Conflictos en Hell's kitchen (Deadpool, Matt Murdock, Arturo Lizárraga) [11/09/2018]

Deadpool-Sama me dijo que me fuera preparando para ir a mi brutal entrenamiento, remarcando lo brutal, al escuchar tales palabras esperaba que volviera pronto a Japón, sin embargo no he sabido nada de el por 3 semanas las cuales fueron aburridas a excepción de mi encuentro con la linda chica de ojos hipnóticos, durante este tiempo seguí su consejo y preparé unas cosas, en una maleta pequeña y vieja eché la mayor cantidad de ropa de Sayumi y saqué la caja donde había encontrado mis armas hace mucho tiempo, para transportarlas hasta nuestro destino más fácilmente.

Era temprano y yo y Sayumi veíamos la televisión, ella tenía el control en sus manos, yo rodeaba su cuello con mi brazo teniendo mi mano en su hombrito.

-Sayumi -dice desviando la vista de la televisión para verle a ella- ¿no te molesta ni siquiera un poco el que nos vayamos a mudar?

-mirando la televisión- no papi Daika.

-Hmm... ¿Ni siquiera un poquitito? -se pone frente a ella, guiñando el ojo derecho y juntando sus dedos índice y pulgar-

-lo mira por unos segundos- no papi, yo soy feliz en donde sea -sonríe separando sus labios mientras cierra sus ojos-

No es mi hija biológica así que no puedo hacerle comentarios como "Eres igual de hermosa que tu madre" o "tienes los ojos de tu padre" así que intento pensar un poco.

Sayumi ¿qué es lo más tierno y lindo en este mundo?

-infla sus cachetes y abre bien sus ojos- Mmm... -desinfla sus cachetes- ¡ya lo sé! las galletitas en forma de dinosaurio -vuelve a sonreír pero esta vez solamente entrecerrando sus ojos-

-¿Enserio? -enchueca la boca y mira hacia arriba- entonces tu eres una galletita en forma de dinosaurio -comienza a hacerle cosquillas en su estomago-

Su tierna risa invade la casa y yo continúo con las cosquillas en su panzita, quizás no tenga una familia, pero esta niña “Mi hija” llena muchos de esos lugares vacíos dentro de mí.

Espero que Deadpool-Sama no demore más tiempo, siento una sensación que hace mucho no sentía, ese cosquilleo en mi estomago, esa emoción, esa adrenalina pero tengo que ser paciente.

-para de hacerle cosquillas- ¿tienes hambre? Prepararé algo de comer.

-agitada con sus manos en su panza- ¡sí!

Me dirijo a la cocina en busca de los utensilios para preparar unos deliciosos tamagoyakis, pero entonces, entonces soy interrumpido.

(dejo una imagen de unos tamagoyakis... http://prntscr.com/b96mfd)

Camino por las calles de Japón, en busca de cumplir con la promesa hecha hace ya 3 semanas atrás; quizás me haya demorado un poco en hacer honor a mi palabra, pero no os podéis ni imaginar la de cosas que me han pasado durante ese tiempo. Aunque bueno, creo que mi aspecto lo dice todo.



Vestido con lo que fue, antes de ser impactado por un cañón de energía alienígena, el disfraz de la mascota de un equipo de baseball, me dirijo hasta la casa de mi futuro pupilo. No tardo demasiado en llegar hasta allí; donde, asomándome desde la cocina, consigo encontrarme frente a frente con él.

- He vuelto para comenzar nuestro entrenamiento, mi jovencisimo Padawan...¡No hay tiempo para explicaciones; recoge tus cosas, que nos largamos!


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Aeropuerto de Tokio
11 de Septiembre de 2018
10:00 A.M.

- Lo siento, señor Wilson...Pero no puede subir al avión vestido así...

- ¿Que clase de empresa le impide a un hombre viajar vestido con su uniforme de trabajo?

- Pero...Es que...Señor Wilson...Ni siquiera es capaz de atravesar el arco detector de metales...

Entre refunfuños, me deshice del aparatoso traje; embarcando finalmente, los tres, destino a New York. Para el largo viaje, compré cuatro asientos: Dos para el joven Daika y su hija, y dos para mi; me gusta disfrutar de la libertad de estar sentado solo en un avión.

Martes once, no sabía porque pero desde la mañana tuvo un raro presentimiento.... como si de repente algo no funcionara bien.

Primero despertó al lado de una cómoda compañía, claro la chica en cuestión sabía que aquello no sería algo duradero, después de todo lo que hizo que ella se quedase ahí solo fue cuestión  del alcohol elevado y la pasión, aunque pareciera que en la mañana no entendiera que DEBÍA irse, los abrazos y sus besos eran... realmente hostigosos además que daban pena tener que escabullirse e insistir le que se fuera.

Una vez que se fue, pensó en hacerse un par de huevos revueltos pero oh, ¡sorpresa!, no había gas, maldijo por debajo, pues no había comprado nada de fruta, solo podía hacerse un simple café cargado e irse al trabajo. El camino fue "calmado" claro, ignorando el hecho que un hombre, gordo devoraba unas papas fritas mientras bufaba por la falta de actividad física, a lo mucho le quedaban cinco años con ese corazón, negó con la cabeza y siguió su camino, dos cuadras después una cloaca destapada inundaba su olfato con un olor fétido, realmente horrible, incluso admiraba a los hombres que se atrevían a entra para limpiarla, asi fue su trayecto al trabajo.

Al llegar gritos, susurros, sudor, la gente yendo de un lado a otro mareando le a un mas de lo que estaba, una charla con su socio sobre las cuentas, los clientes pendientes y los nuevos antes de ir a su despacho solo para tumbarse en el sofá con hambre, su estomago gruñia levemente. Solo cinco minutos después se le ocurrió algo... sería atrevido pero, tenía demasiada hambre y no quería andar por ahí como Matt Murdock, por lo que, le dejó una nota a su socio y se dispuso a salir como Daredevil.

- ¿no tienen galletitas de dinosaurio? -dice el joven caucásico con su semblante neutro como siempre-

Mi pequeña Sayumi quería galletitas de dinosaurio, era mi deber pedirlas. Hace un rato que volábamos ya hacía Nueva york, creo es la primera vez que visitaré el país donde fui creado, de donde provienen mis rasgos físicos, podría decirse que  mi segundo hogar, no me incómoda ir ahí ni estoy nervioso ya que el idioma lo conozco a la perfección. Hace unas horas si estaba nervioso, pues creí que tendríamos problemas a la hora de pasar por el detector de metales, creí que revisarían mi "equipaje" viendo mis armas, aunque tras pensarlo unos minutos Deadpool llevaba su traje puesto, bueno, llevaba dos pero se dejó el que traía puesto al conocerlo, era claro que tenía todo eso previsto. Oh era suerte.

Subimos sin problemas al avión, me senté con sayumi y Deadpool al otro lado acaparando dos asientos los cuales pagó ¿ven? él es honrado, relativamente.

- Gracias -toma la bolsa llena de galletas y la pasa a Sayumi- Toma pequeña -le despeina un poco-

- Gracias papi Daika -con una sonrisa bien marcada en el rostro abre el paquete-

El vuelo fue tranquilo, no hubo ninguna clase de contratiempo, además volteaba a ver a Deadpool frecuentemente y él me transmitía seguridad, saludándome de forma peculiar, alzaba la mano y dejaba caer sus dedos desde el meñique hasta el índice como si acariciara la cabeza de un animal, con las cejas alzadas por igual, eso lo noté al ver la máscara moverse de la parte superior. Finalmente el avión toco tierra, salimos tranquilos, Deadpool por delante yo y Sayumi tardamos un poco más en salir, abriéndonos paso entre los demás pasajeros logramos llegar ah la salida después de unos cuantos minutos. Ahí esperaba un auto estando Deadpool junto a él, al acercarnos el se alejó del vehículo, entonces alguien dentro del auto me dirigió la palabra, sinceramente en el momento no distinguí si era hombre o mujer.

- Señor spaghetti yo llevaré ah la niña a su hospedaje, el señor Wilson quiere hablar con usted

Sin dudar abrí la puerta trasera dejé el equipaje ahí y dejé entrar ah Sayumi.

- te cuidaran, pórtate bien, volveré en poco -besa su frente-

Ella asintió con la cabeza cerrando la puerta, caminé hacía Wade tranquilo con mi caja metálica en manos, pensé muchas cosas en el corto trayecto “¿Deadpool se llama Wilson? ¿Tiene personal? ¿Qué me querrá decir?” pero tenía que ser paciente, llegué hasta él y en total silencio solo le observé con seriedad, esperando ah que hablara.

Tras un largo pero reconfortante vuelo, con alguna que otra broma relacionada con el malo de James Bond, por fin aterrizamos en el aeropuerto de Nueva York; donde con paso tranquilo pero sin detenernos nos encaminamos hacia la salida, conmigo encabezando la marcha. Una vez fuera del gigantesco edificio, frente a la puerta, nos espera un pequeño auto; mientras yo compruebo mi agenda de "cosas por hacer", mi acompañante y su pequeña se acerca hasta este.

En su interior, el siempre servicial Bob le explica a mi futuro aprendiz que él se encargará de llevar a ¿Sayumi? Sí, creo que es así como se llama. Bueno, el caso es que el ex-agente de hidra llevará a la niña hasta nuestra guarida secreta; así nosotros podremos encargarnos de nuestra misión sin problema.

Una vez el coche se marcha, el moreno se acerca a mi en silencio; seguramente esperando a que yo emprenda la conversación.

- Bueno, bueno...Es hora de empezar con tu entrenamiento, mi pequeño compañero con nombre de cóctel - le digo, dando una breve palmada y frotando seguidamente mis manos; ansioso por comenzar - Y puesto que mi objetivo es prepararte para "la calle", no veo mejor forma para iniciarlo que con una misión de verdad...Al fin y al cabo, no hay mejor entrenamiento que este - continúo, mientras saco de entre mis bolsillos una pequeña foto impresa y se la entrego al joven - Este tipo es Vittorio Antonio Scaletta, hijo de un famoso capo de la mafia italoamericana...Ahora que papi ha muerto, el maneja el "cotarro" - le explico mientras el joven observa dicha foto, viendo así el rostro de nuestro objetivo - En su día trabajo junto a los Yakuza, e incluso ha hecho negocios con Kingpin...Ahora ha decido llevar sus turbios negocios un poco más allá - comento mientras echo mano nuevamente a mis bolsillos, para sacar esta vez un par de fotos impresas; todas ellas en su mayoría de indigentes y gente de la calle que apenas tiene donde cobijarse al anochecer - Tráfico de personas

Tras estas palabras, me detengo unos segundos; esperando la reacción del chico, ante tanta información.

- Esta noche, llevará a cabo un "intercambio" en uno de los almacenes de Hell's Kitchen...Y ahí será donde comience la fiesta - digo con una marcada sonrisa bajo la máscara

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Entrada la noche

Acompañado de mi padawan, me adentro silenciosamente en el interior de la nave; donde nuestro objetivo y sus hombres ya están esperando a su próximo cliente. Le hago una señal a Daika para que mantenga silencio, mientras nos movemos por la parte más alta del depósito; vigilando al grupo de delincuentes desde nuestra posición.

Tras acomodarnos en una zona donde no ser vistos y a la vez tener facilidad para intervenir en el momento deseado, el comprador de nuestro "amigo" hace por fin su aparición. Se trata de un hombre de rasgos asiáticos, perfectamente trajeado, acompañado de un par más de aspecto similar aunque de un aspecto físico mucho más imponente; quizás se traten de la Yakuza o alguna otra mafia asiática de por aquí.

Voz de la mente de Wade Nº 1 escribió:

Realmente no conocemos a ni una sola sociedad criminal oriental aparte de los Yakuza

Voz de la mente de Wade Nº 2 escribió:

Y aunque así fuera, ni siquiera las diferenciaríamos entre sí; prácticamente solo los nipones se dedican a esto...Los chinos solo se dedican a abrir tiendas y robarnos el trabajo

Voz de la mente de Wade Nº 1 escribió:

Eso fue racista y ofensivo, a partes iguales

Voz de la mente de Wade Nº 2 escribió:

Lo sé. Soy encantador

Una vez llegado el susodicho, le doy una señal a Daika y nos abalanzamos sobre el grupo de uniformados individuos; al menos tres de ellos caen al suelo muertos antes de que tan siquiera alguno de ellos pueda gritar, o tan siquiera de entender que es lo que está pasando. Así, comienza un escándalos tiroteo entre todos los presentes.

Uno de los miembros del grupo asiático saca una afilada katana, lo que me hace guardar mis armas de fuego y desenfundar las mías. Sin duda la cosa se va a poner divertida.

La mayor parte de la tarde, Matt con el traje escarlata del conocido vigilante se la había pasado vagando de un lado a otro, Foggy (como habría de esperarse) había llamado preguntándole por su localización a lo que respondió con un "Estoy en una misión" y colgó.

Se sentía estresado, enfadado hasta herido, tal vez porque aún no superaba del todo lo que pasó con aquella chica en Mayo, ¿cuantos meses habrán pasado ya?, ¿dos?, no lo sabía pero ciertamente extrañaba su explosiva personalidad, aunque claro, ambos habían acordado dejarlo por el bien de los dos, si, era alguien extraño el se daba cuenta de ello.

Mientras se columpiaba por los techos de los edificios, algo había captado su atención... una voz conocida con un susurro que indicaba que algo se traía entre manos. Se hacia llamar Turk, un hombre que ya tenía un "buen" historial, desde robo hasta complicidad, había estado trabajando con King Pig una temporada, claro, hasta que supo que era un idiota y terminaba soltando la sopa de todo, pero por alguna razón (y para su mala suerte) siempre sabía que nuevos movimientos se habían en Hell´s Kitchen. Se dedicó a detenerse sobre el y sus compinches para escucharles, a su parecer hablaban de un cargamento de un japones....

Ya te digo tío, que es un japones, si lo reconozco con facilidad, el muy bastardo trabajaba con el KingPig, ¡Incluso una vez me estuvo mandando a hacer sus encargos!- habló pretencioso, por lo que con una sonrisa en los labios, fue bajando, cuidando de no hacer ruido alguno, ni ser visto -Les diré que el muy tonto tiene un buen negocio, trata de blancas- frunció el ceño, eso no le gustaba pero a Turk y sus amigos si -¿Que tal si hablamos con el para formar parte del negocio?, como en los viejos tiempos- entonces hizo acto de presencia tras de el -¿Como cuando Daredevil te golpeaba hasta que llorabas?- habló ronco, los dos tipejos de adelante no se lo pensaron y huyeron -¿Que dices chaval?, el jamás me ha tocado un pelo, es un cobarde es un...- colocó ambas manos en sus hombros tomándole con fuerza y le levantó por encima del hombro para lanzarle contra una pila de basura -Ahora, chico, ¿quieres charlar?- comentó acercándose amenazador.

Minutos después de un liviano interrogatorio donde Turk lloriqueaba y el hacía acopio de la fuerza bruta para sacarle información, al parecer habría un intercambio, por parte de aquel tipo de nombre "Vittorio", no sabia mucho de el, pero el que haya trabajado con KingPig le hacia alguien de cuidado, por lo que no dudo en irse directamente a donde se haría dicho intercambio, después de todo el día comenzaba a menguar, y el frio de la noche le golpeaba la nuca imponiendo su turno.

Sin embargo, cayó en cuenta en algo, si había un intercambio, habría muchas personas, no creía poder solo, pues ultimada mente no estaba muy bien del todo, una herida en su costado le impedía moverse tan rápido como debía -Mierda- murmuró sacando el celular, no quería apoyo, sin embargo admitía que no podría con tal carga, por lo que marcó un numero, uno reciente de un chico que se hacia llamar "Razor", era un mutante a su parecer, pues tenia un dominio del fuego similar a un x-men. Entonces, marcó, primero fue un sonido de espera, pasó al segundo y al tercero contestaron -¿Razor?- habló con seriedad deteniendo su recorrido por un momento -Necesito de tu ayuda, claro si es que no estás ocupado, al parecer habrá un intercambio entre organizaciones, el cabecilla es un tal Vittorio, un ex aliado de KingPig- explicó asegurándose de que nadie le escuchase -Te espero en los muelles, en cuanto llegues iré hacia a ti, no hagas nada hasta que llegue y planeemos algo, ¿de acuerdo?- terminó y colgó, aquello no le daba buena espina, y no por Razor, si no porque algo no andaba bien, pero dejó de lado aquellas dudas y se dirigió a los muelles.

Mucha gente no entiende mi nombre, sin embargo yo si lo entiendo, mis padres no precisamente comían mariscos cuando lo pensaban, pero no me sorprende de Deadpool, su sentido del humor, hacer bromas, juguetear, siento que son como un droga para él, sin ellas podría morir o no ser el mismo. Sigue hablando diciéndome que aquí comienza mi brutal entrenamiento remarcando lo brutal, un mafioso por nombre Vittorio Antonio Scaletta será nuestro objetivo, hell's Kitchen será nuestro paradero, tráfico de personas lo que evitaremos. Siento odio y tristeza a la vez, odio porque esa gente saca provecho de otra menos afortunada y tristeza porque ellos no pueden hacer absolutamente nada, espera, si pueden hacer algo… ¡esperar nuestra ayuda!

Escuché cada palabra proveniente de Deadpool, incluso cuando hizo una pausa me mantuve en silencio, cuando finalmente termino muy sonriente decidí hablar.

- así que mafiosos, está bien, vayamos -se apoya sobre una rodilla en el suelo, abriendo la caja de metal- solo una pregunta ¿iremos a pie?

No tenía mucho que decir más que me parecía perfecto, tras ponerme mis casco y al frente de este mi máscara tome mis espadas colocándolas donde siempre al igual que mis nekotes, estaba preparado y para mi desgracia teníamos que ir a pie, era de noche y ver a través de estas cosas se me dificulta, aún así le mantuve el paso hasta que llegamos a los muelles, había gran variedad de almacenes pero Deadpool sabía perfectamente cuál era el indicado, nos escabullimos hasta ellos en completo silencio, él por medio de señal me indicaba que hacer, la primera fue que no hiciera ruido, eso no se me dificultó, no era la primera vez que me mantenía en silencio. Entonces de la nada entra un grupo de uniformados, estos con rasgos asiáticos bien definidos, guak, sinceramente la gente así se me hace extraña, las únicas personas japonesas que me parecen hermosas son mi pequeña y mi amiga Tomoko, ¿qué?, solo me parecen extrañas, no digo que sean horrendas.

Cuando están cerca el maestro me lanza una señal, dictándome la orden de atacar y así hago, en una prontitud 3 hombres caen pero en una prontitud todos los del lugar disparan a discreción, intento mantener la calma e identificar las posiciones de los que disparan, primero analizo si no hay nadie por arriba, parece estar limpio, entonces veo a Deadpool desenvainar sus katanas, tal parece que tendrá un combate cuerpo a cuerpo con el único tipo que empuña una espada, unos mafiosos se acercan a mí, ellos no saben de mis nekotes así que tras ponérmelos corro hacía ellos antes de que abran fuego les doy ataques rápidos y violentos, cegados por el dolor los dejo en el suelo con patadas y puñetazos en diversas partes de su cuerpo, todo va bien hasta que una bala rosa por detrás de mi casco haciéndome entrar en pánico, ya antes había enfrentado a tipos con armas de fuego pero eran simples tipos que no sabían siquiera como sacarlas de sus fundas, alarmado busco refugio esperando a que Deadpool se deshaga de los demás, quizás le decepcione mi cobardía pero no pienso perder mi vida, además si no lo hace me veré forzado a deshacerme de ellos yo mismo.

(User de Wade, si algo está mal dínoslo por Mp para editar, tengo la idea de que nos equivocamos xD, si no es así responde el tema.)

El susodicho lanza un tajo con su espada, que fácilmente desvío con la mía; iniciando así un intercambio de golpes, propio de un shonen de samuráis. Mientras tanto, por otro lado, mi acompañante se encarga de un grupo bastante numeroso de mafiosos; haciendo uso de su particular estilo de combate, el cual tiene un cierto parecido al de mi viejo amigo Logan.

Sin embargo, la cosa parece complicarsele cuando algunos de estos, tomando algo de distancia, consiguen apuntar sus armas de fuego contra él; haciendo que el moreno se resguarde, en busca de cobertura. A veces se me olvida de que no todo el mundo es a prueba de balas.

Así que decido echarle una mano a mi pupilo, y lanzo una de las katanas en dirección a los tipos; haciendo que se clave en el cráneo de uno de ellos. Luego, aprovechando la confusión del resto, desenfundo mi pistola y les meto un par de tiros al resto; sin embargo, antes de que pueda acabar con el último de ellos, el de la espada vuelve nuevamente a por mi y tengo que centrarme de nuevo en mi combate.

- ¡TE QUEDA UNO, CHICO! ¡NO ME DECEPCIONES! - grito en voz alta para que pueda escucharme

- Tu amigo va a acabar muerto...igual que tú - me dice mi enemigo, en un perfecto japonés

- Así que si eras Japonés, ¿eh?...Lo sabía - le contesto en su mismo idioma

Entonces le apunto con el arma a la cara, pero este logra moverse antes de que le dispare; lanzándome luego un tajo a la mano, contándomela.

- NOOOOOOOOOOOO - grito en voz alta, viendo a mi mano caer al suelo; aun sujetando la pistola - Me has hecho la de Jaime Lannister

El japonés ríe satisfecho ante tan aparente favorable situación para él, mientras yo por mi parte decido atacarle rápidamente con la katana; sin embargo, este logra desviarla a tiempo y me clava la suya en el pecho. Por suerte para mi, el tipo no parece conocer mi aversión por morirme y parece confiado en que la batalla ya la tiene ganada; lo cual aprovecho sin pensarlo para clavarle yo la mía a él.

Acto seguido, el tipo, cae al suelo empalado por mi arma; y con un marcado, y eterno, gesto de incomprensión.Yo, por mi parte, me encamino tranquilamente hacia mi mano para recogerla; con el arma aún atravesando mi pecho.

- ¿Donde estas, Vito? - pregunto en voz alta, mientras agarro mi mano del suelo - No te escondas...Solo quiero echarte una mano

El diablo, ya se encontraba en los muelles solo para encontrarse una situación muy tensa, estando a unas cuantas cuadras del lugar se podían escuchar disparos, así como percibía la muerte de muchos hombres. Con expresión iracundo comenzó a buscar a Razor, estaba tenso, pues prácticamente no había nadie, bueno, solo uno que ahora corría perseguido por alguien; el perseguidor era joven pero no tenia idea de quién era, solo el bastardo que lo acompañaba... Deadpool, un mercenario sin escrúpulos y con una lengua que no paraba jamás de decir estupideces.

Entonces le encontró, a Razor, que parecía calmado ante toda la situación,no hubo tiempo de saludar solo de dar un plan rápido -Demonios Razor, se nos ha adelantado un idiota, y no cualquiera, rápido, solo frenaremos su plan, sígueme- dijo corriendo sobre los contenedores para acercarse a la escena que ya en su mente tenia una idea, el sabor cobrizo de la sangre y su olor inundaban sus sentidos, asi como detectaba la pólvora y algunas armas como katanas navajas etc. -Detén a ese tipo- señaló a Deadpool que caminaba con una de sus manos suelta -Yo iré por el único sobre viviente, no lo subestimes, es bueno peleando- advirtió antes de perderse entre las sombras, la adrenalina invadía su cuerpo con rapidez, solo para ayudarle a alcanzar aquella persecución y dar fin a esa estúpida matanza.

He enfrentado a pocos seres con una capacidad regenerativa tan desarrollado como el que acabo de presenciar, al parecer podré hacerle algo de daño sin descuidar la tregua.

Para Deadpool:

Mis pies se apoyaban en el suelo con firmeza, recargando mi espalda en un conjunto gran de cajas, estas pesadas, me ocultaba de los mafiosos, quienes casi metían una bala en mi cabeza, me sentía realmente asustado pues no quería morir, no quería dejar a Sayumi sola nuevamente, pero al mismo tiempo me sentía enojado conmigo mismo, porque pensaba que decepcionaría a mi nuevo maestro en la primera sesión de entrenamiento, sin embargo fui sorprendido al escuchar disparos seguidos del sonido de cuerpos cayendo al suelo, estaba confuso hasta escuchar una voz hablarme diciendo: "-TE QUEDA UNO,CHICO.NO ME DECEPCIONES". Era Deadpool quien me hablaba, asomé la cabeza observando a un mafioso aún de pie, asustado por presenciar la muerte de sus compañeros, era mi oportunidad de demostrar que no soy un cobarde, así que de  un salto con ayuda de mis manos brinqué por encima de las cajas, quedando algo lejos del uniformado, corrí hacía él velozmente viendo como cargaba su arma desesperadamente, cuando esta cargó su rostro parecía iluminarse con una enorme sonrisa, diciendo "estás muerto" pero antes de que lograra jalar el gatillo me barrí en el suelo cual futbolista buscando robar el balón, en mi caso "cometer falta", la bala salió pero no llegó a su objetivo, mis pies finalmente chocaron en sus tibias obligándole a caer con el rostro al suelo, me acerqué a él gateando, tomé su hombro y lo puse boca arriba, subí mis rodillas en sus piernas y dije.

- no lo haré -formando puños con sus manos-

Dando inicio así a una serie de fuertes y certeros puñetazos, impactaba su rostro vez tras vez, cada vez con más fiereza, mi mente me repetía una sola cosa "no decepciones a Deadpool, no puedes" sin darme cuenta de que me excedía con los golpes, podía verle la cara con la luz de la luna que entraba por la gran puerta del depósito, el japonés estaba inconsciente ya no mostraba ningún gesto pero no podía parar, sentí una sensación extraña dentro de mí por primera vez, el mundo a mi alrededor no existía, solo escuchaba el sonido de mis puños estrellándosele en la cara, me sentía realmente fuerte, un calor envolvía mi cuerpo, se sentía fantástico. Entonces fui interrumpido.

Jadeaba con fuerza, mí aliento chocaba en el interior de mi casco, sudaba pero en verdad no sentía el sudor, estaba en una clase de trance destrozando el rostro del tipo, quería finalizar con un fuerte golpe en el centro de su cara así que alcé el brazo izquierdo lo mas que pude, dejándolo ir con todas mis fuerzas. Ese calor, ese silencio, esa “fuerza sobre humana” de pronto se esfumaron, al sentir como mi puño se desviaba y estrellaba en mi brazo derecho, cuando este hacia su recorrido fruncí el ceño y  abrí la boca soltando un grito desgarrador, el impacto lo sentí perfectamente, sentí como mis huesos crujieron dentro, como un frio se hacía presente en parte de mi muñeca y parte de mi mano, siendo más especifico en la palma, la mano se desplomo hasta el abdomen del mafioso, la observe por un momento con mis ojos ya llorosos y soltando gritos repentinos, por otro lado el objeto que me hizo el daño aun daba brincos en el suelo hasta quedar quieto, nuevamente intente mover la mano pero con un dolor tan insoportable prefería no hacerlo.

De pronto escuche a alguien caer a mi lado, giré la cabeza lentamente viento algo aterrador, un tipo vestido de rojo recogía el palo rojo con blanco, poco a poco se enderezaba mostrando dos “D” enlazadas en su pecho, un físico que reflejaba un ejercicio intensivo, era intimidante, tanto que mientras él se erguía yo me encorvaba y eso no era lo peor, lo peor era su rostro, los labios los mantenía inmóviles de momento, sus ojos y los cuernos, en aquel momento no imaginé que fuera una representación casi perfecta del Diablo, solo quería ponerme de pie y correr, era algo desconocido y no me sentía para nada seguro frente a él, aunque de pronto pensé en mi cobardía anterior, no podía hacer lo mismo, viendo su rostro me decidí a no huir de él aunque… mi mano llegaría a ser un problema.

- -¿¡Q-QUIIIEN EREES!? –dice jadeando entre dientes, manteniendo su mano izquierda quieta mientras con la otra aprieta su antebrazo-

Spoiler:

OFF: Siento la demora, andaba un poco ocupado

Sujetando mi mano en alto, como si de un auténtica y peligrosa arma se tratase, cuando soy sorprendido por una leve explosión ígnea a un par de centímetros de mi. Al girar mi vista hacia el lugar del que proviene, me encuentro con un joven de pelo gris y un parche tapando uno de sus ojos; armado con una katana, que sujeta con firmeza.

El extraño personaje responde a mi pregunta haciendo lo que parece tratarse de una broma ¿Es que ahora todos se creen capaces de hacer chistes en mitad de una matanza? Diablos, él de los chistes soy yo; ni que estuviésemos en una película de Marvel Studios.

- ¿Eres tú, Nick? Estas más joven y viejo al mismo tiempo - comento, algo confuso, mientras me coloco de nuevo la mano en su sitio y me saco la espada del pecho - Además, ¿No eras ahora negro? No espera...Ese era tu hijo, ¿No? - continúo parloteando; tirando el arma al suelo, y acercándome hasta el cadáver de mi ahora muerto enemigo - Esto del multiverso es tan...complejo - digo; colocando mi pie sobre el cuerpo y usándolo de apoyo para sacar mi katana, cual Arturo sacando La Excálibur de la Gran Roca - Suerte que con esto de la colisión, ya no tendremos que preocuparnos por esas cosas - manifiesto en voz alta; mientras guardo mi arma en la funda de mi espalda, y recojo mi otra arma del suelo para hacer lo mismo - Bueno, ¿Me vas a decir donde está Tu Jefe, o voy a tener que dejarte ciego del todo? - le pregunto, encogiéndome de hombros; algo molesto por la aparición del tuerto


OFF: Como tú quieras. Si quieres lo hacemos por dados, y así lo dejamos un poco al azar

El pulso del chico estaba cerca, sus piernas se movían con la rapidez y el sigilo que se le caracterizaba, su respiración comenzaba a agitarse un poco debido a la adrenalina que invadía su cuerpo, los músculos se tensaban ante cada salto, cada voltereta que daba y cada deslizamiento, acercándose poco a poco al objetivo, al pobre hombre no le quedaba mucho, debido los golpes que le propinaban. A unos escasos metros de ambas personas, tomó de su bastón que siempre mantenía en su pierna izquierda, sus dedos sintieron la textura de este preparándose para su movida, lamió sus labios manteniendo la calma que en ese momento no tenía, si no actuaba rápido le desfiguraría el rostro por lo que, aspiró aire, lo sostuvo en su pecho y lanzó el bastón directo al puño del agresor; entonces todo se detuvo, el aire lo saco poco a poco como si fuese una película en cámara lenta, el puño del joven se desviaba golpeando el otro brazo haciendo que de el brotase un grito desgarrador, los tintineos de su bastón golpeando suavemente el pavimento y los huesos fracturados se unían, como una canción.

Ladeó el rostro para escuchar con mayor atención su mano, se había pasado, pudo abrir la boca o expresar preocupación, pero no lo hizo, en cambio bajo de sus escondite entre las sombras, este se dió cuenta de su presencia y ante el se fue jorobando mientras el héroe se erguía orgulloso mostrando aquel emblema que año tras año se hacia de una fama entre aquellos lares. Su expresión tensa dejaba mucho que pensar, siempre era asi, serio, inexpresivo, la intimidación la había perfeccionado con el tiempo asi como sus métodos y su insensibilidad ante los daños fuertes que le podría causar a los enemigos.

Caminó hasta su bastón, mas su rostro no dejaba de estar en la dirección del chico, se agachó un poco, solo para tomar de aquello que había roto la joven mano, la colocó en su lugar y volvió a levantarse, caminó cuidadoso y a pesar que ya había preguntado por su nombre no se molestó en responderle; no fue, si no hasta que se acercó después de un minuto en silencio, donde el pulso ajeno estaba errático ante el miedo, su sudor, la respiración, todo aquello que conocía, un miedo puro que pocas veces se topaba, le tomó del casco pareciendo le extraño pero no dijo nada, su ceño se frunció, y la voz ronca del héroe hizo acto de presencia -Soy el diablo que cuida esta ciudad, tu pesadilla de ahora en adelante si te vuelvo a ver por aquí, llámame Daredevil- le soltó con brusquedad, giró ante el hombre que estaba tirado, el rostro magullado de golpes, un respirar lento dificultoso, le había roto la nariz; Tomó del cuerpo con una sola mano, lo levantó colocándoselo en el hombro -Volveré por ti- volteó un poco para que este viese su rostro por ultima vez antes de desaparecer entre las sombras.

El miembro 'Arturo Lizarraga' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado de 10' : 4

Sentía que mi corazón explotaría en cualquier momento, mi mano derecha se aferraba a mi antebrazo izquierdo, no dejaba de juntar los dientes y apretar con toda mi fuerza, jadeos constantes empañaban el visor de mi casco y generaban un calor insoportable, el sudor cubría completamente mi rostro, estaba realmente aterrado ¿La razón? tal parece que su nombre es "Daredevil".

El enmascarado escarlata recogió su bastón, me tomó del casco y con una voz escalofriante se presentó, después de esto soltó el casco dándole un empujón bastante brusco, se me hizo imposible mantener el equilibrio en mis rodillas así que caí de costado un lado del mafioso a quien no hace mucho, casi asesinaba, un grito se escapó de mi boca cuando mi mano izquierda hizo contacto con el helado y polvoriento suelo, el dolor que sentía era realmente desesperante, quisiera simplemente retorcerme en el suelo y gritar, pero no puedo reflejar debilidad, menos en un lugar como este y mucho menos frente a el Diablo que cuida esta ciudad.

Seguía viéndole con atención, se me era complicado hacerlo en esa postura y con el visor nublado, en un movimiento rápido se subió al mafioso sobre el hombro  ¿Porqué le ayudaba? hace unos momentos ese sujeto quería matarme, además de estar involucrado en miles de delitos, no estoy de acuerdo con asesinar gente, pero... ¿Protegerlos de una golpiza? Es absurdo.

Para mi suerte va desapareciendo entre las sombras, sin embargo justo antes de desaparecer me dedica unas horribles palabras: "Volveré por ti".

- Maldición -susurra en japonés para él mismo- "Debo largarme antes de que cumpla su palabra, en caso de que sea confiable y no tengo tiempo ni ánimos de averiguarlo"

Intento ponerme de pie pero el dolor está allí, es una tortura lenta y muy dolorosa, apoyo mi mano diestra en el suelo, tras ejercer fuerza en mi brazo y ayudarme con las piernas consigo estar de pie nuevamente, claro todo este proceso tuvo sus alaridos. Camino un poco encorvado y manteniendo mí brazo vertical, logrando que no se mueva tanto y lógicamente evitando un dolor mayor e innecesario.

Me muevo con lentitud, observando mí alrededor, es difícil en el ambiente actual, hay poca luz en el lugar y mi equipamiento me es un tropiezo extra, Sin embargo trato te enfocarme en mi objetivo principal: Encontrar a Deadpool antes de sucumbir ante dolor. Finalmente admiro a mi maestro lo lejos tal parece que en un enfrentamiento, su oponente tiene una apariencia curiosa, con solo verlo puedo saber que tiene poder, al igual que Daredevil. Quizás sean aliados. Mi pregunta es ¿Porqué han venido por nosotros?

- Sensei -dice en voz baja- "Debería irme y dejárselos a Deadpool-sama" -mira su mano izquierda sintiendo el terrorífico dolor- "Pero solo no llegaré a ningún lado, además... ¿Podrá solo con ellos dos? Debo quedarme y ayudar" -traga saliva y el dolor sigue abofeteándole la cara- "Pero si interfiero, en estas condiciones lo más probable es que muera... no puedo permitirme morir. ¡No le fallaré a Sayumi!"

Mis músculos se tensaron, mi cuerpo estaba inmóvil, no sabía qué hacer, ambas acciones tendrían una consecuencia ¿Cual tendría una buena… y si ninguna la tuviera? comencé a sentirme solo, sin nadie que me dijera que hacer, abandonado como en los días que perdí a mis padres, tampoco sabía qué hacer...estas situaciones ¿Porqué siempre me los recuerdan? De mis ojos brotaron lágrimas, no podía contenerlas.

El sudor, el calor y las lagrimas me impulsaron a quitarme el casco, con gran molestia solo lo aventé contra el suelo y fue allí cuando mi cuerpo rígido al fin se movió, en un movimiento rápido me agache hacía el suelo tomando un arma de fuego, lo más seguro es que haya sido de un mafioso ya partido en pedazos, Si no podía interferir, pero tampoco huir quizás podría crear un daño al tipo de una manera más "segura".

- AAAAAAAAAAAAAH -Corre con el arma sobre la cabeza pero el cañón apuntando ligeramente hacía abajo, no puede evitar gritar pues al correr su brazo se sacude y estrella repetidas veces con su muslo, haciendo un gran esfuerzo brinca sobre una caja de metal no muy grande, saliendo por el aire, con los ojos cerrados, mostrando los dientes. Jala el gatillo-

El proyectil sale, el arma se resbala de mi mano y tuerce un poco mi hombro, al caer al suelo mis pies se deslizan un poco y termino aterrizando sobre mis rodillas, todo parecía bien, pero para mi desgracia, mi puntería no es lo suficientemente buena, aquel disparo va directo a deadpool, mi mente quedó en blanco,  totalmente vacía, solo cruzaba una pregunta por mi cabeza "¿Que he hecho?".

Actué impulsado por el miedo y el no saber qué hacer cometiendo un error grave, además el dolor se en mi muñeca se ha intensificado, no podré aguantar mucho más, voy a desmayarme.

El tuerto pelo de anciana comienza a responder a mis preguntas; aclarando que no se trata de otro de los esbirros del mafioso, sino que es uno de esos estúpidos justicieros que tanto abundan aquí. Y para colmo parece que viene acompañado; por uno de atuendo demoníaco y "visión excepcional".

- Así que el "cuernitos" está aquí - digo, en referencia al doble D, al oír las palabras del albino - Espero que no siga enfadado por lo de la última vez...Solo lo mandé a una trampa segura de la que por poco no sale con vida - continúo, en un tono divertido; como si se tratara de algo de lo más gracioso - Ya sabes, novatadas entre compis de curro

Entonces el tipo se abalanza a por mi, lo que hace que desenfunde nuevamente mis katanas; para, acto seguido, intentar detener sus tajos y, luego, apartarme hacia tratar de evitar ser impactado por su extraña técnica de convertirse en una peonza de fuego.

Tras esto, una bala impacta contra mí llamando mi atención; descubriendo que el origen de esta es mi aprendiz.

- ¿¡Que cojones haces Da...!? - grito en voz alta a mi compañero, deteniendo mis palabras al percatarme de su estado - ¡Mierda! - increpo enfundando mis armas de nuevo, y sacando mi pistola para apuntar al del parche - Me gustaría quedarme y terminar de partirte los huesos; pero he prometido llevar al peque al zoo, y mi ex-mujer me mataría si se lo devuelvo muerto - le digo a este, antes de vaciar mi arma sobre él

En total, cuatro proyectiles que se dirigen hacia él. Acto seguido, me lanzo en dirección al herido; con intención de cargarlo sobre mí, y largarme.

Off: El primer dado será la defensa contra tu ataque sorpresa, y el segundo mi ataque contra tí. De acertarme, las quemaduras reducirían considerable y momentáneamente mi escapada

El miembro 'Wade Wilson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Dado de 10' : 6

--------------------------------

#2 'Dado de 10' : 3

Off. a ver, tengo una severa duda, ¿Arturo y Wade saben de la identidad de Matt?, Damit :´v

On.

con el hombre sobre su hombro, gira levemente al escuchar el idoma del joven, un perfecto japonés, ¿porque no pudo darse cuenta que era asiatico?, su delgaducha complexión le delataba. su ceño se frunció-¿Eres japonés?- murmuró ronco, en un japones un poco torpe, no era un idioma desconocido para el, pero tampoco uno que dominaba al cien ¿Deadpool te ha traido desde japón?- esta vez, su tono iba subiendo de tono. Mientras tanto Arturo y Wade peleaban en una zona muy apartada de ellos, el chico estaba agitado y el dolor de su mano no lo mejoraba, después de todo, el tonto corría con esta colgada, moviéndose tan libre mente que en veces chocaba contra su pierna, el lanzaba un alarido de dolor y continuaba, no pudo evitar reir, era solo un tipo jugando a ser heroe, el mafioso que aún mantenía viviría, al menos había logrado salvarlo, con cuidado lo dejó recargado tras un contenedor, le quitó una parte de su pantalón y con esta le amarró las manos y pies asegurandose que no pudiese escapar en caso de despertar, ahora mismo debía ayudar a Arturo.

Y justó cuando creyó que no podría existir peor patiño que Turk, se dió cuenta que el chico se había ganado la medalla de oro en esa categoria, no solo por tomar un arma y tratar de hacer un disparo de la manera mas ridicula y tan falsa, si no dispararle al mismisimo Wade y después estar a nada de desmayarse -¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!- Una carcajada, estruendosa, ronca, se hizo presente en medio de ellos tres -¡Menudo compañero, Deadpool, se nota que sabes donde buscarlos bien- Y como era de esperarse, para una huida Disparó cuadro veces a Arturo, si bien el pudo haberlos evadido, pero su instinto fue mayor y se lanzó contra el, con uno de sus brazo lo empujó fuera del cuadro, dejandolos fuera de peligro, su mano derecha palpó una parte de su bastón, lanzandolo contra aquel bromista de quinta en la cadera, algo para al menos mantenerlo en el suelo por unos segundos -¿Acaso no vendrás a saludar a un viejo amigo?, Bocazas- preguntó sonriente mientras se levantaba, le tendió una mano a Arturo para que asi pudiese levantarse.

-Tu y yo tenemos que hablar Pool, ¿acaso crees que me quedaré de brazos cruzados que vengas a mi ciudad y hagas tus matanzas?, tal vez Los X-men te permiten eso, pero yo no toleraré tal falta- advirtió volteando al hombre caido al lado de su compañero.

El miembro 'Matthew M. Murdock' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado de 10' : 8

De un momento para otro, sentí que todos atacaban a mi maestro, yo solo me convertí en alguien de quien burlarse, pero, Deadpool recibía todos los ataques físicos y verbales, incluso una clase de amenaza, y todo era mi culpa. Presté atención a cada palabra y seguía consciente, parecía ser que no iba desmayarme, eso sí, el dolor seguía presente, sintiendo que se intensificaba cada vez más. Apoyé mi mano derecha en el suelo, respirando ya más tranquilo. Estaba, enojado, por mi culpa Deadpool-Sama tenía problemas, así que, viendo las circunstancias decidí abrir mi boca una vez más, no podía quedarme callado, aún si eso costaba el fallarle a Sayumi.

- Silencio -levanta la rodilla derecha, hasta poder apoyarse en el pie- guarda silencio -parece perder el equilibrio unas cuantas veces, pero consigue ponerse de pie- el no me buscó, no hables sin conocer la historia -frunce el ceño y el puño le tiembla, seguro Wade ni Arturo lo perciben, pero el ciego es un poco diferente- "no me quedaré de brazos cruzados"... -alza la mano, empuñado el mango de una de su katanas- no proteges a esta ciudad, prefieres encargarte de un verdadero héroe, y aún peor, dejas escapar a una mafioso... -desenvaina la katana- ¡MI MANO DUELE DAREDEVIL! pero... me duelen más tus palabras (Eso es mentira XD) Deadpool no es un matón, como dije, es un héroe -lanza la espada, pero no usa simplemente el brazo, mueve el torso y el hombro, dándole más impulso al proyectil. A diferencia de la pistola, Daika hace un tiro perfecto con la espada, esta va en dirección a Arturo-

Mi intención no era dar un discurso dramático, era crear una distracción, aunque cierto, todo lo que dije tenía validez y mis sentimientos de enojo eran puros, espero mi distracción sirva para huir junto a Deadpool, que aguantarme los gritos del dolor no es fácil.

Spoiler:

Off:

Tras disparar preventivamente al mono-foco, el bastón del diablo más conocido de Hell's Kitchen me golpea en mi carrera; haciéndome perder momentáneamente el equilibrio, y caer al suelo.

- ¿Acaso el no aceptar tu invitación al FarmVille no te dio una pista de que no somos amigos? - le pregunto de forma retórica a la vez que sarcástica, con un ligero tono de molestia; mientras me reincorporo - Pensé en hacerte un gesto con la mano al llegar...Pero, ya sabes - continúo en tono bromista, haciendo una clara referencia a su más que evidente falta de visión - No te lo tomes a mal, Stevie Wonder; pero me han amenazado tipos mucho más duros que tú - respondo ante las palabras del justiciero, señalándole con el indice de mi mano izquierda - Y ya te digo que alguno de ellos llevaba falda

Entonces dirijo mi mirada al albino; quien me apunta con sus pistolas, como si creyese tener la situación bajo control.

- Y dile a tu chico, el tuerto, que deje de apuntarme antes de que se las meta, una a una, por donde amargan los pepinos - le espeto en un tono más que amenazante

Tras estas palabras, mi destrozado aliado comienza a reprochar sus palabras al enmascarado escarlata; haciendo que una ligera mueca de satisfacción se dibuje en mi rostro. Quizás aún no está preparado para todo esto; pero hay que reconocer que el chaval le echa cojones.

Una vez acabadas sus palabras, el asiático hace uso de las pocas fuerzas que le quedan para lanzar su katana contra el peliblanco; algo que seguro doble D detendrá con facilidad para proteger a su ayudante. Yo por mi parte, decido arrojar algo más contundente y efectivo ¿Y que hay más contundente y efectivo que una granada de mano?

- CORREO EXPRESS - grito, justo antes de lanzarla contra el dúo

Acto seguido, me subo al hombro al moreno y comienzo a correr en dirección contraria al explosivo.

off:

La escena estaba a su parecer mas que tensa, un novato al lado del bocaza de Deadpool, Arturo con el arma de fuego la cuál le parecía severamente repugnante y el, que se encontraba de brazos cruzados ante lo que decía el chico, en todo momento podía leerle, como los músculos se tensaban, la sangre corría mas rápido, el sudor recorriéndole la frente, claro que no planeaba dar un discurso, solo quería distraerlos de una manera tan torpe "Has firmado un contrato con la persona equivocada muchacho" le habló en un perfecto japonés,  de aquella cultura, aprendió no solo su lenguaje, si no que las palabras eran muy fuertes, lo suficiente para dejarles una firme advertencia "He peleado con tipos mas rudos que tu y el patetico intento de mercenario de tu mentor, no es un heroe, es un vulgar asesino" todo quello lo decia mientras se iba acercando a ellos con firmeza, Arturo ya le había dado en el hombro en un disparo al hablador, ademas de detener la Katana que había sido lanzada, sin duda alguna Arturo es un buen guerro, el cual tenia sus... detalles, asi como el punisher, pero al menos, el evitaba la muerte.

Sin embargo, ante su concentración para tomar el bastón, no pudo evitar que una granada fuera lanzado contra ellos, y claro sus ojos se abrieron de sorpresa, asi como su cuerpo lanzó unos disparos de adrenalina a cada musculo de su cuerpo, preparandose para una acción inmediata, claro porque ¡Era una jodida granada!, algo muy vulgar y desesperado para el mismo mercenario bocazas, pero ¿que se le podía esperar a un tipo mentalmente desequilibrado. Con rapidez la tomó en mano y lanzó lejos de ellos, no podía hacer más, simplemente giró, lanzándose contra el cuelo en un intento de cubrirse -¡Abajo!- fue lo único que vocalizó con fuerza para advertir a todos, sin duda alguna todo se había salido de control.

No le importaba el chico, no quería a Deadpool, solo quería dejar en claro que ese no era su sitio y tenía rotundamente actuar en SU territorio, la exploción había quedado un poco mas cerca de el, por lo que el fuego y la concentración del aire expulsado le lanzaron a unos cuantos metros, el traje estaba levemente rasgado, mas que nada en la espalda y piernas, pero todo bien; Algo tambaleante se levanto y dió un vistazo a su al rededor -Eres un idiota, Deadpool- susurró cabreado.

Mi sable se desplaza por los aires, listo para darle una estocada al sujeto de cabello blanco, sin embargo su habilidad es superior a la mía, dejándomelo claro al desviar el ataque con su propia espada. Me mantenía en pie después de aquello pero no tardé mucho para encontrarme en una nueva postura que sinceramente,  me causaba más dolor.

Me encontraba sobre el hombro de mi maestro, inmediatamente el corrió lejos, lejos de un dispositivo que había lanzado cerca de nuestros "enemigos", claramente las cosas iban mejor, excluyendo nuestras heridas graves, o por lo menos las mías, aparte de la actitud del sujeto de rojo, entendí sus palabras en japonés, admito que me sorprendió un poco que supiera hablar dicha lengua con tal facilidad, Pero eso ya no importaba, solo importaba irnos.

Mi mano se movía debido al trote de Deadpool, generándome un mayor dolor, sí, mayor, jamás imagine que pudiera volverse peor.

-No aguanto, maestro, desconozco esta clase de dolor -dice con poco volumen. Está acabado-

Mi casco y máscara se perdieron, una de mis espadas igual, mi muñeca estaba fracturada y lo peor de todo era, que el mafioso ya se habría largado, mientras “jugábamos”... para mí... para mi aquello era una derrota.

Bueno, no se puede decir que nuestra primera incursión haya sido victoriosa; pero al menos casi echamos abajo un edificio, y hemos matado a un montón de mafiosos cabrones. Ya es más de lo que hacen día a día la mayoría de esos justicieros, que tanto les gusta fardar por la calle, con los calzones sobre el pantalón.

¡Que cojones! Estoy seguro de que ese tal Batman lo pasó peor el primer día que salió a patrullar con el niñato ese disfrazado de Drag Queen. Al menos el mío viste con más estilo; y, sobretodo, más tapado.

Tras poner una distancia considerable del invidente y el tuerto, y asegurarme de que no me siguen, decido detener mi marcha y soltar al chico en el suelo; quien se queja del dolor de su mano.

- A ver, quejica, veamos esa mano - digo agarrándola con firmeza, y moviendola un poco para comprobar su estado; sacando rápidamente un hueso de goma de mi bosillo trasero, y metiéndoselo en la boca para que lo muerda y no empiece a gritar

¿Que por qué llevo un hueso de goma encima? Pues porque un pollo hubiera sido demasiado cantoso...Y además me hace pliegues en el traje.

- Vaya, vaya...Que tenemos aquí...Parece que usted se ha fracturado un par de huesos en la mano...Debería tener cuidado a la hora de practicar el onanismo - digo seriamente, imitando el tono característico de los doctores que aparecen en las series de televisión - Venga, anima esa cara de Punisher; te has enfrentado con los mayores y solo te has roto una mano...Y ni siquiera te has meado encima - le digo mientras arranco un trozo de mi traje y le hago un cabestrillo improvisado

Aquello fue un acto sumamente impulsivo, algo que extrañamente no le sorprendería del mercenario, sin embargo si le tomó desprevenido algo asi, después de todo, nunca se esta preparado para tener que esquivar una granada.

Caminó con calma y algo de dolor a donde se encontraba Razor, asi ofreciendole su mano para levantarse mientras en silencio trataba de captar a alguien que haya sido afectado por esa exploción, por suerte o desgracia, solo estaban los cadáveres incinerados y contenedores volteados de lado ante la fuerza de impacto de la granada, por lo que para el, solo quedaba recoger al mafioso y llevarlo ante las autoridades, puesto que ahora, nada quedaba por hacer, estaba muy mal herido por los golpes que le dió ese oriental, y el estaba psicologicamente y fisicamente agotado por esa noche, asi, no dudando en hacérselo saber a su compañero -Vittorio esta bien, inconsciente, pero bien- habla un poco ronco ante el humo que aun se conservaba en esa zona -Pero en cuanto a mi- masajea su cabeza con la mano derecha -Estoy que no aguanto más, al menos no por unas horas- no mentiría, le dolía la cabeza, tenia un zumbido insoportable el cuál casi no le dejaba oir bien, suerte que estaba cerca y asi no tenía problemas para oir y responder.

Giró dandole momentáneamente la espalda al hombre del parche solo para tratar de mantener la compostura, nunca la diría, pero realmente se sentia mas calmado por el hecho de que haya aceptado acompañarle, después de todo, ¿que hubiese pasado si solo estuviera el?, tal vez Vittorio estaría muerto, sin contar que probablemente hubiese acabado mal con el pupilo de Deadpool cerca, en todo caso ya no había nada mas que pensar al respecto. No te preocupes, Razor- le tranquilizó con calma -Uno nunca se espera que le terminen lanzando una granada...- buscó su bastón entre la zona, lo tomó y guardó donde acostumbraba en su pierna izquierda, la noche ahora sería todo menos tranquila, pues solo a unas manzanas de distancia se acercaban las patrullas de policia -Deberías irte- le informó volteando y sacudiendose le tierra, y polvo de los brazos - Yo iré por Vittorio, y lo entregaré a la policia, sin embargo si te ven por aquí dudo mucho que te dejen en paz, ya sabes, desde que ha pasado este enrollo de las dimensiones, nuevos heroes y mas, se han vuelto desconfiados con los desconocidos...- relajó su semblante solo para calmarle, asi, adornando su rostro cubierto con una sonrisa confiada, digna del vigilante -Estamos en contacto- y tal como fue su costumbre, fue desapareciendo entre las sombras, en buca del unico sobreviviente de aquella masacre, si Deadpool se pasaba de nuevo por ahí, le haría pagar muy caro, sobre todo a ese flacucho con casco.

Los saltos continuaron por un rato, hasta que Deadpool bajó la velocidad y se detuvo. Bajó mi cuerpo cansado e incluso podría decirse atrofiado, con tantas vueltas, golpes e insultos, quisiera cerrar los ojos, no ver mis problemas, pero, desgraciadamente no podía. Al caer sobre mi retaguardia solté un quejido, no por esta última, más bien por el sacudir de mi brazo siniestro. A continuación, Deadpool-Sama empieza una charla... digamos que ¿motivacional?

La tela sobre sus labios se mueve debido a su hablar y al mismo tiempo acerca una de sus manos a la mía para tomarle y, examinarle, no obstante, lógicamente, dicha acción obliga a mis molares separarse dándole paso a uno más de mis desgarradores gritos. Sin embargo, justo antes de que consiga gritar, un objeto duro cae entre mis dientes y aunque no puedo ver qué es, sí puedo morderle con todas mis fuerzas, cosa que satisface más mi alma que un estrepitoso alarido.

Frunzo el ceño al tiempo que aprieto el plástico, escuchando y desgraciadamente, al no poder hablar solo pienso mis respuestas.

- "¿Onanismo? ¿Punisher? ¿Los mayores? Podré haber estado de pie frente a ellos, quizás lancé uno que otro ataque, pero, esto no fue más que un rotundo fracaso... Una derrota aplastante"

Pronuncie mentalmente esa última frase, observando cómo, ingeniosamente, mi maestro creaba un cabestrillo, y una vez terminó, escupí lo que parecía ser un juguete para perros y puse a trabajar a mis cuerdas vocales.

- ¿No deberíamos irnos antes que esos dos nos encuentren? dudo poder hacer algo en este estado -su voz es baja y apacible, no tiene entusiasmo ni siquiera para hablar-

La batalla fue dura, esperaba acabar a los mafiosos, liberar a los secuestrados y huir, des afortunadamente, ver a un diablo, contemplar a un pirata y sentir cómo los huesos se me partían, quisieron formar parte de la experiencia... Pero a pesar de todo,  aún así estoy feliz, feliz de poder ver el bello rostro de mi hija otra vez.

Un leve pitido emerge del trozo de plástico, que ahora se encuentra entre los dientes de mi pupilo, al apretar este su mandíbula; debido al fuerte dolor producido por mi acción. Algo más que previsible; pues no suele ser algo especialmente agradable, el que te recoloquen huesos de la muñeca.

Una vez suelto su mano, este hace lo propio escupiendo el juguete; preguntándose si no deberíamosmarcharnos ya de aquí.

- Anímate, muchacho - digo, en un tono bastante animado; echándole una mano al hombro - Te has enfrentado al "rey de este patio de recreo"; y no estas inconsciente, ni atado a un poste...¡Eso ya es un logro! - continúo, sin perder un apice de alegría en mis palabras - Yo me preocuparía más por la pasma; no queremos que te fichen aún - comento al escuchar el sonido de sirenas a lo lejos - Sí, será mejor que nos vayamos - concluyo, emprendiendo la marcha y haciendo un gesto al joven para que me acompañe - Iremos a un Taco Bell; me apetecen un par de burritos


OFF: Pues yo creo que vamos chapando esto, ¿No?

La mano de mi maestro cae sobre uno de mis hombros,  al tiempo que pronuncia muy animadoras palabras. Por  mi parte,  siento un gran cansancio oprimiéndome los ojos, lo hombros, el espíritu. Hago un esfuerzo al mantener el rostro ligeramente arriba, torciendo los ojos para intentar ver a Deadpool un lado mío, pero no lo conseguía, a penas lograba ver los dedos rojos recargados casi por donde está la clavícula. Resiste, no te duermas.

- No… Solo terminé con… -recuerda el dolor que invade su mano siniestra,  esta descansa encima de su pierna derecha- … Una mano rota –no importaba que estuviera vivo, que fuera a ver a su hija, no podía sentirse enojado consigo  mismo, razón por la que frunce el ceño con debilidad-

Tercera persona:

Su diestra formaba un puño de disgusto,  las hileras de dientes estaban juntas, deseaba apretarlas, sí, tan solo lo deseaba porque no podía, no tenía fuerzas. Así era él, débil, no hay otra palabra mejor para describir al muchacho que oye a duras penas lo que su animado maestro hablaba por debajo de esa máscara cubierta con  sangre. Los parpados se le van cerrando poco a poco, escuchando la mezcla creada por el alegre timbre de voz de Wade y de fondo, las sirenas policíacas sonando con fuerza. A continuación, su cuerpo entró en un sueño profundo.

Horas más tarde, los ojos del muchacho le brindaban una visión borrosa, sentía muy adolorido aún su cuerpo,  volteaba de acá para allá,  notando que yacía en una habitación de hospital o algo parecido, no tenía claro si era una institución del gobierno  o no, pero, observó algo de mayor importancia en su momento de estar despierto, su hija, Sayumi, a su izquierda con el rostro empapado con lágrimas, uf, como le dolió verla llorando por su culpa, sin embargo, lo único que pudo hacer en esos pocos segundos de conciencia, fue susurrar el nombre de su hija.

- S- sayumi Kimi… -es derribado por el sueño una vez más-

Volvió a pasar gran tiempo dormido, no obstante, llegó el momento que abrió los ojos con mayor facilidad, sintiendo el cuerpo un poco más relajado. Estaba solo. Lo notó al girar la cabeza por todos lados muy lentamente, y, curiosamente tardó en notar sobre su abdomen una bolsa de papel, café.  Metió la mano, sintiendo algo cálido y al parecer una hoja de papel. Sonrió al mirar ambas cosas: Un burrito y una nota que decía: “Mejórate, papi Daika”  A un lado, una carita feliz.

Spoiler: