Cuando la fiesta se desmadra (Bart Allen & Stephanie Brown)

No estaba con mucho ánimo para ir a fiestas. Desde que había salido de la Speed Force encontraba todo tan distinto y cambiado. A veces no se sentía ni muy cómodo ni a gusto con nadie. Era una sensación como de vacío. El mundo había cambiado un día de la noche a la mañana y había que continuar viviendo en esas circunstancias en que todo era  tan dispar. Intentaba con todas sus fuerzas acostumbrarse al nuevo ritmo de vida. Ir a clase, terminar los deberes, hacer nuevos amigos, buscar hobbies, ayudar a la gente como Kid Flash, conectar con aquellos que en su mundo habían significado mucho y en omega ni se acordaba de quien era, pensar en que todo iba a salir bien, intentaba ser positivo y sonreír cada día.

No obstante, en algunas ocasiones todo se le hacía cuesta arriba. Era como la sensación de estar fuera de lugar. Como si no terminaras de encajar y estuvieras forzado a permanecer en tu sitio. Pero estás incómodo como si tus zapatos te fueran muy pequeños y te aprietan pero no puedes hacer más que sonreír y seguir caminando con ellos puestos.

Acababa de descubrir recientemente que sus amigos Preston Lindsay y Carol Bucklen existían también en Omega y que parecía ser los mismos que él había conocido en su universo de origen.  Aquel era un motivo de dicha para el joven velocista. Después de encontrar tan sólo versiones de sus amigos y familiares de otros universos, había encontrado a alguien que era de su mismo mundo.  Dos amigos con quienes había crecido y compartido una amistad muy importante y profunda. Este hecho le llenaba de regocijo.

Podía haber esquivado la invitación de Preston con cualquier excusa. Pero la que le había llamado e invitado a aquella fiesta había sido Carol. Carol era desde que llegó al pasado, su mejor amiga. Le conocía perfectamente. Sabía todo de él. A ella no la podía haber dado esquinazo de ninguna manera. Tras media hora de conversación telefónica ella había notado que él se encontraba triste, nervioso y angustiado y le había propuesto ir a una fiesta a la que la había invitada una prima lejana.  Quería quedarse en su habitación de la base de la Justicia Joven toda la tarde jugando videojuegos sin que nada ni nadie le molestase. Sin pensar en nada como si eso pudiera protegerle de toda la colisión de los mundos y del fenómeno Omega. Como si con abrir los ojos de nuevo pudiera volver de nuevo a su universo con toda la gente que conocía y quería.

Suspiró con pesar. Sabía que eso no iba a ocurrir. Parecía que el efecto Omega era algo irremediable. Miró su reloj, para cualquier persona normal sería tarde pero él era un velocista por lo que podía permitirse divagar un poco de tiempo más que el resto. Se dispuso a prepararse para la fiesta. Se veía en la obligación de ir. Sus amigos veían desde lejos para verle y para hacerle sentir menos sólo. No les podía dejar tirados. Bart se ducho y se arregló de forma inmediata. El velocista se puso la ropa habitual para un joven de su edad: una camisa un tanto ancha con un loco gracioso, unos pantalones vaqueros y unas zapatillas deportivas.

Llegó al lugar donde había quedado con Preston y con Carol. Al verlos su corazón latió un poco más acelerado y rápidamente corrió a abrazarlos. Les había extrañado y al reencontrase con ellos una sensación cálida recorrió su joven cuerpo. Se sintió de nuevo en plena forma, lleno de alegría y optimismo. Empezó a hablar con ellos de las típicas cosas triviales que hablan los adolescentes.
Cuando llegaron a la casa donde se hacía la fiesta, Bart se quedó maravillado de lo lujosa y grande que era la casa. Al ver su cara de sorpresa, Carol le contó que el que organizaba la fiesta era un joven llamado Famed Successful, descendiente de una familia bastante pudiente. Bart la dio las gracias sonriéndole. Carol siempre había estado muy pendiente de él y le proporcionaba siempre la información que precisaba. La apreciaba mucho por todo lo que había hecho por él.

El ambiente dentro de la casa, era el típico de cualquier fiesta adolescente: música moderna sonando a todo volumen con chicos y chicas por doquier hablando y bailando con un vaso en la mano que no se sabía su contenido pero indudablemente sería cualquier mezcla de zumo, licor y bebida alcohólica.

Los tres entraron a la casa dispuestos a disfrutar todo lo posible tanto de la fiesta como de su reencuentro. Entre cotilleos sobre lo que había acontecido a sus conocidos de Manchester y risas provocadas por los chistes tontos que hacían los tres adolescentes, se acercaron al gran salón, que se había convertido en un pista de baile improvisada, y se pusieron a bailar.

Aunque los tres tenían una apariencia agradable, la morena de ojos marrones destacaba entre sus dos amigos. Carol daba la impresión de ser unos dos o tres años mayor no sólo por su actitud desenvuelta y decidida sino también por sus dotes físicas.

Carol había vuelto con su antiguo novio y Bart se sintió un tanto afligido. No porque aún guardase sentimientos románticos por la morena o porque su relación nunca pudo ser, aunque ellos sintieran lo mismo, sino porque a él no le agradaba el chico. Era el típico deportista popular y creído que se metía con todo el mundo. Además, una vez había roto con carol para rondar a otra chica y a ojos de bart, eso era algo despreciable. Carol era su mejor amiga y quería para ella lo mejor. Deseaba con todas sus fuerzas que Carol estuviera con alguien que la cuidase, quisiera y notara lo maravillosa y especial que era. Sobre todo quería que estuviera con alguien que se diera cuenta de los hermosa, lista, ingeniosa, amable y agradable que era su amiga.

Por otro lado, le hizo feliz saber que Preston iba progresando con su proyecto de película amateur y que pensaba estudiar cine en un futuro. El amigo de Bart había tenido una vida muy dura debido a los abusos sufridos por su familia. Para Bart saber que estaba saliendo adelante y que tenía esperanzas de un futuro mejor era una grandísima noticia.

Varias personas de edades similares se les acercaron ofreciéndoles vados con un mezcla de alcohol y otra bebida dulce sin alcohol. Carol, como la chica sensata, fuerte y decidida que era, les rechazó amablemente la bebida. Bart y Preston, el primero por amabilidad y el segundo porque era un tanto reservado y tímido, tomaron el vaso con la bebida que aquellas personas desconocidas de la fiesta les ofrecían. Carol hizo un pequeño suspiro y negó con la cabeza.

- Chicos, somos menores y no deberíamos beber. No es bueno ni para nuestro desarrollo ni para nuestro organismo.-

- Pero a mí no me pasa nada.- dijo el velocista a modo de réplica. Su metabolismo acelerado le curaba de cualquier veneno e intoxicación que pudiera llegar a adquirir, haciendo que también fuera inmune a los efectos nocivos de la ingesta de alcohol.

Carol rodó sus ojos. Bart podía ser tan despreocupado muchas veces, era algo inherente a su personalidad alegre e impulsiva. No siempre se puede ser perfecto pensó la joven mientras sonreía. Ella creía que Bart era un gran chico aunque tuviera esos actos imprudentes.

- Aunque toleres al alcohol no creo que debas beber- dijo dándole un toquecito con su mano derecha a la muñeca de la mano de Bart que estaba sujetando el vaso. Bart la miró a los ojos y supo que ella tenía razón. la sonrió con cariño y ambos rieron como si hubiera una conexión invisible entre ellos.

- Voy a deshacerme de estos.- comentó en referencia a los vasos llenos de alcohol.

Usó su velocidad para llegar cuanto antes a la cocina y dejar en la mesa de mármol las copas. A medio camino del lugar donde se encontraban sus amigos chocó con alguien. en su cara se reflejó un gesto de inmensa sorpresa. Abrió fuertemente los ojos al ver la joven rubia y atractiva con la que había chocado. Esa chica era la ex de Tim o su novia o su no-novia pero si-novia o un yo que sé porque su relación era algo que ni ellos sabían y que molestaba sobremanera a los Cassie y a Conner de su mundo.

Nada más chocar con joven, esta instantáneamente le había agarrado de la muñeca. Su agarre había sido muy rápido y preciso como estilaban los que habían estado bajo el ala del murciélago.  Bart conocía muy bien a esa familia y sus procederes. Él era amigo de uno de los Robins, su primo igual y su abuelo se llevaba con batman. Podría decirse que los velocistas siempre encajaban bien con los héroes de Gotham.

No sabía muy bien que decirle a la rubia. Se la quedó mirando unos instantes, que para un velocista como él eran minutos pero que para los demás eran unos simples segundos.  Era un tanto paradójico que en aquel nuevo mundo una de las pocas personas que le reconociera fuera alguien con quien no tenía mucho trato ni una relación cercana.

- Soy amigo de Tim- dijo cuando logró recuperarse de la impresión.- Tú e … esto… eres … tú también lo eres ¿no? - No quería decir. No quería soltar por su boca palabras que pudieran sonar despectivas o que propiciaran una situación complicada e  incómoda. No quería hablar sobre cosas que estuvieran fuera de lugar como sé que había tenido una relación romántica con Timothy o cosas similares. No quería pronunciar vocablos que le pusieran en un compromiso o que enfadasen a las versiones de sus amigos que estaban en Omega. Porque, y si no era la joven de la que le habían hablado sus amigos.  No tenía la seguridad de que esa fuera la Stephanie Brown de su universo. Ni de que ella, fuera del universo que fuera hubiera sido la novia de su amigo. Aclaró un poco su voz.- Creo que se eso nos conocemos. Soy Bart Allen- dijo con su habitual tono de voz confiado, alegre y amable.

A los chicos que estaban intentando ligar con Spoiler no les hizo ninguna gracia que Bart, un recién llegado, se pusiera a hablar de forma tan vivaracha con la joven que les estaba prácticamente dando calabazas. Los dos muchachos se empezaron a meter instantáneamente con él.
Esos bravucones tenían algo de razón. Puede que fuera algo encleque, porque aunque su cuerpo era fibroso, estaba  bastante delgado debido a su metabolismo acelerado. Al igual que todos los velocistas y que todos los miembros masculinos de su familia.

- No soy un enano, para considerar que un hombre es enano tiene que medir  menos  de un metro con cuarenta centímetros y yo mido un metro y setenta centímetros. – Usó un tono normal, como si estuviera explicando algo a un amigo que no entendía la tarea. No quería empezar una pelea.

Aquellos gallitos fruncieron el ceño en un claro gesto de enfado. Pensaban que con su comentario iban a ridiculizar y ahuyentar a Bart. Por lo que al no conseguirlo se enfadaron. Iban a replicar algo pero un joven que estaba cerca de Bart y Steph , le saludó como si fuera un amigo suyo de toda la vida. Parecía un joven simpático y el velocista se dejó llevar.

-Hola, me apetecía salir un rato de casa. ¿Y tú que te cuentas?-
No obstante, aquel par de musculados que se creían superiores a todos los hombres del mundo, tan guapos y perfectos que todas las chicas guapas tenían que caer a sus pies, se envalentonaron aún más y también criticaron la altura de Sam.

- Los Hobbits miden entre noventa centímetros y un metro con veinte centímetros. Parece que no os enseñan nada de literatura en esa universidad a la que pretendéis hacer ver que vais.-

La mención de Tim pareció iluminar el rostro de Steph. Lo entendía perfectamente para él Tim era alguien especial. Los dos chicos se habían ayudado  y apoyado en múltiples ocasiones.  Poco a poco habían construido un lazo de amistad irrompible. El inteligente Robin era para Bart alguien muy cercano y allegado. El velocista le consideraba parte de su familia. Sintió un impulso de preguntarle muchas cosas sobre cómo estaba su inteligente amigo. Sin embargo, su impulso murió al recordar a todas las personas que antes eran mucho para él y que en Omega estaban totalmente cambiadas. No necesitaba saber que su Tim era diferente y que quizá ni le conocía.

- Me alegra que las cosas con Tim vayan bien.-  El velocista no conocía mucho a Stephanie Brown. Se habían visto de pasada en un par de ocasiones y sabía que a Cassie y a Conner la chica no les caía muy en gracia. Sobre todo,  no era del agrado de la Wondergirl rubia. Por eso,  nunca intentó acercarse mucho a Spoiler. Era íntimo  amigo de Cassie, sabía cómo se ponía  la pupila de Wonderwoman cuando le parecía que le estabas llevando la contraria.  No obstante, Steph era  importante para Tim y que llevasen una relación de amistad después de todo lo que habían vivido juntos era saludable. Por lo menos desde la perspectiva de Kid Flash.

- La vida tiene estas extrañas casualidades.- Sonrió con alegría. Si algo tenía Bart es que era alguien con una alegría natural que siempre se recomponía muy rápido y veía el lado más optimista de las situaciones. – Sólo sé un poco de ti. – Se encogió de hombros.- Cosas que me contaron Tim, Conner y Cassie. No es como si fueras nuestro mayor tema de conversación. Aunque no sé si todo es cierto. Cada cual tiene un perspectiva de las cosas que pasan y quizá … - No quería decir que sus amigos no decían precisamente cosas muy buenas sobre ella.- Tenga que hacerme mi propia opinión sobre ti.-

La rubia no se quedó callada ante las actitudes buscapleitos de aquellos dos machirulos. El joven flash se quedó un tanto atónito cuando Steph se puso a gritarle a aquellos mastodontes.  No se esperaba que ella fuera a darles aquella charla y decirles aquellas cosas con tanta entereza y decisión. Sin duda la joven además de guapa y simpática tenía carácter y sabía sacar las garras cuando la ocasión lo requería. Empezaba a comprender un poco por qué a Tim le gustaba esa chica. Sonrió dándose cuenta de que se asemejaba un poco a Cassie, la segunda Wondergirl. Rubias con carácter.  Estaba bien un claro patrón ahí. Su corazón dio un vuelco con la mención indirecta a Timothy Drake. Para él tercer Robin también era alguien muy preciado  e importante. Era uno de sus mejores amigos y habían compartido muchas cosas. Era una de las personas a las que se sentía más unido en su vida. Habían crecido juntos y su amistad había sentado unas bases muy sólidas y muy profundas.

Como era un velocista uso su velocidad para tirar de la manga de la rubia en un intento de captar su atención y transmitirle un mensaje que solo pudiera oír ella -  Bueno en realidad no nos conocemos. - le susurró cerca a la muchacha- Pero me pareció agradable y pensé que podríamos hablar con él.-

Se había formado un tumulto y la gente había empezado a mirar mal a aquellos dos tipos que parecía que se estaban intentando propasar con una joven y con sus amigos. Un chico alto y atlético pero más considerado,  que los garrulos que les importunaban, hizo crujir sus nudillos al escuchar a Steph y considerar que los musculados se estaban pasando con ella. Muchas de las personas que estaban en la fiesta le daban la razón a la joven. Chicas hablando con sus novios acerca de las veces que habían tenido que vivir acosadas por un tipos que consideraban que ligar era coaccionar a la chica hasta que te diera un sí.

-Es que no puedo dejar a mis amigos- se giró e iba a señalar al lugar donde antes estaban sus amigos pero ya no estaban. No, no le podían haber dejado allí tirado. Eran dos de sus mejores amigos y ellos no eran así. ¿Dónde estaban Carol y Preston?

- Bart- dijo una voz femenina detrás de él. Era una chica de piel tostada, alta, delgadita, de cabellos azabaches y  con unas gafas de lentes circulares que cubrían grandes ojos marrones. Era una adolescente muy mona que tenía aspecto de chica avispada y lista. Bart se giró y vislumbró a su amiga Carol. Detrás de esta se encontraba el introvertido Preston. Al ver que el castaño tardaba y que se estaba formando un alboroto ella se preocupó por eso cogió a su amigo Preston de la muñeca y le arrastró hasta el centro del altercado en busca de Bart. No podía dejar que  el castaño se metiese en líos.

– No te metas en líos. Ya sabes.- ella le hizo un gesto para darle a entender que no podía dejar al descubierto su identidad secreta. No podía decirle a gente que acababa de conocer que era un metahumano y menos que era Kid Flash. La joven sabía de la ingenuidad e inocencia de su amigo  Bart. Sabía que confiaba en que todo el mundo fuera bueno y se despreocupado del peligro de rebelar su parentesco con flash y su identidad secreta. Carol sabía que Bart era un velocista desde siempre. La morena sonrió a Steph y a Sam – Espero que Bart no os esté importunando mucho.-

El joven Kid Flash no sabía si aquel chico moreno que se les había unido había escuchado su nombre cuando se le reveló a Spoiler. Así que volvió a presentarse.

- Me llamo Bart- Estrechó amistosamente la mano de Sam - Un placer conocerte.-

La respuesta de Stephanie Brown tranquilizó a la acompañante de Bart. Por una vez su amigo castaño no se estaba metiendo en problemas. Carol  la examinó con la mirada. La morena sintió cierta curiosidad por saber  si aquella rubia era la ex de Tim o la ex de Conner. Pero cuando Steph dijo su nombre enseguida supo  con cuál de los jóvenes héroes había tenido una relación amorosa. Aunque ella no los conocía personalmente, sabía que eran los dos mejores amigos del velocista.

-Somos amigos desde siempre.- Al decirlo miró a Bart y a Preston. Podría decirse que ellos eran amigos de infancia porque ella fue la primera amiga que tuvo Bart al empezar su vida fuera de la realidad virtual. Conoció al castaño cuando prácticamente era un niño que no sabía nada sobre ningún tema.- Soy Carol y es que Bart … - suspiró- es un poco impulsivo- Imprudente, ingenuo, inocente … A ella se le ocurrían muchos adjetivos para definir a su buen amigo. Puso una mano en el hombro de Preston para darle seguridad. Preston tenía unos atributos físicos propios de la definición de belleza renacentista: la piel blanca como la nieve,  el cabello rubio y  unos ojos azules y grandes. La joven morena invitó a su amigo a que se presentara.

- Soy Preston- dijo con un ligero temblor en su voz. Era algo muy típico de algunas personas tímidas el parecer que todo en este mundo les daba un gran temor.

- Si Carol es muy linda. - Bart no se refería tan sólo a la apariencia exterior de su preciada amiga sino también a su personalidad, a su arroje y a su inteligencia. Con lo siguiente que dijo Sam, Bart pudo apreciar que su amiga morena atraía al chico. Cuando preguntas si una persona tiene pareja, es porque obviamente estás interesado en tener una relación romántica con esa persona.

- Sale con Jeff Weber- A Bart no le caía especialmente bien el novio de su amiga y por ello, pronunció el nombre del chico con un ligero resquemor. Jeff era el chico guapo, deportista y simpático con el que toda chica sueña salir. Pero hubo una época en que le dió la tontería y se creía mejor de lo que era. Se pasaba la vida coqueteando con las demás muchachas del instituto e hizo mucho daño a Carol. Si bien era cierto que desde que Bart dejó Manchester el chico había vuelto a ser el de antes, el pequeño flash no había vuelto a confiar en él.

- Preston es un poco tímido, no se siente muy a gusto con desconocidos. Pero ya irá soltándose.- El amigo del velocista había sufrido maltrato físico por parte de su madre durante muchos años y por eso, se sentía un tanto incómodo con desconocidos. – Sé defenderme pero sólo cuando hace falta realmente.- No le agradaba la idea de herir a nadie y menos a personas corrientes que no tenían ni poderes ni ningún tipo de preparación para poder contrarrestar su metabolismo. No le gustaba tener ventaja en ese tipo de situaciones. Por eso, evitaba aquellos enfrentamientos físicos.  Además estaba el hecho e que si utilizaba sus poderes contra alguien que no tenía, seguro que su familia de velocistas le castigaba hasta el día del juicio final.

De repente se escuchó un fuerte estruendo en las cercanías. El sonido había sido tan fuerte que había rezumbado por encima de la música que sonaba en aquella fiesta.  Algo había explotado en la casa de al lado. El barrio en el que estaban era un lugar donde vivía mucha gente adinerada con objetos únicos y preciados. El de ojos dorados no tenía muy claro si aquel sonido era por un robo o por otra clase de atentado. Tal vez podía ser que habían explotado la caldera pero quien en su sano juicio no hacía un mantenimiento en los conductos de la calefacción siendo rico. Ese sonido había sido muy poco explicable para tratarse de un accidente.

- ¿Habéis oído eso?- Primero miró a sus amigos. Lo hizo de forma instintiva porque era con las personas del lugar que más confianza tenía. Luego miró a Stephanie. Bart sabía que ella había sido también una Robin y que además ostentaba una identidad heroica. Por último miró a Sam. Esperaba que los presentes corroboraran sus dudas. El adolescente castaño tenía la ligera impresión de que ese estruendo no era muy buena señal y quizá tendría que intervenir con su identidad de Kid Flash.

Los tres jóvenes de Manchester hablaban de forma animada y distendida con Stephanie y Sam. A Carol y Bart no les costaba mucho ser sociables. Eran unos adolescentes muy animados y vivarachos. Siempre hablaban y sonreían a todo el mundo. Presión, aunque era más callado, se dejaba imbuir por la actitud enérgica y radiante de sus amigos e iba entrando en la conversación poco a poco.

-No nos llevamos muy bien él y yo.- Respondió a la pregunta de Sam sobre el novio de su amiga Carol.

Bart se quedó un momento pensativo cuando la joven rubia contestó al comentario de su amiga morena sobre su impulsividad natural. Realmente deseo que alguien ajeno a su familia pudiera entenderle. Pudiera comprender lo increíblemente despacio que giraba el mundo para él y lo difícil que se le hacía intentar adaptar su ritmo al de los demás. Pero entendía que solamente otro usuario de la Speedforce podía comprender eso. Lo lento que le parecía cada segundo y su infinita necesidad de movimiento.

- Estamos en undécimo grado.- Contestó Carol por ella y sus dos amigos.-A mí me gustaría estudiar algo de ciencias en la universidad-

- Falta mucho para eso, ni siquiera lo he pensado.- dirigió su dirección a lo que había preguntado la ex de Tim. Luego respondió de manera muy natural y espontánea.-Quizá me haga dibujante de cómics o policía científica como mi abuelo. Hay bastantes opciones.-

-Me gustaría estudiar artes audiovisuales- dijo un poco cohibido Preston.

El castaño conocía a Timothy desde prácticamente su llegada a esa época. a él también le había costado hacerse un hueco en la vida del muchacho. Bart tenía una personalidad muy perseverante e insistente quizá fueran esos los motivos de que el robin le aceptara como amigo o quizá fuera por la ingenuidad y bondad del adolescente. - -Sí, Tim puede ser muy reservado. - La introversión era una cualidad que solía abundar en el clan de los murciélagos. Bart era muy consciente de que aún siendo unos de los mejores amigos del tercer robin, este le solía ocultar informaciones y problemas. Imitando la tendencia que tenía su mentor de cerrarse a las personas de su entorno. Pero no podía obligarle a abrirse. Tan sólo podía esperar que el joven fuese adquiriendo la confianza necesaria para poder contarte lo que le ocurría.

Aquel estruendo rompió la conversación fluida que estaban manteniendo y puso al castaño en actitud de alerta. Bart captó el gesto de asentimiento de Steph. Significaba que aquel ruido también le parecía sospechoso a ella. entendió rápidamente sus palabras. Ellos dos eran héroes sabían leer aquellos matices en unas simples frases. Tenían que salir fuera, enfrentarse a los causantes del estruendo y evitar que aquellas personas estuvieran en peligro.

Tan rápido como fue consciente de esta realidad salió disparado a presentarse al lugar de donde provino el ruido. Presionó su anillo y de él salió su traje. A su velocidad impresionante Bart se vistió con los colores de Kid Flash. Debido a su metabolismo hiperacelerado podía cambiarse de ropa en un visto y no visto sin levantar sospechas para los demás. Sus movimientos era por lo general imperceptibles a los ojos de los humanos.

- -Ten cuidado …- Y no supo si el velocista escuchó sus palabras. Cuando el velocista salía tan rápido corriendo nunca podía estar segura de que le hubiera escuchado.

No sólo Bart se fue a la escena del crimen. Sino que Steph y Sam también salieron rumbo a su encuentro. Carol, que era un chica muy despierta, intuía que aquellos dos jóvenes podían ser otros héroes adolescente. Sam había dado una excusa convincente pero ella había vivido situaciones similares con su amigo el velocista y sabía a ciencia cierta que quien da una excusa apresurada y corre hacia el peligro es alguna clase de súper héroe. Pero no dijo nada, solo sonrió fingiendo ignorancia. Era discreta.

Bart vio como un hombre con un traje de licra verde, bastante similar al que usaban los justicieros, apunta a un joven ebrio con un arma bastante extraña. Corre en su dirección y percibe como sin ningún miramiento dispara. El adolescente se dio cuenta de que esa extraña arma era un lanzallamas. Antes de que la llama alcance a los civiles el lugar, Bart intenta ponerles a salvo. Incrementa su velocidad para salvarlos a todos. Mueve a las tres personas que están en la trayectoria de las llamas. Corre pero aunque consigue impedir que el fuego hiera a aquellas tres personas, alcanza su brazo. Kid flash puso un gesto de dolor al sentir la llamas impactar en su brazo derecho. Se curará pronto pero eso no quita no sienta todo el dolor de la quemadura.

De un momento a otro, las tres personas con las que estaban conversando  Carol y Preston desaparecieron dando múltiples excusas. Como ella ya conocía a Bart no le extrañaba la actitud de este ante cualquier situación en la que se necesitase  la ayuda de un héroe. Por similitud, supuso que los otros jóvenes quizá también se dedicaban de forma desinteresada a la misma labor que su amigo.

La morena no era alguien curiosa ni insensata. Tampoco era alguien al que la interesase desenmascarar a nadie. Por eso, sólo sonrió y fingió creerse todas esas tapaderas. Puso una mano en el hombro de Preston y le giró hacia ella. Carol le preguntó por su próximo proyecto. Le dijo que si necesitaba alguna ayuda con su nuevo corto. El rubio empezó a explayarse un poco sobre su futura obra audiovisual.  La morena se ocuparía de que su amigo no se involucrase en asuntos peliagudos.

La morena esperaba que como Bart saliera airoso de aquella situación como siempre que ejercía su labor heroica. Tenía muy presente que el velocista no era como cualquier otra persona que tenía muchos medios para hacer frente a ese tipo de amenazas pero eso no calmaba del todo su preocupación. Quien juega con fuego se quema y exponer su vida cada día, aunque fuera por salvar a otros incrementaba las posibilidades de que te ocurriera algún desastre.

El castaño tardó un momento en recuperarse. Su organismo hiperacelerado hacía que se recuperaba casi de forma milagrosa de las heridas. No obstante el proceso de curación acelerado de su cuerpo dolía ingentemente. A Kid Flash no le gustaba nada cuando su cuerpo tenía que curarle de forma rápida porque el dolor casi le hacía llorar. Además estaba aquel ligero mareo que siempre le llegaba después de que su cuerpo se “regenerará”.   Mientras se encontraba indefenso, Steph vestida con sus galas de heroína se enfrentó al hombre del lanzallamas. El impredecible villano lanzó una oleada de fuego directa hacia Spoiler y esta gracias a una maravillosa capa ignífuga. La confusión se mostró en el rostro del tipo vestido con licra verde. No estaba dentro de sus planes que al entrar a aquella casa a robar unos documentos importantes de los padres ricos del anfitrión de la fiesta, alguno de los invitados se presentase con un traje antillamas.

El momento en que el loco del lanzallamas atacó a la rubia y esta se protegió con el trozo de tela especial, le dio el tiempo justo para recuperarse. En su brazo ni siquiera se notaban las marcas del quemado. Tan sólo se podía recordar que las llamas le alcanzaron porque el brazo derecho de su traje faltaba un trozo de tela y en los bordes de las partes que habían quedado separadas había evidentes marcas de fuego.

Los jóvenes de la fiesta mostraban muy diversas reacciones. Unos estaban atemorizados y querrán salir de allí lo más rápido posible. Otros miraban la escena escena con una curiosidad casi morbosa, se sacaban selfies y se reían ante lo que estaba sucediendo. Parecía que no se tomaban muy en serio lo que ocurría y creían que era un mero espectáculo para entretenerlos.  El anfitrión de la fiesta se abrió paso entre el gentío. Estaba un tanto alterado. El fuego no había herido a ninguno de los asistentes (a excepción del velocista), sin embargo, no podía decirse lo mismo de los objetos materiales de la casa. Parte del salón estaba chamuscado. La moqueta antes blanca, limpia y reluciente mostraba un aspecto desastroso: estaba llena de hollín, con marcas de quemado y tenía un gran agujero en el centro. Ciertas zonas del parqué estaban chamuscadas y olía a madera quemada.

Famed Successful puso el grito en el cielo. que estaban haciendo esa panda de piraos en la casa de sus padres.

-¿Pero qué estáis haciendo? ¿se os ha ido la mano con el alcohol? Esto está desvariando tíos. Joder mi madre me va a matar al ver la moqueta destruida.- Dijo furioso y alterado al imaginarse el castigo que iban a recibir de sus padres al ver la casa así. Famed era  el típico niño rico y mimado que creía que todo estaba a sus pies. No se daba cuenta de que estaba hablando con alguien dispuesto a achicharrarle sin el más mínimo miramiento.

- Creo que tengo un par de manos que pueden servirte.- El castaño aprovechó que el villano estaba aún pensando cómo lidiar con la joven y su  capa, para acercarse a él y desmontar el arma. Como en un visto y no visto las piezas del lanzallamas cayeron al suelo. Bart usando su supervelocidad había desmontado el arma para que aquel hombre de verde no pudiera atacarlos con ella.

-Pero esto no acaba aquí jovencitos-  el pirómano sacó un arma que llevaba en uno de los bolsillos de su pantalón. Tomando como ventaja que aquel chico se había acercado a aquellos tres para montarles el pollo, le tomó como rehén. El histérico adolescente millonario se sorpendió al sentirse apresado por aquel singular adulto y más al sentir en su sien la punta de la pistola.