Bruce Wayne DC Universe
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| Tema: Personal Assistent Required (Selina Kyle) 20th Junio 2020, 17:46 | |
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Las obligaciones correspondientes al cargo de C.E.O. de Empresas Wayne siempre se me han antojado un mal necesario, no sólo por mantener vivo el legado y los sueños de mi padre, sino por la necesidad de mantener la coartada para encubrir mi identidad secreta. Normalmente siempre procuro delegar lo máximo posible en personas de mi confianza para ahorrarme en lo posible las tediosas responsabilidades de Bruce Wayne, pero en éste universo no existe Lucius Fox, a la mitad de la plantilla no la conozco, y después del tiempo que he estado ausente decir que la situación es un caos sería el eufemismo del año. Mal que me pese, necesito tomarme un tiempo en la oficina, ocuparme de parte de las responsabilidades de Wayne. Es importante que los trabajadores me vean para transmitir una sensación de seguridad y tranquilidad.
A pesar de saber todo ésto, mientras paso las páginas del decimocuarto currículum del día pienso que preferiría estar enfrentándome a cualquiera antes que estar aquí. Tengo la sensación de que las páginas pesan como el plomo, y me cuesta mantener la concentración necesaria para darle a la candidata que tengo ante mí la atención que se merece. El currículum es bueno, mejor que bueno. A veces olvido que para muchos la oportunidad de trabajar en Empresas Wayne resulta un beneficio mayor que el puesto o el salario. Tengo que admitir que, en ausencia de Lucius, me vendría bien una persona de éstas características como asistente personal.
- ¿Señor Wayne? -la pregunta me saca de mi ensimismamiento.
- ¿Mmmmm? Disculpe... estaba pensando en su currículum. ¿Aquí dice que llegó a tener su propia empresa?
- Sí, así es -responde ella. Se trata de una mujer alta y esbelta, rubia, de ojos verdes, bastante atractiva. Sigo sin entender qué está haciendo en mi oficina.
- ¿Puede decirme qué es lo que fue mal, Miss Day?
La mujer entrelaza sus dedos en el regazo, sin perder la calma. No hay duda de que se ha preparado la entrevista y ya esperaba esta pregunta. Otro punto a su favor.
- Mi empresa vendía coches importados de Asia, señor Wayne. Lamentablemente era una empresa pequeña, y no hemos sido capaces de reponernos al golpe que ha supuesto la WWD. Todo el tráfico entre Asia y Estados Unidos se congeló a causa de la invasión, y en cuanto dejaron de entrar beneficios no podíamos mantenernos abiertos.
- Mmmmm.... Entiendo -sin decir nada más, hago un apunte en una hoja de papel, que le extiendo-. Aquí estarían todos los requisitos del puesto, junto con el horario. Sería necesaria una disponibilidad completa, a cualquier hora, pues suelo ser una persona muy ocupada y es impredecible anticipar cuándo voy a necesitarla. Supongo que ya sabrá que mis horarios suelen ser un tanto caóticos por aquí... Tengo muchas responsabilidades y con frecuencia me surgen imprevistos. ¿Eso sería un problema?
- No, señor, pero... -entrelazo mis dedos sobre la mesa, esperando. Se queda callada al observar la cifra que le he anotado abajo del todo en lápiz-. ¿Éste sería el salario?
- Así es.
La mirada de ella se torna dura, llena de sospecha.
- Señor Wayne... ¿se incluye entre los requisitos del puesto tener que acostarse con el jefe?
Pocas cosas consiguen pillarme por sorpresa, pero ésta lo consigue.
- Perdón... ¿Cómo dice? -inquiero, inseguro acerca de si la he escuchado bien.
Ella me devuelve el papel, apuntando con un dedo acusador la cifra del salario.
- Ésta es una cifra desmesurada para un Asistente Personal, señor Wayne. Nadie pagaría ésto a menos que se esté implicando que tendría que hacer... "horas extra".
- Oh.
Quienes me conocen saben que suelo ser bastante impasible... pero éste tipo de cosas siempre consiguen descolocarme.
- Señorita... No sé qué imagen guarda usted de mí o de Empresas Wayne, pero puedo asegurarle que no es así como dirijo mi empresa.
Ella me mira, y puedo notar que aún está escéptica.
- ¿Me está diciendo que un millonario playboy como usted nunca ha...?
Puedo notar un ardor intenso en mi interior, pero ésta vez es por rabia.
- Permítame detenerla justo ahí, miss Day -a pesar de lo abrupto de mi interrupción, me las ingenio para mantener un tono frío, pero formal, aunque es posible que mi tono se eleve tan sólo un poco más de lo necesario-. Es verdad que soy millonario, no tendría sentido negar eso en Gotham, pero no soy un playboy. Eso no es lo que me define.
- Pero... según las noticias... Los escándalos...
La interrumpo de nuevo. No sé por qué toda ésta situación me ha molestado tanto. Es impropio de mí. Quizá porque odio esa imagen que me he visto obligado a forjar con el paso de los años para mantener a salvo mi verdadera identidad. Nunca se me ha dado bien fingir ser alguien que no era, y, considerándolo fríamente, es prácticamente un milagro que tan poca gente sepa quién soy en realidad. Al principio aún tenía estómago para esta charada, pero después de todo lo que tuve que soportar en mi universo de origen, de todos los que he perdido, todo el sufrimiento, el dolor, la sangre y la guerra... Después de haber perdido a la mujer a la que amaba... Sencillamente ya no puedo seguir con todo ésto.
- Mucho me temo que las noticias y los escándalos no eran más que malentendidos propiciados en muchos casos por personas bienintencionadas, pero equivocadas -extiendo su currículum ante ella-. Usted está sobrecualificada para éste puesto, pero una persona con sus características me vendría muy bien ahora mismo. No quería que terminara desmotivándose y dejando el trabajo, sobretodo considerando que, no hace tanto, controlaba usted su propia empresa. El salario que le he ofrecido ha sido en base a su cualificación y su experiencia, nada más.
Supongo que, a pesar de todos mis esfuerzos, se me nota en el tono lo mucho que me ha ofendido con sus asunciones, porque abre muchísimo los ojos, consciente del tremendo error que ha cometido al juzgarme así.
- ¡Oh, señor Wayne, lo siento tanto! Por favor, acepte mis disculpas...
- No importa. La entrevista ha concluido. Márchese, por favor -le hago un gesto para que salga del despacho-. Me pondré en contacto con usted cuando haya concluido el proceso de selección y haya tenido tiempo de revisar a todos los candidatos. Si no lo hago yo personalmente, lo hará algún otro, pero tenga seguro que, sean cuales sean los resultados, se lo haremos saber. Que pase una buena tarde, miss Day.
La mujer se va, obviamente apurada, y yo me aprieto el puente de la nariz como si así pudiera contener un incipiente dolor de cabeza. Menos mal que esa era la última cita del...
- ¿Señor Wayne? -la voz de mi secretaria por el interfono me saca de mis pensamientos-. La cita de las siete y media ya está aquí.
- ¿La cita de las siete y media? -repito sorprendido.
No tendría por qué revisar mi agenda, pues estoy perfectamente seguro de no existía tal cita la primera vez que la miré, pero lo hago igualmente, repentinamente preocupado de que lo acontecido tras la WWD me haya afectado más de lo previsto y se me haya podido pasar algo por alto. Sin embargo, antes de poder decirle a mi secretaria que está en un error, las puertas de mi oficina se abren de par en par sin esperar a que dé el aviso de que puede pasar....
...y entonces olvido todo lo que estaba a punto de decir. | |
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