La noche de las bestias [Libre]

La jornada nocturna ya comenzaba en la gran manzana,como durante las mañanas las calles estaban repletas de personas regresando a sus hogares luego de una jornada de trabajo, aunque se descartaba el hecho de que era mas tranquila y pacifico que en la mañana las calles y veredas estaban con igual numero de conductores y peatones amontonados, todos concentrados en sus propios asuntos y sin ver a nadie mas,simplemente caminaban hacia su destino sin detenerse por nada.

De entre toda la gente nadie en especial resaltaba, todos en su gran mayoría deambulaban vestidos con ropas negras y tonos grises, o las también muy comunes camisas blancas. Los murmullos de las personas que hablaban de negocios o con variados contactos por sus celulares que se mezclaban con los motores de los autos y camiones en la calle, todo mezclado lograba crear el ambiente natural de la gran manzana. Entre la numerosa multitud Mia iba totalmente distraída por el sonido de la música Coreana que escuchaba en su mp3, a la hora habitual a la que salia ella de sus clases en esos días todo era igual , como si el mundo a su alrededor estuviera atrapado en la misma rutina en lo que ya parecían ser años.

Un fuerte e inusual ruido logro llegar a sus oídos y captar la atención de la multitud, proveniente de todas las bocinas de los autos de la calle varios dejaron de caminar para intentar averiguar lo que estaba pasando, retirando de sus oídos los audífonos logro adentrarse entre la multitud para averiguar lo que estaba sucediendo, cerca de tres patrullas de policías se encontraban cortando el paso a los automoviles y los demás vehículos que circulaban por ahí, con las sirenas prendías y el murmullo de la gente sumado a las bocinas era difícil deducir lo que sucedía. Pensando que quizá se tratase de un crimen, como solía pasar en todos lados siguió con su camino entre la gente para poder al fin salir de ahí. Al encontrarse del otro lado de la vereda las cosas llegaban a cambiar bastante, los ojos de la chica de quedaron abiertos como platos al ver de que se trataba.

¿Que es blanco y negro y viene de china?, así es un oso panda.¡Pero no era uno,si no tres!, a pocas manzanas de distancia se localizaba un zoológico muy grande, con especies toneladas de veces mas peligrosas que tres tiernos ositos, como serpientes venenosas, arañas, tigres ,leones y unos cuantos mas.
Su visita al zoológico se había arruinado por completo al parecer, pero acaso no tenían control alguno sobre sus animales, aunque podría ser el caso de que solo se hubiera roto la jaula de los osos, pero como ya conocía todos sus problemas ya podía saberlo, no tendría tanta suerte. Apuro el paso hacía el zoo, la gente estaba concentrada en los osos así que las veredas no estaban tan congestionadas como hace apenas unos minutos , no tardo mucho en llegar al lugar, ya que su condición física se lo permitía, la entrada del zoo estaba siendo despejada por policías.

Viendo un hueco entre toda la seguridad logro entrar, era muy diferente a como de veía durante el día, ahora que tenía tiempo de pensarlo que clase de loco iría a un lugar que se ve tan tétrico durante la noche, además de que todos los animales probablemente estuvieran durmiendo. Mia se encontraba por la zona de reptiles, si iba a morir preferible que no fuera devorada por un león, muchas de las jaulas estaba abiertas. Al parecer la luz se había cortado y las jaulas que funcionaban con electricidad se había abierto, mientras caminaba en la oscuridad leía los carteles a los costados de las jaulas, al costado de su pierna logro sentir un escalofrío-Pero que es eso?- dio la vuelta para comprobar lo que pasaba, las cosas habían pasado tan parido que en unos minutos se encontraba medio enrollada por una serpiente.

Recogí la mesa después de cenar mientras canturreaba las cancioncitas tan pegadizas de los spots publicitarios, Kaos me seguía con la miraba sin moverse de su cama, sabía lo que venía después, le encantaba pasear. Fregué los pocos cacharros que había y me fui a cambiar a la habitación, el verano en la gran manzana dejaba noches calurosas, así que me decidí por un vestido vaporoso ceñido a la altura de la cintura, lo adorné con un cinturón trenzado y me calcé las romanas de turno. Mi perro asomaba el hocico mientras me cepillaba la melena frente al tocador, me hice un moño alto y solté algunos mechones a conciencia, tenía ojeras pero no me molesté en maquillarme. Kaos se había acercado sigilosamente hasta posar su cabeza en mi muslo, al menear su rabo todo su cuerpo se movía de lado a lado.

- ¿Qué pasa, campeón? ¿Vamos a la calle? – Le dije con la típica voz estúpida a la que sólo se le habla a los perros y los bebes mientras le acariciaba el morro. Me levanté, cogí el móvil, las llaves y la correa, andando.

Cuando salí a la calle estaba tan bulliciosa como siempre, mi piso estaba en la séptima avenida al lado del New York City Center, un teatro muy antiguo que solía tener bastante público. Mientras paseábamos me puse a pensar en todos estos años atrás, hacía dos meses que había terminado mi carrera y estaba mirando la posibilidad de especializarme en algún campo con cursos a distancia ó ceñirme al “Practical Training” de mi universidad, muchas empresas habían mostrado interés en mi pero no me atraían las ofertas, me quería enfocar más a la empresa que a la investigación. Aún tenía tiempo para decidirme y cuando Nathan, un joven capitán de la división de montaña, me comentó que el piso de soltera de su madre estaba libre, lo vi claro, necesitaba tiempo para poner en orden todo y ver qué era lo que quería.
Entre tanto y con paso ligero llegamos a Central Park y me dirigí a la charca, ó como aquí la llamaban “The Pond” al parecer está bajo el nivel del mar, lo que permite que en este lago se atenúen los ruidos propios de la ciudad y se genere una atmósfera de calma en el corazón de Nueva York. No había casi nadie y cruzamos tranquilamente hasta llegar a la altura de zoo, había un grupo grande de gente aglomerada y me acerqué para ver qué era lo que estaba pasando, me quedé de piedra cuando vi a tres pandas fuera del recinto e instintivamente busqué a Kaos con la mirada. Estaba a unos cuatro metros de mi y sorteaba a la gente ajeno a lo que pasaba un poco más allá, corrí hacía él mientras le llamaba pero el alboroto ahogaba mi voz y lo único que pude hacer fue seguirle con la vista. Premio, entró al zoo con las orejas en alto en señal de alerta, la situación en la zona estaba bastante descontrolada, empecé a escuchar retazos de conversaciones

- Jaulas abiertas... - Fallo eléctrico...- Guardias desbordados...

- KAOOOOOS, KAOOOOOS – La gente me miraba como si fuese una profeta religiosa y me hacían un pasillo, el nombre de mi perro no estaba ayudando en absoluto, ni a él, ni a mí.

Entré al zoo, los policías no daban abasto entre alejar a la gente y controlar a los animales, al final teníamos un disgusto. Extendí las garras a lo Lobezno mientras abría y cerraba la mano, un hilillo de sangre goteó de entre mis dedos y la herida se curó al instante

- ¿Kaos?  – susurré, si llamaba la atención podría atraer a algunos animales. Me moví despacio tratando de agudizar el oído. Tres ladridos. Pausa. Tres ladridos. Era la señal que se le había enseñado a Kaos para avisar de peligro. Corrí y no tardé en localizarle, estaba al lado de una persona que tenía los pies enrollados por una serpiente enorme.

- ¡Kaos, Stille! – Mandé en alemán la orden de silencio para que se callara – Tranquilo, vengo a ayudarte - Me acerqué con cautela, no le lograba ver bien la cara pero por la estatura y su complexión me pareció que estaba frente a un niño ó un chico de mediana edad. A medida que me avanzaba me percaté de la melena y pude ver rasgos femeninos, las luces de las farolas más lejanas me dejaron ver un rostro claro y unos ojos extraños – No te muevas – Alcé la mano izquierda y tanteé a la serpiente, estaba oscuro y me podía picar si no era rápida, no sabía a qué me estaba enfrentando – Kaos, Hier – El perro se puso a mi lado y yo fui por detrás, tenía que distraer a la serpiente, la chica se estaba empezando a poner nerviosa. Atraje la atención de la serpiente para que dejara de mirar al perro y cuando finalmente lo conseguí ordené a Kaos que ladrara, la serpiente se distrajo y le atravesé la cabeza con las garras – Ya está, no puede hacerte nada – dije mientras me movía alrededor de la chica para desenroscarle la serpiente de las piernas.

La serpiente no tardo en subir por sus pies ,avanzando lentamente hacía sus piernas y continuando hacía arriba, la oscuridad cubría completamente la atmósfera a su alrededor Mia observaba la cabeza de la serpiente, intentando identificar de que tipo de trataba, ya que una con un veneno muy potente podía matarla en cuestión de minutos, la sensación de la serpiente era algo muy familiar, por lo que su cuerpo ni siquiera se percataba del peligro, el sonido de pasos hizo que se distrajera y de la vista que tenía puesta en el animal ,pero los pasos desaparecieron. Al volver en su observo su cuerpo casi cubierto de cabo a rabo por el animal , normalmente en los zoo algunas veces las excursiones se toman fotos con las serpientes, pero solo dejan que se enrosquen lo necesario como para que no puedan lastimarlos, la serpiente se encontraba rebasando ese limite, casi llegando hacía la mitad de su brazo , Mia quedo paralizada observando al animal nuevamente sin moverse, rápidamente alguien apareció.

Como se encontraba de espaldas al camino solo pudo oír la voz de una mujer intentando tranquilizarla, la serpiente fue retirada de su cuerpo en un momento, ya liberado volteo para poder verla y a un perro que la acompañaba. -Gracias..-titubeo y se llevo una mano para tomar su brazo opuesto-Bueno..las serpientes solo suelen atacar a presas que pueden comer, esa parecía muy pequeña.-intento explicarse mientras lo razonaba-No importa,a que podría deberse el fallo eléctrico?, es raro que solo el zoo se vea afectado. Todas las jaulas se abrieron,espero que los animales más pequeños no hayan sido comidos.

Soltó bastante información en una sola frase, pero los nervios no le permitían hablar con claridad, observo a la mujer con atención y luego al can-Perdón solté muchas cosas antes, estaba nerviosa por lo que sucedió, es algo que me preocupa en este zoológico hay muchas especies que pueden correr peligro con las jaulas abiertas. Que pudo haber sucedido?-aun un poco nerviosa termino su frase esta vez sin trancarse.

Cuando empezó a hablar me di cuenta de que era una niña de unos 15 años, bastante alta para su edad pero una niña, al fin y al cabo. Estaba nerviosa y no paraba de parlotear, su máxima preocupación era saber si el resto de animales más indefensos estaban a salvo de los grandes depredadores. Escondí mis garras para no resultar tan amenazadora, mi última intención era añadir más tensión al ambiente.
- Tranquila, este zoo es muy pequeño en comparación con otros, estoy segura de que ya están trabajando para solucionarlo - Casi me lo creo hasta yo, si mal no recordaba tenía dos grandullones de los que preocuparme, un leopardo de las nieves y los osos grizzly. La situación no estaba a nuestro favor, Kaos era la mejor baza que podíamos utilizar, iba a necesitar mucha sangre fría para salir de esta así que contuve mis deseos de echar a correr y empecé a hacerme cargo de lo que se nos venía encima.
- Tengo una idea, mira este es Kaos - Me agaché para que el perro se acercará y la niña se tranquilizase un poco, me di cuenta de que los ojos de la pequeña no eran humanos pero lo obvié y continué como si nada - Es un perro muy listo y te ayudará a salir de aquí, toma - dije, mientras enganchaba a Kaos la correa al collar y se la ponía en las manos a la niña - Sólo tendrás que seguirle, cuando estés en la sali… - Kaos dio dos pasos hacia atrás y erizó el lomo mientras enseñaba los dientes y miraba detrás de mi -  ¿Me has entendido? Pues ahora corre y no mires atrás. Kaos, enteilen - Di al perro la orden de huida, es la primera vez que la utilizaba con él y jamás pensé que me fuese a ser de utilidad. Aún agachada me gire sobre mis talones y extendí los brazos a la par que lo hacía con mis garras. No escuché nada más, no sabía si la niña había salido corriendo guiada por mi perro pero tenía un leopardo del que preocuparme justo enfrente de mi y no veía muy bien precisamente.
El animal no estaba en posición de ataque, más bien parecía perdido, movía sus orejas de un lado a otro y mantenía una pata en el aire mientras movía su cola, pensé a mil por hora. Era una especie en peligro de extinción que había vivido en cautiverio toda su vida, casi con total seguridad sería la primera vez que había salido de su jaula a explorar y no tenía intención de atacar, aunque los instintos son los instintos. Escondí las garras, no me apetecía jugarme la vida con un felino, así que decidí asustarle y sin perderle de vista empecé a densificar mis brazos. Lo más rápido que pude me levanté y con ambos puños golpeé el suelo, haciendo dos agujeros y levantando los adoquines, grite para tratar de intimidar al animal y por suerte, funcionó. Después de mi numerito a lo Hulk, me di la vuelta mientras me sacudía y flexionaba mis brazos para recuperar su estado normal, una cosa menos, ahora a buscar la salida.

Spoiler:

El canino se acerco a ella a la par que la chica intentaba calmarle los nervios que activados como si se encontrara en mitad de una guerra o secuestrada, el Zoo en si no era uno de los más grandes, suerte para ellas que no se encontraban en los grandes ejemplares de las ciudades más grandes con cientos, bueno no había que exagerar decenas de especies de animales dentro , a comparación con ese que a pesar de su gran seguridad una falla eléctrica podía dejar el pequeño lugar con animales muy peligrosos fuera de sus jaulas. En la zona de las serpientes que comunicaba con la de los felinos y la de los primates la distancia con la entrada no era prácticamente nada, la situación era algo peligrosa a los ojos de cualquiera una ¨´niña¨ sola en un lugar con posibles serpientes venenosas y felinos hambrientos no pintaba mucho a esas horas de la noche ni en cualquier otro momento.

Mia miro primero a los ojos de la mujer, de un color bastante peculiar como cabía destacar y luego a su acompañante,su nombre era Kaos. Estuvo a muy poco de oponerse pero la situación no pintaba para estar forcejeando o discutiendo por cosas así, la chica le dio la orden al can y Mia sujeto con su mano buena la correa mientras el la alejaba de la escena. Apenas se alejaron lo suficiente como para no ser muy visibles por la oscuridad de la noche, pero la suficiente como para ver lo que sucedía, no podía simplemente irse en una situación así.
La lucha de la chica con el leopardo pareció comenzar, pero algo paso para que la mujer se desarmara para solo asustarlo, era bueno aclarar que creía que ninguna de las dos había ido para matar animales sino para ayudar en ese caso, más animales no tardaron nada en aparecer-¡Cuidado!-advirtió ante la aparición a lo lejos de ¨el rey de la selva¨un felino con una melena bastante intimidante para otras especies hizo su aparición luego de la huida del leopardo, por su lado un par de monos tonteaban del lado izquierdo de la ruta la cual daba al habitad de los primates, aun sosteniendo de la correa al can se transporto cerca de los monos,no tenían noción de lo que pasaba, no llegaban a ser mas grandes que el perro pero si eran más grandes que la serpiente de hace un momento. Intentando colocase frente a ellos para prevenir que el león no corriera más rápido que alguna de las dos los tapo colocándose adelante-Este sin duda no es un día con mucha suerte que digamos.
Llevándose su mano libre a la cara en un gesto de torpeza volvió su mirada hacia el felino -Esto no es la situación que esperaba, más bien no sabía que habían leones-normalmente iba a un zoológico que quedaba en la dirección contraria al susodicho, pero eso era mejor a que les apareciera algo que no pudieran controlar como una pitón ,más serpientes o algo mucho peor animales de los grandes como elefantes algo no tan peligroso pero si muy grande para el tamaño que tenían los animales mas pequeños en ese zoo o rinocerontes algo más letales y más difíciles de capturar, puesto que estaban en peligro de extinción hacerles daño no era algo que pudieran permitirse.

OOR:

Todo seguía muy oscuro y el jaleo de fuera parecía haberse relajado un poco, alcé la vista y puede ver las típicas luces parpadeantes de los coches de la policía, perfecto, pronto saldríamos de aquí. Escuché la advertencia de la niña, al parecer no había conseguido salir del zoo, me giré y vi la silueta de un león a pocos metros, en el mismo camino por dónde el leopardo había huido.

- ¿En serio?, ¿Leones en Central Park? - Me quedé quieta evaluando la situación y vi como dos pequeñas siluetas se balanceaban con bastante agilidad, eran monos. La situación se había descontrolado y los animales campaban a sus anchas, el león se sacudió, no parecía dispuesto a atacar pero comenzó a andar despacio en mi dirección. Escuché un pequeño silbido de viento y luego tres más, los monos chillaron y se revolvieron pero no tardaron en quedarse inmoviles en el suelo, como dormidos. El león seguía caminando y se paró a menos de un metro de mi posición, estiró el cuello en mi dirección, olisqueando, ¿Qué era?, ¿Curiosidad ó de verdad tenía intención de abalanzarse sobre mi? Dos sílbidos más, esta vez pude apreciar los dardos, se clavaron en el lomo del animal que rugió y se dio la vuelta buscando a su agresor. Ni respiré, el animal empezó a tambalearse, hasta que finalmente no fue capaz de aguantar su peso y le cedieron las patas, cayó al suelo pero aún le quedaban fuerzas para gemir y moverse, era más grande de lo que pensaba, supongo que en la televisión no intimidan tanto. No me había movido de mi posición, no estaba segura si aún podría ser peligroso pero parecía tan indefenso... Ojalá fuesen dardos tranquilizadores, me acerqué despacio y cuando estaba a centímetros de mi me agaché y estiré mi brazo izquierdo para poder tocarle.

- ¡Señorita! - Me asusté e involuntariamente salieron de entre mis dedos las garras de hueso, un chico algo mayor que yo apareció vestido de policia por uno de los caminos, trotando hacía mi y con un arma en la mano continuó hablando  - ¡No se acerque! Está todo controlado, por favor salga del recinto, mis compañeros la acompañaran a la salida. Guardé mis garras antes de que se diese cuenta, si no lo había echo ya, cuando me giré la luz volvió y pude ver como algunos policías y un par de personas vestidas con monos azules se repartían por la zona.

- Por favor, sígame la acompañaré a la salida - Otro policía entrado en años y con una barriga por encima del cinturón me hablaba mientras apoyaba su mano en la gorra que llevaba y extendía su brazo en dirección a lo que debía ser el camino de salida - ¿Está usted bien? - Dijo mientras me miraba de arriba abajo - Fuera está el equipo sanit..

- No, no será necesario agente, no tengo ni un rasguño - Aligeré el paso, necesita ver a mi perro y  saber si la niña se encontraba bien. Un montón de luces me deslumbraron a la salida, utilicé mi mano como una visera hasta que mis ojos se acostumbrasen al cambio y poco a poco pude diferenciar los contornos de los coches, las personas... Noté el hocico humedo de Kaos en mi pantorrilla. - Hola campeón - Acaricié su lomo y miré a mi alrededor buscando a la pequeña, no la veía por ninguna parte.