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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018]
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Ahri'ahn DC Universe
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Mensajes : 2176 Fecha de inscripción : 14/12/2014 Localización : Atlantis Empleo /Ocio : Sumo Mago Humor : Melancólico
Ficha de Personaje Alias: Arion Nombre real: Ahri'ahn Universo: DC Universe
Tema: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 2nd Junio 2016, 00:44
Anuleous - Prefacio
El mundo muerto de Anuleous era una gigantesca esfera del color de la sangre en la que ninguna forma de vida podía existir.
Su árida y yerma superficie aparecía plagada de enormes agujeros irregulares producidos por el impacto de los meteoritos, y, de vez en cuando, pequeñas elevaciones montañosas se alzaban como agujas contribuyendo a generar aquella impresión siniestra y baldía.
Paradójicamente la razón de que nada pudiera crecer allí se encontraba en el ardiente sol que alumbraba la superficie escarlata, demasiado cercano como para no calcinar cualquier forma de vida que osara persistir.
Así, el sol, origen y dador de vida, sustento y calor para los seres vivos que habitaban la esfera de color esmeralda a la que el hombre llamaba Tierra, se convertía al mismo tiempo en la causa de la condena y la eterna maldición de un planeta moribundo abrasado por su calor.
Aquél sol vivía una existencia de eterna soledad y cansado hastío, mas aquella realidad estaba a punto de cambiar, pues una nave se dirigía en aquél momento rumbo al inhóspito planeta, el mundo muerto en la tierra llamado Anuleous...
Última edición por Ahri'ahn el 23rd Junio 2016, 18:44, editado 1 vez
140Star-Lord
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Mensajes : 171 Fecha de inscripción : 29/03/2015 Localización : Siempre puedes llamarme al móvil... ¿Se llama así, no? Empleo /Ocio : Líder de los Guardianes de la Galaxia. Humor : ¿Qué hace la Milano al llegar a un muelle espacial? ¡Rebotar!
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 2nd Junio 2016, 14:00
20 de Septiembre de 2018. Hora... A saber. En algún sitio serán las cuatro. Viajando a través del hiper espacio. Rumbo al planeta desértico Anuleous.
El universo es grande. Muy grande. Condenadamente grande. Eso es un hecho. No hace falta ser una lumbrera para saberlo. Y si encima al universo que ya es grande de por si le añades otro universo, imagina el resultado. Millones de nuevos planetas por explorar y descubrir. Una tarea más que apropiada para los Guardianes. Y eso era lo que hacíamos. Viajar a través del cosmos en busca de nuevos lugares que visitar y explorar. La lista era casi interminable, pero como en muchos de ellos venían registros de posibles artefactos cósmicos no estaba de más ir a echar un vistazo. Un ejemplo era el planeta que teníamos en pantalla mientras nos dirigíamos a las coordenadas que habíamos podido registrar. Era un planeta desértico sin vida aparente en la superficie, un lugar perfecto para ocultar algo de los ojos ajenos. ¿El qué? Seguramente lo veríamos en seguida. Podía ser un cubo, un cristal, incluso puede que una gema. Al fin y al cabo podían estar en cualquier rincón del universo, y si las conseguíamos encontrar nosotros antes que Thanos doble punto pa nosotros. Era cuestión de tener un poco de suerte.
Esta vez iríamos tan solo Gamora, Drax y yo. Rocket y Groot se habían quedado en Terra echándole un vistazo a todo y buscando la otra gema de la que teníamos información. Aunque habíamos empezado con algo de mal pie parecía que por fin empezaba a sonreírnos un poco la suerte. Y a decir verdad ya era hora, porque desde que aterrizamos en mi planeta natal todo habían sido disgustos y peleas. Pero bueno, ojos al frente Peter, tenemos una misión que cumplir.
- Nos acercamos al sistema. Peter, ya puedes ir saliendo del hiper espacio.-
- Vale... Esto es así... Y... ¡Hecho! Gracias Gamora.- Con un fuerte estallido un agujero anaranjado de gusano se abrió en mitad de la nada y salimos de él a toda velocidad. Nuestra nave se dirigía como una saeta del mismo color en dirección a un enorme planeta carmesí que apareció ante nosotros. Pulsé un par de teclas para acondicionar la Milano al vuelo estelar normal y reducir lentamente la velocidad hasta apagar por completo los hiper motores. Miramos a través de las grandes ventanas, con los ojos muy abiertos.- Ahí lo tenemos. Tal y como está señalado en el mapa... El planeta de fuego.-
- ¿Planeta de fuego? No se trata de una estrella Quill.-
- Me refiero a que no teníamos registros de su nombre, y como es tan rojo lo he bautizado así.-
- Viva la originalidad.-
- Eh, ¿os juzgo yo a vosotros cuando ponéis nombre a vuestras cosas? Si no tiene nombre asignado le buscaremos uno más original, pero hasta entonces es el planeta de fuego.- Subí ligeramente el timón hacia mí, inclinando la nave en dirección descendente. El planeta se acercaba a nosotros a una velocidad elevada, y en cuanto estuvimos cerca de la atmósfera comencé a preparar la nave para el aterrizaje. Algunas pequeñas palancas y botones mientras en el exterior los primeros síntomas atmosféricos se hacían patentes, como el calentamiento del casco y el color rojo.- Contacto. Estamos en la atmósfera... Gamora, activa los niveles de sustentación aérea. Drax, los refrigeradores.-
Podría haber hecho todo eso yo solo desde mi puesto, pero era más sencillo si cada uno cumplía con su pequeña parte y me permitía fijarme en otros detalles. En cuanto atravesamos unas nubes carmesí vimos a lo lejos la tierra, del color de la arcilla. El sonido de la nave nos acompañó mientras bajábamos y a los pocos segundos de sobrevolar a unos cien metros del suelo vi el lugar perfecto para aterrizar. Una larga explanada en mitad de un valle. No había salientes ni barrancos cerca que pudiesen comprometer la nave en caso de que la apoyásemos en el suelo. La gente piensa que uno puede aterrizar donde le de la gana, pero creédme. Es muy importante asegurarse de que el suelo es lo suficientemente firme como para sostener una nave de setenta metros y cuatrocientas toneladas de peso. No era como aparcar un coche. Demasiadas cosas había que tener en cuenta. Y por ello era preferible evitar montañas, mesetas o salientes sobre todo. A saber de qué estaba hecho ese suelo. Cuando nos acercamos nos quedamos flotando a un par de metros del suelo antes de comenzar a descender y apoyar la nave. Yo estaba preparado para tirar del timón y sacarnos de una posible trampa, pero el suelo era resistente y la nave se apoyó sin problema. Las maniobras de aterrizaje eran delicadas y todos guardábamos silencio mientras lo hacíamos. La ventaja de la Milano era su excelente maniobrabilidad, que nos permitía hacer giros imposibles en espacios limitadísimos, así como el avance y retroceso instantáneo. Algo así como un helicóptero pero mucho más moderno y mucho más molón. En cuanto apoyamos la nave y todo parecía ir bien, apagué los motores y se escucharon los típicos chasquidos que anunciaban los gases que abandonaban la nave.
- Bueno, ya estamos aquí. Dejadme que compruebe la atmósfera... Vale... Temperatura exterior, 30 grados. Como si fuese verano. Aire formado... Por... Nitrógeno... Oxígeno... Hidrógeno... Helio... Y parece que se puede respirar. En cualquier caso yo me llevaría las máscaras por si acaso... ¿Salimos?- Activé mi casco y fui el primero en abandonar nuestra nave. La pasarela bajó lentamente hasta tocar el suelo. La tierra era de un intenso color rojo, y la brisa caliente era muy agradable. Llevaba puesta una chaqueta encima de mi camiseta, pero en cuanto el sol me golpeó me la abrí, dejando que el aire entrase. Hacía un calor agradable pero demasiado como para llevarla cerrada. De hecho, seguramente me la quitaría si la cosa seguía así. Drax iba a pecho descubierto con una pequeña máscara parecida a una burbuja que le cubría la cara, y Gamora igual, con un traje con los brazos y partes del cuerpo al aire, más apropiado por el calor que hacía. Saqué un pequeño aparato del bolsillo y tras encenderlo una pantalla azul se dibujó frente a mí. El origen de la radiación venía del otro lado de unas montañas que nos rodeaban. Les indiqué que me siguieran y nos pusimos rumbo al origen de aquella señal, dejando nuestras huellas en la roja tierra.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 8th Junio 2016, 19:44
Nota:
La usuaria de Singularity me ha pedido que continuemos con ella algunos turnos, hasta que su pj y el de Star Lord se conozcan en el otro post que tienen en conjunto, para no incurrir en contradicciones. Por el momento yo llevaré de pnj al Sol hasta que aparezca Arión. Éste post será un poco más corto porque no puedo dar por sentadas vuestras acciones.
Los Guardianes comenzaron su periplo, dejando un rastro de huellas sobre la rojiza y polvorienta superficie. Sus sensores no indicaban formas de vida, ni nada particularmente extraño, hasta que, repentinamente, cuando llevaban algún rato caminando, notaron cómo el suelo se estremecía bajo sus pies con la intensidad de un terremoto, derribándolos al suelo debido a lo inesperado del seísmo. Y, ante sus sorprendidos ojos, la estrella, silente desde tiempo inmemorial, apareció en la curva del horizonte, trazando un reguero de luz cegadora y ardiente que iba rasgando la oscuridad de la tierra a su paso.
Los Guardianes se encogieron por instinto, pensando que acabarían calcinados por el enorme sol, mas, para su sorpresa, no fue así. De hecho, el calor que irradiaba la esfera resultaba bastante agradable, incluso acogedor... como la chimenea que enciendes en tu casa una noche de invierno.
Y en cada una de sus mentes pudieron escuchar una dulce voz de mujer, suave y acariciadora como el terciopelo...
"Ven... Acércate a mí..."
La voz era tan agradable que, por un momento, ni siquiera se plantearon cómo era posible que la temperatura del planeta pudiera ser tan agradable teniendo un sol tan cercano, especialmente considerando el aspecto carbonizado y ennegrecido de la superficie...
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 8th Junio 2016, 23:09
Efectivamente, en cuanto habíamos subido un poco la ladera ya me quité la chaqueta y la colgué de mi cintura. El calor era demasiado como para llevarla sin sudar como un pollo, algo que tampoco me apetecía especialmente. Suspiré largamente, mientras cruzaba los brazos en mi rodilla derecha, apoyada sobre una piedra. Miré hacia atrás y vi a mis dos compañeros seguirme tranquilamente, ella con un rifle de repetición en las manos y el otro con un cañón bastante más pesado. No pensaba que fuésemos a necesitar armas, pero nunca estaba de más ser precavidos. Si algo habíamos aprendido durante toda nuestra vida era que las cosas se podían torcer en cuestión de segundos, y era mucho mejor ir bien preparado para la fiesta y los fuegos artificiales. Miré la pantalla y vi que íbamos en la dirección correcta, aunque todavía nos quedaba una tiradita. Bueno, mientras no aumentase de repente la temperatura...
Al superar la colina tuvimos una mejor vista de toda la ladera que había al otro lado. Era menos empinada que la hondanada donde habíamos dejado la nave pero era lisa, sin apenas piedras que sobresaliesen por ella. Cuando todo sucedió, apenas tuve tiempo de darme cuenta. El sol de repente aumentó de tamaño, o esa sensación me dio, y un potente rayo cayó directamente contra la tierra, quemando todo a su paso. La reacción de los tres fue casi inmediata. Yo me tropecé al retroceder de espaldas a aquel rayo, pero luego me giré a toda velocidad y me oculté tras la loma, por donde la sombra estaba. Ya me disponía a salir corriendo en dirección a la nave cuando una voz femenina nos llamó. Los tres nos asomamos, dejando ver tan solo nuestras frentes y ojos, así como los dedos con los que nos apoyábamos en el borde de la pequeña montaña.
- ¿Lo... Habéis oído vosotros también?- Ambos asintieron, y miramos hacia aquella estrella que estaba casi sobre nosotros. ¿Cómo demonios podía hacer una temperatura tan agradable? Deberíamos estar totalmente carbonizados, achicharrados con un sol tan cercano. Ya me había escamado al inspeccionar la atmósfera antes de bajar de la nave, pero ahora que lo estaba viendo con mis propios ojos no entendía nada.
- Algo no va bien... Ese sol debería habernos cocido... Esto no me gusta.-
- Estaba pensando exactamente lo mismo... ¿Nos largamos?- Pero había algo en el ambiente que me impedía irme. A ver, no es que no pudiese moverme ni largarme por patas, sino que de algún modo quería quedarme allí y ver qué pasaba. No todos los días se veía un fenómeno así y quería saber qué era. Podríamos haber descubierto algo muy gordo y teníamos la responsabilidad de inspeccionarlo.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 12th Junio 2016, 01:38
Los Guardianes no las tenían todas consigo, pero decidieron aproximarse, encabezados por Star-Lord. El sol se veía cada vez más y más cerca, tanto, que habría bastado extender la palma de la mano para poder tocarlo, y, sin embargo, seguían sin percibir más calor que el que podrías notar en una tarde de verano.
Estando tan cerca, un curioso fenómeno se hizo notar, y era que la esfera parecía palpitar en el núcleo mismo de su corazón ardiente, como si tuviera vida propia...
Finos zarcillos de fuego blanco se separaron de la estrella para extenderse hacia los Guardianes con timidez, incluso amorosamente, con un anhelo que secretamente recordaba al de la madre que se acerca para mecer la cuna de su hijo, y su contacto, para aquellos que decidieron recibirlo sin apartarse, resultó más cálido que abrasador.
Y, entonces, la esfera habló:
- Bienvenidos seais a mi mundo, humanoides... Largo tiempo he esperado, en éste erial de soledad, para que alguien viniera a hacerme una visita...
Y, ante los asombrados ojos de los Guardianes, la gigantesca esfera comenzó a cambiar; el núcleo de ardiente magma carmesí se afiló perfilando los hermosos rasgos de una bella mujer de expresión melancólica y dulce que les observaba desde las alturas, al tiempo que los zarcillos de fuego se alargaban y extendían para formar los rebeldes cabellos. También su cuerpo parecía estar formado de llamas, y las estrellas incontables y el infinito del cosmos se dejaban ver en su rostro a cada movimiento que realizaba la entidad:
- Decidme, criaturas humanoides... ¿quiénes sois y qué os ha traído hasta Anuleous?
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 13th Junio 2016, 21:04
La bola de fuego cesó su avance, quedándose a escasos metros de nosotros. El calor que desprendía seguía siendo agradable, lo que nos sorprendía enormemente, o eso pensé, a juzgar por las caras que mis dos compañeros ponían. Aquello carecía de toda lógica. Jamás en todos mis viajes había visto nada parecido, aunque en defensa de ese fenómeno sí diré que habíamos chocado con otro universo, y las posibilidades eran infinitas. El hecho de que hubiese un sol que se movía a toda velocidad y no te abrasaba era hasta viable. Seguía con el ceño fruncido, pero decidí abandonar la protección de la colina, levantándome. Noté un tirón en el pantalón y me giré. Gamora me sujetaba de él, intercambiando miradas conmigo y aquel sol.
- ¿Te has vuelto loco? ¿Acaso quieres morir?-
- ¿No te resulta extraño? Es decir... Si quisiese matarnos ya lo habría hecho, ?¿no? ¿Alguna vez habíais visto algo así?-
- No, y no me gusta nada. No sé qué das't es ni de dónde ha salido, pero no quiero averiguarlo.- Yo no lo sabía, pero la razón por la que mi compañera estaba tan nerviosa era porque, al igual que yo, sentía una calidez y una sensación agradable proveniente del astro que teníamos ante nosotros. Pero gracias a la educación que había recibido de Thanos, no se fiaba de nada, por muy bueno o agradable que pareciese. Sin embargo a mí no me preocupaba tanto ya. De hecho había conseguido captar mi atención. Drax fue lentamente levantándose también, y se acercó junto a mí hacia aquella bola flotante. Gamora resopló con fuerza e impotencia, y de un salto se puso detrás de mí.- Sois tremendos. Los dos...-
La bola comenzó a emitir pequeñas tiras de fuego blanco que bailaban al son de un viento imperceptible. Se acercaron hacia nosotros con calma y delicadeza. La sensación era de un calor agradable, y no sabía muy bien qué pensar. Fue entonces cuando una voz salió de la bola y di un respingo por el que casi me caigo al suelo. El sonido metálico de las armas de mis compañeros al desenvainarse me hizo ser más consciente de que tal vez aquello sí que había sido un error.
- Ha... ¡Habla!- La bola fue lentamente cambiando de forma, adoptando la de una mujer del mismo color. Su piel era de fuego en algunas partes, y algo parecido a una galaxia en otras. No pude evitar pensar en Singularity, la niña que conocí en la estación Sapiencial un par de meses atrás. ¿Sería igual que ella? Ojalá, pues esa niña era puro amor y sonrisas. Pero el rostro de la mujer de fuego era melancólico, triste, como si padeciese algún tipo de dolor. Cuando su transformación terminó, nos preguntó por nuestros nombres y qué hacíamos allí. Miré a mis compañeros, ambos con el ceño fruncido y pero sin quitar la vista de la mujer que teníamos delante. Volví a mirarla y me rasqué la nuca.- Esto... Somos los Guardianes de la Galaxia. Yo soy Star-Lord y estos son mis compañeros, Gamora y Drax. Somos protectores de la galaxia y habíamos venido a este planeta ya que encontramos algunas radiaciones de un posible objeto peligroso que hay aquí... Aunque es posible que fueses tú quien nos atrajo... ¿Qué... Eres?-
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 23rd Junio 2016, 13:13
Era increíble la expresividad que uno podía llegar a encontrar en un rostro que era, básicamente, un estanque en el que el cosmos se reflejaba. Las estrellas de sus ojos adquirieron un brillo nostálgico y sus facciones se empañaron con la tristeza.
- No tengo nombre... -dijo, en un tono que de algún modo transmitía el paso de las eras-. Nunca nadie existió a mi lado el tiempo suficiente como para dármelo...
Sólo uno, uno sólo, y el nombre que le había dado había sido "engendro".
- Soy un sol, mas, aunque ahora me estoy controlando, no me es posible hacerlo por tiempo ilimitado, ya que es ir en contra de mi naturaleza, y reprimir las llamas me hace daño. Me veo obligada a existir en la onda gravitatoria de éste planeta, que me arrastra inexorablemente consigo. Estoy atada a él, pero al mismo tiempo no me es posible alejarme lo suficiente como para permitir que algo en él pueda crecer, y me veo por tanto condenada a la soledad eterna...
Su mirada adquirió un matiz extraño, diferente, cuando volvió a mirarlos. A Star-Lord le recordó vagamente a la mirada que tendría un ave rapaz al observar a su presa, pero quizá habían sido sólo imaginaciones suyas. La estrella era expresiva, pero sus expresiones podían confundirse entre tanto reflejo cósmico.
- Guardianes de la Galaxia... Nunca he oído hablar de ellos. Nadie viene nunca a visitarme a éste rincón ignoto de Anuleous -lloriqueó para centrar de nuevo en ellos la mirada con atención-. Tú eres, obviamente, humano. ¿Tus compañeros qué son? Son seres bípedos, como tú, pero tenía entendido que los humanos tenían la piel rosada... No tengo constancia de la existencia del posible objeto que mencionas, pero podría alumbraros en el transcurso de vuestra búsqueda, y así me haríais compañía durante un tiempo -ofreció, anhelante.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 6th Septiembre 2016, 16:22
Un... ¿Sol? ¿En serio? Siempre había creído que los soles eran gigantescos, algunos tan grandes que incluso en nuestra nave habríamos tardado años en rodearlo por completo. Si en efecto como decía era un sol tenía que ser el más pequeño que había visto en mi vida. Pero claro, también dijo que se estaba conteniendo, así que era probable que su verdadera forma fuese la de una enorme estrella, y había adoptado esa apariencia para comunicarse con nosotros. Cuando preguntó qué éramos miré a mis compañeros, esperando que fuesen ellos quienes tomasen la palabra.
- Yo soy la última superviviente de una antigua raza ya extinta... ¿Qué quieres de nosotros?- Gamora estaba tensa y preparada para luchar, como la mayoría de las veces. Sabía que nos protegería llegado el momento, aunque si podíamos evitar meternos en un lío lo agradecería. Drax por su parte no dijo nada. Se quedó allí, en silencio, observando con el reflejo de aquella estrella palpitando en sus ojos. Yo sabía que Drax había sido antaño un hombre llamado Arthur Douglas, que fue convertido en lo que era por Mentor y Kronos. No le gustaba hablar de su pasado, ya que estaba cargado de dolor y pérdidas.
- Yo... Sí, soy humano. Pero somos de los buenos, no hemos venido a hacerte daño ni nada...- Parecía triste. Bueno, no sé si triste sería la palabra más indicada, pero algo emanaba de ella, una sensación de tristeza o soledad extraña. Me refiero a extraña porque era un sol. Nunca había conocido un sol que pudiese estar triste o hablar. Conocía a Ego, un planeta entero viviente, ¿pero una estrella? Desde luego cada día me sorprendía más el universo, y eso que siempre he pensado que ya lo había visto todo.- ¿Ayudarnos? ¿Cómo? ¿A buscar lo que hemos detectado?-
Desde luego prefería que nos echase un cable antes que tenerla de enemiga. Sabía de sobra que Gamora y Drax se negarían, y a mí tampoco me convencía mucho. Pero luego estaba esa sensación de calidez, de bienvenida... No era fácil negarse a eso, y tampoco quería. Me quedé pensando un momento ante la posibilidad de que nos ayudase y tras frotarme el brazo llamé a mis compañeros.
- ¿Nos disculpas un segundo?...- Me volví a ellos. Gamora que era la que más cerca estaba de mí habló primero en susurros.
- No estarás pensando en decir que sí, ¿verdad?- Tardé apenas un segundo en responder y ella me cortó antes de que pudiese decir nada.- Por encima de mi cadáver Peter. No me gusta. Me da mala espina.-
- ¡Claro que la noto, y por eso no me gusta! Y es una estrella Peter. ¿Ahora te preocupan los sentimientos de una estrella?- No podía culparla. Seguramente tuviese razón, pero también la había tenido yo otras veces.
- A mí tampoco me gusta...-
- Gracias.-
- Pero podría no ser peligrosa.-
- ¿Qué?- Los brillantes ojos amarillos se clavaron en mi amigo musculoso quien se encogió de hombros.
- Podría sernos de ayuda.- Gamora resopló, sabiendo que había perdido y que si luego ella tenía razón nos lo recordaría hasta el fin del mundo.
- Si pasa algo malo o si nos metemos en un lío os quedáis solos. No pienso volver a arriesgar el culo por vuestras tonterías.- Sonreí y le dije a la bola de fuego que no había problema, que podía echarnos un cable si así lo deseaba.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 11th Septiembre 2016, 16:18
Se produjo un destello como un parpadeo en uno de los hermosos y resplandecientes ojos de la criatura, producido por el desplazamiento de una estrella fugaz. Sin duda era uno de los espectáculos más bellos que podían contemplarse.
- ¿Por qué estás tensa, poderosa guerrera? Yo también soy la última superviviente de una antigua raza ya extinta... ¿Acaso no significa éso que por fin has vuelto al lugar que te corresponde? Estás de vuelta en casa...
Sus melosas palabras estaban envueltas en calidez y dulzura; era muy difícil permanecer impasible ante la promesa que ofrecían.
- En efecto, joven Star Lord... Poseo pleno conocimiento de cualquier cosa que turbe la tranquilidad en mi pequeño planeta... Puedo ayudaros con lo que estáis buscando...
Aguardó con la paciencia de una madre a que acabaran su pequeño concilio, y, mientras ellos debatían, entonó la canción más enternecedora que cualquiera de ellos había escuchado jamás. Cuando finalmente Quill le comunicó la decisión a la que habían llegado se rió como una chiquilla, y su risa era como mil lejanas campanillas de cristal, dulce y delicada como el aterciopelado matiz negro del espacio.
- Caminad pues en dirección oeste -anunció con voz cantarina-. Allá donde no alcanza mi luz... Allí encontraréis lo que andáis buscando.
Así, los Guardianes comenzaron su andadura, alejándose poco a poco de la cálida luz, internándose más y más en la negrura del planeta desierto, una negrura que era casi comparable a la del espacio que les rodeaba. Y, entre tanta oscuridad en donde no existían los colores, ni las luces destellantes de las estrellas, el inconfundible fulgor de energía de una nave tomando tierra atrajo de inmediato la atención de Quill... Porque conocía de sobras aquella nave. Era el mismo tipo de nave de la que habían descendido los alienígenas que habían acabado con la vida de su madre, tanto tiempo atrás...
Miró a su alrededor, pero no pudo encontrar a Gamora ni a Drax. La oscuridad más absoluta le rodeaba, y lo único que era capaz de percibir era la nave alienígena, que ya estaba abriendo las compuertas, y la dulce melodía que continuaba sonando en el interior de su cabeza...
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 29th Octubre 2017, 00:44
A pesar de que ya llevaba unos meses en la Liga de la Justicia seguía sin acostumbrarse a los pequeños intercomunicadores que acostumbraban a llevar sus miembros, por lo que se sobresaltó al sentir la vibración en su oído.
- Eh... ¿diga? -inquirió dubitativo, activándolo como le habían enseñado.
Se escuchó un suspiro al otro lado que fue rápidamente seguido por la voz de Diana:
- Arión, tenemos un aviso de urgencia. La última vez que recibimos noticia de los Guardianes de la Galaxia se dirigían hacia una zona remota e inexplorada del sector. Hemos intentado contactar con ellos para saber de su situación, pero no nos responden y eres el único que podría llegar allí lo suficientemente rápido ahora mismo. Te paso las coordenadas.
- ¿Coordenadas?
Nuevo suspiro por parte de la amazona.
- Mira el aparatito que te dimos y verás un mapa con unas indicaciones. Ciborg te enseñó el sistema de coordenadas, ¿no?
- Hum... -tomando en la mano el cacharro semicircular que tan extraño le resultaba trató de recordar las indicaciones que le habían dado durante su período de aprendizaje inicial en la Liga-. Esto es malo... muy malo.
- ¿Arión? ¿Qué pasa? -inquirió la amazona al notar su tono de alarma.
- Espero que nada grave -respondió antes de cortar la transmisión e invocar el hechizo que le permitiría respirar y sobrevivir a las presiones del espacio.
* * * *
Anuleous. La estrella que durante cien mil años había albergado su esencia aprisionada en la pequeña gema roja palpitante que se encontraba sobre su corazón. El lugar al que le había confinado su padre mientras conseguía reunir el poder suficiente para crearle un cuerpo nuevo.
Después de millones de años sola, la poderosa entidad se había vuelto loca y se había resistido a dejarle ir cuando su padre le había reclamado. Arión apretó los labios ante éste recuerdo. Todo había sido por su culpa... Su padre se había enfrentado contra el mismo sol para liberarle, y había quedado tan malherido que no había podido hacer nada para defenderse de Garn cuando fue a matarle. Y todo había empezado allí... allí... en el sol que le había visto nacer por segunda vez.
Divisó la nave que los sensores del radar le indicaban, y no tardó mucho más en encontrar a sus ocupantes: dos hombres y una mujer que yacían en el suelo, inconscientes o muertos. Y porque el destino es una rueda que eternamente gira, un círculo que no tiene principio ni fin, el sol se mostró ante él, ardiente, resplandeciente y temible, cegándole y quemándole con un poder que empequeñecía al suyo propio. Arión sabía, como había sabido la última vez hacía milenios, que no podría derrotarla. Había hecho falta el poder del mayor hechicero que había pisado la tierra para liberarle, y aún así había resultado gravemente herido...
- Arión... -susurró con anhelo la esfera-. Arión...
Zarcillos blancos ardientes se extendieron hacia el atlante, que se obligó a aguardar, tenso, mientras se alargaban para acariciar su piel, reprimiendo todos los instintos que le decían que se alejara. Pero el fuego, aunque desprendía calor, no quemó la fina piel del mago, recorriendo su cuerpo y sus facciones de manera gentil... e incluso amorosa.
- Arión, mi dulce Arión, ¿de verdad eres tú? -dijo la estrella mientras adoptaba de nuevo la forma de una mujer gigantesca con antiguos soles moribundos destellando en sus ojos-. He esperado durante tanto tiempo tu regreso...
- Madre -convino, en el conocimiento de que no le convenía alterar aún más a la inestable entidad-, libéralos -dijo refiriéndose a los Guardianes-. Sabes que, si permanecen aquí, terminarán muriendo de inanición y deshidratación. Volverás a estar sola -tragó saliva mientras notaba el brillo intenso de los ardientes soles fijos en él-. Hazlo, madre, y yo ocuparé su lugar. Me quedaré aquí, contigo...
- Oh, Arión... ¿al fin has aceptado que éste es el lugar que te corresponde? -musitó dulcemente la estrella mientras los zarcillos que envolvían el cuerpo del mago constreñían con más fuerza sus tobillos y muñecas-. ¿Estás dispuesto a regresar a tu lugar de origen? ¿Estás dispuesto a regresar conmigo, hijo mío?
Arión sentía que el terror le atenazaba la garganta. Su hogar estaba en la Tierra, y su deber y responsabilidad era para con ellos también, pero si no aceptaba, tres personas inocentes morirían. Lo único que le quedaba era esperar que la Liga acudiera a buscarle, si no...
- Lo haré, madre, pero debes permitirme que regrese a esos mortales a su nave. De lo contrario morirán.
- ¿Y arriesgarme a perderte de nuevo, Arión? Ya te perdí una vez; ahora que has vuelto, nada en el cosmos podrá separarnos de nuevo -la forma cambiante de la entidad se aproximó, haciendo que el baile de estrellas que componían su forma oscilara y mutara al tiempo que uno de los zarcillos procedente de las llamas que envolvían su rostro a modo de cabello acariciara el mentón de Arión-. Sal de tu cuerpo -susurró-. Puedes usar tu magia en forma astral. Ayúdales de ese modo.
Arión le devolvió la mirada sin decir nada. Si abandonaba su cuerpo, la entidad lo destruiría, pues, sin su forma corpórea, su forma astral sólo podría sobrevivir obteniendo energías de la estrella. No tendría más remedio que quedarse para siempre con ella... o morir.
- ¿A qué estás esperando, hijo mío? -la melosa voz le envolvía, cargada de amenaza como las mismísimas extensiones cósmicas, ofreciendo promesas que sólo encerraban locura y muerte-. Abandona tu cuerpo, ayuda a tus amigos... o morirán... -dijo mientras la temperatura de su núcleo aumentaba lentamente, amenazando con calcinar la superficie del planeta, tan cercano ahora, y a todos los que se encontraban en su superficie...
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 6th Marzo 2018, 12:20
Era presa del dulce sueño o caricia de Morfeo como llamaban los amigos de sus amigos. Había estado sola tanto tiempo, siempre recordando en unos lazos que parecían quebradizos y frágiles como el polvo estelar que la rodeaba. Siempre había estado sola en las galaxias, sola en todos los mundos… Pero ni la propia nada del espacio era tan vacía como no tener amigos. Recordaba la cabeza y a sus nuevos amigos en ella, mirándola con gesto curioso. Recordaba el pelo del sol y al diminuto parlante y les echaba de menos, pero a pesar de ello se había percatado de que había un calor interno que no era capaz de simular el más cálido de todos los soles.
Pero eso no quita que fuese a intentarlo.
Conocía varios rincones remotos del universo donde poder refugiarse en busca de un aliento similar al que daba una palmada amiga en la espalda y uno de ellos era el sol de Anuleous. Tenía un agradable color rosado que competía con la más colorida de las supernovas y su calor, abrasador para unos y mortal para otros, resultaba extrañamente reconfortante a la piel de galaxia que cubría el cuerpo tangible de Singularity. Buscando uno de sus sitios favoritos en el mundo, se acercaba sin caminar, en una levitación sostenida, consiguió alcanzar el lugar que mejor le hacía sentir en mucha distancia a la redonda.
Sólo de divisarla a lo lejos ya notaba esa calidez tan agradable como único consuelo de sus temores, pero al acercarse, su expresión relajada fue convirtiéndose poco a poco en una de angustia triste al ver una mujer en sustitución al cuerpo estelar que le ofrecía ese calor, irradiando la misma calma que ella ansiaba encontrar. Si hubiese sido un encuentro fugaz, habría supuesto una alegría extrema para la galaxia. No sólo la había encontrado, ¡Era un ser emocional! Podría darle el calor que buscaba y además podría ser su amiga. Y esa ínfima posibilidad podría haberla hecho feliz como para que su sonrisa no se borrase en semanas terrícolas.
Pero...ya estaba acompañada. Y si aprendió algo de su última visita a la cabeza gigante, era que a veces era mejor dejar a los amigos en su propia compañía. Sin embargo la soledad que empañaba el corazón de la galaxia le impidió detenerse. Frente a ella había un ser similar a un humano, pero con más capacidad corporal y más belleza. Además tenía la capacidad de estar en su propio entorno sin sufrir daño.
Cuanto más se acercaba, aún a una distancia pertinente y de espaldas al atlante, más divisaba su verdad. Hablaban de amigos de él, parecía dolido y ella, cálida y cariñosa envolvía su cuerpo entre su abrazo ansiolítico que seguramente le calmase los nervios. -...me que regrese a esos mortales a su nave…- ¿Mortales?
Giró el rostro hacia donde lo giró él y en ese instante, los ojos blancos carentes de pupila y la sonrisa de Singularity se iluminaron más que nunca, brillando más que las estrellas lejanas que los rodeaban. ¡Sus amigos estaban allí! Con un destello blanco con una leve tonalidad azul, voló tan rápido como pudo hacia sus amigos y para cuando llegó, su angustia sigó creciendo cada vez más -¿A...amigos..?- No contestaban y sus cuerpos se humedecían y enrojecían a medida que pasaba el tiempo. Recogió al joven rubio entre sus brazos y le zarandeó buscando una respuesta que no encontró.
Sus cejas se alzaron como las de una niña perdida y arrancada de las manos de su madre, buscando alrededor y emitiendo un leve quejido de angustia al no saber qué estaba pasando ni cómo actuar.
Hasta que sus ojos se cruzaron con la nave. Empezó a aumentar su tamaño, convirtiéndose en una galaxia humanoide de casi quince metros de alto para poder sostener a sus amigos entre sus manos de manera cómoda, en la palma y sujetándoles con firmeza y delicadeza emprendiendo el camino al vehículo. La angustia de perder a las únicas personas conocidas parecía que la hiciese llorar sin lágrimas.
-No… No perder….amigos-negaba con la cabeza y abrió la nave sosteniendo a los tres sobre la palma de su mano un instante. Les colocó como una niña que sienta a sus muñecos a la mesa, cuidando incluso desvestir la primera capa de ropa que llevaban y cerró la nave todo lo rápido que pudo.
Luego, volviendo a su tamaño minúsculo original se giró buscando los ojos del sol o del humano grande. ¿Por qué no habían ayudado…? Sus amigos… iban..a….
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 15th Marzo 2018, 00:23
El tiempo se agotaba y todo parecía perdido. A Arión no le cabía ninguna duda de que su autodenominada madre sería muy capaz de destruir su cuerpo físico para obligarle a permanecer eternamente a su lado, pero si no hacía algo, si no salía en forma astral, no podría ayudar a los Guardianes y éstos terminarían pereciendo bajo los rayos de aquél sol implicable.
La inesperada aparición de la galaxia sintiente le suscitó inicialmente recelo debido a su parecido con la estrella enloquecida que trataba de sellar su destino, mas la llegada de Singularity resultó ser un regalo insospechado.
La muchacha con cuerpo de estrellas se dirigió directamente hacia los inconscientes Guardianes y estaba tratando de reanimar a Starlord, lo cual indicaba que trataba de ayudar, y no lo contrario. Su "madre" aún no se había dado cuenta... Tenía que distraerla.
- Madre, por favor... Es cierto que mi segundo renacimiento tuvo lugar en tu seno, pero la Tierra es ahora mi hogar... No puedes obligarme a...
- ¡Silencio! -se enfureció el sol-. La Tierra sólo es tu hogar porque Caculha, ese ladrón de niños, te robó de mi lado. Pero no volverás a separarte de mí, Arión... ¡Te quedarás conmigo!
La galaxia había incrementado su tamaño y estaba transportando a los Guardianes de regreso a la nave, donde estarían a salvo. Sólo un poco más...
- Si de verdad te preocuparas por mí no tratarías de retenerme en contra de mi voluntad -la provocó.
En ésta ocasión, el sorprendentemente expresivo rostro de la criatura mudó a un gesto de consternación. El agujero negro que se formó de repente en donde debería haber estado su ojo derecho transmitió una desoladora sensación de vacío.
- Sólo quiero lo que es mío, Arión -gimió-. Eres mi hijo, ¿por qué te resulta tan difícil de entender? ¿Eh? ¿Qué estás...? -al fin reparó en que la mirada del archimago se desviaba cada cierto tiempo y, al mirar en su dirección, distinguió a la intrusa que acababa de interferir en aquél drama cósmico-. ¡Traición! -rugió, y justo en ese instante la sorpresa hizo que los lazos místicos que mantenían cautivo al atlante se debilitaran.
¡Por la Cadena de Deedra! No volveré a tener semejante oportunidad, y por el Creador que la aprovecharé -pensó el mago.
Sus ojos se tornaron completamente blancos, sin pupila, mientras realizaba una serie de pases místicos para invocar el poder que ardía en su interior. Pronto, un aura de color esmeralda comenzó a irradiar de su cuerpo en oleadas, y sus manos se encendieron con un poderoso fuego verde. Arión gritó, invocando su poder, y los zarcillos de fuego místico que le apresaban estallaron mientras el rostro del sol se desfiguraba en un mudo aullido de dolor. Pero aquél derroche de poder tuvo un alto coste para el mago, que, debilitado y semiinconsciente, comenzó a caer a plomo hacia la superficie del planeta muerto.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 15th Marzo 2018, 12:13
Cuando alzó la vista hacia el astro y el mago, observó durante unos instantes mientras escuchaba con atención. Cualquiera que conociese a Singularity podría pensar que la mezcla de su ingenuidad junto con su buena intención la hacían estúpida… Nada más lejos de la realidad. Palabras como “Madre” y “Tierra” mantenían atenta a la galaxia, buscando en los recónditos espacios de su mente el significado de cada una de las palabras que percibía. Comprendió que él quería estar en Tierra y que su madre no lo permitía, pero ella parecía tan enfadada, tan dolida…
Y entonces de él emergió un espectáculo digno de Aurora, brillante, único y precioso...
Hasta que súbitamente por un destello cegador proveniente del humano, consiguió liberarse para luego sufrir la gravedad del planeta a plomo. Ya no importaba el astro caliente. Él parecía desfallecer.
Dirigió la mirada al destino donde caería y luego de nuevo al humano que no parecía reaccionar. ¿Había resultado dañado de la luz? En cuestión de un segundo, ya estaba bajo su silueta, sosteniendo su gran cuerpo con los brazos diminutos con color galáctico. Le agarró con la firmeza de su propio peso, sosteniendo su espalda y sus piernas con sus manos mientras descendía poco a poco, suspendidos en medio de la nada en una escena particularmente inmóvil, silenciosa, muerta.
Frenó su caída lentamente hasta quedar totalmente detenida y apoyar la punta del pie en la superficie del planeta como si el tiempo se hubiese detenido. Cayó delicada como si ambos seres estuviesen sumergidos en el agua y al aterrizar flexionó las rodillas hasta apoyar su cuerpo, sentada, sobre sus propios talones. Se acopló poco a poco en el suelo y le recostó a su lado, apoyando la gran espalda del mago sobre sus rodillas y sosteniéndole el rostro con una mano, buscando una respuesta de vida, algo, lo que fuese. Cualquier cosa que indicase que no todo el que estaba cerca de ella moría, resultaba dañado o desaparecía. -Ah.. ¿Hola?- Dijo esperando cualquier tipo de señal.
Acercó con suavidad el oído a sus labios buscando una corriente de aire cálida que pudiese salir de él. Le miró de nuevo de arriba a abajo examinándolo. Su rostro empezó a tornarse en un agobio intenso mientras miraba a todas partes. Cerró los ojos y acercó los labios a su frente, dejando un beso que provocó en algún rincón de la mente del mago un susurro presente y firme con un eco constante “Singularity…”
Si eso no lo despertaba…
Giró su vista hacia la nave. Quizá.. pudiese salvarlos a todos y la perdonarían por todo el mal que cargaba con ella. Se levantó de nuevo y emprendió la marcha, buscando meterle en la nave, agrandarse y sostener la nave en una mano mientras emprendía vuelo a la Tierra.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 9th Abril 2018, 00:19
Belleza, una belleza como no había contemplado jamás, más hermosa aún que la fría belleza de Icestarr, emperatriz de los hielos del norte, le recibió cuando volvió a abrir los ojos. Una belleza pura, genuina y cálida que en nada se asemejaba a la de la maga de hielo a la que había conocido milenios atrás.
- Te suplico ayuda, venerable criatura -musitó privado de aliento ante su donosura-. He tenido que renunciar a casi toda mi energía para poder liberarme, y voy a tardar algún tiempo en recuperar las fuerzas mágicas que necesitaría para llevarles de nuevo a la Tierra...
La galaxia giró la mirada hacia la nave y se levantó, con la intención de meterle en la nave y emprender ella misma el vuelo que los salvaría a todos, mas un rayo cósmico de energía candente impactó en la tierra frente a ella, cortándole el paso. La estrella aún no había terminado con ellos, y estaba furiosa...
- No sé quién eres, muchacha, pero no me importa -le dijo a Singularity-. Sólo quiero lo que me pertenece. Ese humano al que llevas es hijo mío. Entrégamelo y permitiré que te marches.
- No la escuches -terció Arión. Estaba tan débil que tenía que apoyarse en la galaxia para mantenerse en pie-. Yo pertenezco a la Tierra, esa criatura no es mi madre. Si me quedo con ella, destruirá mi cuerpo físico para obligarme a permanecer a su lado en forma astral.
- ¿No soy tu madre, dices? -cuestionó la entidad-. Y, sin embargo, pertenezco al cosmos que genera tu poder, cachorro. ¡Durante milenios te tuve en mi seno, como cualquier madre!
- Poco importa lo que seas, mujer, sustancia estelar o diosa... No eres y nunca serás mi madre. No me quedaré a tu lado.
El mago juntó sus brazos reuniendo las escasas energías místicas que le quedaban y concentrándolas en un rayo de color esmeralda que voló contra la criatura pero que se deshizo inofensivamente al impactar contra su aura.
La estrella se echó a reír... pero ésta vez el melodioso y armónico sonido resultó oscuro, inquietante y cargado de amenaza.
- Ya he consentido tu rebeldía durante demasiado tiempo, Arión, pero, como cualquier madre, mi paciencia tiene un límite. Durante millones de años he estado sola, y te he escogido a ti para que vagues eternamente a mi lado por toda la creación. Deja de luchar y déjame que te lleve a casa, Arión... A tu lugar de nacimiento...
El mago se tambaleó junto a Singularity. No podía más, necesitaba descansar, pero tampoco podía pedirle a nadie que luchara sus batallas o se jugara la vida por él, especialmente alguien a quien acababa de conocer... Lo único que podía decirle era...
- Márchate. Lleva la nave de vuelta a la Tierra, yo la entretendré.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 16th Abril 2018, 12:39
El ser de luz hablaba diferente. Tenía palabras que podían escapar al completo conocimiento de la galaxia. Su respeto era casi palpable para ella y cómo la había mirado era una sensación única que desconocía las experiencias de Singularity. Le mira con lentitud, delicadeza y mimo, estirando la mano mientras el mago hablaba y colocándole un mechón detrás del pelo mientras unía ambas frentes en un gesto de pureza, preocupación y cariño.
Y fue entonces cuando se puso en marcha creciendo apenas un palmo hasta que un rayo le detuvo clavándola en el sitio. Alzó la vista, esta vez con el ceño fruncido y los labios brillantes. No parecía que un ser tan diminuto e inocente pudiese expresar tanta rabia en tan sólo una mirada. Había puesto en peligro a sus amigos, había puesto en peligro al mago y había puesto en peligro el planeta… Matriz o no, como supuesta creadora de vida acababa de demostrar su incapacidad de mantenerla o sus intenciones de destruirla y eso era altamente peligroso. Había que detenerla como fuera posible, implicando su propia vida si fuese necesario.
Pero él se incorporó entonces y lanzó una llamarada intensa del color de la vida y atacó contra su aparente dadora de vida. -¡NO!- Gastaba todas las energías. Se apagaba por momentos… -Para…- Suplicó al verle tan abatido, buscando su mirada y situando una mano sobre su pecho y la gema queriendo protegerle y cuidarle.
Alzó la vista de nuevo, el rayo pareció no haber surtido efecto. Quizá los suyos tampoco funcionasen… Entonces sólo quedaba una escapatoria. Ella le miró, como si estuviese a punto de romper a llorar y negó con la cabeza. Sostuvo su cuerpo levitando, entre dos dedos y le tumbó con una presión suave, máscara de una fuerza voraz que le impediría levantarse en caso de intentarlo al menos mientras mantuviese las manos sobre su piel. -Ahora… tú descansas- Dijo terminando de recostarle sobre la nave de sus amigos. Le acomodó, se inclinó sobre él y besó su frente en un gesto tibio y suave. Como dejavú de la palabra que le despertó, se repitió lo ocurrido. En el instante en el que los labios se posaron sobre la piel del atlante sucedió algo que parecía escapar a cualquier explicación lógica. Dentro de la mente del atlante y en parte de su alma resonó una evidencia. Una palabra que producía eco en sus pensamientos y que con una voz delicada le susurraba de nuevo un nombre que él ya había oído… “Singularity”.
La galaxia se irguió en su escasa estatura recuperada y emprendió el vuelo calmado y sosegado hacia el astro furioso. Su calma parecía una demostración incluso temeraria de un valor del que ella no parecía consciente ya que estaba actuando de un modo natural y genuino. -¿Qué quieres...de verdad....?- Preguntó ante su incapacidad de comprender por qué tenía tanto odio a su hijo si lo que realmente quería era que permaneciera a su lado... Se sentía triste y lo único que quería era salvar a sus amigos y al nuevo humano. Siguió subiendo hasta encontrar el foco de la voz de la criatura madre y con un gesto triste debido a la constancia de la soledad, habló con firmeza. -Yo por él- Dijo llevándose ambas manos al pecho y abriendo las palmas frente a ella.
Sobre sus brillantes dedos reflejaba con aún más intensidad un cosmos de diminuto tamaño que se arremolinaba en forma de flor, para ella. Las diminutas estrellas se agrupaban para formar la flora y finalmente nació con tonos cálidos y claros una rosa con composición galáctica. Ella la sostuvo por el supuesto tallo con dos dedos como si de una rosa real se tratase y la extendió hacia la mujer enfurecida esperando una respuesta y la aceptación de su regalo.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 25th Abril 2018, 00:03
El tacto de sus dedos era agradable y gentil, pero a la vez implacable, impidiéndole levantarse como una madre atenta que evita que su hijo enfermo salga de la cama, acomodándole y besando su frente con el mismo mimo, evocando en él la resonancia de todos aquellos momentos que podrían haber sido si su madre no se hubiera separado de su padre al nacer Garn. Si no hubiera caído bajo la influencia del demonio del Mundo Oscuro. Momentos que jamás experimentó, emociones y sensaciones cálidas que despertaron en él sentimientos de nostalgia y anhelo.
"Singularity", escuchó una vez más en su mente, como si fuera el eco de una certeza largo tiempo aprehendida, como si su corazón la hubiera conocido desde siempre aunque fuera la primera vez que la veía.
- Singularity -repitió en un susurro, comprendiendo lo que la primera vez no había alcanzado a entender, la manera en la que aquella palabra la definía. Pero, antes de que pudiera salir de su estupor para hacer algo o tratar de impedírselo, ella había salido volando hacia el ardiente sol, apenas una mota de luz resplandeciente ante una gigantesca llamarada, sin amilanarse o vacilar lo más mínimo.
Y el sol la miró, intrigada ante su perfecta inocencia y serenidad.
-¿Qué quieres...de verdad....? -preguntó, y aquella simple y sencilla pregunta dejó estupefacta a la estrella, en especial cuando la galaxia se señaló a sí misma y se ofreció en lugar del atlante.
Un pequeño cosmos de estrellas se arremolinó entre sus manos para conformar la estilizada figura de una flor, trayendo al sol de Anuleous recuerdos largo tiempo olvidados de cuando el planeta que cobijaba en su seno aún era capaz de albergar vida, antes de que su implacable calor acabara con todo.
El sol no podía llorar, pero un zarcillo de llamas se extendió con delicadeza para acariciar la figura que la galaxia había moldeado.
- Yo... reconozco ésta forma -musitó, y las estrellas parecieron titilar en las profundidades cósmicas de sus ojos-. ¿Tú... estarías dispuesta a sacrificarte por él, por alguien a quien acabas de conocer? Oh... he vivido demasiado tiempo sola y aislada en el cosmos, olvidando el significado de la vida, del verdadero amor... No hay maldad en mí... pero sí egoísmo. No obstante ese egoísmo no me ciega ni me impide ver lo que le haría a Arión si se quedara conmigo, y tampoco quiero retenerte a ti en contra de tu voluntad. Márchate, criatura... -musitó con tristeza dándose media vuelta mientras retiraba de su rostro las extensiones ardientes que daban forma a su cabello-, y llévate contigo a tus amigos.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 4th Mayo 2018, 12:51
La tristeza se disipó del rostro de Singularity en el instante en el que el inmenso astro se calmó. Ella se acercó al rostro una vez más hasta que la flor cósmica perteneció a quien la estaba entregando. Asintió haciendo florecer su sonrisa de nuevo ante la pregunta cargada de confusión. Desvió la mirada al atlante un instante y luego de nuevo a ella. -No- dejó sonar antes de que el sol desviase el rostro sumido en soledad.
Tras cederle la flor, se acercó levitando, como llevada por una marea hasta estar a la misma línea de visión que la mujer cálida y sin perder la sonrisa se acercó a ella. -El universo duele. Y está frío- dijo con su aguda voz mientras iba reduciendo la distancia entre ambas siluetas femeninas. -Tú puedes hacerlo mejor- añadió mientras crecía levemente, para que la diferencia de tamaño no fuera tan notable. -Tú eres… vida- dijo transmitiendo todo cuanto su mensaje quería decir. Ella era portadora de calor en un mundo helado que mataba a los seres más hermosos en instantes gélidos. Su soledad estaba justificada, aunque no su rabia y su egoísmo. Pero ella estaba para acompañarla. Ella podría ir con ella cuando el aislamiento se hiciese especialmente difícil.
Finalmente apoyó la cabeza, frente con frente, cerrando los ojos sin cesar en el movimiento feliz de sus comisuras. -Entiendo y duele- terminó con una sentencia de empatía respecto al dolor que se siente al estar en completo abandono en medio del universo. Era una sensación que la galaxia conocía muy bien… Había estado un tiempo incontable abrazada a sus propias rodillas en ningún sitio. Sin una caricia, sin nadie más, sin una voz que la sacase de la eternidad. -Vendré a verte- Desvió la mirada de nuevo hacia sus amigos - Promesa- dijo despidiéndose dejando un beso sobre el puente de la nariz brillante, haciendo resonar su nombre por última vez.
Descendió junto con el hombre exhausto y los amigos. Pudo ver cómo en el interior de la nave los cuerpos volvían a convertirse en bípedos conscientes. Abrieron la cápsula de la Milano -¿Estáis todos bien?- Preguntó Gamora llevándose una mano a la cabeza con el ceño fruncido. La mujer azul se giró sonriendo y la hija de Thanos alzó el pulgar -Iremos a tomar algo y a reponer fuerzas… Tú encárgate de él- Dijo la mujer antes de cerrar la puerta del transporte, tomando asiento.
-¿Dónde?- pregunta mirando al castaño aguardando a la respuesta mientras frente a ellos se formaba un portal blanco y brillante como la luna que tenía un reborde azul similar al de la criatura que permanecía sonriente frente al hechicero. Asintió a su orden y le recogió por los hombros, levitando bajo el suelo para llevarle hasta el portal con facilidad. Al otro lado ya se podía ver una de las salas de la mansión donde el mago residía en Francia. La pequeña no tuvo tiempo de fijarse en las particularidades de la mansión. Sólo le miraba a él. -¿Duele…?- dijo mirándole a los ojos con una caricia de preocupación en su pecho, deslizando las yemas sobre su gema y en los rebordes de su piel. El portal se cerró detrás de ellos y sin despegar la vista de él, colocó un mechón de pelo tras su oreja.
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Tema: Re: Muerte del Sol (Star-Lord, Singularity) [13-09-2018] 5th Mayo 2018, 00:56
- El universo duele. Y está frío. Tú puedes hacerlo mejor. Tú eres… vida
La expresión del astro se tiñó de tristeza ante las palabras de la galaxia.
- El calor que encarno puede significar vida... pero también muerte -explicó-. Hace mucho tiempo que Anuleous pereció a causa de mi calor, cuando su órbita gravitacional lo empujó demasiado cerca de mí. Las criaturas y plantas que poblaban su superficie no pudieron soportarlo... He estado sola desde entonces -extendió una mano sobre la que danzaban zarcillos de fuego-. Nada puede acercarse lo suficiente a mí sin morir abrasado, es mi maldición. En mi locura he estado a punto de condenar a ése destino a tus amigos... lo siento -su mirada de estrellas se giró para contemplar a Arión, que observaba la escena desde la nave, atónito-. Su padre lo confió a mi cuidado hace milenios. Su envoltura carnal había perecido pero su esencia seguía viva y se nutría de mi energía cósmica. Lo tuve conmigo... durante 100.000 años. No era más que energía condensada apenas consciente, pero yo le sentía, como una madre es capaz de sentir a su hijo no nato palpitando en su vientre. Su compañía me aportaba calor... el único calor que he conocido desde entonces. Hasta que su padre me lo arrebató de nuevo para devolverlo a la Tierra y yo me quedé sola otra vez... La locura me embargó al verle, pues sé que es uno de los pocos seres del universo que podrían sobrevivir a mi lado. Añoraba su compañía y su presencia, pero él no guarda recuerdos de mí. Para él... no soy su madre -concluyó con pesar.
Singularity unió entonces su frente con la suya, el único contacto que la desesperada estrella había tenido en eones.
- Entiendo y duele. Vendré a verte-prometió.
- ¿De verdad? -se sorprendió ella-. ¿Harías eso por mí?
- Promesa -asintió la galaxia depositando un beso en la punta ardiente de su nariz.
De no ser porque sabía que era imposible, Arión habría jurado que el sol lloraba cuando Singularity regresó a la nave...
¿De qué otra manera se podían definir las estrellas que refulgían de repente en sus ojos?