¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
Años de Omega
¿Quién está en línea?
En total hay 61 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 61 Invitados :: 2 Motores de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 190 durante el 8th Noviembre 2024, 02:38
Tema: It's personal, myself and I (autoconclusivo) 8th Marzo 2017, 22:38
Sábado 10 de Marzo del 2018
“ Yo vine a encontrarme contigo, y tu cortaste una parte de mí.
Mientras tú destrozaste todo, fue cuando me dí vuelta para verte.
Y cuando la luz en tí se tornó oscura, fue cuando te ví convertirte en sombra.
Si tu pudieras salvar una parte de tí …
Pero estoy perdiendo esto, y te estoy perdiendo a tí.
Oh, debo volverme y correr ...”
No sabía muy bien que estaba pasando. Algo extraño estaba ocurriendo lo notaba, tenía una especie de presentimiento. Hasta hace nada se dirigía de casa de una amiga a la casa de sus padres adoptivos, Jay y Joan. Los Garrick que eran sus tutores legales desde hacía bastante tiempo. Mientras corría algo había cambiado y estaba seguro que no había ido tan veloz como para viajar al futuro.
Vio pasar un rayo de luz anaranjado y supo de inmediato que era otro velocista. Casi al momento de ver ese haz de luz, pasó una luz verde frente a sí. Su corazón vibró. Eso sí que le dejó un momento en shock. Sólo conocía a una persona que ostentaba un traje verde y dejase esa rastro al pasar Inertia, Thaddeus Thrawne.
Un escalofrío recorrió su espalda. Aun le daba cierto temor pensar en esa persona. El joven de la familia Thrawne urdió su muerte. La experiencia de la muerte le había dejado algo traumado. Quedaba un cierto temor al individuo que le asesinó a sangre fría.
Su clon estaba realmente loco, no podía permitir que persiguiera a otro velocista. Así que con toda la velocidad que tenía salió disparado en pos de asegurarse que el primer rayo naranja estuviera bien. Otra vez volvió a sentir una especie de perturbación, como si una fuerza le empujara.
A lo lejos pudo distinguir dos figuras. Eran los dos velocistas. Aunque tan solo veía su figura en la distancia pudo verificar que se trataba de Inertia. No sabía quién era el otro speedster pero tenía la sensación de que les conocía. Intentó acortar la distancia para llegar cuanto antes al lugar donde estaban esos dos. Las cosas pasaban a tal rapidez que para el resto del mundo no ocurría nada.
Estando más cerca de los otros velocistas, pudo distinguir sus rostro. El de la persona que llevaba el traje naranja le impactó. Era otro Bart. Se quedó estático de la impresión. Sólo que era un Bart más joven, de menor estatura, con el rostro más aniñado y un cuerpo más infantil. Tenía los músculos menos marcados que él. ¿Por qué había dos versiones de sí mismo?
Mientras permanecía en su ensimismamiento, el otro conocido se acercó a su versión más joven y al tocarle, ambos velocistas se fusionaron formado un solo ser. El segundo Kid Flash intentó correr hasta la escena para impedir este acontecimiento pero no llevo a tiempo de separarlos. Su mano se quedó extendida en el aire con los dedos abiertos intentando alcanzar algo que se había diluido en el viento.
Después de esa extraña fusión, se escuchó una risa macabra y desquiciada. El nuevo ser miro con los ojos encendidos a Bart. Un escalofrío recorrió el cuerpo del nieto de Barry Allen. Tuvo la certeza de que la personalidad de aquel velocista era la de la figura verde. Alguien a quien reconocería siempre, Thadeus Thrawne. La versión malvada de sí mismo que sólo tenía una meta en la vida, asesinarle. Al ver a Bart tan cerca corrió hasta donde se encontra. Bart se levantó del suelo y le hizo frente.
Entonces, comenzó una lucha encarnizada entre ambos. Se golpeaban con los puños haciendo sangrar al contrario. Se tiraban con todas sus fuerzas del pelo, arrancándose mechones a su rizan. Se arañaban, dejando rastros en su uñas de la piel del otro. Se escupían, se pateaban con energía y vigor y se daban cabezazos. Peleaban en una especie de danza simétrica.
Era una pugna sin cuartel que consistía en quebrar al otro. En uno de los golpes Thaddeus tuvo más suerte que Bart y pudo aprovechar su suerte para mellar al Allen. El Thrawne esquivó el puñetazo de Bart y dirigió su puño a la zona de la cara donde se une la mandíbula con el oído. el golpe hizo que el líquido del oído se desplazase, originando que Bart tuviera una momentánea pérdida del sentido del equilibrio. esta ruptura en las defensas del otro velocista fue aprovechada por el malvado para poner su mano sobre el pecho de Bart y robarle su velocidad. Mientras la velocidad de bart salía de su cuerpo y entraba en el de Thaddeus, Bart se iba volviendo más y más lento. Bart sentía como cada una de sus fuerzas se despedía poco a poco de él.
No podía correr más, el otro le había ralentizado. Se dejó caer pesadamente al suelo. Recordó como Inercia le había asesinado a sangre fría aquella primera vez. Siente recorrerle una fría y desconcertante sensación de miedo, angustia y terror. Se sintió inútil e impotente. No había podido evitarlo aquella primera vez ni podría evitarlo esta. Iba a morir. El castaño se quedó en shock. Cerró los ojos esperando que empezase el dolor que precedía al fin de su vida. Cuando el rubio iba a proceder a darle el golpe de gracia, alguien llegó corriendo a gran velocidad y socorrió a Bart. Sintiendo que ese hombre que le ponía fuera de peligro era alguien conocido abrió sus ojos y vio que era Jay Garrick. El primer Flash había sentido que el segundo Kid Flash estaba en peligro. Gracias a la speedforce todos los velocistas estaban vinculados entre sí y podían saber cuando la vida de uno de ellos estaba en riesgo.
Para Jay, Bart era su hijo. Adoraba a aquel joven como un padre adora a su bien amado chiquillo. No podría dejarle partir al más allá. No lo hacía como mentor de Barry o como amigo de Wally, lo hacía como padre adoptivo y putativo de Bart. Ese adolescente que había trastocado con su llegada cada aspecto de su vida, era su pequeño y asustado hijo. Además estaba muy orgulloso del joven que estaba criando. Bart era un joven amable, alegre, simpático, honrado, educado, fiel, desprendido, leal, valiente y de gran corazón, que no dudaba ni un segundo en prestar su ayuda a quien la necesitase.
Y no había nada que produjese más dolor en corazón de alguien que es padre que ver sufrir a su hijo. Jay era testarudo y había decidido que Bart no volvería a irse antes que él. Un padre no debía enterrar a un hijo, los hijos eran los que debían sobrevivir a los padres.
-Bart, dije que nunca te dejaría, ¿no es cierto muchacho?- dijo mientras corría incrementando su velocidad exponencialmente. Bart se sintió más aliviado cuando el primer flash le dirigió aquellas palabras.
-Sabía que no me abandonarías, Jay.-
La réplica malvada del adolescente podía igual la velocidad del segunda Kid Flash. El nieto de Barry Allen era uno de los velocistas que alcanzaban mayor velocidad. Sabía que estaba corriendo un gran riesgo al aumentar tanto el ritmo pero no tenía otra opción. No fueron alcanzados pero lo inevitable llegó. Tanto Jay como Bart fueron absorbidos por la fuerza que une, nutre y da poder a todos los velocistas. Los dos velocistas desaparecieron siendo engullidos por la speedforce.
Ese ser que no había elegido nunca nada por sí mismo. Su destino y su misión le habían sido impuesta desde el mismo momento en el que fue creado por órdenes del presidente Thaddeus Thawne. El odio a los Allen le había sido inculcado desde el primer momento que sus ojos vieron la luz. Sobre todo a Bart, aquel joven que era considerado por su abuelo Thawne como un fallo. Un error que le había arrebatado el afecto y la lealtad de su hija, la madre de Bart.
Ahora que su mayor rival estaba preso de la Speedforce, que prácticamente había logrado su objetivo, porque era muy difícil salir de allí, se empezaba a preguntar que iba a ser de su vida. No tenía más metas. No tener en claro lo que hacer le inquietaba. Empezaba a cuestionarse quién era él y que estaba haciendo con su vida. Ahora que estaba libre de su cometido ¿Podría tomar las riendas de su propia existencia? Que el nieto de Barry hubiera decidido por sí mismo seguir los pasos de la familia Allen y seguir con el Legado de Flash era uno de los motivos por los que a Thaddeus (el clon de Bart) le causaba aversión su contrario.
Bart había elegido su camino y él no había tenido nunca esa oportunidad. El otro velocista siempre le había producido ese sentimiento de envidia y en ocasiones, ansiaba poseer todo lo que el segundo Kid Flash tenía. Bart, según criterio de Thaddeus, lo había tenido todo: una vida propia y una familia, que le daba todo el afecto y ayuda que necesitaba. Había sido el favorito de los Allen desde que supieron de su existencia llenándolo de lujos y caprichos mientras que él sólo había sufrido el odio y el desprecio.
Sonrió con al perversidad y malicia que albergaba su ser. Iba a causarle el mayor daño a la persona que más odiaba en todo el universo. se iba a adueñar de su vida e iba a destruir a cada una de las personas que el otro conocía y amaba. Un sentimiento de victoria y beneplácito inundó su ser al saber que iba a romper en pedazos a Bart le iba a partir el alma y el corazón hasta hacerlos añicos. Iba a hacer tan miserable su existencia que ni la muerte podría calmar su sufrimiento. Iba a hacerle llorar lágrimas de sangre, Iba ha hacerle desear no haber nacido nunca. Iba a concentrar todo su odio en herir y malograr lo que era vital para el que fue el cuarto Flash.
Tomó la cartera que se había caído al suelo en la pelea. La abrió y vio la tarjeta identificatoria de Bart. Sonrió con locura. Ahora era Bart Allen y desde esa esa tapadera, iba a introducirse en el núcleo cercano de su doble y aplastar a todas y cada una de las personas amadas por el otro velocista. Los iba a pisotear como si fueran indefensas y vulnerables hormigas bajo la suela de un zapato.