso de ser el oyente desentendido al mas atento de los estudiantes. Ayudo mucho el echo de que Drago tuviese el tacto de manifestar sus poderes de forma simple, pequeña y para nada excesiva o en forma agresiva, de modo que sus intenciones de ningún modo fuesen mal interpretadas. Desde luego, tampoco es que entendiese mucho aquello de "meterse en las mentes" que la otra mujer de antes (dada su carencia de conocimiento sobre el concepto de mente, en una forma detallada), pero sabia que era algo que, aparentemente, no todos los humanos pueden hacer, y eso la hacia única, del mismo modo que al castaño le hacia único poder generar esa luz a partir de sus manos. Ellos eran únicos, como él. Sus ojos no le mentían, su aspecto era diferente. Pero también confiaba en sus otros sentidos, y esos mismos ojos le dijeron que una simple mano genero luz; su nariz le dijo que ellos no olían a humano, y sus oídos escucharon perfectamente la explicación que dio, la cual apuntaba a que tampoco lo eran. Por aplastante victoria de tres a uno, sus instintos le indicaron que el hombre no mentía, o al menos no totalmente.
Su oferta, por otra parte, definitivamente fue un pequeño retroceso en el camino. A pesar de la falta de hostilidad en sus palabras, su elección con estas despertó una reacción en el animal. No una necesariamente agresiva, sino mas bien negativa. Frunció el ceño y gruño ligeramente, mostrando accidentalmente sus colmillos, casi como un perro; solo para desaparecer instantáneamente al enterarse de que en realidad solo le estudiarían si el les daba su permiso. De hecho, desaparecer seria un eufemismo. Se quedo boquiabierto, inmóvil, con una inconfundible expresión de confusión absoluta adornando su rostro, como si literalmente no tuviese idea de lo que estaba ocurriendo. -Tu...pedir...permiso?- Su labio inferior temblaba ligeramente, y sus ojos se humedecían, aunque no era capaz de deducir por que. Asociaba esa reacción a la tristeza, que a su vez asociaba al malestar, pero no se sentía mal. Adolorido, tal vez, pero no como para llorar. Por lo contrario, estaba extrañamente...feliz? Si, eso. No era algo que pudiera decir demasiado tiempo. Sabia lo que era el placer, sabia lo que era estar satisfecho, pero, la felicidad? Pocas o ninguna experiencia tenia con esa clase de emoción, tanto que ni sabia como identificarla realmente. Pero no necesitaban entenderla, solo estaba pasando. Jamas en toda su vida le habían tratado así. Jamas le habían pedido su permiso para estudiarlo. Ni siquiera intentaban ocultar que le acabarían haciendo eso, por lo que no le estaban mintiendo para engañarlo y encerrarlo contra su voluntad. Eso o ponía feliz. El saber que había otros iguales a él, sin embargo, lo ponía infinitamente feliz. No estaba solo en el mundo, como siempre había creído.
-Si...yo querer...- El cambio de todo en su voz era demasiado palpable como para no notarse. Intentaba procesar toda la gama de emociones que fluían por su ser al mismo tiempo sin demasiado éxito, pero no se había olvidado de la tarea en mano. Drago lo había conseguido: hablando al animal; no lo domo, pero definitivamente le volvió menos hostil, al menos contra su persona. Por algo se empieza. Ayudo mucho que mantuviese su elección de palabras clara, concisa y sobre todo simple. Casa, iguales, unidos, miedo; conceptos simples incluso para él. Pudo descifrar el contenido de su mensaje fácilmente, y por eso su oferta se le hizo imposible de rechazar. Tanto que, incluso, y a pesar de las lesiones que antes le habían impedido avanzar demasiado, se paro en dos patas casi de un salto, ignorando completamente ese dolor, y se acerco caminando hacia Drago. -¿Yos...ir?*- Le dijo, incapaz de contener la emoción. Hora de dar el primer paso de lo que, aun sin saberlo, seria el resto de su vida.
* su forma de decir "nosotros vamos" | |
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 18th Mayo 2017, 12:43 | |
| - FDI:
lamento la tardanza, he estado haciendo una documentación exhaustiva de los mutantes de aspecto más bestial en la red en mis ratos libres y me ha tomado más de lo esperado hacer la selección.
Es muy curioso cómo a veces puede torcerse todo por una mala elección de palabras. Precisamente lo que Eclipse había querido decir era que no habían querido estudiarle como habían hecho hasta ahora todos los humanos con los que la pobre criatura había tenido contacto, pero de la manera en la que lo formuló lo que consiguió fue precisamente el efecto contrario. Por supuesto, debería haber tenido en cuenta que la comprensión del lenguaje por parte de Superpredador era límitada, y que no podría captar los matices y detalles con la misma claridad que un humano normal. El caso era que hasta ahora había tenido mucho cuidado con las palabras que decía y cómo las decía, pero nadie podía ser totalmente infalible. Por suerte al final Superpredador pareció entender cuál había sido su intención inicial, pues su reacción cambió de manera ostensible mostrando una repentina vulnerabilidad que chocaba bastante con su anterior actitud agresiva. Observó la manera en la que se derrumbaba, cómo aquella fachada hostil se desplomaba totalmente ante el hecho de ser tenido en cuenta, respetado y considerado como un ser pensante y sintiente, y no pudo evitar experimentar compasión y lástima, precisamente las mismas emociones que no soportaba despertar en los demás. - Sí, permiso -repitió, incidiendo en aquello que había despertado la reacción positiva por parte del mutante, deseando hacerle ver que sus intenciones eran buenas- . Nosotros no queremos usarte ni utilizar tus capacidades en nuestro provecho. Ésto es una escuela. Un lugar en donde se enseña a los que son diferentes, como tú y como yo, a sacar el máximo provecho a sus capacidades y poderes. Como un regalo. Para ti -enfatizó, abriendo sus manos hacia él en gesto de ofrecimiento, intentando ser lo más claro posible- . Por eso no lo haremos a menos que tú quieras hacerlo, para entenderte mejor a ti mismo, para entender lo que eres y quién eres.Una vez de pie, Superpredador resultaba aún más imponente con su metro noventa de altura. Drago era bastante alto y aún así le sacaba como mínimo 7 u 8 centímetros, sin embargo la actitud había cambiado de manera visible y ya no tenía miedo. Pasando la verja de la entrada principal se llegaba a un patio de forma octogonal en cuyo centro se alzaba la estatua de un ave fénix, erigida en memoria de su compañera Jean después de su primera muerte. El edificio que conformaba la mansión se alzaba alrededor, y un montón de mutantes, la mayoría muy jóvenes, se habían dado cita allí para recibir a Superpredador entre los suyos. Drago los fue presentando uno a uno, haciendo especial hincapié en aquellos que, al igual que su nuevo compañero, presentaban características que los diferenciaban de los humanos. - Jeffrey -empezó por el muchacho rubio que estaba más a la izquierda- , Stan -nombró al chico de piel color plata metalizada que estaba detrás- , Jordan -el pequeño de ojos rojos incandescentes no olía a carne, como si su cuerpo estuviese conformado de fuerza oscura o alguna otra clase de energía desconocida- , Reuben -un elefante de tamaño humano vestido con ropas humanas (incluyendo una gorra azul vuelta del revés, como la llevaban la mayoría de los jóvenes) alzó la trompa y barritó- , Andrea -la joven rubia que estaba detrás del elefante se estiró como si fuera chicle para asomar por encima de su compañero y le sonrió, saludándole con gesto alegre y amistoso- , Sammy -un chico que tenía totalmente apariencia de pez le hizo un gesto de saludo con la cabeza, dejando claramente visible la llamativa aleta roja que le cruzaba el cráneo- , Rockslide -nuevo asentimiento de cabeza, ésta vez por parte de un gigante que parecía hecho entero de granito vestido con un uniforme rojo con la X de los X-Men en el pecho- , Víctor -apoyado en el gigante de piedra había un adolescente con la piel verde escamosa y un caparazón de pinchos en la cabeza en lugar de pelo. Al mencionarle alzó la mano y saludó a Superpredador- , Darwin -el mutante calvo de ojos opacos al que Eclipse señaló se quedó mirando a Superpredador con curiosidad. Según le habían contado, la nueva incorporación a la escuela podía tener poderes de evolución reactiva similares a los suyos- , Rondador Nocturn... -el chico con la piel negra y apariencia de demonio que se encontraba delante de ellos en aquél instante desapareció con una explosión de humo color violeta para reaparecer al segundo siguiente en lo alto de un árbol cercano. Cuando Drago le dirigió una mirada reprobatoria, el mutante sonrió, travieso, revelando los colmillos afilados, y sus ojos amarillos brillaron con diversión- . En fin... sigamos... Henry McCoy.El mutante al que había señalado, un hombretón cubierto enteramente de pelo de color azul, se acercó hasta ellos. - Bienvenido, Superpredador, es un placer tenerte entre nosotros -saludó, con una educación que chocaba tanto con su aspecto como las pequeñas gafas que se mantenían en precario equilibrio sobre el puente de su achatada nariz. - Aquí tienes también a Planaria, fue uno de los que participó en tu rescate. A su lado están Lobezno y Alice. La chica que parece medio lobo se llama Rahne -una muchacha de rasgos lobunos le saludó con una sonrisa- . Cypher y Warlock -señaló a una curiosa pareja formada por un muchacho rubio y un organismo tecno-orgánico de apariencia amigable- , Tormenta -dijo señalando a una mujer de piel negra y cabello blanco que levitaba por encima de los demás con gesto adusto- , Hombre de Hielo, Pícara, Jean Grey, Bala de Cañón... ¡Ah! Gata Sombra, llegas tarde -amonestó a la muchacha castaña sonriente que acababa de aparecer atravesando la pared de la escuela- . Y, por último, el Profesor Charles Xavier, el responsable de todo ésto.El hombre se acercó caminando hasta Superpredador con paso tranquilo y confiado, irradiando un aura de serenidad difícil de ignorar. - Como ya todos te han dicho, te damos la bienvenida a nuestro hogar, Superpredador -le dijo abriendo los brazos. - Sobre los turnos y apariciones:
En éste momento son libres de participar cualquiera de los mutantes que se encuentran en la mansión para darle la bienvenida a Superpredador. Será turno de posteo libre para el que quiera. Recuerdo a todos que el Charles Xavier de Omega no va en silla de ruedas porque así lo definió su user. Por último, para no hacer de ésto un completo caos, he puesto a los alumnos por su nombre normal, y a los adultos o miembros de la Patrulla por su nombre clave. A Planaria no sabía cómo ponerle porque él se suele presentar por su nombre en la mansión y no por el nombre en clave. Si queréis que edite algo o que os cambie la manera de presentaros me lo decís
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| | | Warlock Marvel Universe
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 3rd Junio 2017, 05:20 | |
| Warlock se encontraba de visita en la mansión por petición de su amigo Cypher, ya que hoy recibían a un mutante muy especial en las filas de la escuela. Pese a que en el nuevo universo las circunstancias eran diferentes a cómo sus procesadores de memoria las recordaban, y eso le había llevado a distanciarse un poco de su mejor amigo, el technarch aún le guardaba una gran estima, no podía evitarlo, y le alegraba realmente compartir ese momento tan especial con él.
- ¿Tú cree qué le costará tanto adaptarse como a Yo, Cypher-amigo?
- No lo creo Locke, piensa que él al fin y al cabo es humano, y terrestre. He oído que es como un animal, pero en todo caso, sigue perteneciendo a este mundo, y no le será tan ajeno como te lo fue a tí, amigo mío. Es simplemente... distinto.
- Yo no lo habría conseguido sin tú. Yo nunca podrá agradecerle suficiente a tú.
- Hey, ¿Y todas las veces que tú me salvaste a mí? Sin tí en combate no era nadie, así que no te preocupes por ello. Estamos iguales, vale? - El joven rubio sonrió. Puede que este Warlock fuese distinto del que él conocía, pero sin duda era el mismo en esencia. Le gustaba la compañía del alienígena, pues aunque muchos los observaban con recelo advirtiendo a Cyher del peligro, el muchacho sabía que pocas criaturas eran tan bondadosas como él. Nadie podía culparle por haber sido creado con un virus mortal que no quería y sólo le causaba problemas. Mientras divagaba, llegaron junto a Rahne sinclair, en su forma semibestial. Ésta les saludó amigablemente, y los tres se quedaron a esperar.
-Hola Rahne-amiga. ¡Bonitas orejas puntiagudas!
- Jeje, siempre me lo dices, tonto... ¡Si tanto te gustan, simula unas con tu cuerpo de chicle! Eclipse dijo que esta forma era la más apropiada para recibir al nuevo miembro. Espero que no se asuste...
-Por lo que tengo entendido, dudo que eso suceda. Es más, creo que le gustarás más, jeje.
-Rahne-amiga es atractiva en todas las formas de ella.
- ¡Serás zalamero, jajaja! Mirad, ahí vienen.
Al contemplarlo, la reacción de los tres amigos fue muy diferente; Warlock copió la forma de Superpresador y se acercó a él con gesto amistoso, Cypher le saludó analizando su aspecto y evaluando sus heridas, y Rahne no pudo reprimir cierto espanto al ver su mal estado, pero le saludó para no dar una mala impresión. Ella podía convertirse en humana, pero no podía imaginar cómo debía ser vivir con aquél aspecto tan aterrador de forma permanente. Su rostro sin embargo, mantuvo el gesto preocupado una vez se alejaron. Cypher la miró y posó una mano en su peludo hombro, que la sacó de sus negativos pensamientos.
- Tranquila, se adaptará. Sabes que le ayudarán.
- Sí, tienes razón. De todos modos... Me ofreceré a ayudar. ¿Qué mejor que un animal para entender a otro?
Última edición por Warlock el 6th Junio 2017, 02:10, editado 2 veces | |
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 3rd Junio 2017, 18:32 | |
| Parapetada de la multitud, Alice se encontraba de pie en un rincón, con la espalda firmemente apoyada en la pared del edificio. Cercana a cumplir el año de estancia en la mansión, esa no era ya la primera vez que salía al patio a recibir a alguien nuevo, y aunque no siempre se reunían los alumnos, había llegado a apreciar estos encuentros por el impacto que tenían sobre el recién llegado. Para quienes habían vivido en ambientes hostiles, se hacía especialmente duro. La desconfianza y el miedo, podían jugar en contra del que necesita un hogar donde vivir. Y este, parecía ser uno de los casos.
Dicen que a veces, la mejor manera de hacer que una persona tímida se abre y se dé a conocer es entrar súbitamente en su área de confort y una vez dentro, quedarse quieto. Pero eso no funcionaba en el caso de Alice, y curiosamente, para ella no hubo recibimiento. Tan sólo una persona, dos en cuanto ya terminaron de conocer la mansión y los terrenos... ¿Sabrían los profesores, en cada caso cuál era la mejor opción? Eso podría explicarlo. Tal vez, el chico nuevo que acompañaba a Eclipse necesitaba ver el tipo de personas que podía conocer allí, quienes vivían y respiraban bajo el mismo techo que él ocuparía en los siguientes días.
Pero la británica dudaba de la aportación que podía ofrecer en dicha bienvenida. Una persona, cuyo físico era idéntico al de cualquier otro humano, cuyo único distintivo eran sus ojos cambiantes. Tal vez su voz, si en el peor de los casos las cosas salieran mal... Pero si llegaran a este punto, serían los propios profesores quienes tomarían cartas en el asunto. A ella, simple y llanamente, no se la "necesitaba" como tal. Estaba ahí, porque era su lugar, porque era miembro de la mansión y un alumno más. Estaba ahí porque su voluntad la empujaba a querer ayudar a cualquier que lo necesitara y cuando alguien le pedía ayuda su corazón aceptaba incluso antes de que lo hicieran sus palabras. Estaba ahí, porque en el fondo, deseaba que su presencia tuviera un valor más allá de un número.
Pero cuando vio el aspecto de aquella criatura, se le hizo un nudo en la garganta. Pese al poco ortodoxo aspecto, no cabía lugar a dudas de que se trataba de un ser herido. Ella esperaba a un ser violento, a juzgar por lo que había escuchado del resto de alumnos, por su murmullo y cotilleo constante, algo que de bien seguro hubiera estado a la altura de toda expectativa de no ser por el aspecto débil que ahora encarnaba. Tal vez eso, más que cualquier otra cosa, hizo mella en la británica. Fue esas heridas, esos vendajes los que a gritos llamaban la fragilidad que realmente se encontraba tras el mutante. Que era uno más de ellos, alguien que necesitaba un hogar, protección. Alguien que le comprendiera y le aceptara, tal y como era.
Alice no se acercó a él, como lo habían hecho otras personas. Sin embargo sus ojos no podían apartarse del cuerpo “del nuevo alumno”. Le miraba con miedo y precaución. Le miraba con cautela, con curiosidad… y con miedo. | |
| | | Superpredador DC Universe
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 24th Julio 2017, 08:52 | |
| Muchas palabras, pero no demasiadas. Eclipse intento corregir un supuesto error en su comunicación con la criatura, pero no era realmente necesario: Predador ya había dejado de prestar atención a sus palabras. Bueno, en realidad eso seria una forma de decir, pues la criatura estaba mas atenta que nunca a cada letra que salia de la boca del mutante. En realidad, lo que a Predador no le importaba era su significado. El hecho de que se usaran palabras que este no era capaz de descifrar ya no le importaba tanto como aquel que estaba pronunciándolas. Si bien siempre se mostraba curioso ante expresiones nuevas que pudieran mejorar su limitado entendimiento del idioma esta situación era un caso excepcional pues todo en general le resultaba tan nuevo que estaba dispuesto a hacer una excepción en este caso, solo para no retrasar el avance de los acontecimientos. No era tan habitual en él mostrarse tan emocionado ante el futuro desconocido, pero su instinto no le alertaba de peligro y sus sentidos no captaban nada fuera de lo normal, razón por la cual sintió que se podía dar el lujo de, por una de las pocas veces en su vida, bajar la guardia y simplemente "dejarse llevar por las cosas" por así decirlo.
Y no termino arrepintiéndose: el patio de la Mansión era impresionante. Ante tal magnificencia, la criatura se sentía pequeña, sin importar que tan alto se estirase. Una estatua de forma peculiar en el centro, como un pájaro, rodeada un montón de jóvenes de, literalmente, todas las formas y tamaños (y colores, y fisionomías), detrás de los cuales se encontraba la Mansión. Muchos olores, muchos sonidos, mucho que ver; Predador sintió como si sus sentidos se sobrecargaran ante tantos individuos nuevos, cada uno una maravilla en si mismo. Algunos mas altos, otros mas bajos, unos con los clásicos tonos de piel asociados a los humanos, y otros cuya pigmentación era de coloraciones mucho mas vistazos y chillonas. Mas la variedad de colores era solo la punta del iceberg. Cada uno de ellos tenia una voz única, y el hecho de que muchos se encontrasen murmurando (en la equivocada convicción de que "el nuevo" no podría escucharlos a esa distancia y con ese volumen) solo facilitaba para los oídos de la bestia el captar y diferenciar cada timbre particular, asociándolo a su dueño sin mucha dificultad (aunque seria mas fácil si no hubiese tantos murmurando al mismo tiempo). Y luego estaban los olores, eso era definitivamente lo peor: todos y cada uno de los jóvenes tenia un aroma particular y único, afectado por ciertos factores como el genero, la higiene personal, sus ropas, e incluso en algunos casos particulares el material del que estaba compuesto su cuerpo. Una multitud de seres únicos frente a un animal con sentidos increíblemente avanzados y una capacidad de procesamiento muy limitada. Mas si la criatura sintió en algún momento incomodidad, nunca se noto salvo para aquellos que pudieran leer sus pensamientos, pues estaba usando cada pizca de su fuerza de voluntad para impedir que se notara. Ya fuera por que lo poco de humano que tenia estaba dirigiendo sus acciones o por que su lado animal ya había certificado que esos seres diferentes no representaban peligro; esta vez la bestia no iniciaría un conflicto.
Tampoco capto reacciones hostiles de parte de los muchachos, y eso ayudo en gran medida. Claramente había gente que hubiese preferido estar haciendo otra cosa, pero eso estaba lejos de la hostilidad. Algunos sentía miedo hacia el animal ,por su aspecto monstruoso, otros le tenían lastima, pues su estado demacrado daba claros indicios de haber sufrido mucho abuso físico. Para la mayoría, estas dos anteriores emociones estaban mezcladas, aunque puede que aquellos veteranos en el área de las mutaciones que alteran tu apariencia física se sintieran menos inclinados confiar tanto en una primera impresión de su aspecto. El recién descubierto mutante simplemente se quedo quieto en su lugar mientras Eclipse le presentaba a otros miembros de su "especie". Una suerte que su estomago no sonara ni su boca babeara cuando le presentaron a algunos de sus compañeros de aspecto mas animalesco, pues hubiese delatado su verdadera hambre y entonces la presentación se hubiese convertido, en el mejor de los casos, en un evento bastante incomodo. Algunos le saludaron con entusiasmo, otros limitaron su saludo a simples gestos de bienvenida; por lo general, al igual que en un principio, los saludos mas cálidos fueron dados por aquellos cuya mutación había afectado por completo su apariencia física.
Uno de ellos, con aspecto de demonio azul, llego tan lejos como incluso usar sus poderes sorpresivamente enfrente suyo. Por fortuna el animal ya había leído sus intenciones como no hostiles y por eso evito cualquier movimiento brusco. En parte ayudo el hecho de que su cuerpo apenas se encontrase limitado a poder llevar a cabo los movimientos mas básicos, puesto que su lamentable estado le impedía dar saltos o atacar con eficacia. El segundo "hombre azul", como la bestia les denominaría en un principio, era bastante diferente: de aspecto mas robusto, con mucho mas pelo en el cuerpo, sin cola, y una aparente amabilidad de la que el primero en un principio pareció carecer. Mas gente apareció después, aparentemente habiendo quedado para el final aquellos cuyos roles en la Mansión eran los mas importantes, llegando hasta las personas que habían participado activamente en su rescate, y culminando con un hombre calvo y bien vestido, cuya voz a Superpredador se le hizo rápidamente familiar. Uno de ellos, que dejaría una impresión en su mente durante mucho tiempo, fue un ser delgado, de piel oscura con "lineas" amarillas recorriendo su cuerpo. Su aroma era algo como lo que Superpredador jamas había olido en su vida, y la manifestación de sus habilidades le resulto tan impactante como su propia y desconcertante naturaleza. El ser (Warlock) se convirtió...en él. Al menos en apariencia, era idéntico a él, con todo y heridas, aunque definitivamente olía y actuaba distinto. Predador se acerco lo mas posible, y luego lo olio de un modo que bien podría haber resultado invasivo para muchos, solo para corroborar que, en efecto, no era él mismo. Una vez confirmado esto, se limito a imitar, aunque con mas dificultad producto de sus heridas, el gesto de su copia. Supuso que era una forma de "camuflaje", como su capacidad de volverse "invisible" gracias a sus células de pulpo. Luego de eso, imito el mismo gesto con Cypher y Rahne, a quienes había pasado casi por desapercibidos puesto que toda su atención estaba enfocada, hasta ese momento, en Warlock y sus poderes.
Y ya cuando todo estuvo dicho y hecho, solo quedo la criatura, allí, parada frente al enorme "comité de bienvenida" que se había reunido para recibirle. Aun con su poco conocimiento de la sociedad humana como tal, podía distinguir con facilidad el propósito de la enorme reunión; no era muy diferente a los miembros de cualquier manada o jauría estándar, reuniéndose para recibir al nuevo integrante del grupo; en este caso, él. Y no sabia que decir. Literalmente no conocía las palabras apropiadas para tal evento, así que después de un silencio que pareció durar horas, decidió dejar de pensar las cosas y simplemente guiarse por el instinto. Hasta el momento, le venia funcionando bien. -Gracias...tus...muchas...- Dijo, luego de lo que pareció un gran esfuerzo mental para unir las palabras juntas, en una expresión que no recordaba haber usado. Era como un agradecimiento clásico, pero mas grande, con mas fuerza.- Gracias tus muchas.- Dijo de nuevo, esta vez con mas facilidad, solo para repetirlo con mas fuerza a la siguiente. Y luego otra vez, y otra vez. Primero a los alumnos que se habían acercado hacia él, por tenerlos mas cerca. Luego a Xavier, a los demás profesores, a los que le habían rescatado, y por ultimo a todos los alumnos. A los que le miraban con miedo, con lastima y con alegría. Siguió y siguió repitiendo esa expresión, una y otra vez, agitando su mano hacia arriba del mismo modo que antes había visto saludar a muchos humanos, en un intento de combinar los gestos de saludo y agradecimiento en uno solo, suponiendo que todos los allí presentes podrían identificar por separado la intención de ambos.
El chico de piedra, la chica plateada, el elefante con aspecto humano; todos recibieron un "hola". Desde los mas entusiasmados del frente hasta los mas tímidos del fondo, incluso aquellos como Alice, que le miraban con temor desde lo mas profundo de la multitud recibieron un saludo, sin importar que su identidad fuese desconocida. Tan ocupado estaba saludando, que ni siquiera llego a notar cuando su rostro se humedeció. Y aun así siguió. Ya no era a nadie en particular. Solo siguió. Volvió a saludar y agradecer a quienes ya habían recibido el gesto, de principio y a fin y al revés. Las piernas le fallaron, y siguió haciéndolo. No entendía que pasaba, supuso que solo eran efectos secundarios de las heridas que su cuerpo había sufrido, que estaba funcionando raro. No era nada particularmente dañino, por mas que le doliera el pecho y el estomago producto de anteriores lesiones, de modo que siguió. Sus piernas fallaron, y cayo al suelo arrodillado. Su voz se quebró de repente, y le fue difícil hablar. Aun así siguió estirando su mano y saludando, como si solo fuese capaz de pronunciar, incluso con mas dificultad y en forma entrecortada, esa sola frase.- Gra-cias..tu-tus...mu...chas.- Sus ojos empezaron a verse borrosos, pero su cuerpo no se sentía tieso ni le faltaba la energía (por el contrario, se sentía mas vigorizado de lo que jamas se había sentido independientemente de su actual estado). No comprendía que pasaba, pero no le preocupaba; no podía preocuparse, solo sabia que estaba feliz. Eso que para los humanos se llamaba llanto, él no lo conocía, al menos no de primera experiencia. Así que siguió saludando y agradeciendo. Podrían haber parecido lagrimas de dolor o de tristeza, pero la enorme sonrisa de dientes afilados indicaba lo contrario, mas no guardaba intenciones hostiles; así demostraba felicidad, esas eran lagrimas de alegría. Rápidamente movió un brazo, el que no estaba usando para saludar, hacia su cara, y comenzó a limpiar el agua que caía de sus ojos, solo para que al segundo brotara mas en una suerte de circulo vicioso que de momento no parecía poder parar.
Un susurro, eso fue todo lo que salio de sus labios, audible solo para aquellos que se acercasen a comprobar en el momento adecuado.
-Yo...estar en casa...-
off: calculo que esta sera la ultima ronda, en la cual pueden postear reacciones aquellos que participaron antes en su bienvenida, asi como cualquier otro que quiera agregarse a ultimo momento. Si quieren agregar algunas mas avisenme y saco este aviso. Mil perdones a Alice, Warlock y Eclipse por la demora. Primero quise esperar a ver si venia alguien mas al foro o se sumana alguien mas dada la inmensa poblacion mutante del foro, pero ya los tuve esperando demasiado tiempo y quisiera poder cerrar este arco en algun punto. Desde ya gracias a Eclipse por aceptarme esta idea tanto tiempo atrás y permitirme empezar con ella, y a todos los que formaron el minievento del rescate en su tiempo que tristemente no pudo llevarse acabo. Gracias tambien a Alice y Warlock por pasarse en este punto a darle a Predador la bienvenida a la Mansion, lo aprecio mucho. | |
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 31st Julio 2017, 00:30 | |
| Agradeció mucho que Warlock pudiera estar presente, ya que las circunstancias por las que había tenido que pasar el technarch en su llegada a la Tierra eran similares a aquellas por las que tendría que pasar Superpredador, al ser un elemento extraño en un mundo extraño con leyes que no comprendía. Quizá el alienígena podría ayudarle a integrarse pues, a pesar de su atemorizante aspecto, en el tiempo que le había conocido Eclipse había podido comprobar que se trataba de una criatura bondadosa y noble.
No defraudó sus expectativas al emular una forma parecida a la de Superpredador cuando se acercó a saludarle. Le había explicado a todos los alumnos metamorfos, como Rahne, que lo más apropiado para conseguir que el nuevo mutante se sintiera uno más entre ellos sería recibirle utilizando sus formas más animales, pero las capacidades especiales de Warlock hacían que fuese aún más sencillo para él lograr esa cercanía. En general la reacción de todos los alumnos fue muy positiva, y Eclipse experimentó una sensación que hasta aquél momento le había eludido: orgullo.
Sí, se sentía orgulloso de todos y cada uno de ellos. Hasta la joven Alice, con todas sus inseguridades, había acudido para dar la bienvenida a Superpredador, y, aunque no se hubiera acercado, eso ya de por sí era valioso.
Se suponía que los mutantes deberían ser los menos indicados para tener prejuicios, pero Superpredador había cometido asesinatos y había hecho cosas tan terribles como devorar viva a la gente, por lo que nadie les habría podido reprochar el que hubieran experimentado temor o rechazo. Sin embargo, no había sido el caso. Observaba a los jóvenes allí reunidos y podía comprobar que casi todos los alumnos se habían dado cita en el patio.
Si le hubieran recibido a él de aquella manera hacía ocho años en lugar de llevarle hasta la mansión inconsciente y maniatado, ¿habría sido diferente su vida? ¿Se habría integrado en lugar de recluirse preso de sus propios miedos? No lo sabía, pero iba a encargarse de que a Superpredador no le ocurriera lo mismo.
Cuando todo el mundo hubo terminado de saludar y presentarse, un silencio expectante se abatió sobre el patio. Eclipse intercambió una mirada con Xavier, inseguro de cómo se habría tomado todo aquello el recién llegado. Después de todo había que recordar que su manera de pensar se parecía más al comportamiento instintivo de un animal, y existía la posibilidad de que lo hubieran asustado o abrumado con aquella sobrecarga de información y estímulos. El Profesor le sonrió y le hizo un gesto para indicarle que no se preocupara, que todo iba bien, así que volvió a mirar a Superpredador y casi al momento se arrepintió de su preocupación anterior.
Porque la reacción del mutante fue tan humana como la que habría tenido cualquier ser humano en su misma situación.
Uno por uno se fue acercando a todos los que se habían congregado en el patio para darles las gracias de manera personal y totalmente auténtica. Eclipse era capaz de reconocer ese sentimiento, esa gratitud, pues era la misma que había experimentado él cuando el Profesor le había abierto las puertas de la mansión y le había ofrecido un hogar, una familia y un trabajo a pesar de los muchos crímenes que había cometido. Como si no le importara. Como si estuviera dispuesto a darle la oportunidad de empezar desde cero. Le había otorgado su confianza, y eso era algo que Drago nunca podría olvidar.
Era como si Superpredador fuese su oportunidad para devolver ese regalo que le habían dado ofreciéndole ésa misma confianza, esa misma oportunidad que a él le había sido otorgada. La oportunidad de empezar desde cero sin que los fantasmas del pasado pudieran volver a perturbarle. Tal y como el Profesor había dicho una vez: Sólo porque alguien tropieza o pierde el camino no implica que se pierda para siempre. Superpredador había tropezado y había perdido su camino, pero ellos le ayudarían a recuperarlo.
Notó cuando se le quebró la voz, abrumada por el llanto, y vio cómo las piernas le empezaban a flaquear, pero aún así siguió y siguió dando las gracias hasta que cayó al suelo, e incluso después.
Cuando dijo su última frase, Eclipse se arrodilló a su lado y le puso una mano afectuosa en el hombro. Él nunca era así, y de hecho se había esforzado mucho por mantener la distancia con sus alumnos y ganarse una reputación aterradora en los claustros, pero también había estado en la misma piel de Superpredador, y eso le permitía entenderle. Siendo niño había sido uno de los pocos supervivientes de una masacre atroz que había acabado con cerca de 8000 personas en su Srebrenica natal, entre ellos sus padres y su hermana, a los que había visto morir de manera terrible, y, después, había sobrevivido a una brutal tortura a manos de un grupo de paramilitares al servicio de un cártel de la droga colombiano.
No podía evitar sentirse en cierta medida identificado con aquél mutante y pensaba encargarse él mismo de enseñarle a hablar y a integrarse para que pudiera tener una vida relativamente normal en la mansión.
- Sí, estás en casa -le dijo en tono amable-. Ven. Te enseñaré los terrenos de la mansión y el lugar donde se sirve la comida. Si prefieres vivir en el bosque te construiremos un cobertizo para que puedas resguardarte de la lluvia y el viento, ¿te parece bien? | |
| | | Warlock Marvel Universe
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| Tema: Re: Una Calida Bienvenida (Libre / X-Men) 4th Agosto 2017, 04:28 | |
| Los tres viejos amigos contemplaron estoicos la escena, incluso cuando su protagonista se acercó hasta ellos con su gesto cansado y gritando emocionado aquél sencillo agradecimiento. Cuando cayó al suelo y siguió con su particular ritual, en una especie de feliz agonía, se sorprendieron al ver al profesor Drago mostrarse afectuoso con la criatura. De hecho, todos experimentaron dicha sorpresa, a juzgar por los rostros desencajados y los cruces de miradas de muchos de los alumnos allí presentes, incluido el elefante. Cuando se lo llevaron, reinaba un silencio que aquél patio llevaba años sin experimentar, hasta las aves parecían haberse callado ante el emotivo momento.
Warlock se derritió y se deslizó hasta donde se encontraban sus amigos, recuperando su aspecto de nuevo. Al hacerlo, reparó, como su amigo Doug, en que unas lágrimas resbalaban por las peludas mejillas de Rahne. Al instante, ambos muchachos se volcaron en atender a la licántropo.
- ¿Rahne? ¿Todo bien?
- Escáneres de Yo detectan gran inestabilidad en diversos estados de tú, Rahne-amiga... ¿Tú quiere ir a la enfermería?
- No, chicos, gracias, es sólo que... - Se secó las lágrimas con el puño de su camisa, esbozando una leve sonrisa, conmocionada - ¿Lo habéis visto? Ha tenido que pasarlo tan mal... ¡Nunca había visto a nadie poner tanta pasión en un agradecimiento, y eso que decían que era como una bestia! ¿Sabéis? Cuando yo estoy así, o... o convertida en loba totalmente, siento los dictados del instinto, percibo el mundo como una fiera salvaje, pero yo tengo la suerte de poder controlar mi conciencia humana en esas formas, él no... y sin embargo... -Se secó de nuevo con la manga y prosiguió- Ese animalito es más humano de lo que cree, estoy segura. Aquí se encontrará a si mismo.
Cypher agarró de los brazos a su compañera y la miró con una sonrisa llena de orgullo. La dulce Rahne... nunca cambiaría; Siempre preocupada, y siempre por una buena razón.
- Eres un cielo, ¿Lo sabes, verdad, cachorrilla? - La mujer lobo se sonrojó y le dio un empujón amistoso para apartarle de ella, mientras Doug prorrumpía en una alegre risotada.
- ¡No es momento para ligoteos, idiota! jajaja
- Bueno, al menos te he hecho reír, aunque eso suele ser cosa de nuestro amigo galáctico, ¡Eh Lock, qué andas hacien...?- Al darse la vuelta, ambos tuvieron que contener la risa; Warlock lucía orgullosamente unas orejas puntiagudas iguales a las de Rahne-loba, y las movía sin parar.
- ¡Yo oye realmente bien ahora!
- ¡Jajaja, eres todo un Alfa! Oye, ya que estás aquí, ¿Por qué no vamos a la cafetería y nos cuentas cómo te va? ¡Llevaba siglos sin verte!
- Es una gran idea, además, ya no tenemos nada que hacer aquí.
Con paso lento, los tres se dirigieron al local, dejando tras de sí el escenario de la llegada de tan peculiar miembro a la gran familia mutante. Le esperaban tiempos interesantes a la mansión, y al propio Superpredador... | |
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